Download - Turzi Mundo Brics
MARIANO TURZI
LAS POTENCIAS EMERGENTES
CCii
CLAVES PARA TODOSCOLECCIÓN DIRIGIDA POR JOSÉ NUN
CAPITAL IN
TELECTUAL
CC ii COLECCIÓN CLAVES PARA TODOS MUNDO BRICS MARIANO TURZI
COLECCIÓNCLAVES PARA TODOS
La sigla BR
ICS
alude al club de las naciones emer-
gentes líderes que conforman B
rasil, Rusia, India,
China y, m
ás recientemente, S
udáfrica. El acró-nim
o fue acuñado en noviembre de 2001 por Jim
O'N
eill, jefe del departamento de investigaciones
económicas globales de la casa G
oldman S
achs,de inversión estadounidense. El objetivo de estelibro –escrito por el experto en relaciones inter-nacionales M
ariano Turzi– apunta a identificar losm
ercados que en las próximas décadas ofrecerán
a sus clientes tasas de retorno a la inversión porencim
a del promedio. S
e supone que la indus-trialización que tiene lugar en C
hina e India juntoa la creciente urbanización de sus poblaciones vaa generar una dem
anda abastecida por la ofertabrasileña y rusa de recursos naturales. S
egún lasproyecciones este im
pulso estructural a la demanda
agregada inaugurará un nuevo e imprevisible ciclo
económico. Los B
RIC
S dem
ostraron ser mucho
más que sim
ples destinos de inversión o centrosde producción y consum
o para convertirse en nue-vos polos de poder global.
MA
RIA
NO
TUR
ZIFue becario Fulbright. Es M
A en Estudios Estraté-
gicos y Ph.D. en Estudios Internacionales de la
School of A
dvanced International Studies (S
AIS
),Johns H
opkins University (W
ashington DC). A
ctual-m
ente es profesor de Relaciones Internacionales enla U
niversidad Torcuato Di Tella (Buenos A
ires).
ÚLTIM
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TÍTULO
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TELECTUAL
CLAVES PARA TODOSDIRIGIDA POR JOSÉ NUN
MUNDO BRICS
Tapa BRICS.qxp 17/6/11 17:41 Página 1
MUNDO BRICSLAS POTENCIAS EMERGENTES
CLAVES PARA TODOSCOLECCIÓN DIRIGIDA POR JOSÉ NUN
MARIANO TURZI
CAPITAL INTELECTU
ALC
i
Director
José Nun
Coordinación
Cecilia R
odriguezEdición
Luis Gruss
Corrección
Aurora C
hiaramonte
Diagram
aciónVerónica Feinm
annIlustración
Miguel R
epProducción
Norberto N
atale
Derechos exclusivos de la edición en castellano reservados para todo el m
undo: ©
2011, Mariano Turzi
© 2011, C
apital Intelectual
Paraguay 1535 (1061) Buenos A
ires, Argentina
Teléfono: (+54 11) 4872-1300 / Fax: (+
54 11) 4872-1329w
ww
.editorialcapin.com.ar
.ar1
ªedición: 3.000 ejemplares
Impreso en A
rtesud, Concepción A
renal, Cap. Fed., en enero de 2011. D
is-tribuye en C
ap. Fed. y GB
A: Vaccaro, Sánchez y C
ía. S.A.
Distribuye en interior: D
.I.S.A. Q
ueda hecho el depósito que prevé la ley 11.723.Im
preso en Argentina. Todos los derechos reservados. N
inguna parte de estapublicación puede ser reproducida sin perm
iso escrito del editor.
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capin.com.ar
Pedidos desde el exterior: [email protected]
.ar
CAPITAL INTELECTU
ALC
i
ÍNDICE
Introducción9
Capítulo uno
Economía y ascensos
13
Capítulo dos
El sistema internacional
31
Capítulo tres
Contexto m
undial69
Capítulo cuatro
Vuvuzelas en el Bric
77
Capítulo cinco
El futuro85
Bibliografía
91
El autor95
Turzi, Mariano
Mundo B
RIC
S: las potencias em
ergentes1a ed., B
uenos Aires, C
apital Intelectual, 2011.96 p., 20x14 cm
. (Claves para todos, dirigida por José N
un Nº 117)
ISB
N 978-987-614-293-9
1. Política Internacional. I. Título C
DD
327.1
327.1C
DD
El BR
IC es el club de las naciones em
ergentes líderes que con-form
an Brasil, R
usia, India y China. El acrónim
o fue acuñado ennoviem
bre de 2001 por Jim O
’Neill, jefe del departam
ento de inves-tigaciones económ
icas globales de la casa de inversión nortea-m
ericana Goldm
an Sachs. El objetivo de esta generalización era
y es identificar los mercados que en las próxim
as décadas ofre-cerán a sus clientes tasas de retorno a la inversión por encim
a delprom
edio. Se supone que la industrialización que tiene lugar en
China e India junto a la creciente urbanización de sus poblaciones
generará una demanda abastecida por la oferta brasileña y rusa
de recursos naturales, en especial de comm
odities y energía. Segúnlas proyecciones este im
pulso estructural a la demanda agregada
global inaugurará un nuevo ciclo económico global.
MU
ND
O B
RIC
S9
INTRODUCCIÓN
MU
ND
O B
RIC
S11
Sin em
bargo los BR
ICs dem
ostraron ser mucho m
ás que sim-
ples destinos de inversión o centros de producción y consumo.
Las cuatro naciones coordinan cada vez más sus posiciones diplo-
máticas, convirtiéndose en un bloque con creciente influencia en
el sistema internacional. Los nuevos polos de poder global bus-
can transformar las reglas del orden vigente, reescribir los pro-
cedimientos para la tom
a de decisiones y modificar las estructuras
de los organismos financieros internacionales.
El libro está organizado siguiendo un esquema de razona-
miento que hace foco prim
ero en el sistema y luego en el actor.
En el primer capítulo estudiam
os la reconfiguración del sistema
económico global que se aceleró con el com
ienzo del siglo xxi.Esta transform
ación significó el ascenso de los denominados paí-
ses emergentes, con los B
RIC
s liderando el proceso por su dimen-
sión y escala. La primera sección la dedicam
os a observar las carac-terísticas de la nueva econom
ía global y la dirección de los cambios
en curso. En la segunda sección analizamos el lugar que ocupan
los BR
ICS
en esa estructura. El capítulo dos estudia la estructuradel poder m
undial actual, en la cual existe una creciente distribu-ción y difusión del poder. ¿Q
ué ocurre con el orden internacionalcuando el poder cam
bia de manos? Para responderlo explorare-
mos cuál será el im
pacto del surgimiento de estos nuevos actores
en el sistema. O
bservaremos el com
portamiento del B
RIC
como
un nuevo actor colectivo unificado en la arena internacional. En laprim
era sección analizamos la configuración de las relaciones inter-
nacionales contemporáneas y el estado del (des)orden global
actual. En la segunda dirigimos nuestra atención al B
RIC
como
actor colectivo, prestando especial atención a sus intenciones ycapacidades para m
antener, modificar o subvertir el orden interna-
cional establecido. Siguiendo este esquem
a de análisis dedica-m
os el capitulo tres a las posibles trayectorias que puede adoptar
10M
AR
IAN
O TU
RZI
la interacción entre el BR
IC y el sistem
a internacional. El nivel yla cantidad de conflictos que deba atravesar el m
undo en lospróxim
os años dependerán en gran parte de la manera en que se
desarrolle esta interacción. En el capítulo cuatro presentamos la
novedad de 2011: la incorporación de Sudáfrica al bloque, anun-
ciada a principios de este año. ¿Por qué este país? ¿Por qué ahora?¿C
uál es la lógica? ¿Qué nos dice del B
RIC
? En el quinto capítuloanalizam
os los impactos que estas nuevas dinám
icas tendrán sobrelas relaciones internacionales en los próxim
os años.
CU
AD
RO
1.MA
PA D
EL BR
IC
A partir de 2000 el balance de la econom
ía global comenzó a cam
-biar. Ese año los países avanzados representaron el 63%
del PBI
mundial. S
olo los miem
bros del G-7 (A
lemania, C
anadá, EstadosU
nidos, Francia, Italia, Japón y el Reino U
nido) eran responsablesdel 49%
de los bienes y servicios finales producidos por la eco-nom
ía. Pero desde entonces la participación en el producto glo-bal de las econom
ías avanzadas cayó rápidamente. A
l mism
otiem
po los países emergentes com
enzaron a ganar cada vez más
terreno. Al cabo de una década, en 2011, las econom
ías avanza-das habían caído al 52%
global, y los países emergentes habían
incrementado su participación al 47%
; un aumento del 27%
en diezaños. S
egún el consenso de las proyecciones de los organismos
internacionales, la tendencia se mantendrá en las próxim
as déca-das. En algún punto entre 2012 y 2013 las estadísticas de los orga-
MU
ND
O B
RIC
S13
CAPÍTULO UNOECONOMÍA Y ASCENSOS
• Los países de desarrollo intermedio, en desarrollo o en vías de desa-
rrollo son los que se conocían como subdesarrollados. Los indicadores
que los colocan en esta categoría son: altos niveles de desempleo, corrup-
ción y desigualdad, bajo ingreso per cápita, elevada deuda externa, depen-dencia tecnológica, económ
ica y comercial. Las econom
ías emergen-
tes, mercados em
ergentes o naciones recientemente industrializadas, son
un subgrupo –más selecto– form
ado solamente por los que se caracte-
rizan por un especial dinamism
o económico. Q
uedan afuera los paísesm
ás pobres, los sumergidos que no logran dar con el desarrollo y el
crecimiento sostenido de países, com
o Afganistán, H
aití, Ruanda, Benín,Som
alia, Etiopía o Myanm
ar.
¿Cuándo com
enzó este el cambio en la econom
ía global?D
urante la década de 1990, la globalización atravesó un períodode fuerte expansión. El derrum
be de la Unión S
oviética habíaelim
inado de la ecuación global la posibilidad de conflagración agran escala, abriendo los sistem
as económicos y políticos de los
países en la órbita comunista y generando un im
perativo neoli-beral de com
ercio e inversión a través de las fronteras. En su per-m
anente búsqueda de reducción de costos, las compañías m
ul-tinacionales aprovecharon la liberalización com
ercial (movim
ientode bienes) y financiera (m
ovimiento de capitales) para globalizar
sus operaciones y a relocalizar su producción hacia los países endesarrollo. El vertiginoso ritm
o de innovación en las tecnologíasde la inform
ación y las comunicaciones dio al proceso una escala
y velocidad sin precedente en la historia. A
ho
ra qu
e ya sabem
os el cu
ánd
o, veam
os có
mo
se pro
-dujo la doble transform
ación en la estructura y en la dinámica de
la economía internacional. M
ayor producción en los países emer-
gentes significó mayores tasas de crecim
iento, más trabajos y
MU
ND
O B
RIC
S15
nismos internacionales estim
an que se revertirá la tendencia: laseconom
ías emergentes constituirían m
ás del 50% del producto
global. Mientras tanto se proyecta una tasa de actividad de 2.5%
anual en las economías avanzadas para 2011 y 2012 y se prevé un
crecimiento de 6.5%
en las economías em
ergentes.N
os encontramos hoy en un m
omento de configuración de una
nueva estructura económica internacional en la que los em
ergen-tes tienen una participación dom
inante en el producto global. Elm
ayor crecimiento económ
ico en las economías de esos países se
desprende de una combinación favorable de saldos dem
ográficospositivos, ventajas com
parativas en abundancia de recursos natu-rales, ventajas com
petitivas en costos de producción –mano de
obra y logística– y grados cada vez más aceptables de estabilidad
macroeconóm
ica. Eso hace que además de la estructura, tam
biénla dinám
ica esté cambiando, ya que las econom
ías emergentes cre-
cen a tasas superiores a las de las economías avanzadas.
DES
AR
RO
LLAD
OS
, EMER
GEN
TES, S
UM
ERG
IDO
SEn la actualidad existen m
últiples categorías económicas internaciona-
les. Tanto organismos internacionales –B
anco Mundial, Fondo M
oneta-rio Internacional, O
rganización para la Cooperación y el D
esarrollo Eco-nóm
icos– como la banca privada internacional –M
organ Stanley C
apitalInvestm
ent(MSCI), D
ow Jones, FTSE– tienen sus m
edidas propias. Perohay una línea divisoria principal com
ún a todas, que separa países desa-rrollados de países en desarrollo.
• Las economías desarrolladas, de altos ingresos o avanzadas, son
aquellas con altos niveles de ingreso per cápita (promedio a lo largo de
diez años), estructuras industriales terciaria (servicios) y cuaternaria (inves-tigación, innovación, alta tecnología) desarrolladas, diversificación de lasexportaciones e integración al sistem
a financiero global.
14M
AR
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O TU
RZI
ron reservas y construyeron mecanism
os de defensas duranteépocas de bonanza. La consolidación fiscal y la credibilidad m
one-taria llegaban para quedarse.
La prueba que dio más fuerza a la transform
ación de los paísesem
ergentes fue la crisis financiera de 2008. El poder de adaptaciónque dem
ostraron en un mom
ento de caída de la demanda y la pro-
ducción consolidó su preeminencia en el sistem
a económico inter-
nacional. Beneficiada por la m
ayor demanda dom
éstica, posicio-nes fiscales m
ás sólidas y una menor exposición de sus sistem
asfinancieros a los activos tóxicos europeos y norteam
ericanos,larecuperación en el m
undo emergente parece estar m
ás consoli-dada. Por el contrario, las econom
ías del mundo desarrollado care-
cen de una demanda endógena que pueda sostener un crecim
ientode m
agnitud semejante. Los em
ergentes sufrieron menos la crisis,
salieron más rápido de ella y retom
aron el crecimiento con m
ásfuerza. Ya con los efectos de las políticas de estím
ulo desvane-ciéndose se espera una recuperación en dos velocidades y con dosclases de dificultades m
acroeconómicas diferenciadas. El creci-
miento en los países desarrollados es tenue e insuficiente para reac-
tivar el empleo, lo cual significa un
aumento de tensiones internas
de los países de la periferia de la zona del euro como G
recia, Irlanda,España y Portugal. Para los países em
ergentes, los desafíos prin-cipales son las presiones inflacionarias, el recalentam
iento y la apre-ciación de sus m
onedas por la entrada de capitales y los altosprecios de los com
modities que exportan.
EMER
GEN
TES V
IPPara Jim
O´N
eill, dentro del conjunto de las economías em
ergen-tes se destacaban los B
RIC
s. Los cuatro países compartían ciertas
características –geografía, población, tasas de crecimiento– que
los ponían a la vanguardia del grupo emergente. Para la década
MU
ND
O B
RIC
S17
mayores ingresos para las poblaciones locales. Las oportunida-
des se encontraban más en el sector urbano que en el rural, por
lo cual se produjo una transferencia de los recursos humanos de
un sector al otro. En la práctica, implicó el éxodo del cam
po a laciudad. Esta rápida y m
asiva urbanización movilizó m
ás aún losrecursos de las econom
ías emergentes vía proyectos de infraes-
tructura, servicios básicos, energía y transporte. El aumento sos-
tenido del nivel de ingresos más los m
ayores servicios y opor-tunidades derivados de la vida en la ciudad significaron una m
ejoraen las condiciones de vida. Por ejem
plo, solamente en C
hina esosignificó que en treinta años unos 627 m
illones de personas aban-donaran la pobreza; lo cual equivale a unas 57 m
il personas pordía. Los nuevos consum
idores de las clases populares de paísesde enorm
es poblaciones –42% de toda la población m
undial viveen alguno de los B
RIC
– hicieron crecer los mercados internos. S
eprodujo así un desplazam
iento del poder de compra desde los
países avanzados hacia las crecientes clases medias en los paí-
ses emergentes. Las econom
ías emergentes están im
pulsandocada vez m
ás el consumo global. Es por ello que el resultado m
acroes una participación creciente en la dem
anda agregada global.Eso las convierte en los nuevos engranajes de la econom
ía mun-
dial y por eso tienen tasas de crecimiento m
ás altas. Y vuelve a
empezar el ciclo.Pero ello fue posible por el aprendizaje que tuvo lugar en los
mercados em
ergentes luego de las crisis monetarias de la segunda
mitad de la década de 1990. H
asta ese mom
ento parecía que losm
ercados emergentes estaban definidos esencialm
ente por la altadependencia del financiam
iento externo, la inestabilidad de laspolíticas m
acroeconómicas y la convertibilidad incom
pleta de susm
onedas (control de capitales y tratamiento diferenciado de las
inversiones). No m
ás. A partir del nuevo siglo los gobiernos se vol-
vieron más estables y prudentes en el m
anejo fiscal, acumula-
16M
AR
IAN
O TU
RZI
GR
ÁFIC
O 1.PA
RTICIPA
CIÓ
N EN
LA EC
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OM
ÍA G
LOB
AL D
E LOS
BR
ICS
Fuente: Elaboración propia en base a datos del WEO
del FMI
GRÁ
FICO 2.TA
SAS D
E CRECIMIEN
TO D
EL PBI, MU
ND
O VS. BRIC (2000-2011)
Fuente: Elaboración propia en base a datos del FMI y el B
anco Mundial
MU
ND
O B
RIC
S19
2000-2010, pronosticaba un aumento creciente del peso relativo
de los BRICs en la economía global y proponía reorganizar los foros
internacionales –puntualmente el G
7– para acomodar el nuevo
peso de los representantes de los BR
ICs. En 2003 O
’Neill volvió a
enfatizar el potencial de los cuatro países para convertirse en “unafuerza dom
inante en la generación del crecimiento hacia el año
2050”. Para lograrlo deberían mantenerse los niveles de apertura
económica que estaban atrayendo los flujos com
erciales y finan-cieros. Para sostener la trayectoria ascendente sería necesario tam
-bién consolidar un entorno institucional eficiente respaldado porpolíticas m
acroeconómicas estables; el estudio proyectaba que el
progreso de los BR
ICs m
arcaría de manera “crítica” la evolución
de la nueva estructura económica global.
La historia estuvo de acuerdo con las predicciones del eco-nom
ista irlandés. Brasil, R
usia, India y China com
binados aumen-
taron entre 2000 y 2010 su participación en el producto global más
rápidamente que el conjunto de los em
ergentes. De hecho, en el
período 2000-2008, esas naciones fueron responsables del 30%del crecim
iento de la economía global, la m
itad de la contribuciónde las econom
ías emergentes. Los cuatro ya representan un cuarto
del PBI global, en una tendencia que va en aumento. Los BRICs no
solamente crecieron m
ás que el promedio de la econom
ía entre 1990y 2010 (casi 6%
promedio frente al 2.5%
de la economía m
undial)sino que adem
ás mostraron m
ayor resistencia en los mom
entos dela crisis económ
ica de 20081.
18M
AR
IAN
O TU
RZI
1. Recordem
os que los números de los B
RIC
s, al ser el promedio de cuatro países,
disimulan las diferencias que existen entre ellos. Para el año 2009 la tasa de cre-
cimiento china fue de 8.7%
, mientras que R
usia sufrió una caída del 7.9%.
Participación en la economía global
BRIC
China
India
RusiaBrasil
% Economía global (PPP)
70%
13.04%15.03%
16.37%
24.36%
28.78%60%
50%
40%
30%
20%
10%0%
19901995
20002010
2015BRIC
Mundo
9.0
7.0
5.0
3.0
1.0
-1.0
-3.0
20002001
20022003
20042005
20062007
20082009
20102011
Tasas de crecimiento global, prom
edio global vs promedio B
riCs
autoidentificación subjetiva. Rusia form
a junto a Europa orientalel m
undo ortodoxo. Brasil pertenece al m
undo latinoamericano,
diferenciado de la civilización occidental. China es la m
atriz y elEstado base de la civilización sínica, al tiem
po que India es el mile-
nario fundamento de la civilización hindú.
Tampoco el BRIC es un grupo basado en la coincidencia de for-
mas de organización de la com
unidad política o unethos
sociopo-lítico com
partido, como en los años de la guerra fría lo fueron el Pacto
de Varsovia (soviético) o la Organización del Tratado del A
tlánticoN
orte (OTA
N). El m
odelo político institucional chino combina la repú-
blica popular de partido único con un Estado unitario. Existe un solocentro de poder político. Las autoridades locales son delegadas. Bra-sil, Rusia e India son repúblicas federales, en las cuales las unidadessubnacionales de la división política del territorio –los veintiséis esta-dos brasileños, los veintiocho estados indios y los ochenta y tres suje-tos rusos– tienen m
ayor autonomía y poder. Esa desconcentración
territorial trae aparejada una participación más directa, y tal vez allí
radique una de las claves por las que son democracias. En cuanto
a las estructuras gubernamentales de representación, Rusia tiene un
sistema sem
ipresidencial que combina presidente y prim
er minis-
tro. En el sistema presidencialista brasileño el poder legislativo y el
poder ejecutivo son independientes y es el voto popular quien loselige por separado. Pero en el sistem
a parlamentario indio, es el
poder legislativo quien elige al primer m
inistro.S
i nos circunscribiésemos a las variables económ
icas –las queoriginalm
ente se habían utilizado para concebir al BR
IC com
o blo-que– veríam
os queno todos los m
iembros han m
ostrado unaespectacular tasa de crecim
iento. Cuando desagregam
os el cre-cim
iento de 5.7% prom
edio del BR
IC durante el período 2000-2010
se pueden observar las divergencias que existen entre sus miem
-bros: 3.7%
Brasil, 5.2%
Rusia, 7.3%
India y 9.9% C
hina. Se ve cla-
ramente que la variación es grande: China ha crecido casi tres veces
MU
ND
O B
RIC
S21
Los BR
ICs com
parten entre sí ciertos factores geográficos –exten-siones territoriales de dim
ensiones continentales ricas en recur-sos naturales– y un perfil dem
ográfico –combinados los cuatro
países alcanzan casi tres mil m
illones de personas de un total glo-bal de siete m
il millones. Pero no está claro cuál es el denom
ina-dor com
ún de esta lista de países que en principio no parece quetengan dem
asiado que ver entre sí. O´N
eill había concebido al cuar-teto m
ás que nada basándose en la prognosis de que el PBI real
de estas economías crecería m
ás rápidamente que el de otras eco-
nomías. ¿Q
ué es lo que convierte a cuatro países como B
rasil,R
usia, India y China en un agrupam
iento unificado? En principio no es la proxim
idad geográfica.La cercanía espacialestá en la base de los procesos de integración com
ercial regional–zonas de libre com
ercio, uniones aduaneras, mercados com
u-nes– ya que pueden esperarse ganancias en eficiencia por especia-lización y reducción de costos por ganancias de escala y coordi-nación logística. Pero los BRICs no son un grupo com
o el Mercosur,
la Unión Europea, A
SEA
N o la U
nión Africana cuya base es la con-
tigüidad de las unidades que lo forman. B
rasil representa el 43%del área sudam
ericana y Rusia es un país transcontinental euro-
asiático. China e India son claram
ente asiáticos, aunque para algu-nos asuntos geoeconóm
icos sea importante distinguir entre el
este asiático chino y el subcontinente indio. Los BR
ICs están dise-
minados a lo largo de tres continentes y solam
ente China tiene
fronteras con dos de sus otros socios emergentes.
Brasil, R
usia, India y China pertenecen a civilizaciones dife-
rentes con raíces culturales propias. Según lo explica Samuel H
un-tington, los elem
entos constitutivos de las civilizaciones sonsangre, lengua, religión y form
a de vida; también los valores, nor-
mas y form
as de pensamiento. Es la especial am
algama entre cos-
movisión, costum
bres o cultura (tanto material com
o inmaterial).
Los BR
ICs no com
parten este grado más am
plio de identidad o
20M
AR
IAN
O TU
RZI
Si bien los BRICs son todos países con grandes poblaciones, Rusiano figura entre las cinco naciones con m
ás habitantes. La ON
U estim
aque para 2050 India será el país m
ás habitado del planeta, seguidode China. Brasil habrá caído al puesto ocho y Rusia no estará entrelos diez países m
ás poblados. Es decir que los BRIC no comparten un
similar perfil dem
ográfico. India se encuentra al inicio del ciclo de fer-tilidad declinante pero aún con población en aum
ento. China y Bra-sil exhiben bajas tasas tanto de m
ortalidad como de fertilidad, en una
tendencia hacia la estabilización de su población. Rusia es el que seencuentra en el estadio m
ás avanzado de la transición demográfica,
con números de población declinante y tasas de fertilidad por debajo
del nivel de reemplazo. La fuerza de los BRICs tam
poco parece resi-dir en las proyecciones de aum
ento de su población económicam
enteactiva. La tasa de dependencia –la relación entre población que nogenera ingresos y la población productiva– es una m
edida de dina-m
ismo económ
ico: a medida que la tasa se increm
enta, aumenta la
carga sobre las posibilidades de consumo, ahorro e inversión. D
urantelos próxim
os veinte años, hasta 2030, la ON
U proyecta que la pobla-
ción activa china se incrementará en diez m
illones de personas, unacifra insignificante en un país de una población total de 1400 m
illo-nes. Brasil incorporará veinte m
illones de trabajadores, la mism
a cifraen la que la población activa rusa se contraerá. India sufrirá un cre-cim
iento diez veces superior y deberá acomodar 240 m
illones de nue-vos buscadores de trabajo; un desafío que im
plicaría la creación detreinta m
il nuevos puestos de trabajo por día. Tam
poco los BR
ICs com
parten el mism
o grado de integracióna la econom
ía mundial. S
i tomam
os la medida estándar de aper-
tura comercial de la O
rganización Mundial del C
omercio –expor-
taciones más im
portaciones sobre el producto total– sería difícilpensar en los B
RIC
s como un grupo: C
hina es el más abierto,
con un coeficiente de 58 sobre 100, seguido de Rusia con 51, des-
pués India con 46 y por último B
rasil, con apenas 24, representa
MU
ND
O B
RIC
S23
más rápido que Brasil y casi el doble de rápido que Rusia; al tiem
poque India casi dobla el prom
edio brasileño y supera al ruso porcasi un tercio. Pero las tasas de crecim
iento porcentuales de unaeconom
ía no revelan las grandes divergencias que existen en tér-m
inos absolutos. Para tener una imagen m
ás ajustada de la reali-dad se debe contar el tam
año de las economías. Por ejem
plo, en2010 C
hin
a creció ap
enas p
or en
cima d
el 10% e In
dia casi el
10%. Pero esas tasas sim
ilares se dieron sobre una economía china
que –en paridad de poder adquisitivo– ascendía a casi diez billo-nes de dólares, y una india de cuatro billones. Lo m
ismo pasa
cuando se agrega la población y se divide así el producto: Brasil
tuvo en 2010 una renta por habitante de casi 11 mil dólares y R
usiade casi 16 m
il, aunque el gigante sudamericano haya crecido m
ásdel 7%
y Rusia ni siquiera el 4%
.
EL TAM
AÑ
O IM
PORTA
PERO
NO
DEFIN
E
Nota: A
un con la escisión de Sudán del S
ur en 2011, Sudán conserva el décim
o puesto ensuperficie con 1.8 m
illones de km2. Fuente: Elaboración propia
22M
AR
IAN
O TU
RZI
PaísPaís
Población(m
illones)%
Superficie(m
illones km2)
%
12345678910
12345678910
ChinaIndiaEEU
UIndonesiaB
rasilPakistánB
angladeshN
igeriaR
usiaJapónB
RIC
Mundo
Rusia
CanadáEEU
UChinaB
rasilAustraliaIndiaArgentinaK
azakhstánSudánB
RIC
Mundo
13381189310235193185164158142127
28626892
179.989.639.598.517.683.282.762.712.538
149
11.56.76.56.45.75.22.21.91.81.726
100.0
19.417.34.53.42.82.72.42.32.11.842
100.0
grados a la economía internacional ni tam
poco la de los países quese han especializado en un sector particularm
ente dinámico de la
economía con perspectivas de alto crecim
iento. El denominador
común del agrupam
iento es la escala o el tamaño que le otorga
una cierta combinación de factores geográficos y dem
ográficos.Esta com
binación es la que hace posible un potencial económico
sostenido y de una magnitud por encim
a del promedio.
LOS
NU
EVO
SEl térm
ino “emergentes” surge en las décadas de 1980-1990, para
reemplazar el peyorativo térm
ino subdesarrollados, y en mom
en-tos en que se auguraba una convergencia económ
ica global. Peroel presente m
omento es m
ucho más com
plejo y fragmentario. La
reestructuración de la economía internacional genera una gran
incertidumbre a la hora de pensar de qué lugar vendrá el crecim
iento.Recién después de 2011 podrem
os vislumbrar cóm
o quedó la nuevageografía económ
ica internacional luego de la crisis y de los pro-gram
as de estímulo.
Hay un sentido de urgencia en los circuitos financieros globales
–de Wall S
treet a Davos– por form
ular la tesis de inversión para elm
ediano plazo. Aunque sus innovaciones construyen sobre la m
atrizanalítica de los BRICs, se argum
enta que los cuatro grandes son elayer. H
oy varios nombres de la banca de inversiones com
piten porinstalar el nuevo paradigm
a que ordene los flujos financieros y orientelas carteras de inversión. Esperan tam
bién anotarse un éxito de mar-
keting sintetizando el concepto en un acrónimo que se grabe fácil-
mente en la m
emoria y se convierta en m
arca registrada:• El propio creador de los B
RIC
s identificó en 2007 una nuevaserie de once nuevos países a los que denom
inó los N-11 (next 11
o próximos 11): B
angladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, N
ige-ria, Pakistán, Filipinas, Turquía, Vietnam
y Corea del Sur, este grupo
MU
ND
O B
RIC
S25
casi la mitad de India. Los B
RIC
s tampoco son los países con las
mayores ventajas com
petitivas o los niveles de productividad más
altos. Si observam
os las mediciones del Índice de C
ompetitividad
Global del W
orld Economic Forum
2010-2011 vemos que C
hinaocupa el puesto 27 de un total de 183 países; le siguen India enel puesto 51, B
rasil en el 58 y Rusia en el 63.
Mucho m
enos puede argumentarse a favor de la posición que
ocupa el sector privado dentro de los BRICs. El Banco Mundial tiene
una medición de la facilidad para hacer negocios. El índice D
oingBusiness
evalúa el ambiente que regula la actividad em
presarial.D
e los 183 países que aparecen en el ranking de la edición 2011,C
hina se ubica en el puesto 79. Muy lejos están R
usia, en el puesto123 –luego de U
ganda–, y Brasil, cuatro puestos m
ás abajo queR
usia y apenas encima de Tanzania. India ocupa la posición m
ásbaja de los cuatro –el 134– por debajo de M
alawi e Irán.
Los BR
ICs no son los países que presentan un alto crecim
ientopor reform
as de apertura y liberalización, al estilo de Suiza, S
inga-pur, Irlanda o Taiw
án. De los 183 países presentes en el Índice de
Libertad Económica 2011 del W
all Street Journaly la Heritage Foun-
dation,Brasil ocupa el puesto 113, India el 124, China el 135 y Rusiael 143. El Estado cum
ple un rol decisivo en el desarrollo utilizandoactivam
ente las herramientas de política económ
ica y de promo-
ción industrial. Aun así, los B
RIC
s tienen perfiles productivos dife-rentes y estructuras de com
ercio distintas. Mientras que C
hina seorientó hacia la provisión de m
anufacturas, la economía india tiene
un peso gravitante del sector servicios. Y aunque Brasil y Rusia songrandes exportadores de com
modities, el prim
ero se ha especia-lizado m
ás en minerales y productos agropecuarios, m
ientras queel fuerte del segundo son los productos energéticos.
¿Entonces por qué están juntos los BR
ICs? ¿Tienen algo en
común que justifique su agrupam
iento? La historia que los une noes la de los países que crecen m
ás rápido, ni la de los más inte-
24M
AR
IAN
O TU
RZI
BRICs (ladrillos) pero también
cemento”. Es así que propone diver-
sificarse en los CEMEN
T (Countries in Emerging M
arkets Excludedby N
ew Term
inologyo países de econom
ías emergentes excluidos
de la nueva terminología).
SO
PA D
E LETRA
S G
LOB
AL
Fuente: elaboración propia
MU
ND
O B
RIC
S27
es una especie de “mini BRICs”. Son m
ercados de alto crecimiento,
y promisorios destinos de inversión por la especial com
binaciónde factores geográficos, dem
ográficos y económicos.
• Robert W
ard, de la publicación inglesa The Economisty el ex
CEO
del banco HS
BC
Michael G
eoghegan aportaron su agrupa-m
iento CIV
ETS (civeta, un felino africano): C
olombia, Indonesia,
Vietnam
, Egipto, Turquía y Sudáfrica. El foco era el dinam
ismo
económico, la relativa estabilidad política e indicadores dem
o-gráficos favorables (poblaciones jóvenes, grandes y crecientes).
Dos acrónim
os que alcanzaron menor difusión pero que inclu-
yen una lista similar a la anterior son M
AV
INS
(México, A
ustra-lia, V
ietnam, Indonesia, N
igeria y Sudáfrica) y V
ISTA
(Vietnam
,Indonesia, S
udáfrica, Turquía y Argentina)
• El banco español Bilbao Vizcaya A
rgentaria (BB
VA) apuesta
a las “águilas” del crecimiento global. Los EA
GLEs (Em
erging andG
rowth Leading Econom
ies, o economías em
ergentes que lide-ran el crecim
iento global). Son diez principales, que por su m
ayorcontribución al crecim
iento mundial son el B
RIC
más C
orea delS
ur, Indonesia, México, Turquía, Egipto y Taiw
án. Adem
ás, agregaonce econom
ías que se encuentran en el “nido” y que podrían for-m
ar parte de los EAG
LEs en el corto o a mediano plazo: N
igeria,Polonia, Sudáfrica, Tailandia, Colom
bia, Vietnam, Bangladesh M
ala-sia, A
rgentina, Perú y Filipinas.• El banco B
arclays –en flemática circunspección inglesa– res-
tringe su selección a diez economías em
ergentes que están a mitad
de camino de “graduarse” de desarrolladas: B
rasil, Chile, C
hina,C
orea, Israel, Polonia, la República C
heca, Singapur, S
udáfrica yTaiw
án. Un inform
e de investigación de 67 páginas de octubre del2009 los bautizó “M
ercados Emergentes A
vanzados” (AEM
, segúnla sigla en inglés).
• Finalmente, está la sigla anti-siglas. Para Jerom
e Booth, de
Ashm
ore Investments, “si uno quiere levantar una pared necesita
26M
AR
IAN
O TU
RZI
Argentina
Autralia
Bangladesh
Brasil
Chile
China
Colombia
Corea del Sur
Egipto
Filipinas
India
Indonesia
Irán
Israel
Malasia
México
Nigeria
Pakistán
Perú
Polonia
Republica Checa
Rusia
Singapur
Sudáfrica
Tailandia
Taiwán
Turquía
Vietnam
AEMVISTA
MAVIN
SN
idoEAG
LEsÁguilas(EAG
LEs)CIVETS
N-11
BR
IC
BR
IC evoca edificación y solidez, com
binando potencial, futuro ygrandeza. Los C
IVETS
son felinos pequeños, pero ágiles y enér-gicos. Esa es la noción a la que se busca asociar a países de altocrecim
iento y potencial no tan grandes como los B
RIC
s. MAV
IN es
alguien diestro y con habilidad, en este caso para navegar conéxito las inciertas aguas del crecim
iento global. Más fácil es per-
cibir el significado de las águilas, que han sido históricamente iden-
tificadas con el poder. El mism
o dispositivo mental puede utilizarse
como m
arca de vergüenza o ignominia. La sigla PIG
S o “cerdos”
(Portugal, Irlanda, Grecia y España) rem
ite a la porqueriza (en estecaso financiera), a la suciedad, la irresponsabilidad y el derro-che. Los V
IRU
S (Venezuela, Irán, R
usia y Siria) son una grotesca
manifestación de pervivencia de reflejos m
aniqueos de la Gue-
rra Fría y de una agenda que busca reeditar un nuevo “eje del mal”.
Así com
o las casas de inversión buscan vender productos finan-cieros, los creadores de estos acrónim
os buscan incentivar res-puestas de política pública. A
los PIGS
solamente un duro ajuste
purgante los saneará y al VIRUS se lo com
bate vacunando al cuerpoque lo lleva para que lo elim
ine.
MU
ND
O B
RIC
S29
Aunque atractivas, no debem
os sobreestimar la im
portanciaque tienen la m
ayoría de las siglas anteriores. Ninguna surge com
orespuesta a un vacío analítico en las ciencias sociales o com
o unaherram
ienta de aplicación de la teoría de relaciones internaciona-les. En general se trata de piezas de una estrategia de m
arketingde la banca internacional. U
tilizan siglas cortas y acrónimos pega-
dizos para captar la atención de los medios de com
unicación, gene-rar una m
oda y a partir de ella colocar con más facilidad produc-
tos financieros –fondos cotizados (ETFs)–estructurados alrededorde algún nuevo índice. Por eso existe m
uy baja claridad concep-tual: algunos tom
an como base el tam
año de las economías, otros
las tasas de crecimiento reciente y otros utilizan m
arcadores exclu-sivam
ente financieros, con un sesgo hacia las rentas que pue-dan obtenerse de operaciones bursátiles en estos países. D
efini-ciones de desarrollo com
o crecimiento equitativo o sostenible no
suelen ser parte de los indicadores que dan origen a los nuevosagrupam
ientos. Indonesia, Sudáfrica, Turquía y Vietnam
son losque m
ás se repiten, por encima de B
rasil, India y China. Y
Rusia
se encuentra excluida de casi todos los nuevos agrupamientos.
Más allá del aspecto publicitario, esta anarquía de acróni-
mos contiene una dim
ensión simbólica que sirve para com
pren-der m
ejor la manera en que percibim
os el mundo. Pensem
os enestas etiquetas com
o esquemas analíticos para ordenar la reali-
dad “objetiva”, diseñados para interpretar o dar sentido a lo queocurre a nuestro alrededor. Estas construcciones m
entales paraexplicar la realidad internacional contem
poránea no son fatali-dades de la estructura económ
ica. Son andam
iajes intelectualeshistórica y socialm
ente contingentes. Si se arraigan en la opi-
nión colectiva, pasan a formar parte del conjunto de creencias com
-partidas con la que leerem
os la realidad internacional. Estas cla-ves interpretativas actúan com
o anteojeras de la mente: fijan
nuestra percepción y focalizan –restringen– nuestra visión. Así,
28M
AR
IAN
O TU
RZI
Com
o ya los mencionam
os, la intencionalidad original de O’ N
eillal crear el acrónim
o BR
ICs fue identificar una oportunidad para
aumentar la exposición de las carteras de inversión de G
oldman
Sachs a las superiores tasas de retorno que ofrecerían los m
er-cados em
ergentes en general y de los BR
ICs en particular. Por eso
la firma utiliza el térm
ino en plural; porque hace referencia a cua-tro países que, siguiendo cada uno su propia senda de crecim
ientoy desarrollo, tienen un peso creciente en la econom
ía mundial.
Com
o el concepto no intentaba darle al grupo entidad o identidadpropias, no se utiliza el singular.
El término B
RIC
escrito sin el plural enfatiza los elementos
comunes e intereses com
partidos que pueden hacer del cuartetoun actor colectivo unificado con capacidad de proyección global.C
omo carecen de esta dim
ensión, los estudios de la casa de inver-
MU
ND
O B
RIC
S31
CAPÍTULO DOSEL SISTEMA INTERNACIONAL
LOS
AC
TOR
ESLos Estados son los actores principales en el sistem
a de relacionesinternacionales, aunque no los únicos. La base de la acción esta-tal internacional es, con m
ayor o menor grado de exclusividad, el
poder. Ya sea que un Estado busque aumentar su poder nacional o
simplem
ente pretenda no ser víctima de la im
posición externa porparte de otros, el poder relativo –el propio com
parado con el deotros– es el dato esencial sobre el que basará su conducta inter-nacional. El núm
ero de países que concentra el poder informa los
tipos de interacciones que son posibles entre ellos: poder concen-trado en m
enos manos significa jerarquías m
ás claras, y un poderm
ás distribuido implica m
ayores niveles de incertidumbre y previ-
sibilidad de conducta. Existen tres caracterizaciones básicas del sis-tem
a internacional de acuerdo a cómo se encuentre distribuido el
poder entre los Estados. En el mundo unipolar una sola unidad
domina el sistem
a. En la estructura bipolar, el mundo se divide irre-
conciliablemente entre dos poderes en pugna. El m
ultipolarismo
implica que existen m
uchas entidades, que se relacionan entre síen cam
biantes combinaciones de cooperación y conflicto.
Desde el siglo X
V hasta el siglo X
X, el sistem
a de relacionesinternacionales de los poderes europeos fue m
ultipolar. Las poten-cias buscaban aum
entar su poder a expensas de sus rivales, dis-putándose la conquista de colonias y m
ercados. Com
o esta bús-queda de poder era generalizada y perm
anente, todos se preparabanpara la guerra a través de la carrera arm
amentista y las alianzas
militares. Las relaciones internacionales buscaban m
antener elequilibrio de poder, procurando evitar la dom
inación y prevenir lahegem
onía de cualquiera de los Estados del sistema continental.
Por eso los alineamientos no eran fijos: cuando uno de los Esta-
dos crecía por sobre el conjunto, entonces el resto se reagrupabapara generarle un contrapeso. El ejem
plo más difundido de este
sistema es el C
oncierto Europeo, que tuvo vigencia desde el fin de
MU
ND
O B
RIC
S33
sión no hacen referencia a la posibilidad de que en el futuro losB
RIC
s puedan o deban coordinar su accionar diplomático, ni se
argumenta que vayan a conform
ar un bloque comercial, alianza
política u organización formal. La dim
ensión económica expli-
cada en el capítulo anterior ayuda a comprender las transfor-
maciones de la econom
ía internacional y el aumento de las capa-
cidadesque llevaron al surgim
iento de los BR
ICs. S
in embargo,
el análisis de los cambios en el balance de la econom
ía global afavor de los em
ergentes no es suficiente para contar con un diag-nóstico com
pleto.En este capítulo abordarem
os esa dimensión faltante, la pro-
piamente política. Entendido com
o el entramado de relaciones
de poder que acompañan a esos cam
bios, observaremos al B
RIC
en el plano de la política internacional. Para eso incorporaremos
las herramientas de un análisis desde la ciencia política, que se cen-
tra en el estudio del poder. ¿Qué significa ser poderoso en rela-
ciones internacionales? ¿Cuántos y qué tipo de poderes existen?
¿Hay diferentes recursos de poder? ¿C
ómo se vinculan? ¿En qué
condiciones se logra y cómo se pierde la preem
inencia en el sis-tem
a internacional? La contribución desde la teoría de relacionesinternacionales aparece cuando, ante los cam
bios en flujos comer-
ciales y los diferenciales de crecimiento, se cuestiona acerca del
impacto sobre la distribución del poder y sus posibles im
plicanciaspara la paz y la estabilidad internacionales. ¿C
uáles son las con-secuencias globales del surgim
iento de nuevos polos de poder?¿Q
ué implica el surgim
iento del BR
IC para el orden internacio-
nal? ¿Quieren estos países convertir o destruir el sistem
a interna-cional vigente? ¿N
os encaminam
os hacia una era de crecientesenfrentam
ientos y mayor conflicto? A
gregaremos con esto una
medida de intención a la distribución de capacidades que es nece-
saria si se quiere comprender la viabilidad no ya de los BRICs com
oeconom
ías sino del BR
IC com
o actor en el sistema internacional.
32M
AR
IAN
O TU
RZI
dos durante el siglo XX
. La voluntad implica dem
ostrar al resto de las uni-dades del sistem
a las ventajas de unirse al orden que ha establecido paraque no lo perciban com
o injusto e intenten así subvertidlo. Pero en suúltim
a reedición los hegemonistas no perciben el poder norteam
eri-cano com
o imperial sino com
o un servicio global. El hegemón se hace
cargo de la provisión de bienes públicos, desde el mantenim
iento dem
ares abiertos para el libre comercio hasta la contención del com
unismo
o el terrorismo. Y
el resto de los Estados del sistema los disfrutan sin
hacerse cargo de los costos (problema del free rider). Com
o para los rea-listas el sistem
a multipolar es el m
ás estable, el balance de poder es a lavez descripción (lo que va a pasar) y prescripción (lo que debe pasar). Loshegem
onistas hacen este salto teleológico: como la única m
anera de dotaral sistem
a de gobernabilidad y estabilidad es con la suma del poder
global, entonces defienden el sistema unipolar y el rol privilegiado que la
superpotencia ocupa en la cima. N
o diferencian entre los intereses delsistem
a y los particulares del actor en la cima de la pirám
ide. La domi-
nación de Goliat se percibe com
o algo intrínsecamente bueno y preferible
a la ausencia del poder repartido.
Luego de la Primera G
uerra la revolución bolchevique y el esta-blecim
iento de la Unión S
oviética, el sistema m
ultipolar eurocén-trico se desm
orona. La Segunda Guerra es un enfrentam
iento entredos bandos de alianzas: las potencias del Eje (A
lemania, Italia y
Japón) y los Aliados (Francia, Inglaterra, la U
nión Soviética y Esta-
dos Unidos). La lucha se enm
arca en el enfrentamiento contra los
sistemas totalitarios del nazism
o y el fascismo. C
uriosamente, una
vez acabada la guerra, dos de los aliados –Estados Unidos y la U
niónSoviética– juzgaron sus diferencias irreconciliables e instauraron asíun m
undo bipolar. Durante los años de la guerra fría era fácil reco-
nocer que las capacidades estaban distribuidas de acuerdo a dos
MU
ND
O B
RIC
S35
las guerras napoleónicas, en 1815, hasta la Primera G
uerra Mundial
en 1914. Austria, Prusia, el Im
perio Ruso, G
ran Bretaña y Francia
utilizaron su influencia y poder para impedir la hegem
onía de lasdem
ás, individualmente o en bloque. N
os damos cuenta enton-
ces de que el sistema m
ultipolar no simplem
ente es el resultadode la distribución de capacidades sino que es un objetivo explícitoy consciente de política exterior, que se alcanzó m
ediante una activadiplom
acia de balance de poder.
GU
LLIVER
IAN
OS
Y LILIPU
TIENS
ESLos “realistas” de las relaciones internacionales consideran que la esta-bilidad se logra por m
edio de la distribución del poder. Cuando una poten-cia acum
ula demasiado poder se activa un m
ecanismo de balance por
medio de otros actores del sistem
a. Cuando uno se vuelve dem
asiadogrande, el resto de los m
enos poderosos debe atarlo para contenerlo desus excesos, com
o hicieron los liliputienses con Gulliver en la novela de
Swift. Para la teoría de la estabilidad hegem
ónica, por el contrario, la esta-bilidad se alcanza a través de la concentración de poder. La erosión de lasjerarquías lleva a la inestabilidad, ya que intensifica la com
petencia. Suponeque la estabilidad del sistem
a internacional requiere de la existencia deun Estado dom
inante que pueda establecer las reglas de interacción entrelos m
iembros. El hegem
ón debe contar con la capacidad y la voluntad dehacerlas cum
plir. La capacidad estará dada por la combinación de una
economía grande y creciente, el liderazgo en un sector económ
ico otecnológico clave para el crecim
iento y el poder político respaldado porla superioridad m
ilitar para proyectarlo. En este sentido han existido variosepisodios hegem
ónicos a lo largo de la historia: la potencia española deultram
ar en el siglo XV, la dom
inación marítim
a de Portugal durante elsiglo X
VI, la monetaria de H
olanda en el siglo XVII, la británica en los siglos
XVIII y X
IX por su liderazgo en la Revolución Industrial, y los Estados U
ni-
34M
AR
IAN
O TU
RZI
tancial. El ex secretario de Estado preveía en 1996 que las rela-ciones entre los Estados en el siglo X
XI volverían a ser com
o eranlas relaciones europeas de los siglos X
VIII y X
IX, y anticipaba el
surgimiento de un sistem
a multipolar con al m
enos seis grandespotencias: Estados U
nidos, Europa, China, Japón, R
usia e India.La noción de que el escenario internacional sería crecientem
entem
ultipolar implicaba que varios Estados con fuerzas com
para-bles o equivalentes deberían cooperar y com
petir a la vez en patro-nes cam
biantes. Las coaliciones de Estados serían no solamente
necesarias sino imprescindibles, ya sea para balancear el poder
o para resolver temas de interés m
utuo. Pero el espíritu de laépoca era otro. S
e creyó que la cooperación con otros Estados noera necesaria para im
plementar políticas de alcance global, ya
que la superpotencia podría actuar por sí sola de manera unilate-
ral. Fue ganando lugar la idea de que la superioridad del poderm
ilitar norteamericano sería la garantía autom
ática de adhesiónde otros países. A
diferencia de los realistas, los neoconserva-dores no creen que el poder repele y confían m
enos en las alian-zas y en la cooperación m
ultilateral que en el ejercicio autónomo
del poder. Con diferentes énfasis, esta caracterización se m
anifes-taba en el uso de térm
inos como “m
omento unipolar”, “prim
acía”del poder norteam
ericano. La facción neoconservadora de ideólogos y de política pública
en las áreas de defensa y política exterior abogó por la utilizacióndel inm
enso diferencial de poder de Estados Unidos para prolon-
gar el mom
ento unipolar e instaurar la era unipolar. Este proyectoestaba basado en cuatro pilares: preservar el orden unipolar, m
an-tener la prim
acía de la fuerza militar en todos los cam
pos, descar-tar el m
ultilateralismo en favor de un ejercicio unilateral del poder
y sostener el recurso al ataque preventivo como m
ecanismo de
defensa anticipada. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 die-
ron la oportunidad histórica a los neoconde la A
dministración Bush
MU
ND
O B
RIC
S37
bloques: la esfera soviética y el campo norteam
ericano. El sistema
obligaba al resto de los países a elegir un lado en la nueva disposi-ción estratégica e ideológica global. A
lgunos, como C
hina y losm
iembros del M
ovimiento de Países no A
lineados (G-77), rechaza-
ron el encasillamiento forzoso, reprobaron el conflicto Este-O
estecom
o el principal vector de división en el mundo m
oderno y pos-tularon que las verdaderas líneas de fractura corrían entre N
orte yS
ur. Pero en cuanto a las concentraciones de poder –dos conten-dientes con una capacidad nuclear para destruir varias veces el pla-neta Tierra– el sistem
a seguía siendo claramente bipolar.
Con la caída del muro de Berlín, en 1989, finalizó la G
uerra Fría.Y
con la desaparición de la Unión S
oviética en 1991 ya no fue tanfácil identificar el eje articulador principal del poder en el sistem
a.¿H
abía terminado definitivam
ente la bipolaridad? Parecía evi-dente que sí, ya que para 1992 el gasto m
ilitar de Rusia no era ni el
15% del estadounidense. ¿Volvería entonces el m
ultipolarismo? N
oestaba tan claro. Estados U
nidos había emergido victorioso com
ola única superpotencia. En ausencia de rivales que pudieran balan-cear el poder norteam
ericano se juzgó que el escenario interna-cional era unipolar. D
esde el punto de vista exclusivamente m
ilitarningún Estado o com
binación de Estados era capaz de presentaroposición efectiva al poder de los Estados U
nidos. De acuerdo a los
datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Esto-colm
o (SIPRI), el presupuesto militar norteam
ericano en 1991 ocupóel puesto núm
ero uno en el mundo, totalizando casi 450 m
il millo-
nes de dólares. Esa suma era m
ás grande que los presupuestos con-juntos de los países entre el puesto dos y el quince. Esto quiere decirque el gasto m
ilitar de los Estados Unidos era superior a la sum
a delos de Francia, Inglaterra, A
lemania, Japón, Italia, K
uwait, A
rabiaSaudita, China, Canadá, España, Turquía, Corea del Sur, Israel e India.
Por supuesto estaban los realistas clásicos –como H
enry Kis-
singer– que estimaban que la distribución unipolar era circuns-
36M
AR
IAN
O TU
RZI
MU
ND
O B
RIC
S39
a avanzar su designio transformacional del orden internacional. Esto
fue posible gracias a una combinación de dos prem
isas que dieronlugar a lo que se dio en llam
ar “imperialism
o democrático”. La pri-
mera era la posición dom
inante de los Estados Unidos en la estruc-
tura de poder. Se com
enzaron a utilizar términos com
o “imperio”,
“hegemonía” e “hiperpotencia”. D
espués se reflotó la tradición wil-
soniana de la política exterior norteamericana que cree que Estados
Unidos es un actor m
oral guiado por principios más que por inte-
reses. Esta “fuerza para el bien” proyectaba al mundo los valores
superiores de la democracia y la libertad. El m
undo aprobaría lahegem
onía benévola norteamericana, ya que era parte de la lucha
entre las fuerzas del Bien y el eje del M
al.El principal clivaje para interpretar el m
omento histórico que
atraviesan las relaciones internacionales en las primeras décadas
del siglo XX
I es la dicotomía unipolar-m
ultipolar. Intentando supe-rarla, H
untington presentó una elaboración alternativa que pretendeser superadora de la discusión. N
uestro querido maestro presenta
una descripción más acertada del estado de las relaciones interna-
cionales contemporáneas partiendo de la base de que no se ajusta
plenamente ni al m
odelo unipolar ni al multipolar: “En cam
bio esuna m
ezcla o híbrido de una superpotencia que no es un imperio y
varias grandes potencias. Podría ser llamado un sistem
a uni-multi-
polar. Esto significa dos cosas. Primero, que la única superpoten-
cia tiene poder de veto sobre las acciones de una combinación de
las demás potencias. S
egundo, que la única superpotencia sola-m
ente puede resolver temas internacionales clave con la coopera-
ción de los otros grandes Estados”. El mundo de H
untington es unordenam
iento jerárquico de cuatro niveles: una cima de preem
i-nencia norteam
ericana, un segundo escalón de grandes poderesregionales (en donde explícitam
ente se encuentran los BR
ICs), un
tercer nivel de poderes regionales secundarios (los miem
bros delN
-11 y otros como A
rgentina) y una base compuesta por el resto.
38M
AR
IAN
O TU
RZI
DÓ
ND
E ESTÁ
EL POD
ER EN
EL MU
ND
O
Fuente: elaboración propia
Durante la últim
a década lo que está ocurriendo es una acentua-ción del segundo y del tercer nivel, que son los com
ponentes que“m
ultipolarizan” el sistema. El reverso necesario de este pro-
ceso es la contracción del componente “uni” del sistem
a de pola-ridades globales. Existe una cantidad lim
itada de cuotas de poderen el sistem
a en cada mom
ento. Entonces, si se acentúa el poderde países com
o los BR
ICs, necesariam
ente esto es a expensasde la suprem
acía del poder norteamericano. Tanto en extensión
–a través de una proyección más decididam
ente global– como en
intensidad –por medio de posturas m
ás contundentes– los acto-res del segundo nivel expandieron sus intereses y capacidadesm
ás allá de lo que la teoría predice que sería su “natural” ámbito
UN
IVERSO
DEL PO
DER
GLO
BAL
ESTADOS
OR
GAN
IZACION
ES GU
BER
NAM
ENTALES IN
TERN
ACION
ALES, REG
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ALES,ECO
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OR
GAN
IZACION
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O G
UB
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AMEN
TALES, COM
PAÑÍAS
MU
LTINACIO
NALES, R
EDES CR
IMIN
ALES TRAN
SNACIO
NALES
Superpotencia
BR
ICS, Unión Europea, Irán, Japón
Países medios (N
-11, CIVETS, MAVIN
S)
Países pobres y poco poderosos
se incluyen empresas m
ultinacionales, ya sean más hum
anitarias–G
reenpeace, Oxfam
, Médicos sin Fronteras– o crim
inales (gru-pos terroristas, cárteles de la droga y m
afias internacionales), quehan crecido en fuerza y alcance gracias a oportunidades abiertaspor la globalización.
La agenda de los Estados se vuelve más diversa en sus tem
asy m
ás compleja en sus interacciones; por ejem
plo, las relacionesentre dos Estados ya no están determ
inadas solo por el poder rela-tivo de cada uno sino que existe un profuso m
arco de acuerdosy organism
os internacionales que fijan normas y reglan la con-
ducta. El sistema incorpora rasgos de “no polaridad”, a partir de
los cuales lo que ocurre dentro de Estados tiene crecientes con-secuencias para las relaciones interestatales. La creciente m
utuainterpenetración genera un nivel de interacción “interm
éstico”,que vincula tem
as y actores internacionales con internos o domés-
ticos. Temas com
o contaminación am
biental, estabilidad mone-
taria, inmigración, tráfico de drogas, de arm
as y de personasson m
uy difíciles de manejar sin la cooperación y coordinación de
múltiples actores a diferentes niveles.
El mism
o proceso que redistribuye poder entre Estados tam-
bién lo hace entre Estados y otras unidades cualitativamente dife-
rentes. ¿Cómo es posible que hayan surgido actores con peso inter-
nacional por fuera de los Estados? Es posible porque los Estadosya no tienen el m
onopolio del poder en la arena internacional.¿C
ómo lo perdieron? Prim
ero, desde mediados de la década de
1940 las armas nucleares produjeron un cam
bio fundamental en
la estructura de la política interestatal: la fuerza militar se hizo m
áspeligrosa y m
enos útil. El instrumento m
ilitar ya no podía ser laexclusiva ultim
a ratiosobre la cual basar la política exterior, puesto
que su aplicación no era siempre posible o conveniente. Poder ya
no equivalía solamente a fuerza. S
egundo, con la disminución
de la capacidad de hacer uso de la fuerza, el poder militar se hizo
MU
ND
O B
RIC
S41
de actuación regional. El poder se ha redistribuido, y esa redistri-bución ha perm
itido el ascenso de los BR
ICs. La entronización
mism
a del bloque como instancia de decisión gravitante en los
asuntos globales evidencia directamente la m
agnitud que hacobrado el com
ponente “multi” del sistem
a a partir del surgimiento
de estos nuevos grandes polos de poder.R
ecapitulando: un dato distintivo del sistema internacional
actual es la redistribución de cuotas de poder desde la superpo-tencia a potencias m
edias, desde la cima del sistem
a hacia la base.En ese proceso de redistribución, los B
RIC
s fueron los principalesfavorecidos. Pero esa no es toda la historia. El sistem
a en el queactúa el B
RIC
está ciertamente m
arcado por cambios cuantitativos
–de cantidad y magnitud– en las polaridades globales. Pero en el
mundo “pos-am
ericano”, el poder se encuentra también m
ás dis-perso. ¿Q
ué quiere decir esto? Que ciertos actores del sistem
a pue-den llegar a convertirse en polos de poder sin necesariam
ente per-tenecer al grupo de las concentraciones de capacidad principalesdel sistem
a. En este entramado de interdependencia com
plejalos Estados son aún los actores dom
inantes de la política mundial.
Sin em
bargo no constituyen unidades coherentes. Están atravesa-dos internam
ente por múltiples intereses y contradicciones, grupos
sociales en pugna y hasta rivalidades burocráticas. En el m
undo de hoy existe una creciente cantidad de actoresno estatales que participan activam
ente en la formación de la polí-
tica mundial restringiendo la capacidad de decisión y ocupando
los ámbitos de actuación que antes correspondían con exclusivi-
dad a los Estados- nación. Por “encima”, los Estados enfrentan las
limitaciones im
puestas por instituciones supranacionales (ON
U,
FMI, B
anco Mundial), organism
os regionales (UE, O
EA, A
SEA
N,
MER
CO
SU
R) y funcionales (O
MS
, OPEP, A
IE). Por “debajo” seencuentran las organizaciones no gubernam
entales y las corpo-raciones, con sus vinculaciones transnacionales. En este universo
40M
AR
IAN
O TU
RZI
cionantes sistémicos afectan a B
rasil, Rusia, India y C
hina indivi-dualm
ente y al BR
IC com
o bloque. Para entender completam
entecuál es el potencial del grupo com
o nueva fuerza colectiva inter-nacional debem
os examinar tanto al bloque com
o a los miem
brosque lo sostienen. Y
para ambos casos debem
os focalizarnos tantoen las intenciones (qué es lo que quiere cada uno de los paísesm
iembros y el B
RIC
colectivamente) com
o en las capacidadesde cada cual, es decir, con qué recursos cuentan para lograrlo.
Com
encemos por los países. ¿Q
ué llevó a las políticas exte-riores brasileña, rusa, india y china a la conclusión de que im
pul-sar, m
antener y hasta ampliar un bloque com
o el BR
IC servía a sus
intereses diplomáticos? La tendencia del sistem
a hacia la multi-
plicación de polos de poder provee un incentivo para que los cua-tro países puedan de m
anera independiente o coordinada incre-m
entar su poder y representatividad internacional. ¿Por qué sedecidió hacerlo en bloque? ¿Cóm
o es que tanto en Brasilia, Moscú,
Nueva D
elhi y Pekín se percibió que el BR
IC sería una plataform
aútil de proyección internacional? ¿Q
ué estrategia diplomática y
recursos gubernamentales nacionales dedican al B
RIC
?
1. China
Hay una notable diferencia entre China y el resto del bloque. Com
oha argum
entado David R
othkopf, “sin China el B
RIC
es BR
I, unqueso blando y sin dem
asiado gusto”. Las condiciones objetivaseconóm
icas, financieras, políticas y militares del país asiático con
respecto a sus socios del bloque sustentan en gran medida esta
hipótesis. La economía china es dos veces y m
edia mayor que la
india y cuatro veces el tamaño de la brasileña y la rusa. A
un com-
binando a los tres socios la economía china es m
ayor. Las tasasde crecim
iento chinas son muy superiores, y tanto sus exporta-
ciones como su nivel de reservas son m
ás del doble que la suma
del resto del bloque, sin contar los flujos de inversión extranjera
MU
ND
O B
RIC
S43
42M
AR
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RZI
menos fungible. H
asta ese mom
ento, había existido una rígida ybien definida jerarquía funcional (tem
as o ámbitos) de la política
internacional. La “alta política” de la seguridad militar dom
inabaa la “baja política” de los asuntos económ
icos y sociales. A par-
tir de la década de 1970 el poder se hizo más com
plejo y desa-gregado, y las diferentes áreas en las que se puede tener poderestán vinculadas pero no subordinadas; se puede ocupar unaim
portante posición internacional en el ámbito económ
ico sinnecesariam
ente ser una potencia militar.
CA
MB
IOS
EN EL PO
DER
Fuente: elaboración propia
UN
BLO
QU
E, CU
ATRO
AC
TOR
ESYa hem
os analizado la estructura del sistema internacional y hem
osexplicado tam
bién las principales dinámicas que están transfor-
mando la naturaleza del poder global. A
hora bien, estos condi-
DIFUSIÓN(D
esde los estados hacia actores de otra naturaleza)
DISTRIBUCIÓN(D
esde la superpotencia hacia los estados de segundo y tercer nivel)
INTERDEPENDENCIA(M
ás interacciones, de mayor velocidad
y con mayor im
pacto)
COMPLEJIZACIÓN
(Más tem
as en la agenda, más actores involucrados,
más canales de influencia)
PODERINTERNACIONAL
otros Estados y se pasa a formar parte integral del sistem
a inter-nacional de norm
as que regulan la interacción estatal. Es en estostérm
inos que los Estados Unidos vienen alentando la integración
de China al sistem
a como un “actor responsable en la com
unidadinternacional”. En el contexto poscrisis, un bloque com
o el BR
ICha perm
itido a China presentarse no com
o un contendiente por elliderazgo global sino com
o el actor principal del mundo em
er-gente, que por capacidades m
ateriales lidera de todos modos.
2. Brasil
Cuando se inventó la sigla B
RIC
, The Economistobjetó la perte-
nencia de Brasil. C
onsideraba al país sudamericano “un país con
una tasa de crecimiento tan exigua com
o sus mallas de baño, presa
de cualquier crisis financiera que hubiese por ahí, con inestabili-dad política crónica y cuya infinita capacidad para despilfarrar susevidentes posibilidades es tan legendaria com
o su talento para elfútbol y los carnavales, no parece cuadrar junto a esos titanes enascenso”. U
nos años más tarde, la m
isma publicación observaba
que “en ciertos sentidos, Brasil supera a los otros B
RIC
. A dife-
rencia de China, es una dem
ocracia. A diferencia de la India, no
tiene insurgentes, conflictos religiosos ni vecinos hostiles. Adiferencia de R
usia, no exporta solo petróleo y armas y trata a los
inversores extranjeros con respeto”. Junto con Rusia, Brasil es de los socios m
enores en el BRIC, porsu m
enor relevancia internacional. Paradójicamente –o tal vez, por
ello– el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha sido de los que
más ha utilizado la plataform
a del BR
IC para hacer sentir sus críti-
cas al sistema internacional. Es por eso que un plano coyuntural aún
no sabemos cuánto del afanoso internacionalism
o brasileño de losúltim
os años es consecuencia del alto perfil internacional del exm
andatario. Durante el m
andato de su sucesora Dilm
a Rousseff se
tendrá una idea más clara de si la participación activa de B
rasil en
MU
ND
O B
RIC
S45
directa interna y externas. En un sentido muy cierto la historia del
ascenso del BR
IC es principalm
ente la historia del ascenso chino. S
i China tiene tanto poder por sí sola, ¿por qué decide unirse
a otros que podrían diluir su poder en un ámbito de decisión? A
pesar de la asimetría existentes dentro del bloque, el interés chino
por el jinzhuan siguo(cuatro ladrillos de oro), tiene un com
ponentetáctico, que podría ser –com
o lo anotó la influyente publicacióninglesa The Econom
ist– “esconder sus demandas nacionales detrás
de una fachada multilateral”. La frase está cargada de un escrúpulo
que no compartim
os pero la observación tiene un contenido cierto. El objetivo central de la política exterior china desde los años
70 ha sido mantener un orden internacional pacífico y estable que
asegure las condiciones para un crecimiento sostenido. El B
RIC
está en perfecta sintonía con esos objetivos, ya que contribuye areducir los tem
ores que despierta su rápido ascenso. Cuando una
nación acumula poder económ
ico en tiempo breve, inm
ediata-m
ente surge entre los demás Estados del sistem
a la pregunta sobrecóm
o se traducirá ese nuevo poder económico en seguridad m
ili-tar. La incertidum
bre sobre posibles reflejos expansionistas o inten-tos de dom
inación despierta nerviosismo, especialm
ente entresus vecinos. Participar en foros m
ultilaterales aumenta la legiti-
midad del actor con diferencial de poder, ya que los dem
ás pue-den conocer las intenciones del fuerte y tranquilizar sus propiasaprensiones. A
sí se desincentiva la formación de coaliciones con
el objeto de balancearlo. Mejorar las relaciones con R
usia e Indiano solam
ente ayuda a prevenir que se articulen en una alianzaanti-C
hina, sino que además contrarresta los esfuerzos de otros
poderes para atraer a una o a ambas hacia un eventual encierro
estratégico con fines de contención. Tales enfrentamientos for-
zarían a China a desviar recursos del proceso de m
odernización ypodrían encerrarla en una com
petencia desastrosa como la que
acabó con la Unión S
oviética. Se evitan costosas disputas con
44M
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RZI
El Estado indio es más un Estado-civilización que un Estado-nación.
Este carácter ha marcado el objetivo de política exterior india, que
busca el reconocimiento de su status com
o poder regional en elsur de A
sia y como pilar del orden global. El giro estratégico de
India comenzó en la década de 1980 y 1990, con la creciente doble
apertura política y económica. H
asta ese entonces, India cargabaaún con el cam
ino del swadeshio la autosuficiencia. Ese protec-
cionismo rem
anente ha determinado que la integración al circuito
global comercial de la India haya avanzado de m
anera más lenta.
Sin embargo, ha crecido sostenidam
ente, acelerándose de manera
drástica en la última década. S
e proyecta que en menos de una
década, la relación bilateral comercial entre C
hina e India será lam
ás grande el mundo.
No obstante, a diferencia de C
hina, India no ha logrado aúnestabilizar su entorno geopolítico m
ás inmediato. Las históricas
tensiones sectarias entre la mayoría hindú y la m
inoría musulm
anaalim
entan un conflicto permanente con Pakistán. En concreto, está
el disputado territorio de Cachem
ira y la violencia terrorista, como
demostraron los atentados de M
umbai del 2008. Las visiones de
los oficiales del ejército son mucho m
ás desesperantes que la desus pares en las fuerzas navales; los prim
eros se ven rodeados porEstados fallidos (Pakistán, A
fganistán, Nepal, B
urma, B
angladesh)que ponen en peligro su seguridad nacional y son una am
enazalatente en caso de catástrofe hum
anitaria. La geopolítica de ultra-m
ar sí se ha estabilizado con mayor éxito; la plataform
a de pro-yección de poder de la m
arina india es amplia, extendiéndose hasta
el canal de Mozam
bique. En lo estrictam
ente diplomático existen objetivos centrales de
la política exterior india a los que el BR
IC favorece. U
no, la defensadel consenso y el m
ultilateralismo para la resolución de las cues-
tiones internacionales; con excepción de las disputas territorialesque son estrictam
ente bilaterales. Dos, la autonom
ía estratégica
MU
ND
O B
RIC
S47
el BR
IC fue un factor coyuntural o si tendrá la continuidad con que
Itamaraty ha sabido m
antener el rumbo internacional del país.
En
un
nivel m
ás estructu
ral, el agru
pam
iento
perm
ite alpaís sudam
ericano proyectarse más allá de la región y aparecer
como una potencia verdaderam
ente global. Por ejemplo, B
rasilha utilizado la insignia B
RIC
porque juzga que es funcional tam-
bién a su objetivo de obtener un asiento permanente en el C
on-sejo de S
eguridad de la ON
U. Esto repercute positivam
ente ensus relaciones con el resto de S
udamérica y frente a los Estados
Unidos. Estos dos frentes han sido cruciales para la política exte-
rior brasileña, y estabilizarlos una condición necesaria para con-siderar una plataform
a de acción más global. La estrategia B
RIC
se encuentra en perfecta sintonía con los dos ejes principalesde la diplom
acia brasileña. El primero es el las relaciones sim
é-tricas con sus “pares” de A
mérica del S
ur; el segundo, el de lasrelaciones asim
étricas con los Estados centrales del sistema inter-
nacional. En este sentido, Brasil siem
pre buscó superar su debi-lidad relativa a través de una alianza escrita con W
ashington y delavance del m
ultilateralismo com
o herramienta para elevar su sta-
tus de jugador global. Estos son los fundamentos conceptuales
de una política exterior nacional en la cual debe entenderse laestrategia B
RIC
. El bloque potencia el comprom
iso regional deB
rasil (presentándolo como la voz sudam
ericana en el mundo)
y profundiza la multilateralidad del sistem
a (ampliando el poder
de decisión de Brasil en ám
bitos globales), sin comprom
eter suasociación sui generis
con los Estados Unidos.
3. IndiaLa identidad internacional de la India en su período posindepen-dentista fue m
arcada por el no alineamiento en la confrontación
bipolar, una política que se tornaba necesaria para lograr interna-m
ente el consenso necesario para mantener unida a la nación.
46M
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internacional se había terminado. D
el lado occidental, ni la OTA
Nni la U
nión Europea parecían saber si integrar o aislar a Rusia.
Sin espacio que ocupar ni dirección estratégica en el nuevo esce-
nario internacional quedó a merced de intereses particulares de oli-
garcas y empresas extranjeras. A
tal punto llegó esta desorienta-ción estratégica que en 1998 el m
inistro de Relaciones Exteriores
Andrei Kozyrev pidió al ex presidente norteam
ericano Richard Nixon
consejo para definir los intereses nacionales rusos.El giro interno com
enzó con la llegada de Vladim
ir Putin alpoder en 1999. S
u campaña, rem
iniscente de la Santa M
adreR
usia, apuntaba a restaurar la dignidad luego de una décadade corrupción, despojos y hum
illaciones. La diktatura zakona(dictadura de la ley) apuntaba a fortalecer al Estado com
o el ejedel nuevo m
odelo político, económico y social ruso. En el cam
podiplom
ático, el nuevo ministro Yevgeny Prim
akov –otro ex KG
B–
rechazó la subordinación a Occidente con un estilo pragm
áticoy prudente; el estilo silencioso y efectivo de un oficial de inteligencia.A
sí llevó a cabo un cambio de paradigm
a en los conceptos, obje-tivos, estrategias y m
étodos de trabajo de la diplomacia rusa. S
econsolidaron los principales lineam
ientos de la política exteriorque fue ratificada por el presidente D
imitry M
edvedev en el Con-
cepto de Política Exterior de la Federación Rusa
vigente desdejunio de 2008. El Estado es el locus
de la acción internacional. Enese m
undo de Estados, las motivaciones son el poder y la segu-
ridad más que los principios o el crecim
iento económico. La com
-petencia es un juego de sum
a cero, por lo cual el balance de poderes inevitable. Las acciones diplom
áticas rusas son evaluadas enfunción de cóm
o impactan su capacidad de presión sobre el sis-
tema internacional que com
anda Estados Unidos. C
oncentrarpoder es un objetivo clave para M
oscú, ya que es condición parael “m
undo policéntrico” que se pregona en todos los documen-
tos oficiales.
MU
ND
O B
RIC
S49
o independencia; una herencia indudable de la tradición de no ali-neam
iento pero también una precondición para garantizar el desa-
rrollo de una política exterior independiente. En el siglo XX
I, sinem
bargo, ya no significa que la India “no está con nadie” sino más
bien “libertad para escoger un socio u otro”; esto se vuelve espe-cialm
ente importante en un m
omento en el que A
sia adquierem
ayor peso. La postura india apunta a encontrar su lugar en elescenario regional en transición. Las dim
ensiones económica y
de seguridad se entrecruzan, marcadas por interacción entre la
emergencia china y la respuesta norteam
ericana. Este realinea-m
iento en el orden de seguridad asiático incluye a países como
Indonesia, Japón, Corea del S
ur, Vietnam y Tailandia. Tres, dotar
a la política exterior y la acción externa de un componente desa-
rrollista. Esto responde a la estrategia de superar los propiosobstáculos internos –desigualdades de ingreso, disparidades geo-gráficas, ineficiencias institucionales, insuficiencias de infraes-tructura– que retienen a India en la pobreza podrían hacer de lapotencia em
ergente un Potemkin sum
ergido.
4. Rusia
Rusia no se ha integrado cóm
odamente al orden internacional de
la posguerra fría. La combinación de un colapso económ
ico severoy una rápida apertura –glasnosty perestroika– creó un desastrosovacío institucional. La “terapia de shock” de Jeffrey S
achs –esta-bilización, disciplina m
onetaria y austeridad fiscal– significó enor-m
es costos para el ruso promedio. El ciclotím
ico ciclo que se diofue uno en el que R
usia concedía en la esperanza de poder formar
parte de Occidente, éste, al percibir debilidad, presionaba aún m
ásy R
usia respondía de manera confrontativa cuando sus aspira-
ciones se veían frustradas.D
errotada por la competencia bipolar y destruida por la ola neo-
liberal, el consenso era que la historia de Rusia como un gran poder
48M
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RZI
MU
ND
O B
RIC
S51
En el mundo m
ultipolar y no polar, el Estado debe ser puestoal servicio del crecim
iento económico. En la nueva m
atriz, el desa-rrollo de la econom
ía rusa va necesariamente de la m
ano con elengrandecim
iento del Estado, instrumento director del proceso
y defensor de los intereses nacionales. El nuevo accionar inter-nacional ruso es pragm
ático y expresamente no ideológico. C
om-
bina una visión de realpolitikque busca m
antener las esferas deinfluencia en su “O
ccidente cercano” con el avance de los inte-reses económ
icos rusos en el mundo; en especial de los grandes
conglomerados estatales com
o Gazprom
(hidrocarburos), Roso-
borenxport (armas) o R
osatom (energía nuclear). U
n Estado fuertees garantía de una política exterior independiente y autónom
a,tanto de intereses internos com
o de la injerencia externa.Paradójicam
ente, la visión de geopolítica dura llevó a Rusia
a abrazar el BR
IC. R
usia es diferente al resto de sus socios: es unEstado intrínsecam
ente conservador, en tanto busca preservar elstatu quo
del orden internacional. Rusia ofrece al B
RIC
la inape-lable condición de G
ran Poder que le otorga su superioridad nuclear,y a cam
bio puede mostrarse no com
o una potencia declinante sinocom
o parte del concierto de vibrantes economías em
ergentes ypoderes ascendentes. El bloque es una instancia clave para recu-perar respeto internacional y para avanzar una agenda que buscam
ás abiertamente socavar si no el sistem
a, al menos la posición
que Estados Unidos ocupa en él.
El BR
IC es solo una de las m
anifestaciones de las estrategiasde política exterior brasileña, rusa, india y china para estabilizar elescenario global por m
edio de la generación de ámbitos m
ultilate-rales. Pero no es la única, aunque sí la única instancia en donde inte-ractúan solam
ente los cuatro. El aumento del m
ultipolarismo ha
generado un diferencial de poder a favor de estos cuatro países conel que antes no contaban. Los países del BRIC buscan cristalizar estarealidad, institucionalizándola en m
ayor multilateralism
o.
50M
AR
IAN
O TU
RZI
CO
MPLEJO
ENTR
AM
AD
O
Fuente: The Economist, abril 2010
Si bien todos los m
iembros del B
RIC
tienen razones e intere-ses estratégicos para form
ar parte del bloque es innegable quetam
bién existen factores de tensión entre ellos. Las dos principa-les fuentes de potencial fractura son las rivalidades geopolíticas yla com
petencia económica. En cuanto a la prim
era de las dimen-
siones, los conflictos se encuentran sobre todo entre los RIC –Rusia,India y C
hina–, ya que en el espacio que los tres ocupan conver-gen com
petitivamente las dem
andas del crecimiento individual
con la geografía compartida.
Existen múltiples conflictos territoriales en agua y tierra. India
y China se disputan los territorios de A
ksai Chin, el valle de S
haks-
BRIC Conexiones
Organizaciones
y sus integrantes
Argentina
Australia
Gran B
retaña
Canadá
Francia
Unión Europea
Alemania
Italia
México
Turquía
Arabia Saudita
Estados Unidos
Kazajistán
Kirguistán
Tayikistán
Uzbekistan
Indonesia
Japón
Corea del Sur
Brunéi
Camboya
Laos
Malasia
Myanm
ar
Filipinas
Singapur
Tailandia
Vietnam
Organización de Cooperación de Shangai
Sudáfrica
Brasil
IndiaChina
Rusia
G20BRICs
BASICs
ANSA + 3
IBSA
disputas bilaterales comerciales y de com
petencia por tercerosm
ercados. El bloque se encuentra atravesado por una serie dedivergencias que im
pactan sobre los intereses comunes, afectan
los incentivos y el alcance de la cooperación y menoscaban, poten-
cialmente, una m
ayor cohesión del bloque.
EVO
LUC
IÓN
DEL B
LOQ
UE
Hem
os visto que en las políticas exteriores de los miem
bros delB
RIC
hay intereses y opciones estratégicas que son congruentescon la form
ación de un bloque como el B
RIC
. Pero la oportunidadpara el ascenso del B
RIC
es una circunstancia; hacer uso de ellauna decisión. ¿C
ómo fue la evolución del bloque? Luego de reci-
bir creciente atención mediática, el térm
ino BR
IC se com
enzó a uti-lizar cada vez m
ás como un punto de referencia para analizar la
realidad internacional, a medida que la reconfiguración económ
icaglobal se evidenciaba y los em
ergentes surgían de manera cada
vez más clara. S
i lo pensamos por un m
omento, la propia etiqueta
BR
IC (ladrillo) evoca las ideas de cam
bio ascendente, magnitud
2
y futuro. Se había logrado capturar con éxito el zeitgeistde rees-
tructuración global. Los diplomáticos y form
uladores de políticaexterior en las cancillerías tom
aron nota de ello y pasaron a ana-lizarlo com
o un instrumento m
ás para avanzar sus agendas pro-pias de cam
bio de la realidad internacional. En la reunión anual del G
-8 en Gleneagles, Escocia, en el año
2005, se invitó a participar a las principales potencias económicas
emergentes: B
rasil, China, India, M
éxico y Sudáfrica. A
sí, se esta-
MU
ND
O B
RIC
S53
gam y el sur de Tibet o A
runachal Pradesh. China y R
usia solu-cionaron su disputa por las islas B
olshoi Ussuriysky o H
eixiazirecién en 2008. A
esto se suman los lugares de relevancia geoe-
conómica y una creciente necesidad tanto de C
hina como de India
por asegurar el flujo sostenido de importaciones para m
antenerel crecim
iento, lo que necesariamente im
plicará una mayor com
-petencia por recursos naturales. Ya existen hoy disputas por terri-torios ricos en esos insum
os estratégicos, en Asia o en terceras
regiones. India y China compiten por influencia en Irán, en un intento
por asegurarse el suministro de gas natural y pugnan por atraer
con proyectos de infraestructura a Burm
a, fuente de madera, dia-
mantes, uranio y m
etales estratégicos. El vertiginoso crecim
iento chino sumado a la baja densidad
demográfica rusa en la parte oriental de su territorio hacen pen-
sar a Moscú en las perspectivas a largo plazo de su integridad terri-
torial, en especial la zona de Siberia. D
el mism
o modo, en India se
preocupan por el aumento de las capacidades de la arm
ada china,lo cual podría disparar una dinám
ica de rivalidad entre grandespoderes por el control del océano Índico. La com
petencia por elcontrol de las rutas m
arítimas com
erciales está llevando a China
a impulsar planes de construcción de una arm
ada de aguas azu-les y a India a reforzar su control del G
olfo de Bengala y del M
arA
rábigo. Mientras el crecim
iento ha llevado a India a expandirseen un eje este-oeste, el desarrollo chino lo ha im
pulsado a exten-der su propia área de influencia hacia el sur. C
hina está constru-yendo o rem
odelando los puertos de Gw
adar (Pakistán) Chitta-
gong (Bangladesh), Kyauk Phyu (Burma) y Colom
bo y Ham
bantotaen S
ri Lanka, junto a ayuda económica y m
ilitar. Por razones obvias, B
rasil se encuentra al margen de este tipo
de conflictos. Sin em
bargo, hay otros múltiples factores de pugna
entre los miem
bros del bloque: desde los efectos nocivos que tieneel valor del yuan sobre las exportaciones del resto del B
RIC
, hasta
52M
AR
IAN
O TU
RZI
2. Las ilustraciones que aparecieron en los medios cuando surgió el B
RIC
lo ejem-
plifica: el elefante (India), panda o dragón (China) y oso (R
usia). Si bien B
rasil noes asociado unánim
emente a algún anim
al es una nación que evoca directamente
esta noción de tamaño o extensión (O
mais grande do m
undo).
ron el hecho de haberse mantenido relativam
ente indemnes a las
consecuencias más desastrosas de la crisis de 2008-2009. El lan-
zamiento form
al como organización dem
ostró que la coordina-ción entre ellos era posible. En un m
omento en que se clam
abapor gobernabilidad y liderazgo, el B
RIC
se ganó el respeto inter-nacional. El contraste con la falta de supervisión y control en elsector financiero que revelaron las econom
ías avanzadas acentuóaún m
ás el soft powerdel B
RIC
. La visibilidad reforzaría las dem
andas por una nueva arqui-tectura de las instituciones financieras internacionales y por laconstrucción de un nuevo orden financiero global poscrisis. S
einstaló la necesidad de diversificar el sistem
a internacional de divi-sas, buscando reem
plazar al dólar por las monedas locales en el
comercio bilateral. Para el BRIC la crisis norteam
ericana –en un contexto en el queel dólar es la m
oneda de reserva global– constituía una amenaza
potencial seria. La liquidez internacional en este contexto dependede la em
isión monetaria de la R
eserva Federal. Con Estados U
ni-dos en recesión, la vuelta al crecim
iento sería vía el estímulo, que
es lo mism
o que la expansión de la emisión m
onetaria; esa expan-sión deprecia el valor de la m
oneda. Los cuatro países del bloquetem
ían que Estados Unidos exportara inflación al resto del m
undopara salir de la crisis, licuando el valor de las reservas de dólaresen sus propios bancos centrales. Pidieron am
pliar el monto y exten-
der la composición de los D
EG (D
erechos Especiales de Giro), los
activos de reserva a disposición de los miem
bros del FMI.
En la segunda cumbre del B
RIC
en 2010 en Brasilia, el obje-
tivo fue principalmente fortalecer los lazos entre los m
iembros,
darle más densidad internacional al bloque por m
edio del forta-lecim
iento de los lazos comerciales y la inversión extranjera
directa. Reconociendo que existe una m
ultiplicidad de interac-ciones y canales, adem
ás de los puramente estatales, se incluyó
MU
ND
O B
RIC
S55
bleció lo que se conocería como el G
-8+5. Los progresivos encuen-tros entre autoridades en diferentes cum
bres internacionales die-ron lugar a una creciente coordinación de posiciones, en su m
ayo-ría restringidas a la m
odificación del sistema de representación en
los organismos financieros internacionales y a m
edidas de polí-tica m
onetaria con efecto sobre la estabilidad financiera global. Lacrisis económ
ica del 2008 galvanizó a las naciones emergentes en
la noción de que solamente a través del consenso y la coordina-
ción de políticas macro sería posible restablecer la senda de cre-
cimiento. Y
para el BR
IC, específicam
ente, actuó como catalizador
para pasar del agrupamiento basado en la coincidencia
de facto-res a la explotación deliberada de la convergencia
de intereses.A
brió una ventana de oportunidad para avanzar una agendam
ás amplia de cooperación tendiente a una m
ayor “democrati-
zación de las relaciones internacionales”.En la cum
bre del G-8 de H
okkaido, Japón, los BR
ICs acorda-
ron celebrar la primera reunión del bloque al año siguiente. En
junio de 2009, en la ciudad rusa de Ekaterinburgo se celebró el pri-m
er el primer encuentro de jefes de Estado del B
RIC
, en paraleloa la cum
bre de la Organización de C
ooperación de Shanghai.
Los presidentes Luiz Inacio Lula da Silva de B
rasil, el ruso Dim
itriM
edvedev, Hu Jintao de C
hina y el primer m
inistro indio, Man-
mohan Singh lograron acordar las bases para un m
ecanismo efec-
tivo y duradero de diálogo y concertación internacional con pers-pectivas de largo plazo. En esta prim
era cumbre el principal objetivo
era de imagen: presentarse com
o una alternativa a los centros dedecisión tradicionales, dem
ostrar unidad y ganar credibilidad inter-nacional poniendo en funcionam
iento un mecanism
o de interacciónentre los cuatro socios. A
l ser el primer encuentro de los m
andata-rios se buscaba un m
arco inaugural para dar curso al BR
IC m
ásque definir claram
ente un curso de acción. A la reputación que los
cuatro países tenían ganada por el crecimiento sostenido sum
a-
54M
AR
IAN
O TU
RZI
Estados que apunta a destruir el orden internacional vigente? De los
comunicados de las reuniones se desprende que la agenda avan-
zada por el BR
IC puede ser agrupada en tres grandes categorías:
• La reforma de los poderes de voto en el FM
I y en el Banco
Mundial. Esto com
prende la redistribución del sistema de parti-
cipación –votos y mem
brecía del Foro de Estabilidad Financiera–y una reasignación de las cuotas, m
edidas en DEG
3. • M
ayor y mejor regulación y supervisión del sistem
a mone-
tario internacional teniendo como objetivo últim
o un eventualreem
plazo del dólar como la m
oneda de reserva global. • R
eforma del C
onsejo de Seguridad de las N
aciones Unidas.
El primer grupo de dem
andas no puede calificarse como anti-
sistema. N
o solamente han sido respaldadas por las propias bases
institucionales del sistema com
o las Naciones U
nidas4sino que
son francamente im
perativas si se quiere preservar el sistema fun-
cion
and
o. La p
osició
n d
el BR
IC fo
rtalece el sistema, ya q
ue
busca ampliar su legitim
idad reflejando mejor la realidad del peso
relativo de las unidades que lo componen. Por ejem
plo, aunquela econom
ía china representa más del doble que las econom
íascom
binadas de Holanda y B
élgica cuenta con una cuota en el FMI
que es menor a la de am
bas economías europeas com
binadas. Es cierto que el bloque de potencias em
ergentes ha utilizadotácticas de presión para avanzar los cam
bios que pretende. En lacum
bre del G-20 de Pittsburgh de abril de 2009, los cuatro socios
del BR
IC dejaron en claro que no proveerían fondos para recapi-
talizar el Banco M
undial y el FMI de no reform
arse el sistema de
MU
ND
O B
RIC
S57
a representantes del sector privado, empresarios, banqueros,
cooperativas y bancos de desarrollo estatal para explorar opor-tunidades de negocios. C
hina y Brasil firm
aron acuerdos en mate-
ria de comercio y energía, tales com
o la construcción de unaplanta de acero entre la china W
uhan Iron and Steel y el grupo
brasileño EBX, en el estado de Río de Janeiro, o el desarrollo estra-
tégico conjunto entre las petroleras estatales Sinopec y Petro-
bras. La reunión se redujo luego de que el presidente chino Hu
Jintao debiera retornar imprevistam
ente a China por un devas-
tador terremoto en la provincia de Q
inghan. La declaración final conjunta reiteraba la dem
anda por lareform
a de los organismos financieros internacionales de Ekate-
rinburgo y resaltó la necesidad de transformaciones en la gober-
nanza global. Se declaró abiertam
ente el apoyo a un orden mun-
dial multipolar, equitativo y dem
ocrático basado en el derechointernacional, la igualdad, el respeto m
utuo, la cooperación, laacción coordinada y las decisiones colectivas de todos los países.Q
uedó claramente definida la im
portancia que para el bloque tieneavanzar decididam
ente y sin demora sobre transform
aciones ins-titucionales que aseguren la gobernabilidad global, advirtiendoque la postergación indefinida solam
ente agrava el riesgo de ero-sión de su autoridad. El com
unicado expresa, en particular, uncom
promiso con la diplom
acia multilateral que reserve para las
Naciones U
nidas un papel central en el tratamiento de los desa-
fíos y amenazas globales. S
e reafirma la necesidad de una am
pliareform
a de la ON
U –puntualm
ente el Consejo de S
eguridad– paratornarla m
ás efectiva, eficiente y representativa. Señala la im
por-tancia que le atribuyen al status de India y B
rasil en los asuntosinternacionales y se apoyan sus aspiraciones a desem
peñar unpapel m
ás relevante en la ON
U.
¿Qué quiere entonces el B
RIC
? ¿Cuál es la naturaleza y exten-
sión de sus intenciones y demandas? ¿Estam
os ante una alianza de
56M
AR
IAN
O TU
RZI
3. Véase http://w
ww
.imf.org/external/np/exr/facts/quotas.htm
para una versióndetallada de las reform
as en curso.4. V
éase el Reporte de la C
omisión de Expertos de la A
samblea G
eneral de laO
NU
sobre Reform
a Financiera: http://ww
w.un.org/ga/econcrisissum
mit/docs/
FinalReport_C
oE.pdf
enfrentamientos que escalaría progresivam
ente. Aunque el gober-
nador del Banco Popular de C
hina Zhou Xiaochuan haya llam
adola atención de todos cuando en m
arzo de 2009 planteó abierta-m
ente la necesidad de “crear una moneda de reserva internacional
que no estuviese conectada a una nación individual y pudiera per-m
anecer estable en el largo plazo”, el BR
IC no tiene incentivo
alguno para que la moneda norteam
ericana pierda valor. Un des-
censo abrupto del dólar tendría un efecto devastador en los casitres billones de dólares que C
hina tiene acumulados, haciendo
temblar toda la estructura económ
ica global. Los sucesivos pro-gram
as de relajación monetaria –quantitative Ealing– son los que
han generado una presión inflacionaria de mediano plazo sobre
el dólar. Las acciones del BR
IC buscan de hecho evitar la depre-
ciación acelerada de la divisa norteamericana. La advertencia de
Zhou fue menos destinada al hundim
iento de la moneda nortea-
mericana que a alertar sobre el m
antenimiento de su valor. N
ueva-m
ente el BRIC buscó la reforma dentro de un m
arco de estabilidaddel sistem
a y no su subversión. A
diferencia de las demandas del grupo uno y dos, el B
RIC
notiene m
uy claro qué es lo que quiere hacer con el sistema de N
acio-nes U
nidas. En lo específico, han demandado un cam
bio en laco
mp
osició
n d
e los m
iemb
ros d
el Co
nsejo
de S
egu
ridad
. El
Consejo está conform
ado por quince naciones, de las cuales cincoson m
iembros perm
anentes (Estados Unidos, Francia, Reino U
nido,C
hina y Rusia) y diez son tem
porales. Los miem
bros no perma-
nentes son electos cada dos años como representantes regiona-
les, al tiempo que la presidencia del Consejo se rota m
ensualmente
de manera alfabética. C
uriosamente, los cuatro B
RIC
s estarán enla presidencia del C
onsejo durante 2011. U
na de las propuestas del equipo de expertos comisionado
por el Secretario General Kofi A
nnan fue aumentar a seis el núm
erode m
iembros perm
anentes. Los países que han hecho las deman-
MU
ND
O B
RIC
S59
asignación de votos y las cuotas de los países emergentes. B
ra-sil fue especialm
ente directo al respecto y China retuvo 40 m
ilm
illones de dólares hasta obtener una respuesta favorable. Aun-
que sí se aceptó ampliar el m
onto, su composición no se alteró.
En septiembre de 2009, el Fondo M
onetario aceptó incrementar
el volumen de 21.400 m
illones a 204.000 millones. Pero en su
última revisión quinquenal de noviem
bre de 2010, los DEG
siguenestando form
ados por el dólar norteamericano (41.9%
), el euro(37.4%
), la libra esterlina (11.3%) y el yen japonés (9.4%
). Clara-
mente, hay una m
ayor inflexibilidad en los medios em
pleadospor el B
RIC
para avanzar los cambios. Pero eso no quiere decir
que los cambios que se persiguen sean m
ás revolucionarios. Lasm
odificaciones buscan la inclusión de más m
iembros en el sis-
tema de B
retton Woods m
ás que su destrucción o descarte. Lacondicionalidad com
o medio de coacción en el ám
bito del FMI
no debería parecernos signo de ataque al sistema sino m
ás biende adopción de la práctica usual.
No es la dem
anda de actualización y reforma del B
RIC
la quepone en peligro la continuidad del sistem
a sino la falta de ade-cuación del sistem
a a la realidad global actual. Esto cobra unam
ayor relevancia cuando se abre el análisis y se consideran otraserie de m
edidas que el BR
IC podría haber adoptado y eligió no
hacerlo. El bloque cuenta con reservas internacionales que exce-den los 3 m
il millones de dólares. Esto representa un tercio del
total mundial. D
e haber buscado socavar las instituciones finan-cieras de un sistem
a internacional que objetivamente los sub repre-
senta, el BR
IC podría haber apartado solam
ente un sexto de susreservas internacionales y haber form
ado un fondo con capitali-zación equivalente a la del FM
I. El segundo conjunto de dem
andas –las monetarias– fueron
interpretadas en gran medida com
o un ataque contra el poderfinanciero estadounidense; com
o el primer asalto en una serie de
58M
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IAN
O TU
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la inclusión de diez nuevos miem
bros no permanentes y agru-
pados por regiones5. El proceso de am
pliación del Consejo se
encuentra actualmente sin resolución a la vista, por lo que pode-
mos anticipar una presión creciente de aquí en adelante por parte
de miem
bros del BR
IC.
La manera en que el bloque ha abordado la reform
a del órganode la O
NU
responsable por el mantenim
iento de la paz y la segu-ridad es ilustrativa de los lím
ites del BR
IC. Prim
ero, atestigua quelas com
petencias de poder que atraviesan al grupo pueden entor-pecer la acción colectiva. A
un si todos los miem
bros comparten
que un cambio es preferible al statu quo, los intereses estatales
se miden en térm
inos de ganancias relativas y no solo por lasganancias absolutas. S
egundo, da cuenta de que es más fácil
para el BR
IC presentar una agenda negativa basada en la crí-
tica de la situación actual. Hasta el m
omento, la agenda de cam
-bio del B
RIC
se compone m
ás que nada de los elementos que no
se quieren del presente orden internacional. Esto constituye unm
ultilateralismo de m
ínima o defensivo, para restringir el unila-
teralismo, lo cual no es suficiente para sentenciar que el B
RIC
persigue una alternativa al sistema, un m
ultilateralismo exclu-
yente o actitudes ofensivas hacia las bases constitutivas del ordeninternacional. Tam
poco es suficiente para considerar que los BR
ICserán la fuerza principal que llevará a cabo una reconfiguraciónde ese orden. N
o hay todavía por parte del bloque una alterna-tiva coherente de reform
a ni una propuesta congruente detrásde la cual encolum
nar al bloque entero o a otros miem
bros de lacom
unidad internacional
MU
ND
O B
RIC
S61
das más fuertes para los asientos perm
anentes son Japón, Ale-
mania, India y B
rasil. Japón y Alem
ania ocupan el segundo y ter-cer lugar en la lista de contribuyentes de fondos a la O
NU
. Brasil
e India son dos de los países que más tropas aportan a las m
isio-nes de paz, con m
ás de dos mil efectivos en el caso de B
rasil y casinueve m
il en el de India. Rusia es el menos proclive a que se am
plíeel C
onsejo, ya que más m
iembros im
plican una dilución de supoder de decisión. C
hina también es m
iembro perm
anente; peroestim
a que las pérdidas que podría sufrir por la reducción de ladiscrecionalidad de sus decisiones en el seno del C
onsejo –porejem
plo, en el bloqueo a sanciones de regímenes com
o el de Om
aral B
ashir en Sudán– están m
ás que compensadas por la ganancia
de un miem
bro adicional limitando la discrecionalidad de las poten-
cias de Occidente. Las rivalidades geopolíticas entre C
hina e India–en especial el apoyo chino a Pakistán– hacen que la aplicaciónindia sea un tem
a que genera fuertes debates en Pekín. Pero a lavez es preferido antes que el escenario en que el asiento perm
a-nente lo ocupe Japón.
En septiembre de 2004, los cuatro candidatos publicaron una
declaración conjunta pidiendo ser aceptados en calidad de miem
-bros perm
anentes junto a un Estado africano. La declaración fueap
oyad
a pú
blicam
ente p
or Fran
cia y el Rein
o U
nid
o. E
n el
mom
ento se especuló que el quinto asiento podría ser para Nige-
ria, Sudáfrica o un representante de la Liga Á
rabe. Aunque exista
un amplio consenso entre los 192 países que integran la organi-
zación a favor de una mayor representación de los países en desa-
rrollo, no todos consideran que la manera es la am
pliación de lacantidad de m
iembros perm
anentes y no permanentes del C
on-sejo de S
eguridad. Existe una propuesta alternativa a la del G-4
(Alem
ania, Brasil, India y Japón). El M
ovimiento U
nidos para elC
onsenso, integrado por países como España, Italia, Pakistán y
México busca establecer un acuerdo “por consenso” que estipule
60M
AR
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5. Seis para Á
frica, cinco para Asia, cuatro para Latinoam
érica y el Caribe, dos para
Europa Oriental y tres para Europa O
ccidental.
en el que han surgido. Existen diferentes grados y combinaciones
de una u otra postura para diferentes ámbitos del sistem
a. El punto clave es qué poderes revisionistas
buscan reempla-
zar el sistema; y ello anticipa crecientes niveles de conflicto y
tensión que pueden escalar hasta el enfrentamiento arm
ado. Peroel B
RIC
parece ser más bien un poder de tipo reform
ista. Acepta
las bases del sistema vigente, no las cuestiona. Esto quiere decir
que el bloque no ha buscado un cambio de sistem
a sino un cam-
bio del sistema. B
rasil, Rusia, India y C
hina buscan llevar a cabotransform
aciones dentro de los parámetros de la estructura inter-
nacional, no revoluciones que buscan destruir esos parámetros y
reemplazarlos por otros nuevos.
Con la evidencia de que disponem
os podemos concluir que
el BRIC es un bloque esencialmente satisfecho con el sistem
a inter-nacional y con una agenda de cam
bio gradual y pacífico. ¿Peroqué puede pasar de aquí en adelante? ¿Tal vez sus dem
andas sonde reform
a y no de rebelión porque aún no cuenta con suficientesrecursos, pero a m
edida que el tiempo avance, el bloque irá cre-
ciendo y poco a poco se irá desafectando cada vez más del sis-
tema hasta dejar de ser una parte interesada en el m
antenimiento
del mism
o? Para responder a estos interrogantes existen dos m
edidasque podem
os presentar como respuesta. La prim
era es el grado desostenim
iento de las instituciones internacionales y la segundalos niveles de gasto m
ilitar. Un rechazo del sistem
a debería obser-varse en un desestim
ación creciente por las instituciones que lo sus-tentan. O
al menos en m
ayor desatención hacia las organizacio-nes que sustentan un orden internacional que se percibe injusto oajeno. Pero nada de eso se verifica. En los últim
os diez años, conel balance económ
ico a favor de los emergentes y con el increm
entocategórico del poder global del BRIC, las contribuciones de los m
iem-
bros del grupo al sistema de N
aciones Unidas no solam
ente no des-
MU
ND
O B
RIC
S63
REV
ISIO
NIS
TAS
Y C
ON
SERV
AD
OR
ES
Existen actores dentro del sistema internacional con la capacidad para
determinar las reglas del juego. Puede ser un concierto de poderes –com
ola Europa del siglo X
IX– o una superpotencia –com
o Estados Unidos
durante la segunda mitad del siglo X
X. A
ellos se agregan algunos acto-res m
enores, que sin haber tomado parte en la constitución de las norm
asque regulan la conducta internacional las aceptan de buen grado porquelas juzgan funcionales a sus intereses. Estos son las potencias conserva-doras o actores pro statu quo, que aceptan la distribución de poder y elorden jerárquico.Pero tam
bién puede ocurrir que un Estado se encuentre insatisfecho conel ordenam
iento y busque reemplazarlo; a éste se lo denom
ina Estadoanti-sistem
a o revisionista. Ejemplos históricos de Estados revisionistas
son Alem
ania bajo Adolf H
itler, la China de Mao Zedong y la Italia fascista.
El revisionismo es el resultado de una situación en la que el poder de
un actor crece por encima del lugar que ocupa en la jerarquía o por incom
-patibilidades existenciales de tipo ideológico.Los Estados revisionistas buscan una transición de poder, que puede im
pli-car un reem
plazo de los líderes del sistema o la alteración de la estruc-
tura mism
a del liderazgo. Este último caso requiere m
odificar las reglasconstitutivas y regulativas del sistem
a, alterando la distribución de poderque toda estructura institución m
antiene. El campo pro statu quo
buscarádefenderlas; y si la contradicción se agudiza, entonces se deberá resolvera través de una guerra hegem
ónica.
¿Existen razones para preocuparse del nuevo poder interna-cional que han acum
ulado Brasil, R
usia, India y China? El inte-
rrogante central que plantea todo nuevo poder global o grupode potencias em
ergentes es si aceptarán o rechazarán el sistema
62M
AR
IAN
O TU
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ello se compensa cuando consideram
os que el aumento del gasto
militar no es solam
ente aumento en arm
amento sino tam
bién enpersonal y adm
inistración. Incluso si nos circunscribimos solam
enteal gasto en arm
amento hay que considerar que la m
ayor propor-ción es en m
odernización. Esto incluye renovación de sistemas obso-
letos, mayor gasto en investigación y desarrollo, y los m
ayores cos-tos de sistem
as de defensa más tecnológicam
ente intensivos. Utilizar
los porcentajes con respecto a los productos también sirve para dar
cuenta de las intenciones, ya que los presupuestos revelan el ordende prioridades y preferencias nacionales en el m
omento de la asig-
nación de recursos limitados.
GA
STO
MILITA
R, B
RIC
y US
A / 1998-2008
Fuente:Elaboración propia en base a datos de SIPR
I Military Expenditure D
atabase.
Objetivam
ente podría pensarse que el BR
IC cuenta con las
capacidadespara que pueda sostener
un desafío sistémico. S
inem
bargo, por tratarse de un actor colectivo, hay que desagregar
MU
ND
O B
RIC
S65
cendieron sino que aumentaron. A
medida que crecen los países
del BRIC participan cada vez más –no m
enos– en el entramado ins-
titucional que regla y regula las relaciones interestatales.
CO
NTR
IBU
CIO
NES
AN
UA
LES A
LA O
NU
Fuente: elaboración propia en base a datos del UN
Regular Budget Scale of Assesm
ents, UN
Secretariat, 2001 y 2010.
En cuanto al personal involucrado en operaciones de paz de laO
NU
, casi todos los BRICs incrementaron su participación entre 2001
y 2011. Brasil pasó de 100 efectivos a 2263, India es el tercer país enel m
undo que más personal contribuye y China m
ultiplicó por catorceel núm
ero de efectivos que envía a este tipo de intervenciones. Elúnico que redujo su participación fue R
usia, en más de un tercio.
Asim
ismo se puede observar que los porcentajes del producto bruto
que cada uno de los BR
ICs dedica al gasto m
ilitar han descendidoo no han aum
entado significativamente durante la década 1998-
2008. Podría objetarse que dados los crecientes productos losgastos en térm
inos absolutos sí son mayores. Pero creem
os que
64M
AR
IAN
O TU
RZI
Dólares
$ 70.000.000
$ 60.000.000
$ 50.000.000
$ 40.000.000
$ 30.000.000
$ 20.000.000
$ 10.000.000
$ 0
Brasil
47.6%
2000-2001 2010-2011
Rusia
172.9%India
218.3%China
323.1%
% del PBI
5
4.54
3.53
2.52
1.51
0.50
USA
Rusia
India
China
Brasil
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
nes internas del mism
o se agudizarían, dificultando la coordina-ción necesaria para lograr su objetivo de m
áxima. A
umentaría el
potencial del sistema para explotar las divisiones en el interior del
bloque y para cooptar a uno o a varios de sus miem
bros, neutra-lizando en últim
a instancia la amenaza.
MU
ND
O B
RIC
S67
las intencionesde sus m
iembros para encontrar evidencia de que
el BR
IC quiera
hacerlo. En el capítulo anterior revisamos los
objetivos de política exterior de Brasil, R
usia, India y China por
separado y del BR
IC en conjunto para concluir que no hay prueba
que así lo sugiera. Los BR
ICs deben su m
ayor capacidad de pro-yección global a espacios abiertos por el propio sistem
a. Ello cons-tituye un incentivo estructural para los cuatro m
iembros del blo-
que por mantener un sistem
a del cual se están beneficiando. Pero supongam
os que las intenciones cambien y que el B
RIC
quisiera destruir el orden; en este caso no sería tan fácil mantener
la unidad del bloque. La propia cohesión del BR
IC fue inducida por
la reacción común al unilateralism
o norteamericano. La única
manera en que puede concebirse un bloque tan heterogéneo es
como reacción a una descom
unal concentración del poder en elsistem
a internacional. El abuso de un actor de su posición en elsistem
a alteró los cálculos de costo/beneficio de mantenim
ientodel statu quo, galvanizando a los B
RIC
s en una agenda de cambio.
Aun si las intenciones fueran revisionistas y si se superara el
dilema de acción colectiva m
onumental de la coordinación de
acciones, quedaría todavía pendiente el tema de las capacidades.
Aunque lo quisiera, el análisis de los factores y la unión y desu-
nión que existen entre cada uno de los miem
bros del bloque revelaque el B
RIC
no podría lanzar un desafío real y efectivo al sistema
internacional. Ceteris paribus, si se desvaneciera el unilateralismo,
se disiparían con él parte de los incentivos a la cooperación delbloque: en ausencia de la posibilidad de una reacción hegem
ónicacada uno de los B
RIC
s –en especial los RIC
s por razones geopolí-ticas– se focalizaría m
ás en el poder relativo vis-à-viscon los otros
tres miem
bros. Así, en el supuesto escenario de que los socios del
BR
IC lograran am
asar suficientes capacidades nacionales como
para combinarlas en una alianza antisistém
ica, los costos para elbloque crecerían de m
anera geométrica. Las rivalidades y tensio-
66M
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RZI
Desde una perspectiva puram
ente económica, los B
RIC
s tienensentido por su escala, que los posiciona óptim
amente para apro-
vechar los beneficios de la reconfiguración del dinamism
o eco-nóm
ico global a favor de los mercados em
ergentes. Pero vistosdesde la ciencia política –que incorpora la dim
ensión del poder–un bloque com
o el BR
IC cobra una nueva significación. Ese atri-
buto particular que comparten los cuatro países –la escala– tiene
una relación directa con el poder relativo de las unidades en el sis-tem
a internacional interestatal. El tamaño de una econom
ía ofreceuna m
edida para anticipar la transformación de esas capacidades
en poder nacional. Cuando hay cam
bios en el poder nacional,entonces las jerarquías internacionales quedan desactualizadas;si no se reacom
oda la distancia entre poder real y status interna-cional se generarán tensiones crecientes y dem
andas cada vez
MU
ND
O B
RIC
S69
CAPÍTULO TRESCONTEXTO MUNDIAL
se pierden en Washington se ganan en N
ueva Delhi, M
oscú, Bra-
silia y Pekín. Hay un vínculo directo entre m
ayor poder y mayor
ambición, que se deriva de la suposición de que el objetivo pri-
mero –y últim
o– de los Estados es la acumulación de poder. M
ásaun, la variante ofensiva del realism
o supone que los Estados noestarán nunca satisfechos con la cuota de poder que poseen, cual-quiera sea la m
agnitud de esa cuota. Si la única m
anera de ase-gurar la seguridad propia es la perm
anente maxim
ización delpoder, entonces el crecim
iento de las capacidades nacionales deuna de las unidades del sistem
a significa el principio de un cicloque llevará a una expansión de los intereses y las dem
andas deesa m
isma unidad sobre el resto. Pero este m
arco conceptual tieneseveras lim
itaciones. Primero, supone que hay una constante his-
tórica inmutable e inescapable; segundo, deriva autom
áticamente
intenciones de capacidades olvidando que el resultado finaltam
bién depende de la respuesta del sistema. S
i la respuesta delos poderes defensores del statu quo
se endurece, entonces lasdem
andas de los ascendentes se radicalizarán y se acabará en unjuego de sum
a cero que se resuelve con una guerra. Pero ¿cuálesson las condiciones invariables que dictan que necesariam
entedeba ser así?
Pensemos por un segundo en las opciones estilizadas que
tiene ante sí el BR
IC com
o la potencia emergente: rechazar o acep-
tar el orden internacional. Para el sistema, su opción es acom
odaral B
RIC
o enfrentarlo. Tenemos que hacer aquí una aclaración:
cuando hablamos de sistem
a, nos referimos principalm
ente a lapotencia principal –Estados U
nidos– y las alianzas que pueda gene-rar para defender el statu quo. Q
ué tipo de alianzas, qué tipo dedefensa y qué calidad del statu quo son aspectos contingentes,que no se pueden prever de antem
ano y que serán modificados
en el juego de la interacción. Así planteado, se configurarían cua-
tro posibles caminos de interacción:
MU
ND
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RIC
S71
más intensas de cam
bio del orden internacional. Utilizando los
datos más recientes del índice com
puesto de capacidades mate-
riales nacionales (CIN
C) 6, el panoram
a de distribución global delpoder para los B
RIC
s y la superpotencia es el siguiente:
CA
PAC
IDA
DES
BR
IC y U
SA
(2000-2007)
Fuente: elaboración propia en base a National M
aterial Capabilities D
ata (v4.0; 2010), Corre-
lates of War Project .
Para la teoría realista de relaciones internacionales, dinámi-
cas como las del gráfico anterior son alarm
antes. Esta perspec-tiva se focaliza en la presencia de ganancias y pérdidas relativas(trade offs) dentro interior del sistem
a: las cuotas de poder que
70M
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2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
20%
15%
10%5%0%
China, 20%
USA, 14%
India, 7%
Rusia, 4%
Brasil, 2%
6. El índice se compone de seis indicadores, que m
iden: la producción de hierro yacero, los gastos m
ilitares, el tamaño del personal m
ilitar, el consumo energético,
la población total y la población urbana.
impugnar el sistem
a, lo que hace menos probable la radicalización,
modera el balance de poder y da una estabilidad general al sistem
a.La com
binación actual entre estructura de intereses y distribu-ción de poder determ
ina que el BR
IC se m
ueva en la dimensión
inferior, en la que acepta las bases constitutivas del sistema esta-
blecido por la superpotencia. Con una fuerte asim
etría a su favor,el actor unipolar retiene todavía la superioridad m
ilitar. Es poreso que una agenda de reform
a profunda puede ser leída como
una provocación o un reto al sistema. D
esde Washington no se dis-
tingue la diferencia entre un ataque al sistema y un ataque a la posi-
ción de los Estados Unidos en ese sistem
a. La academia y la polí-
tica exterior estadounidenses no conciben la supervivencia delsistem
a sin la posición dominante de la “nación indispensable”.
Para el BR
IC, la asim
etría de poder obliga a cotejar los bene-ficios de avanzar una reform
a con las probabilidades de desper-tar una reacción hegem
ónica o un reflejo unilateralista por partede los sectores duros de los actores pro statu quo. U
na represaliade este tipo podría no solo im
pedir el cambio sino deteriorar la
situación hasta un equilibrio inferior al inicial. El BR
IC se despla-
zaría hacia el cuadrante de rechazo, volviéndose un poder revi-sionista. D
e contar con las capacidades optaría por el rechazodel sistem
a (1). Aquí es donde se agudizan las contradicciones y
se polariza la interacción. Para los realistas, el cuadrante (4) es unailusión m
omentánea, ya que la experiencia histórica dem
uestraque los poderes em
ergentes en algún mom
ento se encontraráninsatisfechos y aum
entarán sus demandas hasta el punto de plan-
tear un desafío sistémico. Para los liberales com
o Ikeneberry, elorden internacional actual está anclado en la doble libertad polí-tica de la dem
ocracia y económica del m
ercado. Posee una “den-sidad institucional” que hace al sistem
a accesible y expansivo, concapacidad para generar crecim
iento e integrar a múltiples “accio-
nistas” (stakeholders). Con bajos costos de entrada, altos costos
MU
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O B
RIC
S73
Fuente: Elaboración propia
La capitulación (2) se daría en caso de que el sistema se entre-
gara irremisiblem
ente a una derrota de sus principios fundamen-
tales, ante una arrolladora alternativa excluyente. La contención (3)tendría lugar en el caso de que la potencia em
ergente aceptara loslím
ites que le impone el sistem
a pero sin estar completam
ente inte-grada. Sigue siendo revisionista en sus intenciones y políticas, perono cuenta con el suficiente poder efectivo para desplazarse al cua-drante de la radicalización (1) y presentar un desafío al sistem
a. En este m
omento, estam
os en el escenario (4) en donde lasdem
andas del BR
IC no son im
pugnatorias del sistema –aceptar el
sistema no im
pide empujar por su reform
a–, y éste parece estarrespondiendo con relativa flexibilidad para integrar las nuevas rea-lidades. La teoría indica que un sistem
a internacional puede per-durar “m
ás allá de la hegemonía” si está basado en instituciones
abiertas e integradoras. Este sistema institucional perm
ite evitarlos excesos de los actores poderosos. El orden que el actor m
áspoderoso ha construido m
itiga las enormes asim
etrías existentesentre sus partes. S
e establece un comprom
iso mutuo por el cual
el hegemón lim
ita el ejercicio de su poder y los Estados secunda-rios participan en el sistem
a internacional, legitimándolo. Estos
mecanism
os de cooperación mutuam
ente beneficiosa reducen elriesgo tanto de dom
inación como de exclusión de los Estados m
eno-res. A
su vez, los Estados menores ven reducida la m
otivación para
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el incentivo del BRIC a rechazar esa “tercerización forzada” aumenta.
Mientras Estados U
nidos continúe suministrando bienes públicos
globales, el cálculo costo-beneficio del BR
IC sobre el sistem
a sem
antendrá positivo. Pero si Washington perdiese la capacidad de
proveer esos bienes públicos o intentara imponer “m
ales públi-cos” (una devaluación del dólar directa o encubierta vía la presiónpor la apreciación de otras m
onedas), entonces la reacción del BRICcom
enzaría a cambiar.
El cuadro interactivo entre actor y sistema intenta dem
ostrarque los resultados no se encuentran destinados de antem
ano sinoque son contingentes a decisiones, errores de cálculo, cam
bios detrayectoria e im
previstos. Esta descripción más acertada de una
realidad internacional compleja no es solam
ente una mejor guía
para la política pública, sino que debería constituir un imperativo
de acción. De fallar la integración y desplazarnos hacia el cuadro
de radicalización, las consecuencias globales serían catastróficas.Tom
emos com
o ejemplo la acción conjunta del B
RIC
en la reforma
de los sistemas financiero y m
onetario internacionales. Puedentenerse dos interpretaciones opuestas. U
na perspectiva más ins-
pirada en el realismo verá el inicio de un ciclo que ha com
en-zado con la transform
ación del aumento de las capacidades del
BR
IC en aum
ento de sus demandas. D
e manera teleológica, anti-
cipará que en el futuro esas demandas aum
entarán en alcance eintensidad hasta el punto de llegar a un inescapable conflicto desum
a cero entre el sistema y un B
RIC
crecientemente revisionista.
Pero esto no se basa en la evidencia con la que contamos hasta el
mom
ento sino en la aceptación de teorías preexistentes. Aun-
que no podemos negar la fuerza de factores y presiones estructu-
rales tampoco podem
os renunciar al impacto de la acción hum
anaen la superación de las condiciones. B
enjamin D
israeli tenía razónen que el hom
bre no es hijo de las circunstancias sino que lascircunstancias son hijas del hom
bre.
MU
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RIC
S75
de salida y la posibilidad de obtener pingües beneficios partici-pando, el sistem
a genera incentivos estructurales hacia la mode-
ración de las demandas y la conservación del statu quo.
¿En qué radica el peligro de desplazamiento hacia el cuadrante
(1)? Principalmente en el juego entre los com
ponentes uni y multi
polares del sistema. Específicam
ente, en el riesgo de que la ven-taja m
aterial con la que cuenta el actor preeminente se convierta
en “explotación del sistema”. Esto ocurre si la superpotencia, en
vez de utilizar su insuperable diferencial de poder para sostener elsistem
a, lo utiliza para coaccionar a otros Estados a que lleven elpeso de las responsabilidades internacionales. C
omo dice R
obertG
ilpin, “típicamente a través de instituciones que restringen a los
Estados subordinados mientras que el hegem
ón explota y escapaa las reglas”. El sistem
a no estaría integrando sino enfrentando,a través la “explotación” (free riding) de las reglas. El B
RIC
enton-ces se vería forzado a desplazarse hacia el rechazo, acabando–com
o en un dilema del prisionero– en el cuadrante (1).
Un ejem
plo de esta conducta es el uso del dólar como m
onedade reserva internacional. Estados U
nidos puede “escapar” a lasreglas del sistem
a monetario internacional porque éste tiene com
obase la divisa norteam
ericana. Adem
ás de ser la moneda de refe-
rencia para intercambios com
erciales y financieros con cual-quier otro país, el resto del m
undo acepta el dólar para pagar impor-
taciones e invertir sus capitales. La “explotación” radica en quepuede exportar su deuda, su inflación y su déficit al resto delm
undo. El resto del mundo lo acepta a través del ahorro interna-
cional volcado a la compra de bonos del Tesoro, el uso extendido
del dólar en intercambios y la confianza en que es seguro com
ovalor de reserva. Pero la fuente de la confianza no es la que puedeleerse en el reverso de los billetes, sino que es fiduciaria del podernorteam
ericano para conducir efectivamente el sistem
a. A m
edidaque se fortalecen los com
ponentes de multipolaridad del sistem
a,
74M
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El aumento de la reputación
de los países del BR
IC los ha llevado
a un reclamo por una m
ayor representacióninternacional. A
partirde esta dem
anda común B
rasil, Rusia, India y C
hina aumentaron
la coordinación de sus posiciones. Esto se manifiesta de m
aneraesp
ecialmen
te eviden
te en fo
ros co
mo
el G-20, en
do
nd
e lacoordinación tiene com
o objetivo final aumentar el poder de nego-
ciación vis-à-viscon las naciones desarrolladas. El BRIC ha logrado
erigirse simbólicam
ente en el comité ejecutivo de las naciones
emergentes. Es en este m
arco que en febrero de 2011 se anuncióla incorporación de Sudáfrica al BRIC, que en adelante pasará a lla-m
arse BR
ICS
. El Ministro de A
suntos Exteriores de China, Yang
Jiechi, ya había cursado la invitación a la ministra de Relaciones Inter-
nacionales y Cooperación de S
udáfrica Maite N
koana-Mashabane
en diciembre de 2010. A
l mism
o tiempo que se escriben estas líneas
MU
ND
O B
RIC
S77
En conclusión, ¿lo que ocurrió en el ámbito financiero inter-
nacional, luego de la crisis de 2008, fue el comienzo de una radi-
calización de las demandas del BRIC que term
inarán en un rechazosistém
ico? No. Lo que ocurrió fue un cam
bio de poder relativoentre los dirigentes del sistem
a. El aumento del poder y capaci-
dad de presión del BR
IC, sum
ado ala acogida flexible del sistem
a,llevó a una dem
anda no por el reemplazo
sino por la reforma
deciertos aspectos del sistem
a. Inclusive desde el punto de vista deun defensor del sistem
a, esos aspectos merecían reform
a. No sola-
mente no se ajustaban a la realidad global sino que adem
ás habíansido consecuencia de la explotación del sistem
a que la unipolari-dad había perm
itido imponer a un actor sobre el resto. N
o fue elB
RIC
intentando arrebatar la posición dominante a los Estados
Unidos sino intentando lim
itar los excesos que el sistema perm
i-tió com
eter a la superpotencia. El BR
IC no se com
portó como un
enemigo desafiante del sistem
a sino más bien com
o un accionistainteresado en el m
antenimiento del bienestar del m
ismo.
76M
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RZI
CAPÍTULO CUATROVUVUZELAS EN EL BRIC
Goldm
an Sachs mide en su puntuación de entorno de crecim
iento(G
ES, en su sigla en inglés), Sudáfrica ocupa el puesto 108. El Pano-ram
a Económico M
undial(World Econom
ic Outlook - W
EO) del FM
Ide abril de 2011, estim
a el producto bruto interno sudafricano en357 m
il millones de dólares. Tanto la econom
ía de Rusia como la de
India son cuatro veces más grandes. El producto bruto brasileño
supera los dos trillones de dólares y la economía de China ya ronda
los seis trillones. La economía asiática es dieciséis veces el tam
añode la sudafricana. En el ranking del organism
o que ordena los paí-ses por el tam
año de su economía, S
udáfrica ocupa el puestoveintinueve; m
ientras que el BRIC más pequeño se encuentra en el
puesto once. Sudáfrica no pertenecería por esta escala a los
BR
ICs. A
demás, es superado por otros candidatos dentro de los
emergentes, com
o Corea del S
ur y México (con alrededor de m
ilm
illones en los puestos catorce y quince) o Turquía e Indonesia (conalrededor de setecientos m
il millones en los puestos diecisiete y die-
ciocho). En cuanto a extensión geográfica y a población, Sudáfricaocupa los puestos veinticinco en el m
undo. Argentina, Irán y Perú
están entre los candidatos del mundo em
ergente que la superan porgeografía; m
ientras que por población –como m
edida de futuroconsum
o, ahorro y mano de obra– Sudáfrica es superada por Pakis-
tán, Bangladesh, Filipinas, Tailandia Vietnam
y varios otros. En elpropio continente africano existen países m
ás grandes (Sudán,
Argelia, R
epública Dem
ocrática del Congo, Libia, C
had, Níger,
Angola y M
ali) o con mayor población (N
igeria, Egipto, Etiopía yR
epública Dem
ocrática del Congo).
Pero la motivación de los cuatro socios originales del B
RIC
conrespecto al ingreso de S
udáfrica es claramente política. Las ganan-
cias mutuas son m
ás fácilmente observables en el cam
po políticoque en el plano económ
ico. Sudáfrica amplía la representación regio-
nal del bloque, incorporando la presencia africana. En este sentidoS
udáfrica actúa en el BR
IC com
o puerta de entrada al continente
MU
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O B
RIC
S79
78M
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(el 14 de abril), en la tercera reunión del grupo en la ciudad de Sanya,en la isla de H
ainan, China, tiene lugar el ingreso formal.
Las cuatro preguntas que nos haremos en esta sección son:
a) ¿Cuáles fueron las intenciones del bloque para incorporar a
Sudáfrica?; b) ¿Por qué la nación africana decidió buscar la per-
tenencia? y c) ¿Qué consecuencias tiene para el bloque y para el
resto del mundo pasar de B
RIC
a BR
ICS
?
EL MA
PA D
EL BR
ICS
En el plano estrictamente económ
ico, el ingreso de Sudáfrica
no tiene demasiado sentido. La dim
ensión de la economía sudafri-
cana es muy m
enor en comparación a la de los BRICs, tanto en tér-
minos de población, de producto bruto interno y de participación en
el comercio m
undial. El propio creador del acrónimo B
RIC
se pro-nunció reacio a aceptarlo. O
´Neill nota que de los 181 países que
metales. Si se agrega su potencial para desarrollo agrícola y sus ten-
dencias demográficas favorables, Á
frica cobra una relevancia cadavez m
ayor en la estrategia de proyección económica internacional
de India, China y B
rasil. Solam
ente China tiene a su cargo m
ás dequinientos proyectos de infraestructura en países africanos y ha ofre-cido diez m
il millones de dólares en créditos preferenciales para finan-
ciar proyectos de infraestructura en la región en el período 2010-2012.A
poyada por la diplomacia, la estrategia económ
ica del BR
ICen Á
frica tiene además un com
ponente de desarrollo. Se pretende
MU
ND
O B
RIC
S81
entero. Si es considerada com
o una unidad, África tiene un poten-
cial económico que es com
parable al de Brasil o al de R
usia. Para2050 el producto com
binado de las economías africanas podría supe-
rar el billón de dólares. Pero los 53 países (54 a partir de mediados
de 2011 con Sudán del S
ur) son extremadam
ente diversos. Distin-
tas culturas, múltiples etnias, econom
ías diversas, estructuras degobierno diferentes y perfiles dem
ográficos divergentes hacen queconsiderar a Á
frica como una unidad sea realm
ente un disparate.Cuando se conoció el ingreso de Sudáfrica al BRIC, la representantede la diplom
acia sudafricana explicó que su país no hablará solopor su nación sino por Á
frica en su conjunto. Pero la historia delas relaciones del país con sus vecinos y sus propios intereses geo-políticos hacen dudar sobre el nivel de representatividad real quepuede tener S
udáfrica para con el resto del continente.Brasil, India y China esperan que el nuevo socio ayude a fom
en-tar sus lazos económ
icos con África y colabore en la apertura de m
er-cados. El ingreso de S
udáfrica fue una doble apuesta por ganarinfluencia en el m
undo no desarrollado en general y en África en par-
ticular. Medido com
o porcentaje del producto, el comercio con Á
fricarepresenta el 2.6 para India, el 2.3 para China, el 1.7 Brasil y apenasel 0.5 para Rusia. Los países del continente negro son proveedoresde recursos energéticos, m
inerales estratégicos esenciales y mer-
cados futuros para compañías chinas, indias y brasileñas. Siete nacio-
nes africanas –Angola, Benín, República D
emocrática del Congo, D
ji-bouti, G
uinea Bissau, Mauritania y Togo– tienen niveles de com
erciocon el B
RIC
que superan el 30% del PB
I. El comercio del B
RIC
con África creció m
ás rápido que el promedio del com
ercio globalentre 2001 y 2010. A
l igual que China, Brasil e India fueron tradicio-nalm
ente receptores de ayuda al desarrollo, pero rápidamente se
están convirtiendo en donantes, trabajando en sus propios proyec-tos e iniciativas hacia países en vías de desarrollo; en especial losafricanos, que ocupan una posición destacada en la provisión de
80M
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O TU
RZI
Fuente: Creative Comm
ons
TAM
AÑ
O R
ELATIVO
DE Á
FRIC
A
a BR
ICS
es un claro movim
iento para ganar legitimidad y pre-
sentarse como representante del m
undo en desarrollo frente alos países ricos.
Se espera que el poder blanco fructifique en los esfuerzos de
reforma de las organizaciones del sistem
a internacional, en parti-cular del C
onsejo de Seguridad de N
aciones Unidas. El B
RIC
S es
un bloque más fuerte políticam
ente y por tanto más efectivo a la
hora de buscar equilibrar y democratizar el orden internacional.
Esto se observa claramente en la reform
a del Consejo de S
eguri-dad de la O
NU
. La entrada de Sudáfrica perm
ite sumar volunta-
des dentro de la Asam
blea General de las N
aciones Unidas. Recor-
demos que una reform
a debe ser aprobada por los dos tercios dela A
samblea G
eneral, lo cual equivale a 128 votos. ¿Por qué S
udáfrica quiso ser un BR
IC? El ingreso llega luego
de un activo lobby por parte del presidente sudafricano JacobZum
a, quien en el último año ha visitado todos los B
RIC
s gestio-nando el ingreso de su país. Ya notam
os anteriormente cóm
o Chinaencontraba en el B
RIC
una manera de legitim
arse, presentándosecom
o la hermana m
ayor de los emergentes m
ás que la potenciaretadora ascendente. Para S
udáfrica –así como para B
rasil, Rusia e
India– provee “status por asociación”, dando mayor representa-
tividad a sus reclamos. S
udáfrica, por su parte, adquiere mayor
protagonismo y prestigio; especialm
ente en sus relaciones regio-nales. A
demás, espera que la etiqueta B
RIC
S haga al país m
ásatractivo com
o destino de inversión extranjera directa.D
emos un paso atrás y veam
os la entrada de Sudáfrica al BRICdentro del contexto de la política exterior sudafricana. H
istórica-m
ente, Sudáfrica tuvo una posición dominante sobre el continente
africano, que se derivaba de la superioridad económica, m
ilitar ypoblacional. D
esde las primeras elecciones dem
ocráticas por sufra-gio universal y el advenim
iento de la democracia m
ultirracial en1994, gobierna el C
ongreso Nacional A
fricano (CN
A). La expe-
MU
ND
O B
RIC
S83
avanzar sobre la cooperación Sur-S
ur, que a partir de las nuevasrealidades económ
icas globales busca lograr un cambio en las
reglas de juego del comercio internacional. En este sentido, la
matriz de asociación es la del foro de diálogo IB
SA
. Sudáfrica, B
ra-sil e India lo crearon en 2003 com
o una nueva alianza Sur-S
ur paraprom
over la cooperación trilateral y ganar peso en las negocia-ciones m
ultilaterales internacionales. Se busca converger en
una estrategia para influir en los foros internacionales con un pers-pectiva com
ún propia de los representantes del mundo en desa-
rrollo. No solam
ente en las posturas sino en la capacidad de ins-talar tem
as como energías renovables, reglas del com
ercio mundial
y lucha contra el sida. Las tres mayores dem
ocracias del Sur, India,
Brasil y S
udáfrica tienen un papel destacado en sus respectivasregiones y cuentan con una creciente influencia internacional quepretenden utilizar para prom
over un nuevo vector para la cons-trucción de coaliciones m
ultilaterales. El B
RIC
agrega una “S” porque pretende sum
ar poder blando(soft pow
er) en su
acción
con
jun
ta con
otro
s países m
eno
sfavorecidos en los principales foros internacionales. C
hina –el pro-m
otor de la incorporación sudafricana– imagina que el B
RIC
S será
más efectivo a la hora de prom
over medidas en distintas áreas,
desde proteccionismo agrícola y cam
bio climático hasta la reform
ade los organism
os internacionales. La incorporación de Sudáfrica
apunta a influir en la agenda internacional sin cuestionar la basedel sistem
a. La estrategia de política exterior del BR
ICS
se basaen am
pliar el multilateralism
o existente. El cambio que se persi-
gue no es la reversión de la globalización, la subversión de la dis-tribución del poder o la destrucción del sistem
a, más bien se trabaja
por el aumento de la coordinación de posiciones y la am
plia-ción de la cooperación com
o incentivos para atraer a otros. Lanueva diplom
acia BRICS fusiona coordinación (política) entre paísesdel S
ur con la cooperación (económica) S
ur-Sur. El paso de B
RIC
82M
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O TU
RZI
Tenemos un sistem
a internacional en transición. En su dimensión
económica existe un cam
bio en el balance de la economía glo-
bal a favor de los países emergentes que hace posible que el
crecimiento se haya desplazado principalm
ente hacia países como
Brasil, R
usia, India, China y S
udáfrica. El aumento de esas capa-
cidades nacionales tiene el impacto político de una m
ayor distri-bución del poder en el sistem
a. En este sentido, el orden interna-cional está en un m
omento de alta fluidez, en el cual conviven
componentes de un unipolarism
o remanente y un m
ultipolarismo
emergente. En este sistem
a uni-multipolar las potencias m
ediascom
o las que forman el B
RIC
S buscan su lugar en cuanto a poder
y representatividad. La prim
era y más central de las cuestiones que se desprenden
de este diagnóstico es si la transmisión del poder lleva irrem
e-
MU
ND
O B
RIC
S85
riencia en la oposición del CN
A le generó una red de lazos de soli-
daridad con movim
ientos de liberación, lo cual reforzó su creen-cia en la efectividad del m
ultilateralismo. La experiencia organi-
zacion
al del C
NA
es clave, ya qu
e viene m
arcand
o el d
iseño
institucional de la diplomacia sudafricana desde hace casi dos
décadas en la construcción del régimen pos-apartheid. D
urante lapresidencia de Thabo M
beki, Sudáfrica experimentó un crecim
ientoeconóm
ico promedio del 3.5%
. Aunque no suene tan im
presio-nante com
o las tasas de crecimiento de C
hina o India, es más de
doble del promedio de crecim
iento que Sudáfrica había experi-
mentado en la década anterior. Fue suficiente para recuperar la
confianza en la posición del país como líder natural del continente.
En el campo diplom
ático, la reafirmación cultural se m
anifestócon una regeneración del africanism
o. Reafirm
ar la “africanidad”y fom
entar la unidad panafricana permitirían al país presentarse
como el interlocutor reconocido de los intereses africanos. Es para
fortalecerse en la doble dinámica regional-global que S
udáfricabuscó el ingreso al B
RIC
. Un B
RIC
S le perm
ite legitimar su status
de líder continental frente a los países africanos que lo resistan. Através del “m
ultilateralismo del S
ur”, Sudáfrica propone aceptar
las reglas internacionales existentes y hacer uso de ellas para laprom
oción de una distribución de poder más equitativa y repre-
sentativa. Si los países del continente aceptan su liderazgo, su posi-ción regional fortalecida retroalim
entará su aval para tener unavoz en las discusiones globales. A
sociarse con países como India,
China y B
rasil le permite a S
udáfrica un círculo virtuoso en el que:aum
enta sus lazos comerciales, potencia su crecim
iento, se con-solida com
o el poder económico en la región, aum
enta su legiti-m
idad política interna y puede extender así su proyección diplo-m
ática y status internacional.
84M
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RZI
CAPÍTULO CINCOEL FUTURO
Aunque los poderes m
ás cerradamente pro statu quo, y hasta
en ocasiones los propios miem
bros del BR
ICS
, no quieran acep-tarlo, el bloque ya es parte del sistem
a internacional. Reconocer
esta realidad implica que el sistem
a se flexibilice. No se trata de
optar entre un sistema u otro, sino de acom
odar una nueva repre-sentatividad sistém
ica que esté más en sintonía con las nuevas
realidades de poder de sus miem
bros. Por otra parte, es im
perativo que Brasil, R
usia, India, China
y Sudáfrica, com
o bloque y como actores independientes, tam
-bién se adecuen a la nueva realidad. H
ay hoy una batalla por el“alm
a de los BR
ICS
s”. Cada uno de los cinco países se debate
internamente entre dos tendencias. La prim
era busca aceptar,encajar y com
prometerse activam
ente con el orden internacio-nal liberal globalizado y sus instituciones. Estas incluyen las orga-nizaciones com
o el Fondo Monetario Internacional y el B
ancoM
undial, pero también las m
ás esenciales como el libre com
er-cio, la dem
ocracia y el mercado. La segunda espera construir un
espacio de autonomía y diferenciación creciente, sin tem
or acuestionar un espectro cada vez m
ás amplio de cuestiones, desde
los mecanism
os de asignación de cuotas hasta los límites entre
Estado y mercado.
Los BRICSs deben comprender que m
ayor poder en el sistema
implica tam
bién una mayor responsabilidad en su m
antenimiento.
La forma de obtener una m
ayor representatividad es a través dela aceptación de un rol m
ás amplio y constructivo. En la práctica,
ello implica hacerse cargo de ciertos costos de m
antenimiento del
sistema, colaborando en la provisión de bienes públicos globales
más que lim
itándose a demandar solam
ente la modificación de
los aspectos del sistema que no convienen a sus intereses nacio-
nales. El escenario de mayor riesgo para la gobernabilidad global
es quedar a medio cam
ino entre un bloque de emergentes con
poderes crecientes, pero que no acepta mayores responsabilida-
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S87
diablemente a un cuestionam
iento radical de las bases funda-m
entales del orden internacional vigente, con el consecuenteaum
ento de las tensiones y de las probabilidades de enfrenta-m
iento. Creem
os que esto no es así. El aumento de capacidades
del BR
IC ha sido acom
pañado de una creciente aceptacióndel sis-
tema: ninguno de los posibles proxy de rechazo del sistem
a haaum
entado, mientras que sí lo hicieron las m
étricas que miden la
aceptación del mism
o. Es decir, no solamente no hay evidencia de
que el BR
IC quiera rechazar el sistem
a sino que hay evidencia deque –pudiendo– no ha querido hacerlo. Tal es así que cuando elsistem
a comenzó a fallar, el B
RIC
avanzó una agenda de cambio
para fortalecerlo. Hace m
ás para acabar con el sistema la ausen-
cia de supervisión financiera estadounidense y la negativa de lospaíses europeos a profundizar las reform
as de las instituciones deB
retton Woods que las dem
andas del BR
IC de aum
entar la repre-sentación de los países em
ergentes. El B
RIC
S ha encontrado un punto de unión com
ún alrededorde la causa de la redistribución del poder y del aum
ento de larepresentatividad de sus m
iembros en el sistem
a; puntualmente,
minim
izar el componente unipolar del sistem
a para evitar la acciónunilateral y profundizar el m
ultilateralismo para consolidar el com
-ponente m
ultipolar. Para Brasil, R
usia, China, India y S
udáfrica, elB
RIC
S se revela com
o un instrumento apropiado para lograr obje-
tivos estratégicos individuales pero compartidos: profundizar el
multipolarism
o y crecer en influencia, a la vez global y regional.A
unque cada uno lo entiende, aplica y persigue de manera parti-
cular, todos juzgan que el multipolarism
o es la distribución depoder m
ás apropiada a sus objetivos e intereses estratégicos nacio-nales. Los países m
iembros constituyeron y am
pliaron el BR
ICS
para convertir las condiciones objetivas de la distribución de poder–m
ás multipolar– en un orden m
ás favorable a los intereses decada uno de ellos –m
ás multilateral.
86M
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ble antes para el observador. El resultado es que con las interac-ciones entre los elem
entos surgen propiedades nuevas –denomi-
nadas propiedades emergentes– que no estaban presentes antes
de la interacción y que no pueden explicarse a partir de las pro-piedades de los elem
entos aislados. Esto es al revés de lo que ocu-rre en los sistem
as lineales, en los cuales para cualquier valor dela variable se utiliza la m
isma regla. Las partes que form
an el sis-tem
a lineal interactúan unas con otras siempre de la m
isma m
anera.Los sistem
as naturales formados por seres vivos son no lineales.
El sistema internacional es un sistem
a social adaptativo com-
plejo. Com
plejo por estar conformado por m
últiples elementos
interconectados, y adaptativo por tener la capacidad de cambiar
y aprender de la experiencia. Las conductas colectivas a estenivel de agregación sim
plemente no pueden predecirse de m
aneralineal. C
uando un sistema así recibe un shock –com
o una redistri-bución de los polos de poder– es im
posible de anticipar la magni-
tud del cambio o el resultado final. La lógica de (auto) organización
interna no permite saber de antem
ano si será una modificación
marginal o una transform
ación total. En este universo, hacer pre-dicciones sirve tanto com
o silbar en la oscuridad para espantar elpropio m
iedo. La teoría basada en la experiencia histórica es enel m
ejor de los casos subjetiva e inadecuada. En el peor, no buscaclarificar la realidad por m
edio del análisis sino servir de sustratointelectual para avanzar una agenda de poder.
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des globales, y una potencia sobreextendida y con capacidadesm
ateriales decrecientes para cumplir con esos com
promisos.
La duración y la trayectoria del bloque dependerán de la capa-cidad de los socios del B
RIC
S para articular de m
anera cohe-rente y efectiva tres aspectos de acción internacional: coordina-ción, decisión y representación. C
oordinación de posiciones entresus m
iembros para el m
antenimiento de la unión del bloque a
pesar de las divergencias de intereses; decisión para influir en ladiscusión internacional y generar resultados concretos; y repre-sentación de intereses m
ayores a los propios y de países más allá
de los miem
bros del bloque. Q
ueda abierto el interrogante de si el BR
ICS
será el formato
organizacional a través del cual se dará curso a la reconfiguracióninternacional que se abrió luego de la crisis de 2008. Existe una granoferta de ám
bitos de acción multilateral, una “geom
etría variable”de asaciones y una superposición de vínculos regionales e interna-cionales. En este sentido, otros espacios de acción com
o el G-20 se
revelan a otras naciones emergentes com
o un foro más represen-
tativo o un ámbito de acción concertada m
ás institucionalizado.En conclusión, ¿podem
os anticipar cómo serán las relaciones
internacionales en los próximos años? Podem
os sí identificar ten-dencias en la econom
ía global y en la distribución del poder. Ypodem
os también establecer que la sum
a de estas tendenciasapunta hacia una reconfiguración del sistem
a. Pero no podemos
creer que la identificación de las dinámicas principales del sistem
ainternacional autorice a predecir un resultado “final” al proceso,creyendo im
posible que surjan factores imprevistos que la revier-
tan. El sistema internacional es terreno especialm
ente fecundopara la aparición de estos “cisnes negros”, eventos altam
enteim
probables pero con gran impacto.
Los sistemas com
plejos están compuestos por diversas partes
interconectadas cuyos vínculos crean información adicional no visi-
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C). A
ctualmente es profesor de R
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EL AUTOR
CRÓNICASDEL AGUANTE PABLO ALABARCES •
CRÍTICA DE LA CONSTITUCIÓNROBERTO GARGARELLA •
LA HISTORIA DESBOCADA (I) JOSÉ PABLO FEINMANN
POLÍTICA, POLICÍA Y DELITO MARCELO SAIN •LA HISTORIA DESBOCADA (II) JOSÉ PABLO FEINMANN •
CLIENTELISMO POLÍTICOJAVIER AUYERO •
LA HERENCIA
SOCIAL DEL AJUSTE SUSANA TORRADO •POLICÍAS Y LADRONES ALBERTO BINDER •
¿ECONOMISTAS O ASTRÓLOGOS?ALFREDO ZAIAT •LOS PARTIDOS POLÍTICOS
JUAN ABAL MEDINA (H) •EL FIN DEL DESEMPLEO ENRIQUE MARTÍNEZ •
LOS ÚLTIMOS CUARENTA AÑOS DANIEL MUCHNIK •RICOS FLACOS Y GORDOS POBRES
PATRICIA AGUIRRE •LA DENSIDAD NACIONAL ALDO FERRER •
COALICIONES POLÍTICAS TORCUATO DI TELLA •LOS PIBES CHORROS
DANIEL MÍGUEZ •LA BRECHA
URBANAMARISTELLA SVAMPA •CRISIS Y REFORMA ECONÓMICA H. VALLE / M. MARCÓ DEL PONT •
LOS ARGENTINOS Y SUS INTELECTUALESMEMPO GIARDINELLILA
RELIGIOSIDAD POPULAR PABLO SEMÁN •EL PERONISMO DE LOS ‘70 (I)RODOLFO H. TERRAGNO •
EL PERONISMO DE LOS ‘70 (II) RODOLFO H. TERRAGNO
MODELO NACIONAL INDUSTRIAL MARTÍN SCHORR •ROSAS, ESTANCIERO JORGE DANIEL GELMAN •
LAS PRIVATIZADAS (I) DANIEL AZPIAZU •LAS PRIVATIZADAS (II)
DANIEL AZPIAZU •EL RODRIGAZO, 30 AÑOS DESPUÉS
N. RESTIVO / R. DELLATORRE •PARA QUÉ SIRVE LA TECNOLOGÍA
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TERRATENIENTEROY HORA •EDUCACIÓN POPULAR HOY JUAN CARLOS TEDESCO •
EL REPARTO DE LA TORTAJAVIER LINDENBOIM •HISTORIA DE LA DEUDAJULIO
SEVARES •EL DILEMA MERCOSUR (I)JORGE CARRERA •
EL DILEMA MERCOSUR (II)JORGE CARRERA •POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINAM. RAPOPORT / C. SPIGUEL
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JUAN SURIANO
PUEBLO Y POLÍTICAHILDA SABATO •
CAMPO E INDUSTRIA ALDO FERRER •EMPRESAS RECUPERADAS
J. REBÓN / I. SAAVEDRA •QUÉ ES AL QAEDA PEDRO
BRIEGER •DIEZ TEORÍAS QUE CONMOVIERON AL MUNDO (I)L. MOLEDO / E. MAGNANI •
LA NATURALEZA Y NOSOTROS CARLOS REBORATTI DIEZ TEORÍAS QUE
CONMOVIERON AL MUNDO (II)L. MOLEDO / E. MAGNANI •EL PROBLEMA CARCELARIO RAÚL SALINAS •
EL CIUDADANO SHERIFFDARÍO KOSOVSKY •LA REVOLUCIÓN
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LOS ENIGMAS DE IRÁNLUCIANO ZACCARA •
EL NACIONALISMO DE DERECHADANIEL LVOVICH •
2010, ¿ODISEA
ENERGÉTICA?RICARDO DE DICCO •LA GUERRA SILENCIOSASILVINA RAMÍREZ •
GOBERNAR EL IMPERIOOSCAR OSZLAK QUE SE VAYAN TODOSINÉS M. POUSADELA
CINE Y DICTADURAJUDITH GOCIOL / HERNÁN INVERNIZZI •
EL CAFÉ DE LOS CIENTÍFICOSLEONARDO MOLEDO / MARTÍN DE AMBROSIO •
LAS TECNOLOGÍAS EN
ARGENTINACARLOS EDUARDO SOLIVÉREZ •CHINA SE AVECINASERGIO CESARIN •
INTERNET Y LUCHA POLÍTICAS. MARTÍNEZ / A. MAROTIAS L. MAROTIAS / G. MOVIA
CHACAREROS PAMPEANOSJUAN MANUEL PALACIO •
EL FENÓMENO RELIGIOSOSILVIA MONTENEGRO / JUAN M. RENOLD •
LA ECONOMÍA SOCIALMARIO ELGUE
ARTE Y CREACIÓNM
ARTA ZÁTONYI •LA CIENCIA ES NEGOCIO
RICARDO A. FERRARO / SONIA BUMBAK •
MALVINAS, CAPÍTULO FINAL (I)FABIÁN BOSOER
MALVINAS, CAPÍTULO FINAL (II)FABIÁN BOSOER •QUIÉN CUSTODIA A LOS CUSTODIOSMARTÍN MEDINA HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL BERNARDO KOSACOFF
EL COSTO DE LA DEMOCRACIACHRISTIAN GRUENBERG •LA MARCA DE LA GORRA MARIANA GALVANI •
KATRINA, EL IMPERIO AL DESNUDOHINDE POMERANIEC •
LA
JUSTICIA PENAL ILEANA ARDUINO •EL CAFÉ DE LOS CIENTÍFICOS (II)MARTÍN DE AMBROSIO •
NEOLIBERALISMO Y DESENDEUDAMIENTO MARIELA BEMBI / PABLO
NEMIÑA •PARA LEER EL FACUNDO
OSCAR TERÁN •¡CUÁNTO TRABAJO MUJER! LAURA PAUTASSI •
RIESGO PAÍSRICARDO ARONSKIND COMBATES POR LA MEMORIA
FEDERICO LORENZ •¿TIENEN DERECHOS LAS MUJERES?MIRTA ZAIDA LOBATO •
SOBRE EL GENOCIDIO MARTÍN LOZADA •LAS GUERRAS DEL AGUA (I) ELSA BRUZZONE
VENEZUELA Y LA REVOLUCIÓN TELMA LUZZANI •LAS GUERRAS DEL AGUA (II) ELSA BRUZZONE •
LAVAR LOS PLATOS LEONARDO MOLEDO/IGNACIO JAWTUSCHENKO •
NO TE COMERÁS A TU PRÓJIMO RAÚL A. ALZOGARAY • QUÉ ES EL DESARROLLO LOCAL FABIO QUETGLAS •QUÉ ES EL LIBRE COMERCIO JAVIER ECHAIDE / LUCIANA
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BATIENDO LA JUSTA VICENTE PALERMO
RAFAEL MANTOVANI •EL FIN DE LA ERA BUSH MARCELO CANTELMI •
PERONISMO Y DICTADURA DANIEL AZPIAZU / MARTÍN SCHORR •CIENCIA PARA LEER EN BICICLETA
(II) ESTEBAN MAGNANI • EL EJEMPLO AYMARA EN BOLIVIA ENZO GIRARDI • EL FIN DE LA CONVERTIBILIDAD LORENA COBE • ESCRITOS URGENTES (I) JUAN GELMAN •
ESCRITOS URGENTES (II) JUAN GELMAN •CHICOS QUE TRABAJAN VÍCTOR CHEBEZ •
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LA SOMBRA DEL NARCOTRÁFICO
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.2005.2006
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