EL GRAN GUERRERO DAVID

William Marrion Branham Enero 18,1955

Chicago, Illinois. E.U.A. *

n el capitulo 17 de primera de Samuel, si desean leer conmigo, comenzando con el verso 31:

Fueron oídas las palabras que David había dicho, Y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir.

Y dijo David a Saúl: no desmaye el corazón De ninguno a causa de él; tu siervo irá

Y peleará contra este filisteo. Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo,

Para pelear con él; porque tú eres muchacho, Y él un hombre de guerra desde su juventud. David respondió a Saúl: Tú siervo era pastor

De las ovejas de su padre; y cuando venía un león O un oso, y tomaba a algún cordero de la manada, Salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; Y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano

De la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tú siervo lo mataba;

Y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, Porque ha provocado al ejército del Dios viviente.

2.­ Que el Señor añada Su bendición a esta Palabra. Quiero hablar por un momento sobre este gran guerrero David y mañana en la noche, Dios mediante quiero hablar del guerrero Josué.

3.­ Como esta noche es la noche de David… David siempre ha ocupado un lugar en mi corazón porque él era como Dios dijo: “Un hombre conforme a Su corazón” . A mí me gusta ver gente que sepa dónde está parada y de qué está hablando; me gusta oír hablar a la gente sin importar lo que sean, a qué religión pertenezcan o el tema que estén hablando, con tal que sepan de qué están hablando, a mí me gusta eso.

4.­ David era un pastorcito que vivía con su padre en Belén, que pertenecía a la tribu de Efraín, era un muchacho distinguido y era el

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octavo hijo de su padre Isaí, un Efrateo. Desde el mismo comienzo de sus días aquí en esta tierra, David supo que Dios estaba con él; antes de ser bendecido o ungido ya él sabía que Dios era con él. Si le prestan atención al relato de cómo Dios….

5.­ Anoche estuvimos hablando de lo mismo, los dones y el llamamiento son sin arrepentimiento, [Romanos 11:29] la elección de Dios y el previo conocimiento es lo que hace que el asunto sea así. Si nosotros tenemos el deseo, la Biblia dice que no es del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia, [Romanos 9:16] ¿entienden? Así que no se trata de que si Ud. quiere, anhela o dónde se encuentre puesto su deseo, se trata de que si es la voluntad de Dios o no. Entonces debemos hallar la voluntad de Dios y si es perfecta, podemos poner nuestra fe en ella y decir: “Esto es”. Podemos correr por el camino que conduzca a la voluntad de Dios.

6.­ Nosotros sabemos que es voluntad de Dios salvar a los perdidos y sabemos que es Su voluntad sanar a los enfermos, si posicionalmente nosotros nos ubicamos en Su voluntad, todo está consumado. En esta audiencia de esta noche, ¿cuántos enfermos hay aquí? Permítanme ver sus manos, los enfermos que deseen la oración levanten sus manos en cualquier lugar. Deberíamos volver a casa perfectamente sanos esta noche. Fíjense en los otros…

7.­ A propósito, si todavía están aquí algunos de los que enviaron sus testimonios… Hermano, son asombrosos. El Hno. Joseph se los lleva para publicarlos en su revista, son testimonios de lo que el Señor hizo por esa gente allá, tan pronto se les habló recibieron la fe, el Señor Jesús descendió con gran Poder y se les reveló sanándolos de todo tipo de enfermedades; enfermedades que ni siquiera los doctores habían podido controlar y desde que hemos estado aquí en Chicago el Señor los ha sanado y están bien ahora. Ellos están aquí como testimonios vivientes. Cuando regresaron a casa encontraron a sus seres queridos sanos como lo había dicho el Señor, vuelvan a escuchar la cinta y fíjense lo que el Señor dijo, vean si no es correcto. Lo que Él haya dicho, sucederá.

8.­ Posicionalmente David nació por elección, Dios había dicho: “Los dones y llamamiento son sin arrepentimiento” . Y él nació elegido como siervo del Señor. En aquellos días cuando él era un joven, Israel se había apartado de Dios y había elegido un rey, quería parecerse a las demás naciones, como los Gentiles. Dios era su rey pero ellos

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querían parecerse a los demás y allí fue que se metieron en problemas. Cada vez que Ud. imita a alguien, espere problemas. El Hno. Upshaw tenía una frase que acostumbraba decir: “Uno no puede ser lo que no es”. Eso es correcto. Ud. no puede ser lo que no es, recuerden eso. Cuando Ud. trate de imitar algo, sólo está falsificando, Dios lo sabe y la gente también. Así que es mejor que sea Ud. mismo.

9.­ Si tan sólo Israel hubiera permanecido en aquella condición, pero dijeron: “Las demás naciones tienen rey, ¿por qué nosotros no podemos tener un rey?” [1Samuel 8] Eso fue lo que les sucedió a Uds. los Pentecostales cuando pensaron: “Bueno, las demás iglesias asisten a los espectáculos, sus mujeres se cortan el cabello, usan vestidos cortos y dicen que son Cristianas y, ¿por qué nosotros no podemos?” Allí está. [La congregación dice: Amén] Gracias, me alegra oírlos decir eso, gracias. Muy bien.

10.­ Un anciano predicador Metodista acostumbraba cantar: “Bajamos la guardia, nos comprometimos con el pecado; bajamos la guardia y se fueron las ovejas, pero, ¿cómo fue que entraron las cabras?” Uds. bajaron la guardia, eso es, esa es la verdad. Ahora, no crean que yo tengo una vara para medir, no; pero he visto lo que el Evangelio hace en una persona cuando realmente se apodera de ella, la hace parecer distinta, comportarse diferente, vestirse y caminar diferente, uno es distinto por todas partes. Correcto. Bajen la guardia una sola vez y vean cómo entran las cabras.

11.­ Israel quería imitar a los demás pueblos y eso es lo que la iglesia quiere hacer, imitar y caer en una condición descarriada. ¿Qué fue lo que hicieron ellos en esa condición? Se eligieron un rey, lo escogieron y cuando lo fueron a elegir, escogieron al hombre más grande y mejor parecido que pudieron hallar, un tipo alto de más de dos metros de estatura, con el cabello negro y enrollado, ojos oscuros y brillantes, que fuera atractivo para el pueblo. Pensaron: “Él será un rey fantástico”. Pero Dios le había dicho a Samuel: “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” . [1 Samuel 16:7] Cuando Israel eligió su rey, quisieron un tipo grande, fuerte y bien parecido, de hombros anchos y derechos, que parado sobrepasaba de los hombros para arriba a todo su ejército.

12.­ Pero cuando Dios les eligió Su rey, escogió a un muchacho rubio que parecía cobarde. Esa fue la elección de Dios. ¡Qué diferencia!

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¿Ven la diferencia? Así es que Dios hace las cosas a veces, las hace de manera tan contraria y distinta a lo que nosotros pensamos.

13.­ Si el médico le dice: “Bueno, Ud. va a morir de tuberculosis, ¿cómo se puede sanar?” Esa es la opinión del médico porque él lo está viendo desde el punto de vista médico y no desde el punto de vista de Dios: “Yo soy el Señor que te sana” . [Éxodo 15:26] Eso es lo que sigue, ¿entienden? Uno lo ve de una manera, desde el punto de vista del conocimiento, pero el otro lo ve con un sentido espiritual; así que depende de dónde tenga Ud. fundamentada su fe. Si el médico dice que eso es todo y Ud. lo cree, hasta allí llega. Correcto. Pero si el médico dice que eso es todo y Ud. no le cree porque Dios dijo algo distinto, observe lo que va a suceder. ¿Entienden? Depende del camino que Ud. tome, a quién se rinde Ud. o de quién es siervo.

14.­ Ahora, no tengo nada en contra de los médicos. Recuerden, yo creo que los médicos… digo eso porque muchas veces la gente dice: “Bueno, uno no debería tener un médico”. Estoy en desacuerdo con Ud., no señor, ellos son instrumentos de Dios, igual que Ud. necesita su automóvil que es un descubrimiento científico. A Ud. le va mucho mejor con su médico, pero el médico no es su sanador, Dios es su sanador. Cierto. Su médico es sólo un asistente de Dios. Cuando el médico llega hasta donde puede llegar, ese es su límite, él sólo puede trabajar en base de lo que ve y siente porque eso es todo lo que conoce, pero Dios controla lo demás.

15.­ El médico no sana, él puede llevarle el brazo a su sitio de nuevo, pero cuando se va de su casa el brazo todavía no está curado; él lleva el brazo a su lugar y deja que Dios lo sane, ¿entienden? Cuando Ud. sufre de apendicitis, él lo opera y deja que Dios lo sane, eso es todo; él saca una muela y deja que Dios lo sane porque la medicina no reconstruye los tejidos, no lo hace, no está hecha… Sólo la vida puede reconstruir los tejidos y Dios es vida. Así que ellos no sanan nada y tampoco afirman hacerlo, simplemente arreglan un hueso, llevan a cabo la operación y recetan la medicina que lo mantenga limpio y demás, mientras Dios sí sana. Es así de sencillo.

16.­ Así que no desprecien al médico. Si es un buen médico Cristiano… ¿Saben de lo qué me he dado cuenta en mis viajes? En líneas generales, cuando he sido entrevistado en clínicas y otros lugares, he hallado más médicos que creen en sanidad Divina que ministros. Esa es la verdad.

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17.­ En muy contadas ocasiones me he encontrado con un médico que es un farsante. Cierto. La mayoría de ellos dicen: “Seguro, Reverendo Branham, nosotros no afirmamos ser sanadores. Yo he visto casos que sabía que no tenían esperanza y he visto a la gente ser sanada por la oración. Seguro, tiene que ser así”. Fíjense, ellos no afirman ser sanadores. Hemos tenido algunos de mente estrecha y egoísta que creen que son ellos los que lo hacen, esos no llegan a ninguna parte, obsérvelos y desaparecen de la escena rápidamente. Un hombre que confía en Dios…

18.­ Un buen amigo mío ha sido un gran médico, él creía en Dios pero no lo había aceptado; la semana pasada o hace dos semanas llegó a Jesucristo. Me comentó que su negocio y todo lo demás había prosperado pero que no había dicho nada, yo le dije: “No te preocupes, eso viene solo. Comienza a confiar en Dios y observa el éxito que vas a tener con tus pacientes allá en el hospital. Pon a Dios primero, ora antes de visitar los hogares y demás”. Dios mediante, tal vez mañana en la noche les lea un artículo de un periódico de la Asociación Médica Americana, lo que dicen allí sobre la sanidad Divina.

19.­ Ahora, David o más bien Saúl, cuando fue escogido… Él era un tipo enorme, bien parecido, robusto y de hombros rectos. Oh, sobrepasaba de hombros para arriba a todo el ejército y ellos dijeron: “Ese es nuestro rey”. ¿A qué los llevó eso? Finalmente a un estado de extravío y su Rey se apartó. Cuando Dios se dio cuenta que esa elección no era buena, les escogió un rey y le dijo a Samuel: “Llena la redoma de aceite y ve a casa de Isaí, haz venir a sus hijos y Yo te diré a quién he escogido para que sea rey” . [1 Samuel 16:1] Él fue y al igual que con Saúl, Samuel pensó que aquel joven enorme… Había salido el mayor de todos, un joven de aspecto robusto y Samuel dijo: “Este es el que será rey”. Había salido con su cabeza erguida, Uds. saben como lo hace la gente en todas partes. Eso tiene un efecto psicológico sobre todos.

20.­ Los hombres que quieren ser religiosos aquí en la ciudad, lo primero que hacen es buscar una de las iglesias más grandes que puedan hallar en la ciudad, con crucifijos colgando por todas partes, ventanas con vidrios ahumados, asientos acolchados y demás; allí es que ellos creen que hallarán a Dios, porque es grande. Tal vez sea una figura pública y que allí asistan las celebridades, pero eso no significa que Dios esté allí. Por lo general Dios escoge a la iglesia pequeña que

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está allá en la esquina, donde tocan una pandereta y baten las manos. Algunas veces allí es donde está Dios. Cierto.

21.­ Pero el lado humano, el espíritu humano busca algo grande y brillante, se precipitan hacia aquello que brilla, pero no todo lo que brilla es oro. Pueden recordar eso. Eso es lo que le sucede al mundo hoy, han rechazado al Evangelio sencillo de Jesucristo buscando algo grande y con educación, inteligente, intelectual, que haya estudiado psicología y tenga títulos universitarios y otras cosas, Uds. saben.

22.­ Hay millones de dólares en las iglesias… Quiero preguntarles algo: ¿Por qué están construyendo iglesias de millones de dólares y predicando que Jesucristo viene pronto? Yo no entiendo eso, ¿y Uds.? No lo puedo entender. Si Jesús viene pronto, ¿por qué nos preocupamos por esto? Salgamos a procurar que la gente sea salva, eso es lo principal. Jesús jamás dijo: “Edifiquen grandes iglesias”. No, nunca.

23.­ Él no dijo que hicieran seminarios y yo no tengo nada en contra de las iglesias grandes, eso está bien; no tengo nada en contra de los seminarios, eso está bien, pero Jesús no nos dio una comisión para hacer eso, Él nunca dijo que construyeran grandes iglesias y tuvieran seminarios, Él no dijo que construyeran hospitales y escuelas pero eso está bien. Recuerden que no tengo nada en contra de eso.

24.­ Pero lo más importante que Él nos dijo que hiciéramos lo hemos puesto a un lado y tomamos lo que era secundario, hemos construido grandes hospitales, escuelas, lugares y seminarios, hemos educados a nuestros predicadores para hacerlos hablar con palabras educadas y usamos la psicología para que se paren derechos y digan amén de manera tan cortés como sea posible y todo lo demás, ¿qué nos ha traído eso? Mucha gente extraviada. Correcto, cierto. No son más que iglesias frías, formales e indiferentes, tan frías como el clima en cero grado, hablando espiritualmente. No lo estoy diciendo como chiste porque este no es un lugar para chistes; lo digo porque es verdad, esa es la verdad.

25.­ Eso nos ha llevado a un lugar donde queremos cosas grandes. Alguien que tenga un negocio quiere estar con los Hombres de Negocios, irá a la iglesia más grande que halle en la ciudad y se sentará allá atrás y pondrá su nombre en el libro. Se parece mucho a Israel cuando escogió a Saúl. Uds. saben, que de los hombros para arriba era por encima de todos. Así es que Ud. se mete en problemas.

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26.­ Pero Dios le dijo a Samuel: “Llena una redoma de aceite, ve allá y Yo te diré a quién vas a ungir”. Isaí comenzó trayendo a su hijo mayor que medía más de un metro ochenta de estatura y dijo: “Éste será el rey”. Ése pasó y Samuel tomó la redoma de aceite y dijo: “Seguramente es éste”. Pero mientras pasaba Dios le dijo: “El no es, Yo lo he rechazado”.

27.­ Isaí dijo: “Bueno, éste es casi de su tamaño, ya lo vamos a sacar. Es un hombre grande y bien parecido, se vería muy bien con esa corona puesta en su cabeza y la vestimenta nueva”. Así es como la gente juzga a sus pastores hoy. ¡Qué vergüenza! Cuando pasó, Samuel tomó el cuerno del aceite y se apresuró a derramarla sobre él, pero Dios le dijo: “No lo recibas, Yo lo he desechado”. Isaí continuó haciéndolos pasar hasta el séptimo y Samuel preguntó: “¿Son ésos todos los que tienes?” Isaí respondió: “Esos son todos. Sí. ¡Oh, tengo uno pequeño cuidando las ovejas allá en alguna parte!” Y Samuel le dijo: “Entonces ve a buscarlo, porque no nos sentaremos hasta que él haya llegado”. [1Samuel 16:11]

28.­ Fueron por él y puedo ver a algunos de ellos con una mirada de desilusión en sus rostros y pensando: “Seguramente éste no va a ser el rey”. Eso es lo que la gente piensa hoy: “Si existe la sanidad Divina, no estaría en un grupo de gente como ese, si existe el Poder de Dios, no estaría sobre…”

29.­ Una reportera de noticias me dijo en una ocasión allá en Oregon: “Si existiera algo así, no estaría entre gente sin educación como la que Ud. enseña”. Yo le respondí: “¿No cree que sea así? Entonces regrese a su gran iglesia y muérase allí, pero si quiere ser sanada venga para acá”. Ella entonces dijo: “Antes de ir allí y llorar como lo hacen ellos… me da escalofríos en la espalda cuando los escucho hacer así”. Yo le dije: “Si Ud. alguna vez fuera al Cielo se congelaría, porque allá sí va a oír bastante de esto”. Le dije: “Le diré algo, si no puede…”

30.­ Igual a Naamán que dijo: “¿No son las aguas de mi país mejores que las aguas fangosas del Río Jordán?” Dio la espalda y se marchó todo ensoberbecido, porque no quería humillarse. Pero le dijeron: “Muy bien, si quieres seguir con tu lepra, sigue así”. Cuando se bajó del caballo, se humilló y se sumergió en las lodosas aguas donde Dios le dijo que se sumergiera y quedó libre de su lepra. Cierto. Hay que hacerlo a la manera de Dios no a la suya, a la manera de Él. [2 Reyes 5: 12­14]

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31.­ Fíjense, puedo ver a David que viene corriendo con un abrigo de pastor, hecho de piel de oveja; allí entra corriendo un jovencito de aspecto mimado. La Biblia dice que era rubio, era un muchacho débil, parecía mimado; aquel jovencito entra corriendo y entonces el Espíritu Santo descendió sobre el profeta y le dijo: “Derrama el aceite sobre su cabeza porque Yo lo he escogido”. ¡Qué desilusión para aquellos que estaban allí esperando que los hombres grandes, bien parecidos y fuertes fueran el rey! Él derramó el aceite sobre la cabeza de David y desde aquel día el Espíritu Santo fue con David, Dios estaba con él y se fue al desierto alegre. [1 Samuel 16: 12­13]

32.­ Volvieron y el Espíritu se apartó de Saúl, quien se había extraviado y apartado tanto de Dios que el Espíritu se fue de él y un espíritu malo ocupó Su lugar, vino sobre Saúl. [1Samuel 16:14] Saúl era muy temperamental y andaba de mal humor pateando las cosas a su alrededor, todo molesto como amanecen algunos los lunes por la mañana, pero éste estaba fuera de control todo el tiempo. ¿Sabían Uds. que eso es un mal espíritu? Correcto. Los médicos no podían hacer nada por él, allá tenían muchos médicos pero no podían ayudar porque aquello era un asunto espiritual.

33.­ Entonces uno de los hombres que había viajado y había estado en otros lugares dijo: “Nosotros sabemos donde hay un sanador Divino”. “¿Quién será ese?” Aquel respondió: “Isaí tiene un hijo…” Sí, era un sanador Divino, seguro que lo era, sanaba por la música. Amén. Eso era lo que hacía, tenía un don para echar fuera espíritus malignos. El Espíritu Santo no había descendido todavía en aquellos días y él los echaba fuera con música, entonando las Palabras del Señor: “El Señor es mi pastor, nada me faltará. En delicados pastos me hará descansar y junto a aguas de reposo me pastoreará” . [Salmo 23] Eso molestaba tanto a los espíritus malignos que se iban de Saúl.

34.­ Debería darles vergüenza a Uds. que no creen en la música de cuerdas. Con razón, si a los espíritus malignos no les gusta porque tienen que marcharse. David echaba fuera demonios tocando su instrumento de cuerdas. Eso es lo que dice la Escritura. Cierto. Cuando David comenzaba a tocar, el espíritu malo se iba de Saúl, ¿es cierto eso? Entonces este joven nació en el mundo con un propósito, ¿lo creen?

35.­ Él sabía que Dios era con él, seguro que sí, porque era capaz de… Él tenía buena puntería, era un muchacho de campo y tenía su

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honda. En una ocasión un león atrapó una ovejita y se la llevó, entonces David tomó su honda, derribó al león y le arrebató la oveja de la boca; cuando el león se levantó y fue hacia él, David lo tomó por la quijada y le pasó el cuchillo de cacería, ese fue su fin. Él sabía que Dios estaba con él. Al oso también lo mataba y sabía que Dios era con él. Lo otro que hacía era tocar y echar fuera demonios, si ese no es un hombre lleno con el Espíritu yo nunca he visto uno. Pudo haber sido pequeño y rubio, pero era un hombre lleno con el Espíritu y Dios estaba con él.

36.­ Luego nos damos cuenta que comenzó una guerra allá, los Filisteos dijeron: “Vamos a tener guerra con Israel”. Saúl juntó a toda su gente y enviaron a aquel jovencito rubio de regreso al monte a cuidar las ovejas de su padre; después mandó a los grandes guerreros a pelear en la batalla y dijo: “Ese muchacho no sabe pelear, así que lo vamos a dejarlo allá con las ovejas y enviaremos a los hombres grandes para que se encarguen de eso”. Mandó a todos sus hombres dándoles espadas y lanzas, aquellos eran guerreros entrenados que iban con sus títulos y demás a luchar en la batalla. El enemigo siempre está allí para retarlos.

37.­ Entonces apareció un hombre enorme, Goliat, como de dos metros ochenta y dos de estatura, un hombre grande. Apareció y dijo: “Les haré una propuesta, ¿por qué tienen que morir todos estos hombres? Envíen a un hombre que pelee conmigo, si me vence, nosotros seremos sus siervos; si yo lo venzo, Uds. serán nuestros siervos”. Cierto, cuando el enemigo tiene ventaja sobre uno le gusta jactarse y hacer mucha bulla, oh, hace mucho alarde.

38.­ Entonces todos los que tenían aquellos tremendos títulos, estaban temblando, le tenían miedo a aquel hombre porque era enorme. Durante cuarenta días estuvo haciendo alarde. ¿Se han dado cuenta que cuarenta es el número de tentación? Ciertamente lo es, Moisés estuvo en la montaña cuarenta días, regresó y fue tentado; Jesús estuvo en el desierto cuarenta días y fue tentado, cuarenta días de tentación, llovió durante cuarenta días y hay otros casos. Cuarenta es el número de Dios para la tentación.

39.­ Entonces Isaí fue, buscó a su hijo y le dijo: “David, ve y llévales pan, grano tostado y otras cosas, averigua cómo están los muchachos; toma prenda de ellos para ver si todavía están viviendo bien delante de Dios y te regresas”. David tomó su asno, supongo yo, lo ensilló y

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sobre él puso el grano tostado, el pan y salió rumbo a la batalla. Aquella mañana para el momento que llegó al sitio de la batalla, todos estaban de pie, ambos ejércitos estaban asustados. Aquel Goliat caminaba por allí esa mañana con su enorme coraza puesta, sus protectores para las piernas y demás, andaba caminando, dio comienzo a su jactancia y dijo: “Desafío al ejército de Israel”. Hermano, aquella mañana eso llegó al oído equivocado. Parado por allí estaba un jovencito que sabía dónde estaba. Amén.

40.­ Lo que necesitamos esta noche es a alguien que sepa dónde está, lo que necesitamos esta noche es hombres y mujeres que conozcan su posición en Jesucristo. Cuando el diablo haga alarde, seguro que él hace su alarde y todavía lo está haciendo, todavía tenemos Goliats, pero también tenemos Davids. Gracias a Dios por eso.

41.­ Él alardeó y aquello llegó a los oídos de la persona equivocada, un jovencito que andaba caminando por allí y que tenía que mirar hacia arriba para poder ver a aquel hombre, pero sabía que había sido elegido por Dios y que la unción estaba sobre él, había puesto a Dios a prueba y sabía quién era Dios, sabía dónde estaba parado. Quiero que se fijen en lo hermoso que es esto para Uds., nos daremos prisa porque ya me pasé tres minutos del tiempo.

42.­ David fue llamado por elección, había sido elegido, llamado, ungido y puesto en su lugar. Elegido por Dios, llamado del rebaño de las ovejas para ser el rey, ungido y ubicado en su posición. Fíjense, Abraham, Isaac, Jacob y José. Abraham fue elección, Isaac justificación, Jacob gracia y José perfección. No había nada contra José. Muy bien, allí lo tienen, llamado; ¿es Ud. un David? Llamado y elegido por Dios…

43.­ ¿Cuántos Cristianos aquí levantan su mano? Ud. no es Cristiano por deseo propio sino por el deseo de Dios. Amén. “Ningún hombre puede venir a Mí si el Padre no le trajere” . [Juan 6:44] Ud. fue elegido por Dios antes de la fundación del mundo para ser un Cristiano, eso es Escritural. Jesús dijo: “Ningún hombre puede venir si Mi Padre no lo llama” . Ud. fue primero elegido o llamado, después cuando Dios lo eligió, lo llamó y Ud. atendió a Su llamado; después Él derramó el aceite ungido sobre Ud., el Espíritu Santo. ¿Qué representa el aceite en la Biblia? Al Espíritu Santo. Cuando Él derramó el aceite sobre él, lo bautizó con el Espíritu Santo de manera simbólica. Amén. Espero que entiendan eso, acaba de llegarme.

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44.­ Él derramó el aceite sobré David, encima de él por completo, era un cuerno lleno. Amén. No fue escasamente. Así es como Dios derrama el Espíritu Santo en un hombre, no escasamente, lo bautiza en Él ungiéndolo con el Espíritu. Fíjense, cuando aquella unción cayó sobre él, posicionalmente ya él fue nombrado rey. Amén. Uds. son nombrados posicionalmente en Cristo Jesús como reyes y sacerdotes, ¿es cierto? En el instante que Ud. recibe el Espíritu Santo, Dios lo nombra heredero en el Reino. ¡Qué cuadro tan hermoso! Allí lo tienen.

45.­ Abraham es elección, Isaac justificación; el que viene será justificado por fe. Jacob es gracia, Ud. no es nada por lo que Ud. haya hecho sino que es por la misericordia de Dios; José es perfección, nombrado. Amén. David fue elegido, llamado, ungido y posicionado. Ud. fue elegido, llamado, ungido y puesto en su posición en el Cuerpo de Jesucristo. Porque por un Espíritu somos todos puestos posicionalmente en el Cuerpo de Cristo. ¿Han probado eso? Todo hombre o mujer aquí que sea Cristiano sabe que en él ha habido algo toda su vida; cuando era un niño sentía el anhelo de servirle a Dios, algo latía en su corazón, era la elección de Dios.

46.­ Antes de que algo ocurriera, antes de que el aceite de la unción estuviera sobre él, David ya sabía que Dios estaba con él; había matado al oso y al león con una honda y él sabía que aquello escapaba de un hombre común, él sabía lo que podía hacer, sabía que Dios estaba con él porque todo su corazón palpitaba por Dios. Creo que fue en el Salmo 47 o en alguna otra parte que dijo: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas así clama por Ti mi alma oh Dios” . [Salmo 42:1] Con razón podía tocar y echar fuera a los espíritus malignos con su música, tenía algo por qué tocar, aquello salía de su corazón y el diablo sabía que era de su corazón, sabía que David había sido elegido por Dios. Allí estaba elegido, llamado, ungido y posicionalmente ya era rey. Amén.

47.­ Permítanme agregar esto. No crean que estoy emocionado, no lo estoy. Fíjense, permítanme agregar esto, ¿Cuántos aquí han sido justificados por fe al creer en el Señor Jesucristo? Todos los que estén justificados por fe levanten las manos, ¿es cierto eso? La Escritura dice: “A los que llamó, justificó y a los que justificó glorificó” . [Romanos 8:30] Amén. En la Presencia del Dios Todopoderoso su nombre está escrito de manera indeleble con la Sangre de Jesucristo, están glorificados en Su Presencia y puestos posicionalmente aquí en

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la tierra con un propósito: Hacer la voluntad de Dios. ¿Pueden ver su posición Cristianos?

48.­ Oh hermanos, aquellos allá no pudieron entenderlo, pero David tenía el aceite de la unción sobre él y sabía dónde estaba parado. Goliat se paró allá y dijo: “Razonemos, no hay necesidad de que el ejército de Dios sea derrotado”. Fíjense en ese hombre y su gran alarde. “Nosotros sabemos que Dios lo hizo, pero los días de los milagros han pasado”. No para David, él estaba ungido y sabía dónde se encontraba posicionalmente.

49.­ Ud. dirá: “Hno. Branham, ¿puedo aceptar a Cristo como mi sanador ahora?” Seguro. “Si no estoy sano en cinco minutos, ¿qué me dice de eso?” “Está sano de todas formas”. Si Ud. lo cree, si Ud. creyera no me haría esa pregunta porque no hay preguntas en su mente cuando Ud. realmente cree. Ud. no lo cuestiona, lo cree. Otros podrían hacerse la pregunta pero Ud. no. Si Ud. me dijera: “Hno. Branham, déme un árbol de roble. Ud. es de la parte Sur de Indiana donde tienen los grandes robles blancos y demás”. “Déme un árbol de roble”. Yo le daré una bellota y allí tiene potencialmente un árbol de roble, está en forma de semilla pero es un árbol de roble, lo tiene en una bellota.

50.­ Cuando nosotros aceptamos la Palabra de Dios, la tenemos en forma de Simiente. Cuando podemos aceptar la sanidad Divina por la Palabra de Dios, eso es suficiente. Amén. Crecerá. Tome la bellota, siémbrela en la tierra y quítese de allí, vigílela durante cierto tiempo y verá lo que sucede: De allí saldrá su árbol de roble porque la vida está en la semilla; y la Palabra de Dios es una semilla que está viva, si simplemente Ud. puede recibirla, sacarla de la Biblia y decir: “Eso es para mí”. Amén. Ud. tiene algo. Correcto. Ningún demonio puede estorbarle eso, no importa lo que otro diga, Ud. no creería eso porque sabe dónde está parado.

51.­ David dijo: “¿Me quieren decir Uds. que le permiten a ese Filisteo incircunciso levantarse y desafiar al ejército del Dios Viviente? No soportaré eso”. Entonces su hermano dijo: “Conozco la soberbia de tu corazón, para ver la batalla has venido”. Se acercó a Saúl y Saúl dijo: “Traigan a ese joven acá, vamos a ver qué aspecto tiene”. Lo llevaron allá y era un jovencito pequeño; él le dijo: “Tú no puedes pelear con ese hombre, él podría levantarte con una mano y sostenerte así”.

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52.­ Entonces David dijo: “Escucha Saúl, yo confío en el Señor. Hace cierto tiempo tomé mi honda y maté a un león y a un oso, les arrebaté el cordero de la boca y cuando se levantó lo maté. ¿Cuánto más entregará Él en mi mano a ese Filisteo incircunciso?” Aleluya. Allí está, él sabía dónde estaba parado, era un hombre de fe y creía en Dios, Dios estaba en él y sabía que estaba ungido

53.­ Uds. saben lo mismo: Uds. son Cristianos y si Dios no los hubiera elegidos para ser Cristianos no lo serían. Es elección de Dios y no suya. Ningún hombre busca a Dios, ningún hombre busca a Dios en ningún momento; Ud. no ha buscado a Dios más bien Dios lo ha buscado a Ud., no fue Ud. el que llamó a Dios sino Dios que lo llamó a Ud.; cuando Dios lo llamó demostró que Él lo había elegido, Ud. aceptó el llamado y eso fue justificación, Ud. le entregó su corazón a Cristo y fue lleno con el Espíritu Santo, ahora está en su posición en el Cuerpo de Cristo. Si eso lo hizo abandonar los viejos hábitos y comportarse como un Cristiano debería hacerlo, si hizo eso por Ud., también sanará su cuerpo porque es una Promesa. Amén. Allí está.

54.­ Fíjense, David sabía dónde estaba parado. Él dijo: “Sí señor…” Él sabía que Dios era con él y dijo: “Yo iré a pelear contra ese Filisteo”. Eso es igual a cualquier otro joven que recibe un llamado para el ministerio, entonces tienen que enviarlo al seminario de inmediato, ¿se fijan? Se lo llevaron a Saúl y él dijo: “Espera, tienes que luchar en la forma que nosotros queremos que se haga aquí, primero te vamos a poner el yelmo”. Puedo imaginar a la pequeña cabeza de David con aquel enorme yelmo, probablemente tenía que mantener la cabeza hacia arriba así para poder ver, porque le tapaba los ojos y las orejas, no le quedaba; entonces Saúl le dijo: “Cíñete mi armadura”. Me imagino a un hombre de más de dos metros de estatura junto a uno probablemente de un metro setenta, la armadura le llegaba hasta abajo, parecía que tenía puesta una falda. ¿Pueden imaginarse eso? Además del gran escudo y la espada que le colgaba a un costado.

55.­ David se vistió con toda aquella experiencia del seminario y dijo: “Oigan, yo no sé nada de esto, no sé cómo predicar teología y esas cosas de las que Uds. hablan, esas oraciones con rosario. Déjenme ir con la misma confianza y con el mismo Dios que entregó al león en mis manos”. Eso es lo que necesitamos esta noche hermanos. No tengo nada en contra de los seminarios, las escuelas, la educación y demás. Cuando Dios lo llame, vaya. Unos hablan de practicar durante

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quince años para ser misioneros y enviarlos a África. Eso no tiene sentido. Si Dios lo llama, vaya. Eso es todo. Los discípulos no esperaron educación, ninguno de los que hizo algo que valiera la pena, esperó eso; Dios lo llama y ya Él está preparado para Ud., comience a moverse. Lo primero que uno se da cuenta es que los adoctrinan tanto que la partecita de Dios que estaba allí es sacada.

56.­ David no sabía cómo pelear con aquel tipo de ropa. Es como un hombre que esté tratando de predicar, ¿cómo puede predicar cuando tiene tantas cosas que leer tan rápido, mantener la mirada en el micrófono y leer tan rápido como pueda? Ud. no podría hacer eso ni yo tampoco. Lo mejor que se puede hacer es ir y decir: “Señor, aquí estoy. Lo que Tú quieres que yo diga dímelo y yo se los diré”. Amén.

57.­ No espere y diga: “Espera hasta que el señor Jones se quite de mi lado, entonces creeré y diré amén”. Diga amén de todas formas si Dios dijo que lo hiciera. Correcto. Ud. dice: “Yo conozco a la señorita Susie que está sentada por allá y ella vive al lado de mi casa”. Viva rectamente, viva rectamente. Ud. no está avergonzado de su vida, ¿verdad? Si lo está necesita una conversión. La señorita Susie estaría esperando que Ud. dijera amén y creyera en Dios y produjera lo que Ud. habla. Eso es fuerte, ¿verdad? Pero le hace bien. Correcto.

58.­ David sabía dónde estaba parado y dijo: “Sí señor, Dios entregará a ese Filisteo incircunciso en mi mano, quítenme esta cosa”. Saúl se dio cuenta que su chaleco religioso no le quedaba a un hombre de Dios. David dijo: “Yo confío en esta vieja honda, así que voy a quedarme con ella”. Les diré esto: “Fue el Espíritu Santo el que me salvó y no me importa qué suceda”.

59.­ He conocido a un hombre que recibió el Espíritu Santo y salió al campo para ser admirado y lo negó, conozco a mujeres y hombres que recibieron el Espíritu Santo a la manera antigua, salieron al campo y por un poco de fama negaron todo. ¡Oh Dios, ten misericordia! El Bautismo del Espíritu Santo es lo que me ha traído hasta aquí y el Bautismo del Espíritu Santo es lo que me sacará adelante, eso es todo. Sí señor. Si para mí fue bueno allá, ahora mismo también lo es y lo será en la hora de mi muerte, es igual; si para Ud. fue bueno allá, ahora también lo es y lo será cuando esté muriendo. Amén. Mediten en eso. Aquí estamos.

60.­ David dijo: “Seguro que sé cómo confiar en esta honda”. Entonces salió y se preparó para pelear. Me imagino a Saúl diciendo:

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“Si ese muchacho ha rechazado mis instrucciones, la forma en que debe ir, mi habilidad para entrenar hombres y el tipo de armadura que debe portar antes de ser misionero o alguna otra cosa, me pregunto qué cosa irá a hacer ese muchacho”.

61.­ Veo a David por allá buscando y recogiendo algunas piedras. Se imaginan a un muchacho de campo recogiendo unas piedras, sacó su vieja honda y la desenrolló. Saúl dijo: “Me pregunto qué irá a hacer con eso”. Recogió cinco piedras y las metió en la bolsa que llevaba en su costado. Realmente la Escritura dice que se llamaba zurrón, ¿saben qué cargaba en ese zurrón? Como he dicho a menudo, los pastores normalmente guardaban miel en sus zurrones y cuando una de las ovejas se enfermaba ellos tomaban un poco de miel y la untaban sobre una roca, la ponían sobre una piedra caliza y allí venía la oveja y comenzaba a lamerse aquella piedra porque le gustaba lo dulce; pero cuando se había lamido toda la miel quedaba la piedra caliza y eso era lo que curaba a la oveja enferma.

62.­ Yo tengo aquí un zurrón completo lleno de miel y la voy a untar sobre la Roca: Cristo Jesús; Uds. ovejas enfermas, vengan a lamer de inmediato y se darán cuenta que quedarán sanas allí. Correcto. No la vamos a poner en ninguna iglesia o denominación, la pondremos donde corresponde: Sobre Jesucristo la Roca, donde está toda sanidad, sobre la Roca, Cristo Jesús.

63.­ Entonces él tenía un zurrón. Aparte de eso el zurrón en un bolsillo contenía dinero. Parte de la palabra zurrón significa dinero. Así que él llevaba dinero allí y, ¿qué significaba eso? El dinero es poder adquisitivo. Aquí está el zurrón de Dios, todo caminante o pastor tiene un zurrón; si Ud. desea algo… poder adquisitivo, si está enfermo, busque aquí y veamos qué hay en el zurrón. “Yo soy el Señor Tu sanador” . Muy bien, sáquelo, eso es poder adquisitivo. “Todo lo que orando pidiereis creed que lo recibiréis y os vendrá” . [Marcos 11:24] Si lo desea, ore y crea que lo recibe y lo obtendrá. Eso está en el zurrón.

64.­ Con razón él puso las piedras allí, ese era un buen lugar para las piedras, ¿verdad? Nosotros somos como piedras envueltas en miel dentro del zurrón, envueltas en la Escritura; mi hermano, el Pastor, Cristo Jesús que nunca ha perdido una batalla, el Pastor de las ovejas lleva a la iglesia esta noche bajo Su propia protección gloriosa. Amén. Él tomó cinco piedras, ¿qué representa el número cinco? Cinco

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piedras. Una de ellas era una J , la otra una e, una s, una ú y una s: JESÚS. Cinco piedras. Uds. son piedras de esta Roca, Cristo Jesús.

65.­ Él las puso dentro del zurrón para que se cubrieran de miel, no sólo eso sino que fueran investidas de Poder de lo Alto. Cuando Dios pueda juntar a Su iglesia de nuevo en unanimidad, para poder investirla con Poder de lo Alto… ¿Poder para qué? Para creer Su Palabra y hacerla cumplir. Allí estaba él con las piedras llenas de miel en el zurrón, allí estaba la miel, el dinero y David metió las piedras allí, después miró para ver dónde estaba parado Goliat. Cada uno de Uds. esta noche es un David.

66.­ Cuando David se fue a enfrentar a Goliat, Goliat lo miró y se echó a reír diciendo: “¿Acaso soy yo un perro que vienes a mí así muchacho rubio?” Él era rubio y pequeño, ¿recuerdan cómo lo llamó Saúl? “¿Quién es ese muchacho?” Eso fue lo que dijo Saúl: “¿Quién es ese muchacho?” tenía aspecto de niño, Uds. saben un muchacho mimado y probablemente con los hombros encorvados que andaba por allí con una honda, pero conocía a Dios y eso es lo principal. Era un creyente, había sido elegido, llamado, ungido y puesto en su lugar. Aleluya. No importa si Ud. es… Ud. dirá: “Hno. Branham, yo no fui llamado para ser predicador”. Puede que Ud. haya sido llamada para ser ama de casa pero tiene su posición en Cristo Jesús por el Espíritu Santo. Amén. Ud. es tanto como David o los demás.

67.­ Ha comenzado la batalla y los Filisteos están de pie allá, Goliat ha hecho sus amenazas y se retira; por acá va David. Mete la mano y observa, mira a Goliat de arriba abajo, pero más allá de Goliat vio la victoria porque confiaba en Dios. Pensó: “¿Cuánto más peligroso que Goliat era aquel león? Aquella era una bestia salvaje y yo confié en Dios para que dirigiera ese disparo directo a la cabeza de la bestia. Puedo confiar en Dios para que dirija este disparo aquí. Yo maté al león para salvar a una oveja, cierto, Dios me permitió salvar a la oveja porque tuve fe en que Él la salvaría”.

68.­ Dios danos algunos Davids por el bien de las ovejas. Él dijo: “Si Él se preocupa por Sus ovejas, ¿cuánto más lo hará por el ejército del Dios viviente? No voy a dejar que ese fanfarrón y jactancioso aparezca por allí diciendo: “La sanidad Divina es del pasado, debatiré con Ud. en cualquier parte”. ¡Oh Dios! Un día de estos te encontrarás con un David. Muy bien.

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69.­ Entonces salió precipitadamente, se burló de él y lo maldijo en nombre de sus dioses, le dijo: “Hoy daré tu carne a las aves y a las bestias del campo”. David le respondió: “Tú te enfrentas a mí como Filisteo en nombre de un Filisteo, con armadura, lanza, psicología, teología y todo lo demás que tienes allá; yo me enfrento a ti con una sola cosa, en el Nombre del Señor Dios de Israel”. Aleluya. “Yo no quiero pero hoy Él me dará tu cabeza y arrojaré tu cuerpo y el de todos los Filisteos en el campo, para que los animales salvajes y las aves coman de ellos”.

70.­ Él sabía dónde estaba. Aleluya. Cada David que se encuentra aquí esta noche tiene su posición en Cristo, Dios lo ha confirmado. Elección, llamamiento, unción y posición. Él lo eligió y llamó, luego lo ungió con el Espíritu Santo y ahora lo ha puesto en el Cuerpo de Cristo, a cada uno de los que son como David. ¿Dónde está Goliat? ¿Quién es Goliat, Hno. Branham? Ese cáncer que se lo está comiendo, ese tumor, las cataratas de sus ojos o ese brazo tullido. Todos miran y dicen: “No hay esperanza”. El diablo dice: “Puedes dejar de creer, puedes quedarte tranquilo porque nunca más estarás sano; tu médico te lo dijo y los demás también, no te puedes sanar”.

71.­ Pero el Cristo que lo hizo dejar de beber, fumar, mentir y robar, el que lo ha librado de una vida de borrachera, de peleas, de pecado y del sepulcro del diablo; si Dios puede hacer eso por Ud., también puede salvarlo de la tuberculosis y del cáncer. Ese es el Goliat pero no le acepte sus alardes. Levántese en el Nombre del Señor Jesús y rételo a un encuentro. Amén. Aleluya. Me siento religioso. Posicionalmente en Cristo, si el creyente conociera su posición ya lo tendría. El gran Espíritu de Dios ya está aquí y Su Santo Espíritu está listo para descender sobre cualquiera que lo crea. ¿Lo creen? Amén. Dios lo ha prometido y Él lo hará, Uds. están en Cristo.

72.­ Goliat está alardeando, Goliat dice: “Fíjate, estuviste aquí anoche y no quedaste sano; estuviste en otros cultos y no te sanaste”. ¿Quién es ese diablo incircunciso? ¿Quién es ese diablo que no tiene nada que ver con Dios? ¿Quién es ese diablo que se levanta con algo que ya ha sido derrotado? Su amo fue derrotado en el Calvario por nuestro Señor y Conquistador. Aleluya. Satán es un fanfarrón. Eso es todo ya no le creeremos más, ¡fuera!

73.­ Jesucristo despojó a Satanás de todo lo que tenía. Despojó a los principados, potestades, dominios y Su dominio gobierna los Cielos y

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la tierra, nosotros somos súbditos de Su dominio. Aleluya. Eso lo pone donde debe estar. El diablo está allá abajo y Cristo es el vencedor. Uds. son como David, llamados, elegidos, ungidos y puestos posicionalmente en el Cuerpo de Jesucristo por el Bautismo del Espíritu Santo. ¡Goliat, estás derrotado! Amén. Él está derrotado en esta noche. Aleluya. Oremos.

74.­ Padre Celestial, al sentir ese Espíritu moverse, Oh Señor, parece que uno podría caminar en medio del aire al sentir Tu Espíritu ungiendo a esta iglesia. Te amamos y te alabamos, gloria a Tu Nombre. Dios del Cielo, te pido en esta noche que unjas a esta audiencia con tal poder que nunca antes se ha sentido en este auditorio en ningún momento de la vida.

75.­ Que cada uno de estos hijos sean llamados, igual que David. Padre, ellos tienen que ser llamados porque Tu amado Hijo, el Señor Jesús dijo: “Ninguno puede venir a Mí si Mi Padre no lo trajere” . Dios dijo que Él los llamaba porque los había elegido, entonces somos elegidos y luego llamados. Ellos han respondido al llamado y Tú has derramado la unción del Espíritu Santo sobre ellos bautizándolos en el Cuerpo de Cristo. Posicionalmente ellos son las piedras pequeñas en la Piedra grande. Aleluya.

76.­ El diablo se ha levantado tratando de asustarlos. Señor Dios, encárgate de su espíritu en esta noche y que podamos acabar con todo Filisteo. Aleluya. Que Jesucristo el Inmaculado Hijo de Dios, el gran jefe David, venga ahora y con Su Poder acabe con toda incredulidad, rompa las cadenas y quite la oscuridad de la gente. Que el gran Espíritu Santo ilumine este auditorio con Su Presencia, que esta sea una noche como nunca antes la hemos visto. Dios todopoderoso, concédelo para Tu gloria. En el Nombre de Tu Hijo y para Su gloria, para Tu gloria, la gloria del Cielo y todos los santos Ángeles. Padre, que sean sanados por Jesús. Amén.

77.­ Después que David le cortó la cabeza a Goliat, ¿saben lo qué hizo? Sostuvo la cabeza así, puso su pie sobre el cadáver y levantó la cabeza como testimonio para los demás: “Vean lo que pueden hacer”. Correcto. Tengan fe en Dios. La otra noche cuando aquella pobre dama que venía de la Clínica de los Hermanos Mayo, probablemente esté aquí esta noche, ellos habían hecho todo lo posible y ni siquiera pudieron hallar que era lo que tenía, vinieron aquí y el diablo me dijo: “Te atrapé”. Pero la fe viene por el oír, por oír la Palabra. Ella creyó

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a Dios y le cortó la cabeza a ese demonio, la colgó delante de ella y dijo: “Yo estaba confinada a esa cama y aquí estoy ahora, tan contenta que ni siquiera puedo dormir”. Muy bien.

78.­ ¿Qué me dice de los miles de casos en todo el país? Algunos están aquí, yo recibo sus cartas donde relatan que estuvieron ciegos y postrados en camas, pero cuando estuve aquí la última vez, Uds. vinieron con la espada de la fe y le cortaron la cabeza a ese Goliat y en esta noche la tienen levantada como testimonio.

79.­ ¿Qué hizo el resto del ejército? Cuando vieron lo que se podía hacer, dijeron: “Nosotros también podemos hacerlo porque somos Israelitas”. Cada uno de Uds. es hijo de Dios y tiene derecho a las bendiciones, saquen la espada ahora, marchemos y matemos a estos Goliats que están aquí. Dejaron los cuerpos muertos en el valle, en las colinas y en las puertas. Cierto. Uds. también pueden hacerlo porque es de Uds., es para Uds., es para todos, es para todo creyente.

80.­ No salga de este auditorio esta noche sin que el Espíritu Santo haya roto esa cadena de ceguera que hay aquí, desháganse de eso, digan: “Yo creo en Dios”. Salga de aquí como un hombre, una mujer o un hijo de Dios en victoria, con la Estrella de la Mañana guiándolo y marchando hacia la Gloria. Seguro.

81.­ Si el diablo se levanta y le dice: “Yo pensaba que te tenía”. Dígale: “Te dije que no”. Siga marchando, eso es. Asista al siguiente culto y sacuda la cabeza de ese demonio que lo tenía atado, dígale: “Mira, ¿me recuerdas? Yo era la persona aquella, yo era la que estaba sentada aquí y el médico dijo que sólo podía vivir unos días, pero aquí estoy esta noche todavía”. Aleluya. Entonces alguien dirá: “Si ella puede hacerlo, yo también, confiaré en Él”. Amén.

82.­ Uds. no saben lo que ocurre esta noche. ¡Cómo le gusta al Espíritu Santo venir a un grupo de gente como este! Si tan sólo Uds. pudieran darse cuenta dónde están. Darse cuenta y no sólo decirlo en este auditorio que Ud. está en Cristo, posicionalmente todo es suyo, todo es suyo, le pertenece a Ud., ¿lo creen? Levantemos nuestras manos para cantar un himno mientras el hermano nos da la nota en el órgano. No vamos a decir: Creo Señor, sino Ahora creo. Todos con sus manos levantadas. Todos ahora, muy bien.

Ahora creo, ahora creo, Todo es posible, ahora creo.

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Ahora creo, ahora creo, Todo es posible, ahora creo.

83.­ Oh, ¡qué maravilloso! Si tan sólo dijéramos: “!Despidan a la audiencia, estrechen sus manos y regresen a casa!” Yo creo que habría muchísima sanidad aquí en esta noche, cierto. Lo creo con todo mi corazón. Ahora, si hay alguien que viene por primera vez y tal vez sea débil en la fe o no lo entiende, vamos a llamar a una línea de oración para orar por algunas personas para que Uds. puedan ver. ¿Qué dijo Jesús allá? ¿Cuál fue la promesa que hizo? Igual a la que dio a David. Él dijo: “Las obras que Yo hago, vosotros también las haréis” . [Juan 14:12] También dijo: “ Yo no hago nada hasta que vea al Padre hacerlo, todo lo que el Padre me muestra, Yo lo hago” .

84.­ Aquella mujer se le acercó y comenzó a conversar con Él, después de haber hablado con ella un poco Él vio cuál era su problema y le dijo: “Ve y busca a tu marido” . Ella respondió: “No tengo marido” . Él le dijo: “Eso es correcto, has tenido cinco”. Entonces ella dijo: “Tú eres un profeta, yo sé que cuando el Mesías venga hará eso. Esa es la señal del Mesías”. Él le dijo: “Yo soy el que habla contigo” . [Juan 4]

85.­ Felipe había sido salvo y se estaba gozando, el Reino de Dios estaba en su corazón y él se estaba gozando; entonces fue a buscar a su amigo, buscó por todas partes y se fue a la región de donde provenía. Encontró a Natanael que estaba debajo de un árbol orando, orando debajo de una higuera, tal vez en algún lugar detrás de su casa. Quizás cuando él llegó, la esposa de Natanael… Felipe le dijo: “¿Dónde está Natanael?” Ella le respondió: “Salió hace un momento al sembradío de higos”.

86.­ Allí va Felipe caminando y buscando a Natanael y allá estaba Natanael debajo de un árbol orando. Lo escuchó cuando se acercaba, se levantó y le dijo: “Hola Felipe, ¿dónde has estado?” Felipe le dijo: “Oh, acércate, quiero contarte algo. Encontré a Alguien y tú sabes que las Escrituras dicen lo que sucedería en este día. Jesús de Nazaret, el hijo de José, anda por allí y lo siguen señales y maravillas, nosotros sabemos que viene de Dios”. Natanael le preguntó: “¿De dónde dijiste que era?” Felipe le dijo: “De Nazaret”. Y él le dijo: “Bueno, ¿puede salir algo bueno de Nazaret?” Entonces Felipe le dijo: “Vamos, ven conmigo. No me preguntes más, ven y ve”. [Juan 1:43­48] Algunos creen que ver es creer.

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87.­ Así que fueron Felipe y Natanael, Jesús estaba parado así cuando ellos entraron a la audiencia. Después de cierto tiempo Jesús volvió la mirada hacia la audiencia y vio a Felipe parado por allá y también a Natanael con mucha curiosidad, Uds. saben. Tal vez lo vieron sanar a alguien y él dijo: “Sabes, yo más o menos creo eso”. Tal vez pasó una dama y Él le dijo: “Señora, Ud. está poseída por tal y tal enfermedad, pero si puede creer…” Muy bien, ella lo aceptó.

88.­ Ahora puedo oír a Natanael decir: “¿Cómo es eso? espera un momento, te aseguro que no sabe nada de mí”. En eso Jesús se voltea y dice: “He aquí un verdadero Israelita en el cual no hay engaño” . Natanael le pregunta: “Maestro, ¿cómo me conoces?” y Él le responde: “Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo del árbol…” El entonces dijo: “Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel” .

89.­ Por acá viene Simón, Uds. saben, así; y Él le dice: “Tú eres Simón hijo de Jonás, de ahora en adelante serás llamado Cefas” . Quise decir Pedro. “Tú eres Cefas, pero de ahora en adelante serás llamado Pedro que significa piedra pequeña”. [Juan 1:42] ¿Cómo lo conoció? ¿Cómo supo cuál era su nombre? Pues conocía su nombre y sabía de dónde era.

90.­ Después pasó junto a muchos paralíticos y fue directo a un hombre y lo sanó, eso está en San Juan 5, el que estaba acostado en una camilla y dejó a los demás paralíticos allí. Bueno, eso era un poco difícil de entender. Los Judíos encontraron aquel hombre cargando su lecho el día de reposo e interrogaron a Jesús. Entonces Él les dijo: “De cierto, de cierto, os digo, el Hijo nada puede hacer por Sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; todo lo que el Padre hace, hace el Hijo juntamente. El Padre trabaja y el Hijo también trabaja… Yo no hago nada de mí mismo, Yo nada puedo hacer; lo que veo hacer al Padre eso hago”. [Juan 5:19]

91.­ Ese es el Jesús de ayer y es el Jesús de hoy, ese es el mismo Dios de David, porque Él era la raíz y linaje de David, ¿es cierto eso? Él es la Estrella de la Mañana, ¿verdad? Él es la A y la Z, Alfa y Omega en el alfabeto Griego; la A y la Z, el alfa y la Omega, el Principio y el fin; el que era, el que es y el que ha de venir, la raíz y el linaje de David. [Apocalipsis 22] Oh hermano, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Príncipe de Paz y Padre Eterno. [Isaías 9:6] En Él habita todo.

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92.­ Como dice el Hno. Ekberg: “Toda la plenitud de Dios habitó en Él”. Correcto, en ese canto: Que bella historia. Vamos a extrañar al Hno. Ekberg, que Dios bendiga su corazón, yo le amo. Su manera de cantar produce algo en los cultos, yo sé que es un hombre de verdad. Que Dios sea con él es mi oración hasta que nos volvamos a ver.

93.­ No sé si Billy repartió… ¿Repartiste las tarjetas de oración? Fue la letra B, muy bien… de la 1 a la 100. Bueno llamemos la primera, entonces comencemos con el número 1. Letra B número 1. Ahora, anoche tuvimos una línea de oración en el auditorio sin que nadie pasara a la plataforma y hoy trataremos de que pasen algunos. ¿Quién tiene la tarjeta B­1? Levante su mano. ¿Tarjeta de oración B­1?

94.­ ¿Uds. recuerdan los testimonios? Uno de ellos fue al poner la mano sobre la gente. No siento la Presencia pero tal vez pueda hacerlo de esta otra manera, tal vez pueda hablar con la dama un poco más tarde o algo así. Si hay alguna enfermedad podré saberlo, si no la hay no lo sabré. ¿Quieren permanecer en oración?

95.­ ¿Cómo está señora? Supongo que no nos conocemos, no la conozco y nunca la he visto en mi vida, ¿es verdad eso? Somos perfectos desconocidos. Quiero tomar su mano por un momento, sólo ponga… sí señora… no es una condición espiritual sino física y es un tumor, un crecimiento. Fíjese pude captar eso. Permítame mostrarle algo. Mire mi mano, es igual a la mano de cualquier hombre, ¿es verdad? Ahora voy a poner mi mano sobre esa mano, ¿no hay diferencia allí? Ponga su cartera en este lado y permítame tomarle su mano por aquí, ponga esta mano sobre la mía, ¿no hay diferencia? Muy bien, ahora cambie de nuevo, de nuevo para este lado, es para mostrarle lo que el Espíritu Santo… ahora ponga su mano en la mía y mírela, mire mi mano aquí; se está hinchando y aparecen pequeñas protuberancias sobre ella, ¿es cierto?

96.­ Ahora retire su mano y yo pondré mi mano sobre ésta. No hay nada, ¿cierto? Mire ésta aquí, ya no está. Ahora pongamos esta mano aquí, su mano derecha sobre mi izquierda y veamos lo que ocurre. Fíjese en mi mano, ¿puede ver allí? Vea que se está hinchando, ¿puede ver esas cosas blancas que aparecen en ella? Eso demuestra que tiene una enfermedad, es un germen, es otra vida que está en Ud. y no es su vida, ¿entiende? Es otra vida, hay una vida en Ud.

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97.­ Vamos a hablar por un momento para ver si el Espíritu Santo diagnostica dónde está eso, para ver si me lo dice; si no lo hace, ya yo sé que es un tumor, yo sé que eso es lo que es, puedo decirlo por la forma en que pulsa, es un tumor. Ud. me responde. Correcto, es un tumor, muy bien. Ahora, esa es la obra de un don, ¿lo entiende? Si el Espíritu Santo me lo concede, puedo decirlo; si Él me dice dónde está el tumor… sí señor, el tumor está en el seno, ¿verdad? Ahora Él está aquí. Ud. vive aquí en Chicago y su nombre es la señora A. Erickson; Ud. vive en la dirección… La veo yendo hacia… es 1653 en la calle Mead, ¿cierto? Vuelva a casa y sea sana. Tenga fe, no dude, tenga fe en Dios.

98.­ Muy bien pase. ¿Cómo está? ¿No nos conocemos señor? ¿Está Ud. creyendo allí mi hermano? Tenga fe. Permítame su mano un momento señor, entre Ud. y yo hay una Luz. Ud. siente debilidad, cierto, pero está aquí por otra cosa, algo mayor que lo suyo. Un hombre de su edad debería tener ciertos problemas renales y de próstata que lo ponen nervioso durante la noche, se despierta y demás. Ud. tiene eso. Pero hay algo más porque eso se sigue moviendo y me hace fuerza, ¿no es verdad? ¿Cree Ud. que Dios puede revelarme cuál es su problema? ¿Lo cree con todo su corazón? Si lo hace, ¿aceptará Ud. lo que sea? ¿No importa si significa mudarse o irse a una nueva casa, lo que pueda ser, Ud. Cree que si su deseo es muy fuerte y al estar parado en Su Presencia, si Él me revela lo que Ud…? Yo no podría sanarlo ni podría darle lo que Ud. busca, pero Dios sí. ¿Lo cree? Yo sólo puedo actuar como Su siervo, ¿verdad?

99.­ Es por alguien muy cercano a Ud. la razón por la que está aquí, es por un hijo, es su hijo. Ese niño tiene un problema en la vista y el médico dijo que era astigmatismo; el niño no está con Ud., está en casa. Sufre de unos ataques y es epilepsia, tiene un poco de retardo mental, ¿cree Ud. qué recibirá lo que ha pedido? Muy bien, entonces vuelva a casa, ponga su mano sobre el niño y recíbalo en el Nombre del Señor Jesús. Crea en Dios…

100.­ Incline su rostro por un momento. La dama tiene un espíritu de sordera. Incline su rostro por un momento. Gran Jehová Dios, el que hizo los cielos y la tierra y todas las cosas que en ellos hay, yo no sé cuan enfermos están los oídos de esta dama, pero Tú estás aquí y puedes sanarla. Te ruego que lo concedas y hagas que Tu Espíritu venga sobre ella y la sane. Ahora pido que este demonio que la ata en forma de sordera, salga de esta mujer. Te ordeno en el Nombre de

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Jesucristo que te vayas de ella. Ahora Ud. me oye, ¿cierto? ¿Puede oírme? Para que pueda saberlo, Ud. se está escuchando a Ud. misma.

101.­ También tenía un problema femenino, ¿es verdad? Ya se ha ido. Lo acepta, ¿cierto? Hay algo extraño a su alrededor, entre Ud. y yo veo agua verde, Ud. es una misionera y viene de China donde le estaba ministrando a la gente de raza amarilla, a los Chinos, Ud. quiere preguntarme algo, lo que me quiere preguntar es si debería regresar allá o no. Eso es la verdad. ¿Cree Ud. ahora qué va a regresar normalmente y estará sana? Regrese gozándose y que Dios sea con Ud. tengan fe.

102.­ Sí señor, tiene problemas estomacales muy fuertes. Permítame su mano nuevamente. Oh sí, problemas estomacales serios y sólo Dios puede salvarlo ahora, ¿lo cree? ¿Cómo sabría yo que Ud. tenía problemas estomacales tan sólo poniendo mi mamo en la suya? Correcto mi hermano. ¿Cree Ud. qué va a estar bien? Su primer nombre es Allen y su apellido es Grubbs, ¿cierto? Dios le bendiga. Ud. viene de Waukegan, Illinois. Regrese y cene.

103.­ Problemas femeninos, ¿cree Ud. qué va a estar bien? Quiero preguntarle algo: Cuando se levantó de la silla allá atrás hace un momento, ¿pasó algo verdad? Vuelva a casa, gócese, vaya dándole gracias a Dios y alégrese. Tiene problemas femeninos y artritis, tiene muchas cosas, ¿cree Ud. qué Jesucristo la sanará? Yo también lo creo mi hermana. Padre Celestial, bendigo a esta mujer en el Nombre del Señor Jesús; que el Espíritu Santo se acerque a ella ahora y que la bendición que ha pedido le sea concedida en el Nombre de Jesús. Amén. Dios le bendiga hermana, vaya gozándose.

104.­ ¿Cree Ud.? Entre Ud. y yo aparece una franja de sangre, cambia a color blanco. Eso es porque Ud. tiene diabetes y la diabetes lo está dejando ciego. ¿Cree Ud. que regresará a casa para ser curado de diabetes y recibir la vista? ¿Cree Ud. qué está parado ahora no en presencia de su hermano sino en Su Presencia? Te bendigo mi hermano y expulso eso de ti en el Nombre de Jesucristo. Amén. Váyase contento, gozándose y creyendo con todo el corazón. ¿Qué tal si yo le dijera que Ud. fue sanado cuando estaba sentado en esa silla? ¿Lo creería con todo el corazón? Dios le bendiga.

105.­ ¿Cómo está señor? ¿Cree Ud. qué yo…? Tengan reverencia todos por un momento. Ud. está aquí por alguien y es su esposa, tiene

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un problema en la espalda, es un problema de la columna… Esa dama tiene problemas de artritis en su espalda, la que está sentada allí, allá atrás, la que tiene algo color rosa en la cintura. Sí. No me refiero a su esposa. Ud. tiene artritis en la espalda, la pude ver de pie con el rostro lleno; la dama que está a su lado también tiene artritis y la que está detrás también, la que está vestida de blanco. ¿Es cierto eso señora? Pónganse de pie las tres, Dios las bendiga. Por eso es que ese demonio estaba haciendo presión en Ud., ¿entiende? Va a encontrar a su esposa distinta, sin problemas; Ud. tiene un problema rectal, ¿cierto? Vaya creyendo a Dios y estará bien mi hermano. Lo bendigo en el Nombre del Señor Jesús. Amén. Dios lo bendiga.

106.­ La diabetes es algo tremendo, pero Jesucristo es el Sanador, ¿lo cree? ¿Lo acepta? Entonces en el Nombre de Jesucristo vaya y quede sano. Tenga fe. La dama de color que está sentada allá atrás con un vestido rojo, Eso parece estar sobre ella. ¿Tiene Ud. tarjeta de oración señora? ¿Sí o no? Ud. no tiene una tarjeta de oración. La dama que está allá, la de los anteojos, Ud. no tiene tarjeta de oración, póngase de pie si no tiene, ¿cree Ud. con todo su corazón? ¿Con todo el corazón? ¿Cree que Jesucristo la sanará? Ud. está preparándose para ser operada. Ud. ya sabía eso ¿cierto? Tiene problemas del apéndice pero Jesucristo la sanará si Ud. le cree. Ponga su mano sobre ese niño, el caballero que está sentado frente a Ud. allí, porque él esta sufriendo de problemas nerviosos. Por el Señor Jesús, conjuro a ese demonio que ha sido reprendido; en el Nombre de Jesucristo sal de ellos. Amén. Amén.

107.­ Traiga a la señora. Oh hijos del Dios Viviente, ¿no se dan cuenta que su Señor Jesús está aquí? No su hermano sino su Salvador. Tengan fe. No nos conocemos señora y eso es la verdad, incline su rostro por un momento. Señor, en el Nombre de Tu Hijo Jesús, saca a este espíritu de sordera de esta mujer para que pueda volver a oír claramente. Padre Todopoderoso, reprendo a este demonio en el Nombre de Jesucristo. Amén.

108.­ Un momento, sólo quiero probar su audición, ¿puede oírme bien ahora? ¿Puede oírme ahora? Tiene problemas de audición pero quiero preguntarle algo, ¿cree Ud. en el servicio de esta noche? Ahora sí puedo dejar que la dama se vaya, pero hay algo que se sigue moviendo hacia ella, hay algo distinto, permítame ver su mano por un momento. ¿Cree Ud. que yo soy Su siervo? ¿Cree Ud. que los secretos de todos los corazones están abiertos delante de Dios que lo

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sabe todo? ¿Creería Ud. si Jesucristo estuviera parado aquí? El que me dio este traje y lo lleva puesto esta noche…

109.­ En cuanto a sanidad se refiere, ya Él la sanó… Hay algo muy profundo en Ud. que le produce un deseo, sí, Ud. tenía un problema estomacal y era un crecimiento, ¿es cierto eso? Se acabó, ya se ha ido de Ud., sigo viendo a un niño junto a Ud., hay algo. Oh, es un niño, Ud. tiene un niñito con Ud. pero no es su hijo, es su sobrinito; no lo puede mandar a la escuela porque tiene problemas de las amígdalas, ¿es eso cierto? Vaya y ponga ese pañuelo sobre él y sanará.

110.­ ¿Cree Ud.? Recibamos al Señor Jesús ahora mismo. ¿Dónde se encuentra Ud.? Ha sido elegido, llamado, ungido y puesto en su lugar en Cristo; está sentado en lugares Celestiales en Cristo Jesús. ¿Creen ahora? Pónganse de pie y reciban su sanidad todos. Oh Dios del Cielo, reprendo todo demonio en el Nombre de Jesucristo, sal de ellos en el Nombre de Jesucristo. +

Nº 140 EL GRAN GUERRERO DAVID

COLECCIÓN LA PALABRA HABLADA VENEZUELA Este Mensaje fue predicado por el hermano

William Marrion Branham En Enero 18 de 1955, en Chicago, Illinois, E.U.A.

Traducido del Inglés al Español en Mayo de 2008. En el Tabernáculo de Cabimas, Venezuela