odonto 3 vol ii - intramed, la comunidad … de cirujanos dentistas de aguascalientes, a.c. dr....

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Foro de Actualización para la Comunidad de Cirujanos Dentistas año 2 • núm. 3 • marzo-abril • 2008 Index latinoamericano número de folio 15376. Registro en línea 14625. Indizada en el Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. www.latindex.unam.mx Compromiso articular temporomandibular Estomatitis aftosa recurrente Epulis congénito de células granulares/ Epulis congénito del recién nacido Marketing para odontólogos/ ¿Cómo atraer más pacientes al consultorio? Profilaxis antibiótica en cirugías de terceros molares: ¿es realmente necesaria?

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Foro de Actualización para la Comunidad de Cirujanos Dentistas

año 2 • núm. 3 • marzo-abril • 2008

Index latinoamericano número de folio 15376. Registro en línea 14625. Indizada en el Sistema Regional de Información en Líneapara Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. www.latindex.unam.mx

Compromiso articulartemporomandibular

Estomatitis aftosa recurrente

Epulis congénito de célulasgranulares/ Epulis congénitodel recién nacido

Marketing para odontólogos/ ¿Cómo atraer más pacientes al consultorio?

Profilaxis antibiótica en cirugías de terceros molares: ¿es realmente necesaria?

1marzo-abril 2008

E N E S T E N Ú M E R O … Editorial

La utilización de fármacos de escaso o nulo valor

terapéutico o una deficiente prescripción reflejan

los riesgos a los que están sometidas las poblaciones

debido a una conducta médica incorrecta. En este

sentido, se habla del abuso en la prescripción

de antibióticos y otros medicamentos para el

tratamiento de los problemas de salud que generan

mayor demanda de los servicios médicos de primer

nivel de atención.

Una de las consecuencias inmediatas de la

prescripción inapropiada de fármacos, sobre todo de

antibióticos, es la aparición de gérmenes resistentes

a los antimicrobianos más seguros y baratos, con

el consecuente incremento de la morbilidad y la

mortalidad de la población y del costo de los servicios

de salud. Por ello, los problemas de prescripción

constituyen un factor determinante de la calidad de

la asistencia médica.

Resulta esencial que la comunidad de espe-

cialistas llegue a un consenso general (de acuerdo

a las características del paciente) sobre cuándo

utilizar la profilaxis antibiótica y en qué medida, y

en qué caso ofrecer un seguimiento a tratamientos

específicos. Hoy en día el uso indiscriminado de

los diferentes agentes antiinfecciosos ha llevado

a todos los que se dedican al área de la salud a

enfrentar problemas muy serios de resistencia. En

los pacientes que han sido tratados con cualquier

cantidad de sales y antibióticos puede existir el gran

reto de establecer su tratamiento farmacológico y

paliar su padecimiento infeccioso actual.

Es importante que tanto médicos como cirujanos

dentistas tomen cartas en el asunto y estén conscientes

de las consecuencias del uso indiscriminado de los

elementos antiinfecciosos, sea cual sea la sal. Llegar

a un consenso ofrece nuevas vías de atención. Es un

enorme desafío encontrar el punto medio entre las

recientes mutaciones y resistencias que presentan los

agentes infecciosos.

año 2 • núm. 3 • marzo-abril • 2008

Estomatitis aftosarecurrente 10

Compromiso articulartemporomandibular 4

Profilaxis antibiótica en cirugías de terceros molares: ¿es realmente necesaria? 22

Epulis congénitode células granulares/Epulis congénitodel recién nacido 15Marketing para odontólogos/¿Cómo atraer más pacientes al consultorio? 18

REVISTA MEXICANA DE ODONTOLOGÍA CLÍNICA®, Foro de Actualización para la Comunidad de Cirujanos Dentistas, es una pu-blicación mensual editada por Grupo Editorial y Comunicaciones Biomédicas, S.A. de C.V., auspiciada por los Laboratorios Siegfried Rhein. El con-tenido editorial es responsabilidad de los autores y no necesariamente representa el pensamiento de los editores y/o Laboratorio Siegfried Rhein. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio audio o visual, electrónico o impreso, sin autorización de los editores. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título en trámite. Registro ante el Centro Nacional del ISSN en trámite. Grupo Editorial y Comunicaciones Biomédicas, S.A. de C.V.: Miguel Cabrera No. 7, Int. 9, Col. Mixcoac, C.P. 03910, Tel. 2455 4676 Fax 2455 4677 del interior 01800 087 1296, e-mail: [email protected] Esta publicación fue creada con software original Adobe® Creative Suite Pemium N.P. 18040050 en plataforma Macintosh® (evita la piratería). Impresa por: Litográfica Jamsa S.A. de C.V. Santa Anita #372 Col. Evolución, Cd. Nezahualcóyotl, Edo. de México. Tels. 5765-4464 Fax 5793-6291. Tiraje 25,000 ejemplares más sobrantes.

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www.siegfried.com.mx

Directorio

Revista Mexicana de Odontología Clínica4año 2 • número 3

izquierdo (+8, extruido y vestibulizado) al impactarse con

él la cara interna de la rama ascendente mandibular en el

movimiento de masticación por el lado derecho. Ejemplo

de CAT en la cuarta situación: cráneo con CAT producido

El CAT se puede presentar en cuatro situaciones diferen-

tes, dependiendo del tipo de movimiento en el que se

produce:

1. En el cierre: impacto de la mucosa mandibular contra

algún diente, prótesis o proceso alveolar del maxilar

superior.

2. En las lateralidades: impacto de la cara interna de la

rama ascendente mandibular contra diente, prótesis

o proceso alveolar del maxilar superior.

3. En las protrusivas: impacto de la mucosa mandibular

o de la cara interna de la rama ascendente mandi-

bular contra diente, prótesis o proceso alveolar del

maxilar superior.

4. En la subluxación: impacto de la apófisis coronoides

mandibular contra la superficie vestibular del maxilar

superior.

El CAT también se puede manifestar en combinación

simultánea al realizar diferentes movimientos, como en

el cierre y las lateralidades. Ejemplo de CAT en la segunda

situación: cráneo con CAT producido por el cordal superior

El compromiso articular es la limitación o impedimento funcional de una articulación, cuya causa puede

ser intra o extraarticular. En el aparato masticatorio la articulación comprometida es la temporoman-

dibular; el menoscabo funcional se refiere principalmente a la masticación y fonación. Los casos que

presentamos son de causa extraarticular, y el compromiso articular temporomandibular (CAT) puede ser

uni o bilateral.

Compromiso articulartemporomandibular

Autor: Dr. José Larena-Avellaneda Mesa Licenciado en medicina y cirugía por la Facultad de Medicina de Cádiz, Universidad de Sevilla. Licenciado en

estomatología por la Escuela de Estomatología del Hospital Clínico de Barcelona, Universidad de Barcelona. Asesor clínico internacional de la Revista Mexicana de Odontología Clínica.

Cordal extruido, +8

5marzo-abril 2008

por impactar la apófisis coronoides mandibular del lado

habitual de masticación contra la superficie vestibular del

maxilar superior, a nivel de las raíces del segundo molar,

en la posición de subluxación del cóndilo mandibular de

la ATM del lado habitual de masticación a la máxima aper-

tura de las ATMS.

ObservacionesLa patología del CAT no ha sido descrita anteriormente

por ningún autor. Su frecuencia es en la proporción de

10 personas de CAT por 1 de DCM. En 10% de los casos,

los pacientes sufren simultáneamente las dos patologías:

el CAT y la DCM; en esta situación se trata primero el CAT y

posteriormente la DCM.

Historia clínicaEn la práctica clínica el paciente suele referir con mayor

frecuencia dolor en un solo lado, ya sea en la cara inter-

na de la rama ascendente mandibular o en el vestíbulo

maxilar, que se irradia hacia el oído, sien, cabeza, cuello. 4

Cordal vestibulizado, +8

Movimiento de lateralidad mandibular hacia la derecha como si masti-cara por el lado derecho. La flecha señala la zona del compromiso, lado izquierdo, donde el borde vestibular del +8 impacta con la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula

Vista desde caudal de lateralidad mandibular hacia la derecha. La flecha indica la zona del compromiso, lado izquierdo

Subluxación a la apertura máxima (al bostezar, reír) del cóndilo mandibu-lar de la ATM del lado habitual de masticación

6Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

Además, constantemente tiene mareos, náuseas, inesta-

bilidad, vértigos y ruidos en el oído.

El paciente no asocia el dolor con la masticación, pero

sí con la fonación, por lo que habla poco, bajo, entre dien-

tes, sin mover apenas la mandíbula. Es muy importante

descubrir una actividad física del individuo como coser,

escribir en la computadora, leer, durante horas y estable-

cer si existe una relación de causa entre la postura y la

sintomatología que describe la persona.

ExploraciónLo primero es asegurarse de que no es dolorosa la palpa-

ción de la ATM (diagnóstico diferencial con la DCM). Poste-

riormente se realizará la palpación en la cara interna de

la rama ascendente mandibular y en la zona vestibular

del maxilar superior. Si existe CAT, la palpación es muy

dolorosa.

El CAT está directamente relacionado con el lado no

habitual de masticación y el lado de dormir, de tal forma

que se mastica habitualmente por el lado que no duele y

se suele dormir sobre el lado que duele.

DiagnósticoEl diagnóstico y la comprobación del CAT en la primera

situación, en el cierre, es muy simple: está a la vista si

impacta contra algún diente, prótesis o proceso alveolar

la mucosa antagonista mandibular o maxilar.

Para diagnosticar el CAT en la segunda situación (en las

lateralidades), se pide al paciente que las haga; se debe

observar si queda espacio libre entre la cara interna de la

rama mandibular y lo antagónico del maxilar superior, ya

sea diente, prótesis. Para comprobar este diagnóstico se

le indica al individuo que mastique sólo por el lado del

dolor y que duerma sobre el lado que no le duele. A los

pocos días desaparecerá el dolor del CAT y gran parte de

la sintomatología que lo acompaña; de esta manera se

asegura el diagnóstico del CAT.

Se llega al diagnóstico de CAT en la tercera situación

tras observar si el paciente tiene el hábito de hacer mo-

vimientos protrusivos mandibulares, ejercicios físicos du-

rante horas con el cuello flexionado y, naturalmente, se

sospecha de entrada en los casos de hipertrofia mandi-

bular.

El CAT en la cuarta situación, en la subluxación, está

directamente relacionado con el lado habitual de masti-

cación, ya que es en esa ATM en la que se subluxa el cón-

dilo mandibular a la máxima apertura. Nos aseguraremos

en el diagnóstico del CAT en la cuarta situación al observar

el desvío mandibular hacia el otro lado al subluxarse y

cómo impacta la apófisis coronoides contra el vestíbulo

del maxilar superior a nivel de las raíces del segundo mo-

lar superior.

Si encontramos una posible relación entre una acti-

vidad física y la aparición de síntomas, se le aconseja al

paciente que abandone dicha actividad durante unos días

y que observe si se repiten o no los síntomas. Otra prueba

definitiva para el diagnóstico del CAT es la colocación de

un poco de anestesia en la zona maxilar donde impacta

Zona del impacto de la apófisis coronoides en el maxilar superior debido a que se desplaza hacia adelante, abajo y adentro al subluxarse el cóndilo mandibular

Palpación del CAT de la rama mandibular

8Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

la mandíbula, siempre y cuando el paciente tenga dolor

en el momento de la exploración. En segundos desapare-

cerá el dolor.

TratamientoEliminación de la causa del CAT mediante:

a) Tallado de diente o prótesis.

b) Eliminación quirúrgica del proceso alveolar del maxi-

lar superior.

c) Control o prohibición de actividades físicas que im-

pliquen flexión del cuello con protrusión mandibular

durante horas, como pueden ser labores de costura

(coser, calar, máquinas eléctricas), uso de la computa-

dora, lecturas prolongadas sin uso de atril. En general

cualquier ejercicio físico mantenido tensionalmen-

te en el tiempo con una postura corporal de cuello

flexionado demanda una protrusión mandibular.

Sugerencias de lecturas

1. Axhausen G. Pathologie and therapie des kiefergelenkes. Fortschr Zahneilk 1933,9:184.2. Miligram JW. Synovial osteochondromatosis. A histopathologic study of thirty cases. J Bone Joint Surg

1977, 59: 792.3. Miligram JW. The classification of loose bodies in human joint. Clin Orthop 1977, 1224:282.4. Katzeberg RW, Dolwick MF, Helms CA, et al. Arthotomography of the TMJ. Am J Radiol

1980,134:995.5. Katzberg RW, Vesete RW, Tallents RH, et al. Normal and abnormal temporomandibular joint: MR

imaging with surface coils. Radiology 1986, 158:183.6. Blakestijn J, Panders AK, Vermey A, et al. Synovial chondromatosis of the temporomandibular joint.

Cancer 1985, 55:479.7. Nokes SR, King PS, García R, et al. Temporomandibular joint chondromatosis with intracranial

extension: MR and CT contributions. Am J Radiol 1972, 148:1173.8. Ballard R, Weiland LH. Synovial chondromatosis of the temporomandibular joint. Cancer 1972,

30:791.9. Akhtar M, Mahajan S, Kott E. Synovial chondromatosis of the temporomandibular joint. J Bone Joint

Surg 1977, 59:266.10. Takagi M, Ishikawa G. Simultaneous villonodular synovitis and synovial chondromatosis of the

temporomandibular joint. J Oral Maxillofac Surg 1981, 39:699.11. Thompson K, Schwartz HC, Miles JW. Synovial chondromatosis of the temporomandibular joint

presenting as a parotid mass: possibility of confusion with benign mixed tumor. Oral Surg 1986, 62:377.

12. Norman JE, Williams RG. Tumors of the major and minor salivary and lachrymal glands. A two center survey of 250 cases over the period 1962-1984. Abstr. European Association for Maxillo-Facial Surgery, 7th. Congress, 1984, Paris.

13. Mullins F, Berard CW & Eisemberg SH. Condrosarcoma following synovial chondromatosis. A case study. Cancer 1965, 18:1180-1188.

Articulación temporomandibular (derechos reservados cortesía de www.monografias.com)

Revista Mexicana de Odontología Clínica10año 2 • número 3

L Este padecimiento se considera el más común de to-

das las lesiones de la mucosa oral y afecta a alrededor de

20% de la población, aunque en algunos estudios se han

reportado cifras de hasta 60%.6 Se ha encontrado una

prevalencia mayor entre grupos de más alto estándar so-

cioeconómico y en mujeres.7, 8 En los niños, la estomatitis

aftosa es también la forma más común de ulceración oral

y es más frecuente entre los 10 y 19 años de edad.9

a estomatitis aftosa recurrente o recidivante (EAR), también llamada aftosis oral o simplemente aftas, es una

enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por la aparición de bro tes de lesiones aftosas en la mucosa

bucal.1 Fue Hipócrates (460-370 a.C.) quien usó por primera vez el término aftas (del griego arder, quemar)

en relación con padecimientos de la boca.2 La primera descripción clínica científica de la EAR fue publicada

en 1898 por Von Mikulicz y Kummel.3

Estomatitis aftosa recurrente

Autoras: Dra. Amparo Pérez Borrego Especialista en periodontología y profesora auxiliar. Adscrita al Departamento de Cirugía Maxilofacial

del Hospital Pediátrico. Dra. María Victoria Guntiñas Zamora Especialista en inmunología. Docente del Hospital Pediátrico.

Clínicamente, la enfermedad se presenta en forma de le-

siones únicas o múltiples casi siempre pequeñas (menores

de 0.5 cm), poco profundas, erosivas, dolorosas, de apa-

rición súbita, inicialmente necróticas y de carácter recidi-

vante. Las lesiones pueden persistir por días o semanas, se

curan sin cicatrización ni evidencia de su existencia previa y

la recurrencia tiene lugar después de periodos de remisión

de variable duración.4, 5

ResumenLa estomatitis aftosa recurrente, aftosis oral o aftas es la enfermedad más frecuente de todas las lesiones de la

mucosa oral. Su etiopatogenia no es completamente conocida, pero se citan factores genéticos, alimentarios,

infecciosos, alérgicos, medicamentosos, traumáticos e inmunológicos. Desde el punto de vista clínico existe la

forma mayor, menor y herpética. El diagnóstico se basa fundamentalmente en la anamnesis y el examen clíni-

co de la lesión, pero siempre debe tenerse en mente la posibilidad de un padecimiento sistémico de base que

condiciona la aparición de las aftas. Al no existir una etiología completamente definida, han sido múltiples los

enfoques terapéuticos que se han manejado en esta enfermedad, desde tratamientos locales, antimicrobianos,

corticoesteroides e inmunomoduladores. En los niños deben hacerse consideraciones especiales en cuanto al

manejo por el riesgo potencial de descompensaciones nutricionales o del equilibrio hidromineral.

Palabras clave. Estomatitis aftosa recurrente, ulceración oral, aftosis oral, aftas, inmunodeficiencia celular.

11marzo-abril 2008

EtiologíaLa etiopatogenia de esta patología no es totalmente cono-

cida. Se citan factores genéticos,10 infecciosos bacterianos

como estreptococos; virales como el citomegalovirus, her-

pes virus6 o varicella zoster11-14 o micóticos como la cándida

albicans.16 Existen muchos reportes sobre la asociación de

las aftas con deficiencias de oligoelementos o vitaminas,15,16

así como con la alergia alimentaria17,18 o traumatismos lo-

cales.5 La enfermedad puede estar asociada a otros facto-

res neuroendocrinos como el estrés o la menstruación.4,

5 Paradójicamente, el hábito de fumar parece ejercer un

efecto protector sobre la aparición de las aftas.19

Se ha puesto particular énfasis en el estudio de los fac-

tores inmunológicos como responsables de la etiología de

esta entidad. Se ha confirmado la presencia de disrregula-

ciones locales o generalizadas en algunos de los elementos

celulares o moleculares que conforman el sistema inmune,

como linfocitos T CD4+,20 inmunoglobulinas, inmuno-

complejos circulantes, citoquinas, moléculas de adhesión

y otros. Un estudio realizado en nuestro centro demostró

que 72.5% de los enfermos mostraba algún grado de de-

fecto en el porcentaje de células formadoras de rosetas

activas o espontáneas, prueba que mide la inmunidad ce-

lular.

Está comprobada la existencia de un ambiente familiar

en la aparición de las aftas, aunque no ha podido demos-

trarse un patrón de herencia definido.7,8 Existen evidencias

acerca de la asociación de la enfermedad con la presencia

de determinadas moléculas del sistema principal de histo-

compatibilidad. Varios estudios sugieren que algunos ha-

plotipos HLA-DR/DQ específicos podrían ser más importantes

que los fenotipos individuales HLA-DR y -DQ.

Las aftas pueden aparecer también asociadas a un grupo

de trastornos patológicos como la enfermedad de Crohn,4

enfermedad celíaca,4 enfermedad de Behcet, colitis ulce-

rativa idiopática,4 enfermedad de Reiter,7 en la inmunosu-

presión propia de la infección por VIH7 y muchas otras que

tienen en común una patogenia autoinmune. Las lesiones

aftosas que aparezcan conjuntamente con síntomas de

uveítis, ulceraciones genitales, conjuntivitis, artritis, fiebre

o adenopatías deben sugerir la búsqueda inmediata de al-

gunas de estas enfermedades de peor pronóstico mencio-

nadas con anterioridad. Recientemente han aparecido en

la literatura cada vez más reportes que identifican algunas

drogas como predisponentes o desencadenantes de la af-

tosis oral. Entre ellas están la talidomida, el nicorandil o el

losartan.

Cuadro clínicoEn todos los tipos de úlceras aparece una lesión de color

amarillo o blanco en los estadios iniciales. El borde de la

úlcera está bien definido con un halo de eritema marginal,

pero la forma puede volverse irregular a medida que la

úlcera cicatriza. Algunos pacientes experimentan pródro-

mos de escozor o dolor antes de la aparición de las ulce-

raciones, lo cual representa una ventaja práctica para el

establecimiento de una terapéutica precoz.7

Desde el punto de vista clínico, la enfermedad puede

presentarse en tres variedades: forma menor, forma mayor

o forma herpetiforme, las cuales se diferencian por las carac-

terísticas clínicas de las lesiones y su tamaño.4, 5 La existencia

de aftas herpetiformes no es aceptada por todos como una

entidad aparte; se le llama así sólo por la apariencia clínica

que sugiere una etiología viral, la cual realmente no está

demostrada.7

Forma menor: es la forma más frecuente de la en-

fermedad (aproximadamente 80% de todas las EAR) y se

caracteriza por la aparición de una o varias úlceras, de for-

ma redondeada u ovalada, menores de 5 mm de diáme-

tro, poco profundas, cubiertas por una pseudomembrana

blanquecinogrisácea, debido a necrosis, y rodeadas de un

halo eritematoso ligeramente elevado. Se acompaña de

dolor sin ninguna otra sintomatología general y cicatriza

de 10 a 14 días sin dejar ninguna secuela. Las localizacio-

nes más habituales son la mucosa oral no queratinizada,

como la mucosa labial, fondo del vestíbulo, suelo de boca,

punta y bordes laterales de la lengua; es mucho más raro

encontrarla en mucosa queratinizada, como encías, dor-

so lingual o paladar duro. Las recurrencias de los brotes

pueden variar mucho de un paciente a otro, pero en gene-

ral aparecen cada tres o cuatro meses.4

Forma mayor: también es conocida históricamente

como enfermedad de Sutton o periadenitis mucosa ne-

crótica recurrente,8 representa aproximadamente 10% de

todas las EAR y es la forma más severa de todas ellas. Se

caracteriza por la aparición de entre 1 y 10 úlceras de gran

tamaño, generalmente mayores de 1 cm de diámetro, re-

dondeadas u ovaladas, pero si adquieren un tamaño más 4

12Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

grande pueden adoptar formas irregulares. El fondo es más

profundo que en las aftas menores. Pueden surgir en los

mismos lugares que las lesiones de la forma menor, pero

tienen una especial predilección por la mucosa labial, el

paladar blando y el istmo de las fauces. El dolor que pro-

ducen es intenso y pueden acompañarse de otros síntomas

secundarios como disfagia o disfonía. Las úlceras pueden

persistir durante un periodo de hasta cuatro o seis semanas

y, en ocasiones, al resolverse, dejan cicatrices.

Variedad herpetiforme: es el otro 10% de todas

las formas de EAR. Clínicamente se reconoce por la presen-

cia de numerosas úlceras (desde 10 hasta 100 o incluso

más), de pequeño tamaño, entre 1 y 3 mm, muy dolorosas;

aparecen en cualquier lugar de la cavidad oral y tienden a

coalescer y provocar úlceras mayores de forma irregular. El

aspecto clínico es semejante a las lesiones producidas en las

infecciones por virus herpes, de donde les viene el nombre.

Suelen resolverse entre siete y diez días. Parecen tener una

predilección por el sexo femenino y tienden a presentarse a

una edad más tardía que los otros tipos de EAR.

Diagnóstico positivoNo existen pruebas de laboratorio específicas para diagnos-

ticar la enfermedad, por lo tanto, un buen examen clínico y

un detallado interrogatorio son suficientes para establecer

un adecuado diagnóstico positivo y diferencial. El análisis

histopatológico revela únicamente alteraciones inespecífi-

cas y los cultivos microbiológicos o virológicos sólo sirven

para excluir otros trastornos.7

Diagnóstico diferencialEl diagnóstico diferencial aglutina a todas aquellas afeccio-

nes generalizadas o locales, en las cuales se presentan las

aftas como signo acompañante. Ellas incluyen infecciones

(virales, treponemas o micóticas), enfermedades autoinmu-

nes (enfermedad de Behcet, enfermedad de Reiter, enfer-

medad inflamatoria intestinal, lupus eritematoso, pénfigo

buloso o vulgar), enfermedades hematológicas (neutrope-

nias cíclicas) o neoplasias (carcinoma de células escamosas).

TratamientoComo sucede con casi todas las enfermedades en las que

se desconoce la etiología exacta, los tratamientos han sido

múltiples y muy variados. No se dispone hasta el momen-

to de una droga específica que cure totalmente el pade-

cimiento. En los ensayos más exitosos lo que más se ha

logrado ha sido acortar el periodo de estado y alargar el

periodo de remisión. A veces, inclusive, como se requieren

varios días de tratamiento para atenuar los síntomas, existe

la duda de si la mejoría obedece al efecto del fármaco o

a la evolución natural de la enfermedad. Los pacientes

con ulceraciones severas deben ser informados sobre los

siguientes aspectos:

• Podrían necesitar varios ensayos terapéuticos antes

de encontrar alguno que funcione para su caso en

particular.

• Los tratamientos no son completamente efectivos.

Pueden sólo reducir el dolor, el número de aftas o la

frecuencia de su aparición.

• Es importante evitar alimentos muy condimentados o

de consistencia cortante, jugos de frutas ácidos o bebi-

das carbonatadas.

• Se aconseja evitar, si es posible, el estrés.

Actualmente se echa mano de tratamientos locales o

por vía bucal. Entre los primeros se encuentran anestésicos,

antisépticos, astringentes, laserterapia, ozonoterapia, pre-

parados a partir de medicina tradicional y otros. Por vía

bucal se utilizan inmunomoduladores, antihistamínicos,

antiácidos, ansiolíticos, antidepresivos, vitaminas, oligo-

elementos y tratamientos dietéticos, entre otros. Los an-

tibióticos, antimicóticos, analgésicos, antiinflamatorios

y corticoesteroides se han empleado por ambas vías.4 La

selección de uno u otro tipo de medicamento se basa en

la frecuencia y severidad de la enfermedad. Se individua-

lizarán los casos según se identifique la posible etiología y

manifestaciones clínicas. A continuación7 se expone una

relación de los medicamentos disponibles actualmente:

Protectores de mucosa

• Carboximetilcelulosa

Esteroides tópicos

• Hydrocortisona sódica succinato 2.5 mg

• Triamcinolona 0.1% en carboxymethylcellulose

• Betamethason

Aerosoles

• Beclomethasone dipropionate

14Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

Colutorios antisépticos

• Benzydamine

• Gluconato de chlorhexidina

• Pasta de carboximetilcelulosa

Drogas sistémicas

• Colchicine 500

• Prednisolone

Inmunomoduladores

• Levamisol

• Talidomida

• Amlexanox 5%

• Factor de transferencia

• Glicofosfopeptical o inmunoferón

Manejo en niñosDebe tenerse particular cuidado en infantes, sobre todo en

los de corta edad por el peligro potencial que representa

para su estado nutricional y de hidratación. En los niños me-

nores de seis años generalmente se dificulta el uso de enjua-

gues bucales. Los preparados de tetraciclina deben evitarse

antes de los doce años de edad. Se recomienda el uso de

analgésicos locales para garantizar el bienestar físico y ali-

vio del dolor de manera tal que pueda restablecerse cuanto

antes una adecuada alimentación. Asimismo, el empleo de

corticoesteroides siempre debe considerarse cuidadosamen-

te cuando se trata de niños pequeños.

Referencias bibliográficas

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15marzo-abril 2008

Es una lesión poco común de tejidos blandos que aparece casi

exclusivamente en el reborde alveolar inferior principalmente

en recién nacidos, aunque también suele presentarse en la

lengua. Es más frecuente en mujeres. Tiene parecido histopa-

tológico con el tumor de células granulares, pero en el aspecto

ultraestructural e inmunohistoquímico es diferente. La histo-

génesis de este tumor es incierta.

Caso clínicoRecién nacida que presenta aumento de volumen en el rebor-

de alveolar.

TratamientoQuirúrgico inmediato; se realizó a los tres días de nacida sin

ninguna complicación.

Descripción macroscópicaSe recibe fragmento único de tejido blando fi jado en for-

malina, de forma ovalada, superfi cie lobulada, color blanco,

consistencia fi rme, que mide 2x1x0.8 cm. Se efectúa un corte

longitudinal y se incluye en su totalidad.

HistopatologíaEl espécimen examinado se encuentra formado por células

grandes eosinófi las de aspecto granular con un núcleo ex-

céntrico de forma lobulada, separadas por septos de tejido

conectivo fi broso denso; están revestidas de epitelio escamoso

estratifi cado paraqueratinizado.

Diagnóstico diferencialHemangiomas, teratomas, granuloma piógeno, en el reborde

alveolar superior el tumor neuroectodérmico melanótico de

la infancia.

Epulis congénito de células granularesEpulis congénito del recién nacido

Foto 1. Lesión en el reborde alveolar, pedunculada, de superficie lisa, del mismo color de la mucosa adyacente

Foto 2. Blanda y mide casi 2 cm

Autores: Dra. Beatriz Aldape, profesora de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dr. Bernardo Cruz, profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dra. Esther Baltierra, adscrita a Cirugía Maxilofacial del Hospital General de Zona y Unidad de Medicina Familiar núm. 76 del IMSS en Xalostoc.

Revista Mexicana de Odontología Clínica18año 2 • número 3

N El marketing comprende varias actividades:

1. El estudio de las necesidades y deseos del segmento de

mercado a servir. Esto se refiere al grupo de pacientes a

quienes va dirigido especialmente nuestro servicio.

2. El diseño del producto/servicio adecuado para satisfa-

cerlo.

3. La distribución del servicio que resulte accesible en

tiempo, lugar y de fácil utilización.

4. La comunicación al cliente/paciente de las ventajas de

nuestro servicio concerniente a la calidad y costo de for-

ma tal que sea el elegido.

El servicio de salud es un producto intangible, por lo

que se podría clasificar como un producto speciality ético.

Cuando se vende un servicio de salud, se hace desde una

marca, una institución o una clínica; la imagen que ella

representa es percibida por el cliente/paciente por su valor

agregado. El producto en el área de salud que nos toca,

representa la consulta odontológica y las prácticas, y está

o pretendo hacer una guía para que se conviertan en profesionales de éxito empresarial, sino más bien darles

conceptos básicos del marketing, partiendo de que ellos complementan la actividad profesional y entonces

tendrán la posibilidad de asociarlos con acciones factibles a la realidad y sus efectos.

Marketing para odontólogos/¿Cómo atraer más pacientes al consultorio?

Autora: Ana María Zosi Contadora pública nacional (UNLP) y especialista en gestión empresarial (UNCPBA)

¿Qué es el marketing? Es un error muy común identificar

la palabra marketing con publicidad o con la idea de ven-

der algo, lo cual ha retrasado su aplicación al área de la

salud. “El marketing es el proceso social orientado hacia la

satisfacción de las necesidades y deseos del individuo y or-

ganizaciones, por la creación y el intercambio voluntario de

productos y servicios generadores de utilidades”.

El paciente reviste la calidad de cliente, concepto en

salud que puede no resultar ético. El objetivo principal es la

satisfacción de las necesidades de los clientes (pacientes) y

esto nunca podría ser no ético. Según Philip Kotler, el mar-

keting es el “conjunto de actividades humanas orientadas

a satisfacer las necesidades de los clientes/pacientes”.

La definición más sencilla de marketing es el arte y la cien-

cia de hacer buenos tratos, misma que permite borrar algu-

nos conceptos preconcebidos, ya que en el marketing –como

en la negociación– el objetivo es que las partes queden satis-

fechas, fenómeno conocido como win/win o ganar/ganar.

19marzo-abril 2008

compuesta por dos elementos: la atención individual, gru-

pal o multidisciplinaria y los aspectos complementarios.

La atención individual,grupal o multidisciplinaria ¿Cómo y cuándo se produce el servicio? Se realiza en el

momento del matrimonio con el cliente. El servicio nace

con el contacto directo entre el paciente y el odontólogo.

La percepción de calidad se lleva a cabo en el momento

del matrimonio, cuando se presta o se produce el servicio

y el paciente enfrenta al consultorio en el altar (lugar de

contacto con el cliente). Este momento también suele lla-

marse momento de la verdad. El principal objetivo es lograr

una relación estable a través del tiempo.

¿Cuál sería nuestro capital?Es indispensable el listado de pacientes dentro de nuestro

target elegido que ante la menor inquietud nos vienen a

consultar, y no me refiero a una urgencia, sino a la consulta

necesaria, pensada y planeada por el paciente. Sin embar-

go, no nos podemos conformar sólo con esa consulta, de-

bemos abrir la compuerta de lo que vendrá después.

El personal de contactoLa actitud del personal de contacto (secretarias, recepcionis-

tas), ya que son parte del proceso, repercute en la percep-

ción del mismo.

Una anécdota con una crítica constructiva: no hace mu-

cho visité una clínica oftalmológica muy bien montada, con

excelente climatización y sistemas de tecnología de comuni-

cación entre la recepcionista y los consultorios. Ante un acci-

dente que había sufrido, estaba dispuesta a pagar cualquier

precio por la consulta dada la importancia que cualquier per-

sona puede darle a la visión. La clínica estaba repleta (era por

la mañana) y yo me encontraba en horario de trabajo. Estuve

más de diez minutos frente a la recepcionista mientras ésta

manejaba turnos telefónicos, pasaba llamadas, atendía a los

que iban ingresando, llenaba papeles de algunas obras socia-

les. Con el rostro estresado me dijo cuando intenté hablarle:

¡espere... no ve que hay mucha gente!

Este es un ejemplo claro de la percepción del servicio.

En realidad el servicio profesional resultó ser muy bueno,

pero tenía un déficit: el contacto con el cliente, el momento

de matrimonio era desagradable.

Motivos según mi percepción:

• Una secretaria estresada que atendía múltiples activida-

des, lo cual se traduce en falta de cordialidad en el trato

hacia el paciente.

• Sobrecarga horaria y de tareas

• Falta de atención al paciente

• Podría existir superposición de turnos

Habría que revisar el sistema de atención. Podría ser

por orden de llegada, preestablecer un mayor tiempo entre

paciente y paciente para no provocar la superposición, ma-

nejar la atención de las urgencias, establecer más horas y/o

días de atención. A veces, debido a mi actividad, me con-

vierto en una observadora detallista que analiza este tipo

de situaciones mucho más que cualquier otra persona; lo

cierto es que estas situaciones son las que definen la fideli-

dad del cliente/paciente.

El paciente puede ser más o menos exigente, pero esto

no cambia nada la cordialidad con la que se le debe tra-

tar. Existen profesionales que tienen éxito en su actividad

y obtener una cita con ellos requiere meses de espera; no

obstante, muchas veces su personal de contacto no resulta

ser el adecuado. La mayoría de los clientes que abandona

la empresa de servicios no lo hace por inconformidad con

el servicio, sino por la apatía e indiferencia que perciben del

personal de contacto.

Más aún, sería necesario para el profesional de hoy

analizar proyectos con el fin de adquirir más equipamien-

to y aparatología, de tal manera que la inversión inicial sea

recuperada y a partir de un punto de inflexión comience a

ser rentable. Un buen análisis de costo-rentabilidad puede

ser útil para encarar cualquier inversión futura y jerarqui-

zar el trabajo del profesional de la odontología.

Hay que tener en cuenta que el paciente sólo esta-

rá dispuesto a pagar un plus por encima del precio de la

competencia si el servicio tiene un valor agregado que lo

diferencia entre otros del mercado. Ese valor agregado es

el que hay que encontrar, otorgar y, con ello, sorprender al

cliente/paciente.

Accesibilidad económica En el caso de los odontólogos es fácil comprender que se

refiere a si el cliente potencial puede pagar por el servicio.

Habría que considerar si el servicio está contemplado en la

cobertura de la obra social; de no ser así, se debería explicar

20Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

saber cómo se ubica éste en la mente de los clientes, lo

cual se facilita segmentando para poder dirigirnos a un pe-

queño nicho de mercado y buscar en él un espacio libre

en sus mentes, porque la gente dice, piensa y hace cosas

diferentes. Esto es, ¿cómo podemos satisfacer a alguien que

piensa una cosa, nos dice otra y luego termina haciendo o

comprando otra distinta? La mejor manera de llegar a la

mente es usando un mensaje supersimplificado, tratando

de decir lo menos posible en términos de posicionamiento.

Una imagen puede valer más que cien palabras. Hay que

comunicar sólo en el lugar y en el tiempo apropiado, por

ende, una revista especializada puede ser mucho más eficaz

que una publicación masiva.

Por querer ser todo para todos, a veces se termina

siendo nada para ninguno. En el caso de los servicios de

odontología, donde ya hay plétora profesional (y cada vez

más), deberíamos buscar el punto débil o el servicio no ex-

plotado y dirigir allí nuestro esfuerzo. Este es el hueco o

nicho que debemos encontrar, una posición que aún no

haya sido tomada por algún colega, pero debe ser buscada

en la mente del segmento elegido.

¿Cómo?Es importante realizar una miniencuesta profesional, obtener

los resultados analizados y sumar imaginación más creati-

vidad, así como planificar una estrategia coherente con el

posicionamiento deseado. Cuando se encuentra el hueco,

es necesario reposicionar a nuestro competidor.

Objeto del posicionamiento: el servicio odontológico.

El sujeto del posicionamiento: un segmento de

pacientes (target de mercado).

El objetivo del posicionamiento: identificación del

profesional por el segmento target.

El contexto del posicionamiento: parámetros de

referencia del cliente (detección del servicio ideal a prestar

para el target del segmento elegido). Se debe seleccionar

un grupo de consumidores de nuestro servicio y conocer

sus deseos, cualidades, ambientes que frecuentan, clubes a

los que pertenecen.

Instrumentos de posicionamiento: todo lo que está

en contacto con los pacientes.

a priori para que el paciente tenga plena noción del servicio

que va a recibir. Este asunto se puede delegar a un personal

de contacto capacitado para que el paciente ya conozca las

condiciones al ingresar al consultorio. Un simple cartel puede

dejar claro a determinados grupos de personas que el acceso

al consultorio se hace a través del abono de la consulta, pues

parecería ser que algunos desconocen que el servicio odonto-

lógico es un trabajo y por el servicio obtenido hay que pagar

un precio. También puede colocarse en un lugar visible (y por

qué no decorativo) el grupo de obras sociales que atiende el

odontólogo; esto ahorra tiempo y disculpas.

Accesibilidad geográfica La accesibilidad geográfica, también llamada geomar-

keting, es relevante, sobre todo para los que se inician o

desean explorar otras zonas. Se debería confeccionar un

mapa en donde se sitúa la zona espacial de referencias de

centros asistenciales o colegas. De este estudio surgirán los

competidores a tener en cuenta, salvo que se busque la

completariedad.

Barreras organizativas o burocráticas Los sistemas de asignación de turnos, las autorizaciones de

las obras sociales o la autorización del médico de cabecera

o auditor pueden ser barreras que propician que el paciente

elija a otro profesional por razones reales de tiempo o por

una sensación de desvalorización de su persona. Puede

existir un mecanismo de comunicación escrita que se haga

llegar al paciente a priori para especificar qué se debe traer

en cada caso. De esta manera y con un escaso costo de pa-

pel, en el momento oportuno el paciente no olvidará nada

para ser atendido.

Las listas de esperaSi bien en algunos casos es producto de la propia demanda,

la excesiva espera es percibida negativamente; esto se con-

trapone con la vieja idea de que un consultorio repleto y una

espera de varias horas daría la impresión de que el profesio-

nal es bueno. Hoy en día el tiempo para el paciente tiene

cada vez un precio más alto por la complejidad de tareas.

PosicionamientoEl posicionamiento es el lugar que ocupa el servicio en la

mente del consumidor. Para posicionar el servicio debemos

Revista Mexicana de Odontología Clínica22año 2 • número 3

UUn problema más común es la alveolitis seca. Dicha falla en

la reparación de la herida es causada, en su mayoría, por la

combinación de saliva y bacterias anaeróbicas.1

Antibióticos sistémicosReiteradamente la literatura ha confundido la palabra profi-

laxis. Hay que tomar en cuenta que profilaxis es todo aquel

procedimiento que se efectúa antes y no después del acto

quirúrgico. Toda acción posterior es considerada como trata-

miento.3 Partiendo de esta base, la profilaxis antibiótica (inde-

pendiente del antibiótico a utilizar como veremos más adelante)

debe realizarse antes de la cirugía y con un tiempo adecuado

de administración para poder obtener un máximo índice de

concentración del antibiótico en el sitio de la cirugía. Por su

parte, los niveles sanguíneos del fármaco deben ser por lo

menos tres a cuatro veces mayores antes de la cirugía con el

fin de evitar la invasión bacteriana.3

Es común el uso de antibióticos en cirugía de terceros

molares como tratamiento contra la posibilidad de infec-

ción causada por microorganismos orales. La vía sistémica

sigue siendo la forma más común de administración, aun

na de las principales metas del cirujano al realizar cualquier intervención quirúrgica es prevenir la infección

posoperatoria. Para lograrlo, es necesaria la profilaxis antibiótica en algunos procedimientos. Muchos de

éstos pueden caer en las categorías de cirugías limpias/contaminadas o contaminadas. La incidencia de las

infecciones posoperatorias en una cirugía limpia está más relacionada con la técnica del operador que con el

uso de profilaxis antibiótica.

Profilaxis antibiótica en cirugías deterceros molares: ¿es realmente necesaria? Autor: Dr. Claudio Menis Cohen Cirujano dentista especializado, docente, del Centro Odontológico Nacional, Santiago, Chile.

La cirugía de terceros molares intruidos claramente cae en

la categoría de cirugía limpia/contaminada. Sin embargo,

se desconoce la incidencia exacta de la infección posope-

ratoria. Algunos estudios han demostrado que la infección

posoperatoria corresponde a un evento poco común luego

de este tipo de cirugías. Esto quiere decir que es poco usual

observar dolor, edema y producción de pus que requiera de

incisión y drenaje o antibioterapia. La incidencia de dichas

infecciones es, probablemente, menor a 2% para la mayo-

ría de las cirugías.1

Esta cirugía corresponde a la intervención quirúrgica

más frecuente dentro de los procedimientos realizados en

cirugía maxilofacial y corresponde a una cirugía estándar.

Aun así, ha producido mucha controversia durante las últi-

mas tres décadas, especialmente sobre la necesidad profi-

láctica de extraer dichas piezas dentarias, como también de

llevar a cabo o no profilaxis antibiótica, lo que hace que su

prescripción sea controversial.2

El porcentaje de infección luego de la exodoncia de los

terceros molares es mayor que en una exodoncia de rutina,2

pero, como se mencionó anteriormente, ésta es muy baja.

23marzo-abril 2008

cuando el uso de enjuagatorios antisépticos como Clorhexi-

din al 0.2% previo a la cirugía y el empleo de antibióticos

en el alveolo inmediatamente después de la exodoncia han

demostrado ser efectivos en la prevención de la infección

posoperatoria.

Pero, ¿el cirujano ha seguido los principios sobre profi-

laxis antibiótica descritas por Peterson? Éstos son: primero,

el procedimiento quirúrgico debe tener un riesgo calculado

de infección; segundo, es necesario elegir el antibiótico ade-

cuado para el procedimiento quirúrgico; tercero, los niveles

antibióticos tienen que ser elevados; cuarto, el antibiótico

se debe administrar tomando en consideración su MIC; quin-

to, resulta esencial exponer el antibiótico el menor tiempo

posible..2 Aun cuando los principios dos al cinco establecen

un correcto protocolo y administración, sólo el primer prin-

cipio determina la necesidad de dicha terapia. Como se dijo

previamente, la cirugía de terceros molares es considerada

un procedimiento limpio/contaminado y, por lo tanto, la

aplicación de antibióticos de rutina ha propiciado que mu-

chas investigaciones entren en conflicto.

Diversos estudios han revelado que la incidencia de

complicaciones posoperatorias son del orden del 1% al

5.8% de los casos. Además, se ha visto que la incidencia de

las infecciones a planos profundos es igual de baja, lo que

hace que la administración de antibióticos sea cuestiona-

ble.2 Happonen y sus colaboradores2 investigaron los efectos

del tinidazol y penicilina en la cirugía de terceros molares y

concluyeron que el uso de estos dos antibióticos compara-

dos con el no uso de antibióticos no presentaba diferen-

cias significativas. MacGregor, Sands y sus colaboradores2

no recomiendan la administración de rutina de antibióticos

en cirugías de terceros molares, excepto en casos de ma-

yor complejidad. Por otro lado, Mitchell2 comparó tinidazol

con un grupo control y observó diferencias significativas en

relación con la reducción de infección en el grupo de tini-

dazol. Sin embargo, el autor aconseja sólo la aplicación de

antibióticos bactericidas anaeróbicos para terceros molares

intruidos. Kaziro, MacGregor, Addy, Bystedt y Nord2 con-

cuerdan con lo mencionado anteriormente. Pero además,

dichos investigadores proponen el uso de antibióticos sólo

en una cirugía de carácter traumático o en casos donde la

pieza dentaria será difícil de remover.

Un punto crucial de debate sobre la administración de

antibióticos en la cirugía de terceros molares es el tiempo

de administración. Usualmente, los antibióticos son receta-

dos y administrados luego de la cirugía por vía oral, alcan-

zando su MIC algunas horas después de la exodoncia. Sin

embargo, existen fuertes evidencias que demuestran que

la administración preoperatoria del antibiótico produce un

efecto significativo en la reducción de la infección posope-

ratoria. Stone y sus colaboradores comprobaron que las

infecciones posoperatorias disminuyeron en pacientes que

recibieron una profilaxis antibiótica preoperatoria. Classen,

Piecuch y sus colaboradores2 también demostraron lo seña-

lado previamente, pero además recalcaron que sólo debería

ser usado en cirugías de terceros molares.

Antibióticos tópicos Junto con investigaciones realizadas sobre la admi-

nistración de antibióticos sistémicos, se han efectuado

numerosos estudios respecto a la aplicación tópica del anti-

biótico inmediatamente después de la cirugía. Aun cuando

este tipo de tratamiento no se lleva a cabo previo a la cirugía,

su tiempo de exposición y de administración es menor que

los que se han propuesto en situaciones posoperatorias.

La aplicación tópica de antibióticos y de sustancias an-

tisépticas como la clorhexidina al 0.2% han sido utilizadas

por su mayor concentración en la zona de la exodoncia, con

lo que se evita la presencia de infecciones posoperatorias

y alveolitis.4 Los antimicrobianos utilizados tanto sistémica

como tópicamente han demostrado una reducción en la

incidencia de las alveolitis secas.

La utilización de la tetraciclina tópica en polvo o en

suspensiones acuosas ha comprobado, la mayoría de las

veces, una reducción significativa de las alveolitis secas, así

como la combinación de tetraciclinas con hidrocortisona.

Debido al transportador de esta combinación, se han detec-

tado numerosos casos con hipersensibilidad, por lo que se

recomienda el uso de la solución acuosa.4

Como se ha probado a través de estudios, la efectividad

obtenida al usar tetraciclina tópica en solución ha llevado a

la práctica de rutina de esta modalidad en cirugías de alto

riesgo de producir alveolitis seca como en terceros molares

inferiores intruidos, exodoncias de piezas dentarias poste-

riores complicadas y en pacientes con una larga historia de

tabaquismo, con lo cual se demuestra una importante dis-

minución de alveolitis seca comparadas con sitios sin este

tratamiento.4 4

24Revista Mexicana de Odontología Clínica año 2 • número 3

En un estudio se analizaron tres grupos: sin tratamien-

to antibiótico, con tratamiento antibiótico sistémico y con

tetraciclina tópica. Los tres grupos estaban conformados

por pacientes que presentaban terceros molares intruidos.

Se demostró que el porcentaje de infección fue de 14.9%

en el grupo sin antibióticos, 5.7% en el grupo con antibió-

ticos sistémicos y 2.1% en el grupo con tetraciclina tópica

aplicada en el alvéolo inmediatamente después del procedi-

miento quirúrgico.3 Junto con las tetraciclinas se encuentra

todo el arsenal de antibióticos aunque no todos han sido

probados en su aplicación tópica.

Las lincosaminas han sido consideradas como fármacos

de primera línea en infecciones odontogénicas moderadas

a severas y han demostrado ser efectivas frente a una gran

variedad de aeróbicos gram (+) y bacterias anaeróbicas. Al

aplicarlo de manera tópica, la lincomicina y clindamicina

han reducido de manera significativa el colapso del coágu-

lo y su posible infección. La aplicación sistémica de estos

medicamentos también ha logrado disminuir de manera

importante las alveolitis secas. Tanto la penicilina como sus

derivados han comprobado su efectividad en la vía sistémi-

ca, pero no se han realizado trabajos que determinen en

forma concluyente su eficacia a nivel tópico.

Evidencias contrariasCada antibiótico imaginable, individual o en combinación,

en diversas fórmulas y dosis y aplicados bajo numerosos

transportadores han sido usados a través de los años en un

intento por prever la alveolitis seca. Sin embargo, muy po-

cos estudios están de acuerdo. La incidencia citada en al-

gunos estudios es mayor con antibióticos que en estudios

sin tratamiento antibiótico. En ciertos casos el antibiótico

o el transportador han causado más complicaciones que

la alveolitis seca. En muchas investigaciones, variables que

fueron consideradas como agentes causales o que incre-

mentan el riesgo de alveolitis seca no fueron corregidas.5

El hecho de que ha habido malas interpretaciones so-

bre el concepto de profilaxis también ha generado con-

troversia. El principio básico de la profilaxis corresponde a

que el antibiótico esté en los tejidos en el momento de la

cirugía.3

La administración del antibiótico como profilaxis de

más de 24 horas no ha demostrado beneficios en la ma-

yoría de los estudios y, por lo tanto, se debe considerar la

administración de una dosis preoperatoria para administrar

un antibiótico de manera profiláctica.3

Finalmente, el uso de elementos tópicos en el alvéolo

puede generar más daño de lo previsto. El hecho de que

existan sustancias extrañas puede provocar que el organismo

genere una respuesta tardía a la cicatrización, como también

una reacción de hipersensibilidad y resistencia antibiótica.5

Realidad actualHoy en día el uso o no de antibióticos se resume según la

necesidad de cada paciente. Los factores que determinan su

uso son: 1) personas con compromiso sistémico, como los

casos de endocarditis bacteriana; 2) molares intruidos con un

alto grado de complejidad que, en el momento de la cirugía,

llevará a la realización de osteotomías; 3) molares con histo-

ria de infección; 4) presencia de pericoronaritis aguda.6

El antibiótico de preferencia es la amoxicilina, con una

dosis de 2 g una hora antes de la cirugía. En casos de hiper-

sensibilidad, se puede administrar clindamicina, la cual ha

demostrado un efecto deseable contra las complicaciones

posoperatorias.4 En casos de cirugías de terceros molares no

complicados, se recomienda sólo el uso de antiinflamatorios

no esteroideos, junto con enjuagues de clorhexidina al 0.2%

previos y posteriores a la cirugía.4, 6

ConclusiónComo se ha podido observar, el tema de la profilaxis anti-

biótica es muy variado y controversial. Son muchas las inves-

tigaciones que se han realizado en las últimas tres décadas,

sin que la comunidad de cirujanos maxilofaciales llegue a un

consenso. Establecer un protocolo estándar de profilaxis o

tratamiento antibiótico para cirugías de terceros molares es

prácticamente imposible, ya que depende de las experien-

cias de cada cirujano.

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