hall - claves perdidas de la masonería

8/13/2019 Hall - Claves perdidas de la Masonera

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Manly Palmer Hall

LAS CLAVES PERDIDAS

DE LA FRANCMASONERA

O

EL SECRETO DE HIRAM ABIFF

The Last Keys of Freemasonry


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Las Claves Perdidas de la Francmasonera o El Secreto de Hiram Abiff - Manly Palmer Hall

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Manly Palmer Hall

Contenido

El PensarTransmutacinMasones, Despertad!,La AmistadEl MotivoIntroduccinPrlogo: En los Campos del CaosConstructores del TemploCaptulo I: La Eterna BsquedaLa Presencia del MaestroCaptulo II: El CandidatoCaptulo III: El Aspirante a AprendizCaptulo IV: El CompaeroCaptulo V: El Maestro FrancmasnCaptulo VI: Las Cualidades del Verdadero Francmasn

Epilogo-Leyenda: El Sacerdote de RaAddenda: La Tnica Azul y OroAmistadLa Tabla Esmeraldina de Hermes

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EL PENSAR

La ms noble herramienta del Masn es su mente,y su valor se mide por el uso que de ella haga. Atento a

todas las cosas, el candidato que aspira a la sabiduratrascendente llega a la realidad en deseo sincero, enmeditacin y en silencio. Que la. Tnica de la Orden y delritual sea escrita en caracteres fulgurantes: PENSAD EN

MI. Cul es el significado de este mstico laberinto desmbolos, ritos y rituales? PENSAD! Qu significa lavida con su cruzamiento del humano parentesco, con el

Fausto infinito de las cualidades que se disfrazan comopara un carnaval de tontos? PENSAD! Cul es el planque hay tras de todo esto, y quin el planeador? Dnde

mora el Grande Arquitecto y cul es el tablero en quedibuja? PENSAD! Qu es el alma humana, y por qu

el interminable anhelo por ignotos objetivos, a lo largo desenderos en que ha de errar sin compaa? Para qu

existe la mente, el alma y el espritu, y tambin para qulo que existe? PENSAD! Hay alguna respuesta? Si lahay, dnde encontrar la verdad? Pensad, hermanos de

la Orden, pensad profundamente; porque si la verdadexiste, es que la tenis, y si la verdad est al alcance de

toda criatura viviente, qu otra meta ms digna por lacual luchar?.


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TRANSMUTACIN

La Masonera es la verdad eterna, personificada,idealizada y, sin embargo, simplificada. Slo la verdad

eterna, puede servirle. La virtud es su sacerdote, lapaciencia su vigilante, la iluminacin su maestro. Pero elmundo no puede saberlo, a menos que los Masones

demuestren que as es en su diaria vida. Si su verdad esdivina, no ha de ser profanada o denigrada por la

irreflexin de sus guardadores. Su templo es un lugarsagrado, al que ha de entrarse con reverencia. Los

pensamientos y disensiones materiales, han de dejarse enel umbral; no deben entrar. nicamente los puros de

corazn, regenerados y trasmutados, pueden pasar la

santidad de su velo. El intrigante no tiene un lugar en suscolumnas, ni el materialista en su santuario; porque los

Masones huellan recinto sagrado, santificado por laveneracin de las edades. Que la lengua se mantenga

callada, el corazn tranquilo y la mente aquietada. En lareverencia y en el silencio, ha de hablar la quietud; la vozde la quietud es la voz del Creador. Haced por vuestra luzy vuestro poder a los hombres, pero ante Dios qu tenis

que ofrecer, a no ser en humildad? Vuestros atavos,

vuestras insignias y vuestras joyas nada significan paral, hasta que vuestro cuerpo y vuestra alma, irradiandocon el fulgor de la perfeccin, se conviertan en vivientes

ornamentos de la Logia.


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MASONES, DESPERTAD!

Vuestro credo y la Orden reclaman lo mejor de

vosotros; exigen la santificacin de vuestra vida, laregeneracin del cuerpo, la purificacin del alma y laordenacin de vuestro espritu. Vuestra es la gloriosa

oportunidad; vuestra la trascendental responsabilidad.Aceptad la tarea y seguid los pasos de los Maestros

Masones que en el pasado, con el flamgero espritu de laOrden, han iluminado el mundo. Tenis un gran

privilegio, el privilegio de la obra iluminada. Conocis losobjetivos para los cuales trabajis, mientras muchos

otros, los ms, luchan todava en las tinieblas. Vuestros

trabajos no deben confinarse nicamente a la Logia,porque el Masn debe irradiar las cualidades de la

Orden. Su luz debe brillar en el hogar y los negocios,glorificando as su asociacin con sus semejantes. En laLogia y fuera de ella, el Masn debe representar la mselevada fructificacin del esfuerzo sincero y ser modelo

de fe y constancia en toda labor que emprenda.

AS SEA


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LA AM ISTAD

Qu lazo ms noble que el de amigo? Qu algoms noble puede conceder un hombre que su amistad?

Las relaciones que comporta la vida comn y corriente serompen fcilmente, pero hay un vnculo que persiste atravs de la eternidad, y es el de la confraternidad, la

unin de los tomos, la amistad del polvo estelar en sucamino por los espacios infinitos, la hermandad de los

soles y los mundos, de los dioses y los hombres. Lasmanos enlazadas por la amistad se unen con un lazo

eterno: la camaradera del espritu. Nadie ms desoladoque el que no tiene amigos. Y nadie ms honrado que

aquel a quien sus virtudes le han dado una amistad.

Tener un amigo es bueno, pero ser amigo es mejor. Eltitulo ms noble que se le diera a un hombre, el distintivo

ms elevado que hayan discernido los dioses, fue aquelque saliera de los labios de Jove al contemplar a

Prometeo: He ah un amigo del hombre! Quien sirvea los hombres, sirve a Dios. ste es el signo de lafraternidad de nuestra Orden, porque las manos

entrelazadas por la amistad sostienen y vivifican el plandivino. Los lazos del parentesco pueden disolverse,

mientras que la amistad subsiste. Servid a Dios mediantela amistad: como amigo del alma de todo lo humano,sirve a sus necesidades, ilumina sus pasos y allana su

camino. Que el mundo, en acorde unsono, pueda decirdel Masn: He ah un amigo de todo el mundo. Que

tambin diga al referirse a la Logia: Es sin duda uncrculo de amigos, camaradas en espritu y en verdad.


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EL MOTIVO

Qu motivacin es la que conduce al candidatoMasn fuera del mundo para ascender por el sendero

elegido en progresin hacia la luz? En verdad slo lpuede saberlo, porque en su corazn est oculto el motivode sus obras. Busca la luz del Oriente? Es que busca la

sabidura eterna? O pone su vida en ofrenda sobre elaltar de los juramentos? De todas las cosas, la intencines lo ms importante. Aunque fracasemos una y otra vez,

si nuestro motivo es sincero, la victoria ser nuestra, Perosi el motivo no es honorable, aunque vayamos de triunfo

en triunfo aparente, hemos fracasado. Entrad al templocon reverencia, porque en verdad es la morada del Gran

Espritu de la Masonera. La Masonera ordena a losreyes. De su mano se han forjado los destinos de los

pueblos, y la perfecta fructificacin de su trabajo es elhombre honesto. Qu cosa ms noble puede realizarse

que iluminar la inquietud y eliminar la ignorancia?Acaso hay tarea ms grande que la alegre labor de

servir? Y qu otro hombre ms noble puede haber que elMasn que sirva a sus Luces si se convierte l mismo en

luz para sus semejantes?.


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INTRODUCCIN

La Francmasonera, aunque no religin en s, es esencialmente religiosa;muchas de sus leyendas y alegoras tienen origen sagrado; mucho de su contenido

se halla inserto en la estructura del cristianismo.Nos hemos acostumbrado a considerar nuestra propia religin como quiz lanica inspirada, y esto, probablemente, es origen de muchos de los malentendidosdel mundo actual, respecto al lugar ocupado por la Francmasonera en los hbitosmorales del presente. Una religin es un cdigo moral, de inspiracin superior;persona religiosa es toda aquella que se inspira en dicho cdigo para vivir conmayor nobleza. Se identifica as con la esencia de ese cdigo que constituye elorigen de su luz. As, podemos decir que cristiano es aquel que extrae sus idealesespirituales, verdaderos o errneos, segn su interpretacin, del mensaje de Cristo;mientras que budista es aquel que moldea su vida dentro del arquetipo de moralidad

dado por el gran Gautama, u otro de los dems Budas. Todas las doctrinas quetratan de revelar y conservar esa invisible chispa que hay en el hombre y que sellama espritu, pueden con razn considerarse espiritualistas. Los que ignoran esteinvisible elemento y se limitan ntegramente a lo visible, son llamadosmaterialistas. Hay, en materia religiosa, un admirable punto de equilibrio en el queespiritualistas y materialistas se encuentran en un plano de lgica y razn.

Ciencia y teologa son dos fines de una sola verdad, pero el mundo nuncarecibir completo provecho de sus investigaciones hasta que ambas no hagan laspaces, y trabajen, codo a codo, por la realizacin de la gran tarea: la liberacin del

espritu y la inteligencia, de las garras de esa crcel tridimensional que constituyenla ignorancia, el miedo y la supersticin. Todo aquello que sirve para dar al hombreel conocimiento de s mismo, no puede ser inspirado sino por el Yo, y Dios es elYo Absoluto. l es, en verdad, la inspiracin y lo inspirado. La Escritura dice queDios es el Verbo y que el Verbo se hizo carne. La tarea del hombre es, por hoy,lograr que su carne refleje la gloria de esa Palabra que se halla dentro de su alma.Esa tarea es la que ha dado vida a la necesidad de religin, no a una sola fe sino avarios credos, cada uno de los cuales se afana en buscar por sus propios medios,tratando de descubrir las necesidades de los hombres, y destacando un aspecto porsobre los otros. Hay doce miembros del Gremio explorando los cuatro puntos

cardinales. No son, acaso, esos doce las doce religiones del mundo, cada una delas cuales busca su propio camino, perdido en la noche de los tiempos, pero cuyabsqueda es un derecho congnito del hombre? No es, acaso, la prosecucin de laRealidad, en un mundo de ilusiones, lo que caracteriza la tarea en que nos hallamosempeados en la Vida? Hemos venido aqu para establecer el equilibrio en unaesfera de desequilibrio; para hallar reposo en medio de un mundo que jams reposa;para develar la ilusin y someter el dragn de nuestra propia naturaleza instintiva.


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As como David, rey de Israel, puso en manos de su hijo Salomn la tarea que l nopudo realizar, as, cada generacin confa a la que sigue la tarea de construir eltemplo, o, mejor an, de reconstruir la morada del Seor, que se halla sobre elMonte Moriah.

La verdad no est del todo perdida. Debemos seguir buscando hasta hallarla.La realidad siempre surge ante nosotros, prevaleciendo en forma desmedida sobretodo lo dems. El hombre, criatura hecha de actos y deseos, sometida a sus propiasopiniones e impresiones, bajo complicadas vacilaciones de toda inteligencia libre,no puede llegar a conocer lo que l mismo no posee. Como hombre recibe elbeneficio de una cualidad, descubre esa cualidad y reconoce, acerca de l, la cosaque renace dentro de s mismo. El hombre ha nacido con ojos, pero slo despus delargos aos de penas, aprende a ver con claridad y de acuerdo con el Plan. Hanacido con sus sentidos, pero slo despus de largas experiencias y fructuososesfuerzos, logra templar esos sentidos para ofrecerlos, como tributo, en el altar del

Gran Padre, creador de todo lo perfecto y que todo lo comprende. El hombre, enrealidad, ha nacido en la ignorancia y el error, pero, a la vez, ha recibido lacapacidad de comprender. Tiene una mente capaz de adquirir sabidura, un corazncapaz de albergar sentimientos, y una mano fuerte para la gran tarea de la vida:convertir el tosco sillar en piedra perfecta. Qu ms puede pedir la criatura, que laoportunidad de realizar su destino, el sueo que la inspira, la visin que la gua? Notenemos derecho de exigir sabidura.

A quin podemos implorar que nos conceda comprensin? Con quautoridad podemos exigir la felicidad? Nada de esto forma parte del derechonatural de las criaturas; pero todas pueden obtenerlo, si cultivan dentro de smismas lo que anhelan. No hay necesidad de implorar, ni existe deidad alguna quedescienda de su sitial para dar al hombre lo que ste desea. El hombre ha recibidosus dotes de la naturaleza, ha recibido un don singular, que consiste en el privilegiodel trabajo. A travs del trabajo lograr aprender todas las cosas y el porqu de sudestino. Las religiones son grupos de personas, todas ellas congregadas con elobjeto de aprender. El mundo es una escuela. Estamos aqu para aprender tambin.Nuestra presencia misma demuestra nuestra necesidad de ser instruidos. Cadacriatura viviente lucha por romper las cadenas de la limitacin, esa opresivaestrechez que reduce la posibilidad de ver y comprender y despoja a la vida de

todos sus ideales.Toda alma se halla, de hecho, comprometida a una gran tarea: liberarse a smisma del estado de ignorancia. El mundo es un recinto limitado, una enormecrcel, cuyos barrotes estn constituidos por lo Desconocido. Todo ser viviente esun prisionero, hasta que, conquistado el derecho de arrancar aquel barrote de susajustados pernos, pasa, iluminado e inspirado, de la sombra que se convierte en luzante su presencia. Todos buscan el templo donde mora Dios, donde el espritu de la


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Gran Verdad ilumina las tinieblas de la humana ignorancia, pero no saben adndedirigirse ni en dnde encontrar su templo. La niebla del dogma lo cerca; periodosde pasividad del pensamiento lo atan. La limitacin lo debilita y retarda sus pasos.Vaga entre la oscuridad, en busca de la luz a que aspira, hasta que acaba por darsecuenta de que esta luz se halla en las tinieblas de su propio corazn.

Dios se muestra slo a los pocos que logran hallarlo. A su turno, stos lorevelan a los dems, esforzndose por inculcar al ignorante ese mensaje desabidura. Pero rara vez logran los hombres comprender el misterio que les ha sidorevelado. Tmidamente tratan de seguir los pasos de aquellos que lo consiguieron,pero, con excesiva frecuencia, los ms encuentran la ruta demasiado pesada.Entonces caen de rodillas, orando ante la Montaa que no son capaces de escalar,en cuya cima fulge la luz que no son an capaces de alcanzar, por falta del vigornecesario, ni de entender, por carencia de suficiente sagacidad. Viven la ley talcomo la encuentran, siempre temerosos de no haber interpretado con acierto las

flamgeras sentencias del firmamento y den validez a la letra de la Ley, que mata suespritu. Se indina el hombre humildemente ante lo Desconocido, y puebla lastinieblas de su ignorancia con santos y salvadores, fantasmas y espectros, dioses ydemonios. La ignorancia teme siempre a todo, y cae, llena de terror, hasta ante elviento que pasa. La supersticin es como el monumento de la ignorancia; ante ella

se arrodilla todo el que se da cuenta de supropia debilidad; el que ve en todo unapotencia que l no posee; el que cambia lasbellezas de la naturaleza en morada de ogrosy monstruos. La sabidura no le teme a nada;sin embargo, reverencia humildemente supropia Fuente. Mientras que la supersticinodia con facilidad, la sabidura, gradas a sums profundo entendimiento, ama todas lascosas, porque ha podido descubrir lahermosura, la ternura y la gracia de todo loque guarda subyacente el misterio de lavida. La vida es un lapso presupuestado pararealizar. Cada fugitivo instante es una

oportunidad, y todos los grandes son quienessaben reconocer la vida como la oportunidadpara todas las cosas. Artes, ciencias yreligiones son monumentos que testimonian

todo cuanto la humanidad ha realizado ya. Se yerguen como recordatorios de lafluyente inteligencia del hombre, y, a travs de ellos, el hombre adquiere mtodosms eficaces e inteligentes para conseguir los resultados propuestos. Benditos


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aquellos que pueden aprovechar las experiencias de los otros; los que, acreciendo loque ya ha sido edificado, pueden convertir en realidad su inspiracin, y en prcticasus ensueos. Todos los que dan al hombre lo que ste necesita, aunque sean pocoreconocidos en su poca, son ms tarde venerados como salvadores de la estirpehumana.

La Francmasonera es un cuerpo construido por la experiencia. Cada piedraes un paso ms debido a la evolucin de la inteligencia. Los altares de laFrancmasonera estn adornados con joyas de miles de aos; sus rituales resuenancon palabras que provienen de ilustres profetas y de sabios esclarecidos.Innumerables religiones han aportado sus dones de sabidura hasta su altar.Muchsimas artes y ciencias han contribuido a enriquecer su simbolismo. Es msque una fe; es un camino de certidumbre. Es ms que una creencia; es un hecho. LaFrancmasonera es una universidad en la que se ensean las artes liberales y lasciencias del alma a todo el que escucha e interpreta sus veladas enseanzas. Es una

sombra de la gran Escuela Atlntida de Misterios, que exista esplendorosa en laantigua Ciudad de las Puertas de Oro, ahora cubierta por las turbulentas aguas delAtlntico. Sus ctedras son asientos de sabidura; sus columnas sostienen el arco dela educacin universal, no slo en cuanto a cosas materiales, sino tambin a lascualidades que constituyen el espritu. En sus tableros se hallan inscritas lassagradas verdades de todas las religiones y de todos los pueblos, y los que sabencomprender pueden gozar, gracias a la trascendencia de sus planteamientos, de lagran Realidad. La Francmasonera es, en verdad, aquello, largo tiempo perdido, encuya busca se atormentaron los hombres a travs de las edades. La Francmasoneraes el comn denominador y tambin el comn divisor de la aspiracin humana. Elsmil de gran parte de las religiones que el mundo ha conocido, es una procesin:uno gua y los dems siguen. A los pies de los semidioses, el hombre siguebuscando la verdad y la luz. El cristiano sigue al dulce Nazareno hasta lastormentosas cumbres del Calvario. El budista sigue a su gran emancipador a travsde sus vagares por la selva. El mahometano realiza su peregrinaje a travs deldesierto arenoso hacia la negra tienda de la Meca. La verdad gua, y la ignorancia lasigue en su marcha. El espritu ilumina el camino, y la materia sigue detrs. En elmundo, los ideales slo viven un momento en su pureza, luego, los escogidoshuspedes de las tinieblas apagan la deslumbrante pira. La Escuela de Misterio, sin

embargo, permanece inconmovible. No trae su luz a los hombres; el hombre debellevar su luz a ella. Los ideales, cuando se aposentan en el mundo, se convierten endolos al cabo de pocas horas, pero el hombre que traspasa las puertas del santuariovuelve a convertir al dolo en ideal. El hombre asciende por una interminableescalinata con los ojos fijos en el objetivo que est en lo alto; muchos no puedenverlo, sino una o dos gradas. El hombre, sin embargo, ha aprendido una granleccin, y es que slo l es el forjador de su propio carcter y as es como ha


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adquirido fuerza y valor para ascender por la escalinata. Por tanto, el Francmasnes constructor del templo de su personalidad. Es el arquitecto de un misteriosublime: el luminoso y radiante templo de su alma. Comprende que sirve mejor aDios cuando se une al Gran Arquitecto para construir ms y ms nobles estructurasen el mundo en que vive. Todos los que tratan de obtener la maestra (o dominio)mediante esfuerzos constructivos, son Francmasones de corazn, sin que en ellotenga que ver la secta religiosa o creencia a que pertenezcan. No slo se esFrancmasn por el hecho de pertenecer a una Logia. En un sentido amplio.Francmasn es todo el que diariamente trata de vivir una vida en perfeccinconstante y de servir con inteligencia y armona a las necesidades del GranArquitecto.

El hermano Francmasn se obliga voluntariamente a ayudar a todo buscadorde la verdad en cualquier nivel y circunstancia; y al hacerlo se compromete contodo lo viviente, porque ellos son constructores de templos, afanados en erigir

nobles edificios para la gloria del Dios universal. La verdadera Logia Masnica esuna Escuela de Misterio, un lugar en donde los candidatos son alejados de locuras yfrivolidades del mundo, e instruidos en los misterios de la vida y de la muerte, enlas relaciones fraternales del desinters y la armona, en la identidad de ese germende esencia espiritual de que es parte y por tanto hijo de Dios, bien amado de SuPadre. El Francmasn considera la vida seriamente, dndose cuenta de que cadamomento derrochado es una oportunidad perdida, y que la Omnipotencia gradualslo se gana mediante formalidad y dedicacin. Sobre toda otra relacin, reconocela fraternidad universal entre todo lo viviente. El significado del apretn de manos,explicado en Logia, refleja su actitud para con todo el mundo, porque l escompaero de todas las cosas creadas. Se da tambin cuenta de que su espritu esjoya deslumbrante que debe pulir en el templo sagrado con el trabajo de sus manos,la aspiracin de su corazn y la meditacin de su mente. La Francmasonera es unafilosofa esencialmente sin dogma. Por eso es ms verdadera. Sus componentes seinclinan ante la verdad sin parar mientes en quin es portador de ella; sirven a laluz, en vez de preocuparse del que la trae. En su camino, prueban que se hallanafanados en conocer mejor la voluntad y los dictados del Creador. No existereligin ms verdadera que sta de la camaradera mundial, de la hermandad, de lasolidaridad y la unin en el propsito de glorificar a un Dios universal y edificar

para l un templo de actitud constructiva y de carcter noble, en el propio coraznde cada uno de sus componentes.


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PRLOGOEN LOS CAMPOS DEL CAOS

Los primeros destellos de la naciente Vida atravesaron la impenetrable

extensin de la Noche Csmica, convirtiendo las tinieblas de la negacin en elconfuso crepsculo del ser. Recortada contra las sombras de las puertas de laEternidad, se ergua, a las nebulosas orillas de la turbulenta sustancia, la solitariafigura de un mstico extrao, cubierto con un quimrico y azul manto de misterio,con la cabeza nimbada por una urea corona de deslumbradores destellos. Lastinieblas del Caos huyeron ante los rayos que brotaban, como torrentes de vivofuego, de aquella forma divina.

Desde algn Cosmos, incalculablemente ms grande que el nuestro, habavenido aquel mstico visitante, respondiendo al llamado de la Divinidad. Salt deestrella en estrella y era conocido desde el mundo hasta el universo, no obstante

haber permanecido envuelto por las membranosas alas de la noche del Caos. Depronto se abrieron las nubes, y una luz maravillosa descendi de alguna reginsituada entre las hirvientes olas de la fuerza; y cubri aquella forma solitaria con suceleste radiacin, en que cada chispeante molcula de niebla brillaba como undiamante baado por el vivo fuego de lo Divino.

En la chispeante llama de la luz csmica limitada por las oscuras nubes delno-ser, aparecieron dos grandes formas y una Voz poderosa vino irradiandoeternidad; cada burbujeante tomo vibraba con el poder de la Palabra del Creador,mientras la inmensa figura de veste azul se inclinaba reverentemente ante el

pedestal de Su Hacedor, en tanto que una mano alargada desde el cielo extenda losdedos impartiendo su bendicin.Entre toda la creacin, te he escogido a ti, y sobre ti he levantado mi solio.

T eres el instrumento escogido por mi mano, y yo te encargo que seas elConstructor de mi Templo. T levantars sus columnas y cubrirs su piso; t loadornars con metales y joyas, y t sers el maestro de mis obreros. En tus manoscoloco los planos, y aqu en el puesto de comando de la sustancia viva, dejograbado el plano que debes seguir, y en el que he trazado cada letra y cada ngulocon las fulgentes lneas de mi omnipotente dedo. Hiram Abiff, escogido comoconstructor de la casa de Tu Padre, levntate y comienza tu tarea! All tienes las

densas nubes, las grises nieblas, los destellos de la luz celestial, y las tinieblas delsueo de la creacin. Con ellos construirs, sin el ruido de mi martillo ni gritos deobreros, el templo de tu Dios eterno que est en los cielos. La arremolinada eincesante accin de la negacin te obligar a moler y pulir tus piedras. Entre esosespritus de no-ser tendrs que mezclar la cal y echar tus cimientos, porque yo te heestado contemplando desde los das de tu juventud y te he guiado a travs de losdas de tu edad adulta. Te he pesado en la balanza y he visto que eres justo. Por


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tanto, a ti te concedo la gloria de trabajar, y por la presente te doy la investiduracomo Constructor de mi Casa. A ti te entrego la palabra de Maestro Constructor; ati te entrego las herramientas del gremio; a ti te transmito el poder de que he sidoinvestido. Ten fe en estas cosas. Devulvemelas cuando hayas terminado, y yo tedar el nombre conocido slo por Dios. As debe ser.

La gran luz se extingui en los cielos; los flamgeros dedos de la Luz de laVida se desvanecieron entre la nebulosa y solitaria aurora, y otra vez envolvi alno-ser un negro manto. Hiram Abiff estaba de nuevo solo, contemplando en elinfinito ocano del olvido, un mar de atorbellinado de hirviente materia, hasta unhorizonte sin fin. Entonces, tomando en sus manos cuanto le haba sido dado ygrabando en su corazn la radiante Palabra del Maestro, camin lentamente hastaser tragado por las nieblas de la noche primordial.

Cuntos hombres miden la interminable eternidad? Las edades pasaban, y elsolitario Constructor trabajaba sus planes slo con amor y humildad en su corazn;

su mano modelaba las tinieblas que l bendijera, mientras que sus ojos se alzabanhacia el punto de donde la Gran Luz descendi desde los cielos. Trabajaba endivina soledad, sin que nadie lo alentara ni lo censurara; solo, en plena libertad conla helada niebla matinal sobre su frente, pero con el corazn an confortado por laPalabra del Maestro. Pareca la suya una tarea desesperada. Ningunas manos solashabran podido modelar las tinieblas; ningn corazn por veraz que fuese, podraser lo suficientemente grande como para proyectar el palpitante amor csmicosobre las fras nieblas del olvido. Aunque las tinieblas se cerraban cada vez mssobre l y los atenazadores dedos de la negacin estrechaban su ser, el Constructor,provisto de la divina verdad, sigui trabajando. Lleno de divina esperanza puso suscimientos, y con su inagotable arcilla forj los moldes para dar forma a sussagrados ornamentos.

Lentamente fue creciendo el edificio, y las indecisas figuras moldeadas por lamano del Maestro, fueron destacndose. El Maestro haba forjado tres enormes,pero desalmadas criaturas, seres inmensos que aparecieron, cual torvos espectros,en la penumbra. Eran tres constructores a quienes l haba bendecido y ahorapasaban, insolentemente, frente a l. Hiram tendi sus brazos hacia su creacin,diciendo: Hermanos, yo os he forjado para que realicis vuestra obra. Yo os heformado para que trabajis conmigo en la construccin de la Casa del Seor. Sois

hijos de mi propio ser; yo he trabajado por vosotros; ahora, trabajad conmigo parala gloria de Dios. Pero los espectros rompieron a rer. Se volvieron hada su artficey lo atacaron con sus propias herramientas, las que Dios puso en sus manos desdelos cielos; y dejaron a su Gran Maestro moribundo en medio de sus obras, herido yaniquilado por el triple poder de la csmica noche. Sangrando, yacente a los pies desu obra, el martirizado Constructor levant la cabeza hacia las encrespadas nubes,


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con su rostro radiante de dulzura, divino amor y csmica comprensin, mientrassus labios oraban al Maestro que lo enviara al mundo:

Oh Maestro de los Trabajadores, Gran Arquitecto del Universo, mis laboresno estn terminadas. Por qu tendrn que permanecer siempre incompletas? Yo nohe terminado aquello para lo que Vos me disteis el ser, pues mi propia creacin seha vuelto contra m y las herramientas que Vos me disteis me han dado muerte. Loshijos que yo cre para el amor, me han asesinado a causa de su ignorancia. Aqu,Padre, est la Palabra que Vos me disteis, tinta ahora con mi propia sangre. OhMaestro, os la devuelvo porque la he mantenido como un sagrado don dentro de micorazn. Aqu estn las herramientas, el tablero y los artefactos que yo forj Entorno mo se yerguen las ruinas del templo que debo dejar. A Vos, Oh Dios, divinoConocedor de todo os las devuelvo dndome cuenta de que en Vuestra voluntaddescansa la posibilidad de realizar todas las cosas. Vos, Oh Dios, conocis todosnuestros actos, sabis nuestros pensamientos. En vuestro nombre, Padre, he

trabajado, y por Vuestra causa muero como un leal constructor. El Maestro caydesplomado, con dulce expresin en su rostro vuelto hacia el infinito en elpostrimer descanso de la muerte, y cesaron los destellos luminosos que de lemanaban. Las grises nubes se tornaron ms densas, hasta formar una mortajaingrvida en torno al cuerpo del asesinado Hiram. De pronto se abrieron de nuevolos cielos y un chorro de luz ba de celestial gloria la figura de Hiram. Una vezms, la Voz habl desde los cielos, en donde el Gran Rey tiene su solio entre lasnubes de la creacin:

l no ha muerto; slo est dormido. Quin lo despertar? Su obra no estcumplida, y en su muerte guarda las sagradas reliquias ms celosamente que nunca,porque la Palabra y los planos son slo suyos desde el momento en que se losentregu. Pero as permanecer, dormido, hasta que esos tres que lo han asesinadolo devuelvan a la vida. Todo error debe ser rectificado y los saqueadores de micasa, los destructores de mi templo, deben trabajar como constructores hasta quearranquen de la Muerte al Maestro.

Cayeron de rodillas los tres victimarios y alzaron a la vez sus manos al cielocomo para desviar la luz que haba descubierto su crimen: Oh Dios!, grande esnuestro pecado. Hemos dado muerte a nuestro Gran Maestro Hiram; justo esVuestro castigo y, como lo asesinamos, tendremos ahora que consagrar nuestras

vidas a su resurreccin. Lo primero constituye nuestra humana debilidad, losegundo nuestro sagrado deber. As sea, respondi la Voz desde el Cielo. Lagran Luz se desvaneci y brumosas nubes de tinieblas envolvieron el cadver delMaestro asesinado, desapareciendo en la vorgine de sombras, sin que hayaquedado tmulo ni vestigio alguno que indiquen dnde yace el cuerpo delConstructor. Oh Dios! - clamaron los tres confabulados - Y en dnde podremosencontrar ahora a nuestro Maestro?. Desde lo Supremo Invisible descendi de


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nuevo una mano, empuando una frgil lmpara de aceite cuya mortecina llamaalumbraba dbilmente las tinieblas. Y a la vez oyeron la sentencia: Con esta luztendris que buscar a aquel a quien habis asesinado. Las tres formas rodearon laluz y se inclinaron reverentes en oracin, dando gracias por ese breve destello quealumbrara la oscuridad de su camino. Desde alguna parte en las regiones del no-ser, la Gran Voz habl con resonancias de trueno que hicieron retemblar el Caos:l vino como una flor y ha sido tronchado; vol como un arcngel, pero han sidoabatidas sus alas; as como las aguas van a fundirse al mar y las flores se marchitany secan, as es el hombre al morir. An me compadezco por las criaturas de micreacin; las dirijo en pocas de perturbaciones, y las salvo con mi inagotablepoder. Buscad en donde yace un tallo roto y una vara seca; buscad en donde lasnubes se ciernen; buscad en las piedras de la ladera, porque todo eso seala latumba de Hiram, quien se ha llevado mi Voluntad consigo al sepulcro. Esta eternabsqueda os corresponde hasta que encontris a vuestro Constructor, hasta que el

cuerpo entregue su secreto, hasta que la tumba disuelva a los fantasmas. No hablarms hasta que vosotros no hayis encontrado y resucitado a mi bien amado Hijo, yhayis escuchado las palabras de mi Mensajero y, con l como gua, hayisconcluido el templo en que habitar. Amn.

La gris aurora an yace durmiendo en los brazos de las tinieblas. Fuera delgran misterio del no-ser, todo era silencio, todo incognoscible. A travs de labrumosa aurora, como extraos fantasmas de un sueo, tres figuras vagaron por elgran reino desconocido, llevando en sus manos una leve lucecita: la lmpara queles entregara el Padre de su Constructor. Por tierras, mares, nubes y estrellas,vagaron eternamente en busca de la muda tumba, detenindose una y otra vez paraexplorar las profundidades de algunas msticas cavernas, orando por liberarse de suinterminable bsqueda; siempre atados por sus votos de resucitar al Constructor alque haban dado muerte, cuya tumba ha sido marcada con un tallo quebrado, ycuyo cuerpo fue arrebatado por el blanco y huracanado manto de la muerte, haciaalgn lugar en la cima de la colina eterna.


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CONSTRUCTORES DEL TEMPLO

Sois los constructores del templo del futuro. Convuestras manos tenis que levantar las cpulas y capiteles

de una nueva civilizacin, Sobre los fundamentos quehabis puesto, maana habris de construir un edificiomucho mas noble. Constructores del templo del carcter

en que ha de residir un espritu iluminado; forjadoresgenuinos de la roca del conocimiento; moldeadores de los

vasos creados para contener el elixir de la vida:levantaos, y a la tarea que os espera! Nunca antes en la

historia de los hombres habis tenido la oportunidad queahora tenis por delante. El mundo espera. . . espera aliluminado que ha de aparecer por entre los pilares del

prtico. La humildad, con la vista vendada pero decidida,trata de entrar al templo de la sabidura. Abrid del todo lapuerta, y que el que sea digno entre. Abrid bien la puerta,

y que brille la luz que es la vida de los hombres.Apresuraos a terminar la morada del Seor, para que el

Espritu de Dios pueda venir a residir en medio de Supueblo, santificado y establecido de acuerdo con Su ley.


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Captulo ILa Eterna Bsqueda

El comn de los Francmasones, as como los modernos estudiosos de los

ideales francmasnicos, se dan escasa cuenta de las obligaciones csmicas quetoman a su cargo, desde el momento en que empiezan a investigar las sacrasverdades de la naturaleza, tal como constan en los antiguo: y modernos rituales.Pero si miran tan superficialmente sus tareas, y no tienen sobre s aos y aos deexperiencias, acabarn por considerar a la Francmasonera tan slo como unorganismo social de una antigedad de pocos aos. Deben, pues, darse cuenta deque las antiguas enseanzas msticas, que se han perpetuado a travs de los ritosmodernos, son sagradas, y que hay invisibles y desconocidos poderes que moldeanlos destinos de aquellos que, conscientemente y por su propia iniciativa, tomansobre s las obligaciones de la Fraternidad.

La Francmasonera no es una cosa material; es una ciencia del alma. No esun credo o una doctrina, sino una expresin universal de sapiente trascendencia (Eltrmino est usado aqu como sinnimo de una secretsima y sagrada filosofa queexisti siempre, y fue la inspiracin de los grandes msticos y sabios de todas lasedades, la perfecta sabidura de Dios que se revela a travs de una jerarqua secretade inteligencias iluminadas). La posterior accin conjunta de los gremiosmedievales o, inclusive, la construccin del templo de Salomn, como hoy se loentiende, tiene poco, si es que tiene algo, que ver con el verdadero origen de laFrancmasonera, puesto que ella no depende de las personalidades. En su ms alto

sentido no es ni historia ni arqueologa, sino un trascendente lenguaje simblicoque perpeta, bajo ciertos smbolos concretos, los sagrados misterios de losantiguos. Slo aquellos que ven en ello un estudio csmico, el trabajo de una vida,una inspiracin divina para pensar mejor, sentir mejor y vivir mejor, con elpropsito de obtener la luz espiritual y considerar la vida diaria del verdaderoFrancmasn como un medio para lograrlo, han conseguido apenas una superficialvisin interna de los verdaderos misterios de los antiguos ritos.

La antigedad de la esencia masnica no puede ser calculada por siglos nimilenios, porque en realidad su origen se limita al mundo de las formas. El mundo,tal como lo vemos, es tan slo un laboratorio experimental, en el cual el hombre se

encuentra tratando de edificar y expresar medios cada vez mayores y ms perfectos.Dentro de este laboratorio se filtran miradas de rayos, que descienden de otrasjerarquas csmicas (Grupo de inteligencias superiores que rigen el proceso creadordel cosmos). Tales enormes globos y orbes que concentran sus energas sobre lahumanidad y moldean sus destinos, hacen esto dentro del mayor orden, cada cualpor su lado y a su modo; el edificio masnico puede constituir el ncleo de accinen que dichas jerarquas puedan manifestarse, puesto que una verdadera logia es la


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plasmacin minimizada del universo, no slo material sino simblicamente, y de sulabor siempre consagrada a la gloria de su Gran Arquitecto. Libre de limitacionesde credo y secta, el Francmasn debe erguirse como amo de toda fe; el queemprenda el estudio de la Francmasonera sin darse cuenta de la hondura, la bellezay el podero espiritual de su filosofa, no podr jams sacar nada permanente comofruto de sus estudios. La antigedad de las Escuelas Esotricas puede ser localizadapor el estudiante, muy atrs, en la aurora de los tiempos, edades y periodos quedatan de cuando apenas se estaba levantando el templo del Hombre Solar. Aqulfue el primer Templo del Rey, dentro del cual se daban y conservaban losverdaderos misterios de la antigua morada, y fueron los dioses de la creacin y elespritu de la aurora los primeros en techar la logia del Maestro.

El hermano iniciado comprueba que sus llamados smbolos y rituales sonmeras frmulas elaboradas por la sabidura a fin de perpetuar ideas incomprensiblespara el hombre medio. Tambin se da cuenta de que slo algunos Francmasones de

hoy saben o aprecian el mstico significado que se encierra en los rituales. Con fereligiosa, quiz perpetuamos la forma, adorndola en lugar de la vida, pero aquellosque no han reconocido la verdad en la rigidez del ritual, que no han podidoreconocer la esencia a travs de su envoltura en palabras bien rimadas, no sonFrancmasones, a pesar de sus grados ostensibles y de sus honores externos.

En el trabajo que estamos emprendiendo, no tenemos intencin de tratar delmoderno concepto de la Orden, sino considerar a la Francmasonera comorealmente es para aquellos que lo intuyen: un gran organismo csmico, cuyosverdaderos componentes e hijos se encuentran atados no por medio de promesasverbales, sino por vivencias tan reales que los ponen en condiciones de captar unms all y laborar a niveles tan sutiles que el materialismo no permite siquieraimaginar. Cuando esta apertura se realiza, y los misterios del universo se extiendenante el aspirante candidato, slo entonces, en verdad, se descubre, lo que laFrancmasonera es realmente. Ya no le interesan ms sus aspectos secundarios,porque ha conseguido penetrar en la Escuela de Misterio, a la cual es capaz dereconocer slo cuando l mismo, espiritualmente, forma parte integral de ella.

Todos los que han examinado y estudiado la antigua sabidura, no tienen lamenor duda de que la Francmasonera, como el universo mismo, que es la msgrande de las escuelas, trata de la revelacin de un principio triple, porque todo el

universo se encuentra bajo el gobierno de los mismos tres poderes, a quienes sesuele llamar los constructores del templo masnico. No se trata aqu depersonalidades, sino de principios, de energas grandemente inteligentes y defuerzas que en Dios, el hombre y el universo tienen sobre s la responsabilidad demoldear la sustancia csmica dentro de la morada del rey vivo; el templo edificadoen las primeras edades de esfuerzo inconsciente, y luego consciente, de cadaindividuo, el cual expresa en su vida los principios creadores de estas tres


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potencias. El verdadero afiliado del antiguo Gremio se daba cuenta de que laestructura del templo que se ocupaba en erigir al Rey del Universo, era un deber o,mejor, un privilegio que deba a su Dios, a su hermano y a s mismo. Se percat deque se deben dar ciertos pasos, y de que su templo debe ser construido de acuerdocon un plan. Hoy da parece, sin embargo, que ese plan se hubiera perdido, pues enla mayora de los casos, la Francmasonera no es ya un arte operante, sinomeramente una idea especulativa, hasta que cada hermano, al leer los misterios desu simbologa y percatarse de las hermosas alegoras ocultas en su ritual, viene acaer en la cuenta de que slo l mismo tiene en s, las claves y los planos por tanlargo tiempo perdidos para su Gremio, y que si pretende enterarse de lo que es elarte real de la construccin simblica, slo lo lograr utilizando con pureza loselementos esenciales de su propio ser.

La verdadera Francmasonera es esotrica; no es una cosa de este mundoconcreto. Todo cuanto aqu tenemos es slo un vnculo, medio de manifestacin,

introduccin a travs de la cual puede el estudiante pasar hacia lo desconocido. LaFrancmasonera no tiene mucho que ver con las cosas materiales exceptocomprobar que la forma est moldeada por la vida, y manifestar lo que la vidacontiene. Consecuentemente, el estudiante trata de moldear su vida de modo que laforma, glorifique a la divinidad cuyo templo est l levantando lentamente en lamedida que logre despertar, uno por uno, a los valores que lleva dentro de s y losdirija para laborar conscientemente en el plan que el destino le ha deparado.

Hasta donde es posible averiguar, la antigua Francmasonera y las hermosasalegoras csmicas que ella ensea, perpetundose a travs de centenares de logiasy antiguos misterios, constituyen la ms vieja de las Escuelas iniciticas de losMisterios (Este es un trmino usado desde la antigedad para designar el aspectoesotrico de los ceremoniales religiosos. Al pasar el candidato a travs de estosmisterios o pruebas, era iniciado en los misterios de la Naturaleza y el aspectoarcnico de la ley natural); y el haber subsistido a travs de las edades no hadependido de s misma, como un organismo exotrico de individuos parcialmenteevolucionados, sino de la hermandad oculta, del lado esotrico de laFrancmasonera. Todas las grandes Escuelas de Misterios tienen jerarquas segnlos planos espirituales de la Naturaleza, los cuales se expresan por s mismos, eneste mundo, mediante credos y organizaciones. Cuando el verdadero estudiante

trata de surgir por s mismo del cuerpo exotrico hacia lo espiritual, al par que tratade juntarse al grupo esotrico, que, aunque carente de morada (o logia) en el planofsico de la Naturaleza, es muchsimo ms grande que todas las logias juntas, paralas que se convierte en el fuego central. Los instructores espirituales de lahumanidad deben trabajar en un mundo concreto, con motivos comprensibles a lainteligencia humana y as es como el hombre empieza a entender el significado delas alegoras y los smbolos que circundan su tarea exotrica tan pronto como se


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encuentra preparado para recibirlos. El verdadero Francmasn se da cuenta de queel Trabajo que en el mundo realizan las Escuelas de Misterio es de ndole ms bieninclusiva que exclusiva, y que la nica logia suficientemente amplia para expresarsus ideales es aquella cuya cpula son los cielos, cuyas columnas los lmites de lacreacin, cuyo cuadriculado piso se halla compuesto por las entrecruzadascorrientes de las emociones humanas y cuyo altar reside en el humano corazn. Loscredos no pueden atar al verdadero buscador de la verdad. Al percatarse de launidad de sta, el Francmasn comprueba tambin que las jerarquas con las que lcolabora le han transmitido, en diferentes grados, los msticos rituales espiritualesde todas las Escuelas del pasado, y que si se arriesga a ocupar un puesto en el plan,no debe entrar a este sagrado estudio teniendo en vista lo que pueda sacar de l,sino en lo que puede ser til en la expansin de esta trascendental labor.

En la Francmasonera yace oculto el misterio de la evolucin, igual que lasolucin al problema de la existencia y la ruta que el estudiante debe seguir con el

objeto de unirse conscientemente a aquello que realmente constituye los podereslatentes tras de los procesos nacionales e internacionales. El verdadero estudiantecomprueba, sobre todo, que la obtencin de grados no convierte al hombre en unFrancmasn. Un Francmasn no es el producto de un nombramiento; es unevolucionado, y debe darse cuenta de que el lugar que ocupa en la logia exotricano significa nada en comparacin con su puesto en la logia espiritual de laexistencia. Debe descartar, para siempre, la idea de que puede ser instruido en losMisterios sagrados (o que le pueden ser comunicados oralmente); o que el sermiembro de una organizacin basta para mejorarlo en todo aspecto. Debecomprender que su deber consiste en construir y desarrollar las trascendentalesenseanzas en su propio ser: que nada, salvo su propio ser purificado, puede abrirlela puerta de los impenetrables arcanos de la conciencia humana, y que sus ritosmasnicos deben ser eternamente especulativos hasta que los haga operantes,viviendo la vida del Francmasn mstico. Sus responsabilidades krmicas aumentancon sus oportunidades. Los que se hallan rodeados de sabidura y oportunidad paraprogresar por s mismos y no aprovechan tales oportunidades, son obrerosperezosos que, espiritual, si no fsicamente, sern arrojados del templo del Seor.

La Orden Masnica no es una mera organizacin social, sino que estcompuesta por todos cuantos se han comprometido ante s mismos y ante sus

hermanos a aprender y practicar juntos los principios de misticismos y de los ritosocultos, no por antiguos menos eternos. Son (o deberan ser) filsofos, sabios,individuos de mente equilibrada, dedicados a la Francmasonera, y comprometidosen aquello que ms quieren: trabajar para que el mundo sea mejor, ms sabio y msfeliz, porque ellos lo vivieron. Los que penetran el valor de estos ritos y pasan entrecolumnas buscando prestigio o ventajas de ndole material, son blasfemos, yaunque en este mundo podamos considerarlos como gente de xito, en realidad los


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fracasos cualitativos les han cerrado las puertas del verdadero rito, cuya clave es eldesinters y cuyos obreros han renunciado a los bienes tangibles del momento.

En pocas pretritas se requeran muchos aos de preparacin para que elnefito lograra la oportunidad de ingresar al templo de los Misterios. De este modo,el frvolo, el curioso, el dbil de corazn, y los incapaces de resistir las tentacionesde la vida, eran automticamente eliminados por su incompetencia para llenar losrequisitos de admisin. El candidato triunfante a su paso entre columnas, ingresabaal templo dndose cuenta perfecta de su sublime oportunidad, de su trascendenteobligacin, y del mstico privilegio ganado por s mismo en el curso de aos deardua preparacin. Slo son verdaderamente Francmasones los que ingresan altemplo reverentemente, los que no buscan ni loas efmeras, ni cosas de la vida, sinolos tesoros eternos, y cuyo nico deseo es conocer el verdadero misterio de laOrden en donde pueden reunirse como honestos obreros con los que vivirn comoconstructores del Templo Universal en el futuro.

El Ritual masnico no es una ceremonia, sino una vida que vivir. Slo sonverdaderamente Francmasones aquellos que, habiendo dedicado sus vidas yfortunas al altar de la llama eterna, emprenden la construccin de un edificiouniversal del cual son conscientes, y su Dios, el arquitecto viviente. Cuandotengamos Francmasones as, la Orden volver a ser operante, el flamgero tringulobrillar con redoblado esplendor, el difunto hacedor se levantar de su tumba y laPalabra perdida, tanto tiempo oculta al profano, se revelar otra vez, con el poderque renueva todas las cosas. En las pginas que siguen aparece alguna cantidad depensamientos para estudio y meditacin de los hermanos, los constructores de sutemplo interior. Son claves que, slo ledas y no profundizadas dejarn alestudiante todava en estado de ignorancia; pero que, de ser vividas, lograrntransformar a la Francmasonera predominantemente especulativa de hoy en laFrancmasonera operante del maana, en que cada Masn, dndose cuenta de supropio puesto, ver cosas que nunca viera antes, no porque ellas no estuvieranpresentes, sino porque era l quien estaba ciego. Y no hay ms ciego que el que noquiere ver.


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LA PRESENCIA DEL M AESTRO

El Masn cree en el Gran Arquitecto, la novelaviviente del plan de la creacin, el Maestro de todas las

Logias, sin cuyo espritu no se puede trabajar. Que nuncaolvide que el Maestro est cerca. Que noche y da sientala presencia del Supremo Hacedor. El Ojo siempre

vigilante esta en l y sobre l. Da y noche este gran Orbemide las profundidades de su alma mas ntima, juzga su

vida, lee sus pensamientos, sopesa sus aspiraciones ypremia su sinceridad. Ante esta Omnipotencia,

guardando las distancias, est l mismo personificado y anadie y ante nadie ms debe dar cuenta de sus actos. Esta

mstica sale con l d la Logia y sopesa al Masn en el

mundo. Este Espritu est con l en el diario trabajo, lomismo que en el hogar. Le juzga con la luz del da y con

la oscuridad de la noche. Le oye cada palabra indiscreta.Es el testigo silencioso de toda transaccin en la vida, el

silente consocio de todo hombre. Es el jurado quesentencia a todo ser humano. Es su propia conciencia.

Que todo Masn sepa que sus deberes incluyen nosolamente los de su estrecha Logia, limitada, por paredes

de piedra y ladrillo, sino los de la Gran Logia Universal

cuyos lmites son la amplia bveda de los cielos. El vallede Josafat espera a aquel que usa de falsa para unacreatura cualquiera, tan seguro como espera a los que

quebrantan el juramento csmico.


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CAPTULO IIEL CANDIDATO

Hay un periodo en el desarrollo de toda cosa individual viviente en que el ser

se da cuenta, con naciente conciencia, de que es un prisionero. Aunqueaparentemente libre de moverse y desenvolver su personalidad, la fugaz vidareconoce, por medios cada vez mayores sus propias limitaciones. En ese instante escuando el hombre clama con ms insistencia que nunca por su liberacin de lasopresivas ataduras que, aun cuando invisibles para los ojos mortales, lo siguenencadenando con servidumbres muchsimo peores que las de cualquier crcelmaterial. Muchos han ledo, sin duda, el relato del prisionero de Chilln, quienpaseaba de arriba abajo, dentro de los estrechos confines de su celda, mientras quelas azules aguas se agitaban sin cesar sobre su cabeza, y el nico ruido que rompael silencio de su eterna noche era el constante chapoteo de las filtraciones.

Compadecemos al prisionero en su prisin material, y nos entristecemos hasta loms ntimo del corazn, puesto que sabemos cun ardientemente la vida ama lalibertad. Pero hay un prisionero cuya pena es mucho peor que, las terrenales. Notiene siquiera los estrechos confines de una celda en torno suyo, pues no puede, porlo menos, pasear incesantemente, de arriba abajo y tejer surcos sobre los guijarrosde su inmundo suelo. Ese eterno prisionero es la Vida, encarnada en los sombros yptreos muros de la materia, sin que un solo rayo ilumine la negrura de su destino.Eternamente lucha, entre los negros mbitos de tenebrosos muros, pidiendo luz yuna oportunidad de inspiracin. Ese es el eterno Prisionero que, a travs de las

infinitas etapas de desarrollo csmico, a travs de innumerables formas ydesconocidas especies, pugna eternamente por liberarse a s y conquistar la libertadde expresarse a s mismo, derecho natural que toda creatura posee. Siempre enespera del da en que, irguindose sobre las rocas que por ahora cierran su informetumba, pueda alzar los brazos al cielo, sumergirse en el resplandor celeste de lalibertad espiritual, ser libre de unirse a los burbujeantes tomos y danzaralegremente, despus de romper las cadenas de su prisin y de su tumba.

En torno de la Vida, ese maravilloso germen que hay en el corazn de todacreatura, ese sagrado Prisionero en Su lbrega celda, ese Maestro Constructoryacente en el sepulcro de la materia, se ha levantado la maravillosa leyenda del

Santo Sepulcro. Bajo innmeras alegoras, los filsofos msticos de todos lostiempos han perpetuado aquel trascendente relato, que, para el Gremio de losFrancmasones, consiste en el mstico ritual de Hiram, el Maestro Constructor,victimado en su templo por los propios obreros que lo secundaban, mientras sehallaba afanado en crear la morada de su Dios.

La tumba es la materia. La materia es el muro letal de la sustancia, an nodespierta bajo las latentes energas del Espritu. Existe en muchas formas y grados.


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No slo en los elementos qumicos que dan solidez a nuestro universo, sino enmejores y ms sutiles esencias. Estas, aunque expresndose por medio de laemocin y el pensamiento, siguen siendo seres pertenecientes al mundo de la formaaun dentro de su sutilidad. Tales sustancias (o esencias) constituyen la gran cruz dela materia, que se opone al crecimiento de todas las cosas, aun cuando, poroposicin, hace que dicho crecimiento sea posible. Es la gran cruz de hidrgeno,nitrgeno, oxgeno y carbono, sobre la cual hasta el germen vital del protoplasmaes crucificado y sacrificado, agonizante.

Tales sustancias son incapaces de darle una expresin adecuada. El esprituencerrado en ellas, clama por libertad; libertad de ser, de expresar, de manifestar suverdadero puesto en el Gran Plan de la evolucin csmica. Los grandes anhelosdentro del corazn del hombre son los que lo empujan suavemente hacia las puertasdel Templo; es la creciente urgencia de un mayor entendimiento y de ms luz loque da vida, merced a la ley de la necesidad, a la gran Logia csmica, dedicada a

aquellos que, buscando fundirse con los Poderes de la Luz, quieren que los murosde su prisin sean derribados. Esta envoltura no puede ser descartada; debe serpuesta en contacto, solidariamente, con la Vida. Cada tomo cristalizado, muerto,del cuerpo humano, debe ser puesto en vibracin y movimiento hasta que alcanceel ms alto grado de conciencia.

A travs de la purificacin, a travs del conocimiento, y a travs de losservicios a sus compaeros, el candidato desarrolla consecuentemente, estaspropiedades msticas, y construye mejores y ms perfectos cuerpos, a travs de loscuales su Vida ms alta alcanza manifestaciones todava mayores. La expresin delhombre, a travs del pensamiento, la emocin y la accin constructivas, libera a loms alto de su naturaleza de cuerpos que, a causa de su estado de cristalizacin, sonincapaces de proporcionarle sus naturales oportunidades. En la Francmasonera,esta permanencia en la materia recibe el nombre de tumba, y representa el SantoSepulcro de la mstica leyenda.

Es la tumba dentro de la cual yace el perdido Arquitecto, y con l, los planosdel Templo y la Palabra del Maestro; y es a ese Arquitecto, nuestro Gran Maestro, aquien debemos buscar y rescatar de la muerte. Ese noble Hijo de la Luz clama ennosotros en cada expresin de la materia. Todo, todo seala su lugar de reposo, y laramita de acacia anuncia que, a travs del largo invierno de tinieblas espirituales,

cuando el sol no brilla ya para el hombre, esa Luz sigue an esperando el da de suliberacin, en que cada uno de nosotros se levante hacia l, mediante la garra oapretn de manos del Gran Maestro, la verdadera garra de un verdadero MaestroFrancmasn. No podemos, cierto, or esa Voz que clama eternamente, pero s sentirsu interno llamado. Algo grande y desconocido conmueve las fibras de nuestrocorazn. A medida que avanza el tiempo, un gran deseo se intensifica en el maestropor vivir mejor y por cultivar pensamientos dignos de grandeza, moldeando en s


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mismo las caractersticas del candidato que, al ser preguntado por qu emprende talcamino, pueda, en verdad, contestar, si mentalmente pudiera interpretar lo quesiente: Oigo una voz que dama a m en la flora y en la fauna, desde las piedras,desde las nubes, desde el propio cielo.

Cada tomo gneo que gira y vibra en el Cosmos, clama a m con la voz demi Maestro.

Puedo escuchar a Hiram Abiff, mi Gran Maestro, clamando en su agona, laagona de la vida cubierta de tinieblas entre los muros de su prisin material,tratando de hallar la expresin que yo le haba negado, pugnando por adelantar elda de la liberacin de su espritu de cuya clausura soy nicamente yo elresponsable. Mi mundo material y sus reacciones de primario nivel fueron losvictimarios de mi alma irredenta.

Hay muchas leyendas acerca del Santo Sepulcro que, por tantos siglos, haestado en manos infieles, y que por su errnea interpretacin el mundo cristiano

trat de recapturar en poca de las Cruzadas. Sin embargo, pocos Francmasonesan se dan cuenta de que ese Santo Sepulcro, o tumba, es, en realidad, negacin ycristalizacin, materia cerrada y sellada, en la que se contiene el Espritu de Vida,que permanecera en tinieblas hasta que el progreso de cada ser individual leotorgue muros de resplandeciente oro, y trasmute en vibrante luz sus ptreosmuros.

A medida que desarrollemos ms y mejor nuestros medios de expresin, esosmuros se dilatarn lentamente hasta que, por fin, el Espritu surja triunfante de sutumba y, despus de bendecir los tremendos muros que lo cercaban, se eleve sobreellos para unirse consigo mismo a niveles no por menos densos ms efectivos yreales.

Consideremos primero lo trgico de la leyenda de Hiram. Citar tresmalvados que, en los momentos en que el Arquitecto trataba de abandonar sutemplo, lo golpearon con sus propias herramientas hasta dejarlo examine,derribando seguidamente ese templo sobre sus propias cabezas. Simbolizan esostres malvados las expresiones de nuestra baja naturaleza, expresiones que son losverdaderos oponentes de cuanto bueno llevamos dentro. Esos tres malhechorespueden ser llamados Ignorancia, Fanatismo y Ambicin, que despus de ardualabor trasmutados en Sabidura, Tolerancia y Amor, se convierten en gloriosas vas

a travs de las cuales se manifestar el gran poder vital de los tres regentes, losdeslumbrantes constructores de la Logia Universal, que se evidencian en estemundo como Pensamiento Espiritual, Emocin Constructiva y til TrabajoCotidiano, en las variadas formas y lugares que solemos usar para llevar a cabo eltrabajo de los Maestros.

Esos tres elementos constituyen el Tringulo Flamgero a que rindehomenaje todo Francmasn; pero que pervertidos y cristalizados, sujetos an al


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instinto primario, constituyen una prisin triangular a la que no puede llegar la luzy en donde la Vida languidece entre las tinieblas de la ignorancia, hasta que elhombre mismo, por medio de lo ms alto de su entendimiento, logra poner enlibertad el poder y las energas que, por cierto, son solidez y gloria del Ser que nosdio la luz.

Ahora, permtasenos analizar de qu manera aquellos tres refulgentes reyesde la aurora se convirtieron, gracias a la perversin e interpretacin que de susmanifestaciones hace el hombre, en los delincuentes que asesinaron a Hiram -lasdinmicas potencias del cosmos que circulan por las venas de todo ser viviente -,tratando de hermosear y perfeccionar el templo, que ellos construiran segn el planabandonado en el cuarto de trabajo por el Gran Arquitecto del Universo.

Primeramente, tenemos a uno de los tres reyes, o, mejor, deberamos decir,un canal a travs del cual se manifiesta: porque el rey Salomn es el poder de lamente que, cuando se corrompe, se vuelve un destructor que deshace los poderes

que alimentan y construyen. La recta aplicacin del pensamiento, cuando buscarespuesta al csmico problema del destino, liberta el espritu del hombre que seremonta sobre lo concreto a travs del maravilloso poder de la inteligencia, con susensueos e ideales.

Cuando el pensamiento del hombre agita las alas de la inspiracin, cuandodestruye las tinieblas de la ignorancia con la fuerza de la razn y de la lgica,entonces, ciertamente, todo el ser se ve liberado de su miseria, y se inunda de luz,bandose en las aguas del poder y de la vida. Esa luz nos permite investigar conmayor claridad el misterio de la creacin y hallar, con la mayor certidumbre,nuestro puesto en el Gran Plan, puesto que a medida que el hombre desarrolla suscuerpos adquiere mayores talentos con los cuales le es posible explorar losMisterios de la Naturaleza y ahondar en la bsqueda de las ocultas obras de laDivinidad.

El Constructor es liberado por medio de tales poderes y su concienciacontina adelante, de conquista en conquista. Esos altos ideales, esos espiritualesconceptos, esas aplicaciones altruistas, filantrpicas y educadoras del poder delpensamiento, glorifican al Constructor. Porque ellas proporcionan el poder deexpresar, sea en pensamiento, sea en palabras, sea en accin, y todo el que puedeexpresarse por s mismo es, desde ese instante, libre. Cuando el hombre puede

moldear sus pensamientos, sus emociones y sus ms altos ideales, entonces l es lalibertad, porque la ignorancia representa las tinieblas del Caos, mientras que elconocimiento es la luz del Cosmos.

A pesar de que muchos de nosotros vivimos, aparentemente, para satisfacerlos deseos primarios del cuerpo como servidores de lo ms bajo de la naturaleza,siempre queda en cada uno un poder latente y perdurable, una verdad desconocida.Ese poder vive, en esta condicin, acaso por eternidades, pero durante nuestro


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crecimiento suele surgir con gran anhelo de manifestacin en el momento en quedescubrimos que la satisfaccin del placer de los sentidos es eternamente fugaz,efmera e insatisfactoria, y nos examinamos a nosotros mismos comenzando adarnos cuenta de que existen mayores alicientes para nuestro ser. A veces es larazn, a veces el sufrimiento, a veces un profundo deseo de ser tiles, lo que haceque se manifiesten esos poderes latentes, lo cual patentiza que un gran sueo enmedio de las sombras est a punto de tomar el camino de la Luz.

Despus de haber vivido todas las experiencias, el hombre aprende a darsecuenta de que todas las manifestaciones del ser, todas esas variadas experiencias atravs de las cuales pasa, son pasos que conducen a una sola direccin que,consciente o inconscientemente, todas las almas son dirigidas hacia el prtico delTemplo en donde, por vez primera, ven y comprueban la gloria de la Divinidad.

Es entonces cuando se comprende la alegora gloriosa del martirizadoConstructor, y se siente el poder dentro de uno mismo, clamando contra la crcel de

la materia. Nada tiene ya importancia desde entonces y sin consideracin a precio ysacrificio y aun sufriendo el vilipendio del mundo, asciende el candidatolentamente las gradas del Templo eterno. l conoce la razn que rige al Cosmos, noconoce las leyes que moldean su ser, pero sabe que en alguna parte, tras el velo dela humana ignorancia, hay una luz eterna hacia la cual debemos acercarnos, paso apaso. Con los ojos fijos en el cielo, all arriba, y las manos juntas en plegaria, subelentamente las gradas como candidato. Temeroso, temblando todava por la divinacomprobacin de lo bueno, llama a la puerta y aguarda, en silencio, la respuestaque vendr desde el interior.


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CAPTULO IIIEL ASPIRANTE A APRENDIZ

Hay tres grandes pasos en la evolucin del alma humana, antes que alcance a

terminar la morada de su espritu. Dichos pasos han sido llamados,respectivamente, juventud, madurez y ancianidad, o, como dira un Francmasn:tiempos de Aprendiz, de Compaero y de Maestro Constructor. Toda vida pasa porestas tres etapas de la conciencia humana. Podrn ser consideradas tambin como elhombre exterior mirando hacia adentro, yendo hacia adentro y estando adentro (oen su interior). La ruta de la vida humana, como todas las cosas, est dirigida porlas leyes de la analoga, y as como partiendo desde el nacimiento, empezamosnuestra peregrinacin a travs de la juventud, la madurez y la ancianidad, as laconciencia espiritual del hombre en su evolucin csmica, pasa de la inconscienciaa la conciencia perfecta dentro de la Gran Logia del Universo. Antes que la

iniciacin en el grado de Aprendiz pueda ser propiamente entendida y apreciada,deben considerarse ciertos requisitos, no meramente los relacionados con el mundomaterial, sino tambin con el espiritual.

El Francmasn debe darse cuenta que la verdadera iniciacin es un ritoespiritual y no material, y que su iniciacin en el templo vivo de la jerarquaespiritual que regula la Francmasonera puede no ocurrir sino hasta aos despus deque l tome su grado material, o que, espiritualmente, puede muy bien ser un GranMaestro antes de venir al mundo. Hay, probablemente, pocos ejemplos en lahistoria de la Francmasonera en que la ordenacin espiritual del aspirante se

produzca al mismo tiempo que su iniciacin material, porque la verdaderainiciacin depende del cultivo de ciertas cualidades del alma: un asunto individualy personal que se ha dejado enteramente a la voluntad del Masn mstico y quedebe conservar en silencio y a solas.

El recinto del tabernculo entre los antiguos judos fue dividido en trespartes: el recinto exterior, el lugar sagrado y el Sancta Sanctrum. Esas tresdivisiones representan las tres grandes divisiones de la conciencia humana. Elgrado de Aprendiz es adquirido cuando el estudiante manifiesta su intencin detrabajar la ruda arcilla que extrae de la cantera y prepara para el Gremio deCompaeros. En otras palabras, el primer grado es de preparacin, realmente; es un

paso material que se relaciona con cosas materiales porque la vida espiritual debedescansar sobre cimientos materiales.

El siete es el nmero del Aprendiz, porque se refiere a las siete artes liberalesy ciencias, y stos son los poderes con que el Aprendiz debe trabajar antes demerecer la distincin de avanzar a grados ms altos. Hay muchos equivocados quecreen que pueden alcanzar los planos espirituales de la Naturaleza sin pasarprimero a travs de aqullos y sin modelar la materia convirtindola en expresin


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del poder espiritual; porque el primer grado, avance de la maestra, consiste endominar las condiciones concretas de la vida y en desarrollar los centrossensoriales, que luego deben convertirse en canales para expresar las verdades delespritu.

Todo progreso es un proceso gradual realizado ordenadamente, tal comodebe practicarse en una logia en consciente trabajo. El universo est dividido enplanos, y esos planos estn divididos por cierto nmero de vibraciones que losatraviesan. La conciencia espiritual evoluciona gradual, lentamente, aunque enprogresin constante, y sus estados inferiores pierden toda conexin con los mselevados cuando ha conseguido un nivel de superacin en el que slo puedensesionar los Grandes Maestros. Este estado de supra-conciencia, regindesconocida incluso para el Maestro Francmasn, finalmente retorna de nuevo a lajerarqua espiritual que le es peculiar.

Accin es la palabra de orden del Aprendiz de una logia. Todo adelanto es el

resultado de su ejercicio y su aplicacin para aumentar su salario. El cuerpohumano se fortifica mediante ejercicios musculares; por medio de las siete cienciasy artes liberales, la mente humana recibe cierto impulso que, a su vez, estimulaciertos ncleos internos de la conciencia. Estos centros de conciencia, gracias a unmayor desarrollo, darn despus una ms amplia expresin a aquellos poderesinternos; pero el Aprendiz tiene como primer deber el despertar tales poderes y, a lamanera de la juventud de la cual es un smbolo, sus ideales y trabajos debencircunscribirse estrictamente a lo concreto.

Para l, el comps se encuentra bajo la escuadra; para l, las razones que semanifiestan por medio del corazn y de la mente, los dos polos de la expresin, sehallan oscurecidas y ocultas bajo la escuadra que sirve para medir la densidad de lamateria. Aunque l no conoce el porqu, su trabajo consiste en seguir las directivasde aquellos de mayor sabidura que la suya; pero, como resultado de la aplicacinde energa, por medio de acciones y reacciones, lentamente construye ydesenvuelve los poderes de discriminacin y el vigor de carcter que caracteriza elgrado de Compaero.

Es obvio que la ruda arcilla simboliza al cuerpo. Tambin representa lacsmica raz sustancial que se saca de la cantera del universo por las primerasexpresiones de la inteligencia, y que es moldeada por stas en siempre ms firmes y

ms perfectas lneas hasta que, finalmente, se convierte en la piedra perfecta deltemplo del Constructor.Cmo puede manifestarse autnticamente la emocin a travs de la forma?

Cmo puede la mente manifestarse hasta que las arduamente evolucionadasclulas del cerebro, hechas de materia, lleguen a alcanzar su calidad orgnica paraformar el campo de trabajo sobre el cual puedan basarse las dems cosas? Todoslos estudiosos de la materia humana se dan cuenta de que cada expresin del


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hombre depende de la calidad orgnica; de que en cada cosa viviente sta esdiferente; y que la creciente perfeccin de esta materia es indicio cierto de adelantomental, fsico o espiritual.

Gracias a las reglas del oficio, el Aprendiz debe hermosear su templo. Debeconstruir en s mismo, por sus pensamientos, por sus actos, por el poder de susmanos y las herramientas que le han sido dadas, ciertas cualidades que hacenposible su admisin en los ms altos grados de la logia espiritual.

Sabemos que el bloque rectangular inanimado es smbolo de la tumba.Tambin es bien sabido que el Aprendiz es incapaz de mover la piedra o detransformarla en una cosa ms alta o ms grande; pero es un privilegio que lepertenece el purificar y glorificar esa materia y comenzar la gran tarea de prepararlapara una ms alta misin.

Pocos se dan cuenta de que, estando el universo hecho a base deindividualidades en diversos estados de evolucin, la responsabilidad es,

consecuentemente, individual, y que cada una de las cosas que el hombre deseaobtener, debe l mismo elaborarlas y mantenerlas.Si la individualidad tiene que emplear sus mejores cuerpos con el fin que se

ha propuesto, debe tratarlos como es debido, y, por tanto, esos cuerpos deben serbuenos y leales servidores de la gran tarea para la que la individualidad se prepara.

La cantera simboliza el ilimitado poder de la naturaleza. Representaprcticamente el infinito campo de la oportunidad humana; simboliza las sustanciascsmicas de las que el hombre debe escoger las piedras para su templo. En estaetapa de su evolucin, el Aprendiz obtiene el privilegio de escoger las piedras quel desea pulimentar durante sus progresos en la logia, ya que, en tal momento, lrepresenta a la juventud escogiendo su propia tarea. Representa al humano ego que,en la aurora de los tiempos, seleccion muchos bloques y cubos y rajadas piedrasde la Gran Cantera. Esas rudas y quebradas piedras que no llegan a calzar en nada,son los poderes parcialmente evolucionados y dctiles, con los cuales l labora. Enel primer periodo, debe escoger los materiales. Los que no los escogieron, nuncapodrn pulimentarlos. Durante la involuntaria etapa de la conciencia humana, elAprendiz era el hombre, que tuvo que trabajar con aquellos rudos bloques buscandolas herramientas y el poder suficiente para pulirlas. A medida que evoluciona atravs de los tiempos, obtiene las herramientas y csmicamente pasa al grado de

Compaero, en que trabaja su arcilla de acuerdo con los planes trazados con un findeterminado. De aquella ruda e informe arcilla, obtiene slo tres dimensiones, querepresentan a los tres malvados de la leyenda que, en aquella etapa, resultan losdestructores de la cuarta vida dimensional, oculta dentro de la fea y mal moldeadapiedra.

La ltima clave del Aprendiz es la de servicio. El no puede preguntar elporqu; l no sabe el cmo. Su obligacin es hacer, actuar, expresarse a s mismo


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de alguna manera, constructivamente si es posible, pero aun infructuosamente yhasta en forma negativa, si precisa, todo antes que no hacer nada. Sin accin, sugran tarea se pierde; sin herramientas, simbolizadas por el cuerpo, no puede actuaren ninguna forma organizada. Consecuentemente, es necesario dominar las artes yciencias que colocan en sus manos herramientas inteligentes para expresar laenerga. La belleza debe ser la nota dominante de su ideal. Con sus idealesconcretos, debe tender siempre a hermosear todo lo que est en contacto con l y delo que l forma parte, de modo que el trabajo de su mano pueda ser aceptable a losojos de su ideal de perfeccin, el Gran Arquitecto del Universo.

Su vida cotidiana, en el hogar, en la oficina, en sociedad, junto con lacompenetracin de la unidad fundamental de cada uno con el todo, forma la basesobre la cual el candidato aspirante puede elevar una ms grande estructura. Enverdad, l debe vivir la vida, resultado de lo cual es la purificacin de su cuerpo, desuerte que las ms sutiles fuerzas de los ms altos grados puedan expresarse a

travs de la ms exquisita sensibilidad del polo receptor que hay en s mismo.Cuando alcanza este grado de sutileza, puede considerarse espiritualmente capaz deavanzar hacia otros ms elevados. Tal avance no es resultado de seleccin oeleccin sino un proceso automtico de evolucin en el cual, por habersensibilizado su conciencia por la correccin de su vida, se pone en consonanciacon superiores planos de expresin. Toda iniciacin es el resultado de ajustes de lavida evolutiva con los planos fsicos, emotivos y mentales de la conciencia, a travsde los cuales el alma pasa.

Ahora podemos considerar los requisitos espirituales de aquel que se sientemsticamente atrado por la gran fraternidad espiritual que, oculta tras un ritoesotrico, constituye el poder vivo de una Logia de Aprendices:

1 Es esencial que el Aprendiz haya estudiado suficientemente temas deanatoma para que tenga al menos una idea general del cuerpo fsico, ya quetodo ese grado se basa en el misterio de la forma. El cuerpo humano es lams alta manifestacin de la forma que l es capaz de analizar.Consecuentemente, debe consagrarse al estudio de su propio ser y a susmisterios y complejidades.

2 El Aprendiz debe darse cuenta de que su cuerpo es un templo vivo en quela Divinidad ejerce y tratarlo de acuerdo con ello; porque cuando abusa de lo lo maltrata, quebranta las sagradas obligaciones que debe asumir antes deque pueda esperar entender los verdaderos misterios que encierra la Orden.La ruptura de este pacto con la ms alta Vida que se desenvuelve dentro del, inevitablemente provoca la sancin de la Naturaleza por quebranto de unequilibrio que ya no puede ignorar.


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3 Debe estudiar el problema de la manutencin del cuerpo por medio delalimento, el vestido, la respiracin y otras necesidades, porque todas ellasson pasos importantes en un proceso de aprendizaje. Los que comen sinmoderacin, visten impropiamente y usan slo un tercio de su capacidadpulmonar, nunca pueden llegar a tener la eficiencia fsica necesaria para unatotal expresin de la Vida de accin a que aspiran.

4 Debe crecer fsicamente y en la expresin de cosas concretas. Lasrelaciones humanas deben ser idealizadas entonces, y debe buscar eldesarrollo de cualidades de modestia que son necesarias para el trabajoarmnico del Francmasn y sus compaeros en el plano material de laNaturaleza.

5 Debe tratar de abolir las desigualdades todas. Lo puede hacer mejormediante el equilibrio entre sus organismos fsico y mental, dedicndose alestudio de las siete ciencias y artes liberales.

Hasta que no sea relativamente dueo de estos principios en el ms altoplano dentro de su propio ser, no puede esperar alcanzar, espiritualmente, pormedio de las cualidades de su propio carcter, los rayos vitalizadores delCompaero. Cuando alcanza este punto, puede espiritualmente esperar ser miembrode un ms alto grado puesto que de hecho solamente entonces lo ser.

El Francmasn debe darse cuenta de que sus ms ntimas aspiraciones son elndice de su autntico yo. Quienes disfrutan de posicin social y financiera o lugarpreponderante en los negocios y hacen de ellos una culminacin de sus egosmos uostentacin en el seno de la Orden, pierden su tiempo y, en esencia, nunca hanpertenecido a ella. Con su afiliacin poco dao harn a la Francmasonera, puestoque de sus valores nada captar. Agazapados en sus Templos, no sern ms queaburridos espectadores de una funcin que jams entendern por no tener el almapuesta en ella ni el espritu en condiciones de recibir su sutil beneficio. Lasinsignias en los relojes o en las solapas no hacen Francmasones; ni tampoco laobservancia de un ritual. Los Francmasones deben evolucionar a travs de unesfuerzo de su propia conciencia hacia superiores ideales personificados dentro des mismos; sus vidas son la nica insignia de su rango, ms grandes que cualquierade las credenciales visibles y tangibles.

Llevando esto en la mente, es posible que un alma desinteresada y esforzadase manifieste espiritual y liberalmente mancomunada en la conciencia de unAprendiz. Significa que ha dado el paso mayor en el camino de su liberacinpersonal. Ahora, su smbolo es el de un nio sonriente, porque con la sencillez deun nio se coloca bajo la proteccin de una tutora espiritual, ganoso y alegre deobedecer sus insinuaciones. Al llegar a este punto y habiendo hecho lo mejor a sualcance en lo ntimo de su conciencia, se halla en condiciones de que los poderes


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supremos, por ley de reciprocidad y actuando a su misteriosa guisa, acabenhallndolo apto de recibir el segundo grado de la liberacin espiritual.


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CAPTULO IVEL COMPAERO

La vida se manifiesta no slo a travs de la accin en el plano fsico, sino

tambin a travs de las emociones y de los sentimientos en la mente de cada ser.Esta es la clase de impulso que toman los estudiantes cuando inician sus trabajos enla Orden. Pasan as, de la juventud, con su sonriente rostro, a las mayoresresponsabilidades correspondientes al hombre hecho.

En la segunda grada del templo se yergue un guerrero de luciente armadura,pero con la espada envainada y con un libro en la mano. Simboliza la fuerza, laenerga de Marte, y el maravilloso grado de desarrollo espiritual que conocemoscon el nombre de Compaero. A travs de cada uno de nosotros circulan ardientesrayos de emocin humana; tras de cada expresin de energa humana, hierve unafuerza poderosa. Como piafantes corceles encabritados y a punto de desbocarse,

como sabuesos ansiosos de caza, las potencias emotivas no pueden ser reprimidastodo el tiempo, sino que rompen los muros que las detienen y se lanzan adelante,como ardientes expresiones de la humana energa.

Ya sabemos que el gran principio de la emocin fue el segundo destructor deHiram. El aspecto primario de la emocin humana se manifiesta en el mundo porun malestar indecible, el cual, a travs de diversas reacciones, se pone demanifiesto en los organismos materiales y mentales.

Es extrao advertir hasta qu punto pueden ser pervertidos ciertos poderesdivinos, tanto como para llegar al extremo de que cada expresin e instinto, en su

negativa manifestacin, se convierta en muerte y destruccin. El poder de la divinacompasin de los dioses se manifiesta en este mundo de modo muy diferente acomo se expresa en el reino de la luz. La divina compasin es sin embargofortalecida por influjos tan potentes como las pasiones de los mortales y lasambiciones de la tierra. Los rayos de la luz espiritual del Cosmos; los gneosPrincipios de la Aurora hierven y surgen a travs del hombre an no regenerado.Son los impulsos que por carecer de positiva proyeccin, lo pervierten hastaconvertirlo en dscolo y violento.

El infinito poder del Caos; las ardientes y giratorias espirales del perpetuomovimiento, cuyas majestuosas cadencias constituyen la msica de las esferas, son

excitadas por el mismo gran poder que el hombre utiliza para destruir lo ms alto ylo mejor. El mismo mstico poder que conserva los planetas en sus rbitas, en tornoal astro solar; la misma energa que mantiene cada electrn en continuomovimiento; la misma energa cot que se construy el templo de Dios, loconvierten en su primitiva manifestacin en un implacable caudillo-esclavo, que,sin freno ni control, golpea al Piadoso en s y lo arroja, tambaleante, en las tinieblasde su prisin. El hombre no escucha aquella voz sutil que le habla en tono siempre


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amoroso, siempre triste. Esa voz le dice de la paz que acompaa todo constructivoempleo de energa, a la cual debe dominar si pretende ser amo de las potencias dela creacin, su propio amo en definitiva.

Cunto tiempo tuvo que emplear el rey Hiram de Tiro, el guerrero de lasimblica segunda grada de los Compaeros de la Logia Csmica, para ensear a lahumanidad sus lecciones del dominio de s mismo? El Maestro puede actuarsolamente si de continuo vence las miserias resultado de los apetitos incontrolados.El hombre no recibi su fuerza para usarla destructoramente, sino para que pudieraconstruir un templo capaz de ser la morada del Gran Arquitecto del Universo. Diosse glorifica a s mismo a travs de esas individualizadas porciones suyas que sonlos hombres, y ensea poco a poco a esas porciones a que entiendan y glorifiquen atodo el cosmos del que son fraccin.

Ha llegado el da en que los Compaeros deben adquirir y aplicar susconocimientos. La clave perdida para su grado es el dominio de la emocin, que

coloca la energa del universo en s manifestada a su disposicin y ya slo para elbien. El hombre puede esperar que lo crean un gran poder, cuando demuestre suhabilidad para usarlo constructiva y altruistamente. Cuando el Maestro lograentender que la clave del guerrero en el muro significa el debido empleo del fuegode la potencia humana, habr desentraado el misterio de su Gremio. Tiene enpotencia y en sus manos las demoledoras energas de un Lucifer, pero, antes de quese le permita seguir adelante y en sentido ascendente, debe probar su capacidad deaplicar tal energa. Debe seguir las huellas de su predecesor, Tubal-Can, quien conla eficacia y fortaleza de un dios de la guerra fundi su espada y la convirti enarado.

Todo aquel que desea progresar en el desenvolvimiento de su propio ser,debe ejercer incesante vigilancia sobre sus pensamientos, deseos y actos; el gradode Compaero es el grado de la transfiguracin. La mano capaz de matar debeahora levantar al cado, en tanto que los labios que maldicen deben ahorapronunciar la plegaria. El corazn lleno de odio tiene que

hall - claves perdidas de la masonería

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