historia estadounidense
TRANSCRIPT
1–1 of 1 comment
• Upload
• Go Pro • Login• Signup
Hola, En busca de una información sobre las terse colonias pude encontrar buena información sobre el material. Estoy muy satisfecho.
4 months ago Reply
• Browse
► Spanish Learning ► Spanish Language ► Spanish for Kids ► Learn Spanish
Email Like Save Embed
Historia estadounidenseby Laura Pavlo on Oct 25, 2010
7,465views
More…
1 comment
joseatorres33
Subscribe to commentsPost Comment
La idea de Imperio en la Edad Moderna618 views
Like
Docencia 1 Engels Origen Familia2186 views
Like
"El Origen de la Familia, la Propie-dad Privada y el Estado" Federico Engels17871 views
Like
El origen de la familia, la propiedad privada y el estado699 views
Like
El origen de la propiedad privada, la familia y el estado, engels, f[1]2453 views
Like
El origen de la familia, de la propie-dad y del estado1670 views
Like
Origen de-la-familia-propiedad-privada-y-el-estado2204 views
Speak Spanish 1000 WordsShortcutToSpanish.com
Fast way to speak Spanish. You can Learn 1000 words almost Instantly
Related More
Página 1 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
12 months ago
1 year ago
2 years ago
2 years ago
2 years ago
2 years ago
2 years ago
2 years ago
Historia estadounidenseDocument Transcript
1. Página 1 de 27 Universidad Nacional Autónoma de México Escuela Nacional
Preparatoria “Vidal Castañea y Nájera” Plantel cuatro-Tacubaya NASH, GARY
B. (1974) PIELES ROJAS, BLANCAS Y NEGRAS (TRES CULTURAS EN
LA FORMACIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS), MÉXICO: FONDO DE
CULTURA ECONÓMICA. TEXTO MODIFICADO PARA FINES
EDUCATIVOS, OTORGANDO SIEMPRE LOS DERECHO DE AUTOR A
LA CASA EDITORIAL Y AUTOR.
2. Página 2 de 27 INTRODUCCIÓN “Dios es ingles”. Así exhortó John
Aylmer, pío clérigo inglés, a sus feligreses en 1558, tratando de llenarlos de
piedad y patriotismo.1 Ese pensamiento, si bien jamás expresado tan
directamente, ha resonado desde entonces como eco en nuestros libros de
historia. Como niños de escuela, estudiantes, universitarios o ciudadanos
supuestamente bien informados, la mayoría de nosotros ha sido nutrido con lo
que se ha aceptado como la mayor historia de éxito en el transcurrir humano, el
relato épico de cómo una rama orgullosa y valiente del pueblo anglohablante
trató de invertir las leyes de la historia, demostrando lo que el espíritu humano,
liberado de los grilletes de la traición, el mito y las autoridades opresivas,
podían hacer en un rincón de la tierra recién descubierto. Para la mayoría de los
estadounidenses, el periodo colonial comienza con sir Walter Raleigh y con
8 Likes
jenniferick
Dafne Riot at oysho
Victoria Gonzalez
brandolins
Ann Tick Took
carlomaximiliano
Valeria Rodriguez
Ammiii
Like
Capítulo 8: Europa se reparte Amé-rica7160 views
Like
Hc9254 views
Like
Friedrich Engels: El Origen de la Fa-milia, la Propiedad Privada y el Es-tado32523 views
Like
Engels federico-el-origen-de-la-fa-milia-la-propiedad-privada-y-el-es-tado438 views
Like
Engels federico-el-origen-de-la-fa-milia-la-propiedad-privada-y-el-es-tado617 views
Like
Engels Origen Familia3329 views
Like
Guerra apache seminario4729 views
Like
Guerra apache seminario regional1003 views
Like
Guerra apache seminario519 views
Like
La familia, la propiedad privada y el estado399 views
Like
Causas de la Colonización y Con-quista de los EEUU2446 views
Like
Historia de america latina 02 epoca colonial europa y america en los sig-los xvi…8928 views
Like
10.c.historia iglesia america 2
Página 2 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
John Winthrop y William Bradford, y llega a Jonathan Edwards y Benjamín
Franklin. Termina la víspera de la revolución, cuando colonos conquistadores
de tierras vírgenes se prepararon para alzarse contra la madre patria, que se
había vuelto tiránica. Se trata de historia etnocéntrica, según la han calificado
con frecuencia y a voz en cuello, en la última década, tanto los historiadores
blancos liberales como aquellos cuya ciudadanía es estadounidense, pero cuyas
raíces ancestrales se encuentran en África, Asia, México y en las culturas
nativitas de Norteamérica. Tal como el eurocentrismo dificultó a los primeros
colonizadores y exploradores creer que una masa de tierra continental, de las
dimensiones de América del Norte, pudiera existir entre los océanos de Europa
y Asia, los historiadores de los Estados Unidos encuentran difícil comprender
que el periodo colonial de nuestra historia narra el modo en que una minoría de
ingleses se relacionó con una mayoría compuesta de iroqueses, delawares,
narragansetts, pequots, mohicanos, cataubas, tuscaroras, crics, cheroquis,
choctaws, ibos, mandingas, fulas, yorubas, ashantis, alemanes, franceses,
españoles, suecos y escoceses- irlandeses, por sólo mencionar algunas de las
líneas culturales presentes en el continente. Hace poco los historiadores
estadounidenses, la mayoría de los cuales se educó en el periodo posterior a la
segunda guerra mundial, intentaron corregir esa historia centrada en los blancos
y adoradora de héroes que tenemos en los blancos y adoradora de héroes que
tenemos en los libros de texto preuniversitarios. Pero, en términos generales,
sus esfuerzos apenas fueron más allá de renovar el panteón de héroes nacionales
con nuevas figuras de pies no tan pálidas. De esta manera, se han levantado
pedestales para Crispus Attucks, el pescador bostoniano medio indio, medio
negro, que fue el primero en caer en la matanza de Boston; para Ely Parker, el
general séneca que ayudo más tarde, sirvió a su amigo Ulysses Grant cuando
éste llegó a la presidencia; y para César Chávez, líder de los United Farm
Workers, que ha conseguido beneficios importantes para los trabajadores
agrícolas chicanos en este país. Este tipo de revisionismo histórico en poco nos
ayuda. Desde luego, la vieja mitología quedó alterada ligeramente con la
inclusión de figuras nuevas en el drama nacional. Pero ¿se habrá vuelto a
escribir la historia de los Estados Unidos si el revisionismo consistió, ante todo,
en transformar un reparto de personajes monocromático en otro policromático,
pero sin cambio alguno en el enfoque de los acontecimientos? Vine Deloria, Jr.
Caudillo indio de hablar franco, lanza la acusación de que mucha de la historia
“nueva” sigue “proponiendo una interpretación apoyada en la idea del destino
manifiesto, y amorosamente inserta unas cuantas plumas, cabelleras crespas y
sombreros latinos en los hechos famosos de la historia estadounidense”. ¿Qué
revisión se da en una historia que sigue midiendo todos los acontecimientos del
pasado basándose en los valores de una sociedad blanca, que observa la historia
de los Estados Unidos a través de lentes angloamericanos, y que considera a los
indios y africanos del periodo colonial las masas inertes cuyo destino estaba
totalmente determinado por los colonos blancos? Las páginas que a
continuación vienen surgen de la creencia de que, para curar la amnesia
histórica que borró tanto de nuestro pasado, hemos de reexaminar la historia
estadounidense como una interpretación de muchos pueblos, pertenecientes a
una amplia gama 1 Apud Carl Brindenbaugh, Troubled Englishmen, 1590-
1642, Oxford University Press, Inc., Nueva York, 1968. p. 13
3. Página 3 de 27 de orígenes culturales y ocurridos a lo largo de muchos siglos.
Respecto al “periodo colonial”, esto no sólo significa examinar como
355 views
Like
Renacimiento1310 views
Like
la conquista de los europeos529 views
Like
Taller semana 15 a 19 de octubre260 views
Like
Los Inuits32223 views
Like
Historia de america latina 01 epoca colonial la america precolombina y la conqui…10528 views
Like
Leslie bethell historia de américa la-tina tomo 013402 views
Like
Conquista de americamlaura3895 views
Like
Conquista de america27447 views
Like
Edad moderna1376 views
Like
Tema 6 - expansión ultramarina24841 views
Like
LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA EN LAS COLONIAS EN AMERI-CA881 views
Like
La colonización de la india - Con-stanza Pedemonte y Rosario Herre-rara9064 views
Página 3 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
“descubrieron” América del Norte los ingleses y otros europeos y cómo
transplantaron allí su cultura, sino también el modo activo e íntimo en que
sociedades por miles de años asentadas en América del Norte y en África
participaron en ese proceso. Lo de los negros no fue mera esclavitud. A los
indios no se los corrió de su tierra y ya. Como ha dicho el escritor negro Ralph
Ellison: “¿puede un pueblo [...] vivir y desarrollarse por más de tres siglos
simplemente porque reacciona? ¿Son los negros estadounidenses mera creación
del hombre blanco o ayudaron, por lo menos, a esa creación a partir de lo que
los rodeaba? “El incluir a los indios y a los africanos en nuestra historia como
simples victimas de los más poderosos europeos no es mucho mejor que
excluirlos de ella del todo. Significa dejar sin voz, sin nombre y sin rostro a
personas que afectaron poderosamente el curso de nuestro desarrollo histórico
como nación. Para superar la idea de que los indios y los africanos eran
modelados como una masa, de acuerdo con los caprichos de las sociedades
europeas invasoras, debemos abandonar la idea de que hay pueblos “primitivos”
y “civilizados”. Algo de útil sigue habiendo en señalar las diferencias en el
avance tecnológico; digamos, la habilidad de los europeos para navegar a través
del Atlántico y su habilidad para trabajar el hierro y así fabricar armas. Pero si
aceptamos tales logros como pruebas de que una cultura “superior” entró en
contacto con otra “inferior”, inconscientemente nos estaremos enredando en una
imagen según la cual los europeos son los agentes activos de la historia y los
pueblos indios y africanos las victimas pasivas. Tanto los africanos como los
indios y los europeos desarrollaron sociedades que funcionaron con buena
fortuna en sus respectivos ambientes. Ninguno de ellos se consideró un pueblo
inferior. “Los llamados salvajes –escribió Benjamín Franklin hace más de dos
siglos- porque sus costumbres se diferencian de las nuestras, que consideramos
lo Perfecto de la Civilización: lo mismo piensan ellos de las suyas.” El tomar a
los indios simplemente como victimas de la agresión europea significa ocultar a
la vista la rica y aleccionadora historia del modo en que narragansetts,
delaweres, pamumkeys, cheroquis, crics (creeks) y muchas tribus más, que
habían estado cambiando por siglos antes de que los europeos pusieran pie en el
continente, respondieron creadora y poderosamente a los venidos del otro lado
del océano, modelando de esa manera el curso de los asentamientos europeos.
En este libro se adopta un enfoque cultural de nuestro primer periodo histórico.
Con ello quiero decir que consideramos esa masa de tierra que conocemos
como “la Norteamérica británica” un lugar donde convergieron un cierto
número de culturas diferentes durante un periodo particular de la historia: entre
más o menos 1550 y 1750, para usar métodos europeos de medir el tiempo. En
un sentido de lo más general, podemos definir esos grupos culturales como
indios, africanos y europeos, aunque, como veremos, esta simplificación
extrema es, en sí un recurso euro centrista para clasificar las culturas. En otras
palabras en este libro no trata la historia de los Estados Unidos coloniales como
suele definírsela, sino de la historia de los pueblos de la Norteamérica oriental
durante los dos siglos anteriores a la revolución estadounidense. Cada uno de
esos tres grupos culturales era diverso en grado sumo. Dadas sus características
culturales, los iroqueses eran tan diferentes de los natchez como los ingleses de
los egipcios: los hausas y los yorubas tan distintos entre sí como los pequots y
los crics. Además tampoco actuaban concertados los subgrupos de cada unos de
esos bloques culturales. En los siglos XVII y XVIII los franceses, ingleses y
españoles lucharon entre sí, compitiendo por tener poder y ventajas, tal como
Like
1.3. La Conquista EspañOla138246 views
Like
La ciencia y la tecnología en las colo-nias en América2336 views
Like
Unie rgg534 views
Like
Estados unidos de norteamérica. Un esbozo de su cultura y sociedad705 views
Like
Las Venas Abiertas De America La-tina13250 views
Like
Verbs lph-2013
Like
Speexx lph-2013
Like
Identificacion2013
Like
Página 4 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
hurones e iroqueses, o crics y cheroquis, buscaron dominar en sus expectativas
regiones. Nuestra tarea es descubrir que sucedió cuando pueblos de distintos
continentes, pueblos diferentes entre sí, entraron en contacto en un punto
particular de la historia. Ante todo nos interesan el proceso y el cambio sociales
y culturales: cómo se vieron afectadas las sociedades y sus destinos cambiados
en virtud de la experiencia del contacto con otras culturas. Los antropólogos
llaman a este proceso “transcurriculación”; los historiadores, “cambio social”.
No importa qué término se use, estamos estudiando un proceso de interacción
dinámico, que en los siglos XVII y XVIII conformó la historia de los indios
americanos, de los europeos y de los africanos en la Norteamérica británica.
Conviene recordar que, cuando hablemos de “grupos culturales” o
“sociedades”, nos referimos a abstracciones. Sociedad es un grupo de personas
organizadas de modo tal que puedan satisfacer sus necesidades, estando la
sustentación de la vida en el nivel básico. Cultura es un término muy amplio,
que abarca todas las características específicas de una sociedad
4. Página 4 de 27 funcionalmente relacionadas entre sí: la tecnología; los modos
de vestir y la dieta; la organización económica, social y política: la religión; el
lenguaje; el arte; los valores; los métodos de crianza, etc. Enunciado de un
modo sencillo, “cultura” significa un modo de vivir, el marco desde el que
cualquier grupo de personas –una sociedad- capta el mundo que lo rodea. Pero
“cultura” y “sociedad” son asimismo términos que entrañan guías o normas de
conducta. Tal quiere decirse con “rasgos culturales” o “conducta de grupo”.
Emplear estos términos significa correr el riesgo de perder de vista a los seres
humanos individuales, ninguno de ellos parecido a los demás que componen
una sociedad. Cultura es un concepto que empleamos por conveniencia, de
modo que podamos clasificar y comparar de manera general conductas
individuales sumamente variada y compleja. El que seamos estadounidenses,
pertenezcamos a la misma nación, hablemos la misma lengua, vivamos sujetos
a las mismas leyes, participemos en el mismo sistema económico y social no
significa que seamos todos iguales. De ocurrir así, no habría brechas entre
generaciones, intenciones raciales, y conflictos políticos. No obstante, vistos en
su conjunto los estadounidenses organizan su vida de un modo distinto a como
lo hace la gente en otras partes del mundo. Si bien debemos tener conciencia de
los problemas planteados por un enfoque cultural de la historia, este nos
proporciona, al menos, un modo de comprender la interacción de la gran masa
de individuos, de antecedentes sumamente variados, que se encontraron
habitando juntos, hace varios siglos, una parte del “Nuevo Mundo”. Es
necesaria otra nota de advertencia. Aunque a menudo hablaremos de grupos
raciales e interacción racial, esos términos no se refieren a grupos de personas
genéticamente distintos. Durante medio siglo los antropólogos dedicaron su
intelecto y su energía a intentar clasificar todos los pueblos del mundo, desde
los pigmeos de Borneo hasta los Aleutianos de Alaska, de acuerdo con las
diferencias genéticas. Se midieron narices, se examinaron cavidades craneanas,
se atendió al vello corporal, se describieron labios se clasificaron cabellos y
ojos por su color, intentando definir científicamente los varios tipos fisiológicos
del hombre, para de allí demostrar luego que esas características coincidían con
los grados de “desarrollo cultural”. Ninguna sorpresa habrá de ser que ese
esfuerzo masivo de los antropólogos occidentales blancos llevar a la conclusión
de que era posible probar “científicamente” la superioridad de los pueblos
caucásicos de este mundo. Hoy, las ciencias genéticas han barrido con ese
Página 5 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
esfuerzo de medio siglo, y en el presente estamos menos convencidos de que
diferencias genéticas significativas separen a los “grupos raciales” según la
clasificación hecha en el pasado por los antropólogos. Hoy está claro que los
europeos del Nuevo Mundo idearon códigos de relaciones raciales diferentes,
basados en sus necesidades y aptitudes respecto a como clasificar y separar a la
gente. En Brasil y en los Estados Unidos, “Negro” por dar un ejemplo, vino a
tener significados diferentes, que reflejan condiciones y valores, pero no
diferencias genéticas. Como con tanta sabiduría nos lo recuerdan Sydney Mints,
“la `realidad ´ de la raza es, entonces, una realidad por igual social y biológica,
pues la herencia de rasgos físicos sirve como materia prima para los métodos de
clasificación social, mediante los 5 cuales se asignan sistemáticamente tanto los
estigmas como los privilegios”. Por tanto poca comprensión tenemos del
proceso histórico si distinguimos los grupos culturales a partir de lo biológico o
fisiológico. No tenemos en mente grupos distintos a lo genético, sino
poblaciones humanas venidas de diferentes partes del mundo, grupos de
personas con diferencias culturales. Sobre todo, exploraremos la manera en que
esas personas, puestas en contacto unas con otras, cambiaron a lo largo de
varios siglos: y lo hicieron de un modo que afectaría el curso de la historia
estadounidense por muchas generaciones futuras. I. ANTES DE COLÓN La
historia de los pueblos americanos no comenzó en 1492, fecha que una mayoría
de nuestros libros de historia toma como punto de partida, sino más de 350
siglos antes del nacimiento de Cristo. Fue entonces lo que los humanos
descubrieron lo que mucho después se llamaría América. Por tanto, la historia
estadounidense puede comenzar a partir de unas cuantas preguntas
fundamentales: ¿quiénes fueron los primeros habitantes del “Nuevo Mundo”,
¿de dónde vinieron?, 5 Sydney-Mints, “Toward an Afro-American History”,
journal of world history 13 (1971). p.318.
5. Página 5 de 27 ¿Cómo eran?, ¿Cómo cambiaron sus sociedades en los
milenios que precedieron en la llegada de los europeos? Casi toda la
información que sugiere respuestas a estas preguntas proviene de los
arqueólogos, quienes han hecho excavaciones en asentamientos antiguos, donde
transcurrieron las etapas de vida iniciales de Norteamérica. Tras desenterrar
objetos de las culturas materiales de entonces –alfarería, herramientas,
ornamentos, etc.- y establecer la edad de los restos de esqueletos de los
“primeros americanos”, han fijado hacía 350 AC. La llegada del hombre a
Norteamérica. En términos generales, los antropólogos están de acuerdo en que
esos primeros habitantes del continente fueron hombres y mujeres provenientes
de Asia. Pueblos nómadas de los inhóspitos ambientes siberianos, emigraron a
través del estrecho de Bering, entre Siberia y Alaska, en busca de fuentes de
comida más seguras. Los geólogos han determinado que Siberia y Alaska
estuvieron conectadas, por un puente de tierra, solo durante los dos largos
periodos en que glaciares gigantescos cubrieron las latitudes septentrionales
encerrando allí una gran parte de la humedad del mundo y dejando al
descubierto el fondo del mar de Bering. Esos dos largos periodos ocurrieron
hace 36,000- 32,000 años es primero y 28,000 –20,000 años el segundo. En
otros tiempos con el deshielo de los glaciares, el nivel del agua subió en el
estrecho del mar de Bering, cubrió el puente de tierra e impidió el paso a pie
hacia Norteamérica. Así, cuando hace menos de quinientos años los europeos
encontraron una manera de llegar a América del Norte por barco, descubrieron
un pueblo cuyos antepasados habían llegado a pies entre 20,000 y 36,000 años
Página 6 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
antes. Si bien la mayoría de los antropólogos está de acuerdo en que esa
migración fue de pueblos asiáticos, en especial del nordeste de Asia, los restos
de esqueletos de bichos emigrantes también revelan características no asiáticas.
Es probable que representen una mixtura de distintas poblaciones de Asia,
África y Europa, que se había n estado mezclando por miles de años. Pero sea
cual haya sido la infusión previa de genes venidos de pueblos de otras zonas,
esos primeros americanos fueron asiáticos por su origen geográfico.
EVOLUCIÓN CULTURAL Ya en América esos primeros vagabundos
comenzaron a moverse hacia el sur primero y luego hacia el este, en pos de
vegetación y de caza. Cazaron generaciones antes de que esos nómadas
alcanzaran la parte noroccidental del pacífico. El movimiento migratorio, que
tomó miles de años, alcanzó finalmente la punta de América del Sur y la costa
oriental de América del Norte. La historia estadounidense, por tradición, hace
hincapié, en el “movimiento hacia el oeste”, pero por cientos de generaciones la
colonización avanzó en América hacia el sur y hacia el este. Las distancias
fueron inmensas: 24,000 kilómetros desde la región natal asiática hasta la Tierra
del Fuego, el límite más meridional de América del Sur, y casi 10 000
kilómetros de Siberia hasta la margen oriental de Norteamérica.
6. Página 6 de 27 En los siglos cubiertos por esas grandes migraciones, los
primeros americanos se dispersaron ampliamente por una inmensa masa de
tierra. En busca de nuevas fuentes de alimento, una banda se dividía la otra.
Este proceso, repetido muchas veces en muchas zonas, señala el surgimiento de
culturas separadas, que llegaron a ser cientos en el continente. Las diferencias
culturales se agudizaron a lo largo de miles de años, a medida que los pueblos
de diferentes regiones ecológicas organizaban sus vidas y se relacionaban con la
tierra de acuerdo con los dictados de sus hábitats naturales. Más tarde, los
europeos amontonaron indiscriminadamente un amplia variedad de culturas
nativas bajo un nombre único: “Indias”. Pero, en realidad, una miríada de
modos de vida se había desarrollado en el muy viejo “Nuevo Mundo” cuando
los europeos hallaron la manera de llegar a él. Si los europeos hubieran podido
entrar, en 1492 en las aldeas nativas que iban de la costa atlántica a la del
Pacífico y de Alaska al golfo de México, habrían encontrado “indios” que
vivían en las casas rectangulares y de madera de los kuwakiutl, en la costa
noroccidental; en las casas con domos góticos de paja del territorio de Wichita;
en las habitaciones de tierra de la zona de praderas de los pawnees, y en las
casas rectangulares, de techo de cañón, de los pueblos algonquinos, en los
bosques del noreste. Las diferentes sociedades habían creado una gran variedad
de técnicas para construir albergues básicos, pues vivían en zonas donde los
materiales de construcción y las condiciones climáticas variaban grandemente.
La misma diversidad tenemos en los ornamentos que idearon, las herramientas
que emplearon y los alimentos naturales que recolectaban. Esta diversidad en la
cultura nativa también es patente en las lenguas que hablaban. Los especialistas
en lingüística dividen los lenguajes indios en doce ramas, cada una de ellas tan
distinta a las demás como lo son los lenguajes semíticos de los indoeuropeos.
En cada una de esas doce ramas lingüísticas se hablan muchas lenguas y
dialectos distintos, cada uno de ellos tan diferentes como es el inglés del ruso.
En total, los americanos nativos hablaban unas dos mil lenguas: una diversidad
lingüística superior a la de cualquier parte del mundo. ¿Cómo dar razón de esa
sorprendente diversidad de culturas indias? La explicación está en que
comprendamos las condiciones ambientales y el modo en que unas bandas de
Página 7 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
personas se adaptaron a su medio natural, moldeando su cultura de manera tal
que les permitiera sobrevivir en su región. Como ocurrió en otras partes del
mundo prehistórico, los seres humanos eran fundamentalmente recolectores de
semillas y cazadores. Para vivir, dependían de un abastecimiento de alimento
sobre el cual tenían poco control. Luchaban por dominar el ambiente, pero con
frecuencia se encontraban a su merced. De esta manera, por dar un ejemplo, al
ocurrir en Norteamérica grandes cambios geológicos hacia el año 8000 a.C.,
vastas áreas, de Utah a las tierras altas de América Central, se convirtieron de
pastizales en desiertos. La caza mayor y las plantas que necesitan mucha agua
no pudieron sobrevivir a dichos cambios, y las culturas indias de esas zonas
bien se movieron a la búsqueda de nuevas fuentes de comida, bien modificaron
sus culturas, logrando adaptarlas a las nuevas condiciones.
7. Página 7 de 27 Otra manera de comprender el proceso de cambio cultural y la
proliferación de grupos culturales consiste en centrar nuestra atención en la
agricultura: la domesticación de la vida vegetal. Como todos los organismos
vivientes, los seres humanos a fin de cuentas dependen de las plantas para
sobrevivir. Tanto para el hombre como para los animales, las plantas son la
fuente del combustible que sostiene la vida. El Sol es la fuente primera de esa
energía. Pero para aprovechar la energía solar los humanos y los animales
deben apoyarse en las plantas, ya que éstas son los únicos organismos capaces
de producir cantidades importantes de material orgánico mediante el proceso de
la fotosíntesis. El alimento vegetal fue –y sigue siendo- elemento estratégico en
la cadena de la vida. Alimentó a los seres humanos y sustentó a los animales
que proporcionan a éstos su segunda fuente de alimentación. Cuando los
humanos aprendieron a controlar la vida de las plantas –llamamos agricultura a
tal proceso-, dieron un paso revolucionario en dirección a dominar el ambiente.
Fue la domesticación de las plantas lo que comenzó a emancipar los seres
humanos de la opresión del mudo físico, pues se enfrentaban a la extinción si
decrecía o desaparecía el abastecimiento de alimento a causa de fuerzas que
escapaban a su dominio. Aprender a cosechar, plantar y nutrir la semilla
equivalía a tomar en sus manos algunas de las funciones de la naturaleza, y a
obtener el control parcial de lo que hasta entonces era ingobernable. A raíz de
esa adquisición de un control parcial de las fuerzas de la naturaleza vinieron
vastos cambios culturales. Es difícil datar el advenimiento de la agricultura en
el Nuevo Mundo, pero se estima que ocurrió entre los años 8000 y 5000 a.C. En
ese periodo la agricultura también se estaba desarrollando en Europa, Asia y
África. Dónde se dio primero esto, cuestión muy debatida, es de menor
importancia que otro hecho: la “revolución agrícola” comenzó de modo
independiente en varias partes del mundo muy separadas entre sí. Cuando la
producción de alimentos a partir de plantas domesticadas reemplazó a la
recolección de alimentos proporcionados por plantas silvestres, en la vida de las
sociedades se dieron cambios muy significativos. Primero, la domesticación de
plantas permitió una existencia más sedentaria en comparación con la nómada.
En segundo lugar, impulsó un gran crecimiento de la población, pues incluso el
cultivar una porción pequeña como el 1% de la tierra produjo enormes
incrementos en el abastecimiento de comida. En tercer lugar, el cultivo de
plantas redujo la cantidad de tiempo y energía necesarios para obtener la
alimentación, con lo cual se lograron condiciones más favorables para el
desarrollo social político y religioso, para la expresión estética y para la
innovación tecnológica. Finalmente, en la mayoría de las zonas llevó a una
Página 8 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
división sexual del trabajo, en que los hombres desbrozaban la tierra y se
dedicaban a la caza, mientras que las mujeres plantaban, cultivaban y
recolectaban. De esta manera, la revolución agrícola comienza a dar una forma
nueva al esquema cultural de las sociedades nativas. Una organización social y
política más compleja acompañó al crecimiento de la población y el inicio de
una vida sedentaria en aldeas. Las bandas crecieron en tribus y éstas en
entidades políticas mayores. Se especializaron las tareas y se creó una estructura
social más compleja. En algunas sociedades el especialista en religión se volvió
figura dominante, tal como en otras partes del mundo donde se había dado la
revolución agrícola. Esa figura religiosa organizaba a los seguidores, dirigía su
trabajo y pedía de ellos tributos y culto; a cambio, se contaba con él para que
protegiera a la comunidad de las fuerzas hostiles. Cuando los europeos llegaron
por primera vez al “Nuevo Mundo”, los americanos nativos se encontraban en
fases sumamente distintas de esa revolución agrícola y por tanto, sus culturas
estaban señaladas por diferencias sorprendentes. Se ejemplificará el caso
echando un vistazo a varias de las sociedades con las cuales tuvieron los
europeos su primer contacto a principios del siglo XVI. En la región de
Norteamérica las culturas hopi y zuñi habían estado dedicadas, por unos 4 000
años, a la producción agrícola ya la vida sedentaria de ladea antes de que los
españoles llegaran hacia 1540. Hacia 700-900 d.C., la cultura “pueblo”, como la
llamaron los españoles, había desarrollado aldeas bien trazadas, compuestas de
grandes edificios en terrazas, cada uno de ellos con muchos cuartos. Esas aldeas
con casas tipo apartamento estaban construidas a menudo en sitios propios para
la defensa: en rebordes de roca sólida, en cimas planas o en mesas empinadas,
sitios que daban a los hopis y zuñis protección contra sus enemigos del norte,
los apaches. La
8. Página 8 de 27 mayor de ellas, en Pueblo Bonita, tenía unas ochocientas
habitaciones y tal vez haya albergado hasta mil personas. No volverían a verse
en el continente construcciones tipo casa de apartamentos tan grandes sino en la
ciudad de Nueva York, hacia fines del siglo XIX. A la llegada de los españoles
los hopis y los zuñis usaban en las aldeas como técnicas para traer agua a lo que
por siglos había sido una zona árida, marginal desde el punto de vista agrícola.
Al mismo tiempo, se enriqueció el trabajo en cerámica, el algodón reemplazó a
la fibra como material para vestirse y el tejido de canastas fue más artístico. Por
las soluciones técnicas dadas al problema del agua, por sus esfuerzos artísticos.
Por sus prácticas agrícolas y su vida aldeana, la sociedad pueblo no era, en
vísperas de la llegada de los españoles, radicalmente distinta de las
comunidades campesinas de la mayoría del mundo euroasiático. Muy al oriente
de los zuñis y hopis se desarrollaban otras culturas indias. De las grandes
llanuras de América del Norte a la zona costera del Atlántico crecían en fuerza
una gran variedad de tribus pertenecientes a tres grupos lingüísticos principales:
el algonquino, el iroqués y el siouan. Su existencia en la parte oriental de
Norteamérica, que se remonta según pruebas incluso hasta 10 000 a.C., tenía
como base una mezcla de agricultura, recolección de alimentos caza y pesca.
Como otros grupos tribales afectados por la revolución agrícola, gradualmente
adoptaron asentamientos semifijos y crearon una red comercial que unía una
vasta región. De esas sociedades, una de las más impresionantes es la de los
llamados constructores de túmulos, del valle del río Ohio, quienes levantaron
gigantescas construcciones de tierra esculpida, de diseño geométrico, en
ocasiones con figura de grandes seres humanos, pájaros o serpientes enroscadas.
Página 9 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
Cuando los exploradores de la época colonial cruzaron los Apalaches por
primera vez, tras casi un siglo y medio de estar en el continente, quedaron
pasmados ante esas construcciones monumentales, algunas de las cuales medían
más de veinte metros de altura. La imagen estereotipada que tenían los indios
orientales –como primitivos habitantes del bosque- no les permitió creer que
estuvieran construidas por pueblos nativos, de modo que se inventaron mitos
para explicar que sobrevivientes de la hundidas islas de la Atlántida o
descendientes de los egipcios y fenicios, alejándose mucho desde sus tierras
nativas, habían construido esos monumentos misteriosos y desaparecido
después. Peines y objetos decorativos finamente trabajados, obtenidos en los
asentamientos de los constructores de cúmulos de Hoperwrill, fueron fabricados
siglos antes de la llegada de los europeos. Cortesía de la Ohio Historical
Socierty.
9. Página 9 de 27 Hoy en día arqueólogos y antropólogos han llegado a la
conclusión de que los constructores de túmulos fueron los antepasados de crics,
choctaws y natchez. Su cultura se fue desarrollando lentamente a lo largo de
siglos y, cuando el surgimiento del cristianismo había alcanzado una
considerable complejidad. Tan sólo en el sur de Ohio se han identificado unos
diez mil túmulos, usados como cementerios. Se han excavado otros mil
recintos, con muros de tierra, incluyendo una fortificación enorme, cuya
circunferencia es de casi cinco kilómetros y medio, que encierra unas cuarenta
hectáreas o el equivalente a cincuenta manzanas de una ciudad moderna. Los
arqueólogos saben que los constructores de túmulos participaron en una vasta
red comercial que cubría la mitad oriental del continente, pues una gran
variedad de objetos encontrados en las tumbas de los túmulos tienen su origen
en otras partes del continente: grandes cuchillos ceremoniales, hechos de
obsidiana desprendido de las formaciones rocosas situadas en lo que hoy es el
Parque Nacional de Yellowstone; pectorales repujados, ornamentos y armas
fabricadas de pepitas de cobre provenientes de la región de los Grandes Lagos;
objetos decorativos tallados en hojas de mica traídas de los Apalaches
meridionales; ornamentos hechos de dientes de tiburón y caimán y de conchas
venidas del golfo de México. Hacia el año 500 d.C., la cultura de los
constructores de túmulos empezó a declinar, quizás a causa de los ataques de
otras tribus, tal vez por los severos cambios climáticos, que socavaron la
agricultura. En Occidente comenzaba a florecer otra cultura, basada en una
agricultura intensiva. Su centro estaba al sur de lo que hoy es San Luis, y se
expandió hasta abarcar una gran parte de la cuenca del Misissipi, de Winsconsin
a Lousiana y de Oklahoma a Tennessee. En su orbita quedaron incluidas miles
de aldeas. Hacia el año 700 d.C., esta cultura del Misisipí, nombre que le han
dado los arqueólogos, comenzó a extender su influencia hacia el oriente; y
transformó la vida de la mayoría de las tribus que habitan los bosques,
tecnológicamente menos avanzadas. Al igual que los constructores de túmulos
gigantescos como lugares de entierro y ceremonia. El mayor de ellos, que se
levanta en cuatro terrazas hasta una altura de treinta metros, tiene una base
rectangular que cubre casi seis hectáreas y contienes unos 625 000 metros
cúbicos de tierra, con una base mayor que la Gran Pirámide en Egipto. Esta
enorme obra de tierra, construida entre los años 900 y 1100 d.C., se encuentra
frente al asiento de una ciudad india empalizada, dentro de la cual hay más de
cien pequeños túmulos artificiales que marcan entierros. Entre ellos se
distribuía un vasto asentamiento, llamado por un arqueólogo “la primera
Página 10 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
metrópoli de los Estados Unido”. Se estima que esta ciudad del valle del
Misisipí, conocida como Cahokia, tuvo una población de 35 000 habitantes. Los
ornamentos de fino trabajo y las herramientas recuperados por los arqueólogos
en Cahokia incluyen una cerámica muy avanzada, obras de cantería finamente
esculpida, hojas de cobre y de mica cuidadosamente realzadas y grabadas y una
manta funeral hecha de 12 000 conchas. Todos esos artefactos indican que
Cahokia fue en verdad un centro urbano, con casas agrupadas en núcleos,
mercados y especialistas en la fabricación de herramientas, curtido de pieles,
cerámica, joyería, tejido y obtención de sal. Varios siglos antes de llegar los
europeos al litoral atlántico, la cultura de los constructores de túmulos y la del
Misisipi, habían pasado su mejor momento y, por razones que aún no están
claras, comenzaron a extinguirse. Pero su influencia había pasado ya al oriente,
y transformado las sociedades de los bosques a lo largo de la llanura costera
atlántica. Aunque las muy dispersas y relativamente fragmentadas en tribus iban
de Nueva Escocia a Florida nunca igualaron a las sociedades anteriores del
centro en diseño arquitectónico, en esculturas de tierra o en expresión artística,
lejos estaban de ser los pueblos primitivos de los bosques pintados por los
europeos. Habiéndolos cambiado del contacto con las culturas hopewell y del
Misisipí, agregaron un uso limitado de la agricultura a las habilidades que ya
habían adquirido en la explotación de una amplia variedad de plantas naturales
como alimento, medicina, tintes, saborizantes y tabaco. En las híbridas
economías rurales que resultaron, utilizaban todos los recursos que los
rodeaban: la tierra abierta, bosques, corrientes, costa y océano. En su mayoría
esa gente de los bosques septentrionales, en cuyas tierras comenzaron a
acampar, hacia fines del siglo XV, pescadores europeos que allí secaban su
bacalao, vivía en aldeas, en especial tras verse influida por las tradiciones
agrícolas de las sociedades de Ohio y del valle del Misisipi. Al situar sus
maizales cerca de los lugares de pesca, y al aprender a fertilizar las plantas
jóvenes con cabezas de pescado, adoptaron un patrón de vida más sedentario.
Construían sus aldeas a menudo estacadas, con wigwams de abedul y de olmo,
con techo de cúpula, que los europeos copiaron en los primeros
10. Página 10 de 27 años. Las canoas de corteza de abedul, lo bastante ligeras
para que un solo hombre las transportara de una corriente a otra, les permitieron
comerciar y comunicarse en un vasto territorio. Se ve el grado de desarrollo que
había en esas sociedades de los bosques orientales, en vísperas de su contacto
con los blancos, en los restos arqueológicos extraídos en un pueblo hurón, en la
región de los Grandes Lagos, que incluía más de cien estructuras amplias, en las
que habitaba una población de entre cuatro mi y seis mil personas. Los
asentamientos de ese tamaño eran mayores que la aldea europea promedio del
siglo XVI, y, excepto por un puñado de casos, mayores que los pueblos
coloniales europeos de los Estados Unidos, un siglo y medio después de haberse
iniciado la colonización. A lo largo del litoral atlántico, desde la bahía de San
Lorenzo hasta la Florida, los europeos encontraron veintenas de tribus locales
pertenecientes a los grupos de los bosques orientales. Cada una de ellas
mantenía elementos culturales propios de su pueblo, aunque compartieran
11. Página 11 de 27 muchas cosas, con las técnicas agrícolas, división sexual
del trabajo, diseño de la cerámica, organización social y fabricación de las
herramientas. Pero el más importante denominador común de todas ellas era
que habían dominado su hábitat local de tal manera que podían sustentar la vida
Página 11 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
y aseguraban la perpetuación de su gente. Muy al norte estaban los abenakis, los
penobscots, los passamaquodys y otros que vivían de los productos del mar y
complementaban su dieta con azúcar de acre y unos cuantos alimentos más.
Hacia el sur, en lo que posteriormente sería Nueva Inglaterra, estaban los
Massachussets, wampanoags, pequots, narrangansetts, niantics, mohicanos y
otros, tribus pequeñas que ocupaban zonas bastante definidas y sólo se reunían
para efectuar un comercio ocasional. Al sur de estos en el área del medio
Atlántico, estaban los lennilenapes, susquehannocks, nanticokes, pamunkeys,
shawnees (o shonis), tuscaroras, cataubas, y otros, que susbsistían con base en
una mezcla de agricultura, mariscos, caza y alimentos silvestres. También ellos
vivían en aldeas y llevaban una existencia semisedentaria. El sudeste una de las
regiones densamente pobladas de la costa atlántica, allí había culturas ricas y
completas, alguna unidas en confederaciones muy libres. Estos pueblos que
pertenecían a varios grupos lingüísticos, remontaban su ascendencia a por lo
menos 8 000 años. Es en el sudeste, donde se da una de las cerámicas más
trabajadas de la parte oriental del continente, cerámica que comenzó unos 2 000
años a.C. También estaban integradas a esas culturas las técnicas hopewell de
construcción de túmulos, y unos cuantos cientos de años antes de que De Doto
pasara por la zona, hacia 1540, eran un rasgo distintivo del área centros
ceremoniales grandiosos, cuya construcción significó mover tierra en escala
prodigiosa. Por su contacto con la cultura del Misisipi, las tribus del sudeste
desarrollaron una cerámica y un tejido de canastas muy complejos, a más de un
comercio a grandes distancias y, organizaciones sociales y políticas jerárquicas
y autoritarias. Esos pueblos incluían a los poderosos crics y yamasis en las
regiones de Georgia y Alabama; a los apalaches en Florida y a la orilla del golfo
de México; los choctaws, chickasaws y natchez en la parte baja del vale de
Misisipi; los cheroquis en los Apalaches del sur y, a lo largo de la costa
sudoriental, varias docenas de tribus menores. LA POBLACIÓN ANTES DEL
PRIMER CONTACTO En víspera del contacto con los europeos ¿cuántos
americanos nativos habitaban en Norteamérica? Los antropólogos han discutido
por décadas acerca de los niveles de población antes de la conquista, y han
buscado métodos que aporten estimaciones fiables. Pero sólo a últimas fechas
aceptaron los eruditos que la mayoría de las estimaciones hechas en el pasado
estuvieron afectadas por la idea que de las sociedades norteamericanas nativas
tenía quien hacía el cálculo. Cuando a la cultura india se le considera “salvaje”
caracterizada por cazadores y recolectores nómadas, es difícil pensar que en
Norteamérica hubiera poblaciones numerosas. Pero si se piensa es sociedades
sedentarias, agrícolas y complejas en su organización social, entonces parecen
posibles cifras elevadas. Hasta hace unos años, se aceptaba que un millón era la
población de norteamericanos nativos al norte de México, en el periodo
inmediato anterior al primer contacto, tomándose la estimación hecha hace
aproximadamente medio siglo por el muy respetado antropólogo James
Mooney. Hoy en día se ha puesto severamente en duda esa cifra, ante todo con
base en investigaciones en que se demuestra que Moorey subestimó
enormemente el desastre demográfico ocurrido cuando los americanos entraron
en contacto con las enfermedades europeas. Mooney basó sus cálculos en
tabulaciones aproximadas sobre el número de indios, hechas en distintas zonas
varias décadas e incluso más tiempo después del contacto inicial. Pero no tomó
en cuenta la profunda caída de la población, que en muchas regiones llegó al
90% ocurrida con suma rapidez cuando los elementos patógenos transmitidos
Página 12 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
por los europeos infectaron a los americanos y se dispersaron como un
relámpago por sus aldeas. Se piensa ahora que la población existente al norte de
México, mucho antes del primer contacto, pudo haber llegado incluso a los diez
millones de habitantes, de los cuales tal vez 500 000 vivía a lo largo de la
llanura costera y en las regiones premontañosas accesibles a los primeros
colonizadores europeos. Incluso si se reducen a la mitad los cálculos recientes
más liberales, nos vemos ante la sorprendente realidad de que los europeos no
llegaban a un “territorio
12. Página 12 de 27 virgen”, como algunos lo llamaron, sino que invadían un
continente que, en algunas zonas, estaba densamente poblado como su tierra
natal. LOS IROQUESES Entre las culturas que había en los bosques orientales
tenemos a los pueblos iroqueses, a los que podemos enfocar brevemente, con el
propósito de tener una impresión más vívida de cómo se organizaba la vida y la
sociedad en, por lo menos, una cultura india. Los iroqueses iban a convertirse
no sólo en una de las tribus nororientales más populosas, sino además en la más
poderosa de ellas. Su territorio abarcaba de las montañas Adirondack a los
Grandes Lagos, y de lo que hoy es la parte septentrional de Nueva York a
Pennsylvania. Cinco tribus –los mohawks, (“pueblo del pedernal”), los
onondagas (“pueblo de la montaña”), los oneidas (“pueblo de la piedra”), los
cayugas (“pueblo de la meseta”) y los sénecas (“pueblo de la gran colina”)-
componían lo que los europeos llamaron más tarde Liga de los Iroqueses o, en
lengua iroquesa Ganonsyoni, es decir, “la casa tendida a lo largo” o aquello que
se extiende muy lejos. La confederación iroquesa era una vasta extensión del
grupo unido por parentesco que caracterizaba el patrón de asentamiento familiar
en los bosques nororientales; el Ganonsyoni comprendía tal vez 10 000
personas a comienzos del siglo XVII. El origen de la Liga de los Iroqueses es
un tema que ha fascinado a los historiadores por más de un siglo. Algunos
afirman que los iroqueses eran débiles y estaban desorganizados cuando, a
principios del siglo XVII, comenzaron los asentamientos ingleses y franceses, y
deducen que se creó la Liga como un medio de responder a la presencia
europea. Pero estudios anteriores a finales del siglo XV, y derivaba de los
intentos hechos por los iroqueses para resolver una dificultas que los había
atormentado por generaciones en su “confederación ética débilmente
organizada”: el problema de las venganzas de familia y la violencia crónica en
pequeña escala con las tribus algonquinas vecinas. El crecimiento de la
población en el Noreste, causado por un desarrollo de la agricultura más amplio,
había agudizado la necesidad de cazar durante ese periodo. Esto hizo que tribus
se vieran en situaciones de conflicto más frecuentes. En el siglo XV se
estacaron las aldeas iroquesas, señal de que el conflicto se intensificaba, y al
parecer los varones de las aldeas se fueron preocupando más y más por la
guerra. Cuando, en 1531, Jaques Cartier entró por el río San Lorenzo, oyó decir
a miembros de las tribus algonquinas que sus enemigos, los iroqueses, habían
sido expulsados de la región lorenziana varias generaciones antes. La leyenda
dice que Hiawatha, cacique mohawk, condujo la unificación de los iroqueses.
Hacia 1540 Hiawatha perdió a varios parientes y, a causa de su aflicción, se
adentró en el yermo. E n lo que probablemente fue un estado de alucinación,
Hiawatha tuvo una visión; en ella se le apareció un ser sobrenatural llamado
Dekanawidah, que lo nombró su representante. Dekanawidah, escribe Anthony
Wallace, “dictó un código para revitalizar la sociedad iroquesa”; 1 Hiawatha lo
llevó de aldea en aldea, reclutando discípulos que lo consideraban un profeta.
Página 13 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
Las visiones de Hiawatha poco a poco adoptaron la forma de un plan para crear
una confederación nueva y fuerte de las aldeas iroquesas débilmente unidas. La
clave del plan era una prohibición de toda venganza de sangre de cualquier
iroqués contra otro miembro cualquiera de las cinco tribus. En el caso de una
muerte, una ceremonia de condolencia ritualizada cumplía la función de aliviar
la depresión causada por la aflicción, que antes sólo mediante la venganza se
satisfacía. Se concedió el poder de tomar decisiones a nombre de todas las
aldeas a un consejo de cuarenta y nueve jefes delegados por las cinco naciones,
que se reunían en Onondaga. De esta manera, surgió una estructura política para
mantener la paz entre los iroqueses y, poco a poco, absorbió a las tribus
colindantes en la federación. Conforme eran aceptadas las prédicas de Hiawatha
sobre visiones de Dekanawidah, una confederación étnica débil se transformó
en una confederación política más cohesiva. La prohibición de las venganzas
familiares entre los iroqueses permitió que la población aumentara, las aldeas
consiguieran la estabilidad y los iroqueses desarrollaran mecanismos políticos
para resolver sus problemas internos y para presentar un frente más unido al
negociar con sus vecinos algonquinos el uso de los territorios de caza al norte, o
el admitir que tribus dependientes se 1 A. F. C. Wallace, “The Dekanawidah
Myth Analyzed as the Record of Revitalization Movement”, Etnohistory
(1958), p. 126
13. Página 13 de 27 asentaran en su territorio. Que todo esto ocurriera el siglo
anterior a la llegada de los europeos fue fortuito, pues facilitó el desarrollo de
una política iroquesa coordinada para lidiar con los recién llegados europeos.
En muchos sentidos, este “movimiento de revitalización” fue similar a los
surgidos internamente en otras partes del mundo, en épocas muy separadas, de
sociedades sujetas a tensiones. La aparición de una figura mesiánica que pone
en marcha una nueva ola de moralidad, codifica un nuevo enfoque de la vida y,
de esa manera, revitaliza la sociedad en tiempos agitados era una historia que
debiera haber sido familiar a los europeos, dueños de su propia mitología
cristiana. El mensaje de Dekanawidah expresaba un sentido del compromiso
social y del comunitarismo que sería la marca del puritanismo de Nueva
Inglaterra varios siglos después. “Nos unimos intimadamente –dijo
Dekanawidah- tomándonos de la mano muy firmemente y formando un círculo
tan sólido que, de caer un árbol sobre él, no pueda sacudirlo ni romperlo, de
modo que nuestros pueblos y nuestros nietos encontrarán en ese círculo
seguridad, 2 paz y felicidad.” Así pues, en el periodo anterior a la llegada de los
europeos el propósito mínimo de la Liga de los Iroqueses era robustecer las
aldeas, unirlas y fortalecer a los iroqueses contra los ataques venidos de fuera o
las divisiones venidas del interior. Mas tarde, los filósofos de la Liga expusieron
un propósito máximo que, una vez más tiene paralelo en el sentido de misión de
los puritanos: “la conversión de toda humanidad, de modo que la paz y la
felicidad sean la suerte otorgada a los pueblos de toda la tierra”, de manera que
toda la gente se funda en una sola confederación humana. Se afirma que
Dekanawidah dijo: “Las raíces blancas del Gran Árbol de la Paz seguirán
creciendo, harán avanzar la Mente Buena y la Rectitud y la Paz, y pasarán a los
territorios de 3 pueblos dispersos en el bosque, muy lejos” Si los europeos
compartían algunos aspectos de la cultura iroquesa, otros eran lo bastante
diferentes como para convencer a los colonos de que su sociedad tenía poco en
común con la del pueblo indígena. Por ejemplo, en las aldeas iroquesas el
trabajo era comunitario y la tierra no era propiedad de los individuos, sino de
Página 14 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
todos en común. Una familia podía cultivar su trozo de tierra, pero se entendía
que tal uso de ninguna manera significaba propiedad privada. De igual manera
significaba propiedad privada. De igual manera la caza era una empresa
comunitaria. Aunque los cazadores se diferenciaban en su habilidad para
acechar y matar ciervos, se traía a la aldea el botín colectivo obtenido por la
partida de caza, y se dividía entre todos. De modo similar, varias familias
ocupaban una casa grande, pero ésta en sí, como todo lo demás de la
comunidad, estaba considerada propiedad común. Entre los iroqueses, el
concepto de la propiedad privada –la idea de que cada persona sea dueña de su
propia tierra o casa- hubiera golpeado el centro mismo del tema de mayor
importancia en un sistema de valores: el principio del cooperativismo o de lo
comunitario. “Ellos no necesitan asilos para pobres –escribió en 1657 un jesuita
francés-, porque entre ellos no habrá ni mendigos ni indigentes mientras haya
gente rica. Su bondad, humanidad y cortesía no sólo los hacen liberales con
aquello que tienen, sino que los llevan a poseer todo lo común, excepto por
algunas cosas. Toda la aldea deberá carecer de maíz para que sea un individuo a
pasar privaciones.” . Más o menos por la misma época un misionero holandés
escribió: “Por lo general, los jefes son los más pobres entre ellos, porque en
lugar de recibir de la gente 4 común, como ocurre entre los cristianos, están
obligados a dar a la muchedumbre.” Un asentamiento aldeano se organizaba
con base en grupos consanguíneos grandes. En oposición a la práctica europea,
la familia iroquesa era matrilineal, y la línea femenina determinaba la
pertenencia en una familia. De esta manera, la familia típica estaba compuesta
de una anciana, sus hijas con sus maridos e hijos y las nietas y nietos solteros.
Hijos y nietos permanecían con su grupo de parentesco hasta que se casaban;
entonces, se unían a la familia de la esposa. También el divorcio era
prerrogativa de la mujer; de quererlo, le bastaba con poner las posesiones del
esposo a la puerta de la gran casa. Así, la sociedad iroquesa estaba organizada
alrededor del 2 Anthony F.C. Wallace, The Death and Rebirth of the Seneca,
Alfred A. Knopf. Inc. Nueva York, 1970, p. 42. 3 Ibid., p. 42. 4 Reuben Gold
Thwaites (compilador), The Jesuit Relations and Allied Documents: Travels
and Explorations of the Jesuit Missionaries in New France, 1610-1791, Burrows
Brothers,, Cleveland, 1899, vol. XLIII. P. 271; Johannes Megapolensis, Jr., “A
short Account of the Mohawk Indians” (1644), apud J. Franklin Jameson,
Narratives of New Netherland, 1609-1664, Charles Scribner´s Sons, Nueva
York, 1909, p. 179.
14. Página 14 de 27 “hogar” matrilineal. A su vez, los varios grupos de
parentesco matrilineal relacionados por lazos de sangre por la parte materna, tal
como entre hermanas, formaban un ohwachira o grupo de familias relacionadas.
Esos ohwachiras se agrupaban en clanes. Una aldea podía estar compuesta de
una docena o más de clanes. Las aldeas o clanes se combinaban para crear una
nación o “estado de 5 consanguíneos”, (como se le ha llamado) de sénecas o de
mohawks. La sociedad iroquesa no sólo era matrilineal en su organización
social, sino que otorgaba a las mujeres de la comunidad una parte del poder
político. En las aldeas la autoridad política derivaba de los ohwachiras, a cuyo
frente estaban las mujeres de mayor edad de la comunidad. Eran ellas las que
nombraban a los hombres que representarían a los clanes en los consejos de
aldea y de tribu, y quienes nombraban a los cuarenta y nueve caudillos y jefes
que se reunían periódicamente en Onondaga como el consejo gobernante de las
Cinco Naciones confederadas. Por lo general, esos jefes civiles eran hombres
Página 15 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
maduros o ancianos, que en el pasado habían ganado fama como guerreros, pero
que ahora “abandonaban la senda de la guerra a favor de la 6 hoguera del
consejo”. El poder político de las mujeres no se limitaba a decidir qué
representantes varones irían a los distintos consejos gobernantes. Cuando los
clanes individuales se encontraban, de un modo parecido a las reuniones de
pueblo posteriormente celebradas en Nueva Inglaterra, las mujeres de mayor
edad participaban plenamente; se agrupaban detrás del círculo de hombres que
se encargaban de los discursos públicos, cabildeaban con ellos y les daban
instrucciones. A un extraño pudiera parecerle que los hombres mandaban, pues
ellos pronunciaban los discursos públicos y formalmente tomaban las
decisiones. Pero las mujeres compartían su poder. Si los hombres del consejo
aldeano o tribal se alejaban demasiado de lo decidido por las mujeres que los
nombraban, éstas podían destituirlos o “descornarlos”. Estaban seguros en sus
puestos mientras satisficieran la voluntad de las mujeres que les habían dado el
cargo. Esta división del poder entre varones y mujeres se ampliaba aún más por
el papel que éstas tenían en la economía tribunal. Mientras que los hombres se
encargaban de la caza y de la pesca, las mujeres eran las principales agricultoras
de la aldea. Como cuidadoras de las cosechas, eran igualmente importantes para
el mantenimiento de la comunidad. Más aún: cuando los hombres partían en
expediciones de caza, que con frecuencia exigían alejarse de la aldea por un
periodo de semanas, las mujeres quedaban al mando pleno de la vida diaria de
la comunidad. Las mujeres tenían un papel importante incluso en las cuestiones
bélicas, pues eran ellas quienes proporcionaban los mocasines y la comida para
las expediciones guerreras; el decidirse a negar estas provisiones equivalía a
vetar una correría militar. De tal manera, los dos sexos compartían el poder, y
en la sociedad iroquesa estaba a ojos vistos ausente la idea europea de que el
hombre dominaba y la mujer se subordinaba en todas las cosas. Cuando se
intenta comprender la naturaleza de la interacción iroqués-europea, también es
útil examinar el desarrollo de la “personalidad” y de los patrones de conducta
individual de los iroqueses. Los psicólogos nos dicen que una gran parte de los
rasgos de nuestra personalidad, de nuestro modo de responder a las personas y a
los acontecimientos, se encuentran enraizados firmemente en la crianza
recibida. Las variedades de educación infantil adoptadas por una sociedad son
importantes para comprender la conducta colectiva. Los iroqueses y otros
pueblos de los bosques, y en no menor medida que los europeos, establecieron
prácticas de crianza infantil que enseñaron a los niños los conocimientos y las
habilidades necesarios para la supervivencia. Además, también les hacían
comprender su herencia cultural e histórica, para así inculcarles identidad como
grupo y un sólido sentimiento de lealtad y responsabilidad hacia éste. Así pues,
los padres iroqueses enseñaban a sus hijos cómo cazar, hacer herramientas,
obtener cosechas e identificar plantas y animales, así como los inglese
enseñaban a sus hijos los rudimentos de la supervivencia cotidiana. Asimismo,
ambas sociedades se esforzaban por dar a los niños un sentido de su herencia, y
les instalaban lealtad de grupo mediante rituales y ceremonias. La actitud hacia
la autoridad es un aspecto de la crianza de niños en que se diferencian las
culturas europeas e iroquesas. En ésta el aldea estaba en un individuo
autónomo. “La libertad en su grado más considerable se vuelve en ellos una
pasión dominante”, observó un cuáquero a 5 William N. Fenton, “The Iroquois
in History”, en Eleanor Burke Leacok y Nancy Oestreich Lurie (compiladoras),
Página 16 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
North American Indians in Historical Perspective, Random House, Inc., Nueva
York, 1971, p 139. 6 Ibid., p. 138.
15. Página 15 de 27 7 principios del siglo XIX; y su descripción es eco de
aquellas hechas por jesuitas dos siglos antes Se esperaba de los muchachos que
fueran buenos cazadores y miembros del clan leales y generosos; no se los
respetaba si eran dependientes, sumisos o los apocaba en exceso la autoridad.
Desde muy temprano en la vida se les adiestraba “para que pensaran por sí
mismos, 8 pero actuaran en bien de los demás” Se les preparaba para entrar en
una sociedad adulta que, a diferencia de la europea, no era jerárquica, pues los
individuos vivían de acuerdo con una base más igualitaria, estando el poder
distribuido de manera más equitativa entre hombres y mujeres o viejos y
jóvenes que en la sociedad europea. Como no se apreciaban las posesiones
materiales y carecía de importancia la propiedad privada de bienes, el principio
de competición funcionaba sólo cuando estuviera comprometido el prestigio de
un cazador o guerrero. La aspiración a tener bienes mundanos a costa de un
compañero de clan hubiera caído a un iroqués del desprecio de la aldea, y
habría estado fuera de lugar mostrar diferencia por los otros miembros de la
misma. En la sociedad europea, donde se ansiaban muchísimo las posesiones
materiales, donde la estructura social trazaba distinciones complicadas entre
ricos y pobres, piadosos y no piadosos, alfabetizados y no alfabetizados,
varones y mujeres y personas políticamente privilegiadas y no privilegiadas, se
prestaba mucha más atención a mantener el debido respeto a la autoridad. La
sumisión a la autoridad y el mantenimiento de los estratos jerárquicos fueron los
principios alrededor de los cuales se organizó la crianza de niños. En la
educación de sus hijos los padres iroqueses eran más permisivos que su
contraparte europea. No creían en los castigos físicos duros. Fomentaban en los
jóvenes que imitaran la conducta adulta, y se mostraban tolerantes con sus
primeros intentos chapuceros. En los primeros meses de vida del infante, la
madre lo alimentaba y protegía, pero al mismo tiempo lo endurecía bañándolo
en agua fría. El destete no solía comenzar hasta a los tres o cuatro años de edad.
En vez de iniciar a una edad temprana un régimen estricto de adiestramiento por
lo que a las necesidades fisiológicas se refiere, se permitía al niño avanzara a su
ritmo en el dominio de las funciones naturales. Se aceptaba como normal un
interés temprano en la anatomía del cuerpo y en la experimentación sexual todo
esto contrastaba tajantemente con las técnicas de crianza infantil europeas, que
subrayaban la importancia de acostumbrar al niño a la autoridad desde una edad
temprana, y fortalecían esto quitando al niño pecho materno hacia los dos años,
enseñándole desde una edad temprana a evacuar en lugares apropiados, y todo
mediante el empleo frecuente de castigo físico, la condena de toda curiosidad
sexual precoz, y haciendo hincapié en que la obediencia a la autoridad y el
respeto por ella eran virtudes capitales. Los padres iroqueses habrían
considerado mal traído el consejo dado por John Robinson, pastor de los padres
peregrinos, a los padres de su congregación: “Y de seguro que en todos los
niños hay [...] terquedad y una dureza de mente que surge del orgullo natural,
las que debemos deshacer y abatir a golpes en primer lugar, pues habiéndose
logrado que los fundamentos de su educación se asienten sobre la humildad y la
docilidad, a su debido tiempo podrán erigirse otras virtudes a partir de allí. [...]
los padres deben atender cuidadosamente al castigo y la domesticación de esa
terquedad [...] Para que se restrinjan y repriman esa voluntad y esa testarudez de
los niños [...] De ser posible ocultarlo de ellos, los niños no deberán saber que
Página 17 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
tienen voluntad propia, y sí que están 9 al cuidado de los padres .” También
respecto a los miembros adultos de la sociedad era distinta la concepción de la
autoridad. En la sociedad iroquesa, como en la mayoría de las sociedades indias
de Norteamérica, no cabía la complacida maquinaria desarrollada en la suya por
los europeos, en los bosques del noroeste se encontrarían leyes ni ordenanzas,
alguaciles ni condestables, jueces ni jurados, tribunales ni cárceles: todo el
aparato autoritario de las sociedades europeas. Pese a ello, estaban firmemente
asentados los límites de una conducta aceptable. Aunque se enorgullecían de la
autonomía de sus individuos, los iroqueses mantenían un estricto sentido de lo
correcto y de lo incorrecto. Pero antes que atenerse a instrumentos de autoridad
formales, gobernaban la conducta inculcando al grupo un sólido sentido de la
tradición y la pertenencia mediante rituales llevados a cabo en común. Era este
sentido del deber, fortalecido por el miedo a las murmuraciones y una 7 Apud
Wallace, Death and Rebirth of the Seneca, p. 30. 8 Ibid., pag, 34. 9 Apud John
Demos. A Little Commonwealth: Family Life in Plymouth Colony, Oxford
University Press, Inc., Nueva York, 1970, pp. 134-135.
16. Página 16 de 27 creencia firmemente asentada en el poder de los malos
espíritus para castigar a los pecadores, el que aplacaba la conducta antisocial
entre los iroqueses. En la sociedad europea un crimen o un hecho inmoral daban
lugar a una investigación, arresto, juicio, sentencia y encarcelamiento, que, a lo
largo de varias etapas del proceso, implicaban la autoridad de cierto número de
personas y de recursos institucionales. En la sociedad india funcionaba un
sistema más sencillo para transformar al individuo disidente. Quien robaba la
comida del otro y se mostraba cobarde en la guerra era “avergonzado” por su
pueblo y condenado al ostracismo hasta que hubiera expiado sus actos y
demostrado que moralmente se había purificado. Además, los iroqueses y otras
sociedades de los bosques empleaban una forma de psicoterapia para resolver
problemas personales y de grupo. Como creían que los sueños eran “el lenguaje
del alma”, les prestaban mucha atención y “de modo deliberado buscaban en
ellos 10 respuestas a muchos de sus problemas de la vida”. Más de dos siglos
antes de desarrollar Freud la teoría psicoanalítica, las culturas indias del norte
reconocieron que la mente tiene tanto niveles consientes como inconscientes;
que a menudo se expresaban simbólicamente, en sueños, deseos y miedos
inconscientes; que tales deseos y ansiedades, si quedaban insatisfechos o sin
resolver, podían causar una enfermedad psíquica y psicosomática; y que
quienes sufrían pesadillas o sueños obsesivos a menudo encontraban alivio
contándolos a un grupo, cuyos miembros intentaban ayudar a que el individuo
encontrara el significado de su problema subconsciente y la cura para el mismo.
Un incrédulo sacerdote jesuita, el padre Ragueneau, describió esta teoría de los
sueños según lo que presenció en las aldeas huronas, en 1649. Los indios,
informó, creen que “Además de los deseos que solemos tener son libres o, al
menos, voluntarios en nosotros [...], nuestras almas tienen otros que son, por así
decirlo, innatos y se encuentran ocultos. Éstos, dicen, vienen de las
profundidades del alma, y no a través de algún conocimiento, sino mediante una
cierta transportación ciega del alma hasta ciertos objetos; en el lenguaje de la
filosofía, podíamos llamar a esos accesos desidería innata, para diferenciarlos
de los anteriores, a los que se llama desidería elicita. Ahora bien, creen que el
alma hace conocer esos deseos naturales por medio de los sueños, que son su
lenguaje. Por consiguiente, cuando se cumplen esos deseos, está satisfecha;
pero, por lo contrario, si no se le concede lo que desea, se enoja y no sólo niega
Página 18 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
al cuerpo el bienestar y la felicidad que buscaba procurarle, sino que a menudo
se revela contra él, provocándole distintas enfermedades y hasta la muerte, [...]
En consecuencia de esas ideas erróneas, la mayoría de los hurones tiene mucho
cuidado de observar sus sueños, y de proporcionar al alma lo que ésta les ha
descrito cuando duermen. Si, por ejemplo, en el sueño han visto una jabalina,
tratarán de obtenerla; si sueñan que dieron una fiesta, una darán en despertando,
de tener con qué, y así con otras cosas. A esto lo llaman Ondinnonk: un deseo
11 secreto del alma que se manifiesta por medio de un sueño .” Sería erróneo
glorificar la cultura iroquesa o juzgarla superior a la del invasor europeo. Hacer
eso equivaldría a invocar las mismas categorías de “superior” e “inferior”
empleadas por los europeos para justificar la violencia que desataron al llegar al
Nuevo Mundo y olvidar que los ejercicios de dar un orden a las culturas
dependen casi por completo de los criterios utilizados. En lugar de clasificar
culturas, casi siempre un ejercicio de las sociedades expansionistas que intentan
subyugar a otro pueblo, debemos comprender que la sociedad iroquesa, al igual
que la inglesa o la francesa, era un sistema social total que había estado
evolucionando por un largo periodo antes de llegar los europeos. En virtud de
su relación dinámica con el ambiente y con los pueblos vecinos, los iroqueses
habían aumentando su población, eran más sedentarios en su modo de vida, más
hábiles en las técnicas agrícolas y más sutiles en sus formas de arte. Además,
habían surgido como una de las sociedades más fuertes, políticamente más
unidas y militaristas de los bosques nororientales. Incluso después de formarse
la Liga de los Iroqueses, uno de cuyos objetivos era disminuir las guerras entre
las tribus, parece haberse dado un número impresionante de luchas entre Cinco
naciones y pueblos algonquinos circundantes. Muchos de esos conflictos 10
Bruce G. Trigger, The Children of Aataentsic: A History of the Huron People to
1660 (2 vols), McGill- Queen´s University Press, Montreal y Londres, 1976,
I.p. 81. 11 Apud Antony F.C. Wallace, “Dreams and the wishes of the Soul: A
Type of Psychoanalytic Theory among the Seventeenth-Century Iroquois”,
American Anthropologist 60 (1958). P. 236.
17. Página 17 de 27 significaban una búsqueda de gloria, y pudieron haberse
iniciado algunos más para probar la recién forjada alianza de las cinco tribus
contra otras tribus menores, que podían sujetarse al dominio iroqués. Sean
cuales fueran las razones, en vísperas de llegar los europeos sus vecinos temían
y en ocasiones odiaban a los iroqueses por su habilidad y crueldad en la guerra.
Desde luego, las iroquesas no fueron las únicas tribus indias que los europeos
encontraron a principios del XVII. A lo largo del litoral atlántico, desde la bahía
de San Lorenzo hasta la Florida, ingleses, españoles, holandeses y franceses
hallaron un vasto número de grupos tribales. Variaban ésos en población y
poderío, pero incluso en zonas de baja densidad de población habían
evolucionado culturas dinámicas. En varias regiones el conflicto entre las tribus
había dado como resultado unificaciones o confederaciones políticas que los
europeos tuvieron que tomar en cuenta. Como terminaría por ser evidente,
incluso un número reducido de indios podía significar un problema considerable
para quienes intentaran ocuparles la tierra. LA COSMOVISIÓN DE LOS
NORTEAMERICANOS NATIVOS Aunque las culturas nativas de
Norteamérica y las europeas no eran tan diferentes como sugieren los conceptos
de “salvajismo” y civilización”, en los siglos anteriores al primer contacto las
sociedades del lado oriental y occidental del Atlántico habían desarrollado
sistemas de valores diferentes. Como base de los enfrentamientos físicos que se
Página 19 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
darían al encontrarse los europeos y los americanos estaban sus modos
incompatibles de mirar al mundo. Se podrán apreciar estos conflictos latentes si
se contrastan los puntos de vista europeos e indios respecto a la relación del
hombre con su ambiente, el concepto de propiedad y la identidad personal.
Desde la perspectiva europea, el mundo natural era un recurso para uso del
hombre. “Somete la tierra –se dice en el Génesis-, y tendrás dominio sobre toda
criatura viviente que se mueva sobre ella.” Desde luego, Dios seguía
gobernando el cosmos, y el hombre no podía controlar las fuerzas naturales, que
se manifestaban en terremotos, huracanes, sequías e inundaciones. Pero a
principios del periodo moderno estaba en marcha una revolución científica, que
dio a los seres humanos más confianza en la posibilidad de comprender el
mundo natural y, con ello, de llegar a controlarlo con el tiempo. Para los
europeos los secular y lo sagrado eran cosas distintas, y la relación del hombre
con su ambiente natural caía en el campo de lo secular. En el ethos indio no
existía esa separación entre lo secular y lo sagrado. Toda porción del mundo
natural era sagrada, pues los americanos nativos creían que el mundo estaba
habitado por una gran variedad de “seres”, cada uno de los cuales poseía poder
espiritual y todos los cuales se unían para formar la totalidad sagrada. “De esta
manera –explica Murray Wax-, no se considera a plantas, animales, rocas y
estrellas como objetos gobernados por leyes de la naturaleza, sino como
“compañeros” con quienes el individuo o la banda puede tener una relación
ventajosa en 12 mayo o menor medida.” En consecuencia, si se ofendía a la
tierra desnudándola de su cubierta, respondería golpe por golpe el poder
espiritual de la tierra, llamado “manitou” por algunas tribus de los bosques. Si
se pescaba en exceso o se destruía más caza de la necesaria, el poder espiritual
inherente a peces y animales se vengaría, pues los seres humanos habrían roto la
confianza mutua y la reciprocidad que rige las relaciones entre todos los seres,
sean o no humanos. Explotar la tierra o tratar sin respeto cualquier parte del
mundo natural era separarse del poder espiritual 13 que habita en todas las
cosas y, “por tanto, equivalía a repudiar la fuerza vital de la Naturaleza”. Coma
los europeos consideraban a la tierra un recurso que se explotaba en beneficio
del hombre, era más fácil tratarla como un bien sujeto a propiedad privada. La
posesión privada de bienes se volvió una de las bases fundamentales sobre las
que descansaba la cultura europea. Los cercados se convirtieron en símbolo de
propiedad tenida en exclusiva, la herencia fue el mecanismo empleado para
transmitir esos “activos” de una generación a otra dentro de la misma familia, y
los tribunales proporcionaron el aparato institucional para resolver disputas
sobre la propiedad. En una sociedad principalmente agrícola; la propiedad se
convirtió en base del poder 12 Religión and Magic”, en James A. Clifton
(Compilador). Introduction to Cultural Anthropology: Essays in the Scope and
Method of the Science of Man, Houghton Mifflin Company, Boston, 19 68, p.
13 Calvin Martin, Keepers of the Game: Indian-Animal Relationships and the
Fur Trade, Unversity of California Press, Berkeley y Los Ángeles, 1978, p.34.
18. Página 18 de 27 político. De hecho, en Inglaterra los derechos políticos,
derivaban de la posesión de una cantidad de tierra específica. Además, la
estructura social estaba definida en gran medida por la distribución de la
propiedad: quienes poseían grandes cantidades de tierra estaban en la punta de
la pirámide social; formaban la amplia base una masa de individuos sin
propiedades. En el mundo indio era incomprensible esa idea de la tierra como
una posesión privada. Las tribus reconocían lindes territoriales, pero dentro de
Página 20 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
esos límites la tierra era un bien común. La tierra no era una mercancía, sino
una parte de la naturaleza confiada a los seres vivientes por el Creador. John
Heckewelder, misionero moravo que en el siglo XVIII vivió con los delawares,
explicó que éstos creían en el Creador. Hizo la Tierra y todo lo que contiene
para bien común de la humanidad; cuando abasteció con abundancia de caza el
país que les dio, no fue para beneficio de unos cuantos, sino de todos: cada una
de las cosas fue dada en común a los hijos de los hombres. Todo lo que vive
sobre la tierra y todo lo que está en ríos y aguas [...] fue otorgado conjuntamente
a todos y cada persona 14 tiene derecho a su parte. De este principio fluye la
hospitalidad como de su fuente. Así la tierra era un don del Creador y debía
utilizársela con cuidado; no era para posesión exclusiva de ciertos seres
humanos en lo particular. También en el aspecto de la identidad personal
diferían tajantemente los valores indios y europeos. Los europeos eran
adquiridores, competitivos y por un largo tiempo habían estado acrecentando el
papel del individuo. Se consideraban deseables opciones más abundantes y
mayores oportunidades para que el individuo mejorara su situación, fuera por su
diligencia, por su valor o incluso por su sacrificio personal que rayaba en el
martirio. De hecho, la ambición personal tuvo un papel muy importante en la
migración ocurrido en los siglos XVI y XVII. En contraste con esto, las
tradiciones culturales de los americanos hacían hincapié más bien en la
colectividad que el individuo. Como se poseían en común la tierra y otros
recursos naturales y la sociedad era muchos menos jerárquicos que en Europa,
resultaban inadecuados el espíritu de acumulación y la ambición personal. “En
contraste con la posición exaltada del hombre en la tradición judío-cristiana
–escribe Calvin Martín-, la cosmología [norteamericana nativa] confería al
indio una estatura 15 bastante humilde.” De aquí que, en las comunidades
indias, el individualismo más conducía al ostracismo que a la admiración. A
pesar de esas diferencias, no era inevitable que el choque de los colonizadores
europeos y los norteamericanos nativos desembocara en un combate mortal. La
inevitabilidad no es explicación satisfactoria para ningún suceso humano, pues
lleva implícito que el destino del hombre escapa al control humano, y que con
ello exonera a los individuos y a las sociedades de toda responsabilidad por sus
acciones. De hecho, la inevitabilidad es el modo en que el vencedor racionaliza
los choques históricos; es un tipo de explicación que rara vez propone el lado
perdedor. Veremos que en el Nuevo Mundo el choque de culturas adoptó
muchas formas, sin que nada estuviera predeterminado y todo dependiera, por
el contrario, de un entretejido complejo de muchos factores, en lugares y en
momentos particulares. II. LOS EUROPEOS LLEGAN A AMÉRICA DEL
SIGLO XV al siglo XX, la expansión violenta de los pueblos y cultura europeos
a otros continentes ha sido unos de los temas dominantes de la historia. Sólo en
el último medio siglo se ha invertido el proceso, a medida que los pueblos
colonizados han luchado por recuperar su autonomía mediante guerras de
liberación nacional y cultural. Para los historiadores occidentales tal expansión
global equivale, muy aproximadamente, a una difusión de la “civilización”; es
decir, a llevar la cultura europea –superior, según se alega- a las zonas del
mundo llamadas”primitivas”. Conforme la colonización europea absorbía varias
culturas, crecía la idea de que se estaba sirviendo al “progreso”, en el sentido de
un avance constante de la civilización europea. 14 John Heckewelder, Account
of the History, Manners, and Customs of the Indian Nations..., American
Philosophical Society, Filadelfia, 1819, p.85, reimpreso en Wilcomb Washburn,
Página 21 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
The Indian and the White Man, Doubleday &Company, Inc., Garden City,
Nueva York, 1964, p.63. 15 Martin, Keeepers of the Game, p. 74.
19. Página 19 de 27 Sin embargo, visa en retrospectiva, lejos está de ser clara la
superioridad de los europeos en el momento en que llegaron al hemisferio
occidental. La noción misma de las culturas “superiores” e “inferiores” es un
argumento de las naciones imperialistas, y es ya tiempo de abandonar tal
concepto en nuestro estudio de la historia. Resulta más acertado decir que el
“Nuevo Mundo”, puesto al servicio de los colonizadores europeos, catapultó a
Europa, sacándola de un prolongado periodo de estancamiento y regresión.
Antes de que el océano Atlántico se convirtiera en una masa de agua familiar,
Europa había sufrido, por más de un siglo, una declinación en la población a
causa de enfermedades epidémicas y guerras prolongadas; una languidez
económica reflejada en la producción y comercio decrecientes; una inercia
cultural evidente en la falta de progreso en las ciencias naturales, la decadencia
de las universidades, y el derrumbamiento del Sacro Imperio Romano. En los
siglos XVI y XV la cultura islámica fue la fuerza más dinámica en Europa, se
expandió profundamente en África y también desde el Oriente se introducía en
Europa. Antes de la “época de los descubrimientos” a Europa occidental la
caracterizaban el pesimismo, el cinismo y la desesperación. Fueron los recursos
de África, Asia y América –metales preciosos, nuevos alimentos vitales como el
maíz y la papa, la tierra y gente –los que proporcionaron la base para una
revitalización comercial, a raíz de la cual se inició una época de expansión y
desarrollo europeos. Tratando de encontrar una ruta marina hacia las partes más
antiguas del Viejo Mundo, Colón tropezó con lo que era un nuevo mundo tan
sólo en la imaginación europea. Pero ese error fortuito incendió la imaginación
de los europeos –una de las cualidades más valiosas- y puso en marcha una
reactivación económica y una expansión ultramarina que dura más de
cuatrocientos años. EXPANSIÓN ESPAÑOLA Y PORTUGUESA EN EL
NUEVO MUNDO Colón creyó haber alcanzado la India cuando, en 1492,
desembarcó en la isla de La Española. Y tal era su propósito: encontrar una ruta
marítima hacia el Oriente, de modo que los mercaderes europeos, que traficaban
con las especias indispensables para hacer apetitosa la comida europea,
pudieran evitar el pago de tributos a intermediarios del Medio Oriente, quienes
sacaban una buena tajada de las ganancias obtenidas en las operaciones
comerciales por tierra. Lo acostumbrado es atender a la importancia
navegacional y geográfica de los viajes de Colón; pero se habrían anotado como
un fracaso costoso sus vagabundeos por el mar, una vez comprendido que no
había descubierto la ilusoria ruta náutica hasta la India, de no ser porque en
1493 se descubrió oro en La Española. Son el oro y los otros minerales
preciosos, las tierras recién descubiertas tan sólo habrían sido obstáculos en el
camino por mar hacia el Lejano Oriente. Pero, aunque el descubrimiento fue
accidental, Colón se convirtió en una figura arquetípica de la expansión
europea. Totalmente medieval en sus patrones mentales, también era ambicioso,
aventurero, capaz de traducir en acción una idea, no importa cuán ridiculizada
fuera, y lo bastante audaz, para mantener curso incluso cuando sus marinos
estaban dispuestos al motín, temerosos de no volver a ver tierra firme otra vez.
Capitalizando los grandes avances en tecnología marina y las exploraciones
oceánicas portuguesas del siglo anterior. Colón como los vikingos quinientos
años antes que él, descubrió que el océano situado al occidente de Europa tenía
límites. Poseía sobradamente la cualidad europea de la arrogancia, que en los
Página 22 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
años venideros probaría ser tan valiosa en l colonización... y tan destructora de
la vida humana. Una vez descubiertos el oro y la plata, un torrente inacabable
de jóvenes emprendedores, pertenecientes a la nobleza menor de España,
comenzó la aventura trasatlántica. Antes de 1560, ya habían explorado,
conquistado y reclamado para su rey el istmo de Panamá, México, la mayoría
de América del Sur –excepto Brasil y las lejanas llanuras meridionales- y las
zonas sureñas de los actuales Estados Unidos: de California en la costa del
Pacífico hasta Florida en la costa atlántica. Guiados por figuras militares como
Cortés, Pizarro y Coronado, establecieron la autoridad de España y de la Iglesia
católica en un área que empequeñecía a la tierra madre en tamaño y en
población. Hacía fines del siglo XVI los españoles habían conquistado los
principales centros de población aborigen, establecido un floreciente comercio
trasatlántico y llevado miles de esclavos africanos a las colonias, a la vez que
supervisaban la extracción de oro y plata, en cantidades fabulosas de las tierras
sujetas a su dominio. De 1490 A 1590 España dominó la colonización de la
América. Su único rival era Portugal, cuyos esfuerzos primero se encaminaron
tanto a colonizar las islas del Atlántico – Azores,
20. Página 20 de 27 Madeiras y Canarias- situadas cerca de las costas
portuguesas y al noroeste de África, como a establecer centros de comercio en
la costa africana oriental y en la occidental. Sólo a mediados del siglo XVI
Portugal reclamó para sí el Brasil, que estaba destinado a ser el centro de sus
actividades en el Nuevo Mundo. Hacía finales del siglo, la producción de azúcar
exigía en Brasil el trabajo de la mayoría de los 25000 colonos portugueses y, tal
vez, un número equivalente de esclavos africanos. Íntimamente unidos a los
esfuerzos económicos de las emergentes naciones-estado europeos estaban las
metas religiosas de la colonización. Al menos en parte, tanto católicos como los
protestantes consideraban la ocupación del Nuevo Mundo como una cruzada
religiosa. Por siglos España había estado envuelta en conflictos con los moros
“infieles”; de hechos, en el mismo año en que Colón llegó a La Española, la
España cristiana completó finalmente la expulsión de los moros. La conquista
del Nuevo Mundo no sólo satisfizo los sueños nacionales de gloria, sino que
también ofreció la oportunidad de convertir al cristianismo un continente lleno
de “paganos”. Ese motivo religioso se veía complicado por la división católico-
protestante existente en el cristianismo. Para los europeos, los paganos eran
paganos; ahora bien, que se los convirtiera en católicos o protestantes dependía
de la nación europea que terminara dominándolos. Para quienes se han criado
en una sociedad secular podrá parecerles intrigante que los cristianos se
encontraran tan agriamente divididos, dedicados por siglos a guerras religiosas
que, en el nombre de Dios, causaban destrucción masiva. Pero se comprenderá
mejor la intensidad del conflicto existente en la Europa cristiana si se recuerda
que para los hombres y las mujeres de aquella época –y de siglos anteriores- la
religión era el principio organizador de la vida. El dominio del hombre sobre el
ambiente era leve, pues la ciencia y la tecnología no habían avanzado lo
suficiente para permitir controlar las fuerzas naturales. Así, la gente atribuía a
fuerzas sobrenaturales lo que no podía comprender o gobernar. La fe, y no la
razón, dominaba la vida; de esta manera, la gente de fe distintas se veía
apasionadamente comprometida a defender la ideología propia y atacar la de
quienes sostenían puntos de vista distintos. Podrán entenderse entonces esos
“ismos” –protestantismo y catolicismo- como códigos de vida prescritos, modos
de ordenar el mundo propio y darle significado a él y al lugar que en él se
Página 23 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
preocupaba. Esos compromisos ideológicos no se diferencian mayormente de
los “ismos” de hoy – comunismo, socialismo, democracia- en el sentido del
poder que tienen para obligar a la obediencia. Son también sistemas de valores
y creencias, modos de organizar sociedades. También ellos dan significado a lo
que se hace y proporcionan un sentido de identidad. Las guerras del siglo XX,
peleadas con una ferocidad y una crueldad tecnológica mayores que en las
guerras religiosas de principios de la era moderna, son una manera de
comprender por qué el cristianismo y musulmanes o católicos y protestantes
lucharon tan implacablemente por difundir su fe particular a los habitantes
nativos de las tierras que invadían. INGLATERRA ENTRA EN LA
CARRERA COLONIAL Cuando Inglaterra de dio cuenta de lo que prometía el
Nuevo Mundo, los dos poderes ibéricos se concentraban firmemente
atrincherados allí. De las naciones, europeas con costas del Atlántico, Inglaterra
fue la última en explorar y colonizar América. Únicamente los viajes de John
Cabot (en realidad Giovanni Cabot) dieron a Inglaterra pie para participar en la
lotería del Nuevo Mundo. Mas nunca se continuaron los viajes hechos por
Cabot en 1497 y 1498. Incluso las famosas expediciones de John Hawkins, de
1562 a 1569, han de considerarse carentes de importancia en la expansión
europea en América, pues Hawkins se dedicaba ante todo a la piratería: atacaba
las rutas comerciales españolas en el Caribe con el apoyo de los mercaderes
ingleses, quienes odiaban el catolicismo y esperaban inducir a su gobierno para
que patrocinara sus intentos ocasionales de oponerse al monopolio de España y
Portugal en el Nuevo Mundo. El único contacto de importancia de Inglaterra
con América del Norte había sido en relación con las pesquerías de Terranova,
donde, desde alrededor de 1520, las flotas pesqueras inglesas habían competido
con las francesas, portuguesas y españolas en la captura del valioso bacalao,
vital fuente de proteína en la dieta de la mayoría de los europeos. Pero
Inglaterra buscaba también colonias en el Nuevo Mundo, ya que éstas
proporcionaban mercados nuevos, fuentes nuevas de materia prima y, si tenían
oro y plata,
21. Página 21 de 27 contribuían al abastecimiento de capital total con que
entonces se media la fuerza de las naciones. Es comprensible que, a finales del
siglo XVI, Inglaterra estuviera ansiosa de poner un pie en América del Norte,
pues España y Portugal dominaban ya en Sudamérica y partes del Caribe, y
habían reclamado para sí, además, las partes meridionales de la masa
continental norteamericana. Si los ingleses no se movían pronto, sería
demasiado tarde. Por lo mismo, España estaba dispuesta a resistir las
incursiones inglesas en su campo de influencia. Cuando los ingleses dieron los
primeros pasos tentativos para crear un imperio, los españoles planearon
ataques por mar contra cualquier asentamiento inglés que se atreviera a surgir
en la costa Atlántica de Norteamérica. El primer mapa que se conoce del
diminuto asentamiento inglés de Jamestown, Virginia, trazado por un marino
católico irlandés en un buque fue metido de contrabando a España. Se lo
apreciaba mucho por que contenía la información más que necesaria para un
ataque por sorpresa contra la primera posición establecida por Inglaterra en la
costa de América del Norte. La entrada de Inglaterra en la carrera colonial no
sólo tuvo origen en el deseo de participar en la explotación de los recursos del
Nuevo Mundo, sino también en la guerra ideológica que asoló Europa en la
segunda mitad del siglo XVI. Excepción hecha de los países escandinavos,
todos los poderes europeos occidentales que daban al Atlántico estuvieron
Página 24 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
envueltos en esta lucha entre quienes profesaban el catolicismo y quienes se
adherían al protestantismo. Ese conflicto nacional y religioso fue continuación
de cuestiones e intereses planteados por primera vez durante la Reforma y la
Contrarreforma. Por buena parte del siglo XVI, Inglaterra osciló entre ideas
religiosas, pues vivió primero los regímenes protestantes de Enrique VIII y su
enfermizo hijo Eduardo VI, y luego el reinado católico de la primera hija de
Enrique, María Tudor, quién había casado con Felipe II de España, principal
sostén del poder católico en Europa. Cuando murió María Tudor, la segunda
hija de Enrique, Isabel, subió al trono en 1558, con lo cual Inglaterra volvió al
protestantismo. Al igual que su padre, Isabel favorecía el protestantismo en
primer lugar porque lo consideraba una expresión de la independencia nacional.
Ante todo y sobre todo, quería crear las condiciones necesarias para el
crecimiento y la prosperidad nacionales. Aunque en el aspecto económico logró
ciertos triunfos, sobre su cabeza colgaba siempre la cuestión religiosa. Felipe II
de España, su cuñado, la consideraba una hereje protestante, y sin cesar
intrigaba contra ella. En 1587 el antagonismo entre la España católica y la
Inglaterra protestante se volvió un conflicto franco. Inglaterra se preparó para el
ataque por mar que esperaba la armada española, considerada como la más
poderosa del mundo. La batalla resultante conocida, en los países sajones, con
el nombre de Spanish Armada. En la primavera de 1588 la flota española zarpó
hacia Inglaterra, y llegó a su destino hacia fines de julio. Por dos semanas de
batalla conmocionó el mar. Para asombro de gran parte de Europa, Inglaterra,
con ayuda de los holandeses, venció. La derrota española no estableció la
superioridad inglesa en el mar, ni aportó a Inglaterra territorios trasatlánticos
como reconocimiento de su victoria. Ni siquiera impulsó a Inglaterra para que
entrara en la carrera continental ultramarina. Pero sí evitó una aplastante
victoria católica en Europa y, temporalmente, puso fin a los sueños españoles de
hegemonía europea. Esa batalla llevó a un empate temporal en las guerras
religiosas, e hizo ver claramente a una generación- hasta 1618, cuando el
comienzo de la guerra de los Treinta Años volvió a hundir a Europa en otro
conflicto religioso abierto- que por la fuerza no se impondría la uniformidad
religiosa. Inglaterra fue libre de seguir su propio destino, fuera del dominio de
otras potencias europeas. Allanado el camino para la expansión ultramarina, a
finales del siglo XVI la “fiebre por el oeste” comenzó a extenderse en
Inglaterra. Se había hecho ya un esfuerzo fracasado e infructuoso: plantar un
pequeño asentamiento en la isla Roanoke, frente a las costas de Carolina del
Norte, en la penúltima década del siglo XVI. Pero a raíz de la guerra contra la
Armada Invencible, la clase media acomodada y los mercaderes ingleses
comenzaron a comprender qué beneficios los llamaban desde el Nuevo Mundo.
Su capital y su experiencia serían indispensables para las próximas décadas.
Richard Hakluyt y su sobrino, llamado también Richard Hakluyt, apremiaban a
sus compatriotas. En el último cuarto del siglo XVI se dedicaron en cuerpo y
alma a explicar las ventajas de asentarse en las remotas regiones del otro lado
del Atlántico. En varios folletos expusieron sus argumentos a favor de la
colonización: gloria, ganancias y aventuras aguardaban a todos; para la nobleza
de la corte la colonización prometía un imperio en el Nuevo Mundo y una
nueva fuente de baronías, señoríos y propiedades feudales; para los
comerciantes, nuevos
22. Página 22 de 27 mercados y un territorio lleno de productos exóticos para
vender en su patria; en cuanto a los clérigos, los esperaba un continente lleno de
Página 25 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
“salvajes” por convertir, para gloria de Cristo: al plebeyo se le prometía un
campo de aventuras y de ilimitadas oportunidades económicas; para el labrador
empobrecido, la perspectiva de comenzar una vida nueva con tierras y
oportunidades sin fin. Los Hakluyt dieron publicidad a la idea de que ya había
llegado el tiempo de plantar la cepa inglesa al otro lado del Atlántico.
Shakespeare contribuyó con su granito de arena a la excitación nacional
escribiendo una obra. La tempestad, sobre quienes cruzaban el Atlántico para
impulsar la grandeza del país. La participación inglesa en la época de las
exploraciones y la colonización comenzó con una generación de lobos de mar y
caballeros aventureros como Walter Raleigh, Francis Drake, Humphrey Gilbert
y Richard Grenville. Con capital limitado y apoyo mínimo por parte de la
Corona, intentaron mucho y en la mayoría de los casos terminaron en fracaso.
Le damos a sus empresas mucho espacio en nuestros libros de historia porque
fueron los primeros en intentarlo. Pero Inglaterra no podía convertirse en un
poder colonial sólido en el Nuevo Mundo mientras el gobierno, como en
España y Portugal, no diera apoyo activo, a los planes de colonización y, cosa
más importante, mientras la comunidad mercantil y la emergente clase media no
comenzaron a invertir capital en los experimentos de colonización ultramarina.
Por tanto, los primeros esfuerzos dieron pocos resultados o ninguno: los viajes
de Hawkins hacia 1560 en el mar Caribe; los viajes de Roanoke de 1585 a 1588,
que terminaron en fracaso; el asentamiento de Sagadahoc, en la costa de Maine
en 1607, que sólo duró un año; en 1607, que estuvo trastabillando por una
generación, antes de asegurarse una economía viable. En esos débiles esfuerzos
iniciales de los precursores de la colonización inglesa faltaban los ingredientes
principales que había en los afortunados esfuerzos coloniales de españoles y
portugueses. Poco respaldo tenían del gobierno nacional en subsidios; barcos y
protección naval. La Iglesia anglicana les daba un apoyo mínimo, en contraste
con la amplia participación de la Iglesia católica en las colonias españolas y
portuguesas. Y les faltaba la participación de ciudadanos dispuestos a invertir:
bastantes personas de las clases media y alta que arriesgara dinero en los
experimentos de colonización. Mientras la colonización inglesa estuvo en
manos de la nobleza –inquietos hijos de aristócratas y cortesanos favorecidos
por la Corona- no se consiguió gran cosa. Se necesitaba mucho más que equipar
unos cuantos barcos y reunir unos cuantos cientos de individuos aventureros o
desesperados para superar los obstáculos inherentes a la colonización
ultramarina. Una cosa era alcanzar el Nuevo Mundo en barquitos de madera y
desembarcar varios cientos de hombres con provisiones para varios meses; otra
muy distinta organizar a esas personas en un sistema social y económico que
pudiera sobrevivir en un amedrentador ambiente nuevo, y mucho más difícil
explorar con buena fortuna los recursos encerrados en la tierra. Lo que se
necesitaba en especial para impulsar la colonización inglesa era la riqueza y el
apoyo de la emergente clase media de la sociedad inglesa. Esos hombres, que al
comienzo del periodo Tudor habían sido relativamente insignificantes, estaban
avanzando a grandes pasos en la segunda mitad del siglo XVI. Esta
redistribución del poder económico y político, que los historiadores llaman el
“surgimiento de la clase media” era de importancia indispensable para el buen
éxito de la penetración norteamericana. Es probable que el movimiento de
colonización nunca hubiera triunfado en manos de la nobleza sin el apoyo de
ese segmento mucho más amplio de la sociedad inglesa. En la primera mitad del
siglo XVII se dio tal apoyo de mala gana, e incluso entonces los inversionistas
Página 26 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
ingleses se inclinaban mucho más por los beneficios rápidos del cultivo de caña
en las Antillas que por las incertidumbres presentes en la mezcla de al
agricultura, explotación de bosques y pesca que se daba en la parte continental
de Norteamérica. A las dificultades de obtener un apoyo financiero y político
adecuado se agregaba otra realidad: volvieran la vista a la parte continental de
Norteamérica o a las islas del Caribe, los colonizadores ingleses se daban de
frente contra las pretensiones de otras naciones europeas, que en muchos de los
casos estaban respaldadas por una ocupación concreta del territorio. A
principios del siglo XVII Portugal y España tenían ya unos 150000 colonos en
sus posesiones de ultramar, y si bien la mayoría de ellos se encontraba en Perú y
en México –en donde se habían establecido importantes centros de población en
Potosí, la ciudad de México y Cartagena-, también habían instalado puestos
fronterizos en la parte suroccidental de los actuales Estados Unidos y en varios
puntos a lo largo de la costa atlántica, de Florida a la bahía de Chesapeake. Los
territorios
23. Página 23 de 27 reclamados por España se extendían hacia el norte hasta
Terranova. Los ingleses, al acercarse a Norteamérica, estaban muy consientes
de la presencia española. Nada testimonia con mayor agudeza esto que el
siguiente hecho: una vez instalados los asentamientos iniciales, los ingleses
construyeron sus fuertes mirando al mar, para rechazar los ataques españoles, y
no de cara al interior, donde estaba el peligro de los indios. Era lo prudente
hacer de quienes se sabían dedicados a intrusiones semipiráticas en las colonias
establecidas por España. Pero los ingleses se acercaban a un continente ocupado
también por los franceses. Desde 1524, cuando Giovanni da Verrazzano exploró
la margen oriental de Norteamérica, los franceses había soñado con encontrar
ciudades de oro y el Paso del Noroeste hacia China. Sin embargo, los franceses
sólo podían asentarse allí donde los españoles no tenían uso para la tierra. Así,
tras algunos fallidos intentos de instalar colonias en la Florida y en Brasil, que
fueron borradas del mapa por españoles y portugueses, los franceses se
contentaron con desarrollar los amplios espacios septentrionales de Canadá.
Desde principios del siglo XVI los pescadores franceses habían estado
trabajando en las costas de Terranova y de Nueva Escocia, cuando Jaques
Cartier exploró el golfo de San Lorenzo, en 1534, se desarrolló un comercio de
pieles esporádico con los indios de esa zona. Tales esfuerzos convencieron a los
franceses de que la región del río San Lorenzo podía ser rentable incluso si el
clima era ihnospitatalario. Únicamente los ríos San Lorenzo y Hudson daban
acceso por agua al interior de las zonas septentrionales del continente, y los
franceses eligieron cuerdamente fundar sus primeros asentamientos cerca de la
desembocadura del San Lorenzo. De esta manera, dieron impulso a su búsqueda
de otra variedad de oro del Nuevo Mundo: las pieles de animales. Por tanto, los
ingleses que se acercaban alas costas de América del Norte tenían que tomar en
cuenta a España y Francia, cuyos esfuerzos precedentes y asentamientos ya
establecidos obligaban a que los ingleses buscaran en parte media del litoral
atlántico un lugar donde poner pie en el continente. Pero era otro pueblo, los
habitantes originarios de aquélla tierra, el que con mayor fuerza atraía la
atención del os ingleses. ¿Qué sabían hombres como Gilbert y Raleigh sobre los
ocupantes nativos de esa tierra cuando hacia 1580, se acercaban a las costas
prohibidas de Norteamérica? ¿Cómo los recibirían aquellos que Colón,
creyendo haber llegado a la India, llamó equivocadamente indios?¿Cómo
lograrían los ingleses el uso o la posesión de las tierras que ocupaban esos
Página 27 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
indios?¿Y de qué manera las ideas acerca de la naturaleza de tales pueblos
indios estuvo influida por la espinosa cuestión de lograr soberanía sobre la
tierra? IMÁGENES INGLESAS DE LOS AMERICANOS NATIVOS
Podemos estar seguros de que los primeros colonizadores ingleses sintieron las
aprensiones que, en todo lugar y tiempo, llenan la mente de quienes intentan
penetrar en lo desconocido. Pero lejos estaban de no tener información acerca
de los pueblos indios del Nuevo Mundo. A partir de la descripción de éste
hechas por Colón, y publicada en varias capitales europeas en 1493 y 1494,
entre los marinos, mercaderes, geógrafos, políticos y sacerdotes que
participaban en los primeros viajes de descubrimiento, comercio y colonización
circulaban gran cantidad de informes, historias y folletos de promoción. Fueron
éstos base para cualquier aventurero en vías de llegar a la margen de tierra
oriental en el océano Atlántico occidental tuviera cierta idea del Nuevo mundo.
Es probable que de esa abundante literatura los primeros colonos dedujeran una
imagen dividida de los nativos de Norteamérica. Por una parte, había razones
para suponer que los indios eran un pueblo amable que se mostraría abierto con
quienes no vinieran a dañarlo, sino a vivir y comerciar con ellos. Colón había
escrito de la “gran amistad hacia nosotros” encontrada en San Salvador en
1492, y describió a los indios arawaks de la zona como un pueblo cariñoso y sin
egoísmos, que “hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestro que era
maravilla”. Los indios “nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y
azagayas y otras cosas muchas, y nos las 1 trocaban por otras cosas que no les
dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles” Verrazzano, el primer
europeo en navegar la margen oriental del continente, escribió con igual 1 Apud
Wilcomb E.Washburn (compilador. The Indian and the White Man, Doubleday
& Company, Inc. Garden City, Nueva York. 1964, p. 4.
24. Página 24 de 27 optimismo desde la bahía de Nueva York, en 1524. los
nativos aran esbeltos de cuerpo, de piel atezada y vivos ojos negros; “Vestían
con plumas de aves de varios colores, y se nos acercaron con alegría, lanzando
fuertes gritos de admiración y mostrándonos el lugar más seguro donde 2 varar
la embarcación”. A partir de ese momento, los relatos acerca de los nativos del
Nuevo Mundo incluían muchas descripciones igual de entusiastas sobre los
pueblos indígenas y su disposición a recibir los exploradores y colonos
europeos. Este aspecto positivo de la imagen que se tenía de los indios no sólo
refleja la acogida amistosa que, sin duda, los europeos recibieron en Terranova,
partes de la Florida y también del Caribe y Sudamérica, sino que además
representaba una parte de la visión del Nuevo Mundo como un paraíso terrestre:
un jardín del Edén donde los europeos destrozados por la guerra y
empobrecidos podían encontrar una vida nueva en medio de las abundancias de
la naturaleza. Que Colón creyera haber encontrado Gihón, uno de los ríos
bíblicos que fluía desde el Edén, cuando en 1498 llegó al Orinoco es testimonio
vívido de tal tendencia en la mentalidad europea. Había otra razón para crearse
una imagen favorable de los nativos de Norteamérica. Al igual que otros
colonizadores europeos, los ingleses esperaban que el comercio con los pueblos
nativos fuera una fuente importante de ganancias al otro lado del Atlántico,
aparte de que necesitaban la ayuda de los pueblos indígenas en otras cuestiones.
Los primeros viajes ingleses no tuvieron como propósito primario
asentamientos en gran escala ni la producción agrícola. Los principales
objetivos eran comerciar con los indios, encontrar oro y plata y descubrir el
Paso del Noroeste. La tierra había sido en el Nuevo Mundo en el elemento clave
Página 28 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
para los colonizadores españoles y portugueses; pero en las etapas iniciales de
la actividad colonizadora la conquista de la tierra no tenía gran importancia en
la mente de los ingleses. La intención era, más bien, establecer factorías bien
fortificadas en las desembocaduras de los ríos, a las cuales vinieran los nativos a
comerciar. En ese enfoque mercantilista de la aventura ultramarina los
promotores ingleses de finales del siglo XVI y principios del XVII estaban
influidos por la anterior participación inglesa en el comercio levantino y
moscovita, que los mercaderes ingleses habían manejado con provecho por
medio siglo; no invadían tierras de pueblos extranjeros, sacándolos de allí, sino
que “traficaban” con ellos sin discutirles su posesión de la tierra y sin intentar
subyugarlos. Por tanto, había un incentivo especial para ver a los indios como
algo más que unos “salvajes”. Sólo el indio amigo sería un indio que
comerciara. Si el comercio era la clave del desarrollo en ultramar, no es de
sorprender que los promotores ingleses sugirieran que el indio podía ser
receptivo y generoso, una persona a la que se debía cortejar y conquistar en bien
del comercio. Sin embargo, en las mentes de los ingleses que se acercaban a las
costas de Norteamérica también estaba a las costas de Norteamérica también
estaba firmemente arraigada una imagen opuesta de ese indio. Ese cuadro
negativo del aborigen describía a una persona salvaje, hostil y abestiada. Tal
descripción estaba firmemente establecida en la literatura española y francesa
de la colonización. Ya en la primera década del siglo XVI Sebastián Cabot
había exhibido en Inglaterra tres esquimales capturados en su primer viaje al
Ártico en 1502. Un contemporáneo describió a los nativos como especimenes
primitivos y comedores de carne humana que “hablaban tal lenguaje que ningún
hombre podía entenderlos, y en su comportamiento eran como bestias”.3 Un
diluvio de folletos aparecidos en la segunda mitad del siglo XVI describían a
los nativos en términos tales que poco optimismo debieron haber causado
respecto a la acogida que esperaba a los europeos. Abundaban dichas relaciones
en relatos donde los indios aparecían como hombres medio marrulleros,
brutales y odiosos, cuyos instintos caníbales quedaban al descubierto, según lo
escrito por un folletista en 1578, en el hecho de que “no hay carne o pescado
que encuentren muerto (y que huela asquerosamente) que no coman tal y como
lo hallen, y sin 4 ningún aderezo”. Otros relatos pintaban a los nativos como
bestias que vivían en el abandono sexual y, en general, más movidos por las
pasiones que por la razón. 2 Lawrence C. Wrottth, The Voyages of Giovanni da
Verrazzanno, 1554-1528, Yale University Press New Haven, 1970, p.137. 3
Richard Hakluyt, Divers Voyagers Touching the Discoveries of America, and
the Islands Adjacents unto the Same (1582), Hakluyt Society Publications, 1
Ser, 7. The Hakluyt Society, Londres, 1850. p. 23. 4 Vihjalmur Stephansson
(compilador), The Three Voyages of Matin Frobisher, The Argonaut Press,
Londres, 1938, 2, p. 23.
25. Página 25 de 27 Aparte de las narraciones sobre viajes y aventuras en el
Nuevo Mundo, los ingleses tenían una razón de mucho más peso para imaginar
que no todo sería amistad y comercio amable cuando toparan con los ocupantes
nativos de la costa norteamericana. Durante años habían estado leyendo
relaciones sobre experiencias españolas con los pueblos indígenas de México y
Perú, y la historia no era agradable. La principal de esas relaciones españolas
era la obra de un sacerdote dominico fray Bartolomé de las Casas, cuya
Brevísima relación de la destrucción de las Indias fue traducida al inglés y
publicada en 1583, con el título de The Spanish Colonie, or Brief Chronicle of
Página 29 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
the Actes and Gestes of the Spaniards in the West Indies. Por una parte, los
ingleses podían gozar las sangrientas descripciones hechas por Las Casas de la
crueldad y el genocidio españoles, pues tales historias confirmaban las peores
cosas que los ingleses protestantes creían de los españoles católicos, con
quienes estaban a punto de entablar una guerra. Los Hakluyt contribuyeron
afanosamente a la “Leyenda negra” en lo que respecta a los colonizadores
españoles, a quienes tildaban de “cancerberos y lobos”. Esas relaciones, útiles
en fomentar los prejuicios antiespañoles y anticatólicos, también hacían pensar
que, cuando los europeos se encontraran con los pueblos “primitivos”, la
matanza era inevitable. Además, a Las Casas lo refutó una multitud des
escritores españoles, quienes justificaban la conducta española insistiendo en
que los indios Habían precipitado el derramamiento de sangre y, a causa de su
inalterable naturaleza bestial, no era posible tratarlos de otra manera. Por útiles
que fueran las relaciones de la crueldad española a los folletistas protestantes,
los ingleses que se embarcaban para el Nuevo Mundo debieron de preguntarse
si no les esperaba la misma experiencia. Pocos dudaban que poseían la misma
superioridad técnica que los españoles. De quererlo, presumiblemente podrían
asolar el país al que entraban. Además, la experiencia inglesa con los irlandeses,
en cuyo país oficiales del ejército como Gilbert y Raleigh a lo largo de varias
décadas habían adquirido experiencia en subyugar a “razas inferiores”, hacía
pensar que los ingleses eran capaces de cualquier crueldad inventada por los
españoles. No importa cuán tratables y flexibles al comercio aparecerán los
indios en parte de la literatura inglesa, de la mente inglesa nunca pudo borrarse
la imagen de un salvaje hostil, a la espera de los aventureros cristianos.
Basándose en sus propias invasiones a Irlanda y los Países Bajos a finales XVI,
los ingleses sabían que los pueblos nativos no suelen aceptar con gentileza a
quienes vienen a dominarlos. Por tanto, el imaginar a los indios como bestias
salvajes era un modo de predecir el futuro, de prepararse para él y de justificar
lo que se haría, incluso antes de provocarlo uno mismo. El tercer factor que
nutría las imágenes negativas que de los indios se tenía se relacionaba
directamente con que poseían las tierras codiciadas por los europeos Para los
ingleses, como para los europeos, la ocupación de la tierra por los indios
planteaba problemas legales, morales y prácticos. Ya en la década de 1580.
George Peckham, uno de los primeros gestores de la colonización, admitió que
algunos ingleses dudaban de si tenían derecho a posesionarse de tierras ajenas.
En 1609 Robert Gray, otro promotor de la colonización expresó el mismo
pensamiento al preguntar retóricamente: “¿Qué derecho o decreto nos permite
entrar en tierra de aquellos salvajes, arrebatarles su herencia legítima y
asentarnos en sus tierras sin que 5 nos hayan hecho mal o provocados?” . Era
adecuado hacerse esa pregunta, pues los ingleses, al igual que otros europeos,
habían organizado su sociedad alrededor del concepto de la propiedad privada
de la tierra, y lo consideraban una prueba capital de la superioridad de su
cultura. No se cegaban al hecho de que entraban en tierra de otro pueblo que,
por derecho de posesión previa, podían reclamar para él solo todo el continente.
En cierta medida, se podía resolver el problema arguyendo que los ingleses no
intentaban quitarle la tierra a los indios, sino compartir con ellos lo que parecía
una abundancia excesiva de territorio. A cambio, llevarían a los indios las
ventajas de una cultura más rica, una civilización más avanzada y, lo más
importante de todo, la religión cristiana. Fue ésta la argumentación que el
consejo gobernante de Virginia utilizó en 1610, cuando divulgó en Inglaterra
Página 30 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
que los colonos “en el aspecto de mercado y comercio, compran de ellos [los
indios] las perlas de la tierra, y les venden 5 A Good Speed to Virginia (1609),
apud Wesley Frank Craven, “Indian Policy in Early Virginia”, William and
Mary Quarterly, 3a Ser., 1 (1944), p. 65.
26. Página 26 de 27 6 las perlas del cielo” No importaba que las tribus de
Chesapeake no hubieran manifestado el deseo de cambiar su tierra por la
instrucción cristiana que pudiera proporcionarles una banda harapienta de
ingleses. El segundo y más portentosos modo de responder a la cuestión de los
derechos ingleses a esas tierras estaba en negar la naturaleza humana de los
indios. Así, Robert Gray, quien retóricamente había preguntado si los inglese
tenían derecho a “asentarnos en sus tierras”, respondió arguyendo que la
inhumanidad de los indios los descalificaba del derecho de poseer tierras.
“Aunque el Señor dio la tierra a los hijos de los hombres”, escribió, “la mayor
parte de ella la poseen y usurpan injustamente bestias salvajes, animales sin
razón o salvajes bestiales, quienes, en virtud de su ignorancia de Dios y su
idolatría blasfema, son peores que las bestias de 7 naturaleza más violenta y
salvaje” . Este tipo de razonamiento estaba lleno de peligro para los indios, pues
si muchos dirigentes de la colonización prometían, como lo expresó uno, que
“negociaremos con ellos y les compraremos todo pie de tierra que tomemos
para nuestro uso”, otros consideraban más conveniente sugerir que los indios,
por el mero hecho de ser “ignorantes de Dios” y “Salvajes”, según definición de
los invasores ingleses, se descalificaban de todo 8 derecho de posesión de la
tierra. En este sentido mucho se ganaba proyectando imágenes profundamente
negativas de los pueblos nativos. Cuanto más negra la imagen, cuanto mejor
definiese a los pueblos aborígenes en términos no humanos, más fuerte se
volvía la pretensión europea a las tierras del Nuevo Mundo. El definir a los
indios como “salvajes”, “bestias irracionales” o “serpientes atezadas” no daba a
los europeos el poder de desposeerlos de su tierra, pero sí les daba la fuerza
moral para hacerlo cuando se dispusiera de la fuerza física necesaria. En este
sentido, no se diferenciaban muchos españoles, portugueses, holandeses,
franceses e ingleses. Un folleto publicado en Londres cuando la primera
expedición inglesa se preparaba para embarcarse hacia la isla Roanoke ilustra el
modo que funcionaba, en la mente inglesa, las imágenes positivas y negativas
de los indios. Escrito por sir George Peckham, quien en 1583 acompañó a
Humphrey Gilbert en su viaje a Terranova, A True Report, of late discoveries...
of the Newfound Landes expresa claramente, la recién surgida fórmula para la
colonización inglesa: expresiones formales de buena voluntas, explicaciones de
los beneficios mutuos que se derivarían del contacto entre los pueblos inglés e
indios y, pese a ello, latente bajo la superficie, imágenes oscuras y una
anticipación de violencia. El folleto de Peckham comienza con una defensa muy
detallada de los derechos que tienen las naciones marítimas al “comercio y al
tráfico” con las naciones “salvajes”, y asegura a los ingleses que esas empresas
serían “ventajosas para los aventureros en particular, beneficiosas para los
salvajes, y cosa posible de lograr sin mayores peligros o dificultades”. Concede
que algunos de los nativos serán “temerosos por naturaleza” y se inquietarán
ante la “apariencia extraña, las armaduras y las armas” de los ingleses, pero “la
cortesía y el buen trato”, junto con una cantidad generosa de “mercancías y
baratijas bonitas, como espejos, campanitas, cuentas, brazaletes, cadenas o
collares de “bewgle”, cristal, ámbar, azabache o vidrio”, pronto les granjearán
su amistad e “inducirán a esa naturalezas bárbaras a entrar en sociedad mutua y
Página 31 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
9 cordial con nosotros” Con esta explicación de cómo confiaba que actuaran los
ingleses, y cómo podrían responder los indios, Peckham pasaba a revelar lo que
debió considerar el curso más probable de los acontecimientos: 6 A True
Declaration of the Estate of the Colone in Virginia… (1610), apud Peter Force
(compilador), Tracts and Other Papers, Relating Principally to the Origin,
Settlement, and Progress of the Colonies in North America…,Washington,
D.C., 1884, 3: No. 1, p.6. 7 A Good Speed to Virginia (1609), apud Gary B.
Nash, “The Image of the Indian in the Southern Colonial Mind”, William and
Mary Quarterly, 3a Ser., 29 (1972), p. 210. 8 William Strachey , The Historie of
Travell into Virginia Britania (1612), edición a cargo de Louis B. Wright y
Virginia Freund: Hakluyt Society Publications, 2A SER., 103. THE
HAKLUYT SOCIETY, LONDRES, 1953, P. 26. 9 David Beets Quinn
(compilador), The Voyages and Colonizing Enterprises of Sir Humphrey
Gilbert, Hakluyt Society Publications,2a Ser. 84, The Hakluyt Society, Londres,
1940, pp. 450-452.
27. Página 27 de 27 Pero si después de usarse estos medios bondadosos y justos
los salvajes no se manifiestan satisfechos, y de una manera bárbara proceden a
practicar la violencia, sea para rechazar a los cristianos de sus puertos y de sus
lugares de desembarco seguros, sea para impedirles posteriormente el gozar de
los derechos que tanto dolorosa como legalmente se aventuraron a ganar,
entonces, en tal caso, no considero una violación de la justicia que los cristianos
se defiendan, se venguen por la fuerza y hagan todo aquello necesario para
obtener seguridad; porque todas las 10 leyes permiten que, en tales infortunios,
se resista la violencia con la violencia. Poco menos que enterradas en el olvido,
Peckham les recordó a sus compatriotas la responsabilidad de emplear todos los
medios necesarios para que los indios pasaran de la “falsedad a la verdad, de la
oscuridad a la luz, del camino de la muerte a la senda de la vida, de la idolatría
supersticiosa al cristianismo sincero, del Diablo a cristo, del infierno al cielo.”
Así, dos antitéticas ideas sobre los indios lucharon por imponerse en la mente
inglesa, al comenzar los primeros intentos por colonizar el Nuevo Mundo. En
ocasiones los ingleses tendían a ver a los nativos como un pueblo atrasado, pero
abierto, con el que podían establecerse relaciones amigables y provechosas.
Pero la imagen negativa, llena de visiones de violencia y derramamiento de
sangre, reverberó aún con más fuerza en las mentes de quienes zarpaban hacia
una tierra ya ocupada por gente de una cultura diferente. 10 Ibid., p.453.
Search
• Follow us on LinkedIn• Follow us on Twitter• Find us on Facebook• Find us on Google+
• Learn About Us• About• Careers• Our Blog
Learn Mexican Spanishshortcuttospanish.com
Learn 3145 instant Spanish words. Fast way to speak with Mexicans.
Página 32 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense
• Press• Contact Us• Help & Support
• Using SlideShare• SlideShare 101• Terms of Use• Privacy Policy• Copyright & DMCA• Community Guidelines• SlideShare on Mobile
• Pro & more• Go PRO• Enterprise Sales• PRO Features
• Developers & API• Developers Section• Developers Group• Engineering Blog• Blog Widgets
© 2013 SlideShare Inc. All rights reserved.
RSS Feed
• ENGLISH◦ English◦ Français◦ Español◦ Deutsch
Página 33 de 33Historia estadounidense
24/08/2013http://www.slideshare.net/pavlito2009/historia-estadounidense