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Memorias del silencio Footprints of the Borderland Vol. 9

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Memorias del silencio

Footprints of the Borderland

Vol. 9

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BorderSenses © 2013First Printing December, 2013Memorias del silencio: Footprints of the Borderland Volume 9

Publisher: Amit GhoshProject Director: Daniel Ríos LoperaEditor: Daniel Ríos LoperaPoetry Editor: Laura Cesarco Contibuiting Editor: Yasmin RamirezTranslations: Laura Cesarco, Sandra Camacho, Jeannette Monsivais Project Assistant: Blanca EsparzaWebsite/Technical Assistance: BST El Paso bstelpaso.comCover Image and photographs: Daniel Lobo - daquellamanera.orgCover Design/Layout Design: Daniel Ríos Lopera

BorderSenses1500 Texas St.El Paso, Texas 79901915-485-7981

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Índice / Content

David CárdenasLa Chapola de Frutas.............................................................12The Story of the Fruit Tray....................................................13

Daniel VillagránMi Infancia.............................................................................14 My Childhood: Summers at my Grandparents’ Ranch.........16

Carmen ÁlvarezCome Desodorante por Primera Vez.....................................18Eats Deodorant for the First Time..........................................19

Gloria NeeleyMi Fotografía Favorita...........................................................20My Favorite Photograph.........................................................21

María LedesmaEl Reloj Mágico......................................................................22The Magic Clock....................................................................26

Robert ÁngelEl Olor de las Tortillas de Harina..........................................30Scent of Flour Tortillas..........................................................31

María SáenzRecuerdos de mi Abuelito......................................................32Remembering Grandpa..........................................................34

Lourdes OlivasUn Buen Despertar.................................................................36A Good Awakening................................................................37

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Fabiola CuevasRecuerdos de mi Madre.........................................................38A New Coat............................................................................39

Francisco J. MejíaUn Gran Recuerdo.................................................................40Treasured Memory.................................................................41

Hilda Lizalde¿Cómo se Llama la Flor que Vuela de Pájaro en Pájaro?......42What´s the Name of the Flower that Visits All Birds?...........43

María S. CarlínTú No Te Has Ido...................................................................44You Have Not Left.................................................................45

Nancy Y. Llanos¿La Rosa está Desnuda o Sólo Tiene ese Vestido?................64Is the Rose Naked or Just Have that Dress?...........................65

María de la Cruz MedranoLa Habilidad que me Gustaría Tener.....................................66The Ability I Wish I Had........................................................67

Jesús Castro¿Cómo Quiero ser Recordado?..............................................68How I would Like to Be Remembered..................................69

Silvia AyalaMi Fotografía Preferida.........................................................70My Favorite Photograph........................................................71

Mónica de la RosaMi Regreso a la Vida de Antes...............................................72 A Return to my Old Life........................................................73

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Mónica HernándezNo Seas Inseguro....................................................................74Don´t Be Insecure...................................................................75

María MesembaumOda a un Amor Fugaz............................................................76Ode to Fleeting Love.............................................................77

Juan JuradoEl Potrillo Herido...................................................................78The Wounded Colt.................................................................80

Gloria VázquezValio La Pena Esperar Nuestras Primeras Vacaciones..........82The Wait for our First Vacation was Worth it........................83

María M. RincónMi Veinte Aniversario............................................................84My Twentieth Wedding Anniversary.....................................86

José ChaviraLa Fotografía Navideña.........................................................88Christmas’ Photo....................................................................89

Emiliano NevarezCuando Decidí Emigrar a Los Estados Unidos......................90When I Decided to Emigrate to the USA...............................92

Sergio VázquezMi Sueño se Hizo Realidad....................................................94My Dream Came True...........................................................95

Oscar TorresMi Vida al Otro Lado.............................................................96My Life on the Other Side.....................................................98

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FOTOGRAFÍAS - PHOTOGRAPHS46 - 63

DICCIONARIO - DICTIONARY52 - 59

TRADUCTORES - TRANSLATORS100

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Agradecimientos / AcknowledmentsAndrés Muro

DirectorCommunity Education Program (CEP)

Laura Jaurrieta Instructional Coordinator,

Community Education Program (CEP)

Leticia Domínguez Lead Facilitator (CEP)

Shila Simons Lead Facilitator (CEP)

Leticia Villalobos Instructor (CEP)

Minerva Laveaga BorderSenses Director

Socorro Diamondstein Museums and Cultural Affairs Department (City of El Paso)

BorderSenses Board: Amit K. Ghosh, Benjamin Alire Sáenz, Kathleen Muro, Steve Yellen, Laura Cesarco, María M. Malo-

ney, Erika Mein & Andrés Muro

Museums and Cultural Affairs Department (City of El Paso)

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Nota Editorial Al asumir la coordinación de este proyecto poca idea tenía de lo que iba a encontrarme. Claro, esperaba toparme con el tipo de historias difíciles de todo aquel que de una manera u otra intenta cruzar la frontera, esos dramas que le depara el destino a todo aquel que abandona su país en busca de una mejor vida para su familia. Y sí, es cierto, las encontré, porque son parte de una realidad que no se puede obviar. Están ahí, siempre han estado ahí, ocurrieron ayer, hoy y (ojalá no) ocurrirán mañana. Pero, de igual manera, encontré otro montón de cosas maravillosas. Mucho más grandes, más poderosas. Encontré un grupo de estudiantes asombrosos, con ganas de apren-der, con hambre de progresar, de dar ejemplo, de levantar familia, de construir sociedad. Ansiosos de ser escuchados, de dejar una huella. Un grupo de personas extraordinarias que le abrieron su corazón al proyecto y lo hicieron suyo, muy suyo. Ellos también hicieron su descubrimiento en todo este pro-ceso. Se dejaron sorprender por ellos mismos, por un talento que no sabía que tenían y que se prometieron seguir cultivando. Volvieron a enfrentarse con sus historias y se reconciliaron con viejos fantasmas por medio de la palabra escrita. Se miraron en un espejo escuchando a sus compañeros y se animaron a dejar rastro de su progreso en to-das estas páginas. Ahora, usted como lector, también encontrará muchísimas cosas en este libro. Encontrará crónicas de vida, de viaje, de familia; cuentos sobre relojes mágicos y potrillos heridos, poemas de amor, de flores que vuelan de pájaro en pájaro y hasta un experimento de escritura que arrojó excelentes resultados: Un Diccionario. Todo esto acompañado de las excelentes fotografías del artista Daniel Lobo. Ya tiene el libro en sus manos, comience su lectura y déjese deslumbrar por estas historias. Es cierto que estas son Memorias que estaban en el Silencio pero, una vez usted las lea, de seguro quedarán retumbando en su cabeza, resonancia con la que quedaremos satis-fechos.

Daniel Ríos Lopera.

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Editor’s Note When I became project coordinator for Memorias del Silen-cio I had a small idea what I would discover. Of course, I knew I would encounter difficult stories of people who, in one way or an-other crossed the border, dramatic stories which hold the future for all who leave their countries in search of a better life for their family. And yes, it’s true I found those stories, because they are part of a real-ity that cannot be ignored. They have always been there, they hap-pened yesterday, today and (hopefully not) will happen tomorrow. But, at the same time, I found a lot of other wonderful things. Much bigger, more powerful. I found an amazing group of students, eager to learn, hungry to progress, to set an example, to raise families, to build society, eager to be heard, and to leave a mark. They were a group of extraordinary people who opened their hearts to the project and made it their very own. They also made their own discoveries in this process. They allowed themselves to be surprised by a talent they never knew they had and promised to continue cultivating. They faced their past lives and old ghosts through the written word. They looked in a familiar mirror by listening to their peers stories and they were brave enough to leave a trace of their progress in these pages. You as the reader will also find many things in this book. You will find life chronicles, travel, family, stories about magic watches and wounded colts, love poems, poems about flowers flying from bird to bird, and even a writing experiment that yielded excellent results: A Dictionary. Each came to together with the excellent photographs by the artist Daniel Lobo. Now, you have the book in your hands, start reading and be amazed by these stories. It is true that these are Memories held in Silence, but once they’re read their voices will continue to echo, a resonance which is satisfying.

Daniel Ríos Lopera

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12 Memorias del silencio vol. IX

David Cárdenas

Historia de la Chapola de Frutas

17 de julio de 1962.

Eran las seis de la mañana y estaba yo muy contento porque era el día de mi cumpleaños y me habían dado una cha-rola como gran regalo. Yo se la presumía a todos mis amiguitos porque traía dibujada una Coca Cola con un lonche de agua-cate con salchichón, su rebanada de queso blanco, chiles cur-tidos y claro, su respectiva mayonesa, lechuga y tomatito; un lonche que con sólo verlo se me caía la baba. Bueno, para no hacer la historia tan larga, luego me di cuenta que la charola era para mandarme a vender rebanadas de sandía. En ese entonces comenzaron a llamarme El negrito de la sandía y después de vender limones me llamaron El Limonero y así sucesivamente con otras frutas.

Moraleja: Pónganse listos cuando les regalen algo, sino van a estar gritando: “Ay, ay, ay, ya está lista la rebanada de sandía roja, dulce y azucarada!!”

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Memorias del silencio vol. IX 13

David CárdenasTranslated by: Sandra Camacho

The History of the Fruit Tray July 17, 1962.

It was 6am and I was very happy because it was my birthday and I received a tray as a gift from my parents. I pre-sumed it to all my friends because it had drawn a Coke with an avocado sandwich with sausage, a slice of cheese, chile curtido and, of course, mayonnaise, lettuce and a tiny slice of tomato; a sandwich that makes you drool just by looking at it. Well, long story short, I realized that my parents wanted me to go and sell slices of watermelon with the tray. Back then, people started calling me Watermelon black boy, and after selling lemons they called me the Lemonier and so on with other fruits.

Moral: When you obtain a gift, get smart, or you’ll be screaming, “Ay, ay, ay, it is ready, slices of red watermelon, sweet and sugary!!”

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14 Memorias del silencio vol. IX

Daniel Villagrán

Mi Infancia

Recuerdos de mi infancia vienen a mi mente al leer las historias de mis compañeros ya que son parecidas a lo que me pasó cuando fui niño. Esto fue en los años setenta, cuando tenía entre siete a ocho años. En ese entonces entré a la escuela y mi mamá empezó a mandarnos a mi hermano y a mí al rancho de mis abuelos para ayudarlos con las labores del campo. Me acuerdo que cuando nos mandaban, esperábamos en la ma-ñana la llegada del tren. Nos gustaba ir en el tren porque en el camino apreciábamos lugares muy bonitos y nos la pasábamos peleando por la ventana. Entonces llegábamos a la estación y nos tocaba caminar una hora o un poquito más hasta llegar al rancho. Allí nos esperaban nuestros amigos, otros niños como nosotros que iban también a ayudar a sus abuelos, quienes nos recibían con mucho gusto y nos poníamos a jugar un rato. En la mañana siguiente nos levantábamos temprano para ordeñar vacas y ayudarle a mi abuelo. A esa hora de la mañana el café ya estaba listo y nosotros salíamos con las tazas para que él le echara leche directamente de la vaca. Quedaba más rico y con espuma. Luego nos tocaba llevar las vacas y los becerros al campo y, después de almorzar, nos íbamos a sembrar. Esa era la rutina toda la semana, menos el domingo, cuando parábamos a medio día para irnos a la tienda a cambiar un kilo de frijol o de maíz que nos daban los abuelos y con el dinero comprábamos dulces, sodas, cacahuates o paletas de dulce. En la misma tienda nos juntábamos todos los niños del rancho para jugar e ir al rio a bañarnos hasta que se metía el sol, entonces nos íbamos a la casa a cenar donde la abuela estaba haciéndonos un rico pan ranchero que se podía oler a la distan-cia. Era un olor a dulce, delicioso.

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Memorias del silencio vol. IX 15

Los lunes nos tocaba ayudarle a mi abuela a hacer los quesos y los asaderos. Ella nos decía qué hacer y qué poner, como suero y otras cosas. Recuerdo ese olor a queso fresco que nunca se me va a olvidar. Y en ese tipo de labores se nos pasaba todo el tiempo hasta que se acababan las vacaciones y volvía-mos a la ciudad para entrar nuevamente a la escuela. Esa fue toda mi niñez, por eso les agradezco a mis abue-los el haberme enseñado a trabajar y cómo ganarme dinero honradamente: GRACIAS ABUELOS.

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16 Memorias del silencio vol. IX

Daniel VillagránTranslated by Jeannette Monsivais

My Childhood: Summers at my Grandparents’ Ranch

As I read my classmates’ stories, I recall memories of my own childhood, for they are similar to their memoirs of when I was a boy.

When I was a boy in the 70s, between seven and eight years of age, my mother began sending my brother and I to my grandparents’ ranch to help them in the field during sum-mer vacation. I remember, when my mother would send us, my brother and I would wait for the train in the morning. We liked traveling by train because along the way we would come across very beautiful places and we always fought for the window seat. When we arrived to the train station, we would have to walk an hour or more to the ranch. Our friends waited for us there and other children like us, who came to help their grandparents in the summer, would greet us excitedly and we would play for a little while.

The next morning we would wake up early to milk the cows and help grandpa. At that hour, the coffee was ready and we would leave with the mugs in our hands to add fresh milk to it. This milk and its foam make the coffee taste more delicious. Next, we would take the cows and calves to the fields. After breakfast, we would sow seeds. This was the weekly schedule, except Sundays, when we stopped working at noon to go to the store to exchange a kilo of beans or corn that our grandparents gave us. With the money earned from these, my brother and I would buy candies, sodas, peanuts, or lollipops. We would

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Memorias del silencio vol. IX 17

also meet up with our friends there, and swim in the river until sundown. Afterward, we would go home for supper where our grandma was making us delicious, homemade bread that we could smell from a distance. The aroma was sweet, delectable.

On Monday, my brother and I helped our grandma make the cheeses and asaderos. She would tell us what to do and what to add, such as whey and other ingredients. I remem-ber that smell of fresh cheese; I will never forget it.

We spent our time doing work like this until the end of summer vacation, when we would return to the city to go back to school. This was how I spent my summers throughout my childhood. For these experiences, I’d like to say, thank you, grandma and grandpa for showing me the value of hard work and how to earn an honest living! Thank you!

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18 Memorias del silencio vol. IX

Carmen Álvarez

Come Desodorante por Primera Vez

El Paso, TX

En la tarde de ayer, Santiago, el mayor de mis nietos, logró sorprenderme cuando, dentro de su exploración diaria, comió desodorante por primera vez. Todo ocurrió mientras me encontraba haciendo los quehaceres del hogar y cuando fui a revisar qué estaba haciendo lo encontré con el desodorante de su abuelo en la boca. No!!! Grité yo, pero era demasiado tarde, ya le había dado una buena mordida y rápido se lo tragó. Enton-ces lo llevé al patio para distraerlo cuando en un abrir y cerrar de ojos ya estaba tocando la suciedad del perro. “Sólo porque es hijo mío lo creo” aseguró la madre de Santiago cuando le conté lo que había ocurrido. No hay nada más por decir, sólo esperar a que lo vuel-van a traer la otra semana y estar al pendiente para que no haga más travesuras.

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Memorias del silencio vol. IX 19

Carmen ÁlvarezTranslated by Sandra Camacho

Eats Deodorant for the First Time

El Paso, TX

Yesterday in the afternoon, Santiago, my eldest grand-child, surprised me when he ate a deodorant for the first time, in his daily explorations. It happened when I was doing house-work and, when I went to check what he was doing, I found him with his grandfather’s deodorant in his mouth. No! I screamed, but it was too late, he had given it a good bite and swallowed it. Then I took him to the yard to distract him when in the blink of an eye he was playing with dog dirt. “Just because is my son I believe it” said the mother of Santiago when I told her what had happened.

There is nothing else to say, just to wait for his parents to bring him back next week and pay attention for any kind of roguery.

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20 Memorias del silencio vol. IX

Gloria Neeley

Mi Fotografía Preferida

Hace 16 años, mi hijo Steven era un bebé de 8 me-ses. Durante todo este tiempo le tomé bastantes fotos en diferentes lugares y por diferentes razones. Una de las fo-tos que tengo en la mente es cuando un día estaba dándole de comer. Él estaba sentado en su sillita y lo miré fijamente. Al mirarme él me sonrió con una expresión muy tierna, en-tonces yo tomé la cámara, que estaba enseguida de mí, y le tomé una fotografía donde el niño salió inmensamente feliz. Esta fotografía es uno de mis mejores recuerdos de mi hijo. La conservo dentro de mi recámara, en su propio marco. Si por alguna razón me siento triste, veo la fotografía y recuerdos hermosos pasan por mi mente. Me acuerdo que mi vida era en aquel entonces como de color de rosa. Me sentía feliz. Es por eso que la fotografía es tan especial en mi vida. Es como algo mágico, logra cambiar instantáneamente mi estado de ánimo. Me encanta.

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Memorias del silencio vol. IX 21

Gloria NeeleyTransalated by Jeannette Monsivais

My Favorite Photograph

Sixteen years ago, my son, Steven, was 8 months old. During this time, I took many photographs of him in differ-ent locations and for many reasons. I recall one of these photo-graphs of when I was feeding him. He was sitting in his high-chair, and I looked at him closely. When he saw me, he smiled. He had such a sweet expression. I picked up the camera that was next to me, and took a picture of him in which he appears immensely happy.

This memory is one of the dearest I hold of him. I have this picture displayed in my room in its own frame. If for any reason, I feel sad, I look at the picture and recollect sweet memo-ries like reflecting on the time of my life when I saw life through rose-colored glasses. I was happy. For this reason, photography is such an important part of my life. It’s as if magically, my stateof being is suddenly transformed.

I love it.

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María Ledezma

El Reloj Mágico

Había un pueblo llamado San Barlongo en el estado de Hidalgo. Era un pueblo pequeño con calles de piedra y casas de adobe con techos de teja roja. En el centro del pueblo había un kiosco grande donde la gente acostumbraba a caminar los domingos dando vuelta alrededor de éste; los hombres cami-nando en sentido contrario a las mujeres, con el fin de poder mirarse entre ellos por si surgía alguna conquista. Ellos siempre estaban muy bien vestidos, con sombrero y corbata; las mujeres muy elegantes también. El domingo para el pueblo era como de fiesta ya que en el centro del kiosco había un lugar donde subían de vez en cuando músicos a tocar y hacían el ambiente mucho más alegre. Alrededor de este kiosco había también varios nego-cios, entre ellos una relojería que se llamaba “Pasa el tiempo sin sentir”. El dueño de esa relojería era Don Macario, un hombre de 60 años, de pelo canoso, bigote abultado, patilla a media me-jilla, piel blanca y ojos color miel. Siempre usaba lentes y anda-ba muy bien vestido. Don Macario siempre cargaba un reloj de bolsillo que era único por su diseño por lo que no permitía que nadie lo tocara. Don Macario era muy conocido en el pueblo por su mal carácter ya que por todo se enojaba, sobre todo con los niños, que se le hacían todos muy inquietos. No es que fuera mala persona, sólo que era muy estricto y eso muchas veces ocasionaba problemas en su familia. Su hijo Jeremías,tenía dos niños: Lupita de ocho años y Lalito de cuatro, quienes con-stantemente eran los causantes de roces entre ellos. Eran niños buenos pero un poco traviesos por lo que su abuelo Macario no los quería cerca de su relojería. Pero a pesar de los enfados frecuentes de Don Macario, Jeremías llevaba los niños de vez

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Memorias del silencio vol. IX 23

en cuando a la relojería no sin antes hacerles la advertencia: “Hijos, hoy no hagan tantas travesuras cuando estemos con el abuelo para que no se enoje. Si se portan bien prometo traerlos más seguido”. A pesar de su caracter, los niños querían mucho a su abuelo , les gustaba escuchar sus historias y el sonido de los relojes que él reparaba, por lo que intentaban hacerle caso a la recomendación de su padre.

Los días fueron pasando y cada vez que los niños visi-taban la relojería trataban de jugar con su abuelo pero él muy estrictamente los reprendía para que no hicieran travesuras. Entonces, desde donde estaban sentados, empezaban a mirar a su abuelo trabajar y a escuchar cada reloj sonar y de repente les entraba la curiosidad por mirar más cerca, pero Don Macario siempre estaba atento y a punta de miradas furibundas los man-tenía controlados.

Un día Don Macario se quedó dormido en su silla y los niños muy cautelosamente se le fueron acercando poco a poco a abrazarlo pues pensaban que dormido era la única manera que iban poder hacerlo sin que los repeliera. De repente Lalito vio que del bolsillo del saco de su abuelo salía un objeto bri llante y lo agarró sin que su hermana se diera cuenta. Ella sí se acercó a su abuelo y lo abrazó, entonces él se despertó y la retiró de su lado bruscamente. La niña, al verlo tan enojado, se asustó, comenzó a llorar y salió corriendo hacía donde estaba su papá. - ¿Qué tienes?- Éste le preguntó. - Papi, papi ¿Por qué el abuelo no nos quiere? Respondió sollozando - No digas eso Lupita - Contestó él- Su abuelo sí los quiere mucho, es sólo que es un poquito gruñón. Ya no llores más y verás que mañana las cosas van a estar me- jor y tu abuelo ya no estará enojado.

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Como ya se acercaba la hora de cerrar, el abuelo metió la mano en su bolsillo para mirar la hora y se dio cuenta que su reloj no estaba, comenzó a buscarlo y en esas entró Jeremías a avisarle que ya era hora de irse.

- Vayan ustedes, yo tengo que encontrar algo que perdí. - ¿Qué fue lo que perdiste? – Preguntó Jeremías. - No importa, llévate a los niños que yo me quedaré un poco más.

Después de buscar por varias horas y no encontrar el reloj, Don Macario decidió irse a su casa.

Así pasaron varios días, él preguntándose dónde pudo haberlo perdido, un objeto tan preciado que había tenido por tanto tiempo, herencia de su padre al que había querido tanto. Después de un largo rato vino a su mente las imágenes de sus nietos y se dijo a sí mismo: “Si a mí me duele tanto perder un recuerdo tan querido y que es algo material, ¿Cuánto sufrirán mis nietos cuando les prohíbo que se acerquen a mí?” Y en esa pregunta se quedó reflexionando toda la noche.

Al día siguiente Lupita vio a su hermanó Lalito jugando con un reloj y entonces le preguntó de dónde lo había sacado.

- Lo tenía abuelo en un bolsillo de su saco- Contestó él. - ¡Tienes que regresárselo! – Dijo ella alarmada. - No, para nada, si se lo entrego se va a enojar más y no va a querer que volvamos a la relojería.

Pero ella siguió insistiendo

- Mira Lalito, si ese reloj es de abuelo tienes que de volvérselo porque sabes que no debes tomar las cosas que no son tuyas, es lo que siempre nos dice papá. Imagínate que a ti te quiten un juguete que quieres mucho ¿Te gustaría eso?

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Memorias del silencio vol. IX 25

Él se quedó pensando por un momento y al fin con-testó:

- Está bien Lupita, pero tienes que ir conmigo.

Entonces se fueron con temor a donde estaba su abue-lo. Don Macario, al ver los niños llegar con el reloj en la mano, salió caminando rápido hacía ellos, pero, en vez de enojarse, los abrazó muy, muy fuerte y con lágrimas en los ojos les dijo cuánto los quería. Los niños estaban tan contentos que empe-zaron a gritar:

- ¡Abuelo, abuelo, tu reloj es mágico! -¿Por qué dicen eso niños? – Preguntó él. - Porque el reloj te dio la magia para que nos abrazaras y nos quisieras como nunca nos habías querido. – Con testó Lupita y salió corriendo hacia donde su papá a contarle que su abuelo tenía un reloj mágico y que ya no era un gruñón.

Moraleja: Demuestra el cariño a tus seres queridos, no hay que esperar un reloj mágico.

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Maria LedezmaTranslated by Sandra Camacho

The Magic Clock

There was a town called San Barlongo, in the state of Hidalgo. It was a small town; the streets were made of stone, adobe houses and red tile roofs. All the houses had a strong resemblance out. In the center of town was a large kiosk where people used to walk on Sunday, turning around the kiosk, the men always were walking in the opposite direction to women in order to look at each other if there was any potential conquest. They were always very well dressed, with hat and tie, the women were elegant too. On Sunday, for the people in town it was like a party because the in the center of the kiosk there was a place where occasionally musicians went up to play and made the at-mosphere more cheerful.

Around this kiosk there were also several businesses, including a watchery that was called “Time passes without feel-ing”. The owner of this watch was Don Macario, a man of 60 years, gray haired, thick mustache, sideburn half cheek, white skin and honey-brown eyes. Always wore glasses and walked very well dressed. Don Macario always carried a pocket watch that was unique for its design so he didn’t let anyone to touch it if he wanted. Don Macario was well known in town for his bad temper because he was angry all the time, especially with the children as he considered them so restless. Not that he was a bad person, just very strict and that often caused problems in his family. Sarah, his wife, was a passive woman and did not pay much attention, but his son, Jeremias, had two children, Lupita of 8 years and Lalito of 4, who were constantly causing friction between them. They were good kids but a bit naughty so his grandfather didn’t want them near his watch store. But despite

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Memorias del silencio vol. IX 27

Don Macario’s frequent anger, Jeremias took the children from time to time to the watch store but not before warning them: “Kids, do not do a lot mischief today when we are with your grandfather to keep him from getting angry. If you behave well, I promise to bring you more often”. The kids liked so much his grandfather (despite his bad temper), they liked hearing his sto-ries and the sound of the watches he repaired, so they tried to heed to the recommendation of his father. So the days went by and every time they visited the watch store the children tried to play with his grandfather but very strictly he sat them down to stop them from making mischief. Then, from where they were sitting began to look at his grandfather clock work and hear every clock sound and suddenly they get curious to look closer but, Don Macario was always watchful and by force of furious glares, he kept them controlled.

One day Don Macario fell asleep in his chair, very cau-tiously children were approaching him slowly to embrace him asleep as they thought was the only way they were able to do so without being repelled. Lalito suddenly saw that in the jacket pocket of his grandfather there was a shiny object and grabbed it without her sister notices him. She came closer to his grand-father and hugged him, and then he woke up and abruptly re-tired her from his side. The girl, seeing him so angry, fright-ened, began to cry and ran to where his dad was.

- What happened to you? - He asked her. - Daddy, daddy why grandpa doesn’t like us? - Don’t say that Lupita – He answered - Your grandpa loves both of you so much, the thing is the he’s a bit grumpy. Don’t cry and you will see tomorrow things will get better and your grandfather will no longer be angry.

As the closing time approached, grandfather reached into his pocket to check the time and realized that his watch was gone, he began to search but he did not find it and Jeremias

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went to warn him it was time to go.

-You go, I have to find something that I lost. - What you have missed? – Jeremias asked. - Doesn’t matter; take the kids with you I will stay here a little more.

After searching for hours and not finding the watch, Don Macario decided to go home.

He spent several days wondering where he could have lost a precious object that he had for so long, inherited from his father he had loved. After a while it came to his mind images of his grandchildren and then said to himself: “If it hurts me so much to lose a memory so dear and that is something material, how much will suffer my grandchildren when I forbid you to ap-proach to me? ” And was pondering that question all night.

The next day Lupita saw her brother Lalito playing with a clock and then asked him where did he got it.

- Grandfather had it in a pocket of his coat. - You have to return it! – She said alarmed. - No way, if I return it, he will be mad at us and he will not want us to come back again to the watch store.

But she kept insisting .

- Look Lalito, this is grandfather’s clock, you have to return it because you know you shouldn’t take things that are not yours, this is what Dad always tells us to. Imagine that they take away from you the toy that you like. Would you like that? He thought for a moment and finally said, - Okay Lupita well, but you have to go with me.

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Memorias del silencio vol. IX 29

And then, with fear, they went where their grandfather was. Don Macario, seeing the kids caming up with the watch in his hand, came walking fast towards them, but instead of get-ting angry, embraced them very, very strong and tearfully told them how much he love them. The kids were so happy they started screaming.

- Grandpa, Grandpa, your watch is magical! -Why do you say that? – He asked them. - The watch was magical, and it gave you the power to embrace us, and to love us as you had never loved us before.

Lupita answered him and went out running towards where his Dad was and told him that his grandfather have a magical watch and it was no longer grumpy.

Moral: Show affection toward your loved ones; do not expect a magical watch.

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Roberto Ángel

El Olor de las Tortillas de Harina

En ese entonces yo tenía la edad de siete años y vivía-mos en Ciudad Juárez, en una vecindad de la colonia Melchor Ocampo. Yo estudiaba la primaria en la escuela Reforma y re-cuerdo que mi mamá llegaba del trabajo todas las noches y se ponía a preparar la cena. Mientras mi hermana le ayudaba yo jugaba con mis amigos afuera y como era el tiempo de calor los demás vecinos también estaban afuera platicando y escuchan-do música.

A mí me gustaba cuando mi mamá preparaba la cena porque preparaba unas tortillas de harina que olían hasta la siguiente cuadra, así que en cuanto llegaba el olor me metía cor-riendo y a veces ni me despedía de mis amigos. Muchas veces ellos se venían detrás de mí porque también a ellos les gustaban las tortillas que mi mamá preparaba. Cuando estábamos senta-dos en la mesa no dábamos tiempo a que pusiera la otra tortilla en la mesa pues la cachábamos en el aire o algunas veces nos peleábamos por la tortilla que iba saliendo.

Esa época fue la que más se me quedó grabada en mi mente. Así que ahora siempre que me llega el olor a tortillas de harina recuerdo ese tiempo, y recuerdo lo feliz que era en ese momento.

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Memorias del silencio vol. IX 31

Roberto ÁngelTranslated by Jeannette Monsivais

Scent of Flour Tortillas

When I was about seven years old, we lived in tenement housing in the neighborhood, Melchor Ocampo, in Ciudad Juárez. I was enrolled in Reforma Elementary School.

I remember, my mom would come home from work every night and start making dinner. Meanwhile, my sister would help her and I would play outside with my friends. Since it was hot outside, the other neighbors would also be outside talking and listening to music.

I liked it when my mom would make dinner because she would make flour tortillas that you could smell from around the block. As soon as I was met with the smell of my mom’s homemade flour tortillas, I would come running home. Some-times, I would not even say bye to my friends! Many times, they would follow me home, because they also liked my mom’s torti-llas. When we were all seated for dinner, we would not even let the tortilla land on the table, as we were already catching it in the air and sometimes we would even fight for next tortilla.

This period of my life is the one I remember most. Whenever I smell flour tortillas, I remember this time and how happy I was.

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María Sáenz

Recuerdos de mi Abuelito

No recuerdo la fecha pero yo tenía 13 años cuando un día mi papá me llevó con mi abuelito paterno y me preguntó que si quería quedarme allí ya que él tenía que trabajar y no quería dejarme sola en la casa. Yo tenía mamá y hermanos, pero debido la separación de mis padres yo decidí quedarme con él para no dejarlo solo. Como yo iba a la escuela, sólo me quedaba los fines de semana con mi abuelito, pero, cuando terminé la primaria y salí a vacaciones, mi papá me llevó de nuevo y allí me quede por cinco años. En casa de mi abuelito sólo estaba mi tía, la más chi-ca, quien todavía no estaba casada. Ella y yo hacíamos la limpieza de la casa y mi abuelito la comida, quien, a pesar de ser hombre, lo hacía muy bien. Tenía una estufa de leña pues no había electricidad. Por la misma razón tampoco teníamos tele-visor, sólo un pequeño radio de pilas en el que a mí me gustaba escuchar música. A pesar de eso yo era feliz viviendo con mi abuelito y mi tía. Mi abuelito trabajaba en el campo pizcando algodón y se levantaba de lunes a viernes a las 3:30 de la mañana. Preparaba su lonche y a las 4:30 levantaba a mi tía a hacer las tortillas de harina. Qué ricos olores salían de esa cocina, se mezclaban con el aroma del amanecer así como con los deliciosos guisos que preparaba. No hacía carne ni comidas muy laboriosas, sólo unos ricos frijolitos y unas papas con chile, para mí era el más rico manjar. En tiempo de frío traía calabazas para cocer con piloncillo que también cocinaba en la estufa de leña junto con unas empanadas de camote deliciosas. La vida con él fue muy sana y feliz, nunca nos faltó nada porque también mi papá mandaba dinero para el gasto y otras necesidades. Siempre recuerdo los ricos olores de la cocina de

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mi abuelito, así como el trato tan bonito que él me dio y el es-mero por enseñarme a respetar a mis mayores, cosa que en es-tos tiempos ya no se ve. Mi abuelito ya no está con nosotros pero nos dejó muchos bonitos recuerdos y sus recetas también, pues no son muy difíciles. Si me pidieran que escogiera un abuelito, lo es-cogería a él mil veces otra vez.

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María SáenzTranslated by Sandra Camacho

Memories of my Grandpa

I do not remember the date but I was 13 when one day my dad took me to my paternal grandfather and asked me if I wanted to stay there because he had to work and he had no desire to leave me alone in the house. I had my mother and siblings, but because the separation of my parents I decided to stay with him because I didn’t want to leave him alone. As I went to school, I only had the weekends with my grandfather, but when I finished primary school and went on vacation, my dad brought me back again there and I stayed there for five years.

At my grandfather’s house, there was just my aunt, the youngest, who was not yet married. She and I were cleaning the house and my grandfather was making the food that, despite the fact of him being a man, he did it very well. There was a wood stove because there was no electricity and so we had no TV, only a small transistor radio where I listened to music.

Despite that, I was happy living with my grandfather and my aunt. My grandfather worked in the fields picking cot-ton from Monday to Friday at 3:30 am. He prepared his lunch, and at 4:30 am he waked up my aunt to make flour tortillas. Those smells were so good coming out of that kitchen, mingled with the rich aroma of dawn and with the delicious dishes he prepared. No meat or meal was very laborious, they were only savory beans and some potatoes with chili, and for me it was the finest dish. During cold weather, he brought pumpkins to stew it with brown sugar that also cooked on the wood stove along with delicious sweet potato empanadas.

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Life with him was very healthy and happy; we never lacked anything because my dad also sent money for spending and other needs. I always remember all the delicious smells of cooking from my grandfather, as well as the nice treatment that he gave me and the dedication for teaching me to respect my elders, which in these times is no longer seen.

My grandfather is no longer with us but he left us many beautiful memories and recipes too, which as they are not dif-ficult. If someone would ask me to pick a grandfather, I would choose him a thousand times again.

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Lourdes Olivas.

Un Buen Despertar

Cuando preparo tortillas de harina recuerdo cuando era niña y veía a mi mamá preparándolas para el desayuno. Su aroma nos despertaba desde muy temprano y nos levantábamos muy contentos porque nos encantaba su sabor. Éramos muchos hermanos y la mesa parecía una fiesta cuando nos sentábamos a desayunar todos juntos. Ahora que yo las preparo recuerdo esos momentos, sobre todo al ver que a mi familia les gusta también mucho; bueno, no tienen el mismo sabor que las de mi mamá, pero el aroma es el mismo y me siento muy contenta al saber que las preparo con igual amor y creo que ese sentir, esa alegría, es la misma que solía ver en la cara de ella.

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Lourdes OlivasTranslated by Sandra Camacho

A Good Awakening

When I prepare flour tortillas I remember myself as a child, when I saw my mom always preparing them for break-fast. Its aroma woke us up very early and we woke up very hap-py because we loved the taste of her tortillas. There were many brothers and the table looked like a party when we sat down to breakfast together. Now that I prepared them I remember those moments, especially seeing that my family like them so much, well, do not have the same flavor than my mom´s but the aroma is the same and I am very happy knowing that I prepare them with the same love and I think that feeling, that joy, is the same that I used to see in her face.

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Fabiola Cuevas

Recuerdos de mi Madre

He conocido a mucha gente a lo largo de los años, pero la persona que tuvo mayor influencia en mi vida ha sido mi madre. Ella me enseñó que el trabajo duro se recompensa con el tiempo, que las cosas pequeñas tienen más valor de lo que se piensa y que el amor y respeto dura más de lo que dura una vida.

Mi madre me enseñó que el trabajo sacrificado da buenos resultados. Para ayudar a mi padre enfermo, ella tra-bajaba en un restaurante de día y a veces de noche y gana-ba apenas lo suficiente para siete que éramos en la familia. Nunca la oí quejarse al traer su salario semanal y gastarlo en comprar comida y las demás cosas que necesitábamos. Recuerdo cuánto tiempo y esfuerzo le tomó poder comprarme un abrigo nuevo para el invierno. Eso hizo que yo apreciara el abrigo mucho más. Así fue como aprendí que las cosas peque-ñas son muy importantes en la vida. Nunca tuvimos muchos bienes materiales pero mi madre me enseñó que el amor que nos tuvo como familia dura para toda la vida. Lo comprobé cuando murió. Nunca olvidaré su inmenso e infinito amor.

Mi madre fue una persona maravillosa que influyó en mí mucho más de lo que ella se hubiera imaginado. Fue un privilegio y un honor ser su hija.

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Memorias del silencio vol. IX 39

Fabiola CuevasTranslated by Sandra Camacho

A New Coat

I have met many people in life, but the person who had the greatest influence in my life has been my mother. She taught me that hard work is rewarded with time, that small things have more value than you think and that love and respect lasts longer than a single lifetime.

My mother taught me that hard work and sacrifice pays off. She worked in a restaurant during the day and sometimes at night to help my sick father, earning barely enough to sus-tain the family that consists of seven people. I never heard her complain when she brings her weekly salary and spend it on the family to buy food and other things we needed. I remember how much time and effort worked to buy a new coat for the winter. That made me appreciate the coat more. So I learned that small things are very important in life. We never had many material goods but my mother taught me the love that she had to me and the love she gave to the whole family lasts a lifetime. I found it out when she died. I will never forget her immense and infinite love.

My mother was a wonderful person who influenced my life more than she could have imagined. It was a privilege and honor to be her daughter.

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Francisco J. Madrid

Un Gran Recuerdo

La fotografía que más me gusta y recuerdo es la de mis padres, una foto de hace muchos años. Mi madre traía puesto un vestido azul, con el cual para mí se veía hermosa; mi padre vestía un traje negro que lo hacía verse como un gran señor. La foto fue tomada en Ciudad Juárez en el parque El Chamizal, pues mi madre quería de fondo los grandes árboles. Allí se en-contraban varias familias para pasar los primeros días del verano. Esta imagen de mis padres no la olvido, pues se dejaba ver el amor que se tenían mutuamente. La foto la puse en un mar-co de color negro con plateado, ya que quiero conservarla por mucho tiempo, como un gran recuerdo de ellos, pues mi padre, o viejo, como le decía mi madre de cariño, ya no está con nosotros.

El 21 de noviembre cumplirá un año de muerto.

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Francisco J. MadridTranslated by Jeannette Monsivais

Treasured Memory

The picture I like and remember most is that of my par-ents, from a long time ago. My mother was wearing a blue dress, in which she looked beautiful. My father was wearing a black suit that made him look like an important man. They had their picture taken in Chamizal Park in Ciudad Juárez, because my mother wanted to have large trees in the background. There were many families in the park that day enjoying the first few days of summer.

I will never forget this image of my parents, because you could see they loved each other deeply. I put this picture in a black and silver frame, as I wanted to have it for a long time, as a treasured memory of my parents. My father, or old man, as my mother used to lovingly call him, is no longer with us.

On November 21, it will be the one-year anniversary of his death.

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Hilda LizaldeEditado por Laura Cesarco

¿Cómo se Llama la Flor que Vuela de Pájaro en Pájaro?

Flor hermosa sin espinas, flor que vuela de pájaro en pájaro dirigida a quien me dio la vida y que hoy ya no estás conmigo

Ni todas las flores del mundo me alcanzarían para demostrarte lo mucho que te queremos y te adoramos.

¿Y cómo llamaría a esta flor, que vuela de pájaro en pájaro? Yo la llamaría una rosa blanca para una mujer pura y franca.

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Memorias del silencio vol. IX 43

Hilda LizaldeTranslated and edited by Laura Cesarco

What’s the Name of the Flower that Visits all Birds?

Beautiful thornless flower, flower that goes from bird to bird on its way to the person that gave me life and who’s no longer with me.

Not even all the flowers in the world would be enough to show you how much we love and adore you.

And what would the name of this flower be that visits all birds? I’d call her a white rose for a pure and frank woman.

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María S. CarlínEditado por Laura Cesarco

Tú No Te Has Ido

Aún percibo el aroma de tu piel el caminar tus pasos me acompañan tú no te has ido siempre estás conmigo.

Quise y no lo pude hacer ave de una sola ala siento ser. Me faltó otro para poder volar ¿Dónde estás? Tú no te has ido tu presencia siempre conmigo.

Estamos juntos aun cuando nos separamos basta levantar mi mirada al cielo, y saber que tú no te has ido que permanecemos aún unidos pues a los dos nos está cubriendo el mismo firmamento.

Tu no te has ido. . . el aroma de tu piel conmigo.

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Memorias del silencio vol. IX 45

María S. CarlínTranslated and edited by Laura Cesarco

You Have Not Left

I still perceive your skin’s aroma when walking your steps with my stride you haven’t left; always with me. I wanted to but couldn’t do it bird of one wing I am sad to be there was an other missing for me to be able to fly

Where are you? You haven’t left your presence always with me.

We are together still even when apart It’s enough to gaze into the sky and know that you are a part of Us, always together us two covered by the same blue. You have not left… your skin’s aroma is always with me .

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Daniel Lobo, Daquellamanera.org

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Daniel Lobo, Daquellamanera.org

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Memorias del silencio vol. IX 51

Daniel Lobo, Daquellamanera.org

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DICCIO ¿Definimos las cosas para entender el mundo?

En el siguiente diccionario nuestros estudiantes No hay mejor manera de entender la

desde donde

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NARIO¿O definimos el mundo para entender sus cosas?

dejan plasmada su visión del mundo.perspectiva del otro, mas que mirandoéste está parado.

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A Alegría: Cuando viste nacer a tus hijos. – María Ledesma Amor: Corazón con patitas. – Luis Alberto Rocha Amor: Cuando se tiene mamá. – Enrique Acosta

C Cielo: Cuando se une el atardecer con el anochecer. – Carmen Álvarez Cielo: Ver lo infinito de nuestro destino. – Lourdes Olivas Corazón: El te guía a tomar las mejores decisiones. – Martha González Corazón: Músculo con sentimientos. – Juan Jurado Corazón: Órgano que utilizas para amar. – María Carlín Corazón: Una de las partes más importantes de un carro pero en tu cuerpo. – Roberto Ángel

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D Destino: Es encontrarse una ex novia en años y que ella no se haya casado y tú tampoco. – Miguel Ángel Dulzura: Es un abrazo al llegar a casa. – Daniel Villagrán

E Esperanza: Tener a Dios contigo. – Gloria Vásquez Esperanza: La que guardas en el cofre valioso de tu vida. – María Carlín Eternidad: Un principio sin fin en el universo. – Jesús Castro Eternidad: Un cielo lleno de cosas lindas. – María Méndez

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F Familia: Refugio que siempre tiene las puertas. abiertas. –Lourdes Olivas Familia: Lo que te dio Dios para amar y cuidar. – Amada Madrid Felicidad: Cuando se tiene novia. – Enrique Acosta Felicidad: Mis hijos. – María de Lourdes Vásquez Frontera: El egoísmo del ser humano. – María Connie Tostado Frontera: Desunión de hogares. – Mónica Castro Frontera: Ríos con rejas. – Luis Alberto Rocha Frontera: Barreras que nunca se deben crear en la mente ni en el corazón. – María Méndez

H Hermoso: Es todo el universo que me rodea. – Olivia Díaz Hermoso: La palabra que dijo el doctor cuando nací. – Gloria Vásquez

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Memorias del silencio vol. IX 57

M México: Un país que le abre las puertas a todos los extranjeros. – Gandy México: Algo que fue tuyo y al volverlo a ver no te sentiste igual. – María Méndez

N Negro: La oscuridad de lo inevitable. – Estela Pedraza

P Paz: Lo que anhelamos en nuestro país y en todo el mundo. – Lucelena Jiménez Paz: El momento cuando uno muere. – María Connie Tostado

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58 Memorias del silencio vol. IX

S Semilla: Sembrar amor en tus hijos. – María M Rincón Semilla: Algo que dejamos detrás de nosotros. – Roberto Ángel Soledad: Llegar a un nuevo país sin tus seres queridos. – María Ledesma Soledad: Cuando cae la noche y no está la persona que amas. – Mónica Castro Superación: Cuando haces algo mejor para tu vida y tu familia. – Luis Rey Superación: Es una semilla que se siembra y tarde o temprano dará fruto. – José Chavira Superación: Estudiar mi GED para poder realizar mis metas. – Emiliano Navarez Superación: Lograr todo lo que te propones a base de esfuerzo. – Juan Jurado

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T Ternura: Una persona que se comió una bolsa de bombones. – María Méndez Tristeza: Lo que se refleja en los ojos de un caballo. – Francisco Madrid

U Universo: Es el cielo pero más iluminado. – María de la Cruz Medrano

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Memorias del silencio vol. IX 61

Daniel Lobo, Daquellamanera.org

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Memorias del silencio vol. IX 63

Daniel Lobo, Daquellamanera.org

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Nancy Y. LlanosEditado por Laura Cesarco

¿La Rosa Está Desnuda o Sólo Tiene Ese Vestido?

Dime si la rosa está desnuda o sólo tiene ese vestido.

Dígame alguien si las rosas, con ese color muy blanco, o ese color durazno, tienen algún tipo de vestido.

Acaso será su desnudez o quizás su ajuar de boda. Tal vez quieren mostrar su hermosa piel o su corazón también.

O deshojarse pétalo tras pétalo para que la podamos ver.

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Memorias del silencio vol. IX 65

Nancy Y. LlanosTranslated and edited by Laura Cesarco

Is the Rose Naked or Just Have

that Dress?

Tell me if the rose is naked or if it only owns that dress

Someone please tell me if roses, being that white, or peach-colored, have any type of dress.

Perhaps it’s her nakedness or maybe her dowry They might want to show their beautiful skin or their hearts too

Or pluck their own petals one by one so we can see them.

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66 Memorias del silencio vol. IX

María de la Cruz Medrano

¿Cuál es la Habilidad que Deseo Tener?

La habilidad que deseo tener es poder tocar el violín, por su sonido, porque mi padre lo tocaba y porque me gustaría formar parte de una orquesta sinfónica. El violín tiene un sonido fascinante, único, que hace sentir y vibrar a todos los corazones de todas las edades. La música es como un compañero que jamás abandona, siempre está ahí en los buenos y malos momentos. El sonido de los violines es como estar platicando bajo las estrellas con la persona amada y el tiempo se pasa volando.A mí me gustaría llegar a tocar el violín magistralmente, como mi padre lo hacía. Además me ayudaría al desarrollo de mi mente, a estimular mi memoria, el lenguaje, la lógica y así tener el poder de ejecutar las notas musicales para las personas que más quiero. Es así como deseo hacer parte de una orquesta sin-fónica, porque la música es un medio de comunicación, que no distingue de clases sociales, raza, religión o edad. Una orquesta está formada por un conjunto de músicos de diferentes edades y sexos que interpretan instrumentos de viento, percusión y cuerdas: entre ellos el violín. En sus presen-taciones, ya sea de teatro o auditorio, siempre usan vestimenta de gala que los hace lucir elegantes, esto ayuda a que la música te transporte al lugar de tus sueños. En conclusión, para mí es muy importante tocar el vio-lín, por el sonido que emiten sus cuerdas y por los bellos recuer-dos que tengo de mi padre, cuando él lo ejecutabamaravillosa-mente, que, al escucharlo, me hacía sentir en el cielo. Espero transmitir la misma sensación al público cuando esté arriba de un escenario tocando con la orquesta sinfónica.

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Memorias del silencio vol. IX 67

María de la Cruz MedranoTranslated by Jeannete Monsivais

The Ability I Wish I Had

I wish I could play the violin because I enjoy the sound it makes, my father used to play it, and I would like to be a part of a symphonic orchestra. The violin creates a unique, fascinat-ing sound whose vibrations enter the hearts of all who listen. Music is like a loyal companion; it will never leave you, in good times and bad, and its sound is like having a conversation with a loved one under the stars, while time swiftly passes.

I would like to play the violin as well as a master vio-linist, like my father did. Further, playing the violin will aid in my brain development, it will improve my memory, my speak-ing abilities, and improve my ability to think logically. Playing the violin will also allow me to play the musical notes for those whom I most love. For these reasons, I hope to become a part of the symphonic orchestra, which will allow me to commu-nicate through music. This form of communication does not discriminate against race, ethnicity, class, age or religion, and it touches the lives of all socioeconomic classes. An orchestra is made up of a musical band, which in-cludes men and women of various ages. They play woodwind, percussion, and string instruments; among these, is the violin. At their shows, whether they are in a theater or an auditorium; they are always dressed formally, which illuminates their ele-gance. This presentation allows for music to transport you to the place of your dreams. Playing the violin is very important to me because of the sound that resonates from the strings, and for the beautiful memories I have of when my father played it. When I listened to my father play the violin, I felt like I was in heaven. I hope to provide the same feeling to the audience when I am sitting on the stage playing with the symphonic or-chestra.

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68 Memorias del silencio vol. IX

Jesús Castro

¿Cómo Quiero Ser Recordado?

A mí me gustaría que mi familia me recordara como lo que fui con todos ellos: mi mejor intento de ser una excelente persona.

Quisiera que mi esposa recordara lo felices que fuimos, lo que convivimos, que siempre le di todo como bien pude y que nunca le fallé en mi responsabilidad como jefe de familia. Que traté siempre de tenerla conforme y contenta en mi vida.

En cuanto a mis hijos, quisiera que recordaran que no falté con sus cuidados desde niños: en la salud, la ves-timenta y que siempre les di lo que más les gustó. En su formación siempre me preocupé porque estudiaran has-ta que terminaron, llegando a ser unos profesionales. En el caso de mis hermanos, ya que yo era el mayor de todos, me gustaría que recordaran cómo me preocupé por ellos para que estudiaran, tuvieran una profesión y llegaran a tener una mejor forma de vida.

En conclusión, me gustaría que mi familia me re-cordara como una persona responsable que siempre tuvo pendiente el bienestar de ellos y siempre quiso apoyarlos para que sus vidas fueran más fáciles y fueran más felices.

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Memorias del silencio vol. IX 69

Jesús CastroTranslated by Jeannette Monsivais

How I Would Like To Be Remembered

I would like for my family to remember how I was with them. My best intention was to be the best person I could be.

I hope that my wife remembers how happy we were, what we lived through. I hope she remembers that I always pro-vided for the family and never failed in my responsibilities as head of the family. I hope she remembers I always tried to keep her happy in our life together.

As for my children, I would like for them to remember I was actively involved in their lives from the time of their in-fancy, in matters such as, health, dress, and buying them what they liked best. As they grew up, I made sure that they contin-ued their studies until they could work as professionals.

In the case of my brothers, since I am the oldest, I would like for them to remember how I looked after them, made sure they studied, that they have a career, and that they would be able to have a better way of life.

I would like my family to remember I was a responsible person who was always concerned for their wellbeing and who always wanted to support their professional goals, so that they may have easier, happier lives.

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70 Memorias del silencio vol. IX

Silvia Ayala

Mi Fotografía Preferida

“La muerte de cuaquier hombreme disminuye, porque yo formo

parte de la humanidad;por tanto nunca mandes a nadie

a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti” John Donne

Es una fotografía pequeña, de 4x6 centímetros, con buena imagen, a color y marco dorado. Ésta es la última foto-grafía de mi primer sobrino: Pablo Picasso. Y digo la última porque así fue. La foto fue tomada en el verano de 2009, en un viaje que hizo a México DF, al lugar que sería su nuevo trabajo: el majestuoso Estadio Azteca, casa del equipo Águilas del Améri-ca. Él era director técnico y trabajaba con los Indios de Ciudad Juárez, era muy querido y conocido dentro del gremio. En ese viaje lo contrataron y venía feliz porque había logrado, él solo, sin ayuda de nadie, lo que había soñado toda su vida: ser parte del equipo América. Pero entonces el 17 de diciembre de 2009 entraron dos personas armadas a la oficina donde él trabajaba por las ma-ñanas. Iban por dinero y el primero en encontrarlos fue Pablo. Ellos, al ver que no encontraban nada, le dispararon en el pecho y en la cara, quitándole la vida y llevándose sus pertenencias. Por eso, desde ese día, tengo esta fotografía en un lugar muy especial de mi casa, para recordarlo cómo era él con su ropa deportiva, su mochila y presente en el lugar que más amaba.

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Memorias del silencio vol. IX 71

Silvia AyalaTranslated by Jeannette Monsivais

My Favorite Photograph

“Any man’s death diminishes me, because I am involved in mankind,

and therefore never send anyone to know for whom the bell tolls; it tolls for thee.”

John Donne

The picture is a 4x6 cm, color photograph with a golden frame. This is the last recorded image of my first-born nephew, Pablo Picasso. I only mention the last detail because it was in-deed the last snapshot that was taken of him.

The picture was taken the summer of 2009 on a trip Pablo took to Mexico City. He is in the majestic Estadio Azteca, home of the Águilas del América. This stadium would be the location of his new job. He looks happy because on this journey he alone accomplished his life-long dream of becoming a part of team América. He was hired as a soccer coach for the Indios of Ciudad Juárez, and was well known and liked by his team and colleagues.

But one morning, on December 17, 2009, two armed burglars walked into the office where Pablo worked. They were looking for money, and Pablo was the first to discover them. When the intruders realized there wasn’t any money, they shot him in the chest and face. They took his life, and then stole his belongings.

From that day forward, I have displayed this picture of Pablo in a very special place in my house, to remember him in his soccer uniform, with his backpack and in the place he loved

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Mónica de la Rosa

Mi Regreso a la Vida de Antes

Amarillo, Texas, fue un lugar donde viví momentos maravillosos al lado de mi esposo y mis hijos. Cómo quisiera volver el tiempo atrás y revivir esos días.

Recuerdo que cada fin de semana mis hijos y yo espe-rábamos la llegada de mi esposo ya que él trabajaba fuera de la ciudad. No veíamos la hora que llegara. Mis tres niños, en cuanto escuchaban el sonido de la puerta, salían corriendo y no lo dejaban si quiera entrar a la casa cuando ya se le estaban colgando de los brazos. Él los cargaba a todos y claro, luego venía hacia mí, me daba un beso y un abrazo. Después nos sen-tábamos en la cocina a platicar un rato, yo le daba de cenar y mis hijos todavía encima de su papá. Ya en la noche, salíamos a comprar dulces y películas para los niños y la pasábamos muy bien.

Al día siguiente, nos levantábamos temprano, yo alis-taba a los niños y salíamos de paseo. Él nos llevaba a almorzar, luego a las tiendas y, como era tan consentidor, mis hijos siem-pre lograban lo que querían con él. Fue el hombre más maravil-loso que pude haber tenido en mi vida y un papá especial.

Cómo quisiera de regreso mi vida de antes.

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Memorias del silencio vol. IX 73

Mónica de la RosaTranslated by Sandra Camacho

A Return to my Old Life

Amarillo, Texas, was a place where I lived wonderful moments next to my husband and my children. I would want to go back in time and relive those days.

I remember every weekend, my kids and I waited the arrival of my husband as he worked out of town. We could not wait to arrive, my children waited for the sound of the door was a sign that he had arrived. They came running to open the door and entered the house as my three children hung by the arms and he carried them all, then came to me, gave me a kiss and a hug. After all the hugs and kisses we sat in the kitchen to talk for a while, I gave him dinner and my kids still over his dad. Later in the evening, we went out to buy movies for children.

The next day we got up early. I got the kids ready and we left to run errands. He took us to lunch, then to the shops and as he was so indulgent, my children always obtained what they wanted with him. It was the most wonderful man I could ever have in my life and an essential Dad.

How I wish my old life back.

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Mónica HernándezEditado por Laura Cesarco

No Seas Inseguro

No seas inseguro… yo te di lo mejor de mi vida Amor, cariño, comprensión y compañía.

Cuando me entregué a ti fue con todo mi amor, un amor que no había sentido en todo el tiempo de mi existencia

Al conocerte y tratarnos todo este tiempo se nos dio esa chispa de entendimiento para realizar y disfrutarnos en nuestro ritmo. La felicidad que nos damos es algo necesario a nuestra vida y cuerpos. No quiero que sufras y tú también pides lo mismo para mí.

Nos hemos dado amor, ternura y compañía nos decimos de palabra que en algún tiempo seremos compañeros.

¡Espero sea cierto! El destino que construyamos será lo que tengamos

La decisión es tuya… y yo la respeto. No seas inseguro, ¡decídete! Y ya no dejes que pase más el tiempo.

Aprovechémoslo… recuperemos lo perdido y así tendremos lo deseado, que hemos alargado por temor a la vida o al destino.

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Memorias del silencio vol. IX 75

Mónica HernándezTranslated and edited by Laura Cesarco

Don’t Be Insecure Don’t be insecure…I gave you the best of my life love, affection, understanding, and company.

When I gave myself to you with all my love, a love that I had never felt in all my life When we first met and all this time we’ve had this spark of understanding to enjoy ourselves at our pace.

The happiness we share is something necessary in our lives and bodies. I don’t want you to suffer and you want the same for me.

We’ve given each other love, tenderness, and company We give our word that in time we’ll be partners.

I hope proves true! The destiny we build will be what we have.

The decision is yours…and I respect it. Don’t be insecure—make up your mind! Don’t let time pass. Let’s take advantage of time…let’s recover what’s lost so we have what we wish; we’ve delayed this for fear of life or fate. You’ll see how beautiful it is to have it all.

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María MesembaumEditado por Laura Cesarco

Oda al Amor Fugaz

El amor llegó y se fue como relámpago, desde que lo miré me enamoré de él y cuando me acerqué me fascinó su olor enloquecedor. Me atravesó el corazón. Al rojo vivo, encarnecido mi corazón honrado por ese amor que era tan hermoso.

Y por primera vez mi corazón latía a toda velocidad, como si fuera a salir de mi cuerpo Resistí a la tentación de tocarlo, de sentirlo cerca; miedo a que en el más mínimo roce se pudiera escapar y yo me quedaría ahí toda la vida.

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Memorias del silencio vol. IX 77

María MesembaumTranslated by Laura Cesarco

Ode to Fleeting Love

Love came and went like lightning, I saw it and fell in love and when I came closer I was fascinated by its riveting smell It pierced my heart. Inflamed, my fleshed heart honored by that love that was so beautiful. And for the first time, my heart beat at lightning speed, as if it was going to leave my body I resisted the temptation to touch it, to feel it close; scared that with barely a brush it would escape and I would be left there all my life.

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Juan Jurado

El Potrillo Herido

Como cada día, estaban en el bosque un hermoso ca-ballo y su pequeño potrillo disfrutando de una mañana soleada. En una de sus múltiples carreras el pequeño potrillo se cayó al suelo y al acercarse su padre el potrillo le dijo:

- Padre creo que no puedo levantarme me lastimé una pata y me duele mucho, creo que voy a necesitar que me ayuden a caminar porque no puedo ni moverme.

- Claro hijo apóyate en mí, te llevaré en mi lomo a un lugar más tranquilo para que descanses allí te curaré y en poco tiempo sanarás y estarás bien. – Dijo su papá.

Mientras lo llevaba en su lomo le iba contando historias de cuando él era potrillo, cuando de repente empezó a caer una tormenta y el camino se puso lodoso y era más difícil seguir avanzando. Entonces caminaron con más apuro y más cautela hasta que llegaron a una cueva. Cuando iban entrando se en-contraron que al fondo había un oso que también se refugiaba de la tormenta. El oso, al verlos entrar, pegó un rugido que es-pantó a todo el bosque. El papá, del susto, relinchó y el potrillo cayó al suelo. - ¿Quién se atreve a molestarme? – Preguntó el oso. - Cálmate amigo, sólo necesitamos refugio mientras pasa la tormenta- Respondió el papá del potrillo. - Pues lárguense a otro lado que a mí me gusta estar solo. – Dijo el oso. - Si me ayudas esta vez luego yo puedo ayudarte en lo que sea. Mira, mi hijo está muy lastimado y de verdad

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necesitamos quedarnos.- Dijo de nuevo el papá del potrillo. - ¿Lo que sea? – Preguntó entonces el oso con tono malévolo - Pues entonces tal vez no me moleste un poco de compañía, pueden quedarse. Al pasar la tormenta el oso les cobró el favor: les pidió que le llevaran un panal de miel ya que él no podía tomarlo porque estaba lleno de abejas y no era muy veloz para huir de ellas. - Está bien - dijo el papá del potrillo - yo iré por él, lo traeré tan rápido como pueda, pero tendrás que cuidar de mi hijo en mi ausencia. - Descuida - dijo el oso - sólo date prisa.

El papá fue muy veloz y llegó antes de lo esperado pero una vez allí se encontró con la sorpresa que el oso estaba ata-cando el potrillo, entonces le lanzó el panal a la cueva y le pegó una patada al oso dándole espacio al potrillo para salir. Las abe-jas siguieron el olor del panal y atacaron al oso hasta acabar con él.

El papá y su potrillo lograron huir y siguieron con su hermosa vida a pesar de ese mal momento que habían pasado.

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Juan JuradoTranslated by Jeannette Monsivais

The Wounded Colt

Like everyday, a beautiful horse and her little colt were enjoying a sunny morning in the forest. In one of the colt’s many races, he fell to the ground. When his father drew near, the colt said,

- Father, I don’t think I can get up. My leg is injured and it hurts a lot. I think I’m going to need help walk- ing. I can’t move. - Of course, son, hold on to me. I’ll carry you on my back to a more peaceful place where you can rest and I can tend to your wounds. In a short while, you will be all better,” replied his father.

As they walked, the colt’s father told stories of when he was young, when suddenly it began to storm. The pathway became muddy, and the rain made it difficult to continue for-ward. The father walked with more urgency and caution until they reached a cave. When they walked inside it, they saw that toward the back, there was also a bear seeking refuge from the storm. When the bear saw the two horses enter the cave, he let out a terrifying roar that echoed throughout the forest. The fa-ther neighed, as he was startled, and the colt fell to the ground.

- Who dares disturb me? - the bear roared. - Calm down, my friend, we only seek refuge until the storm passes - said the father. - Well, go somewhere else, because I like to be alone - If you help me, then I could help you in whatever you need. Look, my son is badly hurt and we really need to rest here - the father insisted.

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- You’ll help me in whatever I need? - the bear asked in a malevolent tone and added - Well, maybe a little com pany wouldn’t do me any harm. You can stay.

When the storm passed, the bear called in his favor. He asked them to bring him a honeycomb. He couldn’t get it, be-cause it was full of bees and he wasn’t fast enough to run away from them.

- That’s fine - said the colt’s father - I’ll get the honey comb and bring it to you as fast as I can, but you’ll have to take care of my son in my absence. - Don’t worry - replied the bear - Just hurry.

The father was very fast and returned sooner than ex-pected. Upon his return, he was surprised to find the bear at-tacking the colt. So, the father threw the honeycomb toward the cave and kicked the bear, allowing the colt a chance to es-cape. The bees followed the smell of the honeycomb, and they attacked the bear until he died.

The father and his colt managed to escape, and contin-ued living a beautiful life despite the bad experience they once endured.

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Gloria Vázquez

Valió la Pena Esperar Nuestras Primeras Vacaciones

Luego de años de trabajo y sacrificio en este país pu-dimos lograr nuestras primeras vacaciones. Y digo primeras ya que durante mucho tiempo nos concentramos en trabajar y sacar adelante el negocio de mi esposo. Hasta que el día había llegado. Estábamos muy felices pues, además de nuestros tres hijos, habíamos decidido viajar junto a mis tres hermanas y sus respectivas familias. El lugar escogido: San Antonio, Texas. Entonces empezamos el viaje, era tan hermoso ver esos lugares tan verdes, las montañas tan altas, el clima tan diferente al de El Paso. Íbamos tan contentos que no queríamos perder-nos de nada durante el viaje. Cada vez que llegábamos a un área de descanso, nos bajábamos, tomábamos y comíamos algo y salíamos de nuevo por la carretera hasta que por fin llegamos. Esa ciudad de día era impresionante para mí, y ver a mis hijos tan contentos me hacía sentir muy feliz. Luego, el ano-checer fue espectacular, me encantó ver todas esas luces que iluminaban el cielo. Al otro día fuimos a Six Flags, un lugar muy boni-to donde hay mucha vegetación y sobre todo muchos juegos mecánicos. Yo podría decir que esas atracciones no son para mí, pues me suben mucho la adrenalina, pero al fin de cuentas me subí porque mis sobrinos me chantajeaban diciéndome: “si no se sube es una gallina”. A la final me pesó, porque después de bajarme me sentía mal. Ese paseo duró siete días y estoy muy agradecida con Dios porque logramos tener nuestras primeras vacaciones en familia y hasta ahora tenemos tres años haciendo lo mismo. Esperamos seguir vacacionando mientras Dios nos dé vida.

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Memorias del silencio vol. IX 83

Gloria Vázquez

The Wait for our First Vacation was Worth it.

After years of work and sacrifice in this country were able to accomplish our first vacation; and I say first because we had deprived ourselves for a long time of doing so because we focused on work and getting the business of my husband go-ing. Then the day had come. We were very happy because in ad-dition to our three children, we decided to travel with my three sisters and their families. The venue: San Antonio, Texas. And then we started the trip, it was so beautiful to see places so green, high mountains, the climate so different from El Paso. We were so happy we did not want to miss anything during the trip. Every time we came to a rest stop, we got off, we drank, ate something and we went back down the road until we finally arrived. The city at daylight was impressive for me, and to see my kids so happy made me feel very happy. Then the evening was spectacular, I loved seeing all those lights that illuminated the sky. The next day we went to Six Flags, a very nice place where there are a lot of vegetation and many rides. I could say that these attractions are not for me as they raise the adrenaline quite a bit, but in the end I got in because my nephews black-mailed me: “If you don’t climb, you are a chicken”. But at end it had an effect on me, because every time I got off a ride I felt sick. This vacation lasted seven days and I’m very grateful to God that we had our first family vacation and up until now we have been doing the same for three years. As long as God give us life, we look forward to going on different vacations.

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María M. Ricón

Mi Veinte Aniversario

Cuando cumplí veinte años de casada mi esposo y yo nos fuimos a festejar a Mazatlán, Sinaloa. Nos íbamos a ir en avión, pero yo le dije que no, que mejor fuéramos en camión para ir conociendo. El sábado a mediodía nos fuimos a la Cen-tral Camionera, después de darle a mi hija mayor todas las re-comendaciones de cómo cuidar a sus hermanos y dejar al tanto a sus tíos por ver si necesitaban algo. Allí nos despedimos de ellos dándoles la bendición de madre que nunca falta. Salimos muy contentos viendo el paisaje hasta que llegamos a la sierra de Durango, a un lugar que llaman el Espinazo del Diablo. Cuando empezamos a bajar miré muy a lo lejos un camión volteado de la Coca Cola y una ambulan-cia al lado de éste atendiendo el accidente. Nos tocó quedarnos parados en el tráfico por cerca de cuatro horas. Luego empezó a llover muy fuerte y no se podía ver nada, era tan fuerte la llu-via que caían truenos por montones. Al fin el tráfico comenzó a fluir y nuestro viaje continuó. En el recorrido podíamos ver casitas alrededor de la sierra con árboles de colores amarrillos y anaranjados, llenos de mangos, al igual que algunos arroyos que venían con nosotros desde arriba. Al fin llegamos a un pueblo y cruzamos un puente muy ancho desde donde se podían ver muchos niños contentos bañándose en el rio. Luego llegamos a la ciudad de Mazatlán donde nos la pasamos muy bonito. Fuimos a cenar a un restau-rante muy lujoso y de allí nos fuimos a bailar a la zona Dorada. Estábamos muy contentos los dos. Al otro día fuimos al mar y en el malecón caminamos durante todo el día hasta ver el atardecer. Mirar cómo se mete el sol es lo más precioso que he visto, así como ver y escuchar las olas del mar. Fue una tarde muy especial y romántica.

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Memorias del silencio vol. IX 85

Allí estuvimos ocho días y de regreso le decía a mi espo-so que mejor nos regresáramos en avión pues yo tenía mucho miedo de volver a subir el Espinazo del Diablo, pero al fin me convenció y nos fuimos en camión. Yo me la pase todo el cami-no con los ojos cerrados y mi esposo muy contento tomando fotos.

Así fue como festejamos nuestro veinte aniversario.

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86 Memorias del silencio vol. IX

María RincónTranslated by Jeannette Monsivais

My Twentieth Wedding Anniversary

My husband and I celebrated our 20th wedding anni-versary in Mazatlán, Sinaloa. We were going to fly there, but I told my husband I didn’t want to. I thought it was better to travel by bus, so we could travel through the country. The day of our departure, we gave our oldest daughter instructions on how to look after her younger siblings, and to inform her aunts and uncles if she needed anything. That Saturday at noon, we went to the bus station after we said our goodbyes and gave them the mother’s blessing that never fails.

We were happily watching the countryside until we reached the mountains in Durango; it’s a place they call Espin-azo del Diablo or the Devil’s Spine. When we were getting off the bus, I saw in the distance that a Coca-Cola truck had rolled over. There was an ambulance next to it attending to the ac-cident victims. We were stuck in traffic for almost four hours. Then, it started to rain really hard, and we couldn’t see any-thing. The rain fell so hard the thunder came in droves. Finally, the traffic started to move forward and we continued our trip. Along the way, we came across little houses built around the mountain. They had yellow and orange trees full of mangoes, while some rivers and streams traveled along with us from the top of the mountain.

Finally, we came to a town. We crossed a very wide bridge from which we could see many happy children swim-ming in the river. Then, we arrived to the city of Mazatlán where we had a very nice time. We ate in a very fancy restaurant and then we went dancing in the zona Dorada or Golden District. We were both very happy.

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Memorias del silencio vol. IX 87

The next day, we went to the ocean, and walked on the pier until early evening. Watching the sunset is the most beau-tiful sight I have ever experienced, as well as watching and lis-tening to the ocean’s waves. It was a very romantic and special evening.

We stayed there eight days and I mentioned that I would prefer to fly back because I was too afraid to travel on the devil’s spine again. My husband convinced me to return on the bus. I kept my eyes closed the whole trip back, while my husband happily took pictures.

This trip was how we celebrated our 20th wedding an-niversary.

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88 Memorias del silencio vol. IX

José Chavira

La Fotografía Navideña

Era el mes de diciembre del año 2004 y yo estaba muy emocionado porque llegaría la navidad y el año nuevo, fechas muy familiares para nosotros los mexicanos.

Yo vivía aun en Ciudad Juárez con mi esposa y mi hija, muy cerca de donde vivían mis padres. Mi familia y yo empe-zamos a hacer preparativos para la fiesta navideña desde sema-nas antes pues iba a ser una ocasión muy especial ya que, por primera vez en mucho tiempo, íbamos a lograr juntarnos mis seis hermanos y yo. Entonces llegó el día, llegaron muy arregla-dos todos, mis hermanos, mis sobrinos y demás parientes. Así que para mí fue un día memorable, una noche que quizá no se vuelva a repetir. Llegó el momento de abrir los regalos y luego nos tomamos las fotos para la posteridad. Recuerdo mucho una en donde aparecemos todos juntos con mis padres en la que nos vemos muy alegres y felices. Así que esa foto se quedó in-mortalizada en el flash de la cámara pero también en mi mente y en mi corazón y la llevaré por siempre en mi ser. Esa foto no necesito verla de nuevo porque tan solo recordarla me llena de nuevo de gratos recuerdos.

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Memorias del silencio vol. IX 89

José ChaviraTranslated by Sandra Camacho

Christmas’ Photo

It was December 2004 and I was very excited because the Christmas and the New Year will come. I kept making preparations in my mind for when that time arrived that is so familiar to us Mexicans.

I was still living in Ciudad Juarez with my wife and daughter, also very close to where my parents lived. My family and I started to make preparations for the Christmas party for weeks because it was going to be a very special occasion and finally we were going to achieve this year to get together for the first time in a while all of my six brothers and I. Then the day arrived, they came all dressed up, my brothers, nephews and other relatives. So for me it was a memorable day, a night that might not happen again. The time to open presents arrived and then we took the family photos. I remember well one where my parents, brothers, nephews and I appear together, because we are all very cheerful and happy. So that picture was immortal-ized in the flash of the camera but also in my mind and in my heart and I will hold it forever in my heart. I don’t need to see again that photo because just remembering it fills me up again witho great memories.

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90 Memorias del silencio vol. IX

Emiliano Nevarez

Cuando Decidí Emigrar a los Estados Unidos

En aquel entonces vivíamos en Ciudad Juárez. Mi espo-sa Silvia y yo teníamos una casa de nivel mediano y allí vivíamos bien y contentos. Entonces llegó el primer embarazo que, como en todo matrimonio, es el más esperado por ambos. Recuerdo en alguna ocasión que mi esposa me comentó que quería dar a luz en los Estados Unidos, para que nuestros hijos tuvieran más oportunidades. Yo le comenté que no me parecía buena idea ya que en México vivíamos bien y yo tenía un buen trabajo. Tanta era mi confianza en mí que yo no tenía pasaporte y ella sí. Después de cierto tiempo de embarazo, mi suegra fue a la casa por mi esposa para inscribirla en Casa de Nacimiento, lugar donde dan a luz las mujeres embarazadas. Mes a mes mi suegra la acompañaba a los chequeos médicos. Hasta que llegó el día del parto, el momento tan anhelado para nosotros. Pasa-ron las horas y los minutos y al fin mi esposa dio a luz a una hermosa niña a quien nombramos Mary. Al siguiente día la di-eron de alta y regresaron a la casa de mi suegra donde yo las esperaba ansioso. Al ver el carro de mi suegra me llené de júbilo y alegría porque conocería mi primera hija. Desde ese momento mi esposa y yo decidimos que haríamos un esfuerzo extra para que los hijos que tuviéramos nacieran en Estados Unidos. Y así fue, para el segundo em-barazo mi esposa y yo (quien para ese entonces ya había sacado pasaporte) teníamos la visa láser para poder cruzar la frontera. Exactamente toda la odisea que hizo mi suegra en el primer parto, me tocó hacerlo a mí y yo sin conocer absolutamente nada de este país. Pero eso no importó, porque cuando nació mi hijo ya se imaginarán la gran felicidad que sentí por tener un hijo varón.

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Memorias del silencio vol. IX 91

Desde el nacimiento de Eduardo, como lo bautizamos, las cosas se pusieron difíciles en Ciudad Juárez, tanto que de-cidimos emigrar a los Estados Unidos para que ellos pudieran estudiar y tener mejores oportunidades. Entonces nos vinimos para El Paso, Texas. Después de mis dos hijos, tuvimos tres más: Vianca, Stephanie y Sebastián. Gracias a Dios, y al esfuerzo de mi es-posa y mío, ya tenemos nuestra casa propia. Mi hija mayor ya es maestra y mi hijo Eduardo también está estudiando para maestro en literatura. Estamos contentos y felices.

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92 Memorias del silencio vol. IX

Emiliano NevarezTranslated by Sandra Camacho

When I Decided to Emigrate to the United States of America

During that time we lived in Ciudad Juarez. My wife Silvia and I had a medium size house where we lived well and happy. Then my wife’s first pregnancy came, as in every mar-riage the first child is the most anticipated by both. I remember on occasion that my wife told me that she wanted to give birth in the United States, in order for our children to have more op-portunities. I told her that it did not seem a good idea since I had in mind that we would never emigrate, since in Mexico we lived well and I had a good job. Such was my confidence that had no passport and she did. After some months of pregnancy my mother went to the house for my wife to register on Casa de Nacimiento, a place where pregnant women give birth. Every month my mother ac-companied my wife to medical checkups. Then came the long-awaited day for my wife and I, it was time for delivery. Hours and minutes passed and finally my wife gave birth to a beautiful baby girl who we named Mary. The next day she was discharged and returned to my mother’s house where I was waiting eagerly. Seeing my In-law’s car filled me with joy and happiness because I would see my wife and I would get to know my first child. Since then my wife and I decided we would do an ex-tra effort for the children so that they were born in the United States. And so, in the second pregnancy of my son Eduardo, my wife and I (after I had already taken out my passport) had the laser visa to move to the United States. I had to do the whole deal that my In-law made during the first pregnancy I did not know absolutely nothing about this country. But it did not mat-ter, because you can imagine the joy I felt when my son Edu-ardo was born.

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Memorias del silencio vol. IX 93

Since Eduardo’s birth, things got tough in Juarez, so we decided to immigrate to the United States so that my children could study there and have better opportunities. Then we came to El Paso, Texas. After my two children, we had three more: Vianca, Stephanie and Sebastian. Thanks to God and, to the efforts of my wife and I, we have our own home. My oldest daughter is now a teacher and my son Eduardo is studying to be a literature teacher. We are content and happy.

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Sergio Vázquez

Mi Sueño se Hizo Realidad

En 1985 tenía la ilusión de vivir en los Estados Unidos y desde ese entonces comencé a cruzar a la pisca de chile en Hatch, Nuevo México. Pasar el río no era difícil para mí pues era un jovencito todavía, tenía 15 años, y “traía las alas puestas”. Siempre que nos correteaba la migra me les escapaba, ya que era muy veloz y cruzaba sin que nadie me molestara. Hasta que las cosas fueron cambiando y decidí sacar mi pasaporte para poder entrar a este país sin preocupacio-nes. En 1993 lo obtuve y en 1998 mi esposa decidió venirse y luego traerme a mí ya que ella tenía documentos para vivir en este país. Al principio estaba preocupado pues, aunque ya estaba acá con mi familia, no tenía papeles para trabajar legal-mente. Entonces una prima suya me ayudó a conseguir trabajo en una construcción. Al principio todo se me hizo bien dife-rente pues yo estaba acostumbrado a trabajar en fábricas y no sabía muy bien cómo desempeñarme como albañil. Pero poco a poco fui conociendo el ambiente, más lugares y más gente hasta que logré entrar en una empresa de plomería, que era lo que me gustaba. Pero no todo era color de rosa. Empecé ga-nando el mínimo y éramos abusados verbalmente por nuestros patrones quienes nos amenazaban constantemente. Me tocó aguantarme, hasta que en 2009 pude arreglar mi estatus legal y entonces pude hacer lo que anhelaba: no trabajarle a nadie y crear mi propia empresa. El primer contrato lo conseguí tras luchar mucho pues, ya que era nuevo, nadie conocía mi trabajo. Pero por fin el presidente de una compañía de casas me dio su voto de confi-anza y pude comenzar a darle forma a mi sueño. Es lindo ver que todo lo que he buscado lo he logrado y todos los días le doy gracias a Dios por el regalo que me ha hecho. Hoy en día tengo siete trabajadores y cinco trocas en mi empresa: Servaz Plumbing.

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Memorias del silencio vol. IX 95

Sergio VázquezTranslated by Sandra Camacho

My Dream Came True

In 1985 I had the illusion of coming to the United States and since then I started to cross the border to reach the harvest of chile in Hatch, New Mexico. I stayed all week in some plac-es they called the barracks, which are some forgotten rooms. There we had dinner and bath every day. The river crossing was not difficult for me because I was a young man, I was fifteen, and “my wings were on.” Whenever the ‘migra’ was tagging us, I escaped them since I was very fast and since then I decided to get my passport to enter the country without worry or anyone bothering me. Until I reached my goal. In 1993 I got my passport and in 1998 my wife decided to come in and then she petitioned me, because she did have documents to live in this country. At first I was worried because although I was here with my family, I did not have papers to work legally. Then her cousin helped me to get a job in construction. At first it seemed to me very different because I was used to working in factories and I didn’t feel sure I could function well as a bricklayer. But gradually I got to know the environment and more places and more people until I got into a plumbing company that was what I liked, but not every-thing was promising. I started earning the minimum and we were verbally abused by our bosses who constantly threatened us. I had to put up with it until 2009 when I could fix my legal status and then I could start to work on what I wanted: to work individually and start my own business. I struggled a lot to obtain my first job, since I was new, no one knew my work, but finally the president of the housing company gave me his approval and I could began to shape my dream. It’s nice to see that everything that I have looked for, I have achieved and every day I thank God for the gift I have. Today I have seven employees and five trucks in my company: Servaz Plumbing.

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Oscar Torres

Mi Vida al Otro Lado

En 1990 yo tenía 5 años y estudiaba el kínder en Ciudad Juárez. Al terminar ese año un tío mío decidió cruzarme a El Paso, Texas. Recuerdo que no cruzamos por el puente, sino por el río, con la ayuda de una llanta inflada que tenía amarrada una tabla. Yo tenía mucho miedo porque el río tenía mucha agua y la corriente estaba muy fuerte. Sin embargo logramos cruzar. Al otro lado mi tío me tomó de la mano y empezó a correr al ver que se acercaba una camioneta blanca con verde, la camioneta de la migra. Seguimos corriendo hasta que por fin llegamos a un restaurante. Allí nos escondimos detrás de una puerta, al-canzábamos a escuchar las sirenas de la patrulla que pasaban y pasaban hasta que después de un momento todo se calmó. Después de un rato nos pusimos a comer la barbacoa que estaban cocinando ahí, olía riquísimo. Luego ordenamos unos burritos y en esas estábamos cuando de pronto entró un oficial de inmigración. De inmediato nos reconoció, al verme me guiñó el ojo derecho y me sonrió. Mi tío al verlo se puso nervioso y quiso salir rápido del restaurante pero el agente, al ver que nos levantábamos, nos dijo: - Los andan buscando, pero espérense otro rato. No se preocupen, yo los entiendo, yo también soy de Juárez y créanme no los voy a detener. Luego me miró y me preguntó: - ¿Vas a estudiar aquí? Yo le respondí que sí con la cabeza. - ¿Y qué quieres ser cuando seas grande? -No sé, no tengo papeles. Entonces me miró, agachó la cabeza y dijo: - No dejes que eso te detenga. Luego habló por un radio que tenía y por lo que pude entender creo que dijo que nos había perdido de vista.

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Memorias del silencio vol. IX 97

Pasaron dos años y mi madre cruzó igual que yo, en una llanta. Me fui a vivir con ella pero cuando cumplí 11 años se en-fermó mucho y desafortunadamente falleció. Me dolió mucho esa pérdida, me sentía muy solo, pero mi abuelita me acogió. Esa tragedia me llevó a madurar muy pronto, tanto que para ese entonces, tan joven que estaba, sólo pensaba en traba-jar y ayudar a mi abuelita. Por las mañanas me levantaba a las seis para ir a vender burritos en las fábricas que estaban cerca de la casa antes de ir a la escuela. Luego me iba a estudiar y en la tarde hacía mi tarea. Al terminar me iba al vecindario a vender dulces mexicanos que eran muy apetecidos por toda la gente. Empecé a juntar dinero y al terminar la primaria empecé la secundaria. A los 14 años, y con el dinero de las ventas de los burritos y los dulces, compré mi primer carro: un Nissan Ac-cent 85. Pasó un año más y yo ya estaba en segundo de prepara-toria. Pero me tuve que salir de la escuela porque mi hermana había tenido gemelos y no nos alcanzaba para la comida. Mi abuelita, para ese entonces, había conseguido con préstamos una trailita en Horizon y en cuotas la fuimos pagando junto con el terreno donde estaba. Finalmente, cuando pagamos todo, vendimos la trailita y empezamos a hacer una casa mediana que aún estamos construyendo poco a poco porque no he tenido trabajo para comprar más material. Ahora me encuentro en las clases de GED, luchando por una meta más en mi vida. Yo sé que con esfuerzo y fe en Dios la voy a cumplir.

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Oscar TorresTransalated by Sandra Camacho

My Life on the Other Side

In 1990 I was 5 years old and studying in Ciudad Juárez kindergarten. At the end of that year my uncle decided to cross paths to El Paso, Texas. I remember I did not cross the bridge, but by the river, with the help of an inflated tire that was moored by a table. I was very scared because the river had plenty of wa-ter and the current was very strong. But we managed to cross. From across my uncle took me by the hand and began to run when he saw a white green van approaching. We ran until we finally arrived at a restaurant. There we hid behind a door, we were able to hear the sirens of border patrol’s van passing and passinguntil after a moment everything became silent. After a while we started to eat the barbecue they were cooking there, it smelled delicious. Then we ordered some burritos and we were about to eat when suddenly an immigration officer entered. We were immediately recognized, seeing me right in the eye, he winked and smiled. My uncle got nervous when he saw him and wanted to quickly exit the restaurant but the agent, seeing that we were up to, he said:

“They are looking for you, but wait another moment. Don’t worry, I understand you, I’m also from Juarez and believe me, I will not stop you” Then he looked me and asked “Are you going to study here?”I replied with a nod.“What do you want to be when you grow up?”“I don’t know, I have no papers.”Then he bowed his head and said:“Don’t let that stop you.”Then he spoke on by radio that he had and from what I could understand I think he said he had lost sight of us.

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Memorias del silencio vol. IX 99

Two years passed and my mother crossed just like me, in a tire. I went to live with her but when I turned 11 she be-came very ill and unfortunately she died. It hurt so much to lose her, I felt very alone, but my grandmother took me back. That tragedy led me to mature quickly, so much that by then, as young as I was, I was thinking only on working and helping my grandmother. In the morning I got up at six to go and sell burritos at the factories that were near the house before going to school. Then I went to school and did my homework in the evening. At the end I went to the neighborhood to sell Mexican candies that were desired by all people. I started to raise money to finish elementary school and then to start mid-dle school. At 14, and with the money from the sales of burritos and sweets, I bought my first car: a Nissan Accent 85. A year passed and I was a sophomore in high school. But I had to leave school because my sister had twins and did not have enough money to feed them. My grandmother, by then, had gotten a trailita in Horizon, got it on loan and were paying it in installment plans, along with the field where it was. Finally, when we paid everything we sold the trailita and start-ed to construct a medium sized house that we are still building slowly because I have not had a job to buy more material. Now I am in GED classes, fighting for a goal in my life that I know that I will fulfill with hard work and faith in God.

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100 Memorias del silencio vol. IX

Sobre los traductores/ About the Translators

Sandra Camacho received her Bachelor of Arts in Spanish and a minor in education from the University of Texas at El Paso in Fall 2010. She recently received her Masters of Business Ad-ministration from the same institution in Spring 2013. Sandra is currently working as a high school Spanish teacher in Kan-sas City, Missouri through the national organization, Teach for America.

Jeannette Monsivais is a Ph.D. candidate in Rhetoric and Pro-fessional Communication at New Mexico State University. She taught English Literature, Spanish, and French at Loretto Acad-emy from 2007-2012. She received her M.A. in Communica-tion in 2007, and her B.A. in French with a minor in Spanish in 2000 from the University of Texas at El Paso. She currently livesin El Paso with her daughter.

Laura Cesarco Eglin is a poet and translator from Uruguay. She is the author of Llamar al agua por su nombre (Mouthfeel Press, 2010). Her poems have appeared or are forthcoming in jour-nals such as MiPOesias; The Acentos Review (US), Metrópolis; Periódico de Poesía (México), La Farola; TXT. (Uruguay). Her second book, Sastrería, is forthcoming from Editorial Yaugurú. For more information please visit http://laucesarco.blogspot.com/

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Memorias del silencio vol. IX 101

El volumen IX de la serie Memorias del silencio es el resultado de una colaboración entre BorderSenses y El Programa de Educación para Adultos de

El Paso Community College.

BorderSenses (est. Fall 2000) es una organización literaria no lucra-tiva que promueve proyectos educativos a partir del arte y la literatu-ra y provee espacios en los que escritores y artistas pueden compartir su trabajo.

El Programa de Educación para Adultos de El Paso Commutniy College ofrece educación gratuita y servicios de apoyo que incluyen GED (equivalente de preparatoria), educación para la salud y alfabetización para residentes de la comunidad de El Paso con desventajas económicas y académicas.

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Volume IX in the series Memorias del silencio is the outcome of a collaboration between BorderSenses and El Paso Community College´s

Community Education Program.

BorderSenses (est. Fall 2000) is a non-profit literary organization that promotes educational projects using art and literature and pro-vides venues for writers and artists to share their work.

El Paso Community College´s Community Education Program provides free educational and support services, including ESL, literacy, GED, health literacy, and community literacy instruc-tion to economically and academically disadvantaged residents of El Paso County.

Memorias del silencio: Footprints of the Borderland Vol 9

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