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Fundación Itaú

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Cuentos Itaú

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  • Fundacin Ita

  • EstudiantesCarla Corbella, Jandra, Nicols Martorell, Nicols Gubitosi,

    Nadia Izaguirre y Una chica con lunares

    ProfesoresFederico Guillermo Lorenz, Mara Laura Ferreyra

    y Mauricio Gutvay

    JuradoMara Ins Falconi, Natalia Mndez

    y Alejandro Piscitelli

    Comit de lecturaAlejandra Bruno, Silvana Daszuk, Cecilia Magadn

    y Daniel Scarfo

    CoordinacinMelina Knoll

    Diseo de la obra, arte de tapa e ilustracionesEstudio Controlzeta (www.controlzeta.ws)

    www.fundacionitau.com.ar

    ItauCulturalArg

  • Dictamen del jurado

    OFF SIGNIFICA APAGADO deJandra

    TODO SE TRANSFORMAde Carla Corbella

    LA LLAMADA DE LA ESTRELLA de Nicols Martorell

    HOMBRE-TIERRA de Nicols Gubitosi

    LA TA LILA de Nadia Izaguirre

    SIEMPRE UNA MANCHA EN EL HISTORIAL?de Una chica con lunares

    EL SUEO DEL PIBEde Federico Guillermo Lorenz

    EL GRITO de Mara Laura Ferreyra

    PASO DE INDIOSde Mauricio Gutvay

    Comentario del Comit de Lectura y del Jurado

    La convocatoria: experiencia de sus protagonistas

    Eplogo

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    CUENTOS CATEGORA ESTUDIANTES

    CUENTOS CATEGORA PROFESORES

    Sumario

  • Dictamen del jurado

    El jurado compuesto por Alejandro Piscitelli, Mara Ins Falconi y Natalia Mndez, en el mes de octubre de 2012, resolvi premiar las siguientes obras:

    El sueo del pibede Federico Guillermo Lorenz

    Off significa apagadode Jandra

    Todo se transformade Carla Corbella

    La llamada de la estrellade Nicols Martorell

    El gritode Mara Laura Ferreyra

    Paso de indiosde Mauricio Gutvay

    Hombre-tierrade Nicols Gubitosi

    La ta Lilade Nadia Izaguirre

    Siempre una mancha en el historial?

    de Una chica con lunares

    CUENTOS CATEGORAESTUDIANTES

    CUENTOS CATEGORAPROFESORES

  • Jandra

    OFF SIGNIFICA APAGADO

    Sobre Off significa apagadoel Jurado dictamin:

    A partir de dilogos en on/off como un recurso tecnolgico se convierte en un formato que transporta, comunica y mantiene expectante al lector, lo-grando sorprenderlo en el descenlace.

    Alejandro Piscitelli

    Off significa apagado es un relato con una estructura excelente en la que los personajes ficcionales y el real entremezclan sus dilogos, pensamientos y acciones con mucho humor. Es interesante la mirada crtica planteada sobre la novela y la actitud del espectador. Muy interesante y original.

    Mara Ins Falconi

    Una narracin a dos voces, que se mezclan para sorprender al final. El juego de la superposicin del pensamiento y la escena de la tele provocan un efecto muy interesante en la lectura, ya que al descubrir las voces se resignifica toda la narracin.

    Natalia Mndez

    5

  • ens la cara como de primavera>, y tus ojos iluminan como el sol del amanecer

    >.

    Una cancin envuelve el instante, un mar de fondo, luz lunar y de infinitas estrellas. Una sonrisa y otra un poco disimulada a compa-racin de la primera. Se miran.

    Yo>necesito tiempo para pensar en todo esto que me ests diciendo>.

    Dante se acerca un paso y se detiene, temiendo parecer deses-perado, no quiere asustarla. Busca las palabras correctas y se le atragantan antes de salir. Sus manos sudan y se da cuenta de que sus rodillas empiezan a temblar. No esperaba esa respuesta.

    Mir, ya s que a veces no hay que hablar si no se tiene seguridad, y no estoy seguro de que me quieras, pero puedo ver en tus ojos que sents algo por m.

    Jandra

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    OFF SIGNIFICA APAGADO

    Ella retrocede un paso, tambin temerosa de parecer desesperada, > y se planta de golpe >, deja de mirar a Dante para inspeccionarse las manos, as como hace la gente que no sabe cmo reaccionar en las situaciones embarazosas. Se que-da callada y se muerde el labio inferior, nerviosa.

    T

    Decime algo, por favor>, me est costando mucho sincerarmeDante da otro paso, ahora se afirma sobre sus pies, encontr el coraje necesario para decir lo que fue a decir, aunque en el fondo siga sintindose desesperado. S que no soy perfecto>, que a veces me comporto como un tarado y esas cosas que les molestan a ustedes, las mujeres>, pero te digo que te quiero de verdad. Ya no me sirven los relojes para calcular el tiempo, s que cuando estoy lejos de vos un segundo es eterno, y que cuando estamos cerca

  • una hora es como un parpadeo> , s que ni el invierno se resiste a tu sonrisa, y cuando te escucho hablar, hasta pienso que el dulce de leche que hace mi mam es como vinagre, comparado con la dulzura de tu vozla chica frente a Dante sigue sin reaccionar, hasta parece que se est poniendo plida, sigue mirndose las manos, y ahora, adems, juega lentamente con los anillos de sus dedos; Eugenia se rasca una ceja y tuerce un poco la boca > , y mir las estrellas la chica mira, ni siquiera trata de calcular cuntas habr, son demasiadas, tantas que podran encandilar al Sol. Nunca vivi una noche tan hermosa, nunca una as, en la que las estrellas brillen desnudas sin pudor alguno frente a la noche que trata de vestirlas con sus dedos oscuros ves? > salieron solamente por las dudas, para iluminarme la noche si es que despus de todo lo que te dije decids no mirarme nunca ms, pero al menos voy a tener el consuelo de que lo intent.

    La chica frente a Dante contina sin reaccionar an y a Eugenia le dan ganas de dormir pero de-cide quedarse a ver qu pasa, aunque sabe que las situaciones como estas tienen, generalmen-te, solo dos salidas: que la chica le diga que s o que la chica le diga que no, ella, por su parte, odia las dudas.

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    La muchacha reacciona por fin, levanta la mira-da y l advierte que sus ojos brillan con mayor intensidad, ella da un paso al frente, se apoya en las puntas de sus pies, quedando a la altura de un beso, y Buenas tardes, pas!.

    La pantalla del televisor muestra ahora a un hombre con corbata, rodeado de panelistas a modo de consejo de sabios, y alguna que otra marioneta que acta bajo los deseos de algn humano desquiciado. Otro programa de chimentos, a Eugenia no le gustan. Se es-tira sobre s misma en el sof para alcanzar el control remoto que est lejos de su mano. Apunta hacia la tele y presiona Off >, se sienta y mira a su alrededor, en-cuentra el reloj y ve que son las 17:04 hs. >. Se acomo-da en posicin fetal en el sof, cierra los ojos y se da cuenta de que se siente un poquito ms sola.

    Jandra EETN N 23, Gregoria Matorras de San MartnNaci el 28 de Mayo de 1994, en Presidencia Roque Senz Pea de la provincia del Chaco. La lite-ratura le interes siempre. Escriba poesas cuando era chica y en su adolescencia qued cautivada por la banda La Oreja de Van Gogh. A los 13 aos se enamor de un chico, y fue l su inspiracin para comenzar a escribir en su blog Just me http://solojandra.blogspot.com.ar . Su libro favorito es Lo que el viento se llev de Margaret Mitchell. Est en el ltimo ao de secundaria y planea estudiar a partir de 2013 el profesorado de Lengua y Literatura, ya que quiere capacitarse y algn da poder ensear lo que aprendi.

  • Carla Corbella

    TODO SE TRANSFORMA

    Sobre Todo se transformael Jurado dictamin:

    Un relato que innova entretejiendo misterio con un elemento ldico como un crucigrama que interpela al lector para su resolucin.

    Alejandro Piscitelli

    Todo se transforma es un relato lleno de accin, que va desarrollando la in-triga con muy buen ritmo. La eleccin del crucigrama como recurso narrativo y motor del relato colabora en la creacin de expectativa ubicando al lector en una actitud activa de querer resolver el misterio por s mismo, as como uno resuelve crucigramas.

    Mara Ins Falconi

    Bien escrito y atrapante. Un relato policial breve con todos los elementos del gnero. La propuesta del narrador que va resolviendo un crucigrama genera un efecto original para llegar al final del relato.

    Natalia Mndez

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  • Carla Corbella

    TODO SE TRANSFORMA

    ransformacin sobrenatural, smbolo de trascendencia his-trica, creencia de diversos pueblos.

    Horizontal, fila ocho, doce espacios, su tercera letra es una S

    Todava tena aquella imagen rondndome en lo ms hondo de mi mente, mi memoria visual no me permita olvidar. Aquella misma maana no haba podido resolver esa odiosa definicin del cruci-grama de la revista Vivos mientras desayunaba en una cafetera cercana.

    Sent el viento helado rasgndome las carnes por debajo de mis dos abrigos incluso antes de abrir los ojos. Me sorprend a m misma senta-da en un banco rojo de la plaza principal del ba-rrio ingls, mir a mi alrededor y todo pareca abrumadoramente tranquilo. No me extra no saber cmo haba llegado hasta all, seguramen-te andando luego de volver de tribunales me dije restndole importancia, estaba tan absorta en el ltimo caso que apenas me daba cuenta de mis propias acciones ya ha terminado, ya lo has re-suelto me tranquilic en un suspiro prolongado tratando de no pensar ms en aquel tema. Sin embargo, no poda sacrmelo de la cabeza.

    Crimen que involucra la accin de matar a alguien Asesinato. El crucigrama vol por mis ojos por segunda vez en aquella tarde, siempre tan apro-piado.

    El caso de Jimena Iriarte estaba volviendo loco a todo Hurlingham, yo era la fiscal encargada de reunir las pruebas, mientras que mi compaera Natalie Robledo, una abogada muy calificada para el caso, era la responsable de defender al acusado en cuestin, un tal Domnguez, que era casualmente el jardinero de turno que estaba en

    el momento y lugar errneo. Yo estaba absolu-tamente convencida de su inocencia, y tras mu-chos meses de investigacin y duro trabajo fue liberado. Gracias a mis esfuerzos y demostra-ciones, haba conseguido la evidencia necesaria para condenar a la verdadera culpable a cadena perpetua.

    Organizacin secreta de criminales originaria de Sicilia, que se caracteriza por emplear la violencia, la intimidacin y el chantaje Mafia. Maldito crucigrama.

    9

    T

  • Haba sido muy extrao que una madre hubiera sacrificado a su pequea de tan solo diez aos por no devolver una suma importante de dinero chantajeado a una verdadera mafia de narco-traficantes , se ven muy pocos casos como stos. Por eso todo el mundo dudaba de la veracidad de mi teora , que al fin y al cabo result ser la correcta. Todo se transforma.

    Nombre comn de diversas aves paseriformes, con el dorso de color pardo y el pecho claro con pequeas motas. Son aves migratorias que invernan en la pennsula Ibrica - Zorzal

    Un zorzal me haba sacado repentinamente de mis cavilaciones y por primera vez, contempl el paisaje detenidamente. Me sorprendi su re-pentina transformacin, la ltima vez que haba ido era verano y los prados brillaban refulgentes de verde. Ahora en cambio, los caminos teidos en tonalidades doradas y marrones crujan con el pasar de los pocos transentes que circulaban gracias a la sentencia final del otoo, los rboles teidos de rojo sangre, que contrastaban con el gris apagado del cielo me infundieron una fuerte sensacin de melancola y mi cuerpo se llen de vaco, ya no era la renovada nia que jugaba en un colchn de hojas secas en otoo . Todo se transforma, pens.

    Me llam la atencin su forma de caminar, l converta la incomo-didad en elegancia con aquella postura ligeramente rgida, su rostro plido y fantasmal se funda en unos ojos intensamente azules. Pas por mi lado como un suspiro y en un momento pens que formaba parte del paisaje al reparar en su vestimenta: vaqueros negros y un lustroso tapado de pao marrn.

    Me levant impulsada por una corriente elctrica que me recorri la sangre De dnde lo reconoca? Casi me daba rabia no poder recordarlo. Decid rpidamente seguirlo.

    Transformacin sobrenatural, smbolo de trascendencia histrica, creencia de diversos pueblos- No poda pensar si aquel maldito crucigrama me asaltaba la vista cada dos de tres!

    Camin rpidamente tras de l para seguirle el rastro, pero me inspiraba cierta desconfianza, cierto rechazo que me deca que no lo persiguiera, y por sobre todas las cosas un pavor inexplicablemente intenso. En un instante vi lo que llevaba abajo del brazo: el diario de aquel da, el mismo que apenas haba hojeado yo unas pocas horas atrs. Le un par de frases de la primera pgina, ya que su gruesa mano me tapaba casi todo el encabezado.

    Virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece o lo que le corresponde. Justicia. Nuevamente el crucigrama.

    -Un poco de justicia- Deca entre sus gruesos dedos que cruzaban el papel mortecino- caso Jimena Iriarte- sonre apenas, suponiendo que se expona la resolucin del caso y contenta por el momento con mi pequeo triunfo.

    El traqueteo insoportable de nuestros tacos resonaba en el pavimento de la calle que estbamos cruzando, me resultaba insufrible aquella montona y aburrida con-versacin. Me maravill en su concentracin, miraba fijamente hacia adelante, sin ver nada en concreto, simplemente andaba.

    Vehculo movido por un motor de explosin o combustin interna, destinado al transporte terrestre sin carriles

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  • Un convertible tres letras de lujo me pas zumbando por la espalda, pegu un respingo al reparar en su proximidad podra haberme matado!

    EHHH!- Le grit, pero tampoco hubo respuestas. Mir a mi alrededor, nadie se haba vuelto para contemplar el espectculo, incluido mi anfitrin de adelante. Pues mejor, pens, no queria hacer el ridculo frente a nadie.

    Transformacin sobrenatural, smbolo de trascendencia histrica, creencia de diversos pueblos.

    A pesar de las tantas cosas importantes que tena en la mente en ese momento, aquella definicin insista calurosamente en mis sienes, buscando disuadirme de su importancia. Sacud la cabeza para concentrarme en el presente, en lo que tena delante. Lo mir, mi vista estaba bloqueada por la impaciencia, por la desesperacin de entender de qu se trataba todo esto, una buena cantidad de adrenalina recorri mis venas, estir el brazo, tena que ver nuevamente aquel rostro tan familiar que me abrumaba tanto.

    Lo comprend todo antes de que mi mano atravesara su cuerpo, antes de que se volviera incorprea e intangible, antes que se tornara en un tono tan plido que pareca trasparente e incorprea. Ahora saba cmo haba llegado hasta la plaza, saba tambin como haba muerto y quin era mi asesino, mir por ltima vez su espalda, ya casi estaba al otro lado de las vas, y yo me haba quedado a medio camino, pasmada ante la conmocin de lo que se siente saberse muerta. Se dio vuelta un segundo antes de que el ferrocarril golpeara mi intangible cuerpo , sus ojos me atravesa-ron, literalmente , y yo pude leer en ellos su furia asesina , su sed de sangre que haba satisfecho con mi propia carne: el hermano mayor de Jimena Iriarte, nunca haba pensado que defendera a su madre antes que a su hermana, la primera vez que lo haba in-terrogado pareca tan afectado, tan conmocionado y sensible que jams se me haba pasado por la cabeza que l significara un peligro, pero, estaba entendiendo las cosas por segunda vez , ya haba he-cho todo este proceso en el instante en que me clav aquel cuchillo. Mir el encabezado completo ahora en la parte posterior de un cartel de propaganda:

    -Un poco de justicia, fiscal asesinada por resolver el caso Jimena Iriarte.-Sonre por la irona de aquel maldito crucigrama:Transformacin sobrenatural, smbolo de trascendencia histrica, creencia de diversos pueblos: Resurreccin.Todo, absolutamente todo se transforma, incluso la vida misma en otra.

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    Carla Corbella Instituto San Jos de CalasanzNaci en Capital Federal el 21 de octubre de 1994. Estudi en el Instituto San Jos de Calasanz de Hurlingham. A los diez aos se mud a General Rodrguez, en donde comenz su inters en la literatura con los libros de Harry Potter de J. K. Rowling, para luego extenderse en numerosas obras literarias como las de Dan Brown o las de Jane Austen. Luego de cuatro aos volvi a su antiguo hogar en Hurlingham y al Instituto San Jos de Calasanz. Su libro favorito es Orgullo y Prejuicio de Jane Austen.

  • Nicols Martorell

    LA LLAMADA DE LA ESTRELLA

    Sobre La llamada de la estrellael Jurado dictamin:

    Logra basarse en lo irreal para alcanzar una sensacin de permanencia en una posible realidad paralela, presentando nodos y guios al lector. Con un interesante uso de elementos narrativos, permite ser interpretado desde di-ferentes perspectivas gracias al uso de diversos elementos

    Alejandro Piscitelli

    La llamada de la estrella es un relato original y reflexivo. Los personajes estn claramente definidos a travs de sus acciones y sus dilogos que trasuntan la posibilidad de tratar con sentido del humor e irona la profundidad de los contenidos

    Mara Ins Falconi

    Una circunstancia inquietante se desarrolla, detenida casi. Un tono mis-terioso que permite vislumbrar un relato casi pico detrs con solo el foco puesto en este momento. Bien construido el tono y el ambiente para una escena con toque fantstico.

    Natalia Mndez

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  • Nicols Martorell

    LA LLAMADA DE LA ESTRELLA

    n hombre se sienta y espera. No es simplemente su cuerpo que descansa, es su alma, y por tanto tiempo. Las araas

    tejen sobre su sombra esculpida en el polvo, tallada en la rada madera que huele a aos. Las lunas huyeron de su imperturbable rostro una y otra vez, a la par de una monotona inquieta que lo mantena dormido, pero alerta. El atardecer lluvioso deeseverano

    Disculpe, mascull el trajeado, mientras cerraba su paraguas negro y lo apoyaba cerca de la nica ventana. No quisiera molestarlo, no he tenido otra opcin que entrar, est lloviendo a cnta-ros, usted vio.

    Al terminar de pronunciar aquellas palabras se percat de que el lugar al que haba entrado no llegaba a constituir una vivienda. Pequeo cuarto hecho de madera, con slo tres objetos juntos en el centro: Una silla, una pequea mesa alta y redonda y, sobre ella, un telfono. Uno viejo y sucio, como el resto de la estancia, como el hombre que se hallaba reposando en la silla.

    No poda tener menos de noventa aos; el poco cabello que le quedaba, blanco como el relm-pago, se esconda tras su quebrada piel. Su ves-timenta no tena nada de especial y su actitud era de quietud imposible. Si hubiera prestado atencin al entrar, el recin llegado podra haber observado que ni un pelo se le haba movido al viejo ante toda aquella situacin. Sin embargo, al mirar en lo profundo de sus ojos, detrs del azul que enmascaraba su hazaa, pudo sentir su miedo y su continuo estado de alerta. Era un hombre aterrorizado.

    Puedo preguntarle qu le sucede? No luce bien. El del traje se acerc lentamente, tratando de no perturbar al imperturbable. Qu est ha-ciendo?.

    Unos segundos pasaron en un silencio slo des-trozado por la lluvia que golpeaba el techo y el viento que azotaba la ventana. Finalmente el viejo abri la boca y su larga y pasiva inspiracin pas a ser el sonido protagonista en aquella es-cena.

    13

    rompi la ridcula rutina, con la llegada del otro hombre, el del traje, el que ignoraba todo y todos an cuando crea saberlo todo de la nueva magia. El suelo cruji bajo sus hmedos zapatos siguiendo la suerte de ritmo que las gotas creaban al surcar el aire; un aire ms espeso all adentro que afuera.

    U

  • Espero, contest. Luego mir a su nuevo compaero y a continuacin al telfono, elocuentemente.

    Mientras l se alej y tom su paraguas, el viejo no movi ni un pelo, aunque observaba detenidamente su entorno, con la mirada perdida de un viajero que confunde su trayecto con el destino encomendado. El del traje sonri brevemente, como si la idea de un hombre sometido por la locura resultara de suma gracia, y dio un paso hacia la puerta.

    Espera una llamada? pregunt l. Una llamada de quin?.La llamada de una estrella.

    El del traje qued atnito. Cmo una estrella puede llamarlo a su telfono?.

    El viejo volvi a guardar silencio. No habl, pero pens. Y su quietud supo ms que todas las palabras del mundo, mas no eran cdigos que el recin llegado compartiera. Por lo tanto sigui esperando una respuesta y el viejo sigui pensando. Hasta que decidi contar.

    Una estrella no puede llamarme. Es por eso que estoy aqu. Si pudiera llamarme lo hubiera hecho hace mucho tiempo, el telfono est y estoy yo a su lado. Se me ocurri que nada es ms duradero que una estrella. Es lo que no soy ni puedo ser, pens. Sin embargo, quizs podra convencer a una de que sea ma, de que valgo la pena. Es la gua de los viajeros, de los que llegan a su destino y de los que se pierden en alta mar y jams regresan. Al principio cre que la usara para tener siempre a dnde arribar, a pesar de estar perdido y sin rumbo. Los aos pasaron y esta silla se hizo vieja, al igual que yo. Comprend que no es mucho el tiempo que tengo, y de aquel no ser mucho el que an est por venir. No ser para m la estrella que consiga, sino para los que vengan, los que no sepan qu camino tomar. Vern una luz que sugerir un lugar seguro y llevar mi nombre y contar mi historia. La historia de un hombre viejo, su sombra y su estrella.

    Est usted diciendo que ha permanecido aqu aos esperando que ese telfono suene? Alguna vez ha aparecido la estrella? Ha habido alguna seal de su presencia?

    Que yo est aqu es una seal de su presencia, y que ese telfono an no haya sonado significa que mi espera debe continuar.

    En aquel momento, el hombre de traje comenz a comprender lo que suceda. Alguien podra haber pensado que todo eso era hermoso y que el viejo era sabio, y no por viejo. Pero ese hombre slo pens que la persona con la que estaba hablando haba perdido completo uso de razn. Se dispuso a retirarse, la lluvia no era nada comparada con aquella desagradable compaa.

    14

  • Ring ring.Un sonido metlico inund la habitacin, causando que el visitante se detuviera en seco y se diera vuelta. Helado observ como el antiguo telfono se mova al comps del aterrador sonido.Ring ring.El imposible sonido.Ring ring.

    La temblorosa mano del viejo se alz lentamente; su rostro era el mismo y su expresin tambin, como si hubiesen permanecido as tanto tiempo que ya no se les poda dar la oportunidad de cambiar. Sin embargo, sus ojos azules centellearon.

    Apenas logr levantar el tubo, intent llevrselo a la oreja, pero no tuvo tiempo. Su fuerza se evapor y se la llev la lluvia, la fuerza que lo haba mantenido aos, dcadas, sentado en una silla esperando. Para esperar se necesita ms energa que para cualquier otra cosa, y a l se le acab en ese momento, con ese movimiento definitivo que termin por matarlo.

    El telfono cay al suelo.

    El otro hombre, el del traje, el que ignoraba todo y todos an cuando crea saberlo todo de la nueva magia, se alej del cadver y sali por la puerta. No terminaba de entender lo que haba sucedido y eso no era problema, porque entenda el por qu. La lluvia ces y el viento ahuyent las nubes que cubran el bello cielo nocturno. El hombre emprendi su camino a ningn lado, ese que nunca haba tenido y siempre haba deseado, esa necesidad de ser alguien, de utilizar su fuerza como mejor pudiera, de ser de alguien que considerara que l vala la pena. Dirigi su mirada hacia el testamento y en l vio una estrella azul centelleando, sacrificio y meta del que nunca pudo ser pero siempre ser.

    Camin por siempre en direccin a ella y, aunque nunca lleg, disfrut siempre de aquel privilegio, del placer de confundir el trayecto con el destino encomendado.

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    Nicols Martorell Escuela de Enseanza Media N 3, D.E. 7, C.A.B.ATiene 16 aos, naci el 24 de Diciembre de 1995 y desde muy chico le gusta escribir. No se limita a cuentos, sino que tambin ha escrito alguna novela, canciones, poesas e incluso guiones cinemato-grficos. Sin embargo, no tiene an ningn material publicado, ni posee un blog en donde se puedan ver otras obras suyas. Estudia en una escuela con orientacin en Artes y Medios, de la ciudad de Buenos Aires, y al terminar la secundaria tiene intencin de estudiar realizacin cinematogrfica. Su libro favorito le parece que es Primavera con una esquina rota, de Benedetti.

  • Nicols Gubitosi

    HOMBRE-TIERRA

    Sobre Hombre-Tierra el Jurado dictamin:

    El tono potico acompaa un relato de una vida posible. La narracin nos lleva de forma breve a lo largo de toda una vida, a modo casi de parbola, de camino, para volver al momento de felicidad de la infancia. Es el valor de esa marca en el paso del tiempo.

    Alejandro Piscitelli

    Un relato original que genera una inmersin a travs de descripciones logra-das al punto tal que interpelan a la curiosidad y disfrute a travs del ingenio.

    Natalia Mndez

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  • n largo y viejo camino de tierra bordeado por una cerca que parece no tener fin, la hierba a los costados creciendo con el

    perfume de la primavera, el nio recorre con su pequea bicicleta el camino. Le silba al viento, posa su mirada en los pjaros, se cubre los ojos cuando el sol trata de cegarlo. Finalmente llega a un claro, abandona el camino y se adentra en la hierba, deja la bicicleta y se recuesta sobre un colchn de coloridas flores. Respira profunda-mente, contemplando el cielo con la magnificencia de lo inexplicable, tpica de la niez. Piensa en su da, piensa en las personas, piensa en los peces que nadan en el arroyo cercano. Nada lo perturba, nada se interpone en su sueo despierto. El valle se adentra y se estanca por siempre en su mente. El nio nunca se olvida del camino y del viento.

    Nicols Gubitosi

    HOMBRE-TIERRA

    U

    Con el tiempo crece y deja la pequea bicicleta entre otras cosas, le regalan una moto y ya no debe pedalear, le dan un mejor colchn y no necesita las flores, comienza a trabajar y no puede disfrutar la paz. Pero hay cosas que nunca se van, los recuerdos se interponen en su rutina, no lo dejan despegarse de esas cosas ilusas, no le permi-ten olvidar quin es en verdad.

    El hombre observa su vida recostado en un viejo silln, recuerda el camino y la libertad del viento que se topa con todas las barreras que existen, pero que de alguna forma, nunca deja de viajar. Entonces toma su telfono, se despide y cuelga, acomoda un par de camisas y un pantaln, sube la maleta al taxi. Compra el boleto y abandona su vida.

    Se deja viajar por lo ancho del mundo, cruza ocanos y tierras verdes, ciudades clandestinas y montaas infinitas. Al abandonar la terminal comienza a caminar. Su viaje no tiene principio ni final, no tiene horarios ni salidas, ni parajes ni postales. Lo nico que lo impulsa es su espritu. Atraviesa condados y campos, mientras se deja alimentar por los frutos de una tierra, que es para l su nica familia. Poco a poco su traje se va ensuciando as

    17

  • que lo tira al costado del camino, sus zapatos le pesan por el lodo, as que tambin los abandona, su corbata se atora en su cuello por el viento as que la deja flotar a su destino, los pantalones le quedan largos as que los corta, su camisa le da calor as que le saca las mangas. Mientras atraviesa el camino llega a un claro. Sus piernas le ruegan descanso as que l se apiada de ellas.

    18

    Se recuesta en el suelo, estira sus extremidades mientras posa sus ojos en el cielo. Respira profundamente a la tierra que lo abraza, comprimindola entre sus dedos, cierra sus ojos por un segundo, su barba duerme por ltima vez sobre su pecho. Le permite a sus labios esbozar una sonrisa al rito del agua que corre cercana. Respira por ltima vez convirtindose en el hombre ms feliz sobre esta tierra, el hombre que hasta ahora no ha nacido, el hombre que todos deseamos ser, la vida que toda alma pura desea dirigir, el corazn que muere donde nace, en la tierra de la niez.

    Nicols Gubitosi Instituto Santa Rosa de Lima, San Justo, La MatanzaDesde pequeo su madre le inculc la lectura, siendo Los viajes de Gulliver un ttulo importante de su vida por el fanatismo que le produjo en su momento. En este ltimo tiempo se anim a dos cosas: inscribirse en un concurso de cuentos y crear el blog http://thegubiwords95.blogspot.com.ar, don-de no escribe historias pero s opiniones, reflexiones y hechos de su vida cotidiana. Sencillamente le gustan las palabras, y en el ltimo ao este hobby se ha convertido en una parte importante de su vida. Su libro favorito hasta ahora ha sido El Eternauta de Oesterheld y Solano Lpez.

  • Nadia Izaguirre

    LA TA LILA

    Sobre La ta Lila el Jurado dictamin:

    Sintetiza una buena utilizacin de diferentes recursos estilsticos, su de-sarrollo logra generar un relato consistente que presenta un desenlace con misterio que invita a la relectura.

    Alejandro Piscitelli

    La voz de la narradora atrapa y nos mete de lleno en una historia ntima e intrigante. El relato de memoria confesional est muy bien construido y forma en detalle el camino hacia la sorpresa final

    Natalia Mndez

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  • menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo atad.

    Alphonse de Lamartine.

    Mis pasos claudicaroncuando iba a pisar el horizontey qued entre las casas,cuadriculadas en manzanas,diferentes e iguales,como si fueran todas ellasmontonos recuerdos repetidosde una sola manzana.J. L. Borges, Fervor de Bs. As.

    Nadia Izaguirre

    LA TA LILA

    -Le habl mucho sobre esta hermosa mujer, la ta Lila. Not lo mal que me siento. Me falt mencionar como me enamor. Hoy le voy a decir algo que me hubiese gustado contarle desde el primer da. Es algo que me cuesta relatar, pas hace dos aos.

    -Lo escucho- dijo mostrando un leve inters.

    -La edad le fue sacando su encanto. A l, su sobrino, le preocupaba tanto que su piel cada da perdiera ms flexibilidad Es brillante, como el ncar, pero cada noche que mana obscurece.Era triste escuchar esas palabras saliendo de su boca, palabras mezcladas con lgrimas y mocos.

    A

    Pareca un nene la primera vez que lo vi, estaba echado en el bao con la cara humedecida por las burlas constantes de sus compaeros y por sus pesares sobre la ta Lila Como amaba ese chico! Yo caminaba encerrado, colrico, sumergido en la violencia del Concerto Grosso de Vivaldi. La cantidad de unos que podan clavarme en un da no tenia lmite. El profesor pedfilo segua en mi mente pronunciando entre palabras sucias y desubicadas Me parece que vos necesits unas clases de apoyo conmigo. Hay un lugar al que podemos ir juntos sin que nadie se entere No, Alexander?. La repugnancia me petrificaba con ese aliento a daiquiri tan cerca de mi cara. Sentirse incapaz de responderle, de decirle algo.

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  • Totalmente impotente. Con una sonrisa llena de perversin se march diciendo despus lo arreglamos Alexander. No lograba sacarme todo esto de la cabeza cuando tropec con ese chico en el bao. Verlo tan desconsolado y delicado sobre el piso me cautiv as que decid sentarme a su lado y hablarle.

    Desde ese momento empezamos a charlar en el sector de los urinarios de la YPF todas las tardes. Me fue contando acerca de su ta Lila la ta Lila tiene una cabellera gris humo, es hermosa, se viste con flores, jazmines, violetas y rosas.Yo sonro por la inocencia de sus relatos. Sus manos como pinceles mgicos, dibujan en el corazn sus sabiduras Que hace la ta Lila? descansa y se nutre de la felicidad, del amor que le damos A veces viene gente con bolsos y entra en su habitacin, nunca supe qu hacanSus decires se tornaban algo extraos de a ratos. La ta Lila es buena, es su mejor amiga, siempre lo escucha tiene unas orejas gigantes, para orme mejorchistaba y rea.

    Nunca le contaba nada de m, a pesar de que l me lo pidiese. Yo vena del colegio cansado y lo nico que quera era relajarme, cerrar los ojos y adentrarme en el mundo de su voz y sus cuentos sobre la ta Lila. Ella en su relato era arte y respiraba msicaLa ta Lila es muda, pero se expresa danzando sobre sus poesas.Me la imaginaba como un faquir.

    Uno de aquellos das llegu al bao y l no me esperaba. Cuando me acerqu al lavamanos vi sobre la mesa una flor. Vi sobre la mesa una deli-cada flor. De quin iba a ser tal exquisitez si no de l. Una delicada flor abandonada sobre el lavabo sucio y desprolijo, rodeado de charcos de agua, papeles y garabatos. Me acerqu como seducido por lo bello, era una rosa china de origami. Con es-fuerzo la deshice como deca en la delantera,una flor en cada instante, un instante en cada flor.Le, entre versos y rimas, que me invitaba a la casa para celebrar el cumpleaos de la ta Lila. Me sent enseguida alagado, la conocera. Por alguna razn tuve un revoltijo en la panza. Me hubiese gustado mantener esas fantasas sobre la existencia de una mujer encantada y no llevarme disgustos.

    Hoy ella era mi mejor pasin. Aun as decid ir, un poco por com-promiso un poco por compasin. De ese modo fui corriendo a mi casa para vestirme y ponerme un lindo traje.

    Fue un viaje largo y lleno de nerviosismo. Mis pasos cedieron frente a una puerta de madera de la cual colgaban dos lmparas oliva. La fachada era grande y de estilo colonial. Cuando me abrieron y entr, qued cegado por la diferencia de luz. Bajo el sol era todo impecable, pero dentro estaba el hogar en penumbras. Slo la presencia de dos velas y la luz de la tarde que apareca

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  • tenue tras el vitral. Me present cortsmente, pero haba un ambiente extrao en la casa que me perturb. Se trataba de una tensin escalofriante y una mudez quebrantada. La madre sollozaba silenciosamente. Me marchara enseguida, no estaba preparado para encontrarme con esto. La situacin me incomod. Estaba acercndome a la puerta cuando lleg l dando pequeos saltos y mostrando sus dientes que reflejaban lo blanco de su alma. Con esa alegra slo propia de un ser tan dulce como l, me besperdn por mis paps.En esta fecha siempre se amargan, no entiendo porqu. Rodeando mi mano con la suya me llev

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    por los pasillos vestidos con fotos de varias pocas hasta encontrarnos en frente de una puerta. Ella te va a agradar, creme. Fueron unos minutos de un silencio nervioso antes de decidirnos a bajar el pestillo. Al pasar, un aroma nauseabundo me hizo retroceder. Pero l corri hacia adentro y salud a alguien que yaca acostada en una cama. As que tuve que soportar ese olor que ahora se tornaba envenenador. Atraves la habitacin y pude ver, bajo unas prendas hechas de jazmines, violetas y rosas, una mujer lila por la putrefaccin, la agona y la muerte.Hola ta, te habl mucho sobre mi amigo, espero que te agrade. El pelo gris desteido le caa sobre esos ojos

    an abiertos y resecos. La piel fuertemente desintegrada era de una pigmentacin que me hacia estremecer.Saludme orden con una sonrisa que sembraba algo de dudas.

    Me arrodill para darle un beso a la difunta y desearle feliz cumpleaos.

    Ese da tomamos t con la ta Lila y charlamos mucho. Ella escuchaba.El psiclogo que haba seguido con atencin la historia sin interrumpirla no supo qu decir. El plido silencio inund la habitacin.

    Nadia Izaguirre Escuela Media N 8, San Isidro Tiene 18 aos. Le apasiona estudiar violoncello y el anlisis del hombre en sociedad. En este perodo de aprendizaje fue de gran influencia la profesora de literatura Ana Eichenbronner. Curs la prima-ria en Horizontes, donde sinti su primer impulso hacia la escritura. Sus recuerdos llegan hasta ah, y el resto no son ms que melodas e historias mezcladas con fantasas, y fotos que guardan instan-tes. Libros preferidos: En su niez las novelas de Michael Ende crearon muchas sonrisas. Grandes autores como Saer, Kafka, o Cortzar llenaron bibliotecas y viajes. Fuera de estos artistas, tuvieron mucha repercusin en ella El retrato de Dorian Gray de Wilde, Los suicidas de Di Benedetto, y La invencin de Morel de Bioy Casares.

  • Una chica con lunares

    SIEMPRE UNA MANCHA EN EL HISTORIAL?

    Sobre Siempre una mancha en el historial?el Jurado dictamin:

    Un relato policial con estructura circular, que funciona para envolver al lector en la trama y en la trampa que se despliega al final para dejarnos dudando. Un recurso usado con ingenio.

    Alejandro Piscitelli

    Una trama policial que se basa en microconversaciones y datos que casi se resumen en 140 caracteres, le imprimen intriga y dinamismo a un gnero tra-dicional.

    Natalia Mndez

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  • ra un da de Enero, recuerdo como si fuera ayer.

    Martes 3 de Enero, 10.30am (sonido de alarma y ruido de ducha):

    -Quin anda ah?... (dije con voz ronca).-Soy yo! Emilia!-Pasa, pasa amiga, me estoy baando (con voz bastante elevada).

    Entra Emilia y de la nada, a pesar del ruido de la ducha, escucho un grito. Sal velozmente y la veo all a mi amiga muerta, con un pual clavado en ella de manera atroz.

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    E

    Una chica con lunares

    SIEMPRE UNA MANCHA EN EL HISTORIAL?

    Sbado 16 de Diciembre 3.30am:

    Estaba en el bar de Louis y unas copas van, otras vienen le empec a relatar a un completo desconocido. Le cont de mi despido, no tena lugar a dnde ir debido a que mi ex novio se encontraba en mi departamento vilmente usurpado. Y este chico rubio de ojos celestes me invit a quedarme 5 das en su casa.

    Domingo 17 de Diciembre 10.30pm:

    Al llevar la poca ropa que haba logrado sacar a escondidas de mi departamento, llegue all, a ese lugar misterioso y hermoso a la vez (sensacin rara). De repente, soy asfixiada por un pauelo y luego un desmayo me hace caer.

    Martes 19 de Diciembre (hora indeterminada):

    Me despierto en una habitacin, en la cual escucho voces y entre ellas una particularmente muy conocida. As es, mi ex, llamado Nicols me haba mandado a secuestrar Cul era el fin de esto? Qu querra l de m?

  • Viernes 22 de Diciembre (hora indeterminada):

    No pude averiguar el fin de mi secuestro, pero pude escuchar sirenas de autos y nuevamente ver al chico del bar, sacndome las vendas. Mi primera reaccin fue pegarle bruscamente y buscar respuestas sobre qu queran de m. Este chico Lucas me dijo que l era un polica encubierto y que slo quera ayudarme.

    Domingo 24 de Diciembre (Nochebuena 10.45pm):

    Lo pas con Lucas, mientras me contaba la historia de qu estaba pasando, el siguiente fue su relato:

    Nicols, tu ex novio, es narcotraficante. He logrado infiltrarme en su grupo de amigos. l me pidi que te mande a secuestrar, para que t no seas un problema en su trabajo ms adelante. Obviamente le inform a la polica de esto e hicieron un allanamiento.

    Lunes 25 de Diciembre (Navidad 5.00pm):

    Me he levantado con una resaca enorme y al lado de Lucas, no puedo recordar lo que pas, pero s sentir que ya no es una persona cualquiera para m.

    Viernes 29 de Diciembre (3.58pm):

    Oriana, quera invitarte a salir hoy, no s te gustara? De paso hablamos del caso.

    Ms tarde ese mismo da:

    Nos encontramos en un auto cerca del depto. Donde se encuentra mi ex. Logramos encontrar pruebas para inculparlo y hasta meterlo preso.

    Sbado 30 de Diciembre:

    Nicols cae preso jurndome venganza.Volv a mi departamento con toda la normalidad del mundo, Lucas se qued a dormir (empezamos a salir).

    Domingo 1 de Enero:

    Llam a una vieja amiga (Emilia) para contarle todo lo ocurrido. La invit a venir el martes 3 a casa.

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  • Lunes 2 de Enero:

    Nicols escapa de la comisara donde estaba detenido temporal-mente, hasta el traslado. La polica no informa de lo ocurrido.

    Y aqu volvemos al martes del hecho, Martes 3 de Enero suena la alarma, voy a tomar una ducha y escucho un disparo.

    -Eso es todo, seor juez, esa es mi declaracin - dije.

    -Seorita, al principio de su declaracin su amiga haba sido apualada y al final fue una bala - dijo el juez.

    -Usted supone que yo la mat?-Existe el fin?

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    Una chica con lunares EscuelasTcnicasRaggio, C.A.B.A.Naci el 22 de Septiembre de 1996. Nacida y criada en la CiudadAutnomade Buenos Aires,siempre hizo escritos personales. Ama leer y escribir, son unas de sus muchas pasiones, Siempre una mancha en el historial? es para ella la obra que ms le gust hacer, inspirada en hechos reales y al mismo tiempodebidaa suimaginacin.

  • 27

    Federico Guillermo Lorenz

    EL SUEO DEL PIBE

    Sobre El sueo del pibe el Jurado dictamin:

    Buena construccin del relato que se basa en detalladas descripciones que logran atrapar al lector. Sorprende con un giro inesperado en el desenlace

    Alejandro Piscitelli

    El sueo del pibe es una historia muy bien llevada a travs del recurso de entremezclar recuerdo y realidad hasta llegar al desenlace. El relato costum-brista deja al lector indefenso frente a un final, no por previsible, menos in-tenso. Emotivo relato

    Mara Ins Falconi

    Muy bien escrito, profundo, ntimo e impactante final. El momento clave en el que los recuerdos de la niez se hacen presentes y se conjugan con el ser adulto. Un enfoque muy interesante para un tema complejo y muy duro.

    Natalia Mndez

  • l viento que le azotaba las mejillas lo sac de su modorra. Era tan fuerte que apenas pudo entreabrir los ojos. Sinti

    cmo las rfagas jugaban con su pelo, le llenaban la boca de aire, le sacaban lgrimas a la fuerza.

    Record que cuando era chico su pap lo llevaba a Aeroparque a ver cmo despegaban los aviones. Lo fascinaban los uniformes de los pilotos, los tcnicos trabajando como abejas alrededor de los aviones apurados por los ltimos detalles, los trencitos con el equipaje. Le gustaba el ruido impresionante que hacan las turbinas mientras los aparatos se acomodaban en la cabecera de la pista, encarando para el carreteo y el despegue.

    E

    Federico Guillermo Lorenz

    EL SUEO DEL PIBE

    T

    En ese momento, de pura emocin, le apretaba fuerte la mano a su pap, como si fueran a despegar ellos tambin. Lo ms excitante era cuando los aviones, que pareca que nunca iban a levantar vuelo, alzaban la trompa y se iban hacia lo alto.

    Le pareca que cada vuelo que vea salir era el ltimo, y de puro emocionado, lloraba de tristeza. Era como un ritual: el pap le acariciaba la carita y le prometa volver pronto. Y en el camino, de regreso a casa, volva a toda velocidad por la General Paz y, salvo cuando haca mucho fro, lo dejaba viajar sentado en la caja de la camioneta, para que jugara a que el rastrojero era el triplano del Barn Rojo. Record las caricias rudas del viento mientras imitaba el tableteo de una ametralladora que no daba abasto para derribar aeroplanos imaginarios, los autos que venan por la mano contraria.

    Ahora, su piel senta lo mismo. Pero no estaba excitado por la imaginaria pelea de perros (haba aprendido la expresin en una DArtagnan), sino tranquilo y liviano. No consegua descubrir dnde se encontraba. El cielo que vea era tan azul como el que contemplaban sus ojos de chico mientras el avin que haba despegado se empequeeca, cada vez ms lejos, hasta que desapareca.

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  • Sinti fro en las manos y los brazos, pero el sopor era ms fuerte. Qu pasaba? Por qu recordaba todo eso en ese instante? Pen-s que era como en el cuento del sueo de Chuang Tzu, Soaba que era el chico que soaba que era un hombre que soaba que de nio amaba los aviones?

    En el sueo que acaso no era sueo gir como un acrbata. Al quedar boca arriba, el aire helado le morda la espalda. No recor-daba haberse acostado desnudo. Las lgrimas se haban helado sobre sus mejillas.

    Entonces, el viento le trajo un instante de lucidez, y llor otra vez porque no saba qu haba hecho con tantos nombres que se haba esforzado por olvidar. Pero la duda dur unos segundos. Enseguida pens y el pensamiento se transform en una sensacin de dulzura infinita-, que las lgrimas eran por la emocin ante tantos recuerdos, porque all arriba estaba el avin, recortado contra el cielo azul, tapando el sol con sus alas, cada vez ms pequeo, cada vez ms lejos.

    El fuselaje estaba ribeteado de dorado. De repente, el sol asom tras el avin y se lo comi. Aunque el hombre tena el cuerpo helado, sinti las caricias de sus rayos, y dese que esa imagen no terminara nunca.

    Fue entonces que el ro lo engull, uno de los treinta mil.

    Federico Guillermo Lorenz Colegio Nacional de Buenos AiresEs doctor en Ciencias Sociales, licenciado en Historia e investigador adjunto del CONICET. Profesor titular de Historia en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Dicta clases en el ISEN. Es autor de Las guerras por Malvinas (2006, reedicin ampliada y corregida en 2012), Los zapatos de Carlito. Una historia de los trabajadores navales de Tigre en la dcada del 70 (2007), Combates por la memoria. Huellas de la dictadura en la Historia (2007), Fantasmas de Malvinas, Un libro de viajes (2008) y Malvinas. Una guerra Argentina (2009). Public en coautora Educacin y memoria: la escuela elabora el pasado (2004), Historia, memoria y fuentes orales (2006) y Cruces. Idas y vueltas de Malvinas (2007). Public en 2012 Montoneros o la ballena blanca, su primera novela. Dos son sus libros preferidos: El barn rampante, de Italo Calvino, y Moby Dick, de Herman Melville.

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  • Mara Laura Ferreyra

    EL GRITO

    Sobre El grito el Jurado dictamin:

    Buen uso de diferentes recursos, incluso imgenes y enlaces, hacen de un relato que se desarrolla en un escenario cotidiano que pueda sorprender en el transcurrir de la trama tornndose oscuro y enigmtico

    Alejandro Piscitelli

    Una narracin enmarcada muy bien construida. Mientras el primer relato plantea una escena ms bien comn en una escuela, la llegada de la profesora nueva, su primera tarea para los chicos le abre el paso al segundo relato, con un tono ms ntimo y un efecto fantstico. Buen uso de recursos multimedia

    Natalia Mndez

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  • Mara Laura Ferreyra

    EL GRITO

    l primer da de clases, la nueva profesora de Lengua lleg media hora antes al colegio. No tuvo que anunciarse, porque

    se cruz con el director, quien se estaba yendo como consecuen-cia de un agudo dolor de cabeza. Antes de salir, le dijo a la recep-cionista:

    -Ali, ella es la profesora Luna.-Bienvenida- murmur, mirando despectivamente a la nueva.-Gracias. Es un gusto- repuso Ana, tratando de ser lo ms simptica posible.-Por favor, pedile a Carmen que la acompae al aula. Ya sabe qu tiene que hacer.-Como usted diga, seor. Que se mejore. Hasta maana.

    Faras seguramente no haba escuchado los saludos de cortesa, porque a los pocos segundos el sonido de desactivacin de la alarma de su automvil rompi el silencio.

    E

    -Me podra decir dnde queda la sala de profeso-res?- pregunt Ana, angustiada por el peso de su maletn.-Cmo no!- respondi Alicia, extendiendo el brazo derecho al tiempo que le daba las indica-ciones. - Saliendo por esta puerta, camine hacia la derecha. Luego, doblando hacia la derecha, encontrar del lado izquierdo la sala: es la nica en ese extremo del edificio.-Gracias -respondi al salir.

    Camin lentamente hasta llegar al lugar indicado. Al atravesar la puerta, descubri que no era tan imponente como ella haba imaginado.

    -Buenos das!-Buenos das!- respondi la profesora de Fsica, ponindose de pie y sealndole una silla-. Tom asiento -mientras ella lo haca-: as que sos una de las profesoras que va a reemplazar a Mim? Sos muy jovencita!

    Ana no supo qu responder. Acaso deba agra-decer esas palabras? Ella no crea que se tratara de un cumplido. Por suerte, en ese momento, son el timbre: una muchedumbre de profeso-res fue ingresando en la sala. Entre ellos, la vi-cerrectora, quien les advirti sobre la presencia de Ana.

    Eldescansopareci ser ms breve que de cos-tumbre. Ana respir profundamente, agarr su maletn y se dispuso a subir hasta el primer piso, precedida por Rivero. Dejaron pasar una mara-a de chicos que la miraban con sorpresa. Y sta quin es? Vendr para nosotros? No, no creo!

    Ya en la puerta del aula, Carmen trat de ordenar a los adolescentes, pero bast que Ana ingre-sara para que todos callaran: estaban dando el mejor espectculo ante la vicerrectora.

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  • No fue necesario que levantara la voz para sa-ludarlos y, luego de una respuesta mecnica y apagada, ellos fueron sentndose en sus res-pectivas sillas.

    -Ella es Ana Luna, su profesora de Lengua y Li-teratura. ste ser su primer ao en el colegio, as que es nuestro deber hacerla sentir parte de nuestra institucin- anunci ceremoniosamente Carmen y se retir.

    No hizo falta una presentacin porque casi todo estaba dicho. Sin ms prembulos, Ana comenz a hablar sobre los contenidos de la asignatura, las pautas de convivencia en el aula y, antes de proponerles una actividad, les cont su experiencia como alumna. Slo en ese ins-tante crey haber logrado captar totalmente la atencin de los chicos de Primer Ao. Luego de haber esquivado algunas preguntas impertinen-tes,Cuntos aos tiene, profe? Cmo dijo que se llama? Est casada? Tiene hijos? De qu cuadro es, seo?,dio comienzo a la clase.Pens que podra haberledoAplastamiento de las go-tas: aunque el clima fuera propicio, era dema-siado pronto para presentarles a Cortzar.

    -El interrogatorio termin ac. Saquen una hoja -dijo en tono amenazador y, mientras obede-can, continu-: la consigna es la siguiente.-Anotamos?- pregunt Fernando desde el primer banco de la fila del medio.-No es necesario. Slo tienen que cerrar los ojos y tratar de poner la mente en blanco.-Eso es facilsimo- se oy desde el fondo y lacarcajadano se hizo esperar.-Shhhhhhhhh! No hablen: dejen que fluya el silencio. Yo voy a contar hasta tres y, cuando termine, ustedes van a abrir los ojos, agarrar su birome y empezar a escribir lo primero que les haya transmitido este silencio.

    En los rostros de sus alumnos pudo notar risas contenidas, gestos de hasto, ojos inquietos, sueo y mucha impaciencia por terminar.La voz de Ana, que se desplazaba entre las filas, son dulce y tierna:-Uno, dos Tres!

    Todos abrieron los ojos al unsono. Algunos empezaron a escribir impelidos por el dictado de su conciencia; otros, en cambio, miraban a su alrededor sin saber qu hacer. Miriam, que durante el perodo de silencio haba credo or dos lejanos gritos desgarradores de su hermani-ta, mir la hoja en blanco y descarg en ella su angustia.Estoy aburridsima! Mi hermana est en el colegio y yo ac, aburridsima. Quiero que vuelva el verano! S, que vuelva, que vuelva, pero que no haya ms inundaciones Aunque tengo unas ganas locas de pescar renacuajos Loca! Loca estaba de tanto estar tirada en la cama, enferma Loca por comer chocolates y milanesas con papas fritas. Se me hace agua la boca y del cielo parece que va a caer mucha, mucha agua. Otra vez inundaciones? Cualquier cosa antes que seguir as!Esa tarde se haba presentado plomiza y gris. Nuestra madre estaba abocada a la costura: la inminente entrega de los setecientos pauelos para los exploradores de la parroquia la tena con los pelos de punta. Para que mi hermanita no la fastidiara, la mand a jugar al patio.

    -Mir que es la hora de la siesta! -le grit desde la mquina, dejando de lado momentnea-mente la costura-. No hagas mucho lo.

    Mara apenas pudo alcanzar el picaporte, se colg y tir de l con fuerza. Ante sus ojos, se abri un nuevo horizonte.

    Con qu jugar? Con quin jugar? Mir! Ah est la pileta, todava armada Medio llena? Medio vaca? Me meto? No me meto? No tengo mi malla! Y si juego al pap que trabaja y arregla todo? Las herramientas todas para m! Pero en este galpn no hay luz No veo! No veo! Quin apag la luz? Qu lstima que ya no quedan rosas en mi rosal! Podra haber jugado

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  • a la florista, la mujer enamorada o al jardinero. Lo ms divertido es jugar a la guerra de duraznos podridos, pero ya no hay. Y si me trepo al rbol? Puedo mirar a la casa de mis vecinos, pero creo que no estn.

    La medianera se converta siempre en un lmite para nuestras fantasas. Del otro lado, Liliana y Federico ya haban regresado del colegio, porque iban al turno maana. Como era lunes, su almuerzo fue el recalentamiento de la comida del da anterior. Siempre haba olor a quemado: Liliana era inexperta en el uso del horno.

    Si bien el deseo de mi hermana era mirar para ver qu estaban haciendo los chicos, desisti de su intento, porque, aunque la curiosidad fuera mucha, no era muy gil sin mi ayuda. Resignada, dio vueltas con los brazos abiertos, tratando de vivir nuevas emociones. Fue entonces cuando vio la hamaca y record nuestros juegos de verano.

    Qu linda, qu linda la hamaca! Voy a jugar a a la peluquera! Como hacamos con mi hermana Juntar tocados para toda ocasin: novias, cumpleaeras, egresadas, divorciadas Pero No! Sin mi hermana no es lo mismo. A quin le vendera? A ver puedo jugar a la cocina Ser como doa Petrona y tener un programa de televisin Qu buenas ideas se me ocurren! Pastos, trboles, yuyos y otras hierbas se convertirn en los ingre-dientes.

    Ya se lo deca la hermana mayor: en la variedad est el gusto.

    Voy a arrancar todo lo que pueda de raz! Todo es verde. Verde como la verdura, verde! Con lo que odio la verdura! Ups! Es la planta maldita Cmo me pica! Me pincha, me rasco, me embarro, me rasco y sigo jun-tando! Sigo juntando? No s qu hacer! Seguir juntando o empezar a cocinar? Que se enciendan las cmaras! Pero Qu horror! Necesito un cuchillo! All debe haber. A mi juego me llamaron!

    Yo saba que mi hermana ira al galpn otra vez. Nosotras tenamos un secreto compartido: habamos agrupado un banquito y una silla para alcanzar algunas herramientas. Para otras, en cambio, utilizbamos el mango de una escoba vieja. Un movimiento en falso y podra haberse cado, pero la sagacidad de mi nia consigui su objetivo: el cuchillo se clav de punta en el piso de madera. Ella lo tom entre sus manos y fue corriendo hacia la hamaca para empezar a cocinar su ensalada.

    La voz de su padre sola hacer temblar las chapas del galpn: nunca jueguen con este cuchillo. Es muy filoso,al tiempo que lo quitaba del alcance de los ojos de sus hijas.

    Pico el pasto, pico el trbol, pico estas hierbas, pico estos yuyos! Pico, me pica y me rasco, me rasco hasta que que me deje de picar! Y ste es el cuchillo que tanto nos aterra? Buensimo! Ahora lo uso de esp-

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  • tula A ver si con estos pastos el ardor pasa Fresca caricia, menos dolor A trabajar!

    Mi hermana blandi el cuchillo de un lado a otro, de tal modo quepudo ver su reflejo en la hoja: trat de acomodarse el cabello, sonri y, sin pensarlo dos veces, pas el filoso borde por el centro de la yema de su dedo pulgar. La sangre brot lentamente por la herida hasta que algunas gotas cayeron sobre el pasto picado.

    Una vez ms, los consejos de su madre resonaron en la cabeza de Mara:Para ir al mdico hay que baarse y ponerse ropa limpia.

    Seguramente, ella fue corriendo hasta la pileta y se par sobre uno de los caos para tirarse. Pero tan poca era la consistencia de la armazn, que todo se desplom. Mientrascaa, alcanz a balbucir con todas sus fuerzas:

    Miriam dej de escribir y enseguida son el timbre de salida. La profesora fue recogiendo uno a uno los trabajos.Cmo?! Haba que entregar? Yo no lo hice. Cuando termin de juntar las hojas, se sent en su silla, satisfecha. A simple vista, algunos parecan interesantes. Estaba sola. Comenz a revisarlos. A los pocos minutos, sinti una mano sobre su hombro. Era la portera.

    Ana acomod los papeles, los guard en su maletn y se retir pidiendo disculpas. Indudablemente, ese colegio no era para ella. Mientras tanto, Miriam, que se haba ido sin despedirse de sus compaeros, al llegar a su casa, vio estacionada enfrente una ambulancia.

    Mara Laura Ferreyra Colegio Corazn de Jess, Belgrano / Esc. Tc. N12 Lib. Gral. Jos de San Martn, D.E. 1, CABA / Instituto Ntra. Sra. de La Merced, CaserosProfesora de Lengua y Literatura, egresada del Instituto de Profesorado Septimio Walsh (CONSU-DEC). Especialista superior en Literatura Infantil y Juvenil (CePA).Ha participado de algunos concur-sos literarios, entre ellos uno organizado por la Sociedad Argentina de Escritores (Zona Norte), en el que obtuvo su primera mencin de Honor a los 16 aos. Ha publicado poemas en las antologas Poetas y Narradores contemporneos - 2002 y Homenaje a Julio Cortzar (2002) de la editorial De los Cuatro Vientos. Libros favoritos El tnel, de Ernesto Sbato y La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes.

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    -Mam! Mam!

  • Mauricio Gutvay

    PASO DE INDIOS

    Sobre Paso de indios el Jurado dictamin:

    Un relato slido que recurre a lugares comunes con interesantes descrip-ciones. Incorpora enlaces

    Alejandro Piscitelli

    Las descripciones conforman un clima para el recuerdo. La nostalgia de la infancia, el descubrir ese momento de quiebre entre el nio y el joven a punto de ser son contados en esta narracin de forma emotiva

    Natalia Mndez

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  • n el sur, el fro y la rutina agobiaban a quienes habitaban aquellos desolados parajes. Al menos, esto aconteca con los

    adultos que, invariablemente, se quejaban a causa del clima. Para nosotros, el pequeo grupo de chicos que regalbamos risas y dbamos vida al lugar, eso no era as. Nuestros cuerpos ya estaban acostumbrados a las inhspitas temperaturas y la mayor preocupacin que nos embargaba en aquellos encantadores momentos solo estaba ligada a los enfrentamientos que cada domingo tenamos con los nios deLos Altares, el pueblo vecino, en el marco de inolvidables encuentros futbolsticos.

    Con mi familia habamos llegado aPaso de Indios, el pequeo po-blado donde habitbamos, siguiendo la vocacin de mi padre que era mdico y se haba aventurado a intentar paliar la difcil situacin sanitaria en que se encontraba la zona.

    E

    Mauricio Gutvay

    PASO DE INDIOS

    No ramos muchas las familias que vivamos en la aldea. Apenas logrbamos completar el equipo para enfrentar a nuestros rivales. El nico baln que tenamos me lo haba regalado mi padre para algn cumpleaos. Lo guardbamos exclusivamente para los encuentros oficiales. En los picados que jugbamos en la semana utilizbamos una pelota de trapo que serva para entrenarnos y amenizar la espera antes del nuevo desafo.

    Tal vez por el hecho de que a mi hogar llegaban aunque con un cierto retraso- peridicos y revistas deportivas que mi padre consuma con ferocidad, decidimos unnimemente que l oficiara de director tcnico en nuestro equipo.

    Con el tiempo llegu a comprender que lo haca buscando regalar un poco de felicidad a chicos que realmente tenan un presente adverso y un futuro an peor. O tal vez, solo pretenda compartir un poco de tiempo con su hijo. Nunca sabr las causas exactas, pero de lo que estoy seguro es que colocaba todo su entusiasmo en esa tarea.

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  • Siempre voy a recordar el ltimo partido que jugamos contra Los Altares, antes de que mi madre decidiera que ella, mi hermanita Adriana y yo merecamos una vida mejor a la que tenamos en Paso de Indios.

    En los das previos al encuentro, estuve verdaderamente triste, tanto como lo puede estar un nio de diez aos que sabe que, de repente, va a ser separado de su tierra, de su padre y de sus amigos.

    Realmente quera mucho a los chicos del pueblo, especialmente a Lahun. Tena un cario especial hacia l. Con su padre, que trabajaba en las minas, prcticamente no tena contacto. Habitualmente sola dormir en nuestra casa; lo que su madre permita alegremente al saber que, seguramente, iba a estar mejor en nuestro hogar que en el de ellos, donde haba demasiada gente para tan poco espacio.

    Nos habamos hecho inseparables. Nos entendamos perfectamente tanto afuera como adentro de la cancha. ramos una dupla perfecta en el ataque. ComoRubn Pazy elToti Iglesias sola decir mi padre embebido en su fanatismo por el Racing Club.

    En el arco jugaba El Negro. Al menos as lo llambamos. Jams llegu a conocer su nombre, y si alguna vez lo supe, ya debo haberlo olvidado.

    Lo que s recuerdo con total claridad es que esa semana yo no quera jugar frente a nuestros ri-vales de siempre. El motivo era tan simple como angustiante: saba, en lo ms ntimo, que era la l-tima vez que iba a hacerlo all.

    Si finalmente ingres a la cancha ese domingo fue porque mi padre me lo pidi como quien exhorta su ltima voluntad. Pese a mi tristeza, algo aden-tro me deca que no poda fallarle. Ni a los chicos Ni a mi mismo, creo.

    Esa tarde, nuestro improvisado director tcnico intent aplicar un nuevo sistema defensivo:liberoy stoppers. Tericamente la idea era genial.

    De lbero coloc al colorado Saldvar, rpido como una gacela y con una picarda asombrosa. De stopper por la derecha ubic al PanzaMartnez, nico hijo de la pareja de maestros rurales llegados desde la Capital; un nio tan gordo como nunca jams volv a ver en mi vida. Por la izquierda lo situ alCaballoLozano, famoso desde pequeo por pa-tear como un equino a cuanto rival andaba cerca.

    Sin embargo, en la prctica, el nuevo modelo defensivo se alejaba bastante de lo que mi padre haba ledo en los peridicos. El colorado Saldivar corra como un condenado, mientras los hbiles delanteros rivales se deleitaban eludiendo al Panza y esquivando las coces de nuestro aguerrido Lozano.

    Yo, mientras transcurra el encuentro, con-templaba sin mirar el horizonte. Mi vista se perda por ltima vez en el atardecer patagni-co, mientras surga en mi pecho un sentimiento de nostalgia que me marcara para el resto de mi vida.

    Mis compaeros me gritaban buscando que vuelva a involucrarme en el partido, pero eso se transformaba para ellos en una tarea quimrica.

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  • Irme de Paso de Indios era para m el fin del mundo. Separarme de mi padre me provocaba una tristeza inconmensurable. Lo mir desde lejos y observ cmo se mova torpemente al costado de la lnea de cal. En cada indicacin pareca que le iba la vida. As era ese hombre, luchaba hasta el final en todo lo que emprenda.

    Mientras lo observaba, una mezcla de sentimientos pugnaban en mi interior. La tristeza y la furia se entremezclaban con el amor y la gran admiracin que le tena.

    Enrgicos gritos me despertaron del letargo en el que estaba. El Caballo Lozano haba rechazado de punta, sin miramientos y con todas sus fuerzas el baln que, por primera vez y ya sobre el final del partido, consegua cruzar la mitad de la cancha. Como en una jugada extraa del destino, el esfrico, al picar super a mi marcador que resbal en su desesperado intento por rechazar. Entonces corr con todas mis fuerzas, mientras escuchaba la voz de mi padre alentndome a lo lejos.

    Mauricio GutvayVive en Quines (San Luis). Tiene 35 aos. Es Licenciado en Comunicacin Social. Realiz una Maestra en Educacin Mediada por Tecnologas (en proceso de realizacin de tesis). Miembro de DIM-UAB Didctica y Multimedia. Grupo de Investigacin y Comunidad de Aprendizaje. Departamento de Pe-dagoga Aplicada Facultad de Educacin Universidad Autnoma de Barcelona.Es Profesoren escuelas secundarias pblicas y privadas del norte de San Luis. Es periodista y escritor.

    Enfrent al arquero con mi mente en blanco y con lgrimas acudiendo a nublar mis pupilas. Le pegu con fuerza. Sin apuntar, debo confesar. El baln le pas entre las piernas al guardameta que sala en alocada carrera, buscando evitar mi ltimo gol en Paso de Indios.

    Esa vez no festej haciendo esa voltereta extraa con la que imitaba al Toti Iglesias. En cambio, corr a abrazar a mi padre por ltima vez en mi vida.

    Marqu muchos tantos ms en mi carrera deportiva. EnFlandria,Quilmes, enBocay en elBarcelona. Pero ninguno recuerdo con la intensidad y la claridad de aquel.

    Es que hay goles que se realizan de tiro libre, de chilena, de zurda, de penal Hay algunos que se hacen de taco y otros que se meten con la cabeza. Pero muy pocos se convierten con el alma y esos son los que el tiempo no consigue borrar.

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  • Comentario del comitde lectura y del jurado

    Pertenecer al comit de lectura me permiti disfrutar y conectarme con las ideas y la expresividad de los concursantes, con su singular forma de acercarse a un relato. Cada uno tiene una inquietud, una voz propia, un deseo de comunicar. La narracin viene de muy lejos, en el tiempo, en el espacio, en la memoria. Es conmovedor y significativo recordarlo a travs de esta experiencia

    Alejandra Bruno

    Como miembro del comit de lectura para este concurso, disfrut el recorrido por cada uno de los textos enviados. Las historias se situaron en diferentes espacios y se enmarcaron en diferentes gneros. Todas me permitieron pensar en el lugar de la imaginacin (qu imaginamos a la hora de escribir un relato sin la presin de que sea una tarea ms para la escuela?) y en los modelos que admiramos cuando decidimos poner en juego la escritura de ficcin. Celebro, por esto, todos los textos recibidos: la tarea de pasar de una buena idea a un buen cuento es esforzada, pero tambin inspiradora. Ojal muchos ms escritores estn ya inventando sus historias para el ao prximo. Gracias!

    Cecilia Magadn

    Leer cuentos siempre es una tarea grata. Aunque se trate de evaluarlos ms que de disfrutarlos. Uno imagina el esfuerzo, las ansiedades, y sobre todo las ilusiones de los chicos en este caso. Entonces la experiencia de empata que permite toda lectura aqu se duplica. Puesto que ya no solo se genera una conexin con los personajes de los relatos sino que se estimula la imaginacin con respecto a ese escritor que, a diferencia de aquellos ya consagrados, no conocemos.

    Daniel Scarfo

    Por segundo ao consecutivo, el concurso de Cuento breve digital me dio la opor-tunidad de leer algo ms que textos. Encontrintentos, certezas, aciertos, bsquedas de una voz propia, comprobaciones, aprendizajes, ritmos, lecturas de otros y proce-sos. Y futuro. Un territorio de palabras con muchos ms recodos que los que la lgica de la pre-miacin permite llevar a la superficie pblica. Los celebramos: construyen nuestra mirada futura.

    Silvana Daszuk 39

  • En tiempos de re/desdefinicin de las prcticas de lectura y escritura a travs de diferentes soportes, este tipo de ejercicios nos acercan a recuperar el ingenio, la curiosidad y la creatividad para la construccin de relatos que entretejen elementos y generos tradicionales con experimentaciones tecnoestticas. Sorprende leer los resultados y motiva saber que sus autores son docentes y estudiantes curiosos y activistas en estas bsquedas.

    Alejandro Piscitelli

    El trabajo del jurado est mucho ms relacionado con la expectativa del lector que con el juicio profesional. Recibir los textos es como tener delante muchas cajas de regalos que uno va abriendo, desenvolviendo, leyendo con ansiedad. Conocemos el envoltorio del ttulo, pero no sabemos qu vamos a encontrar dentro. Algunos ttulos parecen ms atractivos, otros no tanto; algunos sugieren el contenido, otros son ms hermticos. Sea como sea, siempre es una sorpresa. Al comenzar a leer, a veces nos desilusionamos, es cierto. Esperbamos otra cosa, esperbamos ms, esperbamos distinto. Pero muchas veces nos sorprendemos. Las historias nos atrapan, nos arrastran hacia el final, nos permiten disfrutar de las palabras, los contenidos, las formas. Aplaudimos siempre la originalidad, la profundidad, los buenos recursos y a la hora de decidir, siempre se nos complica. No quisiramos dejar afuera ninguna historia, porque nosotros mismos sabemos cunto significa para el autor ese relato que nos envi. Me gustara mucho hablar con cada uno, de escritor a escritor. Este concurso tiene para m un aditamento que lo hace ms sensible: los autores son jvenes y tal vez para muchos de ellos este sea su primer concurso, o el primer texto, o el primero que se animaron a enviar. No s si leern esto, pero a todos aquellos que no salieron seleccionados me gustara decirles que eso no significa nada y que lo sigan intentando. Si me habrn rechazado textos en los concursos!!! Tambin valoro especialmente la participacin de los profesores, su inters por abrir una ventana en la tarea diaria y animarse a compartir el desafo con sus alumnos. Y me queda decir, gracias, por invitarme a participar de este proyecto

    Mara Ins Falconi

    Fue muy interesante para m formar parte de esta convocatoria como jurado. Me encant leer nuevas voces y nuevos modos de narrar, gracias a los recursos multimedia que se podan sumar. Creo que es un gran desafo alentar a los jvenes y a los docentes a explorar estas tecnologas para ampliar y crear nuevas formas de contar historias. Este concurso promueve esa bsqueda, por lo que festejo el haber participado.

    Natalia Mndez

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  • Experiencia de sus protagonistas

    LA CONVOCATORIA

    Participar fue exponerles a personas muy capaces lo que me gusta hacer. Cuando menos lo esperaba, supe que fui una de las seleccionadas. Eso alegr mi da por completo, ni se imaginan cunto.

    Yo me siento capaz de formar un mundo en donde todo es a mi gusto, y me siento cmoda con todo. Elrolque la imaginacin cumple es esencial, cada uno puede creer y crear en la lectura y escritura.

    Una chica con lunares

    Fue una de mis experiencias ms gratas y enorgullecedoras, no simplemente por el sentimiento de emocin que experiment en el momento en el que sal seleccionada, ni tampoco por la felicidad de saber que a alguien le haba gustado mi relato, sino tambin por el hecho de poder hacerme escuchar o, si lo prefieren as, por tener la oportunidad de compartir con gente verdaderamente experta y profesional la pasin que siento por la literatura.

    Nuevamente gracias por permitirme ser parte de esto.

    Carla Corbella

    Este concurso signific mucho para m, es el primero en el que particip.

    Todos los das entro al facebook, y veo la publicacin en donde estn elegidos los 11, para ver si en realidad soy yo el que est ah, y s, est mi nombre ah. Me encanta escribir, jugar con las palabras y con la imaginacin, ir al lugar donde yo quiera y llevar las cosas hasta el punto que lo desee. La imaginacin es infinita.

    Mi cuento lo escrib cuando me enter del concurso, nunca antes haba escrito un cuento. Como me alegr esa tarde que recib el mail, no lo poda creer, me qued boquiabierto frente a la compu por unos minutos y despus le avise a mi mam, y festejamos. Creo que las artes son una salida de la realidad para desconectarse por un rato, para disfrutar y divertirse.

    Federico Benito (Seleccionado por el Comit de Lectura con El quebradito)

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  • Fundacin Ita

    EPLOGO

    Lector, que has recorrido esta antologa digital nacida de la bsqueda de expresin literaria creativa de estudiantes y profesores de la educacin secundaria argentina, Percibs que ests asistiendo a un cambio paradigmtico de la literatura y la edu-cacin?

    Creemos que explorar las posibilidades que ofrecen las tecnologas digitales para potenciar un relato, ha dejado de ser slo una opcin para convertirse en un desafo educativo ineludible.

    Ita en el Aula: Cuento Digital potencia la transformacin en la que estamos su-mergidos, y sabe que mudar hacia lo nuevo, supone aventurarse a lo desconocido con nuevas estrategias que permitan dar sentido pedaggico a los lenguajes que los jvenes nos proponen.

    En Fundacin Ita creemos que es el momento de experimentar, de animarse a crear, de contar historias sostenidas por el mundo digital y abrir las puertas de otros mundos posibles.

    Ita en el Aula: Cuento Digital 2013 Convocatoria Abierta Mayo/Junio

    www.premioitau.com.ar

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    OFF SIGNIFICA APAGADOdeJandra

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