platon teeteto

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5/24/2018 PlatonTeeteto-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/platon-teeteto-561d724751ce7 1/73 172 D IÁlooO S D. W. HA  l LYN. «Forme and Know l ed ge in Plato s Theaetetus: A Reply to Mr. Bluck», Mind  1957), 547. W. HICKEN, «Knowledge and Forms in Plato s Theaetetus» Joum . Hel. Slud.  1957), 48-53. - . «The Character and Provcnance of Socrates Dream in the Theaetetus» Phronesis  1958), 126-145. J. H. McDwHL , Plato Theaetetus Oxford, 197 3. D. K. l\1  RAX., «Percepro n and Judgement in the Theaet etus» Pñronesís  1981). 35-54. . G. E. L. OWE N, «T he P lace o f t he Timaeus in Ptaro s Dialo- gues» en R. E. A LL EN  ec . ,  tu d ies in P ta ro s Me t p hysics. Lo ndr es, R ouued ge and Kegan Paul, 1965 reimpr., 1968), págs. ] 13·238. R. R OBIN SO N. «Forms an d Err or in Plato s Theaetetus» Phi/os. Rev.  1 9 50 ,] ·]0. A . O. RORTY, «A Specularive Note on sorne Dramatic Elements in the Theoetetusn Phronesis  1972), 227-238. A. E. T AYLOR, Plato. T K Mon and his Work Londres, Me- tbuen, 1926 reimpr., 1978). F. C. WH ITE , «Hos episr  m t oúso A Passage of Sorne Elegance in t he Theaetetus» Phr onesis  1973), 219-226. A. VALLEJO CAMPOS TEETETO EUC L DES, T ERP SIÓN PR ÓLOGO EU CLIDE S, - ¿Ha ce poco, Terpsión, que has llegado 14  <J del campo o hace mucho? TERPSI ÓN .- Hace ya algún tie mp o . Es s, te estuve buscando por el ágora y me extrañaba no poder encontrarte . I Euclides y rerpsíón pertenecían al circulo de íntimos de Só- e ra re s. A m bo s e st a ba n p re se n te s e n e l m om en t o d e s u m u er te  d.  t ótl 59c). Esta parte prologal con la que nos ha sido transmitido el diálogo  para la existencia de un Prólogo distinto de éste, cL nuestra Introduc- ci ón es probablemente rambíén un homenaje a Euclides, c on quien Pla- tón y otros amigos de Sócrates buscaron refugio después de la muerte de éste, acaecida en el año 399. De no sabemos nada más, ya que Platón no vuelve a mencionarlo. Con relación a Euclides, las fuentes no proporcionan tampoco mucha información, sobre todo en lo que se refiere a su doc rina filo sóf ica. SoS lUV la unidad del bien y fundó una escuela en Mégara, su ciudad de origen, que heredó la influencia eleata de 5U pensamiento. Parece haber transmitido, igualmente, a sus seguido- res el Interés que tenía por la argumentación en sentido abstracto y el m ét o do fi lo só fi co , h a st a t a l p un to q ue l os « me s ar e os » l le ga ro n a c c nst l- t u ir u n e st il o d e p en sa m i en to c erc a n o a l a e r íst ic a e i nt e resa do e sp ec ia l- mente por la lógica y el estudio de las paraooles del lenguaje. DIÓO F NES  Il 108) le atribuye seis diálogos.

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  • 172 DIlooOS

    D . W. HAl.lLYN. Fo rme and Know ledge in P la to 's Theaetetus:A Reply to Mr. Bluck, Mind ( 1957), 547 .

    W. HICKEN, Knowledge and Form s in Plato 's Theaetetus, Joum .Hel. Sl ud. ( 1957), 48-53.

    - . The Character and Provcnance of Socrates' Dream in theTheaetetus, Phronesis (1958), 126-145.

    J . H . McDwHL, Plato, Theaetetus, Oxford , 1973.D. K. l\1 00RAX., Percepron and Judgement in the Theaet etus

    Proness (1981). 35-54. .G. E. L. OWEN, The Place of the Timaeus in Ptaro 's Dialo-

    gues, en R. E. A LLEN (ec.), Studies in Ptaro 's Metaphysics.Londres , Rouuedge and Kegan Paul, 1965 (reimpr ., 1968),pgs. ] 13238.

    R. ROBINSON. Forms and Erro r in Plato 's Theaetetus, Phi/os.Rev. ( 19.50), ] ]0.

    A. O. RORTY , A Specularive Note on sorne D rama tic Elementsin the Theoetetusn, Phronesis (1972), 227-238.

    A. E. T AYLOR, Plato. T1K- Mon and his Work, Londres, Me-tbuen, 1926 (reimpr., 1978).

    F. C. WHITE, Hos episrlmt oso, A Passage of Sorne Elegancein the Theaetetus, Phronesis (1973), 219-226.

    A . VALLEJO CAMPOS

    TEETETO

    EUCLIDES, TERPSIN

    PRLOGOEUCLIDES, - Hace poco, Terpsi n, q ue ha s llegado 142.

  • 174 DlLOOOS

    tTEETETO 175

    Euc . - Es que no estaba en la ciudad.Tu. . - Dnde estabas?Euc . - Cua ndo bajaba al puerto me encontr con Tee-

    teto 1, al cual lo llevaban desde el campamento que hayen Corinto a Atenas} .

    TER . - Vivo o muerto?b Euc . - Vivo, pero a duras penas, pues est muy gravea causa de ciertas heridas y. sobre todo. por haber contra -do la enfermedad que se ha or iginado en el ejrci to .

    TER. - Te refieres a la disentera?Euc . - S.TER. - Es lamentable que est en peligro la vida de

    un hombre como ste. .Euc. - Es una bella y excelente persona, Terpsi n. P re-

    cisamente hace poco he estad o oyendo a unos que elogia-ban vehementemente su comportamiento en la batalla .

    TER. - Eso no tiene nada de particular; mucho mssorprendente sera que hubiese ocurrido lo contrario .

    e Pero, cmo es que no se qued en Mgara?Euc . - Tena prisa por esta r en casa . Yo mismo le

    rogu y le aconsej que lo hiciera, pero no quiso. Asies que lo acompa y luego , al regresar, record con admi-racin lo que Scrates hab a profetizado acerca de l,

    J Teetete, que da nombr e a este dilogo, lleg a ser 1UI insigne mate.mtico ate niense. Compaero de Plat n en la A;ademia, fue el creado rde la gcomelria de los slidos y el pr imero en llegar a una teo na delas magnitudes inconmensurables. Ce. G. C. FIELD, PIolo Q/'Id other Com-panlons 01 Secretes, Londres, 1930, p g. 40. M. S. Brown, que ha estu-diado la contribucin de Tee teto a la geoenerrta de Bucdes, atribuyea su obra una influencia impo rtante en el pensamiento de Platn. Cf .M. S. BROWN, Theaete tus: Knowledge as Ccntinued Leaming. Jcurn .Hist. Phi/os . (1969), 359-379.

    J Sobre la ba talla de Corinto, cf'. nuestra Intr oduccin.

    como de tantas otras cosas. De hecho , me parece que10 conoci un poco antes de su muerte, cuando Teetetoera todava un adolescente, y, en cuanto tuvo oportuni-dad de tra tarl o y conversar con l, qued muy admiradode las cualidades natu rales que posea . Cuando fui a dAtenas , me cont lo que hab an d iscutido y, desde luego ,era digno de or. Segn deca Scrates, no tena ms reme-dio que llegar a ser una persona de renombre, si llegabaa la madurez.

    TER. - Y, al parecer, dijo la verdad . Pero , de quhablaron? Podras contarme la conversacin?Euc. - No, por Zeus, no sera capaz de contarlo as,

    de memoria, pero, al llegar a casa, escrib lo que recorda- 1430ba y luego, en mis ratos de ocio , continuaba con ello amedida que me iba acordando . Ad ems, siempre que ibaa Atenas, le preguntaba a Scrates lo que habla olvidadoy, cuan do llegaba aqu, hacia las correcciones oportunas .De esta manera ms o menos es como escrib tod a la con -versacin.

    T ER. - Es verda d. Ya te he oido decir esto antes y,cierta mente , siempre he querido que me mostraras lo quehabias escrito, pero lo he venido aplazando hasta ahora.Mas, qu nos impide repasarlo todo en este momento?Yo, al menos, que vengo del campo , necesito descansar.Euc . - Tambin yo , por cierto , he acompaado a Tee- b

    teto hasta Brneo, de manera que no me vendria mal to-rnar un descanso. vamos; pues. Adems, mi esclavo nosleer mientras descansamos.

    T ER. - Tienes razn.Euc . - Aqui tienes el libro, Terpsln. Ahora bien, al

    escribir la conversacin, no la expongo como Scrates cuan-do me la cont a mi, sino como l mismo dia logaba conlos que haba tenido lugar la discusin . stos, segn dijo ,

  • 176 DllOQOS TEETETO 177

    1; eran Teodoro 4 . el gemetra, y Teeteto . As es que, paraevita r en la transcripcin la mo lest ia de ir intercal ando lasfrmulas que acompaan les afirm acion es de Scrates, ta-les como yo deca o yo dije, o las del que contesta-bao como asinti o no estuvo de acue rdo, escr ib elrelato tal y como Scrates conversab a con ellos . suprimiendoesas expresiones.

    TER . - Nada tengo que objetar, Euclides.Euc . - Pues bien, nio. coge el libro y lee.

    SCRATES, T EOODao , T EETETO

    d SCRATES. - Si me preocupara ms, Teodoro, por loque ocurre en Cirene, te preguntara por sus asuntos y porla gente de all, a ver si hay jvenes que se dediquen ala geometra o a otros estud ios filosficos. Pero , en estemomento , tengo menos am istad con ellos que con los deaqu , y me interesa ms saber cules de nuestros jvenespueden llegar a convertirse en hombres de bien. Pues estolo averiguo yo mismo, en cuanto me es posible. y puedopregunt ar a otras personas con las que veo que nuestrosjvenes est n deseosos de relacionarse. En cuanto a ti, noson pocos, ciertamente , los que frecuenta n tu compa iay, desde luego con toda justicia. Eres digno de ello por 'varias razones y, especialment e. por tu conocimiento de

    Teodoro de Crene. maestro de TIC10 y probablemente de Platn,representa en d dilogo . como ha visto P. FRiEDLA!'IDER (PlalO. vol . 11I :The Dialogues, Second and Thi,d Pe,oos, lrad. ingl., Princeton, 1%9,pgs. 149-IS0). la existencia de un dominio . como el de las matem tic as,que contrad ice todo s los intentos de disolver el saber y sus obj etos enun flujo indefinido. Su presencia es una garanta de que existe el saber.aunque el dilogo no consiga esclarecer su naturaleza .

    la geometrfa. De manera que si conoces a alguno COII elque merezca la pena conversar , me gustara saberlo.

    T EODORO. - Pues mira. Scrates. he conocido a un chi-co de vuestra ciudad que merece. sin lugar a dudas. quese hable de l, y a ti te valdr la pena prestar atencina lo que le vay a decir. Si fuese bello. tendra miedo deexpresarme con vehemencia para no dar la impresin deque estoy enamo rado de l. Sin embargo. no es bello -yno te enfades conmigo-e, pero el caso es que se parecea ti, porque tiene la nariz chata y los ojos prominentes.aunque en l estos rasgos estn menos acent uados. Por esoes por lo que hablo sin miedo alguno. Puedes estar segurode que nunca he conocido a nadie que estuviera dotado 144

  • 178 DILOGOS TEETETO 179

    TEOO. - He odo su nombre y, sin embargo , no mee acuerdo. Pero es el que est en medio de esos que vienenhacia ac. Hace poco tanto l como sus compaeros seestaban unt ando aceite en el exterior del estadio. Aho rame parece que han termi nado y vienen aqu. Mira a versi lo conoces.Sc . - Si Que lo conozco, es el hijo de Eufronio de

    Sunio, un hombre que es, amigo Teodoro , como t hasdescrito a ste. Tena . adems. buena fama Y. ciertamente.dej una buena fortuna . Pero el nombre de este chico nolo s.

    d TEOD. - Se llama Teeteto, Scrates. Me parece quesu fortuna ha sido dilapidad a por ciertos tu tores. Tambinen la liberalidad con que dispone de su riqueza es admira-ble. Scrates.Sc. - La descripci n que me das de l no es otra que

    la que corresponde a un noble varn . llmalo y dile quese siente a mi lado .

    TEOD. - Ahora mismo . Teet eto, ven aqu junto a S-crates.

    Sc. - Muy bien, Teeteto, as podr examinar cmoes mi propio rost ro , pues Teodoro dice que me parezcoa ti. Pero supon que tuviramos cada uno una lira ydijera l que estn semeiamemente afinadas, le creera -mos sin ms o intentar amos averiguar si lo dice po rquees msico?TEET. - Intentaramos averiguarlo.SC. - No es verdad que lo creeramos si com prob-

    ramos que los posee, y, en caso cont rario, le retiraramosnuestra con fianza?

    TEET. - S.Sc. - En este caso, creo yo, si nos interesa la seme-

    14511 janza de nuestro rostro , hay qu e averigua r si tiene cono -cimientos de pintura o no.

    TEET . - Eso me par ece a m.Sc. - Entonce s, es pint or Teodoro?TEET. - Que yo sepa no lo es.Sc . - Tampoco es gemetra?TEET. - Eso s Que lo es, sin lugar a dudas, Scrates.Sc. - No tiene tambin conocimientos de astrono-

    mla, clculo y msica y de todo cuanto atae a la educa-cin?

    TEET. - A mi me parece Que s.Sc . - Entonces, si dice que somos semejantes con re-

    lacin a alguna parte de nuestro cuerpo , aunque nos elogieo nos censure, no merece la pena Que le prestemos atencin .

    TEET. - Quizs no.Sc. - Pero, y si elogiar a el alma de alguno de los b

    do s por su virtud y sabidura? No le valdra la pena alque oyera ta les elogios preocuparse por examinar atenta-mente al que ha sido objeto de ellos, y a ste poner todosu esfuerzo en mostrarse abie rtamente a s mismo?

    TEET. - Desde luego Que s, Scrates.Sc. - Pues bien, Querido Teeteto , eso es lo Que debe-

    mos hacer ahora, t, mostra rte a ti mismo, y yo , exam i-na rte. Debes saber Que Teodoro ha elogiado an te m a mu-cha gente , tanto extra njeros como atenienses, pero nuncaha elogiado a nadie como te esta ba elogiando a ti haceun momento.

    TEET. - Eso esta ra muy bien , Sc rates. Pero mira novaya a ser que lo dijera en broma. e

    Sc. - se no es el estilo de Teodoro . Pero no rehsest lo que hemos convenido con el pretexto de que hab labaen broma, y as no tendr l que hacer una declaracinbajo juramento, pues, en cualquier caso , nad ie va a acu-sarlo por perjurio. Vamos , ten confianza y permanece fiela nuest ro acuerdo.

  • 180 DILOGOS TEETETO 181

    TEET. - Bueno , tendr que ser as, si sa es tu opinin.Soc. - Dime, pues: ap rendes tu geometra con Teo-

    doro?TEET. - S.

    d Sc . - Aprendes tambin astronoma, armona yclculo?

    TEET. - C iertamente, en eso pongo mi esfuerzo .SOC. - Tam bin yo, hijo mo . ap rendo de l y de to-

    do s aqullos a los que co nside ro entendidos en estas mate-rias . Sin embargo . aunque esto y satisfecho en relacin conJo dems, tengo una pequ ea dificultad que me gustarainvestigar contigo y con los que estn aqu. Dime: no con-siste el aprender en llegar a ser ms sabio en lo que unoaprende?

    TEET. -.Claro que si.Sc . - Los sabios. creo yo , son sabios por la sabi-

    dura 6 .TEET. - S.Sc . - Y difiere esto en algo del sa ber 71 El lrmino sop lt ( designa aqu i, segn ha visto R. Hackforth, la

    habilidad rcnca del experto que se fundamenta en el saber. Cf. R. " "Clt-RlRTH, .. Notes on Plato's 1hi'Q('te(us, M nemOSYfI' (1957), 128. FII. IED-LNDElI (PIOlO, 11I , pg. 151), sin embargo, interpreta la identificacinde sophio como una prueba de que PLATN no esta pensandoen una rama particular del saber, sino en la ms alta de las disciplinascientficas ter. RepUblica 429a).

    7 Traducimos siempre epis" ml por ..saber , salvo en aquellos casosen los que la construccin sintctica exige el uso del verbo conocer. Pla-tn no establece la distincin que existe en castellano entre saber y cono-cer, o la francesa entre savor y connatre. Algunos autores (cr. D. W."AMLYN, Forms and Knowledge in Plat o' s Teaetetus: A reply to Mr.Bluck, Mind [1957J, 547) han querido ver en el teeteto una diferenciaentr e gnsis y episllml, que no existe en dilogos anteriores. Pero , comoobserva W. K. C . GUTHRIE (A Hstory o/ Greek Ph i/osophy, vol. V,Cambridge, 1979, pg. 67, n . 3), Platn utiliza tanto eidnai y episfas-

    TEET, - El qu?Sc. - La sabidura. No somos sabios en aquellas co-

    sas que sabemos?T EET. - Natu ralmente .Sc . - No son, entonces, lo mismo el saber y la

    sabidura?T EET. - S.Sc. - Pues bien , esto es lo que me deja perplejo : no

    soy capaz de comprender adecuadamente por mi mismoQu es realmente el saber. Seramos capaces de contestara esta pregunta? Qu decs? Quin de nosotro s ser elprimero en hablar? Si alguien se equivoca y siempre quealguien se equivoque, se sentar y ser el burro, comodicen los nios cuando juegan a la pelota . Por el contra -rio , el que quede a salvo del error, ser el rey y podrordenarnos que contestemos a las preguntas que l quiera .Por Qu callis? No ser, Teodoro , que me estoy por-tando con rudeza por el amor que tengo a los razonamien-tos? Es que me estoy dejando llevar por mi a fn de hace-ros conversar y de qu e lleguis a tener relaciones ami stosasy afa bles los unos con los otros?

    T EOD. - No podra decirse de ningn modo , Scrates, bque eso sea rudeza . Es ms , debes animar a uno de estosjvenes a contestar tus preguntas. Yo no estoy acostum-brado a este tipo de discusin y tampoco tengo ya edadpara acostumbrarme. En cambio , a ellos les sera muy con-veniente, y, adems, podr an hacer muchos progresos, pues,en realidad, a la juventud le es posible hacer progresosen todo. No sueltes a Teeteto , sigue como comenzaste ypregnta le .

    thai, como gignt1skei'l para designar el mismo tipo de saber por familiaTi -zacln o aprehens in directa.

  • 182 DILOGOS TEETETO 183

    S6c. - Escucha, pues, Teereto, lo que dice Teodoro,e a quien no creo que qu ieras desobedec er. Adems. no estbien que en estas cosas qu ien es ms joven haga caso omi-so de lo que ordena un hombre sabio. Prta te bien y con-testa gentilmente: qu te parece a ti que es el saber?

    TEET. - Tendr que hacerlo , Scra tes , ya que voso-tros me lo peds. De cualquier manera, si me equivoco enalgo, vosotros me corregiris.Sc . - Desde luego que lo haremos, si somos capaces.,\TEET. - A mi. ciertamente, me parece que son sabereslas cosas que uno podra aprender de Teodoro, como lageometra y lodo eso de lo que t hab labas hace un mo-mento. Tambin lo son, a su vez, la zapat era y las artes

    d que son propias de los dems operarios, todas y cadauna de ellas no son otra cosa que saber '.Sc . - Desde luego, amigo mo, eres gentil y genero-

    so, al enumerar tantas y tan variadas cosas en lugar dela nica, sencilla y simple que se te peda.

    T EET . - Por qu dices eso, Scra tes?Sc. - Tal vez por nada . Pero te vay a decir qu pien-

    so al respecto. Cuando aludes a la zapatera. quieres decirotra cosa que el sabe r hacer zapatos?

    T EET. - No.Sc . - Y cuando hablas de la carpintera? Haces re-

    ferencia a otra cosa que al saber cmo fabricar los ob jetosde madera?

    TEET. - No, eso es lo que quiero decir.Sc. - No es verdad que en ambos casos ests defi -

    niendo aquello en lo que cons iste uno y otro saber?TEET. - S i ,

    , La respuesta de 'reetero no es una definicin que responda a lasexigencias de la pregunta socrtica, sino una mera enumeracin. Respues-tas de este tipo eran corrientes en los interlocutores de Scrates. Cf. Euti-f rn 5d-6e, y Merln 71e-77b.

    Sc. - Pero no era eso, Teetetc , lo que se te pregun-tab a. La pregunta no era acerca de qu cosas trata el saberni cuntos hay. No te preguntbamos con la intencin decontarlos, sino con la intencin de conocer qu es el saberen si mismo. No s si me expreso adecuadamente.

    TEET. - Si, tienes mucha razn .Sc. - Atiende, ento nces, a esto . Si alguien nos pre- In "

    gun tara acerca de alguna cosa insignificante y banal, comoqu es el bar ro , no hadamos el ridcu lo si contest ramosque es el barro del alfarero, el barro del constructo r dehornos y el barro del que hacen los ladrillos?

    TEET. - Tal vez.Sc . - En primer lugar, seria, ciertamente, ridculo que

    pensramos que entiende algo de nuestr a respuesta el quenos pregunta por el hecho de que, al decir el barro,aadi ramos que era el barro del Que hace los mu ecos bo el de cualquier ot ro operario . T crees Que alguien en-tiende el nombre de cualquier cosa , si no sabe Qu es sta?

    TEET. - De ninguna manera.Soc. - Entonces. el que no sabe Qu es el saber , no

    entender qu es el saber relativo a los zapatos.T EET. - Desde luego que no.Sc. - As pues, el que desconoce Qu es el saber, no

    entender qu es la zapatera ni ninguna de las ot ras artes.TEET. - As es.Seo. - En consecuencia, la respuesta seria ridcula , si

    alguien nos preguntara qu es el saber y nosot ros respon-diramos dando el nombre de un art e cualquiera . Pues eel que responde haciendo alusin al saber de algo en parti-cular no contesta a la pregun ta que se le hace.

    T EET. - Eso parece.Sc. _ En segundo lugar , cuando es posible una res-

    puesta ms simple y breve, de esa forma se hace necesario

  • 184 DILOGOS TJ;ETETO 185

    recorrer un camino sin fin. Por ejemplo, en la cuestinacerca del barro lo ms simple y sencillo sera decir queel barr o es tierra mezclada con agua y dejar a un ladoa quin pertenece.TEET. - Tal y como lo expones ahora . Scra tes. me

    parece fcil. Adems, es posible que me ests preguntandopor la misma cuestin que se nos present a tu tocayo S-

    d erales 9, qu e est aq u, y a mi, cuando estbamos dia lo-gando hace un momento.Sc . - A qu te refieres, Teeteto?TEET. - Con respecto a las potencias 10, Teodoro nos

    hizo un dibujo para demostrarnos que la s de tres y lasde cinco pies no son conmensurables en longitud con lasde uno, y las fue eligiendo as, una a una, hasta la dediecisiete pies. Pero se detuvo en sta por alguna razn JI.As! es que se nos ocurri que podramos intentar reuni rtodas las po tencias, ya que parecan ilimitadas en nmero ,bajo la denominacin de un mismo trmino .

    Soc . - Y encontrasteis algo con esas caractersticas?, El joven Scraln que arompan. a 'reererc permanecer en silencio

    en el transcurso del d i logo, pero aparecer tam bin en el SoFlSla (218b)Y. en el Polft ioo. reemplazar a Teeteto en su discusi n con el extranjerode Elea .

    10 En relacin oon a le pasaj e, el lector interesado en el problemamatemaco puede consultar el libro de T. HUTH, A Manual o/ Oreek.Halhemalics. Oxro rd, 1931, pgs . ' 4 y sigs. FIUEDLANDER (Piolo . tII ,pg . 488. n . 16) da una abundante bibliogra fa sobre el panicula r. La.mat emticas constituyen, por otra pa rte , una propedut ica de la actlvi-da d dialctica. El m todo de: la diairesis, qu e ta nta importan cia tendren la dialctica platnica. queda aqu ilustrado en el caso de los nmerosqu e Teetetc ha intentado definir. Comprese Teeteto 147e con Sals/o221e y Fleba 23c.

    11 En lugar de trad ucir enesrhe/o por se detuvo, como es trad co-nal, H ACKFORffi IeNotes . . ., pg, 128) propone se vio envuelto en difi-cultades, a tendiendo al sentido que el trmino tiene en HEIl.DOTO. 1 190.

    TEET. - Yo creo que s, pero examinalo t mismo.Sc. - Dime,TEET. - Dividimos todos los nmeros en dos clases.

    El que se obt iene multiplicando un nmero por s mismolo representamos en la figura de un cuadrado y lo denomi-namos cuadrado y equiltero.

    Sc. - Muy bien.TEET. - Pero los n meros intermedios, como son el

    tres, el cinco y todo el que no puede obtenerse multip lican- 1.8

  • 186 DILOGOS TEETETO 187

    bien dotado como t para las carreras, crees que su elo-gio sera menos verdadero, porque te venci era alguien enplena forma y ms rpido que t ?

    TEET. - No, yo creo que no.Soc. - Crees, sin embargo, que el sa ber es, como el

    ejemplo que mencionaba, algo fcil y no una de las cosasms difciles que se pueden investigar, como quiera quese mire?

    TEET. - No. por Zeus, yo la considero entre las cosasms difciles.Sc . - Confa, pues, en ti mismo y piensa que Teodo-

    d ro llevaba algo de razn. Pon todo tu esfuerzo en esto,como en lo dems, e intenta alcanzar un a definicin delo que es realmente el saber.

    TEET. - Si es por mi esfuerzo, Scrates, ya se revelar.S c . - Adelante , pues - ya que acabas de indicarnos

    el camino tan acertad amente-, intenta imit ar tu respuestaacerca de las potencias. De la misma manera que an teslas reuni ste, siendo muchas, en una sola clas e, ahora debestambin referirte a los muchos saberes con una soladefinicin.

    e TEET. - Te aseguro, Scrates, que muchas veces heintentado examinar esta cuestin, al or las no ticias queme llegaban de tus preguntas. Pero no est oy convencidode que pueda decir algo que valga la pena, ni he odo anadi e que haya dado una respuesta en los trminos exig-dos por ti. Y, sin embargo, no he dejado de interesarmeen ello. _---Sc. - Sufres los dolores del parto , Teeteto, porque

    eres estril y llevas el fruto dent ro de ti.TEET. - No s, Scrates. Te estoy diciendo la expe-

    riencia que he tenido .

    Sc. - No me hagas rer , es que no has odo que 1490soy hijo de una excelente y vigorosa pa rtera llamadaFen reta 12?

    TEET. - S, eso ya lo he odo .Sc. - Y no has odo tambin que practico el mismo

    arte ?TEET . - No , en absoluto.S c . - Pues bien , te aseguro que es as. Pero no lo

    vayas a revelar a otras personas, po rque a ellos, ami gomo, se les pasa por alto que poseo este arte. Como nolo saben, no dicen esto de m, sino que soy absurdo y dejoa los hombres perplejos. O no lo ha s odo decir?

    TEET. - S' que lo he odo. bSc . - Quieres que te diga la causa de ello?TEET. - Desde luego.Sc. - Ten en cuenta lo que pasa con las parteras en

    general y entenders fcilmente lo que quiero decir. Tsabes que ninguna partera asiste a otras mujeres cuandoella misma est embarazada y puede dar a luz , sino cuan-do ya es incapaz de ello.

    TEET. - Desde luego.Sc. - Dicen que la causante de esto es rtemis 13 ,11 La relacin de la andmnesis, que no aparece en el t eseto, con

    este pasaje en que se trata del arte de part ear , caract erstico de Scrates,ha sido diversamente interpretada. F. M. CORNFORD (La tema platnicadel conocimiento, trad. esp . Mad rid , 1968) explica la ausencia del temade la anmn ss como una consecuencia del propsito ado ptado por Pla -t n en esta obra de excluir las Formas en la discusin del probl ema delsaber . Cf . nuestra Introduccin , donde hemos trata do su inter pretacingeneral del dilogo . Sin embargo , H ACKFORTH (eNotes.. .>!, pgina 129),que est de acuerdo con ella, discrepa en este punto, porque consideraque el Teeteto se ocupa del mtodo prac ticado por el Scrates hist ricoy no tiene nada que ver con el carcter mstico o suprar racional quePlatn le confi ri .

    13 rtemis era hija de Leto y Zeus. Naci en Delos y ayud enseguida

  • 188 DILOGOS TEETETO 189

    porque, a pesar de no haber tenido hijos, es la diosa dee los nacimientos. Ella no concedi el arte de pa rtear a lasmujeres estriles, porque la naturaleza humana es muy d -bil como para adquirir un ar te en asuntos de los que notiene experiencia, pero s lo encomend a las que ya nopueden tener hijos a causa de su edad, para honrarlas porsu semejanza con ella.

    TEET. - Es probable.Sc. - No es, igualmente. probable y necesario que

    las parteras conozcan mejor que otras muje res quines es-tn encintas y quines no?

    TEET. - Sin duda .Sc. - Las parteras , adems, pueden dar drogas y pro-

    d nuncar ensalmos para acelerar los dolores del parto opara hacerlos ms llevaderos, si se lo proponen. Tambinayudan a dar a luz a las que tienen un ma l parto, y siest iman que es mejo r el aborto de un engendro todavainmaduro , hacen abortar.

    TEET. - As es.Soc . - Acaso no te has dado cuenta de que son las

    ms hbil es casame nteras , por su capacidad para saber aqu hombre debe unirse una mujer si quiere engendrar losmejores hijos?TEET. - No, eso, desde luego, no lo saba.Soc . - Pues ten por seguro que se enorgullecen ms

    por eso que por saber cmo hay que cor tar el cordn urn-e bilical. Piensa en esto que te voy a decir : crees que elcultivo y la recoleccin de los frut os de la tierra y el cono-cimiento de las clases de tierra en las qu e deben sembrarse

    a su madre a dar a luz a su hermano Apelo , permaneciendo. efectiva-mente, virgen como prototipo de doncella esquiva, que se dedicaba liniocamenre a la caza.

    las diferentes plantas y semillas son prop ias de un mismoar te o de otro distinto?

    TEET. - Yo creo que se trata del mismo arte.Sc. - y con respecto a la mujer, amigo mo, zcrees

    que son dos artes la que se ocupa de esto ltimo y la dela cosecha o no?

    TEET. - No parece que sean distintas.Sc . - No lo son, en efecto . Sin embargo , debido a ISOa

    la ilcita y torpe unin entre hombres y mujeres que recibeel nombre de pros titucin, las parteras evitan incluso ocu-parse' de los casamientos, porque, al ser personas respeta-bles, temen que vayan a caer por esta ocupaci n en seme-jante acusacin. Pero las parteras son las nicas personasa las que realmente corresponde la recta disposicin de loscasamiento s.

    TEET. - As parece.S c. - Tal es, ciertamente, la tarea de las pa rteras,

    y, sin embargo, es meno r que la ma. Pues no es propiode las mujeres pa rir unas veces seres imaginarios y otras bveces seres verd aderos, lo cual no sera fcil de distinguir.Si as fuera, la obra ms importante y bella de las parterassera discernir lo verdadero de lo que no lo es. No crees t?

    TEET, - S, eso pienso yo.Soc. - Mi art e de partear tiene las mismas caracters-

    ticas que el de ellas, pero se diferencia en el hecho de queasiste a los hombres y no a las mujeres, y examina lasalmas de los que dan a luz, pero no sus cuerpos. Ahorabien, lo ms grande que hay en mi arte es la capacidad eque tiene de poner a prueba por todos los medios si loque engendra el pensamiento del joven es algo imaginarioy falso o fecundo y verdadero t4. Eso es as porque tengo,

    14 J. H. M cDWELL (Plalo, Theaetetus. Trad. y nn., Oxford, 1973,pg. ll?) ha observado que el arte de cart ear practicado por Scrates,

  • 190 DIL OGOS TEETETO 191

    en comn con las parteras esta caracterstica:\ que soy estril en sabidura . Muchos, en efecto, me repro-chan que siempre pregunto a otros y yo mismo nunca doyninguna respuesta acerca de nada por mi falta de sabidu-ra, y es, efectivamen te, un justo reproche. La causa deello es que el dios me obliga a asistir a otros pero a m

    d me impide engendrar IS . As es que no soy sabio en modoalguno, ni he logrado ningn descubrimien to que haya si-do engendrado por mi propia alma. Sin embargo , los quetienen trato conmigo, aunque parecen algunos muy igno-rantes al principio, en cuan to avanza nuestra relacin, toodos hacen admirables progresos, si el dios se lo concedecomo ellos mismos y cualquier otra persona puede ver. Yes evidente que no aprenden nunca nada de m, pues sonellos mismos y por s mismos los que descubren ydran muchos bellos pensamientos, No obstant e, los res-

    e ponsables del parto somos el dios y yo. Y es evidentepor lo siguiente : muchos que lo desconocan y se creanresponsables a s mismos me despreciaron a m, y bien porcreer ellos que deban proceder as o persuadidos por otros,se mar charon antes de lo debido y, al marcharse, echarona perder a causa de las malas compaas lo que an po-dan haber engendrado , y lo que haban dado a luz, asisti-

    ta l y como es descrito en este pasaje, puede tener como consecuenciaun producto falso y, debido a esto, sera incompat ible con el procesode la andrnnsls. Pero GUTHRIE (A Hislory... , V, pg . 73, n. 2) nos re-cuerda que, en el Menon, locus ctasscus de esta teora, el esclavo dadiversas respuestas errneas. Cf. Men dn SOd-86c, y Fedn 72e-77a.

    1$ Scrates habla, a menudo , de las obligaciones que le impone ladivinidad. En Apalagla 28e, dice que el dios le ordena vivir filoso fandoy examinndose a si mismo y a los dems . Se trata, pu es, de una exigen-cia religiosa, que para l est incluso por encima de la obediencia a laciudad. Cf. 'Apologla 29d.

    dos por m, lo perdieron , al alimentarlo mal y al hacerms caso de lo falso y de lo imaginario que de [a verdad.En definitiva, unos y otros acabaron por darse cuenta deque eran ignorantes. Uno de ellos fue Ari stdes 16, el hijo 151ade Lismaco, y hay otros muchos. Cuando vuelven rogan-do estar de nuevo conmigo y haciendo cosas extraordina-rias para conseguirlo , la seal dem nlca que se me presen-ta 17 me impide tener t rato con algunos, pero me lo permitecon otros , y stos de nuevo vuelven a hacer progresos. Aho-ra bien, los que tienen relacin conmigo experimentan lomismo que les pasa a las que dan a luz, pues sufren losdolores del parto y se llenan de perplejidades de da y denoche, con lo cual lo pa san mucho peor que ellas. Peromi art e puede suscitar este dolor o hacer que llegue a sufin . Esto es lo que ocur re por lo que respecta a ellos . bSin embargo , hay algunos, Teeteto, que no me parece quepuedan dar fruto alguno y, como s que no necesitan nadade m, con mi mejor intencin les concier to un encuentroy me las arreglo muy bien, gracias a Dios , para adivinaren compaa de qu personas aprovecharn ms . A mu-

    16 Aristid es es menciona do en Laques 179a ss., don de su pad re, Lisi-maco, se muestra preocupado por la educacin de su hijo. En Teages130a, aparece como ejemplo de los que hacen admi rables progresos mien-tras permanecen ju nto a Scrates, aunque luego , cuando abandonan sucompaa, no se difer encien en nada de los dems.

    17 En Apo ogia 3Ic-d , Scra tes describe esta seal dem6nica comouna voz divina, que , cuan do se le manifi esta, lo disuade siempre de loque va a hacer y nunca lo incita . CL Fedro 242b, y Eutidemo 272e.Fue esta seal la que le impidi tener tra to con Alcibades dura nte mu-chos aftosoCf. Alciblades, 1 103a. Sobre el significado de este elementoen el carc ter y la personalidad de Scrates, cf. P. FR1EDIN DER, Plata,vol. I: An Introduction, Londres, 1958 (19691) , pgs. 32 y sigs., y W.K. G UTHRIE, A History of Greek Philosophy, vol. II1, Cambridge, 1969(reimpr., 1975), pgs. 402-405 (hay trad . esp. ).

  • 192 DILOGOS TEETETO 193

    cbos los he mandado a Pr6dico 18 y a otros muchos a otroshombres sabios y divinos.Me he extendido , mi buen Teeteto , contndote todas

    estas cosas , porq ue supongo -como tambin lo crees t -que sufres el dolor de quien lleva algo en su seno. Entrga-

    e te, pues, a m. Que soy hijo de una partera y conozcoeste arte po r mi mismo . y esfurzate todo lo que puedaspo r contestar a lo que yo te pregun te. Ahora bien. si alexaminar a lguna de tus afirmaciones, considero que se tra-ta de algo imaginario y desprovisto de verd ad, y. en conse-cuencia. Jo desecho y lo dejo a un lado. no te irrites como\las primerizas, cuando se trata de sus nios. Pues, mimirado amigo . hasta tal punto se ha en fadado mucha gen-te conmigo que les ha faltado poco para morderme. encuanto los be desposedo de cualquier tontera. No creen

    d que hago esto con buena voluntad, ya Que estn lejos desaber Que no hay Dios Que albergue mala intencin respec-to a los hombres. Les pasa desapercib ido Que yo no puedohacer una cosa as con mala intencin y Que no se me per-mite ser indulgente con lo falso ni obscurecer lo verdadero.

    As es Que vuelve al principio, Teeteto, e intenta decirQu es realmen te el saber . No digas que no puedes, pues,

    11 Pr6d ico es el clebre sofista natura l de Ceos . Su enseanza se cen-traba fundamen talmente en el uso correcto de las pa labras y en el estudiode los sinnimos. CL Cdrmides 163d. Eu tidemo 277e, Laques 197d , Me-ndn 75e. Protdgoras 337a ss. A veces se ha querido ver en el afn dePr6d ico por las distinciones lingsticas un an tecedente del mtodo socr-tico de las de finiciones, teniendo en cuenta. adems, que Scrates se de-clara discpu lo suyo en esta mat eria. Sin embargo, PLATN tr ata en losdilogos esta especialidad suya con bastan te irona [cf., por ej., Pro/go-ras 337a-c, 340a-c, 358a) y, por tanto. habra que ponerla en relacin,ms bien, con el inters general de los sofistas por la enseanza de laretr ica, que tantos beneficios econmicos reportaba al mismo Predico.el. H pias Mayor 282c,

    si Dios quiere y te portas como un hombre. sers capazde hacerlo.

    TEET. - Ciertamente, Scrates, exhortndome t de talmanera. seria vergonzoso no esforza rse todo lo posib le po rdecir lo que uno pueda. Yo. de hecho, creo que el q j-sabe algo percibe esto que sabe . En este momento no meparece que el saber sea otra cosa que percepcin 19 .

    SOC. - sa es una buena y generosa respuesta, hijomo. As es como hay que hablar para expresarse con clari-dad . Pero vamos a examinar lo en comn, a ver si se tratade algo fecundo o de algo vaco . Dices que el saber espercepcin ?

    TEET. - S.Scc . - Parece. ciert amente, que DO has formulado una

    definici n vulgar del saber, sino la que dio P ro tgoras 20, m ..Pero l ha dicho lo mismo de otra manera , pues viene adecir que el hombre es medida de todas las cosas , tantodel ser de las Que son , como del no ser de las que no son.Probablemente lo has ledo . No'?

    T EET. - S, lo he ledo, y muchas veces.Sc. - Acaso no dice algo asi como que las cosas

    son para n ta l como a m me parece que son y que so n

    l . Traducimos afstht sis por percepci n. Este t rmino tiene en Pla-t n un sent jdo muy general, que incluye tamo la visin, la audicin yel olfato, como el placer y el dolor o el deseo y el temor , el. 156b.

    Protgora s de Abder a es el sofista a quien PLATN Ita prestadomayor atencin en sus obras. Aparte de dedicarle un dilogo, donde lodescribe como el ms sabio de los hombres de su tiempo, hace consta ntesreferencias a l (c. Men6n, 91d SS. , Eutidemo 2861,; , Protgoras 309

  • 194 DILOGOS TEETETO 195

    para ti tal y como a ti te parece que son? No somos ty yo hombres?TEET, - Eso es lo que dice, en efecto.

    b S c. - No es verosmil, ciertamente, que un hom-bre sab io pueda desvariar. As es que vamos a seguirlo.No es verdad que, cuando sopla el mismo viento, parauno de nosotros es fro y para otro no? Y que parauno es ligeramente fro, mientras que para otro es muyfro?

    TEET. - Sin duda.Soc. - Diremos, ento nces, que el viento es en s mis-

    mo fro o no? O creeremos a Protgoras y diremos quees fro para el que siente fro y que no lo es para quienno lo siente?

    TEET. - Puede que sea as.Sc. - Adso no nos parece as a los dos?TEET. - S.Sc. - y este parece no es percibir?TEET. - As es, efectivamente.Sc. - Por consiguiente, la apariencia y la percepcin

    e son 10 mismo en lo relativo al calor y a todas las cosasde este gnero, pues parece que las cosas son para cadauno tal y como cada uno las percibe.

    TEET. - Puede ser.Sc. - En consecuencia, la percepcin es siempre de

    algo que es e infalible, como saber que es 2 1.TEET. - As parece .

    21 F. C. White ha propuesto que se supriman del texto las palabrashos eoisr me OS(l, considerando que se trata simplemente de una glosatard a aadida por alguien que no poda entender el carcter infalibleque se atri buye a la percepcin . Su argumentacin no nos parece, sinemba rgo, convincente . Cf. F. C. WHITE, Hr episli!m t OOs(l, Passageof Sorne Elegance in the Theaete tus, Phronesis (l973), 219-226.

    Sc. - Acaso, po r las Gracias, era Protgoras unhombre absolutamente sab io y nos habl en enigmas a lagran masa, mientras deca la verdad 22 en secreto a susdiscpulos?

    TEET. - Por qu dices eso, Scrates? dSoc. - Tambin yo te vaya hablar de una doctrina

    que no es nada vulgar . Afirma, en efecto, que ningunacosa tiene un ser nico en s misma y por s misma y que110 podras da rle ninguna denominacin justa, ni decir quees de una clase determinada. Al contrario, si la llamas gran-de, resulta que tambin parece pequea y, si dices quees pesada, tambin parece ligera, y as ocurrira con todo,ya que no hay cosa que tenga un ser nico, ni que seaalgo determinado o de una clase cualquiera. Ciertamente,todo lo que decimos que es, est en proceso de llegar ::Jser , a consecuencia de la t raslacin, del movimiento y della mezcla de unas cosas con otras, por lo cual no las deno...minamos correctamente. Efectivamente. nada es jamas,' esino que est siempre en proceso de llegar a ser. Y en esto)

  • 196 DtLOGOS TEETETO 197

    TEET. - S, eso me parece a mi.lSJQ Sc. - Quin podra . pues, entrar en discusin con

    un ej rcito como se, dirigido por Homero , sin hacer elrid culo?TEET. - No seria fcil, Scrates.Soc . - Desde luego que no, Teereto. Puesto que, ade-

    ms, la doctri na cuenta con indicios suficientes a su favorde que aq uello que tiene la apar iencia de ser y el devenirson producidos por el movimiento, y el no ser y el perecerpor el reposo. Efectivamente. el calor y el fuego, que en-gendran y gobiernan las dems cosas 14, son engendradasa su vez por la traslacin y por la friccin, Y ambas sonmovimientos. O no son stas el origen del fuego?

    b T EET . - AsI es.Sc. - El gnero de los seres vivos, en verdad, tam-

    bin se origin a a de los mismos principios.TEET. - Claro que si.Sc. - Y bien. no es verdad que la adecuada dis-

    posicin de los cuerpos se destruye po r el reposo y la Inac-

    Iec , aunque no cita a Bplcarmo ni a EmpMocl es. El reno de Homeroal que se hace referm cia es Iliada XIV 201, donde se dice que Herava a los confines de la tierra para ver a Ocano , origen de los dioses,y a la madre Tetis. El v, 245 menciona las corr ientes del ro Ocanoy PLATN asocia ambos versos y el 246 con la idea de Herclito de quela realidad est sujeta a un oontinuo devenir [cf, Crtilo 402a , y Teeteto18Oc-d). La mencin de Empdocles puede estar m relacin. adems,con su idea de que las tosas se or iginan JXlT la mezcla de unos elemento.con otros. Los principios fundamentales de su concepcin del mundoestn inspirados en Parmnides, que es mencionado aqu como ejemplode una idea de la realidad opuesta a la del movimiento y el camb io,per o Empdocles no sigui a Pa rmnides en la negacin del movimiento.cr. PAII.MNIPES, fr . B 8, YEMPDOCLES, frs. 8, 9, 11, 12 Y 17 (H. OliLS-F . KIlANZ, Die Fragmente da Vorsokraliker, Berln , 1951- l952).

    cr. HEIlCLlTO, frs. B 64 Y A 6 (OlELs-KRANZ) .

    tividad y, en cambio, la protegen en un alto grado losejercicios y el movimiento?

    TEET. - S,Sc . - y no es por el aprendizaje y por la prctica

    (que son ambos movimientos) por lo que el alma adq uieresus conocimientos , preserva su adecuada disposicin y sehace mejor, mientras que, debido al reposo, como es lafalta de prctica y de cultura , no aprende nada y olvida elo que haya aprend ido?TEET . - Sin duda .Sc . - No es el movimiento , ento nces, lo que con sti-

    tuye el bien para el alma y para el cuerpo, mientras qu elo otro es lo contrario?

    TEET. - As parece.Sc. - Es necesario hab lar an ms de la calma del

    aire y de la bonanza en el mar y de otros fenmenos porel estilo, para mostrar cmo las diferentes formas del re-poso corrompen y destruyen las cosas, mientras que lo ot rolas preserva? Aadiremos a esto, como colofn. que lacadena de oro mencionada por Homero u no es otr a cosaque el sol y que, si se produce el movimiento de la b6- dveda celeste y del sol, todo es y se preserva entre los d iosesy entre los hombres, pero que, si se detiene, como si hu-biese sido atado, todas las cosas se destruir an y el mundoentero se pondr a, como suele decirse, boca abajo?

    TEET. - A m me parece, Scrates, que esto revela efec-tivamente lo que ests diciendo.

    SC. - As es, mi buen Teeteto , como debes entender-lo. En primer lugar, por lo que se refiere a los ojos, loque llamas color blanco no es algo que en s mismo tengauna realidad independiente fuera de los ojos, ni en los ojos ,

    15 C , oda VIII 18 ss.

  • 198 DILOGOS TEETET 199

    y no le puedes asignar espacio alguno . ya que, sin duda ,al ocupar una posicin determinada, permanecera inmvily no podra llegar a ser en el devenir.

    TEET. - Na tural mente.SC. - Sigamos, una vez ms, aquella doctrina y de-

    mos por sentado que ninguna cosa tiene un ser nico ens misma y por si misma. As resulta evidente que el negroy el blanco y cualquier otro color no se engendra sino porel encuentro de los ojos con el movimiento adecuado. Lo

    13.... que decimos que es cada color no ser ni aquello que sedirige al encuentro , ni 10 encon trado, sino una realidadintermedia que se engendra especcameme para cada uno .O estad as dispuesto a afirmar Que cada color te aparecea ti como le aparece a un perro o a cualquier otro an imal?

    TEET, - Por Zeus, cla ro que no .Sc . - Y bien. acaso aparece cualquier cosa a otro

    hombre como te aparece a ti'? Ests segu ro de ello o ' esmucho ms cierto que nada te aparece lo mismo ni siquie-ra a ti. por no permanecer t nunca igual a ti mismo'?

    TEEt. - Esto ltimo me parece mejor que lo ot ro .b Sc. - Entonces, si aquello con lo que nos medimos 26o la cosa que tocamos fuese grande, blanca o clida, noresultara diferente en cuanto topara con otra persona , o,al menos, no lo sera mientras no cambiara en s misma.Por otra pa rte, si el que realiza, a su vez , la accin demedirse o de tocar fuera una de estas cosas . al entra r enconta cto con ot ra o al experimentar sta alguna modi fica-cin. tampoco resultara diferente , si l no la experimenta-

    l6 Hay aqu una alusin clara a la sentencia prct ag rica del hombremedida. Platn construye esta teora de la percepcin como fundament ognoseolgico de la tesis de Prot goras. sta nene validez en el dominiode la percepcin, Ahora bien, una cuesti n diferent e es que la percepcin

    los requisitos necesarios para constituirse como saber.

    ra igualmente en s mismo , Puesto que ahora, amigo mo.nos vemos fcilmente obligados a hacer afi rmaciones sor-prendentes y rid culas, como dir a Prot goras y todo elque est dispuesto a afirmar lo mismo que l 27.

    T EET , - Cmo'? A qu afirmaciones te refieres?SC. - Considera este sencillo ejemplo y comprenders e

    todo lo que quiero decir. Supn que tenemos seis dados;si po nes cuatro al lado de ellos , decimos que seis son msque cuatro y que los superan en la mitad y, si luego loscomparas con doce, decimos que son menos que stos . con-cretamente, la mitad de doce. Y no puede decirse otr acosa, No es verdad?

    T EET . - As es.Sc. - Pues bien , imagnate que Protgoras o cual-

    quier' otro te hiciera la siguiente pregunta : (( Es posible,Teeteto , que algo se haga mayo r o ms numeroso de otraforma que aumentando? Qu le responderas t?

    T EET . - Scrates, si respondiera ate nindome a la opionin que tengo respecto a la presente pregu nta, dir fa qu e dno es posible. Pero si respondiera teniendo en cuenta lode antes. dira que es posible para precaverme de caer encontradiccin.

    11 Una de las consecuencias de la doctrina de Prolgoras y de la leo-rla de la percepci n en la que. segn Plet n, se fundamenta , es que lascosas no nenen una realidad en s mismas ni por si mismas. Sus cua lida-des slo pueden entenderse en relacin con un sujeto percepicr. Lo queSCTalU quiere decir es que si no adoptamos este punto de vista relaelo-nal, no tienen ms remedio que producirse las pa radojas de las que seva a habla r . continuacin. C , McDwElL, Theoetetus.. ., pgs, 132-133,que da una interpretacin diferente. PLATN ofreci una explicacin dis-tima de las propiedades relacionales en el Fedfl (ct . 65d, 10000I Olc yI02b-e), dond e la altu ra , por ejemplo, es una cualidad inherente que apa-rece en el objeto en cuestin por la participaci n de ste en la formacorrespondiente. C f . C ORNFRD , La teona platnica.." pgs. 53-4, yD. Rose, reona de las Ideas de Platn, Madrid , 1986, pgs. 124125.

  • 200 DILOGOS

    rTEETETO 201

    Sc . - Muy bien, Teeteto , por Hera , que es una divi-na respuesta. Ahora bien, al parecer, si contestas que esposib le, va a resul tar lo que deca Eurpides 28: no es refu-ta ble nuestra lengua y, en cambio, la mente si lo es.

    TEET. - Es verdad .Sc. - Seguramente, si t y yo fusemos hbiles y sa-

    bios y hubisemos investigado todos los pensamientos denuest ra mente, pod ramos pasarnos ya el resto del tiemposometindonos a prueba el uno al otro y enzarzndonoscomo los sofistas en esas batallas en las que se atacan es.grimiendo argumentos contra argumentos. Pero. en reali-dad, como somos hombres comunes y corrientes. antes quenada queremos examinar nuestros propios pensamientos enrelacin a si mismos. para averiguar en qu consisten real-mente y si nos concuerdan unos con ot ros. o no concuer-da n en absoluto .

    TEET. - Desde luego , eso es lo que yo deseara .Sc. - Y yo tambin, ciertamente . Tal y como estn

    las cosas, no tenemos ms remedio que cons iderar de nue-vo la cuest in con serenidad, ya que disponemos de mucho

    i/ t iempo y no hay que enfadarse, sino examinarnos verdade-ramente a nosotros mismos para ver qu so n, en realidad.estas apa riencias que se dan en noso tros. Lo primero quedi remos al considerar esto , creo yo, es que ninguna cosase hace nunca mayor, ni menor, ya sea en volumen o ennm ero , mientr as permanezca igua! a s misma. No es as '!

    TEET. - SI.SOC. - En segundo lugar, diremos que aquello a lo que

    no le aa dimos ni le restamos nad a no aumenta ni decrece,sino qu e permanece siempre igual.

    TEET. - Sin lugar a dudas.

    28 EURPIOBS, Hipfiro 612.

    Sc . - Formulamos, entonces, una tercera afi rma- /1cn? No es imposible que algo sea con posteri oridad loque no era anteriormente, sin llegar a ser lo en el pasadoo en el presente'!

    TEET. - S, efectivamente, eso parece.Sc. - Ahora bien, estas tres afirm aciones en las que

    hemos concordado pugnan entre s en nuestro pensam ien-to tanto al hablar de los dados, como cuando decimosque yo puedo ser durante un ao, con mi edad y sin expe-rimentar proceso alguno de crecimiento o disminucin, msgrande qu e t , que eres ahora joven , pero que poste rior-mente ser menor, no po r haber perdido volumen , sino ('po r haberlo ganado t . Pues, en ese caso, yo sera pos te-rio rmente lo que no era con anterioridad, sin haber llegadoa serlo . Y, efectivamente, es imposible haber llegado a seralgo , sin llegar a serlo, de manera que no me sera posiblellegar a ser menor, sin haber perdido volumen . Pod ramoscitar miles de ejemplos po r el estilo. si estamos dispuestosa aceptar stos . Espero que me sigas. Teeteto . Al menos,a m me parece que no te falt a expe rienciad . "e cuestiones. . "- (8JUIOTEC1 ..-:

    ; 1 e 10 '::9 Generalmente se entiende que la oposicin se la ro.n.",

    u adicci6n de unos principios con otros. Po r ej., en el easo de socrares;si sie se ha hecho meno r. de acuerdo con el tercer pOrqueha adquirido esta det erminacin en el pasado o en el presente . Pero . porou a parte, si no ha sufrido aumento ni disminucin, 5C'gn los dos prime-ros principios , deberia permancer igual a si mismo. er., por ej., Mc DwEtL,Theaelelus. pgs. 133-134. Pero no est claro que sea ste el sentidode la oposlcn. ya que cada principio se contradice consigo mismo cuan-do se aplica a los hechos que se est n considerando . CL HACKFORTH .Notes.,; , pgs. 130-131.

    }(l La alusin a la experiencia de Teeteto en estas cuestiones hace pe-sar a M. S. Brown que hay una referencia a los trabajo s matemticosde Teeteto sobre la teona de la proporcin y los nmeros irracionale s.Cf. BROWN, Theaetetus. .., pgs . 373 y sgs.

  • ------------- - - -y- - - - - - - --------"""":202 DILOGOS TEETETO 203

    TEET. - Por los dioses. Scrates, mi admiracin es des-mesurada. cuando me pongo a considerar en qu consisterea lmente todo esto. Algunas veces, al pensar en ello . llegoverdaderamente a sentir vrtigo.

    d Sc. - Querido am igo, parece que Teodoro no se haequ ivocado al juzgar tu condicin natural, pues experimen-lar eso que llamamos la admiracin es muy caractersticodel filsofo . ste y no otro, efectivamente. es el origende la filosofa . El que dijo que Iris era hija de Taumanteparece que no traz errneamente su genealoga 31 . Pero,entiendes ya por qu se siguen estas consecuencias de acuer-do con la doctrina que atribuimos a Pro tgoras o no?

    TEET. - No, me parece que no lo enti endo an .Sc. - Me agradeceras , entonces, Que te ayudara a

    desentra ar la verdad que se oculta en el pensamiento deeste hombre o de estos hombres celebres'!

    TEET . - Claro que s, te quedara eno rmemente agra-decido.Sc. - Entonces. mira en tomo a nosotros, no vaya

    a ser que nos escuche alguno de los no iniciados. Me refie-ro a los que piensan que no existe sino lo que pueden aga -rrar con las manos. Ellos no admiten que puedan tenerrealidad alguna las acciones, ni los procesos, ni cualquierot ra cosa que sea invisible n .

    JI Ir is es hija de Taumante y Etectra . TIene encomendada la transmi-sin de las rdenes. los mensajes y los consejos de los dioses. de ahque Platn relacione su d imologla con errein, sinn imo de lgein (ha-blar). Cf'. Crdtifo 39Sd y 4

  • -----------"'!"'------ 'If'-----------------"""""!,204 DILOGOS TEETETD 205

    riedad, igual que ocu rre en el caso de la audicin y delson ido y en todos los dems, pues lo percep tible se generaconjuntamente con las percepciones cor respondientes. Ques, por consiguiente. lo que quiere indicarnos este mito enrelaci n con Jo que decamos antes? T lo comprendes,Teeteto?TEET. - No. en absoluto, Scrates.Sc . - Pues mira a ver si podemos concluir de alguna

    manera. Sin duda, quiere indicamos que todas estas cosasse mueven, como estamos diciendo. pero en su movimien- .to hay rapidez y lenti tud , de forma que cuanto es lentoejercita su movim iento en s mismo y en relacin con loprximo, y as. de hecho. es como genera sus efectos.

    d Pero 10 Que se genera de esta manera es, ciertamente.ms rpido, pues experimenta una trasl acin y su movi-miento consiste , naturalmente, en un cambio de lugar.es que la blancu ra y la percepcin co rrespond iente, q uenace con ella, se producen en cuanto se aproximan el ojoy cualquier otro objeto que sea conmensurable .lo4 respectoa l. Ahora bien, una y ot ra no habran llegado a existirnunca, si cualquiera de los elementos se hubiese diri gidoa ot ro diferente de ellos. Precisamente, cuando llegan aun punto inte rmedio la visi n, desde los ojos, y la blan-cura , desde lo que engendra a la vez el co lor , es cua ndoel ojo llega a esta r pleno de visin y es precisamente enton-ces cuando ve y llega a ser no visin, sino el ojo que estaviendo. Asimismo, lo que produce conjuntamente el colorse llena por completo de blancur a y, a su vez, llega a serno ya blancura , sino algo blanco, ya sea madera, piedraJ4 El trmino symme/ fos aparece de nuevo en Timeo 67c, al hablar

    de las part culas que proceden de los cuerpos y producen la visin, alser conm ensurables con las que forman parte de la corr iente visual. Cf. ,tambin, EMPDOClES. frs . A 86 Y A 87 (DIELS-KRANZ).

    o cualquier otra cosa de las que pueden adquirir tal color.En el resto de los casos ocurre, ciertament e, lo mismo.l o duro, lo clido y todo lo dems tienen que entenderse/,de la misma manera ; nada es en s y por s, tal y coro-decamos antes, sino que es en la unin de unas con ;y,ini.como todas las cosas surgen en toda su diversidad a pa rtn ,de l movimiento , ya qu e, como ellos dicen, no es posibleconcebir en firme que lo que ejerce la accin y lo qu e larecibe sean algo definido independientemente uno de a iro .Nada , en efecto, es act ivo antes de producirse el erouentrocon lo pasivo, ni es pasivo antes de encontrarse con loactivo . Adems, lo que se encuentra con algo y es activo,a su vez puede resultar pasivo al tropezarse con otra cosa .

    De todo ello se deduce lo que ya decamos desde unprincipio , es decir que ning una cosa tiene un ser nico ensi misma y par s misma, sino que siempre llega a ser para balgu ien. Es ms, el ser debera eliminarse en todos los ca-sos, pero muchas veces, lo mismo que ahora, nos hemosvisto obligados a utili zar esta palabra por costumbre e ig-norancia . Ahora bien, segn la doctrina de los sabios, estono se debe hacer , ni hay que aceptar trminos que, comoalgo, de alguien , mio, esto, aquello o cual-quier ot ra pa labra, atribu yan estabilidad a las cosas. Alcontrario , hay que hablar de ellas de acuerdo con la natu-raleza , y hay que decir que est n en proceso de llegar aser y en vas de hacerse, destru irse o alterarse, pues si uno ,al hablar, atri buye estabilidad a las cosas , se ver fcil-men te refutado . Es necesario utilizar esta fo rma de expre-sin tanto al tratar de las cosas aisladas, como de la multi-plicidad que constituye un agregado. A este agregado ,precisamente, es al que se le da la denominacin de bom- ebre, piedra o la de cada ser viviente y especie 3',

    El trmino edos no tiene aqu , a nuestro juicio, ninguna relacin

  • 206 DILOGOS TEETETO 207

    ,

    Entonces, Teeteto . te agrada todo esto? Crees quelo saborearlas con agrado?

    TEET. - En lo que a m respecta, no lo s. Scrates.tX, en cuanto a ti. no llego a comprender si dices estascejad porq ue representan tu opinin o con la intencin de'someterme a mi a prueba.

    Soc. - Olvidas, amigo mo, que yo no s nada de ta-les afirmaciones. ni me las atribuyo a m mismo, y quesoy estril por lo Que a ellas se refiere. Ahora bien, yoejerzo se bre ti el art e de partear y es po r esto por lo qu eprofiero encantamien tos y te ofrezco que saborees lo que

    d te brindan todos y cada uno de los sabios . hasta queconsiga con tu ayuda sacar a la luz tu propia doctrina.En cuanto lo haya hecho , investigar si resulta ser algo

    con la recna platnica de b formas. Cf., sln emba rgo, FlllEDUNOEIl.Ptaso, 111 , pg . 160. De acuerdo ron esta teora de la percepcin. ningu-na liene un ser nico en g misma y esto significa que 135 cosasde las que tenernos experiencia no son mM que un agregado o colecende cua lidades sensibles, que no sin la interaccin de los dosprocesos lentos que interv ienen en el proceso, es decir. el suj ete y el obj e-to de la percepcin. Como las cua lidades sensibles de las cosas son den6-menos ". que exislen slo en relacin con un sujeto perceptor. podramoshablar de fenomenalismo . Cf. D. K. MOPIlAIt, Percepnon and Judge-mem in the ThroetelU$ , Phronesis (1981), 38. McDwEli (Theoeutus.. .pg. 143) ha hecho ver, sin embargo, las d jferencias que separan es taleorla del fenomenalismo cara cterfsncc de la tradici n empirista , comopod ramo s encontrarte , por ej . en Berkeley. En la versi n dada por S-cra tes no se dice que los colores tengan existencia en la mente, sino queconstituyen un proceso rpido que tiene lugar entre el obje to y los ojos .Tambin 1. M. CIIOMHIE (Andlisis de las doc trinas de Plat n, vol. It ,Madrid, 1979, pg. 27) ha indicado la confusin que se da , en esta teo-rfa, entre un fenomenalismo estr icto , que disuelve la existencia de lascosas en un mero agredado de cualidades sensibles, y una teor a causalde la percepcin, que habla de objetos fsicos y cua lidades sensibles pro-ducidas por ellos.

    vaco o algo fecundo. Vamos, ten confianza y contesta ani-mosa y valientemente a mis preguntas lo que le parezca .TEET . - Pregun ta . pues.Sc. - Dime. entonces, una vez ms, si te agrada r

    afirmacin segn la cual nada es, sino que est sier-:,ini.en proceso de llegar a ser. ya se tra te de lo bueno, de lo

  • 208 DILOGOS TEETETO 209

    TEET. - No me atrevo a decir, Scrates, que no tengonada que aadi r , porque, hace un momento, me has recri-

    b minado por decir lo mismo. A decir verdad, yo no podra-ner en duda que, en la locura y en el sueo , se tienen

    retaos.ones falsas. pues hay algunos q ue se creen dioses y" otros piensan durante el sueo que tienen alas y estnvolando .Sc. - Conoces una cont roversia que suele darse en

    relacin a estas cosas, especia lmente en el caso del sueoy de la rvigilia?

    TEET. - A cul te refieres?Sc. - Muchas veces, creo yo, habrs odo formular

    esta cuestin: qu pru eba podra uno esgrimir ante al-guien que nos preguntara si estamos dormidos en este mis-

    e mo instante y soamos todo lo que pensamos, o estamosen vela y dialogamos despierto s unos con otros?

    TEET. - En verda d . Scrates, se queda uno perplejo ,cuando se pone a pensa r qu prueba es la que habra queaducir , pues en uno y en a iro esta do acontecen las mismascosas en una perfecta correspondencia. Nada nos impidecreer en el transcu rso de un sueno que estarnos discutiendolo que acabamos de discuti r. Adems, cuando, al soar,creemos estar contando sueos, la semeja nza de uno y a iroestado es extrao rdinaria.

    SOc . - Ves, pues, que no es di ficil crear una contro-d versta . cua ndo se d isputa hasta el hecho mismo de estardespiertos o soando . En verdad, el tiempo durante el cualestamos despierto s es el mismo que empleamos en dormiry, tanto en un estado como en otro, el a lma siempre seempea en afirmar la verdad de sus opiniones presentespor encima de cua lquier otra cons ideracin . De esta for -ma , el tiempo empleado en afirmar la realidad de las opi -niones que tenemos despiertos es el mismo que dedicamos

    a afirmar la realid ad de las que tenemos dormidos. En unoy ot ro caso las defe ndemos con idnt ica firmeza .

    T EET. - Eso es enteramente cierto .Sc . - No es igualmente cierto Que en la enfermed-

    y en la locu ra se puede emplear el mismo argumeraevtnl-excepcin de que en este caso el tiempo ya no es el mismo? d

    TEET. - S, tienes razn.Sc. - y bien, ,es que va a Quedar determinada la

    verdad po r la mayor o menor cantidad de tiempo?T EET . - Realmente, sera ridculo en muchos sentidos .Sc. - Acaso tienes algn alfa med io de demostr ar

    con clar idad a qu gnero de opiniones corresponde la ver-dad?

    T EET . - Me parece que no .Sc. - Pu es bien , pr stame atencin y vers qu po-

    d rian dec ir de todo esto los que afirman que siempre esverdadero para uno lo que a l le pa rece. Yo pienso quele fo rmularan la siguiente pregunta: No es verdad , Tee-lelo, que una cosa enteramente diferente de otra no puedetener, en modo alguno, el mismo poder que ella? Y novayamos a supo ner que aquello sobre lo que pregunt amoses lo mismo en un sentido y di ferente en alfa, sino quees totalmente diferente.s

    T EET. - Es imposible, ciertamente, que una cosa tengaalgo en comn con otra, ya sea en poder o en cualquiera iro sentido , cua ndo es totalmente dife rente de ella .

    Sc. - No hay que convenir, por consiguient e, queta l cosa es tambin desemeja nte?

    T EET. - A m me parece que s.Sc . - Entonces, si resulta que algo deviene semejante

    o desemejante a s mismo o a otra cosa' en algn sentido,dir emos que deviene idntico, si se hace semejante, y di-ferente, si se hace desemejante?117. - 14

  • 210 DlLOGOS TEETETO 21 1

    TEET. - Necesariamente.Sc. - No decamos anteriormente que son muchas

    e, incluso. infinitas las cosas que ejercen una accin y loy -tismo respecto de las cosas que la reciben?

  • 212 DILOGOS TEETETO 213

    pues a partir de otra persona produce otra cosa y, en con-secuencia, resultar altcrado ?".

    TEET. - As es .Sc. - Cierta mente, ni yo llegar a ser tal como era

    para m mismo. ni podr llegar a serlo aquello pa ra smismo .TEET. - Desde luego que no.S6c. - Adems. cuando llegue a percib ir, es necesario

    que llegue a percib ir algo , pues es imposible llegar a perci-b br, si no se percibe nada. Tambin es necesario que, alllegar a ser aquello dulce, amargo o algo por el estilo, lle-gue a serlo para alguien . Es impo sible. en efecto . que lle-gue a ser dulce, si no es dulce para alguien .

    TEET. - Ente ramente de acuerdo.Sc. - Por consiguiente. segun creo , resulta que so-

    mos, si es que somos, o que llegamos a ser I si es que llega-mas a ser. el uno en relacin al otro, ya que la necesidadata nuestro ser, pero no lo ata con otras cosas ni con noso-tros mismos. Resulta . pues. Que estamos en lazados el unocon el otro . De manera Que. si se dice de algo que es oque llega a ser , hay que decir que es para alguien. de al-guien o en relacin con algo . Pero nosotros no podemosdecir que algo es o llega a ser en s mismo y por si mismo ,

    e ni podemos consentir Que nadie lo diga . seg n nos indicael razo nam iento que hemos expuesto .

    TEET. - Enteramente de acuerdo, Scrates.S c. - Teniendo en cuenta que lo que acta sobre m

    es para m y no para otro, no es verdad que soy yo qu ienlo percibe y no a iro?

    31 La percepcin es siempre un f nomeno instantneo e irrepetible,porque es el resultado de dos procesos, el objeto y el sujeto de la percep-cin, que estn cada uno sometidos a un cambio continuo .

    TEET. - Natura lmente .SC. - Por tanto, mi percepcin es verdadera para mi.

    pues es siempre de mi propio ser . y yo soy juez, de acuer-do con Protgoras, del ser de lo que es para m y del noser de lo que no es 38.

    TEET. - Eso parece.Sc. - En consecuencia , si soy infalible y mi pensa- d

    miento no se extr ava con relacin a lo que es o llega aser, podr a yo no sa ber aquello que es el objeto de mipercepcin?TEET. - No. en mane ra alguna.Sc. - Has estado . por tanto, muy acertado al decir

    que el saber no es otra cosa que percepcin. Las doctrinasde Homero, de Herclito y de los que pertenecen a estaestirpe que afirma que todo est en movimiento , como sifuera una corriente. vienen a coincidir en lo mismo conla del sab io Protgoras, que dice que el hombre es medidade todas las cosas, y con la de Teeteto , que sostiene que,si eso es as. la percepcin se convierte en saber. No esverdad , Teeteto? Podramos decir que es ste tu hijo re-cien nacido y el resultado de mi arte de partear? Qu di-ces sobre el particular?

    TEET. - As es, necesariamente. Scrates.Sc . - Efectivamente. al pa recer, esto es lo que he-

    mos engendrado. despus de un gran esfuerzo y cualquiera11 Concluye aqui la demostracin de la infalibilidad de la percepcin.

    Esta es siempre de mi propio ser (t.s' emes Qlulos). porque la percep-cin es siempre relativa a un sujeto en conjuncin con el cual se produ-cen las cualidades sensibles. No tiene sentido preguntar, por ej., por elcolor que tienen las cosas en s mismas. ya que el color no perteneceal objeto al que le atribuimos esta cualidad, sino que se engendra enla interaccin de ste con la naturaleza del rgano sensible. De aqu elcarcter infalible de la percepcin, pues el sujeto es siempre juez de loque es para st.

  • 214 DILOUOS TEETETO 215

    que sea lo que pueda resultar. Pero , despus del nacimien-lo , viene su fiesta del natalicio 19 y hay qu e ir en tornoa l, trazando aut nticos crculos con el discurso. para queno se nos pase por alto que no es digno de alimentarlo ,

    16 1.. sino algo vado y falso . Piensas t, acaso , que a tu hijohay que alimentarlo necesariamente y que no hace faltaexponerlo a la mirada de los dems? Soportaras que al-guien lo refutara? No le irritaras mucho. si le fuese arre-batado, siendo , co rno es, tu primer hijo?TEOD. - Teeteto 10 soportar , Scrates , porque no es

    discolo en abso luto . Pero. por los dioses, di nos dnde estel error.

    Sc. - Decididamente, Teodoro, eres un amante de losargumentos y eres gene roso, al tratarme como si yo fueraun saco de argumentos y pudiera extraer fcilmente uno

    b de ellos, para decir dnde est el error en esta doctrina .Pero no te das cuenta de lo que pasa, po rq ue lo s argumen-tos nunca proceden de m, sino del q ue conversa con migo .Yo no s nada , a excepc in de algo bien insignifican te q ueconsiste en recibir un argumento de otro que sea sabio yaceptarlo en su j usta medida . Esto es lo que vay a intent arahora con ste, sin que yo tenga que dec ir nada po r mmismo .

    TEOD. - Tienes mucha razn , Scrates. Hazlo as.SC. - Pues bien, sabes, Teodoro . qu es lo que en-

    cuen tro sorprendente en tu amigo P rotgo ras?e TEOO. - Qu?

    J9 umphNJromfu, que traducimos por fiesta del natalicio, significaliteralmente carrera en derredor. Hace referencia a una ceremonia quetena lugar, segun el escoliasta, cinco das despus del nacimiento y enla que se le pona nombre al recin nacido. De la misma manera queste era conducido en torno al hogar, aqu se trata de trazar crculoscon el discurso en torno a la definicin propuesta por Teeteto .

    Sc. - Ha dicho algun as cosas que me parecen muybien, como eso de que aquello que le pa rece a cada unotambin es . Pero me sorprendieron sus pa labras iniciales.porque, al comienzo de Sobre la Verdad, no dijo que elcerdo es medid a de todas las cosas) o el cinocfalo oalgn ot ro animal de los que tienen percepcin . Si as lohubiera hecho. el inicio de su discurso hab ra sido espln-dido y arrogante en un alto grado. Nos habria mostradoque, mientras nosotros lo admiramos como un dios po rsu sabidura, no es superio r en inteligencia a un simple drenacuajo, ni a cualquier otro hombre. Qu vamos a de-cir de todo esto, Teodoro'lSi para cada uno es verdadero10 que opine po r medio de la percepcin y una perso nano puede juzgar mejor lo expe rimentado por otra, ni pue -de tener ms au tori dad para examinar la correccin o lafalsedad de la opinin ajena. Y. segn se ha dicho muchasveces, slo puede juzgar uno mismo sus propi as opiniones,que son tod as correctas y verd aderas , en qu consistir .entonces, la sabidura de P rotgoras? 40 . Cmo podr ,justificar su pretensin de ensea r a ot ros a cambio de gran -des honorarios? T iene algn sent ido decir que nosot rossomos ms igno rantes y que tenemos que acudir a l. cuan-do cada uno es la medida de su prop ia sabidura? Cmono vamos a decir q ue Protgoras habla para la galerfa alhacer estas afirmaciones?

    En cua nto a m y al arte de partear que practico,es mejor gua rdar silencio y no hacer referencia al ridculoal que me expongo. Y creo que la to talidad de la acti vidadd ialctica queda en la misma sit uacin . Pues dedicarnosa examinar e intentar refutar los pareceres y las opinionesde unos y otros, teniendo en cuenta que son siempre co-rrectas las de cada uno, no es una tontera de las ms 162a

    40 Ct. Eutidemo 286d.287a .

  • 216 OILOGOS TEETETO 217

    grandes y sonadas que puede haber, si el Sobre fa Verdadde Protgoras es realmente verdade ro y no nos habl enbroma desde lo ms int imo de su libro ?TEOD. - Este hombre, Scr ates. era amigo mo, como

    t acabas de decir. As es que no me gusta ra que Prot go-ras se viera refutado por las concesiones que yo pudierahacer, y tampoco me gusta ra oponerme a ti en contra demi propia opinin . Contina, pues, con Teetero, que pare-ca seguirte muy atentamente hace un momento .

    b Sc. - Imagnate. Teodoro, que fueras a lacedemonia.a las palest ras, te parecera bien observar a otras personasdesnudas , algunas de ellas en peor estado que t , y nodesnudarte t mismo para most rar tu figura?Taco. - Muy bien , pero, zqu pensaras t si ellos es-

    tuvieran dispuestos a concedrmelo y se dejaran persuadir?Ahora estoy en la misma situacin y pienso persuadirospara que me dejis observar y no me obliguis a participaren estos ejercicios. Ya no estoy gil y es mejor que luchiscon alguien que sea ms joven y est ms fresco.

    SC. - Si a ti le place. Teodoro, a mi no me disgusta,e como dicen los proverbios. Volvamos. entonces. al sabioTeetero una vez ms. Dime, pues. Teereto , en primer lu-gar, con respecto a lo que hemos tratado hace un momen-to . acaso no le sorp rende ras t si te convirtieras de pron-to en una persona cuya sabidura no fuera inferior a lade ningn otro hombre. ni a la de ningn dios? creesqu e la medida de Protgoras es algo que se refiere menosa los dioses que a los hombres? 4 1.TEET. - No , po r Zeus, no 10 creo. y en relacin con

    lo que me preguntas, te dir que s me sorprendera mu-En relaci n con esta ltima fras e hay que reco rdar la sentencia

    del Ateniense en las Leyes IV 716c: El dios ha de ser nuestra medid ade todas las cosas, mucho mejor que el hombre, como suele decirse.

    che . Efectivamente, cuando examinbamos esta doctrina,segn la cual lo que parece a cada uno es realmente aspara aquel al que se lo parece, me pareca muy acerta da dsu manera de exponerla. Ahora , sin embargo, la situacinha cambiado repentinamente y me parece todo lo contrario .

    Sc. - Es que eres joven, querido Teeteto . Por esoes por lo que prestas ate ncin muy rpidamente a las de-clamaciones y le dejas convencer. Protgoras o cua lquierotro en su lugar. en relacin con todo esto, di ran lo si-guiente: Nobles jvenes y ancianos. hablis demaggica-mente, cuando os sentis unos al lado de los otros y haciscomparecer a los dioses. a los que yo excluyo de mis dis-cursos y de mis escritos. sin pronunciarme sobre si existen ,o no 42. Slo decs lo que os consienten los odos de lamultitud . Tal es, por ejemplo, vuest ra afirmacin de queseria terrible si no se difer encian en nada los hombres deuna best ia cualquiera. Pero no hay demostracin ni necesi-dad alguna en vuest ras palabras, sino que os abando nisa la probabilidad . Si Teodoro o cualquier otro geme tratuviese el propsito de hacer geometra basndose en ella.no podra hacer ni una sola cosa que mereciera la pena.Considerad . pues, Teodoro y t si en cuest iones de tantaimportancia vais a esgrimir razo namientos formulados en 163Qun lenguaje puramente persuas ivo y probeble .

    TEET. - Pero , Scrates. ni t ni nosot ros diramos queeso es justo.

    Sc . - Entonces, es necesario considerar todo esto deotra form a , segn parece desprenderse de tus palabra s yde las de Teodoro .

    TEET. - S, desde luego , as es.Sc. - Examinemos, pues, a continuacin si el saber

    y la percepcin son lo mismo o son cosas diferent es. En42 C , PROTGORAS, fr. B 4 (DJELS-KRANZ).

  • 218 DILOGOS TEETETD 219

    definitiva, a eso es a lo que apuntaba toda nuestra argu -mentacin , y po r ello pusimos en movimiento tal cantidadde extraas consecuencias. No es as'?

    TEET. - Enteramente de acuerdo.e Soc. - Vamos a acordar, entonces, que todo aquelloque percibimos po r la vista o el o do es ta mbin al mismotiempo sabido? Por ejemplo, an tes de aprender una lenguaextranjera. zdiremos. acaso, que no omos cuando hablan,o que omos y sabemos lo que dicen? E, igualmente, sino supiramos las letras, mantendriamos que no las ve-mos, cuando ponemos nuestros ojos en ellas, o que lassabemos, precisamente, porque las vemos?

    TEET. - Con relacin a ellas, diremos. Scrates, quesabemos justamente aquello que vemos y omos, pues, delas una s, vemos y sabemos la figura y el color y, de las

    t" otras , ornos y, al mismo tiempo , sabemos los tonos agudosy graves. Ahora bien, lo que ensean sobre todo esto losgramticos y los intrpretes, eso ni lo percibimos con lavista o el o do, ni lo sabemos.Sc. - Muy bien, Teereto . No me merece la pena que

    mantengamos una discusin sobre esto, es preferible quecontines avanzando. Pero fjat e en esta ot ra cuestin quese nos viene encima y mira a ver cmo la vamos a rechazar.

    TEET. - A qu te refieres?d Sc. - Ahora mismo te lo vay a decir . Imagnate quealguien te hiciera esta pregunta: Si uno ha llegado a saberalgo en un momento determinado y an t iene y conservael recuerdo de ello, es posible que no sepa eso mismoQue recuerda en el instante mismo en que lo recuerda?Puede Que me exprese proli jamente , pero lo Que Quiero

    rpreguntar es si alguien que ha aprendido una cosa y larecuerda no la sabe.

    TEET. - Qu dices , Scrates? Una afi rmacin comosa seria monstruosa.

    Sc. - No esta r, entonces, desvariando? Pero exa-mnalo t . No dices que ver es percibir y que la visines percepcin?

    TEET. - S.Sc. - No es verdad que qu ien ha visto algo ha ad-

    qu irido el saber de eso que ha visto, segn el argumentoal que nos referamOs hace poco?TU T. - S.Sc. - Y bien , no hay algo que llamas recuerdo?TEET. - S.Sc. - Pero el recuerdo, es recuerdo de nada o de

    algo?TEET. - De algo , sin duda.Sc. - No es de esas cosas que uno ha aprendido

    percibido?TEET. - Naturalmente .SC. - Lo que se ha visto, no se recuerda algunas

    veces?TEET. - Si, se recuerda .SC. - Tambin cuando se cierran los ojos? O es

    que se prod uce el olvido en cuanto hacemos esto?TEET. - Sera extra o decir una cosa as, Scrates.Sc. - Sin embargo hay que decirlo, si vamos a salvar 1640

    el argumento anterior . En otro caso, se desvanece.TEET. - Tambin yo , por Zeus, tengo mis sospechas.

    Pero no llego a entenderlo adecuadamente. Dime, pues,cmo es eso. 8Sc. - De esta manera : el que ve, decimos que ha ad-quirido el saber justamente de eso que ve, pues hemos acor-dado Que la visin , la percepcin y el saber son lo mismo.

    TEET. - Sin duda alguna.

  • 220 DILOGOS l'EETETO 221

    Sc. - Sin embargo, el que ve y ha llegado a saber 7lo que ha visto . si cierra los ojos. lo recue rda. perolo ve. No es asi?TEET . - S.

    b Sc. - Pero no ve es no sabe , si es que vees tambin sabe,

    TEET. - Es verdad.SC. - Por tanto , resulta que quien lleg a saber algo,

    aun recordndolo , no lo sabe . pues no lo ve. Esto es loque decamos que era monstruoso que llegara a suceder.

    TEET. - Tienes mucha razn.Sc. - Por consiguiente. si se dice que el saber y la

    percepcin son lo mismo. parece resultar una consecuenciaimposible de sostener.

    TEET. - Eso pa rece.Sc. - Por tan to, hay que decir que una y otra cosa

    son diferentes .TEET. - P uede ser .

    C' Sc. - Qu podr ser, entonces, el sa ber? De nuevoparece que hemos de comenzar desde el principio . Pero ,qu es lo que vamos a hacer, Teereto?TEET. - Sobre qu?Sc . - Al abandonar la discusin , parecemos un gallo

    de mala raza cacareando antes de haber vencido.TEET. - Por qu?SC. - Nos estamos comportando como los que culti-

    van el arte de la disputa, al esta blecer nuestros acuerdossobre una concordancia puramente verbal y al comenta r-nos con una victoria de este gnero sob re la doctrina encuestin. Es ms, decimos que no somos polemistas, sino

    d filsofos, pero no nos damos cuenta de que estamos ha.ciendo lo mismo que esos hbiles hombres.

    TEET. - No comp rendo por qu lo dices.

    Sc. - Pues bien, vay a intenta r mostrarte lo que pien-so sobre esto . Nos preguntbamos si puede darse la cir-cunstan cia de no saber uno algo que ha aprendido, cuandoposee el recuerdo de ello . Al indicar el caso de alguienque ha visto y Que, una vez cerrados los ojos , recuerda ,pero no ve, demostramos Que alguien puede no saber yal mismo tiempo recordar. Y, sin embargo, decamos queesto era imposible. Pero as es, ciertamente, como se des-lvanecieron a la vez el mito de Protgoras y el tuyo, queafirma la identidad del saber y la percepcin.

    TEET. - As pa rece. tSc. - Yo creo, amigo Teereto, Que si viviera el padre

    del otro mito hara todo lo posible por defender lo. Pero,como ha quedado hurfano, nos dedicamos a ultraj ado .Adem s, no quieren socorrerlo ni siquiera los tutores queProtgoras dej, uno de los cuales es Teodoro, aqu pre-sente. Pero nosotros vamos a correr el riesgo de acudiren su auxilio , para salir en defensa de la justicia.

    TEOD. - Yo no soy el tutor de sus bienes, Scrates,sino Ca lias " l , el hijo de Hipnico . Nosotros dejamos 16jQms bien pronto la argumentaci n en sentido estricto, paraded icarnos a la geometra. Sin emba rgo. te agradeceramosQue le prestaras tu ayuda.

    SC. - Muy bien. Teodoro . Entonces. atiende al me-nos a la ayuda que le voy a proporciona r. Sin duda algu-

    4 ) Caas era uno de los hombres ms ricos de: Atenas. Amigo delos so fistas , pagaba a stos grandes sumas de dinero (d . Apologa 203,'JCrtilo 391c) 'J los aloja ba en su casa con gran liberalidad (eC. Protgo-ras 315d). En ella es donde se desarrolla el Pro tgoras. en el cual apa re-cen los ms famosos sofistas de la poca . Su aficin a los discursos lehace tomar la pa labra varias veces' en el transcurso de este dilogo (cf .Prot. 335d y 338b), pa ra que no se interr umpa la discusin entre Scra tesy Prot goras.

  • 222 DILOGOS TEETET 223

    na, si uno no pusiera atencin en las palabras, tendra quehacer concesiones an ms extraas que las de an tes. Estosuele ocurrir muchas veces tanto al afirmar como al negar.Quieres que te lo explique a ti o a Teeteto?Teoo. - A ambos a la vez, pero que responda el ms

    b joven, ya que, si comete un error, resultar menos in-decoroso.

    Sc. - En ese caso, estoy en condiciones de formularla pregunta que en mi opinin es ms extraa. Ms o me-nos sera algo as: Puede, acaso, la persona que sabe!algo no saber eso que sabe?

    Tson. - Qu es, pues, lo que vamos a contestar, Tee-teto?TEET. - Que es imposible, creo yo.Sc . - No, al menos si sostienes que ver es saber. Ima- \

    gnatc que alguien te hiciera una de esas preguntas de lasque no se puede escapar 44, en las que pa rece que uno seha cado en un pozo , como suele decirse. Imagnate, digo ,que un varn osado te preguntara, tapndote uno de los

    e ojos con la mano, si ves su manto con el ojo tapado .Qu haras ante una pregunta como sta?

    TEET , - Dira, creo yo, que no lo veo con este ojo,pero con el otro s.

    Sc . - De manera que vedas y, al mismo tiempo, noveras una misma cosa?

    TEET . - En cierto modo es as.Sc . - Yo, dir a l, no me refera a esto, ni pregun ta -

    ba cmo es posible, sino que preguntaba si no sabes tam -44 Estas preguntas son propias de la erstica, que concibe el discurso

    como un arte de la disputa verbal. Se trata de preguntas de las que nose puede escapan , pykta, porque estn formuladas en tales trminosque cualquier respuesta que se d es rp idamente refutada. Ct . Eut idemo276e, donde se aplica el mismo calificativo a las preguntas de los sofistasDionisodoro y Eutidemo, que all intervienen.

    bi n aquello que sabe s. En este momento lo que est claroes que ves lo qu e no ves. Pero has concedido que ver essaber y no ver es no saber. As es que calcula t mismoqu es lo que resulta de todo ello.

    TEET . - Calculo que lo contrario de lo que haba dsupuesto .

    Sc. - Adems, mi admirable amigo, tendras que pa-decer muchas ms dificultades por el estilo , en caso de quealguien te preguntara si es posible un saber agudo y otroobtuso, si es posible un saber de cerca y no uno lejano ,o si es posi ble sabe r la misma cosa con int ensidad y sinella . Un peltasta mercenario de esos que se dedican a lasdisputas verbales te pod ra plantear miles de caso s as, amanera de emboscadas, una vez que afirmaras que el sabery la percepcin son lo mismo. Podra atacarte concuestiones referentes al odo, al olfato y a otras percepcio-nes de esta clase y te perseguira has ta rcfu tarte, de mane raque no quedaras libre hasta que admiraras su muy en- evidiable sabidura y te hub iera enredado con sus artes. En-tonces, cuando se hubiera apoderado de ti y te hubieseatado de pies y manos , es cuando pedira a camb io de turescate la cuanta acordada por vosot ros dos. A todo esto ,quizs te ests preguntando qu argumento es el que po-dra esgrimir Protgoras en defensa de sus posiciones. Va*mas a intentar decir alguna otra cosa?

    T EET. - Desde luego que s.Sc . - l, ciertamente , dira todo cuanto estamos di-

    ciendo en su ayuda y, al mismo tiempo , creo que se t66

  • 224 D1LOOOS TEETETO 225

    saberla! ste. como estaba asustado. contest que no porsu incapacidad pa ra prever las consecuenci as y, de esta ma-nera, Scrates ha podido exponerme al ridculo en sus ra-zonamientos. Pero te comportas con gra n frivolidad , S-crates. Las cosas son de otra forma. Cua ndo t examinasalguna de mis a firmaciones po r medio de preguntas, yo

    b quedo refu tado solamente si el inte rrogado responde como10 har a yo . Si no es as, es el quien queda refutado . Porejemplo, l crees que alguien le va a conceder qu e el re-cuerdo de una impresin pasada permanece en uno, taly como era esa impresin en el momento de experimentar-la, cuando ya no se est experimentando? Ni mucho me-nos. Adems, crees que alguien va a abstenerse de conce-der que una misma persona puede saber y no saber unamisma cosa? Y en el caso de que esto le infunda temor ,crees que algu ien va a admitir que una persona que estcambiando es la misma que era antes de p roducirse el cam-bio? O ms a n, que es una so la persona y no una piura-lidad de personas que devienen infinitas, en tanto que acon -tece el proceso de cambio? Va a ser men ester . ent onces.

    e qu e estemos en guardia unos contra otros po r ir a la cazade pa labras?

    Bienaventurado Scrates, dir a l, en frntate con msnobleza a lo que estoy diciendo realment e y, si eres capaz,dem uestra que las percepciones no devienen part icularespara cada uno de nosotros, o, si aceptas q ue devienen par-ticulares, demuestra que no es verdad qu e slo pueda ser- si hay que utilizar esta pa la bra- o llegar a ser aq uelloque aparece a algu ien en tanto que aparece. Ahora bien,al habl ar de cerdos y cincc falos, no slo t mismo te com-portas como un cerdo, sino que persuades a los que teoyen para que proced an de la misma manera respecto a

    d mis escritos yeso no es juga r limpio .

    Yo, efectivamente, digo que la verdad es como lo ten-go escrito : cada uno de nosotros es. en efecto, medida delo que es y de lo que no es. Pero ent re unas y otras perso -nas hay una enorme dife rencia precisamente en esto, enque , para unos, son y aparecen unas cosas y, para otros,otras diferent es. Y estoy muy lej os de deci r que no existala sabidura ni un hombre sabio ; al co ntrario. empleo lapalabra 'sabio' para designar al que puede efectua r un cam-bio en alguno de nosotros. d e tal manera que, en lugarde parecerle y ser para l lo malo , le pa rezca y sea lo bue-no 45 . Pero no vayas a atenerte a la form a puramenteverbal de mi razonamiento y entra te de lo que digo . A con-tinuaci n vay a explica rlo an con mayor clar idad . Re-cuerda , por ejemplo, lo que se deca anterio rmente, quea la persona que est enferma lo que come le parece amar-go y es amargo para ella . mient ra s que a la persona queest sana le parece lo con t rario y asi es para ella . Puesbien, no es necesario ni es posible atri buir mayor sabid u- 161"ra a una que a otra, ni hay que acusar al que est enfermode ignorancia po r las opiniones que tiene , como tampocopuede decirse del que est sano que sea sabio po r opinarde otra forma. Pero hay que efectuar un cambio haciauna situacin distinta , porq ue una disposicin es mejor quela otra . Esto es lo que ocurre tamb in en la educacin,donde el cambio deb e pro ducirse de una disposicin a laque es mejor . Ahora bien, mientras q ue el mdico produce

    El subjetivismo nleOlgico de Prol oras nene, en el carcterutilitarista de su doctr ina . un limite que lo pone a salvo del inmoralismoa que darla lugar en otros representantes de la sofistica. La mayor pa rtede jos autores creen q ue eue texto representa la verdadera plicin deProtgoras. Por aira parle. Platn lo trata con mucho ms respeto quea ningn airo sofista . a pesar de las pro fundas discrepancias qu e lo sepa-raban de l. Cf . GUTHRIE, A History... . 11I, pg . 172, n. l .11 7. - 13

  • este cambio con drogas, el sofista lo ha ce por medio dediscursos 46.

    No hay, efect ivamente. qu ien pueda lograr que alguienque t iene opiniones falsas, las tenga posteriormente verda-deras , pues ni es posible opinar sobre lo que no es 41 , nitener otras opiniones que las que se refieren a lo que uno

    h experimenta , y sta s son siempre verdaderas. Pero uno spuede hacer, creo yo , que quien se forma , con una disposi-cin insana de su alma. opiniones de la misma natura lezaque ella, pueda con una disposicin beneficiosa tener [asopiniones que a este estado le corresponde n. Precisamenteestas representacio nes algunos po r su inexperiencia las He-man verdaderas, mientras que yo las llamo mejores quelas otras, pero no ms verdaderas . Y de ningn modo, que-rido Scrates. afirmo que los sabios sean batracios; antesbien . a los que se ocupan del cuerpo los llamo 'mdicos 'y a los que se ocupan de las plantas los llamo 'agricu lto-res' 41. Sostengo , en efecto , que stos infu nden en las plan.

    ras. en lugar d e las percepcio nes per judiciales qu e tienen c( LIando enferman, percepc iones beneficiosas y saludables,adems de verda deras 49 , Y que los oradores sabios y ho-

    procura n que a las ciudades les parezca justo lo be-necoso en lugar de lo perjudicia l. Pues lo que a cadad udad le parece justo y recto, lo es, en efecto , pa ra ella ,en tanto lo juzgue as. Pero la tarea del sabio es hacerque lo beneficioso sea pa ra ellas lo justo y les pa rezca as,el! lugar de lo que es perjudicial.

    Por la misma razn el sofista que es capaz de ensearde es ta manera a sus alumnos es ta n sabio como d igno derecibir buenos hono rarios po r pa rte de los que ha en- dsoado . As es como unos son ms sabios que otros, apesar de Que ninguno tiene op iniones fa lsas.

    T , quieras o no, no tienes ms remedio que acep ta rque eres medida , pues con esta s consideraciones mi doctri -na queda a salvo. Ahora bien, si qu ieres discutirla desdeel principio, disctela y procede a exponer tu argumenta-

    226 DILOGOS TEETETO 227

    06 Comparaciones de la sofistica y la retric a con la medicina eranmuy frecuentes en los escritos de la poca. CoROlAS . por ej., analiza condeta lle esta anaJogfa entre los discursos y los med icamentos. cuando dice(Elogio de Helena 14) que stos actan en el cuerpo de la misma man eraque unas pa lab ras prod ucen en el a lma tristeza o placer . o tras temoro co raje. y otras empo nzoan y engaan mediante una mal igna pcrsua-s in. er. . tambin, AI"TIFONTE. rr. A 6 ([)Eu KItANZ).., Cf., tambin. Eutidemo 286c-d . Esre argumento acerca de la impo-

    sibilidad de la op inin faba revela la influencia del eeausmo en el pensa -miento de Pr otgor as . Cf. PAULNIPES. fn . .8 2. 1-8. Y B 8. 8-9(D u:u-. K IlANZ).

    La compa raci n del educado r con el agricu lto r aparece tambinfrecuen temente en la litera tura de la poca. CL GUTHIUE, A H isrofy....111 , pgs. 168-169. Como ha observado CORNFORD (La teonoplQtni-CQ. pgs. 11-8), la analoga co n el agriculto r que provoca en las plan-tas sensaciones sanas y provechosas es un rasgo arcaico que sugiere qu ePlatn puede haber ut ilizado los escritos del mismo Protgoras'). En el

    dilogo que lleva su mismo nombre utiliza tambin ejemplos tomadosde la agricultura pa ra ilustrar su tesis acerca de la relatividad del bien(eL PROTGORAS, 334a-b).

    Otros auto res proponen vers iones altern ativas de esta leccin deltexto de BURNET (te kol olt/heis). pero , a nuestro modo de ver . son merasconj eturas que no ayudan a entender mejor el texto . Cf., por ej.,A. Drs, Platon Oeuvres Complfles. vol. VIll I2, Pars, 1961 (1. . ed.,1926), pll. 19'. que propone rl! kQi hxeis. Otros sencillamente suprimenestas palabras (cf . COIlNFORD, LQ teona platnicQ.. .. pg. 71, n. 71).A nuestro juicio el sentido del texto es el siguiente: de acuerdo oon ladoctrina de Protgoras, todas las percepciones son y no tienesentido decir que unas son ms verdaderas que ot ras. Por eso se eq uivo-u n qu ienes consideran q ue son verdaderas mcameme las representaclo-nes de un alma sa na . Es el(ua llo a tri buir perce pciones a las plantas (ef.EMPF.oOCLES, fr . A 70, D l;u-KII.ANZ) . como indica McDwELL (Thetrefe-tus. . ., pg. 168), pero no lo es que aqullas sean verdaderas, tanto enel caso de ser beneficiosas como en cualquier otro .

  • 228 DILOGOS TEETETO 229

    cin en contra. En caso de que quieras hacerlo por mediode preguntas , hazlo por medio de preguntas, ya que unapersona dotada de inteligencia no debe rehuir este proced-miento; al contrario, debe pract ica rlo ms que ningn DUO .Ahora bien , hazlo de la siguiente manera : no cometasinjusticias con tus preguntas , pues sera una gran inconse -cuencia que quien dice preocupa rse de la virtud no hicieseot ra cosa que ser injusto con los argumentos. Y en estosmenesteres no separar la mera cont ienda verbal de la ds-cusin dialctica es cometer una injusticia . En la pr imerase suele bromear y confundir al interlocutor todo lo queuno puede, pero en la discusin dialctica hay que ser se-

    16&1 ros y corregirlo, mostrndole nicamen te los errores enlos que haya cado por s mismo o por cu lpa de las perso-nas que haya frecuentado anteriormente .

    Si, en efecto , procedes as, los que discutan contigose cu lparn a s mismos por sus propias confusiones y per-plejidades. No te echa rn la culpa a ti, sino que le segui-rn y te ap reciarn, mientras que huirn de si mismos, des-preci ndose y buscando refu gio en la filosofa, paracambiar y huir de lo que eran ant eriorm en te. Ahora bien ,si haces todo 10 cont rario , como la mayor parte, tambina ti te suceder lo contrario y vers que los qu e frecuentan

    b tu compaa, al hacerse mayores, en lugar de convert irseen filso fos. desprecian esta act ividad '0.

    As es que, si me haces caso en lo que se dijo an tes,permanecers junto a nosotros, no con hostilidad ni conafn de disputa, sino con la buena dispos icin de nimonecesaria para examinar qu es lo que decimos en verda d

    afirmamos que todose mueve y quelq que parece,\a cada uno es, en efecto, as para l, ya sea un particular

    lO C , Fedn 89d ss.

    o una ciudad. A partir de ello es como pod ras investigarsi el saber y la percepcin son lo mismo o cosas diferent es,pero no, como hace un momento, a partir del uso habitualde frases y nombres, que la mayo ra trata a su antojo. eocasionndose unos a otros toda clase de perplejldades.

    sta es la ayuda , Teodoro , que he podido aportar atu amigo. Es la que pued o brind arle, una ayuda escasa.como corresponde a unos escasos recursos. Si l viviera ,se hubiera podido defender a s mismo de una manera mu-cho ms eficaz.

    TEOD. - Bromeas, Scr