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LA TRANSFORMACION DEL ESTADO Y SU INCIDENCIA EN LA PRACTICA PROFESIONAL DE LOS TRABAJADORES SOCIALES Lic. Raquel Castronovo Lic. Violeta A. Correa1 Sobre la naturaleza de las políticas sociales en el estado moderno y la profesionalización del trabajo social. En la mayoría de las diversas conformaciones que tuvo la organización política de la sociedad desde los comienzos de la historia, se observan manifestaciones de lo que hoy consideramos la responsabilidad del estado por el bien común. Aunque cada organización política se sustenta sobre una estructura de poder que privilegia a un sector sobre otros, es evidente que, si se exceptúa la denominación por la fuerza, se requirió siempre de un mecanismo de legitimación de dicha estructura de poder. Sin embargo, sólo a partir de la revolución industrial, donde la burguesía se embarca en la expanción del capitalismo, el Estado se hace cargo de una forma muy particular de cuidado necesitan mano de obra y la característica de la producción en la era industrial era centralmente la masividad. La mano de obra pasa a intervenir en el mercado, a ser cotizada al igual que las materias primas y la máquina Estos cambios se dan en el marco de un importante movimiento de pensamiento en el que el concepto de libertad del ser humano toma un lugar desatado, interpretando a la libertad como derecho inalienable propio de su misma condición humana. Es un concepto nuevo que se impone sobre los conceptos de esclavitud y servidumbre aceptados moral y políticamente hasta entonces. Se observará que la libertad es un requisito indispensable para que los individuos pudieran vender su fuerza de trabajo. Esa mano de obra humana, además, adquiere un valor económico y como tal debe ser cuidado. El estado asume entonces el cuidado de la salud, de la educación, de los derechos civiles, de las condiciones de vida en general. Paulatinamente se van conformando las que hoy conocemos como políticas sociales. Estos cambios hacen que esos seres humanos, que hasta ese momento de la historia habían sido considerados objetos vendibles descubren su nuevo rol dentro de la sociedad y aprendan que puedan desarrollar estrategias para vender

1-Universidad de Buenos Aires, Argentina.

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mejor su fuerza de trabajo. Esta nueva situación le otorga entonces un sentido diferente a los gremios que durante la Edad Media existían como nucleamiento corporativos. De esa forma y, como resultado de aquellas estrategias, comienzan a intervenir indirectamente las organizaciones obreras en la formulación de las políticas sociales. Estaban ocurriendo transformaciones culturales y filosóficas que desembocan finalmente en la aparición de una nueva cosmovisión del hombre. Esta forma de pensarse a sí mismo y al mundo, de dimensionar las relaciones entre los hombres y de concebir a las instituciones, va definiéndose lentamente hasta tomar consistencia y constituir la ideología predominante en occidente desde los últimos doscientos años. Suceden en este marco algunos cambios de gran envergadura que colaboran para definir el mundo del siglo XX. El desarrollo de la ciencia y la revolución tecnológica, la conformación de los estados nacionales que conlleva la desaparición de los grandes imperios, la consolidación del marxismo como modelo de producción y como concepción del estado, las guerras mundiales y la explotación del espacio planetario. En el plano filosófico se instala una concepción del hombre como ser ético, con reconocimiento de sus derechos y obligaciones universales, inserto en un mundo del que se considera propietario, y con el que aspira a establecer otro tipo de relación más allá de la utilitaria. La conciencia de la finitud de los recursos naturales, de la globalización del perjuicio de la población, la necesidad del desarrollo sostenible, y de tecnologías limpias ocupa uno de los lugares centrales del pensamiento del fin de siglo. En el plano político, se definen con mayor plenitud bloques de países asociados pór la organización alrededor de un modelo diferenciado y por las relaciones con el resto de los países. Se definen por un lado los países del este, organizado en el bloque socialista y los países capitalistas, entre los que además se marca con sustantiva transparencia la diferenciación entre países desarrollados y países no desarrollados, entre los que además se establecen relaciones de dependencia, hasta ahora irreversibles. En el plano económico, sobreviene el impacto de descubrir que el capitalismo como sistema lleva en sus entrañas su propio límite y que genera sus propias crisis. Este descubrimiento, a partir de la toma de conciencia de los efectos desvastadores de esta "falla de modelo", incrementa por parte de la sociedad su preocupación por establecer mecanismos de equilibrio que disminuyan los efectos de la misma. Se instala allí el modelo de Estado Benefactor. El mismo se ensambla con la concepción universal del hombre como sujeto de derechos y apunta a sostener, en

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base al aporte colectivo y mediatizado por la estructura institucional del Estado, la prestación de los servicios básicos de salud, educación y todo aquello que condujera a resguardar la dignidad humana. En la etapa final del siglo esta estructuración toma un perfil más definido aún. Sin pretender efectuar aquí un análisis político-económico se impone señalar algunos datos de conocimiento general sobre nuestro mundo actual. La transnacionalización de la economía junto a la profunda crisis del capitalismo tradicional, la globalización e interdependencia política creciente entre los países, el abrumador desarrollo de la tecnología han modificado sustancialmente la estructura productiva, la relación de los trabajadores con sus empleados y con el Estado, y por ende la responsabilidad que asume éste respecto a las necesidades sociales de los sectores desfavorecidos. A partir de 1970 se observan cambios sustanciales en la naturaleza del poder y en el lugar donde reside el mismo dieron comienzo a la actual crisis económica mundial, que se prolonga actualmente reforzada por otros factores como los ya mencionados: revolución tecnológica, transnacionalización de la economía y además aumento de las demandas populares en reacción a la persistencia de la distribución desigual y reformación de los términos del intercambio comercial externo. La única respuesta que los países parecen encontrar es el ajuste recesivo sustentado por un agudizado control macroeconómico. Estos dos elementos conforman los actuales ESTADOS NEOLIBERALES. Las características más importantes de este modelo son: *en lo productivo adopción de la economía de mercado estrictamente liberal, con marcada tendencia a la internacionalilzación. *en lo social: carácter residual de las políticas sociales, con absoluta dependencia del eje de las políticas económicas. Aquí es importante señalar que dentro del patrón de acumulación capitalista, que se caracterizó siempre por el desarrollo de políticas sociales destinadas a disminuir los efectos de las desigualdades sociales provocadas por el sistema productivo, ha habido modelos como la social democracia europea donde la política social exhibía mayor autonomía respecto a la política económica. *En lo global, en los últimos veinte años estamos asistiendo a una importante transformación en el concepto de

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Estado, derivada del nuevo modelo neoliberal impuesto. Al mismo tiempo se han operado importantes transformaciones en el concepto de poder. Las mismas se centran en la evidencia de que las fuentes de dicho poder no son ya unívocas y además, están entrelazadas entre sí; de que los agentes que ejercen el poder no son monopólicos o uniformes sino que están fragmentados, atomizados y son de carácter pluralista y, fundamentalmente, en la certeza de que el poder no mide y en términos cualitativos. Es visible ya la profunda incidencia que tiene el conocimiento en la acumulación del poder. Y, en el acceso a la tecnología, se basa la diferenciación cualitativa que modifica sustancialmente el valor de cualquier otra forma de poder: ni el control sobre materias primas como los alimentos o el petróleo, ni multitudinarios ejércitos, presentados en forma autónoma, garantizan por sí mismos, ni necesariamente acumulan, cuotas decisivas de poder. Existen evidencias insoslayables de que el conocimiento es el "vector paralelo" de cualquier otra acumulación de poder, a la que le otorga direccionalidad y potencia. La negociación de los Trabajadores por la venta de su fuerza de trabajo casi ha desaparecido, Los desarrollos tecnológicos hacen que se privilegie la calidad del servicio altamente especializado y la mano de obra no calificada no tiene valor alguno, ni es posible insertarla en el mercado de trabajo en forma competitiva. Existe una marcada tendencia a la alta concentración industrial, con cierre de las fábricas pequeñas y medianas. Este modelo se asienta en un proyecto de restricción a diferencia del modelo de la revolución industrial que se dirigía a la expansión. No existe de parte del Estado la preocupación por resguardar la mano de obra no calificada y depreciada por el mercado laboral, y las políticas sociales están en franco retroceso. "El modelo neoliberal construye su legitimidad sobre el develamiento y, a nivel de las políticas sociales, la estrategia de la focalización es la expresión genuina del reconocimiento de la potencial existencia de grupos excluídos. Estos se definen "como aquellos grupos vulnerables y con escasa capacidad de presión para la defensa o consecusión de sus intereses. La pobreza es entonces, un estado potencial en un orden que se naturaliza2"

2 Grassi Estela, "Reflexiones críticas sobre la resolución u alcances de la crisis". Revista Trabajo Social y país Ed. Humanitas-No.1-1993-

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La justificación más usual para la reducción de las políticas sociales se apoya en la necesidad de depurar las cuentas estatales y consolidar un modelo económico eficiente. Se busca un funcionamiento que permita al Estado sanear las relaciones financieras entre los sectores de producción, la banca y los acreedores internacionales. Indirectamente los motivos que sustentaron la existencia del Estado Benefactor dejan de tener validez con una negación explícita de la relación de causalidad entre el modelo económico y las necesidades sociales. IMPLICACION DEL TRABAJO SOCIAL CON EL MODELO DE ESTADO El Trabajo Social, como parte de las ciencias sociales ha contribuído a la construcción del conocimiento existente sobre los sujetos sociales y los conflictos que en sus relaciones se presentan. La forma particular en que se ensambla su propia naturaleza con el modelo de estado y con las políticas hacia lo social, ha sido uno de los campos de producción más ricos en los últimos tiempos. Ello no ha agotado los análisis que se imponen ante la realidad tan compleja que hemos descrito. Sin embargo, al mismo tiempo que las ciencias sociales desarrollan y permiten un conocimiento más acabado de la realidad, surge para el trabajo social la urgencia por develar, desde su papel en el marco de las políticas sociales del Estado, su propio chance de sobrevivencia como profesión. El Estado no tiene ya la necesidad de asumir por sí mismo las tareas necesarias para llevar las relaciones sociales. Este protagonismo del Estado en el ámbito de los conflictos sociales, implicaba también tomar la iniciativa para dar respuestas a los mismos. Paulatinamente, aquellas acciones que habían desarrollado los particulares o la Iglesia, encuadradas en principos de caridad, beneficiencia o filantropía, y que habían pasado a ser controladas y diseñadas por el Estado, hoy han sido depositadas nuevamente en manos de la sociedad civil. Las políticas sociales hoy están marcadas por los siguientes caracteres: 1. Focalización hacia los sectores de población que se mantienen excluídos del mercado (de trabajo y de consumo): los excluídos. 2. Tendencia a limitarse a la asistencia y abandono de las políticas promocionales.

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3. Desestatización y descentralización. 4. Progresiva y acelerada disminución de recursos materiales y técnicos. Es innegable que han habido tantos papeles de jugar por los trabajadores sociales como modelos de Estado fueron concebidos por la racionalidad política de cada momento histórico. El momento de desarrollo pronunciado de las políticas sociales y de esplendor de la asistencia social se corresponde con la aparición del Estado Benefactor, a partir de los años 30, ante la primera crisis de importancia del sistema capitalista, ya para ese entonces interrelacionado e interedependiente en casi todo Occidente. De ese modo, y con la finalidad última de optimizar las acciones de asistencia social que se desarrollaban, de controlar las posibles causas de conflicto y de ayudar a contener la crísis misma, aparece la asistencia social o trabajo social como profesión. Así se explica, entonces, que miremos ahora, como colectivo profesional, con desconcierto y desesperanza, la presente transformación del Estado, donde retroceden aceleradamente las políticas sociales, donde parece haberse aceptado desenfadadamente que cada cual deberá proveer a sus necesidades por sus propios medios. La existencia de una tensión entre el Estado y los sujetos sociales en tanto sujetos de necesidades y conflictos sociales, le otorga a las políticas sociales y a las acciones desarrolladas en su ámbito, incluído el Trabajo Social , un temperamento contradictorio que sigue marcando su desarrollo. Históricamente ubicamos las políticas sociales, las instituciones de bienestar social y el Trabajo Social como profesión, en el centro de dicha tensión. En este marco se propone repensar la inserción del trabajo social, el rol atribuído y las propias opciones que emprendamos en la construcción de un espacio profesional capaz de sobrevivir a la transformación aludida. En tanto explicamos dicha tensión por la decisión del Estado de contener en su accionar la formulación de políticas hacia lo social, estamos admitiendo el carácter social de las necesidades. El Trabajo Social como disciplina está ligado genéticamente a la figura del Estado y sus políticas, conformando la estructura pragmática, que lo ubica al centro de la relación entre necesidades sociales y satisfactorias, en el marco de las instituciones de bienestar social.

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La evolución que la figura del Estado va realizando a partir de los diferentes modelos políticos, se ha manifestado históricamente en transformaciones en el rol asignado al Trabajo Social, con evoluciones claramente diferenciadas. Vale recordar las diferentes propuestas que contiene el Trabajo Social europeo, ligado en sus fines actuales a los requerimientos de la descentralización del Estado, y a las nuevas concepciones de bloque continental. Así como las diferentes líneas que coexisten en el Trabajo Social norteamericano, algunas vinculadas al campo de la Psicología, otras orientadas al trabajo comunitario, en las grandes ciudades en la tarea con minorías, y una gran masa de trabajadores sociales que conciben su acción como la de operadores de casos, dentro de un concepto enclavado en el de la seguridad social que por años caracterizó a este país. Hablar de crisis en el paradigma del trabajo social implica reconocer su enraizamiento en las ciencias sociales y en las controversias actuales sobre los paradigmas que las rigen, y su propia crisis. Crisis que por otra parte no atañe sólo a las Ciencias Sociales sino que partió de debates iniciados en el campo de la Física y que cuestiona la filosofía de la ciencia. Nuestro objeto de intervención son las necesidades sociales, interpretadas ellas desde una perspectiva de causalidad social, ya que la satisfacción a dicha necesidad es interpretada como la restitución de un derecho inherente a la condición de persona, y como desencadenante de situaciones superadoras para ella. Este concepto opera entonces como basamento de reconstrucción del paradigma rector del Trabajo Social, hoy en crisis. Sin embargo hay autores que se niegan a aceptar que la crisis de las Ciencias Sociales sea paradigma en la medida en que las Ciencias Sociales y con ellas el Trabajo Social son consideradas pre-paradigmáticas: no existe en Trabajo Social un modelo que sea aceptado sin discusión por la comunidad científica, sino que se trata de un mapa complejo y multidimensional, que surge de la relación que en cada momento histórico y en cada contexto se establece entre las necesidades sociales de la población, las políticas sociales formuladas para dar respuesta y los trabajadores sociales en su concreción. La dinámica de las múltimples realidades nos muestra un trabajo social con respuestas diferentes, contradictorias y complejas. La reconstrucción de los determinantes históricos de la existencia de Trabajo Social nos llevan a comprender algunos aspectos de su identidad. Es evidente que la inserción contradictoria en el seno de la sociedad tiñó predominantemente la naturaleza de la profesión. Sin embargo, no pierden vigencia estos interrogantes: cuales son

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los atributos que definen la identidad del Trabajo Social? Cuáles los rasgos de su especificidad? cómo conoce a la sociedad en la que se encuentran los sujetos sociales y él mismo? Cómo conoce y cómo interpreta sus necesidades, sus conflictos, sus potencialidades? Como califica y cómo valora esas necesidades, cómo le adjudica satisfacciones y con que elementos técnicos los implementa? "Si miramos atentamente los cuerpos teóricos de los que se vale el Trabajo Social , observaremos una significativa melange que nos refiere inmediatamente a múltiples disciplinas en las que el ha abreviado. Aún a partir de su definición como parte de las Ciencias Sociales, ante la necesidad de abordar la realidad globalmente y operar sobre ella, ha debido echar mano, sin demasiada prolijidad, a elementos teóricos de la Sociología, de la antropología, de la Psicología, etc. Desde el punto de técnico el Trabajo Social ha demostrado arte para combinar recursos técnicos de distintos orígenes, algunos de ellos usados con creatividad, otros con cierta audacia, para obtener los resultados técnicos de distintos orígenes, algunos de ellos usados con creatividad, otros con cierta audacia, para obtener los resultados buscados, es decir, la satisfacción de determinadas necesidades sociales. Esto fue vivido históricamente con una gran carga de culpa y atribuido a la incapacidad de los trabajadores sociales para generar su propia teoría y su propia metodología. Es así como los trabajadores sociales llegamos a cuestionarnos profundamente sobre nuestra especificidad y a buscar descarnadamente en cual de nuestros signos particulares se encuentra lo específico, lo propio. Es el Trabajo Social una disciplina? Es posible atribuirle la construcción de un saber propio? Hasta el presente, el Trabajo Social no ha logrado constituir su propia teoría. Pero, que sabemos sobre estos datos? Es esto producto de su incapacidad, es un resultado de su juventud o es, simplemente, que por ser sólo una profesión diferenciada sólo por su intervención en la realidad, no requiere ni podría, acceder a su propia teoría? Es altamente significativo que allí donde debía ubicarse la discusión epistemológica para develar el peso de la teoría social en la significación y la identidad profesional, se ubicó la demanda insatisfecha de una teoría propia, como una necesidad de apartarnos de las discusiones centrales que nos definían en la comprensión del mundo y en el lugar del trabajo social en este marco3"

3Castronovo Raquel "Aproximación a los modelos teóricos en los orígenes del Trabajo Social-los beneficios secundarios del desconcierto" Revista Sociedad-Facultad de Ciencias Sociales UBA 1992.

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EL TRABAJADOR SOCIAL EN LA FORMULACION DE POLITICAS SOCIALES Son muchos los interrogantes que se nos plantean a la profesión si tenemos en cuenta las profundas transformaciones de la que es objeto el estado moderno actual, base de nuestro accionar como profesionales. La gestación de políticas sociales como rol inherente al Estado, incluye a la profesión en la intermediación de la relación sujetos, necesidades. La ausencia a veces parcial de dichas políticas pone al descubierto la función misma de la profesión interpelando a sus formas de intervención, y por ende a la pertinencia de sus acciones. Esta situación revela con claridad la necesariedad de una reflexión crítica sobre cuál ha sido hasta ahora la contribución que como disciplina de las ciencias sociales hemos realizado a la construcción del conocimiento de aquellos problemas sobre los que hemos intervenido a lo largo de nuestro ejercicio profesional. Por otro lado, significa también una mirada restrospectiva con respecto a los parámetros que orientaron nuestro accionar con la finalildad de cuestionarlos. revisarlos y evaluar su verdadero significado en la construcción del conocimiento. Este desafío no es sencillo. En la medida que nos ubicamos en el contexto de las ciencias sociales afectadas por la crisis de los paradigmas que determinaron su desarrollo, la incidencia de dichas transformaciones en el conocimiento o reconocimiento de los aspectos considerados sociales, como lo son los problemas sociales, objeto de la intervención profesional, requerirá de la búsqueda criteriosa de significados y experiencias que puedan dar cuenta en profundidad de los mismos. Podemos hoy los trabajadores sociales definir qué es lo social? O aportar con certezas en la construcción de conocimientos en temas como la pobreza, marginalidad, exclusión etc, haciéndonos estas preguntas es que resulta necesario mirar adonde estamos parados en nuestra práctica profesional cotidiana y aportar a una redefinición de la intervención profesional en el marco de las transformaciones de las políticas sociales. Las preocupaciones epistemológicas del Trabajo Social, pusieron el énfasis en la relación teoría-práctica, y de una u otra forma conformaron un Trabajador Social que ratificó

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su identidad en el hacer. Este anclaje en la acción determinó en forma tácita entender a la disciplina de Trabajo Social como aquella que dotada de instrumentos técnicos apropiados interviene en forma concreta en la resolución de problemas sociales. Cómo entonces plantearnos desde este anclaje la relación entre el trabajo Social y el conocimiento. Myriam Veras Baptista haciendo referencia al conocimiento de trabajo Social dice:"El conocimiento del servicio social ostenta las mismas características del todo del cual es una particularidad: es una totalidad estructural, parcial, histórica, compleja, con dominantes. No tenemos un servicio social único. Tenemos un conocimiento del servicio social, complejo, diferenciado, el cual históricamente, sufre la dominación de determinados modos de pensamiento. Hubo un momento, por ejemplo en que el pensamiento social de la iglesia católica fue dominante, lo que no impidió, necesariamente que otros modos de pensamiento tal como el funcionalismo norteamericano conviviesen con éste, aunque sí favoreciera que el modo de pensar de la iglesia determinara nuevos contenidos y nuevas características en aquellos modos de pensar. En otro momento la situación se invirtió, y tuvimos la dominación del pensamiento funcionalista, con subsistencia de la perspectiva doctrinaria, pero ahora, en condición de subordinada a los requisitos de aquella.." La preocupación de los trabajadores sociales ha estado ligada siempre a la producción de conocimientos como resultado de su intervención profesional y esta particularidad es la que sostuvo en forma constante su identidad y su especificidad. Sin embargo en el devenir de la evolución profesional nos encontramos con los avances que el trabajo social realizó y realiza en la comprensión al igual que otros profesionales de las teorías globales que explican los distintos fenómenos que acontecen en las sociedades y hacen de estas teorías los marcos de análisis y comprensión de los problemas sobre los que intervienen, pero poco han construído desde la práctica concreta, cotidiana y reiterada. Hoy resulta imprescindible poder comprender con mayor profundidad la lógica de las transformaciones, los nuevos problemas sociales necesitan ser identificados y reconocidos con presición superando ciertos paradigmas de carácter absoluto. En ese sentido Margarita Rozas,4 se refiere al trabajo

4 Rozas Margarita. "Algunas reflexiones sobre la construcción del conocimiento del trabajo social en el contexto actual", en revista Trabajo Social y País.No.1.

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social expresando" la producción de conocimiento del trabajo social respecto a las ciencias sociales tiene un retraso que no le permite tener un impacto satisfactorio del estudio de las problemáticas que tradicionalmente concertaban su atención".."La naturaleza contradictoria de la profesión en el marco del Estado llevó a extremos antiestatistas y de adaptación plena, situación que no le ha permitido capitalizar la información como producción de conocimiento que le posibilite mejorar sus formas de interpretación e intervención, generando estrategias de incidencia en las decisiones más inmediatas". Para el Trabajo Social, la profundización teórica que recupere las prácticas profesionales como fuente de conocimiento significa un desafío de carácter imperativo que tiene por un lado la urgencia de aportar a los niveles de comprensión de los problemas sociales y, por otro, mejorar la calidad de la intervención profesional con nuevas propuestas. Al inicio de este tema expresábamos que la necesidad de profundizar en la producción de conocimiento estaba ligado a la necesidad de revisar críticamente los parámetros en los que se asienta el quehacer profesional. Uno de ellos se refiere a la reinteración que se hace del obstáculo que constituyen las instituciones impidiendo en lo formal que los profesionales puedan desarrollar sus propias orientaciones en la intervención profesional. Esta caracterización si bien es cierta en la medida que los profesionales de Trabajo social y también de otras disciplinas de las Ciencias sociales es relativa en la medida que esos mismos profesionales tienen a su cargo la gestión y la intermediación de los problemas sobre los que intervienen. Esta concepción instalada en la profesión ha impedido reflexionar críticamente en más de una oportunidad a los profesionales y por lo tanto el obstáculo real está en la incapacidad para proponer con autonomía propuestas concretas. Desde una concepción histórica el Trabajo Social se ha relacionado con las políticas sociales a partir de la ejecución. Sin embargo, a partir de su conocimiento específico se abre la perspectiva de una llegada concreta hacia los ámbitos en donde las políticas encuentran su formulación, donde se conocen e interpretan las problemáticas locales,

FAUATTS-Argentina.

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regionales o nacionales para proponer, programar y poner en marcha políticas que les den respuesta. A primera vista surgen dos grandes objeciones a esta posibilidad: 1.¿ Es posible participar en la formulación de políticos sin abandonar el espíritu crítico hacia el rol del estado y de los sectores dominantes? 2.¿ Como superar la distancia existente entre el campo técnico-profesional y el campo de la desición política? Antes de iniciar el análisis de los obstáculos que mencionamos parece necesario referirse a la legitimidad de la propuesta de que el trabajador social desarrolle su campo profesional en el área de la macroplanificación. aún con los condicionantes obvios de la limitación objetiva respecto a la supremacía del plano normativo en la definición de políticas. Posiblemente resulte esclarecedor poder avanzar en la distinción entre formulación y definición de políticas. La formulación pertenece al campo de la acción política. Sus insumos son interdisciplinarios y sus actores son planificadores. La definición pertenece al campo de la acción política. Sus insumos son normativo-ideológicos y sus actores con los gobernantes en las distintas jurisdicciones y funciones. El trabajador social acumula un caudal de información específica sobre problemas sociales, posee instrumental adecuado, en la medida en que metodológicamente está habilitaldo para diagnosticar y planificar, en nivel micro y nivel macrosocial. Y, además, a partir de su particular experiencia de campo, podrá dar cuenta de condiciones de aplicabilidad y viabilidad de las medidas propuestas, con certeza mayor que especialilstas de otras disciplinas. Por otra parte, resulta evidente que, si bien es posible adecuar políticas sociales a las necesidades de la población desde los niveles de ejecución, es más auspicioso como perspectiva el poder intervenir e incidir directamente desde su formulación. Si la finalidad es lograr un más correcto ajuste entre necesidades y respuestas, pareciera evidente la conveniencia de poder ampliar el espacio profesional en este sentido. Respecto al primer obstáculo señalado: la posibilidad de pérdida de la legitimidad de la postura crítica, primer obstáculo señalado, parece oportuno analizar los factores condicionantes que demarcan el territorio de la responsabilidad profesional y el de la responsabilidad política. En la medida en que se logran diferenciar con

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precisión el espacio que corresponde a la decisión política que se sustenta en la disposición de poder, del campo de la propuesta técnica que se basa en conocer los problemas y las características de la población a la lque se dirige la planificación, así como los caminos alternativos de orden instrumental, se visualiza la potencialidad de esta forma de ejercicio profesional. En relación al segundo obstáculo, resulta inevitable reconocer que la superación del primer obstáculo lleva implícita el reconocimiento del segundo. Efectivamente, si la decisión última sobre la definición de las políticas está fuera del ámbito específico del trabajador social , como conseguir que sus propuestas sean factibles? El abordaje de esta situación requiere la puesta en práctica de modalidades operativos novedosas para los trabajadores sociales: la negociación, en sus diferentes modalidades. La negociación es por definición, la puesta en marcha de una serie de estrategias dirigidas a encontrar ámbitos beneficiosos para los intereses de los dos o más negociadores, es decir se trata exactamente de mostrar como es posible formular y definir políticas que respondan a los diagnósticos y propuestas que desde nuestra evaluación profesional beneficiarían a la población, al mismo tiempo que se muestra a través de análisis de costo y beneficio, de cálculo de impacto, etc..la posibilidad de satisfacción de los intereses que desde el plano normativo y desde el proyecto específicamente político sustenta la decisión. Al respecto es importante detenernos a considerar la dinámica tan particular con que se ejecutan las deciciones políticas que hace que requieren asesoramiento de alto nivel de eficiencia, en pedazos agudamente cortos, y con perfil estratégico que permita adecuar las propuestas a sucesivos cambios y ajustes si los cambios contextuales lo requieren. Esta situación se entrelaza y se explica, además, por las transformaciones tan marcadas que se han operado en los últimos tiempos en el concepto de poder. "La calidad del poder, como contrapuesta a su cantidad puede definirse en función de su adaptación al manejo más eficiente posible del mayor número de temas, intereses o procesos en que estén realmente involucrados las sociedades nacionales, los individuos y los grupos intermedios en el mundo contemporáneo..Y todo esto, a su vez, lleva a la conclusión central de que en la actualidad el conocimiento no sólo es la principal forma del poder sino que es también el elemento que está a la base de cada una de sus fuentes y que da eficacia a la acción de los múltiples agentes que hoy lo ejercen6.

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Es en relación a estos temas, es que queremos producir una reflexión. Los trabajadores sociales en su evolución tendieron a tomar los marcos globales de análisis de la realidad para explicarse y comprender con rigurosidad las problemáticas sociales sobre las que se produce su intervención profesional. Esto es absolutamente necesario pero no debió dejar por fuera la profundización en las especificidades más concretamente en la conceptualización teóricas de problemas de la intervención cotidiana. En ese sentido y para retomar el inicio de este punto nos planteamos la necesidad de conocer desde y para la práctica misma contribuyendo a la caracterización teórica que permita la reformulación de estrategias de acción. ----------------------------------------------------------------- (6) Tomassini Luciano, "La política internacional en un mundo postmoderno" Grupo Editor Latinoamericano-1991. Las instituciones podrán imprimir sus líneas de acción y planificación, pero los profesionales deberemos precisar con rigurosidad nuestro objeto de intervención profesional. Es necesarion realizar una recuperación teórica de nuestra capacidad operativa. Las instituciones constituyen un medio donde se hace indispensable el pensamiento crítico, la búsqueda de líneas de acción que faciliten la autonomía profesional y la creatividad. Sólo desde este lugar podremos contribuir al conocimiento de lo social, con aportes rigurosos y sistemáticos reflexión.

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BIBLIOGRAFIA Rozas Margarita, en Trabajo Social y País "Algunas reflexiones sobre la construcción del conocimiento trabajo social en el contexto actual"-Ed. Humánitas-1993 Gassi Estela, en Trabajo Social y país "Reflexiones sobre la resolución y alcances de la crisis" Ed. Humánitas 1993. Veras Batista Myriam " La investigación en Trabajo Social" ALAETS, Celats 1992. Tomassini Luciano, "La política internacional en un mundo posmoderno" GEL 1991. Castronovo, Raquel en Sociedad "Los beneficios secundarios del desconcierto" 1992. Matus Terersa, "Desarrollo local, fronteras de lo posible" Pontificia Universidad de Chile-1993. Tenti Fanfani, Lumi y Golbert "La mano izquierda del Estado" Miño y Dávila-Ciepp 1993. Correa Violeta, Sociedad "La formación de los trabajadores sociales en los finales del Siglo XX" 1992.