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Movimiento humano Human movement

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Movimiento humanoHuman movement

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Equipo editorial

Director/Editor-in-Chief

Joaquim Reverter Masià. Universitat de Lleida. España

Sub/Director

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Coordinador/Coordinator

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Consejo asesor/Editorial Board

Athanasios Pappous. University of Kent. InglaterraBernardo Buarque de Hollanda. Fundação Getúlio Vargas —FGV-Río—. BrasilHéctor Muñoz Bustillos. Universitat Autónoma de Ciudad Juárez. MéxicoJaume Cruz Feliu. Universitat Autónoma de Barcelona. España

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Marc Roig Pull. University of Copenhagen. DinamarcaNatalina María Machado R. Casanova. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalNuno Miguel Lourenço Martins Cameira Serra. Institute Polythecnic of Guarda PortugalRicardo Juárez Lozano. Universitat Autónoma de Ciudad Juárez. MéxicoTeresa Fonseca. Institute Polythecnic of Guarda.Portugal Michel Ramos. IUFM Université Montpellier 2. FranciaÀngel Alonso Herrera. Campus Fútbol Formativo EspañaDaniel Plaza Montero. Universitat de Lleida. EspañaLuis E. Carranza. Universidad Autónoma de Nueva León. México.Oswaldo Ceballos Gurrola. Universidad Autónoma de Nueva León. MéxicoFrancisco Ruiz Juan. Universidad de Murcia. España

Revisores externos/Reviewers

Athanasios Pappous. University of Kent. InglaterraBernardo Buarque de Hollanda. Fundação Getúlio Vargas-FGV-Río-. BrasilCarlos Manuel Francisco. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalCarlos Nuno Pires Lourenço Sacadura. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalDiego Moliner Urdiales. Jaume I Castellón. EspañaDiego Murguía Izquierdo. Universidad Pablo Olavide. EspañaFrancisco Fradas de la Fuente. Universidad de Zaragoza. EspañaFrancisco Javier Castejón Oliva. Universitat Autònoma de MadridHéctor Muñoz Bustillos. Universitat Autònoma de Ciudad Juárez. MéxicoJaume Cruz Feliu. Universitat Autónoma de Barcelona. EspañaJoan Riera Riera. INEFC BarcelonaJulio Calleja. Universitat del País Basc i Universitat de ZagrebLuis E. Carranza. Universidad Autónoma de Nueva León. MéxicoMarc Roig Pull. University of Copenhagen. DinamarcaNatalina María Machado R. Casanova. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalNuno Miguel Lourenço Martins Cameira Serra. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalRicardo Juárez Lozano. Universitat Autònoma de Ciudad Juárez. MéxicoTeresa Fonseca. Institute Polythecnic of Guarda. PortugalMichel Ramos. IUFM Université Montpellier 2. FranciaAlex T. Latinjak. EUSES- Universitat de Girona Albert Batalla. Universitat de BarcelonaOswaldo Ceballos Gurrola. Universidad Autónoma de Nueva León. México

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Edita/Editor

Departament de Didàctiques Específiques. Universitat de Lleida Càtedra d’Esport i Educació Física. Universitat de Girona. EspañaDepartament de Didàctiques Específiques. Universitat de Girona

Valoración del comité científico

Todos los artículos recibidos serán remitidos por la Dirección de la Revista al Comité Científico, una vez comprobado que cumplen con los objetivos de esta publicación y con las normas formales establecidas. El Comité Científico lo evalúa por el sistema de doble ciego y elabora el correspondiente informe, en un plazo máximo de 4 meses, para la aceptación o rechazo del artículo, basado en los criterios de calidad tanto formales como de contenido propios de esta Revista.

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Movimiento humanoHuman movement

ISSN 2014-3060

Número 5/2013

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ISSN: 2014-3060

Esta publicación electrónica ha sido patrocinada por Banco Santander

Diseño de cubierta: cat & casMaquetación: Edicions i Publicacions de la UdL© Edicions de la Universitat de Lleida, 2015© Departament de Didàctiques Específiques (Grup de Moviment Humà) de la UdL© Càtedra d’Esport i Educació Física de la UdG© Departament de Didàctiques Específiques de la UdG

Indexada en Latindex, Dialnet, DICE, Resh, Carhusplus+ y Sumaris CBUC.

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Índice general

artículos originales

Juegos tradicionales en la pintura plasmada en los sellos postales / traditional games in the paint reflecte in the stampsJulio Herrador Sánchez ....................................................................................................... 11

Mecánica de ejecución del remate en voleibol / Mechanics of the spike execution in volleyballValadés Cerrato, David; Palao Andrés, José Manuel; Bermejo Frutos, Javier .................33

Impact factor (if) of hospitality, leisure, sports & tourism journals: current trends, overall ranking and temporal stability over a four year period Nuria Sans-Rosell, Joaquín Reverter-Masía, Vicenç Hernández-González........................53

Variables asociadas con el error-continuidad de saque en voleibol, en etapas de formación / variables associated with error-continuity of service in volleyball, in stages of trainingFernández-Echeverría, Carmen; Claver Rabaz, Fernando; García- González, Luis; Gil Arias, Alexander; Moreno Arroyo, M. Perla .................................................................63

Avaliação de duas intervenções educativas sobre os hábitos nutritivos, de higiene e saúde em alunos do 1º e 2º Ciclo de Educação Primária dos 6 aos 13 anos / Educational intervention on nutritional, of hygiene and of health habits, in pupils of elementary educationJoaquín Reverter-Masía, Carme Jove-Deldell, Teresa Fonseca, Nuno Serra ....................77

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Artículos originales

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JUegOS TradiciOnaleS en la PinTUra PlaSMada en lOS SellOS POSTaleS

TRADITIONAL GAMES IN THE PAINT REFLECTE IN THE STAMPS

Julio Herrador SánchezUniversidad Pablo de Olavide

Fecha de recepción : 18-05-13Fecha de aceptación : 12-07-13

Resumen

Son muchos los pintores de diferentes épocas y estilos artísticos los que han tratado en sus lien-zos el tema del juego en general, y de los juegos tradicionales en particular, como por ejemplo: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguín, Brueghel, Dalí, Picasso, etc. En este artículo, tras una revisión y análisis de las fuentes documentales e ico-nográficas sobre la historia de la pintura, se expone una recopilación de cuadros en los que se pueden reconocer juegos que se han practicado durante siglos, asociándolos al mundo de la filatelia, o que han sido recordados en emisiones postales.

Palabras Clave

Pintura, Juegos tradicionales, Iconografía, Filatelia, sellos

Abstrac

Many artists from different periods and artistic styles which have been discussed in his paint-ings the theme of the game in general, and particularly traditional games such as: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguin, Brueghel, Dali, Picasso, etc..In this paper, after a review and analysis of documentary and iconographic sources on the history of painting, it presents a collection of tables that can recognize games that have been practiced for centuries, associating them to the world of philately, or that have been recalled in postal issues.

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Key words

Painting, Traditional Games, Iconography, Philately, Stamp

Introducción

Es evidente que a lo largo de la historia cultural de la humanidad, los artistas siempre han procurado mostrar en imágenes los movimientos del ser humano, quedando reflejado este legado en: grabados prehistóricos de las cuevas de Altamira y Lascaux entre otras, la escultura y arqueología griega, las miniaturas de manuales ilustrados de la Edad Media, las estampas y cromos de los siglos XVII y XVIII etc (Reenson, 1995). Arte y deporte han sido siempre disciplinas complementarias, y han recorrido caminos paralelos generando a veces una única vía de expresión de logros y emociones humanas (Zapico, 1999). No hay duda que el deporte y la actividad física en general, provocan la aparición de imágenes y sensaciones que tienen la capacidad de inspirar obra plástica, literaria e incluso musical a los artistas (Balius, 2004).

Pérez y Rodrigo (2009), explican que el paisaje, las costumbres, el retrato, las alegorías, la pin-tura, la arquitectura, escultura, dibujo, fotografía, artes decorativas, etc determinan un amplio panorama analítico que ha hecho aumentar el interés y la atención en estos últimos años por parte de los especialistas y expertos. Haskell (1993), plantea que el uso de las representaciones icónicas como documento histórico tienen una larga tradición, y Yates (1993), entiende que la utilización de los testimonios visuales como documentos históricos son de enorme valía.

Algunos autores como De Vroede (1985) y Parlebas (1998), asocian la imagen como una pieza fundamental para el conocimiento de las manifestaciones lúdicas en diversas culturas y sociedades. Por tanto, las fuentes do-cumentales tanto orales como escritas, que nos aproximan al fenómeno lúdico a lo largo de los años, han sido obje-to de numerosos estudios. Este tipo de investigaciones se han visto reforzadas gracias al análisis exhaustivo de otros soportes como la fotografía, pintura, cine, cómics, litera-tura, entre otros. (Plath, 1998; Irureta y Aquesolo, 1995; Reenson, 1995; Mestre, 1973; Herrador, 2003; Zagalaz 2007). Recientemente se están analizando otros forma-tos como son la filatelia (Herrador, 2010) y la escultura (Herrador, 2011).

Son muchos los pintores de diferentes épocas y estilos artísticos los que han tratado en sus lienzos el tema del

Fig 1. Fragonard. 1767. El Columpio.

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juego en general, y los juegos tradicionales en particular, como por ejemplo: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguín, Brueghel, Dalí, Picasso, etc” (Carmona, 2012). (Fig 1). Artistas como Van Clave, Miguel Ángel House, Francisco y Ramón Bayeu, José del Castillo, González Ruiz y otros, en propiedad del Museo del Prado, Museo de Granja y en colecciones particulares, muestran en sus lienzos el movimiento y la gestualidad tradicional (Pelegrín, 1998).

En el presente artículo, tras una revisión y análisis de las fuentes documentales e iconográficas sobre la historia de la pintura, se expone una recopilación de cuadros en los que se pueden reconocer juegos que se han practicado durante siglos, asociándolos al mundo de la filatelia o que han sido recordados en emisiones postales.

Metodología

Existen unas ciencias auxiliares y fuentes de las que se nutre la Historia, como son: la Arqueología, la Heráldica, la Paleografía, la Epistemología, la Numismática, la Diplomática, la Sigilografía, la Filatelia, y la Iconografía (fotografías).

El análisis del sello postal relacionado con el ámbito lúdico, y como fuente iconográfica, im-plica un estudio minucioso y exhaustivo en cuanto a la recopilación de los juegos plasmados por cada uno de los países emisores, por lo que hemos utilizado un diseño de estudio no ex-perimental descriptivo que nos permitiera obtener el mayor número de datos para su posterior análisis de manera cualitativa, con lo que los resultados obtenidos han sido de una mayor riqueza a pesar de su subjetividad. Las fuentes manejadas para la búsqueda de datos han sido casi siempre primarias. En este sentido, se han revisado diferentes soportes de catálogos fotográficos, postales, revistas especializadas, libros sobre la práctica de juegos, etc, pero fun-damentalmente catálogos filatélicos para encontrar las muestras iconográficas que configuran el corpus de nuestra búsqueda. En nuestro caso, la población de estudio son las muestras ico-nográficas de la filatelia, plasmadas en los sellos, desde su origen hasta el año 2012.

Artistas y su legado pictórico relacionado con la filatelia

P. Bruegel

Pieter Brueghel el Viejo (1525-1569), (Fig 2) pintor y grabador flamenco plasmó en sus lienzos con todo lujo de detalle los paisajes, escenas religiosas (episodios de la Biblia), personajes de la vida cotidiana campesina etc. A finales de la década de 1550 comenzó una serie de grandes pa-neles pintados con complejas composiciones que representaban diferentes aspectos de la vida rural flamenca. El primero fue una representación de Proverbios flamencos (1559) Staatliche

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Museen, Berlín; le siguieron El combate entre carnaval y cuaresma (1559) y Juegos infantiles (1560), estos dos últimos se encuentran en el Kunsthistorisches Museum de Viena.

Según Arpino y cols (1988), Brueguel fue sucesivamente campe-sino y burgués, católico y libertino, humanista, filósofo, satírico, paisajista, un pintor de género es decir se basaba en un tipo de pintura imbuida en escenas de la vida diaria tratadas desde perspec-tiva realista. Los temas escogidos son la calle, las tabernas, la vida familiar, excursiones campestres y las fiestas.

Brueguel representa lo más personal del arte de Flandes. Su viaje a Italia le puso en contacto con el paisaje de los Alpes y con la vida popular, dedicando su actividad a reproducir la vida cotidiana con matices de ironía y a veces, de desbordada imagi-nación que lo emparientan con el Bosco, y en otros casos anuncian aspectos de la pintura del XVII (Azcárate y cols, 1979). En los siglos que siguieron a la muerte del pintor, sus cuadros y dibujos cayeron en el olvido porque no correspondían a las reglas estéticas caracterizadas por el culto a los héroes, los santos y los soberanos, así como por el modo de pensar burgués y la contemplación romántico-idealista de la naturaleza. Sólo en el siglo XX, probablemente como consecuencia de las innovaciones artísticas de impresionistas, expresionistas y cubistas, que pusieron en entredicho los hábitos visuales heredados de la tradición, se olvidó prestar atención a su obra.

En concreto nos vamos a centrar fundamentalmente en el lienzo donde P.Brueguel reflejó actividades lúdico-recreativas, juegos populares y de la época, caracterizándose dicho lienzo por la gran capacidad de observación de la naturaleza humana, el ingenio omnipresente y la vitalidad de los personajes. Según Bobi (1972), Hulin de Loo quiso ver aquí una “enciclope-dia de juegos de los muchachos flamencos”. Como indica Pubill (2010), el verdadero punto de inflexión hacia un mundo ilustrado de juegos vendrá de la mano del artista flamenco Pieter Bruegel quien en 1560 pinta el conocido cuadro Juegos infantiles. En este momento podemos asegurar que nace la primera y quizás más importante “enciclopedia visual de juegos”.

En este óleo sobre tabla, con unas dimensiones de 118 x 161 cm. algunos de los juegos repre-sentados son los siguientes: Juegos con muñecas; altares improvisados; máscaras; cabalgar a caballo; tocar tambores; rodar aros; la gallina ciega; lucha de jinetes; pídola; el pañuelo; trom-po; yoyo; a las piedrecillas con huesos pequeños; pájaros; pistolas de agua; representación de procesiones; cabalgar en caballito de palo; remover barro y construir con arena; inflar vejigas de cerdo o de buey; hacer cabriolas; juegos de adivinación: pares o nones; lucha de jinetes; carreras de baquetas; marcha de ganso; hacer girar gorras en la punta de un bastón; lanzar te-jos; lucha libre; correr por las murallas; canicas; bolos; escondite; zancos; volteos; equilibrio invertido; golpear ollas; equilibrios en barra o baranda; trepa por árbol; lucha con palos; con

Fig 2. Sello P. Brueguel.

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remolino de viento; olla de la miel; hacer ecos en toneles huecos; equilibrios o cabalgar en barril; nadar; ondear una cinta; churro-media manga-mangotero; lanzamiento de cuchillos; transporte por tríos; el trenecito; equilibrar una escoba etc (Fig 3).

Herrador (2005; 2012), analiza cada uno de los juegos que aparecen en este óleo, bajo una perspectiva pedagógica y como una herramienta útil para aplicarla en el aula y más concre-tamente en el área de Educación Física. En este caso, Navacerrada (2007), desgrana juego a juego el óleo del famoso pintor a partir de dos estudios minuciosos, el de Vanden Branden (1982) y el de Hills (1940) y logra identificar 86 acciones motrices entre 247 personajes (168 niños y 78 niñas, además de un adulto) aunque es Menzel (1966) el primero en interpretar el conjunto de la obra relacionando el tipo de juegos que aparecen en el lienzo con la situación política y económica de la época.

El juego en general y el juego tradicional en particular, es sin duda símbolo y estandarte de nuestro patrimonio cultural. Simboliza el arraigo social, la comunicación, las celebraciones y ceremonias sociales, en ocasiones rituales, mágicas, religiosas o a veces, sencillamente festi-vas y ociosas (Navacerrada, 2008).

En palabras de Elschenbroich (1979), Brueguel no escenifica a los niños como seres jugue-tones y graciosos, sino que lo grosero y rechoncho de sus proporciones está incluso exager-

Fig. 3. Brueguel (1560) “Los juegos de niños”. Kunsthistorisches Museum de Viena.

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ado mediante su diminuto tamaño, donde los cráneos son redondos ocultando el cuello y las espaldas en parte casi están chepadas o jorobazas. Dicho autor comenta que llama la atención que se vean pocos juguetes en la escenas, puesto que si el juego precisa de estos instrumentos, en la mayoría de los casos esta función la cumplen los objetos del mundo del trabajo; en este caso encontramos el barril, el aro fabricado a partir de éste, cestas, escobas, barra para amarrar a los caballos, la vejiga de cerdo etc. En cambio los juguetes que se pueden considerar como tales en un sentido fiel, han sido confeccionados por los propios niños, como son: los molinos de viento, el yoyo, las máscaras, los huesecillos para jugar a los dados etc. Tan solo el caballo de palo y las muñecas son juguetes generados por los adultos expresamente para los niños.

Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Brueguel, son los siguientes (Fig. 4a, 4b, 5, 6, 7 y 8).

Bélgica, 1969

Fig. 4a

Fig. 4b

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Lesotho, 1979

Fig. 5

Fig. 6

Suriname, 1971

Fig. 7

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Mozambique, 2002

Fig. 8

En otro cuadro del pintor: El combate entre don carnaval y doña cuaresma, aparecen varias escenas de niños y personas adultas jugando (corros, la olla, trompo, etc) (Fig. 9a y 9b).

Fig. 9a. El combate entre don carnaval y doña cuaresma. (1959). Kunsthistorisches Museum de Viena.

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GUINÉ-BISSAU, en el año 2003, emite un sello reproduciendo este cuadro, donde aparecen los citados juegos (Fig. 10).

Fig. 10. Guiné-Bissau. 2003.

Jean Siméon Chardin

Se trata de uno de los pintores franceses más importantes del siglo XVIII, cuya pintura de gé-nero y naturalezas muertas reflejan la vida de la burguesía parisina. Maestro especializado en el bodegón, la pintura de paisaje o escenas domésticas, familiares e imágenes de la infancia. Chardin nació en París el 2 de noviembre de 1699. Murió el 6 de diciembre de 1779 en París ha tenido una gran influencia en algunos de los principales maestros de la modernidad como

Fig. 9b. Detalle del cuadro. Niños y personas adultas jugando (corros, la olla y trompo).

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Cézanne, Manet, Matisse. Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Chardin, son los siguientes (Fig. 11, 12, 13 y 14).

El niño de la peonza 1938. Museo del Louvre.

Congo.1976 OPU.1974

Fig. 11

La niña con el volante. 1737. Colección particular.

Santa Lucía. 1979

Fig. 12

La lavandera 1735 (pompas). Museo del Hermitage. Sant

Petesburgo

CCCP. 1971

Fig. 13

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Pompas de Jabón - 1738. Washington, National

Gallery of Art.

Ghana. 1996.

Fig. 14

Francisco de goya

En una gloriosa terna de pintores españoles como El Greco, Velázquez y Goya, si a alguno de los tres le corresponde el tí-tulo de genio, es sin duda a este último. Las leyendas que puso al pie de sus caprichos, desastres y algunos dibujos, reflejan la sagacidad una vez moralizante y otra sarcástica, que sólo pue-de darse en cerebros privilegiados (Onieva, 1973). Abbruzzese (1967) certifica que Goya “era un gran conocedor sin límites de su pueblo y sus gentes, lo que justifica en gran parte el carácter abierto de su obra”. Como dice Mestre (1973)”Goya es el gran pintor dominical, el pintor del ocio, de los juegos, recreo y ocio. Pintó a nuestro pueblo cuando era dichoso. Cuando vivía como podía, pero que era feliz con este tipo de vida. Cuando salía a las plazas, a las afueras, a tomar el sol jugando y divirtiéndose”.

Su trayectoria artística es muy amplia, y abarca desde cartones para tapices, hasta retratos, pinturas negras, pintura religiosa, grabados (desastres de la guerra, caprichos, tauromaquia y proverbios) y litografía. Según Wyndham (1970), “su pincel estuvo comprometido con reyes, reinas, príncipes, soldados, frailes, toreros, gitanos, intelectuales, majas, santos, juerguistas de las fiestas populares, combatientes callejeros, niños jugando, etc”. “Goya, se caracteriza por su originalidad, tanto en los temas populares, llenos de gracia, como en los de crítica sarcás-tica de la sociedad que le rodea” (Navasarés y cols, 1979). Sin lugar a dudas, son los cartones (entre 1776 y 1792), destinados a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, el mayor lega-do afín con los juegos y actividades recreativas del momento (Beryes, 1971).

Mestre (1973), tituló su trabajo de fin de carrera de los estudios del INEF en Madrid, dirigido por D. Miguel Piernavieja,“Juegos y deportes en Goya” desvelando que el pintor tuvo una

Fig. 15. Autorretrato Goya

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gran influencia de personajes ilustres de la época como la de D. Francisco de Paula Amorós y Ondeano, al que se debe la instalación del Real Instituto Pestalozziano en 1806 y precursor de ejercicios rítmicos, de equilibrio, de lucha, zancos y sobre todo del sistema Natural Francés que originó en el país vecino, donde tuvo que exiliarse por motivos políticos. Amorós fue secretario particular de Carlos IV, lo que hace suponer su amistad con Goya, pintor de cámara del Rey. También mediaría D. Gaspar Melchor de Jovellanos, amigo del pintor, cuya obra ”Memoria sobre la policía de los espectáculos y diversiones públicas y su origen en España” incluye escenas de caza, romería, juegos escénicos, juegos privados, máscaras y bailes; acti-vidades presentes en la obra de Goya como veremos posteriormente.

En diferentes manifestaciones del arte iconográfico, aparecen imágenes de juguetes que se tratan de objetos de lujo propios de un estrato social superior, de regalos destinados a los niños o a las mujeres. Normalmente estos juguetes no eran más que animales como el armiño, la ardilla, el pájaro o el perro, que hacían de compañeros de juego (Elschenbroich, 1979). Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Goya, son los siguientes (Fig. 16,17, 18, 19, 20, 21, 22, 23).

Juegos con animales

Niños con mastines. 1786. Museo del Prado

España.1996 Dubai. 1968

Fig. 16

Don Manuel Osorio 1787. Nueva York

Fujeira Kathiri. 1967

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Panamá.1959 Paraguay.1969 Uper_Yafá

Fig. 17

Juguetes

Los Duques de Osuna y sus hijos. 1788. Museo

del Prado

Buthan. 2000 Niue.1974

Fig. 18

Pelota

El juego de la pelota a pala. 1779. Museo del Prado

España. 2009

Fig. 19

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Manteo de pelele

El pelele. 1792 Museo del Prado

España. 1958 Tongo.2010

Fig. 20

Columpio

El columpio. 1779.Museo del Prado

España. 2009

Fig. 21

Pimpirinetes

Las gigantillas. 1792. Museo del Prado

Grenada. 2000

Fig. 22

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Gallina Ciega

La Gallina Ciega. 1789. Museo del Prado

Guinea Tongo. 2010

Fig. 23

Edouard manet

Pintor Francés, que nació en París el 23 de enero de 1832 y murió en la misma ciudad el día 30 de abril de 1883.El estilo seguro y sólido que emplea Manet está inspirado en las obras de Chardin que admiró en el Louvre. (Fig 24 y 25)

Fig. 24

Pompas de jabón- 1867. Museo Calouste Gulbenkian de Lisboa

Gabon.1982 Dubai.1968

Fig. 25

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Pierre Auguste Renoir

Nació el 25 de febrero de 1841 en Limoges. En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable (Fig 26). Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Renoir, son los siguientes (Fig 27, 28 y 29).

Fig. 26

Los paraguas 1883. National Gallery de

Londres

Aden.1967 Ajman. 1967

Fig. 27

El columpio. 1876. Musée d´Orsay, París

Albania.1991 Francia.1991

Fig. 28

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Movimiento humano 5/2013, 11-31. ISSN: 2014-3060 27

En el jardín del Luxem-burg. 1883. Colección

particular

Kathiri.1967

Fig. 29

Bartolomé Esteban Murillo

Nace el 31 de diciembre de 1617 en Sevilla. Tal vez el Murillo más conocido por el público sea el de las Inmaculadas, pero hay otro Murillo, el de los niños de la calle, el de los pilluelos harapientos y piojosos que se reparten un melón robado, juegan a los dados. Murillo es uno de los mejores pintores de niños de la pintura espa-ñola. Al final de su vida (1681 u 82) inicia la serie que no llegará a ver terminada de la iglesia de los Capuchinos de Cádiz, durante cuya ejecución sufrirá un accidente, al caer desde un andamio, que le con-ducirá a la muerte, finalizando así su vida en el año de 1682 (Fig. 31).

Niños jugando a los dados. 1665 Bayerisches National

Museum (Munich)

España. 1960 Ras_Alkhaima_1968

Fig. 31

Fig. 30

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Otros Pintores

(Fig 32, 33, 34, 35, 36)

Juan Manuel Blanes. Urugay Urugay.2009

Albert Edefel. 1887 Finlandia_2004

Zandomeneghi. Juegos en el parque Dubai.1968

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Juego de Bolos. S. XVIII. Antonio González

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Mecánica de eJecUción del reMaTe en vOleibOl

MECHANICS OF THE SPIkE ExECuTION IN vOLLEybALL

valadés cerrato, david1; Palao andrés, José Manuel2; bermejo Frutos, Javier3

1departamento de biomédicas ii, Facultad de Medicina y ciencias de la Salud. Universidad de alcalá; 2departamento de actividad Física y deporte.

Facultad de ciencias del deporte. Universidad de Murcia; 3Universidad católica San antonio de Murcia

Fecha de recepción: 08-02-13Fecha de aceptación: 02-04-13

Resumen

El objetivo de este trabajo fue estudiar la mecánica de realización del remate de voleibol. Se realiza una descripción de las diferentes fases del remate (carrera de aproximación, batida, golpeo, y caída) y de los principios mecánicos que intervienen en la realización de cada fase del remate. A partir de esta información se puede comprender el porqué de la realización de los diferentes movimientos del remate. Esta información puede servir de guía a los entrena-dores de voleibol a la hora de realizar el análisis y diagnósticos de la técnica de ejecución del remate en sus jugadores y jugadoras

Palabras clave

Biomecánica, técnica, voleibol, ataque.

Abstract

The purpose of this study was to study the mechanics of the spike in volleyball. A description of the different phases of the spike (run-up, take-off, hit, and fall) and the mechanical principles involved in the execution of each phase of the spike was carried out. This information helps to understand the reasons for the different movements that are executed in the spike. This informa-tion can help to guide coaches´ analysis and diagnosis of the spike in their players.

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Key Works

Biomechanics, technique, volleyball, attack

Introducción

El rendimiento en el deporte está condicionado por aspectos motores, psicológicos, fisiológi-cos, etc. A nivel motor, la actuación del deportista está determinada principalmente por dos criterios: a) el reglamento, que establece que se puede hacer y cómo (ej. espacio, tiempo, competidores, materiales, interacciones, y metas); y b) los principios mecánicos de la física (mecánica newtoniana), que son leyes universales e invariables que rigen el movimiento (ej. cuando se lanza un balón hacia arriba, por muy alto que se lance, al final siempre volverá a caer al suelo por acción de la fuerza de la gravedad y el tiempo empleado en subir y bajar estará determinado por las características aerodinámicas del objeto).

El voleibol es un deporte de red en el cual el móvil de juego no puede ser adaptado y se juega con una barrera física (red). La existencia de una red condiciona la ejecución de los movimientos, ya que esta debe ser superada para hacer que el balón contacte con el campo del equipo contrario. Por ello, las acciones realizadas próximas a la red son las que más im-portancia tienen sobre el resultado del juego. El remate es la acción técnica a través de la cual que se consigue el mayor porcentaje de puntos (Palao, Santos, & Ureña, 2004; Zhang, 2000). El estudio de su técnica se puede realizar desde dos perspectivas a nivel mecánico y a nivel de efecto en el juego. El presente trabajo aborda el estudio del remate a través de la biomecánica deportiva, con objeto de incrementar la comprensión de la mecánica de los movimientos de este gesto (qué hace, por qué lo hace, y cómo afecta al resultado) (Hughes & Bartlett, 1992).

La efectividad del remate de voleibol, a nivel mecánico, está determinada por dos aspectos: a) la altura del golpeo del balón; y b) la velocidad de salida del balón tras el golpeo (Coleman, Benham, & Northcott, 1993; Forthomme, Croisier, Ciccarone, Crielaard, & Cloes, 2005; Guo & Li, 2000; Gutiérrez, Ureña, & Soto, 1994; Hernández, 1992; Vint & Hinrichs, 2004a). Esto traducido a la competición supone que cuanto mayor sea la altura a la que se produce el golpeo del balón, mayor será la posibilidad de superar el bloqueo, y cuanto más fuerte se golpee al balón, menor será el tiempo de reacción del que disponga el equipo contrario para interceptar su trayectoria (Bowman, 2001; Valadés, Palao, Femia, Padial, & Ureña, 2004; Vint & Hinrichs, 2004b).

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Figura 1. Esquema de las fases del remate de voleibol (Valadés et al., 2004).

El remate es un movimiento complejo (Liu, Liu, Sue, & Huang, 2008; Wedaman, Tant, & Wilkerson, 1988), que combina tres acciones (Lucas, 2000): a) una carrera de aproximación, b) un salto vertical, y c) un golpeo en suspensión. Se trata de un movimiento secuencial (Alexander & Seaborn, 1982; Prsala, 1982) que se realiza a gran velocidad de ejecución de 0.6-0.8 s (Liu et al., 2008). A nivel de biomecánica, se utiliza la división del gesto en dife-rentes fases temporales. En la bibliografía existen referencias a divisiones del gesto en: tres fases (aproximación, salto, y golpeo) (Lucas, 2000), cuatro fases (aproximación, preparación, golpeo, y aterrizaje) (Abendroth-Smith & Kras, 1999; Cisar & Corbelli, 1989; Coleman et al., 1993; Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2007; Prsala, 1982; Shahbazi, Mirabedi, & Gaeini, 2007), y cinco fases (aproximación, impulso de frenado de batida, impulso de aceleración de batida, golpeo, y aterrizaje) (Chen, Huang, & Shih, 2011; Coleman et al., 1993; Gutiérrez, Santos, & Soto, 1992; Reeser, Fleisig, Bolt, & Ruan, 2010). Chen et al. (2011) determinan la división en aproximación, batida, vuelo, armado para el golpeo, y aterrizaje. En este artículo se utiliza una división básica en cuatro fases principales con dos subfases en la batida y el vuelo (figura 1).

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Figura 2. Secuencia de la acción técnica del remate de voleibol en un modelo reconstruido de segmen-tos articulados (adaptado de Reeser et al., 2010).

Leyenda: Carrera de aproximación (A); Batida (AB); Vuelo “preparación del golpeo” (BC); Vuelo “Aceleración del brazo y golpeo” (CD); Caída (DE).

1. Carrera de aproximación

La realización de la carrera de aproximación a velocidad sub-máxima (50-60% de la velocidad máxima de carrera) previa a un salto vertical incrementa la altura de elevación del centro de masas (CM) del deportista en relación a un salto sin carrera (Dapena & Chung, 1988; Saunder, 1980). Este aspecto ha sido corroborado por diferentes estudios que han encontrado correlación positiva entre la velocidad de carrera y la altura de salto en el remate de voleibol (Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2009; Tillman, Hass, Brunt, & Bennett, 2004; Vint & Hinrichs, 2004b). La explicación teórica del beneficio de realizar una carrera previa es que cuando el jugador de vo-leibol realiza la aproximación, genera una cierta cantidad de fuerza que depende de la cantidad de velocidad horizontal de avance del CM. Al contactar con los pies en el suelo al inicio de la batida se produce una flexión de rodillas para amortiguar la fuerza (fase negativa), la musculatu-ra del muslo se elonga, y se activa el ciclo de estiramiento-acortamiento (CEA). A través de este mecanismo, cuando se produce un elongamiento muscular previo a una contracción concéntrica explosiva, la fuerza que es capaz de generar el músculo se incrementa por almacenamiento de energía en los componentes elásticos de músculo. De esta forma, cuanto mayor sea la cantidad de velocidad horizontal en la aproximación (mayor energía y mayor carga muscular en la ba-tida), mayor posibilidad de elevarse más alto en el salto y golpear el balón de una forma más eficaz (Chen & Huang, 2008; Ciapponi, McLaughlin, & Hudson, 1995; Coutts, 1982; Dusault, 1986; Enoka, 1971; Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2011; Neal & Sidney-Smith, 1992; Prsala, 1982; Ridway, 1991; Shahbazi & Mirabedi, 2008; Vint & Hinrichs, 2004b). La efectividad de la carrera de aproximación del remate de voleibol se mide en términos mecánicos tomando como referencia dos aspectos: a) la velocidad horizontal del CM, y b) la altura del CM al inicio de la batida (Liu, Huang, & Huang, 2001; Wagner, Tilp, Von Duvillard, & Mueller, 2009).

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En relación a la velocidad horizontal del CM, para lograr una velocidad rápida de aproxima-ción, el jugador utiliza tres o cuatro pasos de carrera (Enoka, 1971; Saunder, 1980). No se ha encontrado correlación entre el número de pasos de carrera de aproximación y el incremen-to en la velocidad horizontal del CM (Hsieh, Cascarina, & Pingatore, 2010; Khayambashi, 1986). Esto puede deberse a que el número de pasos que realiza el jugador esté determinado por la temporalidad de las acciones previas al golpeo del balón en el remate (recepción y colocación). En cuanto a las características del último paso previo a la batida (paso amplio con avance rápido del CM vs paso corto con avance lento del CM) no existe consenso en la literatura especializada. Shahbazi et al. (2007) no encontraron diferencias en la altura del salto al ejecutar uno u otro tipo de aproximación, Sin embargo, Liu et al. (2001) encontraron mayor fuerza de impulso durante la batida al ejecutar el último paso más amplio y con mayor avance horizontal del CM, tal como la literatura especializada indica. En relación a la altura del CM, al final de la carrera se produce un descenso que coincide con la ejecución del último paso. Este descenso sirve para que el cuerpo llegue en la posición adecuada para la realización de la batida.

La forma de aproximación del jugador a la zona de batida condiciona la ejecución del gesto. Este aspecto va a depender de la zona del campo por la cual el deportista vaya a realizar su ataque y la lateralidad del rematador (Figura 3). Este aspecto va a influir en la forma de reali-zar el golpeo y la forma de realizar el gesto para enviar el balón hacia diferentes trayectorias. Un jugador diestro, cuando remate por la izquierda de campo (zona 4), realizará una carrera de aproximación de aproximadamente 45-60 grados respecto a la red. En cambio, cuando remate por la derecha (zona 2), realizará una carrera más o menos recta, de unos 60-90 grados. Un jugador zurdo invierte el desplazamiento (Haley, 1992).

Ataque zona 4 Ataque zona 2

Jugador diestro

Ataque zona 4 Ataque zona 2

Jugador zurdo

Ataque zona 4 Ataque zona 2

Jugador diestro

Ataque zona 4 Ataque zona 2

Jugador zurdo

Figura 3. Trayectoria de desplazamiento de un jugador diestro y otro zurdo para realizar un ataque por la zona 4 y por la zona 2 (Valades et al., 2004).

2. Batida

La batida es una fase importante del remate, ya que va determinar la altura de golpeo, que es un factor determinante en la efectividad del gesto (Kuhlmann et al., 2007). La eficacia de esta

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fase no sólo depende de la habilidad técnica del jugador, sino que en su ejecución entran en juego aspectos de tipo físico (niveles de fuerza en la extremidad inferior), los patrones moto-res asimilados (coordinación neuromuscular), y las características personales del deportista (Cook, Burton, Kiesel, Rose, & Bryant, 2010). En la batida se busca realizar una secuencia de movimientos y acciones que minimicen la carga y maximicen la producción de fuerza (Harris, 2012). La altura que alcanza el CM al final de la batida está determinada por la velocidad ver-tical del CM y por la gravedad (Vint & Hinrichs, 2004a, b), desechando la resistencia del aire y la intervención de fuerzas externas. La gravedad es una fuerza constante y que no es posible modificar (fuerza de atracción hacia la tierra de 9.8 m/s², dirección vertical, y sentido hacia abajo). En relación a la velocidad vertical del CM al final de la batida, esta variable tiene una correlación positiva con la altura de salto (Coleman et al., 1993). Cuanto mayor sea la canti-dad de velocidad vertical del CM generada al final de la batida, mayor será la altura de salto.

La batida se divide en dos fases: a) impulso de frenado (fase de contracción muscular excén-trica) y b) impulso de aceleración (fase de contracción muscular concéntrica) (Kovalev, 1978). Durante el impulso de frenado, se produce un descenso del CM en el último paso se produce por el incremento de la flexión de rodilla, los brazos se llevan hacia atrás, y se retrasa el tronco con respecto al CM. La realización de la contracción excéntrica de la musculatura extensora del tren inferior en esta fase de impulso de frenado implica una acumulación de energía (es-tiramiento del músculo), lo que permite crear un mayor impulso positivo, y una mayor ace-leración en la fase de impulso de aceleración (Cavagna, Dusman, & Margaria, 1968; Coutts, 1982; Devita & Skelly, 1992; Komi & Bosco, 1978; Stienen, Blange, & Schneer, 1978). En la fase de impulso de aceleración se realiza una extensión de las articulaciones, el tronco se lleva hacia adelante arriba, y se elevan de forma simultánea los dos brazos.

La acción de los brazos durante la batida es importante tanto en el impulso de frenado como en el de aceleración. La acción de balanceo de los brazos hacia atrás durante la primera fase de la batida aumenta la carga muscular y desciende la altura del CM. La acción de balanceo de los brazos hacia delante y hacia arriba en la segunda fase de la batida ayuda al salto por el principio de acción reacción y eleva la posición del CM al final de la batida (Bobbert, Gerritsen, Litjens, & Van Soest, 1996; Bobbert & Van Ingen Schenau, 1988). La no utilización de los brazos en la batida disminuye en un 54% la velocidad vertical del CM del jugador durante el salto (Feltner, 2004). La acción de los brazos finaliza (blocaje de los mismos y preparación del golpeo) al final de la fase de batida, al perder el contacto con el suelo (Ashby & Heegaard, 2002).

La batida se puede realizar de dos formas: a) saltando con una pierna (apoyo simple) y b) sal-tando con dos piernas (apoyo doble) (Huang, Liu, & Sheu, 1999; Saunder, 1980; Selinger & Ackerman, 1985; Vint & Hinrichs, 1996). La batida con una pierna es más común en las mujeres (Selinger & Ackerman, 1985), siendo su frecuencia de uso entorno a un 16% (Tillman et al, 2004). En la literatura revisada no queda claro con cuál de las dos técnicas se obtiene una mayor altura de salto. Saunder (1980) encontró que la batida con una pierna permite producir mayor

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cantidad de velocidad vertical del CM al final de la batida, por tanto, una mayor altura de salto. Este posicionamiento es contrario a los hallazgos de trabajos posteriores como los de Selinger & Ackerman (1985), Vint & Hinrichs (1996), Huang et al. (1999), y Gutiérrez, Campos, & Navarro (2009). Vint & Hinrichs (1996) y Gutiérrez et al. (2009) no encentraron diferencias en la altura de vuelo en relación a la forma de salto (un pie vs dos pies). Por otro lado, Vint & Hinrichs (1996) identificaron diferentes estrategias para conseguir mayor elevación en función del tipo de batida realizada (apoyo simple o con apoyo doble). En la batida con una pierna indica que es posible incrementar la altura de batida del CM por elevación de la pierna libre (elevación de la posición relativa del CM). Con la batida con dos pies señala que se logra una mayor altura de salto (0,09 m en su estudio), debido a la relación que existe entre la tensión muscular del miembro inferior, la velocidad vertical al inicio de la batida, y la velocidad horizontal de carrera. Huang et al. (1999) encontraron diferencias a nivel cinemático y establecen que el remate con apoyo simple, en relación al apoyo doble, presenta mayor velocidad de aproximación, mayor velocidad del balón, menor altura de vuelo, y menor tiempo de ejecución del remate.

Figura 4. Ejemplo de batida con una pierna (a) y con dos piernas (b) utilizando un modelo segmentario para la reconstrucción del jugador (adaptado de Huang et

al., 1999).

En relación a la batida con doble apoyo, existen dos formas de ejecución: a) con apoyo de pies alternativo (AA) y b) con apoyo de pies simultáneo (AS) (Coutts, 1982; Huang, Hu, Huang, Sheu, & Tsue, 2002). Coutts (1982) encontró que cuando se realiza una batida de pies alternativa, el tiempo de ejecución aumenta, mientras que el impulso de absorción o frenado disminuyen. En el estudio de Ciapponi et al., (1995) encontraron que las jugadoras de mayor nivel utilizaban la batida de apoyos alternativos, logrando mejor conversión de la velocidad horizontal en vertical con un tiempo de apoyo más largo que las jugadoras de menor nivel, que utilizaban la técnica de apoyo simultáneo. En esta misma línea, Huang et al. (2002) con una

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muestra de hombres y mujeres, encontraron igualmente un tiempo de apoyo significativamen-te mayor en la batida alternativa respecto a la de apoyo simultáneo, y mayor altura de salto (AA; 46.6 ± 10.3 cm; AS: 46.1 ± 8.9 cm), aunque estas diferencias no fueron significativas. A nivel cinemático, Gutiérrez et al. (2009), con estudiantes participantes en ligas universitarias, también encuentran menor velocidad horizontal en el salto en la batida alternativa, aunque en este caso la altura de salto con dicha técnica fue inferior que al usar la batida simultánea.

Figura 5. Ejemplo de batida con apoyo alternativo (izquierda) y apoyo simultáneo (derecha) en la eje-cución del remate de voleibol (tomado de Ciapponi et al., 1995).

La zona del campo donde se realiza la batida condiciona la ejecución del gesto. Si el remate se realizada desde la zona zaguera del campo (línea de tres metros), el jugador a nivel mecánico tiene un menor ángulo de incidencia vertical sobre el campo contrario, tiene un rango más am-plio para superar el bloqueo, y ofrece una referencia temporal más difícil juzgar por parte del bloqueador (momento en el cual realizar el salto) (adaptado de Huang et al., 1999). En el remate desde zona zaguera el segundo apoyo se realiza más separado del primer apoyo por lo que el jugador tiene mayor cantidad de velocidad horizontal, menor tiempo entre el final de la batida y el contacto con el balón, menor cantidad de tiempo en el armado, y mayor velocidad del CM del brazo dominante (Chen & Huang, 2008; Masumura, Marquez, Endo, & Ae, 2008). El remate za-guero es más empleado en categoría masculina que en categoría femenina (30-35% vs 15-18%), principalmente cuando el colocador esta en zona delantera (Palao, Santos, & Ureña, 2004).

3. Vuelo

En la fase de vuelo del salto, se realiza el golpeo del balón (Figura 2). Se trata de un golpeo por encima de la cabeza en el que el objetivo es transferir la mayor cantidad de fuerza de la mano al balón (Fleisig, Barrentine, Escamilla, & Andrews, 1996; Meister, 2000) y enviar el balón al campo contrario y/o hacer que el adversario no pueda controlar la pelota. La fase de golpeo se sub-divide a su vez en dos fases: a) fase de armado o preparatoria, y b) fase de golpeo o balanceo hacia delante (Chung, Choi, & Shin, 1990; Coleman et al., 1993; Huang, 1998; Liu et al., 2008; Maxwell, 1982; Prsala, 1982).

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a) Fase de Preparación del golpeo (armado)

El armado del brazo como movimiento previo al golpeo se puede realizar de dos formas (Bowman, 2001; Coleman et al., 1993; Huang, 1998; Maxwell, 1982; Plawinski, 2008; Selinger & Ackerman, 1985): a) elevando el brazo (armado de arquero) y b) balanceando el brazo (armado circular). A nivel mecánico, el remate de arquero presenta mayor altura de salto (Bowman, 2001; Maxwell, 1982; Selinger & Ackerman, 1985), hay que tener en cuenta que la altura de golpeo se correlaciona de forma positiva con la altura de salto y también con la velocidad de salida del balón (Coleman et al., 1993; Forthomme et al., 2005). Esta técnica de armado, es la comúnmente más empleada por los jugadores de voleibol, posiblemente debido al hecho de que permite mayor altura de salto. Sin embargo, no se han encontrado diferencias significativas en relación a la velocidad salida del balón tras el golpeo empleando ambas técnicas (Coleman et al., 1993), aunque algunos autores consideran que el armado circular es más adecuado para ataques fuertes y para jugadores de los extremos de la red (Bowman, 2001; Maxwell, 1982; Selinger & Ackerman, 1985), además esta técnica presenta menor riesgo de lesión (Huang, 1998).

Figura 6. Trayectorias de la mano durante en la ejecución del remate de voleibol con armado arquero (izquierda) y armado circular (derecha) (Valadés, 2005).

b) Fase de golpeo

Tras la realización de la fase de armado, se inicia la fase de golpeo con la rotación del tronco, extensión de hombro-codo, y flexión de muñeca. Esta acción crea una cadena cinética que transfiere la energía generada desde los grandes músculos proximales a los músculos distales (Bobbert & Van Ingen Schenau, 1988). La acción que realiza el brazo en el remate es similar al movimiento que se produce en un látigo, desde la empuñadura hasta la punta. A medida que se aleja el segmento (tronco, brazo, antebrazo, y mano) se reduce el tiempo de contribución (tiempo desde que se inicia el movimiento hasta que se consigue la máxima velocidad angu-lar) (Wedaman et al., 1988). El giro del tronco al final del movimiento favorece el incremento de la velocidad del balón (Masumura, Marquez, & Ae, 2009). Esta transferencia de energía mediante las acciones segmentarias encadenadas se denomina cadena cinética secuencial. El

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éxito de esta cadena cinética en el golpeo depende de la capacidad de coordinación de todos los impulsos parciales, y se basa en el principio de conservación del momento cinético.

En la realización de la cadena cinética del golpeo, se produce una correlación entre la velocidad angular del hombro y del codo con: la velocidad de la mano (Chung et al., 1990) y la velocidad de salida del balón (Coleman et al., 1993; Reeser et al., 2010). A nivel muscular, hay correlación positiva entre la fuerza concéntrica que es capaz de generar el hombro-codo dominante y la velocidad del balón (Forthomme et al., 2005). Al realizar el movimiento del brazo de golpeo se produce una elevación del hombro de golpeo y descenso del otro hombro, con objeto de incrementar la altura de contacto (Tilp, Wagner, & Muller, 2008; Wagner et al., 2009). Durante la ejecución de la cadena cinética es importante la participación del ciclo estiramiento acorta-miento que se produce entre la fase armado (estiramiento) y la fase de golpeo (acortamiento).

El objetivo de la fase de golpeo es provocar la mayor velocidad de salida del balón (Bowman, 2001), siendo este aspecto el mayor predictor del rendimiento del remate (Forthomme et al., 2005). Este objetivo se rige bajo la segunda ley de Newton, que determina que la aceleración de un objeto depende de la fuerza que actúa sobre el objeto y de la masa del objeto. Esto signi-fica que la cantidad de fuerza que utilice el jugador para golpear el balón afectará a la rapidez de desplazamiento del balón. Si el jugador golpea el balón fuerte, este se desplazará rápido. Se puede calcular la fuerza del impulso a partir de la segunda ley de Newton (F = Δm∙v / Δt) (Shahbazi-Moghddam & Khanzadeh, 1998).

Cuando se produce el golpeo del balón durante la ejecución de un remate de voleibol, el brazo actúa como una palanca. La potencia se encuentra en la inserción del deltoides en la tuberosi-dad deltoidea, la resistencia está en el peso del miembro superior, y el punto de apoyo está la articulación del hombro (articulación glenohumeral). Por tanto, se define como una palanca de tercer grado o palanca de potencia. La fuerza aplicada es mayor que la obtenida en el mo-vimiento. Cuando se contrae el músculo se mueve una palanca muy grande (brazo, antebrazo, y mano) (Julián, Moreno, & Moreno, 2005).

Figura 7. Representación esquemática y simplificada de una palanca de tercer género o palanca de potencia aplicada al remate de voleibol. Leyenda: F = fuerza; R = resistencia;

E = eje de rotación.

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Al golpear la pelota, el jugador busca que el balón adquiera una rotación hacia delante (Baudin, Gervais, & Wu, 2004). De esta forma, disminuyen la cantidad de desplazamiento horizontal en relación a un remate en la que pelota no lleva giro (cae antes al suelo). Este aspecto se pro-duce como consecuencia de un fenómeno denominado efecto Magnus. Este efecto se produce en cuerpos de sección circular y que llevan movimientos de rotación en su desplazamiento. El efecto Magnus permite golpear el balón a mayor velocidad, desde una mayor altura por enci-ma de la red, y con menores ángulos de salida (Howard, 1996), al acortarse la parábola que describe el balón. El efecto Magnus, se basa en el principio de Bernouilli (cuando la velocidad del aire se reduce, aumenta la presión y viceversa), y se produce por diferencias de presión en un objeto que se desplaza por un flujo de aire (Blazevich, 2007). La rotación del balón sobre su propio eje hacia delante hace que en la parte de superior se produzca un incremento de presión, ya que la rotación del balón se produce en la dirección opuesta a la que se mueve el aire sobre su superficie (Figura 8). En la parte inferior se produce menor presión, ya que la rotación se produce en la misma dirección a la que se mueve el aire sobre la superficie de la pelota. La diferencia de presión (Kao, Sellens, & Stevenson, 1994).

Figura 8. Representación del efecto Magnus que se produce en el balón de voleibol al ejecutar un remate visto desde una perspectiva lateral (modificado de Blazevich, 2007).

Para provocar que el balón gire hacia delante, el golpeo debe realizarse fuera del eje de ro-tación del balón, con la mano abierta y envolviendo la pelota. Esta acción puede realizarse de dos formas: a) golpeando primero con el talón de la mano y la palma de la mano en la parte media del balón y posteriormente los dedos envolviendo por encima la pelota (Howard, 1996), y b) realizando el contacto primero con los dedos por encima del balón y después con la palma de la mano en la parte media (Baudin et al., 2004). Los estudios encontrados en la bibliografía no presentan diferencias estadísticamente significativas entre ambas formas de producir (velocidad angular del balón) (Baudin et al., 2004).

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4. Caída

En la fase de caída se produce la absorción de la energía cinética generada durante el vuelo (Dufek & Zhang, 1996). Esta energía puede representar hasta cinco veces el peso del depor-tista (Adrian & Laughlin, 1983). Con el objeto de reducir la sobrecarga y evitar la aparición de lesiones, se recomienda: a) caer con los dos pies al mismo tiempo para mantener mejor el equilibrio y evitar las lesiones por elongación de ligamentos (Kovacs et al., 1997; Márquez, Masumura, & Ae, 2008) y b) amortiguar el impacto mediante una flexión de las articulaciones implicadas de tobillo, rodilla, y cadera (Tillman et al., 2004). Cuanto mayor es el nivel de los deportistas, mayor es la capacidad para disminuir las fuerzas de impacto que se generan sobre las articulaciones en la recepción del salto tras el remate (Cheng, Mao, Fong, & Hong, 2005). La caída del remate es el mecanismo de lesión más común en el voleibol (Briner & Kacmar, 1997).

Conclusiones

El presenta trabajo describe la forma de ejecutar el remate en voleibol, revisando y explicando los principios mecánicos implicados en su ejecución. El modelo de ejecución descrito aquí busca aportar una base de referencia para analizar y evaluar la técnica empleada por los juga-dores. Desde la compresión teórica de la razón de los distintos movimientos, los entrenadores pueden realizar de forma más adecuada el análisis y la priorización de los aspectos a tratar en sus intervenciones o propuesta de trabajo con sus jugadores. El presente trabajo describe las fases de carrera de aproximación, batida, salto, golpeo, y caída, y aporta los criterios para su comprensión.

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 53

iMPacT FacTOr (iF) OF HOSPiTaliTY, leiSUre, SPOrTS & TOUriSM JOUrnalS: cUrrenT

TrendS, Overall ranKing and TeMPOral STabiliTY Over a FOUr Year PeriOd

nuria Sans-rosell, Joaquín reverter-Masía, vicenç Hernández-gonzálezgrup Moviment Humà. University of lleida, lleida, Spain

Fecha de recepción: 12-05-2013Fecha de aceptación: 02-09-2013

Abstract

A journal’s “impact factor” (IF) is the bibliometric index that reflects the frequency with which an ‘‘average article’’ from a scientific journal has been cited in subsequent publica-tions. The purpose of the present study is to examine the current impact factor of Hospitality, Leisure, Sports & Tourism journals, their overall ranking and temporal stability over a four year period. For this reason, we have included the impact factor of the scientific journals clas-sified in the “Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” subject category of the Journal Citation Reports (JCR) database from 2007 to 2010. Available data indicates that during this period, 34 journals were added to the aforementioned category and the average impact factor rose from 0.86 in 2007 to 0.99 in 2010. Therefore, ‘‘Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” journals’ impact factor remained relatively stable during the four years examined.

Keywords

Citation analysis, journal citation reports, research performance

Introduction

Scientific journals are the primary mode for disseminating scholarly information within and between disciplines. An quantitative method for evaluating the quality and prestige of a jour-

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nal is the analysis of its citation rates. A journal’s impact factor (IF) is the most popular mea-sure of assessing the citation patterns of that journal (Garfield 1955).

The IF, as a fundamental citation-based measure of significance and performance of scientific journals, was introduced by Eugene Garfield in 1955. Garfield used the IF as an internal index of the Science Citation Index to help in the selection of journals to be included in this database (Garfield, 1999, 2006). The JCR is published in two editions, one for the Sciences and one for the Social Sciences.

Despite the fact that most scientists, funding organizations, promotion committees, and jour-nal editors are very much aware of the field-specific biases associated with the use of journal IFs as a measure of scientific quality or even impact (Garfield, 2006; Postma, 2007), journals’ IF continues to be used widely as an indicator of journal visibility or prestige by researchers, publishers, libraries, and even research funding bodies, and it is the first objective, quanti-fiable, and stable assessment of the worth of scientific journals (Lluch, 2005). It has gained acceptance in the scientific community and is now one of the parameters most frequently and almost exclusively used in developed countries to assess the importance of scientific journals (Buela-Casal, 2002).

Thus, it is not surprising that the IF has been the topic of many studies across different disci-plines. Some of these studies examined various aspects of journals’ impact of factor (Chew, Villanueva, & Van Der Weyden, 2007).

Towards that end, application of statistical techniques may help to enlighten the worth of and problems surrounding the concept of an impact factor. One of the subject categories inclu-ded in the Science Edition of the JCR is the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism”. Despite the plethora of citation rates studies in different scientific fields, limited information exists about the performance of the journals covering the discipline of ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism”.

Other hand, non-US scholars do use citations from the other side of the Atlantic. Moreover, it would appear that there is ‘‘cultural bias’’ of the IF. Link (cited in Boldt et al., 2000) reported that American reviewers preferred US manuscripts. This means that a manuscript from an international (outside US) source is less likely to be published than one originating in the US.

Americans often do not quote pertinent European literature leads to an unjustly high IF for American journals and an unjustly low IF for the European journals’’ (Eriksson, 2004).

The aim of this article is to review upon the IFs of journals classified under the topic of ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” in the SCI database of the JCR, available via ISI Web of Knowledge. The analysis was restricted to the last 4 years, subject category journals, in

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 55

the SSCI database of the JCR, for the years 2007 to 2010. During that period, 33 journals appeared in the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category (Table I). Forty-four (53,65%) originated from North America and thirty-eight from Europe (46,34%). Moreover, during a four-year period (2007-2010) the vast majority of the publications were written in English seventy-four (90,24%), while eight (9,75%) were indexed as being multi-language. Clearly, the above depiction of data provides additional support to the notion that English is the predo-minant language in the JCR database (Kurmis, 2003; Togia & Tsigilis, 2006).

Relative position of the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals impact factor. The JCR comprises two editions, the Science edition and the Social Science edition. The Social Science edition for 2010 contains 56 categories. One of these categories is the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism.” Journals impact factor Table 1 provides descriptive statistics of the IF of journals indexed in the Social Science edition of the JCR database for the period 2007-2010. Carr and Britton (2003) argued that a journal with an IF less than 1 is characterized as a ‘‘lowimpact’’ journal. The overall mean IF of the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category for four consecutive years a value of >0.9.

Table 1. Social ScienceS ciTaTion index (SSci). HoSpiTaliTy, leiSure, SporTS & TouriSm

MEDIANIF 2010

0,99

MEDIANIF 2009

1,05

MEDIANIF 2008

0,90

MEDIANIF 2007

0,86Journal Country Language Publisher IF 2010

N= 33IF 2009N= 20

IF 2008N= 16

IF 2007N= 14

Journal of Sport & Exercise Psychology

United States

English Human Kinetics Publ. Inc.

2.823 2.951 2.118 1.719

Tourism Management

England English Elsevier Sci. Ltd.

2.620 1.882 1.274 0.890

Psychology of Sport and Exercice

Holland English Elsevier Science BV

2.218 2.152 1.568 1.192

Annals of Tourism Research

United States

Multi-Language

Pergamon-Elsevier Science Ltd.

1.949 1.165 1.104 0.864

Journal of Travel Research

United States

English Sage Publications Inc.

1.549

Journal of Sustainable Tourism

England English Channel View Publications

1.539

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 56

International Journal of Hospitality Management

England English Elsevier Sci. Ltd.

1.382

Journal of Applied Sport Psychology

England English Taylor & Francis Ltd.

1.264 1.295 1.093 1.250

Research Quarterly for Exercise and Sport

United States

English Mer Alliane Health Phys. Educ. Rec. & Dance

1.191 1.103 1.214 0.907

International Journal of Sports Science & Coaching

England English Multi- Science Publ. Co. Ltd.

1.076

Sport Psychologist

United States

English Human Kinetics Publ. Inc.

1.054 1.345 0.893 0.732

Journal of Leisure Research

United States

English Natl Recreation Park Assoc

1.000 0.831 0.700 0.732

International Journal of Sport Psychology

Italy Multi-Language

Edizioni Luigi Pozzi

0.961 0.959 0.627 0.474

Leisure Sciences

England English Taylor & Francis Inc.

0.917 1.036 0.776 0.792

Sport Education and Society

England English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.857 0.625 0.511 0.538

Journal of Travel & Tourism Marketing

United States

English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.835

European Sport Management Quarterly

England English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.818

International Journal of Tourism Research

England English Wiley- Blackwell

0.802

Journal of Sport Management

United States

English Human Kinetics Publ. Inc.

0.797 0.906 1.087 0.556

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 57

Sociology of Sport Journal

United States

English Human Kinetics Publ. Inc.

0.778 0.870 0.674 0.651

Journal of Sport & Social Issues

United States

English Sage Publications Inc.

0.692 1.075 0.643 0.750

Journal of Hospitality & Tourism Research

United States

English Sage Publications Inc.

0.653

Tourism Geographies

England English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.633

Tourism Economics

England English I P Publishing Ltd.

0.614

Leisure Studies

England English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.604

Cornell Hospitality Quarterly

United States

English Sage Publications Inc.

0.549 0.303

International Journal of Sport Finance

United States

English Fitness Information Technology

0.545 0.229 0.257

Current Issues in Tourism

England English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.542

Journal of Sports Economics

United States

English Sage Publications Inc.

0.528 0.628

International Review for the Sociology of Sport

United States

English Sage Publications Inc.

0.311

Scandinavian Journal of Hospitality and Tourism

Norway English Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd.

0.282 0.763

Journal of Hospitality, Leisure, Sport & Tourism Education

England English Hospitality Leisure Sport & Tourism Network

0.250 0.225

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 58

International Journal of Sports Marketing & Sponsorship

England English Int Marketing Reports Ltd.

0.225

Cornell Hotel and Restaurant Administration Quarterly

United States

English Sage Publications Inc.

0.679

Inspection of the mean values for the period examined showed that ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals’ IF rose from 0.86 in 2007 to 0.99 in 2010 (Table 2).

Calculation of the intra-class correlation coefficient yielded a value of 0.95, suggesting that ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals remained relative stable over the 4 years examined.

We used an independent t-test to analyse possible IF value differences between journals from North America (n=44) and Europe (n=38) (Table 2). However, although European “Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” publications had a higher IF (0.97) than North American ones (0.93), the difference was not statistically significant (p> 0.05).

Table 2. deScripTive STaTiSTicS of THe impacT facTor for HoSpiTaliTy, leiSure, SporTS & TouriSm

IF Median 2010

% 2010 IF Median 2009

% 2009

IF Median 2008

% 2008

IF Median 2007

% 2007 Median T0TAL

% period

United States

1,01 (n=15) 45,45% 1,00 (n=12) 60% 0,84 (n=9) 60,0% 0,86 (n=8) 57,14% 0,92 (n=44)

53,65%

Europe 0,97 (n=18) 54,54% 1,11 (n=8) 40% 0,97 (n=6) 40,0% 0,85 (n=6) 42,85% 0,97 (n=38)

46,34%

Trend analysis showed increase of the mean IF over the last 4 years. If the IF can be related to the journal’s scientific importance, then our finding suggests that the category journals have attracted the attention of the scientific community and reached a larger audience.

However, the above interpretation is not the only one. An alternative interpretation could be that this increase was anticipated, since more journals have been included in the JCR database especially in the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category and thus more ci-tations are being made (Jemec, 2001). It should be noted that 14 journals were indexed in the “Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” in 2007. This number reached 33 in 2010, which represents a 135,71% increase.

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 59

In a relatively small discipline such as Hospitaly, Leisure, Sport & Turism, the IFs of the journals are generally lower than those of broader subject categories, such as life sciences and clinical medicine (Garfield, 1996, 1997). The reason is that clinical investigations may be dependent on basic science investigations for developing hypotheses or invoking mechanisms of clinical effects, while the converse is less common. It is these systematic differences among scientific disciplines, which are unrelated to the quality or the size of the field, that make it impossible to compare the IFs of journals from different fields (Kokko & Sutherland, 1999; Metcalfe, 1995; Statzner, Resh, & Kobzina, 1995). Therefore, when comparing the impor-tance of the Hospitaly, Leisure, Sport & Turism journals with journals from other scientific fields, their relative position among the subject categories that are indexed in the JCR database should be taken into consideration.

In the present study, the hypothesis that North American journals might have higher IFs than European ones was also examined. The mean IF of the North America-based publications was like the European ones. This percentage was different to that reported by others (Kurmis, 2003) who most journals there North American. Our results show that was neither statistically significant. Thus as far as the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category is concerned, there is no reason to believe that there is a cultural bias favouring journals originating in North American.

Several decades after its introduction, the impact factor continues to remain controversial. Given that this indicator may seriously affect many people’s career and the future of academic departments or institutions, it is of paramount importance that the nature and premise of its derivation as well as its inherent shortcomings and practical limitations be well understood. Many authors from various disciplines as well as journal editors (e.g. Eston, 2005; Hansson, 1995; Kurmis, 2003; Seglen, 1997; The PLoS Medicine Editors, 2006) agree that it is inap-propriate and misleading to use a journal’s impact factor to decide on the quality of scientific output. Academic assessment committees and funding bodies should realize that ‘‘assigning the same score (the journal impact factor) to all articles masks this tremendous difference which is the exact opposite of what an evaluation is meant to achieve’’ (Seglen, 1997). If the objective is to evaluate the quality of scientific work, more appropriate ways should be found. Among the various methods and indexes that have been proposed, the h-index (Hirsch, 2005) seems to be a promising tool, because it was developed specifically to assess the impact of the research output. This relatively new index has already been used to evaluate individual authors and research teams (Costas & Bordons, 2008; Cronin & Meho, 2006), departments and institutions (Da Luz et al., 2008), as well as countries (Imperial & Rodrıquez-Navarro, 2007). Although no index can be considered free from limitations, initial evidence shows that

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Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060 60

the h-index might be a reliable way to assess scientific work (Bornmann & Daniel, 2005; van Haselen, 2007).

In summary, journals included in the Hospitaly, Leisure, Sport & Turism subject category seem to have consistent IF values with some evidence of growth. Finally, our results do not suggest that European journals in the field of Hospitaly, Leisure, Sport & Turism have higher IFs than the North American ones.

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Movimiento humano 5/2013, 63-75. ISSN: 2014-3060 63

variableS aSOciadaS cOn el errOr-cOnTinUidad de SaqUe en vOleibOl, en eTaPaS de FOrMación

vARIAbLES ASSOCIATED WITH ERROR-CONTINuITy OF SERvICE IN vOLLEybALL, IN STAGES OF TRAINING

Fernández-echeverría, carmen1; claver rabaz, Fernando1; garcía- gonzález, luis2; gil arias, alexander1; Moreno arroyo, M. Perla1

1Facultad de ciencias del deporte. Universidad de extremadura; 2Facultad de Facultad de ciencias de la Salud y del deporte. Universidad de Zaragoza

Fecha de recepción : 05-02-13Fecha de aceptación : 21-04-13

Resumen

El objetivo principal de esta investigación fue analizar la asociación de variables propias del saque con la eficacia (error/continuidad) del mismo, en etapas de formación. Se empleó una muestra de 4427 saques, correspondientes a la observación de los 66 equipos participantes en el Campeonato España de Selecciones autonómicas en categoría infantil y cadete. Las variables de estudio fueron: zona de origen del saque, tipo de saque, función del sacador y la eficacia de saque (error/continuidad). Los resultados determinaron una asociación signi-ficativa entre las variables tipo de saque y función en juego del sacador, con la eficacia del saque. Concretamente, el saque en salto potente y la función en juego de receptor-atacante se asociaron de manera significativa y positiva con el error de saque y de manera significativa y negativa con la continuidad del mismo. Por ello, concluimos que el saque en salto potente, es el tipo de saque con el que más errores se comete (Costa, Mesquita, Greco, Ferreira, & Moraes, 2011) y que el jugador receptor-atacante se caracteriza como el jugador que más errores comente en la realización de esta acción técnico táctica, en línea con lo que acontece en alto nivel (Quiroga et. al, 2010).

Palabras claves

Análisis del rendimiento, servicio, etapas de formación, voleibol.

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Movimiento humano 5/2013, 63-75. ISSN: 2014-3060 64

Abstract

The main objective of this research was to analyze the association between different varia-bles of the serve with it effectiveness (Error / continuity), in formative stages. The sample was comprised of of 4427 serves, corresponding to the observation of the 66 teams parti-cipating in the Spanish Regional Selection Championship in 2010 in the Under-14 and Under-16 categories. The studied variables were: serve zone, serve type, in-game role of the server and serve effectiveness (Error / continuity). The results showed a significant association between the serve type and the in game role of the server, with the serve effec-tiveness. Specifically, the power jump service and the role of receptor-attacking were asso-ciated significantly and positively with the serve error and significantly and negatively with the continuity of the serve. Thus, we conclude that powerful jump service, is the type of serve with the most errors committed (Costa, Mesquita, Greco, Ferreira, & Moraes, 2011), and that receptor-attacking player was characterized as the player who more errors commit in the realization of this tactical-technical action, in line with what happens in high level (Quiroga et al., 2010).

Keywords

Performance analysis, service, formative stages, volleyball.

Introducción

Una de las acciones de juego a la que los equipos e investigadores sobre voleibol han dado gran importancia, es el saque (Moraes, Mesquita, & Costa, 2008), definiéndose “como la ac-ción de poner el balón en juego por el jugador zaguero derecho, situado en la zona de saque” (REFVB, 2013: 12). En 1994, la FIVB realizó una serie de cambios reglamentarios que han afectado de diversa manera al servicio y a su capacidad ofensiva. Dentro de estos cambios, la ampliación de la zona de saque a todo el ancho de la línea de fondo (REFVB, 2013: 1.4.2), permitió la realización de saques con nuevas trayectorias que dificultaron la recepción del equipo contrario. Posteriormente en 1999, la FIVB aprobó otra nueva modificación, permi-tiendo que el balón contactara con la red en el saque (REFVB, 2013: 10.2). Este cambio, favoreció que los jugadores arriesgaran más en la realización del saque.

El saque tiene un propósito claramente ofensivo (Maia & Mesquita, 2006), pasando de ser sim-plemente una acción a través de la cual se inicia el juego, a ser un arma de ataque (Coleman, 2009; Quiroga et al., 2010, & Monge, 2007). El saque es la única acción de juego, en la que el jugador tiene el 100% del control sobre la pelota y sobre la forma en que se desarrollan los acontecimientos, debiendo elegir el tipo de servicio, la fuerza que se imprime a la pelota y el

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área a la que el servicio estará dirigido (Ureña, 1998). Se le atribuyen dos objetivos funda-mentales, por un lado, conseguir punto directo y, por otro, obstaculizar el ataque después de la recepción del saque del adversario, haciéndolo más lento (más predecible para el bloqueo)(Ureña, Santos, Martínez, Calvo, & Oña, 2000).

Han sido numerosas las investigaciones desarrolladas con el fin de determinar las caracterís-ticas del saque y cómo influye en el equipo contrario, tanto en categorías de formación como en alto nivel. Para ello, se han analizado variables propias de la acción de saque como el origen de saque (Gil, Moreno, Moreno, García-González & Del Villar, 2011; Quiroga et. al, 2012), el tipo de saque (Quiroga et. al, 2010; Afonso, Esteves, Araujo, Thomas, & Mesquita, 2012, Marcelino, Mesquita & Sampaio, 2011; Costa, Afonso, Brant & Mesquita, 2012; Ureña, Calvo & Lozano, 2002), o la función del sacador (Afonso et. al, 2012; Quiroga et. al, 2010), relacionándolas todas ellas, con la eficacia del saque o el rendimiento en recepción.

Una de las variables del saque que ha sido considerada en mayor cantidad de trabajos ha sido el tipo de saque. La clasificación más habitual de esta variable, es una combinación de la des-cripción de la forma de realización del saque (en apoyo y en salto) y de las características de la trayectoria de la pelota (potente y flotante) (Palao et al., 2004).

Estudios realizados en alto nivel, indican que el saque en salto potente es más utilizado en ca-tegoría masculina que en femenina (Ejem, 2001; Palao, 2001; Palao, Manzanares, & Ortega, 2009; Ureña, 1998). Además, algunos estudios obtuvieron una asociación significativa entre las variables tipo de saque y eficacia, indicando que los saques en salto potentes son los más eficaces, tanto en masculino (Moreno, Molina, & Santos, 2008; Moraes, Mesquita & Costa, 2008), como en femenino (Quiroga et al., 2012). Mostrándose incluso como variable predic-tora de la eficacia del saque en alto nivel (Afonso et. al, 2012).

En etapas de formación, el tipo de saque más usado, ha sido el saque en apoyo (García-Tormo et al., 2006; Gil, Moreno, Moreno, García-González, & Del Villar, 2010b y Ureña, Vavassori, León, & González, 2011), encontrando en algunos estudios una asociación significativa, entre las variables tipo de saque y la eficacia del mismo (Gil, Del Villar, Moreno, García-González, & Moreno, 2011).

La variable función del sacador se ha tratado de relacionar con la eficacia en el saque, encon-trando una asociación significativa entre ambas variables, en alto nivel (Moreno et al., 2008; Afonso et al., 2012). Sin embargo, en etapas de formación, no se encontraron tales asociacio-nes significativas (Gil, Moreno, Moreno, García-González, & Del Villar, 2010a).

La zona de origen ha sido otra de las variables más empleadas para la caracterización del saque, llegando a determinar los estudios, que en alto nivel, la zona 1 es la más frecuente para la realización del servicio (Callejón, 2006; Quiroga et al., 2010), mientras que en etapas de

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formación, las zonas más frecuentes desde donde realizar el saque, son la zona 1 y la zona 6 (García-Tormo et. al, 2006). Esta variable ha sido relacionada en investigaciones anteriores, tanto con la eficacia del saque, como con la eficacia de la recepción. Sin embargo, en muy pocos estudios ha habido asociación entre la zona de origen y la eficacia (Gil, Del Villar et al., 2011).

El objetivo de este trabajo fue analizar la asociación de variables propias del saque (zona de origen de saque, tipo de saque y función en juego del sacador) con la eficacia (error/continui-dad) de esta acción técnico-táctica, en etapas de formación.

Método

Participantes

La muestra del estudio estuvo compuesta por 4427 acciones de saque, correspondientes a la observación de los 66 equipos femeninos y masculinos participantes en el Campeonato España de Selecciones autonómicas de 2010, en categoría infantil y cadete.

Los saques analizados, corresponden a la observación de un partido de cada uno de los equi-pos. Esto supone la observación de un total de 123 sets, de los cuales, 59 sets pertenecían a categoría infantil y 67 sets pertenecían a categoría cadete.

Variables

Las variables consideradas en el estudio fueron las siguientes:

Zona de origen del saque: Definido como la zona desde donde se realiza el saque. Se distin-guen tres zonas de origen:

• Zona 1: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho, desde la línea lateral derecha y detrás de la línea de fondo.

• Zona 6: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho ubicada a tres metros de las líneas laterales del campo y detrás de la línea de fondo.

• Zona 5: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho, desde la línea lateral izquierda y detrás de la línea de fondo.

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Tipo de saque: Definido como el tipo de técnica de saque empleada por el jugador, conside-rando por un lado la ubicación del jugador en el momento de contacto con el balón (apoyo o salto) y la trayectoria de vuelo del balón tras el golpeo (flotante o potente). De acuerdo con esto, se diferencian los siguientes tipos de saque:

• Apoyo Potente: Saque en el cual el jugador se encuentra en contacto con el suelo en el momento del golpeo del balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón.

• Apoyo Flotante: Saque en el cual el jugador se encuentra en contacto con el suelo en el momento del golpeo del balón, imprimiendo una trayectoria oscilatoria al balón.

• Salto Potente: Saque en el cual el jugador no tiene los pies en contacto con el suelo en el momento del golpeo al balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón.

• Salto Potente: Saque en el cual el jugador no tiene los pies en contacto con el suelo en el momento del golpeo al balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón.

Función del sacador: Definido como el rol en juego del jugador que efectúa el saque. Se diferencian cuatro roles de juego:

• Colocador: El saque es realizado por un colocador.

• Receptor-atacante: El saque es realizado por un receptor-atacante.

• Central: El saque es realizado por un central.

• Opuesto: El saque es realizado por un opuesto.

Eficacia: Definido como el rendimiento o efecto obtenido con el saque. Diferenciando los siguientes valores:

• Error: Se falla el saque.

• Continuidad: Saque que permite que el balón se ponga en juego.

Procedimiento

Mediante la observación sistemática del saque se realizó la medida de las variables anterior-mente indicadas.

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Las grabaciones de los partidos fueron realizadas con una cámara digital SONY HDR-XR155 sobre formato M2TS. Dicha cámara se ubicaba en uno de los fondos de la cancha de juego a una altura de 5 metros sobre el suelo, para obtener un óptimo plano de visión.

Una vez realizada la recogida de datos se procedió a la observación de todos los partidos por un único observador. Para garantizar la fiabilidad de la observación, un observador, con experiencia en esta función y conocedor del voleibol, realizó un proceso de entrenamiento en el que se utilizaron, en las diferentes sesiones de entrenamiento, muestras con distintas ca-racterísticas (categoría, género, puesto en la clasificación), y superando el 10% de la muestra total, indicado por Tabachnick & Fidell (2007). Se alcanzaron en la observación de todas las variables unos valores de Kappa de Cohen intra-observador superiores a .81, valor a partir del cual se considera una concordancia casi perfecta (Landis & Coch, 1977). Para garantizar la fiabilidad temporal de la medida, se desarrolló la misma observación en dos ocasiones, con una diferencia temporal de diez días, obteniendo unos valores de Kappa de Cohen superiores a .81.

Análisis estadísticos de los datos.

Se realizó un análisis inferencial, basándonos en las tablas de contingencia, los valores de Chi-cuadrado y V de Cramer, para conocer las posibles relaciones existentes entre las diferen-tes variables consideradas en el estudio y la eficacia, garantizando las condiciones necesarias para aplicar de forma válida la prueba Test de Chi Cuadrado (la frecuencia mínima esperada es mayor que uno y no hay más del 20% de las casillas de la tabla con frecuencias esperadas menor que cinco). El nivel de significación estadística considerado fue de p<0.05.

Resultados

• Eficacia- zona de origen del saque.

La zona de origen del saque no se asoció significativamente con la eficacia (x2= .233; V de Cramer =.007; p=.890).

• Eficacia- Tipo de saque.

Como muestra la Tabla 1, el análisis estadístico permite verificar la existencia de asociación significativa entre el tipo de saque y la eficacia (x2=29.621; V de Cramer =.082; p<001). Las celdas que contribuyen de manera positiva a esta asociación son el tipo de saque apoyo po-tente y salto potente con el error de saque, y el saque en salto flotante con la continuidad de saque. Mientras que las celdas que contribuyen de manera negativa a esta asociación son el

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tipo de saque en salto flotante con el error de saque y el saque apoyo potente y salto potente con la continuidad de saque.

Tabla 1. Tabla de conTingencia eficacia-Tipo de Saque

Tipo de saque TotalSaque apoyo flotante

Saque apoyo potente

Saque salto

flotante

Saque salto

potenteEficacia Error saque Recuento 257 173 115 36 581

Frecuencia esperada

273.1 132.4 149.9 25.6 581.0

Residuos corregidos

-1.4 4.3 -3.5 2.3

Continuidad saque

Recuento 1824 836 1027 159 3846Frecuencia esperada

1807.9 876.6 992.1 169.4 3846.0

Residuos corregidos

1.4 -4.3 3.5 -2.3

Total Recuento 2081 1009 1142 195 4427Frecuencia esperada

2081.0 1009.0 1142.0 195.0 4427.0

0 casillas (.0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 25.59.

• Eficacia-Rol del sacador.

Como muestra la Tabla 2, existe asociación significativa entre la función del sacador y la eficacia (x2=7.972; V de Cramer =.042; p<005). La celda que contribuye de manera positiva a esta asociación es la función en juego receptor-atacante con el error de saque, mientras que la celda que contribuye de manera negativa a esta asociación es la función en juego receptor-atacante con la continuidad de saque.

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Tabla 2. Tabla de conTingencia eficacia- rol del Sacador

Función del sacador TotalColocador Central Opuesto Receptor

atacanteEficacia Error saque Recuento 110 158 89 224 581

Frecuencia esperada

125.9 173.5 81.6 200.0 581.0

Residuos corregidos

-1.7 -1.5 .9 2.2

Continuidad saque

Recuento 849 1164 533 1300 3846Frecuencia esperada

833.1 1148.5 540.4 1324.0 3846.0

Residuos corregidos

1.7 1.5 -.9 -2.2

Total Recuento 959 1322 622 1524 4427Frecuencia esperada

959.0 1322.0 622.0 1524.0 4427.0

0 casillas (.0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 81.63.

Discusión

El objetivo principal de la presente investigación fue analizar la asociación de variables pro-pias del saque con la eficacia (error/continuidad) de esta acción técnico-táctica, en etapas de formación.

Nuestros resultados no encontraron una asociación significativa entre las variables zona de origen de saque y la eficacia del mismo, a diferencia del estudio de Gil, Del Villar et al. (2011), realizado en categoría de formación, donde sus resultados sí mostraron una asociación signifi-cativa entre dichas variables. Más concretamente indicaban que el saque realizado desde zona 5 contribuye positivamente a que no se obtenga un punto directo con el saque.

Sin embargo, nuestros estudio coinciden con algunos trabajos previos realizados en alto e intermedio nivel, en voleibol masculino (Molina, 2003; Moreno et. al, 2008), y en voleibol femenino (Lozano, 2007), los cuales destacaron la no existencia de asociación significativa entre las variables zona de origen y eficacia.

Nuestros datos pueden indicar que la colocación de los jugadores en una zona u otra para rea-lizar el saque en etapas de formación, tal vez no tenga una intención táctica, sino que puede

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estar condicionada por otros aspectos como la cercanía a la zona donde deberán colocarse para su posterior defensa.

En la asociación entre la variable tipo de saque y la eficacia del mismo, nuestros resultados encontraron una asociación significativa entre ambas variables, de tal manera que el tipo de saque en apoyo potente y salto potente contribuyen positivamente al error de saque, y el tipo de saque en salto flotante se asocia de manera positiva con la continuidad de saque. Además, indicaban que el tipo de saque en salto flotante contribuye de manera negativa al error de sa-que y el saque en apoyo potente y en salto potente se asocia negativamente con la continuidad de saque.

Multitud de estudios han querido relacionar esta variable tipo de saque con la eficacia tanto en etapas de formación (Gil et. al, 2010b; Gil, Del Villar et. al, 2011), como en alto nivel (Afonso et. al, 2012; Quiroga et al., 2012).

En etapas de formación, en el estudio de Gil, Del villar et. al, (2011), en línea con nuestros resultados, indicaban una asociación significativa entre la variable tipo de saque y la eficacia del mismo. Destacando que la celda tipo de saque apoyo flotante contribuye negativamente al error en el saque, de tal manera, que este tipo de saque es el saque que menos se falla en etapas de formación.

Con jugadores de un nivel intermedio, Molina (2003) encontró que existe asociación signifi-cativa entre los saques en salto y su rendimiento, de tal manera, que cuando la técnica de salto potente fue empleada el porcentaje de errores fue significativamente superior a lo esperado por el azar, coincidiendo este resultado con los obtenidos en el nuestro.

En línea con nuestro trabajo, en alto nivel, el saque en salto potente es el tipo de saque que mayor número de errores obtiene en su ejecución respecto a otras modalidades de saque, a pesar de ser el saque con mayor eficacia, (Costa et. al, 2011; Moraes et al., 2008; Moreno, 2008, Quiroga, Bautista, Garcia-Manso & Moreno, 2005) y el que más veces limita el ataque del equipo contrario (Palao et. al, 2004).

Nuestros datos nos llevan a sugerir que si el rendimiento de los saques en salto potente no es uniforme, sería interesante que el jugador al saque analizara sus posibilidades y el contexto de juego en el que se encuentra, y a partir de aquí decidiera si emplear saques en salto con máximo riesgo, saque en apoyo flotante u otro tipo de saque de menor riesgo (Over, 1993).

En la asociación entre la variable función del sacador y la eficacia del saque, nuestros re-sultados encontraron una asociación significativa entre ambas variables, de tal manera que la función del sacador receptor-atacante se asocia de manera positiva con el error de saque.

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En etapas de formación, los resultados obtenidos por Gil et al. (2010a) en su estudio con jugadores de voleibol cadetes en el campeonato de España 2005 a diferencia del nuestro, no encuentran una asociación significativa entre las variables función en juego y la eficacia. Nuestra muestra fue recogida en el campeonato de España 2010, donde el jugador receptor-atacante es uno de los jugadores que más arriesga en el saque y por lo tanto el que más errores comete. Sin embargo, no encontramos ninguna otra asociación con la eficacia y otras funcio-nes en juego lo que parece indicar que en etapas de formación la especialización en juego no está definida por completo.

En alto nivel, en línea con nuestros resultados la variable función en juego del sacador se asoció de manera significativa con la eficacia del saque (Moreno et al., 2008; Quiroga et. al, 2010). Más concretamente, el jugador que más errores comete al saque es el receptor-atacante, seguido del jugador opuesto, en categoría femenina (Quiroga et. al, 2010) y el jugador opues-to, en categoría masculina (Moreno et al., 2008).

Conclusiones

La variable tipo de saque, más concretamente el tipo de saque en salto potente y el saque apoyo potente tienen una asociación significativa y positiva con el error en el saque. Por ello, en el proceso de formación de los jugadores en la acción de saque, es recomendable que el entrenador tenga en cuenta que para utilizar estos tipos de saques, se debe tener un buen un dominio de los mismos para conseguir la continuidad del juego y así evitar que fracasemos en la realización de esta acción técnico-táctica.

La variable función del sacador tiene una asociación significativa con la eficacia de saque, de tal manera que la función del sacador receptor-atacante se asocia de manera positiva con el error de saque. Dichos resultados, nos indica que en etapas de formación, uno de los jugadores que más arriesga en el saque y por lo tanto más errores comete en dicha acción, es el jugador receptor-atacante. Por ello, sugerimos a los entrenadores que se trabaje especialmente en los entrenamientos el saque, controlando el nivel de riesgo asumido, con aquellos jugadores que más errores comentan para fomentar la continuidad de juego.

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avaliaçãO de dUaS inTervençõeS edUcaTivaS SObre OS HábiTOS nUTriTivOS, de Higiene e Saúde eM alUnOS dO 1º e 2º ciclO de edUcaçãO PriMária

dOS 6 aOS 13 anOS

EDuCATIONAL INTERvENTION ON NuTRITIONAL, OF HyGIENE AND OF HEALTH HAbITS, IN PuPILS OF ELEMENTARy EDuCATION

Joaquín reverter-Masía1, carme Jove-deldell1, Teresa Fonseca2, nuno Serra3

1 Section of Physical educations and Sports, University of lleida, Spain; 2 instituto Politécnico da guarda - guarda e centro de investigação

em desporto, Saúde e desenvolvimento Humano – vila real, Portugal; 3 instituto Politécnico da guarda - guarda, Portugal

Fecha de recepción : 22-11-13Fecha de aceptación : 15-01-14

Resumo

O trabalho que se apresenta, é uma investigação educativa, fruto de uma intervenção num espaço físico-desportivo com estudantes dos 6 aos 9 anos e de 10 aos 13 anos (1º e 2º Ciclo de Educação Primária). O objetivo fundamental foi o de averiguar as possíveis alterações na ingestão de alimentos, nas atividades diárias e nos hábitos de higiene e saúde, em crianças saudáveis num acampamento de verão. Para isso foi realizada uma intervenção educativa, que incluía duas avaliações, uma pré-intervenção e uma pós-intervenção educativa. Os resultados mostram que a intervenção realizada foi efetiva e melhoraram, na generalidade os hábitos nas atividades diárias, de higiene e de saúde das crianças participantes no acampamento.

Palavras-chave

Crianças, Intervenção Educativa, Hábitos Alimentares, Família, Atividade Física.

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Abstract

An educational research study based on a classroom intervention with 6-9 and 10-13 year-old students (1th and 2th grade of Compulsory Primary Education.) is presented. The fundamental aim has been to verify the possible changes in the food ingestion, in the daily activities and in the habits of hygiene and health, in healthy children and girls in a Summer campus. For it we realized two educational interventions, which were including three evaluations, a preinter-vention and two more evaluations after every educational intervention. The results show that the realized interventions have been effective and have improved, in general, the habits in the daily activities of hygiene and of health of the children participants in the Campus.

Keywords

Children, Educational intervention, Eating behaviour, Family, Physical activity.

Introdução

Existem vários trabalhos de intervenção educativa no acampamento, como na escrita (Gárete e col., 2007), na linguagem oral (Herrera e col., 2007) para determinar que processo de en-sino/aprendizagem é o mais adequado para os alunos. No entanto e ainda que se considere a Educação Física uma atividade de grande importância no âmbito educativo (Prat y Gómez, 2009; Gómez y Prat, 2009), são muito poucos, os trabalhos científicos de intervenção reali-zados nesta área.

A investigação que apresentamos é o resultado de uma intervenção educativa levada a cabo em alunos do ensino primário orientada para a aquisição de hábitos nutricionais, de higiene e saúde. Os problemas de hábitos alimentares e de exercício em crianças e adolescentes, são destacados em diferentes estudos (Martinez-Gomez e col., 2010; Moliner-Urdiales e col., 2010; Gracia-Marco ecol., 2010). Têm como finalidade, identificar comportamentos que en-volvam a obesidade, alterações cardiovasculares, tais como os problemas de pressão arterial coronária (Ruiz ecol., 2010; Vadiveloo e col., 2009; Garcés e col., 2007).

São muitos os trabalhos epidemiológicos e fisiológicos levados a cabo, em crianças e adoles-centes, que demonstram que a falta de exercício físico e de hábitos higiénicos e nutricionais comportam situações patológicas ou pré-patológicas (Chillón e col., 2010; Jiménez-Pavón e col., 2010; De Bourdeaudhuij e col., 2010). Pelo contrário, que tenhamos conhecimento, são quase inexistentes as investigações levadas a cabo em contextos reais que incorporem inter-venções didáticas de educação física (Ruiz-Santana e col., 2009).

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Apesar da preocupação existente e do esforço realizado, os resultados das poucas inter-venções planeadas para prevenir a obesidade na infância através de uma dieta, atividade física e/ou alterações ao estilo de vida bem como o apoio social, mostraram-se pouco efectivas (Summerbell ecol., 2005; Sahota ecol., 2001). Nos estudos que se realizaram, as melhorias encontradas não são muito significativas, contudo, em alguns casos mostram-se pequenas melhorias nos hábitos dietéticos ou de atividade física (Kain e col., 2008).

Neste trabalho, a intenção foi utilizar a argumentação oral para melhorar os hábitos de higiene e saúde dos estudantes.

Os hábitos de educação para a saúde das crianças e adolescentes, deverão seguir um modelo diferente ao dos adultos, evitando o hábito cultural da proibição de alimentos a ingerir e de forçar a realização de exercício físico, favorecendo pelo contrário, a educação cultural dos ali-mentos que se deverão ingerir em menor ou menor quantidade bem como proporcionar ações que possibilitem a compreensão da realização do exercício físico (Ruiz-Santana e col., 2009).

É por isso, que nos pareceu muito interessante o recente desenvolvimento da “Pirâmide de estilo de vida saudável”, especialmente desenvolvida para crianças e adolescentes (González-Gross e col., 2008). A pirâmide, é uma pirâmide com quatro lados e uma base. O primeiro lado consta dos objetivos dietéticos diários. O segundo lado analisa as atividades diárias. O terceiro lado representa a pirâmide tradicional alimentar, adaptada a crianças e adolescentes e, o quarto lado, está dedicado aos hábitos de higiene e de saúde. A base da pirâmide, são con-selhos para crescer de uma forma saudável e alterna os que são recomendados a uma nutrição adequada com os que são convenientes para a realização de atividades físicas e a prática de desportos em três grupos etários: dos 6 aos 9 anos, dos 10 aos 13 anos e dos 14 aos 18 anos.

Para levar a cabo o nosso trabalho, recorremos a uma intervenção educativa. Entre as di-ferentes interpretações de intervenção educativa, destacamos a de Solé y Colomina (1999) “Uma intervenção, como orientação educativa, entendida como um elemento constituinte da formação dirigida aos alunos, aparece caracterizada como um recurso especializado para conseguir que todos os alunos recebam uma resposta educativa personalizada, adequada às suas necessidades e capaz de promover o desenvolvimento das suas capacidades”. Dado que cada organismo é distinto, esta traduz-se no facto que todos os alunos recebem a orientação e a ação educativa que lhes convém. Esta intervenção leva-nos a avaliar as situações de risco ou disfuncionais, com o objetivo de orientar as ações que permitam prevenir ou corrigir os aspetos problemáticos; conduz também a otimizar tudo que já funciona. Com a intervenção educativa, espera-se que a saúde melhore e, que diminuam os fatores de risco que possam levar a doenças graves ao longo da vida.

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O principal objetivo do trabalho consiste em quantificar as alterações possíveis na ingestão, nas atividades diárias e nos hábitos de higiene e saúde das crianças do 1º ciclo de Educação Primária sãos no acampamento de verão, depois das intervenções educativas.

Método

Participantes

Levamos a cabo a investigação num Acampamento de Futebol de Verão, na cidade de Peñíscola, durante o ano letivo de 2009/2010. A amostra estava formada por dois grupos experimentais, rapazes e raparigas de 6 a 9 anos (n = 49), grupo de 10 a 13 anos (n = 53) e um grupo de controlo (n = 60) (Tabela I), assim como dos seus pais ou tutores (Tabela III). Nenhum aluno tinha dificuldades de aprendizagem nem problemas de comportamento fora do habitual. O número total de participantes foi de 162 alunos e de 324 pais. A maioria perten-cia à cidade de Peñíscola (45%) e de outras cidades da Comunidade de Valência (21%), de Aragão (11%), La Rioja (8%) e, de Catalunha (15%).

Tabela i. dadoS demográficoS

Idade 6-9 10-13Número 79 83Idade, anos média (SD) 7,1 (0,81) 11,8 (0,65)Homem/Mulher 53/26 59/24Abreviaturas: SD: desvio padrão.

Projeto

O plano que se seguiu para realizar este estudo está resumido num “diagrama de fluxo” (fig. 1), que foi entregue à Direção do Acampamento para o seu conhecimento, aprovação e rea-lização.

No dia 5 de Junho de 2010, no início do acampamento, realizou-se um inquérito antes da inter-venção sobre os hábitos dietéticos, de atividades diárias e de higiene e saúde. O inquérito utiliza-do, foi o realizado por Ruiz-Santana e col., (2009). Os dados sobre o nível educativo da família, foram recolhidos mediante um questionário separado, dirigido aos pais e mães das crianças. O nível educativo, foi classificado de acordo com 3 categorias: nível baixo, médio e alto.

No dia seguinte, realizou-se a primeira intervenção educativa, nos grupos experimentais (Fig. 1), na qual foi entregue material educativo, uma míni pirâmide de consulta para que a levas-

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sem aos seus domicílios (González-Gross e col., 2008) e, foi-lhes explicado em que consistia essa mesma pirâmide, através de uma série de slides muito fáceis de seguir. Oito dias depois, no dia 13 de Junho de 2010, realizou-se uma segunda intervenção educativa com o objetivo de recordar as características da primeira. Finalmente ao finalizar o acampamento, no dia 31 de Julho, realizou-se uma primeira avaliação para quantificar os resultados a curto prazo.

Posteriormente, no dia 25 de Outubro de 2010, três meses depois de ter terminado o acampa-mento, realizou-se um segundo inquérito, segunda post-intervenção, com o objetivo de quan-tificar os resultados a largo prazo do programa de intervenção educativa, grupos experimental e grupo de controlo.

O projeto é o de um estudo longitudinal futuro, com uma avaliação prévia e duas avaliações posteriores a duas intervenções educativas.

Os inquéritos, constavam de uma primeira parte sobre a alimentação diária de cada aluno: pequeno-almoço, meio da manhã, almoço, lanche e jantar; de uma segunda parte relacionada com as atividades diárias: como atividade física e jogos, tudo isso medido em horas semanais; a terceira parte estava relacionada com a higiene e a saúde, ou seja, lavagem de dentes, de mãos e exposição solar.

5 de julho 6 de julho 13 de julho 31 de julho 25 de outubroInquéritoPré-intervenção

1ª IntervençãoEducacional

2ª IntervençãoEducacional

1º InquéritoPost-Intervenção

2ª InquéritoPost-Intervenção

Figura 1: Diagrama de fluxo.

Intervenção

As intervenções educativas consistiram em descrever e ensinar de um modo gráfico e compre-ensível a “pirâmide de estilo de vida saudável” descrita anteriormente, ou seja, com os seus quatro lados e a base para conseguir um crescimento saudável.

Análise estatística

A análise estatística foi realizada com o programa Statistical Package for Social Sciences, Versión 14.0. Os dados foram expressos em percentagens. Os testes de Chi-cuadrado ou Fisher e a U de Mann-Whitney foram aplicados, respetivamente para as variáveis qualitativas e quantitativas. A fiabilidade foi determinada mediante o teste de Spearman para as variáveis ordinais e mediante o teste de McNemar para as variáveis qualitativas. O nível de a foi situado em 0.05.

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Resultados

O número de crianças analisadas no primeiro inquérito pré-intervenção foi de 162 (grupo ex-perimental e grupo de controle), na primeira post-intervenção, foi de 102 (grupo experimen-tal), e no segundo inquérito post-intervenção, participaram 142 (não foi possível contar com 20), portanto a taxa de respostas, no segundo inquérito foi de 89% (tabela II). As suas idades estavam compreendidas entre os 6 e os 13 anos, sendo a média de 9,4 anos. A percentagem de homens foi de 70,5% e a de mulheres 29,5%.

Tabela ii. raTio de reSpueSTa de loS alumnoS

Questionário Pré-intervenção 1ª Post-Intervenção (grupos experimentais)

2ª Post-Intervenção

Número n = 162

162 102 142

Ratio de resposta 100% 100% 89%

Para avaliar o nível sócio cultural da família foram considerados os estudos de todos os pais. Todos os pais responderam ao inquérito, portanto a taxa de respostas foi de 100%. De um modo geral, verificamos que um 24,1% dos pais dos inquiridos e um 29,1% das mães, não possuem estudos ou estudos primários; um 35,5% dos pais e um 42,1% das mães tem FP ou BUP e que um 40,4% dos pais e um 27,8% das mães possui estudos médios ou superiores (tabela III).

Tabela iii. nível de eSTudoS doS paiS1

Grupo de 6-9 Grupo de 10-13Pai

n = 79Mãe

n = 79Pai

n = 83Mãe

n = 83Nível alto 34.9 25.9 46.0 29.8Nível Médio 38.0 43.7 33.0 40.6Nível Baixo 27.1 30.31 21.0 29.4Os dados são expressos em percentagens.Nível alto = médios ou superiores;Nível médio = EGB, FP o BUP1;Nível baixo = sem estudos ou estudos primários.

1. Nota da tradução: EGB – Ensino Geral Obrigatório, FP – Formação Profissional, BUP – equivalente à conclusão do ensino secundário (12º Ano de Escolaridade).

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Ao distribuir por grupos e sexo, encontra-se uma maior diferença por grupos que por sexos. O nível de estudos dos pais dos alunos do grupo dos 10 a 13 anos é maior que o dos alunos do grupo dos 6 a 9 anos. Assim encontramos que um 34,9% de pais do grupo de 6 a 9 anos e um 46% dos pais dos pais do grupo de 10 a 13 anos possui um nível de estudos alto (médios e superiores) (p <0,01). O nível de estudos das mães dos alunos do grupo dos 10 a 13 anos é maior ao das mães do grupo de alunos dos 6 a 9 anos. Assim temos um 29,9% das mães dos alunos do grupo dos 10 a 13 anos e um 26% das mães dos alunos do grupo dos 6 a 9 anos possui um nível de estudos alto (p <0,05) (tabela III).

A tabela IV, mostra a percentagem de consumo de alimentos prévios à intervenção com os dois controles posteriores – post-intervenções. Analisa-se o relativo à alimentação diária, tan-to no primeiro como no segundo inquérito post-intervenção obtém-se uma redução estatis-ticamente significativa no que se refere à ingestão de leite gordo, nos dois grupos. Também é significativa a redução relativa à ingestão de enchidos e o aumento de ingestão de frutas a curto prazo. No grupo de controlo, não há alterações significativas (tabela VII).

Tabela iv. percenTagem de conSumo de alimenToS pré-inTervenção e poST-inTervenção

Grupo de 6-9 anos Grupo de 10-13 anosInquérito

pré-intervenção

n = 49

Inquérito1ª post-

intervençãon = 49

Inquérito2ª post-

intervençãon = 44

Inquéritopre-

intervençãon = 53

Inquérito1ª post-

intervençãon = 53

Inquérito2ª post-

intervençãon = 42

Leite gordo 60.0 24.2 27.2 68.0 25.0 26.2

Manteiga 78.6 71.3 68.3 81.6 67.3 57.3

Enchidos 78.6 21.4 51.4 85.6 18.0 36.4

Frutas secas 28.5 36.3 18.3 22.5 21.0 19.3

Frutas 21.4 66.7 28.7 19.4 88.0 38.7

Cereais 6.2 56.3 36.3 16.2 44.0 45.3

Doces 81.2 21.1 51.1 85.2 19.1 56.1

Os dados são expressos em percentagens.

Há também uma tendência, não significativa, de redução da ingestão de manteiga a largo prazo. Por outro lado, relativamente ao aumento da ingestão de cereais, o resultado é signi-ficativo, tanto a curto como a largo prazo, embora no grupo dos 10 a 13 anos, a ingestão de cereais a largo prazo é maior que no grupo de 6 a 9 anos (45,3% vs 36,3%). Relativamente

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ao consumo de frutos secos, não se observam diferenças significativas. No grupo de controlo, não se observam nenhumas variações importantes.

A finalizar, nesta análise, houve uma redução significativa relativamente à ingestão de doces a curto prazo, tanto no grupo dos 6 a 9 anos (81,2% vs 21,1%) como no grupo dos 10 a 13 anos (85,2% vs 19,1%), contudo perdeu repercussão o impacto a largo prazo em ambos os grupos. No grupo de controlo, não se produziram alterações significativas.

Continuando com as atividades diárias de higiene e saúde, expressas na tabela V, relativa-mente à lavagem das mãos antes de comer, deveremos referir que houve diferenças dentro dos grupos de 6 a 9 anos entre a pré-intervenção e a post-intervenção tanto a curto (76,1% vs. 86,1%) como a largo prazo (71,1% vs. 92.2%). No grupo de 10 a 13 anos, as diferenças foram muito pequenas. Pelo contrário, podemos observar diferenças entre os grupos pré-intervenção (76,1% vs. 91,0%) e a post-intervenção a curto prazo (86,1% vs. 96,3%).

Relativamente ao cuidado de evitar os banhos na praia depois de comer, observa-se uma redução significativa em ambos os grupos experimentais. Por outro lado não se observam diferenças significativas relativamente aos cuidados relativos à proteção solar no grupo dos 6 a 9 anos, observando-se sim, diferenças no grupo dos 10 a 13 anos, principalmente a curto prazo (61,0% vs. 88,0%). Relativamente à higiene dental, observa-se que há um aumento da lavagem dos dentes post-intervenção em ambos os grupos. No grupo de controlo também houve diferenças significativas no que diz respeito ao cuidado de evitar o banho depois de comer, tanto no grupo dos 6 a 9 anos (49,2% vs. 12,2%) como no grupo dos 10 a 13 anos (63,3% vs. 11,1%).

Tabela v. percenTagem de aTividadeS diáriaS, de Higiene e de Saúde, pré-inTervenção e poST-inTervenção

Grupo de 6-9 anos Grupo de 10-13 anosInquérito

pre-intervenção

n = 49

Inquérito1ª post-

intervençãon = 49

Inquérito2ª post-

intervençãon = 44

Inquéritopre-

intervençãon = 53

Inquérito1ª post-

intervençãon = 53

Inquérito2ª post-

intervençãon = 42

Lavagem das mãos antes de comer

76.1 86.1 90.2 91.0 96.3 95.5

Exposição solar sem proteção

50.0 67.3 60 61.0 88.0 76.5

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Banhos na praia depois de comer

41.5 12.3 8.1 49.5 8.0 18.4

Lavagem de dentes 68.0 91.6 90.1 89.0 93.9 95.3

Os dados são expressos em percentagem.

No que diz respeito à quantidade de horas dedicadas a ver televisão (tabela VI), verifica-se uma redução de forma significativa a largo prazo tanto nos grupos de intervenção (92,6% vs. 51,1%), como no grupo de controlo.

Tabela vi. percenTagem de frequênciaS de aTividadeS diáriaS pré-inTervenção e poST-inTervenção

Grupo de 6-9 anos Grupo de 10-13 anosInquériro

pre-intervenção

n = 49

Inquériro1ª post-

intervençãon = 49

Inquériro2ª post-

intervençãon = 44

Inquériropre-

intervençãon = 53

Inquériro1ª post-

intervençãon = 53

Inquériro2ª post-

intervençãon = 42

Televisão > 10h/semana (horas)

92.6 82.1 72.3 81.6 71.1 72.4

Desporto> de 5 h/semana (frequência)

62.1 88.9 90.3 71.9 91.1 94.4

Os dados são expressos em percentagem.

Relativamente à atividade física, concretamente a frequência com que se praticam os despor-tos, referir que no último controlo, a largo prazo, o incremento é significativo tanto no grupo dos 6 a 9 anos (62,1% vs. 90,3%), como no grupo dos 10 a 13 anos (71,9 vs. 94,4%). Também há no grupo de controlo um incremento importante.

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Tabela vii. percenTagem do grupo de conTrolo prévioS à inTervenção com o primeiro e Segundo inquériToS poST-inTervenção

Grupo Controlo6-9 anosn = 30

Grupo Controlo10-13 anos

n = 30Pre-

intervençãon = 30

2ª Post- intervenção

n = 29

Pre- intervenção

n = 30

2ª Post- intervenção

n = 27Leite gordo 60.0 57.9 69.3 68.9

Manteiga 78.6 73.2 81.6 79.4

Enchidos 78.6 79.7 83.4 82.1

Frutos secos 28.5 21.9 26.7 26.7

Frutos 21.4 20.9 19.2 20.2

Cereais 6.2 10.1 11.2 10.8

Doces 81.2 82.4 88.2 90.3Lavagem de mãos antes de comer 80.0 82.1 83.7 81.1

Exposição solar sem proteção 52.2 51.9 55.3 54.9Banhos na praia depois de comer 49.2 12.2 63.3 11.1

Lavagem de dentes 86.8 91.2 89.2 87.9

Televisão > de 15 h/semana (horas) 79.4 52.1 81.3 55.2

Desporto > de 5 h/semana (frequência) 53.2 86.8 55.1 89.3

Os dados são expressos em percentagem.

Discussão e Conclusões

Que se tenha conhecimento, existem muito poucos estudos publicados na literatura científica, que quantifiquem as alterações que ocorrem na alimentação diária, nas atividades diárias no exercício físico e, na higiene e saúde, que resultem de uma intervenção didática em crianças de ambos os sexos do Ensino Primário, depois de duas intervenções educativas (Kain e col., 2008; Martínez Vizcaíno e col., 2008). Por esse motivo, este estudo possui um grande inte-resse, visto que a educação para a saúde das crianças deve realizar-se desde uma perspetiva diferente `dos adultos.

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A cultura para eles, deve basear-se no conhecimento dos alimentos que podem comer e não nos que devem evitar (Ruiz-Santana e col., 2009). Por esse motivo, é importante dar-lhes a conhecer a Pirâmide de Estilo de Vida Saudável para crianças e adolescentes, onde se estabe-lecem conselhos formulados de uma maneira positiva, à exceção do álcool e do tabaco, já que não existe uma forma positiva de transmitir o não consumo dos mesmos.

O objetivo deste trabalho foi ensinar esta Pirâmide a crianças entre os 6 a 9 anos e 10 a 13 anos, para verificar se posteriormente se realizam alterações significativas estatisticamente, realizando-lhes inquéritos a curto e a mais largo prazo. Esta Pirâmide, com 4 lados, tridimen-sional, escalonada e com uma base, carece de um pico, já que o objetivo não é o de atingir o cume da referida pirâmide. Cada lado está orientado ao alcance de um determinado objetivo. Os lados 1 e 2 têm como objetivo a alimentação diária (com 5 refeições ao dia) e as atividades diárias (todas são benéficas e necessárias). O lado 3, corresponde-se com a pirâmide tradicio-nal dos alimentos dos adultos, adaptada contudo às necessidades das crianças e adolescentes. Com isto tenta-se que as crianças aprendam a realizar uma dieta variada. O lado 4, pretende que se adquiram hábitos de higiene e de saúde. Na base, misturam-se mensagens agrupadas em três colunas distintas segundo os grupos etários: de 6 a 9 anos, de 10 a 13 anos e por fim de 14 a 18 anos, com o objetivo de que todos possam aprender que um crescimento saudável é o resultado de uma aprendizagem contínua, que se deverá iniciar na infância e que se irá alterando em função da idade.

A investigação foi realizada a crianças dos 6 a 9 anos e de 10 a 13 anos, pelo que acabamos de expor, de modo a iniciá-los num crescimento saudável e concretizar se foi possível a alteração na alimentação e nas atividades diárias.

Constatamos que sim, que é possível que a informação contínua e correta seja mais benéfica que a negação do que não lhes convém, de igual modo que os estudos de Ruiz-Santana e col., (2009), Kain e col., (2008) y Martínez Vizcaíno e col., (2008). É muito interessante persuadir não só as crianças mas também os adultos da conveniência de reduzir os comportamentos sedentários: a televisão, os jogos de computador ou consolas a favor da atividade física como hábito de vida e os desportos (Moreno e col., 2006). Os hábitos saudáveis, padrões dietéticos e os hábitos higiénicos adquirem-se na infância, determinados em grande medida pela família e a escola e, também pelas tradições culturais (Steptoe y Wardle, 1996).

Estudos realizados em França, Itália e nos Estado Unidos, constataram que a prática de ativi-dade física está negativamente associada às condutas de risco dos jovens (Pate e col., 2000; Ruiz e col., 2009). Crê-se que a prática dos desportos fomenta a adoção de hábitos de vida mais saudáveis (Sasco e col., 2003).

Por outro lado existem evidências científicas de que o desenvolvimento de bons hábitos nutri-cionais e desportivos está associado a melhores resultados académicos, especialmente os re-

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lacionados com a solução de problemas, a memória e a leitura e, evita ou diminui as condutas desordeiras (Pate e col., 2000; Kovacs e col., 2008; Ruiz e col., 2010).

No nosso estudo verifica-se, relativamente à alimentação diária, uma redução estatisticamente significativa na ingestão de leite gordo e enchidos, tanto a curto como a largo prazo em ambos os grupos. Também se verifica um aumento do consumo de cereais, sendo esse maior no grupo de 10 a 13 anos. Sem dúvida, a intervenção obteve um êxito imediato, talvez por ser muito simples de compreender pelos pais e também pela facilidade de alteração dos seus hábitos de compras. O que indica que a sua importância foi compreendida. Neste sentido é importante recordar que o nível educativo dos pais de um modo geral é alto. Moreno e col., (2006) argu-menta sobre a necessidade de que os pais se envolvam na educação dos hábitos de atividade física e saúde dos seus filhos. De um modo geral, as intervenções educativas tiveram mais êxito com o grupo de maior idade, no qual o nível de estudo dos pais era superior ao do grupo dos 6 a 9 anos. Também podemos atribuir estes resultados à maior capacidade cognitiva das crianças ao possuírem uma maturidade superior. Nos grupos de controlo não se verificaram alterações significativas.

Também, é significativo o aumento do consumo de frutas, nos grupos de intervenção. Este facto parece-nos muito lógico, pois as crianças realizam duas horas e meia de atividade física (futebol) intensa (no verão) e sentem necessidade de ingerir fruta (melancia, melão, ...), contu-do a largo prazo, possivelmente pelo retorno à sua rotina diária, reduz-se muito significativa-mente o seu consumo. A ingestão de frutas é essencial para uma alimentação sã e equilibrada. Neste sentido a implementação de medidas preventivas e educativas desde idades precoces pode parar com o aparecimento da obesidade, inúmeras complicações físicas e psicológicas associadas, que se podem desenvolver a partir da idade infantil (Burke y Read, 1993; Ara e col., 2006).

Relativamente à manteiga, não se verificam reduções significativas na sua ingestão, o que parece preocupante para a prevenção de doenças cardiovasculares no futuro. Nesse sentido têm grande importância os programas preventivos dirigidos à população infantil (Martinez-Gomez e col., 2010; Reynolds y Spruijt-Metz, 2006; Wang, 2004). O consumo excessivo de manteigas e derivados produz um aumento de gordura corporal que esteve associado a uma menor capacidade cardiovascular (Moliner-Urdiales e col., 2010). O estudo multicêntrico na-cional EnKid (1998-2000), que incluí uma amostra representativa de população infantil e juvenil espanhola, mostra que o excesso de peso e a obesidade em crianças e jovens do sexo masculino dos 2 aos 17 anos chega a atingir os 31,2% e um 16,6%, respetivamente (Serra e col., 2003).

Por outro lado, relativamente à ingestão de doces, nos grupos de intervenção, há uma redução significativa a curto prazo, contudo com perca de sentido a largo prazo. Nos grupos de con-trolo não se verificam alterações significativas. Talvez esse facto se fique a dever a que depois

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da primeira intervenção educativa, as crianças e os pais, em casa entendam a importância da redução da ingestão de doces e pasteis, contudo é-lhes muito difícil manter esta mesma redução a largo prazo.

Atualmente a obesidade em crianças e jovens é um dos principais problemas de saúde à escala mundial. Estima-se que aproximadamente um 15% do total de crianças em idade escolar pos-suem excesso de gordura corporal e, com isso, um maior risco de aumentar o desenvolvimen-to de doenças crónicas (Lobstein, 2004). Destas crianças com um excesso de peso, uma quarta parte são obesos e, uma grande proporção deles possui múltiplos fatores de risco relacionados com o desenvolvimento de diabetes tipo 2, doenças cardiovasculares e uma grande variedade de “comorbilidades” antes ou durante o início da idade adulta (Ara e col., 2009). Neste senti-do a família exerce uma forte influência na dieta alimentar das crianças e dos adolescentes e, nas suas condutas relacionadas com a alimentação (Birch y Fisher, 1998; Moreno y Galiano, 2006). Vários estudos demonstraram o efeito positivo das refeições em família sobre a qua-lidade da dieta alimentar. Gillman e col., (2000) mostraram que as crianças que comiam em família com mais frequência apresentavam um maior consumo de frutas e verduras e um menor consumo de gorduras Kusano-Tsunos e col., (2001) referem, no seu estudo realizado nas escolas primárias e secundárias do Japão, que comer em família influi mais na qualidade dos alimentos ingeridos pelas crianças de educação primária que nos de educação secundária.

Por outro lado, ainda que seja aceite na comunidade científica a importância de comer em família para promover os hábitos dietéticos saudáveis entre os adolescentes, é uma realidade que uma percentagem elevada de famílias não come juntas (Neumark-Sztainer e col., 2000). O nosso estudo, foi realizado no verão, desse modo uma elevada percentagem de pais encon-trava-se de férias e podiam comer com a sua família. Com o início do ano escolar, muitos pais regressam à sua vida laboral e uma grande maioria das crianças come em refeitórios..., o que sem dúvida, com base em estudos, prejudica a aquisição de bons hábitos alimentares e saudáveis (Boutelle e col., 2001).

Relativamente às atividades diárias de higiene e saúde, não houve um significado estatís-tico relativamente à lavagem de mãos antes de comer. Convém referir que a percentagem de crianças que lava as mãos é muito alta, estes dados estão de acordo com outros estudos realizados (Angora e col., 2002). Pelo contrário, houve um significado estatístico no que diz respeito a evitar tomar banho na praia depois de comer, resultado que atribuímos à conscien-cialização realizada pelos pais.

Quanto à proteção solar, não se verificam alterações significativas, possivelmente devido a que alguns pais ainda não estão consciencializados das repercussões negativas da continuada exposição solar por longos períodos de tempo. Diversos estudos revelam um alto incremento de doenças de pele devido aos raios solares (Witt y Krengel, 2010). As crianças de um modo geral, como em outros estudos (Gonzalez, 1996), possuem bons hábitos de higiene orais.

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No que diz respeito às horas dedicadas a ver televisão, verifica-se uma redução de uma for-ma significativa a largo prazo, esta circunstância poderá estar relacionada como início do ano escolar, já que também se verifica no grupo de controlo, haver uma diminuição das ho-ras dedicadas a ver televisão. Vários estudos realizados em França, revelaram que algumas atividades recreativas, como os desportos, constituem uma salvaguarda perante o hábito de fumar, enquanto outras, como ver televisão ou ouvir música, não (Sasco e col., 2003; Laure y Binsiger, 2008). Um estudo recente (Ruiz e col., 2010), demonstra que realizar atividades físicas no tempo livre repercute-se num melhor rendimento cognitivo e um melhor índice de massa corporal. Salmon e col., (2000) observaram que os cidadãos que vêm mais de 4 horas diárias de televisão, têm quatro vezes mais probabilidades de ter sobrepeso que aqueles que somente vêm uma hora. Também Vandelanotte e col., (2009), observaram a mesma circuns-tância com uso da Internet.

Relativamente à atividade física, concretamente a frequência com que se praticam desportos, há um incremento significativo a largo prazo. Provavelmente praticam mais desporto coinci-dindo com o início do ano académico, já que também há um aumento no grupo de controlo. Distintos estudos concluíram que a prática de pelo menos 2 a 3 horas de atividade física extra-escolar durante a semana tem efeitos positivos sobre a composição corporal e parece ser suficiente para o desenvolvimento adequado do tecido adiposo, assim como para prevenir o excesso de acumulação de massa gorda nas extremidades e no tronco em jovens adolescen-tes (Ara e col., 2007; Vicente-Rodriguez e col., 2005). Ruiz e col., (2010) Salmon e col., y (2000) Vandelanotte e col., (2009) nos seus trabalhos realçam a importância de incrementar as intervenções educativas sobre os hábitos alimentares e a promoção do exercício físico fora do horário escolar.

A American Heart Association (AHA), publicou recentemente uma posição oficial baseada em evidências científicas, na qual propõe que seja a escola como o lugar de origem e centro de possíveis iniciativas destinadas à promoção e ao impulso de comportamentos saudáveis. Nesse mesmo trabalho, faz-se menção a aspetos que incluem a participação ativa durante as aulas na escola (número de horas de educação física, tempo de participação, conteúdos, quali-ficação dos professores, etc.), os intervalos, as atividades extraescolares disponíveis e os elos de ligação da escola com outras entidades (Pate e col., 2006).

Com base no exposto por Macazaga e col., (2006), é destacada a importância da realização de um diagnóstico sobre as necessidades das crianças em idade escolar. Sole e col., (1999) indi-cam-nos que uma intervenção permite avaliar as situações de risco ou disfuncionais com o ob-jetivo de encaminhar as ações que possibilitem prevenir ou corrigir os aspetos problemáticos, podemos afirmar que a intervenção realizada foi efetiva e melhorou, de um modo geral, os hábitos nas atividades diárias, de higiene e saúde das crianças participantes no acampamento.

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Assim pois, acreditamos que os programas de intervenção podem conseguir alterações no comportamento individual e coletivo, ponderando os hábitos alimentares e de atividade física e, os fatores pessoais e ambientais, atuando no meio familiar, social e educacional. Além disso, se é comprovada a efetividade do programa de intervenção, poderá utilizar-se em fu-turas campanhas de prevenção de maus hábitos em idade infantil, respondendo deste modo à crescente procura, por parte das instituições e da própria sociedade. São exemplo destas iniciativas a Estratégia NAOS (Nutrição, Atividade Física e Prevenção da Obesidade) o mais recente, o Projeto AP-21 do Enquadramento Estratégico para a Melhoria da Atenção Primária em Espanha 2007-2012, que contempla a prevenção e atenção à criança obesa dentro das propostas de desenvolvimento futuro, relativo aos serviços de Atenção Primária.

Agradecimentos

Agradecemos aos responsáveis do Acampamento de Futebol de Peñiscola e à Delegação de Educação de Valência pelas facilidades oferecidas para a realização deste estudo.

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