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ObjetividadNormativa
ERNEsTOSOSA
(Brown University)
Lascuestionesnormativasson cuestionessobrelo queuno debehacero pensar,lo queunotienequehacero pensar,lo queuno ha dehacero pen-sar.Así, haycuestionesnormativasno sólo enéticasinotambiénen episte-mología.
Lascuestionesde objetividadnormativa,muydiscutidasyapor Sócratesy Platón,resurgenhoyno sóloenéticay epistemologíasinotambiénen ámbi-tosacadémicosen generaly aúnmáslejos. El antiobjetivismonormativoensusvariasformas—i. e., el escepticismoy el relativismo—ha resurgidoennuestraculturasecular.Susdefensoresesgrimendosargumentosprincipales:(A) el argumentoapartirdeldesacuerdoy la indeterminación,y (B) el argu-mentoapartir del naturalismoy el relativismo.
A
El argumentodel desacuerdoy la indeterminacióndependede doscon-ceptosprincipales,quese puedendefinir de la forma siguiente:
Un grupo G estáde acuerdosobreunacuestiónC si y sólo silos miembrosde G concuerdanbienen laafirmativao bienenla negativacon respectoa esa cuestión.En otraspalabras,si
Rerista&fllosofla, 3Y~,n.voI. ¡~(1996> itt I6.pgs. 171-185. Seniciode Rt4~aion~.U,úvers.dadO,wIUteflt.Mad,iL 1996.
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doso máspersonasconvergenen actitud suspendiendocom-pletamentesusjuicios sobreC, esono constituyeun “acuer-do” sobreC.
Una cuestiónC es indeterminadasi y sólo si no hay ningúnhechodeterminadoque determineunarespuestaa C, seaen laafirmativao en lanegativa.
He aquíel argumento:
i. La faltapersistentede acuerdoconrespectoaunacuestiónCimplica la indetenninaciónde esacuestiónC.
u. Hay tal desacuerdoconrespectoa cuestionesnormativas.
iii. Por lo tanto,haytal indeterminaciónconrespectoacuestio-nesnormativas.
En primer lugarnecesitamosestablecerel carácterdel grupopertinen-te cuyo desacuerdoimplica indeterminación.No cualquierapuede seradmitido: no aquellosquecarecende experienciapertinenteo de aptitudlógica; ni los supersticiosos;ni los dementes;y así sucesivamente.De otromodoel desacuerdopodríarevelarno indeterminaciónsino sólo erroresoineptitud.
Debemosentoncesmodificar la primerapremisaparaque se lea comosigue:
i’. La faltapersistentede acuerdoentrelosaptosqueconsideranunacuestiónC implica la indeterminaciónde esacuestiónC.
Además,los defectospertinentespara cuestionesnormativaspuedenincluir no sóloaquellosque,comohemosvisto, importanparacuestionesfác-ticas, sino también otros distintivamente relevantespara lo normativo.Podemosnecesitarexcluirdel gruporelevanteno sóloaloslógicamenteinep-tossino tambiéna los psicópatasy tal vez a los antidemocráticos.
A continuación,es interesantecontraponerlaproposición0. Consideremoslaproposiciónresultante:
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¡ Si es Cunacuestióndeterminada,entonceslos aptosque laconsidereneventualmentecoincidiránconrespectoa C.
Estaproposiciónes a suvez equivalente,bajo supuestosplausibles,alasiguiente:
i”’. Si esP unaproposiciónverdadera,entonceslosaptosquelaconsidereneventualmentecoincidiríanen aceptarla.
Y, nuevamentebajo supuestosplausibles,estaproposiciónes a su vezequivalentea unaquehatenidoun gran impactoen la filosofia de este siglo,asaber:
T. Todaproposiciónverdaderaes cognosciblepor los aptos.
El principio Tes centralparael pragmatismo(especialmenteeldePeirce)y parael positivismológico (con susprincipios de verificacióny verificabí-lidad). En añosrecientesel principio T hatenidoimportanciacentralen lasfilosofiasde MichaelDummetty Hilary Putnam,entreotros.
A pesarde susprestigiososantecedentes,elprincipio Testáexpuestoaseriasdudas.El principio da muestrasde una fé impresionanteen las facul-tadeshumanas:afirmaenefectoquecualquierhecho,no importacuánrecón-dito,es accesibleparalahumanidad—todo hechoestáanuestroalcancecog-noscitivo. Dicha fé es conmovedora.El universoes enorme,tal vez infinito.¿Quénos asegurala accesibilidadde todo hecho recóndito?Además,hayrazoneslógicaspararechazarel principio E Supongamosqueen la histonacompletadel universohay un número específicode estrellas-digamosxestrellas.Supongamostambién,sin embargo,quenuncanadiellega a descu-brir estehecho; ni siquieraa creerlo. Consideremosentoncesel siguientehechocompuesto:
H. Hay en lahistoria del universoexactamentex estrellas(enelpasado,en el presentey en el futuro),peronuncanadiellegaa saberlo.
Deacuerdoconnuestrahipótesis,Hesverdadera.SinembargoJI, apesarde serverdadera,no es concebiblementecognoscible.
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Si rechazamosel principio T porestarazón, debemostambiénponerenduda,porrazonessimilares,lasproposiciones¡ “‘, i “, i ‘y i. Conformea esto,no podemossuponercon absolutageneralidadque la falta de acuerdoentrelosaptosse debasiemprea la indeterminación,a laausenciade algúnhechodeterminadoquepudieradeterminarunarespuestauniforme.
No obstante,podríamosnuevamenteretrocederaunapremisamásdébil,unano expuestaaestaúltima objeción.Podríamospostularsolamentequeenalgunoscasosde desacuerdopersistentee irresolublehay indeterminacióncorrespondiente:sólo en esoscasosofrecela hipótesisde la indeterminaciónla mejor explicaciónparael desacuerdopersistentee irresolubleentrelosaptos.Y podríamosluegoargumentar,siguiendoconnuestrasuposiciónmásdébil, que el desacuerdoen cuestionesnormativasresultamejor explicadopor la indeterminaciónde talescuestiones.Y, finalmente,podríamosasícon-cluir una vez másque hay indeterminación,y la correspondientefalta deobjetividad,conrespectoatalescuestiones.
Frecuentemente,por cierto,el desacuerdoentrelosaptosseexplicamejora travésde la indeterminación.Consideremos,en el reino de lo fáctico, elfenómenode la vaguedad:el casode la calvicie,digamos,o el del crepúscu-lo. Cuandoel cabellode alguienempiezaa escasearllega un momentoen elcual hay quiendice queya es calvo,mientrasotros dicenquetodavíano escalvo, y otros aún no sabenqué decir Cuandoel sol se pone llega unmomentoenel cualalgunosdicenqueyaes denoche,otros dicenquetoda-vía no es de nochesino de día, y otros aúnno sabenqué decirY en talescasosparececompletamenteimplausiblesuponerque lo quefalta es expe-riencia relevantede algún tipo, o agudezaperceptual,o perspicacia-queunamiradamáscercanao unareflexión másprofundarevelaríala respues-ta correctay zanjaríael desacuerdo.Parecemásplausiblesuponerquetalescuestionesno son determinadasy queno hayhechodeterminadoquedeter-minela respuestacorrecta,seaéstaafirmativao negativa.Todoslos hechosrelevantesestánya alavistaparatodaslas partesendisputay todala refle-xión relevanteya se hahecho.El desacuerdono ha de ser explicadoatra-vés de algunafalla cognoscitivaqueafectea unao másde las partes.Alcontrario,parecemejorexplicadoa través de la ausenciade hechodeter-minado algunoque puedadeterminaruna respuesta,sea afirmativa o seanegativa.
Hay un fenómenosimilarenel reinonormativo.Considéreselo queocu-rre cuandotalesvaloressostenidosfirmementeentranenconflicto.Un cho-queentretalesvaloresfrecuentemented.á origen a un desacuerdoqueparece
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ineliminablepor cualquierexperienciao reflexiónulterior Diferentesperso-nasasignanpesosdiferentesa los valoresen conflicto, y parecehaberpocasperspectivasde que todoslos diferentespuntosde vistapuedanconcordar.Esose observaamenudoen las confrontacionespolíticasde nuestrotiempo.¿Quédebetenermayor peso:el medio ambienteo el progresoindustrial ycomercial?¿Losderechosde losanimaleso elprogresocientíficoatravésdelavivisección?¿Losderechosde losanimaleso elplacery lanutriciónde losque comencarne?¿La vida del feto o las preferenciasde la madreno cre-yente?¿Lasnecesidadesde todoso los merecimientosde los que contribu-yen?En talescasosdivergenciasfundamentalesde énfasisno se explicanfácilmente apelandosólo a defectosde experienciao de razonamientoporpartede al menosunade las partes.
Talesconflictosde valorespodríantambiénserdescritoscomoconflictosde razones.Actuardeciertamanerapuedetenerpropiedadesque impliquenrazonesa favor de actuarasí,y tambiénpropiedadesqueimpliquenrazonesen contra de actuarasí.Y algo similar podríaverseen el ámbito epistémico.Pensarde unadeterminadamanerapuedecombinarpropiedadesque impli-quenrazonesafavorde pensarasí conotraspropiedadesqueimpliquenrazo-nesen contra de pensarasí.
Tantoen el ámbito moral comoenel epistémicohayproposicionesnor-mativaslimitadasaespecificartalesrazones,seaafavor o encontradeactuaro pensarde ciertamanera.Estastienen,respectivamente,las siguientesfor-mas:
Que O-ar (actuaru obrardeciertaforma) tengalapropiedad• es unarazóna favor de O-ar.
QueO-ar tengala propiedadiy es unarazónen contrade 0-ar.
Talesproposicionespuedentambiénexpresarsepor medio de condicio-nalesde la siguienteforma (llamadosprimafacie):
Si actuar(pensar)de ciertamaneratuvieratalesy cualescarac-terísticas,entoncesprimafacie uno deberíaactuar(pensar)deesamanera.
Es esencialparaestetipo de condicionalesque no obedezcanelmodusponens.Los condicionalesprimafacie son frecuentementederrotablespor
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circunstanciasque abarcanasuantecedenteperoson tambiénmásamplias.Tal conjuntomásamplio de circunstanciaspuedeconstituirel antecedentedeun condicionalopuesto,con consecuentecontrarioal del primero, y con lasiguienteforma:
Si actuar(pensar)de ciertamaneratuvieratalesy cualescarac-terísticas,y tambiénciertascaracterísticasadicionalesespecifi-cadas,entoncesprimafacie uno no deberíaactuar(pensar)deesamanera.
Seacomo fuere, talesproposiciones,típicasy usualesen el ámbitonor-mativo, seguramenteproduciríanacuerdoextensoentrelos aptosquelascon-sideren.
En suma,cuandoextractamoslo esencialdel argumentoapartirdel desa-cuerdoy la indeterminación,encontramossólo un resultadodébil: a saber,quehayunafalla parcialde objetividaden elámbito normativo.Con respec-to a algunasproposicionesnormativasparecehabertalesfallas.Peroconres-pectoa otras—f.c., especificacionesde razoneso condicionalesnormativosprimafacie—un extensoacuerdopareceasequibleo ya presente.Ningunadiferenciaesencialdistingue,por lo tanto, al ámbito normativo del fácticoconrespectoal desacuerdo.En amboscasoses plausiblequehayasólo unafalla parcialde acuerdoentrelos aptosy unacorrespondientefalla de objeti-vidad.
Pasamosporconsiguientea un argumentoqueprometeun resultadomásfuerte: a saber,quela faltade objetividaden el ámbito normativoes no sóloparcialsino total. Me refiero al argumentoapartir del naturalismoy el rela-tivismo.
B
Parael naturalistasólo los hechosnaturalesson hechosrealesy determ¡-nados.Todos los otros hechosque puedanpostularseson pseudohechossinningúnstatusontológicoreal -y lo mismovale paralas supuestaspropieda-desnormativas.Por lo tanto, las cuestionesnormativasson cuestionesdeter-minadas,segúnel naturalismo,sólo si sus respuestascorrectasestándeter-minadaspor hechosnaturalesy determinados.
De acuerdocon esteargumento,el valor y la función de los términos,
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conceptos,enunciadosy pensamientosnormativosha de ser, por lo tanto,explicadosin apelara ningunapropiedadfundamentalde serbueno o malo,o, conrespectoa acciones,sercorrecta o incorrecta, o, con respectoajuI-
cios, serjustWcadoo injusqficado.Si Pablole devuelveun libro a María enelpasillo, entonceslaaccióndePablotiene lapropiedaddeocurrirenel pasi-lío y uno leatribuyeesapropiedadal atribuirleeselugar. Es más,lo quehaceverdaderoel enunciadoes el hechode quela acciónde Pablo ocurreen eselugar Sin embargo,cualquierexplicaciónde esetipo serárechazadapor elnaturalistacuandoel enunciadoen cuestiónsea,digamos,quela accióndePabloes correcta(ya quecumpleconunaobligacióncontraídamedianteunapromesa).
El no naturalistadirá quela acciónde Pablotiene lapropiedadnorma-tiva de sercorrecta,y quepodemossuponerque tieneesapropiedad,afir-mar quela tiene, preguntarnossi la tiene, creerque si la tiene,esoenton-ces refleja un mérito de Pablo; y así sucesivamente1.El conceptodecorreccióntienetodoslos roles lógicosquetienenhabitualmentelos con-ceptos.Porejemplo:
i. La acciónde Pabloes correctasi y sólo si es verdaderoquela acciónde Pabloes correcta.
u. La acciónde Pabloes correctasi y sólo si la acciónde Pablotiene lapropiedadde sercorrecta.
iii. Así, esverdaderoquelaacciónde Pabloes correctasi y sólosi la acciónde Pablotienelapropiedadde sercorrecta.
El naturalistapuedeinsistiren no apelaresencialmenteaningunasupues-
1 Nuevamente,parael no naturalistahaypropiedadesno naturalescomolapropiedadde
correccion.Tal vez talespropiedadesno seanfundamentales.Peromuchaspropiedadesy rela-cionesquepareCensuficientementerealestampocosonfúndamentales:digamos,lapropiedadde serunamesa,o un auto,o unapersona,o unanación;o la relación<entredosnaciones)deestarenguerra.Enverdad,no esfácil paraun no cientificoencontrarbuenosejemplosdeposi-bIespropiedadesfundamentales.Siprácticamentetodaslaspropiedadesqueaceptamoshabi-tualmenteson no fundamentales,¿cuálpodríaser la objecióna aceptarpropiedadesnormati-vascomola decorrecciónmoralaunqueesaspropiedadesno seanfundamentales.
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tapropiedadno natural,tal comolapropiedadde unaacciónde sercorrecta.
Pero, ¿dequé otro modo puede el naturalistaexplicar lo que el objetivistanormativopareceexplicartan simplemente?¿Quéestamosdiciendoentoncescuandodecimosqueunaacciónes correcta?¿Quéhacea nuestroenunciadoadecuado,quéconstituyesuadecuación,si no es su verdad,si no es el hechode quela acción tengalapropiedadatribuidaa ella, lapropiedadde correc-ción?
El naturalistacree quetodapropiedadreal y todo hechodeterminadosonnaturales.Por lo tanto se enfrentaconel siguientedilema.Obienhayhechosnaturalesque determinanrespuestasa cuestionesnormativasobienlas cuestionesnormativassonindeterminadasy en esesentidono sonobjetivas.Losnaturalistastienenasí las dosopcionescorrespondientes:obienadoptanel no cognitivismo,sosteniendoquelas oracionesy enuncia-dos normativosno tienen valor de verdad;o bien adoptanun realismomoral naturalista,sosteniendoquelas oracionesy los enunciadosnorma-tivos tienenvaloresde verdaddeterminadospor hechosnaturalescorres-pondientes.
Parael no cognitivista,cuandodecimosquela acciónde Pablode devol-ver el libro es correcta,no estamosatribuyendoningunasupuestapropiedadno naturalde correccióna la acciónde Pablo.Estamosen cambioexpresan-do unaemocióno dictandounaprescripcióno algosimilar. Lo quedecimoses en efectoequivalentea algunacombinaciónde los siguiente:
Pablodevuelveel libro. ¡Hurra!
Pablodevuelveel libro. ¡Ojalá todoshicieran lo mismoen cir-cunstanciassimilares!
Pablodevuelveel libro. ¡Hagamostodos lo mismoen circuns-tanciassimilares!
Etc.
El no cognitivistale niegaa nuestrosvocablosnormativosla función deexpresarunapropiedado conjunto depropiedadesde correccióno similares;en cambio, son como ¡hurra! entanto tienenalgunaotra función en nuestrahabla—tal vez elogiar, tal vez enfatizar—perocumpliendosiemprealgunafunciónpragmática,no cognoscitiva.
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Parael no cognitivistano hayrealmentetal cosacomo correcciónni talcosa comojustificación, como tampocohay en el mundo tal cosacomo“hurraeidad”.El término ‘hurra’ esun término funcionalquesirveparaexte-riorizaremoción,paraexpresaraprobación,paraelogiar,y cosaspor el esti-lo; parael no cognitivista,lostérminos‘correcto’, ‘justificado’ y suscogna-dos, son como‘hurra’ eneseaspecto.Y el no cognitivistaquequierair hastael fin querráextendersupunto de vistaa la epistemologíatanto como a laética, comolo haceRichardRorty:
Parael pragmatista...“conocimiento”es,al igual que“verdad”, sim-plementeun cumplidohechoalas creenciasde las quepensamosqueestántan bienjustificadas,queporelmomento,nonecesitanjustifica-ciónadicional.2
Aquellosqueyahayanaceptadoel eliminativismoconrespectoalo men-tal, lanaturalizacióndelaepistemologíay elno cognitivismoenética,encon-traránmuchoqueelogiarenel no cognitivismoepistémicode Rorty, incon-gruentecomopuedaparecer.Sinembargo,cualquierepistemologíacentradaen la verdadseráincompatiblecon el no cognitivismo epistémico,por sucompromiso,porejemplo, conesto:
VI X es unavirtud intelectualsólo si X lleva ensumayorparteacreenciasverdaderas.
¿Cómohade enunciarseVen armoníaconelpunto de vistade que‘ver-dadero’es “meramenteuna expresiónde aprobación”,sólo un término fun-cionalcomo‘hurra’? Pareceno habermanera:el rol del vocabulariode “ver-dad” en el principio y no es sólo el de un signode admiracióno de un tér-mino funcional de aprobación;parecemásbienel de expresarun conceptobonafide.Comoessabido,estaobservaciónpuedellevarsemuchomáslejos,puestoquemuchasotrasoracionesqueincorporan“verdad”o suscognadosoriginaríanproblemasigualmenteseriosparael neopragmatismono cognití-vista. Considérense:
2 RichardRorty, “SolidarityGr Objectivity” enJ. Rajchmany C. West(eds.)Post-Analytic
Philosophy(NewYork: ColumbiaUniversityPress,1985).p. 6.
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Algunasde nuestrascreenciaspodríanserfalsas,peromuchasdebenserverdaderas.
Silo quedijeron no es verdad,debenhabermentido.
Hay infinitas verdadesexpresablesen castellanoque nadieexpresaránunca.
¿Cómopodemoscomprenderlosusosentalesoracionesde los términos‘verdadero’, ‘falso’ y suscognadosy a la vez mantenerel punto de vistadequelaúnicafuncióndetal vocabularioesaprobaro deplorar,comoen el casode ‘hurra’? El neopragmatismoes una propuestaquepodemosy debemosrechazar.
Y el no cognitivismoen ¿ticatieneproblemassimilares.Considérense:
Algunasdenuestrasaccionespodríanserincorrectas,perootrasdebensercorrectas.
Me gustaríaactuarsiemprecorrectamente,aunqueal actuarasíno actúede acuerdoamis deseosinmediatos.
Si actúoincorrectamenteserécastigado.Si actúocorrectamenteserérecompensado.
¿Cómopodemoscomprenderlos usosen talesoracionesde los términos‘correcto’, ‘incorrecto’ y suscognadosy a lavezmantenerel punto de vistade quela únicafunción de tal vocabularioes aprobaro deplorar,comoen elcasode ‘hurra’?
Entraaquíel relativismoen defensadel naturalismo.El relativismotratadeexplicarquéleda significadoo condicionesdeverdadalas oracionesnor-mativassin apelarapropiedadesno naturales.Así opta el relativistapor elotro cuernode nuestrodilemanaturalista.Apuntaél a un tipo de propiedadquepuedaayudaraexplicarquése quieredecircuandose llama“correcta” auna acción, o al menosa explicar qué determinala verdado falsedaddelenunciadocorrespondiente,del enunciadode que la acción en cuestiónescorrecta.Parael relativista, si alguienemitetal enunciadolo quedice es ver-dadero(falso) dependiendode si cierto código contextualmenteseñaladoimplica quelaacciónen cuestiónha(no ha)de serllevadaacabo,dadascier-
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tascondicionesfácticamentesatisfechaspor tal acción.Así, cuandounodicequela acciónde Pabloes moralmentecorrecta,eseenunciadoes verdaderosiy sólo si, apartirdelcódigomoraldelacomunidadmoralalaqueunoper-tenecese siguequePablohade actuarcomolo hace,dadasciertascondicio-nesfácticamentesatisfechaspor tal acción: i. e., queesel cumplimientodeunapromesa.
Si un códigode “reglas” ha de tenertal implicacióncuandose combinacon ciertos supuestosfácticos sobre la acción en cuestión, entonceslas“reglas” involucradasdebenserreglasgenerales,sin excepciones.Una reglatal debeafirmarquesi unaacciónsatisfaceciertascondiciones,entonceshade serllevadaacaboy punto.A menosqueun códigocontengatales,aun-quefuerasóloimplícitamente,no implicaráqueunaacciónparticularha deser llevadaa cabosiemprey cuandosatisfagaciertascondicionesfácticas.Así nuestrocódigomoral implicaráque Pabloha de devolverleaMaría sulibro si la acciónde Pablo satisfaceciertas condicionesC tal que nuestrocódigorequierequese realicenlas accionesquesatisfaganesascondicionesC. LascondicionesC incluiránquelaacciónen cuestiónconstituyael cum-plimiento deunapromesa,queno facilite un delito porsertambiénla devo-lución de un armaa alguienobviamenteinclinadoadelinquir,etc.En cual-quier caso,si dadaslas circunstanciasde algunaacción,el códigorealmen-te la requiere,entoncesdebeéstecontenertales “reglas” sin excepciones.Sin embargo,es muydudosoquehayarealmentereglassinexcepcionesquelascomunidadesesténdispuestasa aceptarincondicionalmente.No importacuántasexcepcionesse incorporena los antecedentesde nuestrasreglas,otras excepcionesseránposiblesen tanto nuestrosantecedentesespecifi-quensólocondicionesfácticas—y no condicionesnormativastalescomo“ysi no haycondicionesquecontrapeseny derroten”,lo quepareceríatriviali-zar la reglatanto como si hubiéramosdicho “y si es correctocumplir estapromesa
Podríarespondersequelos códigosmoralesen efectoincorporanreglassinexcepciones,peroqueéstashandeobservarsesólodentrode losconfinesdel ámbitomoral; exactamentecomolas reglasdel ajedrezson constitutivasdel ajedrez, las leyesdel sistemalegal son constitutivasdel mismo, y lasreglasdeun sistemadeetiquetasonconstitutivasde esesistema.Cuandonoscomprometemosconla reglasin excepcionesdequelos alfilesmuevensóloen diagonal,haypor lo tanto un antecedenteprincipal implícito de la forma:“si el ajedrezes nuestrojuego”. De manerasimilar, cuandonoscomprome-temosconla ley dequehayquedetenersecon la luz roja,elantecedenteprin-
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cipal implícito es “si operamosbajo el sistemanorteamericanode leyes detránsito”.¿Porquéno podríamostenerentoncesunareglasin excepcionesdela forma“uno debecumplirconsuspromesas”en tanto,implícitamente,sos-tengamosnuestraregla de manerarelativaa un antecedentede la forma “sioperamosbajoel códigomoralnorteamericanocontemporáneo”o algosimi-lar?
Estarespuestatiene varios problemas.Primero, aúnpareceobviamentefalso que el código moral norteamericanocontemporáneocontengatalesreglassin excepciones.Seguramente,el códigomoral norteamericanopermi-tiría circunstanciasexcepcionalesen las que una promesadebe ser rota,teniendoencuentatodo. Un ejemploanterior,el deretornarelannaaalguienobviamenteinclinadoa delinquir,es un casoenestadirección.Por supuesto,si uno mueveun alfil de manerano diagonal,uno estáviolandolasreglassinexcepcionesdel ajedrez(o unono estájugandoal ajedrezenabsoluto).Y lasreglasde etiquetapuedenmuy bienversedel mismo modo,como constitu-tivasdel comportamientocortésen ciertos sentidos.Resultamenosplausi-ble, perotal vezno implausible,concebirala ley deun territorio tambiéndelmismomodo,comoconstituidapor las leyessin excepcionesdeeseterrito-rio. Sin embargo,en tanto estaconcepción“constitutiva” de las distintasreglaso leyessea correcta,se imponepreguntar:¿Porquédebemosjugaralajedrez(moviendolos alfiles en diagonal,etc.)?¿Porquédebemossercor-teces?¿Porqué debemosobedecerla ley? Y necesitaremosuna respuestadistintade: esconstitutivodel ajedrez(o del comportamientocortés,o de laconductalegal) actuarde acuerdocon tales y cualesreglas.Tal respuestaseríaahoratrivialmente definicional. Además,queda estoen pie de todosmodos:“¿Quédebo haceraquíy ahora,teniendoencuentatodo?”. El natu-ralistanecesitaexplicarnostambiénestacuestión,y no sólo las preguntascomo “¿Qué debo hacer,moralmentehablando?”,“¿Qué debo haceraquíparano violar la ley?”,“¿Qué accionesme requierennuestrasreglasde eti-queta?”.
¿Cómoentenderáentoncesel relativistael tipo dehechodeterminadoynaturalquedeterminaráunarespuestaa lapreguntade quées lo queunohade hacerteniendoen cuentatodo?¿Hayalgún códigoúltimo o fundamentalquesiempredaráunarespuestaatal pregunta?Silo hay, ¿nodebeesecódi-go estarcompuestopor reglasabsolutasy sin excepcionesdespuésde todo?Talesreglasdebenentoncesserincondicionales,y no puedenserentendidas,encontrasteconelmodelo del ajedrez,comocondicionalessobreun antece-denteprincipal implícito análogoa“si hemosdejugaral ajedrez...”u otropor
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el estilo. (Ya que éstosólo plantearála preguntacorrespondiente,del tipo:“¿Por quéjugar al ajedrez?”).
El naturalistadebe dar cuentade preguntascomo “¿qué debo hacer,moralmente(legalmente,urbanamente)hablando?”.Pero tambiénnecesitaráocuparsede nuestrapregunta“¿quéha de haceruno aquíteniendoen cuenta
todo?”. Aún conrespectoalprimer tipo de preguntael naturalistarelativistaenfrentarádificultadesserias,como ya hemosvisto. Y talesdificultades setornangravescuandopasamosa la segundapregunta,a la incondicional,sinrestricciones.Pareceaquíimposibleparael relativistaeludir suclaranecesi-dadde reglasabsolutas,incondicionalesy sinexcepciones.Y aúnmás,pare-ce igualmenteimposiblesatisfacertal necesidad,encontrar(suficientes)talesreglasque alguien (y muchomenosun grupo) estaríadispuestoa aceptarPerosintalesreglasno habrácódigosdel tipo requeridoporelrelativistaparaexplicarenunciadostan simplescomo“teniendotodoencuenta,Pabloactuócorrectamentealdevolvereselibro”.
Esoen cuantoal ámbitomoral y másgeneralmenteal reino de la ética.En el reino epistémicoencontramosuna situaciónparecida,comoha sugeri-do yaThomasKuhn. Hay ironía en esto,ya quelaobrade Kuhnes unafuen-te principal del relativismotan extendidohoy no sólo en epistemologíasinotambién en ética y en ámbitosacadémicosen general. Irónicamente,elmismo Kuhn ha enfatizadoel hechode que no hay algoritmosepistémicosparala elecciónde teorías,ni aún“reglas” epistémicassin excepciones.Enlugar de eso,hay“valores” compartidostalescomosimplicidad,fecundidad,consistencia,alcancey exactitud. Seleccionaél talesvaloresentreaquellosampliamentecompartidospor los científicosen su actividad.Sin embargo,comocuidadosamentesubraya,en primerlugar esosvaloresfrecuentementeentranen conflicto entresí en la historia de la ciencia y en la cienciacon-temporánea;además,son ellossiempresuplementadosporcriterios “subjeti-vos” e “individuales” invocadospor científicos particulares,aunqueotroscientíficosno los compartan.3
Ni enéticani enepistemología,por lo tanto,existenlasreglasrequeridaspor el relativismo,reglassin excepcionesqueimplicaránqué es lo queunoha de hacero pensaren determinadascircunstancias.En ausenciade talesreglas,entonces,el relativistano puedeproveerun significadonaturalística-menteaceptableparala aserciónnormativade quela acciónes correcta(o el
ThomasKuhn, TheEssenflalTension<Chicago:Universityof ChicagoPress,1977),Pp. 322-325.
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pensamientojustificado) teniendotodo en cuenta,y ni siquierapuedeprove-ercondicionesdeverdadnaturalísticamenteaceptablesparatal aserción.Estose debeala falta de códigos,éticoso epistémicos,aceptadosen las comuni-dadesmoraleso epistémicasrelevantes,queimpliquencómose hade actuar(o pensar)en determinadascircunstancias.
Pero¿porquéha deregocijarseelobjetivistaconesteresultado?Despuésdetodo, el relativismo,si fueracorrecto,resultaríaenlaobjetividadde lo nor-mativo,y ciertamentelo haríadentrode confinesnaturalistas.O al menosasíparece.Pero anteunamiradamásatentalas aparienciasresultanengañosas.Sí, el relativismoproveeríaunapropiedadde correcciónobjetivay naturalís-ticamenteaceptable,o al menosproveeríacondicionesdeverdadparaatribu-cionesde correcciónqueseríanobjetivasynaturalísticamenteaceptables.Sinembargo,la fuente de tales condicionesde verdadresidiríaen los códigosaceptados,suponiendoque tales códigos pudieran estar compuestosporreglassinexcepciones—lo queahoraestamosconcediendo,aunquesólo enfavor de la continuidaddel argumento.Y ahoranuestrofoco de atenciónsemuevehacia las reglasque constituyendicho código.¿Cuáles sustatusynaturaleza?Pareceríaviciosamentecircular suponerque las reglasmismasson proposicionesnormativascuya significación o condicionesde verdadhan de ser explicadasapelandoa los códigos aceptadosque ellas mismasconstituyen.La posiciónmásplausibleparael relativistaes considerara lasreglas involucradascomo meras prescripcioneso imperativos, como losDíezMandamientos.¿Cuáles entoncesel origen y el status de tales pres-cripciones?
¿Debenlas prescripcionesqueconstituyenloscódigossometersea con-trol o evaluaciónmediantecriterios objetivos independientesde la voluntadindividual o comunitaria?Si es así,¿cuáles entoncesla naturalezay el ori-gende lacorreccióndetalescriterios?¿Encontramosaquícorrecciónobjeti-va másallá de lascontingenciasde lo queun códigoaceptadocontengacomoreglasconstitutivas?Parecieraquesí, yaquesonestoslos criteriosquedeter-minanlo queun códigodebecontener.Por lo tanto,la correccióninvolucra-daentalescriterios no puedeconsistircoherentementeenlo quees implica-do por algúncódigoaceptado.(La circularidadviciosao el regresoal infini-to acompañaríanacualquierestrategiaquerecurrasiempreaotro códigoparalos criterios en términode loscualesse evalúaun códigodado).
Supongamos,por otro lado, que las prescripcionesconstitutivasde uncódigo moralo epistémicono necesitensometerseal control o evaluaciónmediantecriterio objetivo alguno.Estaparecela posiciónmássimpley más
185Objetividadnormativa
fácilmentedefendibleparael naturalistarelativista.Peroestosignificaqueenalgúnsentidonaturallos contenidosde los códigosson entoncesarbitrarios—puestoque estándeterminadospor el ejerciciolibre de la voluntadde unindividuo o comunidad,quepuededecidircomoleplazcasin controlexternoobjetivo.
El argumentoa partirdel naturalismoy el relativismotienepor tanto unimportante inconveniente.Requierecódigos compartidosque contenganreglassinexcepcionesparaexplicarquédefineo almenosdeterminaelvalorde verdadde los juicios moralestales como: “Pablo actuócorrectamente,tomandotodo en cuenta”.Perono hay códigostales.Afortunadamenteparaladefensade la objetividadnormativa,el relativismo es así puestoen duda.Afortunadamente,ya que si el relativismo fueraverdadero,se seguiríaunaconclusiónproblemática:a saber,quelas reglas fundamentalesconstitutivasde nuestroscódigosmoralesson creacionesarbitrariasde nuestravoluntad.Por supuestoéstaes laconclusiónquedeleitaa muchosrelativistasopuestosa la objetividadnormativa.Afortunadamente,pareceahoracuestionablequetenganellos derechoa extraertal conclusión,dado su recursoesencialaldudososupuestode que cadacomunidadmoral se unaal aceptarreglassinexcepciones.
En conclusión,hemosexaminadodos argumentosen contrade la objeti-vidadnormativa,y cadaunodejamuchoquedesearEl argumentoapartirdeldesacuerdoresultacomomuchoenunafallaparcialde objetividadenlaesfe-rade lascuestionesnormativas.Perono esesodistintivo de tal esfera.Enpar-ticular,laesferafácticaestátambiénsujetaaunafalla parcialsimilarMuchascuestionesfácticasse muestranindeterminadasy en consecuenciano objeti-vas.En cuantoal argumentoapartir del naturalismoy el relativismo,éste setransformafinalmente, como hemosvisto, en la cuestionablepostulaciónrelativistade códigosaceptadosconreglassinexcepciones.