MONE MONKEY

4 ¿DE QUÉ NOS SIRVE AFRICA?por Laia Marco

8 FAUNA AFRICANA EN PELIGRO. ERROR OCCIDENTALpor Laia Marco

10 EL CONTINENTE QUE NO EXISTEpor Gema Soriano

14 EL CASTIGO DE NACER BLANCOpor Sofia Pitarch

15 a RAUL MINCHINELLA, DR- REPRONTOpor Jose Manuel Sánchez

20 CONFESIÓNpor Almudena Gil

22 CASTELLÓN, LA PLANA VALLEYpor Albert Gobó

Edición: Hector Chiveli y

Laia Marco

Maquetación: David

Segarra

Redacción: Gema

Soriano, Jose Manuel

Sánchez,

Sofia Pitarch, Almudena

Gil, Albert Gobó y Laia

Marco.

Fotografías: Flyckr

creative commons.

Y que nadie haga una lectura excesivamente profunda de la frase. Nos vamos a quedar en la superficie y vamos a ir a lo frío, crudo y descarado. ¿Nos sirve de algo ese continente?Para qué negarlo. Rotundamente sí. Y quien piense que son un grupo de personas muertas de hambre a quienes destinamos parte de nuestros impuestos en concepto de ayuda humanitaria, no sabe lo que está diciendo. Que África es útil es casi una obviedad,

pero lo interesante es lo que se desprende de aquella pregunta: ¿para qué?Sediento de poder llegó el imperialismo occidental al continente africano. Una aventura con lanza en mano que comienza hacia 1835 y que progresivamente va afilando su punta con mayor delicadeza. Así es –porque no solo fue-, el imperialismo occidental; incontrolablemente pernicioso e insaciable.Pero vamos a centrarnos en lo más reciente. Hoy, ¿de qué nos sirve África? Adentrémonos en la realidad.

¿De qué nos sirve África?Pobreza en todos los sentidos: esa es África. Un panorama no tan desolador para un primer mundo

satisfecho por hacer Cumbres Internacionales y leyes que, saben, pocos

van a cumplir. Aunque algunas conspiraciones pueden resultar surrealistas, otras son

empíricamente demostrables, y la venta de armas –como el tráfico de cobayas humanas-,

existen. ¿Existen también las casualidades cuando hablamos de

crisis?

Por Laia Marco del Prado

Y que nadie haga una lectura excesivamente profunda de la frase. Nos vamos a quedar en la superficie y vamos a ir a lo frío, crudo y descarado. ¿Nos sirve de algo ese continente?Para qué negarlo. Rotundamente sí. Y quien piense que son un grupo de personas muertas de hambre a quienes destinamos parte de nuestros impuestos en concepto de ayuda humanitaria, no sabe lo que está diciendo. Que África es útil es casi una obviedad,

pero lo interesante es lo que se desprende de aquella pregunta: ¿para qué?Sediento de poder llegó el imperialismo occidental al continente africano. Una aventura con lanza en mano que comienza hacia 1835 y que progresivamente va afilando su punta con mayor delicadeza. Así es –porque no solo fue-, el imperialismo occidental; incontrolablemente pernicioso e insaciable.Pero vamos a centrarnos en lo más reciente. Hoy, ¿de qué nos sirve África? Adentrémonos en la realidad.

¿De qué nos sirve África?Experimentación. Nos dan salud.En esta misma edición de Mone Monkey se ha explicado bien: los gobiernos de África no son sólidos, y la profesionalización de la política no ha sido en absoluto el leit motiv del continente. Además, no hay nada tan efectivo para el capitalismo como disponer de amplias masas de sociedad necesitadas de bienes esenciales. En un clima tan árido cambiarían cualquier cosa por agua y comida, y cuando se dice cualquier cosa se incluye la vida misma.

Bajo coste e inexistencia de límites tangibles: experimentación

farmacológica.

Pero vamos más allá. Si por algún instante alguien ha llegado a creer que esto es sólo cosa de las empresas farmacéuticas debe saber que incurre en el error. La pieza clave: quien calla otorga. Kano, una ciudad islámica al norte de Nigeria, es un claro ejemplo de esta función de utilidad que cumple África: en 1996 se vio afectada por una epidemia de cólera y meningitis –entre otras enfermedades. Pfizer se frotó las manos e irrumpió cual salvador con sus medicamentos recién elaborados, prometiendo la cura de aquellos niños que pertenecían respectivamente a más de doscientas familias. El medicamento, llamado Trovan, resultó causar la muerte de 11 niños y secuelas irreversibles en el resto. ¿Era legal? La respuesta es incierta. El gobierno nigeriano interpuso una demanda, y la empresa Pfizer declaró que tanto éste como las familias estaban al tanto del experimento. En realidad, si Nigeria estaba al corriente o no de lo que iba a suceder es lo menos preocupante. Lo que más debe asombrar es esa imperiosa necesidad occidental de pasar por encima de la solidaridad y el respeto para salvaguardar su propia civilización. Ningún niño fue curado ni salvado, pero gracias a la desgracia de doscientas familias Pfizer pudo perfeccionar su producto y lanzarlo en Europa y EEUU con el consentimiento de ambos territorios. Y sí, más tarde la ingeniosa creación farmacéutica se retiró, pero lejos de sustentar la decisión en cuestiones legales (la Declaración de Helsinki señala que en la investigación médica en seres humanos ha de primar el bienestar de la persona a la ciencia, en el artículo 5) la razón fue que al consumidor occidental le podía producir complicaciones hepáticas.

5MONE MONKEY

El gasto derivado de la compra de armas en la última revolución no es vox populi. No obstante, el momento en que han sucedido –y cómo se han sucedido- todas y cada una de las revueltas en el norte de África deviene sospechoso. Para cerrar el círculo de las armas podríamos añadir incluso aquellas voces que en la lejanía suspiran un escepticismo hacia la existencia de Al Qaeda: EEUU necesitaba un “malo”, y crearon otro más de sus productos, lo llamaron “Bin Laden”. Ahora el patriotismo estadounidense necesitaba alzar su ego tras el atentado del 11-S, y Obama necesitaba demostrar que era uno de ellos: han matado al malo. ¿Cierto o no? Son reflexiones que uno debe hacerse con la crudeza y la frialdad que exige lo real.

Y África, en definitiva –y con todo el pesar que exige la moral y la ética-, nos ha servido para vivir. Nos ha permitido tomar medicinas seguras, en ocasiones; nos ha dado dinero –especialmente a España-, y nos sigue dando casi la mitad de su PIB

anual en concepto de deuda externa. Nos da también vastas extensiones de explotación minera y petrolífera, con las que occidente ha traficado a su antojo por un módico precio a quienes se erigían como amos de las tierras africanas. Hemos ensuciado su mundo para mantener el nuestro medianamente presentable. Sin embargo, todavía nos cuesta hacer donativos y nos quejamos cuando en tiempos de crisis la comunidad internacional continúa haciendo donativos. ¿Y qué es la crisis, a fin de cuentas? Algunos teóricos ya han empezado a hablar de una mano negra –podemos llamarla Club Bilderberg o sociedades compuestas por los amos del mundo-, que ha presionado la Tierra pos los extremos para emerger África como nueva potencia. Una tierra a priori virgen que hacemos bailar cual marioneta cuando aquellos señores de arriba consideran que nuestra piel blanca empieza a sufrir las consecuencias –provocadas- de los agujeros en la capa de ozono. África, mientras tanto, seguirá a nuestra disposición.

Beneficio. Nos dan dinero.“Acusé a su administración [la de Clinton] de complicidad en los crímenes de guerra en Congo, de provocar un genocidio” (Cynthia McKinney, ex congresista estadounidense enviada por Clinton a los Grandes Lagos para llevar a cabo su política en 1996).

Lejos de ser únicamente cobayas humanas, los africanos también sirven a occidente como clientes potenciales de herramientas muy útiles en un escenario prefabricado de política de terror. Armas. Diez años le bastaron a Muammar Gadafi para vaciar las arcas Libias a cambio de un gran equipo armamentístico. Italia, Francia y Gran Bretaña (entre otros), proveyeron al país africano de unas armas cuyas características técnicas no eran las mejores. Una trampa con la que occidente ha seguido jugando y que le ha valido para embolsarse miles de millones de dólares anualmente sin el riesgo de una amenaza real por acumulación de armas. Aunque parte de la deuda que tiene África se debe a aquellos tiempos de la Guerra Fría en que sus gobernantes represores hacían trámites oscuros con el exterior, no es menos cierto que el porcentaje de deuda que corresponde a la compra de armas roza el 45%. Ingentes cantidades que han dado de comer a territorios como el nuestro –a fecha de 2005, principal exportador de armas en la zona del Magreb.

300.000 dólares

crisis mundial.

FFaauunnaa aaffrriiccaannaa eenn ppeelliiggrroo:: eerrrroorr oocccciiddeennttaall..

La caza furtiva de animales como el elefante es un secreto a voces. Y que el mundo occidental abandera el movimiento tampoco aporta mayor información a lo que ya sabíamos. En cualquier caso, existen dos formas clásicas de arrasar con la fauna endémica: la primera, poco inocente, es aquella que deriva de la codicia humana y que pasa por el tráfico ilegal de animales; la segunda, de tipo colateral, proviene del desconocimiento tácito de la mente prodigiosa europea –nótese el tono irónico del calificativo- sobre cuestiones agrarias.El elefante, por continuar con el ejemplo citado, posee dos colmillos que llegan a medir 2m. de longitud y pueden pesar hasta 60kg. Cada uno. Aunque en 1989 entró en vigor la prohibición de la caza libre de elefantes para erradicar el tráfico, en el año 2008 el kg de marfil se vendía a 750 dólares. Un alto precio especialmente para la población de elefantes africanos que ha visto cómo en un solo año (periodo de 2005-2006) su comunidad se reducía en un 5%.¿Y qué hace occidente con todo esto amén de idear leyes que, aunque prohibitorias, revelan pocos resultados?: destruir también el suelo.El afán por crear reservas para el turismo guiado ha llevado a occidente a buscar soluciones para diseñar suelos bonitos donde poner animales a modo decoración. Sin embargo, no han tenido en cuenta que los suelos no son fértiles, y cualquier intento de crear vegetación artificial extermina ese suelo al que especies como los elefantes están acostumbrados. “El marfil es en la actualidad comercializado globalmente de la misma forma que las drogas y las armas” (Sam Wasser. Científico de la Universidad de Washington) Pero esta persecución no siempre es tan susceptible de ser descubierta. Un análisis llevado a cabo por el Centro para la Conservación Biológica de la Universidad de Washington sugiere que existen un en número controlado y reducido de cárteles o mafias que operan en unas reservas concretas.A pesar de que todo ello facilita a la Interpol las labores de persecución, no cabe duda de que el fin todavía no se vislumbra tras la cortina de hilo que cubre el mundo africano, alejado de toda ley efectiva. Y es por eso que Sam Wasser, director de la investigación, ha declarado que “es una vergüenza que esto haya ocurrido y ahora debemos presionar a los países donde esos elefantes están siendo capturados para, de esta, forma poner fin a este horrible comercio”.Una vez más, pierde África.

“La mayor amenaza viene del hombre, de su codicia por el marfil, el cuerno del rinoceronte, independientemente de si lo

ansía por creencias tradicionales o por el afán occidental de trofeos” (Luís Arranz. Biólogo. Dieciséis años de profesión

conservando la fauna en Centro-África). Por Laia Marco del Prado

El continente que no existe

MONE MONKEY

Un pasado colonial devastador

El continente que no existe

MONE MONKEY

En 30 de los 53 países africanos han habido guerras que han desembocado a una masacre inolvidable. Argelia, Chad, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, Uganda, Somalía, Burundi, Costa de Marfil, Yemen, Sierra Leona (con miles de niños en el campo de batalla), Angola, Ruanda (¿Alguien sabe donde está Ruanda?), todos ellos países en que se han desarrollado (y todavía continúan) verdaderas masacres. Lo más cruel de todo es que la mayoría de estas guerras están subvencionadas por gobiernos del primer mundo (Estados Unidos encabezando la lista) con ansias de las grandes reservas de recursos naturales del continente (petróleo, gas, piedras preciosas etc).

Globalización: ¿Hay un hueco para África?

No cabe duda de que la hambruna, la epidemia del sida, la deuda externa, los conflictos entre países y la ineficacia de los políticos africanos son razones más que suficientes para pensar que no hay esperanza para el continente. Además, por tradición histórica África no existe en sistema internacional, por lo que la palabra “globalización” es desconocida en todo el continente. La realidad es que al capitalismo no le interesa que África prospere económicamente, pues cuanto más pobre y más desesperada se encuentre, a mejor precio podremos comprar sus recursos naturales, y cuanto más conflictos hayan entre los distintos países, más salida tendrán las armas que fabricamos desde occidente, menos resistencia pondrán la hora de robar sus recursos y menos pensaran en el hambre.No obstante, la comunidad internacional no debería

mostrarse impasible ante el panorama africano, pues necesitan una mínima ayuda externa para empezar a transformar el continente desde dentro, democratizarlo y encontrar sus orígenes para empezar a construir los cimientos desde ahí. Esto parece una utopía, pues

parece que a África se le haya arrebatado la esperanza para siempre, pero el futuro todavía no esta escrito y nunca se sabe cuando podría haber un revolución.En cualquier caso, occidente tiene una deuda con el continente africano, sin embargo, sin una concienciación de la sociedad del llamado “primer mundo” tampoco hay

nada que hacer. Así que no nos quedemos embobados mirando nuestros privilegios o comodidades mientras más abajo se mueren de hambre, no giremos la cabeza cada vez que oímos o leemos la palabra “África”, y lo más importante, no hagamos como si no existiera.Por Gema Soriano

«Si la actual globalización se

mantiene, África no tiene futuro. Qué

futuro nos espera si no tenemos

siquiera para producir electricidad, ni

podemos desarrollar la agricultura. La

situación hoy en día es peor que

cuando yo nací» Comrade Abdul Kareem

MotajoSindicalista Nigeriano miembro de

la NUATE (en una entrevista del Diario

GARA)

Podríamos llenar páginas y páginas acerca de qué, quién y cómo siguen estos conflictos, pero la tarea la dejo en manos de la curiosidad y conciencia del lector, pues no son pocas las guerras invisibles de las que pocos o nadie han oído hablar.A parte de una pérdida humana catastrófica debido a todos los asesinatos cometidos en la guerra, la consecuencia económica es todavía más desesperanzadora, pues África importa el 95% de sus armas y eso supone una deuda externa incalculable. ¿Cómo va a prosperar un continente que es robado, engañado y explotado por las grandes potencias y que además es obligado a combatir contra sí mismo endeudándose hasta el desahucio?

En Senegal, donde los chamanes no son una intimidación, los niños sin pigmentación deben soportar el sarcasmo y las mofas de sus compañeros. Aunque padecen problemas oculares no pueden sentarse cerca de la pizarra. Así, les resulta muy difícil aprobar. Además de marginados son analfabetos, lo que les propicia a vivir en la miseria. En Camerún, algunos progenitores estrangulan a sus bebés para sortear, así, el sufrimiento del desprecio. En Nigeria, como en los países citados, la situación de rechazo es insostenible. Junto al desempleo y la soledad se une la pasión que las blancas mujeres despiertan en los varones, deseosos de mantener relaciones sexuales con ellas. No obstante, en Sudáfrica se reconoce el albinismo como una discapacidad.

Este avance social ha supuesto que los afectados puedan obtener cremas solares, además de tratamientos oftalmológicos. Todo un lujo, en comparación. Asimismo, tanto la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han censurado las prácticas acaecidas en la zona africana. Este segundo organismo ha divulgado, en los últimos años, diferentes informes que advierten de estas agresiones. Aún así, no se progresa. Algunos, como Moszy, optan por expatriarse. Con 18 años llegó a Tenerife con la ilusión de subsistir. Quería demandar asilo político. Alegó que, en su país, temía por su vida. Ibrahim Prince también lo intentó, pero sin fortuna. El Estado español no lo consideró un refugiado por sopesar que su situación, más bien, se trataba de un caso de discriminación, que no de

persecución. Aunque el albino expuso que había sido víctima de raptos en algunas naciones en las que había residido, como Nigeria. Abdoulaye Coulibaly fue más venturoso. Es la primera persona sin pigmentación que ha recibido el estatuto de exiliado en nuestro país. Ahora ha dejado de sufrir. Estudia castellano e inglés y compone poemas que narran su pasado. Originario de Malí, Salif Keïta es músico y sus genes también carecen de melanina. Como muchos otros fue relegado por su familia, y su alrededor nunca lo consideró. Él tuvo suerte. Emigró a París en el año 1984 y, en la actualidad, en el continente europeo es valorado como uno de los mejores intérpretes africanos. Pese a la adversidad, la lucha por la igualdad y el reconocimiento persiste.

Tienen la piel descolorida, el cabello claro y los ojos de una tonalidad cercana a la rosada. Viven acorralados, su única salida es permanecer al margen; vivos son portadores de mala suerte, muertos su cuerpo es muy

codiciado. El cáncer de piel, además, les persigue. En África, la ausencia de melanina provoca rechazo. Incluso el familiar. Ser albino en la cuna de la

civilización es una lucha continúa por la supervivencia.Por Sofía Pitarch Muñoz

En 2007, 20 personas portadoras del gen albino fueron liquidadas. Un año después, el presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete,

designó a la primera parlamentaria sin

pigmentación, Al-Shaymaa Kwegyr, con el fin de

comenzar a admitir en la sociedad a los condicionados

genéticamente por la carencia de melanina.

El Estado tanzano reaccionó también cuando Cizany, una niña, fue desmembrada delante de sus ascendientes. Fue entonces cuando empezaron una serie de redadas contra los hechiceros. Pese a todo, esta práctica persiste. De esta forma, su posición de desamparo les incita a permanecer al margen; se estima que 170.000 personas en Tanzania son albinas, aunque, de manera oficial, tan solo 8.000 están registradas.

En Senegal, donde los chamanes no son una intimidación, los niños sin pigmentación deben soportar el sarcasmo y las mofas de sus compañeros. Aunque padecen problemas oculares no pueden sentarse cerca de la pizarra. Así, les resulta muy difícil aprobar. Además de marginados son analfabetos, lo que les propicia a vivir en la miseria. En Camerún, algunos progenitores estrangulan a sus bebés para sortear, así, el sufrimiento del desprecio. En Nigeria, como en los países citados, la situación de rechazo es insostenible. Junto al desempleo y la soledad se une la pasión que las blancas mujeres despiertan en los varones, deseosos de mantener relaciones sexuales con ellas. No obstante, en Sudáfrica se reconoce el albinismo como una discapacidad.

Este avance social ha supuesto que los afectados puedan obtener cremas solares, además de tratamientos oftalmológicos. Todo un lujo, en comparación. Asimismo, tanto la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han censurado las prácticas acaecidas en la zona africana. Este segundo organismo ha divulgado, en los últimos años, diferentes informes que advierten de estas agresiones. Aún así, no se progresa. Algunos, como Moszy, optan por expatriarse. Con 18 años llegó a Tenerife con la ilusión de subsistir. Quería demandar asilo político. Alegó que, en su país, temía por su vida. Ibrahim Prince también lo intentó, pero sin fortuna. El Estado español no lo consideró un refugiado por sopesar que su situación, más bien, se trataba de un caso de discriminación, que no de

persecución. Aunque el albino expuso que había sido víctima de raptos en algunas naciones en las que había residido, como Nigeria. Abdoulaye Coulibaly fue más venturoso. Es la primera persona sin pigmentación que ha recibido el estatuto de exiliado en nuestro país. Ahora ha dejado de sufrir. Estudia castellano e inglés y compone poemas que narran su pasado. Originario de Malí, Salif Keïta es músico y sus genes también carecen de melanina. Como muchos otros fue relegado por su familia, y su alrededor nunca lo consideró. Él tuvo suerte. Emigró a París en el año 1984 y, en la actualidad, en el continente europeo es valorado como uno de los mejores intérpretes africanos. Pese a la adversidad, la lucha por la igualdad y el reconocimiento persiste.

Tienen la piel descolorida, el cabello claro y los ojos de una tonalidad cercana a la rosada. Viven acorralados, su única salida es permanecer al margen; vivos son portadores de mala suerte, muertos su cuerpo es muy

codiciado. El cáncer de piel, además, les persigue. En África, la ausencia de melanina provoca rechazo. Incluso el familiar. Ser albino en la cuna de la

civilización es una lucha continúa por la supervivencia.Por Sofía Pitarch Muñoz

Entrevista a

Raúl Minchinella

Autor: José Manuel Sánchez Torres / Fotografía: Edith Lasierra Raúl Minchinela y su equipo (S.I.G.L.A.) están causando una revolución en las formas de mirar el audiovisual. Sus video-ensayos abordan los medios tal y como los conocemos, y les dan la vuelta de manera que nos asombran mediante humor con los paralelismos y significados que se ocultan tras el zapping. Minchinela colabora en el suplemento Cultura/s del periódico La Vanguardia y ha publicado en numerosas revistas como Mondo Brutto, Leer y RockdeLux. Realiza conferencias en distintas localidades españolas, lleva a cabo el proyecto Trash entre amigos junto con Nacho Vigalondo, Rubén Lardín y el Sr. Ausente, y escribe en

su blog personal No Recomendable. Sin embargo, es más conocido por el videoblog que recientemente terminó su 4ª temporada. Raúl Minchinela es el Dr. Repronto. ¿¿CCuuááll eess eell oorriiggeenn ddeell DDrr.. RReepprroonnttoo?? El Dr. Repronto surge de ver la TV. Hoy nos construimos el mundo a través de intermediarios y, en particular, de la TV. Repronto es el ideal del telespectador llevado al extremo: un hombre aislado en una habitación que pretende entender el mundo a través de piezas que salen por una pantalla.

Dr

RREEPPRROONNTTOO

MONE MONKEY

¿La creación del Dr. Repronto surge de tí mismo y decidiste buscar un grupo de trabajo o surgió del mismo colectivo? Todo nace de un café entre el Teniente Lente, la Señora Señal y yo. Era la primera época de los podcasts y se puso sobre la mesa hacer uno. Pero en pocos minutos pasamos a la idea de hacerlo en vídeo. Así que la idea viene de una tertulia, pero la creación de Repronto y el mundo del S.I.G.L.A. fue cosa mía. Luego se añadirían más elementos al grupo: sintonías, locuciones, documentación. Desde luego, sin el grupo no se podría llevar a cabo. Pero tengo que asumir la culpa. Para la creación de un capítulo, ¿desarrolláis ideas que surgen o hay un guión pre-temporada? Siempre se completa todo un año de guiones antes de empezar a grabar. Así que el proceso de creación de capítulos no es estanco. Son simultáneos, van creciendo y evolucionando en paralelo: hoja en blanco, búsqueda de vídeos, reescritura, búsqueda de nuevos vídeos,… hasta llegar a la forma definitiva.

He de felicitaros por el trabajo de documentación. Ahí ayuda la figura del Señor Ausente, que señala material de gran interés. ¿Por qué ese afán de mostrar lo implícito y las interconexiones entre audiovisual y sociedad? Ortega y Gasset diferenciaba entre Ideas y Creencias. Las ideas son elementos que sabemos que son ajenos, que las manejamos como algo que está fuera de nosotros. Mientras, las Creencias son ideas que metabolizamos y a las que es difícil encontrarle las aristas. En nuestro mundo, la metabolización de lo audiovisual, mediante la función de telespectador, ha llevado a la aparición de Creencias, de elementos que se dan por buenos y sobre los que no se buscan aristas. El Dr. Repronto procura retratarlas trazando un marco a su alrededor. Ser un telespectador es navegar necesariamente por esas ideas que se dan por sabidas, por ejemplo, decir de algo que tiene glamour, y preguntarse a qué atienden.

La equiparación que realizáis entre glamour y paranoia constante me dejó personalmente boquiabierto.

Tenía que ver con el mundo paparazzi, que retrata

a los famosos en su vida íntima. Los siguen

permanentemente y son emitidos con una voz

locutada que emite un juicio. De pronto, cuando

una persona estaba en la intimidad y se rascaba o

se hurgaba la nariz, dejaba de tener glamour.

Tenía que comportarse como si estuviera

permanentemente observado. Si no, era sometido

a reprimenda y a oprobio público. Esa esfera de

juicios sólo existe en los medios y ha permeado

entre la población. De ahí que Repronto lo tratara.

Esa idea de los medios, en concreto la TV,

como vigilancia constante, me recuerda la

frase “si no sale por TV, no existe”. ¿Crees

que ha cambiado ese paradigma?

Hay que acotar bastante qué significa cada

palabra. Los catedráticos de universidad no salen

en TV y existen. Pero hay una variante, que

Baudrillard llamaba lo hiperreal, que es aquello que

tiene una imagen pública, compartida, que está

fuera de la persona. Así que limitar la existencia a

lo hiperreal es pura comodidad del telespectador.

Lo que te decía del mito que encarna Repronto. El

mundo es lo que sale por la pantalla, y por tener

una pantalla entiendo el mundo. Ese es el cimiento

de la videoserie: el mito moderno del telespectador.

Supongo que es porque la TV se erigió como

ventana al mundo exterior.

Le pasa un poco como a la fotografía, que por el

hecho de ser un retrato realizado mediante

tecnología, se entiende como neutral. Es el

testimonio de una máquina y por tanto no es

partidista. Sin embargo, el encuadre en la

fotografía y el lenguaje cinematográfico en lo

visual son claves en los mensajes. Por no hablar de

los trucajes. Pero sí, hay una fe en la televisión

como garante de la verdad. En el hecho de ver las

cosas, está incluido el supuesto de que las

entendemos.

Rosa María Calaf contaba que en el periodismo, y

en la TV más, va todo tan deprisa que se pierde la

reflexión y el análisis. Y decía que tenía que hacer

directos recién bajada del avión, sin tiempo de

hablar con nadie ni de ver nada, con lo cual decía

lo mismo que podía haber dicho antes de salir de

viaje hacia el lugar de la noticia. “En el hecho de

ver una cosa en directo, nos quieren hacer creer

que es un sinónimo de entender lo que está

pasando”, decía Calaf, “Y eso no es verdad”.

En 30 minutos de noticiario no se puede

reflexionar mucho…

Yo creo que sí, que en 30 minutos se puede

reflexionar mucho. Pero igual tengo una fe infinita

en la capacidad del hombre. Se ha podido

concretar la física subatómica, así que no se pierde

la esperanza.

Por poner un paralelo, recuerda esos profesores

rurales que tenían en la misma clase a niños de 5

años y a niños de 12, que era la misma lección

para todos. Es complicado.

Ya para terminar, ¿cómo crees que han

afectado los nuevos medios a las nuevas

generaciones en su percepción del

audiovisual?

No sólo en el audiovisual. Las nuevas generaciones

están canalizando muchos elementos de la vida

normal a través del mundo digital. Los chavales en

los colegios están haciéndose novios y rompiendo

vía chat, pese a coincidir en los patios. Hay un

corte generacional entre los que tienen lo digital

como una herramienta y los que lo metabolizan

completamente con su vida. Así que, no sólo en la

percepción del audiovisual, sino en su interacción

con el mundo, y eso incluye especialmente el

mundo más cercano, los nuevos medios han

afectado a las nuevas generaciones.

¿Nos recomiendas alguna obra en especial?

Estoy muy seducido por los documentales que

Adam Curtis lleva realizados para la BBC. Tanto

sus series largas como sus colaboraciones

minúsculas para Newswipe, todo me parece

extraordinario. Es mi recomendación del verano.

ientras la miro, no puedo evitar recordar cómo era antes.

Antes, cuando esos ojos verdes me miraban llenos de alegría por las

mañanas. Me bastaba con esa primera mirada para tener un gran día.

A decir verdad, todos eran grandes días siempre y cuando la tuviera a

mi lado. Era el ser más perfecto y maravilloso del mundo; en fin,

supongo que todo hombre enamorado habla así de la mujer a la que

quiere. Pero ella realmente era especial. Y lo sigue siendo, al menos

para mí.

No puedo cambiar lo que hice, pero me niego a que ella se convierta

en una consecuencia de mis errores. Me duele pensar que pueda

acabar como los demás.

Y, aun así, ésa es la razón por la que escribo esto, con la esperanza de

que alguien lo lea y ponga fin a mi desesperación, porque ya no puedo

aguantar vivir así. La culpa se apodera de mí cada vez que la veo. Ella

se merece algo más, algo que mis sentimientos impiden que haga.

Créeme, seas quién seas, que lo he intentado. Quizá más veces de las

que pueda recordar. Pero algo, en lo más profundo

de mí, me ha impedido hasta ahora hacerlo. Al fin y al cabo, la sigo

queriendo.

Imagino que, mientras lees esta carta, te invadirán innumerables

dudas. Sólo espero que, llegado el momento, seas consciente de lo

que te estoy pidiendo que hagas por mí, ya que soy un cobarde y lo

que siento aún cuando me mira con esos ojos, me impiden hacer.

Para que entiendas mejor la gravedad del asunto, empezaré por el

principio.

Antes de que todo esto se nos fuera de las manos, mis colegas y yo

trabajábamos en una serie de experimentos para aislar en el cerebro

humano todas las necesidades básicas. Es decir, invertir toda la teoría

de Darwin, dar un paso atrás en la evolución. Sí, amigo, a mí también

me pareció un tanto absurdo, pero puedes creerme si te digo que las

repercusiones militares, en el caso de que tuviéramos éxito, serían

enormes. Imagina en lo fácil de entrenar a un sabueso para que mate

simplemente con una orden tuya, o incluso más simple, con el sonido

de una campanita. No es nada descabellado, al fin y al cabo Pavlov

demostró la eficacia del condicionamiento en los perros. Pero, ¿y las

personas? Bueno, suponemos que no ha de resultar tan difícil, ya que

en alguna parte del mundo debe de haber un par del soldados

matándose ahora mismo. Lo realmente complicado es desposeer a ese

soldado de sentimientos, o al menos de los que, en un momento

dado, le impidan

realizar óptimamente su cometido: asesinar. He ahí nuestro objetivo:

desactivar todo el cerebro humano, a excepción del denominado

“cerebro trino”. Abreviando, convertir al ser humano en un animal que

únicamente busque apaciguar sus necesidades básicas. Alguien al que

se pueda entrenar o incluso domesticar, como hacemos con los perros

o los gatos.

Dicho así suena muy cruel, sí. Y debes de estar pensando que somos

unos monstruos, pero ahora venía lo más difícil de todo, encontrar un

“voluntario”. No podíamos hacer preguntas, simplemente debíamos

realizar nuestro trabajo. De esta manera, nos trajeron al sujeto

número uno. Se trataba de un varón de cincuenta y pocos años, por

su aspecto desaliñado supuse que sería un vagabundo, pero

ni siquiera nos dejaban hablar del tema entre nosotros, así que nunca

pude verificarlo.

Ese pobre hombre acabó en estado vegetal, sin que pudiéramos hacer

nada por ayudarlo. Pero antes de que pudiésemos lamentarlo, ya lo

habían reemplazado por el sujeto número dos; un hombre de unos

treinta años de edad, vestido con ropa deportiva. No quise ni

imaginarme cómo se hicieron con

él. En este caso, el experimento dio sus frutos y conseguimos lo que

buscábamos. ¡Lo conseguimos!

Sin embargo, ninguno de nosotros pudo alegrarse por tal hecho. Se

llevaron al sujeto número dos, nos pagaron y nos obligaron a

tomarnos unas vacaciones.

pronto...

CONFESION

Ahora bien, nada salió cómo nos habían hecho creer.

Habíamos cumplido con nuestro objetivo, sí; pero todo

estaba mal. Siempre imaginé que las consecuencias

de aquello nos llevarían a una persona totalmente

sumisa, un cachorrito que mueve la cola cuando ve

acercarse a su dueño. Fui un completo ingenuo. El

sujeto número dos se volvió sanguinario, capaz de

hacer cualquier cosa con tal de solventar sus

necesidades; comer se había convertido en su único

objetivo. Dadas las personas

que mató, no parecía estar saciado nunca. No

pudieron controlarlo por mucho tiempo, así que lo

encerraron en el sótano del almacén hasta que

decidieran qué hacer con él.

Después, todo pasó muy rápido. El almacén entero

explotó, y una vez apagado el fuego me llamaron para

recoger y limpiar todas las probetas y tubos de

ensayo, debía salvar todo lo que pudiera. Todo estaba

lleno de una fina capa de niebla, imaginé que por la

cantidad de virus, toxinas y todas las sustancias

mezcladas. En ningún momento mencionaron nada

sobre que allí se hallará el sujeto número dos; y me lo

encontré allí, tirado en el suelo. Pensé que estaba

muerto, pero cuando

me acerqué a comprobarlo, me atacó. Salí de aquel

lugar como pude, y él debió salir detrás de mí.

Una semana después de aquello, al llegar a casa me

encontré con un mensaje en el contestador que

afirmaba que, a raíz del accidente, el sujeto número

dos se había convertido en algo realmente contagioso,

bastando un leve arañazo para convertirte en algo tan

agresivo y básico como él. Tenían acorralados a los

afectados y estaban acabando con ellos, uno por uno.

La culpabilidad me llevó a

salir corriendo de casa para ayudar en lo que fuera.

Pero cuando llegué allí, la vi a ella. No podía creer lo

que estaba pasando, imagino que escuchó el mensaje

en el contestador antes que yo, y pensando que podía

estar yo allí...

Todo se llevó con la mayor discreción posible,

“limpiaron” todo y consiguieron engañar a los medios

de comunicación para explicar aquella masacre.

Realmente no me importa.

Ante todo, quiero que sepas que no me arrepiento de

lo que hice aquel día, ni de lo que he estado haciendo

hasta ahora por ella. La rescaté, me la llevé de allí.

Conseguí meterla en el coche, inmovilizarla y traerla a

casa. No pude soportar la idea de verla en ese estado,

estaba ida, como todos los demás. Pero entenderás

que, en ese momento, la única que me importara

fuera ella.

Debes pensar que soy la persona más cruel del

mundo, no sólo por contribuir a crear esa amenaza,

sino por no ayudar a erradicarla del todo. Entiendo el

riesgo que conlleva no haberla dejado morir, pero

espero que puedas comprender lo poco racional que

podía ser en aquellos momentos. La amo.

Desde entonces la tengo atada a la cama,

completamente inmóvil. Supondrás que la estoy

dejando morir de hambre o algo similar... Lo he

intentado, de verdad que lo he intentado. Pero no

puedo, sus quejidos, ese lamento continuo se vuelve

desgarrador para mis oídos. No puedo.

Al principio la alimentaba con carne cocinada, pero no

parecía sentarle muy bien, así que dejé de hacerlo.

Empecé a dársela cruda, pero nunca quedaba saciada.

Fue entonces cuando recordé cómo atacaban a la

policía y a los militares aquel día, y pensé en lo

impensable: carne humana. Sé lo que estás pensando,

pero no sé hasta qué punto tú mismo harías cualquier

cosa por las personas a las

que quieres; yo estaba dispuesto en ese momento a

hacer cualquier cosa por ella. ¿Matar? Lo intenté, pero

no pude. Así que opté por la opción más cobarde.

Empecé a salir por las noches, conocía a chicas, las

invitaba a alguna copa y me las traía engañadas a

casa con alguna proposición deshonesta. Nunca maté

a nadie, simplemente le traía en bandeja lo que

quería, ella se encargaba de

lo demás. Ya sé que eso no me redime de lo que he

hecho. No pretendo justificarme ni pedir perdón por

ello.

Lo único que he querido toda mi vida ha sido estar

con ella y hacerla feliz, y ahora es cuando más me

necesita. Sin embargo, yo no he sabido qué es lo que

debía hacer para ayudarla. Pero ya lo he comprendido.

Debo darle paz. Merece acabar con su sufrimiento; y

yo con el mío.

Es por esa razón por la que escribo estas líneas. Para

que la persona que las lea sea capaz de hacer algo

que yo no he sido capaz. Es la única solución, debes

matarla. Pero debes hacerlo tú mismo.

¿Por qué? Porque saber algo así, saber toda la verdad

y callarte, te haría cómplice de todo; entonces serías

igual que yo. Y no es eso lo que pretendo. Quiero ser

libre y que tú después de hacerlo

también lo seas. Esto no es más que mi última

voluntad: deseo que ella muera. Pero has de hacerlo

tú, no quiero que muera acribillada por policías o

militares. Sólo procura que sea rápido, que no sufra

mucho. Quema la casa cuando acabes, y haz lo

mismo con esta carta, así nadie podrá inculparte.

¿Por mí? No te preocupes. Para cuando estés leyendo

esto, probablemente ya habré puesto fin a mi vida.

Sólo espero poder encontrarme con ella.

En los últimos díez años, Castellón ha ido labrándose un nombre en el área reservada a la ciencia y la investigación, con la especialización en informática, robótica y el tejido tecnológico comandado por el Espaitec y la FUE, las apuestas por erigirse en el nuevo Silicon valley español no son nada descabelladas. Enclavado en las afueras de la Universidad Jaume I, el parque científico, tecnológico y empresarial (Espaitec) ha ido creciendo en el tejido universitario, dotándolo de edificios que albergan algunos de los servicios informáticos más avanzados del mundo.Con una inversión de 10 millones de euros, y después de concluirse la segunda fase el año que viene, según previsiones, se crearán 50 puestos de trabajo cualificados.

El Walhalla, el cerebro electrónicoEl Walhalla es un potente servidor y centro de datos, que servirá para que las empresas almacenen sus archivos, evitando la acumulación de datos y desprendiéndose de las costosas memorias informáticas. Con ello se gane velocidad y eficiencia. Si este servicio no ofrece garantías, la

empresa Tissat garantiza la máxima seguridad y confidencialidad de los datos, y todavía más importante, un sistema a prueba de caídas de red y apagones.El proyecto recibió la calificación Tier IV del Uptime Institute, la mayor para un centro de estas condiciones, representando el máximo nivel de disponibilidad y continuidad del servicio que puede garantizar un Data Center, respondiendo con total garantía a circunstancias ajenas al servidor, cómo pudieran ser fallos técnicos, meteorológicos, ataques informáticos, terroristas, o desastres naturales.En todo el mundo, sólo 13 centros cómo el Walhalla, disponen de niveles de seguridad tan avanzados, habiendo sólo cuatro en toda Europa. Beneficio para las empresasEl ahorro eléctrico supondrá un 41 % y el de las emisiones de CO2 un 12 %.En la segunda fase del proyecto, en la que se instalará una pila de hidrógeno, el ahorro de energía será del 65 % y de un 51 % en CO2, equivalente al que producen 2.650 coches al año.

por Albert Gobó

¿Qué es iWeekend?

iWeekend es una experiencia intensa e innovadora que reúne a emprendedores y profesionales con talento y de diferentes perfiles para votar 3 ideas y llevar estas ideas a la realidad desarrollando un business plan y un prototipo colaborativamente, y todo ello en un fin de semana.

"Creemos que no hay mejor manera de hacer contactos y conocer otras mentes inquietas que trabajando con ellos codo con codo durante dos días completos. iWeekend es ideal para emprendedores que quieren iniciar su viaje de emprender y para los profesionales y autónomos que buscan ampliar sus horizontes, mientras acogen un reto y colaboran en un proyecto que les gusta."

La misión de iWeekend es:1. Promover la cultura de emprender en las nuevas tecnologías2. Fomentar una metodología practica de compartir conocimiento y aprender haciendo, y3. Ayudar a emprendedores a iniciar sus proyectos en tan sólo dos días

Listado de empresas que han patrocinado iWeekend:AmazonBancajaBBVABuyVipGoogleMicrosoftSun MicrosystemsQualcommCanaan Partners Información extraída de la web i-weekend Castellón.

MONE MONKEY

OOcceeaannííaa pprróóxxiimmoo nnúúmmeerroo