gorgias filo

8
23 No cabe duda de que el Gorgias es un diálogo central, no sólo porque interconecta muchas de las ideas tempranas de Platón con otras intermedias y tardías, sino también, porque en él se vislumbra, por primera ocasión, la posibilidad de una retórica positiva dentro de la filosofía platónica. Asimismo, dado el carácter controvertido de la figura de Gorgias, como tal, por la fama de la que gozaba, debido a su enorme habilidad discursiva y retórica, su notable refinamiento en el uso de la reducción al absurdo para demostrar sus tesis ontológicas extremas y de su gran capacidad persuasiva, vale la pena adentrarse en detalle en este diálogo para ver quién es el Gorgias de Platón. En este artículo me propongo mostrar cuáles son algunas de las condiciones que Platón propone para que esta retórica positiva se dé haciendo referencia a la conver- sación inicial entre Sócrates y Gorgias y, cómo éstas, siguen siendo consistentes con la totalidad de su proyecto filosófico como dialéctica. Hay que remarcar que las posibi- lidades de una retórica positiva no minimizan el énfasis que Platón pone con respecto a todos los riesgos que entraña la retórica negativa y la clara línea de demarcación y contraste de ésta y otras prácticas similares en relación con la filosofía. La lectura del Gorgias sugiere una serie de preguntas y problemas que son dignos de consideración: a) ¿Le hace justicia Platón a Gorgias con el retrato que nos presenta de éste en el diálogo? b) Al igual que la figura del sofista, el retórico es una presa difícil de cercar por la evasión y simulación con la que se nos presenta de entrada. De ahí que una de las dificultades del Gorgias resida en el problema que entraña el cómo pueden ser, la retórica y el retórico, sometidos al examen dialéctico de Sócrates. 1 Dialéctica y retórica: algunas aproximaciones al Gorgias de Platón y a las condiciones para una retórica positiva María Teresa Padilla Longoria Profesora de filosofía, UNAM 1 A este respecto es digno de consulta R. Wardy, The Birth of Rhetoric. Gorgias, Plato and their successors , Routledge, London/New York, 1996, Chapter III, passim . Discrepo un tanto de la aproximación de C. Kahn -véase, “Drama and dialectic y Plato´s Gorgias ”, Oxford Studies in Ancient Philosophy I (1983), 75-121- pues sostiene que, dado el hecho de que la mayor parte de los análisis filosóficos del Gorgias han soslayado el elemento personal, dramático y literario del proceso refutatorio y ad hominem de Sócrates para de- rrotar a sus interlocutores, no se ha podido entender cabalmente este diálogo. Pienso que, con un enfoque de esta índole, se tergiversa y atomiza, en principio, el sentido, alcances y propósitos filosóficos de la dialéctica socrático-platónica. Así lo trataré de mostrar a lo largo del artículo.

Upload: elbio-juarez

Post on 21-Dec-2015

4 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

el gorgias

TRANSCRIPT

Page 1: Gorgias Filo

23

No cabe duda de que el Gorgias es un diálogo central, no sólo porque interconecta

muchas de las ideas tempranas de Platón con otras intermedias y tardías, sino también,porque en él se vislumbra, por primera ocasión, la posibilidad de una retórica positiva

dentro de la filosofía platónica. Asimismo, dado el carácter controvertido de la figura

de Gorgias, como tal, por la fama de la que gozaba, debido a su enorme habilidaddiscursiva y retórica, su notable refinamiento en el uso de la reducción al absurdo para

demostrar sus tesis ontológicas extremas y de su gran capacidad persuasiva, vale la

pena adentrarse en detalle en este diálogo para ver quién es el Gorgias de Platón.En este artículo me propongo mostrar cuáles son algunas de las condiciones que

Platón propone para que esta retórica positiva se dé haciendo referencia a la conver-

sación inicial entre Sócrates y Gorgias y, cómo éstas, siguen siendo consistentes con latotalidad de su proyecto filosófico como dialéctica. Hay que remarcar que las posibi-

lidades de una retórica positiva no minimizan el énfasis que Platón pone con respecto

a todos los riesgos que entraña la retórica negativa y la clara línea de demarcación ycontraste de ésta y otras prácticas similares en relación con la filosofía. La lectura del

Gorgias sugiere una serie de preguntas y problemas que son dignos de consideración:

a) ¿Le hace justicia Platón a Gorgias con el retrato que nos presenta de éste en eld iá logo?

b) Al igual que la figura del sofista, el retórico es una presa difícil de cercar por la

evasión y simulación con la que se nos presenta de entrada. De ahí que una de lasdificultades del Gorgias resida en el problema que entraña el cómo pueden ser, la

retórica y el retórico, sometidos al examen dialéctico de Sócrates. 1

Dialéctica y retórica: algunasaproximaciones al Gorgias de Platón y a

las condiciones parauna retórica positiva

María Teresa Padilla Longoria

Profesora de filosofía, UNAM

1 A este respecto es digno de consulta R. Wardy, The Birth of Rhetoric. Gorgias, Plato andtheir successors , Routledge, London/New York, 1996, Chapter III, passim .Discrepo un tanto de la aproximación de C. Kahn -véase, “Drama and dialectic y Plato´sGorgias”, Oxford Studies in Ancient Philosophy I (1983), 75-121- pues sostiene que, dado elhecho de que la mayor parte de los análisis filosóficos del Gorgias han soslayado el elementopersonal, dramático y literario del proceso refutatorio y ad hominem de Sócrates para de-rrotar a sus interlocutores, no se ha podido entender cabalmente este diálogo. Pienso que,con un enfoque de esta índole, se tergiversa y atomiza, en principio, el sentido, alcances ypropósitos filosóficos de la dialéctica socrático-platónica. Así lo trataré de mostrar a lolargo del artículo.

Page 2: Gorgias Filo

24

c) Dado que la retórica entraña como elemento central la persuasión, debemospreguntarnos si tiene algún sentido la persuasión y el ser persuadidos y si se puede

hablar de una buena y de una mala persuasión. 2

Haciendo uso de su refinada y ya acostumbrada ironía, Platón —a semejanza delSofista, en donde se define al filósofo a través del proceso de cacería y de contraste

con la figura del sofista, valiéndose de la más decantada dialéctica— va a desarrollar

la dialéctica del Gorgias a base de un juego de contrastes con sus tres interlocutores,rétores por antonomasia: Gorgias, Polo y Calicles. Dicho juego consiste en que Sócrates

vaya sometiendo al proceso elenjético o elénctico de examen y puesta a prueba, vía la

conversación filosófica, la sustentabilidad de la definición de la téjne que ellos dicenprofesar y de las enseñanzas que dicen proclamar.

La figura de Sócrates es presentada, repetidamente, como la del dialéctico, esto

es, como la del filósofo que, con humildad y con buena disposición, está abierto paraconversar, para dudar, para hablar y para escuchar, para examinar, para preguntar y

responder sobre el tema o problema que les ataña a él y a los interlocutores presentes. 3

El primer interlocutor de Sócrates es Gorgias. Es importante señalar que, desde unprincipio, Sócrates insiste en que realmente se den las condiciones para una conversa-

ción filosófica. Él se muestra auténticamente deseoso de dialogar con Gorgias sobre la

disertación que éste había hecho previamente e interrogarlo acerca de su téjne y delo que proclama enseñar. 4

En primera instancia, Gorgias promete a Querofonte el estar dispuesto a ser inte-

rrogado y a contestar todo. Pero, inmediatamente, sale a relucir su arrogancia, ya queafirma, en forma tajante, que durante muchos años nadie ha sido capaz de presentar-

le ninguna pregunta nueva para él. 5 Asimismo, en esta parte introductoria del diálogo,

Polo le recalca a Querofonte, en un pomposo discurso, que Gorgias cultiva con maes-tría la téjne más bella.

Esto es fundamental, ya que Sócrates de inmediato le hace ver a Gorgias que Polo

no está preparado para un ejercicio dialéctico, sino que sólo lo está para pronunciardiscursos. De esta manera no cumple con la promesa hecha a Querefonte, esto es,

contestar directa y cabalmente a lo que se le pregunta. Si Sócrates insiste en esto es

porque no quiere que el examen dialéctico sobre la retórica se les vaya de las manospor la costumbre que tienen los rétores de extenderse en los largos discursos sin

cortapisas de ninguna índole.

Aquí se da el primer contraste entre la retórica negativa y la dialéctica. Sócratesremarca que es obvio que Polo se ha ejercitado mucho más en la retórica que en el

diálogo,6 pues hace una apología —en una postura defensiva— de la téjne de Gorgias,

como si alguien la atacara y responde imprecisamente cómo es dicha téjne, pero nocuál y qué es.

2 Véase R. Wardy, op. cit., p. 58.3 Véase Gorgias, 447b y 449b.4 Véase ibid., 447 b-c.5 Véase ibid., 448a.6 Ibid., 448 d 7-10: SO. Oúk, ei autô ge soì bouloméno estìn apokrínesthai, allà polù àn édion

sé. dêlos gár moi Pôlos kaì ex ôn eíreken óti tèn kalouménen reorikèn mâllon memelétekené dialégesthai.

Page 3: Gorgias Filo

25

Ante estas evasivas, ambigüedades y tergiversaciones de Polo, Gorgias queda comointerlocutor de Sócrates y éste encamina nuevamente la conversación por la vía

elenjético-dialéctica. Pregunta directamente a Gorgias cómo se le debe denominar en

razón de la téjne en la cual él es experto. Gorgias declara que él es experto en laretórica. Por lo cual Sócrates le dice que debe ser denominado orador. A lo que Gorgias

añade que sí, pero todavía más: buen orador.

¿Y qué es lo que proclama entonces Gorgias como hombre experto en la retórica ycomo buen orador? Que él es capaz de forjar oradores o de hacer a otros oradores.

Asimismo, Sócrates quiere cerciorarse de la disposición de Gorgias y le pregunta,

de nueva cuenta, si de veras está dispuesto a continuar dialogando, esto es, a pregun-tar unas veces y a responder otras; a abandonar los largos discursos y a contestar con

la mayor concisión posible, y a demostrarlo con los hechos. Nuevamente Gorgias hace

alarde de que nadie sería capaz de responder en menos palabras que él.Retornando a la pregunta socrática inicial, Sócrates le hace ver a Gorgias que,

puesto que él ha afirmado ser un conocedor de esta téjne y ser capaz de formar

oradores, él ha de responder cuál es el objeto de conocimiento de la retórica. 7

La primera respuesta de Gorgias es sumamente general, pues simplemente dice

que la retórica trata acerca de los discursos ( perì lógous ). Sócrates persiste con sus

preguntas y con ciertos paralelismos a fin de que Gorgias pudiera ser más preciso yclaro. De este intercambio dialógico tan sólo se obtiene que Gorgias conteste que él

tiene razón en afirmar que el objeto (prâxis ) y tarea de ejecución (kúrosis ) de la

retórica se realiza a través de las palabras.Sócrates insiste, porque todavía quedan muchas imprecisiones en esta definición

de Gorgias, pues hay otras tejnaì que también se sirven preferentemente de la pala-

bra y no son retórica. De ahí que Sócrates le pregunte otra vez a su interlocutor cuálesson los discursos sobre los que versa la retórica.

La siguiente respuesta de Gorgias tampoco ayuda mucho a avanzar en la conversa-

ción, ya que se contenta con decir que la retórica versa sobre los discursos más impor-tantes (mégista) y excelentes (árista) de los asuntos humanos.

Sócrates le hace notar a Gorgias que esta respuesta tiene varias fallas, pues es

discutible y carece de precisión. De ahí que después de muchas tentativas, Gorgias,finalmente defina a la retórica como el mayor bien, en tanto les procura libertad a los

hombres y también le permite, a cada uno, ejercer el dominio sobre los demás en su

propia ciudad. Aún más: el retórico es aquel ser capaz de persuadir a través de laspalabras en cualquier asamblea en donde se traten asuntos públicos. 8

Sócrates le hace ver a Gorgias que por fin ha dado una definición más precisa en la

cual el elemento central de la téjne que él dice profesar es la persuasión. De esto

7 Ibid., 449 d 8-9: SO. Eû légeis. íthi dé moi apókrinai oútos kaì perì tês retorikês, perì tíónton estìn epistéme?

8 Ibid., 452 d5-e8: GOR. Óper estín, ô Sókrates, tê aletheía mégiston agathòn kaì aítion ámamèn eleutherías autoîs toîs anthrópois, áma dè toû állon árjein en tê autoû pólei ekásto.SO. Tí oûn dè toûto légeis? GOR. Tò peíthein égog´ ôión t' eînai toîs lógois kaì en dikasteríodikastàs kaì en bouleuterío bouleutàs kaì en ekklesía ekklesistàs kaì en állo sullógo pantí,óstis àn politikòs súllogos gígnetai. kaítoi en taúte tê dunámei doûlon mèn éxeis tòn iatrón,doûlon dè tòn paidotríben o dè jrematistès oûtos állo anaphanésetai jrematizómenos kaìouj autô, allà soì tô dunaméno légein kaì peíthein tà pléthe.

Page 4: Gorgias Filo

26

podemos concluir algo fundamental: la dúnamis de la retórica es la persuasión, puestoque su objeto, esencia y fin se circunscriben a esto: persuadir.

Con base en esta respuesta, Sócrates, hará enseguida y a raíz de esta primera

definición de Gorgias, toda una alocución acerca de los fines del método elenjético-dialéctico. En primer lugar, le aclara a Gorgias que el propósito fundamental de su

encuentro en vivo con él es dialogar para conocer con precisión el objeto sobre el cual

se conversa y que el propio Sócrates considera que Gorgias también persigue este mis-mo fin. Asimismo, Sócrates, de manera abierta, manifiesta su estado de duda; esto es,

que él no sabe con certeza cuál es la persuasión que genera la retórica —y a la cual

Gorgias acaba de hacer referencia— y que, aunque él tiene ciertas sospechas al respec-to, va a continuar con el diálogo en vivo, con el proceso de examen, de interrogación y

de puesta a prueba a fin de aclarar lo más posible el objeto sobre el cual se conversa. 9

De este modo, Platón, nos revela la esencia del acto filosófico como un acto dia-léctico o dialógico que busca, en una forma desinteresada, una verdad de carácter

impersonal, a través del proceso elenjético y, en el cual, los interlocutores se hallan

en buena disposición para dicho proceso de preguntas y respuestas.Continuando con la conversación, Sócrates intenta que Gorgias sea cada vez más

preciso, pues no obstante el hecho de que la persuasión sea un elemento central de la

retórica, no es exclusivo de ella. De ahí que Sócrates insta a Gorgias para que especi-fique el tipo de persuasión que genera la retórica y sobre qué objeto en particular. 1 0

La siguiente tentativa de respuesta de Gorgias es central, pues es aquí en donde el

elemento ético de la retórica hace su aparición. Esto vendrá a ser capital para ladistinción que posteriormente hará Sócrates entre la retórica positiva y la negativa.

Gorgias especifica que la persuasión propia de la retórica es la que se produce en los

tribunales y en diversas asambleas en relación con lo que es justo e injusto.Esta respuesta de Gorgias es sometida al examen de Sócrates y al proceso dialéc-

tico de reunión y división. Por una lado es importante hacer una serie de distinciones.

No es lo mismo el saber (máthesis) que la creencia (pístis), puesto que ésta es suscep-tible de ser verdadera o falsa, en tanto que no hay una ciencia ( epistéme) verdadera

y una falsa. Pero, tanto aquellos que han adquirido un conocimiento, como los que

tienen una creencia, son susceptibles de ser persuadidos por igual. De ahí que Sócratespueda concluir que la persuasión originada por la retórica en los tribunales y en otras

asambleas en relación con lo justo y lo injusto proviene de la creencia, pero no enseña

acerca de lo justo y lo injusto. Por tanto, el orador tampoco enseña en los tribunalesy asambleas en lo relativo a lo justo e injusto, sino que sólo persuade.

En este momento de la conversación Sócrates y Gorgias entran en un estado

aporético y de perplejidad, ya que se percatan de que no hay total claridad en lo quehasta ahora han conversado. La duda que Sócrates hace explícita —no sin ironía— es

como sigue: cuál es el provecho que se obtiene de seguir las lecciones de Gorgias y

sobre qué asunto —lo justo o injusto— o asuntos es, el orador, capaz de aconsejar.Con base en estas interrogantes de Sócrates, Gorgias, intentará manifestar, con

claridad, la totalidad de la dúnamis de la retórica. Nos hace ver que, con la retórica,

9 Véase ibid., 453 a-d.10 Véase ibid., 454 a-c.

Page 5: Gorgias Filo

27

el orador puede hablar sobre cualquier materia ante las multitudes con más persua-sión que cualquier hombre, sea cual sea su profesión. 11 Viene aquí un punto clave,

puesto que Gorgias hace énfasis en que la dúnamis de la retórica entraña el uso de

medios combativos o agonísticos. Gorgias entra así en una zona peligrosa de la cual leva a ser imposible escapar indemne. Insiste en que el orador es capaz de producir en

las multitudes mayor persuasión que sus adversarios sobre lo que él desee, pero, como

cualquier medio de combate, la retórica debe ser empleada con justicia. Si el discípu-lo habilitado en la oratoria hace mal uso de la dúnamis de esta téjne y obra injusta-

mente, no es razón para que se desprecie y destierre a quien lo instruyó en ella, sino

a quien la empleó de manera injusta.Sócrates procederá de nueva cuenta con el examen y puesta a prueba de esta

respuesta de Gorgias, no sin antes hacer un preámbulo metodológico necesario en

donde hace manifiestas las diferencias diametrales entre la erística y la sofística enrelación con la dialéctica. Sócrates le comenta a Gorgias que supone que él es una

persona con experiencia en las conversaciones y que, por tanto, se podrá haber perca-

tado de que, en ellas, con mucha dificultad los interlocutores consiguen precisar elobjeto acerca del cual dialogan a fin de poder concluirlas, una vez que cada uno haya

hecho explícitos sus pensamientos. De ahí que cuando hay discrepancia de opiniones y

uno le manifiesta al otro su falta de claridad o exactitud, éste se irrita y considera quese le está contradiciendo, tan sólo, por mala intención. Así comienza una disputa

vergonzosa y con injurias y, por amor propio, los oponentes —ya no dialogadores— se

olvidan por completo de examinar el objeto propuesto para la conversación. El audito-rio, testigo de estas riñas, acaba molesto consigo mismo por haberse ofrecido a escu-

char a tales personas.1 2

Y ¿por qué le dice Sócrates todo esto a Gorgias? Porque piensa que la última respues-ta de éste no es coherente ni está acorde con lo que había aseverado en un principio

sobre la retórica. Pero Sócrates no se había atrevido a examinar y refutar su contesta-

ción por temor a que Gorgias supusiera que hablaba por pura rivalidad y no con elpropósito de esclarecer el objeto del diálogo. Entonces Sócrates le reitera si él es un

hombre de su mismo tipo, esto es, que acepta abiertamente que se le examine, se le

ponga a prueba y se le refute si no está diciendo la verdad y que, igualmente, admiteexaminar, someter a prueba y refutar a sus interlocutores si se percata de que yerran. Si

es así, pueden continuar la conversación y, si no, dejarla y ponerle fin. Sócrates deja

muy claro que lo primero —esto es, ser sometido al proceso elenjético — es un bienmayor, puesto que es preferible librarse del peor de los males que librar a otro. Y el peor

de los males es la opinión falsa ( dóxa pseudès) acerca del tema sobre el que se dialoga.

Ante estas afirmaciones y el fuerte deseo de los demás interlocutores y oyentes deque continúe la conversación, Gorgias asiente a seguir siendo interrogado, aclarando

que él se presta a esto espontáneamente.

De forma que, Sócrates, continúa con el proceso de interrogación porque no ha

11 Ibid., 456 c2-7: GOR. aì ei pròs állon ge demiurgòn on tinaoûn agonízoito, peíseien ànautòn elésthai o retorikòs mâllon é állos ostisoûn; ou gàr éstin perì ótou ouk àn pithanóteroneípoi o retorikòs e állos ostisoûn tôn demiourgôn én pléthei.

12 Véase ibid., 457 c ss.

Page 6: Gorgias Filo

28

comprendido del todo las aseveraciones de Gorgias. Éste ha af irmado que puedeenseñar la retórica a quien quiera ser su discípulo. Además, valiéndose de la persua-

sión, puede persuadir tanto a las multitudes ignorantes como aventajar a los que

saben alguna téjne, sin conocer los objetos en sí mismos, sino que, habiendo descu-bierto ciertos recursos y destrezas persuasivas, les haga parecer y mostrar como

suyas, ante los ignorantes, más sabiduría y destreza de los que en realidad saben y de

veras poseen una téjne.1 3

Este rasgo de la simulación del retórico es algo que comparte con la actitud del

sofista y que Platón reprobará drásticamente. Las razones son claras, ya que el engaño

premeditado en relación con lo que se sabe y con lo que no se sabe, con lo que se es yno se es, aniquila cualquier posibilidad de búsqueda filosófica, así como de credibili-

dad en el discurso retórico.

Sócrates le lanza a Gorgias las preguntas metafísicas y éticas centrales pidiéndoleque, con esto, les haga manifiesta la dúnamis de la retórica en todo su esplendor. Le

pregunta a Gorgias si aquel que está aprendiendo la retórica también puede, valién-

dose de la mera persuasión, parecer ante los ignorantes que es más sabio que el querealmente sabe, en relación con lo justo y lo injusto, lo bello y lo feo, lo bueno y lo

malo; o que pase por bueno y justo sin serlo; o si le será imposible enseñarle la retó-

rica si, de antemano, no conoce la verdad sobre estas materias. 1 4

Gorgias le hace ver a Sócrates que, su discípulo, en caso de desconocer estas

cosas, las aprenderá también de él. De aquí hasta la intervención final de Gorgias,

Sócrates lo hará caer en flagrante contradicción en relación con sus aserciones pre-vias. La primera aclaración fundamental que Sócrates hace manifiesta es que toda

aquella persona que aprende un arte adquiere la cualidad propia que le proporciona

este conocimiento (epistéme ). De ahí que Sócrates tan sólo saque las consecuenciasdel razonamiento previo y manifiesta que, el que conoce lo justo, es justo porque

obra justamente. Por tanto, es necesario que el orador sea justo y que el justo decida

obrar en conformidad con la justicia, a lo que Gorgias tiene que asentir. Pero ante laconsecuencia de esto que Sócrates hace explícito, es decir, que el orador jamás deci-

dirá obrar de manera injusta, Gorgias tendrá que aceptarla. Por tanto, el orador nun-

ca obraría injustamente. Esto no cuadra con los asensos iniciales de Gorgias, puesprimero afirmó que el objeto de la retórica eran los discursos justos e injustos,

sobrentendiendo que la retórica no podía ser algo injusto, puesto que siempre versaba

sobre los discursos justos. Asimismo, después dijo, que había quienes se podían servirde la retórica para hacer uso de ella de manera injusta, y por ende, obrar injustamen-

te. Lo cual ya se vio que no era posible.

Sócrates le insiste finalmente a Gorgias que no es cosa de poca monta y de unejercicio dialéctico breve el examinar a fondo y aclarar suficientemente ( diasképsasthai)

qué es en realidad la retórica.

Una vez que Gorgias es puesto en evidencia y que no sólo no puede definir con

13 Ibid., 459 b7-c2: SO. Oukoûn kaì perì tàs állas apásas téjnas osaútos éjei o rétor kaì eretoriké; autà mèn tà prágmata oudèn deî autèn eidénai ópos éjei, mejanèn dé tina peithoûseurekénai óste phaínesthai toîs ouk eidósi mâllon eidénai tôn eidóton.

14 Véase ibid., 459 c ss.

Page 7: Gorgias Filo

29

claridad lo que es la retórica, sino que cae en una serie de respuestas contradictoriasentre sí, Polo sale en su defensa y en la consecuente recriminación a Sócrates. De

acuerdo con Polo, Sócrates, está sacando ventaja de las contradicciones en las que

Gorgias cayó, pues éste tuvo que conceder, no sin cierta vergüenza, que el orador noconoce lo justo, lo bello y lo bueno y después añadió que podría enseñar esto a su

discípulo aun sin conocerlo.

Polo es presentado así como un erístico que tan sólo busca la disputa, ya queinmediatamente después, le increpa a Sócrates que, a consecuencia de las respuestas

de Gorgias, se generó “cierta” contradicción que le causa deleite a Sócrates, pues lo

único que a éste le interesa es encaminar la discusión hacia estos deslices provocadospor su forma de interrogar. Más aún: Polo, a raíz de todo esto, califica a Sócrates como

un hombre áspero por su rusticidad (agroikía).1 5

Ante esta reprensión, Sócrates reacciona con profunda humildad —no carente deironía— y le manifiesta a Polo que es una fortuna contar con amigos e hijos que, siendo

más jóvenes, hagan rectificar a los viejos en su vida tanto en las acciones como en las

palabras cuando éstos yerran. De ahí que le diga claramente a Polo que, si tanto élcomo Gorgias han cometido algún error en la conversación, se lo haga ver y lo corrija,

pues es su obligación. Asimismo, Sócrates le reitera su buena disposición para replan-

tear cuánto él solicite, si considera que algún acuerdo dialéctico que hubiera estable-cido previamente con Gorgias no está bien. La única condición que Sócrates le pone a

Polo es que se abstenga de pronunciar largos discursos que impidan el desenvolvimien-

to de la conversación de una manera cabal, es decir, como un proceso de examen y depuesta a prueba de sus tesis a través de preguntas y respuestas. 1 6

Aquí queda claro que el fin de Sócrates no es refutar por refutar, sino aclarar el

punto en cuestión, esto es, qué es la retórica y qué hace el rétor. Por eso le reitera aPolo que, si él también tiene una verdadera preocupación por investigar el punto que

han venido tratando y quiere rectificarlo, someta nuevamente a examen dialógico

cuanto acaba de aseverar Sócrates, preguntando y respondiendo, examinando y sien-do sometido a prueba, alternativamente. 1 7

Podemos concluir, entonces, que Gorgias no pasa el examen dialéctico precisa-

mente porque no cumple con las condiciones éticas fundamentales para la buenaretórica: el pensar con rigor o buen pensar, el hacer buen uso del lenguaje, sin abusos

de ninguna índole, y el obrar en consonancia con ello, es decir, con justicia. Gorgias no

es derrotado por Sócrates o simplemente refutado por el afán de refutarlo, sino que esdesenmascarado y, por ende, no aprueba el examen dialéctico al que Sócrates lo

somete; pues éste le revela la serie de intríngulis o segundas intenciones —que había

querido mantener ocultas o embozadas— de las acciones aviesas del falso orador, así

15 Ibid., 461 b3-c4: POL. Tí dé, ô Sókrates? oúto kaì sù perì tês retorikês doxázeis ósper nûnlégeis? è oíei-óti Gorgías esjúnthe soi mè prosomologêsai tòn retorikòn ándra mè oujì kaì tàdíkaia eidénai kaì tà kalà kaì tà agathá, kaì eàn mè élthe taûta eidòs par' autón, autòsdidáxein, épeita ek taútes ísos tês omologías enantíon ti sunébe en toîs lógois-toûto <ò> dèagapâs, autòs agagòn epì toiaûta erotémata-epeì tína oíei aparnésesthai mè oujì kaì autònepístasthai tà díkaia kaì állous diáxein? all' eis tà toiaûta ágein pollè agroikía estìn toùslógous.

16 Véase ibid., 461 c5-d4.17 Véase ibid., 461 d ss.

Page 8: Gorgias Filo

30

T. Cole, The Origins of Rhetoric in Ancient Greece, Johns Hopkins University Press,

Balt imore/London, 1991.

H. Diels und W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, II, Zürich, Weidmann, 1996.Gómez-Lobo, A., La ética de Sócrates, F.C.E., México, 1989.

Gorgias, Fragmentos y testimonios, traducción, introducción y notas J. Barrio Gutiérrez,

Aguilar, 3a. edición, Buenos Aires, 1980.W. Jaeger, Paideia: los ideales de la cultura griega, trad. J. Xirau y W. Roces., F.C.E.,

México, 1974.

C. Kahn, “Drama and dialectic y Plato´s Gorgias”, Oxford Studies in Ancient PhilosophyI (1983), 75-121.

C. Kahn, Plato and the Socratic Dialogue. The philosophical use of a literary form,

C.U.P., 1996.G. Kennedy, The Art of Persuasion in Greece, Princeton University Press, 1963.

G. B. Kerferd, The Sophistic Movement, Cambridge University Press, 1993.

E. Nicol, Metafísica de la expresión, Nueva Versión, F.C.E., México, 1974.E. Nicol, La idea del hombre, Nueva Versión, F.C.E., México, 1977.

Plato, Complete Works, Edited with introduction and notes by J. M. Cooper, Associate

Editor D. S. Hutchinson, Hackett, Indianapolis/Cambridge, 1997.Platón, Diálogos. Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo. Tomo II, traduc . de J.

Calonge, E. Acosta, F. J. Olivieri, J. L. Calvo, Gredos, Madrid, 2a. reimpresión, 1992.

Platón, CD-R, Thesaurus Linguae Graecae, Regents of the Univesity of California, 1992.Platonis Opera, Tomus III, recognovit brevique adnotatione critica instrvxit Ioannes

Burnet, Oxford University Press, 1988.

R. Robinson, Plato´s Earlier Dialectic, Oxford University Press, 2nd. Edition, 1962.C. Rowe, Introducción a la ética griega, trad.. F. González, F.C.E., México, 1979.

R. K. Sprague (ed.), The Older Sophists: a complete translation by several hands,

Columbia, S. C.: University of South Carolina Press, 2nd. edition, 1990.R. Wardy, The Birth of Rhetoric. Gorgias, Plato and their successors, Routledge, London/

New York, 1996.

como las consecuencias filosóficas que se siguen de todo esto: su pseudosabiduría, supseudopaideia, su falsa téjne, su inconsistencia y, por ende, su incapacidad para po-

der comunicar, con claridad y rigor, qué es la retórica y qué hace un retórico.

BIBLIOGRAFÍA