"evangelli gaudium"
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Primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco.TRANSCRIPT
LA PRIMERA EXHORTACIÓN
APOSTÓLICA DEL PAPA
FRANCISCO
CURSO: Educación Religiosa
PROFESORA: Dora Elías Martínez.
INTEGRANTES:
Rodríguez Torres, Staly Xiomara. Nº 04
Rojas Rioja, Andrea Bertha. Nº 05
Salina Gutiérrez, María Pía. Nº 15
Samamé Rojas, Anggie Sofía. Nº 17
Sosa Ballena, Adriana Gabriela. Nº 32
Tantaleán Mesta, Ana Carolina Nº 34
GRADO Y SECCIÓN:
4to “G”
2014
EVANGELLI GAUDIUM
La primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco, se
titula EVANGELII GAUDIUM, y es un extenso documento
de 142 páginas que suma dos llamados inseparables: la
evangelización y la justicia social, construidas sobre la
esperanza, la fe, la caridad y la alegría cristiana.
La alegría del Evangelio NO es una Encíclica, pero
presentada formalmente hoy contiene dentro de sí el
programa del pontificado. Ofrece un iluminador análisis de
los problemas reales que aquejan a la Iglesia de hoy y
explica cuál es el camino del Papa para la cristiandad.
Con dos palabras clave: “conversión pastoral”. Ni tampoco es un documento corto.
Toca diversas realidades:
Su llamado a la conversión.
Su sensibilidad ante las injusticias, ante la falta de congruencia y ante todas
aquellas cosas que ofuscan el mensaje de Cristo.
De la opción preferencial por los pobres hasta el rol de la mujer en la Iglesia, etc.
Insiste, en que los católicos trabajen alegres,
que sirvan a los más pobres con buen ánimo, sin
ser quejumbrosos y sin permitir que los
amedrenten diagnósticos pesimistas.
En este documento, el papa Francisco ofrece
una visión motivadora e interpelante acerca del
espíritu misionero y evangelizador de la Iglesia,
a partir de una transformación misionera en la
que no rehúye un análisis de la sociedad actual
y ofrece claves para el anuncio evangélico en el
mundo actual. En este anuncio se hace especial
hincapié en dos cuestiones sociales, como son “la inclusión social de los pobres” y “la
paz y el diálogo social”, para incluir como colofón la influencia del Espíritu Santo en el
anuncio misionero y el ejemplo de la Virgen María como “Madre de la Iglesia
evangelizadora”.
CONTENIDO:
1. La transformación misionera de la Iglesia
2. En la crisis del compromiso comunitario
3. El anuncio del Evangelio
4. La dimensión social de la Evangelización
5. Evangelizadores con espíritu.
«Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo
que os he mandado»
CAPÍTULO I:
LA TRANSFORMACIÓN MISIONERA DE LA IGLESIA LA EVANGELIZACIÓN
OBEDECE AL MANDATO MISIONERO DE JESÚS:
«Vayan…» «Ve, yo te envío»
I. Una Iglesia en salida en la palabra de dios aparece permanentemente este
dinamismo de «salida» que dios quiere provocar en los creyentes.
La Alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una
alegría misionera y de todo el pueblo. Esta Alegría es un signo de que el Evangelio ha
sido anunciado y está dando fruto.
La Iglesia en salida es la comunidad que toma la iniciativa, sale al encuentro, busca a
los hermanos lejanos, se mete en obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, toca
la carne sufriente de Cristo, acompaña, tiene aguante apostólico, sabe fructificar, da la
vida, sabe festejar.
Para que la Iglesia se renueve es necesario
avanzar en el camino de una conversión
pastoral y misionera. Ya no nos sirve una
“simple administración”. Debe profundizar en la
conciencia de sí misma y ser fiel a su propia
vocación.
II. PASTORAL EN CONVERSIÓN
«Toda renovación en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como objetivo para
no caer presa de una especie de introversión eclesial»
Es CONJUNCIÓN de las pequeñas comunidades, movimientos y asociaciones
que el espíritu suscita para evangelizar a todos los ambientes.
Es COMUNIDAD de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber
para seguir caminando, y centro de constante envío misionero.
Es AMBITO de la escucha de la Palabra, del crecimiento cristiano del dialogo,
de la caridad, de la adoración, de la celebración.
LA PARROQUIA NO ES UNA ESTRUCTURA CADUCA.
Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia católica bajo la guía de su Obispo, también
está llamada a la conversión misionera. Porque Verdaderamente, en ella está y obra la
Iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica. A demás debe vivir el ideal de
las primeras comunidades cristianas.
La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del
«siempre se ha hecho así».
La salida de nosotros mismos para buscar el bien de los demás. La fe que se hace
activa por la caridad. Lo fundamental la belleza del amor salvífico de Dios.
III. DESDE EL CORAZÓN DEL EVANGELIO
«La principalidad de la ley nueva está en
la Gracia del Espíritu Santo, que se
manifiesta en la fe que obra por el amor»:
La Iglesia, que es discípula misionera,
necesita crecer en su interpretación de la
palabra revelada y en su comprensión de
la verdad.
La fe siempre conserva un aspecto de cruz, alguna oscuridad que no le quita la firmeza
de su adhesión. Por lo tanto, sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que
acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las
personas que se van construyendo día a día.
IV. UNA MADRE DE CORAZÓN ABIERTO
La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás
para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el mundo sin rumbo y sin
sentido. La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre: los
sacramentos, los pobres y personas en situaciones críticas.
CAPITULO I:
“La transformación misionera de la Iglesia”
“La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que se involucran, que
acompañan, que fructifican y festejan. La comunidad evangelizadora experimenta que
el Señor tomó la iniciativa; y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin
miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para
invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber
experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva.
“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las
costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta
en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto
preservación”
“En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer
costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy
arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera
y cuyo mensaje no suele ser percibido adecuadamente. Pueden ser bellas, pero ahora
no prestan el mismo servicio en orden a la transmisión del Evangelio. No tengamos
miedo de revisarlas. Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales que pueden
haber sido muy eficaces en otras épocas pero que ya no tienen la misma fuerza
educativa como cauces de vida”
“Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la
Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos de Buenos
Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que
una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias
seguridades”