determinaciÓn del rendimiento forestal en el Área de
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DETERMINACIÓN DEL RENDIMIENTO FORESTAL EN EL ÁREA DE CONSERVACIÓN OSA
Mauricio Vega en colaboración con Marie Landry
Instituto de Políticas para la Sostenibilidad (IPS)
Informe 2 del
Proyecto Bioindicadores: “Decision-making models for evaluating cost-effectiveness
of conservation priorities using alternative biodiversity indicators”
NIVA NOTAT N-03/013
INBIO, NIVA, NINA
en colaboración con IPS y Australian Museum
Diciembre, 2002 Heredia, Costa Rica
2
Prefacio
El Proyecto Bioindicadores (título en inglés: “Decision-making models for evaluating cost-effectiveness of conservation priorities using alternative biodiversity indicators”) es una colaboración entre Interconsult International/NIVA1, Norwegian Institute for Nature Research (NINA)2, el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio)3 e IPS4. El proyecto recibe el apoyo del Consejo Noruego de Investigación. El Proyecto Bioindicadores tiene tres objetivos principales; (1) generar indicadores alternativos de biodiversidad usando la información disponible de inventarios de especies , mapeo de ecosistemas, y variables ambientales; (2) generar indicadores de costos de oportunidad de la conservación usando información disponible sobre la capacidad de uso del suelo, rendimientos agrícolas y forestales, y costos de protección del SINAC; (3) integrar estos indicadores en un modelo que permite evaluar la priorización de áreas para protección y/o el pago de servicios ambientales. Para la integración de los indicadores y análisis de prioridades de conservación se está aplicando el modelo TARGET, en colaboración con sus autores en el Australian Museum5. TARGET permite la identificación de un conjunto de áreas que contienen el mayor nivel de biodiversidad al menor costo de oportunidad de su protección. El Area de Conservación Osa (ACOSA) fue escogido por el Proyecto Bioindicadores como un área de estudio pilóto para desarrollar y probar la metodología de indicadores y el modelo TARGET. El modelo TARGET también se ha usado para la evaluación de prioridades de conservación a nivel regional y nacional en otros países. Este informe constituye uno de tres informes sobre indicadores de costos de oportunidad de la protección de la biodiversidad a nivel ”regional” en ACOSA:
1) “Determinación del costo de oportunidad y clasificación por clases de capacidad de uso (CCU)” , (Vega y Vega, 2002)
2) “Determinación del rendimiento forestal en el área de conservación de Osa” (Vega y Landry, 2002)
3) ”Determinación de los costos de manejo y protección en ACOSA” (Barrantes, Vega y Vega, 2002)
1 Para mayor información sobre el Proyecto Bioindicadores: coordinador David N. Barton [email protected] (previamente Interconsult International) 2 Graciela Rusch, [email protected] 3 Marco Castro, [email protected] 4 Mauricio Vega, [email protected] 5 Dan Faith, [email protected]
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Índice de contenidos
Índice ................................................................................................................................ 3 I Introducción .................................................................................................................... 4 II Características del bosque húmedo tropical.................................................................. 5
2.1 Generalidades de los bosque húmedos............................................................................. 5 2.2 Crecimiento del bosque húmedo tropical......................................................................... 7
III Materiales y métodos.................................................................................................... 8 3.1 Fuentes de información .................................................................................................... 8 3.2 Determinación del volumen en pie por ecosistema.......................................................... 9 3.4. Establecimiento de precios en pie para los volúmenes calculados ............................... 12 3.5. Rendimiento esperado para los ecosistemas boscosos de ACOSA............................... 14
IV Resultados y discusión ............................................................................................... 15 4.1 Limitaciones y supuestos ............................................................................................... 15 4.2 Ingresos esperados por ecosistema boscoso en ACOSA. .............................................. 18
V Bibliografía .................................................................................................................. 23 Índice de cuadros y mapas Cuadro 3.1. Ejemplo de cálculo de las proporciones y nuevos valores asignados a cada parte de una finca bajo manejo, localizada sobre dos ecosistemas diferentes. .................................. 11 Mapa 3.1 Detalle de los ecosistemas boscosos sin información ......................................... 12 Cuadro 3.2 Distribución de precios por categorías en Pulgada Maderera Tica (PMT) y m3 para la zona Sur de Costa Rica, junio 2002. .................................................................................... 13 Mapa 4.1. Ecosistemas boscosos del Área de Conservación Osa........................................ 16 Cuadro 4.1 Distribución y volúmenes estimados para los ecosistemas boscosos para el Área de Conservación Osa................................................................................................................. 17 Cuadro Nº 4.2 Ingresos totales por ecosistema boscoso, Área de Conservación Osa. ........ 19
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I Introducción
En la península de Osa se encuentra el último remanente de bosque lluvioso tropical en la costa
pacífica de América Central (Maldonado, 1997). Estos bosques se encuentran entre la
conservación pura por el establecimiento de Áreas Silvestres Protegidas (ASP) en 1975 y un
proceso de deforestación que inicia en el año 1957 (Barrantes, et.,al.,1999). Esta región posee
gran afinidad florística con los bosques sudamericanos y es uno de los sitios con mayor
endemismo arborescente de Costa Rica. Los cambios en el paisaje de la península según
Barrantes, et.,al responden básicamente a varias etapas, entre las que destacan las siguientes: Una
ocupación espontánea de la población chiricana entre los años 1848-1937, la aparición de las
compañías bananeras en el periodo 1937-1957. A partir de esta fecha se inician una serie de
conflictos entre agricultores y la empresa de capital extranjero Osa Productos Forestales que se
estableció del 57 a 1978. En este momento inicia el proceso de establecimiento de ASP,
desarrollo de asentamientos del IDA (Barrantes, et.,al.,1999). Es así como se moldea la gran
complejidad de la tenencia de la tierra que no ha permitido ordenar el territorio en una forma
satisfactoria, donde es necesario un la implementación de un Plan General de Manejo y
Desarrollo de esta región.
El recurso forestal solo ocupa una parte de la superficie de la península de Osa. En efecto, se
encuentran otros tipos de vegetación y usos del suelo en la península. A nivel forestal, se
encuentran dos grandes categorías de procedencia forestal. Hay en primer lugar los bosques de
origen natural y en segundo lugar, las de origen artificial, es decir, las plantaciones forestales.
Dentro del bosque de natural, desde el punto de vista económico del dueño del bosque, este se
encuentra sujeto a un peligro inminente de desaparecer, fundamentalmente por; el poco valor
asignado a la madera en pie, a los altos costos de aprovechamiento, a la fragmentación de las
masas boscosas que incrementan costos (los planes de manejo son a nivel de finca), altos costos
asignados a la tramitología para cumplir los requisitos legales, turnos de corta no menores a 15
años, la restricción de tener que dejar el 40% del volumen comercial en el bosque. Estas
características hacen que los propietarios tengan que combinar la actividad de aprovechamiento
forestal con otras, o bien sustituir esta con el fin de asegurar su sustento y satisfacer sus
expectativas.
Por otro lado desde el punto de vista ecológico no se conoce verdaderamente la complejidad de la
dinámica del bosque, aunque se han hecho estudios puntuales que abordan los ecosistemas
5
boscosos (Rodríguez y Calderón, 1996; Barrantes, et.,al. 1999; Valerio, Salas y Castillo, 1995;
Maldonado, 1997) y pese existir un Plan General de Manejo y Desarrollo de la Reserva Forestal
Golfo Dulce (Álvarez y Márquez, 1992) no se han evaluado ni zonifico a nivel macro cuales
zonas deberían dedicarse a manejo forestal y cuales a protección absoluta, en términos de la
visión de ecosistema que preserve las funciones ecológicas de estos.
En el aprovechamiento forestal, la estructura y composición del bosque es modificada, donde las
espacies comerciales son selectivamente sacadas del ecosistema, con repercusiones aún no bien
estudiadas (en tiempo y en espacio). Este proceso afecta la dinámica de la sucesión ecológica
normal donde se favorece el desarrollo de unas especies y se perjudica el de otras.
El objetivo fundamental del trabajo es estimar el rendimientos por tipo de ecosistema boscoso del
Área de Conservación Osa (ACOSA), para ello se obtuvo el volumen medio en pie y se asignó
una ponderación por precio y valor de las maderas de la zona sur del país. Para ello, se parte de
supuestos de homogeneidad de los ecosistemas boscosos, que los volúmenes aprobados en las
resoluciones emitidas por la administración forestal del estado, son el volumen productivo actual
de los ecosistemas con bosque en ACOSA. Además de conceptos legales (ley forestal 7575) de
que la actividad económica se mantiene en el tiempo (prohibición de cambio de uso del suelo) y
que se pueden obtener rendimientos similares cada 15 años (periodo de retorno-ciclo de corta).
En presente estudio, sin pretender ser una evaluación exhaustiva del sector forestal en la
península de Osa, se analizan los elementos que justifican la metodología y a la información
utilizada.
II Características del bosque húmedo tropical
2.1 Generalidades de los bosque húmedos
Los bosques húmedos se ubican en las cercanías del ecuador, aproximadamente entre los 10
grados de latitud N y S y se pueden encontrar en más de 80 países en la región tropical. (Johnson
y Cabarle, 1995). Según Lamprecht (1990) la generalidad de los árboles emergentes de los
bosques húmedos del trópico alcanzan alturas de 45 a 55 m con sus copas situadas en el piso
superior y no forman un dosel cerrado, en estratos inferiores se dificulta diferenciar los pisos que
están dispuestos en forma de escalera.
6
Muñoz y Phillips (1977), caracterizan los bosques húmedos considerando que su irregularidad se
manifiesta en torno a que:
Su composición florística contiene a veces más de cien especies arbóreas a la cual se
agregan centenares de arbustos, trepadoras, bejucos, palmas, gramíneas entre otras.
Se encuentran todos los tamaños de especies forestales.
Heterogeneidad en las etapas de crecimiento de los árboles, la cual varía mucho entre
las diferentes especies, influenciado por las diferencias genéticas, competencia y
calidades de sitio.
Heterogeneidad fenológica o sea en cualquier momento del año se pueden observar
especies floreciendo o con frutos.
Heterogeneidad en la ocurrencia y distribución de las especies sobre el área del
bosque aun cuando ciertas especies tengan limitaciones edáficas o de clima.
La forma de los fustes no es regular.
Específicamente Muñoz y Phillips (1977), distinguen cuatro tipos de vegetación a saber: bosque
primario, bosque secundario, cultivos y pastos. En el bosque primario existen árboles de copas
grandes, en el bosque secundario se distinguen árboles de copas medianas.
En los bosques intervenidos se forman comunidades ecotónicas típicas, formadas por organismos
provenientes de cada uno de los ecosistemas adyacentes, a los que se agregan ciertas especies
características (y quizá únicas) del ecotono. En áreas continuas de bosques, es posible que los
ecotonos presente un mayor número de especies y mayores densidades de población que
cualquiera de los biomas adyacentes. Este fenómeno se ha denominando efecto de borde (Villee
et al 1985).
El efecto de borde es un término que puede asociarse con el de ecotono, el cual es la zona de
transición entre dos tipos de asociaciones o regiones vegetales, por ejemplo entre el bosque
tropical húmedo y el tropical seco. De manera muy general el ecotono es la zona fronteriza entre
dos tipos de ecosistemas (Mata y Quevedo, 1990). El efecto borde puede ser perjudicial para
cierto tipo de ecosistema si este se encuentra aislado de otro semejante. Estas alteraciones se
7
pueden dar por: la caída de un árbol, incendios forestales, terraplenes, aprovechamiento
forestal intensivo etc. En otros casos, la actividad humana directa provoca alteraciones en el
paisaje dando origen a agroecosistemas, los cuales también ejercen un efecto de borde sobre las
áreas circunvecinas.
Los efectos de los cambios en el patrón de paisaje (e.g. fragmentación) de hábitat tienen
consecuencias negativas para los ecosistemas como: pérdida de hábitat, hábitat remanentes más
pequeños, aislamiento de parches, incremento del efecto de borde, reducción de poblaciones de
vida silvestre, desaparición de algunas especies, mayor vulnerabilidad de las especies
remanentes, menor biodiversidad y cambios en la composición de la comunidad de especies
(Harris 1984, Saunder et al. 1991, Wiens 1994).
2.2 Crecimiento del bosque húmedo tropical
Lamprecht (1990), sugiere que para el análisis del crecimiento del bosque húmedo tropical se
debe analizar especie por especie (especies representativas); sin embargo, esas se pueden agrupar
con relación a su comportamiento: las especies pioneras, esciófitas y el de las heliófilas.
Lamprecht (1990), apunta que para obtener resultados confiables en torno al crecimiento solo se
puede establecer mediante mediciones directas periódicas realizadas a través de muchos años, y
que los resultados provenientes de plantaciones no se pueden extrapolar a bosques naturales.
En general las masas boscosas húmedas presentan estratos muy diferentes en cuanto a su
distribución de edades, como es típico en los bosques naturales tropicales (Muñoz y Phillips,
1977). En cuanto a su estructura y composición de la masa, existe mucha variación de especies
con algunas dominantes, encontrándose hasta 92 árboles por hectárea, de las cuales, las clases
diamétricas menores a 40 centímetros de dap son las más abundantes representando el 63.2% de
la masa (Muñoz y Phillips, 1977). En las clases diamétricas mayores de 40 centímetros se
encuentran hasta treinta y cuatro árboles por hectaréa (Muñoz y Phillips, 1977). Esta distribución
en una gráfica de especies contra diámetro tiene una forma de j invertida.
Grafe (1981), citado por Lamprecht (1990), en los bosques húmedos siempre verdes de los
Llanos Occidentales venezolanos ha estudiado las condiciones que se dan para estos bosques en
8
una situación de deforestación. Se estima que la masa secundaria se repondría en un periodo
de 25 años donde se da la dominancia de especies arbóreas que se aproximen a la masa original.
Para un ecosistema de bosque primario intervenido se estima que el tiempo de reposición se dará
en unos 50 años.
El desarrollo de la masa forestal y de la regeneración depende de una complejidad de factores
abióticos como bióticos, como el agua, luz, viento, suelo, temperatura, dispersores, depredadores,
actividad microbiana (Lamprecht, 1990).
En general luego de un aprovechamiento se modifican tanto la estructura vertical como la
horizotal del ecosistema. La primera se refiere a la distribución de los individuos a lo alto del
perfil, respondiendo esta distribución a las características de las especies y a las condiciones
microclimáticas que varían al moverse desde los estratos inferiores del sotobosque hasta el
dosel de este. La estructura horizontal se refiere al acomodo espacial de los individuos.
Según Lamprecht (1990), las características de una masas forestal se pueden aproximar mediante
el índice de valor de importancia, este índice se compone de parámetros como la abundancia, la
frecuencia y la dominancia. La abundancia es el número de árboles por especie, la frecuencia es
la existencia o la falta de una especie dentro de una unidad de área específica (parcela) y la
dominancia es el grado de cobertura de la especies, como la expresíon del espacio que ocupan.
Luego de un aprovechamiento maderero, se modifican los parámetros anteriormente
mencionados, donde la capacidad de los ecosistemas para reponer su composición y estructura
original dependen, además, de las condiciones naturales antes mencionadas, de la severidad con
que se alteraron las funciones ecológicas del ecosistema.
III Materiales y métodos
3.1 Fuentes de información
Para la evaluación del volumen en pie se consultó el informe producido por Barrantes, et.,al
(1999) denominado “Evaluación de los planes de manejo Forestal autorizados en el periodo
1997-1999 en la península de Osa”. De este informe se obtuvieron los datos de volumen a extraer
para los diferentes planes de manejo autorizados. Los planes de manejo poseen una referencia
geográfica que fue facilitada por Tirso Maldonado, trabajo que realizaron para el estudio citado
9
anteriormente, cuya base son los planos catastrados de los propietarios que se les aprobó el plan
de manejo. También se utilizó el mapa digital de Ecosistemas para ACOSA, facilitado por el
Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio-SINAC, 1999).
Para obtener la distribución de las frecuencias de las especies se extrajeron en los ecosistemas
boscosos de ACOSA, se consultaron un total de 28 resoluciones de aprobación de los expedientes
administrativos de los planes de manejo. Estos expedientes incluyen el plan de manejo y la
información del inventario forestal6. El trabajo de consulta se realizó en la oficina sub regional de
Puerto Jiménez.
Para la agrupación de las especies extraídas en las clases comerciales se consultó al señor Carlos
Piedra, propietario del aserradero el Alto, así como a otros conocedores de otros aserraderos del
uso y precio de las maderas comunes de la península de Osa. También se corrigió esta
información con base en la lista de especies según las clases comerciales de la Cámara
Costarricense Forestal.
Los precios de los diferentes grupos de maderas fueron facilitados por la Cámara Costarricense
Forestal (CCF), precios válidos de mayo a junio del 2002.
Además, se consultó bibliografía con la cual se justifica tanto la información utilizada, como los
supuestos realizados.
3.2 Determinación del volumen en pie por ecosistema
Del mapa de ecosistemas de ACOSA (INBio-SINAC, 1999), se seleccionaron las categorías que
corresponden a algún tipo de bosque, donde es posible se desarrollen actividades forestales. Esta
área es 205,655.2 ha lo que representa un 47.8 % del total de ACOSA (en total ACOSA tiene
430,038.6 ha), ver mapa 4.1.
10
Para cada ecosistema, se obtuvo el valor medio de volumen (m3/ha), a partir de la
información sobre planes de manejo y resoluciones de aprobación de volumen disponible en
Barrantes, et.,al, (1999) y de la distribución espacial de los fincas con planes de manejo en la
península de Osa7. Se ubicó un plan de manejo (903AR), que tuviera influencia directa en el
ecosistema Bosque Ralo Basal, para corroborar los altos volúmenes extraídos reportados en los
datos de Barrantes et.,al, (1999). Con los datos de fincas con planes de manejo georeferenciadas,
se hizo una sobre posición de los ecosistemas forestales definidos según la clasificación de
INBio-SINAC (1999), con las fincas bajo planes de manejo que tuvieran datos de volumen.
Con los datos de las fincas geo referenciadas se obtuvo el área total de la finca donde se aprobó el
plan de manejo, y una superficie de manejo8, sin embargo, en los polígonos de las fincas no se
conoce cuál es la distribución espacial de esa superficie de manejo. Generalmente, no toda la
superficie de las finca se encuentran bajo cobertura boscosa, y por lo tanto no es posible extraer
árboles de toda la superficie. Con base en el reporte de superficie de manejo por finca tomada de
los planes de manejo, se asignó una proporción a cada parte de las fincas, producto de la sobre
posición de las fincas geo referenciadas con los planes de manejo contra los ecosistemas
boscosos de ACOSA, esto con el fin de asignar a la superficie de manejo un volumen
proporcional a la superficie cubierta por cada tipo de ecosistema en cada finca (ver cuadro 3.1).
Se agruparon todas las nuevas superficies y volúmenes en pie por ecosistema. Se efectuó
finalmente una transformación de estas superficies y estos volúmenes en volúmenes por hectárea.
Esto significa que; se está corrigiendo el área efectiva de manejo por ecosistema boscoso a partir
de la superficie de manejo reportada en los planes de manejo, proceso basado en el mapa de
ecosistemas (INBio-SINAC, 1999). Es posible que, una finca pueda estar en dos ecosistemas
boscosos diferentes, por lo que la ponderación es necesaria por ecosistema boscoso.
6 Según Barrantes, et.,al (1999) solo 51% de los planes de manejo consultados en el periodo 1997-1999 poseen este inventario forestal 7 Información digital suministrada por Tirso Maldonado. 8 Esta superficie de manejo, la reporta el profesional forestal en el plan de manejo, en muchos casos no se realiza levantamiento topográfico ni se especifica con claridad el método utilizado para dicho cálculo.
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Cuadro 3.1. Ejemplo de cálculo de las proporciones y nuevos valores asignados a cada parte de una finca bajo manejo, localizada sobre dos ecosistemas diferentes.
Ecosistema
Superficie
de manejo
(ha)
Volumen
total
aprobado
(m3)
área
cubierta
en el
ecosistema
Proporción
Nueva
superficie de
manejo por
ecosistema
(ha)
Nuevo
volumen por
ecosistema
(m3)
BDB 10 300 15.3 15.3/22.4=0.68 0.68*10=6.8 0.68*300=204
BDP 10 300 7.1 7.1/22.4=0.32 0.32*10=3.2 0.32*300=96
Totales de la
finca 10 300 22.4 100% 10 300
Donde : BDB= Bosque Denso Basal
BDP= Bosque Denso Premontano
En el caso de las fincas con referencia geográfica que están en un mismo tipo de ecosistema
boscoso pero cuyo volumen no está disponible, se extrapoló el volumen medio (m3/ha)
proveniente de las fincas con datos.
Dado que las fincas y sus respectivos volúmenes no cubren todo el conjunto de ecosistemas
boscosos representados en el mapa de ecosistemas de la península de Osa (INBio-SINAC, 1999),
se calculó un volumen promedio (m3/ha), para asignar los valores de los ecosistemas adyacentes a
los que no tenían datos de volumen en fincas bajo plan de manejo (ver mapa 3.1). En el caso del
ecosistema Bosque Denso Montano Bajo, que colinda con el Golfo Dulce en su parte norte y al
sur, únicamente con el ecosistema Bosque Denso Premontano, se le asignó el valor medio de
volumen de este ecosistema, bajo el supuesto que posee ciertas características semejantes.
El Bosque Ralo Premontano se le asignó el promedio de los volúmenes obtenido para los
ecosistemas con datos. Este ecosistema con la característica de no coincidir con datos utilizados
de fincas que sometidas a planes de manejo, está sumamente fragmentado encontrándose
polígonos dispersos unos de otros y en muchos casos sin conectividad con algún otro ecosistema
boscoso.
El Bosque Denso Montano Bajo y el Bosque Ralo Premontano representan el 1% de los
ecosistemas boscosos de ACOSA (ver cuadro Nº 4.2).
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Mapa 3.1 Detalle de los ecosistemas boscosos sin información
Fuente: Elaboración propia, a partir del mapa digital de ecosistemas de ACOSA (INBio-SINAC, 1999)
3.4. Establecimiento de precios en pie para los volúmenes calculados
A partir de los precios de madera en pie para la zona sur (Cámara Costarricense Forestal (CCF),
2002), se estimaron los ingresos que se percibirían por la venta de la madera en pie.
Esta información agrupa los precios según categorías (ver cuadro Nº 3.2). Se consultaron 28
expedientes con planes de manejo donde se tomó la información de las resoluciones de
aprobación e inventarios forestales, es decir la madera que realmente fue autorizada para ser
cortada en dichos planes de manejo. Con estas frecuencias de extracción por especie se obtuvo
una ponderación que corrige el volumen obtenido para el ecosistema, con las diferencias de los
valores comerciales que se les dan a las maderas. Esto debido a que, por ejemplo, una finca con
un bosque que no ha sido intervenido nunca, probablemente tendrá un alto porcentaje de especies
como el Nazareno-finas y semiduros clasificados, las cuales se cotizan a precios muy superiores a
las especies agrupadas en la clase formaleta.
Post aprovechamiento mediante un plan de manejo, no se asegura la repoblación tanto en
estructura y composición de la masa original, por lo menos con la frecuencia (15 años) e
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intensidad (60% del volumen comercial) a la que son sometidos los bosques de ACOSA,
esto tiene repercusiones en las cantidad y calidad de especies comerciales (madera) que se podrán
extraer en una finca en aprovechamientos futuros. Esto aplica a alguna finca donde se hayan
realizado aprovechamientos anteriores, lo que puede explicar los altos porcentajes de maderas en
la clase de formaleta. Por ejemplo, el plan de manejo Nº 1047AR que tiene el 80% de los árboles
extraídos son de clase formaleta, el 16.7%, 3.3%, 0.0% son de semiduros clasificados, semiduros
comunes y Nazareno-finas, respectivamente. Según los planes de manejo consultados en
promedio el 45.4% de las maderas que se extraen tienen la calidad de formaleta.
Cuadro 3.2 Distribución de precios por categorías en Pulgada Maderera Tica (PMT) y m3 para la zona Sur de Costa Rica, junio 2002.
Árbol en pie Árbol en pie Árbol en pie Zona Sur ¢/PMT ¢ /m3 $/m3
Clases de calidad y precios de maderas MIN MEDIA MAX MIN MEDIA MAX MIN MEDIA MAX Nazareno-finas 55 63 70 17930 20538 22820 50.37 57.69 64.10 Semiduro Clasificados 45 53 60 14670 17278 19560 41.21 48.53 54.94 Semiduro Comunes 35 40 45 11410 13040 14670 32.05 36.63 41.21 Formaleta 20 25 30 6520 8150 9780 18.31 22.89 27.47 Melina 14 20 25 4564 6520 8150 12.82 18.31 22.89 Teca 80 85 90 26080 27710 29340 73.26 77.84 82.42
Fuente: Camara Costarricese Forestal, 2002
Notas:1m3=326 PMT. Tipo de cambio a junio 2002 ¢356$
Según la información suministrada por la CCF se entiende por semiduros clasificados, las
especies de: Amarillón (Roble Coral), Ciprés, Guanacaste, Caréy, Botarrama, María, Guayaquil,
Ajo, Cedro Dulce, Plomillo, Ocora, Roble Sabana, Titor, Níspero, Chiricano, Tamarindo,
Camibar…
Los semiduros comunes son: Fruta Dorada, Espavel, Gavilán, Iras, Jaúl, María,
Areno(Masicaran), Pilón, Baco (Lechoso), Ojoche, Campano, Amargo, Madroño, Jícaro,
Cascantillo, Chancho, Querosen, Yema de Huevo, Cocora…
En la categoría de formaleta están: Ceibo, Chilamate, Magnolia, Jabillo, Balsa; Acituno,
Sangrilla, Pino, Panamá, Gallinazo, Poró, Jobo, Papa, Guácimo Colorado, Yos, Hule…
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En la clase Nazareno-finas se incluyen maderas que por su uso y precio se asemejan a al
Nazareno, como el Cristóbal y Ron Ron.
Si bien es cierto no están todas las especies comerciales que se encuentran en Osa, en general en
la práctica son muy bien clasificables por los madereros y dueños de aserraderos.
3.5. Rendimiento esperado para los ecosistemas boscosos de ACOSA
La ponderación obtenida a partir de las frecuencias de extracción, se multiplicó por el volumen
total calculado para cada ecosistema, con lo que se generó el volumen esperado por tipo de
categoría de valores de la madera en pie. Posteriormente se multiplicó este volumen por el precio
de la categoría de precios de la CCF, obteniendo así el ingreso esperado por tipo de ecosistema.
Matemáticamente es lo siguiente:
Pv iiiIec ∗= )(α (ec. 3.1) Donde,
Iec Ingresos totales esperados por ecosistema boscoso($/m3) Vi Volumen total por ecosistema (m3) Pi Precio asignado por categoría i ($/m3) αi Proporción de la frecuencia de extracción de las maderas por tipo de ecosistema.
A los 28 planes de manejo consultados para la obtención de las frecuencias se les tomó la
coordenada extrema izquierda de la finca bajo plan de manejo, esto para visualizar la ubicación
geográfica con respecto a los ecosistemas boscosos. De los 28 planes, 20 directamente
relacionados con el ecosistema Bosque Denso Basal y el resto en otros ecosistemas. Se asignó la
misma proporción a todos los ecosistemas, dado que no se conoce la distribución la ubicación
exacta del área de manejo dentro de estas fincas sometidas a planes de manejo.
Para el caso de las plantaciones forestales, estas representan el 6.9% del área estudiada, y se
distribuyen irregularmente en todo ACOSA, además se siembran una serie de especies con
diferentes características de adaptación al sitio. Por ejemplo del mapa de zonificación de especies
para reforestación para ACOSA9 se podrían potencialmente sembrar, Teca, Melina, Chancho,
Pilón, Amarillón y Jaúl. Esta zonificación incorpora variables de: zona de vida, elevación sobre el
9 Tomado del Atlas Digital de Costa Rica, editado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
15
nivel del mar, precipitación promedio y meses secos. El total de los polígonos de las
plantaciones determinadas por mapa de ecosistemas está incluido en algún área de zonificación
de especies para reforestación.
Como existe una alta diversidad de sitios donde se establecen plantaciones, y se desconoce las
especies que existen en los diferentes polígonos del ecosistema “Plantaciones Forestales” se
asignó un volumen medio de 20 m3 , este dato fue promediado con tablas de rendimientos del
INISEFOR10 para la zona sur.
IV Resultados y discusión
4.1 Limitaciones y supuestos
De la información de las fincas con referencia espacial, a las que se les relacionó los valores de
volumen reportados en Barrantes, et.,al (1999), no toda el área de estas fincas está dentro del área
reportada como bosque en el mapa de ecosistemas del INBio-SINAC (1999). Esta proporción es
de 2,016.9 ha fuera de estos ecosistemas y de 6,487.5 ha dentro. En los planes de manejo se
presenta la información por finca, y el reporte del área efectiva de manejo se da como un número,
es decir, no se conoce la distribución dentro del total de la finca, lo que dificulta el poder utilizar
solo la proporción de la finca con potencial maderero (área con bosque), haciendo referencia a los
planos catastrados de los propietarios. El supuesto es que la corta de la madera se hace en zonas
de la finca con bosque, zonas a las cuales se le calculó los rendimientos por esta actividad.
Generalmente la mayoría de los planes de manejo incluyen toda el área de la finca y se hace
cierta referencia a la superficie de aprovechamiento y a la de protección. Lo que si es claro es que
dados los altos costos que implica el aprovechamiento forestal (en términos de elaboración del
plan de manejo, movilización de maquinaria, apertura de caminos, salarios etc), es muy poco
probable que algún propietario y/o maderero no incluyan dentro de una misma finca un área con
bosque (y con potencial maderero) dentro del plan de manejo.
El bosque es uno de los recursos naturales más importantes con que cuenta ACOSA para su
desarrollo; constituye una unidad ecosistémica formada por árboles, arbustos y demás especies
vegetales y animales, resultado de un proceso ecológico espontáneo que interrelaciona otros
recursos como el agua, la biodiversidad, el suelo, el aire, el paisaje, etc.
10 Instituto de Investigaciones y Servicios Forestales de la Universidad Nacional, Ing. Fernado Mora e Ing. Victor Mesa, comunicación personal. Dato sujeto a ajuste.
16
Se supone que la clasificación realizada para determinar los diferentes ecosistemas de
ACOSA (INBio-SINAC, 1999), es lo más cercano a una unidad natural en la cual la vegetación,
los animales, el clima, la fisiografía, el suelo y la formación geológica están interrelacionados
interactuando con el medio, por lo tanto el comportamiento y desarrollo de las especies
dominantes (en este caso árboles) se esperaría que fuese similar. Este comportamiento y
desarrollo de las masas forestales hace suponer que el rendimiento forestal sea similar también.
La cantidad y calidad de madera que pueda dar una hectárea, por ejemplo, varia entre otras cosas
por la ausencia o presencia de aprovechamientos anteriores, en el caso de haberse realizado un
aprovechamiento, la severidad o la intensidad y en que tiempo, se efectuó este, va a determinar en
gran medida que cantidad y calidad de madera se podrá extraer. En la determinación del
volumen a los ecosistemas, reportado en los planes de manejo se están obviando la calidad de las
fincas en términos de extracciones anteriores.
Mapa 4.1. Ecosistemas boscosos del Área de Conservación Osa
Fuente: Elaboración propia, a partir del mapa digital de ecosistemas de ACOSA (INBio-SINAC, 1999)
En el siguiente cuadro se presenta los volúmenes estimados por ecosistema boscoso, donde
resalta el bosque denso basal con 80% del área de ACOSA en esta cobertura, sin embargo, posee
17
un volumen por hectárea menor al Bosque Ralo Basal. El alto volumen en este ecosistema se
debe los datos encontrados en los planes de manejo de los expedientes AR1118, AR1016 y
903AR. El expediente AR118 tiene 6.21ha de manejo 54 árboles de corta y un volumen de 273
m3, el expediente AR1016 reportó 10 ha de manejo 63 árboles a extraer y un volumen de 354 m3.
El expediente 903AR consultado para obtener los ponderadores por valor comercial de las
maderas incluye una gran proporción de su área en el Bosque Ralo Basal, tiene reportado para la
finca un total de 70.47 ha, de las cuales 53.60 ha son de producción, el volumen autorizado es de
1555.54 m3 , para un volumen de 29.01m3/ha. El promedio del volumen asignado al ecosistema
fue entonces de 31.36 m3/ha, probablemente este ecosistema no sea tan productivo, si no más
bien los planes de manejo extrajeron más cantidad de madera de la debida, degradando en exceso
el recurso.
Cuadro 4.1 Distribución y volúmenes estimados para los ecosistemas boscosos para el Área de Conservación Osa.
Ecosistema Boscoso Área (ha) Porcentaje Relativo m3/ha
Bosque Denso Basal 164,465.42 80.00% 24.10 Bosque Denso Montano Bajo 1,815.58 0.90% 20.05 Bosque Denso Premontano 21,853.67 10.60% 20.05 Bosque Ralo Basal 2,801.95 1.40% 31.36 Bosque Ralo Premontano 265.639 0.10% 25.85 Plantacion Forestal 14,259.56 6.90% 20.00 Total 205,655.19 100%
Fuente: Elaboración propia, a partir del mapa digital de ecosistemas de ACOSA (INBio-SINAC, 1999) y el mapa
digital de fincas con planes de manejo aprobados por MINAE para el periodo 1997-1999.
Para ACOSA, ni en los expedientes ni en los planes de manejo donde se toman los datos de
inventarios forestales, hay alguna indicación de las técnicas de inventario utilizadas, de los
cálculos efectuados para encontrar los volúmenes, etc. Para la zona no existe un estudio que
abarque ACOSA en un inventario regional que permita conocer, primero las existencias, luego
los volúmenes comerciales aprovechables sosteniblemente. Esto añade una fuente de error a los
volúmenes calculados en el estudio actual para ACOSA.
Específicamente, en algunos hay una falta de concordancia entre los códigos de identificación de
los planes de manejo y los datos de los fincas encontradas en el informe, y su distribución
espacial (Maldonado 2002, com. pers). En realidad, hay números de planes de manejo que se
18
encuentran en doble y en triple sobre posición (es decir las fincas se sobreponen, en planes
de manejo diferentes) o la misma finca aparece con diferente identificador en expediente de
planes de manejo.
Los cálculos realizados para los ingresos esperados implican que el propietario podrá extraer de
cada ecosistema el volumen calculado y podrá realizar otra extracción hasta dentro de 15 años,
esto según los principios criterios e indicadores para el manejo forestal y la certificación en Costa
Rica (La Gaceta Nº212, 1998). Lo anterior hace los beneficios por la actividad forestal se deban
repartir en por lo menos estos 15 años. Los terrenos se mantendrán en bosque productivo hasta el
infinito, la tasa de descuento real aplicable es de 11%, basados en Vega y Sancho (1997).
4.2 Ingresos esperados por ecosistema boscoso en ACOSA.
En el cuadro 4.2 se presentan los ingresos totales calculados por ecosistema boscoso, con su
respectivo ponderador.
19
Cuadro Nº 4.2 Ingresos totales por ecosistema boscoso, Área de Conservación Osa.
Ecosistema Bosque Denso Basal (BDB)
Ponderación $/m3 Medio Volumen Ingreso por ecosistema
Nazareno-finas 5.3% 57.69 211,899.10 12,224,458.83 Semiduros Clasificados 40.0% 48.53 1,586,740.47 77,004,515.11 Semiduros Comunes 8.2% 36.63 327,025.38 11,978,939.52 Formaleta 46.4% 22.89 1,838,683.49 42,087,465.11 Total Volumen_Precio 100.0% 165.74 3,964,348.43 143,295,378.57 Bosque Denso Premontano (BDP) Nazareno-finas 5.3% 57.69 23,415.19 1,350,822.02 Semiduros Clasificados 40.0% 48.53 175,337.33 8,509,120.64 Semiduros Comunes 8.2% 36.63 36,136.82 1,323,691.75 Formaleta 46.4% 22.89 203,177.43 4,650,731.42 Total Volumen_Precio 100.0% 165.74 438,066.77 15,834,365.85 Bosque Denso Montano Bajo (BDMB) Nazareno-finas 5.3% 57.69 1,945.31 112,224.75 Semiduros Clasificados 40.0% 48.53 14,566.82 706,928.01 Semiduros Comunes 8.2% 36.63 3,002.21 109,970.80 Formaleta 46.4% 22.89 16,879.75 386,377.45 Total Volumen_Precio 100.0% 165.74 36,394.09 1,315,501.01 Bosque Ralo Basal (BRB) Nazareno-finas 5.3% 57.69 4,696.45 270,938.30 Semiduros Clasificados 40.0% 48.53 35,167.92 1,706,699.06 Semiduros Comunes 8.2% 36.63 7,248.07 265,496.70 Formaleta 46.4% 22.89 40,751.89 932,810.72 Total Volumen_Precio 100.0% 165.74 87,864.33 3,175,944.79 Bosque Ralo Premontano (BRP) Nazareno-finas 5.3% 57.69 339.18 19,567.58 Semiduros Clasificados 40.0% 48.53 2,539.88 123,260.43 Semiduros Comunes 8.2% 36.63 523.47 19,174.58 Formaleta 46.4% 22.89 2,943.16 67,369.03 Total Volumen_Precio 100.0% 165.74 6,345.70 229,371.62 Plantación forestal 100.0% 48.08 285,191.24 13,710,568.86 Total Volumen_Precio 100.0% 48.08 285,191.24 Total total 4,818,210.55 177,561,130.70
20
Cuadro Nº 4.3 Ingresos promedio por hectárea por ecosistema boscoso, Área de
Conservación Osa.
Ecosistema Ingresos ($/ha) $/ha/año Bosque Denso Basal (BDB) 871.28 121.2 Bosque Denso Premontano (BDP) 724.56 100.8 Bosque Denso Montano Bajo (BDMB) 724.56 100.8 Bosque Ralo Basal (BRB) 1,133.48 157.6 Bosque Ralo Premontano (BRP) 863.47 120.1 Plantación forestal 961.50 133.7 Total-Promedio 879.8 122.4
Nota: el valor anual equivalente ($/ha/año) es el beneficio equivalente recibido anualmente de la
actividad forestal, que en la realidad se perciben cada 15 años.
Con otra metodología basada en la Clasificación de las Clases de Capacidad de Uso de las Tierras
de Costa Rica, Vega y Vega (2002), determinaron que tierras de vocación forestal para manejo
de bosque (clases VF y VII) tienen un costo de oportunidad de U$ 155/ha/año. Las que permiten
manejo y plantaciones forestales (clase VI) U$ 152/ha/año. En los terrenos clase VIII la renuncia
sería a desarrollar actividades turísticas y/o venderla al gobierno, determinaron un costo de
oportunidad de U$ 47/ha/año.
Como se discutió anteriormente la dinámica de los bosques de la península de Osa es muy
particular, no se ha estudiado (o bien aplicado estos estudios) a fondo con el fin de establecer
parámetros regionales de manejo sostenible, que permitan hacer que el bosque permanezca en el
tiempo con los mismos rendimientos actuales (por lo menos). Como en la actualidad no se
conoce como han afectado los aprovechamientos anteriores, es de esperar que no se conozca
realmente como será el comportamiento futuro de estas masas. El manejo sostenible del bosque
requiere de una serie de profesionales no solo ingenieros forestales y regentes, si no se plantea
seriamente por parte de un grupo interdisciplinario la aplicación de los principios criterios e
indicadores para el manejo forestal y la certificación en Costa Rica, particularizando cada zona
(micro cuenca, ecosistema, hábitat) no se podrá esperar rendimientos parecidos en un futuro, por
lo que el bosque sistemáticamente irá siendo cada vez menos productivo y tenderá a la
desaparición.
21
Según Barrantes, et.,al.(1999) “La cantidad de planes de manejo aprobados desde 1997
comprende un área extensa y un gran número de planes, y en un buen porcentaje se realizan en
bosques fragmentados o en proceso de fragmentación”(p.74). Adicionalmente señala “La
realización de manejo forestal en áreas de bosque fragmentado pone en peligro la reproducción,
la regeneración y la diversidad genética de las especies comerciales y de todas las especies
arbustivas afectadas por esta actividad.”(p.75).
Dado que, como señalan los mismos autores, el principal peligro que representa la actividad del
manejo forestal en la Península de Osa es la alta selección para los individuos de mayor tamaño y
edad de las poblaciones de especies de madera comercial. Si bien es cierto que existe un acuerdo
generalizado sobre la alta diversidad de especies arborescentes existentes en la península de
OSA, como señala Jiménez (1996), 50 especies son las más explotadas en la Península de Osa,
mientras que para Alvarez (1992) a pesar de la mala identificación que se da de algunas de ellas,
son 65 especies las más explotadas. Al aplicarse una corta selectiva sobre especies comerciales
con una amplia variación de densidades poblacionales, tendrán resultados muy diversos en lo que
se refiere al tamaño poblacional (Barrantes, et.,al.1999).
Con la practica de cortar el 50% de los individuos con DAP>60cm en cada especie comercial, se
corre el riesgo de reducir el tamaño efectivo de población de las especies más raras a niveles muy
precarios. Inclusive especies con densidades de 1 a 2 individuos con DAP>30cm por ha forman
parte de las especies cortadas en muchos planes de manejo (Barrantes, et.,al.1999).
En general el informe de Barrantes, et.,al.(1999) evidencia la falta de información básica sobre la
condición del área y de las poblaciones de árboles comerciales en los planes de manejo. La
omisión de esta información impide realizar pronósticos objetivos sobre la sostenibilidad del
manejo en lo que se refiere a los aspectos de reproducción y genética.
Según Barrantes, et.,al.(1999) se debería conocer y es información ausente en los planes de
manejo de la península de OSA lo siguiente:
-Grado de fragmentación del área boscosa dentro y fuera de la finca bajo manejo
-Densidad de individuos reproductivos, considerando variaciones fenológicas
22
-Calidad reproductiva de los individuos a cortar y remanentes, incluyendo el sexo en
especies dioicas
-Grado de alteración de área forestal por aprovechamientos en años anteriores
-Efecto del manejo sobre las poblaciones de vectores de polen y semillas.
Con la evidencia expuesta en el proceso de Barrantes, et.,al (1999), y la Oficina Nacional
Forestal, no se puede asegurar que los rendimientos obtenidos con los volúmenes calculados en
este estudio sean consistentes con las ciclos de corta establecidos por ley (15 años), es decir, hay
un vació en todo el proceso de manejo forestal sostenible, con el cual sería posible, establecer
tasas de rendimientos esperados para los bosques de ACOSA. Otro elemento que puede interferir
en el rendimiento medio, es la cantidad y densidad de aprovechamientos anteriores realizados a
una finca en particular, esto, como ya se discutió, afecta la estructura y composición de las
especies del bosque, principal materia prima, afectando la tasa de reposición del bosque y por
ende las posibles proyecciones.
23
V Bibliografía
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24
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ANEXOS Anexo 1 Distribución porcentual de las hectáreas por ecosistema en ACOSA.
ECOSISTEMA Área (ha) %
Bosque Denso Basal 164465 38.7%
Bosque Denso Montano Bajo 1816 0.4%
Bosque Denso Premontano 21854 5.1%
Bosque Ralo Basal 2802 0.7%
Bosque Ralo Premontano 266 0.1%
Espejos de Agua 581 0.1%
Herbazal Acuático 784 0.2%
Manglar 20269 4.8%
Matorral Denso Arbolado Basal 15748 3.7%
Matorral Denso Arbolado Premontano 517 0.1%
Matorral Denso Basal 12147 2.9%
Matorral Denso Premontano 1476 0.3%
Matorral Ralo Basal 11244 2.6%
Nubes o Sombras 1757 0.4%
Pastizal Arbolado Basal 15602 3.7%
Pastizal Arbolado Montano Bajo 173 0.0%
Pastizal Arbolado Premontano 2488 0.6%
Pastizal Arbustivo Basal 7283 1.7%
Pastizal Arbustivo Premontano 167 0.0%
Pastizal Denso Basal 70176 16.5%
Pastizal Denso Montano Bajo 696 0.2%
Pastizal Denso Premontano 6242 1.5%
Plantación de Árboles Frutales 227 0.1%
Plantación de Arroz 14803 3.5%
Plantación de Banano 4223 1.0%
Plantación de Café 71 0.0%
Plantación de Palma de Aceite 23529 5.5%
Plantación Forestal 14260 3.4%
Poblaciones 2528 0.6%
Tierras Yermas 2286 0.5%
Yolillal 4854 1.1%
Total 425333 100.0%
i
Anexo 2 Estimación de volúmenes medios por ecosistema boscoso, ACOSA
Ecosistema boscoso Nº de plan de
manejo area manejo arb_corta volumen tot Hectáreas vol/ha
vista Ri 0 0 0 125.860 0.00
ar995 40 91 483 52.877 12.08
ar992 35 252 844 74.741 24.10
ar985 20 126 617 33.731 30.85
ar974 35 124 818 6.580 23.37
ar974 35 124 818 86.602 23.37
ar972 6 39 145 103.473 24.10
ar972 6 39 145 4.201 24.10
ar972 6 39 145 1.991 24.10
ar956 20 108 644 30.263 32.20
ar956 20 108 644 0.324 32.20
ar951 27 74 434 31.786 16.07
ar950 15 62 464 49.113 30.93
ar942 40 85 522 74.116 13.05
ar931? 57 200 1200 18.718 21.05
ar931? 57 200 1200 1.357 21.05
ar930 9 58 336 60.735 37.33
ar929 121 330 2280 179.760 18.84
ar926 19 59 458 46.126 24.10
ar925 18 79 370 118.914 20.56
ar922 12 7 52 23.386 4.33
ar921 2 25 145 30.619 72.50
ar921 2 25 145 5.113 72.50
ar919 40 114 581 40.190 14.53
ar916 12 103 604 26.628 50.33
ar898 10 55 315 17.142 31.50
ar894 11 11 114 155.773 10.36
ar883 1 13 74 9.025 74.00
ar881 7 42 228 76.252 32.57
ar821 7 37 224 15.378 32.00
ar813 80 217 1219 140.898 15.24
ar804 17 71 410 36.158 24.10
ar781 74 405 2696 138.531 36.43
ar765 7 29 228 10.187 32.57
ar761 35 117 769 55.259 21.97
ar742 12 46 343 49.264 28.58
ar678 57 138 803 65.858 14.09
ar678 57 138 803 0.002 14.09
ar678 57 138 803 13.132 14.09
ar660 24 207 1093 59.287 45.54
ar1143 22 71 350 54.997 15.91
ar1141 15 63 276 20.450 18.40
ar1137 20 0 351 62.524 17.55
ar1137 20 0 351 6.387 17.55
ar1135 8 24 151 27.167 18.88
ar1134 8 33 190 19.884 23.75
Bosque Denso Basal
ar1132 4 22 96 3.634 24.10
ii
ar1128 21 83 408 49.124 19.43
ar1127 18 62 294 26.563 16.33
ar1124 41 251 1322 64.712 32.24
ar1123 15 68 402 16.284 26.80
ar1118 6 54 273 16.664 45.50
ar1114 6 46 281 10.533 46.83
ar1112 17 91 513 6.155 30.18
ar1109 8 36 193 12.230 24.10
ar1101 53 380 3173 151.704 59.87
ar1087 20 120 482 109.278 24.10
ar1086 9 62 379 63.251 42.11
ar1083 15 83 433 16.578 28.87
ar1082 12 59 334 16.132 27.83
ar1079 40 160 810 258.118 20.25
ar1078 20 89 379 36.757 18.95
ar1070 30 121 610 51.958 20.33
ar1069 21 71 388 79.047 18.48
ar1067 7 74 510 72.510 72.86
ar1060 32 136 771 63.091 24.10
ar1057 19 97 437 21.394 23.00
ar1054 6 18 136 99.603 22.67
ar1049 9 48 258 66.657 28.67
ar1035 8 71 337 20.435 42.13
ar1032 43 231 999 165.411 23.23
ar1030 25 113 543 41.951 21.72
ar1028 10 72 384 25.520 38.40
ar1022 6 30 145 10.182 24.10
ar1019 8 14 193 16.171 24.10
ar1018 8 77 301 23.610 37.63
ar1017 4 21 96 12.655 24.10
ar1016 10 63 354 28.182 35.40
ar1005 35 198 1005 25.251 28.71
ar1003 9 48 217 43.240 24.10
Total y promedio ponderado 1798 43340 24.10 ar995 40 91 483 7.486 12.08
ar925 18 79 370 0.033 20.56
ar761 35 117 769 15.010 21.97
ar1112 17 91 513 26.151 30.18
ar1079 40 160 810 3.619 20.25
ar1078 20 89 379 1.115 18.95
ar1030 25 113 543 6.108 21.72
Bosque Denso Premontano
ar1030 25 113 543 2.326 21.72
Total y promedio ponderado 220 4410 20.05
43
ar1118 6 54 273 17.715 45.50
ar1016 10 63 354 1.297 35.40 Bosque Ralo Basal
ar903 54 268 1556
Total y promedio ponderado 70 2183 31.36
3