p. feyerabend y m. berman. crítica de la ciencia

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Jerry Espinoza Rivera La crítica de la ciencia moderna en la obra de P. Feyerabend y M. Berman! Abstract. This paper is a defense of those hors who, during the last thirty years, have lIed against the excesses committed in the e of modern science and rationalist idolatry. accomplish this, our grounds are texts by Feyerabend and Morris Berman, authors denounced that the inhuman and self- ctive character of modern societies is a t consequence of their excessive cult of n and science. ey words: relativism, modern science, cult reason, Feyerabend, Berman. Resumen. Esta ponencia es una defensa de s autores que, durante los últimos treinta se han alzado en contra de los excesos . 'Osen nombre de la ciencia moderna y la a racionalista. Para esto, nos basamos 'Osde Paul Feyerabend y Morris Berman, s que denuncian cómo el carácter 'O y autodestructivo de las sociedades s es una consecuencia directa de su 'ido culto a la razón y la ciencia. ras clave: relativismo, ciencia moderna, la razón, Feyerabend, Berman. Introducción impresionantes avances alcanzados por . y la tecnología durante los últimos especialmente en el campo de las tele- iones y la oferta de bienes y servicios, son innegables. Es notorio que, sólo doscientos años atrás, los seres humanos ni siquiera soña- ban con alcanzar los índices de productividad y de eficiencia actuales de una sola de las grandes empresas transnacionales. Ningún europeo con- temporáneo de Kant y Goethe podía imaginarse la casi infinita diversidad de bienes y servicios a los que hoy fácilmente puede acceder cualquiera de sus coterráneos actuales. Sin embargo, al mismo tiempo, nunca como hoy parece tan claro que el rumbo tomado por las sociedades occidentales modernas nos está conduciendo vertiginosamente a un callejón sin salida, e incluso a la autodestrucción. Es evidente que algo "anda mal" en Occidente: la abismal brecha existente entre ricos y pobres que cada día se profundiza más y más, el ya evidente desastre ecológico, el creciente avance del autoritarismo en el poder, el consumismo desenfrenado de masas, la profundización de la alienación -que se expresa en la frivolización del pensamiento y la progresiva banalización de la existencia-, son sólo algunos de los graves síntomas que muestran claramente que estamos ante una crisis que, a no muy largo plazo, pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana. Ahora bien, ¿son estas características de las sociedades modernas incompatibles entre sí, o, por el contrario, responden a una misma lógica?, es decir, ¿son las dos caras de una misma mone- da? Esta ponencia intenta mostrar la postura de aquellos pensadores que se inclinan por la segunda opción. No es fácil criticar hoy en día las excesos cometidos y justificados por el progreso de la ciencia y la tecnología durante los últimos Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII Número doble (109/110), 81·85, Mayo-Diciembre 2005

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Filosofía de la Ciencia

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  • Jerry Espinoza Rivera

    La crtica de la ciencia moderna en la obra deP. Feyerabend y M. Berman!

    Abstract. This paper is a defense of thosehors who, during the last thirty years, havelIed against the excesses committed in thee of modern science and rationalist idolatry.accomplish this, our grounds are texts byFeyerabend and Morris Berman, authorsdenounced that the inhuman and self-ctive character of modern societies is at consequence of their excessive cult ofn and science.

    ey words: relativism, modern science, cultreason, Feyerabend, Berman.

    Resumen. Esta ponencia es una defensa des autores que, durante los ltimos treintase han alzado en contra de los excesos. 'Osen nombre de la ciencia moderna y laa racionalista. Para esto, nos basamos'Osde Paul Feyerabend y Morris Berman,s que denuncian cmo el carcter

    'Oy autodestructivo de las sociedadess es una consecuencia directa de su

    'ido culto a la razn y la ciencia.

    ras clave: relativismo, ciencia moderna,la razn, Feyerabend, Berman.

    Introduccin

    impresionantes avances alcanzados por. y la tecnologa durante los ltimosespecialmente en el campo de las tele-iones y la oferta de bienes y servicios,

    son innegables. Es notorio que, slo doscientosaos atrs, los seres humanos ni siquiera soa-ban con alcanzar los ndices de productividad yde eficiencia actuales de una sola de las grandesempresas transnacionales. Ningn europeo con-temporneo de Kant y Goethe poda imaginarsela casi infinita diversidad de bienes y servicios alos que hoy fcilmente puede acceder cualquierade sus coterrneos actuales.

    Sin embargo, al mismo tiempo, nunca comohoy parece tan claro que el rumbo tomado porlas sociedades occidentales modernas nos estconduciendo vertiginosamente a un callejn sinsalida, e incluso a la autodestruccin. Es evidenteque algo "anda mal" en Occidente: la abismalbrecha existente entre ricos y pobres que cada dase profundiza ms y ms, el ya evidente desastreecolgico, el creciente avance del autoritarismoen el poder, el consumismo desenfrenado demasas, la profundizacin de la alienacin -quese expresa en la frivolizacin del pensamiento yla progresiva banalizacin de la existencia-, sonslo algunos de los graves sntomas que muestranclaramente que estamos ante una crisis que, a nomuy largo plazo, pone en riesgo la supervivenciamisma de la especie humana.

    Ahora bien, son estas caractersticas de lassociedades modernas incompatibles entre s, o,por el contrario, responden a una misma lgica?,es decir, son las dos caras de una misma mone-da? Esta ponencia intenta mostrar la posturade aquellos pensadores que se inclinan por lasegunda opcin.

    No es fcil criticar hoy en da las excesoscometidos y justificados por el progreso dela ciencia y la tecnologa durante los ltimos

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    quinientos aos sin ser tachado y descalificado-tanto desde la derecha positivista al estilo deBunge, como desde la izquierda ms cientificistaal estilo de Althusser- como "irracionalista","reaccionario" o "conservador".

    A pesar de esto, en los ltimos treinta aosun pequeo grupo de pensadores se ha atrevidoa denunciar la nueva idolatra que dirige hoy losdestinos de la Humanidad y a desenmascararel rostro oscuro de Occidente. En esta ponenciaescogimos a dos de ellos por ser de los ms repre-sentativos de esta corriente: Paul Feyerabend yMorris Berman.

    El primero de ellos, el enfant terrible delos filsofos del siglo XX, se dedic durantegran parte de su vida acadmica a denunciar loque l consideraba la impostura del lenguaje delos cientficos y sus exageradas pretensiones deser los "guardianes de la verdad". El segundo,como historiador de la ciencia, advierte sobreel abismo hacia el que se dirigen las sociedadesoccidentales, al crear una brecha cada vez mayorentre el S Mismo y el Otro y, para entender esteproceso, rastrea los oscuros orgenes de lo quehoy llamamos la ciencia moderna, lo que l llama"la historia oculta de Occidente". A continuacindescribiremos cules son las ideas principales deestos autores.?

    Feyerabend: la impostura del lenguajecientfico

    Paul Feyerabend, atacado por muchos, yreconocido por pocos, tuvo el dudoso "honor"de ser declarado en 1987 por la revista Naturecomo "el peor enemigo de la ciencia". Por qula comunidad cientfica se ensa de tal formacon este estudioso de la ciencia? Tal vez porqueFeyerabend cometi el "terrible pecado" de criti-car, no slo a la ciencia, sino tambin al lenguajey a las prcticas de la comunidad cientfica.

    Sin embargo, en honor a la verdad, debe-mos decir que, en contra de lo que afirmansus detractores, Feyerabend nunca se declar"enemigo de la ciencia". Por el contrario, en susTesis a favor del anarquismo, reconoce el aporterevolucionario que desempe la ciencia en losinicios de la Modernidad, como defensa de las

    ideas de la Ilustracin y del proceso de secula-rizacin, al cuestionar la imagen religiosa de ununiverso inmutable, creado y ordenado por Diosen el cielo y dirigido por sus representantes, elclero y la nobleza, en la tierra:

    Hasta cierto punto la fe en la ciencia est justificadapor el papel verdaderamente revolucionario que des-empe en los siglos XVI y XVII. Los anarquistaspredicaban la destruccin y, mientras, los cientficosrebatan por completo la imagen armnica del mundode siglos anteriores, superaban un "saber" estril,transformaban las condiciones sociales y conseguanensamblar cada vez con mayor perfeccin los ele-mentos de un saber nuevo acerca de lo que es almismo tiempo verdadero y bueno para la humanidad.(Feyerabend, 1993, 9)

    Es claro que Feyerabend nunca dice que laciencia del siglo XVIII era progresista porquenos haya aproximado ms a la "realidad". Lo queFeyerabend dice es que la ciencia jug un papelprogresista porque los cientficos de esa pocatomaron partido por la revolucin y el cambio,al manifestarse en contra del rgimen feudal yautocrtico, y en favor de la separacin entre laIglesia y el poder poltico.

    Sin embargo, Feyerabend tambin denunciaque la situacin ha cambiado radicalmente hoyen da, pues en la actualidad es imposible soste-ner que la ciencia juega el mismo papel que hacedoscientos aos. Feyerabend afirma que la pre-tensin de defender la ciencia actual refirindosea su lucha contra el oscurantismo religioso es, porlo menos, ingenua. La gran mayora de los cien-tficos en la actualidad no encuentran ningunaincompatibilidad entre el ejercicio de su profesiny su irracional creencia en un Dios omnipotentepor mltiples razones, entre ellas, el hecho de quelas mismas jerarquas religiosas, como es el casode la Iglesia Catlica, hayan convertido a la cien-cia en uno de sus mejores aliados, y hoy apruebanmuchas de las teoras cientficas que antes fueroncontroversiales, tales como la teora de la evolu-cin. Ningn cientfico es excomulgado hoy enda por defender la teora de Darwin.

    Los cientficos de la actualidad, no slo yano defienden la transformacin de la sociedady del poder poltico, sino que incluso convivenen estrecha alianza con este mismo poder y

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    estn comprometidos con el mantenimiento delorden existente:

    La ciencia del siglo XX ha renunciado a toda pretensinfilosfica y ha pasado a ser un gran negocio.Yano cons-tinIye una amenaza para la sociedad, sino que es uno desus puntales ms firmes. (Feyerabend, 1993, 10)

    Es dudoso que exista alguien que pueda refu-tar tajantemente esta afirmacin de Feyerabend.Que la ciencia es hoy en da uno de los mayoresaegocios para las grandes empresas trasnacio-oales es algo fcil de constatar. Basta con ver

    enormes ganancias que obtiene la industriaiumacutica por la invencin de nuevas vacunas

    nuevas medicinas, o la feroz competencia pordonar especies de animales para obtener jugososdividendos de su comercializacin. Eso sin hablar

    los miles de cientficos que laboran, directa o. ctamente, para la industria armamentista o,

    al otras palabras, de la ciencia y la tecnologa alicio de la muerte.Otra de las razones por las cuales Feyerabend

    SI:iiala que la ciencia ha pasado a convertirse endiscurso inocuo para el poder poltico, es sujamiento cada vez mayor de la comprensinpblico no especializado.

    levanta un muro entre el escritor y su lector, ypor falta de conocimiento, no porque no se sepa, es el lector, sino simplemente para formulariones que estn de acuerdo con un determinadode objetividad profesional. Y es este idioma feo

    4lesarticulado el que aparece por doquier y asume lasnes de las descripciones ms claras y sencillas.bend, 1993, 36)

    La ciencia cada vez se convierte ms enasunto de "expertos", los cuales manejan un

    ~e hermtico e ininteligible para los "no. dos", es decir, la gran mayora de la gente, , quienes cada vez pierden ms su interslos debates actuales de la ciencia. Era infinita-

    ms sencillo -y apasionante- participar de. usin entre geocentristas y heliocentristas,

    creacionistas y evolucionistas, que tratar. siempre infructuosamente- de estar al dadiscusiones de la fsica actual sobre teora

    supercuerdas o teora cuntica. El lenguaje deciencia se aleja cada vez ms del "mundo de la

    vida" para convertirse en un lenguaje tcnico quees monopolio de unos cuantos especialistas. 3

    Feyerabend cita varios ejemplos para demos-trar que el excesivo empeo en mantener ellenguaje cientfico "objetivo" puede llegar aextremos ridculos cuando se trata, por ejemplo,de hablar sobre la sexualidad humana, como en elcaso del famoso tratado de sexologa de Masters yJohnson (Feyerabend, 1993, 35-39).

    Ms que "enemigo de la ciencia", Feyerabendes una especie de escptico de espritu libertariocuya voz de protesta se eleva frente a lo queMarcuse denomina la unidimensionalidad delpensamiento occidental y su defensa de la Razninstrumental. No es entonces casual que su pen-samiento haya generado tanta animadversinprecisamente dentro de la comunidad cientfica,cuyos intereses actuales estn muy lejos de losde los crticos cientficos europeos del Siglo delas Luces.

    Berman: la ciencia moderna y lahistoria oculta de Occidente

    Morris Berman es un historiador de la cien-cia cuya obra es poco conocida en nuestro medio.Al igual que Feyerabend, Berman critica elrumbo de la sociedad moderna y denuncia el ladosiniestro que esconde el progreso cientfico.

    Sin embargo, Berman va an ms all queFeyerabend en su crtica de Occidente. A diferen-cia de Feyerabend, Berman considera que la crisisde la sociedad moderna es slo la profundizacinde un proceso que viene atravesando Occidentedesde hace ms de dos mil aos, cuya caracters-ticas fundamentales son la negacin del cuerpo yla separacin entre el S Mismo y el Otro.

    Para explicar este fenmeno, Berman recurrea la formulacin lacaniana del estadio del espejo,cuya importancia sera crucial, por ser el momen-to en el cual, al constituirse el yo, se establece labrutal separacin entre el S Mismo y el Otro:

    Jacques Lacan ha cubierto mucho del mismo territorioque Merleau-Ponty, siendo mucho ms agresivo queotros psiclogos sobre lo que l considera la cats-trofe de la brecha, o la divisin S Mismo/Otro. Laconsecuencia de esta divisin, dice, es que la estruc-tura ontolgica de la vida humana es paranoide (el S

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    Mismo puede ser invadido por el Otro) [...] Un ego esconstruido para empapelar este brecha, hacindola, enforma reprimida, la fuerza dinmica de nuestras vidas.En otras palabras, intentamos curar la falta bsicaidentificndola con una imagen visual de nosotrosmismos. Lo que la mayora de los psiclogos estimancomo un signo de salud, a saber, una fuerte estructuradel ego, Lacan lo estima como sntoma de una psiquisperturbada. (Berman, 1992,26)4

    Esta separacin se repite en toda la histo-ria de Occidente de los ltimos dos mil aos.Berman hace un recorrido por lo que l denominala "historia somtica" de Occidente, dirigiendo suatencin hacia aquellos momentos que significa-ron un cambio brusco en la relacin de los sereshumanos con su propio cuerpo y con la Otredad.

    Veamos el caso de la Edad Media. Bermansubraya que no es casual que, mientras por unlado el Medioevo europeo fue una poca marcadapor el desprecio hacia el cuerpo, por otro ladotambin fue un perodo de intolerancia religiosa,de persecucin de todos aquellos que, de una uotra forma, representaban la Otredad (la bruja,el hereje), y de un exacerbado horror y un tratoespecialmente cruel hacia los animales, (espe-cialmente hacia los gatos), percibido s como unOtro amenazante (Berman, 1992, 59).

    Sin embargo, el paso del mundo medieval almundo moderno no signific un cambio sustan-cial de esta relacin. Por el contrario, la visinmecanicista cartesiana del mundo continu yprofundiz an ms esta separacin:

    Segn el gran pensador mecanicista, Ren Descartes,los animales no eran otra cosa que autmatas, nosufran ms dolor que el que puede sufrir un reloj.Desde all en adelante, la experimentacin con anima-les vivos se extendi por toda Europa occidental. Si losanimales no eran ms que los relojes, su sufrimientopoda desecharse como simples ruidos, y as es comorutinariamente se les clavaba a mesas para viviseccino para ilustrar hechos anatmicos tales como la circu-lacin sangunea. (Berman, 1992, 69)

    Pero lo ms interesante al respecto es loque sucede hoy en da. El siglo XX no slo fueel siglo de las dos guerras mundiales y el de lainvencin de las armas nucleares, sino que tam-bin fue el siglo que institucionaliz la tortura

    y el exterminio masivos de millones de animalesen nombre del progreso cientfico:

    Como seala [Peter] Singer, millones y millones deanimales son torturados cada ao en Estados Unidosy Europa dentro del marco de experimentos motiva-dos nada ms que por una curiosidad sin objetivos-es decir, experimentos que no tienen ni la msremota perspectiva de producir beneficios mdicos ocientficos-o Muchos ms experimentos son llevadosa cabo con propsitos comerciales, tales como ensa-yos de cosmticos o de colorantes para alimentos.Ambos tipos de experimentos son frecuentementebrutales, involucrando prolongados electroshocks,tcnicas para enloquecer o deprimir a los animales,inanicin, envenenamiento, sobrecalentamiento letaly mucho ms. (Berman, 1992, 70)

    Berman concluye diciendo que una sociedadque trata al animal-Otro como si fuera materialde desecho, no es extrao que termine destruyn-dose a s misma:

    El genocidio tipo lnea-de-ensamblajey el tratamientodel cuerpo humano como un espcimenmdico son dosexpresionesobviasde esto.Si es que elOtrono esms quepapel borrador, por as decirlo, finalmente el S Mismoser consideradoen forma similar.(Bermau, 1992,71).

    Algunas de las consecuencias que segnBerman est provocando el ensanchamientocada vez mayor de la brecha existente entre elS Mismo y el Otro en las sociedades modernasson: Desequilibrio psicolgico extremo, arma-mentismo, sadomasoquismo, "nusea", locura,adiccin, autodestruccin, incapacidad de sernuestro propio cuerpo, y, finalmente, guerranuclear -como "purificacin" del mundo de laOtredad-, destruccin de las especies y suicidiocolectivo (Berman, 1992, 86).5

    Conclusiones

    Vivimos una poca angustiante. Contrarioa lo que muchos esperaban, el final de la GuerraFra, y con ella de la confrontacin Este-Oeste,no signific que el mundo se hiciera ms estable.Muy por el contrario, nunca como hoy el futurode la humanidad ha sido tan incierto.

    La gran interrogante que Freud lanza a lacivilizacin moderna en El malestar en la cultura

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    sigue siendo vigente: Es cierto que los avancesen la medicina y en la salud pblica han alargadonuestra esperanza de vida, pero es que acaso noshan hecho ms felices?

    Es evidente que no podemos medir el gradode felicidad que produce una cultura del mismomodo como medimos sus indicadores econmi-cos -aunque muchos defensores del libre merca-do parecen creer que ambos son equivalentes-o

    Paul Feyerabend y Morris Berman nos aler-tan del peligro del fundamentalismo cientfico,tan peligroso como cualquier otro fundamen-talismo. Los cientficos son seres tan falibles ytan vulnerables como cualquier otro. Por qudebemos permitir que tomen la mayor parte delas decisiones que afectan nuestra existencia sinconsultamos?

    Las mayores atrocidades cometidas duranteel siglo pasado, desde Auschwitz hasta Hiroshima,fueron posibles gracias a la complicidad demuchos "expertos" y a la labor de una burocracia"eficiente". Slo esto debera ser razn suficientepara desconfiar de ellos y exigir un mayor controlde sus acciones.

    Feyerabend y Berman advierten que es nece-sario dar un cambio radical al rumbo de nuestrassociedades si queremos garantizar la viabilidadde la existencia humana en un futuro cercano.Es demasiado lo que est en juego para correr elriesgo de no hacerlo ...

    NotasEsta ponencia es una respuesta al artculo de LuisCamacho titulado "Las voces de la resistencia:

    reacciones contra el relativismo en epistemologay filosofa de la ciencia" (Revista de Filosofa dela Universidad de Costa Rica, Vol. XL, Nm.100, enero-junio, 2002, pp. 29-35).

    2. Por obvias razones de espacio, la descripcinque hacemos del pensamiento de estos autores esnecesariamente limitada.

    3. Lo mismo podemos decir en relacin con el len-guaje filosfico, pero esa es otra discusin.

    4. . Sobre la formulacin lacaniana del estadiodel espejo como constituyente de la subje-tividad, cf. mi trabajo anterior sobre Lacan(Espinoza, 2003).

    5. Berman incluso bosqueja un cuadro esquemticoapocalptico, y lo denomina Por qu termin elmundo moderno. (Berman, 1992, 86)

    Bibliografa

    Berman, Morris. (1992) Cuerpo y espritu. La historiaoculta de Occidente (Trad. Renato Valenzuela).Santiago: Cuatro Vientos.

    Espinoza, Jerry. (2003) La teora lacaniana de loscuatro discursos: implicaciones filosfico-polti-cas y epistemolgicas. Tesis para optar al grado deLicenciatura en Filosofa. San Jos: Universidadde Costa Rica.

    Feyerabend, Pau!. (1993) Por qu no Platn? (Trad.Mara Asuncin Albisu Aparicio, 2a ed.). Madrid:Tecnos.

    ________ . (1999) Ambigedad y armona (Trad.Antoni Beltrn y Jos Romo). Barcelona:Paids.

    Freud, Sigmund (1997) El malestar en la cultura,en Obras completas (Trad. de Jos Etcheverry).Buenos Aires: Amorrortu.