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“LA ATARAZANA DE MONTEVIDEO.
ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LA
ESTRUCTURA DE MADERA Y TECHO “A LA PORTEÑA”
S. TORÁN
Profª Asistente
Facultad de Arquitectura- UdelaR
Montevideo; Uruguay
Arqs. M. Calone y C. Meyer
Integrantes del equipo de investigación: “Tecnología de la construcción en madera”
Facultad de Arquitectura - Universidad de La República
RESUMEN
Dos años antes que el puerto de Montevideo fuera elevado a la categoría de Apostadero Naval de España en el Atlántico
Sur, la Corona española había construido en 1774, la Atarazana (recinto destinado a labores de mantenimiento de las
naves de guerra) con el objetivo de mantener la soberanía en las costas atlánticas.
Este edificio fue declarado Monumento Histórico en 1984 y, la presente Administración decidió rescatarlo del deterioro
y del olvido realizando un concurso público: “BROU-Ciudad Vieja” de anteproyectos arquitectónicos para la
ampliación de las instalaciones del Banco de la República Oriental del Uruguay, en cuyas bases especificaba que las
propuestas debían incluir la recuperación y el reciclaje de la Atarazana, hoy en ruina.
El objetivo de este trabajo fue elaborar recomendaciones para la restauración, conservación o sustitución de las piezas
de madera del entrepiso y techo a la porteña de ese edificio patrimonial ya que en el mundo quedan en pie solo cuatro:
en Barcelona, el más importante, en Sevilla, Santo Domingo (República Dominicana) y el de Montevideo.
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1. INTRODUCCIÓN
En la Ciudad Vieja de Montevideo, la Corona española crea en 1776 el Apostadero Naval del Río de La Plata,
Patagonia e Islas Malvinas, como parte de su estrategia de defensa de la soberanía en las costas atlánticas. Se trata de un
complejo militar no fortificado, distinguiéndose entre sus construcciones los galpones conocidos como “Barracón de la
Marina”, destinados fundamentalmente a labores de mantenimiento de las naves de guerra, de donde obtiene su
denominación como “Atarazana”.
El Apostadero Naval se ubicó entre la bahía y la primera hilera de cuadras delineadas por el Ing. Petrarca cuando se
funda Montevideo (1724), en un terreno que había pertenecido a la Compañía de Jesús (Fig.1) [1].
Actualmente esa cuadra contiene vestigios ruinosos representativos de un programa naval colonial, y conserva antiguos
edificios que testimonian las primeras épocas de la Ciudad Vieja. Su estado actual, en conjunto con los baldíos que la
rodean genera un vacío urbano que degrada el entorno.
La Atarazana fue declarada Monumento Histórico en 1984, y la presente Administración decidió rescatarla del deterioro
y del olvido realizando en el año 2009 un concurso público: “BROU - Ciudad Vieja” de anteproyectos arquitectónicos
para la ampliación de las instalaciones de la Casa Central del Banco de la República Oriental del Uruguay, en cuyas
bases especificaba que las propuestas debían incluir la recuperación y el reciclaje de la Atarazana, hoy en ruina [2] .
El reciclaje debe ajustarse a lo que establece el Plan Especial de Ordenación, Protección y Mejora de Ciudad Vieja [3]
que define el grado de protección patrimonial de un bien en una escala de calificación de cinco grados. La
determinación del grado fija las pautas para la actuación y el nivel de intervención arquitectónica, en relación al valor
patrimonial a proteger. Esa manzana es un relicto patrimonial cultural, es decir, un recurso no renovable en el cual se ve
reflejada parte de la historia de la Ciudad Vieja y, a pesar de las alteraciones que ha sufrido, continúa siendo un
reservorio de la historia urbanística de Montevideo.
La Atarazana ubicada en el centro de la manzana en un área aproximada de 200 m2
(Fig. 2a) ocupa el único padrón
construido de la cuadra enfrentada al monumental volumen del Banco de la República Oriental del Uruguay (Fig. 2b).
El edificio actual es una parte del edificio original (Fig. 2c) y está catalogado en el "Inventario de Protección
Patrimonial (2000) como Grado 4. Ello significa: Edificio de valor excepcional que debe ser conservado integralmente.
Sólo se admitirán en él apropiadas y discretas incorporaciones de elementos de acondicionamiento” [4].
Fig. 1. Ubicación del Apostadero Naval (en rojo) en la evolución de la Ciudad Vieja de Montevideo.
Fig. 2a. La Atarazana, ubicación.
Imagen satelital, Google Earth 2009
Fig. 2b. Contexto actual del
entorno de La Atarazana. Fig. 2c. La Atarazana.
Fachada norte.
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El inventario especifica que en el Grado 4 se aceptarán obras de restauración, consolidación o reparación de los
elementos estructurales así como la reposición y reconstrucción del edificio original cuando redunde en el beneficio del
valor cultural del bien. Se destacan como elementos significativos de la Atarazana: “Fachadas, carpinterías, entrepisos
y revestimientos”, detallándose: el piso de granito, los arcos escarzanos en aberturas en planta baja con dovelas de
granito, la tirantería de madera original y las rejas puntas de lanza.
La Atarazana presenta una volumetría regular, dispuesta en dos niveles de 8 metros de altura con muros portantes de
ladrillo, un entrepiso y techo a la porteña de tirantería de madera aserrada. Actualmente pueden verse sus muros
descarnados (Fig. 3a) y su entrepiso y cubierta apuntalados (Fig. 3b y 3c).
El objetivo del trabajo que se presenta fue realizar el diagnóstico de la estructura de madera y elaborar recomendaciones
para su restauración, conservación o sustitución de las piezas de madera. Se detectaron algunos de los daños provocados
por los agentes destructores aplicando técnicas de inspección convencionales, equipos específicos (Sylvatest) y la
metodología de F. Rinn [5] para la representación del estado de las piezas de madera.
2. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
Para efectuar la inspección visual, el Ministerio de Transportes y Obras Públicas del Uruguay colocó andamios y
reapuntaló el edificio, ya que los muros de las fachadas laterales presentaban un desplome hacia afuera. Mediante
distintas técnicas de inspección se examinó la estructura de madera a la que fue posible acceder solo parcialmente
debido al riesgo de derrumbe de la construcción. Se realizó un registro (ficha) de las piezas inspeccionadas y se
identificaron con un color según el estado que presentaban: amarillo (pieza sin daño), naranja (daños leves, pieza a
reparar) y violeta (daño importante, pieza a sustituir), blanco (pieza faltante).
El relevamiento se hizo de acuerdo a los siguientes pasos:
a) Determinación de la especie forestal, trabajo solicitado al Departamento Forestal de la Facultad de Agronomía de la
Universidad de La República, para conocer las características mecánicas y verificar la resistencia de las escuadrías de
madera [6].
b) Determinación de los agentes xilófagos actuantes para definir el o los tratamientos a realizar.
c) Estudio particularizado de las zonas afectadas por el fuego, determinación de la profundidad de la carbonización y
evaluación de la capacidad resistente en base a la sección remanente de cada pieza.
d) Estudio de algunas piezas para determinar el daño y su capacidad portante remanente.
En cuanto a los equipos utilizados gran parte de la inspección fue posible efectuarla mediante instrumentos sencillos, se
utilizaron punzones, azuelas, cepillos de alambre, martillos y taladros [7]. En las zonas en las cuales no se pudo acceder
o que se encontraban intransitables por los numerosos puntales colocados se recurrió a otros instrumentos tales como:
- Endoscopio: para determinar las condiciones de la madera en lugares inaccesibles
- Equipo Sylvatest: mediante ultrasonido comprueba las condiciones internas de la madera, ataques de agentes xilófagos
y elementos que disminuyen la capacidad resistente. Permite también determinar el módulo de elasticidad y la densidad
de la madera in situ, es decir, con la pieza de madera en su posición original.
Fig. 3c. Cubierta apuntalada.
Fig. 3a. Muros descamados. Fig. 3b. Apuntalamiento del
entrepiso.
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3. DESCRIPCIÓN Y RELEVAMIENTO DEL TECHO A LA PORTEÑA Y ENTREPISO
La estructura de madera del techo y del entrepiso está compuesta por vigas longitudinales: 2 centrales y 2 perimetrales
de pinotea (pino oregón, proveniente de la costa oeste de Estados Unidos que venía como lastre en los barcos) que se
apoyan con cartelas en 10 pilares centrales de madera de18x18cm de sección.
En planta baja de los 10 pilares centrales quedan 8 y de los 10 ó 12 perimetrales hay solo 2.
En planta alta permanecen los 10 pilares centrales.
La particularidad de las vigas longitudinales centrales es que están colocadas de cara (el lado de mayor dimensión en
horizontal) y permanecen en la estructura del techo y entrepiso.
Sobre las vigas longitudinales se apoyan las vigas transversales de 14x20cm. La distancia a eje, entre las vigas
transversales del techo es de 90cm y entre las vigas transversales del entrepiso es de 120cm.
Las vigas transversales del techo se apoyan en el muro en una carrera de hormigón armado (intervención realizada en el
edificio para consolidar la estructura) (Fig. 4a). Sobre las vigas transversales del techo se apoyan listones (alfajías de
15x6cm cada 23,5cm algunas de reciente colocación) (Fig. 4b) y encima, a eje, se dispone una capa de ladrillos de
17x38cm.
Hay sectores de la cubierta que tienen dos capas de ladrillos con junta coincidente (Fig. 5a), esto se pudo verificar solo
en un sector del techo. Por arriba de los ladrillos hay una carpeta de hormigón de 5 a 6cm de espesor que fue agregada
posteriormente, la que se encuentra deformada, con grietas transversales tal como lo manifiestan Martorelli, Mussio,
Castro et al (2010, pág. 68) que ha facilitado el ingreso de agua y el deterioro de la estructura de madera de la cubierta
(Fig. 5b) [8].
Las vigas transversales del entrepiso se apoyan en el muro de mampostería mediante una tabla de 2” de espesor
intercalada entre dos hiladas de ladrillo, en las fachadas Norte y Sur con un conector de hierro en ángulo como anclaje
al muro. Se destaca que estos anclajes no son originales y no se sabe en qué fecha se pusieron. (Fig. 6).
Fig. 4b. Alfajías y ladrillos de reciente colocación. Fig. 4a. Carrera de hormigón en el perímetro.
Fig. 5b. El ingreso de agua ha causado
importantes deterioros en el techo. Fig. 5a. Los ladrillos desprendidos
dejan ver una segunda capa.
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En el entrepiso se mantiene solo una de las vigas perimetrales. El entrepiso estaba construido íntegramente en madera
pero, a la fecha las tablas de piso están totalmente deterioradas o no existen. (Fig. 7).
Los apoyos de las vigas transversales del techo se encuentran en mejor estado que los apoyos de las vigas del entrepiso
En ambos niveles los apoyos del sector Sur (Fig. 8a) se encuentran en mejor estado que los del sector Norte (Fig. 8b).
Se desconoce el estado de las cabezas de las vigas encastradas en el interior del muro porque no fue posible acceder
para indagarlo
Por lo menos 2 pilares centrales han descendido arrastrando a las vigas adyacentes lo que provoca un importante
hundimiento de la estructura del entrepiso y techo (Fig. 9a). Este descenso se debe a la destrucción total de algunos de
los cimientos realizados en ladrillos. Puede apreciarse que la viga perpendicular a los muros ha desaparecido. (Fig. 9b),
lo que representa un obstáculo para la reconstrucción de la estructura del entrepiso.
Fig. 6. Anclaje al muro. Fig. 7. Entrepiso, estado actual de las tablas de piso.
Fig. 8a. Apoyo de las vigas en la pared Sur. Fig. 8b. Apoyo de las vigas en la pared Norte.
Fig. 9b. Inexistencia de la viga. Fig. 9a. Descenso de las vigas.
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Originalmente los pilares estaban fundados en dados de un material aglomerado con piedras y ladrillos. Posteriormente
los dados se sustituyeron por una losa de piedra. En el apoyo los pilares se encuentran en general en muy mal estado
(Fig. 10a), hay un dado sin el pilar (Fig. 10b y 10c), no se investigó hasta donde llega el deterioro al interior de la
escuadría.
En dos sectores de La Atarazana se constataron los efectos del fuego. Se aprecian piezas totalmente carbonizadas sin
ninguna capacidad portante, y otras con sus secciones disminuidas (Fig. 11a). En contraste con esta situación hay
apoyos centrales originales que presentan un buen estado de conservación. (Fig. 11b).
4. DIAGNÓSTICO DE SITUACIÓN
En la inspección visual se constató que dos de los pilares centrales han descendido por lo menos 30 o 40cm. El
descenso se debe a que los dispositivos de cimentación y tipo de suelo son diferentes. La fachada Sur apoya en suelo
firme rocoso y la cimentación es puntual. La fachada Norte apoya en suelo arcilloso y relleno antrópico y la
cimentación es corrida (Martorelli, Mussio, Castro et al, 2010, pág. 127)
Hay deterioros importantes por el ingreso de agua, en algunos sectores del techo donde faltan ladrillos y la carpeta de
hormigón presenta grietas y fisuras. El 10% de las vigas longitudinales centrales y el 10% de las vigas transversales
están carbonizadas a causa de un incendio en dos sectores; uno sobre la pared Oeste y el otro en el centro de la
Atarazana.
Las cabezas de las vigas transversales del entrepiso están muy deterioradas, especialmente las que están en la fachada
Norte. Se estima que la mitad de las vigas transversales del techo tendrían sus cabezas (o extremos) dañados sobre esa
fachada y en un menor porcentaje las del lado Sur.
Más de la mitad de las escuadrías de madera se encuentran en buen estado y tienen deteriorados solamente sus extremos
o apoyos.
No se puede en este trabajo determinar todas las causas que han producido las anomalías del edificio. Sí se puede
enunciar las causas probables del deterioro de la madera del techo y entrepiso y las principales son:
a) Falta de estanquidad del techo (cubierta)
b) Falla del dispositivo de cimentación de los pilares de madera
c) Pudrición de las cabezas de vigas apoyadas en el muro
Fig. 10b. Dado sin el pilar correspondiente. Fig. 10a. Detalle apoyo en el dado. Fig. 10c. Pilar desaparecido.
Fig. 11b. Pilares y vigas en buen estado. Fig. 11a. Partes de la estructura quemadas.
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d) Aumento de la sobrecarga por la carpeta de hormigón agregada y por la acumulación de agua de lluvia en la cubierta
f) Falta de algunos elementos estructurales
La estructura de madera del techo y entrepiso hace 26 años que está apuntalada en su totalidad por riesgo estructural.
En la siguiente tabla se muestra una síntesis de las anomalías encontradas y su ubicación.
Tabla 1. Deterioros y estado de situación de los elementos estructurales
DETERIOROS de la estructura de madera
Anomalía Descripción Localización Afectación
en % Causas probables Observaciones
Hundimiento
de estructuras
Descenso de
pilares y
descenso de
vigas
transversales
Pilares centrales
y elementos
estructurales
relacionados
Sin determinar
en su totalidad
Falla del dispositivo de
cimentación
Pudrición del elemento en
el tramo enterrado
Sobrecarga de la cubierta
por la carpeta de
hormigón y acumulación
de agua
Hay descensos hasta
30 o 40cm.
Falta de
apoyo de
vigas
transversales
Pérdida de
contacto entre la
viga y muro
de ladrillo
Vigas transversales del
techo, fachada Norte 50 %
Pudrición por filtraciones
de agua de lluvia
El estado de las
cabezas de las vigas
empotradas en muros
de las fachadas Norte
y Sur se desconoce
Vigas transversales del
entrepiso, fachada Norte 50 %
Pérdida de
elementos
estructurales
de madera
Pérdida parcial o
total de la pieza
Vigas longitudinales
perimetrales en fachadas
Norte y Sur de entrepiso
y techo
60 %
Pudrición por filtración de
agua de lluvia, uso
inadecuado y sustracción
Causas no determinables
La viga perimetral del
entrepiso en la
fachada Sur no está
completa
Pilares de Planta. Baja
y Planta Alta 50 %
En P. Alta faltan
todos los pilares
perimetrales y en
P. Baja faltan los
pilares perimetrales y
dos centrales
Carbonización
Secciones
disminuidas
y partes
desaparecidas
Dos sectores de
la estructura del
entrepiso
10% Uso indebido o causas
indeterminadas
Incorporación
de piezas no
originales
Alfajías y vigas
transversales Indeterminado
Sin determinar
en su totalidad
Intervenciones de
reparación
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La Atarazana hace 60 años que está deshabitada, en sus dos siglos de existencia ha sufrido múltiples y variadas
modificaciones en función de los cambios de destino, las operaciones de mantenimiento han sido escasas y discontinuas
en el tiempo por lo que ha predominado una situación de abandono.
Frente a esta situación de abandono el criterio para elaborar las recomendaciones que contemplen las disposiciones
relativas al Grado 4 de protección del Inventario Patrimonial para un bien definido como “edificio de valor excepcional
que debe ser conservado integralmente” se basa en rehabilitar, preservando la composición constructiva y diseño
original.
En la medida que no se sabía cuál sería el destino de la Atarazana en la propuesta ganadora del concurso realizado por
el BROU [8], no era posible definir criterios para su recuperación y la manera específica de hacerlo, ya que restituir la
estructura a su estado original puede ser una operación muy onerosa. Sin embargo se recomendó:
- Preservar todas las piezas de madera originales que se retiren definitiva o transitoriamente de la construcción,
cualquiera sea su estado al desmontar totalmente la estructura del techo y entrepiso, recuperar los trozos de madera que
se encuentren en buen estado y reconstruir con ellos las piezas con las dimensiones originales. Todos los trozos de
madera son valiosos y útiles en un proceso de consolidación.
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- Realizar la remoción total de la capa de hormigón para alivianar el peso sobre la estructura de madera en su conjunto.
- Trazar un plan de acción para la restauración y recuperación de la estructura de madera.
- Proceder a desmontar las piezas por sectores e ir construyendo nuevamente la estructura realizando para ello encastres,
empatillados o las uniones que se consideren necesarias.
- Reponer las piezas que estén totalmente deterioradas utilizando madera de la misma especie (pinotea). De no ser
posible usar madera de Pinus elliottii o taeda impregnada por vacío-presión con óxidos de CCA (cromo-cobre-
arsénico), con retención mínima 4 Kg/m3 [9]
- Efectuar un decapado mecánico de la madera con rasqueta, cepillo de alambre o escofina.
- Aplicar un tratamiento químico a toda la madera por ejemplo, cipermetrina al 0.1% o similar.
La propuesta ganadora del concurso de anteproyectos del BROU [10] aspira a recuperar las edificaciones existentes y el
entorno inmediato de la Atarazana. Su recuperación excede los alcances de una restauración, es una reconstrucción
incorporada a un proyecto mayor que rescata sus valores fundamentales (Fig. 12).
El proyecto ganador: "Un complejo edilicio que busca resolver aspectos funcionales, patrimoniales, simbólicos y
urbanos. Un edificio para la ciudad, un edificio que es casa bancaria, espacio público, plaza, un nuevo concepto de
edificio paisaje”. Con estas palabras los arquitectos A. Baptista V, A. Baptista A y H. Flora definieron su propuesta.
La Atarazana será totalmente refaccionada para que funcione como biblioteca pública.
6. AGRADECIMIENTOS
A las Arqs. G. Mussio, M. Castro y R. Martorelli del Instituto de la Construcción | farq | UdelaR por el informe del
Asesoramiento BROU-Atarazana, las fotografías y recaudos en formato digital del edificio; a mis compañeros de
equipo Arqs. M. Calone y C. Meyer por el diagnóstico de la Atarazana y a N. Mallada por sus sugerencias.
7. REFERENCIAS
[1] Giuria, Juan: "La arquitectura en el Uruguay" tomo I. Facultad de Arquitectura. Universidad de la República,
Montevideo, 1955.
[2] "Bases para el Concurso Público de anteproyectos arquitectónicos para el BROU". Montevideo. 2009.
[3] Plan Especial de Ordenación, Protección y Mejora de Ciudad Vieja, Montevideo, 1983.
[4] Inventario de Protección Patrimonial. Intendencia de Montevideo (1983, 2010) [en línea] [fecha de consulta: 14
octubre 2014]. Disponible en: http://inventariociudadvieja.montevideo.gub.uy/padrones/2923b-0
[5] F. Rinn, “Metodología para inspeccionar la madera”, CIS- Madera, 12 (2004): pp. 19-32.
[6] C. Mantero “Caracterización tecnológica de las especies forestales cultivadas en Uruguay” Facultad de
Agronomía, Montevideo, Universidad de la República, 1999) 24p.
[7] F. Peraza, “Protección preventiva de la madera”. AITIM. (Madrid, España, 2001).
[8] Informe de Asesoramiento BROU-Atarana. R. Martorelli, G. Mussio, M. Castro et al. (Montevideo, Uruguay,
Facultad de Arquitectura. Universidad de la República, 2010) 135 pág.
[9] M. Calone, C. Meyer, S. Torán. “Cubiertas de tejas con estructura de madera” (Montevideo, Uruguay, Universida
de la República, 2008). pp. 156-157
[10] Baldoira, Carlos: “Apostadero Naval de Montevideo, Patagonia e Islas Malvinas”. Facultad de Arquitectura.
Universidad de la República. Montevideo, 2009. [en línea] [fecha de consulta: 16 setiembre 2014]. Disponible en: http://www.concursos.brou.com.uy/concursos/CIUDAD_VIEJA/01-PAGINAS/BROU_CV_DOCUMENTACION_3.htm
Fig. 12. Propuesta ganadora del concurso ”BROU – Ciudad Vieja”