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    LA PlEZA OSCURA

    POEMAS

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    L A P I E Z A O S C U R A1 9 5 5 - 1 9 6 2

    L

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    @ Enrique Lihn, 1963Inscripci6n NO 27.085.

    Campuesto can Linotype Bodoni e impresoen 10s talleres de Editorial Universitaria, S A.

    San Francisco 454.Portada de Sibila Serioret.

    Proyect6 la edici6n Mauricio Amster.

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    E N R I Q U E L I H NL A P I E Z A OSCURA .1 9 5 5 - 1 9 6 2

    E DI T OR I A L U N I V E R S I T A R I A , S. A.

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    I C E

    C U R A - 1 5E L P A D R E C O N S U H I J O D E M E S E S - 8E L V I E J O C O N L A M U E R T E - 2 3L R I E L A M I S T R A L - 2 6- 9

    N E L J A R D I N -N A - 3 34

    C M A T R I M O N I O4041

    3 2

    - 38

    ) E L A C A S A - 4 7

    DE P U N T A A R E N A S - 5 0

    - 3

    L O S D E R O K H A - 6 4

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    H A Y P Q E T A s en Chile y Enrique Lihn es uno de ellos, unode 10s verdaderos. Es, ademks, un poeta que reside en el va-lle de la poesia, sin que por eso se haya vuelto provinciano, sinque por eso viva del pasado, afiorando otra 6poca, ensofiandola Arcadia perdida. Otros, a la manera de Alejandro deMacedonia, simplemente cortaron el nudo gordiano y, conla espada en la mano, partieron hacia continentes hostiles parasometerlos a1 imperio de la poesia por la agresibn. A1 menosuno de ellos empufiaba la espada migica bexcalibur7.EnriqueLihn, con sus dedos sensibles y pacientes, deshace ese nudocuando se le antoja y vaga tranquilamente en territorios ex-tranjeros, sin que nadie lo resista. L0s m5s audaces, en mediode la refriega, lo encuentran a su lado con las manos en 10sbolsillos, per0 con 10s ojos abiertos y, aunque febril, alerta.Desaparece y luego regresa a1 terreno de lo po6tico. EnriqueLihn no est5 del todo bien como no lo est5 nadie. No obstan-te sale a peregrinar y, por eso, lo que nos dice fluye de laexperiencia efectivamente tangible a la surrealista del delirio:&Nosperdimos realmente en el bosque? Esto podria ser corn

    el clamdel sueiio.. .Las hops d a icen queno est6 claro en l as hojas..

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    s610 Ea fiebre habla de lo que en ella hnbla con una voz distintncada vez.

    La gran magia de la poesia de Enrique Lihn reside parami, su lector, no tanto en la mmsica de sus ideas, como en elmurmullo subterrhneo, sub etivo, subsexo, subansia que la reco-rre. Nos produce un sobresalto como el rumor que anuncia untemblor y que pasa sin destruir nada, pero que agita el coraz6nporque nos deja con nuestra mortalidad anudada en el cuelloy nuestra carne temblorosa, aiiiarrada a la vida, a la angustiade siis deseos. Para usar sus propias palabras:Imposible distinguir entre el sudor y lashigrimas que se disputan

    dos bocas resecas.

    Schopenhauer decia: la mmsica nunca expresa 10s fentjme-nos, s6lo el ser interior, la esencia de 10s fen6menod y la poesiahace lo mismo, no cuando intenta ser mmsica, un campanilleode palabras plateadas, sin0 cuando sus imligenes surgen en olea-dasy nos acosan en la sangre misma. La mmsica po6tica de Lihnresuena en nosotros cuando sus imigenes se empavonan ellasmismas y, antes de que Sean vistas del todo, se transmutan ensensaci6n interna. El encuentro dialectic0 entre la imagen y losentido la esfumay termina en nosotros en una vibracicjn tensaque gime. Dice:Se levantnn 10s aiios empavonados del aire que entra a1vidriciltckonos la m h e de un bosque inexpugnable.

    invernadero lleno de vidrios rotos

    Esto no es mera vaguedad. La imprecisi6n denotativa nocorresponde a una imprecisicjn emotiva. Se crea una lucha dia-16ctica de imagen y sentir, por cuanto 10s aiios empavonadosdel aire levantan, visualmente, una estructura muy semejante

    ,

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    a1 invernadero lleno de vidrios rotos y, sin embargo, esta es-tructura se deshace y entra bempa~~nada71 invernadero. Esque el empavonamiento de 10saiioses otra cosa a1 del vidrio y,no obstante, 10s vidrios, a1estar Cbr~tos7,ertenecen tambikn a1orden del tiempo. Finalmente, estamos perdidos en la noche deun bosque inexpugnable vidriada. El choque de estas imige-nes fragmentarias, desvanecientes, nos da una resonancia em-pavonada, vitrea. iD6nde estamos? Lo que hay)es el bos-que inexpugnable. Este bosque tiene .. un pavoroso adentro.El mundo poetic0 de Lihn e8un mundo que debemos arriesgar-nos a explorar. Este libro nos da la oportunidad de ello.

    I J O R C E E L L I O T T

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    A mis padres.

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    L A P I 1 Z A O S C U R A

    La mixtura deamenazac

    una vaga llovi:De ese licor in

    precocidzjuntos para rei

    no ignortjuego de manoque una prime

    para unadukes como UI

    Y asi empez6 ique se at:entre unay otr

    cerrar decon un imperctCentrindose en

    dos en dosu ofensa-

    la rueda dio UIinvenci6n

    en el sentido d

    1aire en la pieza oscura, como si el cielorraso hubiera10ma sangrienta.halamos, la nariz sucia, aimbolo de inocencia y deidnnudar nuestra lucha en secreto, por no sabiamosibamos qu6 causa;s y de pies, dos veces villanos, pero igualmente dukesra phrdida de sangre vengada a dientes y uiias 0,muchachala primera efusi6n de su sangre.

    I girar la vieja rueda --simbolo de la vida- la ruedaisca como si no volara,a generacibn, enun abrir deojos brillantes y unojos opacos:ptible sonido musgoso.i su eje, a imitacihn de 10s niiios que rodiibamos de1, con las orejas rojas -simbolos del pudor que saborea- abiosamente tiernos,ias vueltas en falso como en una edad anterior a lade la rueda

    e las manecillas del reloj y en su contrasentido.

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    Por un momento rein6 la confusi6n en el tiempo. Y yo mordi,largamente en el cuello a mi prima Isabel,

    en un abrir y cerrar del ojo del que todo lo ve, como en una edadanterior a1pecado

    pues simulibamos luchar en la creencia de que esto haciamos;creencia rayana en la fecomo el juego en la verdad

    y 10s hechos se aventuraban apenas a desmentirnoscon las orejas rojas.Dejamos de girar por el suelo, mi primo Angel vencedor de Paulina,

    ninfas en un capullo de frazadas que las hacia estornudar -olor

    Esas eran nuestras armas victoriosas y las suyas vencidas

    mi hermana; yo de Isabel, envueltas ambasa naftalina en la pelusa del fruto-.

    confundiedose unas con otras a modo de nidos como celdas,de celdascomo abrazos, de abrazos como grillos en 10s piesy en las rnanos.

    Dejamos de girar con una rara sensaci6n de vergiienza, sin conseguirformlarnos otro reproche

    que el de haber postulado a un &xito tan fb i l .La rueda daba ya unas vueltas perfectas, como en la Bpoca desu

    aparicibn en el mito, como en su edad de madera reci6ncarpintereada

    con un ruido de canto de gorriones medievales;el tiempo volaba en la buena direccibn. Se lo podia oir avanzar haciamucho mis ripido que el reloj del comedor cuyo tic-tac se enardecia

    El tiempo volaba como para arrollarnos con un ruido de aguas

    nosotrospor romper tanto silencio.espumosasm6sripidas en la proximidad de la rueda del molino,con alas de gorriones -simbolos del salvaje orden libre- contodo 61 por finico objeto desbordante

    y la vida -simbolo de la rueda- se adelantaba a pasar

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    tempestuosamente haciendo girar la rueda avelocidad acelerada,como en una molienda de tiempo, tempestuosa.de golpe, presa de dulce, de empalagoso pinicola crueldad del coraz6n en el fruto del amor, la corrupci6ndel fruto y luego.. .el carozo sangriento, afiebradoy seco.

    Yo solt6 a mi cautiva y cai de rodillas, como si hubiera envejecidocomo si hubiera conocido, mis al li del amor en la flor de su edad,

    iQu6 seri de10s niiios que fuimos? Alguien se precipit6 a encenderSc.nosbuscaba ya enel interior de la casa, en las inmediaciones delPer0 siempre hubo tiempo para ganirselo a 10s sempiternos

    la luz, mis ripido que el pensamiento de las personas mayores.molino: la pieza oscura como el claro de un bosque.cazadores de niiios. Cuando ellos entraron a1 comedor, alliestibamos 10s ingeles sentados a la mesamujeres a1 otro-

    ojeando nuestras revistas ilustradas -10s hombres aun extremo, lasen un orden perfecto, anterior a la sangre.En el contrasentido de las manecillas del reloj se desatasc6 la rueda

    antes de girar y ni siquiera nosotros pudimos encontrarnosa la vuelta del vhrtigo, cuando entramos en el tiempo

    como en aguas mansas, serenamente veloces;en ellasnos dispersamos para siempre, a1 igual que 10s restos deunPer0 una parte demi no ha girado a1 compis de la rueda, a favor deNada es bastante real para un fantasma. Soyen parte ese niiio quedulcemente abrumado de imposibles presagiosy no he cumplido alin toda mi edadni llegarh a cumplirla como 61de una sola vezp para siempre.

    mismo naufragio.la corriente.cae de rodillas

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    M Q N O L O G Q DE L P A D R E C O N S U H I J O DE M E S E S

    Nada se pierde con vivir, ensaya;aqui tienes un cuerpo a tu medida.Lo hemos hecho en sombrapor amor a las artes de la carnepero tambihn en serio, pensando en tu visitacomo en un nuevo juego gozosoy doloroso;por amor a la vida, por temor a la muertey a la vida, por amor a la muertepara ti o para nadie.Eres tu cuerpo, thmalo, haznos ver que te gustacomo a nosotros este doble regaloque te hemos hecho p que nos hemos hecho.Cierto, tan s610 un pocodel vergonzante barro original, la angustiay el placer en un grito de impotencia.Ni de lejos un pi jaro que se abre en la bellezadel huevo, a plena luz, ligero y jubiloso,s610 un hombre: la fieravieja de nacimiento, vencida por las moscas,babeante y resoplante.Pero vivey veri,el monstruo que eres con benevolencia

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    abrirun ojo y otro asi de grandes,encasquetarseel cielo,mirarlo todo como por adentro,preguntarle a las cosas por SUB nombreereir con lo que rie, llorar con lo que llora,tiranizar a gatos y conejos.Nada se pierde con vivir, tenemostodo el tiempo del tiempo por delantepara ser el vacio que somos enel fondo.Y la niiiez, escucha:no hay loco mhs feliz queun niiio cuerdoni acierta el sabio comoun nifio loco.Todo lo que vivimos lo vivimosya a10s diez aiiosmiis intensamente;10s deseos entoncesse dormian 10sunosen 10s otros.Venia el sueiio a cada instante, el sueiioque restableceen todo el perfecto desordena rescatarte de tu cuerpoy tu alma;alli en ese castillo movedizoeras el rep, la reina, tus secuaces,el buf6n que se rie de si mismo,loa piijaros, las fieras melodiosos.Para hacer el amor, aUi estaba tu madrey el amor era el beso de otro mundo en la frente,con que se reanima a 10s enfermos,una lectura a media voz, la nostalgiade nadie y nada quenos da la mmsica.Per0 pasan 10s aiios por 10s afiosy he aqui que eres yaun adolescente.Bajas del monte como Zaratustraa luchar por el hombre contra el hombre:

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    grave misi6n que nadie te encomienda;en tu familia inspiras desconfianza,hablas de Dios enun tono sarcistico,llegas a casa a1 otro dia, muerto.Se dice que enamoras a una vieja,tehan visto dando saltos en el aire,prolongas tus estudios con estudiosde 10s que se resiente tu cabeza.Nohay alegria que te alegre tantocomo caer de golpe en la tristezani dolor que te duela tan a fondocomoel placer de vivir sin objeto.Grave edad, hay algunos que se matanporque no pueden soportar la muerte,quienes se entregan a una causa injustaen su sed sanguinaria de justicia.Los que mis bajo caen son10s grandes,a 10s pequeiios les perdemos el rumbo.En el amor se traicionan todos:el amor es el padre de SUB vicios.Si una mujer se enternece contigole exigiris te siga hasta la tumba,que abandone en el acto a sus parientes,que instale en otra parte su negocio.Per0 llega el momento fatalmenteen que tu juventud te da la espalday por primera vez su rostro inolvidable en tanto huye deti que

    a salto de ojo, inmbvil, en una silla negra.Ha llegado el momento de hacer algoparece que te dice todo el mundoy t l i dices que si, con la cabeza.Enplena decadencia metafisica

    la persigues

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    caminas ahoraimpecablemen

    abre pas1dispuesto a to1El esquema q~

    cielo dejDeun tiempoVives de lo quhas entrado erHay F e eliciieres, por fin, u

    agua.

    Y ns i Degasa Icomo quien vudespuks de uncorto de reviviite espera en ti .con 10s brazospor un instantemirarte larga yen el espejo quApoyado en lejvas y vienes decontigo mismoNo hay tiempode tu generaciciy convertirte er

    No hay tiempoembellecido poiSe te ve en tod:en torno a cualc

    Iconuna libretita de direcciones en la mano,ite vestido, con la modestia deun hombre joven que seo en la vidado.ue tehiciste de las cosas hace aire y se hunde en elindolas a todas en su sitio.a esta partetemueves entre ellas como un pez en elLe ganas, ganas lo que mereces, mereces lo que vives;i vereda con tu cruz a la espalda.!arte:n hombre entre10shombres.riejoelve asu pais de origenbreve viaje interminable., largo de relatarla muerte, tu esqueletoabiertos, per0 tti la rechazas,quieressucesivamente

    e se pone opaco.anos. ransetintesnegro, a1 trote, conversandoa gritos, comoun pijaro.que perder, eres el tiltimon en apagar el sol1 polvo.

    que perder en estemundoc su fin tan prbximo.I S partes dando vueltaspier cosa como en Bxtasis.

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    De tus salidas a la calle vuelvescon 10s bolsillos llenos de tesoros absurdos:guijarros, florecillas.Hasta que un dia ya no puedes luchara muerte con la muertey te entregas a ellaaun sueiio sin salida, m6s blanco cada vezsonriendo, sollozando comoun niiio de pecho.Nada se pierde con vivir, ensaya:aqui tienes un cuerpo a tu medida,lo hemos hecho en la sombrapor amor a las artes de la cameper0 tambikn en serio, pensando en tu visitapara ti o para nadie.

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    MONOL OGQ DE L V I E J O C O N L A MU E R T E

    Y bien, eso era todo.Aqui tiene la vida, mirese en ella como enun espejo,empiiiielacon su iiltimo suspiro.Este es Ud. deniiio,entre otros niiios de su edad;ise reconoceria a simple vista?Le han pegado en la cara, llora a liigrima viva,le han pegado en la cara.All i est6 varios aiios despuks, con su abuelofrente al primer cadiver de su vida.Llora a1 viejo, parece que lo lloraper0 es mis bien el miedo a lo desconocido.El vuelo de una mosca lo distrae.Y aqui vienen susvicios, las pequeiias alegrias deun cuerpoquince aiios de came miserable;y las virtudes, ciertamente, que luchancon gestosmisvacios que ellas mismas.Un gran amor, laperla desu barriole roba el coraz6n alegrementepara jugar con 81a la pelota.El seminario, entonces,lehan pegado en la cara. Ud. pone la otra;

    reducido a su minima expresiGn,

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    per0 Dios dura poco, 10s tiempos han cambiadoy helo aqui cometiendo una herejia.V6ase en ese trance, eso era todo:asesinar a un muerto que le grita: no existo.Existen Marx y el diablo.Recuerde, ese es Ud. a 10s treinta aiios;no ha podido casarsecon su mujer, con la mujer de otro.Vive en un subterrineo, en una criptade lo que se le ofrece, sin oficio,esquelkticamente, como un santo.Defotro mundo viene ciertas nochesa visitarlo el padre de su padre:-Vuelve sobre tus pasos, hijo mio, renunciaa1paraiso rojo quete chupa la sangre.Total, si el mundo cambia a caiionazos,antes que nada moririn 10smuertos.Piensa en ti mismo, instala tu pequeiio negocio.Todo empieza por casa.

    Mirese bien, es Ud. ese hombreque remienda su hi ca camisallorando secamente en la penumbra.Viene de la estacibn, se ha ido alguien,per0 no era el amor, s610 una enfermade eierta edad, sin hijos, decidida a olvidarloen el momento mismo de ponerse en marcha.Ud. se pone en su lugar. No sufre.iEso era el amor? Y bien, si, era eso.Tranquilo. Una mujer de cierta edad. Tranqnilo.Mirela bien, iqui6n era? Yano la reconoce,es ella, la que odia sus calcetines rotos,la que le exigey le rechaza un hijo,

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    la que finge dormir cuando Ud. llega a casa,la que le espanta el suefio para pedirle cuentas,la que se rie deSUB libros viejos,la que le sirveun plato vacio, con sarcasmo,la que amenaza con entrar de monja,la que se eclipsa a1 fin entre la muchedumbre.Y bien, eso era todo. VBaseUd. de viejoentre otros viejos de su edad, sentadoprofundamente en una plazc piiblica.Agita Ud. 10s pies, le tiemblaun ojo,lo evitan las palomas que comen a suspiesel pan que Ud. les da para atrahrselas.Nadie lo reconoce, ni Ud. mismose reconoce cuando ve su sombra.Lo hace llorar la mrisicaquenada le recuerda.Vive de SUB olvidosen el abismo de una vieja casa.iPor quB pues no morir tranquilamente?iA qu6 viene todo esto?Basta, cierre 10s ojos;no se agite, tranquilo, basta, basta.Basta, basta, tranquilo, aqui tiene la muerte.

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    E L E G I A A G A B R I E L A M I S T R A L

    DirHn que se ha dormido para siempre, dirinqueun ala color fuego y otra color cenizael Hngel de su voz baja por ellalleno deun Cristo iinico: impaciente en la espera;que esperezindose desu vida profundanunca bien conciliada como suefio de exiliocon ojos que BUS ojos de polvo le cegarontodo lo ve ensuDios que lo ve todo.Y cae alli donde estuvo su pechodesenredado el nudo que la hizo cantar;silencio &ora guarda, feliz, como de nifio.Dirin que est6 en la Gloria.DirHn que est; en la Gloriay que se encuentra en ellauna auna susperdidas como enun arena1donde acampara el reino del que fue reina.Sumadre se le ofrece nuevamente en la jarraen que lebebe el rostro conel suyo mil aiios.Seyerguey he ahi 10s nifios queno tuvo;su amor luce enel cielo carne y hueso divinoa.Jbvenes de otra edad, fantasmas vivoscallan para que habley es en Elqui, su valleaun paso de paises que le dan alegria.Dirk queeamy0 el eeno de 10souyos.

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    Son palabras, palabras cque, como siempre tiene lasu presa en un silencio qut

    Palahras, si. Per0 algo suercomo en un verso mio un V Ide vivo y cierto y creoy sebajo la sombra que le da I INo hay secreto ninguno enque no sea el azul de su sety si otro mundo existe el sEnero corre incr6dul0, apehombrey buey a la vez, peY un absurd0 solemne se puna misa solemne.No me muevo de aqui, no viene en su lugar otra queLa tierra apoderada del c ubailari a1 paso lento del coy el Cristo mendicante qutseri s610 una cruz de una 1esplendorosay fria como tNiiias de blanco, en blanccbostezarin el sol hasta queseguido del ej6rcito su pri

    No me muevo de aqui don1en su libro, en su voz que 1toda una noche de cerradaAgua que se bebi6 vuelve Ide una sed, maravilla de1Compaiiia nos hace el pary la sal que aprendieron,1

    reo oirle a la tierraraz6n, cogey muele

    5 desvela a las viboras.

    laenellasersosuyoabreel cielolimano.el azulcreto01lo abrazaria.gado a sus diaslrro salvaje.. .repara:bajo a la ciudad,era apenas su sierva.erpo de Gabrielalrtejo en las calles5 am6 como mendiga)ieza, doradareinta monedas.),demasiado inocentesl entre en escenamo, el gran soldado.

    deest5 ella,leleemosvigilia.a embriagarnos18 aguas.1, su hermanopoco a poco, SUB sienes.

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    Envejecemos con BUS criaturasen el desierto que las guarda vivaspara un dia feliz no venidero;y muere, ante nosotros, la extranjeraen una soledad quenos ahoga.Cabe en un redondel de luz la Americaque un coraz6n contuvo en un gesto de amor.La vida innominada no vive en nuestra viday cuando es justa como lo essupalabraparece que las cosas s6lo existenpara corroborarla desde lejos.A1 sol del Tr6pico lo alumbra Gabrielala que levanta a signos toda una cordillera;y el maiz tiene ojos que ella mira y la miraninnumerablemente como a madre gigantacomo el verde amarillo de agradecimiento.Mil aiios esperaron que naciera, sus hijos.Y no ha nacido el dia de 10s dias para ellacuerpo s610 es ahora que se encarna en la tierra,ola que pierde espumas desu nombreen la fosa comh del mar del fondo.Por mi parteyonada ledeseo,busco su dicha alli donde encontr6 su dicha;el canto, cuands es bello, cura el dolor que mientay le sobra belleza para el dolor mhs ancho.Creo verla poner asu desgraciael rostro gravey dulce que espejea en suverbo.Escuchemosla hablar, roto el silenciono atinaremos a llamarla ausente.

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    I N V E R N A D E B O

    iQu6 sersi de nosotros, ahora? NOS sorprendi6 esa noche, parainfundihndonos el sueiio de la herrumbre del pozo o reencontramosy se nos hizo un poco tarde en el jardin un poco nochei junto a1las narices, las manos empavonadas de bosque, las manos maculadas

    siempre en el bosqueen la tarde el buen camino familiarinvernaderode herrumbre del brocal, el escozor en las orejas flagrantes,el cuerpo del delito pegado a las orejas:

    la picadura, el rastro deun insect0 benigno?i0 nos perdimos, realmente, enel bosque? Esto podria ser comonuestra presencia en la queno se repara si no como se admite elbien entrada la noche, cuando en una penosa reuni6n familiar todopor retenerlo arriba, en la clausurada pieza de juegos. Porque algonoseste jardin me habla si estuvikramos despiertos; per0 entre61ya nuestra edad real como a una falsa evidencia)se levantan 10s afios empavonados del aire que entra a1 invernaderovidriiindonos la noche deunbosque inexpugnable.

    el claro del suefio:recuerdo agridulce de 10s niiiosel mundo se ha esforzado en van0diria sin dudanosotros ( nos hemos entregado

    lleno de vidriosrotos

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    Y alli afuerano hay nadie, todo el mundo lo diria si lo pregunt5ramosen voz alta; y si senosescuchase preguntarlo; o si se consintiera

    en recoger esta absurda pregunta. Nadie, salvo el reflejo difuso detodos 10s rostros

    en 10s vidrios intactos empavonados de nadie.Las hojas nada dicen queno est6 claro en las hojas. Nada dice laqueno sea recuerdo; s610 la fiebre habla de lo queen ella hablacon una voz distinta, cada vez. S610la fiebreesdiferente a1ser delo que dice.Y alli afuerano hay nadie

    memoria

    Pero, iqui: seri de nosotros ahora?

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    N A V I D A D

    iTendremos el valor de reunirnos esta nochepadres y herrnanos, la novia que no tiene a donde ir, el vecinoY el buen amigo de la infancia -qu6 seria de ella sin 61-el buen camino entre su coraz6ny el nuestro?

    cordia1?jencontrarii esta noche

    El cardo ha destronado a 10sniiios que fuimos y fantasmas perdidosbuscamos una calle en el desierto, la calle de la infancia,el buen camino entre el polvo y nosotros,nuestras ltigrimas en 10s charcos de agua pantanosa.

    en el reino del cardo

    311

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    E L B O S Q U E E N E L J A R D I N

    iQuB seri de nosotros. Volvimos, entonces, sobre nuestros pasos10s atolondrados actores fuimos falsos testigosp, mientras senosque desistiriamos de repetir la aventura, ella que todo lo habia tomadoligindonos a su destino nos abandonaba a la miseria del nuestro?

    o de esa r6pida escena familiarobligaba a prometerde nosotros

    Nuestros padresnos reservaron un despertar olvidadizo. El pozoy en el camino de la selva se levantaba una tapia; enun jardinla migraci6n de 10s pequeiios salvajes.

    fue cegadocomo otros, nada que recordara

    Y se nos cuenta acaso entre el niimero de 10s ausentesque es forzoso admitir en toda reunihn, una especie de fantasmasper0 de esos que nadie invocaria, pues siempre estin alli, en su lugaresperando el momento de aparecer en escena, s610 por un momento

    que nadie les disputay que nadie quisiera disputarles.

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    F I N D E S E M A N A

    Volveremos a la vida, nos prometieron las florespor boca desu hermana mayor. Me parece estar vikndola. De piedonde las frutas confirmaban a las flores. Si. Si. Como nosotras.Est6 claro que el sol entra tambikn por 10s oidos; sucede cuandoporque, de veras, las flores dijeron por su boca, enun momento0bien: iVendrin Uds. el aiio que viene? Y algo asi como:

    frente a la mesa ofrecikndonosel canastillo

    uno Cree escuchar visiones,de ansiedad: Volveremos a la vida.GbEntonces, 10s conejos.. .

    La tentaci6n es el primer recurso de la mujer y el liltimo.En esa aldea tan pr6xima al cielo lo natural era que la serpientecomo antes de entrar a1 paraiso, cuando Bste eraun pueblo entre

    jugara un pequeiio papelotros, el tosco letrero de madera borrado por el polvo de lagran ruta.

    Si, se asiste a1 nacimiento del mundo en las aldeas que visitamoecuyo camino extraviariamos si senos ocurriera rehacerlo.El agua se distingue apenas de la luz, la tierra abraza en 10s rincones,

    la tierra color fuego que, de repente, fluye,10s elementos no responden sino al eco desunombre.

    s610 una vez

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    E P I S O D I O

    No me resolvi nunca a abandonar la casa en el momento oportuno.Del otro lado del cerco se me hicieron las seiiales convenidas.La trepidaci6n de un viejo autom6vi1, el graznido de las gaviotasy se abstuvieronya de razonar y de advertirhundi6ndose en el polvo victorioso, con la cabeza pesada.

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    G A L L 0

    Este gallo que viene de tan lejos en au canto,iluminado por el primer0 de10s rayos del sol;este rey que se plasma en mi ventana con aucorona viva, odiosamente,no pregunta ni responde, grita en la Sala del Banquetecomo si no existieran sus invitados, las girgolasy estuviera mia solo que su grito.Grita de piedra, de antigiiedad, de nada,lucha contrami sue50 per0 ignora que lucha;suaesposasnocuentan para 81ni el maiz que en la tarde lohar6Se limita a aullar como un hereje en la hoguers de sua plumas.Y ea el cuerno giganteque sopla la negrura al caer a1 infierno.

    besar el polvo.

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    B A R R 0

    IBarro, rencor inagotable. Toda otra fuente termina por cedera la presi6n de esta materia original.Losdias del agua est6n contados, per0no asi 10s dias del barroque sustituye a1 agua cuando ciegan el pozo.No asi 10s dias del barro quenos remontan al shptimo dia.De nifios jugibamos con 81, nada tiene de extrafio que juegue con10s creados a imagen y aemejanza suya.

    nosotros.

    Dios padre, Dioshijo, Dios espiritu santo:tierra y agua; luego el barro queen el principio era.Un solo sentimiento en el origen ,de todos:este rencor inagotable.

    mTarde o temprano volveremosa aer razonables.Est5 enel orden de las cosas, nada se sabe de ellas mientrasno lascomo si nada hubiera sucedido.

    tomamos con relativa calma,

    E 3 6

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    No hay m6sextraiio queuno. Es la apariencia de otro quien termin6por aceptar finalmente una invitaci6n reiterada.Mepareci6 ver am i sombra cuando le abri la puerta, justo en elLa funci6n habia comenzado. Adelante. Adelante.Te estibamos esperando, dije yoy ella dijo: No reconozco a 10scon un curioso temblor en lavoz.

    por frecuentarnos,

    momento en que ibamos a salir.

    ingratos

    ,

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    R E C U E R D O S D E M A T R I M O N I O

    Busc6bamos un subsuelo donde vivir,cualquier lugar queno fuera una casa de hu6spedes. El paratomaba ahora su verdadero aspecto: uno8 de esos pequeiiosque se arriendan por un precio todavia razonableper0 a las seis de la mariana. Ayer, no miis, lo tom6 un matxMientras ibamosp veniamos en la oscuridad en direcciones c;El hombre esun lobo para el hombrey el lobo una dueiia de

    de pensi6n con 10s dientes cariados, htimeda en las axildudosamente viuda.Y alli dondeel peri6dico nos invitaba avivir se alzaba un aE

    un nuevo foco de corrupci6n conyugal.

    perdidodepartamentos

    joven.

    de tres pisos:

    Mientras fbamosp veniamos en la oscuridad, mis distantes eellos ya estaban alli, estableciendo su nido sobreuna base 86:ganiindosela simpatia del conserje, tan hosco con 10s extraiicomo ansioso de inspirarles gratitud filial.

    del otro a cada paso

    is0

    simonioapciosas.,: casa[as,kmo

    1 unolida,OS

    No se lee habri escapado nada. Seguramente el nuevo ascensoristaLa pareja ideal. A la hora justa. En el momento oportuno.recibi6 una propina.

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    De ellos, 10s invisibles, s610 alcanzibamos a sentir su futura presencianuestras sombras tomadas de la mano entre 10s primeros brotes delun remanso de blanca luz nupcial.

    en un cuarto vacio:sol en el parquet,

    Pueden verlo, si quierenper0 han llegado tarde.Senoshacia tarde.Se hacia tardeen todo.Para siempre.

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    D E S T I E M P O

    Nuestro entusiasmo alentaba a estos dias que correnentre la multitud de la igualdad de 10s &as.Nuestra debilidad cifraba en ellosnuestra liltima esperanza.Pensibamos y el tiempo queno tendria preciosenos iba pasando pobrementey estosson, pues, 10s aiios venideros.Todo lo ibamos a resolver ahora.Teniamos la vida por delante.Lo mejor era no precipitarse.

    ,

    E 4 0

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    Z O O L O G I C 0

    Las palabras que callo cambiar6n de sentido:yono puedo decir una cosa por otra, la poesiano se hace en 10s labios8610 puedo llamarte por tu nombre, lo siento. Aunque del lado tuyoy te parezcas como nunca a1 amor, bajo la astuciade susmanosque encaminan 10s pasos de cada una de sus hijas.

    est6 la tierra

    Si, todas las mujeres se te parecen, ahora queno tepareces a ningunabajo este so1que vuelve a mirarnos de frente como en 10s buenosA1 alcance de la aridez de la memoria, alli ensaya el olvidoun cantouna inocente canci6n sin asunto queuno terminaria por aprenderY 6eest6 bien caminando a tu lado en cualquier direccihn, delen direcci6n a l zool6gico donde el mono espera en su chtedrapara ensefiar a1 hombre la gracia original, la impudicia, la alegria,

    el desd6n por la miseria en que lo educa su lmnra.

    &as.como de aguas,a oir.lado de la tierra,

    la ternwa originales,

    Bellodesierto de la inteligencia poblado estrechamentepor elque gusta de encarnarse en variados disfraces.

    capricho del instinto

    \ 411

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    Esta isla absorbida por su lin+o idolo viviente es un camello.Nadie mis monstruoso que este niufrago de la carne en la carne;

    per0 61 ignora otro culto que el propioy no se reconoce en10s demh ni en si mismo.Tambi6n del lado suyo esti la tierra que no hace distinci6n entreEl horrible buf6n cuenta con la piedad de la reina, su madre;ella trabaja para 81 en la doble gruta hermetica:le adereza la cena frugal, cuida de que el desiertono leprovoquea1 despertar, la niusea del exilio,y la bestia es un cauce por el que, en un tumulto de frescura, eluna inocente canci6n sin asunto que uno terminaria por entonar.

    ninguno de sus siervos.

    en suefios

    olvido celebra su triunfo a toda orquesta,

    Y se est6 bien caminando a tu lado en cualquier direccihn, del ladoFrente a la jaula de las aves acuiticas, la poesia vuelve a hacerseEs una exclamaci6n, por un instante, como cuando fue dicha lalas hadas no vivieron en un palacio semejante, porque en la fantasiacomo lo son de hecho estos dibujos lineados en la altura, por el ocioY es de nuevo el amor el tema de esta danza. Ni un drama alegreuna acci6n que no vuelve sobre si misma, deteni6ndose, para dar

    La ceguera del acto puro, dire en t6rminos que quisieran retener elmis blancas que la nieve de otro mundo;el amor en su ceguera de acto puro, sin asomo de coraz6n ni de

    de la tierra.en 10s labios.primera palabra;

    ipudieron ser tan bellasdel cielo?ni una triste comedia,lugar a nn problema de conciencia.resplandor deestostres pares de alas

    cabeza.

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    En esta lucha la perdedora es la vida, la triunfadora es la viday, cuando la balanza emplumada se incline por uno de 10s finosya el otro estarii pronto a incorporarse -armonia del triingulo-Sus hermanos lo olvidan ahora, ellos giran del lado de la tierracomo un solo diseiio de elegancia febril en el que todo trazo se

    define por otro.Los largos cuellos se evitan en lo alto, alternativamente ascienden

    y desciendenpara que no venga a turbar la ceremonia ni el mis ligero juego demiradas con el calor que humaniza a las mhcaras.

    Ojos como de peces bastan a1 sacerdote cuyo templo es el huevo,para quien la pasi6n es s610 el desarrollo de su templo en latierra;

    y la sacerdotisa del amor por la especie pudo nacer en medio de 10shielos donde se ignora la ternura.Con todo, Bsta es la primavera a1 desnudo. El engafio nos mueve aabandonar un espectbulo del que fuera expulsado

    y henos aqui, otra vez, cristianamente, en la exclusi6n de las avesdel cielo. En un sibado inglks, por la tarde.

    guerrerospar del esposo en privilegios.I

    Los rostros son trampas en que caen 10s rostros y el coraz6n tieneOlvida -dice- olvida, olvida. Que 10s muertos entierren a sus

    la palabra:muertos.,De d6nde viene esta floracihn, este verdor, sino de tu necesidad

    Ni siquiera recuerdas a nadie. Todos 10s fantasmas son iguales.iD6nde se dice herido quien no siente dolor? ~Q uks la historiaEres el hombre, ahora, el individuo, un ciudadano, un joven sin

    de revivir?

    de un hombre comparada con la historia del hombre?problemas que pasea con una muchacha haeta altas horasde la tarde.

    43 1

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    iQu4 es tu pequeiia historia comparada con tu historia?Aqui tienes la vida bajo su Gnica forma: el momento que vives, elEn todo lo demis te engaiia la memoria, s610 la tierra recuerda aLas nuevas hojas de este irbol recuerdan a las antiguas hojas,

    dia de maiiana.lo vivo.no obstante mira c6mo.

    Y se est6 bien caminando a tu lado, del lado de la tierra que hacehablar por ella a1 coraz6n, sin descansoen un viejo lenguaje enjoyado de lugares comunes.Una inoceute canci6n sin asunto que yo taxnbien podria aprenderPero el amor no se hace en 10s labios, la poesia no vuelve con las

    Ella florece en el destierro, nunca en la misma estacihn, de aiioy yo soy la serpiente, casi invisible en su celda de vidrio, en elajena a la curiosidad que apenas despierta, ajena a 10s intereses deyo soy ese insensible amante de si mismo que duerme con astucia,

    f icilmente.hojas.en aiiosrinc6n mis sombrio del parque,la tierra, su madrastra;

    mientras todo despierta.

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    J O N A S

    Todo lo podria condenar igualmente, no se me pregunte en nombrede qu6.

    En nombre de Isaias, el profeta, per0 con el grotesco gestoinconcluso de su colega J onis

    que nunca lleg6 a cumplir su pequeiia comisi6n sujeto a 10s altosy bajos

    del bien y del mal, a las variables circunstancias hist6ricasque lo hundieron en la incertidumbre de un vientre de ballena.Como J onhs, el buf6n del cielo, siempre obstinado en cumplir su

    pequeiia comisi6q el porta-documentos incendiario bajo laaxila sudorosa, el paraguas raido a modo de pararrayos.

    Y la incertidumbre de J ehovi sobre 61, indeciso entre el perd6n yla cblera, tomindolo y arrojindolo, a ese viejo instrumentode utilidad dudosa

    caido, por fin, en definitivo desuso.Yo tambi6n terminare mis dias bajo un &bo1pero como esos viejos vagabundos ebrios que abominan de todo

    por igual, no me preguntennada, yo 8610 SB que seremos destruidos.Veo a ciegas la mano del seiior cuyo nombre no recuerdo,

    4 5 1/

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    10s frigiles dedos torpemente criepados. Otra cosa, de nuevo, y enada tiene que ver. Recuerdo algo asi c0mo.. .

    no, no era mis que eso. Una ocurrencia, lo mismo da. Ya no s6 ad6nde voy otra vez.Asisteme seiior en tu abandono.

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    L O S A M I C O S D E L A C A SA

    No hemos nacido para el canto sino para el acopiode las palabras en el rechinar de 10s dientes.La m6sica fue toda bondad. No hemos nacidosino para la sedicente murmuracibn, silenciososdel ruido en que envolvemos nuestras vocesa1 caer de la tarde como a un pozo sin fondo-toda ciega bondad- en el patioconstelado de viejos enfermos apacibles.Nuestra es la fiebre que declinay no amaina, impenetrablea1 sol de la locura, el calentarse de 10s huesoeen la ceguera del patio lluvioso.Se encerr6 a 10s dementes sobre nuestras cabezas que recalientala imagen latente del sol y por si solas se nos abrieron las verjas

    y pudretransfundidos el hierro p la herrumbre, Uegado que fue eltiempo

    en que ni aun la tierra permanece. S610 el vahoy la siembradel musgo en 10s jardines erilceos.No hemos nacido para el amor, hemos nacido para el coitode la maceracibn de su semilla, para el d6bil soplar sobre el

    que embadurna la sangrerescoldo

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    como si el aliento fuera ceniza p la carne el erial en que se

    a1 calor de las piedras, un guiso sangriento.La liltima cena de la tribu cuando todo es arena-la noche misma- en la extensicin de la nochey el viento seca un paraiso disperso:el alforfh y la escanda silvestre.Imposible distinguir entre el sudor p las ligrimasque se disputan doe bocas resecas.

    recalienta,

    Y viejos vecinos de pieza de la muerte seguiremos pleghdonosa 10s caprichos de la duefia de casa, persistentes p dcicilesa1 igual que la impmnta de la humedad en 10s muros, como l i ten 10s z6calos pringados de lavazas.La confianza sabri dispensarnosa 10s amigos de la casa de 10s do'lores del pinico.

    pasiva infiltracicin de las larvas

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    I M A Y O R

    El hijo linico smia el mayor de sus hermanosy en su orfandad algo tiene de esoque se entiende por la palabra mayor. Como si tambi6n ellosBUS imposibles hermanos menores.Mucho mis riguroso que el luto repartidoes el suyo: la muerte lo cort6 a su medida,lo cosi6, lenta, con extrema finuramientras el padre se iba transfundiendo en el hijo,lo envejecia a fuerza de crearlo a su imagen-nifio otra vez el hombre, hombre otra vez el nifio-en noches tan oscuras como el luto que llevan.

    hubieran muerto

    Y el hijo tiene algo de un hermano mayorcomo si lo rodeiramos, nonatos, mientras 61 nace por segunda veza una vida mis grave que la nuestra.Alguien se mira en 61 con 10s ojos cerrados,gravita su silenciosobre nuestras palabras sin objeto.

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    C E M E N T E R 1 0 D E P U N T A A R E N A S

    Ni aun la muerte pudo igualar a estos hombresque dan su nombre en lHpidas distintaso lo gritan a1 viento del sol que se 10s borra:otro poco de polvo para una nueva rifaga.Reina aqui, junto a1 mar que iguala a1 mirmol,entre esta doble fila de obsequiosos cipresesla paz, pero una paz que lucha por trizarse,romper en mil pedazos 10s pergaminos fiinebrespara asomar la cara de una antigua soberbiay reirse del polvo.Por construirse estaba esta ciudad cuando alzaronsus hijos primogknitos otra ciudad desiertay uno a uno ocuparon, a fondo, su lugarcomo si airn pudieran disputirselo.Cada uno en lo suyo para siempre, esperando,tendidos 10s manteles, a sus hijos y nietos.

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    C A L E T A

    En esta aldea blanca de oscuros pescadoresel amor vive a dos pasos del odioy la ternura, muerta, se refugia en el sueiioque agranda la mirada del loco del villorrio.Amanecer: el mar se duerme bajo el solcomo un gigante ebrio despuhs de una batalla;alguien perdi6 la vida, anoche, entre SUB manosenguantadas de blanco, mis crueles que la nieve.Per0 10s compaiieros del caido volvieronen BUS valvas ahitas de sangrienta semillay extienden en la arena SUB trofeos aghicos.Mediodia: a la mesa se sientan 10s tatuadoep BUS mujeres les guardan las espaldasatentas a1 peligro de BUS gestos que ordenanotro vas0 de vinomis loco cada vez.Luego, la guerra a vida entre 10s eexosp 10s gaiianes bajan a la playacomo a una amante mis que escarnecierana remar en un sueiio furioso de borrachos.Varadero del sol herido a cieloen la linea de fuego de las olas.

    5 1 1\

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    Es hora de ir a1 mas a capturar sus pijarossi una riiia de hombres, de perros o de gallosno retiene en la orilla la jauris de barcas.

    /

    La noche trae un poco de alma a la caleta:un poco de agua dulce que en 10s ojos del locose enturbia en el olvido de si misma.Alguien que no he podido olvidar se me agrandacorn0 la ola a un mar preso de lunay golpea mi cara por dentro hasta cegarme.

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    L A I N V A S I O N

    En la antis6ptica Sala del Consejo se entroniz6 una cabezay, como si nada hubiera ocurrido en mil afios, volvici a reinar allique el fuego iba a romper con su tinica palabrasobre la piedra de 10s sacrificios.Los eternos muchachos de siempre adoptaron la postura ritual,desnudos hasta la cintura con 10s pies sobre la mesa, masticando

    emplumadaun silencio estruendoso

    tabacosus tatuajes hablaban por ellos, esos tesoros de la infamiaeran el mismo ntimero de una revista ilustraday a1 final de la historia alli estaban reunidosesperando el resultado de la elecci6n de su victima.Se hizo la sefial de la cruz de la espada.Se desenjaulci a1 iguila herildica en la puerta del servicio,

    aconsejindole que hiciera una carniceria con calmasin perder una pluma delatora. Se tomaron otras medidas absurdas.Se trajo el lavamanos a la mesa del joven emperador para mas

    1 manos ensangrentadas de tinta.Se acus6 recibo de sus cartas asesinas, en un ingl6s tropical

    terriblemente obsequioso.

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    Afuera se marcaba el mal paso en sordina. Se esper6 todaviapor si alli arriba se olvidaban de algo.Y 10s rnercenarios entonaron el himnode la jauria en direcci6n a la isla.

    una8 horas en el patio

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    R A Q U E L

    TI^ queno has abandonado la arraigada costumbrede tu belleea ni el hibito de hablarnos a1 oidocomo si todo fuera materia de secreto -recordnba tu voz,hermana del si1enci0~- o como si algo o alguien mis o menos

    pudiera despertar entre nosotros.Que cuidas, como entohces, de tus manos que tactanla oscuridad latente, sin forma, de las cosas,asombradasy sabias, volviendo a su indolenciapor un poco de vaga certidumbre.Que seguiris sofiando, despierta, que despiertascomo si nada hubiera sucedidodemasiado real: Aqui es toy otraen lo mismo de siempre.En la ciudad de tus suefios bilingues -Londres 1941- que ellos

    reconstruyeron para ti, a imagen de tu alma frigil y olvidadiza.El bombardeo empez6 con un baile: neurosis colectiva en la intimidadde 10s espacios vacios, en una boite de lujo atestada desonimbulos

    entre ems viejos amigos ocasionales -el amor sangrando por la nariz,la confusi6n de 10s rostros bajo un mismo resplandor, el burbujeo de

    temible

    uez

    con 10s dientes trizados y verdaderamente ciego-10s rostros como pompas de fnego,

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    una olla de grillos en una olla de grillos y una advertencia de cenizaen el aire,

    10s primeros auxilios a 10s primeros muertos, 10s 6ltimos auxilios sinel eclipse de 10s espejos de luna, victorianos, la oscilacicin de las

    limparas de ligrimas -histeria colectiva en el coraz6n de l anobleza- a punto de estallar en si mismas.

    orden ni concierto,

    Algo bastante peor que l aGuerra de las Rosas. -;Ysi el Buckingham Housefuera el Arca de No&?-Los cisnes apredieron avolar. OlvidSmoslos.

    -Nadie sabe de nada ni dedie.-H ydePark, iseriasla TorredeBabel? -Estees el fin del mundo dehabla inglesa.

    -Est0 es el fin del mundo.;Hay una i sh en el cielo?iDefraudaremos alli anuestras colonias?

    En la ciudad que t~habris mantenido en el orden del coraz6n comoen un cofrecillo bajo llave. Una llave extraviada, a conciencia,en un momento de crisis;

    cartas que se releen de memoria, per0 scilo de memoria, siempre unpoco distintas a si mismas, cada vez mis urgentes, oscuras yprecisas.

    retenikndolos, como si respiraran,Fotogafias a prueba del paso de 10s aiios, alcanzindolos y

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    postales quehabrias recibido o no y el telegrama, con seguridad:

    -Aqui estoy, otra vez, en lomisino de siempre.J unto a tu pobre amiga. Una belleza cl6sica:

    -No volverlEs a intentarlo,jverdad? Nadie te diceque pienses en tu familia.Piensa.-Haz como yo, que no piensoen nada; es la mejormanera de pensar.Conce'ntrate en eso.

    -Hablemos una y otra vez deotra cosa. Tri queconocias a George,figcrate.

    -Lo ascertdieron en su baseantiae'rea. El mayorCatherwood, miembro dela nobleza.

    -Per0 alin da seiiales de vida,despue's de todo lo que ami me pas6 entrenosotros.

    -Tan absurd0 como la guerrarnundial. Nunca pod&entender a 10s ingleses,renunciar como si nadaafectara a su orgullo ni laspeores cosas. Aunque hiceuna bcura.

    con esa incapacidad de

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    -Y te arrepentiris de nohaberlo aceptado. PorqueIo amabas digas Io quedigas.Unicamente esto.

    -Y est0 es lo peor de todo.

    TG que tendris que arrepentirte me niego rotundamente a decir depero si de haberte deslizado, con el coraz6n en la boca por todobuscando otra salida en otra direcci6n en el momento mismo en quecomo vuelve a su sitio la cubierta de un foso -qu6 temblor en las

    a,Ia realeza de una abatida tarde otoiial y, como en un cuadro deel mayor en el us0 de una doble licencia:militar y poktica era In tarde misma, tu liltimo dia en Inglaterra, la

    tu8 actosalientose abria esa puertamanos invllidas-,Bacon,

    emanaci6n del fondo de su figura atrapadaen todo eso que mirabas rehushdotea verlo, por ziltima vez:oleaje inm6vil del cielo allansndose a la invasihn de la noche nazi,casas petrificadas oteando a1 horizonte por las ventanas vacias.

    -Digale al seiior que I UI estoyen casa. Espere, digaleque no estoy aqui deninguna muwa ni en l osalrededores de L odres.

    -Me refiero a m viaje porfavor, usted sube. Inventeeste pretexto, 61 est2 enantecedent-.

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    Los recuerdos que no pudimos tener. No hay nada m6s dificil deolvidar. Las intenciones que no llegaron a1 acto, 10s actossuspendidos en la sorpresa y la violencia.Todo estonos lastra para siempre, t6 sabes, aunquenos soa dada unabuena soluci6n

    para empezarlo todo por el principio. Los viejos problemas subsistenen otra forma en 10s nuevos, para siempre insolubles por malo precisamente por eso y a 10s ojos sangientos del sueiionuestras transformaciones nos disfrazan como si no pudihramos

    planteados que fueran

    cambiar.Aunque hayas encontrado una buena salida, aunque no necesites

    ahora de ningunalejos del laberinto, en la tierra de todos, junto a sus desposeidos

    propietarios, aunque marches con elloscada uno en el orden de su pequeiia comisidn, tribu dispersa en

    apariencia per0 solidaria a lo redondo del mundo,recibiris, a veces, la visita de tu sombra, esa persona extraiiaen la queuno debe reconocerse cuando se mira a1 espejocomo si de ella brotara nuestra curiosidad, distraidamente, mientras-El paso de 10saiios- se suspira. Per0 est6 tambihn Dorian Gray.

    no la advertimos.

    '91te emplazarin a revivir a tus muertos. iSi sdlo se tratara deA esa pobre muchacha, para empezar, tan a lo vivo que ser6s t6 lacomo en el dia de su resoluci6n.

    recordarlos!ausente

    --No se culpe a nadie, enparticular de mi muerte.-Todo es igualmente culpable

    y sobre todo yo que nopuedo soportarlo.

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    -Cuado empez6 a hacerleefecto el veneno se arroj6por l a ventam de puromiedo.

    -Felizmente vivia en un octavopiso.

    -Ah Grace, cdmo podemosbromear

    Un golpe de atalid en tierra es algoperfectamente serio.l-2Y qu6 me dices del golpe de

    un cuerpo en el asfalto?New York era una ciudadimposible

    celebrando a sus estcpidos hijoscondecorados, despues deHiroshima y Nagasaki.

    -Ninguno de ellos bueno parauna mujer en particularcomo en un inmensocolegio mixtoen que a una le revuelven el

    pel0 y le pisan 10s pies.Fuera de unos cuantossalvajes autenticosliteratura engolfados enotros idiomas. Lenguasmuertas.

    -Divis6 a Nicanor Parra en

    10s navajos, 10s siouk de la

    Harvard. Estaba afbico.Antonio M aehado.

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    Es todo lo que pude saberde tu pais.

    Per0 no te lo reprocho; ni yomisma me habriacontestado mis cartasescritas para ocultarme miverdadera situaci6n. Hastaque sobrevino la calmatempestad. Dias amables,te dirk, lo fueran o no enrealidad, qu'e meimportaba eso.

    Lo importante era creer que sccreia en algo. Nada delotro mundo cuando no seest5 en Bste.

    y el engaiio cubri6 a la

    Asi me reconcilik por unatemporada con el mundo,sin ofrecerle, ahoraninguna garantia.

    Un pacto de buena voluntadcorporal entre almassolit arias:

    Una soluci6n de emergenciapara un problemainsoluble. InGtilmenteperfectainutilidad; nosdespedimos como buenosamigos

    que no esperan encontrarse denuevo deseindolo.

    hasta en la aceptaci6n de su

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    Comprenderis: unapersona mayor

    de esas que se retiran, encualquier caso, a tiempo.Y la tempestad fue el 6nicoanuncio de si misma.

    Desdoblamiento de tu voz en el murmuriode 10s ausentes que proliferan en ti.La noche te cuenta entre ellos: memoria fiel, hermana de 10s sueiiosque nos devuelven el us0 de la raz6n de la locura bajo nuestraperdida para nosotros, sus objetivos ciegos.

    propia mirada

    T6que tienes el hibito de lo irreal en la sangre, el sueiio demasiadopara no fatigarte en tus cinco sentidos, que te sorprenderismb de una vez olvidada de tu cita esencial, nuevamente abstraida

    fiacil

    en ti misma, en el lampode un cielorraso cuajado de ideas luminosas:fuga de las imigenes que el coraz6n hizo suyas, adormilado en ellas,

    en la ardentia de esos sedimentos:excrecencias vivientes emplumando una isla cuya proximidadsientes cuando recae tu rostro entre las manos; que pretextaris unapara volver sobre tus pasos perdidos, apremiada por llegar, sin saberen el soleado autob6s polvoriento a un destino de hoteles, piezas condonde leer a Proust en la igualdad del tiempo: Todo tiempo es

    transfundigndose

    indisposici6n pasajeraa d6nde irvista a la igualdad del marpresente.2

    T. . Eliot.

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    Y el sol para 10s falsos veraneantes. Un sol delgado, enfermo y sinPodris apagar 10s cigarrillos en el suelo, dibujar con 10s dedosrostros de mirmol falso, exhumar a tus muertos.Que no has cambiado nada -te dijeron- y te pareci6 razonable.y luego una ducha de agua fria: aiios aparte se trataba de ti.T 6 que no sabes si en el fondo has cambiado como no se sabe en-10s o j o s viven en la ignorancia de si mismos y 10s espejos doblanque terminaris por alzarte de hombros frente a tu propia imagen,has vuelto en ti como una sombra a su sitio bajo la luz cenital,la multiplicidad de 10s sentidos y el sentido de lo real.La misma de siempre, per0 de otra manera, con naturalidady tranquil0 domini0 de tu sombra, visibledesde todos 10s ingulos como bella columnaquenos abre 10s brazos.

    familia.smojados de ceniza

    Halagador primero, es decir, razonable

    sueiios qui& de 10s otros es unoesta ceguera penetrante-abatidadespuhs de todo, recuperando

    Este poema est6 escrito en varias voces. Hablan el narrador y dos mujeres. Encursiva 10s parlamentos de Raquel.

    Rosamel del Valle.

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    E L E G I A A C A R L O S D E R O K H A

    No hubo dolor en el momento justode oir sobre tu muerte. Fue como si tii mismo la hubieras anunciadoen uno de esos absurdos llamados telefhicos que solias hacer a tusuna broma sangrienta.Y la inocencia que, a esas horas, se volvia irritante, la cigarra deunaen la paja seca del dia. No hubo dolorper0 si, Carlos, la inmediata certezade que contigo se eclipsaba la nochesobre el desierto deun dia estable y es como si cayeraun poco de ceniza del cielo sobre tierras eriiceas.

    amigos:

    voz chirriando

    Mehe llamado a lo real. Per0 qu6 peso insoportabletendria ahora un guijarro sobre la palma de la mano. Todas, todasdiurnas no son sin0 desgarradoras. Aqui, tambikn, esta visi6n confusay demasiado nitida de caras conocidas.Si la vidano es mis que una locuralo que importan son 10s sueiios y airn el delirio, la mentira piadosade las palabras en libertad arrojadasa1 millar de 10s vientos nocturnos,como en tu poesia: la oscuridad vidente:palabras como brasas, balbuceos del fuego.

    estas pobres historias

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    Se termind de imprimirel dia 14 de agosto de 1963en 1 0 s talleres de laEditorial Universitaria, S. A.

    Santiago de Chile