jean-claude michéa la escuela de la ignorancia

5/13/2018 Jean-Claude Mich a La escuela de la ignorancia

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,-,au" 1-'v'-v~"J.lV~, LdUdOC pUlU.-a y ~U~CX1-'tTLUSell ciencias ce iacacion" acometen una nueva reforma de la Escue la. Sin ICU1U"Lll!'J;fracaso escolar sigue agravandose: la infantilizacion ganainteligencia critica; el individualismo y la negacion del otto se 4UUU'-4de las relac iones humanas; e l dominio de la inmediatez corroedisciplina del tiempo 0la atencion, A simple vista, parece un gran'terio. Pero, 2 Y s i ese fracaso fuese el objet ivo o c u l t o de todas lasmas? Esa es lainquietante hipotesis que desarrolla Jean-Claude Micheaen este l ibelo: solo la escuela de la ignorancia, que pretende plegar lavida y la in teligencia de las personas a las practicas dominantes de l",consumo y el entreten imiento , esta a la altura de un mundo dondelamayor par te de la humanidad se ha vuelto perfectamente desechable.Jean-Claude Michea es profesor de fi losofia en Montpel lier . Es ","H,r",""de dos ensayos sabre George Orwell: On ve /~ a n ar eh is te t or y ( 19 95 ) Y "Onve l! i duea te u r (2003); de Le s I n te l/ e et u e! s , I e peup !e e t l e ha l! on r ond ( 1998 ) ,una reivindicacion del futbol y una cri tica de sus cri ticos; y de varieslibros sobre la civilizacion liberal, como Im pa ss e A da m S mith (2002) 0L 'E mp ire d u m oin dre m al (2 00 7)."Los discursos oficialistas tienden a correlacionar problemas educativos con 'faltade presupuesto ', Sin embargo, el problema es mas profundo, mas insidioso, masrnolesto de reconocer. No se trata de dinero, ni siquiera es valido eI insustancialdiscurso de una 'perdida de valores ' que nadie sabe que significa,El problema dela educaciori, segun Michea, es una cuestiori de disefio social, de decision politicaconscience para evitar una Escuela de verdad."

Javier Barraycoa, Profesor del Centro Universitario Abat Oliba CEU"L q bueno de los panfJetos intel igentes es que dan una voz de alarma sugestivaincluso para quienes no comparten del todo los presupuestos del panfletario. Tales el caso de esta obrita, escri ta con laintensidad y el debido mal genio que cua-dran a1lgenero,"

Fernando Savater, BABELIA (E I Pa is ) , sabado 29 de junio de2002"iEI Plan BoJonia es la ampliacion del campo de batalla de esta escue1ade laigno-ranc ia!" (ac tivi sta ant i-Bolonia) ,

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ACUARELA & A. MACHADO


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"Hoy e n d ia , e n t od a s p ar te s s e c e le b ra e l c o n oc im ie nt o. i Q ui en s ab e s i a lg u nd ia l legaran a c rear se Un i ve r si dades para vo lve ra ins t aurar la i gnoranc if l? "

Lichtenberg (1742-1799)." 5 i h c ry a lg u na p os ib il id a d d e q u e l os o tr os n o s e sc u cb e n, e s h a ci en do q u e n u es tr o

discurso sea 1 0 mas t aj an te p os ib le . P or e so a q ui s om o s t an t aj an te s.E l t ie mp o f eli Z e n e l q ue p o damo s p re sc in di r d e e st o, e n e l q u e p od amo s e vit ar

l a exagerac idny a c tu ar c o n s o b ri ed ad , a u n n o ha l le g ad o. "Gunther Anders, D e la B om be , 1956.


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El punto de partida de este ensayo es un articulo publicado en eln" 23(cliciembre, 1998) de la revista R e g ' Art. Agradezco a la redacci6n de estarevista, en especial a Valerie Hernandez, que me haya permitido retomaralgunos pasajes de dicho articulo.

INTRODUCCION

En nuestros elias, cuando un autor se aparta de la versiondominante de las cosas en dos 0 tres puntos importantes,suele exponerse no solo a la malevolencia de los criticos ofi-ciales, que se limitan a cumplir con su trabajo, sino tambien aun cierto grado de incomprension 0 de malentendidos porparte del publico. As! pues, para limar este inconveniente, seve obligado a multipl icar las precisiones, las referencias y lasobservaciones, es decir, en la practica, a multiplicar las notas,que no suelen ser bien acogidas por el lector. Con el fin desimplificar en la medida de 10 po sible la tarea de este ultimo,he establecido dos tipos distintos de notas. En principio, lasque remiten a un numero C ) deben leerse conjuntamente conel texto. Las otras, que remiten a letras ( [ A J ) , se encuentranagrupadas al final dellibro y estan planteadas para poder leer-se de forma independiente. Sin duda, es una solucion imper-fecta, pero sigo pensando (quiza sin razon) que esta motiva-da no tanto por mis manias como por la epoca presente.

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IEn 1979, Christopher Lasch, uno de los espiri tus mas pene-

trantes del siglo xx, describia en estos terminos el declive delsistema educativo estadounidense:

"La educacion en masa, que prometia democratizar la cul-tura, antes restringida a las clases privilegiadas, acabo porembrutecer a los propios privilegiados. La sociedad moderna,que ha logrado un myel de educacion formal sin precedentes,tamb ien ha dado lugar a nuevas formas de ignorancia. A lagente le es cada vez mas dificil manejar su lengua con solturay precision, recordar los hechos fundamentales de la historiade su pais, realizar deducciones logicas 0 comprender textosescritos que no sean rudimentarios 1. "

Veinte afios despues, nos vemos obligados a reconocer quebuena parte de estas crit icas pueden aplicarse a nuestra pro piasituacion 2. Es obvio que no se trata de una coincidencia. La cri-

1Christopher Lasch: Lt. Complexe d e Narcisse, Paris : R.Laffont, 1980, pp. 177 Y178. Existe traduccion al castellano: La cu l lura de l nards i smo, Barcelona: AndresBello, 1999.

2 Liliane Lurcat (primero alumna y luego colaboradora de Henri Wallon,una de las pocas especialistas francesas serias en ciencias de la educacion) afir-rna que : "En 1983, el rec to rado de Niza rea li ze una encuest a a cerca de 12.000

, a lumnos de 10 de Ensei ianza Secundaria. EI 22,48% no sabia leer y el 71,59%era incapaz de comprender una palabra nueva a parti r de l contex te". Segun laautora, desde en tonces, "como un mar engull ido por la arena , el problema hadesaparecido, por obra y gracia del silencio de los medios de cornunicacion y

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sis de la antes denominada "Escuela Republicana" ya no puedesepararse de la crisis que afecta a la sociedad conternporanea ensu conjunto. Indudablemente, dicha crisis forma parte del movi-miento historico que, adernas, desintegra las familias, descompo-ne la existencia material y social de los pueblos y los barrios 3, yde forma generalizada destruye progresivamente todas las for-mas de civismo que, todavia hace unas decadas, condicionabanbuena parte de las relaciones humanas. Con todo, esta constata-cion, totalmente banal por S 1 misma, podria no tener consecuen-cias (0 incluso conllevar consecuencias ambiguas), si no lograse-mos captar adernas la naturaleza de esta sociedad moderna, esdecir, comprender que logica rige su movimiento. Solo entoncessera posible calibrar hasta que punto los actuales progresos de laignorancia, lejos de ser el producto de una deplorable disfuncionde nuestra sociedad, se han convertido en una condicion nece-saria para su pro pia expansion.

de la propaganda polit ica. Sobre los escombros de la cnserianza de la lectura yI la escri tura, se construye apresuradamente la escuela masificada, uti lizando elcebo del Bachillerato para todos". (Liliane Lurcat: Ve r s une e cole to ta l it a ir e? , Paris:

F.-X. de Guibert , 1998.) EI Ult imo logro de esta "propaganda polit ica" es, porsupuesto, ellibro de Christian Baudelot: Et pour tan i , ils lisent, Paris: Seuil, 1999.

3 Desde este punto de vista, como cualquiera puede constatar, hemos entra-do en una era realmente nueva: fa ! po c a d e fa d e s t r u c a o n de la s c iu dad es e n t ie mpo s d epaz Tomando laciudad de Los Angeles como elmodelo preferido de todos losdestructores modernos, es recomendable lalectura del excelente estudio de MikeDavis: City o fQ u ar tv L os A ng ek s, c ap it al e d u f ut ur , Paris: La Decouverte, 1997 (haytraduccion espanola: C iu da d d e m a rz o. A rq ueo hg fa d el fu tu ro en L os A ng ek s, Madrid:Ediciones Lengua de Trapo, 2003). Para una apl icaci6n al caso frances, puedeconsultarse el panfleto de Sophie Herszkowicz: Le tt re o uv er te a u m a ir e d e Pa ri s d p r o-po s de fa destruc tion de Bellev ille , Paris: Encyclopedic des Nuisances, 1994 IAI .14


Las paginas de este l ibro pretend en corroborar brevemen-te esta hipotesis, aunque tengo plena conciencia de quemuchos la consideran ya totalmente inverosfrnil ' .

"Observaciones sobre el concepto de ignorancia.Entendemos por "progreso de laignorancia" no tanto ladesaparici6n de los

conocimientos indispensables en el sentido denunciado habitualmente (y, muy amenudo, de forma justi ficada), s ino el declive constante de la inteligencia c r i t i c a ;esto es, la aptitud fundamental del hombre para comprender a un tiempo elmundo que Ieha tocado vivir y a parti r de que condiciones larebeli6n contra esemundo se convierte en una necesidad moral . Ambos aspectos no son completa-mente independientes, en la medida en que ejercer el juicio cri tico exige basesculturales minimas, empezando por la capacidad para argumentar y el dominiode las exigencias lingiiisticas elementales que toda "neolengua" esta destinada adestruir. Sin embargo, es necesario diferenciar uno y otro t ipo de ignorancia,puesto que la experiencia cotidiana nos muestra que un individuo puede saberlotodo y no entender nada. Sin duda, es 1 0 que queria decir Orwell cuando escribeensu Diario deguer ra: "S i gente como nosotros comprende la situaci6n mejor quelos supuestos expertos, no es porque tenga poder alguno para predecir aconte-cimientos concretos , s ino potque puede percibir la clase de mundo en que vivi-mos { To g ra sp w ha t k in d o f w o rl d w e a re l iv in g i n) ". La base epistemol6gica de estadistincion, es, naturalmente, la imposibilidad manifiesta para reducir la actividadcri tica de laRazon als imple uso de una base de datos por laque sepodria nave-gar li bremente . AI no tener en cuen ta esta di st inc i6n, la sociologia ministerial notiene reparos enpretender -por medio de errores metodol6gicos de uso- que "elnivel (de laensefianza) aumenta". Y ella cuando todos los datos disponibles indi-can que, en los paises industrializados, la juventud escolarizada es cada vez mas

, permeable a los diferentes productos de la supersticion (de la antigua astrologiaala moderna N e w A ge ); cuando su capacidad de resistencia intelectual frente a lasmanipulaciones mediaticas 0 al bombardeo publicitario disminuye alarmante-mente y cuando seIe ha ensefiado con eficacia admirable una solida indiferenciahacia lalectura de los textos criticos de la tradici6n.

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II

Al principio de El Capital, Marx define las sociedadesmodernas como aquellas "donde reina el modo de produc-cion capitalista". Esta definicion es valida si se aportan algu-nasprecisiones que, ciertamente, son muy poco marxistas.

La atribucion de una fecha exacta al nacimiento del"modo de produccion capitalista" es uno de los escollos habi-tuales de la historiografia contemporanea. Braudel resumio elproblema al afirmar, en tono humoristico, que la fecha debiasituarse "en algun momento entre 1400 y 1800". De hecho, laexistencia de clases mercantiles en actividades desarrolladas-a veces sustentadas por tecnicas financieras extremadamen-te sofisticadas- 00 es en absoluto privativa de la Europamoderna. La antigua Mesopotamia, el Irak de las dinastiasabasies 0 la China de los Song, por citar solo los ejemplos cla-sicos, vivieron fases de expansion econornica que en muchosaspectos prefiguran el sistema capitalista s. No obstante, lascondiciones del Occidente moderno han sido las unicas capa-

5 Evidentemen te , es to no implica que e l in te rcambio comerc ia l -por nomencionar la fabula del "trueque"- sea una relaci6n natural . Muchas socieda-des desconocian este t ipo de relaci6n 0 la mantenian voluntariamente en unestatus periferico. Desde este punto de vista, el caso mas extremo es el delimperio Inca.En este ambito, las obras pioneras fueron las de Marcel Maussy Karl Polanyi . En la actualidad, las investigaciones mas importantes para lafilosofia politic a a este respecto son fundamentalmente los estudios realizadosa parti r de 1982 por el "Movirnlento ant i-ut il itaris ta en las ciencias sociales"(MAUSS) bajo la direcci6n de Alain Caille y Serge Latouche.

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ces de alumbrar y experimentar la idea de "sociedad capitalis-ta". Sin la interiorizaci6n progresiva de dicha idea -y de sucorrespondiente imaginario- por parte de un numero ere-ciente de agentes econ6micos y de dir igentes polit icos, l a s is -temativacion capita lis ta de las ac tividades mercanti le s anter iores nuncase habria convertido en un program a filosofico completo:empezando por el esfuerzo met6dico y paciente por "desin-crustar" (polanyi), homogeneizar y sincronizar los distintostipos de mercados existentes, un esfuerzo destinado a poneren practica la hip6tesis, hasta el momenta puramente te6rica,de un Mercado unificado y autorregulado. Ahora bien, comoestablece de forma convincente Hirschman 6, definir tal pro-gram a filosofico no s6lo esta ligado a los problemas poli ticosa los que se enfrentaban las monarquias europeas de la epoca,sino que su ejecuci6n intelectual habria constituido una tareairrealizable sin la existencia de una configuraci6n te6rica ques610 Occidente poseia: e l i deal de las c ie nc ia s e xper imental es de lanaturaleza. Para los intelectuales del siglo XVIII, el mejor expo-nente de este ideal, surgido un siglo antes, era la mecanicaracional de Newton.

Efectivamente, la invenci6n de la Economia Politica, esdecir, de la "ciencia" de la riqueza de las Naciones que, al fin,pretendia otorgar un fundamento politico e indiscutible a lasdecisiones de los Principes (y como talla consideraron), es 1 0que constituye la principal condici6n simb6lica sin la que nin-

6 Cf. A. O. Hirschman: Las pas iones y los in tereses: argumentospol i ti cos a favordel capita li smo prev ios a su tr iun fo, Barcelona: Peninsula, 1999; y Ve rs une e conomi epoli tique e larg ie, Paris: Minuit, 1986.18


g U n sistema capitalista podria haberse l levado a la pract ica 7.Del mismo modo, la ausencia de un mito fundador de estascaracteristicas explica que las otras sociedades 8, cualquieraque fuese su desarrollo comercial, ignoraran la figura exclusi-

~vamente occidental del Estado Racional (el futuro gobiernocientifico de los positivistas). Esta idea era, de hecho, la unicaque podia servir de base a la decision politica de construir pro-gresivamente las condiciones empiricas de la hip6tesis e c o n o m i -ca , esto es, del "sistema" capitalista. De ahi que este ultimo no.comenzara su larga y resistible historia hasta el siglo XVIII, yella debido a las contradicciones espedficas que, en aquel-entonces, caracterizaban el aparato estatal de las monarquiaseuropeas 9.

, [

7 La influencia del ideal newtoniano en elpensamiento de Adam Smith hasido demost rada desde hace t iempo. Pero es di st into saber si e lmodelo epis -temol6gico al que se refiere el filosofo escoces (como de hecho la mayoria delos pensadores de la epoca) corresponde realmente a la praxis efectiva deNewton: Jan Marejko no es ta de acuerdo, basandose en una argumentaci6nque me parece s6l ida (cf. Cosmolog ie e t poli t ique , Lausanne: L'Age d'homme,1989).

8 En el caso de China , Joseph Needham (cf. Sc ienceand c ivi l isa tion in China,Cambridge: Cambridge Universiry Press , 1954) estudi6 de forma admirablelos obstaculos cul turales que se oponian a la ciencia experimental y alconcep-to correlativo de "ley de la naturaleza".

9 En Francia, los primeros intentos de poner en pract ica la hip6tesis capi-tal is ta (la desregulaci6n del comercio de cereales) tuvieron lugar entre 1764 y1770. Puede enconttarse un excelente analisis de esta experiencia fundadoraen e lp re fac io de Michel Bar ill on a L 'A po lo gi e d e l 'A b be G a li an i de Diderot (cf.Apologies, Marsella: Agone, 1998).

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El aparato teorico de la Economia Politica se basa en unaidea a la vez sencilla e ingeniosa: para garantizar de formaautomatic a la Paz, la Prosperidad y la Felicidad -tres suefiosinmernoriales de la humanidad- bastaria con abolir todo 10que, en los habitos, las costumbres y las leyes de las socieda-des existentes 10 supone un obstaculo al juego "natural" delMercado, esto es, a s u fu nc io na mie nto s in tr ab as n i t ie mp os m ue rto s.Para desarrollar esta hipotesis y formular las "leyes" que ten-gan e1rigor aparente de los enunciados de Newton, el econo-mista se ve forzado, de una u otra forma, a describir a loshombres como "atornos sociales" (0 "rnonadas"), en cons-tante movimiento e impulsados por una unica consideracion:la de su i ns er ts b ie n e nt en di do 11. Asi pues, 1a validez teorica ypractica de esta premisa depende, naturalmente, de la propen-sion real de los individuos a funcionar tal y como exige 1ateo-ria, es decir , como nornadas y seres atomizados 12. Por ello, 1a

to Al referirse a los intercambios entre Francia y Estados Unidos, Brissot-que poco despues se convertira en e l e jemplo perfec to de revo luc ionariocorrompido por los banqueros- invita asi a "destruir los obstaculos que nues-tras formas de actuar, nuestras leyes y costumbres suponen para este comer-cio" (Etienne Claviere yJ.-P. Brissot: De laF rancee t desE ta ts -Uni s, 1787, Paris:CTHS, 1996).

11 "Del rni smo modo en que e luniverso f is ico est a sometido a las l eyes de lmovirniento, el moral tambien 1 0 esta a las leyes del interes." (C.-A. Helvetius:De l ' e s p r i t , Paris: Durand, 1758.)

12 "Como se ha sei ialado acertadamente;un comerciante no debe pertene-cer a ningun pais en concreto. En gran medida, Iees indiferente ellugar don de

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puesta en marcha de la economia liberal (esta expresion es unpleonasmo) primero exige que se instituya, a priori de formaparadojica, una autoridad politica con suficiente poder paraacabar sin reparos con todos los obstaculos que la religion, elderecho y la costumbre oponen a la "desincrustacion" delmercado y a su unificacion sin fronteras, Exige tam bien quese otorgue una existencia pragmatic a a la forma antropologi-ca correspondiente: la del individuo completamente "racio-nal", es decir, egoista y calculador, y, por tanto, libre de "pre-juicios", "supersticiones" 0 "arcaismos" que, segun lahipotesis liberal, generan ineludiblemente todos los tipos defiliacion, pertenencia 0arraigo existentes en la practice.

Como podemos cons tatar, el proyecto de la "ciencia"econornica -segu.n laexpresion de Paul Lafargue en La religiondel capital- no puede desligarse de las representaciones moder-nas de la razon como instrumento privilegiado del calculoegoista, en otras palabras, como autoridad natural capaz deorientar al sujeto sobre su "propia utilidad" (Spinoza) y orde-nar en su provecho el tumulto de las pasiones. Es esta idea

tenga su comercio. S610necesi ta un pequefio contrat iempo para que se deci-da a llevarse su capital de un pais a otro, y con el, toda la industria que esecapital activaba." (Adam Smith: Inves tiga tion de ta n at ur al ez ay c au sa s d e l a r iq ue zad e l as n aa o ne s, Barcelona: Planeta-Agostini, 1999.) En 10 que se refiere al asala-r iado idea l , la virtud complementaria es, evidentemente, la "movilidad geogra-fica", es decir, la aptirud para romper, inmediatamente y sin lamentarlo, todoslos lazos que pueden unir un hombre a un lugar, una cultura y otros sereshumanos. Con cierta habil idad universitaria, no resul ta dificil presentar estaincapacidad para amar y estas disposiciones a la ingrati tud como la esenciamisma de la "libertad",22


filosofica -muy diferente a la del "Logos" antiguo- la quepermite, por ejemplo, comprender la inquietante observacio'nde Hume segun la que "no es contrario a la razon preferir ladestruccion del mundo entero a un rasgufio en mi dedo 13",Explica tamb ien que Engels haya podido ver en el triunfo deesta razon el "reino ideal izado de la burguesia 14 [BJ" ,

\3 D. Hume: T ra ta do d e / a n at ur a/ ez a h um an a. Esta podri a ser la div isa de losmercados financieros.

14 F. Engels: E ! Anti-Duhring. Tambien es conocido e l celebre analis is deAdam Smith: "No es de laamabil idad del carnicero, del mesonero 0 del pana-dero de donde esperamos obtener nuestra cena, s ino del cuidado que pondranen sus intereses . No nos referimos a su humanidad, s ino a su egoismo", op . c i t .

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IV

'U no d e lo s prin cip io s f un da men ta lesd e la d oc trin a G ra dg rin d era q ue to da s la s c osa sd eb en p ag ar se . N a di e d eb ia j am as d ar a lg o a a lg ui en s in c om pe ns at io n. La gratitud

debia aboli rs e y l os b en ef ic io s q ue d e e ll a se d eriv ab an n o ten ia n ra zo n d e s er.C a da m in im a p ar te d e l a e xi st en ci a d e l os s er es b um an os , d el n ac im ie nt o

h as ta l a m ue rt e, d eb ia s er u n n eg oc io a l c on ta do . Y s i e ra i mp os ib le g an ar se e l c i el ode esta f or ma , s ig ni ft ca ba q ue el c ie lo no e ra un l ug a r r eg id opo r l a e conomi a pol it ic a

y q ue no era un l ugar para eI homb re . } }Dickens, T iempos di ft c il es , 1845 .

Ahora comprendemos la terrible originalidad del paradigma capi-ta lista , a cuyo imperio deben someterse todas las comunidades de lmundo. El interes egois ta, que la Economia polit ica t iende a percibircomo el unico motor racional de las conductas humanas, es precisa-mente la unica forma de actuar que por S 1 misma jamas podra cons-tituir 1 0 que desde Nietzsche se denomina un valor. Efectivamente, unvalor (ya sea elhonor, la amistad, la dedicaci6n a una obra 0 comuni-dad y, de forma general, cualquier forma de sol idar idad 0 civismo) 15

15 Desde un punto de vista moderno, estos valores correspond en bastanteb ien a 1 0 que Orwell denomina, a parti r de su ensayo sobre Dickens, la commondecency, es decir, el conjunto de disposiciones a la amabilidad y a la recri tud, quepara el consrituyen lainfraesttuctura moral indispensable de toda sociedad justa("trabajar para la consttucci6n de una sociedad justa donde la common decencyvuel-va a ser posible" sera, segun 1 0 que afirma en 1941, la labor polirica fundamen-tal). Las bases antropol6gicas de esta common de cency , como veremos mas adelan-te, pueden explicarse en parte a la luz del E ss ai s ur le don de M. Mauss. Tarnbienpodemos encontrar enfoques algo diferentes, pew igualmente necesarios, en lasobras de Rene Girard y Pierre Legendre. Por Ult imo, hay que serialar un ensayonotable para desarrollar filosoficamente el concepto orwelliano de common de cency :Avishai Margalit: La sociedad decente , Barcelona: Paid6s Iberica, 1997.

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es, por definicion, aquello e n c uy o n om b re un individuo puede decidir,cuando las circunstancias 10exigen,sacrificartodo 0 una parte de susintereses, induso, en ciertas condiciones, su propia vida. En otras "palabras, la disposicion del hombre al sacrificio,a la renuncia y aldonesla condicion principal para otorgar un sentido a supropia vida, que,de 10contrario, solo se veria definida por los codigos de la biologia.Asimismo, como es sabido, a diferencia del animal, "el hombre nonace llevando consigo el sentido definitivo de su vida 16". De ella sederiva necesariamente que es imposible cualquier sociedad humanadonde no se hayan imaginado e instituido previamente "los montajesnormativos por los que los individuos de las generaciones sucesivasalcanzan el estatus de humanos 17".

Por ello, son principalmente razones estructurales las que impi-den que exista ni pueda existir jamas una "sociedad capitalista" enel sentido real de la palabra. Se trataria de una autentica imposibili-dad antropol6gica . Un sistema cuyas condiciones ideales de funciona-miento se refieren exclusivamente,por definicion, al interes bienentendido, esta incapacitado constitutivamente para elaborar lassignificaciones nucleares que toda comunidad humana necesitapara seguir existiendo 18 [q. De hecho, el sistema capitalista solo ha

16 C. Castoriadis: La i n st it uc i on im ag i na r ia d e f a s o ci ed ad, Barcelona: Tusquets,1983.

17 Pierre Legendre: Le c rim e d u c ap or al L or ti e, Pari s: Fayard , 1989. EnFranc ia , la ob ra de Legendre es uno de los p rinc ipa les monumentos in te lec-tuales de los treinta ult irnos afios , La mejor introducci6n a este dificil pensa-miento es, s in duda, S ur l a q u es ti on d ogm at iq u e e n O c ci de nt , Paris: Fayard, 1999.

18 Una sociedad capital is ta con forme a sus principios corresponderia filo-s6ficamente al nu ev o e st ado d e na tu r al ez a que, segun Rousseau, es la consecuen-cia forzosa de una sociedad de desigualdad total. "Es aqui donde todo serefiere a la ley del mas fuerte y, por tanto, a un nuevo estado de naturaleza26


podido ponerse en practica historicamente en las sociedades occiden-tales, y luego desarrol1arse tal y como sabemos, gracias a que.encada etapa de su historia ha extraido los valores y habitos que nece-sitabade todo un tesoro de actitudes dvicas -tanto antiguas comomodernas- que era incapaz de crear por S 1 rnismo. Como nosrecuerda acertadamente Castoriadis, "el capitalismo s610ha podidofuncionar porque ha heredado una serie de tipos antropologicosque no ha creado y que no podria haber creado: jueces incorrupti-bles, funcionarios integros y weberianos, educadores consagrados asu vocacion, obreros con un minimo de conciencia profesional,etc. Estos t ipos no surgen y no pueden surgir por S1mismos, sinoque fueron creados en periodos historicos anteriores 19".

AS1pues, un sistema capitalista solo es viable historicamente -eincluso capaz, a este respecto, de general izar en el conjunto de lasociedad ciertos efectos indiscutiblemente emancipadores delintercambio mercantil P- si las comunidades donde se impone su

d iferent e del que habiamos conocido a lp rinc ipio, en e l sentido de que el pri-mero era un estado de naturaleza puro y el Ultimo es el fruto en su exceso decorrupci6n." ( D is cu rs o s ob re e l o ri ge n d e l a d es ig u al da d e nt re l os h om b re s, 2" parte.)No obst an te , hay que ser ia la r que , en la l it eratura ant ropo16gica , exis te almenos un caso de comunidad donde la desocializaci6n ha sido llevada parti-cularmente lejos: el caso de los Iks , expu lsados de su te rr it or io o rigina l por elestado ugandes. Su proceso de desocializaci6n fue magistralmente descritopor Colin Turnbul l en 1972 . AI f ina l de su dif ic il i nvestigaci6n, Turnbu ll nodescar ta l ah ip6 tesi s de que un d ia podamos l legar a ser "como los Iks , n6ma-das, m6viles , exclusivamente preocupados por 10uti!" ( Le s I ks : suruiure par lacruauti, Paris: PIon, 1993).

19 C. Castoriadis: E I a ua nc e d e l a i ns ig n if tc an ci a: l as e nc ru ci ja da s d el la b er in to I V ,Buenos Aires: EUdeBA, 1997. Existen analisis parecidos en Lucien Goldman:L e D ieu c ac he, Paris : Gal limard, 1959, p. 42.

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JEAN-CLAUDE MICHEApoder son 10 sufieientemente s6lidas y vitales para eontener en simismas los efeetos antropo16gieamente destruetores de la econo-mia autonomizada. Si, por el contrario, algun tipo de potencia his-t6riea llegara a proponer rea/mente algo diferente aaplieaciones par-eiales y limitadas, en otras palabras, sila hipotesis econornica dejarade ser 10que en esencia sigue siendo aetualmente, es decir, una inge-n iosa u top ia, entonees la humanidad deberia prepararse para afron-tar una vida innominable 20 y males infinitos.

La historia de los treinta ultimos aiios es precisamente la histo-r ia de los esfuerzos prometeicos realizados por las nuevas eli tesmundiales para llevar a eabo esta soeiedad irnposible a cua/quier pre -ao.

20 Cf. Michel Bounan: La v ie innommable, Paris: Allia, 1993; y Baudouin deBodinat: La v ie s ur t er re , Paris: Encyclopedic des nuisances, 1996.28


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vAhora que desaparece de nuestras vidas, y pronto de

nuestras memorias, comprendemos un poco mejor 1 0 que elmundo moderno era realmente hasta fecha reciente. Lo queconfiguraba su complej idad, mas alia de las simplif icacionesrituales de la ideologia, era precisamente esa contradicci6npermanente entre las reglas universales del sistema capitalistay el civismo propio de las diferentes sociedades en las que seponia en practica.

Era, pues, un mundo donde el "modo de produccioncapitalista" estaba muy lejos de reinar de forma absoluta 21.

2t El pr inc ipa l e rror de Marx y de sus sucesores (quiza con la excepci6nde Gramsci) es haber sobrestimado s iempre el grado de pene trac i6n efec-tiva de l as rel ac iones capi ta lis tas en las soci edades que estudiaban. Ahorab ien, es ta sobrevalorac i6n , como veremos mas ade lante , es una de las cau-sas que rnot ivan la incapac idad permanente de la izquierda para compren-der la esenci a de l cap ita li smo y , por tanto, para combatir lo de forma int e-l igente . Podemos hacernos una idea de su al cance, aunque bastante vaga ,en los trabajos de Ahmet Insel. Este autor, por medio de una serie de inge-niosas verificaciones, ha podido est irnar que la circulaci6n no comercial deb ienes y servic ios sigue rep resentando "un valor aprox imadamente igua l alos tres cuartos del PIB en la sociedad francesa contemporinea" (cf.Ahmet Insel: "La part du don", La R ev ue d u MA U SS , n 1, 1" sem., 1993,P: 221). A este respecto, puede leerse tarnbien a A. Caille ("Comment onecrit l 'h is toire du marche", Sp l endeurs e t m i sere s des s c i ences soc ial e s, Genova:Droz, 1986), Serge Latouche (La o t raA f r ica ; au toges ti ony apa ii o fr en te a l mer -cado g loba l, Oozebap, 2007) y Arno Mayer ( La p er si st en ci a d el A nt ig u aRegimen, Barcelona: Altaya, 1997).

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Efectivamente, junto a el subsistia un vasto conjunto decondiciones ecologicas, antropologicas y morales donde,sin duda, 1 0 peor podia convivir con 1 0 mejor. Pero era unmundo en el que, des de nuestra situacion actual, percibi-mos que si estas condiciones habian hecho posible ungrado ya elevado de produccion capitalista era en la medidaen que, segun las divers as modalidades, permitian limitar 0amortiguar sus efectos mas devastadores. En esencia, estecomplejo dispositive historico es el que permite compren-der la ambiguedad constitutiva de la mayoria de las institu-ciones de la epoca, empezando por la propia EscuelaRepublicana.

Una de las funciones decisivas de esta ultima era ya, evi-dentemente, someter a la juventud a los imperatives delNuevo Orden, es decir, al reino naciente de la universalidadmercantil y de sus condiciones tecnicas y cientificas. Sirvacomo ejemplo, entre muchos otros, el obscinado comb ate dela escuela laica contra los patois (hablas regionales) y con-tra las distintas tradiciones populares y locales que, desd e unpunt o de v is ta capi ta ii st a, son siempre arcaicas e irracionales pordefinicion. Asirnismo, era un lugar donde -esta vez por razo-nes esencialmente derivadas de los lejanos origenes histori-cos de la inscitucion- con demasiada frecuencia se ejercianformas de disciplina, vigilancia y control autori tario sin dud aincompatibles con 1 0 que exige la dignidad de los individuosmodernos. Pero, a l m is mo tie mp o, esta Escuela Republicanaverdaderamente se preocupaba, y realmente con much a sin-ceridad, de transmitir cierto numero de saberes, virtudes yacci tudes que, en S 1 mismos, eran por completo independien-32

LA ESCUELA DE LA IGNORANCIAtes del orden capitalista. Asi por ejemplo, tendriamos seriasdificultades para deducir la ensefianza del lat in, el griego.Jaliteratura 0 la filosofia de las imposiciones propias de la acu-mulacion del Capital. En realidad, es sabido que una culturaclasica verdaderamente asimilada, nutrida, por ejemplo, conlos modelos de valor clasico 0 de las obras de la inteligenciacritica universal, al menos tenia las mismas posibilidades deformar a gente como Marc Bloch 0 Jean Cavailles que aespectadores sin curiosidad intelectual 0 consumidores dis-puestos a colaborar plenamente con el seductor imperio delos bienes de consumo 22.

Este fragil comprorniso historico, en el que se basaban,con mayor 0 menor fortuna, las diferentes sociedades moder-nas, es el que fue rornpiendose progresivamente a 1 0 largo delos inolvidables afios sesenta 23.

22 Por e l cont ra rio, bast aba con reduc ir e l es tud io de est as humanidades aun simple capita l s imb6 ! ic o , signo necesario de la dis tincion burguesa (labor quefue confiada al ingenuo Bourdieu en los afios sesenta), para ofrecer al Capitalel pretexto ideol6gico con que obolirlas tan pronto como las exigencias con-juntas de la rentabilidad y el calculo politico 10 hicieran indispensable. Esta esla primera consecuencia (0 la primera funci6n) de la sobrevaloraci6n quemenciomibamos anteriormente: en primer lugar, se proclama que la Escuelaya no es s ino o tra her ramien ta al se rvi cio de la reproducci6n del Capi ta l. Acontinuacion, gracias a este aparente radical ismo, puede exigirse en nombredel propio ant icapital ismo la desaparici6n de todo aquel lo que, en realidad, haconst ituido el obsraculo para que se extendiese el imperio del mercado. Estees el procedimiento constante de los g ua rd ia s r oj os d e! Capita].

23 ~De donde procede la magia inolv idab le de l as comedias musical eshollywoodienses, de los westerns de John Ford 0Howard Hawks, de las peli -culas de Lubitsch y Capra? ~De d6nde surge el embrujo del jazz de DukeEllington 0 Count Basie? Simplemente del hecho de que estas obras supieron

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traducir el momento de equil ibrio privi legiado entre la locura necesaria de lal ibert ad y la todavia reconocida obl igac ion de respe ta r l a c ommon de ce nc y quetodas las sociedades modernas experimentaron, en circunstancias concretasen cada caso. Es evidente que este momento historico no representa un a s o a e -d ad i de al pero, de algUn modo, s f una soc iedad que tenia la c apa c id ad d e i de a li -zarse porque la libert ad todavia no hab ia tenido rea lmen te la pos ib il idad demostrar su lade negativo. De ahi que el arte popular de esa epoca siga ejer-c iendo sobre noso tros - re tomando la formula de Marx - e I e te rn o a t ra c ti vo d e !m om en to q u e n o o lu er d.34


VI

'j De pr is a) d ep ri sa , c am ar ad a, e l v id o m un do e st tr as d e ti l"Refran moderno.

En el contexto frances, sin duda fueron los acontecimien-tos de Mayo del 68 -considerados en la vertiente recuperable,es decir, en su aspecto dominante 24_ los que representan elmomenta privilegiado y emblernatico de este aggiornamento delas sociedades modernas. Fue la G r an R ev ol uc io n C u lt ur al l ib er al -libertaria (seglin la excelente expresion de Serge July, aunquepara el es elogiosa) la que provoco la deslegitimacion total yabsoluta de las multiples figuras de la socialidad precapitalis-taoA decir verdad, dichas figuras, debido a su naturaleza y ori-gen extremadamente diferentes y a su importancia desigual,formaban un conjunto historico y cultural imposible de sim-plificar. Al decretar universalmente su ident ico area/smo, se con-siguieron las armas intelectuales necesarias para exigir inme-diatamente s u i dent ic a desaparicion'". Fue asi como, por una deesas astucias tan visiblemente prodigas de la Razon mercantil,la abolicion de todos los obstaculos culturales frente al podersin replica de la Economia se presento paradojicamente comoel deber principal de la revolucion anticapitalista. Hay quesefialar que la maravillosa sensacion de alegria que se derivede todo ello, y en la que todo el mundo estaba invitado a des-hacerse de su pasado mas moles to, garantizaba a algunos de

24 La vertiente dominada -e ir recuperable- de Mayo del 68 forma parte deotra his toria, que csta lejos de haber sido escri ta lei.

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sus partlClpantes varios beneficios psicologicos que tenianuna apariencia muy real . Al aceptar d e f orma p ia do sa sometersea los mandamientos mas sagrados de las Tablas de la Leymoderna - - prohib ido proh ib ir - , los jovenes de las nuevas clasesmedias, que en su mayoria asumieron lospapeles protagonistas (yque siguen haciendolo tras el paso de los afios), descubrianefectivamente una libertad hecha a su medida: la libertad deromper radicalmente -al menos en la conciencia que se tienede las cosas 25_ con todas las obligaciones que implican la fil ia-cion, la pertenencia y, de forma general, una herencia l ingi lis-tica, moral 0 cultural. Este es obviamente el sentimientoembriagador, el que quisieramos revivir eternamente, el que,e n u n p r im er m om en to , siempre va unido a este tipo de ruptura.

Fue en estas condiciones radicalmente nuevas, y basando-se en la metafisica del deseo y la felicidad que les correspon-dia, cuando el Consumo, que hasta entonces solo habia sido unmomenta particular de la actividad humana, pudo al fin con-vertirse en 10 que actualmente es en todas partes: u na form a dev id a c om pl et a -la obsesiva y patetica busqueda del disfrutesiempre diferido del Objeto que falta- reivindicado como tal

2S Es obvio que esta conciencia suele ser i lusoria. Cuando simplemente seniegan las prohibiciones explicitamente designadas por una cultura y cuando sutransgresi6n declarada se convierte en la forma principal de aceptarlas(Chesterton dijo que, en la actualidad, a nadie se le ocurriria blasfemar contraThor u Odin), 10 que estamos abocados a vivi r no es, en ningun modo, l a feli zArcadia anunciada por los discipulos mas simplistas de Reich, sino, por elcontrario, la t ir a ni a d e l i nc o ns a en te que puede hacer de un ser humano el peorde los esclavos.36


en la practica y celebrado en la fantasia como una contracul-tura emancipadora: [Todo y a ho ra m is mo ! i C on sid era d v ue str osd es eo s c om o r ea li da de s! i G oZ a d s in l im it es y v iv id s in t iemp os m ue tt os ly otras mil estupideces edipicas que pronto se corrvert ir ian enel material de base de las agencias de marketing.

Si no conociesernos tan bien el asombroso poder de laalienacion, seguiriamos preguntandonos -despues de tantotiempo transcurrido- como algunos han conseguido obviarhasta el final 10 que no podia dejar de construirse sobre esamagnifica tabla rasa 26. Obviamente, esta constituia la baseideal sobre la que los grandes depredadores de la industria, losmedios y las finanzas, con la complicidad de sus insti tucionesinternacionales (Banco Mundial, FMI, OCDE, G7 y luegoOMC, etc.) y la colaboracion, mas 0 menos entusiasta, detodas las clases poli ticas occidentales, podrian emprender, contoda tranquil idad intelectual , la construccion de una ciberso-ciedad de sintesis , cuyo unico mandamiento seria la muy anti-gua divisa del intendente Gournay (1715-1759): La is se r j ai re ,la isser passer.

26 Esta tabla rasa sehizo incluso mas patente cuando, unos afios mas tarde,se derrurnbo e l pr incipal imperio l eninis ta . Un imper io que , en su real idadefect iva, nunca habia dejado de ser una im it a ci 6 n d e Es ta d o y, por tanto, forzo-samente mas cruel y torpe, en el que confluian las consecuencias sociales masdaf iinas de l a modern izac i6n comercia l, empezando por l a dest rucci6n detodo civismo.

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VII

Ahora podemos comprender en su triste verdad hist6ricael movimiento que, desde hace treinta afios, transforma laEscuela en un mismo sentido. Invocando a la vez una"democratizaci6nde la ensefianza" (una mentira absoluta 2~ yla "adaptacion necesaria al mundo moderno" (una verdad amedias), 10 que se esta construyendo a traves de todas estasreformas igualmente malas es la Escue la de l c api ta li smo tota l, esdecir, una de las bases logisticas decisivas a partir de las quelas principales compafiias transnacionales -una vez acabadosu proceso de reestructuracion en lineas generales- podrandirigir con toda la eficacia deseada la guer ra e c onomic a mundialde l s ig lo XXI.

Si conservamos la menor dud a a1respecto, 0 si considera-mos que 10 aqui expuesto es exagerado, basta -de acuerdocon las recomendaciones de Maquiavelo- con adoptar por uninstante el p unto de vista d el en em ig o y preguntarse 10 que estacondenado a desear dada su condicion. Este esfuerzo de veri-ficaci6n se ve felizmente simplificado por el hecho de que los

27 Incluso Antoine Prost ha acabado reconociendo que "las form as desti -nadas a garantizar la igualdad de oportunidades han tenido el resultado con-trario" (L'enseignement s'est-i! democratise?, Paris: Presses universitaires de France,1992). Por ejemplo, "el porcentaje de alumnos de origen popular en laEscuela Nacional de Adrninistracion, la Escuela Normal Superior y laPol itecnica (las tres grandes escuelas superiores francesas) descendio de un15,4% entre 1966 y 1970 a un 7% entre 1989 y 1993".

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se no re s d e fa g ue rra d e lo s r ein o s c om ba tie nte s d e l a e co no mi a m und ia l,con todos sus ejercitos de legistas y letrados, deben reunirseconstantemente a fin de coordinar sus estrategias rivales y develar por que 1 0 que tan acertadamente denorninan la goberna-bilidad de este mundo jamas se vea amenazada. De am la exis-ten c ia de cierto numero de informes, documentos, actas,notas de informacion, memorandos 0 simplemente testimo-nios que, aunque nunca suelan llegar al publico en general,siguen siendo, a l m en os p or e l m om en to , parcialmente accesiblesa los espiri tus curiosos y a los investigadores obstinados 28.

As! fue como, por ejemplo, en septiembre de 1995, bajola egida de la fundacion Gorbachov, "qu in ien tos po li t ico s, l idereseconomicos y c ie nt if ic o s d ep rim er o rd en 29" que se consideraban a sf

28 Tras larevelaci6n de los tratos secretos sobre elAMI por parte de algunasorganizaciones no gubernamentales, algunos de los senores de laguerra sequeja-ron de su accesibilidad y prometieron tomar medidas al respecto. Es sabido que,en el mundo de los medios de comunicaci6n, esta es la funci6n de personajescomo Alain Duhamel (empleo aqui este nombre en un sentido general , como seutiliza el de un Tartufo 0un Quisling): disimular ante el publico la existencia deestos documentos y,s i l legan a sal ir a laluz, mentir con aplomo sobre su signifi -cado real. Conviene recordar que el autentico Alain Duhamel (periodista y analis-ta politico, representante del "pensamiento unico") es uno de los miembros erni-nentes de S i e c ! e , es decir, de "uno de los clubes franceses mas cerrados, donde secodean las elitesdel mundo politico, las finanzas, laindustria ylos medics" (pierreBitoun: us Cumuiards, Paris: Stock, 1998 , pp. 4 4 Y 2 30 ). Tal Y como avanzan lascosas, 1 0 que los ciudadanos necesitaran para descubrir las decisiones tomadas ens u n omb re no sera un espiriru curioso, sino literalmente agentes secretos.

29 Cf. Hans Peter Martin y Harald Schumann: La t rampa d e l a g lo b al iz a ci 6 n,Madrid: Taurus, 1998 . Todas las c itas siguient es proceden de testimoniosdirectos.40


mismos la elite mundial, se reunieron en el Hotel Fairmont deSan Francisco para contra star sus puntos de vista acerca deldestino de la nueva civilizacion. Dado su proposito, el foroestuvo presidido por la voluntad de lograr la mas estricta efi-cacia: "Estrictas reglas obligan a todos los part icipantes a olvi-dar la retorica. Los conferenciantes solo disponen de cincominutos para introducir el tema: ninguna intervencion duran-te los debates debe sobrepasar los dos minutos" 30. Una vezdefinidos estos principios de trabajo, la asamblea cornenzoreconociendo, como una evidencia que no mereda discusion,que "en el proximo siglo, dos decimas partes de la poblacionactiva sedan suficientes para mantener la actividad de la eco-nornia mundial". Partiendo de bases tan sinceras, pudo for-mularse con todo rigor el principal problema politico al queel sistema capitalista se vera confrontado en las proximasdecadas: 2como podra la elite mundial mantener la goberna-bilidad del ochenta por ciento de la h uman id ad s ob r an te , cuyainutil idad ha sido program ada por la logica liberal?

Tras el debate, la solucion que acabo imponiendose comola mas razonable fue la propuesta por Zbigniew Brzezinski 31

JO De hecho, parece di fic il s er mas breve que John Gage , d irector esta-dounidense de Sun Microsystems: "Contratamos a nuestros trabajadores porordenador, t rabajan por ordenador y les echamos por ordenador".

Jl Antiguo consejero deJimmy Carter y fundador, en 1973 , de la Trilateral,"club todavia mas impenetrable que el S i e c l e , que en 1992 agrupaba a cerca de35 0 miembros estadounidenses, europeos y japoneses" y que const iruye "unode los lugares donde se elaboran las ideas y las estrategias de la internacionalcapitalista" (p. Bitoun, op . cit., p. 44).

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con el nombre de tittytainment. Con esta palabra-baul " seba simplemente de definir un "cocrel de .embrutecedor y de alimento suficiente que permitiera HUH'-!de buen humor ala poblacion frustrada del planeta". Estelisis, cinico y despreciativo ", tiene la evidente ventaja de~~n toda la.clar idad deseable, el pliego de condiciones queel ites mundiales asignan a la escuela del siglo XXI. Partiendoeste analisis , sepuede deducir , con un minimo margen delas formas a p~o'r i de toda reforma destinada a reconfigurarapar.ato educattvo se gu n lo s unicos intereses politicos y financierosCapttal. Entremos por un instante en este juego.

En primer lugar, es obvio que un sistema de estasteristicas deberi conservar un sector de excelencia ..a for,mar a la.sdis~ntas elit~s cientificas, tecnicas y'de gestional mas alto ruvel. Estas seran cada vez mas necesarias a medi-da que la guerra economic a mundial se vaya recrudeciendo;' ;

32. Entertainment significa "entretenimiento", "diversion" y tits, en argotamencano, "tetas".

33 En este an:ilisis es sencillo identificar la imagen que las elites intelectua-les y med ia ti cas ti enen de lagen te cor rient e (de est a "Franc ia casposa" comodirf.a.el elegante Sollers): un mundo poblado por don nadi es y fulanitos, blancocot idiano de los dibujos de Cabu [celebre dibujante satfrico frances] 0 de La snotirias ,de! guiii~L A este respecto hay que sefi ala r e l asombroso poder de recu -peracion del s is tema: en el s iglo XIX, el guiiio! era una de laspocas armas de lasque disponia e l pueblo l lano para r idi cu li zar a sus senores . Hoy en dia se haconvert id~ en .la art il lerfa pesada que la e lite emplea para r ei rs e d e! p u eb l o.Po~em~s imaginarnos que ocurr ira con Rob in Hood cuando, po r razones deaudiencia, Vivendi 0 Pri sa pidan a sus empleados que Ie den una nueva exi s-tencia televisiva,42


. Estos pol os d e e xc el en ci a, con condiciones de acceso forzosa-muy selectivas, tendran que seguir transmitiendo de.rigurosa (es decir, en 10 esencial, seguiran probablemen-

..el modelo de la escuela tradicional "), no solo los saberesy creativos, sino tambien (cualesquiera que sean,

y alla, las reticencias positivistas de tal 0 cual defensor delel minimo de cultura y espiritu critico sin el que la

adquisicion y el dominio efectivo de dichos saberes carece desentido y, ante todo, de cualquier utilidad verdadera.

En cuanto a las competencias tecnicas medias -laComision Europea estima que tienen "una vida aproximadade diez afios, y que el capital intelectual se deprecia un 7% porafio, 10 que va unido a una reduccion correspondiente de laeficacia de la mana de obra 35"_, el problema es algo diferen-

34 EI Cap ita l ya no bromea con la pedagogia s ie rnp re que se trata de asun-tos serios y que necesita resul tados reales. Por ejemplo, cuando eldeporte dejade ser un juego y una fiesta para convertirse en una industria donde solo esrentable la victoria, procura confiar la formacion de los futuros vencedores aentrenadores como Foucambert 0 Meirieu. En palabras de Lil iane Lurcat: "Elrigo r pedagog ico ha desaparec ido de las aulas para inst ala rse en los lugaresclonde se pract ican deportes. Curiosamente, en estos sit ios, no se pract ica elconstructivismo, y el rigor pedagogico no se considera un obstaculo a laespontaneidad" (La de st ruc t ion de I 'e nse ignement i l ementa i re e t s e spenseur s , F.-X. deGuibert: Pari s, 1998, p. 25) . Adernas, result a ext ra fio que , en estos casos , e lorigen popular de la mayor parte de los deportistas nunca se con temple comoun impedimento para este rigor pedagogico tradicional.

35 " In forme del 24 de mayo de 1991". Citado en T ab le au n oi r (Gerard deSelys y Nico Hirtt , Bruselas: EPO, 1998). Este l ibri to indispensable reprodu-ce abundantes textos que la Comision Europea, la OCDE 0 el EuropeanRound Table (uno de los lobb ies comun it ar ios mas di scre to s y ef icaces, del

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teo En definitiva, se trata de saberes d e s e c h a b l e s , tan desechablescomo los humanos que los detentan provisionalmente, en lamedida en que, al basarse en competencias rutinarias y estaradaptados a un contexto tecnologico preciso, dejan de ser ope-rativos en cuanto se supera su propio contexto. No obstante,desde la revolucion informatica, se trata de habilidades que,desde una perspectiva capitalista, solo presentan ventajas. Unsaber uti li tario y de indole principalmente algori tmica, esto es,que no requiere forzosamente ni la autonomia ni la creaci6ndel que 1 0 util iza, es un saber que, en condiciones extremas 36,

que Edi th Cres son es l a infatigable pasionaria) consagran, desde hace unosafios , a definir los "ajustes estructurales" exigidos por lareforma capital is ta dela escue la . Ya que estos in fo rmes no estan dest inados a ser le idos po r elpueblosoberano, los autores se expresan con un cinismo realmente asombroso.

36 "Parentesis sobre la ensefianza: se habla constantemente de la crisis dela ensefianza, cada ministro realiza su propia reforma y,en realidad, se deja delade 10 mas important e. Como ya decia Pla ten hace 2.500 afios , en e lp rinc i-Ip io de toda adqu isi cion de saber es ta eJ 'eros': e l amor por el objeto enseriado

I que exige una relacion afect iva especifica entre el profesor y el alumno." (c.Castoriadis: "De la fin de l'histoire", A ct es d es R en co nt re s d e Petrarque, Montpellier,1 5- 17 m ai 1991, Paris: Felin, 1992.) Estas evidencias basicas nos recuerdan losl im ite s a p ri or i d e to da en se iia nz a a d is ta nc ia . En el mejor de los casos, 10 que lamaqu ina puede incu lcar es un saber amputado de sus bases afec tivas y cu ltu-rales y, por consiguiente, privado de su significaci6n humana y de sus poten-c ial es crit icos. En cuanto a sus pr inc ip ios , no di fi eren de los que un ad iest ra -miento habi l podr ia "ensefia r" a un animal. Pero todos sabemos que "mi lesde Bil l Gates, entre ot ros, han nacido de est a lucec ita imbeci l que se encien-de en el cerebro de un minis tro en cuanto se pronuncian an te e l l as pa labrasordenador, informatica 0 modernidad" (phil ippe Val , Charl ie Hebdo, 17-09-1997). Huelga precisar queeste art iculo esta consagrado al senor Allegre (ExMinistro de la Educaci6n Nacional del gobierno de LionelJospin).44


puede aprenderse solo, es decir, en la p ro pia c as a, a nte u n o rd en a-dor con elprograma educa tivo correspond ien te . Generalizando, en el'caso de las competencias intermedias, gracias al empleo de laensenan'.{ flmultimedia a distancia, la clase dominante podra matardos pajaros de un tiro. Por un lado, las grandes compafiias(Olivetti, Philips, Siemens, Ericsson, etc.) estaran destinadas a"vender sus productos en el mercado de la formacion conti-nua gobernado por las leyes de la oferta y la demanda 37". Porotro, decenas de miles de profesores (es sabido que su finan-ciacion representa la parte fundamental de los gastos del pre-supuesto para la educacion) se transformaran en algo comple-tamente inuti l y podran, asi, ser despedidos, 1 0 que permitira alos Estados inverti r la masa salarial ahorrada en operacionesmas rentables para las grandes cornpafiias internaciona1es.

Por supuesto, quedan l os mas numero so s: los que el sistemadestina a seguir desempleados (0 empleados de forma precariayflexible, por ejemplo en los dist intos trabajos basura), en parteporque, seglin los terminos escogidos por la OCDE 38, "nuncaconsti tuiran un mercado rentable" y porque su "exclusionsocial se agudizari a medida que los otros sigan progresando".Es ahi donde e 1 titrytainment deb e ra encontrar su campo deacci6n. Efectivamente, es obvio que la costosa transmision delos saberes reales y , por tanto, crit icos, as! como el aprendizajede los comportamientos civicos e1ementales 0incluso, sencilla-mente, el fomento de la recti tud y 1ahonestidad, no presentan

37 Cornision Europea. T ab le au n oir , o p. c it.38 "In fo rme de la Mesa redonda de Filade lf ia", feb rero de 1996. Tableau

no ir , o p . c it ., p. 43 .45


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aqui ningun interespara els i s tema. De hecho, en ciertas circunstan-cias politicas, pueden llegar a suponer una amenaza para suseguridad. ObviamenteJ e s en est a e scue lapara l a mqyo ri a donde deberaens et ia rs e l a i gnoran ci a en t odas sus j o rmas pos ib le s. No obstante, nose trata de una tarea facil " y, hasta el momento, salvando algu-nos progresos, los profesores tradicionales no han recibido unaformaci6n adecuada al respecto. La escuela de 1a ignoranciarequerira reeducara los profesores, es decir , obligarles a "trabqiard e f o rma d is ti nt a" , bajo el despotismo ilustrado de un ejercitopotente y bien organizado de expertos en "ciencias de 1aedu-caci6n". Evidentemente, la labor fundamental de dichos exper-tos sera definir e imponer (por todos los medios de que dispo-ne una inst ituci6n jerarquica para garantizar la sumisi6n de losque de ella depend en) las condiciones pedag6gicas y materialesde 10 que Debord llamaba 1a "diso1uci6n de la l6gica 4 D " : enotras palabras, "f a p e r d i d a de lapos ibi lidad de reconocer ins tan tdnea-mente 1 0 que es importan te y 1 0 q ue es a c c e s o n o 0 e st a f ue ra d e l ugar ; /0

39 Si a un a1umno se le dice que "Socrates es un hombre" y que "todos loshombres son rnortales", en c o n d ic i on e s n o rm a l e s es mas dificil i rnpedirle que l le-gue a la conclusion de que "Socrates es mortal" que permitirle que llegue adeducir la . EI pape l de l as c ienc ias de l a educac ion es p reci samente e l de des-t ruir estas condiciones normales para lograr que el alumno desarrolle un pen-samiento ilogico politicamente aprovechable.

'"G. Debord: C o m en ta r io s s ob re Ia s o ci e da d d e l e s pe c td c u lo , Barcelona: Anagrama,1990. Sei ialemos que se trata de una autentica revolucion cul tural yaque, comoindica Debord, hasta una epoca reciente "casi todo el mundo pensaba con unIrninimo de logica, con la notable excepcion de algunos cretinos y militantes".En este sentido, puede decirse que, desde la perspectiva capital is ta, la reformaescolar ideal sera, por tanto, la que logre convertir, 1 0 mas rapidamente posible,a cada estudiante de Ensei ianza Secundaria en un cret ino mil itante.46


que es incompatib le OJpor el contrario, podr ia ser complementar io ; todo 1 0que implica tal consecuenc iay 1 0 queJ a l mismo t iempoJ impide} }. Debo;dafiade que un alumno adiestrado de tal forma se encontrara,"desde elprincipio, al servicio del orden establecido, aunque suintenci6n haya podido ser absolutamente contraria a este resul-tado. En esencia, conocera el1enguaje del espectaculo, ya quees e1unico que le sera famil iar: ellenguaje con el que le habranensefiado a hab1ar. Sin duda, querra mostrarse como enemigode su retorica, pero util izara su sintaxis" 41.

En 10relativo a la el iminaci6n de cualquier common decency,es decir, a la necesidad de transformar al alumno en consumi-dor indvico y, si es necesario, violento, es una tarea que plan-tea infinitamente menos problemas. En este caso, basta conprohibir toda inst ituci6n civica eficaz y reemp1azarla por cual-quier forma de educaaon ciudadana 42, popurri conceptual masfacil de difundir porque, en resumidas cuentas, no hace sinoreforzar el discurso dominante de los medios y del mundo delespectaculo. As! pues, se podran fabricar consumidores de derecho

41 G. Debord, o p . c it .42 En el momento en que la clase dominante se toma lamolest ia de inventar

una palabra ("ciudadano" empleada como a d j e t i v o ) y de imponer su uso, cuandoen ellenguaje corriente existe un termino sinonimo ("civico''), cuyo sentido estatotalmente claro, cualquiera que haya leido a Orwell comprendera inmediata-mente que la nueva palabra, en laopractica, tendra que s ig n if ic a r j u st o 1 0 c o n tr ar io q ueIa p r e c e d e n t e . Por ejemplo, ayudar a una anciana a cruzar la calle era, hasta elmomento, un acto civico elemental . En la actualidad seria posible que el hechode pegarle para qui tarle el bolso representara (con un poco de buena voluntadsociologies) una forma, todavia un tanto ingenua, de protesta contra laexclusiony la injusticia social, y, por tanto, constituiria e ! e s b o z o d e u n g es to audadano.

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en serie, intolerantes, pleiteistas y politicamente correctos. Portanto, seran facilmente manipulables al t iempo que presenta-ran la ventaja nada desdefiable de poder engrosar, segun elmodelo estadounidense, los grandes gabinetes de abogados.

Naturalmente, los objetivos asignados a 10que quede de laescuela publica supondran una doble transformaci6n decisivaa mas 0 menos largo plazo. Por un lado, habra una trans for-maci6n de los profesores, que deberan abandonar su estatusactual de slf jeto s a lo s q ue se su po ne u n sa ber, para formar parte delos animadores de diferentes a c ti vi da d es d e v al or es 0 transuersales,de sa lidas pedagog icas 0 de foros de discusi6n (evidentementeconcebidos seglin el modelo de los programas de debate tele-visivos); a fin de rentabilizar su uso, tambien seran animado-res encargados de distintas tareas materiales 0 de refuerzo psi-co16gico. Por otro, la escuela se convertira e n u n e sp ac io d e v id a,dernocratico y alegre, a un tiempo guarderia ciudadana -en laque la animaci6n de las fiestas (aniversario de la abolici6n dela esclavitud, nacimiento de Victor Hugo, Ha ll ow e en . .. ) podracorrer a cargo de las asociaciones de padres mas deseosas deimplicarse, con la rentabilidad que conlleva- y un lugar liberal-mente abierto tanto a todos los representantes de la ciudad(militantes de asociaciones, militares jubilados, empresarios,malabaristas 0 faquires, etc.) como a todas las mercancias tee-no16gicas 0 culturales que las grandes marcas, convertidas encolaboradoras explicitas del "acto educativo", juzguen adecua-do vender a los distintos participantes. Pienso tambien quesurgira la idea de colo car en la entrada de e se g ra n p ar qu e d e a tr ac -c iones e sco lar es algunos dispositivos electr6nicos muy sencillospara detectar la presencia eventual de objetos metalicos.48


VIII

No hace falta ser un especialista en la historia de las insti-tuciones escolares para reconocer en la utopia negativa queacaba de ser esbozada el principio mismo de las reformas que,desde hace treinta afios, estan siendo llevadas a cabo en lamayor parte de los paises de Occidente 43 -con formas y ritmos

43 Dada su condicion de escenario clasico del capital ismo, Estados Unidoshabia experimentado la mayoria de estas reformas mucho antes que los paiseseuropeos . Es to expli ca e l lamentable estado en que se encuent ra la escue lapub lica en ese pa is. Y es to conf irma tambien que fue c on c ono c im ie nt o d e c aus acomo se introdujeron en Francia estos rnetodos pedagogicos que habian l leva-do a la escuela norteamericana, como todos sab ian , a I borde del derrumbe. Comonos recuerda L. Lurcat ( V er s u n e e co le t o ta li ta ir e, o p . c it ., p. 144), "los rnetodos deIectura recomendados por Meirieu como cientificamente correctos contribuye-ron a lageneralizacion del i1etrismo en Estados Unidos donde, segun JacquesBarzun, sesenta millones de i1etrados funcionales deben su fracaso a I metodoloo k an d sa y" . No obstant e, el lo no impl ica que los p rimeros reformadorespedagogicos hubieran sido agcntes conscientes del capitalismo. Al destruir porprincipio todo 1 0 procedente de la tradicion, solo trataban de ampliar 1 0 que con-sideraban el am bi to d e l a l ib e rt ad y que, evidenternente, no era sino elespiri tu delconsumo y dellibre comercio traducido a disposiciones pedagogicas, Pero estaes l a razon por l aque cada avance de la reforma est aba ine ludib lemente con-denado a liberar mas espacios para la dinamica capitalista, la que, en contrapar-t ida, contribuia a consolidar las mitologias de la nue va educat ion . En Iineas gene-rales, no fue hasta 1988, con Lionel Jospin y Claude Allegre en el poder,cuando las distintas utopias pedagogicas fueron recicladas, p er o e st a v ez c o ns ci en -tey deiiberadamente, a I servicio de la "construccion europea", es decir, de la pre-parac ion de las marcas europeas para l a guerra econornica mundial . Para lo sque est en int eresados en comprender e l paso de la reforma pedagog ica de laingenuidad "libertaria" a I c ini smo l ibe ral , seria interesante analizar el papel del ins-

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diferentes segun los contextos locales. Si hay que concederlealguna originalidad al capitalismo frances en este sentido, esunicarnente en la medida en que, en su guerra contra las clasespopulares, ha sabido explotar, con singular inteligencia, loslugares comunes ideo16gicos que desde Mayo del 68 habianinvadido el mercado 44. En palabras de Alain Finkielkraut, "losantiguos pasquines contestatarios son las directivas guberna-mentales de la actualidad. En Francia, hace treinta afios, eranlos comites de accion de estudiantes los que proclamaban que,para combatir las desigualdades, los profesores no debian con-tentarse con transmitir la cultura que poseian, sino que ternanque despertar la personalidad de cada alumno y ensefiarle aformarse por si mismo. Ahora, son los inspectores de los dis-tri tos escolares los que se expresan en estos terminos"45. En lapractica, este movimiento de reforma constituye, naturalmen-

pector Foucambert (tenemos los Lissenko que podemos) y de su famoso ejer-cito de fanaticos (cf. L. Lurcat: La de st ruc t ion de i 'e nse ignement . .. , op . c i t. ).

. .. .No hay que olvidar que para imponer esta destruccion americanizada dela ensefianza, las clases dominantes siempre han contado con la colaboraci6nincond ic iona l de una organizac i6n muy extraf ia den tro del p ropio cuerpo de

, profesores: el SGEN-CFDT. Sobre esta organizaci6n, J.-c. Milner ha podidoafirmar que era "una rareza: un sindicato de profesores que reclama sis tema-t icamente el empobrecimiento material y moral de todos los profesores" (D eJ'icoie, Paris : Seuil , 1984, p. 30). Sin duda, habra que buscar laclave de esta ten-dencia por el marti rio y la crucifixi6n en los origenes crist ianos de la CFDT.

45 L'ingratitude, Paris : Gal limard, 1999, p. 153. De hecho, las actuales rela-.ciones dentro de laEscuela Republicana resul tan muy curiosas a juzgar por elBole tin de "Force Ouvr ie re des Lycees et Col leges" del 10 de noviembre de1998: "Estas son algunas de las declaraciones del Inspector pedag6gico regio-nal que merecen ser conocidas: 'EI senor X esta en la linea p reconizada por e!minis terio. EI senor Y se lim ita a da r sus c la s es ' " .50


te, un proceso complejo, sometido, como es normal, a losimprevistos de las multiples relaciones de fuerzas. Por tarito,incluye tambien ciertos frenazos parciales, rapidamente com-pensados por aceleraciones bruscas y fulgurantes. En el con-texto politico de la epoca, fue la derecha liberalla que tuvo elhonor, en apariencia parad6jico, de aplicar la primera oleadade reformas derivadas de los acontecimientos de Mayo del 68.Desde las directivas de 1972 sobre la ensefianza de la lengua yla li teratura francesas 46hasta la puesta en marcha de los estu-dios secundarios unicos en 1977, la derecha sali6 bastanteairosa de este cometido hist6rico.

Sin embargo, el problema de esta derecha liberal es que,debido a razones hist6ricas, una parte no desdeiiable de suselectores sigue perteneciendo a la Francia rural y cat6lica

46 A parti r de 1972 , l a cultura li te ra ria , t achada de burguesa, deja de ser eleje central de la ensefianza de la lengua y literatura francesas. Para los psico-pedagogos de la cpoca, muy marcados por e! c ient if ici smo de Bourdieu, setrataba de oponer "al uso cultural de la lectura, al pape! formador de lasobras , a la importancia de! patrimonio l iterario en la formaci6n del espiritu,l a idea de que la lectura s irve para formarse y documentarse" (L . Lurcat, op.at., p. 87). Lo prirnero qlle nos viene a la mente es ese personaje de las pri-meras obras de H. G. Wells, James Holroyd, que "habia leido todoShakespeare y Iehabia parecido mas bien deficiente en quimica". Luego, bajoese barniz izquierdista todavia un tanto tosco, es facil discernir Jas premisasdel culto a la empresa rentable y los medios de comunicaci6n que prontoempezarian ahacer estragos. A este respecto, es significativo el hecho de quepara los discipulos del inspector Foucambert, lapublicidad, es decir, la propa-ganda decla rada de l Capi ta l, haya pod ido presenta rse como una de las basesprivi legiadas del aprendizaje de la lectura, frente a los textos de la l iteraturaclasica, considerados burgueses,

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que, por motivos generalmente contradictorios, es muy reti-cente a la modernizacion integral de su vida. A pesar de suprogramado declive, e sta fac cion in co he rente d e la de rec ha que,seglin la celebre formula de Russell Jacoby, "venera el mer-cado pero maldice la cultura que de el se desprende", es sufi-cientemente real como para obligar constantemente a suslideres a disimular ciertos aspectos e incluso, a veces, amoderar 0 suspender una parte de su programa ultramoder-nizador.

Obviamente, la izquierda modern a, 0plural 0plural-liberta-ria, no puede plantearse este problema ya que se define a S 1misma, de forma ontologies, como el partido del Progreso yel Movimiento, es decir, el partido que se halla siempre a laV an g uard ia de todo",

47 En la cul tura de izquierdas (progresista 0 modemista), toda puerta cerradasupone, po r defini cion , una provocac ion intol erable y un crimen cont ra e lespir itu humano. Asi pues, desde este punto de vi sta , abr ir todas las puertas ydejarlas abiertas es un imperat ivo categorico, incluso aquel las que conducen aun er ro r cer te ro . En Ul tima inst ancia , este es e l fundamento metaffsico delt er ri b le p dni co a p roh ib i r cualquier cosa; el miedo que define a tantos padres yeducadores, quienes, para su comodidad intelectual , seernpefian por todos losmedios en "seguir s iendo de izqu ie rdas" . Conv iene a iiadi r que , segun el c ir -cui to c lasi co de compensaciones de l inconscient e, est e miedo a prohib ir setransforma rapidamente en una n ec es id ad i ns up er ab l e d e p r oh ib i r to do 10que noes po li ti camenre cor rec to por medio de las f ir rnas, l a p resion de la calle 0 lasvias judiciales entre otros . Constatamos en ella la triste y contradictoria psico-10gla de esas nuevas clases medias para quienes la izquierda progresis ta, unavez e liminado su arraigopopu lar, se ha convert ido en el refugio po li ti co p re-dilecto.52


Podemos comprender, pues, por que casi siempre es unp od er c ul tu ra l d e i zq u ie rd as el que imp one a las clases popularesla modernizacion total de la escuela y de la vida -que, desdeel siglo XVII, constituye la esencia rnisma del programa capi-talista- de la forma mas coherente y eficaz. De hecho, bastacon exarninar con un minimo de espiritu critico los cons tan-tes proyectos del senor Allegre y de su fiel adjunto, el inspec-tor Geismar, realizados con la excusa de "desengrasa r e l mamu t",esto es, el sistema publico, y de abrir la escuela a todos losproductos de la industria informatica, z nc lu so lo s m as i nz ail es ,para encontrar sin dificultad las principales consignas que losduefios del planeta distribuyen a sus empleados politicos ensus discretas reuniones estrategicas. Es cierto que estosempleados politicos siempre deben presentar estas consignasen terminos "pedagogicos" e "igualitarios", 10 que obviamen-te sigue despistando a los militantes mas imbeciles 48.

48 Los proyectos de los seiiores Allegre y Geismar no son sino l a v er da d d elosproyectos anteriores. El un ico cambio es que la fo rmulaci6n de est a verdad escada vez mas cinica a medida que se ahonda la relaci6n de fuerzas en detri-mento del pueblo. Y cuando ambos personajes -cuya total ausencia de escru-pulos y cuyo desprecio absoluto hacia lagente los hacen tan val iosos para sussuperiores- hayan sido desplazados a funciones menos sensibles electoral-mente hab lando, ser ia rea lmente ingenuo creer que sus suceso res puedanhacer otra cosa que desarrollar rigurosamente esta misma verdad.

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IX

Asi pues, la actual "crisis de la escuela", de la que elpublico va tomando conciencia, debe entenderse funda-mentalmente como la prolongacion de una situacion con-tradictoria. Por un lado, la escuela, dado que era la piezaclave del dispositive "republicano" -es decir de una epocay un sistema donde el mercado autorregulado todavia noera capaz de someter todas las cosas a sus leyes-, constitu-ye uno de los ultimos 1ugares oficia1es donde subsisten,junto a costumbres y estructuras totalmente absurdas,au ten ti co s r et azo s d e e sp ir it no -capi ta /i st a, as! como algunasposibilidades reales de transrnitir e1 conocimiento y partede las virtudes sin las que no puede existir ninguna sociedaddecente. Pero, por otro, bajo el influjo de la vertiginosa olea-da de las reformas liberales-libertarias 4 \ la escuela tiendemecanicamente a convertirse en el conjunto integrado delos diferentes obstaculos materiales y morales a los quedebe enfrentarse un profesor si tiene 1adesgracia, por a1gu-na extrafia perversion, de ernpefiarse en seguir transmitien-

49 A este respecto, se alcanzo el punto sin retorno en 1990 cuandoLionel Jospin, segun el modelo inventado por el capital ismo norteamerica-no, puso en marcha los Insti tutos Universitarios de Forrnacion de Maestros( I.U.F.M.). En palabras de L. Lurca t, estos inst it uto s son una "empresat err ibl emente efi caz. Permi t en dest ru ir la forrnacion universit ar ia de losfuturos profesores de las distintas disciplinas" (op. c it., p. 120).Evidentemente, son tambien el cuar te l genera l de poli cia del pensamien topedagogico y de sus todopoderosos mi s si d om in i ci .

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do algo de espiritu ilustrado 0 de civismo 50. Como es desuponer, tal contradicci6n s6lo puede definir un ambientemuy enrarecido que, de hecho, va haciendose irrespirablepor momentos.

50 Esta obstinacion no solo se traduce por la necesidad comprobada derealizar un esfuerzo cada vez mas arduo y agotador. Asimismo, en un mundoen el que eI especraculo es la autoridad sirnbol ica superior, un profesor solopuede aspirar a obtener la aprobacion y at enc ion de sus alumnos-telespectadoressi incrementa la parte inherente de teatral idad del acto de ensefiar, con el ries-go de convert irse en un personaje e x clusi vamente e spe ctacu lar .56

(1 0 " ., 6t-O e!'C D cJ) c : : o 'I :J ~ " "o ~ - U-8 .... Uo -


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x" Tr as l a fa lsa h um an id ad d e l os m od em os se e sc on de u na b arb ar ic

de sconoc ida por suspr ede ce sor e s. "Engels, E sq ui ss e d 'u ne c ri ti qu e d e l 'e co nomi e p ol it iq u e, 1 84 3.

No debemos, pues, asombrarnos de que los estudiantessalgan a la caile, a intervalos regulares, para dar a conocer surechazo a una escuela de estas caracteristicas. A todas luces,no solo se trata de un ritual de paso, destinado a reemplazarlas procesiones y monomios de antafio. Ni mucho menosdebemos pensar que se trata de una simple consecuencia delas manipulaciones a las que se libran ineludiblemente lasfracciones rivales de la Nomenklatura, aunque esta Ultimasiempre extrae de estos movimientos una parte de "los tier-nos brotes" (en palabras de Lionel Jospin) que necesita parareproducirse. Todo aquel que conozca a la juventud escolari-zada sabe a ciencia cierta que su insatisfaccion y colera antelas condiciones actuales son eminentemente autenticas. Perola cuestion estriba en saber d es de q u e p un to d e v is ta esta juven-tud llega a contestar dichas condiciones. 2Se trata realmente,como supone la interpretacion dominante, de jovenes mili-tantes dvicos que se rebelan contra la falta de espacio y con-sideracion que el sistema capitalista reserva a la cultura y a losseres humanos? 20, por el contrario, son ya, en un numerocreciente de casos, simples consumidores, dificiles y quisqui-llosos ( en u na p al ab ra , " c iu da da no s') , que ante todo quierenobtener el mejor precio para las mercandas que el sistema lespropone, exclusivamente preocupados por la calidad de la

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presentacion? 51 Si debemos plantearnos. esta curiosa pre~n-ta es porque, deliberadamente, se ha deja~o de lad~ una difi-cultad importante en el analisis de las pagtnas anteriores.

Como hemos constatado, desde su punto d e vista, el capita-lismo terminal -esto es, el que, por primera vez en su histo-ria se ha marcado el objetivo coherente de llevar a cabo en elac~o la utopia que le dio la luz (a saber, la armoniz~ci~n. detodos los intereses humanos por medio de la mana invisibledel mercado globalizado 5 2 ) _ solo puede lograr sus fines siexpande constantemente la adhesion al tittytainment. Ahora

51 En la t ermino logia de la European Round Table y, por tanto , en l ap rac-r ica de la Corni sion Europea, e la lumno ha pasado a ser un "cli ente" y las cl a-ses, "un producto". Numerosos padres ya han as imilado perfec tamente estaid ea moderna .

52 Para evit ar una ser ie de malentendidos, hay que precisa r que los mer-cados financieros, converridos en los autenticos mandatarios de estemundo, estan exclusivamente dirigidos por 10 que creen entender de suspropios int ereses, Solo en la poesi a of ic ia l de los At ta li y los Minc es ra banalbusqueda del benefic io y e l poder se presenta como una esplcndida od iseadel espiritu humano y una marcha radiante hacia la Ciberia promerida. Noobstante, incluso elmenos intelectual de los golden boys, por muy limitada queest e su ex is tenc ia a l a panta ll a de su ordenador, s iempre debe esta r conven-c ido de la racionalidad de sus actos; so lo puede log rarlo porque , en a lgunaescue la de gesr i6n forzosamente p resc igiosa , Ie han cnsef iado a creer en los,dogmas fundamentales de la utopia econornica , ta l y como fueron formul~-dos en esencia por Adam Smith. Incluso me resulta dificil negar que, m aSalia de su cinismo declarado al mejor est i!o hol lywoodiense, en algunrecondi te de su pobre cerebro no subs is ta una especi e de ~speranza religio-sa en que su prop ia rapac idad se reve la ra , e n u l tima i n st a nc i a, uti! para el gene;ro humano.

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bien, en este ambito, la maquinaria se ha puesto en marchahace tiempo y a gran escala, y es bastante obvio que, e n e l s ab o-t q je d el a p ren di zq j e e lemen ta l, la escuela capitalism ha desempena-do un. pa~el quiz as irreemplazable. Pero, po r m l!Y m ode rna q uen o s l a tmagmemo s, esta escuela nunea podra eompetir ni por unmomento con los deslumbrantes y eonstantemente renova-dos dispositivos de la omnipresente cultura joven. Si, por ejem-plo, en el eontexto de una estrategia dada, se ordena a lajuvenrud que festeje Halloween 0 que se inseriba masivamenteen 1 a ~ve pa:ade 53, la escuela no necesita desempefiar estecornerido, EVldentemente, comerciantes y eomunieadores detodas las clases se eneargad.n de ello con mucha mas motiva-cion, medios y ~ficacia. De hecho, esta es una las prineipalesrazones. que obliga al capitalismo, en su fase liberal-libertariaa or~aruzar la abolici~n del servicio militar obligatorio po:d.og.U1er:Desde ~aee, ~em~o, este servicio habia perdido todaszgnijicaczony t od o m t er es p ro pt ament e m i li ta re s. Pero, desde gue setrata, ante ~odo, de conducir a la juventud moderna al consu-rno generalizado (de forjar, si se quiere, estos konsomsomols que

53 Ellema de la L ov e P ar ad e: " O ne w o rl d o ne fi ut ur e" ("Un d c.r ") d 'mun 0 un tutu-o pue e parecer el reverso opcimista del 'Nof iu!.u "d I .'p . . ure e os ant Jguos punks.. .ero, en e l fondo , son mensajes ldenr icos. Se trata de la idea de que las for -lI lasde l futuro no dependen de la libre e lecc i6n de los pueblos; es la idea que

. debe reactrvar a cada "generacion' ', e s deci r, a cada nueva moda1illpuesta por la industria cultural. As! se entiende mejor la incansable

ti. del capnchoso Jack Lang (ministro a veces oficial y siempre oficiosolttyt~znmen~ a favor de la L o ve P a ra d e y todas esas espartaquiadas asistidasl a tecruca. Para una descripcion de este aspec to desde e l inte rio r del titty-

puede leerse la excelent e novela de Er ic Lent in: Rave Cast In IClimats, 1995. . , e au- e-

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constiruiran la organizacion de la juventud del MercadoUnico), es evidente que Biba 0V ing t A ns, F un R adio y NR j ,Doc Gynecoo Joey Starr, He l ene e t l es Ga r cons y Kassovitz, laFe te d e la Musique 0la Gay P ri de ,0para los espir itus menos cri-ticos Nu l /e p a rt A il /e ur s y Liberation 5 \ son infinitamente masadecuados para este objetivo que los mas experimentadoscuerpos de suboficiales*. Del mismo modo, tambien prestansus servicios a un coste mucho mas beneficioso para el pre-supuesto del Estado. La organizacion mundial del tittytain-ment, cuyo principal objetivo es, logicamente, la juventud, haentrado de forma definitiva en su fase industrial. Segun Yves

54 Desde luego, esta l is ta es interminable. Para los aficionados 0 curiosos,est a es una mues tr a t o ta lm e n te comente de esta "poli tica del de lir io de l a d iver-s ion" (segl in la expresion de J . - F . Bizot , autor del art iculo y buen conocedordel asunto): "EI inclividuo, y solo el, reinventa su Iibertad. Las raves legalizadasmurieron con N R J y M6 (cadena radiofonica )' televisiva respectivamentededicadas a l a di fu sion de rnusica joven) . Los f ieste ros van a cazar en mana-da. Cualquier lugar es bueno para encontrarse: en barcos con fiestas efimeras,en un autobus, en la busqueda de un detalle de moda, teniendo cinco agen-das, inventandose su propia fiesta, alqui lando un taxi congolefio, buscando unviaje oriental, s iguiendo de cerca las tendencias, creando la diversion en casa.Sin una fuerte sorpresa, no puede haber fiesta. (A qui en le da miedo esto?"( N ov a m ag a if ne , Abril, 1999.) No hay que olvidar que para alguien que estasujeto al tittytainment, este es inconcebible, por ejemplo, en cualquier nocheparisiense, sin pensar autornaticamente en elesquema de una aventura roman-tica y rebe lde . Es te es e l pr incipio de toda alienation.* N. de la T. Equivalentes de estas referencias en el contexto espafiolpodrian ser, en orden de aparicion en el texto, las siguientes realidades:Ragazza 0 Co sm opo li ta n , L o s c uar en t a p r in c ip a le s y C a de na 1 00 , Javier Sarda 0JesusVazquez, A l sa lir d e c la se y Alejandro Sanz, la F es ta d e l a M u si ca (en Barcelona)o el D ia d el o rg u ll o g a y y Lo + plus 0 E l P ais .,162


Eudes, desde 1995, MTV , la cadena musical planetaria, cubre"la mayor parte de las zonas habitadas del planeta, convirt ien-dose, asi, en la primera television mundial ?", Este comple-mento espiritual del poder financiero, "fruto de una estrate-gia comercial terriblemente eficaz", se define como la sintesisdel "espiritu rebelde del rock, del consumismo hedonista ydel pensamiento l iberal normalizado". En otras palabras, conel fin de lograr la adhesion del mercadode laspe rsonas de menos det re in t a anos al orden establecido, la MTV , que, como es deesperar, se presenta como una "cadena ciudadana", se esfuer-za constantemente por ofrecer, a escala mundial, ese tonomoderno, relajado e irreverente frente a la tradicion. EnFrancia, este tono es el que, por ejemplo, la antiguaCompagnie Generale des Eaux (ahora Vivendi Universal)impone a los dociles empleados de program as como Nul /ePart Ai l /eurs. Asi pues, no es sorprendente saber que "conocasion de las elecciones al Parlamento Europeo de 1994,MTVEuropa lanzo una carnpafia para incitar a los jovenes dela Union Europea a participar en los comicios - VotaEuropa-", imitando el metodo "Choose or l o se " , pero con unaspecto mas serio, en la que logro la participacion de muchoscandidatos y responsables politicos, entre los que figurabaJacques Delors. Este tipo de anilisis y de hechos, que puedenmultiplicarse hasta el infinite, modifican considerablementelas coordenadas del problema. Si, segun las afirmaciones deDebord, es cierto que por primera vez en su historia "eldorninio del espectaculo ha podido educar a una generacion

II Yves Eudes: "MW: rnusica, televis ion y beneficios planetarios", LeMonde Diplomatique, agosto, 1995 (todas las citas proceden de este articulo).


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sometida a sus leyes 56", debemos llegar a la conclusion deque, en la guerra que le enfrenta a la humanidad, el capit~lis-mo parece haber adquirido mucha ventaja desde ~ace tremtaafios. Es como si todos los duefios del planeta hubieran acep-tado como divisa una forma inversa de lacelebre frase deMax Plank 57: "la mentira nunca triunfa, pero sus adversariosacabaran por morir". Si esta es suestrategia, y si, ademas, lascosas han llegado al estado que he descrito, entonces la tareadel hombre se revela realmente complicada. Por un lado, esevidente 'que c~da dia somos mas conscientes de que el"movimiento que destruye las condiciones existentes" - es to e s,e l s is te ma c a pi ta lis ta - conduce a la humanidad a un mundoinhabitable ecologicamente e imposible antropologicamente,Pero, por otro, tambien sabemos que solo sera p~sible opo-nerse a este movimiento historico suicida -es decir, algo tansimple como s alv ar e l m un d(} - si, y solo si, . las generacionesvenideras aceptan retomar esta responsabilidad a su cargo.Esto implica que si el tittytainment en parte ya ha conseguidola meta que se proponia -yaqui cada uno debe juzgar por S Imismo- entonces corremos el riesgo de enfrentarnos enbreve, c ua lq uie ra q ue s ea e l d es tin o d e la e sc ue la , con un problemaque, hasta el momento, la hum anidad habia tenido la suerte

" C o me nta ri os. ,., o p. c i t . Debord aiiade: "Las condiciones extremadamentenuevas en las que esta gcoeracion en su conjunto ha vivido constituyen unresumen exacto y suficiente de 1 0 que e l espect acu lo impide , y tambien de 1 0que autoriza", . .

57 Max Planck, fundador de l a t e or ia d e l o s c u a nt o s, dec ia que en las ciencias"la verdad nunca t riun fa comple tamente po r S I misma, pero sus adversariossiempre acaban muriendo".

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tLA ESCUELA DE LA IGNORANCIA

de no tener (0 la inteligencia de evitar). A mi juicio, nadie haformulado de forma tan lucida este problema historicoimprevisto como Jaime Sernprun 58, quien, en El ab ismo serepuebla, afirma 1 0 siguiente: "Cuando el ciudadano-ecologistapretende plantearse la cuestion mas molesta y se preguntaN u e m un do d eja re mo s a n ue str os h ljo s? , evita plantearse esta otrapregunta, que es realmente inquietante: fa q ue h ij os d ei ar emo ses te mundo?"

Hoy por hoy, esta es, pues, la sorprendente cuestion quedebemos plantearnos.

58 E l a bi sm o s e r e pu eb la , Madrid: Precipire, 2002.

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jean-claude michéa la escuela de la ignorancia

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