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www.OBS-edu.com Titulación: La Responsabilidad Social de las Empresas en España Autor: Albert Guivernau Molina Economista. Profesor OBS Business School

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Page 1: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

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Titulación:

La Responsabilidad Social de las Empresas en España

Autor:Albert Guivernau MolinaEconomista. Profesor OBS Business School

Page 2: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial
Page 3: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Introducción¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?La RSEElementos de la RSETipos de RSEEstrategias de RSE según los diferentes grupos de interésCambios que ha introducido la RSE en el panorama empresarialLa RSE en EspañaRSE y CompetitividadLa RSE en España ¿Inversión o Gasto?Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020La Triple cuenta de resultados de España en RSELa RSE a nivel mundialImpacto Social y Económico de la RSE en EspañaLa RSE y los consumidoresConocimiento de la RSEEl papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoAlgunos ejemplos de RSE en EspañaConclusionesBibliografía

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5 5678

10111112

13141617

202020222426

Índice

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OBS Business School presenta un estudio sobre el estado y evolución de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) en España; su posición a nivel internacional y el impacto socioeconómico que adquiere la RSE.

Existe gran variedad de literatura sobre sostenibilidad, solidaridad, gobierno corporativo y ética en los negocios. Con este informe pretendemos acotar el significado de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y centrarnos en ubicar a España en el mapa de la RSE mundial, así como analizar el impacto económico que genera su puesta en práctica.

El objetivo es analizar la evolución de la RSE en España tanto a nivel macroeconómico (sistema económico nacional) como microeconómico (desde el punto de vista de empresas, consumidores y sector público) y el papel que desarrolla como motor de la competitividad.

Algunas de las preguntas que se pretenden responder con este informe son:

• ¿Qué se entiende por RSE?

• ¿Qué niveles de RSE encontramos en España?

• ¿Qué posición ocupa España a nivel internacional?

• ¿La RSE es un coste o una inversión?

• ¿Los inversores tienen en cuenta la RSE?

• ¿En qué grado los consumidores conocen y toman decisiones en función de la RSE de las Empresas?

• ¿Qué impacto económico tiene la RSE en España?

Introducción

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Page 6: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

La RSEAntes de analizar la evolución e impacto de la RSE en España, resulta necesario definir qué es y qué no es.

Según la Comisión Europea1, la RSE es “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”. Estos interlocutores son los denominados stakeholders; grupos de interés, colectivos que pueden verse afectados por una organización o sus actividades, o tener incidencia sobre ellas (consumidores, proveedores, gobiernos, trabajadores, clientes, inversores, etc.).

El concepto de RSE está estrechamente ligado con el de Desarrollo Sostenible. Se considerará como Desarrollo Sostenible2 “aquel desarrollo que permite satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin que por ello se vean comprometidas las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades”.

Según sigue la propia Comisión Europea3 “a través de la RSE las empresas se conciencian del impacto de su acción sobre todos los grupos de interés y expresan su compromiso de contribuir al desarrollo económico, a la vez que, a la mejora de la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, de la comunidad local donde actúan y de la sociedad en su conjunto.” La RSE representa la puesta en práctica del desarrollo sostenible.

De esta definición podemos inferir que la RSE no es un mensaje empresarial que invita a las empresas a participar en causas filantrópicas. Tampoco es una certificación de calidad empresarial o un documento que certifica unos determinados procedimientos que se puedan utilizar en campañas de publicidad. No es sólo acción social, aunque esta acción social pueda formar parte de alguna línea de actuación de la RSE. Las empresas socialmente responsables tienden a hacer acción social; pero existen algunas empresas que, aunque hagan acción social, no son socialmente responsables. Este concepto bien entendido debe configurar la manera de ser de las empresas, no limitándose sólo a “hacer” cosas de RSE.

¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

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RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

1. Libro Verde de la Comisión Europea (2001).2. Definición de Desarrollo Sostenible descrita en el Informe de la Comisión de Bruntland (1987).3. Libro Verde de la Comisión Europea (2001).

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¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

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RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Elementos de la RSELa RSE está formada por varios elementos que acaban configurando si una empresa es o no socialmente responsable, o su capacidad para serlo.

El primer aspecto es el Código de Buen Gobierno o de Gobernanza Empresarial. Se trata de un “pronunciamiento formal de valores y buenas prácticas de los órganos de gestión y administración de las organizaciones, enunciado como rango de precepto a cumplir por parte de todas las personas que componen dichos órganos, de manera muy especial el Consejo de Administración de las empresas”4.

El segundo hace referencia a la Reputación Corporativa, definida como la capacidad de una compañía de crear valor de forma permanente para sus accionistas, clientes, empleados y la comunidad en general. Sin el reconocimiento de esta reputación, por parte de los diferentes grupos de interés la empresa, quedaría desautorizada para participar en la mejora del bienestar social.

El tercer aspecto es la Acción Social, entendida como la “ayuda voluntaria, expresada en recursos económicos o de otro tipo, otorgada por las empresas a proyectos externos de carácter filantrópico y desarrollo socioeconómico (asistencia social, salud, educación, etc.). La acción social es uno de los comportamientos socialmente responsables que la empresa puede acometer”5.

Otro elemento es el Código de Conducta, definido como la “Expresión formal de valores y buenas prácticas de la organización, enunciado con carácter orientador y normativo y con rango de precepto a cumplir por todos los integrantes de la empresa. También se aplica a los proveedores y a otros suministradores de servicios”6. Similar el código de buen gobierno, pero aplicado a todas las personas que participan de la actividad empresarial.

El último y uno de los elementos más importantes de la RSE es la Sostenibilidad que se define como “Expresión del impacto de la actividad de la empresa en la triple dimensión económica, social y medioambiental. Compromiso con el modelo de desarrollo sostenible, el cual se puede alcanzar por medio de la responsabilidad social corporativa. Capacidad o cualidad para alcanzar el desarrollo sostenible”7. Este ha sido durante muchos años el elemento central –y para muchas empresas el único- de la RSE.

Cada uno de estos elementos es, en sí mismo, muy importante; pero no es hasta su combinación e integración en el ADN de las empresas que se puede hablar del nacimiento de la Responsabilidad Social Empresarial.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

4, 5, 6, 7. Marco Conceptual de la Responsabilidad Social Corporativa. AECA. (2004)

Page 8: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Tipos de RSEPara describir la RSE y obtener una visión integral podemos utilizar tres ámbitos de actuación: económico, social y medioambiental; y dos dimensiones: interna o externa para cada uno de los ámbitos de actuación.

El desarrollo de los tres ámbitos concluye en lo que se denomina el triple resultado o triple cuenta de resultados: la social, la financiera, y la medioambiental. Durante muchos años, la única cuenta de resultados que ha servido, tanto para valorar las empresas como para tomar decisiones, ha sido la cuenta de resultados financiera. Ahora se pone en valor esta triple cuenta de resultados. Este concepto pone de relieve de nuevo la esencia humana de la empresa, otorgándole un sentido más antropológico; entendiendo que el fin de la empresa es el desarrollo y bienestar de la persona y de la sociedad. Por lo tanto, la actividad empresarial –creación de valor- es un medio para alcanzar el citado fin. De este modo los beneficiados con la actividad empresarial no son sólo los propietarios sino todos los grupos con interés en esa empresa.

La dimensión interna hace referencia a los aspectos relacionados con los trabajadores, la gestión ética y de buen gobierno de la organización, la calidad de los productos, los aspectos medioambientales relacionados con la producción (prevención de riesgos laborales, uso eficiente de recursos naturales, impacto ecológico, etc.). En definitiva, todo aquello que depende exclusivamente de la empresa.

La dimensión externa, por otro lado, habla de la relación de la empresa con los diferentes grupos de interés externos, pero también con su entorno social y medioambiental (ciudadanos, consumidores, proveedores, etc.). Todo lo que tenga un impacto que va más allá de la propia empresa.

En la Tabla 1 podemos ver un esquema combinando ámbitos y dimensiones con situaciones reales.

¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

7

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Tabla 1.Ejemplo de ámbitos

de actuación y dimensiones.

SocialBeneficios SocialesIgualdad de Género

ConciliaciónDiversidad

Acción SocialVoluntariado

PatrocinioCreación de Empleo

Educación a la Comunidad

Interna

Externa

EconómicoBuen GobiernoCódigos Éticos

Gestión de la Calidad

Evaluación de Proveedores

Licitación con RSEInversiones socialmente

responsables

MedioambientalEcoeficiencia

Reducción EmisionesReciclaje

Reducción consumos

Minimizar impactoReforestación

Conservación del entorno

Fuente: : Elaboración propia

Page 9: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Estrategias de RSE según los diferentes grupos de interés8 Como hemos visto anteriormente, la RSE no sólo afecta a los trabajadores o los clientes, sino que tiene un impacto en todos los stakeholders. A continuación, enumeraremos algunas de las estrategias de RSE que pueden seguir las empresas hacia sus diferentes grupos de interés.

Con Empleados

• Facilitar un aprendizaje continuado a todos los niveles.

• Delegación y trabajo en equipo, buscando la motivación y autorrealización.

• Transparencia y comunicación interna entre todos los niveles de la organiza-ción.

• Estabilidad y proporcionalidad adecuadas entre trabajo, familia y ocio.

• Diversidad de la fuerza laboral (etnias, edad, sexo, discapacidad).

• Salarios justos, con políticas de retribuciones coherentes y transparentes.

• Igualdad de oportunidades y procesos de contratación responsables.

• Participación en beneficios y en el capital por parte de los trabajadores, que fomente el compromiso con la gestión y la marcha de la empresa.

• Empleabilidad y perdurabilidad en el puesto de trabajo, buscando el desarro-llo del puesto y de la persona.

• Seguridad e higiene en los puestos de trabajo.

• Responsabilidad en los procesos de reestructuración por los posibles daños colaterales a los distintos grupos de personas empleadas.

Con Accionistas

• Retribución suficiente de capital a través del valor de las acciones y los dividendos.

• Transparencia informativa sobre gestión y resultados, sin artificios contables que oculten la verdadera situación de la empresa.

• Inversiones éticas, evitando inversiones poco transparentes y de dudosa solvencia que pongan en peligro la reputación y el futuro de la empresa.

¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

8

Con Clientes, Proveedores y Competencia

• Productos y servicios de calidad, seguros, fiables y a precios razonables.

• Realización de encuestas de satisfacción a los clientes.

• Trabajar para mejorar los servicios post venta y de atención al cliente.

• Selección justa y responsable de proveedores (sin comisiones ilegales).

• Relaciones win-win con los proveedores, evitando condiciones de pago que pongan en peligro la solvencia financiera de éstos.

• Colaboración y alianzas con competidores, para reducir costes, rebajar precios y ofrecer nuevos productos y servicios imposibles de producir en solitario.

Con el Entorno y el Medio Ambiente

• Desarrollo económico del entorno a través de la generación de empleos y salarios, el pago de impuestos, la atracción del talento y la creación de rique-za.

• Preservación del medio ambiente, reduciendo el consumo de recursos naturales (evitando el despilfarro energético) la polución y vertidos.

• Desarrollar sistemas energéticos alternativos o buscar nuevas fuentes de energía.

• Crear infraestructuras y fábricas sostenibles capaces de generar su propia energía o depurar el agua y otros elementos naturales que utilizan en sus procesos productivos.

• Reutilizar los desechos y reducir su volumen.

• Colaboración con proyectos comunitarios (acción social) a través de la forma-ción gratuita, patrocinios, etc.

Sociedad en general

• Participar activamente en la divulgación de la responsabilidad social corpo-rativa, a través de las redes empresariales nacionales e internacionales.

• Colaboración directa con organizaciones internacionales de amplio espectro como Naciones Unidas, Global Reporting Initiative (GRI), etc.

• Concienciar a consumidores y proveedores de la necesidad de optar por empresas, productos o servicios socialmente responsables.

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

8. Libro Verde de la Comisión Europea (2001).

Page 10: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Estrategias de RSE según los diferentes grupos de interés8 Como hemos visto anteriormente, la RSE no sólo afecta a los trabajadores o los clientes, sino que tiene un impacto en todos los stakeholders. A continuación, enumeraremos algunas de las estrategias de RSE que pueden seguir las empresas hacia sus diferentes grupos de interés.

Con Empleados

• Facilitar un aprendizaje continuado a todos los niveles.

• Delegación y trabajo en equipo, buscando la motivación y autorrealización.

• Transparencia y comunicación interna entre todos los niveles de la organiza-ción.

• Estabilidad y proporcionalidad adecuadas entre trabajo, familia y ocio.

• Diversidad de la fuerza laboral (etnias, edad, sexo, discapacidad).

• Salarios justos, con políticas de retribuciones coherentes y transparentes.

• Igualdad de oportunidades y procesos de contratación responsables.

• Participación en beneficios y en el capital por parte de los trabajadores, que fomente el compromiso con la gestión y la marcha de la empresa.

• Empleabilidad y perdurabilidad en el puesto de trabajo, buscando el desarro-llo del puesto y de la persona.

• Seguridad e higiene en los puestos de trabajo.

• Responsabilidad en los procesos de reestructuración por los posibles daños colaterales a los distintos grupos de personas empleadas.

Con Accionistas

• Retribución suficiente de capital a través del valor de las acciones y los dividendos.

• Transparencia informativa sobre gestión y resultados, sin artificios contables que oculten la verdadera situación de la empresa.

• Inversiones éticas, evitando inversiones poco transparentes y de dudosa solvencia que pongan en peligro la reputación y el futuro de la empresa.

¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

9

Con Clientes, Proveedores y Competencia

• Productos y servicios de calidad, seguros, fiables y a precios razonables.

• Realización de encuestas de satisfacción a los clientes.

• Trabajar para mejorar los servicios post venta y de atención al cliente.

• Selección justa y responsable de proveedores (sin comisiones ilegales).

• Relaciones win-win con los proveedores, evitando condiciones de pago que pongan en peligro la solvencia financiera de éstos.

• Colaboración y alianzas con competidores, para reducir costes, rebajar precios y ofrecer nuevos productos y servicios imposibles de producir en solitario.

Con el Entorno y el Medio Ambiente

• Desarrollo económico del entorno a través de la generación de empleos y salarios, el pago de impuestos, la atracción del talento y la creación de rique-za.

• Preservación del medio ambiente, reduciendo el consumo de recursos naturales (evitando el despilfarro energético) la polución y vertidos.

• Desarrollar sistemas energéticos alternativos o buscar nuevas fuentes de energía.

• Crear infraestructuras y fábricas sostenibles capaces de generar su propia energía o depurar el agua y otros elementos naturales que utilizan en sus procesos productivos.

• Reutilizar los desechos y reducir su volumen.

• Colaboración con proyectos comunitarios (acción social) a través de la forma-ción gratuita, patrocinios, etc.

Sociedad en general

• Participar activamente en la divulgación de la responsabilidad social corpo-rativa, a través de las redes empresariales nacionales e internacionales.

• Colaboración directa con organizaciones internacionales de amplio espectro como Naciones Unidas, Global Reporting Initiative (GRI), etc.

• Concienciar a consumidores y proveedores de la necesidad de optar por empresas, productos o servicios socialmente responsables.

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 11: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

¿Qué se entiende por Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) y cómo la encontramos?

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Cambios que ha introducido la RSE en el panorama empresarialLa RSE ha aportado notables cambios en la gestión y desarrollo de la actividad empresarial.

En primer lugar, ha producido un cambio en los objetivos tradicionales de las empresas. Hasta la llegada de la RSE, el principal objetivo era la maximización de beneficios y valor para el accionista. Con la RSE, el principal objetivo pasa a ser: generar valor y beneficios suficientes para todos los grupos de interés. Existían objetivos individuales en conflicto –el ejemplo clásico eran las disputas entre trabajadores y empresarios- mientras que ahora estos objetivos son grupales y más solidarios.

En segundo lugar, otro de los cambios más notables ha sido el del concepto de empresa, que ha pasado de ser un ente jurídico abstracto a un ente social. Y el concepto de mercado; que ha pasado de considerarse como perfecto (la suma de beneficios particulares genera un beneficio colectivo) a imperfecto (el beneficio colectivo genera un beneficio particular).

La transparencia que la RSE ha arrojado a la actividad empresarial ha cambiado radicalmente el conocimiento de las organizaciones, tanto para clientes como para los propios empleados. Cada vez es más común encontrar en la información empresarial referencias a la triple cuenta de resultados: económica, social y medioambiental; o directamente, la presentación de informes corporativos de sostenibilidad o RSE. El planteamiento de la propia información ya está pensado para hacerla llegar a todos los grupos de interés y no sólo a accionistas o analistas financieros. Cada vez, la información analiza más elementos cualitativos y no tantos cuantitativos; y se presenta de forma voluntaria, periódicamente como un apoyo indiscutible a la actividad empresarial.

Además, como veremos a lo largo del presente informe, la RSE ayuda a generar eficiencia. Se reducen costes por la disminución del consumo de energía o por el consumo de energías más eficientes. Aumentan las ventas y el grado de fidelidad del cliente; con lo que aumenta el resultado económico y la capacidad financiera de las empresas para acometer inversiones.

La tendencia global apunta hacia una mayor importancia de la RSE en el futuro; apoyada en las nuevas demandas sociales y medioambientales, la disminución general del peso económico del sector público, el incremento de la influencia de las empresas (grandes multinacionales generan un PIB mayor que algunos países), o el incremento en la demanda de transparencia en la información.

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 12: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

La RSE en España

11

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

9. Cfr. Informe RSE y Marca España. Forética. (2015)10. Estudio WEF sobre Competitividad y RSE (2014).11. Traducción: Responsabilidad Social Corporativa hecha en Alemania.12. Traducción: Crecimiento Responsable.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Fuente: Foro Económico Mundial (WEF, 2014).

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Gráfico 1.Relación entre

Sostenibilidad y Competitividad.

Page 13: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

La RSE en España

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

13. Preámbulo Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020.14. Cfr. Informe RSE y Marca España. Forética. (2015) 12

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Fuente: MSCI ESG Research. Forética.

Gráfico 2.Rentabilidad de Inversiones en España con criterios RSE.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 14: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

La RSE en España

13

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

15. Informe Forética 2015 sobre el estado de la RSE en España.16. Sustainable investing: Establishing long term value and Performance. Deutsche Bank.17. Measuring Sustainability Disclosure: Ranking the World’s Sctock Exchanges. Crporate Knights Capital (2015).18. The KPMG Survey of Corporate Responsability Reporting (2014).

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 15: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

La RSE en España

14

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

19. Fuente: FMI. Datos 2016.20. IESE y ESADE. Según Financial Times (2016)

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 16: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La RSE en España

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Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

21. 83,2 años según datos OCDE (2017)22. Para 2014 más de 3,5 millones de personas colaboraban regularmente con una ONG y 8 millones lo habían hecho puntualmente.23. Artículo 45.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 17: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE en España

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La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

24. www.pactomundial.org.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 18: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La RSE en España

17

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

25. Proxy Monitor. Manhattan Institute for Policy Research (2015)26. Sustainability’s strategic worth. Mckinsey.27. Informe del impacto social de las empresas. Fundación SERES (2016).

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 19: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE en España

18

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Fuente: Elaboración propia a partir de Informe SERES (2016).

Gráfico 3.Número de Proyectos e Inversión en RSE por ámbitos.

Page 20: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

La RSE en España

19

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

Page 21: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

RSE y Competitividad9 La competitividad de un país es el resultado de múltiples factores (calidad de las instituciones, tamaño del mercado, nivel educativo, desarrollo del sistema financiero, etc.) que interactúan creando un ecosistema socioeconómico que determina la prosperidad y bienestar de la sociedad. Cada vez es más común encontrar en este análisis algunos factores sociales y ambientales que se han ido incorporando paulatinamente; aunque existe una dificultad objetiva en la manera de monetizar estos factores.

Según un estudio el Fondo Económico Mundial10 existe una alta correlación lineal entre la competitividad de un país y el grado de adopción de políticas de sostenibilidad. En el caso de España (punto rojo en el Gráfico 1) encontramos que sigue perfectamente la correlación competitividad-sostenibilidad y que se encuentra en una posición elevada tanto en sostenibilidad (percentil 80%) como en competitividad (78%). Esta correlación también nos puede llevar a pensar en un aumento de la sostenibilidad como motor de un incremento de competitividad y viceversa.

Esta correlación también se puede entender al analizar los atributos que los diferentes países han incorporado a su marca-país. Si buscamos el caso de los países más exportadores encontramos a Alemania, cuyo lema era “CSR made in Germany11” poniendo énfasis en que todos los productos y servicios respetan los más altos estándares de calidad, sociales y medioambientales. Otro ejemplo es el caso de Dinamarca, cuyo lema era “Responsible Growth12”.

Uno de los elementos clave que justifican el elevado grado de difusión de la RSE en España es un marco jurídico e institucional muy favorable a la implantación de la RSE, tanto en grandes como en pequeñas y medianas empresas. De hecho, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha impulsado la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 pensando no sólo en organizaciones empresariales, sino también en administraciones públicas y otras organizaciones para avanzar “hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”13 .

La RSE en España ¿Inversión o Gasto?La Inversión Socialmente Responsable (ISR), que añade al análisis financiero otros valores sociales, ambientales y de gobernanza de las corporaciones, se está extendiendo entre los inversores; y es que según los datos facilitados por Forética14, si los inversores hubieran tomado en consideración los criterios de RSE a la hora de fijar sus inversiones, hubieran obtenido unos diferenciales anualizados muy superiores a la media de mercado. Además, el mismo estudio arroja otras dos conclusiones:

1. Las empresas que siguen la RSE obtienen una valoración empresarial mayor que las que no lo tienen.

2. El margen operativo de las que siguen la RSE es prácticamente el doble de los que no la siguen.

Estas cifras nos llevan a afirmar que la RSE en España es más una inversión que un gasto. Y que la adopción de políticas empresariales favorables a la RSE en el medio y largo plazo puede situar a una compañía en dinámicas ganadoras frente a posibles competidores, tanto a nivel local o regional como internacional. Además, el hecho de coger como base el año 2000 diluye el impacto de la crisis de 2007 y vemos como las empresas con mayor grado de RSE aguantan con más fuerza el envite de la crisis financiera. Desde este país se ha desarrollado una estrategia propia para fortalecer el papel de la RSE en España.

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es uno de los principales catalizadores de la RSE. En Europa, la ISR supone un 60% del total de activos gestionados.15 Esta elevada cifra no es sólo fruto de una cultura de responsabilidad social sino de la elevada correlación existente entre criterios RSE y una mayor rentabilidad con niveles de riesgo inferiores.16 Vemos un ejemplo claro en el Gráfico 2 de la página anterior.

Diversos estudios y análisis sitúan a España en la vanguardia internacional de RSE. El país cuenta con la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.17 La calificación en sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y de la media europea. De acuerdo con la consultora KPMG18 España ocupa la segunda posición en el ranking mundial por calidad de información en los informes sobre empresa y RSE.

Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020En 2014 el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsó una estrategia para desarrollar e implementar la RSE en todos los ámbitos económicos del país entre los años 2014 y 2020.

Los principios inspiradores de la Estrategia fueron estos seis: competitividad, cohesión social, creación de valor compartido, sostenibilidad, transparencia y buen gobierno, y voluntariedad. Estos seis pilares determinaron 4 grandes objetivos estratégicos:

1. Impulsar y promover la RSE en España.

2. Impulsar y promover la RSE como atributo de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

3. Difundir los valores de la RSE al conjunto de la sociedad y no sólo entre empresas.

4. Crear un marco de referencia común para todo el territorio en materia de RSE.

Para lograr alcanzar estos objetivos se definieron 10 líneas de actuación sobre las que ha transcurrido el desarrollo de la RSE en España desde 2014:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones sostenibles.

2. Integración de la RSE en la Educación y la Investigación.

3. Buen gobierno y transparencia como instrumentos generadores de confianza.

4. Gestión responsable de los Recursos Humanos.

5. Inversión socialmente responsable en I+D+i.

6. Fomento de RSE entre proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al Medio Ambiente.

9. Cooperación al desarrollo.

10. Coordinación y participación.

A la luz de los resultados que sitúan a España en la vanguardia europea y mundial de RSE podemos inferir que la Estrategia está dando sus frutos. Aunque no será hasta finales de 2020 –habiendo pasado diversos gobiernos y situaciones económicas diferentes que se podrá analizar la consolidación del liderazgo español en RSE.

La Triple cuenta de resultados de España en RSEUn país se considera sostenible cuando es capaz de incrementar su competitividad y prosperidad económica al tiempo que maximiza el bienestar de sus ciudadanos y preserva su legado ambiental. Para valorar la RSE de España debemos analizar el triple balance español: económico, social y ambiental.

Balance Económico

A nivel económico, España se encuentra aún en la fase de salida de la crisis económica que empezó en 2007. El país cuenta con una economía moderna con un elevado grado de interacción internacional. Es la 14ª economía del mundo ordenando en base al nivel de PIB y la 5ª de la Unión Europea19 (con el Brexit efectivo pasaría a ser la cuarta). Es la 8ª potencia a nivel de atracción de inversiones y más de 5.000 empresas operan en el exterior. En definitiva, España puede influir con la RSE de sus empresas a nivel mundial.

El desarrollo de la alta velocidad y las infraestructuras aeroportuarias hacen que generen muchas y nuevas oportunidades de negocio. Además, el nivel de formación de los trabajadores españoles es excelente; ya que cuentan con un nivel de estudios superior a la media europea y la presencia en el territorio nacional de 2 de las 10 mejores Escuelas de Negocio del mundo20.

La RSE a nivel mundialA nivel internacional, la iniciativa más importante -por su alcance y aceptación-, orientada al desarrollo de la RSE a nivel mundial, ha sido el Pacto Mundial de Naciones impulsado por Kofi Annan (en ese momento Secretario General de la ONU) en 1999. Aunque su cumplimiento no se exige, por imperativo legal, que las empresas justifiquen su RSE a nivel mundial, sí deben garantizar el cumplimiento de los 10 principios del Pacto Mundial, que hacen referencia tanto a derechos humanos como a medidas de trabajo, medioambientales o de combate contra la corrupción. Los 10 principios que emanan del Pacto Mundial son los siguientes24:

1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos huma-nos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su área de influencia.

2. Las empresas deben asegurarse que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos.

3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzo-so o realizado bajo coacción.

5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.

6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.

7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.

8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.

España es el país líder a nivel mundial en número de empresas firmantes del Pacto Mundial, con más de 1.800 empresas signatarias. El segundo lugar lo ocupa Francia, con poco más de 1.000.

La RSE y los consumidores

20

Balance Social

El índice de esperanza de vida en España es de los más altos del mundo21. El sistema sanitario da cobertura completa y es uno de los mejores del mundo según la OCDE. Además, es líder mundial en donación de órganos y cuenta con una alta colaboración con ONG’s22. En lo que se refiere a cultura, es el segundo país del mundo con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.

Balance Ambiental

A nivel medioambiental, la propia Constitución23 ya reconoce el derecho de los españoles a disfrutar del medio ambiente en su máxima expresión. Es el país con más diversidad biológica de Europa, con más de 80.000 especies y dónde se encuentra una mayor apuesta por el medio ambiente: es el tercer país a nivel europeo en patentes de energías renovables, está en la cuarta posición en número de certificaciones ISO 14001 (SGA) y es líder mundial desde 1978 en número de Banderas Azules en sus playas.

Por este triple balance de la situación española, podemos inferir que tiene un largo camino por delante lleno de retos. Asimismo, puede llegar a influir mundialmente en la difusión e implementación de políticas empresariales encaminadas a transformar las corporaciones en socialmente responsables.

Algunos de los retos que se le presentan a España para encarar un liderazgo mundial en RSE son: las dificultades inherentes al mercado de trabajo y los altos niveles de paro, el aumento de la lucha contra la corrupción, la mejora del nivel educativo en la etapa de educación obligatoria y revertir los índices demográficos que sitúan a España a la cola, en lo que a relevo generacional se refiere.

• El 34% capta inversión de terceros para desarrollar proyectos de RSE cofinan-ciados en colaboración.

• El 38% realiza convocatorias/concursos de proyectos sociales dirigidos a la financiación de entidades sociales.

• El 91% de las empresas cuenta con un código ético o de conducta y/o un Comité para velar por su correcto cumplimiento.

• El 90% de las empresas ha implementado medidas para mejorar la conci-liación de la vida familiar y laboral.

3. Capital relacional

Implica que los ciudadanos y otros agentes externos a la propia empresa participen y se impliquen en la RSE de la empresa.

• El 20% de la RSE se realiza con entidades extranjeras.

4. Capital económico

Se refiere a la evaluación del impacto económico (PIB y mantenimiento del empleo) como aportación de la RSE al propio negocio de las empresas.

• El 13 % de las empresas dedica más de 100.000 euros a cada uno de los proyec-tos que acometen en el ámbito de la RSE.

5. Capital social

Sensibilización social y medioambiental, difusión de buenas prácticas y extensión de la cultura de RSE.

• El 80% de las empresas analiza y comunica su contribución a la sociedad mediante memorias de RSE.

• El 48% de las empresas realiza proyectos de sensibilización y comunicación para lograr un mundo socialmente más concienciado con la RSE.

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Durante la crisis financiera mundial que arrancó en 2007, la RSE sufrió una dura prueba. Todos los presupuestos –tanto de entes públicos como de empresas privadas- se vieron recortados, y corrimos el riesgo de acabar con las políticas de RSE en aras de la reducción del déficit o la reestructuración de las cuentas anuales. Además de los recortes, se establecieron mecanismos públicos y privados de contención del gasto que hacían peligrar el desarrollo e implantación de la RSE. Sin embargo, esto no sucedió y se mantuvo la lucha por lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo práctico de la RSE.

No sólo se logró mantener, sino que aumentó notablemente la inversión con criterios sostenibles. Según un estudio del Manhattan Institute for Policy Research,25 durante uno de los años del fin de la recesión (2014), un 48% de las propuestas de inversión en juntas generales de accionistas, de las 250 empresas con más peso de EE.UU., correspondían a la relación de las empresas con la sociedad. Una vez más, se pone de relieve la fuerte relación que existe entre RSE y creación de valor.

Esta necesidad de una fuerte y práctica RSE ha hecho que muchos directivos de las empresas asuman personalmente los principios de la RSE. Pasando en un inicio de una RSE basada en reputación o imagen hasta llegar a la RSE como una visión de estrategia empresarial. Un informe de la consultora McKinsey26 constata que en el 36% de las compañías, la sostenibilidad forma parte de los tres pilares de su agenda y para un 13% es su primera prioridad. Otro estudio –esta vez de la consultora Boston Consulting Group junto con la MIT Management Review– constataba que un 32% de las empresas declaraba que las prácticas de RSE habían contribuido positivamente a sus resultados financieros.

Impacto Social y Económico de la RSE en España27

En este apartado, pondremos cifras al impacto socioeconómico de la RSE en España. Este impacto, puede analizarse a través de cinco ámbitos a los que la RSE aporta valor. Nos centraremos más en el análisis porcentual que en valores absolutos.

1. Personas

Atención y cobertura de necesidades sociales y desarrollo de capacidades en las personas.

• El número de personas beneficiadas directamente por la RSE en España asciende a más de 15 millones de personas.

• El 70% de las empresas ha luchado por integrar a colectivos desfavorecidos. El 82% de las grandes empresas ha integrado a trabajadores con discapaci-dad.

• De todos los proyectos de RSE realizados en España, el 58% se han realizado en el ámbito del bienestar y la cobertura de necesidades sociales. Destacan los ámbitos de educación y salud, con más del 30% de los proyectos totales.

• El empleo acapara un 42% de los proyectos de RSE. Un 33% se han orientado exclusivamente a la generación de oportunidades de empleo e integración laboral.

2. Organizaciones

Aspectos relacionados con la organización empresarial y la capacidad de la RSE para alcanzar los objetivos empresariales.

• El 80% de las empresas ofrecen internamente programas de voluntariado a sus empleados.

• El 13,2% de la plantilla participan activamente en proyectos de RSE.

• Un 60% de las empresas cuenta con un plan para extender las políticas de RSE a lo largo de la cadena de valor (concienciar a clientes y a proveedores de la necesidad de instaurar prácticas socialmente responsables).

• El 77% de las empresas evalúa y comunica su contribución a la sociedad mediante sus prácticas de RSE. Cada vez es más común la lucha de las empresas por realizar eficientemente la RSE.

• El 52% de las empresas ha creado o adaptado sus productos/servicios el marco de la RSE para dar respuesta a necesidades de colectivos específicos.

28. Informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas (2016).29. Informe Forética 2015 sobre el estado de la RSE en España.

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Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

La RSE y los consumidores

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Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

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Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Lucha para mejorar el medio ambiente

El grupo AGBAR está constantemente implantando sistemas optimizados de abastecimiento y depuración de agua, logrando un consumo responsable y una menor contaminación del agua. Además, gracias a programas específicos de educación infantil y cultural en los países en vías de desarrollo en los que opera la compañía, ha logrado concienciar a muchas poblaciones de la necesidad de depurar el agua y mantener la salubridad de los hogares.

Innovación global

Desde hace unos años TELEFÓNICA desarrolla el proyecto Wayra, una aceleradora de startups que tengan base tecnológica. Los emprendedores que quieran pueden presentar sus proyectos para que sean financiados y co-desarrollados por la empresa. Se pretende acelerar el avance tecnológico ayudando a jóvenes emprendedores con los recursos de una multinacional.

Igualdad

La empresa de gran consumo DANONE ha destacado por impulsar acciones de RSE en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, y en lucha contra la lacra de la violencia de género. Con este objetivo creó la fundación Ana Bella con un objetivo muy claro: ofrecer una salida a mujeres que sufren violencia de género, poniendo los medios para denunciar la situación, protegerlas y ayudarlas a salir adelante.

Algunos ejemplos de RSE en España

22

RSE y Discapacidad

Un ejemplo de RSE orientada a la discapacidad es la llevada a cabo por BANKINTER con su proyecto “Un banco para todos”. Su objetivo era eliminar barreras físicas, tecnológicas y cognitivas entre el banco y los grupos de interés. Algunas de las medidas concretas fueron: garantizar la accesibilidad universal a sus dependencias, ofrecer un servicio de vídeollamada en lenguaje de signos, consultar tus movimientos y extractos en formato audio, disponer de tarjetas de coordenadas para firmar operaciones en lenguaje Braille o una formación específica destinada a los empleados para atender a colectivos especiales.

Aumento de la Calidad de Vida

En este ámbito encontramos a DIA en su lucha contra el desperdicio alimentario. En Europa se desperdician anualmente alrededor de 90 toneladas de alimentos y España se encuentra en el top 5 de países derrochadores. Este problema genera un deterioro social porque las cuentas de resultados se ven resentidas, las economías domésticas se ven privadas de unos productos y se aumentan los costes de tratamiento de residuos. Para paliar estas consecuencias DIA firmó en 2009 un convenio para hacer llegar productos alimenticios a los diferentes bancos de alimentos antes que perezcan.

Mejoras del clima laboral

Por ejemplo, JOHNSON & JOHNSON ofrece a sus empleados programas orientados a aumentar su bienestar: asesoramiento psicológico y jurídico, voluntariado, gestión de la energía personal; y de prevención, como puede ser un seguro médico privado.

Preocupación por el futuro de la juventud y el desarrollo del talento

La Obra Social de CAIXABANK otorga anualmente una serie de becas para que jóvenes con un talento especial puedan acceder estudios de postgrado y doctorado en el extranjero y desarrollar al máximo sus capacidades. La cuantía de estas becas es importante ya que se intenta que las personas tengan su sustento económico resulto mientras duran los estudios y, así puedan centrarse en aprovecharlos al máximo y dedicarse 100% a desarrollar sus habilidades.

Page 24: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial
Page 25: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Algunos ejemplos de RSE en España

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Lucha para mejorar el medio ambiente

El grupo AGBAR está constantemente implantando sistemas optimizados de abastecimiento y depuración de agua, logrando un consumo responsable y una menor contaminación del agua. Además, gracias a programas específicos de educación infantil y cultural en los países en vías de desarrollo en los que opera la compañía, ha logrado concienciar a muchas poblaciones de la necesidad de depurar el agua y mantener la salubridad de los hogares.

Innovación global

Desde hace unos años TELEFÓNICA desarrolla el proyecto Wayra, una aceleradora de startups que tengan base tecnológica. Los emprendedores que quieran pueden presentar sus proyectos para que sean financiados y co-desarrollados por la empresa. Se pretende acelerar el avance tecnológico ayudando a jóvenes emprendedores con los recursos de una multinacional.

Igualdad

La empresa de gran consumo DANONE ha destacado por impulsar acciones de RSE en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, y en lucha contra la lacra de la violencia de género. Con este objetivo creó la fundación Ana Bella con un objetivo muy claro: ofrecer una salida a mujeres que sufren violencia de género, poniendo los medios para denunciar la situación, protegerlas y ayudarlas a salir adelante.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

RSE y Discapacidad

Un ejemplo de RSE orientada a la discapacidad es la llevada a cabo por BANKINTER con su proyecto “Un banco para todos”. Su objetivo era eliminar barreras físicas, tecnológicas y cognitivas entre el banco y los grupos de interés. Algunas de las medidas concretas fueron: garantizar la accesibilidad universal a sus dependencias, ofrecer un servicio de vídeollamada en lenguaje de signos, consultar tus movimientos y extractos en formato audio, disponer de tarjetas de coordenadas para firmar operaciones en lenguaje Braille o una formación específica destinada a los empleados para atender a colectivos especiales.

Aumento de la Calidad de Vida

En este ámbito encontramos a DIA en su lucha contra el desperdicio alimentario. En Europa se desperdician anualmente alrededor de 90 toneladas de alimentos y España se encuentra en el top 5 de países derrochadores. Este problema genera un deterioro social porque las cuentas de resultados se ven resentidas, las economías domésticas se ven privadas de unos productos y se aumentan los costes de tratamiento de residuos. Para paliar estas consecuencias DIA firmó en 2009 un convenio para hacer llegar productos alimenticios a los diferentes bancos de alimentos antes que perezcan.

Mejoras del clima laboral

Por ejemplo, JOHNSON & JOHNSON ofrece a sus empleados programas orientados a aumentar su bienestar: asesoramiento psicológico y jurídico, voluntariado, gestión de la energía personal; y de prevención, como puede ser un seguro médico privado.

Preocupación por el futuro de la juventud y el desarrollo del talento

La Obra Social de CAIXABANK otorga anualmente una serie de becas para que jóvenes con un talento especial puedan acceder estudios de postgrado y doctorado en el extranjero y desarrollar al máximo sus capacidades. La cuantía de estas becas es importante ya que se intenta que las personas tengan su sustento económico resulto mientras duran los estudios y, así puedan centrarse en aprovecharlos al máximo y dedicarse 100% a desarrollar sus habilidades.

Page 26: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

• España es el 3er país del mundo con más patentes relacionadas con energías renovables y líder mundial desde 1978 en número de banderas azules como indicadores de un turismo de calidad.

• A nivel mundial la iniciativa más ambiciosa es el Pacto Mundial de la ONU. España es líder mundial en número de empresas firmantes (más de 1.800). En segunda posición se encuentra Francia (poco más de 1.000).

• Un 33% de los proyectos de RSE en España han ido destinados a la generación de oportunidades de empleo o integración laboral.

• Un 13,2% de las plantillas participa en programas de RSE.

• Durante la crisis financiera de 2007 se temió que la contención presupuesta-ria y la reducción del gasto eliminaran la RSE por falta de fondos. Esto no fue así y se ha demostrado que las empresas con un elevado grado de RSE han soportado mejor el impacto de la crisis.

• Para un 36% de las empresas de EEUU la sostenibilidad es uno de los tres pilares de su agenda de actuación; y para un 13% es la primera prioridad.

• Un 32% de las empresas de EEUU ha declarado que las prácticas de RSE han repercutido positivamente en sus resultados financieros.

• El desarrollo e implantación de internet (en España llega al 79,8% de la pobla-ción) hace que la información acerca de las empresas y su manera de hacer llegue a muchas personas. Ha creado una nueva generación de consumidor: el consumidor consciente.

• Existe una sobreexposición a la información que haga que tanta información nos sature y no podamos digerirla toda.

• Un 36% de los consumidores españoles se considera sensible a la RSE y un 31%, además de conocer el fenómeno, intenta asumir un consumo social-mente responsable.

• Un 50% de la población afirma haber comprado productos o servicios por conocer que las empresas eran socialmente responsables.

• Un 44% afirma haber renunciado a productos o servicios y a marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

• La RSE ha asumido el papel de atributo diferenciador entre marcas o produc-tos y se ha colado en el proceso de toma de decisiones que los consumidores siguen hasta elegir finalmente una marca o producto.

Conclusiones

24

• La RSE bien entendida configura la manera de ser de las empresas, no limitándose sólo a “hacer” cosas de RSE.

• La introducción de la RSE ha modificado los objetivos tradicionales de las empresas –aumentar beneficios y valor para el accionista- por aportar valor a todos los grupos con interés en la empresa.

• La RSE ha transformado las empresas de entes jurídicos a entes sociales.

• La RSE junto con la evolución de internet y las nuevas tecnologías han ayuda-do a que las organizaciones sean más transparentes.

• Existe una relación lineal directa entre la competitividad de un país y los niveles de RSE de sus empresas.

• El caso de España está sobre la línea de regresión ya que ocupa el percentil 80% en sostenibilidad y el 78% en competitividad.

• Los países exportadores intentan relacionar su marca-país con atributos socialmente responsables (p. ej. Alemania: “CSR Made in Germany”; Dinamarca: “Responsible Growth”)

• Las empresas con un mayor grado de RSE ofrecen mayor rentabilidad y valoración empresarial a la par que ven reducido el riesgo de sus inversiones.

• Durante la crisis financiera de 2007 y la posterior recesión económica las empresas con RSE resistieron con valoraciones más altas y estables.

• El margen operativo de las empresas que siguen la RSE es prácticamente el doble de las que no la siguen.

• Cada vez es más común que las empresas presenten una triple cuenta de resultados: la social, la financiera (tradicional) y la medioambiental.

• En Europa la Inversión Socialmente Responsable (ISR) teniendo en cuenta criterios de RSE supone ya un 60% del total de inversiones.

• España juega un papel muy importante en el liderazgo de la RSE a nivel mundial.

• España tiene la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.

• España ocupa la 2ª posición a nivel mundial en calidad y transparencia de la información sobre funcionamiento interno y RSE facilitada por las empresas.

• Uno de los elementos que ha favorecido el desarrollo de la RSE en España es un marco jurídico, fiscal y normativo favorable a la RSE.

• La certificación de sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y europea.

• El proyecto de desarrollo e implementación de la RSE en España pasa a día de hoy por la aplicación y cumplimiento de la Estrategia Española de Responsa-bilidad Social de las Empresas 2014-2020 impulsada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Page 27: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Conclusiones

25

• España es el 3er país del mundo con más patentes relacionadas con energías renovables y líder mundial desde 1978 en número de banderas azules como indicadores de un turismo de calidad.

• A nivel mundial la iniciativa más ambiciosa es el Pacto Mundial de la ONU. España es líder mundial en número de empresas firmantes (más de 1.800). En segunda posición se encuentra Francia (poco más de 1.000).

• Un 33% de los proyectos de RSE en España han ido destinados a la generación de oportunidades de empleo o integración laboral.

• Un 13,2% de las plantillas participa en programas de RSE.

• Durante la crisis financiera de 2007 se temió que la contención presupuesta-ria y la reducción del gasto eliminaran la RSE por falta de fondos. Esto no fue así y se ha demostrado que las empresas con un elevado grado de RSE han soportado mejor el impacto de la crisis.

• Para un 36% de las empresas de EEUU la sostenibilidad es uno de los tres pilares de su agenda de actuación; y para un 13% es la primera prioridad.

• Un 32% de las empresas de EEUU ha declarado que las prácticas de RSE han repercutido positivamente en sus resultados financieros.

• El desarrollo e implantación de internet (en España llega al 79,8% de la pobla-ción) hace que la información acerca de las empresas y su manera de hacer llegue a muchas personas. Ha creado una nueva generación de consumidor: el consumidor consciente.

• Existe una sobreexposición a la información que haga que tanta información nos sature y no podamos digerirla toda.

• Un 36% de los consumidores españoles se considera sensible a la RSE y un 31%, además de conocer el fenómeno, intenta asumir un consumo social-mente responsable.

• Un 50% de la población afirma haber comprado productos o servicios por conocer que las empresas eran socialmente responsables.

• Un 44% afirma haber renunciado a productos o servicios y a marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

• La RSE ha asumido el papel de atributo diferenciador entre marcas o produc-tos y se ha colado en el proceso de toma de decisiones que los consumidores siguen hasta elegir finalmente una marca o producto.

La Responsabilidad Social de las

Empresas en España

• La RSE bien entendida configura la manera de ser de las empresas, no limitándose sólo a “hacer” cosas de RSE.

• La introducción de la RSE ha modificado los objetivos tradicionales de las empresas –aumentar beneficios y valor para el accionista- por aportar valor a todos los grupos con interés en la empresa.

• La RSE ha transformado las empresas de entes jurídicos a entes sociales.

• La RSE junto con la evolución de internet y las nuevas tecnologías han ayuda-do a que las organizaciones sean más transparentes.

• Existe una relación lineal directa entre la competitividad de un país y los niveles de RSE de sus empresas.

• El caso de España está sobre la línea de regresión ya que ocupa el percentil 80% en sostenibilidad y el 78% en competitividad.

• Los países exportadores intentan relacionar su marca-país con atributos socialmente responsables (p. ej. Alemania: “CSR Made in Germany”; Dinamarca: “Responsible Growth”)

• Las empresas con un mayor grado de RSE ofrecen mayor rentabilidad y valoración empresarial a la par que ven reducido el riesgo de sus inversiones.

• Durante la crisis financiera de 2007 y la posterior recesión económica las empresas con RSE resistieron con valoraciones más altas y estables.

• El margen operativo de las empresas que siguen la RSE es prácticamente el doble de las que no la siguen.

• Cada vez es más común que las empresas presenten una triple cuenta de resultados: la social, la financiera (tradicional) y la medioambiental.

• En Europa la Inversión Socialmente Responsable (ISR) teniendo en cuenta criterios de RSE supone ya un 60% del total de inversiones.

• España juega un papel muy importante en el liderazgo de la RSE a nivel mundial.

• España tiene la 8ª Bolsa de Valores más sostenible y transparente del mundo.

• España ocupa la 2ª posición a nivel mundial en calidad y transparencia de la información sobre funcionamiento interno y RSE facilitada por las empresas.

• Uno de los elementos que ha favorecido el desarrollo de la RSE en España es un marco jurídico, fiscal y normativo favorable a la RSE.

• La certificación de sostenibilidad de las empresas españolas está por encima de la media mundial y europea.

• El proyecto de desarrollo e implementación de la RSE en España pasa a día de hoy por la aplicación y cumplimiento de la Estrategia Española de Responsa-bilidad Social de las Empresas 2014-2020 impulsada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

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Conocimiento de la RSESegún las cifras arrojadas por Naciones Unidas28, un 47% de la población mundial está conectada a internet; cifra que alcanza un 78,9% en el caso español y un 80% en el conjunto de países occidentales. El auge de internet y las redes sociales han generado un nuevo fenómeno entre los consumidores: el consumidor consciente.

Estos consumidores conscientes tienen ahora una mayor facilidad para conocer procesos de fabricación de determinados productos, políticas de RSE de las empresas, características laborales de sus trabajadores, etc. Esto facilita la discriminación de productos por parte de los consumidores.

Antes de la expansión del uso de internet y las redes sociales muchos consumidores elegían sus productos por la imagen de marca, la tradición o la publicidad. Ahora los consumidores tienen otro elemento de juicio: la RSE, que puede acabar convirtiéndose en el principal atributo para diferenciar marcas y productos sustitutivos.

Sin el papel de los consumidores la RSE no tendría razón de ser. Es decir, si los consumidores no valorasen los atributos de la RSE al tomar sus decisiones de compra o consumo, las empresas no tendrían unos incentivos primarios claros para desarrollar sus propias acciones de RSE o, lo que puede ser más importante que el alma de la empresa sea la RSE en sustitución de la cuenta de resultados.

A la mayor capacidad de información por parte de los consumidores va unido un riesgo inherente que se conoce como infoxicación: los ciudadanos estamos expuestos a volúmenes de información muy superiores a los que podemos retener y entender.

El papel de la RSE en la toma de decisiones de consumoEn el caso español, según un informe Forética29, un 36% de los consumidores se consideran sensibles a la RSE; y un 31% conoce el fenómeno de la responsabilidad social y practica un consumo consecuente y responsable. En el mismo informe se expone un hecho notable: por primera vez en la historia los ciudadanos declaran valorar más los atributos de la RSE que los criterios contables para determinar que una empresa es “una buena empresa”.

Este análisis culmina en un consumo socialmente responsable que alcanza el 50% de la población, que afirma haber comprado productos por conocer si las empresas eran socialmente responsables. También encontramos el caso en su versión de exclusión por no RSE: el 44% afirma haber renunciado a consumir productos o marcas por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente.

Con estos datos ya podemos intuir el poder de la RSE para transformar la manera de hacer de las empresas y determinar patrones de consumo socialmente responsables.

Bibliografía

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Por orden de aparición en el Informe.

Comisión Europea• Libro Verde de la Comisión para Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas (2001).

Comisión Bruntland• Informe de la Comisión Bruntland sobre Desarrollo Sostenible (1987).

AECA - Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas• Marco Conceptual de la Responsabilidad Social Corporativa (2004).

Forética• Informe Forética 2015 sobre el Estado de la RSE en España.• Informe RSE y Marca España (2015).

Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de España• Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020.

WEF – World Economic Forum• Estudio sobre Competitividad y RSE (2014).

Deutsche Bank • Sustainable investing: Establishing long term value and Performance.

Corporate Knights Capital• Measuring Sustainability Disclosure: Ranking the World’s Sctock Exchanges. (2015).

KPMG • The KPMG Survey of Corporate Responsability Reporting (2014).

FMI• Economías nacionales por PIB (2016).

Naciones Unidas• Pacto Mundial de las Naciones Unidas (www.pactomundial.org).• Informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas (2016).

Manhattan Institute for Policy Research • Informe Proxy Monitor (2015).

McKinsey• Informe Sustainability’s strategic worth (2015).

Fundación SERES• Informe El impacto social de las empresas (2016).

Page 29: Informe _OBS Business School _Responsabilidad Social Empresarial

www.obs-edu.com