el_derby_de_kentucky_es_decadente_y_depravado._traducción_al_castellano

7/31/2019 El_Derby_de_Kentucky_es_Decadente_y_Depravado._Traduccin_al_castellano

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El Derby de Kentucky

es Decadente y Depravado.


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El Derby de Kentucky es Decadente y Depravado.

Escrito bajo coaccin porHunter S. Thompson.

Ilustrado con lpiz de cejas y barra de labios porRalph Steadman.

Traducido del original en ingls porSergio Mir Rivero.


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Ttulo original:

The Kentucky Derby Is Decadent And Depraved.

Publicado originalmente en Scanlan's Monthly, vol. 1, no. 4, Junio de 1970.

Hunter S. Thompson, 1970

De las ilustraciones, Raplh Steadman, 1970

De la traduccin, Sergio Mir, 2012


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Me baj del avin cerca de la medianoche y nadie me hablmientras cruzaba el oscuro corredor hacia la Terminal. El aireera denso y caliente, como al andar en una sauna. Dentro, lagente se abrazaba y se daba la mano... grandes sonrisas y gritosaqu y all: Por Dios! Viejo cabrn! Qu bueno verte,chaval! Muybueno... y lo digo en serio.

En el saln con aire acondicionado conoc a un hombre deHouston que se present con un nombre que no entend-perollmame solo Jimbo--y que estaba aqu para pasarlo bien. Estoylisto para cualquier cosa, por Dios. Lo que sea. Qu estsbebiendo?. Yo haba pedido un margarita con hielo, pero l noqueria oir hablar de eso: No, no, qu tipo de trago es ese parael Derby de Kentucky? Qupasa contigo, tio? Sonri y le hizoun guio al encargado del bar. Maldita sea, vamos a educar aeste muchacho. Trele un poco de buen whiskey.

Me encog de hombros. De acuerdo, un Old Fitz doble conhielo. Jimbo asinti con la cabeza.

Mira. Me cogi del brazo para asegurarse de que leprestaba atencin. Yo conozco a la gente del Derby, vengo aqucada ao, y djame decirte una cosa que he aprendido- esta no esuna ciudad en la que dar a la gente la impresin de que eresalguna especie de marica. Mierda, en un momento se te echaranencima, te golpearan en la cabeza y te arrebataran hasta elltimo centavo que tuvieses en los bolsillos.

Se lo agradec y met un Marlboro en mi boquilla. Dime,dijo, pareces estar en el negocio de los caballos... estoy enlo cierto?

No, dije. Soy fotgrafo.

Ah, si?. Mir mi gastado bolso de cuero con inters. Eseso lo que llevas ah?--camaras? Para quin trabajas?

Playboy, dije.

Ri. Bien, maldita sea! De qu vas a tomar fotos aqu?--de caballos desnudos? Ja! Supongo que tendrs que trabajar

bien duro cuando corran el Kentucky Oaks. Esa carrera es slopara yeguas. Rea salvajemente. Claro que s! Y estarntodas desnudas!


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Volv mi cabeza sin decir nada; observndole tan solo un

segundo, tratando de parecer preocupado. Habr problemas,dije. Mi trabajo es tomar fotos de los disturbios.

Qu disturbios?

Dud, haciendo girar el hielo en mi vaso. En la pista. Elda del Derby. Los Panteras Negras. Le mir de nuevo. No leeslos peridicos?

La sonrisa de su rostro se desvaneci. De qu coo estshablando?

Bueno... quizs no debera decrtelo... Me encog dehombros. Pero, demonios, todo el mundo parece estar al tanto.La polica y la Guardia Nacional se han estado preparandodurante seis semanas. Hay 20.000 soldados alerta en Fort Knox.Nos han advertido--a la prensa y a los fotgrafos--de que usemoscascos y ropas especiales, por ejemplo chalecos antibala. Nosdijeron que esperaban tiroteos...

No!, gimi; sus manos se agitaron y quedaron suspendidaspor un momento entre nosotros, como si tratara de evitar laspalabras que escuchaba. Luego golpe su puo contra la barra delbar. Esos hijos de puta! Dios todopoderoso! El Derby deKentucky!. Mova su cabeza desesperadamente. No! Jesus! Esdemasiado horrible como para creerlo!. Ahora pareca estarhundindose en el taburete, y al mirarme sus ojos estabanllorosos. Por qu? Por qu aqu? Ya no respetan nada?

Me encog de hombros una vez ms. No slo son losPanteras--el FBI dice que autobuses llenos de blancosdesquiciados han venido de todo el pas--para mezclarse con lagente y atacar al mismo tiempo, desde todas las direcciones.Vestirn de forma normal, como cualquier persona. Ya sabes--abrigos y corbatas y todo eso. Pero cuando los problemascomiencen... Bueno, por eso es que la polica est tanpreocupada.

Se sent un momento, con una mirada herida y confundida ysin ser capaz de digerir todas esas horribles noticias. Entoncesgrit: Oh... Jess! Qu, en el nombre de Dios, est pasandoen este pas? Dnde puede uno mantenerse al margen de todoesto?

No aqu, le dije, cogiendo mi bolso. Gracias por eltrago... y buena suerte.

Me cogi el brazo, urgindome a tomar otra, pero dije quellegaba con retraso al Club de Prensa a prepararme para elterrible espectculo. En el kiosco del aeropuerto pill unCourier-Journal y revis los titulares: Nixon enva a los GI1 a

1 Nomenclatura empelada para referirse a los efectivos del ejrcito estadounidense, en especial a los

reclutas de ms bajo rango. Tropas. (N. del T.)


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Camboya para combatir a los Rojos... Bombardeo de los B-52,20.000 GI avanzan 20 millas... 4.000 Soldados del Ejrcito deLos Estados Unidos Desplegados Cerca de Yale Mientras Crece laTensin por la Protesta de Los Panteras. Al fondo de la pginahaba una foto de Diane Crump, cerca ya de convertirse en laprimera mujer en participar en el Derby de Kentucky. El

fotgrafo la haba retratado parada frente al establo,acariciando a su montura, Fanthom. El resto del diario estabasalpicado de asquerosas noticias sobre la guerra e historias dela subversin estudiantil. No haba ninguna mencin acerca delos problemas que se avecinaban en una universidad de Ohiollamada Kent State2.

Me dirg al mostrador de la Hertz3 para recoger mi coche,pero el caraplida y libertino joven al cargo dijo que no lesquedaba ninguno. No puedes alquilar ninguno en ningn sitio,me asegur. Nuestras reservas para el Derby se cerraron haceseis semanas. Expliqu que mi agente me haba confirmado unChrysler blanco descapotable para m esa misma tarde, pero lneg con la cabeza. Quizs tengamos una cancelacin. Dnde sealoja?

Me encog de hombros. Dnde se aloja la gente de Tejas?Quiero estar con mi gente.

Suspir. Amigo mo, est en apuros. Esta ciudad seencuentra repleta. Es siempre as, por el Derby.

Me acerqu ms a l, susurrandole: Mira, yo trabajo enPlayboy. Te interesara un empleo?

Retrocedi rpidamente. Qu? Venga ya. Qu clase deempleo?

Olvdalo, dije. Lo has estropeado. Arrastr mi bolsopor el mostrador y me fu a buscar un taxi. El bolso es unapropiedad valiosa en este tipo de trabajo: el mo tiene unmontn de pegatinas: SF, LA, NY, Lima, Roma, Bangkok, esa clasede cosas--y la ms prominente de todas es una casi oficial,plastificada, que dice Fotgrafo. Playboy Mag. La obtuve de unchulo en Vail, Colorado, y me dijo cmo darle uso. Nuncamenciones la Playboy hasta que no ests seguro de que hayanvisto esto antes, dijo. Entonces, cuando veas que lo hannotado, es el momento de golpear. Siempre pican. Esta cosa esmgica, te digo. Pura magia.

2 Hace referencia a la Masacre de la Universidad de Kent, en Ohio; tambin conocida como La Matanza

del 4 de Mayo. A fecha de escribirse este artculo, grupos de jvenes haban comenzado a reunirse en la

zona del campus universitario de Kent State como forma de protesta contra la invasin de Camboya

llevada a cabo por el gobienro de Nixon. El lunes da 4, la La Guardia Nacional abrira fuego contra los

manifestantes, as como contra los transentes, provocando varias muertes, as como la conmocin de la

opinin pblica. (N. del T.)3 Empresa de alquiler de vehculos fundada en 1918 y con sucursales por todo el mundo. (N. del T.)


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Bien... tal vez. Haba resultado con el pobre imbcil delmostrador, y ahora, mientras el taxi amarillo zumbaba hacia laciudad, me senta un poco culpable por llenar el cerebro delpobre tipo con aquellas malvadas fantasas. Pero qu diablos?Cualquiera que vaya por ah pregonando, Joder, soy de Tejas,se merece cualquier cosa que le suceda. Y que despus de todo,

haba venido a ponerse a s mismo en evidencia una vez ms conmaneras decimonnicas en medio de una hastiada y atvica locura,sin ningn otro fundamento que una muy vendible tradicin. Alprincipio de nuestra charla, Jimbo me dijo que no se habaperdido un Derby desde 1954. La mujercita no vendr nunca ms,dijo. Apret sus dientes y me dej libre por esta vez. Ycuando digo libre quiero decir libre! Me he ido gastandobilletes de diez dlares por ah como si tal cosa! Caballos,whiskey, mujeres... mierda, hay mujeres en esta ciudad queharan cualquier cosa por dinero.

Por qu no? El dinero es una buena cosa a tener en estostiempos. El propio Richard Nixon est hambriento de l. Solounos pocos dias antes del Derby, dijo, Si tuviera dinero, loinvertira en el Mercado de Valores Y el Mercado, mientras,continuaba con su horrible cada.

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El da siguiente fue duro. Con slo treinta horas antes dela carrera, no tena pases de prensa nide acuerdo con el editordeportivo del Courier-Journal de Louisville--esperanza alguna deconseguir una. An peor, necesitaba dos de ellas: una para m yotra para Ralph Steadman, el ilustrador ingls que haba venidodesde Londres para hacer algunas ilustraciones del Derby. Todocuanto saba de l era que esta era su primera visita a losEstados Unidos. Y cuanto ms reflexionaba sobre este hecho, msmiedo me inspiraba. Cmo sobrellevara el terrible choquecultural de ser arrancado de Londres y ser arrojado en medio dela turba borracha del Derby de Kentucky? No haba forma desaberlo. Afortunadamente, llegara al menos uno o dos dasantes, y tendra tiempo de aclimatarse. Quizs unas pocas horasde pacfico excursionismo por la regin de Bluegrass, cerca deLexington. Mi plan era recogerle en el aeropuerto en un granPontiac Ballbuster que alquil de un vendedor de coches usadosllamado Coronel Quick, para llevarle luego a algn entornopacfico que le recordara a Inglaterra.

El Coronel Quick haba resuelto el problema del coche, y eldinero (por cuatro veces el precio normal) me haba conseguidodos habitaciones en una ratonera en los suburbios de la ciudad.La nica tarea pendiente a resolver era convencer a los pecesgordos de Churchill Downs de que el Scanlans era una revistadeportiva de tal prestigio, que su sentido comn les obligara aotorgarnos dos pases de prensa de los mejores que tuviesen. Estono fue fcil. Mi primera llamada a la oficina de publicidadhaba resultado un fracaso total. Al encargado de prensa le

conmocion la idea de que alguien pudiera ser tan estpido comopara solicitar pases de prensa a dos das del Derby. Mierda, nopuede estar hablando en serio, dijo. El plazo venci hace dos


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meses. El palco de prensa est lleno; no hay ms sitio...y detodos modos, que coo es el Scanlans Monthly?

Gem lastimosamente. No te llam la oficina de Londres?Enviaron a un artista para hacer los dibujos. Steadman. Esirlands. Eso creo. Muy famoso all. Si. Acabo de recibirle

desde la Costa. La oficina de San Francisco me dijo que todostenamos pase.

Pareca interesado, e incluso simptico, pero no haba nadaque l pudiera hacer. Le agasaj con ms palabrera, y al finalme ofreci un trato: podra conseguirnos dos pasos para laplanta baja del Club4, pero el Club mismo y especialmente elpalco de prensa quedaban excluidos.

Eso suena un poco raro, dije. Es inaceptable. Debemostener acceso a todo. Todo. El espectculo, la gente, la pompa ydesde luego la carrera. No creers que hemos venido hasta aqupara ver esta mierda por la tele, no? De un modo u otroentraremmos. Tal vez debamos sobornar a un guardia--o inclusorociar a alguien con Mace5. (Haba conseguido una lata de Maceen una droguera del centro por 5,98 dlares, y de pronto, enmedio de la conversacin telefnica, se me haba ocurrido lahorrible posibilidad de usarlo en el circuito. Rociar a losporteros a la entrada de las angostas puertas del sagradorecinto, disparar una carga entera en el compartimento delgobernador, tan pronto como empezara la carrera. O rociar a losdesvalidos borrachos en los lavabos del Club, por su propiobien...)

Para el medioda del viernes todava estaba sin pases deprensa, e incapaz de localizar a Steadman. Tal vez hubieracambiado de idea y vuelto a Londres. Al final, tras darme porvencido con Steadman y de tratar sin xito de convencer a micontacto en la oficina de prensa, decid que la nica esperanzade obtener los pases era ir a la pista y enfrentarme a l enpersona, sin avisar--pidiendo ahora un solo pase, en lugar dedos, y hablando muy rpido con un extrao tono de voz, como unhombre tratando de controlar su frenes interior. De camino,tuve la idea de pasar por el mostrador del motel a fin de cobrarun cheque. Entonces tuve una inspiracin, y pregunt si por uncasual se haba registrado all un seor Steadman.

La cajera tena alrededor de cincuenta aos y una pinta muypeculiar; cuando mencion a Steadman asinti, sin apartar lavista de lo que quiera que estuviese escribiendo, y dijo con vozbaja, Podra apostar a que s. Entonces me regal una gran

4Clubhouse en el original. El Club, o La Cabaa. Es una estructura del Churchill Downs, el circuito

de carreras de caballos de Kentucky en el que se celebra el Derby, y que imita en su estructura el estilo de

una cabaa tradicional y que aloja una serie de inraestructuras para acomodar al pblico de primera clase

que acude a la carrera, dotado de restaurantes, bares, palcos, salas de prensa, etc. (N. del T.)5

El Mace es un gas lacrimgeno, comercializado en forma de aerosol como artculo de defensa personal.Se lo conoce tambin como espray de pimienta, o Chemical Billy en los Estados Unidos. (N. del T.)


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sonrisa. Si, desde luego. El seor Steadman acaba de irse alcircuito de carreras. Es amigo suyo?

Sacud la cabeza. Se supone que estoy trabajando con l,pero ni siquiera s que pinta tiene. Joder, ahora tengo queencontrar a ese fulano en el circuito.

Ri entre dientes. No tendr ningn problema paraencontrarlo. Podra reconocer a ese hombre en medio de cualquiergento.

Por qu? pregunt. Qu le pasa? Qu pinta tiene?

Bueno... dijo, an riendo, es la cosa ms divertida quehe visto en mucho tiempo. Tiene esa...ah...ese bulto por toda lacara. Podra decirse que lo tiene por toda su cabeza.Asinti.Lo sabr cuando le vea; no se preocupe por eso.

Me cago en Dios, pens. Eso joda lo de los pases deprensa. Tuve una visin de un cretino estremecedor todo cubiertode pelo enmaraado y verrugas presentndose en la oficina deprensa y pidiendo los pases del para el Scanlans. Bueno... qudemonios? Siempre podramos colocarnos con acido y pasar el davagando por el club con bosquejos garabateados, rindonoshistricamente de los nativos e ingiriendo julepes de menta paraque los policas no nos tomasen por unos anormales. Tal vezincluso pudiramos hacer dinero; instalar un caballete con ungran cartel que dijera, Deje Que Un Artista Extranjero Le HagaUn Retrato, 10 dlares cada uno. Hgalo, AHORA!

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Tom la autopista rumbo al circuito, conduciendo a todavelocidad y haciendo saltar el monstruoso vehculo de un carrila otro, conduca con una cerveza en una mano y mi mente tanconsternada que casi choqu con un Volskwagen lleno de monjascuando maniobr para tomar la salida de la derecha. Haba unapequea posibilidad, pens que sera capaz de atrapar alhorrendo britnico antes de que se registrara.

Pero Steadman ya estaba en el palco de prensa cuandollegu, un ingls joven y barbado vestido con un traje de tweedy gafas de sol de la RAF6. No tena nada particularmenteextrao. Nada de venas faciales o rastro alguno de verrugas. Lecont la descripcin que me haba dado la mujer del motel ypareci confuso. No dejes que te afecte, dije: Tan solo tenen mente estos prximos das que estamos en Louisville,Kentucky. No en Londres. Ni siquiera en Nueva York. Este es unlugar grotesco. Tienes suerte de que esa deficiente mental delmotel no sacara una pistola de debajo del mostrador y te hicieraun agujero enorme. Re, pero l pareci preocupado.

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Royal Air Forces. La Fuerza Area britnica, especialmente reconocida por su papel durante la SegundaGuerra Mundial. (N. del T.)


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Tan slo finge que ests visitando un enorme manicomio alaire libre, dije. Si los internos pierden el control, lesreduciremos con Mace. Le ense la lata de Chemical Billy,resistiendo la tentacin de dispararla a travs de la habitacinhacia un hombre con cara de rata que tecleaba diligentemente enla seccin de Asociados de Prensa. Estabamos parados en el bar,

sorbiendo el escocs de los directivos y felicitndonosmutuamente por nuestra repentina, inexplicable suerte alconseguir dos pases de prensa de los mejores. La mujer en eldespacho haba sido muy amable con l, dijo. Tan solo dije minombre y ella se ocup de todo.

A mitad de la tarde lo tenamos todo bajo control. Tenamosasientos con vistas a la lnea de meta, una televisin en colory barra libre en la sala de prensa, y una seleccin de pases quenos daban acceso a cualquier parte desde las cabinas dereporteros hasta la zona de los jockeys. Lo nico de lo quecarecamos era de acceso ilimitado al sanctasantorum del club,las secciones F&G... y senta que necesitabamos aquello, a finde ver a la nobleza del whiskey en accin. El gobernador, uncerdo mercenario neo-nazi llamado Louis Nunn, estara en la zonaG, junto a Barry Goldwater el Coronel Sanders. Senta queestaramos bien en un compartimento de la zona G, dondepodramos descansar y sorber julepes, empaparnos un poco de laatmsfera y de las especiales vibraciones del Derby.

Los bares y salones restaurante estaban tambin en laF&G, y los bares del club ofrecen una escena muy especial elDa del Derby. Junto a los polticos, bellezas de sociedad y

empresarios locales, cualquier vanidoso ligeramente perturbadoque se encontrase en un radio de quinientas millas deLouisville, se dejara ver por all, pavonendose borracho y

dando palmadas en un montn de espaldas, ponindose en claraevidencia. El bar Paddock es probablemente el mejor lugar en elcircuito en el que sentarse y ver caras. A nadie le importa serobservado; para eso es para lo que van all. Algunas personaspasan la mayor parte de su tiempo en el Paddock; puedenaposentarse en una de las muchas mesas de madera, reclinndoseen una silla confortable y mirar las parpadeantes luces de lagran pantalla del marcados al otro lado de la ventana. Camarerosnegros con chalecos blancos de servicio se mueven a travs de lamultitud con bandejas repletas de bebidas, mientras los expertosestudian sus cuadernos de carreras y los corredores de apuestaseligen nmeros de la suerte o repasan las lista en busca denombres que suenen bien. Hay un constante fluir de trfico desdey hacia las ventanillas de apuestas del exterior, en loscorredores de madera. Entonces, cerca de la cuenta atrs, lamultitud se disuelve y la gente regresa a sus asientos.

Ciertamente, ibamos a tener que concebir algn modo depasar ms tiempo en el Club al da siguiente. Pero los pases deprensa paseo para el F&G slo eran vlidos por treinta minutoscada vez, presumiblemente para permitir a los reporteros de

prensa entrar y salir para tomar fotos y hacer entrevistasrpidas, pero prevenir que vagabundos como Steadman y yo pasarantodo el da en el club, acosando a la nobleza y revolviendo sus


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bolsos de mano mientras cruzabamos la habitacin. O querociramos al gobernador con Mace. El tiempo lmite no era unproblema el viernes, pero el Da del Derby los pases de paseoestaran muy demandados. Y teniendo en cuenta que nos tomabaalrededor de diez minutos el ir desde la cabina de prensa hastael Paddock, y de otros diez el volver, no nos quedaba mucho

tiempo de sobra para un serio estudio de la gente reunida. Y adiferencia de la mayora de los reunidos en la cabina de prensa,nosotros no tenamos el ms mnimo inters acerca de lo quesucediera en la pista. Nosotros habamos ido hasta all para verla actuacin de las verdaderas bestias.

**********

A finales de la tarde del viernes, salimos al balcn del

palco de prensa y tratamos de describir la diferencia entre loque veamos hoy y lo que veramos al da siguiente. Era laprimera vez que estaba en un Derby desde haca diez aos, peroantes de esto, cuando viva en Louisville, sola ir cada ao.Ahora, mirando hacia abajo desde el palco de prensa, me fij enel prado de hierba alta cercado por la pista. Todo eso, dije,estar a rebosar de gente; cincuenta mil o as, y la mayorparte de ellos tambalendose borrachos. Es una escenafantstica--miles de personas desmayndose, gritando, copulando,pisotendose unas a otras y pelendose con botellas de whiskeyrotas. Tendremos que pasar algn tiempo all, pero ser dificilmoverse, demasiados cuerpos.

Es seguro? Regresaremos?


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Seguro, dije. Slo tendremos que tener cuidado de nopisar sobre el estmago de alguien y comenzar una pelea. Meencog de hombros. Joder, esta escena en el club justo bajonosotros ser tan mala como la del cuadrado central. Miles dedelirantes, torpes borrachos, cabrendose ms y ms a medida quepierden ms y ms dinero. A media tarde bebern compulsivamente

julepes de menta con ambas manos y vomitarn unos sobre otrosentre carrera y carrera. El sitio entero estar a rebosar decuerpos, hombro con hombro. Ser dificil moverse. Los asientosestarn recubiertos de vmito; gente cayendo y agarrndose a tuspiernas para evitar ser aplastada. Borrachos mendose encima enlas lneas de apuestas. Arrojando puados de dinero y luchandopara agacharse y recuperarlo.

Pareca tan nervioso que me re. Slo estoy bromeando,dije. No te preocupes. A la primera seal de problemas empezara arrojar este Chemical Billy a la multitud.

l haba hecho algunos buenos bocetos, pero de momento no

habamos visto esa clase de rostro especial que senta quenecesitaramos para un dibujo de calidad. Era la cara que habavisto miles de veces en cada Derby al que haba ido. Lo vea, enmi cabeza, como la mscara de la nobleza del whiskey--unapretenciosa mezcla de ebriedad, sueos falidos y crisis terminalde identidad; el inevitable resultado de demasiada endogamia enuna cultura cerril e ignorante. Una de las claves de la genticaa la hora de cruzar perros, caballos o cualquier tipo depurasangres es que la proximidad de parentesco tiende apotenciar tanto los puntos dbiles como los fuertes. En un crucede caballos, por ejemplo, existe el riesgo de cruzar a doscaballos rpidos que estn a su vez un poco locos. El resultante

debera ser uno muy rpido pero que estara a su vez chiflado.As que el truco en los cruces es retener los buenos rasgos y


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filtrar los defectos. Pero el cruce de seres humanos no estsabiamente supervisado, particularmente en la estrecha sociedadsurea en la que la ms radical endogamia no es solo elegante yconveniente, sino ms aceptable--para los padres--que permitir asus retoos encontrar libremente sus propias parejas, por suspropias razones y por sus propios medios. (Por Dios, has odo

lo de la hija de los Smitty? Perdi la cabeza en Boston y secas con un negrata!)

As que la cara que trataba de encontrar en el ChruchillDowns ese fin de semana era todo un smbolo, en mi propia mente,de toda esa maldita cultura atvica que hace del Derby deKentucky lo que es.

En nuestro camino de regreso al motel tras las carreras delviernes, advert a Steadman sobre algunos de los dems problemasque deberamos capear. Ninguno de nosotros haba traido ningunaclase de extraas drogas ilegales, as que tendramos quesobrevivir a base de alcohol. Deberas tener en cuenta, dije,

que casi todo el mundo al que te dirijas estar borracho. Lagente que parece muy tranquila al principio de pronto puedezarandearte por absolutamente ningn motivo en concreto. lasinti, mirando al frente. Pareca estar desanimndose un poco,as que intent espabilarle invitndole a cenar aquella noche,con mi hermano.

De regreso al motel, hablamos un rato sobre Amrica, elsur, Inglaterra-tan slo nos relajbamos un poco antes de lacena. No tenamos modo alguno de saber, por el momento, de queaquella podra ser la ltima conversacin normal que tendramos.Desde aquel momento, el fin de semana se convirti en una

viciosa y ebria pesadilla. Ambos quedamos reducidos a pedazos.El principal problema era mi anterior apego a Louisville, que


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naturalmente aprovechaba para reunirme con viejos amigos,parientes, etc., muchos de los cuales estaban en proceso dehundirse, vovindose locos, preparando divorcios, temblando bajola presin de terribles deudas o recobrndose de malosaccidentes. Justo en medio de la frentica accin del Derby, unmiembro de mi propia familia hubo de ser hospitalizado. Aquello

agreg mayor tensin a la situacin, y como el pobre Steadman notena ninguna posibilidad de elegir sino cargar con lo quequiera que se le metiese por delante, estaba sujeto a shock trasshock.

Otro problema era su hbito de hacer caricaturas de toda lagente que conoca en las diversas situaciones sociales en lasque le sumerga--luego les daba los dibujos. El resultado erasiempre desafortunado. Le advert en numerosas ocasiones acercade dejar a los sujetos ver sus fieles representaciones, pero poralguna perversa razn el segua perseverando. Consecuentemente,era considerado con miedo y asco por cualquier persona que letuviera cerca y que viera u oyese siquiera hablar de su trabajo.l no poda entenderlo. Es un tipo de broma, insista. Porqu no? En Inglaterra, es bastante normal. La gente no seofende. Entienden que slo es una caricatura.

A la mierda Inglaterra, le dije. Esto es el corazn deAmrica. Esta gente considera lo que les haces como un brutal yvisceral insulto. Mira lo que pas la pasada noche. Pensaba quemi hermano te iba a rebanar la cabeza.

Steadman sacudi su cabeza apesadumbrado. Pero me caabien. Me pareci un tipo sincero y directo.

Mira, Ralph, dije. No nos engaemos. Eso que le disteera un dibujo espantoso. Era la cara de un monstruo. Se pusofatal de los nervios. Me encog de hombros. Por qu crees quenos largamos tan rpido del restaurante?

Cre que haba sido a causa del Mace, dijo l.

Qu Mace?

Sonri. Cuando rociaste con l al camarero jefe, no teacuerdas?

Joder, eso no fue nada, dije. Lo haba olvidado... y detodos modos ya nos bamos.

Pero nos fue a parar todo encima, dijo. La habitacinentera estaba llena de aquel maldito gas. Tu hermano estabaestornudando y su mujer lloraba. Me dolieron los ojos durantedos horas. No poda ver ni dibujar al regresar al motel.

Cierto, dije. Esa cosa le fue a parar a la pierna, no?

Estaba enfadada, dijo.


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medioda el sol est radiante-un da perfecto, en absolutohmedo.

Steadman est ahora preocupado por los incendios. Alguienle cont que el Club se prendi fuego hace dos aos. Podravolver a pasar? Horrible. Atrapado en un cubil de prensa.

Holocausto. Cien mil personas luchando por salir de all.Borrachos en llamas lanzando alaridos en el fango, caballosdesbocados corriendo sueltos. Ciegos por el humo. Graderosderrumbndose y precipitndose al interior de las llamas connosotros en el tejado. El pobre Ralph est a punto dedesmoronarse. Bebe compulsivamente, en el Haig & Haig.

Llegamos al circuito en un taxi, evitando ese terribleaparcamiento a rebosar de gente, a 25 dlares la plaza, viejosdesdentados en la calle con grandes carteles: APARQUE AQU.Est bien, chico, no importan los tulipanes. El pelodespeinado en su cabeza, erizado como un montn de juncos.

Los paseos llenos de gente movindose en la mismadireccin, hacia Churchill Downs. Nios llevando neveras ymantas, adolescentes con apretados pantalones cortos de colorrosa, muchos negros... tipos negros con sombreros de fieltroblanco con bandas de piel de leopardo, policias dirigiendo eltrafico.

La masa se apretujaba en las muchas calles en torno alcircuito; avanzamos con lentitud entre la gente, mucho calor. Decamino al ascensor del palco de prensa, justo dentro del Club,nos encontramos con un montn de soldados que llevaban largasporras blancas. Cerca de dos pelotones, con cascos. Un hombrecamina junto a nosotros diciendo que estaban esperando por elgobernador y su squito. Steadman les mir nervioso. Por qullevan esas porras?

Panteras Negras, dije. Entonces record al viejo y buenode Jimbo en el aeropuerto y supuse lo que estara pensando enese mismo momento. Andara muy nervioso; el lugar estaba ocupadopor policias y soldados. Nos colamos por medio de la multitud, atravs de muchas puertas, pasando el establo en el que losjinetes traen a los caballos y desfilan por unos instantes antesde cada carrera para que los apostadores puedan echarles un buenvistazo. Cinco millones de dolares sern apostados hoy. Muchosganadores, ms perdedores. Qu demonios. La puerta de prensaestaba atascada de gente tratando de entrar, gritando a losguardias, enseando extraas etiquetas: Chicago Sporting Times,Pittsburg Police Athletic League...todos ellos rechazados.Muvete, tio, deja sitio para los profesionales de la prensa.Empujamos a la gente y entramos en el ascensor, y rpidamentesubimos a la barra libre-- Por qu no? Adentro. Mucho calorhoy, no me siento bien, debe de ser este clima agobiante. Lazona de prensa era fra y aireada, muchas habitaciones parapasear y asientos en el balcn para ver la carrera o mirar abajo

hacia la mulitud. Conseguimos una hoja de apuestas y salimos.

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En un habitculo no lejos del nuestro estaba el CoronelAnna Friedman Goldman, Presidente y Guardin del Gran Sello dela Honorable Orden de Coroneles de Kentucky. No todos los cercade 76 millones de Coroneles de Kentucky podran acudir aquel aoal Derby, pero muchos mantenan la fe, y varios das antes delDerby se haban reunido para su cena anual en el Seelbach Hotel.

El Derby, la carrera en realidad, estaba programada para elcierre de la tarde, y mientras la magica hora se acercaba lesuger a Steadman que tal vez deberamos pasar algo de tiempo enel campo central, aquel ardiente mar de gente cruzanodo la pistadeste el Club. Pareci un poco nervioso al respecto, pero encuanto que al final ninguna de las terribles cosas de las que leprevine haban sucedido-ni disturbios raciales, tormentas defuego o agresiones de borrachos salvajes--se encogi de hombrosy dijo, De acuerdo, hagmoslo.

Para entrar tuvimos que pasar a travs de muchas puertas,cada una hasta que alcanzamos el tunel bajo la pista. En cuantoemergimos del tunel sufrimos un choque cultural de tal clase quenos llev un rato hacernos a l. Dios todopoderoso! murmurSteadman. Esto es... Jesus! Se zambull de lleno con supequea cmara, caminando sobre los cuerpos, y yo le segutratando de tomar notas.

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Caos total, ningn modo de ver la carrera, ni siquiera lapista... a nadie le importa. Grandes colas en las ventanillaspara apuestas del exterior, parndose luego detrs para vernmeros ganadores brillando sobre el gran marcador, como unbingo gigante.

Viejos negros discutiendo sobre las apuestas; Aguantaaqu, voy a coger esto (mostrando una pinta de whiskey, unpuado de billetes de dlar), una chica cabalgando el lomo de uncerdo, la camiseta dice, Robado de la Jaula de For Lauderdale.Miles de adolescentes, grupos cantando Let the Sun Shine In,diez soldados custodiando la bandera americana y un enorme ygordo borracho llevando una camisa azul de ftbol (No. 80)tambalendose por all con un cuarto de cerveza en la mano.

Nada de vender alcohol aqu, demasiado peligroso...tampococuartos de bao. Muscle Beach...Woodstock...muchos policias conporras, pero ningn signo de violencia. Lejos, cruzando lapista, el Club parece una postal del Derby de Kentucky.

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Volvimos al Club para ver la gran carrera. Cuando lamultitud se vuelve de cara a la bandera y canta My Old KentuckyHome, Steadman se encara con la multitud y dinujafreneticamente. En algn lugar desde los compartimentos de las

gradas una voz chill, Date la vuelta, peludo chalado! Lacarrera en s misma dur tan solo dos minutos, y entonces desdenuestros super elevados asientos, y usando prismticos del 12,


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no haba forma de ver lo que realmente fue de nuestros caballos.Holy Land, el elgido de Ralp, tropez y perdi a su jockey en lavuelta final. El mo, Silent Screen, tuvo el liderazgo en laltima vuelta, pero cay al quinto puesto en la recta final. Elganador, llamado Dust Commander, se pagaba 16-1.

Momentos despus de que terminara la carrera, la multitudse escurri salvajemente por las salidas, apresurndose en buscade taxis y autobuses. Al da siguiente el Courier dej nota dela violencia en la zona del parking; la gente era golpeada ypisoteada, bolsos robados nios perdidos, botellas rotas. Peronos perdimos todo aquello, habindonos retirado a la cabina deprensa para un pequeo trago postcarrera. Por aquel entonces yaestbamos medio locos a causa del exceso de whiskey, lainsolacin, el choque cultural, la falta de sueo y ladisolucin en general. Anduvimos por el saln el tiemposuficiente como para ver una masiva entrevista con el ganador,un pequeo hombrecillo llamado Lehmann que dijo que justo haballegado a Louisville aquella maana desde el Nepal, donde habaconseguido un rcord de tigre. Los periodistas deportivosmurmuraron su admiracin y un camarero entreg a Lehmann un vasode Chivas Regal. Acababa de ganar 127.000 dlares con un caballoque le haba costado 6.500 haca dos aos. Su profesin, dijo,era contratista retirado. Y aqu aadi, con una gran sonrisa,Me acabo de retirar.

El resto del da deriv en demencia. El resto de la nochetambin. Y todo el da y la noche siguientes. Ocurrieron cosastan horribles que ahora no soy capaz de evocarlas, menos anplasmarlas en tinta. Uno de los recuerdos ms claros queconservo de ese momento de vicio es el de Ralph siendo atacadopor uno de mis viejos amigos en la sala de billar del PendennisClub en el centro de Louisville el sbado por la noche. Elhombre se haba abierto la camisa hasta la cintura antes dedecidir que Ralph andaba tras su mujer. No hubo daosimportantes, pero las secuelas emocionales fueron masivas.Entonces, en una suerte de horror final, Steadman puso sudiablico lpiz a trabajar y trat de arreglar las cosashaciendo un pequeo dibujo de la chica a la que le acusaban dehaber estado presionando. Con esto, terminamos en Pedennis.

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En torno a las diez y medio de la maana del lunes medespert un ruido de araazos en la puerta. Me incorpor en lacama y descorr la cortina para encontrarme con Steadman en elexterior. Qu coo quieres? grit.

Qu tal un desayuno? dijo l.

Sal de la cama y trat de abrir la puerta, pero se quedenganchada con la cadena del cerrojo y grit de nuevo. No podaquitar la cadena! Aquella cosa no quera salir de su sitioas

que tir de ella y la arranqu con un violento tirn de lapuerta. Ralph no pestae. Mala suerte, susurr.


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Apenas poda verle. Mis ojos estaban hinchados y casicerrados, y el repentino fogonazo de luz solar que entr por lapuerta me aturdi y me dej desvalido como una mole enferma.Steadman estaba murmurando sobre enfermedades y terriblesdolores; volv a la cama y trat de concentrarme en l mientrasse mova por la habitacin de un modo muy distraido por unos

momentos, entonces, de pronto, se lanz sobre el cubo de lascervezas y blandi un Colt 458. Cristo, dije. Estsperdiendo el control.

Asinti y arranc la tapa, tomando un largo trago. Yasabes, esto es realmente horrible, dijo finalmente. Debolargarme de este lugar... sacudi su cabeza con nerviosismo.El avin sale a las tres y media, pero no s si lo har.

Apenas le escuch. Mis ojos finalmente se abrieron losuficiente como para poder ver el espejo al otro lado de lahabitacin y entonces fui sacudido por la repentina revelacin.Por un confuso instante pens que Raplh se haba trado aalguien consigo a la habitacin-un modelo de aquel tipo derostro especial por el que habamos estado buscando. Allestaba, por Dios--una caricatura hinchada, devastada por el

alcohol, cargada de enfermedades...como una terrible versin endibujos animados de una instantnea en algn album de fotos

familiar de una madre otrora orgullosa. Esa era la cara quehabamos estado buscando--y era, por supuesto, la ma. Horrible,horrible...

Tal vez debera dormir un poco ms, dije. Por qu novas al Fish-Meat y comes un poco de ese pescado chamuscado ypatatas fritas? Entonces vuelve y levntame sobre el medioda.Me siento demasiado cercano a la muerte como para salir a lacalle a esta hora.

Sacudi la cabeza. No...no...Creo que voy a volvermearriba y trabajar un poco en estos dibujos por un rato. Seinclin par coger otras dos latas de cerveza del cubo. Intentetrabajar antes, dijo, pero mis manos seguan tamblando... Esteddible, teddible.9

Tienes que parar de beber, dije.

Asinti. Lo s. No es bueno, no es bueno en absoluto. Peropor algn motivo me hace sentir mejor...

No por mucho tiempo, dije. Probablemente sufrirs uncolapso histrico de Delirium Tremens esta noche--probablementea la hora de bajar de tu avin en el Kennedy. Te metern en unacamisa de fuerza y te llevarn a The Tombs10, y entonces te

8Marca de cerveza de alta graduacin, que evoca a su vez a un popular modelo de revolver. (N. del T.)

9 Del original, teddible, en ingls. (N. del T.)10 Complejo carcelario en Manhattan, Nueva York, que tambin incluye dependencias para los juzgados.

Recientemente ha sido rebautizado de forma oficial como The Bernard B. Kerik Complex, endiciembre de 2001. (N. del T.)


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patearn en los riones con grandes porras hasta que que teenderezen.

Se encogi de hombros y se larg, dando un portazo tras des. Volv a la cama por otra hora o as, y ms tarde--tras miescapada al Nite Owl Food Mart para mi zumo de pomelo diario

tuvimos nuestra ltima comida en el Fish-Meat Village: unagradable almuerzo a base de restos de masa y carne fritos conmucha grasa.

Para entonces Ralph no quera pedir caf; no dejaba deordenar ms agua. Es lo nico que tienen apropiado para elconsumo humano, explic. Entonces, con una hora o as pordelante para matar antes de que tuviese que coger el avin,esparcimos sus dibujos por encima de la mesa y los observamospor un instante, valorando si haba captado el espritu propiode la cosa...pero no podamos concentrarnos. Sus manos estabantemblando de tal forma que tena problemas para sostener elpapel, y mi visin estaba tan borrosa que no poda apenas ver loque haba dibujado. Mierda, dije. Ambos pintamos peor quecualquier cosa que hayas dibujado aqu.

Sonri. Ya sabes--he estado pensando acerca de esto,dijo. Vinimos aqu para ver esta teddible escena: gente fuerade s y vomitando sobre s mismos y todo eso...y ahora, sabesqu? Somos nosotros...

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El gran Pontiac Ballbuster se lanza disparado a travs deltrfico de la autopista.

El boletn oficial de la radio dice que la Guardia Nacionalest masacrando estudiantes en la Kent State y Nixon continabombardeando Camboya. El periodista est conduciendo, ignorandoa su pasajero, el cual se encuentra ahora semidesnudo despus dequitarse de encima la mayor parte de su ropa, que ha colgado enla ventanilla, tratando de que el viento libre el Mace acumuladoen ella. Sus ojos brillan rojos y su cara y su frente estnempapadas con la cerveza que ha empleado para limpiar su piel dela terrible substancia qumica. La parte delantera de suspantalones de lana estn manchados de vmito; su cuerpo estatormentado por ataques de tos y salvajes sollozos. Elperiodista lleva el coche a travs del trafico hasta un puntofrente a la terminal, entonces se baja para abrir la puerta dellado del pasajero y arrastra al ingls al exterior, gruendo:Fuera, marica desgraciado! Cerdo cabrn retorcido [Risaenloquecida.] Si no estuviese tan enfermo te pateara el culo alo largo de todo el camino hasta Bowling Green11--cretinoextranjero comemierda. El Mace es demasiado bueno parat...Podemos prescindir de t en Kentucky.

11 Ciudad de Kentucky situada a unos 183 km de Louisville. (N. del T.)


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el_derby_de_kentucky_es_decadente_y_depravado._traducción_al_castellano

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