pesca digital 68 - abril 2012

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PESCA TOTAL — REVISTA DIGITAL Es una publicación gratuita que se distribuye vía mail, realizada por amantes de las actividades al aire libre y pescadores deportivos para pescado-res deportivos Para recibir la revista enviar un mail solicitándola a la siguiente dirección: [email protected] o registrarse en nuestra página WEB www.pescatotaldigital.com.uy Para enviar artículos, sugerencias o comentarios a la revista, enviar el artículo adjunto a: [email protected] Preferentemente en formato Word con las fotos aparte. Visite: www.pescatotaldigital.com.uy COLABORADORES DE PESCA TOTAL Roberto Tagle Fernando Troccoli Prefectura de Canelones Carlos Damiano Fernando Ricca Daniel Siri Dr. Fabián García Jorge Curbelo José L. Reboulaz Diego Gutierrez Uruguay Sánchez Fernando Martinez Ricardo Faccini Dirección y Edición: Raúl Bove Relevamientos: Miguel Trípani Dep. de Turismo: Lic. Alberto Guardia Dep. Marketing Pablo Bove Pesca Total digital es una revista digital mensual que se distribuye en forma gratuita. Las notas firmadas no reflejan necesariamente la opinión de la editorial, por lo tanto, corren por cuenta exclusiva de sus autores.

Registro derecho de autor LEY Nro. 9739 Inscripto en el libro 31 del registro con el número 369

Otorgado el 25 de abril de 2008

INDICEINDICE 6868 EDITORIAL

TRAVESÍA Y PESCA EN EL YÍ MIGUEL TRIPANI

SALTO LA OTRA CARA RAUL BOVE—JUAN PEREIRA

PESCA DEL LENGUADO DANEIL “EL BELGA”

QUINTA DEL HORNO LIC. ALBERTO GUARDIA

DATOS CERTEROS SOBRE CHANCHOS MARIO PACHECO

LAS ESPECIES FORRAJERAS MIGUEL TRIPANI

FIESTA PESCA DE LA BOGA DANIEL LOKAIS

EMBARCADO EN MONTEVIDO FERNANDO ROVIRA

VILLA SORIANO JORGE CURBELO

CRONICA DE UNA PESCA ANUNCIADA LEANDRO ESTRAVIS

FIESTA DE LA CORVINA BLANCA RAUL BOVE

RUMBO A GALLOS BLANCOS MARCOS ARANDA “PARAGUA”

BOGAS COLONIENSES JORGE CURBELO

GALLOS BLANCOS FIN DE TEMPORADA MIGUEL TRIPANI

CONOCIENDO NUESTRAS ESPECIES MARIO ACOSTA RIUS

VIAJE, DEBUT Y DESPEDIDA SEBASTIAN HASENBALG

PESCA TOTAL PESCA TOTAL PESCA TOTAL digitaldigitaldigital

CORREO DEL LECTOR

LAS RECETAS DE DOÑA RAMONA

CUENTOS DE FOGON FERNANDO ROVIRA


EDITORIALEDITORIALEDITORIAL Atlántida en los fines de semana y aún entre semana ve en sus costas a los entusiastas PEK’s (pesca en kayak) botando sus embarcaciones y arracimándose en los alrededores de la “isla de la Sirena”. PESCA TOTAL digital se enorgullece de la parte que le corresponde al haber sido el medio por el cual se ha formado un excelente grupo de amigos que practican este nobel deporte. Grupo que día a día, en su espacio dentro del foro, reciben a nuevos postulantes brindando sus experiencias para así allanarles el camino a la práctica efectiva. Pero sobretodo informando sobre las medidas de seguridad, por cierto, lo más importante a la hora de navegar y fondear en estas frágiles naves. El crecimiento de quienes abrazan esta práctica es constante y día a día se integran nuevos PEK’s a nuestra página previamente a la compra solicitando asesoramiento sobre tipos, mar-cas y modelos. También el “Rincón de pesca en Kayak” es el lugar adecuado para encontrar respuestas a todas las interrogantes que plantean quienes van a hacer su primeras armas en la navegación y pesca. A la dirección de la revista no le queda más que agradecer a los pione-ros que sin egoísmo han transferido su “legado” El relativo bajo costo de un Kayak, la falta de pesca en la costa, la facilidad de transporte dado su bajo peso, y la versatilidad que le permite con un buen equilibrio y mejor remada al-canzar apostaderos lejanos, hacen de esta modalidad una alternativa con un alto valor al mo-mento de organizar una pesquería. En el mes de marzo pudimos al fin realizar el postergado concurso de pesca en kayak. Un número importante de PEK’s contribuyeron a nuestra satisfacción por el gran alcance de nuestra convocatoria y seguramente en la próxima primavera cuando tratemos de reeditar la fiesta vivida, una vez más los amigos estarán junto a nosotros. PESCA TOTAL digital con su página es el nexo entre muchos aficionados a distintas modalida-des y se ha situado como el “PRINCIPAL FORO URUGUAYO” de pesca deportiva. Nuestra revista es la de mayor tiraje en su tipo y crece mes a mes. GRACIAS UNA VEZ MAS A TODOS LOS AMIGOS por hacer realidad el sueño de este viejo pescador.

GRACIAS A TODOSGRACIAS A TODOSGRACIAS A TODOS POR HACER CADA VEZ MAS POR HACER CADA VEZ MAS POR HACER CADA VEZ MAS

GRANDE AGRANDE AGRANDE A PESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digital

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Por: Raúl Bove


ÚLTIMO DÍAÚLTIMO DÍAÚLTIMO DÍA A las tres de la madrugada del día lunes, un zo-rro nos despertó tratando de robarnos algo del campamento o bien marcando territorio. Luego de ese suceso me levanto para descargar líquidos y frente al campamento cercano a la orilla una tararira presuntamente grande hacía apariciones en la superficie con extraños movimientos que no parecían los clásicos de cuando están cazando.

Luego de esto continuamos durmiendo y un nuevo día llegó pronto para regalarnos otra jornada de pesca en el majestuoso y agreste río Yí. Luego de desayunar unas galletitas dulces que había llevado Daniel, “el Belga” tomamos los equi-pos y al agua. La laguna un tanto ancha, hizo que la modalidad que utilizamos para buscar las tor-nasoladas sea embarcada, algo en trolling, pero básicamente boat casting fue así como las busca-mos. A los pocos minutos estábamos teniendo respuestas de tarariras de kilo y medio a dos ki-los de peso. Todas estas tarariras dieron una lucha que para su tamaño fue más que interesante. Saltos, co-rridas, cabeceos sostenidos en el fondo por va-rios minutos y finalmente arremetidas brutales cuando creíamos tenerlas listas para levantar, hicieron que la diversión fuera total. Entre tara-rira y tararira embromábamos haber quien sacri-ficaba una pieza para el almuerzo ya que lo único que teníamos eran tres galletas con grasa, pero nadie quería hacerlo. Era tal la gratificación de devolver a tan digno rival que ninguno de noso-tros queríamos sacrificar tan solo una. Seguíamos embromando con el tema mientras don Belga al igual que los dos días anteriores era premiado con piezas que superaban los tres kilos.

Texto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel Tripani


La alegría de que Daniel fuera premiado así con las mejores capturas era compartida por todos y se lo merecía por venir del primer mundo a internarse con tres locos en este río para lograr por primera ves pescar con artificiales y vaya que si lo logró. Pero las lindas taruchas iban al agua rapidito y sol cada vez mas alto, nos anunciaba que pronto llegaba la hora del al-muerzo para luego encarar el tramo final de la travesía y to-do el esfuerzo que implica car-gar las embarcaciones en el ca-mión más los petates.

LOS EQUÍPOSLOS EQUÍPOSLOS EQUÍPOS Sin duda alguna el paradigma más evidente que teníamos por resolver en cuanto a las tarari-ras del Yí, era con el equipo y la manera de pescarlas. Desde el foro, donde El Paragua nos con-taba con que equipo pescaba tarariras de las más grandes era imposible entender como además de poder pescarlas no perdía señuelos. En las notas anteriores les co-mentábamos que tomaban tími-damente y que venían apenas

prendidas del cartílago del labio y que por esto, el primer día con el equipo que utilizo siem-pre para trolling, caña de 15 a 25 libras y reel galleta cargado con multifilamento perdía las tarariras en medio de la pelea. Fue ahí cuando comprendí por-que el baquiano marcos las pes-caba con nylon 0,25mm y mu-chas veces con menor diámetro también.

Como resolví dicho problema sin cambiar de equipo? Pesque los dos últimos días con la estrella muy floja para que cuando las tarariras hicieran mucha fuerza en ves de romperse el labio si-guieran enganchadas buscando cansarlas un poco más para le-vantarlas sin la violencia que tienen a pocos minutos de pin-charse en nuestros anzuelos.


En definitiva el equipo ideal para pescar en el Yí sería: Ca-ña de 1,80m a 2,10m para frontal o rotativo de acción liviana. Nylon o multi no mayor a 0,30mm es suficiente si es-tamos confiados de pescarlas con total delicadeza pero para estar un poco más tranquilos podemos ir a un nylon 0,35mm máximo. Es fundamental que la estrella de los rotativos o el freno de los frontales traba-jen uniformemente y regulen adecuadamente para no tener sorpresa a la hora de una cap-tura.


Último consejo para pincharlas con estas cañas blandas es; pe-gar un pequeño moquetazo al sentir el ataque y mantener la línea tensionada hasta el final de la pelea. Nunca aflojen la línea y seguramente les ganaran varias batallas a estas astutas, rudas y a la ves delicadas tara-riras. CIERRE DE LA AVENTURACIERRE DE LA AVENTURACIERRE DE LA AVENTURA Nos encontrábamos en medio de la laguna con Ignacio y ve-mos como Marcos “el Paragua” y Daniel se arriman a una playita. Marcos desciende del bote, lo vemos meterse en el agua con la flamante pinza para tomar pie-zas de la boca que le trajo Da-niel de Europa y con el agua a la cintura mete la pinza al agua y levanta una enorme tararira tornasol. Nosotros que estábamos a unos cien metros no entendíamos na-da por lo que rápidamente nos acercamos para ver que pasaba y tomarle unas fotos a tremen-do bicho.

La tararira estaba claramente muerta pero se veía que hacía minutos nada más que había muerto. Las agallas bien rojas y los ojos cristalinos como si es-tuviera viva. Luego de unas fo-tos notamos que el estómago estaba claramente muy lleno y pensamos que seguramente es-taría indigestada o algo así. La abrimos y la sorpresa fue inme-diata. La voraz tararira se hab-ía embutido un bagre de más de

medio kilo, pero lo hizo al revés de cómo lo hacen siempre. Ellas Lugo de cazar los bagres los toman por la cabeza para rom-perle bien las chuzas o púas de las aletas pectorales y la dorsal para luego comerlo tranquila-mente. El tema con esta fue que al tragarlo por la cola y era tan grande que no pudo mascar las chuzas y estas se le clava-ron en las agallas lo que le pro-dujo la muerte. Seguramente la tararira que había visto en la superficie en la madrugada era esta misma tratando de regurgitar el bagre cosa que no pudo hacer. Retomamos al rato la travesía para hacer el medio día en otra laguna y mientras combinába-mos un poco de spinning con ba-ños en el río; le íbamos arriman-do brazas a esa tararira que únicamente con sal quedó de maravilla. Un fino plato para cerrar tres días de aventura extrema y pesca deportiva en el río Yí.


uando pensamos en Salto como pesquero, asociamos el lugar con grandes dorados. Por supuesto que en el gene-

roso Río Uruguay se encuentran en calidad y cantidad los tigres de río; sin embargo otra especie pu-lula en sus aguas y pese a no ser muy buscada por los pescadores, podemos asegurar que su deporti-vidad, si bien no supera, iguala por momentos a la de los dorados. Quien no experimentó en algún momento la pesca de la boga, se está perdiendo la furia que este pez presenta al momento de su recuperación.

Estos esquivos ejemplares merecen estar en el más alto nivel en cuanto a preferencia de los pescadores depor-tivos dentro de las especies de agua dulce. Su hábitat es extenso y lo podemos encontrar en todos los cursos de agua dulce de nuestro país, pero sin lugar a dudas los ejemplares de mayor tamaño habitan en el río Uruguay y preferen-temente frente a los costa de Salto. Los meses de setiembre a abril son los más propicios para lograr la captura de muy buenas bogas

Texto: Raúl Bove Texto: Raúl Bove Texto: Raúl Bove Fotografía: Juan Pereira Fotografía: Juan Pereira Fotografía: Juan Pereira


Su deportividad comienza con la dificultad que presenta su pique y la clavada que sigue al mismo. Es tan sutil que requiere toda la atención del pescador para aprovechar la única chance que nos da al momento de tomar nuestro cebo. Ágil nadador, con esbeltas formas ofrece una lucha franca y tenaz al momento sentirse aferrada. Sus corridas laterales y cabeceos, muy similares a la corvina negra, requieren de toda nuestra técni-ca al momento de la recuperación.


Sus costumbres son omnívoras y prefiere en su dieta granos y semillas. Por la formación de su boca, muy chica y frágil con labios sumamente débiles, debemos presentar muy bien el cebo y apelar a nuestro mejor conocimiento en su recuperación. El “copo” es un elemento excluyente al momento de subir el ejemplar a la embarcación. Es muy poco tenida en cuenta por quienes asisten a los ámbitos que detallamos y no creo que esté en la agenda pesquera de muchos aficionados. Sin embargo un ejemplar como los que mostramos en nuestros registros gráficos, pescados con los equipos adecuados , nadando cruzando la corriente, excluyendo los saltos, nos puede reportar el mis-mo cúmulo de sensaciones que un gran dorado, siendo un digno rival de cualquier pescador, experi-mentado o novato.

En el mes de abril aún se pueden encontrar dis-puestos a tomar nuestro cebos estos pequeños titanes del río, más conocidos por los lugareños como “balas de plata” por la velocidad que toman al momento de su captura. La pesca de la boga debe ser un compromiso que ningún pescador debe evitar. Les va a exigir una técnica depurada, un gran control de la ansiedad al momento de la clavada y sobre todo una gran concentración durante la espera del pique, reci-biendo en compensación toda la vitalidad y for-taleza de estos ejemplares que venden muy cara su derrota peleando hasta último momento por su vida y libertad. Y si a todo esto le agregamos el plus de que en este mes también nos encontramos con el inicio de una nueva temporada de dorados, podremos intentar ambas pescas si optamos por la sapien-cia de un guía conocedor del río. PESCA TOTAL digital agradece a Juan Pereira por los registros gráficos y se lo recomienda a sus lectores por su experiencia y conocimiento del río. Con su asesoramiento seguramente no saldrán defraudados.


El lenguado es un pez cazador, especialmente adaptado para tender emboscadas, de cuerpo aplanado y forma ovoide, el lenguado posee una boca dentada con labios protráctiles que se es-tiran como un resorte. Cazador por excelencia, una de sus cualidades más destacadas es que se puede mimetizar to-mando la tonalidad de la arena o las piedras del fondo, desde donde acecha a sus víctimas. Siente especial predilección por los pejerreyes, aunque no desecha ningún otro pez que tenga a su alcance. Cuando siente cualquier contacto con algún cuerpo extraño o siente peligro, agita sus ale-tas para que la arena lo cubra, enterrándose casi por completo. No en toda la playa se encuentran lengua-dos, se ubica en las primeras canaletas o de-presiones, de preferencia están en los pozos y en los "pozos de orillas". Estos pozos se forman con las aguas, que impul-sadas hacia la orilla por las olas, convergen lue-go hacia adentro, dejando así una especie de depresión en esa zona de la playa. Esto produce una corriente muy fuerte hacia adentro, que deja al descubierto gran cantidad de alimento, el que es arrastrado por el agua en for-ma muy rápida. En ese instante los peces se alimentan. "Los pozos de orilla" están paralelos a la playa en la misma orilla. Son más largos y fáciles para pes-car. Se forman cuando bancos de arena ó "bajos" no dejan pasar las olas grandes hacia la playa, lle-gando a la orilla solamente olas pequeñas.

Texto extraído de la WEB adaptado por Daniel “el Belga”Texto extraído de la WEB adaptado por Daniel “el Belga”Texto extraído de la WEB adaptado por Daniel “el Belga”


Estos lugares, generalmente, tienen poca corriente y son abundantes en pesca. Existen también "pocitos" que se conocen porque, aunque la playa se vea "plana", hay sectores en que las olas reventadas adentro, al avanzar hacia la orilla, se van diluyendo denotando con ello una mayor profundidad; pero "ojo", en estos pocitos, están los mejores bancos de pequeños peces y otros crustáceos menores y por ende los lenguados en plena faena de caza. Otros lugares de pesca, son los fondos arenosos entre las rocas, donde los lenguados se alimentan principalmente de peces, allí, aunque perdamos algunos reinales, vale la pena probar suerte ya que por lo general encontraremos piezas grandes. Las mejores horas de pescar: son el repunte de alta y repunte de baja; vale decir, desde 3 horas an-tes de la " pleamar" hasta 3 horas después pasada la "pleamar". Después en el periodo de "bajamar" se probará suerte sólo en los pozos que tengan más agua. Siendo el lenguado un pez predador por excelencia, es fácil hacerlo picar con un pez pequeño como carnada. Sirven a este propósito los pejerreyes, cabinzas, lisas, anchovetas, etc…

El equipoEl equipoEl equipo Una caña liviana entre 2 a 3 metros de largo, de regular dureza, capaz de lanzar hasta 80 gramos. Carrete frontal (spinning) con una capacidad de unos 150 a 200 metros de línea. Carrete rotativo (casting) Nylon 0,35 mm ó 0,40 mm. para la línea principal. Nylon 0,50 mm ó 0,55 mm. para los chicotes o reinales. Anzuelos de argolla o paleta 5/0, 6/0 o 7/0 Rotor en donde se empatará el chicote de anzuelo. Plomo alargado y redondo de 80 grs. Hilo elástico, para amarrar la carnada, de preferencia de color rojo.

ReinalesReinalesReinales Se pueden hacer reinales de uno o dos anzuelos, los expertos prefieren los de un anzuelo por las si-guientes razones Permite lanzamientos más suaves y más largos. Se puede trabajar con más facilidad, cuando hay viento o mucha corriente. Menos posibilidad de quedar enganchado en las rocas o algas. Permite empatar el anzuelo con un reinal más largo. Forma de encarnar el pejerreyForma de encarnar el pejerreyForma de encarnar el pejerrey El anzuelo debe ser de acuerdo con el tamaño de los pejerreyes, por lo tanto, según el tamaño de los pejerreyes, usaremos anzuelos más largos o menos largos. Si tenemos pejerreyes de 12 cm más o menos, bastará con anzuelos N° 5/0 y procederemos de la siguiente manera:


Pasar el anzuelo por la boca del pejerrey y sa-carlo completamente por el opérculo o "agallas" Para saber dóndeclavar el anzuelo, colocar la argolla u ojo del anzuelo, en el ojo del pejerrey y clavar a la altura de la parte más larga del an-zuelo, atravesando el pejerrey de lado a lado. La punta y la rebarba del anzuelo deben sobre-salir claramente del cuerpo del pejerrey Meter la argolla u ojo del anzuelo dentro del pescado. Con el hilo elástico amarrar bien firme la boca del pejerrey, cerca de los ojos. Es muy importante que el pejerrey quede com-pletamente derecho. Si queda encorvado, al recoger la línea comen-zará a girar y se enredará el reinal. Línea con una sola brazolada (línea común)

Madre nylon 0.50 1) Esmerillón 2) Perlas 3) Nudos corredizos 4) Nudos corredizos 5) Rotor 6) Perlitas 7) Mosquetón 8) Anzuelo simple 9) Plomada 10) Anzuelo triple 11) Boya zanahoria

Como encarnar el pejerrey para pescar lenguadoComo encarnar el pejerrey para pescar lenguadoComo encarnar el pejerrey para pescar lenguado 1) Boya zanahoria de 10 cm aproximadamente 2) Pejerrey de entre 10 y 15 cm de largo 3) Hilo de atar carnada elástico 4) Perlas y nudos corredizos 5) Anzuelo común con nudo corredizo se inserta a la altura de la agalla por debajo 6) Acompañamos el atado del pejerrey a lo largo del cuerpo 7) Anzuelo triple (una pata la insertamos detrás del abdomen


La técnicaLa técnicaLa técnica Como el pejerrey es la carnada que estamos usando, tendremos que moverlo para que parezca como sí estu-viera vivo. Para conseguir este efecto lanzaremos y re-cogeremos en forma continuada, a media velocidad has-ta la misma orilla, ya que muchas veces el lenguado pica en el mismo borde el agua. Si al recoger sentimos la línea más pesada quiere decir que hay mucha corriente hacia adentro, y entonces habrá que recoger más lento. Si por el contrario, la co-

rriente nos saca el reinal hacia fuera, tendremos que recoger más rápido. Siempre hay que "sentir" el reinal. No tengamos miedo en este caso en recoger a más velocidad, ya que el lenguado es muy rápido para atacar. Si la corriente nos saca el reinal hacia un costado, tendremos que lanzar hacia el lado contrario, tra-tando que el reinal salga siempre cerca de nuestros pies. De esta manera, el pejerrey debe salir des-pegado del reinal, y por lo tanto, ondeando y aparentemente vivo. Si el pejerrey está bien puesto; si lanzamos en la dirección debida; y si recogemos a la velocidad ade-cuada, el reinal debe salir sin enredos, así estaremos listos para sentir nítidamente las picadas. Como se sienten las picadas Este es el punto crucial de la pesca del lenguado. Este pez pica o "toca" la carnada de distintas maneras: Parada "en seco". Un leve tirón A veces captura el pejerrey y con el pejerrey en la boca sigue nadando hacia nosotros . En este caso hay dos formas de "sentir" al lenguado: El reinal se siente más pesado. Esto quiere decir, que el lenguado apenas retiene la carnada. No se siente el reinal y el Nylon de la línea se pone "flojo" Da la impresión que está cortado. Aquí hay que tener cuidado, porque puede ser un lenguado grande, que una vez que atrapó el pejerrey busca aguas más profundas hacia afuera. Esto sucede generalmente en los "pozos de orilla". Se "cuelga" del pejerrey. esto sucede cuando la orilla es profunda y el reinal está subiendo. En este caso el lenguado atrapa el pejerrey y vuelve al fondo inmediatamente. Muchas veces, ya sea porque enganchamos algas o topamos con el plomo con una roca. o el plomo se traba en un hoyo o en un canal formado por el rompiente de las olas, estos hechos nos pueden inducir a engaño, como si fuera una picada de verdad. En todos estos casos es mejor proceder como si fuera una picada. Es preferible equivocarse tres o cuatro veces, pero no errar cuando es realmente un lenguado. La pesca del lenguado tal como lo dijimos en la pri-mera parte, es ante todo una pesca fina, donde la sensibilidad y habilidad del pescador son factores preponderantes. Ya vimos el tipo de equipo que se tiene que usar y lo referente a la carnada. Hicimos al mismo tiempo una breve descripción de los lugares donde situarse en la playa para poder encontrar esta especie y luego también una descripción sobre la forma de picar del lenguado.


Como proceder ante una supuesta picadaComo proceder ante una supuesta picadaComo proceder ante una supuesta picada Al sentir un "toque", bajaremos inmediatamente la punta de la caña, para que el lenguado no sienta la tirantez de la línea y no suelte la carnada, pero al mismo tiempo abriremos el pick-up del carre-te (soltando nylon) para que el nylon quede libre. Si el lenguado no se mueve del lugar de la picada contaremos despacio hasta 30 para asegurarnos de que el lenguado se trago el pejerrey. Enseguida, con la punta de la caña siempre abajo, recuperare-mos la línea hasta que esta se ponga nuevamente ligeramente tensa, entonces procederemos a efec-tuar la clavada, con fuerza, llenando la caña hacia atrás, deberíamos ahora sentir al lenguado en el otro extremo de la línea, luego empezamos a cobrar la pieza. Si el lenguado toma el pejerrey y se lo lleva, le daremos todo el nylon que pida, hasta que se detenga. Solo entonces contaremos hasta 30 y clavaremos tal como se indico antes Cuando la picada se produce a escasos metros de nosotros y el lenguado no arranca, clavaremos en forma suave, ya que habrá pocos metros de nylon entre la caña y el pez. Esto reduce la elasticidad de la línea y si clavamos fuerte y el lenguado es grande, podemos cortar el nylon y perder el lenguado y parte de nuestro aparejo, si es mediano o chico podremos perder también el lenguado al romper el punto de enganche en el lenguado por la fuerza del jalón. Como cobrar la piezaComo cobrar la piezaComo cobrar la pieza Antes de lanzar, debemos regular el freno del carrete, hasta que con la mano podamos sacar nylon del carrete sin excesiva fuerza. Traeremos la pieza hacia fuera sin apresuramientos, con la caña en alto. Si el lenguado pelea y tira mucho el carrete deberá entregar el nylon necesario, ya que para tal efecto hemos regulado el freno. Como el cuerpo del lenguado es plano y ovalado, produce mucho roce con la arena. También a veces la arena de la orilla es muy suave y el lenguado se pega al suelo y no lo podemos sacar. Si esto ocurre no nos pongamos nerviosos y esperemos la próxima ola, la que ayudara a levantar al lenguado del fondo y al mismo tiempo lo empujara hacia fuera. En ese momento hay que recoger rápido para evitar que el lenguado vuelva a pegarse al fondo. Ahora bien si la resaca es fuerte y se lo quiere llevar hacia aden-tro, hay que sujetarlo un poco y esperar la próxima ola para poderlo sacar. Hay que tener cuidado con la resaca de la ola ya que la fuerza se aumenta ya que no solo es la fuerza de la resaca sino la fuerza del lenguado que lucha por regresar al fondo, aquí se ve si regulamos bien el freno del spool del ca-rrete, si esta muy tenso el freno podremos perder el lenguado al cortar el nylon. Al sacar el lenguado con la ola y dejarlo en seco, esto es fuera del agua pero en la arena, hay que tomar el reinal y arras-trar al lenguado sin levantarlo hasta un lugar seguro. Son muchos los pescadores que han perdido una pieza grande en la orilla, solamente por apresura-miento. Demás esta decir que cuando saquemos un lenguado pequeño hay que extremar el cuidado a la hora de sacarle el anzuelo para poderlo devolver al agua con el menor daño posible.

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Ubicada en la calle 25 de Mayo y Cándido Marín, muy próxima a Ruta 3, es una vieja casona cons-truida aproximadamente en 1786 por Miguel Larriera* miembro de una de las primeras familias es-pañolas llegadas a San José, construida de anchos muros de ladrillo español, rejas de gruesos barrotes, sus tirantes son de lapacho paraguayo, con su aljibe característico de las construc-ciones de la época**. En su oportunidad dialogando con el historiador Daniel Ramela nos informaba que la familia Larriera fue una de las últimas familias en llegar a la recién fundada San

José ya que arribaron en abril de 1784, un año más tarde que los primeros pobladores y que esta casona es una de las casas más antiguas de la ciudad. En ella vivieron varias generacio-nes de esta familia, en primera

instancia Miguel Lardare, luego su hijo José Larriera, más tarde Francisco Larriera Barredo, fi-gura importante en la vida de esta ciudad ya que ocupó la jefa-tura política en 1856 como tam-bién fue el presidente de la co-misión que construyó la Catedral de San José en 1857. Hoy día sus restos se encuentran en ella. La Quinta fue lugar de reuniones de distintos tipos, bailes, fiestas figurando como asistentes a es-tas Luis de Herrera, el General Manuel Oribe y su hermano Ig-nacio, Charles Darwin, Félix de Azara, el General Garzón, el Ge-neral Carlos Federico Lecor Barón de la Laguna entre otros.

Texto y fotografía : Lic. Alberto GuardiaTexto y fotografía : Lic. Alberto GuardiaTexto y fotografía : Lic. Alberto Guardia

QUINTA DEL QUINTA DEL HORNOHORNO

SAN JOSESAN JOSE


El 5 de diciembre de 1989 se le declaró Monumen-to Histórico Nacional y ha sido reformada, tenien-do previsto convertirse en un museo aunque no se ha implementado todavía. Todo esto para que vuel-va a tener el mismo esplendor de siempre, se ha convertido en un orgullo y lugar ineludible para los habitantes de San José como de los que llegan a esta ciudad. Actualmente en él se realizan, reunio-nes sociales, presentaciones etc. Su nombre "Quinta del Horno" se debe a los hor-nos de ladrillo que tenían en sus terrenos, de los cuales la mayoría se utilizaron en la edificación de la Catedral donados por Francisco Larriera Barre-do. Esta Quinta fue inspiración para el "Romance en la Quinta de Horno" de Eugenio Villagrán Bustaman-te, que Abel Soria musicalizara en un hermoso vals como "Muñeca del Horno" como también de otros poetas y escritores. *Don Miguel de la Riera -labrador de "buena extir-pe", según certificación del Alcalde, su esposa Ma-nuela Clara Llaneza (Sus primeros propietarios) y sus dos hijos: Francisca (16) y José (9) eran inte-grantes de un grupo de inmigrantes que habían sido

destinados a la colonización de la Patagonia en 1871, hecho que fracasa debido a las condiciones reinantes en esa zona, volviendo a Montevideo en octubre de 1783.


Nuevamente son destinados, pe-ro esta vez a la Villa de San José, llegando el 1 de marzo de 1784, considerándose fundado-res de la villa recibiendo un solar en el pueblo y una suerte de cha-cra en sus cercanías, con 200 varas de frente por 800 de fon-do.

Por degeneración del idioma, el apellido De la Riera se transfor-ma en Larriera. ** Sus piezas en su origen eran amplias de techos de teja portu-guesa, aunque estas ya no exis-ten dadas las reformas realiza-das por sus antiguos dueños.

PARQUE RODOPARQUE RODOPARQUE RODO También en la ciudad de San José encontramos es apacible lugar que se ubica en la Av. José Pedro Varela y Ruta 3 en el km 92,500 en la intersección con Ruta 11. Es una zona forestada de 48 hectáreas, con lagos, un zoológico donde los niños son los que más disfrutan, reserva de flora, juegos infantiles, parrille-ros, servicios higiénicos, pista de karting, (Luis Pedro Serra), pis-cina, canchas de deportes, quin-chos con parrilleros.


En su zoo nos encontraremos con una amplia gama de especies de aves principalmente, tales como pa-vos reales, pato barcino, gansos chinos, espátulas, cisnes de cuello negro, flamencos, faisanes, guaca-mayos, gato montes, carpinchos, cabras, ciervos, venados tanto en grandes estanques como jaulas y también muchas de ellas en total libertad en su entorno también encontraremos. Cita obligada para pasar un buen rato en un en-torno agradable o a aprovechar a degustar un buen asado cómodamente instalado en sus quin-chos o volviendo del litoral se convierte en un agradable entorno donde realizar una escala en el camino para reponer energía. En su origen al ser inaugurado el 25 de agosto de 1903 se llamó Parque Mario, posteriormente se llamó Parque 18 de Julio y en 1917 paso a llamarse Parque Rodó

PICADA VARELAPICADA VARELAPICADA VARELA Muy cerca de este parque no encontramos con otro entorno natural privilegiado de los maragatos, un lugar llamado Picada Varela ubicado a sólo 2 kiló-metros de la ciudad, en el Km 95 de la Ruta 3, so-bre las márgenes del Río San José que bordea la ciudad, se ensancha en algunos tramos y sus ori-llas dan lugar a una hermosa zona agreste, de mon-te ribereño de flora autóctona como también ex-ótica con amplias playas y estupendos arenales. El lugar actualmente remodelado, cuenta con un parador, parrilleros, mesas, zona de camping, servi-cios higiénicos, piscinas para niños y donde la moja-rra siempre está dispuesta a hacen del lugar un sitio ideal para compartir un día, un fin de semana donde nos sentiremos rodeados de un ámbito natu-ral excelente, donde la pesca también tiene su lu-gar.


ste relato me lo contó mi amigo y compa-ñero de cacerías Rubén, por razones de trabajo no pude ir y me la perdí; bueno gente arrancamos:

El día había amanecido bastante fresco y me estaba preparando para cambiar unas porteras maltratadas por el transcurrir del tiem-po, cuando me sonó el celular. Eran los vecinos linderos con el campo del fon-do avisándome que en la noche apareció un bando de chanchos y hozaron toda la orilla del monte nativo comiendo los macachines que allí crecían.

Echaron una mirada por dentro del monte y se levantaron corriendo arroyo abajo y en ese momen-to fue que me llamaron. Suspendí las labores del campo para el día siguiente y me fui a buscar los caballos para ensillar. Gracias a la ayuda de mi señora en 15 minutos estábamos todos prontos, pe-rrada, revolver, caballo y termo con vino cortado por si la cacería se hacía larga.

Texto: Mario PachecoTexto: Mario PachecoTexto: Mario Pacheco


Llegué al lugar y enseguida me di cuenta que eran más de 10 animales y no sería fácil de atraparlos yo solo, los perros encontraron el rastro y em-pecé a perseguirlos. No se alejaron demasiado cuando escuche los primeros ladridos, me tiré del caba-llo, saqué el revólver y me metí al monte cerrado, sucio a más no poder. Como pude y lleno de rasgu-ños encontré un sendero lim-pio por el cual corrí siguiendo los ladridos de mis perros, cuando de repente veo venir al tranco una sombra negra; era una chancha, me agazapé atrás de en coronilla y la esperé. Ella no se percató de mi presencia hasta que me pasó a cuatro o cinco metros, pues con el 38 apuntándo-le debajo de su oreja la trajo a tierra enseguida. Me levanto y sigo corriendo rumbo a los ladridos, pero ellos me sacan del monte yo no entendía el porqué, claro el arroyo en esa parte tenía forma de S. Crucé el campo a la carrera y debajo de unas mugres tenían agarrado a un cachorro de jabalí al cual lo pasé por el cuchillo enseguida. Los perros chicos se paran con las orejas en ángulo recto mirando a mis espaldas y un frio me corrió por el lomo en ese momento, sabía que algo malo se me venía a ata-carme, era otra chancha parida y estaba muy enojada por los chillidos de las crías. Me agarré de un tala rodé como pude y disparé al bulto con tanta suerte que le rompí el espinazo, la cosa no quedó allí le traía la carga a los Foster y ellos no aflojaban volaban por el aire y se volvían a prender nuevamente, estaban como para filmarlos me contaba Ruben. No me quise arriesgar a que me lastimara al desollarla así que le metí otro tiro con el 38 en la cabe-za. Ahora tenía que ir a buscar el tordillo y empezar a cargar los chanchos solito. Até la primer chan-cha con una cuerda y la llevé de tiro hasta donde quedó la cría. En ese lugar había un zanjón donde cargué y aseguré la primer chancha cincha del recado. Me metí la cría en la falda y arranque rumbo a la última presa. Nuevamente la até del hocico y la cinche hasta un cupí, el tordillo lo arrimé bien y al tratar de subirlo se me corrió el caballo y la chancha se me cayó, como pude la coloque en posición de nuevo y el caballo se me giraba. De la calentura que tenía no sabía si llevarla de tiro o tratar de cargarla nuevamente. Me calme un poco, le di unos tragos al termo con vino cortado y esta vez sí pude subirla, la noche ya me había alcanzado, el trayecto y la cansera era mayor. Pero que satisfacción volver a casa con 3 chanchos y sin ningún perro lastimado. Espero de no haberme olvidado de nada RUBEN y si se me pasó algo por alto las disculpas del caso compañero.


Tal como ilustra la tapa de este mes una especie como las bogas y de buen porte dieron diversión a muchos aficionados en los clásicos pesqueros de las diferentes capitales departamentales del litoral oeste. Ya son un clásico en nuestra agen-da en el mes de marzo más que nada por los dife-rentes campeonatos que organizan los distintos clubes y además luego de la temporada estival que mantiene a gran parte de nosotros en el en-torno de los balnearios disfrutando junto a fa-milia y amigos. A este hecho le sumamos el fenómenos de las carpas en el Río de la Plata que desde los primeros días del mes de marzo unos amigos mosqueros las

empezaron a pescar con mosca cuando lo que habían ido a buscar era la pesca de doradillos. Así se encontraron con estas moles exóticas y luego de intentar con varios tipos de moscas, lograron varias capturas muy interesantes en dos jornadas diferentes de hasta nueve kilos de peso. No aguantamos más por lo que nos armamos una salidita de apuro un viernes a media tarde haber que pasaba. También se habían conse-guido piques con mosca de otra especie forra-jera pero de agua salada (las lisas) pero no se lograron concretar capturas.

Texto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel Tripani

LAS ESPECIES FORRAJERAS LAS ESPECIES FORRAJERAS LAS ESPECIES FORRAJERAS DE AGUA DULCEDE AGUA DULCEDE AGUA DULCE

DUEÑAS DE MARZODUEÑAS DE MARZODUEÑAS DE MARZO


En busca de estas uno de los amigos encuentra un cardumen de sábalos y con total prestancia le colo-ca varias veces la mosca a centímetros de la boca, logrando finalmente que uno la tomara brindando una pelea de temer para su eximio tamaño y por su casi nula información de la misma, todo una sor-presa. Como con los amigos Marcos Martínez y Arturo Safores tenemos menos experiencia e la pesca con mosca, con distintas streamers buscamos capturar doradillos. En un momento dado, Arturo se acordó de la familia entera de muchos y le pregunto ¿que pasó? a lo que me dice:_ Un pique brutal me cortó al toque porque estoy sin leaders de acero. Para mi que era un dorado lindo pero estoy viendo unos lomos oscuros que tienen que ser carpas!! Inmediatamente coloco una pequeña streamers roja y negra atada con fibras artificiales (fibra de cinta de bolso o mochilas) y me acerco a donde estaba Arturo. El compañero me indicó donde estaba viendo los peces así que me aparté un poco para no pegarle con mi mosca y comencé a tratar de colo-car mi engaño donde este me había indicado que veía dichos peces. Por suerte al tercer intento logro pasar un metro y algo de donde decía Arturo que estaban y todo comenzó. Bajo la caña, tomo la línea, la muevo lentamente unos cincuenta centímetros y zasss; ciento un fuerte cinchón en la línea. Me afirmo, cañeo y para que; algo sale como disparado río adentro y yo me preguntaba ¿como paro esto? En una segunda y más violenta carrera del pez, la cola de ratón que le quedaba un metro y poco para que comenzara a salir el baking se engalletó.

Atónito se la mostraba al compañero mientras la bestia hacía mucha fuerza y arqueaba mi caña al máximo. A esto, el amigo me dice, métete al agua que es llano y sin pensarlo dos veces me tiré con todo a correr tras esta bes-tia. En mi mente pasaba por la cabeza pri-mero que; no entendía como tomó un mosca tipo streamers y con un leaders de acero de 15 centímetros azul para colmo.


Sabido es entre los buenos pescadores de carpas con mosca que difícilmente toman una mosca sujeta a un nylon muy grueso porque parece que son muy ariscas al respecto y mu-cho menos con un leaders de acero. Luego re-pasaba en mi mente cada nudo que había hecho para estar tranquilo de pelearla sin mayores problemas. Tres veces se metió detrás de una piedra obligándome a meterme más adentro para za-farla antes de que me cortara la línea y cada ves que lograba tenerla cerca al verme salía como torpedo aguas adentro. Unos treinta minu-tos me tomó ese tire y afloje y con la ayuda de los compañeros la levantamos cuando ya no disparó más y todo fue un solo festejo. Se trataba de mi primera carpa y como plus la capturé con mosca y todo lo que eso implica.

Caña sumamente fina, una número 8, un reel que como todos los de mosca recoge uno a uno y con un montón de percances en plena lucha le dieron un plus a este digno rival. Por todo esto cual programas de pesca del Discoveri Chanel o Nat Geo me tiré nadando junto a ella viviendo así al máxi-mo ese momento, fundiéndome con la na-turaleza y dándole gracias por haberme regalado aquel grato momento de dura y buena batalla que quedará para siempre en mis recuerdos.


Se desarrollo con singular éxito una nueva etapa de la FIESTA NACIONAL DE PESCA DE LA BOGA. Fueron de la partida setenta y tres embarcaciones, provenientes de Montevideo, Colonia, Juan Lacaze, Mercedes; Concepción de Uruguay, Concordia y Buenos Aires. Además de los locales que en un buen número se hicieron presentes. El evento resultó una fiesta tal cual estamos acostumbrados a realizar en el Club de Pescadores Paysandú, quien agradece a los cinericios, empresas y entidades que colabora-ron para que esta fiesta sea posible, y un agradeci-miento para el diario “El Telégrafo” por la difusión

de este evento. Es de destacar la satisfacción de los participantes por los premios entregados, pues a último momento se decidió la compra de una embarcación diferente a la promocionada previamente, mejorando sustan-cialmente la calidad y presentación de la misma, dando más prestigio a esta fiesta, siendo seguramente la única Institución en el Uruguay que realiza este tipo de evento con tal calidad de premios. CLASIFICACIÓN GENERAL 1er. Puesto equipo Nro. 59 Moreno Alvares Javier (Concordia) 2do. Puesto equipo Nro. 60 Falzone Falzone Rivero (buenos Aires) 3er. Puesto equipo Nro. 58 Fuerte Macogiuseppe Rodriguez (Concordia) Mejor dama clasificada Ana Sofía Meyer (Paysandú) Mejor menor clasificado Tomás Borjas (Paysandú)

FIESTA NACIONAL DE PESCA FIESTA NACIONAL DE PESCA FIESTA NACIONAL DE PESCA DE LA BOGADE LA BOGADE LA BOGA

“ CARLOS FANTONI ”“ CARLOS FANTONI ”“ CARLOS FANTONI ” Texto y Fotografía: Daniel LokaisTexto y Fotografía: Daniel LokaisTexto y Fotografía: Daniel Lokais


El sábado 17 por la noche, recibí el llamado de mi tocayo Fernando Chouza, para salir a probar su lancha rápida después de las reparaciones que le hizo. Una salida que se había hecho desear mucho, pero que ya era una realidad. Las noticias de pesca no eran muy alentadoras, pero las ganas de salir eran tantas, que salimos igual. El domingo arribamos en el club “la estacada” como a las 9 de la mañana. Una vez más, entre los pescadores que estaban desembarcando, escuchamos la negativa de que no se estaba dando nada. Nos miramos e hicimos señas. No nos importaba, y aunque dudamos de salir, salimos igual.

EMBARCADO EN EMBARCADO EN EMBARCADO EN MONTEVIDEOMONTEVIDEOMONTEVIDEO

Texto y Fotografía: Fernando RoviraTexto y Fotografía: Fernando RoviraTexto y Fotografía: Fernando Rovira


Con nosotros venía Gabriel, hijo mayor de Fernando, y entre los tres, zarpamos. Lo primero que vimos, fueron cuatro embarcaciones cerca de la tercera boya, y suponiendo que estaban pescando, decidimos parar. Ya eran las 9:45 cuando anclamos y decidimos probar suerte. Un instante después de bajar la primera carnada, mochuelo, y otro, y otro, y otro. Habían pasado 15 minutos y ya queríamos levantar, pero apareció una esperanza. Gabriel pinchó una brótola que al querer subirla al bote se soltó. Una lástima, pero daba esperanza de que hubiera algo más. Cosa que no sucedió. Los mochuelos no nos dejaban tranquilos. Así que levantamos y cambiamos de lugar. Salimos rumbo al canal, pero unas tres millas antes de las boyas, nos encontramos con un par de botes anclados, y decidimos probar suerte ahí mismo. Solamente pasaron 10 minutos para que mi tocayo pinchara una corvina, y mientras la sacaba, la chicharra de la otra se hacía sentir. Otra corvina más. Y después, otras dos más, y dos más. Con Gabriel nos miramos porqué solamente estaba sacando él, y nosotros no. El comentario, fue como haber dicho las palabras mágicas, en ese mismo instante, la chicharra de mi caña sonó con mucha violencia, y al tomarla, seguía tirando hasta que la pincho. Una hermosa corvina blanca. Mientras la estoy subiendo, la chicharra de la otra caña me hacía saber que ya tenía otra pinchada. Gabriel peleaba con un congrio que no sabía descarnar y Fernando no había parado sacar corvinas. Ya eran las 12 de la mañana y era una tras otra. Comían todo lo que les tirábamos, camarón, lisa, sardina, lacha, burriqueta y chipirón. Estaban tan agresivas que nos tiraron una caña al agua, por suerte la recuperamos y con ella venía pinchada una hermosa blanca como de 4 kilos. Las chicharras se sentían a lo lejos, pues veíamos, que cuando una sonaba, los otros botes se enteraban del escándalo que hacían. Poco a poco el asedio fue cesando, hasta recuperar la clama total.


migos de PESCATOTAL , me encuentro en este momento relatándoles una salida de fin de se-mana a Villa Soriano, invitado por el amigo Marcelo Fleitas y su familia, baqueanos en la zona en lo que a pesca se refiere.

EL LUGAR La villa (así llamada por los lugareños), se en-cuentra a orillas del Hum a 45 km de la capital departamental “Mercedes“. Es realmente un lu-gar histórico dado que fue la primera fundación de la Corona Española en la Banda Oriental. Así nos lo hace saber por ejemplo su iglesia, la más antigua de Uruguay, y mucha historia, como por ejemplo, la primer aduana uruguaya, justo en el mismo edificio donde se encuentra hoy la Pre-fectura. Un lugar que vale la pena visitar; su po-blación según el censo de 2004 es de 1184 habi-tantes y su principal ingreso es la pesca artesa-nal; algunos puestos públicos y trabajos tempo-rarios en los campos circundantes. LA NAVEGACION Tenemos que tener en cuenta que la navegación en este lugar si no se conoce no es nada fácil.

Texto y Fotografía: Jorge CurbeloTexto y Fotografía: Jorge CurbeloTexto y Fotografía: Jorge Curbelo


La mejor forma de salir hacia el Rio Uruguay es por el arroyo Yaguari, también hay salida por el mis-mo Rio Negro pero si no van con alguien que conozca el lugar no se las recomiendo ya que la salida es muy complicada por troncos y bancos de arena. LA PESCA Como cada lugar que no conocemos, lo primero que hago es apoyarme en los comentarios de los luga-reños, luego aprender bien donde se encuentran los mejores apostaderos. En este caso hay dos luga-res principales para la pesca de dorados. Uno es bien frente al parque de la Villa, donde se puede ver la Isla de los Naranjos. En este lugar forman buenas correderas en las cuales tuvimos buena respues-ta de dorados de medio porte hasta los cuatro kilos. Con estos ejemplares pudimos aseverar una di-versión asegurada. Luego tenemos otros pesqueros como el arroyo Yaguari, canal de entrada y salida desde y hacia el Rio Uruguay. Navegando hacia el Uruguay, a nuestra izquierda tenemos la Isla del Lobo y a nuestra derecha encontramos la Isla del Viscaíno. Por este cauce se puede navegar haciendo trolling hasta la salida del Uruguay. En cualquiera de estos dos pesqueros usamos señuelos de profundidad, con leader largo y de tamaño mediano tirando a chicos, dejando trabajar los señuelos lejos de la embarcación cerca de los cien me-tros. Éste es un dato a tomar en cuenta ya que llevándolos más cerca no tuvimos la misma respuesta. Luego tenemos para pescar el Rio Uruguay, donde tuvimos buena pesca de dorados ya de cinco y seis kilos haciendo spining desde un banco que se encuentra frente a la salida del Hum. Hay que navegar


pasando el banco contra la punta norte, donde con señuelos medianos y grandes tuvimos muy buena pesca. También en el Uruguay tenemos buena pesca en el canal. Allí practicamos la pesca a la deriva encar-nando con sábalo fresco en banderas grandes. Estas pasadas sirvieron para aprender una técnica de pesca hasta el momento desconocida por nosotros. “ a la deriva con boya”. Esta consiste en formar una base de deriva con una boya respetable, con un nudo corredizo de tope que se coloca entre seis y nueve metros del anzuelo, teniendo en cuenta que la pesca en el canal la hacemos entre doce y diez y ocho metros de profundidad. Por supuesto que en esta modalidad también utilizamos “zoquetes de sábalos” como cebo, teniendo la suerte de subir a la lancha un pati que promediaba los ocho kilos. CONCLUSIONES La villa es un lugar espectacular tanto por turismo como por pesca, la gente es amable y realmente hay servicios a la mano del aficionado. Cuenta con estación de servicio, restorán y alojamiento. Les recomiendo al que se anime a conocerla, y hablando de pesca, hay un lugareño que ofrece servicio de guía, se llama Fernando y si quieren comunicarse, solo pidan datos a la editorial de PESCA TOTAL digi-tal o por intermedio de mensaje privado del foro. Les deseo buenas pescas a todos y aprovecho a agradecer la muy buena atención de parte de la familia Fleitas.


un día volvimos, hace rato que empezaba el texto y no terminaba la nota, entre idas y venidas se pasaba la fecha, y como lector, no hay nada más feo que una no-ticia que ya es historia, sobre todo para nosotros que dependemos del presente para decidir un buen desti-no!!! Y no me quiero olvidar de mandar un abrazo a mi amigo LALO, que le prometí el relevamiento de pesca del Surubí que no pude redactar a tiempo.!!! Pero bueno he aquí la narración de esta muy buena salida que hemos compartido el sábado 18 de febrero, entre Diego, Guido, Osvaldo y Yo (Leandro). Como siempre nos comunicamos con la suficiente ante-lación con nuestro gran amigo y guía Claudio Lesik, do-cente de años, y reservamos fecha. Por suerte para mi, luego de vacacionar en Cuchilla Alta, la fecha ya estaba cerca, por lo cual empezamos con nuestra ruti-na auto flagelante, entrar a Windguru todos los días para ver que pasará con el viento. El destino era el Rio Uruguay, precisamente en la desembocadura con el benigno Rio Negro por lo cual desde donde nosotros salimos, Villa Paranacito, nos espera una hora de nave-gación, que con viento sur o sudeste se hace imposible y daría por descartada la salida.

CRONICA DE UNA PESCA CRONICA DE UNA PESCA

ANUNCIADAANUNCIADA

Texto y Fotografía: Leandro EstravisTexto y Fotografía: Leandro EstravisTexto y Fotografía: Leandro Estravis


Pero bueno, la semana fue malísima, horrible, y la pagina mar-caba viento en color violeta (malo – muy malo) así que llegamos al viernes desmotivados, mails van, mails vienen, de pronto llega uno que me subió el ánimo, era de Guido, y simple como él decía “No sé cómo va a estar, quiero ir a pescar a algún lado” ahí entre en razón y me dije no la suspendemos ni loco, y recordé nuestro lema “peor es quedarse en casa, ahí sí que no hay posibilidades” y no se me malentienda, que no es por las brujas ni por las suegras!!! Ya me había preparado diez lideres de acero en 40 libras de unos 50 cm combinados con anzuelos Mustad 10/0 apto para el “soquete de bagre”, y caminado 20 cuadras para conseguir mis plomitos pasantes de 20gr esféricos, no cuadrados, ni chatitos, ni alargados, esféricos!!! El leader preferentemente recubierto de nylon así los podía-mos cerrar solo con el encendedor. Ya a la noche había despejado y el amanecer fue espectacu-lar, fue así que emprendimos viaje!!! Llegamos temprano al embarcadero, con un arsenal de artifi-

ciales y adrenalina por lanzarnos, nos subi-mos al cómodo Trucker Marsopa y remonta-mos el arroyo “La Tinta” para salir al Uru-guay. Antes de llegar a este, hicimos una parada breve de una hora y nos abastecimos de ba-grecitos por si usábamos carnada, ya que en el curso principal escasean. Una vez que coleccionamos unos cuarenta partimos nuevamente. Navegamos aproximadamente cuarenta minu-tos mas y llegamos a la boca del Negro, por mala suerte, el viento norte no nos dio tregua y enturbio un poco el agua, lo que nos anuló las posibilidades de utilizar con éxito los ar-tificiales, así que cambio de equipo y a elegir bagres! Obvio los más chicos se terminaron primero, aunque en la practica el más grande rinde mejor, solo que es más difícil clavar con eficacia!


Armamos los equipos de Bait y al agua, luego de 20 minutos de inactividad, la primera corrida en la caña de Diego, que volvió a su primer amor y revalorizo su antigua vara. Nervios, que lo clavo, que no, que espera, que dale (lo hermoso que tiene la pesca con carnada) primero co-rre firme recto, luego dobla y se topa con el nylon, Diego clava…… Bueno el final no fue bueno ya que ex-ploto el hilo en la mandíbula del salminus. Y bueno alguna palabra que se le escapo y a rearmar…. Cinco minutos y era mi sedal el que se escapaba, emo-cionado y contento de que me elija a mí, no sentí com-pasión y ejercí palanca antes de que se le ocurra cam-biar de rumbo, hermoso salto y se dio a la lucha…. Termino en un hermoso Dorado de 3.6kg. Luego nos movimos y Diego tuvo su revancha, con una chancha de 5.2Kg, que no tuvo catch and release , terminó en su parrilla! Luego se sumo Osvaldo con uno de 4.5Kg, Guido con otro de 4.2Kg y Yo con otro de 4.7Kg. Por suerte durante todo el día encontramos respues-tas, solo destaco los más importantes, y no cuento los que se fueron (porque son los mas grandes) también había mucha cantidad de juveniles, encima de todo lo anterior pudimos disfrutar de un chapuzón en la pla-yita y unos buenos chivitos versión porteña .

Usamos equipos de lo más variado, cañas fueron una Temple con un Abu 6500 (Osvaldo), una Daiwa Pro-caster y un Abu Bcx 6600 (Guido) , una Bando Dora-do y un Abu Bcx 5600 (Yo) y por ultimo una Surfish Boga y un Bass Pro 5500 (Diego). Cargados con mo-nofilamento Steel Line 0.35, Sufix Xl Strong 0.35, Sufix Power Knot 0.40 y Super Rayglon 0.37. Espero que les haya servido la información y disfru-tado como nosotros de esta salida.


Organizado por el Yacht Club Atlántida y PESCATOTAL digital se llevó a cabo la “FIESTA DE LA CORVINA BLANCA” contando con la novedad que en un concurso paralelo los PEK’S compitieron tam-bién por los mejores trofeos.

Vemos en los registros la previa al inicio de la prueba, la cual se desarrolló durante cuatro horas de pesca, coro-nadas con un excelente al-muerzo al momento de la en-trega de premios.

La premiación fue referida a la pieza mayor y total de capturas. En categorías lanchas resultó ganador la embarcación “DORILEA” con el patrón Alvaro Ferrere, ad-judicándose también el premio a la pieza mayor. Segundo clasificado “Action Famili” con el patrón Gustavo Fisher En tercer lugar “Fatigada” con el patrón Daniel Vazquez.

La prueba de PEK fue ganada por segundo año consecutivo por Ramiro Hernández. Destacamos la gran convocatoria que sobre la modalidad tuvo PESCA TOTAL digital, ya que en número importante concurrieron quienes practican esta novel modalidad. Por último destacamos el premio a la pieza mayor ganada por Fernando Mira, quien también se adjudicó el premio al menor mejor clasificado.


Bueno, se armó la competencia de gallos blancos y para allá partió la barrita "fishing machine" con el ánimo pronto y listos a confraternizar con otros foristas de Pesca Total, solo que esta narración pertenece a la previa, pero como inicio requieren las cosas allá vamos. Sábado de mañana, medio fresco en Durazno, llegan Fernando alias "sefelectronica"; Leo alias "Lmarchan"; Deibbis Zollinger (solo Deibbis); falta justificada para Juan Guillermo "Juangui" completando el equipo quien suscribe Marcos Manuel alias "Paragua" (Nacamura pa los amigos), previa adquisición de un pedazo de "vacío", chorizos y algo de líquido para hidratar el cuerpo salimos con rumbo a unos arroyos estudiados de antemano "google earth" mediante donde según nuestros pronósticos teníamos el ámbito perfecto para realizar una pequeña práctica estudiando entorno y estrechando mas la amistad que nos une gracias al foro, recordemos que leo y fernando son los únicos amigos de años, Deibbis, Juangui y yo solo nos conocíamos por foro habiendo realizado una salida de pesca y ahora con el agregado de Deibbis proveniente de Colonia agrandamos la barra. Llegados al lugar aprontamos los equipos, Fernando su equipo de bait casting, Deibbis equipo similar pero con el agregado que este nuevo amigo es un artesano de sus señuelos habiendo llevado unos 70 señuelos de diversa índole todos hechos a mano por el, cero maquina, todo artesanal, un verdadero

ejemplo, leo su equipo de spinning medio-pesado ya que con su metro 90 difícil maneje algo mas liviano y el escriba estrenando una caña Abu García conolon de grafito, un daiwa frontal sweepfire y monofilamento laiglon 0.26. Arrancamos a recorrer la orilla de un arroyo muy profundo, quizás 4 metros en su parte mas honda, barrancoso, con mas de 2 m de hondo en la orilla, agua cristalina que se veía oscura por su fondo de barro, ante ello opte por un storm "hot'n tot" verde atigrado paleta metálica que buscara fondo, lanzo y a pocos

Texto y Fotografía: Marcos Aranda “Paragua”


metros de la orilla mi caña que queda trancada por el pique, cañazo seco y primer pieza que brindaba su pelea, minutos después logro someterla e izarla gracias a una pinza traída de España por otro forista "El Belga" que me ayudó a evitarle daños mayores por la izada en la barranca de mas de 1 metro de altura, acusó casi 4 kilos, fotos de rigor y devolución en perfecto estado y a seguir pescando ya que el panorama era muy alentador. La mañana transcurrió entre bromas, risas y más pesca pero pocos ejemplares y de menor porte, mas algún "cabeza amarga" que acudió a la cita como diciendo "yo también soy deportivo" ya que su pelea con equipo liviano es muy linda, todos lograron alguna pieza pero el tiempo era poco y arroyo abajo habíamos visto una laguna muy prometedora que nos hizo desistir de seguir remontando el mismo, a lo cual decidimos un alto para comer

algo, hidratarnos y salirle a la laguna mencionada. Llegados vimos que se trataba de un ensanche tipo "desborde" del cauce del arroyo, agua cristalina, quieta, fondo enteramente de piedra de no más de 2 metros de hondo y mucha planta hasta casi asomar a la superficie en un tramo de costa limpia de casi 2 kilómetros. Llegamos, estudio de la situación y se optó por señuelos de superficie del tipo

" p a s e a n t e " , r i n d i e n d o sobremanera los colores metalizados oscuros, los negros y también en rojo y blanco, allí a excepción de las tornasoladas logradas aguas arriba empezaron a salir las "laguneras" donde mas que cátedra dio una verdadera lección de pesca el amigo "Deibbis" con sus paseantes artesanales, entre piezas perdidas y logradas no logramos entre los 3 restantes acercarnos a su marca, un infierno lo que se pesco, todos logramos varias piezas, de no mas de 2 kilos pero muy luchadoras, maximizándose ello por la acción de los equipos livianos, paseantes y poppers ya que 4 señuelos a la vez paseándose por las tranquilas aguas de la laguna dan un espectáculo único, siempre había algún estallido de la superficie, salto acrobático o alguien peleando una pieza, una jornada fabulosa, espero que las fotos puedan dar una magnitud del día:


El Paragua en plena acción, se pesca disfrutando y "viviendo" el ámbito. Deibbis y su paseante negro "el asesino del juncal", el maestro artesano demostrando su sapiencia de constructor y pescador.- Fernando en plena "batalla" y mas abajo otra de los "cabeza amarga" Uno de tantos dobletes obtenidos. Leo con una muy colorida tararira, cuya hermosura solo contrasta con la bravura de su pelea, muy dignos rivales.- Como inicio requieren las cosas también requieren final, solo damos gracias a nuestras amigas Hoplias, que viven en este rinconcito de nuestro país el cual disfrutamos y compartimos con ustedes, ya que es parte de nuestra pasión que queremos con la captura y devolución legarle a nuestros nietos, de ustedes depende ayudarnos, por sus nietos también.

Antes de organizar una salida de pesca infórmese de que está saliendo, dónde y con que. En los comercios del ramo le pueden brindar esta información. No se deje engañar por artículos y publicaciones en las cuales el relevamiento informado tiene varios meses de antigüedad. Lo publicado en PESCA TOTAL nunca es viejo. Tratamos de brindarles la realidad. Además en nuestro FORO tiene el pique, no solo al día, sino al instante. Vea interesantes rincones dirigidos a todas las actividades afines a nuestra afición.


BOGAS COLONIENSESBOGAS COLONIENSESBOGAS COLONIENSES

ste año, como casi todos, en temporadas de bo-gas nos dirigimos a la ciudad de Colonia en

busca de ellas. Como todos sabemos, esta espe-cie es una de la mas buscadas por pescadores deportivos.

En este caso nos juntamos con los amigos Pablo y Tabaré, en Montevideo. una madrugada de Febre-ro, y previo aviso al amigo Daniel Pérez (Al aire li-bre) nos pusimos rumbo a Colonia, llegando a las 8 de la mañana a Puerto Tranquilo, ubicado en la pri-mera playa de la Ciudad de Colonia. El río se encon-traba espectacular, tranquilo e invitaba a la pesca. Luego de bajar la lancha por la playa, ávidos de pes-ca, nos dirigimos directamente a la Isla de los López, cita bien frente a la ciudad. Nos encontra-mos con una sola embarcación pescando; el río muy quieto cosa que de entrada no nos beneficiaba para la pesca de la boga. Siempre preferimos que el río corra un poco para tener mejor respuesta, y no nos equivocamos, pasamos cebando toda la mañana pero las esquivas bogas no marcaron firme su presencia. Al mediodía, al no tener suerte con la pesca decidi-mos ir a almorzar, una atención de primera en Puer-to Tranquilo. Planeamos la tarde de pesca y luego de un buen almuerzo y un pequeño descanso, decidi-

mos probar suerte pasando el puerto, frente al mástil. Es este apostadero un conocido y emblemático pesquero de bogas. Cebamos y tentamos una hora sin tener respuesta alguna, en ese momento queda-mos totalmente desmoralizados y ya con las esperanzas de una buena pesca perdidas. Como a las tres de la tarde pusimos proa nuevamente hacia la isla, y en el camino observamos que aparentemente el río tenía más movimiento. Volvieron las esperanzas, nos ubicamos al norte de la isla bien frente a una zona con rocas calculando la corriente para que la ceba quedara atrapada en la res-tinga y así tener más posibilidades. No tardaron en picar las bogas lo que nos volvió el alma al cuerpo.

Empezamos a pescar todos parejito, buenas bogas lu-chadoras, lo que si notamos es que el porte de éstas no es ni cercano a la de otros años. La pieza mas grande acuso dos kilos y medio pero les aseguro que desde que fondeamos hasta las 20 horas el pique fue firme y parejo, y muy disfrutable.


Usamos todos equipos livianos con tanza 0.30 monofilamento, bases de plomo corredizo y la carnada que mas rindió fue el maíz hervido con vainilla. A pesar de los portes más pequeños, esta especie le ofrece al pesca-dor un desafío distinto, ya que el pique es muy sutil, y si se “aferra” a destiempo seguramente sentiremos al pez pero no lo pinchamos. Por lo justo que debe ser el momento de “moquetear”, por la diver-sión que ofrece transmitiendo al pescador una sucesión de sensacio-nes debidas a la lucha franca que no cesa en todo el tiempo de recu-peración, y a la que se le agrega su potencia no nos cansaremos nun-ca de ir a pescarlas a sabiendas que los grandes ejemplares le pue-den hacer peligrar el podio tanto a dorados como tarariras. Un salu-do y buenas pescar para todos


El encargado de los quehaceres dia-rios en Gallos Blancos, o el casero digamos, conocido popularmente co-mo “El Musculoso” es el fiel reflejo de esas personas BUENA GENTE bien de campo pero sobre todo de monte, arroyo y río. Este amigo de la casa y de todos los que vamos fre-cuentemente, personaje que le da un toque especial al lugar y al cual le reclamamos ese desayuno con sus únicas tortas fritas. Es también un sabio consejero en cuanto a la pesca y la manera en que ven el como y el porque del pique según la época y los lugares. De esta manera nos enseña algo nuevo cada vez que vamos por Gallos Blancos. Muchas veces nos había hablado de que la mejor pesca en la zona se hacía en los meses de marzo y abril y que estas se hacían más buenas y efectivas en dichos meses en las lenguas rumbo al río Negro y no así en el Salsipuedes mismo. Parece ser que las tarariras se arriman aguas abajo buscando las lenguas con aguas más cálidas para cazar y comer de mejor manera y así prepararse para el aletargo del invierno venidero. En un fin de semana de camaradería y pesca nos juntamos con buena parte del equipo de la revista para hacer la última pesca de la especie en el lugar y fue también una buena excusa para juntarnos con amigos que se acercan a la redacción y que de a poco son parte viva de Pesca Total digital con los cuales pasamos unos días de la mejor camaradería además de la pesca. El primer día intentamos en la modalidad de trolling sin resultados y en un momento nos acercamos a una lengua para hacer spinning donde logramos capturas de juveniles y cabeza amargas. Luego de al-morzar y al ver que el viento había mermado salimos rumbo al río negro en un lugar donde siempre se logran buenas capturas conocido con el nombre vernáculo de “los pinos”. Es una plantación de pino na-cional en un cerrito junto al río donde además se forman unas playitas ideales para la pesca del peje-rrey y en verano ideales para darnos unos refrescantes baños que mitiguen el calor y así poder seguir pescando.

GALLOS BLANCOS

FIN DE TEMPORADA

Texto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel Tripani


En dicho lugar nos juntamos con otros colabora-dores de la revista, Gonzalo Méndez, Fernando Delgado y su hijo Damián que llegaron cerca del medio día en su lancha “Nieve Blanca” propulsa-da por un 55 hp que la hace volar, e ideal para desplazarse en largas distancias. Estos se en-contraban recién almorzando y luego de charlar un rato con nosotros, salimos todos juntos a probar suerte. Logramos unos piques muy interesantes en tro-lling que no pudimos concretar, Por mi parte un fuerte pique que parecía atraque hizo correr la línea de costado denotando pez con un par de cabezazos y seguramente la línea cortó en un palo con mejillones que abundan en la zona. Más tarde, escena similar, pero en la “Sandy” la chalana de Rober-to Tagle y Raúl Bove propulsada con un Mariner 4hp que se traslada de maravilla. Roberto prende una linda tararira que poco antes de estar lista para levantarla se fue tras vertiginosos saltos. Finalmente algunas capturas se dieron de ejemplares de mediano tamaño y supimos que junto a las cabañas y en la lengua principal de las cabañas salieron varias de cuatro kilos arriba. El domingo se presentó de maravilla y con los amigos de todas partes del país que se acercaron dis-frutamos de mucho pique de tarariras chicas y medianas más otro tanto de cabeza amargas pero eso si; entre risas, cargadas, gritos, cosa que no es lo más apropiado para conseguir la captura de tarari-ras de las buenas. El spinning rindió por lejos mucho más que otras modalidades. Los equipos variaban con cañas que iban desde 1,65m a 2,40m con reel de todo tipo y colores y la única diferencia era que unos alejaban un poco más los artificiales que los otros pero todos pescaron de manera similar. Lo que si hizo algo de diferencia fueron los señuelos que en líneas generales se trataban de ratling o pequeños tipo pez con ratling fueron los que se llevaron los mejores y mayores cantidades de tientazos. Gallos Blancos ofrece un entorno de relax total, con miles de metros de arroyo y río para recorrer que hacen que a pesar de estar con su capacidad colmada, parezca que estamos solos. La pesca, los

amigos, la camaradería, el confort, la naturaleza y el trato de la buena gente, hacen un combo imposible de igualar a la hora de buscar días junto a la naturaleza sintiéndonos como en casa en todos los sentidos. Gallos Blancos en abril y mayo pue-de depararle las mejores capturas de las últimas tarariras y las pri-meras pesca de pejerreyes con un confort y logística que lo hacen más que un atractivo destino. TELÉFONO DE CONTACTO DE GALLOS BLANCOS: 4660 4760


-Uh mira ese arroyito? -y si paramos a comer ahí.. y de paso hacemos unos tiritos?. Esas eran la palabra de un desesperado pescador que no aguantaba los apenas 430 kilómetros que sepa-raban la ciudad autónoma de Buenos Aires de la Capital Salteña Oriental. Era día domingo, el camping estaba lleno de gente de la zona, lagarteando a orillas del arro-yo que era un afluente del Río Uruguay, de aguas transparentes; todo esto en los terrenos de lo que parecía ser un viejo molino harinero. Luego de comer unas milanesas al pan, acerca-mos la camioneta a un sector manso del río, el apurao armo caña 5# línea de flote, puso una mosquita bastante feúcha…. Y comenzó una búsqueda exhaustiva de Taruchas. Había bastante actividad en la superficie. De principio opinamos que serian dientudos, por ahí alguna carpa. Habrían pasado unos 20 minutos; yo parado en la caja de la camioneta tomando unos mates y esperando que el “strike indicador” se hundiera, hasta que desde arriba de un puente de piedra

aparece un cabeza amarga haciendo arcadas por la mosca feúcha que lo saco del agua. Esto motivó que armara mi equipito 5# y saliera “por ellos”. Sacamos una veintena de peces, cabeza amarga muy pintorescos pero de tamaños chicos, varios dien-tudos enormes y bien dorados (cosa rara no?). Se nos hacia un poco tarde así que seguimos viaje y cruzamos por la heroica. Lamentamos que no an-duviera el CACIQUE de la ciudad para comerle las butifarras y tomarle el vino patero, y rumbeamos pal norte nomás. Pasamos el peaje y me dice: -y si hacemos unos tiritos en el Queguay? -mira que no conozco, realmente me gustaría. -TAS LOCO MANO!!! No sabes que necesitas permiso escrito para entrar a este pesquero? -mira si vas a venir de prepo y toquetearle el río al “mandamás”!!!. Pero igual te lo muestro; no nono, marcha atrás. El agua llegaba hasta el alambrado!!!!!!!!!! O sea el camino que sale de la ruta y llega a la calzada estaba lleno de agua, los árboles tapados por la cortina de H2O, etc. No quedó otra que seguir andando. Lo mismo se repitió en Guabiyú que estaba lleno de gente y con agua que llegaban hasta el primer Hotel.

Texto y fotografía: Sebastián Hasenbalg Texto y fotografía: Sebastián Hasenbalg Texto y fotografía: Sebastián Hasenbalg

VIAJE,DEBUTVIAJE,DEBUTVIAJE,DEBUT

Y DEPEDIDAY DEPEDIDAY DEPEDIDA


El Dayman en cambio venia repleto pero con corredera (alta como para hacer roll cast agarrado de los sauces) pero una chance hab-ía. Ya faltaban pocos metros para llegar a la “Posada del buen trato”. Un cálido lugar, con una atención digna de la familia real (inmerecida en algunos casos) con sonrisas y alegría en cada rincón del predio. Fue así que llegamos a la base de operaciones, tomamos unos mates, actualizamos nuestras vidas, vi-mos unos videos, nos aprontamos y salimos a la rambla de salto chico, a juntarnos con la Familia tutta!!, Los de acá y los de enfrente; esos que están del otro lado de la cordillera, los que se manejaron más de dos mil kilóme-tros para estar con la familia. Bajo una per-sistente lluvia, charlamos un rato y decidimos cenar en el Resto EL MOJARRA, atendido por “la mojarrita”, donde una mesa de 13 per-sonas, compartió birra gelata, pamplonas, Frankfurter y demás hasta un “Astronauta” se quiso comer el pelilargo. La amena velada termino 3:15 AM, dándole lugar a los sueños dorados y pesadillas de nylon.

La mañana siguiente arranco 8:30, cuando la puerta sonó y el agua caliente pal mate llego a nuestras manos. Armamos equipos, lider’s; pusimos la maquinita de atar en ON (no le daríamos tregua en los 2 días completos). Pensamos y debatimos sobre líneas, cañas y demás herramientas que deberíamos cargar para no dejar nada al AZAR…. Todo esto con la mayor tranquilidad ya que no mojaríamos nuestras ilusiones sino hasta las 13:00 hs (uruguayas). Sabíamos que ser-ía una jornada en MP3, o sea comprimida al máximo. Apenas dos horas y media a tres en el agua; era difícil para nosotros imagi-nar cómo sería la cuestión, solo sabíamos que estábamos allí por algo en concreto. De-mostrar que las moscas Malbran no son una bosta como dicen “algunos”; sino unos arti-ficiales de primera línea, ideales para la pesca de voraces asesinos acuáticos.

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domingos 12 horas.domingos 12 horas. Repetición domingos 24horasRepetición domingos 24horas


El cruce del puente fue un trámite, los pocos kilómetros hasta “la tor-tuga” camping club, se hicieron una eternidad, cortada por un almuerzo a las corridas y con unas vigilantes nubes que eran relojeadas con re-celo por todos nosotros. El camping era desprolijo, carpas armadas desde hace tiempo, camionetas, trailers, lanchas y música repartida por todo un bosque sobre un brazo que llega al Río Uruguay. Bajamos con poco tiempo en el “HABER”… y muchos ítems en el “debe”; así que apuramos las manos, armamos las cañas, aprontamos el

bolso, y pusimos marcha hacia el bos-que de Sherwood!!! Seria Robín Hood, el que nos encontraría? (un ladrón de ricachones y poderosos?) o serian siete los enanos que nos empernarían como a Blanca Nieves?. La cuestión que ya estábamos ahí. Vestidos de blanco como la novia y el novio no llegaba!!! Pasaban los minutos; o eran segundos? La cosa es que todo era en cámara lenta. Las gotas de mi frente, recorr-ían kilómetros de mejilla hasta llegar al cuello y el corazón golpeaba como tambor de Shaka Zulu en llamado de guerra. Bajo la boscosa barranca se escuchan unos prhasal verbs (fall away!! O don´t give up…eran las más claras), siluetas largas, desgarbadas y blanquecinas subían por el puente de madera, daban pena pobres gringos, la pinta de acabados que tenían; se ve que estaban desilusionados o bien agotados, porque dejaban surcos en la tierra por el arrastre de los pies. En fin… pobres tipos; pero lo que me importa es otra cosa. YA NOS TOCA A NOSOTROS????.... VAMOOOOSS vamo arriba que veo el agua!!! La marsopa nos esperaba blanca y radiante, repleta de buena Vibra!!. Saludamos al Capitán Javier (el salteño de enfrente), mosquero privilegiado, charla corta y motores en marcha; surcamos las aguas del río, pasamos por el control de Gendarmería y antes de decir -califragilisticoexpialidoso ¡!! Las pri-meras moscas volaban sobre el man-to de agua que venía de las com-puertas de la represa. Habíamos llegado hasta la pared, y sobre una de las exclusas de las pare-des de los costados se armaba una enchorrada de agua que corr-ía casi tan rápido como nuestras expectativas. Éramos tres pesca-dores en la lancha, y solo dos pla-taformas de pesca, así que uno quedaba encargado de la cámara de fotos y de las cañas de reser-va. “Bandana” Malbran y YO prime-riamos los lances. Él jugaba con una Redington CPX 9#, con línea


40+ de flote, lider de metro cincuenta de 0,65 y 0,47, acero de 30lbs y Malbran plateada y negra en anzuelo 4/0. Yo en cambio comencé con una SAGE DS2 8#, Línea Freshwater 8# de Hundimiento VI, lider de un metro en 0,65, acero de 0,30 lbs moscas Malbran azul y blanco con ojos de plomo en anzuelo 2/0. Los primeros tiros fueron cerca, para ver la acción de la mos-ca y el comportamiento de la línea, todo bien; pero en los cast largos, la línea se me enredaba un poco, creo que se debía a que es demasiado fina, y YO la sacudía por demás. Los strips eran cortos y rápidos, con algunas pausas de apenas microsegundos para incentivar los piques. Fue así que en poco tiempo tuve el primer ataque bien firme, que me agarro por sorpresa. Cañee como siempre y no pude engancharlo. Cuando termino de cañar siento un grito y veo un dora-do saltando atrás de mi hombro, era Bandana que había logrado pinchar su ataque. Un hermo-so doradito que anduvo en las 7 lbs (3,2 kg aprox). Foto, sonrisas, y al agua. La adrenalina era imparable. La posibilidad de pinchar un ma-

caco estaba al alcance de un cast. Como es de uso común, el que pesca “sale”, y entra el que estaba con la cámara de fotos…Así que Gianni fue a la plataforma, armado de una caña TFO TiCrx8#, línea 40+ de hundimiento VII lider de 80cm acero de 30 lbs y Malbran Roja y Blanca. Las subidas y bajadas eran constantes; el guía tomaba para el lado contrario de dónde íbamos a gare-tear. Subía hasta la represa, cruzaba a la corredera elegida y se dejaba derivar. Alternábamos la costa argentina, la uruguaya y las dos paredes laterales de la represa. En la siguiente bajada Gianni pincha un dorado lindo; unas nueve o diez libras creo. Pelea de lo lindo; corre, saca fotos el franchute y al agua. Ya la vena del cuello estaba por explotar de la adrenalina que nos embargaba. Yo seguía teniendo ataque tras ataque, creo que más de doce y seguía errando piques. Era inexplica-ble. Logro pinchar un lingote; creo que de unos cinco kilos aproximadamente, y en el medio del salto (en cámara lenta) gira la cabeza y “guiñándome” un ojo escupe literalmente la mosca que se nos viene encima a todos lo de la lancha. Otra desazón inexplicable!! Miraba el anzuelo a ver el filo de la punta pero era laser y estaba entero. No entendía por qué no se quedaba clavado el muy sotreta!!!. En fin fuimos alternando y sacando fotos de los dorados de Rama (cinco o seis) y Gianni (cuatro o cinco), que sumaron más de sesenta kilos de puro Oro Salteño!! Y YO, en uno de los enriedos de línea que hice (al tener mucha de esta fuera del reel y que al ser tan delgada se me anudaba), cambie por un momentopor la caña 10# del Gianni que estaba de back up y logre pinchar un doradito de unos tres kilos, que no podía hacerle frente a tremendo garrote y manso y entregado cayó en las garras de don Bogagrip. Salió foto y recupere el calor en el cuerpo. Párrafo aparte el hermoso doblete que se logro en una de las bajadas por el medio. Rama logra pin-char un doradito (así le decíamos a las cascarrias de 3-4 Kg.) y cuando el Gianni estaba mirándolo con la línea recogida y la mosca a metro y medio de la lancha se siente una explosión. El brazo del Moro-cho que sale para atrás como quien se engancha la camisa con la puerta del auto. El pique se perdió pero con un mágico movimiento de antebrazo el roll cast de 2 metros puso la mosca nuevamente en el agua y el Octubre rojo emergió por primera vez y con todo su poderío “engullo” la mosca y salió al


trote. No le alcanzaba las manos al pescadorazo pa clavar semejante armatoste. El primer salto fue descomunal y retumbó hasta en la más recóndita de las correderas de Paysandú. Era el sueño del pibe hecho realidad. La vasija repleta de oro abajo del arco iris, el nirvana tibetano. Ya ni sé como descri-birlo; a cada salto un suspiro. Sufrí como si fuera mío, finalmente el tesoro subió a la lancha; se abrazo al más grande; a mi amigo; a nuestro Guía; al Gianni que le dice -era más chico de lo que parec-ía. Pero el tamaño no importa; o si?. A ver qué macho dice lo contrario?. Peso apenas veintitrés libras que si la matemáticas no me falla son unos diez kilos y medio aproximadamente. Pero en mi retina quedó como el tesoro del Titanic, como el botín de oro. Un lujo de pescado; un excelente momento; una alegría difícil de transmitir. Si es lindo pescar un monstro cuanto más lindo a ver a tus amigos sacarlo. Pero claro; dije doblete; y el otro donde esta? En medio de la pelea del Gianni, salta otro do-rado cerca de la lancha y Rama que estaba cerca, saca línea, hace un tiro de espaldas y la mosca cae en la capocheta de unas diez libras de Salmónido Dorado que pelea con fuerza y ahínco. Toda una epopeya!!- Luego de tanta excitación y ya con el cuchillo entre los dientes (nos queríamos tirar al agua y aga-rrarlos con las manos) volvemos a hacer una subida. Como es de costumbre levantamos las líneas, nos sentamos; sino caes de culo de la velocidad que levanta además de volarse los gorretes. Y enfilamos para arriba cuando el Gianni advierte de una inusitada situación. El Pierre Nodoyuna de la pesca con mosca, había dejado la línea en el agua y la misma logro enredarse en la hélice del motor de emergen-cia, el guía lo miraba al franchute como diciendo -además de tener esa pinta “rarita” sos medio sala-me? Mmaaa el tal lio se había armado; estuvimos parados un buen rato, hasta que con paciencia y herramientas el guía logro salvar la línea. LAS COSAS QUE HAY Q AGUANTAR!!. El día se hacía noche y no por la puesta del sol, sino por la tormenta que se desato. Comenzó garuando pero se afirmo a los quince minutos. Nos pusimos capuchas y seguimos al firme, menos Bandana que le dio miedito los posibles rayos que pudieran o pudiesen caer sobre nuestros pobres cuerpitos nada más que por estar en el río casteando un para-rayos a doscientos metros de una central eléctrica. Fue así que el Guía dijo -esta es la ultima pasada. Fue así que salí decidido a la gloria. Era mi última chance de salir en la foto, bajamos por el lado Uruguayo, tiro para un lado y para el otro y nada. Ya casi llegando al final hago un tiro aceptable. Estaba en posición de ataque como si fuera un luchador de SUMO, atento a la mas mínima fricción; un strip; dos strip y llega el momento. El tirón fue intenso y el mecanismo se activo “cual trampa para ratones” el brazo derecho afirmó la hermosa DS2 y con un movimiento de cintura se completo la trampa mortal; la cámara lenta entro en acción; los microse-gundos parecían horas; el salto fue en ángulo de treinta grados en dirección contraria a la lancha; el cabezazo parietal era digno del mejor Hernán Crespo de la libertadores del 9. Las partículas des-prendidas reflejaban un arco iris imaginario con la intensa lluvia que caía sobre nosotros; pero esas partículas no son de agua; y la mano me quedo floja?; y la tensión sigue en la línea. Pero; pero; pero? Y mi caña?;la linda; la suave; donde ta? Ni la mejor escena de acción de Steven Spielberg hubiera cap-tado lo que mis ojos veían; lo que mi cerebro NO comprendía. Aun en el aire; el pedazo de vara volaba hacia los pies del Franchute; la sangre se me congela. Las piernas me tiemblan; creo que el corazón ya no palpita y mi brazo izquierdo se adormece. Será que termino en la coronaria de nuevo?. La expe-riencia médica me decía: Fractura expuesta en dos pedazos a la altura del mango.Arriba del corcho; la línea seguía tirante y el verdugo se reía, con rabia y desenfreno, traigo la línea para recuperar los tres tramos de “la hermosa” y continúo para acogotar al asesino, pero cuando lo tengo al lado de la lancha, la cabeza goleadora vuelve a hacer de las suyas y revienta el tippet llevándose mi sed de ven-ganza y mi honor. Fue as íque paso; no les puedo mentir. Sentimiento mas, sentimiento menos “la her-mosa” se fue para no volver; pero su huella quedara en mi memoria…


La familia de los Mugiliformes (mugil sp) pertenece a la rama de los Actinopterígios (peces con aletas radia-das) En Uruguay hay por lo menos 3 especies de lisas del genero Mugil sp. : Mugil cephalus , Mugil liza, Mugil plata-nus. Es una especie de hábitos bentopelágicos que alterna su vida en diferentes tipos de agua: salada, salobre y dulce. Esto es gracias a la importante tolerancia y adaptabilidad que poseen ante los diferentes cambios de salinidad, llamándolos a estas especies Eurihalinos. Los juveniles son los que mayormente frecuentan las zonas próximas a las costas, constituyendo cardúmenes que se desplazan casi al ras de la superficie. Debido a sus preferencias alimenticias, estas especies frecuentan en forma asidua la salida de emisarios sub-marinos en donde encuentran gran cantidad de materia orgánica en suspensión la cual la usan como alimento. La distribución de este pez en el mundo abarca todas las aguas tropicales, templadas y de bajas temperaturas como se puede apreciar en el siguiente mapa con su correspondiente referencia la cual explica la probabilidad relativa de encontrar esta especie en cuestión

PPPerfil del género erfil del género erfil del género Mugil sp. Mugil sp. Mugil sp. (((Pez lisaPez lisaPez lisa)))

Mario Acosta Rius


Descripción anatómica De cuerpo cilíndrico y de complexión gruesa, con una coloración en su dorso de intensidad oscura, de una tonalidad azulada. Dicha tonalidad se extiende hasta la zona media de cada uno de los flancos donde adquieren un color blanco plateado, cuyo brillo se pierde al llegar al vientre. Posee escamas del tipo Cicloide. Presenta dos aletas dorsales de poca extensión. La primera de ellas esta sostenida por radios espinosos. La aleta anal se visualiza mediante tres radios espinosos. La aleta caudal es del tipo homocerca hendida. Diferentes nombres de la lisa alrededor del mundo. Como en otras oportunidades, hemos comentado que la mayoría de los peces no tienen un solo nombre sino por el contrario, los tienen en amplia gama dependiendo que región, país o zona estemos situado. Por ejemplo tanto en Uruguay como en Argentina, el nombre para el pez en particular es el mismo: lisa, para el país vecino Brasil, lo llaman Trainha de Corso, Curima o Cambira. Mas al norte, mas precisamente en Colombia, le dicen Lebranche al igual que en Venezuela. Si nos vamos a Europa, mas precisamente a España, los de la madre patria les llaman Capitón o Mujol Gris (de esta forma también lo llaman en Cuba ) Curiosidades En España, así como en la costa mediterránea de Occitania y en amplias zonas costeras de Italia, es muy valorado y pretendido por su carne y, especialmente, por sus huevas, que se preparan en salazón, recibiendo éstas al estar desecadas y saladas el nombre de botarga En Uruguay, su comercialización es alta, siendo esta máxima para uso gastronómico. Aunque algunos descartan comer este pez dado que se lo asocia en las cercanías de caños colectores que van a dar a decenas de metros mar adentro en algunas zonas costeras. Fuentes www.fishbase.org (consultado entre los días 6 al 23 de marzo de 2012) http://www.aquamaps.org/receive.php (consultado 23 de marzo de 2012) http://www.itis.gov/ (consultado 20 de marzo de 2012) Peces Marinos de las costas uruguayas (Intendencia Municipal de Maldonado Dirección General de Higiene Ambiental) Sepkoski, Jack (2002). "A compendium of fossil marine animal genera". Bulletins of American Paleontology 364: p.560. (consultado 15 marzo de 2012)


Agradecimiento especial : a Marcelo Marengo y a Jorge Bar-locco que me ayudaron a elaborar la técnica con “pejerreycera” que sin ellos no hubiera podido hacerlo. Gra-cias! Como todo en la pesca, existen diferentes formas de llevar a cabo la actividad, por eso aquí plantearemos dos ejemplos en los cuales podemos tener éxito a la hora de pescar. Una de ellas es la llamada pesca de “ Robar lisas ”. Esta técni-ca puede tener algunas variantes, según el que desee realizar-la. La segunda opción se trata de la conocida “pejerreycera”, pero en esta oportunidad modificada para la lisa. Aquí desarrollaremos una. Los cardúmenes de lisas hacen desplazamientos medianos-largos que generalmente son de este a oeste del país. Usual-mente el cardumen anda cercano a la orilla, pero esto sucede rara vez, lo común es que este entre 50 y 300 mts de la mis-ma. Cuando el cardumen es muy grande, pareciera que el mar tomara un color plateado , negro , cual mancha de petró-leo….pero afortunadamente no lo es, el color se debe a los lomos de estos peces. Al estar todos juntos, uno les puede tirar un “robador” y caerle atraz del cardumen y ahí pegando

dos, tres, cuatro “cañasos” hacia atrás, poder robar una lisa. La acción de cañar hace que la pinchemos general-mente en el tronco, lo que hace que la lisa luche mas, dado que puede nadar lateralmente ejerciendo una fuerza de magnitud superior a la que estamos acostumbrados en comparación a si lo pescáramos por la boca. Esta práctica para algunos puede ser “dañina”, en cuanto a la agresión que uno le hace al pez, pero generalmente las personas que la practican , lo que pescan es para comer o para venderlo como carnada, en ciertas épocas del año en los cuales la carnada blanca no abunda, siendo la lisa una excelente opción. Los implementos a usar : una caña no flexible (los viejos pescadores usaban o usan las de tacuara), un reel (preferentemente rotativo, dado que este es mas resistente), tanza de diámetro 0,40 mm en adelante, chicote o base, y el robador. El robador puede constar del siguiente número de anzuelos: dos (para las piedras, rocas ), tres o cuatro. Todos ellos con un contrapeso (plomo o cable de cobre o cualquier metal pesado) en la patilla dejando libre el ojal para hacer el correspondiente nudo que unirá la línea al robador. Otra de las modalidades de pesca para la lisa: Con un estilo de “pejerreycera”, pero modificada, le agregamos dos boyitas “yoyo”, un propulsor, anzuelos de tamaño mediano tendiendo a chico pero fuertes dado que el pique de la lisa es con fuerza. La lisa usualmente pica de costado, a veces hunden todo el tándem, pero se ve en la “pejerreycera” que en este caso le llamaremos la “lisera”, que cuando pican, se deriva el boyin “yoyo” hacia un costado, y bueno ahí es-ta en la técnica del pescador poder clavar al pez y traerlas. Como siempre decimos tanto en spinning/baitcastin y en esta oportunidad “cañar” hacia el costado y no hacia arriba , de esta manera se logra una clavada mas efectiva.

Mario Acosta Rius

ALGUNAS TECNICAS PARA LA ALGUNAS TECNICAS PARA LA

PESCA DE LAS LISASPESCA DE LAS LISAS


De: Damian Sansberro Fecha: 22/03/2012 02:27:41 p.m. Para: [email protected] Asunto: pesca en el rio negro, Mercedes Estimados, envío 2 fotos para compartir con ustedes un día de suerte en el Rio Negro, a unos pocos Km al norte de la ciudad de mercedes. Saludos cordiales,

De: Damian Sansberro Fecha: 22/03/2012 02:27:41 p.m. Para: [email protected] Asunto: pesca en el rio negro, Mercedes Hola mi nombre es Jorge Anzola, queria mandarles estas fotos de una pesca en el Río Negro.

De: sebastian poggio zinno Fecha: 23/03/2012 10:59:13 a.m. Para: raul bove Asunto: RE: pesca total digital marzo 2012 hola viejo querido como andas te mando esta foto sacada por mi amigo y pesca-dor Carlitos Bertacchi el viernes 9 en la meseta de Paysandú ( zona hervidero) estoy con un hermoso dorado de 13 k !!!! Espero que andes bien y nos vemos pronto abrazo grande de toda la familia de Paysandú


CORVINA CONFITADACORVINA CONFITADACORVINA CONFITADA

ELABORACIÓN.

Confitar la corvina en vacío con aceite y ajo frito en un baño Maria a 65º 6 minu-tos; la sacamos de la bolsa del vacío y la doramos en la plancha por el lado de la piel. Confitar patata en rectángulos con acei-te. Pochamos la cebolla cortada en juliana y la marinamos con zumo de naranja. Los pimientos rojos asados cortados en tiras muy finas, se saltean al ajillo. Hacer un fondo con cebollita fresca pi-cada, alcaparra, anchoa, kepchut, mos-taza, yema de huevo, aceite y vinagre, con un punto de tabasco y pimienta de Souchan y añadir las aceitunas picadas. Presentar Con ayuda de un molde la ce-bolla en el fondo, encima el tartar, los pimientos, la patata y colocar encima la pieza y espolvorear con ajo avinagrado seco

INGREDIENTES

200 gr. de lomo de corvina limpia 1 patata 30 gr. de aceituna negra

25 gr. de pimiento rojo asado 40 gr. de cebolla morada Zumo de 2 naranjas

Espinacas Aceite de oliva 1 diente de ajo


Salir a pescar es un arte que pocos conocen, pero para aquellos que sí, resulta ser una pasión insustitui-ble. Salir a pescar con amigos re-sulta la mejor opción, es un mo-mento de distención y de cacharla amena entre gente que se conoce y comparte el momento en buena compañía. Si bien los momentos no son cons-tantes, uno trata siem-pre de encontrar un hueco donde poder ir a tirar unas líneas. El tra-bajo, la familia, la locomoción y otros tantos percances hacen que uno ni siquiera se cuestione salir a pescar. Aunque hay veces que si la compañía no se presenta, igualmente nos lanzamos a cualquier pesquero que nos permita pasar el ra-to, y si hay pesca, me-jor. Entrada la tardecita de un viernes a fines de no-viembre, me dirijo a pasar un momento a la rambla de Montevideo. Para ser preciso la idea es parar en “la chimenea”, hermoso pesquero de piedras casi donde comienza la escollera “Sarandí”. Y cabe aclarar que ésta vez se trataba de un mo-mento de pesca donde no encontré compañía. El día estaba despejado, el agua tenía el mejor aspecto, el sol ra-diaba calor a pesar que faltaba poco para el ocaso, y el viento era suave desde el sur este. Mejor

panorama climático para pasar una hermosa tarde, imposible. Al llegar al lugar mencionado, vi un panora-ma de pesca pobre. Uno se da cuenta cuando ve las cañas apoya-das en el piso, los pescadores to-mando mate, o charlando con otros

pescadores. Si bien ese no era el panorama buscado, la cantidad de gente apostada, hacía que conti-nuara mi marcha. No tuve que ir muy lejos, pues pa-sando “la chimenea”, se venía el “cubo del sur”. El cubo del sur es un lugar histórico, ya que se trata de una saliente en la rambla, donde

antiguamente se encontraba una defensa de la ciudadela de Monte-video. Actualmente se la reconoce como el cañón, ya que todavía hay un cañón de la época colonial en la explanada del cubo. Pero algo me llamó la atención antes de llegar a dicho lugar. Unos metros antes, sobre la rambla misma había, un pescador solitario que comenzaba a armar sus equipos. Me pareció una buena oportunidad para pasar un momento junto a otro pescador solitario. Paro mi auto y desciendo con mis equipos e pesca y la infal-

table matera. El hombre vestía una bermu-

da de gabardina verde militar, una camisa lisa color celeste y unas zapatillas náuticas de cuero marrón. Un atuendo poco usual de ver en los pesca-dores de Montevi-deo, pero, pescador al fin. Se encontra-

ba parado en el cuarto banco de la rambla mien-tras que yo para no mo-lestar, me

fui al quinto banco. Si no había pesca, por lo menos no estábamos tan lejos como para conversar un poco. En definitiva me puse a ar-mar mis equipos como lo hago siempre, pero ésta vez tenía un ojo en lo que hacía yo, y el otro ojo en lo que hacía aquél hombre. Pues su aspecto me daba cierta intriga.

Texto: Fernando Rovira


Al cabo de unos minutos ya tenía armada mi vara de fibra con el viejo Penn 200 de papá. Un plomo de 130 y un anzuelo medianito como para estar preparado a todo. Efectúo el tiro, pongo la chicharra y dejo la caña apoyada en el muro de la rambla. Entonces me pongo a armar el otro equipo. Bastante similar, al pri-mero, también con un Penn 200, pero ésta vez con un anzuelo un poco más grande, tal vez un 3.0. Me acomo-do para efectuar el lance, y veo que el pescador de al lado me está observando. Quito la vista del mismo y me concentro en hacer el lance lo más lejos posible, esta vez encarno con cangrejo, tal vez se arrime algu-na tambera. Hermoso tiro. Apoyo la caña en el muro, pongo la chicharra y me pongo a ordenar todo el equi-po que había quedado desordenado. Al terminar de juntar todo, me paro y me lleve el susto de mi vida. El pescador del otro banco se encontraba parado junto a mí. -Disculpe que lo moleste sabe que tengo problemas con el reel. No entiendo cómo va colocado. Traté de no reírme, pero igualmente esbocé una son-risa. Tomé la caña, el reel rotativo todo de marca Dai-wa y se lo ajusté diciéndole.- No hay problema – Sa-qué la tanza, la pasé por los pasa hilos, le hice el nudo y le coloqué plomo y anzuelo. Tan natural lo hice que no me di cuenta que todo eso no era mío. Muy agrade-cido por la ayuda, ésta vez quien rió fue él. Me pre-senté y se retiró. Armé el mate sin perder de vista todos sus movimientos. Mientras tomaba el mate y controlaba mis equipos cuando miré de reojo lo que estaba haciendo el otro pescador. Sacó de entre su valija un fino cuchillo metálico, algo que nunca había visto. Cortó la carnada y la colocó muy lentamente en el anzuelo. Sacó un car-toncito que rompió, y de ahí salió la bobina de hilo pa-ra atar la carnada. Cuando terminó de atar, sacó de entre sus pertenencias una tijera también metálica de punta fina y muy larga, con la que cortó el hilo y con la que cortó algo más de la carnada. A la distancia no se apreciaba muy bien. Un segundo después sacó una jeringa y ahí no resistí más. Me acerqué lentamente sin la intención de llegar hasta él. Le estaba inyectan-do algo a la carnada. Por mi mente recorrieron cientos de consejos de mi viejo y en ninguna parte me acordaba de algo tan in-creíble. Pero sin demostrar mucho interés pegué la vuelta. Mi chicharra sonó y salí corriendo. Deje mate y termo y tomé la caña. Volví a poner el mecanismo en su lugar y tantee la tanza. Volvió a tocar y pegué el aferrón. La caña se clavó y corcoveó y volví a aferrar. Estaba pin-chada. Al recoger me di cuenta que si bien algo traía no era de un porte descomunal, pero algo era. Al ter-minar de recoger la línea, miro por el murallón para

abajo y parecía ser una roncadera. Cuando la subí con-firmé que así era, aunque debo admitir, que pensé que era más grande por la forma de picar. Era algo así co-mo un "mingo". Orgulloso de mi pesca la tome para sacarle el anzuelo, cuando miré al pescador de al lado quien se encontraba mirándome. Le hice seña de de la pieza y sonreí orgulloso de la captura. Me saludó asin-tiendo con la cabeza y continuó con lo suyo. Me dispuse a encarnar nuevamente el anzuelo mien-tras lo miraba de reojo. Hizo su primer tiro. La ploma-da cayó a unos 40 metro detrás de la piedras que so-bresalían en el agua. Si mucho apremio a aparente-mente conforme con su tiro, pasó la aguja y se sentó a esperar el pique. Cuando terminé hice el lanzamiento de la caña que había recogido. Mientras la plomada viajaba por el aire y mi vista recorría su vuelo, sonó la otra chicha-rra. Saqué la vista del plomo para mirar la otra caña, y en ese momento, se me hizo flor de galleta. Mis pala-bras no se pueden reproducir pues me acordé de toda mi familia, y alguno que otro también. Solté todo y me dediqué al chicharrazo, ya que la otra estaba toda enmarañada. Aferro y pincho otro pez. Al recoger era otro minguito. Mi calentura por la galleta ya había dis-minuido, pues dos piezas de continuo era mucho pedir. Mientras tanto mi vecino miraba atento a lo que me estaba sucediendo. Me dispongo a volver a encarnar la segunda caña y a volver a hacer otro buen lanzamien-to. Esta vez la idea era no hacer galleta nuevamente. Y así fue, un tiro perfecto. Dejo la caña nuevamente en el piso y me dispongo a desenredar la galleta que se me había armado. Pero antes un par de mates. A los diez minutos vuelve a sonar la chicharra. Dejo todo tirado en el piso y tenso la línea. Un segundo después la línea se afloja. La vuelvo a tensar y se vuelve a aflo-jar. Enseguida dije.- Tengo una burra pinchada-. Ten-so la línea y recojo con fuerza. Efectivamente algo un poco más pesado era. Después de un rato de lucha, logro sacar una hermosa burriqueta, tan grande que ya tenía dientes. Mi sonrisa se podía ver a lo lejos. Tres tiros, tres piezas. Mi vecino miraba y sonreía. No pod-ía entender si estaba realmente contento o entre dientes me maldecía. El sol se ponía y así fue pasando la tarde. Al cabo de una hora tenía siete piezas mientras que mi vecino del quinto banco no había sacado nada. Había logrado des-armar la galleta, y ya tenía las dos cañas nuevamente en el agua, pero el pique parecía haberse detenido. Viendo la quietud que se había gestado, decidí ir a husmear los artículos que me habían llamado la aten-ción del pescador solitario. Y de paso conversar un poco. Cuando me acerqué volvía ver lo que antes no había visto con exactitud. Efectivamente tenía una jeringa, un cuchillito tipo bisturí y unas pinzas como


las de un médico cuando tiene que operar. Evitando ser tan obvio, simplemente pregunté.- ¿Y no pica nada?- Para qué pregunté. La caña pegó un tirón que casi se le escapa de las manos. No tuvo tiempo ni de contestarme. Simplemente aferró y la caña volvió a tirar en un juego de ver quién era el más fuerte. Viendo la situación tan de cerca solo me vino la idea de ayudarlo con un consejo.- Ponle la estrella.- a lo que me contestó.- ¿La qué? Mi expresión lo dijo todo. En vez de repetir la frase simplemente le tomé el reel y le giré la estrella. En ese momento la tanza aflojó la tensión y la lucha se hizo menos violenta. Y le comenté,- Cuando el animal de abajo tire, el animal de arriba afloja. Me aparté y lo dejé pelar contra la pieza, la que parec-ía ser de buen porte. Mi temor era que la perdiera por no saber traba-jarla. Pero en el fondo sabía que no debía entrometerme. Unos veinte minutos tardó la lucha hasta que el pez afloró sobre la ola que rompía suavemente sobre la piedra. Cansa-do el hombre no sabía que debía hacer. Me miró como buscando ayuda y yo, simplemente le dije.- Tranquilo, que yo bajo a buscarla.- A esa altura de la rambla hay una escalera que conduce a unas pie-dras que en días de bajante son de fácil acceso. Pero hoy estaban bas-tante tapadas por la pleamar de ese momento. Entonces caminé por el escalón que recorre la parte in-ferior de la muralla y llegué a to-mar la tanza que se perdía en el agua. Comencé a tirar con la mano

y al fin apreció la presa. Era una hermosa corvina blanca de no me-nos de cinco kilos. Me agaché le metí los dedos en las branquias, cosa que no se escapara, y subí nuevamente las escaleras. El asom-bro de aquél pescador fue tan grande como el mío cuando vi aque-lla pieza que hacía años no veía por ahí. Le dejé la corvina frente a sus pies y me retiré dándole mis felicitaciones. Pero la emoción era tan grande que soltó la caña y me abrazó. – Gracias, gracias.- Me de-cía mientras miraba su presa. Tomó la tanza para desprenderla del anzuelo y la corvina se sacudió. Roncaba fuertemente, producto de las contracciones que produce sus músculos contra la vejiga natato-ria. Menudo susto se llevó y la soltó en el suelo. Intentó nueva-mente la maniobra y el bicho volvió a sacudirse. Era una situación poco frecuente y lo primero que pensé era que no sabía cómo desprender-la del anzuelo. En ese momento me mira nuevamente y me dice.- ¿No se anima sacarla del anzuelo?- Co-mo no. ¿Sabe Ud. Sacarla o le en-seño? Pregunté atónito con lo que me pedía, cuando me responde. - En realidad no puedo sacarla. Contestó aquél hombre. Con una respuesta así no pude mi-rarlo fijamente a los ojos, pues me pareció una respuesta absurda. Al parecer mi cara fue muy obvia ya que me contestó. -Soy médico cirujano y no puedo pincharme las manos. Pues mañana entro de guardia y debo tenerlas sanas. Si me lastimo las manos tra-

tando de maniobrar el pez, no me dejarán operar. De chico aprendí a pescar con mi papá quien hace unos días falleció, es por eso que hoy estoy acá, para recordar los momentos vividos con él y vivir un poco de lo que me he perdido. Hace muchos años que dejé la pesca de-bido a la profesión que tengo. Dicho esto, desprendí la corvina y me retiré en silencio total, siendo muy agradecido por la ayuda. Tomé mi mate y termo y me senté a dis-frutar de los bellos colores que nos otorgaba el ocaso en noviem-bre. Mientras tanto mi mente re-flexionaba las palabras de aquél pescador. A veces uno se cuestiona si ir a pescar solo o acompañado. A veces uno simplemente no va a pescar porque está cansado o porque llue-ve o hace frío. Después de ese día me sentí muy afortunado de poder ir a pescar cuando lo hago y jamás volví a cuestionarme el porqué a veces, tengo escusas para no salir de pesca. Mi sorpresa no acabaría ahí. A mo-do de agradecimiento por la aten-ción obtenida y por el momento que pasó, cuando el pescador se fue me dejó la corvina. Tampoco podía limpiarla, ni tenía quien lo hiciera. Un instante después se retiró Si uno piensa que al ir a pescar, cree que ha visto todo, se equivo-ca. La pesca suele ser totalmente impredecible, dentro del agua, como fuera de ella.

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pesca digital 68 - abril 2012

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