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El retorno del Chafllán: resurge una visión biopsicosocial de la salud y la curación C*) Prof Helen Graham (Catedrática de Psicología)(**) THE RERN OF SHAMANISM: A PSYCHOSOCIAL APPROACH TO HEALTH AND CURE. GRAHAM H. Keywords: Ethnomedicine, Antropology, History, Philosophy. Engsh Abstract: From an archeological and an.thropologicalpoint ofview, an.y kind ofcure has its ots in ancien.t shamanist practices, that have existed in our planet since 20.000 years ago. Shamans and healers' tradition tried to recover a lost imbalance and to give morepower to the patient, acting over the body, the mind and the spirit. This is a common trend in ancient Egyptian and Greek cultur es. The hpocratic "vis naturae medicatrix", ornatul healing jorce, alsO includes these trends.ln the Middle Ages, witches and wizards acted like shamans, and Wilhem Teophrastus von Hohenheim (Patcelsus) wrote his b' ooks ajterspeaking with witches. Perhaps modern medicine should be mor e open-minded to these practices that act upon non measurable sensibilities of the human being. INTRODUCCIÓN Evidencias arqueológicas y antropo- lógicas sugieren que todas las formas ele curación han tenido su origen en las antiguas prácticas del chamanismo, que a su vez están ancladas en el misticismo y en la magia. Este artículo traza breve- mente la historia ele la Medicina de Occi- dente, indicando las influencias cultura- les y los desarrollos qpe han obscurecido la tradición chamánica ele curar, e iden- tifica los factores contemporáneos que están impulsando la reconsideración y la revaloración e sus principios y sus prácticas, así como las implicaciones para la Medicina . De esta creciente aproxima- ción entre la Medicina ortodoxa de Oc- cidente y otras formas de Medicina que · han sido vistas como alternativas in- compatibles emerge un patrón común que vuelve obsoleta cualquier distinción, lo que sugiere que existe una cpmple- mentariecla fundamental entre todos los sistemas e curación. Resulta irónico en cierto modo que Hipócrates sea tomado como el padre de la Medicina occidental, porque en lo esencial su modo de abordar la curación es diametralmente opuesto a la mayor · parte de las teorías y prácticas de la Me- dicina moderna. Hipócrates es, en un sentido global, más coherente con la tra- dición mágica del mundo antiguo. 4 tura Medicatrix. Vemno 1992 (nº 30) TD IC IÓN MÁ GIC A DE C URAC IÓN la magia tiene su raíz en el misticis- mo, el cual se caracteriza por ciertas creencias comunes a todas las épocas y lugares: el concepto de una realidad completamente diferente del mundo aparente que está más allá de él cuyo conocimiento viene por vía de revela- ción, e introspección o de intuición; una sabiduría oculta o escondida que se revela repentinamente y que está libre de cualquier duda; una consciencia de la unidad e indivisibilidad el e todos los fe- nómenos y una consciencia de la ilu- sorieclad del tiempo. El misticismo afirma también que el Universo o Cosmos es uno y que por tanto ninguna parte está separada de las demás, que nada existe excepto como parte integral e un Todo, el cual está fuera del tiempo y es eterno. El alma o esencia del hombre es parte e ese Todo, y el hombre como ser físico es sólo una réplica de él, un microcosmos del macro- cosmos. la tradición mística está orientada hacia el desarrollo de la percepción, el e la consciencia y el e la sensibilidad, las cuales permiten al individuo penetrar los miste- rios fundamentales del Universo, inclu- yendo la propia naturaleza del hombre y su destino. la Magia es la capacidad para trabajar con las fuerzas del Universo y producir los efectos deseados a voluntad median- te hechizos, encantamientos y ciertos ri- tliales A los adeptos a estas artes, de los que cabe pensar que aplican leyes cien- tíficas todavía desconocidas en su mayor parte por la ciencia moderna, se les cono- ce por los nombres de magos, brujas o chamanes. CSMO El término chamanismo fue introdu- cido en el siglo II por los rusos cuando encontraron por primera vez a los Tungus, tribus siberianas en cuyo seno se daba el nombre el e shaman, saman o haman a los expertos en lo oculto. Estos hombres y mujeres se ocupa- ban de las diversas prácticas dirigidas a mantener el equilibrio psíquico y ecológico el e la gente, y sus poderes eran críticos con la via comunal y la supervi- vencia humana. Actuaban para mante- ner el delicado y necesario equilibrio entre el mundo exterior de cada día y el mundo interior psíquico o espiritual. Eso se reflejaba en los poderes que se les atribuía y que incluían el dominio del fuego, provocar la lluvia, ser expertos en las tradiciones sobre las plantas y minera- les, la curación, la telepatía, la interpreta- ción el e los sueños, la adivinación del futuro, la levitación, el vuelo, el ascenso a los cielos y el descenso al mundo sub-

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  • El retorno del Chafllán: resurge una visión biopsicosocial de la salud y la curación C*) Prof. Helen Graham (Catedrática de Psicología)(**)

    THE RETURN OF SHAMANISM: A PSYCHOSOCIAL APPROACH TO HEALTH AND CURE. GRAHAM H.

    Keywords: Ethnomedicine, Antropology, History, Philosophy. English Abstract: From an archeological and an.thropological point ofview, an.y kind of cure has its roots in an.cien.t shamanist practices, that have existed in our planet since 20.000 years ago. Shamans and healers' tradition tried to recover a lost imbalance and to give more power to the patient, acting over the body, the mind and the spirit. This is a common trend in ancient Egyptian and Greek cultures. The hippocratic "vis naturae medicatrix", ornatural healing jorce, alsO includes these trends.ln the Middle Ages, witches and wizards acted like shamans, and Wilhem Teophrastus von Hohenheim (Pat'Clcelsus) wrote his b'ooks ajter speaking with witches. Perhaps modern medicine should be more open-minded to these practices that act upon non measurable sensibilities of the human bein.g.

    INTRODUCC IÓN

    Evidencias arqueológicas y antropológicas sugieren que todas las formas ele curación han tenido su origen en las antiguas prácticas del chamanismo, que a su vez están ancladas en el misticismo y en la magia. Este artículo traza brevemente la historia ele la Medicina de Occidente, indicando las influencias culturales y los desarrollos qpe han obscurecido la tradición chamánica ele curar, e identifica los factores contemporáneos que están impulsando la reconsideración y la revaloración ele sus principios y sus prácticas, así como las implicaciones para la Medicina . De esta creciente aproximación entre la Medicina ortodoxa de Occidente y otras formas de Medicina que · han sido vistas como alternativas incompatibles emerge un patrón común que vuelve obsoleta cualquier distinción, lo que sugiere que existe una cpmplementarieclacl fundamental entre todos los sistemas ele curación.

    Resulta irónico en cierto modo que Hipócrates sea tomado como el padre de la Medicina occidental, porque en lo esencial su modo de abordar la curación es diametralmente opuesto a la mayor· parte de las teorías y prácticas de la Medicina moderna. Hipócrates es, en un sentido global, más coherente con la tradición mágica del mundo antiguo.

    4 Natura Medicatrix. Vemno 1992 (nº 30)

    LA TRADICIÓN MÁ GICA DE LA CURACIÓN

    la magia tiene su raíz en el misticismo, el cual se caracteriza por ciertas creencias comunes a todas las épocas y lugares: el concepto de una realidad completamente diferente del mundo aparente que está más allá de él cuyo conocimiento viene por vía de revelación, ele introspección o de intuición; una sabiduría oculta o escondida que se revela repentinamente y que está libre de cualquier duda; una consciencia de la unidad e indivisibilidad ele todos los fenómenos y una consciencia de la ilusorieclad del tiempo.

    El misticismo afirma también que el Universo o Cosmos es uno y que por tanto ninguna parte está separada de las demás, que nada existe excepto como parte integral ele un Todo, el cual está fuera del tiempo y es eterno. El alma o esencia del hombre es parte ele ese Todo, y el hombre como ser físico es sólo una réplica de él, un microcosmos del macrocosmos.

    la tradición mística está orientada hacia el desarrollo de la percepción, ele la consciencia y ele la sensibilidad, las cuales permiten al individuo penetrar los misterios fundamentales del Universo, incluyendo la propia naturaleza del hombre y su destino.

    la Magia es la capacidad para trabajar

    con las fuerzas del Universo y producir los efectos deseados a voluntad mediante hechizos, encantamientos y ciertos ritliales A los adeptos a estas artes, de los que cabe pensar que aplican leyes científicas todavía desconocidas en su mayor parte por la ciencia moderna, se les conoce por los nombres de magos, brujas o chamanes.

    CHAMANISMO El término chamanismo fue introdu

    cido en el siglo XVII por los rusos cuando encontraron por primera vez a los Tungus, tribus siberianas en cuyo seno se daba el nombre ele shaman, saman o haman a los expertos en lo oculto.

    Estos hombres y mujeres se ocupaban de las diversas prácticas dirigidas a mantener el equilibrio psíquico y ecológico ele la gente, y sus poderes eran críticos con la vicia comunal y la su pervivencia humana. Actuaban para mantener el delicado y necesario equilibrio entre el mundo exterior de cada día y el mundo interior psíquico o espiritual. Eso se reflejaba en los poderes que se les atribuía y que incluían el dominio del fuego, provocar la lluvia, ser expertos en las tradiciones sobre las plantas y minerales, la curación, la telepatía, la interpretación ele los sueños, la adivinación del futuro, la levitación, el vuelo, el ascenso a los cielos y el descenso al mundo sub-

  • terráneo y la comunicación con los e s p í r i t u s .

    Estos "vuelos de l a fantasía" ocurren en el interior de la consciencia, en los reinos de la imaginación o del inconsciente. Los chamanes son expertos en explorar e interpretar los paisajes de la mente -tanto los suyos propios como los de los demás- y en usar la información obtenida de ese modo para la adivinación, el diagnóstico y el tratamiento.

    Sus poderes para curar se basan en el uso de la intuición y en la capacidad para evocar e interpretar imágenes vívidas a través de la inducción de estados de consciencia que conducen a la producción de metáforas. El chamán alcanza el estado de consciencia expandida y de intensa perpepción, intuición o imaginación -estado conocido como éxtasis o trance, una característica universal del chamariismo-- mediante varios métodos tradicionales que incluyen el uso ele drogas estimulantes, la danza, la música ele tambores, el movimiento rítmico, las oraciones, las canciones y la meditación.

    Evidencias arqueológicas sugieren que estas técnicas tienen por lo menos

    2 0 . 00 0 anos ele antigüedad, que están ampliamente extendidas 'y que son remarcablemente similares en todo el mundo. Eso ha sido confirmado por descripciones arqueológicas contemporáneas de estas prácticas en Polinesia, Japón, China septentrional, Suclamérica y Centroamérica , Africa , Australia y el P acífico Sur .

    El principal objetivo ele la curación chamánica no es evitar la muerte y prolongar la vida, porque este tipo de curación es esencialmente espiritual antes que física; se considera que el único propósito de la vida es el desarrollo espiritual, el mantenimiento de la armonía y el equilibrio con todas las cosas.

    El chamanismo es pues holístico. No simplemente porque considera todos los aspectos del organismo humano como interconectados e interdependientes, sino también porque en un sentido más amplio reconoce que el organismo está en constante interrelación con el entorno natural y social.

    Ve la enfermedad como dificultad del alma; como un desequilibrio o debilitamiento al que sigue una invasión de

    energías individuales . Los factores biológicos y los procesos fisiológicos que producen la enfermedad se consid eran amenazantes solamente cuando existe ese debilitamiento Por lo demás se rechazan completamente esos factores o se les relega a un papel de importancia secundaria .

    Toda la curación chamánica está dirigida por tanto a la restauración del equilibrio y a enfa¡izar el aumento del poder personal. De acuerdo con ello, los chamanes no trabajan exclusivamente en el contexto de la enfermedad; su enfoque abarca todos los aspectos ele la vida. De hecho es vital la comprensión que el chamán tiene de la influencia del contexto sociocultural en la causa de las enfermedades, tal como observa Margaret Lock (1) :

    "Cuando a un médico occidental se le pregunta acerca de las causas de las enfennedades hablará sobre las bacterias o los desórdenesfisológicos; un chamán probablemente mencionará la competencia, los celos, la avaricia, las brujas y los maleficios, los malos actos de un miembro de la familia del paciente, o

    Natura Medicatrix. Verano 1992 (nQ 30) 5

  • algú n otro aspecto en el cual el paciente o sus parientes hayan fallado en mantener el orden moral."

    E l c hamán típ ico trabaja por tanto a l lado de prac tic antes de otras formas más m ec á n ic as y tecnológicas de Medicina· dentro de una jerarquía de c urac ión, en la base de la cual están los especialistas en diagnóstico y arriba de todo los expertos de la " Medicina imaginativa" los cuales usan activamente la intuición para intervenir en los asuntos ele salud y enfermedad.

    EL CHAMANISMO EN LA MEDIC INA OCC IDENTAL

    El origen de las prácticas chamánicas , ' así como su organización jerárquica, está

    Guerrem Hitita

    envuelto en la mitología . A pesar de ello las prácticas chamá nicas se encuentran a lo largo de toda la historia ele la Medicina occidental.

    En el antiguo Egipto la Medicina c oncernía a toda la persona en c ue rp o , mente y espíritu, y era sacerdotal . Además ele l os sacer-

    6 Natura Medicatri:x:. Verano 1992 (n2 30)

    elotes del templo había otros varios grados ele sanadores, desde los que colocaban bien los huesos hasta aquellos que podían acceder y dirigir los procesos naturales . Los sanadores más apreciados eran aquellos que tenían la capacidad ele evocar e interpretar los sueños, tanto por lo que se' refiere al diagnóstico como al tratamiento.

    Los orígenes chamánicos ele la Medicina egipcia son evidentes en su más renombrado sanador, Imhotep (naci.do cerca del 3 .000 a .C.) que era un maestro de la magia, la poesía, la adivinación, los conocimientos sobre hierbas y la provocación ele la lluvia. A su muerte fue elevado primero a la categoría de semidiós y después a la ele una deidad completa de la Medicina, designado como el hijo ele Ptah, dios de la curación. Con su nombre pasó a la antigua cultura griega la tradi-

    ción de curar.

    LA CURACIÓN EN LA ANTIGUA GREC IA

    En la antigua Grecia el alma -psique o fuerza de vida-era interpretada como un movimiento o fluctuación . entre pares ele opuestos y el equilibrio o armonía entre ellos constituía la salud. Todos los problemas humanos eran vistos como una pérdida de esta armonía esencial, y los desórdenes físicos se consideraban en gran parte como s intomáticos de un desequilibrio espiritual o malestar del alma, literalmente,

    . ele una psicopatología. El tratamiento estaba por tanto dirigido a la psicoterapia, literalmente, a la curación del alma, mediante la restauración de su equilibrio y armónía. De acuerdo con ello el hombre debía estar en armonía tanto en su realidad física como en su realidad espiritual-en todo su ser- para que se mantuviera el estado de salud.

    Esta noción está ii11plícita en varios vocablos referentes a la curación y la sa lud . La p alabra salud s ignific a globalidad en numerosas lenguas . El alemán heilen (que significa totalidad) está estrechamente relacionado con el viejo término inglés hael(total) de donde proviene hale(sano), y es similar al alemán

    beilig y en inglés antiguo a halig, que significa boly (sagrado). Etimológicamente por tanto estar sano (to be healthy) es estar entero (wbole) o santo-sagrado · (boly), lo cual comprende claramente los dos aspectos del hombre, el espiritual y el físico, y no meramente el último. La Medicina griega, como la de Egipto, se centraba en el restablecimiento de esa armonía y se basaba fuertemente en el uso ele la imaginación y los sueñ'os para el diagnóstico y el tratamiento.

    Pitágoras ele Samos empleaba los conceptos ele armonía fisiológica y ecológica en su sistema de curación, y fue en esta tradición que Hipócrates fundó su escuela de Medicina en la isla de Cos, donde floreció a finales del siglo V a. C.

    LA MEDICINA HIPOCRÁTiCA

    Hipócrates integró l a Medicina con las leyes universales ele la Naturaleza tal

    'como eran concebidas en aquel tiempo; de ese modo integró Medicina y Filosofía.

    El estado ele salud del hombre y ele la naturaleza consistía en una equivalencia ele los elementos básicos, en una armonía, que era fundamentalmente una adaptación al entorno. Los estudiantes ele Medicina estudiaban los efectos ele los ciclos naturales sobre la salud, ciclos como los ele las estaciones, y usaban todos los sentidos para definir el entorno, tomando en cuenta para ello factores tales como la posición geográfica en relación a la luna y las estrellas, la salida del sol y la dirección del viento o las condiciones del suelo y del agua. Igual que el chamán, el médico hipocrático era un adivino de los signos naturales y un experto en su conocimiento. Tenía una consciencia ele la globalidad ele las cosas , y no veía la enfermedad como un fenómeno aislado. Esta perspectiva holística y dinámica es evidente en el axioma hipocrático: " e.�{ste un solo flujo, un aliento común, todas las cosas están en simpatía".

    Hipócrates ponía énfasis en este aliento común o fuerza vital inherente a todas las cosas -la vis medicatri:x: naturae-- o fuerza ele curación natural. Insitía en que el proceso de curación estaba ideado solamente para asistir al propio proceso curativo del cuerpo, proveyendo asistencia a las fuerzas naturales mediante la creación de condiciones óptimas para que la curación tuviese lugar. Aquellos que se formaron en la tradición hipocrática veían Ia curación como una curación ele la naturaleza por sí mis-

  • ma que restituía el equilibrio y la armonía. El papel del médico o terapeuta era considerado literalmente como el de asistente al proceso curativo· (á el griego therapeia: asistencia) .

    La gran similitud entre la Medicina hipocrática y las formas tradicionales de curación de India y China ha llevado a algunos comentaristas a sugerir que Hipócrates viajó en algún momentoy reci'bió influencias de las culturas orientales. Es más probable sin embargo que las similitudes entre estos sistemas, y de hecho entre todas las formas aparentemente diversas ele las llamadas aproximaciones "alternativas" a la salud, tengan un origen común en el antiguo misticismo (más elatos en referencia bibliográfica 2).

    Existen pocas dudas ele que la filosofía hipocrática no estuviera inspirada en los principios ele la magia y el misticismo. No obstante representaba en aquella época un alejamü::nto significativo ele la antigua tradición,' puesto que por primera vez emergía la consciencia de que la enfermedad y la salud eran fenómenos biológicos naturales, reacciones del organismo a su entorno, al modo de vida y otros factores terrenos, antes que obra de dioses y espíritus . Es en este sentido, y quizás sólo en este, que la salud se convirtió en el ideal de cultura, de manera que la salud social, física y emocional eran vistas como una sola.

    Sin embargo hacia el final del periodo clásico de la historia griega tuvieron lugar varias evoluciones en el pensamiento; sobre todo se produjo un desarrollo del racionalismo con su énfasis en el análisis y la medición, que oscureció la sabiduría intuitiva del hombre primitivo sobre la cual se basaban los antiguos sistemas dé curación, y que tuvo profundos efectos en todos los aspectos de la cult1.Jra occidental; incluyendo la Medicina.

    LAS EDADES OSCURAS DE LA MEDICINA

    Hacia finales del período clásico en Grecia la antigua visión científica del mundo fue sistematizada por Aristóteles. Posteriormente fue combinada con la ética cristiana por Tomás de Aquino -finales de la Edad Media-, quien de ese modo estableció los fundamentos científicos que permanecieron largo tiempo incuestionaclos e inalterados.

    Bajo la influencia ele la Iglesia todos los movimientos visionarios se volvieron sospechosos y fueron objeto de intensa persecución; como consecuencia ele esta

    influencia no se produjeron estudios o prácticas serias en Medicina.

    La Medicina chamánica o popular fue p reservada por tradición secreta oral, siendo considerados los ritos ele curación como misterios compartidos solo por iniciados. Consiguientemente la mayor parte de las prácticas ele curación son deducibles tan solo ele los registros ele los juicios ele brujas, puesto que durante este período la curación en Occidente era ampliamente practicada por mujeres sabias o brujas, que, tal como se ha sugerido, fueron probablemente los científicos más avanzados ele la época. Ciertamente Paracelso (1493-1541), el distinguido médico y fundador de la química moderna, atribuía su entendimiento de las leyes y práctica de la Medicina a sus conversaciones con brujas. En su consideración ele la unidad de todas las cosas, en sus intentos de usar las fuerzas de la Naturaleza para la curación y en su manera de entender el papel de los sanadores ("el hombre es su propio doctor (. . .) el médico está en nosotros mismos, y en nuestra naturaleza todas las cosas que necesitamos') denota que las brujas estuvieron actuando dentro de la larga tradición pagana de las tribus europeas cuyas prácticas eran esencialmente chamánicas.

    El vuelo "imaginativo" en un palo ele escoba y el uso de hechizos son también claramente chamánicos, y heréticos a los ojos de la Iglesia, cuya purga implacable de brujas durante la Edad Media tuvo consecuencias calamitosas para la tradición ele curar. Las habilidades en cirugía y en uso ele hierbas de los griegos fueron ampliamente erradicadas y reemplazadas a menudo por prácticas a veces brutales tales como la mortificación de la carne. Así muchos eruditos culpan a la cristiandad de haber traiclo las edades oscuras de la Medicina.

    MEDICINA MECANICISTA Hasta el siglo XVII el objetivo de la

    c;iencia había sido entender y vivir en armonía con la Naturaleza, pero esta visión fue completamente alterada por Francis Bacon, quien introdujo d punto de vista según el cual un hombre es algo aparte ele la Naturaleza, y puede obtener el dominio sobre ella a través de la ciencia. Esta posición era esencialmente antiteológica, en tanto que animaba al hombre a adueñarse de unos poderes en un principio solamente atribuibles a Dios. Ello trajo por consiguiente conflictos en-

    tre la Iglesia y la ciencia y creó un cisma entre los reinos ele lo físico y de lo espiritual.

    Descartes fue aún más lejos proponiendo la mente y la materia como dos reinos separados en la Naturaleza. Esto permitió a los científicos tratar a la materia como algo inerte y completamente distinta á ellos mismos, y condujo a la creencia de que el mundo podía ser descrito objetivamente en términos ele objetos materiales que existen independientemente de los observadores humanos. Descartes consideraba que el mundo material estaba montado como una gran máquina que operaba � través de leyes mecánicas impersonales que po- . dían ser explicadas en términos ele disposición y movimiento de sus partes, y descritas mediante el uso de fórmulas matemáticas simples. Extendió este modelo mecanicista, materialista y reduccionista a lós organismos vivos, comparando los animales a relojes compuestos de piezas y resortes, y aplicando después esta misma analogía al hombre. Así por primera vez en la historia, la Psicología fue separada de la Medicina. Cuando se considera la negación del vínculo mentecuerpo en el contexto de la historia de curar esa negación aparece como bastante aberrante, ya que como dice Siegel (5): ''La realidad de operar a través de la mente del paciente había sido reconocida siempre en la medicina tribal tradicional y en las prácticas occidentales desde el in icio en los trabajos de Hipócrates' . Sin embargo esa visión del cuerpo como una máquina sin mente ha gobernado a la ciencia de la Medicina occidental desde entonces .

    Como consecuencia de la negación de la mente no hay lugar en la terapéutica ortodoxa occidental para los sentimientos, intuiciones, imaginaciones, pensa

    miento no-racional, holismo, . . . Todo lo cual es visto como impedimento para la Medicina científica. Sin consideración para la mente o el alma, la Medicina ha disecado, biseccionado, y examinado el cuerpo humano, y se ha centrado en la comprobación, detección, control e invariablemente en la destrucción ele los "problemas", considerados como invasiones, defectos o aberraciones que poco tienen que ver con la persona humana.

    El resultado final, como Illich h

  • acuerdo con normas de ingeniería. Este uso de la medición ha allanado el terreno para que arraigue en la percepción de médicos y pacientes la creencia de que las enfermedades tienen una existencia real y autónoma. La enfermedad ha venido a ser por consiguiente como una cosa o una entidad en sí, más que como una parte del proceso total de la vida. La persona ha sido separada de la enfermedad. Mientras, el interés de los médicos se ha desplazado del enfermo a la enfermedad, y los hospitales se han transformado en laboratorios para el estudio de los procesos de la e nferme dad .

    La investigación médica en la última mitad de este siglo es consecuente con la orientación reduccionista, determinista y materiali�ta de la Medicina moderna iniciando la comprensión de los procesos de enfermedad a niv'el molecular. La Medicina actual pretende que eón el tiempo sea posible identificar la molécula causante de la alteración en cada enfermedad. Tiene la esperanza optimista de que con suficiente tiempo y esfuerzo y aumentando los recursos financieros para esta investigación será posible encontrar al final una cura para cada condición. Pero mientras tanto la Medicina ha ad

    . quirido dominio en la reparación, eliminación y recambio de aquellas partes que de momento no puede gestionar con más éxito. Y así, cuando el siglo XX se acerca a su fin, la tecnología médica se hace cada vez más patente en los diversos avances en cirugía de repuesto de partes, en la mecanización del nacimiento, y en las ingenierías de todo tipo: genética, embriológica, bioquímica y estructural .

    MEDICINA DESEQUILIBRADA

    Tal como observaba el Príncipe de Ga!es en su discurso a la British Medica! Association en Diciembre de 1982 : "El imponente edificio de la Medicina, a pesar de sus grandes éxitos, es como la conocida Torre de Pisa, ligeramente desequilibrado" . Afirmaba que una de las más desafortunadas consecuencias de este desequilibrio poco saludable, que él atribuía al progresivo distanciamiento entre los métodos tradicionales de curación y las terapéuticas biomédicas, es que se perdía de vista la individualidad de los pacientes y sus necesidades emocionales, mentales y espirituales. Sugería también que al poner el control de los

    8 Natura Medicatrix. Verano 1992 (nº 30)

    cuidados de salud en manos de médicos y cirujanos no se daba suficiente énfasis al rol de los pacientes, los cuales "pueden aprender mucho acerca de las posiblidades de prevenir sus propias enfermedades a través de una actitud diferente en su existencia".

    Los estudios demuestran bastante claramente que la mayor parte de los pacientes sencillamente no necesitan de la Medicina occidental; casi el 80% de las condiciones hab itualmente tratadas por los médicos son autolimitadas, o bien son problemas crónicos de tipo psicológico o social. Además el registro del tratamiento médico del restante 20% queda le jos de ser bueno ; muchos de los aparentes éxitos se deben más a las mejoras sanitarias, de nutrición, vivienda, condiciones de trabajo y de vida, familias de tamaño más reducido y otros factores sociale s , que a cualquier progreso de la Medicina como tal.

    A pesar de que la Medicina da un alto valor al uso de los medicamentos y a la aplicación de sofisticadas técnicas quirúrgicas, un cierto número de estudios recientes sugieren que estos tratamientos no son verdaderamente fructíferos, y a menudo originan problemas más serios que los que en un principio trataban (7).

    Las evidencias para la acusación del sistema médico actual pueden ser recogidas de muchas revistas médicas de prestigio y de informes de investigación, lo que ha llevado a Illich (6) a predecir que es sólo cuestión de tiempo el que la mayoría de los pacientes se den cuenta de lo que ya ha descubierto la investigación epidemiológica, es decir que " la mayor parte de las veces sería mejor sufrir sin recun'ir a la Medicina".

    El clima de descontento no se ciñe solamente a revistas médicas eruditas y textos académicos, sino que es evidente en la creciente desilusión de los profesionales de la salud y del público en general. Es bastante claro actualmente que la confianza pública en la Médicina está en un proceso de crisis y que mucha gente se cuestiona su progreso. La creciente hostilidad del público hacia la ortodoxia médica ha quedado quizás claramente expresada en los violentos sucesos de San Francisco durante el Congreso Internacional sobre el Sida en 1990.

    No son simplemente las terroríficas historias de diagnósticos y tratamientos incorrectos, ni los efectos secundarios de las drogas y la cintgía lo que ha despertado el interés, sino también el énfasis

    méjclico en la "fontanería" . A: considerar

    a as personas como organos o efermedacles, como casos ele "corazón" o de !'riñón", y no teniendo en cuenta sus peauliariclacles psicológicas, emocionales, espirituales y sociales se ha contribuido en no poca medida a que la Medicinh moderna sea considerada como in-hu�ana y poco cuidadosa. . La tendencia de la Medicina a mirar a la ¡:¡ersona como una mera colección de paqes funcionando o no-funcionado, y el fracaso ele muchos médicos para responder a las demandas de los pacientes

    · cofo seres humanos -no escuchándoles, ¡ y no dándoles información sobre su condición y sobre el tratamiento- explic!a en gran parte el giro hacia los tratamienos alternativos que reconocen un rol de la persona tanto en el mantenimiento de la salud como en la superación de la enfermedad, y animan a su participación activa en los tratamientos, que suelen ser no-invas ivos y noyatrogénicos.

    La proliferación de las prácticas médicas alternativas es un testimonio elocuente del descontento público con las formas ortodoxas de abordar la salud.

    Sin embargo no se da ningún reconocimiento· en absoluto a estas "alternativas"; o lo que es peor, se rechazan o se desprecian como primitivas, defectuosas, inadecuadas e inferiores, tanto si provienen de otras épocas como si provienen ele otras culturas. Invariablemente se las menosprecia como inconsistentes con los principios ele la ciencia y ni tan siquiera se las somete a un test científico.

    • Para quienes mantienen esa actitud resulta un shock darse cuenta ele que la concepción del mundo que ha emergido de la Física en los últimos cien años es radicalmente distinta de aquella en que se basa todavía la Medicina. Y lo que es más, esa nueva concepción del mundo es sorprendentemente similar a las concepciones antiguas y a las concepciones orientales. Esto proyecta una claridad muy diferente a los enfoques alternativos (no-cientifícos) de la curación.

    CIENCIA DE LA NUEVA ERA

    Mientras que durante el siglo XX la Medicina se ha estado esforzando para adaptarse ál modelo mecanicista de la Física del siglo XIX, la Física en sí misma hace tiempo que abandonó este modelo como desfasado e inapropiado. Las investigaciones durante el cambio de siglo en el reino de lo sub-atómico trastocaron

  • completamente la noción cartesiana del Universo como un mecanismo de relojería.

    Lo que se ha convenido en llamar "nueva Física" pide una reformulación radical de los aspectos más fundamentales de la realidad. Este nuevo enfoque de la realidad parece revolver de arriba abajo el sentido común, y además guarda una relación más estrecha con el misticismo que con el materialismo.

    La nueva Físic a presenta una visión de mundo totalmente diferente, que se c aracteriza por ser orgánic a , holíst ica y ec ológic a : sugiere que existe una unidad básica del Universo y una conexión íntima e inmediata de sus partes pese a la aparente s eparac i ó n . En c o ns ecuencia esta nueva visión del mundo exige un nuevo concepto de orden, que el físico David Bohm sugiere que en lugar de asemejarse a una máquina se asemeja a un holograma, en el cual cada parte contiene implícitamente información acerca del todo.

    Esta teoría holográfica encuentra soporte en la Teoría de la Transformación, del premio Nobel de Química Ilya Prigogine, que sugiere de qué modo se revelan las características desde este orden implícito y como se manifiestan en el tiempo y en el espacio. La Teoría de la Transformación establece las interrelaciones que existen entre la,s formas vivas y no-vivas, salvando así el crítico vacío entre los sistemas vivos y el universo aparentemente sin vida del cual �mergen. También hace referencia a las estructuras disipativas, a todas las cosas vivas y a algunas no vivas, como por ejemplo algunas reacciones químicas , que manteniendo su forma mediante la continua disipación de energía, constituyen globalidades fluctuantes altamente complejas que están siempre en proceso. Cuanta mayor es la complejidad, mayor es la energía que requieren esas estructuras para mantener su coherencia. Esto produce la situación paradójica por la cual a mayor coherencia mayor inestabilidad.

    Sin embargo esta inestabilidad es, de acuerdo con Prigogine, la llave de la transformación porque la disipación de energía crea el potencial para los reordenamientos súbitos. Por consiguiente la Naturaleza tiene el potencial para crear nuevas formas a través de la perturbación o la agitación de las viejas , y es esta capacidad lo que constituye la clave del crecimiento . . Dicho de otra manera, la flexibilidad crea el crecimiento. De ello

    se sigue que las estructuras aisladas que no sufren perturbacibnes �stán por tanto presetvadas del cambio: se estancan y no evolucionan hacia una mayor complejidad. Además eso es tan cierto para las formas de conocimiento y para la ciencia como para cualquier otro sistema, y sugiere que los paradigmas que suscitan cambios son esenciales para el desarrollo del pensamiento y del conocimiento. En consecuencia la Teoría de la Transforc mación tiene aplicaciones tanto téóricas c omo prácticas para la Medic ina contemporánea.

    PERTURBACIÓN EN LA CIENCIA MÉDICA

    Uno de los mayores avances científicos de este siglo ha sido la comprensión de que la ciencia en sí misma es un esfuerzo humano desarrollado dentro de un contexto histórico concreto. Por consiguiente los descubrimientos no dictan una única visión del mundo o una única aproximación a la ciencia. Por el contrario sugieren la posibilidad de visiones alternativas del mundo, de teorías y tests experimentales, todos dentro del reino de la ciencia. Pero como ha observado Sathorius (8), este avance en la comprensión científica no es fácilmente realizable en la práctica debido a que resulta difícil aceptar la incertidumbre implícita en el conocimiento científico después de haber adquirido tanta provisión de certeza. De ese modo la mayor parte de la práctica y de los pronunciamientos científicos sugieren que los científicos todavía se aferran a la ciencia como a un árbrito definitivo de la verdad en el mundo. Tan condicionados están los científicos de Occidente por la creencia en la superioridad de su ciencia que encuentran difícil aceptar los sorprendentes paralelismos que hay entre el estado presente del pensamiento científico y el misticismo antiguo y el de Oriente; y mucho más difícil les resulta todavía reconocer que ciertos aspectos derivados de las recientes perspectivas científicas pueden ser mucho más apropiados que los suyos propios , como por ejemplo los relacionados con la curación.

    Los científicos de la Medicina en Occidente tienen que reconocer todavía las implicaciones de la nueva Física, puesto que las nociones de vida y muerte, salud y enfermedad reposan rígidamente en principios mecanicistas del siglo XVII que se resisten a cualquier redefinición; la Medicina sigue todavía gobernada por

    esos principios . Se ve al cuerpo como a una máquina en buena o mala compostura y a la enfermedad e incapacidad como a una cosa 6·entidad que debe ser tratada mediante la eliminación de los síntomas, básicamente con medicamentos y cirugía; todo ello a partir ele unos diagnósticos que se basan en infamación cuantitativa. A los factores psicológicos, cuando se reconocen, se les da una importancia secundaria, y las· enfermedades psic os omáticas se tratan por un especialista aparte, el psiquiatra . Rara vez se toman en c uenta los factores s oc iales . Los tratamientos son cosa ele profesionales que han de mantener una neutralidad emocional , figuras ele autoridad que tienen la responsabilidad por sus pacientes , los cuales son pasivos y dependientes , y como su propio nombre indica se supone que tienen que esperar l argo tiempo para obtener el .consejo de un experto, y para recibir atención en su c ondición.

    Pero las descripciones de la realidad que se están haciendo en el siglo XX piden un re-examen radical ele ySOS principios y esas prácticas. Fracasar en hacer ese re-examen significa favorecer el dog-. ma por encima del conocimiento evolutivo, como indica Dossey (9).

    El problema es, por lo que respecta a la Medicina contemporánea y a un nivel teórico, reconciliar las nociones ordinarias de cuerpo, salocl y enfermedad con una concepción del Universo como una entidad indivisible o un todo. Pensar acerca de "estar en el mundo" tiene que ser reevaluaclo de acuerdo con ello, lo cual tiene importantes implicaciones para la ciencia médica.

    Para trasladar a la práctica estas nuevas concepciones de la realidad se requiere que el cuerpo, la salud y la enfermedad sean vistos como procesos dinámicos más que como entidades concretas; procesos que han ser entendidos en términos ele pautas de relación entre el organismo y su entorno, antes que en términos de partes separadas . La salud y la enfermedad han de ser vistas desde esa perspectiva ele integración de procesos dinámicos, más que en términos de presencia o ausencia de síntomas.

    En consecuencia debe considerarse la mente como un factor principal en la enfermedad y la salud. Así las llamadas enfermedades psicosómaticas son una cuestión de todos los trabajadores ele la salud, quienes son ellos mismos pmtenaires terapéuticos en el proceso ele cu-

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  • ración, en lugar ele ser externos a él. Además es necesario atribuir la im

    portancia que les corrresponde a los factores sociales en cuanto factores ele salud y de enfermedad. Igual sucede con los aspectos sociales ele! tratamiento y ele los cuidados. La nueva descripción de la realidad pide esencialmente que los médicos entiendan la totalidad de las cosas, como hizo Hipócrates.

    lA FÍSICA DE lA SALUD Si tal como la Física moderna sugiere

    el Universo entero solamente puede ser entendido como una. entidacl inseparable, cuyo orden total está contenido implícitamente en cada una ele sus partes, la información acerca ele! todo se encuentra en todas las partes a la vez , y por tanto el organismo contiene sabiduría en cada una ele sus partes con respecto a todo el cuerpo. De entrada esto resuelve algunas ele las enigmáticas paradojas mente-cuerpo, como por ejemplo las sensaciones del miembro fantasma, pero también conlleva potencialmente importantes implicaciones para el diagnóstico y el tratamiento.

    En primer lugar sugiere que la información cualitativa, incluyendo la experiencia subjetiva del paciente y su intuición junto con la del médico tratante, aporta datos de primer orden para el diagnóstico, añadiendo los datos cuantitativos como un anexo.

    En segundo lugar sugiere que la mente puede afectar a los procesos físicos a través de la generación de imágenes; también suscita la posibilidad ele que tanto el diagnóstico como el tratamiento puedan ser efectuados mediante una parte dada.

    Estos principios han sido defendidos y puestos en práctica por los sistemas tradicionales y orienta-les ele curación, y por otras "alternativas" a la ortodoxia médica, como la racliónica y la iriclología, a las cuales no se les otorga ninguna validez o status científico.

    Todos los principios mencionados son propios del chamanismo y sus derivaciones, que emplean tradicionalmente la intuición y la imaginación para curar, viendo a paciente y sanador como a iguales en el proceso curativo.

    TRANSFORMACIÓN Y SALUD

    Desde la perspectiva de la Teoría de

    10 Natura Medicatrix. Verano 1992 (nº 30)

    la Transformación la enfermedad -especialmente las graneles enfermedadeses claramente una perturbación, un medio por el cual el sistema orgánico puede, en términos de Prigogine, escapar hacia un nivel más alto de organización o integración, y así hacia una mayor globalidad y salud. De acuerdo con ésto la perturbación está ligada a·cambios que producen una mayor complejidad fisiológica.

    Los principios de la Teoría de la Transformación son ya invocados en muchas metodologías del cuidado ele la salud , incluyendo prácticas médicas o rtodox as como l a inmunización, la c u a l implica la inducción ele una mini-enfermedad suficiente para estimular al organismo a producir anticuerpos ele protección. Hacer esto representa " u na evolución hacia la complejidad biológica mediante la perturbación intencionada del sistema inmunitario" (9).

    Tal como observa Dossey, si no se produjera nunca una perturbación en el cuerpo, quedaría sin defensas debido a que los mecanismos necesarios no evolucionarían, como ocurre en los casos de los niños nacidos con inmunocleficien-

    cias; los cuales, debido a que son incapaces de responder a las perturbaciones del exterior, no pueden escapar hacia un nivel más alto de complejidad inmunológica y por tanto son generalmente sobrepasados por las infecciones a una edad temparana ele la vida.

    Así pues los procesos de perturbación y el estado ele salud son claramente complementarios. Pero la Medicina ortodoxa se mueve con frecuencia en contra

    de la perturbación más que con ella, usando casi cualquier medio para prevenir que el paciente se encuentre con desafíos a su salud procedentes del exterior. No sorprende mucho que los trata-

    . mientas anti-bióticos, ami-bacterias y amivirus resulten a menudo contraproducentes, no sólo porque impiden el desarrollo del sistema inmunitario negando la posibilidad del reto; además ele eso contribuyen efectivamente al desarrollo de cepas super-resistentes por las alteraciones que originan en virus y bacterias. La práctica médica general necesita claramente ser reexaminada a la luz de estos nuevos· factores.

    FLEXIBILIDAD EN EL CUIDADO DE lA SALUD

    Dado que la capacidad para reaccionar con efectividad a los desafíos ele la integración mente-cuerpo aparece como un requerimiento fundamental ele la salud, la flexibilidad necesita ser incorporada en la estrategia de los cuidados de la salud como un objetivo prioritario. Siendo este el caso, Dossey argumenta que el intervalo entre las enfermedades se vuel-ve crucial, porque es entonces cuando la persona puede sabotear la sabiduría del organismo oponiéndose a las perturbaciones y reduciendo la capacidad de

    reacción con hábitos nocivos como fumar, comer en demasía, beber, adop

    tar actitudes negativas y generar estrés:

    " Visto desde esta perspectiva la verdadera Medicina es lo que hacemos entre lás enfermedades. Todas las técnicas que rele

    gamos a un status de segunda clase de la j\!fedicina preventiva, son de una importancia crucial,

    puesto que ayudan a determinar la capacidad del organismo para

    re¿rdenarse con éxito en un nivel más alto de coniplejidad cuando es

    desafiado por u n proceso de enfermedad. Consecuentemente el enfoque tradicional de la Medicina y de la .cirugía debería de ser contemplado como un segunda línea de defensa . Estos métodos deben ser considerados como el último resorte; como un suplemento a la sabidu1'Ía del organismo. Demasiado a menudo son usados como ún intento de proteger al cue1po de los ataques físicos como por ejemplo en la condenable práctica de prescribir antibióticos para u n resfriado c o m ú n, o e l u s o de tranquilzantes para ansiedades triviales de la vida diaria. Para la mayor parte de

  • los asaltos a su integridad el organismo no necesita de ninguna protección. En cualquier evento, nuestros esfuerzos de este tipo dan más como resultado u n entrometimiento e n las funciones del organismo y una frustación de su juicio, que no una verdadera protección" (9).

    Una segunda línea de defensa es innegablemente necesaria a veces, y, por supuesto, la perturbación no siempre acaba en un reordenamiento sino en la muerte. Como fenómeno' personal y social más que como mero hecho biológico, la muerte necesita ser debidamente tratada, debidamente incorporada dentro de cualquier sistema médico, en lugar de ser negada tal como ocurre en la Medicina occidental.

    Pero en cambio no se presta suficiente atención a determinadas aproximaciones a la salud que complementan la sabiduría del complejo cuerpo-mente-espíritu trabajando con la perturbación y no en contra de ella. Este es el principio fundamental de la Medicina Tradicional China y de la Medicina India, de las antiguas aproximacioñes a la muerte y al morir, de la Homeopatía, de las psicoterapias humanistas, y de los enfoques psicológicos al tratamiento de las enfermedades, que más que oponerse al problema facilitan el alineamiento con él como una forma de solución. Parece bastante claro que muchas prácticas del chamanismo, en las que esas aproximaciones tienen su raíz , son a menudo altamente perturbadoras para nuestro tipo de Medicina convencional.

    LA CUESTIÓN DE LAS PRUEBAS

    La ortodoxia médica persiste en el argumento de que no hay explicación "científica" aceptable para los efectos que procuran estos tratamientos; sin embargo los hallazgos ele Prigogine acerca ele que el orden y la integración pueden surgir espontáneamente del desorden y del caos a través ele un proceso de autoorganización, resuelven la cuestión más que suficientemente.

    Además mucho antes de que la Teoría de la Transformación hubiera sido confirmada empíricamente, el investigador químico israelí Aharon Katchalsky había iclentifiqclo al cerebro como un

    ejemplo perfecto de estructura disipativa. Su muerte a destiempo detuvo las investigaciones sobre como se aplica eso a la consciencia; investigaciones que podrían haber explicado de una manera completa el poder transformador de los estados alterados ele consciencia (incluyendo, por supuesto, la meditación, la hipnosis y el trance, que son ampliamente utilizados en el curar), de los p¡;ocesos imaginativos, las terapias psicológicas y los sistemas antiguos y orientales de curación que aparecen como plenamente cohe- . rentes con la Teoría de la Transformación. Afortunadamente muchos investigadores están continuando esta búsqueda, aunque desde diferentes direcciones.

    A lo largo de la historia de la Medicina se ha utilizado extensamente la intuición y la imaginación para diagnosticar y para tratar las enfermedades; pero esos recursos han sido actualmente olvidados en su mayor parte por la Medicina convencional. Sin embargo ciertas técnicas basadas en la imaginación creativa están siendo cada vez más consideradas dentro ele la Medicina en la medida en que va reconociéndose su potencial para el bienestar físico y psicológico, y en la medida en que se van comprendiendo los procesos de la imaginación én el complejo mente-cuerpo.

    Como resultado de ello se van aceptando cada vez más dentro de la ortodoxia médica ciertas prácticas tradicionalmente · excluiclas como la acupuntura, la osteopatía, la quiropráctica y la homeopatía. La investigación abundante y variada ha llevado también a un reconocimiento más amplio ele la función que juegan en la salud y en la enfermedad los roles sociales, los estereotipos, las actitudes y otros factores sociales.

    Existe un reconocimiento creciente ele que muchos de los llamados enfoques alternativos ele la salud son ele hecho complementarios ele cualquier Medicina científica merecedora ele tal nombre, y de que es necesario darl e s u n a consideranción seria y plena . U n indicador de' que esto está ocurriendo es la amplia aceptación dentro de la Medicina del concepto de Medicina Holística, o lo que se ha venido en llamar la aproximación biopsicosocial a la salud. Este modelo, defendido y apoyado en primer lugar por los hospitales de Charing Cross y Hammersmith en Londres, se describe

    como ).lll programa ele tratamiento y pre-. vención que posibilita la plena utiliza

    ción de la ciencia médica y el pleno desarrollo del sistema curativo humano, combinando la alta tecnología y las técnicas biomédicas con aquellas que implican una comprensión de los factores sociológicos y psicológicos que están en el origen ele las enfermedades.

    No hay por supuesto nada nuevo en este modelo. Fue establecido precisamente por Hipócrates hace aproximadamente 2 .000 años -y no en un sentido "alternativo" al tratamiento méclieo competente, sino como un medio ele reforzarlo- basándose en las prácticas mágicas tradicionales de los chamanes que reconocían los factores psicológicos, emocionales, espirituales y sociales.

    Estamos por tanto presenciando el comienzo ele una nueva era en la Medicina occidental; y con el surgimiento de lo que Achterberg ha llamado el "chamán científico", el retorno a un antiguo propósito: el intento ele tender un puente en el abismo entre dos mundos, no solamente el mundo interior y el exterior del paciente, sino también entre los reinos ele la Medicina y de la Magia. D

    REFERENCIAS l. LOCKM. Citado en Capra F. "Uncommon widsom: conversation with remarkable people". London: Rider, 1988 p. l66 2. GRAHAlvl H. "Time, energy and the Psyhcology of Healing", Jessica Kingsley, London 1990. 3. GRAHANI H. "The human face of psychology: Humanistic psychology in its historical, social and cultural context". Milton Keynes. Open University Press, 1986. 4. ACHTERBERG]. "Imagery in Healing: chamanism andModern Medicine" Boston: New Science Library, Routledge London, 1985. 5 . SIEGEL B. "Lave, medicine and mieles·· London: Century Hutchinson, 1986. 6 . ILLICH l . "Medica! Nemesis: The expropiation of Health", Marian Boyars 1975. 7. HOLDEN R , ''Modern cardiology: teh biopsychosocial approach ro heart disease''. Cadeceus 1 988; (4) 6-9. 8. SATHOURIS E. "The brink of mituriry: towards a scientific myth of our times". Leodins Edge 1990; 1 (July): 12-22. 9 . DOSSEY L. "Space, Time and Medicine". Chambhala, Boulder, 1982.

    (*)Artículo aparecido en Complementary Medica! ReseGlrch. Octubre 1991, Vol. n.º 3.

    (**) La autora es catedrática de Psicología en la Universidad de Keele, Canadá.

    Traducción: Dr. Joan Mora i Brugués

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