crítica de la explotación capitalista

27
Crítica de la explotación capitalista * Ulpiano Ayala O. Abstract This essay argues that the definition of capitalist exploitation, more than an immutable assumption, is a concept that should be constantly modified. The author claims, exploitation, as defined by Marx, does not comprise all forms of domination, oppres- sion and social inequalities since it is restricted to relations between social classes. A new definition of exploitation should be crafted such that it can be easily adapted to the actual economic process and the linkage between exploitation and other forms of domination and oppression can be understood. Further, identifying exploitation as the sole responsible for delays in social development hampers the comprehension of the historic processes that produced the economic conditions nowadays. Resumen Este ensayo argumenta que el concepto de explotación capitalista, más que un supuesto inmutable, es un problema cuya definición debe ser constantemente modificada. Según el autor, la explotación, tal como la define Marx, no cobija todas las posibi- lidades de dominación, opresión y desigualdad social pues se restringe a la relación entre clases sociales. Es imprescindible, por lo tanto, reconstruir la definición de explotación de modo que se adecue a los procesos económicos actuales y permita comprender la relación entre explotación clasista y otras formas de dominación y opresión. Es más, asignar una responsabilidad absoluta a la explotación como traba al desarrollo social impide entender los procesos históricos que han desencadenado la situación económica actual. Palabras claves: Explotación laboral, Marxismo, Mercado laboral. Keywords: Labor Exploitation, Marxism, Labor Market. * El artículo original fue publicado en la Revista "Texto y Contexto", No. 1 Universidad de los Andes, 1984

Upload: others

Post on 07-Jul-2022

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

47

Crítica de la explotación capitalista*

Ulpiano Ayala O.†

Abstract

This essay argues that the definition of capitalist exploitation, more than an immutable assumption, is a concept that should

be constantly modified. The author claims, exploitation, as defined by Marx, does not comprise all forms of domination, oppres-

sion and social inequalities since it is restricted to relations between social classes. A new definition of exploitation should be

crafted such that it can be easily adapted to the actual economic process and the linkage between exploitation and other forms

of domination and oppression can be understood. Further, identifying exploitation as the sole responsible for delays in social

development hampers the comprehension of the historic processes that produced the economic conditions nowadays.

Resumen

Este ensayo argumenta que el concepto de explotación capitalista, más que un supuesto inmutable, es un problema cuya

definición debe ser constantemente modificada. Según el autor, la explotación, tal como la define Marx, no cobija todas las posibi-

lidades de dominación, opresión y desigualdad social pues se restringe a la relación entre clases sociales. Es imprescindible, por

lo tanto, reconstruir la definición de explotación de modo que se adecue a los procesos económicos actuales y permita comprender

la relación entre explotación clasista y otras formas de dominación y opresión. Es más, asignar una responsabilidad absoluta

a la explotación como traba al desarrollo social impide entender los procesos históricos que han desencadenado la situación

económica actual.

Palabras claves: Explotación laboral, Marxismo, Mercado laboral.

Keywords: Labor Exploitation, Marxism, Labor Market.

* El artículo original fue publicado en la Revista "Texto y Contexto", No. 1 Universidad de los Andes, 1984

Page 2: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

48

I. Introducción

Marx presentó su obra principal, El Capital(1867), como "Una Crítica de la Economía Polí-tica", para lo cual le opuso no sólo una proble-mática diferente, sino ante todo una forma dis-tinta para comprender la sociedad. Un objetoprincipal de su crítica fue la postulación, porparte de la economía política de la época, de le-yes universales, comunes a todas las socieda-des, ajenas a las voluntades individuales y co-lectivas, como resultado de concebir la sociedadcomo una "naturaleza" cuya "realidad" fuese ex-terior e inafectable por el conocimiento y la ac-ción humana. Marx contrapuso a estas leyes yformas del conocimiento no sólo nuevas leyesespecíficas al funcionamiento de la sociedadcapitalista sino una manera de concebirlas comomedio para facilitar su abolición y superación,resultado de asumir el conocimiento más biencomo un proceso de construcción social1.

Si bien en ciertos escritos el propio Marx pa-rece formular leyes universales, relativas a laevolución entre tipos de sociedades2, y éste hasido el aspecto de su obra más reconocido pormuchos de sus seguidores3, entiendo que su críti-ca a esas leyes y a las formas de conocimiento quelas producen, hace parte y aporta fundamental-mente a las corrientes que niegan referentes ab-solutos para el conocimiento, el cual produce másbien conceptos dependientes de prácticas socia-

les, que se validan en la confrontación de las mis-mas; y creo por lo tanto que su crítica es extensi-ble a sus propias generalizaciones universales.

Por otra parte, la crítica de Marx a la econo-mía política supera el mero señalamiento de sus"errores", ya que recoge algunos de sus concep-tos y problemas para reconstruirlos y organi-zarlos dentro de un nuevo conjunto, que tam-bién comprende otros nuevos conceptos, y tieneun ordenamiento acorde con su concepción delcambio social. Las nuevas leyes relativas al fun-cionamiento del capitalismo se conciben parasuperarlo: ello implica que no se oponen a las quecritica en la economía política como otras leyes"naturales" y universales, que fuesen por si vale-deras frente a una necesaria falsedad de las quecompiten. El terreno de la validación es el de laconfrontación de prácticas sociales, que incluyelos propios procesos de conocimiento y construc-ción teórica. El encadenamiento y ordenamien-to de los conceptos no corresponden al que ten-dría lugar entre "esencias" y "apariencias", ni aniveles diversos de "realidad", sino a la articula-ción de prácticas de transformación social y dela naturaleza. Por ello, hay gran ventaja en la fle-xibilidad y efectividad al combinar formas di-versas del saber y del actuar, y en la renovaciónconceptual que surge de la construcción críticaconstante, a partir de compromisos conscientesy prácticos que rechazan tanto el racionalismouniversalmente como el relativismo absoluto.

1 Lo cual no implica reducir la "naturaleza" a otra categoría "social", ya que la transformación social de la naturaleza y supropia entidad autónoma, se comprenden como unidad cambiante, y por el proceso que las cambia.

2 En especial en el "Prólogo" a la "Contribución a la Crítica de la Economía Política" de 1859. En ello también le precedió laeconomía política, con la teoría "natural" de la historia de la escuela escocesa de Smith, Stewart, Ferguson y Millar.

3 En cuanto pretenden construir alguna teoría general de la historia, basada en uno u otro fundamento filosófico. Destacoacá el flanco y la interpretación de Marx que convierten este propósito, por sobre las variantes del mismo.

Page 3: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

49

Un concepto central en la interpretación mar-xista de la sociedad capitalista es el de la explo-tación4. Si bien ha experimentado renovacionesmuy significativas, en ciertas épocas y aspectosmás bien se ha atenuado su concepción crítica,con lo cual se ha descuidado su desarrollo histó-rico, y se le ha relegado implícita, pero efectiva-mente, a un lugar secundario5. En este artículoreseño y comento cambios sociales y aportesconceptuales que están demandando y apoyan-do la renovación -crítica y constructiva- de lanoción de explotación arraigada en Marx. Tie-nen en común el surgir de transformaciones enel modo de integración de las condiciones deexistencia de los trabajadores a la propia pro-ducción y reproducción capitalista. Con muydiversas variantes, se presentan tanto en el capi-talismo avanzado como en el que prevalece en lasociedades capitalistas llamadas "dependien-tes", y desempeñan un papel muy decisivo en la"crisis" actual. Su alcance comprensivo, su pa-pel en la "crisis" y su profunda combinación conotras formas históricas de opresión, afectan muysustancialmente el entendimiento y superaciónactual de todas las formas de explotación capi-talista: realzan el carácter interpretativo, con-troversial, mutante y práctico de esta noción tanbásica, plantean el reconocimiento de nuevosespacios de conflicto, opciones y formas de mo-vilización; y estas exigencias quizá produzcan

no sólo una reestructuración teórica y política,sino también en la propias nociones y formasbásicas de conocimiento.

No pretendo una reseña global de los elemen-tos que deberán entrar en juego en una crítica ac-tual de la explotación capitalista sino de los queconciernen al aspecto parcial ya especificado.Entre los aspectos más relevantes a una críticaactual omito las nuevas tendencias internacio-nalistas del capitalismo, las consecuencias delsurgimiento de toda una nueva generación defuerzas productivas, y las especificidades polí-ticas e ideológicas de las transformaciones rese-ñadas acá6. Conviene así mismo aclarar que herecogido muy selectivamente elementos liga-dos a mi experiencia de investigación y partici-pación política, para reflexionar, ilustrar y mo-tivar la reconsideración crítica de la noción deexplotación, lo cual es el objetivo principal deeste artículo, más que para profundizar en lastransformaciones sociales y cambios concep-tuales que la motivan.

En la segunda sección se comenta la perspec-tiva abierta por Marx y recogida posteriormentepor el marxismo, en controversia con sus críti-cos "burgueses". A continuación se discuten acla-raciones recientes sobre el contenido y la lógicade la noción misma de "explotación"; y en una

4 No es un concepto exclusivamente "marxista": casi toda teoría "económica y "social" que haga referencia explícita a supráctica, requiere un concepto de este tipo, como se anota en otras secciones de este artículo.

5 Las periodizaciones más comunes sobre el desarrollo capitalista avanzado, posteriores a Marx, han puesto más atenciónal cambio en las formas de competencia entre capitales individuales que al que ha tenido lugar en la relación entre capitaly trabajo: así al capitalismo actual avanzado se le apellida “monopolista”. Por el contrario, la interpretación de las formasde dominación de la periferia capitalista y de la dependencia, ha producido innovaciones muy notables en la concepciónde la explotación.

6 Véase, U. Ayala. "La Crisis Actual", por publicar en Desarrollo y Sociedad 1984.

Page 4: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

50

cuarta sección se examina la relatividad, socio-histórica del concepto a la luz de transformacio-nes que inciden en la comprensión de la "crisis"actual. La última parte del artículo recoge algu-nas "conclusiones", que en verdad son sólo pun-tos de partida para debate.

II.Condiciones iniciales, evolución ycríticas a las concepciones marxis-tas sobre la "explotación capitalista"

Marx afirmó no haber descubierto ni las clasessociales ni la explotación, entendida como apro-piación unilateral de un excedente por parte dealgunas de esas clases. La especificidad de suconcepción de la explotación consiste en el pa-pel asignado la lucha de clases en el desarrollohistórico a través de formas de organización so-cial caracterizadas particularmente por la pre-sencia de ciertas clases, y determinada explota-ción7. Vio esa lucha como un proceso históricoabierto, no predeterminado respecto a la confi-guración de clases ni a los procesos "económi-cos" que constituyen la explotación, que sí setransforman como resultado de tal lucha. Ello lellevó a la construcción de nuevos conceptos (co-mo "plusvalía") y nuevas leyes (como la de la"tendencia decreciente de la tasa de ganancia"),

cuyo sentido apreció como específico al capita-lismo, y como crítico: ajustado a la previsión yguía de la superación de ese orden social. No losconsideró como de "naturaleza" más "real", "esen-cial" ni "profunda", que constituyen objeto deuna "nueva economía política" del "proletaria-do". Corresponden a una visión privada del cam-bio social en determinada dirección: aboliciónde la propiedad privada sobre los medios deproducción cual fundamento de la explotaciónespecíficamente capitalista8; y a partir de deter-minado contexto histórico: caracterizado pordominación de clases dentro de marcos "nacio-nales" subordinación de los trabajadores "prole-tarios" mediante un desarrollo "mecanizante" delas fuerzas productivas, relacionadas de equi-valencia monetaria del trabajo regidas por unpatrón "oro", cierto régimen "competitivo" de re-laciones entre capitalistas, y otros por discutirluego9. Esta doble especificidad de los concep-tos se encuentra ligada a su carácter crítico yconstructivo: se les construyó dentro de un pro-ceso de transformación social, y por ello nopretenden abarcar todos los resultados de lalucha de clases dentro de los términos en loscuales se les prevé y orienta en un momento da-do. Han de ser, por lo tanto, continuamente re-construidos a la luz de la experiencia10.

7 Carta a Joseph Weydemeyer. Del 5 de septiembre de 1852.

8 Lo cual no se prevé como meta última, sino como paso necesario inmediato para la eliminación de formas más generalesde opresión. Nótese que en esta dirección inmediata tampoco se prevé eliminación completa del mercado, sino de losaspectos del mismo que convierten a la fuerza de trabajo en mercancía y los que causan desproporciones, ciclos, crisis ydesigualdades de carácter clasista.

9 Marx procuró apreciar los rasgos más centrales (ligados al cambio más decisivo) separándolos de caracteres secundariosy coyunturales, con éxito históricamente desigual, pero con gran claridad metodológica respecto al manejo y combinaciónde diferentes tipos (niveles) de abstracción. Si bien sus resultados centrales han resultado hasta ahora poco vulnerablesa sus restrictivos supuestos sobre el régimen monetario, no ha ocurrido lo mismo respecto al contexto "nacional" de losmecanismos de dominación (lo que ya preveía Marx al insistir en una perspectiva "supranacional" para el proletariado)

10 Aún cuando nunca se las extrae sólo de ésta, ya que a su vez sólo adquiere sentido sobre un contexto conceptual previo.

Page 5: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

51

Para comprender la explotación capitalista ,Marx comenzó por preguntarse por qué se pro-ducen inequidades si el intercambio es "volun-tario", en especial el que tiene lugar en el merca-do laboral. En sociedades precapitalistas, latransferencia de trabajo y /o su producto entreclases implica lo que desde la perspectiva delmercado se considera como una "coerción" direc-ta, por contraste con el carácter "voluntario" delcambio mercantil. Pero en la compraventa mer-cantil de trabajo, Marx halló inequidades quebasan la apropiación unilateral de excedente porlos capitalistas: estos sólo contratan trabajado-res si ello les son rentables, y los trabajadores nopueden sobrevivir sin alquilarse ya que carecende medios para producir (y así subsistir). Peroesto fue visto sólo como la base de una organiza-ción social que sobre ella erige un proceso de con-centración de la propiedad y del acceso a los me-dios de producción, de sometimiento de los tra-bajadores al capital a través de esos medios, y deencausamiento del desarrollo material y cultu-ral, acordes con aquel núcleo explotativo básico.Así mismo, identificó las consecuencias contra-dictorias que a su vez dan origen a condicionesen las cuales los trabajadores y la mayorías re-conocen su identidad y a posibilidades de supe-ración del tal régimen social. Así, no sólo constru-yó otra teoría, sino una crítica, una teoría críticadel capital: no sólo describió las formas objeti-vas de desarrollo y de las formas de concienciacorrespondientes, sino que en unidad con ello,también identificó unos sujetos activos del cam-bio, condiciones para las transformaciones a queda lugar. Su concepción de la explotación no de-pendió sólo de sus características lógicas básicas,sino de la manera como se inscriben dentro de to-do un complejo en evolución contradictoria, conuna visión abierta por la lucha de clases, que de-manda reconceptualización continua, en todoslos niveles de la argumentación.

La concepción original y básica de Marx secentra en la explotación capitalista como formaúnica de opresión, se abstrae de formas históri-camente necesarias pero no específicas a esa ex-plotación (como el trabajo doméstico), se limitaa la esfera "nacional" de la dominación clasista,prefiere apreciar contradicciones surgidas de laproducción y no de la circulación ni de la deman-da (a pesar de que sí tiene manera de contemplar-las), como resultado de una selección necesariade los aspectos que el consideró como más inte-resantes y/o decisivos. Por otra parte, tambiénse vio condicionada por especificidades históri-cas de la experiencia que vivió: desarrollo me-canizante de las fuerzas productivas, regula-ción "competitiva" de las relaciones entre capi-tal y trabajo y entre capitales individuales, muypoca integración de las condiciones de vida delos proletarios a la reproducción del capital, porapoyo extensivo en aportes precapitalistas a laconstitución y sostenimiento de la fuerza labo-ral, por carencia de medios masivos de comer-cialización, por inestabilidad salarial y de em-pleo, por debilidad sindical y ausencia de nego-ciación colectiva y concertación; y de acuerdocon todo ello, una tendencia muy "homogenei-zante" y polarizada en la proletarización. Paranuestro interés, tampoco alcanzó a apreciar es-pecificidades del desarrollo capitalista periféri-co, correspondientes a etapas posteriores delpropio sistema capitalista global.

Cada una de estas limitaciones señala unadimensión necesaria de la actualización y recon-ceptualización del concepto de explotación deMarx, en todos los niveles de su implementación.Sostendré que no sólo se requiere una revisión yadaptación de las leyes derivadas de la experien-cia histórica pasada y de las condiciones "clási-cas" del desarrollo capitalista en las cuales basó

Page 6: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

52

Marx su conceptualización, sino que ello impli-ca también reforma de sus aspectos más básicos.Para ello propondré, sin sustentación, algunasconjeturas surgidas de la evolución conceptualdel marxismo y del socialismo frente a sus críti-cos "burgueses" y a las sociedades capitalistasque les compiten.

El Marxismo se ha desarrollado en relación( a veces de oposición) con el (los) socialismo(s),en concordancia con opciones y estrategias quehan estado ligadas a diversas reconstruccionesinterpretaciones y renovaciones de los concep-tos originados por Marx. Ello es muy notable enla parte del mundo donde más se ha abierto pa-so el socialismo, precisamente en países que par-tieron del atraso causado por la dependencia alimperialismo, que tenían una gran tradición au-toritaria, y que se configuraron posteriormentebajo el cerco y la presión capitalista. No es des-contable, sino fundamental, el ejemplo de Marxen la formulación de las concepciones que im-pulsaron esas transformaciones. Me atrevo aproponer una hipótesis útil para interpretarparte sustancial de los "éxitos" logrados; han es-tado asociados con la reconceptualización de laexplotación, planteada por la heterogeneidadde formas productivas, por la articulación conproblemáticas como la de la opresión y la libera-ción nacional, y otras cuestiones surgidas de lasuperación de la dependencia y el colonialismo.Pero también, para entender los "fracasos" y las"distorsiones" socialistas, es útil apreciar las li-mitaciones en la interpretación de la explota-ción capitalista mantenidas al implementar (ono) cambios en el proceso de trabajo, en la co-rrespondencia con las nuevas formas repro-ductivas, en la atención social a las inequidadesy las formas de opresión no capitalistas, en lainserción y participación en la economía inter-

nacional. La noción de explotación parece tandecisiva por ser muy articulada con la concep-ción que se tiene e implementa del conocimien-to, que es problema fundamentalmente políti-co. El apoyo a formas ideales y autoritarias deconocimiento se liga a formas de acción políticaque se autolimitan y distorsionan muy grave-mente, por más que se arraiguen inicialmenteen intereses amplios y populares, y así culminanen formas autoritarias y exclusivistas.

En Occidente, incluyendo parte de la perife-ria capitalista, no cabe duda que el Marxismo en-cuentra vallas casi impenetrables como instru-mento de cambio político hacia el Socialismo.De nuevo, me atrevo a explorarlas asociándolascon carencias en la comprensión de la explota-ción capitalista, índice de limitaciones en lasnociones de conocimiento y en sus formas polí-ticas de implementación. La consideración de lasupervivencia de formas no-capitalistas de ex-plotación ha conducido a excesos estructuralis-tas, y a apreciaciones dentro de marcos dualistasy de oferta y demanda sólo revestidas de len-guaje marxista. La interpretación de las noveda-des del capitalismo central enfatizan casi siem-pre aspectos tan parciales como la nuevas for-mas de competencia monopolista, de "interven-ción estatal", de relaciones de coherencia y do-minación entre economías nacionales, prescin-diendo de toda referencia y/o de actualizacióne investigación sobre la explotación. Es corrien-te sostener nociones muy clásicas de la explota-ción y la proletarización, al tiempo que las inno-vaciones se concentran en otros aspectos comolos citados, como si fueran independientes. Pro-blemas muy ligados con la explotación -como elde la "demanda efectiva"-, son a veces ignora-dos o rechazados, por su origen "burgués", sindetenerse en su relevancia e interés para produ-

Page 7: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

53

cir propuestas que atiendan a necesidades de lasmasas. Se encuentran grandes dificultades paraapreciar el "reformismo" de la clase obrera, paradar justo valor e integrar los problemas de mu-jeres, jóvenes, marginados, y todos aquellos cu-ya opresión no puede reducirse a los términosconvencionales y tradicionales en los cuales seconcibe la explotación.

Vale la pena concluir esta sección con unareferencia al tratamiento de la explotación queha sido crítico del marxismo, y a la respuesta queeste le ha dado. Me limitaré a la economía, comoilustración. La economía "neoclásica" ha acen-tuado y sofisticado las tendencias universali-zantes y naturalistas de la antigua economía po-lítica: al distanciar la explotación de la norma-tividad, al reducir (y ampliar) la actividad eco-nómica a una lógica natural de acción, exclu-yendo las relaciones sociales, al obtener todadeterminación a través del equilibrio generalsin causación histórica. En una primera fase (laque denominó "vulgar") pretendió rivalizar conlos clásicos y con el marxismo mediante unaexplicación naturalista/tecnicista de la "ganan-cia", que se fundaría con la "escasez", o en el "pre-mio por la espera", y anotando las contradiccio-nes lógicas de aquellas escuelas (en torno al pro-blema de la "transformación de los valores enprecios"). Tal pretensión resultó lógicamenteincompatible con los principios básicos de or-den subjetivo y centrados en lo que ocurre en elcomportamiento "en el mercado"; y por ello enuna nueva fase, la teoría neoclásica, al recupe-

rar la coherencia formal, ha pasado por alto laproblemática clasista de la distribución, concen-trándose en apreciaciones muy desagregadas yde corto plazo11.

Así solo ha quedado una posibilidad de "ex-plotación": la que resulta de impedir intercam-bios ventajosos para las partes, por intervenciónestatal, gremial, sindical, monopolística, etc. elfundamento de la "explotación" se hallaría en lacoerción, que limita la enajenabilidad de bienesalienables por el mercado: algo que entraba latendencia autorreguladora de la sociedad, víamercado12. Según esta manera de pensar, losmarxistas no reconocen sino un "factor de pro-ducción", siendo que también el capital y latierra contribuyen a la producción confundien-do así lo normativo con lo explicativo. Sobreestas mismas bases se pretende que el capitalis-mo, si no es el mejor, es el menos malo de los sis-temas sociales: al feudalismo y el mercantilismose les critica por su fundamento "coercitivo", alsocialismo porque ignoraría que hay habilida-des intransferibles, inalienables, que son la basede la ganancia privada, indispensable para pro-mover asignación eficiente de recursos y moti-var el desarrollo económico. Estas críticas al con-cepto marxista de explotación se fundan así enuna concepción universalizante y naturalistadel conocimiento, ya que sólo conciben la explo-tación en el intercambio, y todo el sistema eco-nómico sólo a partir de este proceso particular.La concepción crítica de la explotación capitalis-ta es el argumento que no puede oponérsele.

11 Esta tradición neoclásica se inicia casi al tiempo con la anterior, con Walras (1874). Pero asume su liderazgo sólo a partirde la segunda guerra.

12 Hay versiones más sofisticadas que reconocen que los mercados se regulan en maneras muy diferenciadas entre si, y porello tienden a producir "desequilibrios" entre oferta y demanda, como el "desempleo". Por ello requieren una intervenciónestatal muy selectiva, para recuperar las propiedades de eficacia ylograr equidad.

Page 8: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

54

Sin embargo, la respuesta marxista a estas crí-ticas se reduce a veces a notar que no aprecian la"esencia" de la sociedad capitalista, que son ahis-tóricas, etc. Y con ello se evade la necesaria re-visión de la propia noción de explotación. Estastesis neoclásicas no operan con fundamentosarbitrarios, sino deducidos de apreciaciones res-tringidas al intercambio, pero encaminadas alograr políticas útiles, y así se "validan". Por lotanto, también pueden constituir elementos parauna construcción crítica de la propia nociónmarxista de explotación. Contra ellas cabe argu-mentar ante todo una diferencia en la orienta-ción de la transformación social y en la nociónde conocimiento, de lo cual surge otra estructu-ra teórica y una relación diferente con la prácti-ca, más bien que respuestas centradas sólo enerrores lógicos, empíricos o hasta de origen, conlas cuales quizá se puede evadir la ignorancia yanquilosamiento de las propias nociones funda-mentales, como la "explotación".

III. Contenido y alcance de la nociónde explotación capitalista

La consideración de la noción de "explotacióncapitalista" formulada por Marx, a la luz de losproblemas surgidos de su coexistencia con otrasformas de explotación y opresión, de los proble-mas surgidos de las formas modernas de inte-gración progresiva, de las condiciones de exis-tencia de los trabajadores dentro de los circuitosde reproducción capitalista, de la especificidadde las formas de integración en las potencias ca-pitalistas y en la periférica capitalista, de la com-

petencia entre el socialismo y el capitalismo, co-mienza por una reflexión de los propios funda-mentos del concepto que no se pueden suponerinvariables ante las cuestiones planteadas connuevas urgencias prácticas. Considérense, porejemplo, el replanteamiento radical forzado pornuevas perspectivas sobre la condición de "lamujer", que se encuentra en todos los problemasantes citados, y plantea una pregunta muy bási-ca sobre las relaciones entre la explotación y lasubordinación femenina, que no parece com-prendido dentro de alguna modalidad históricade la primera.

La revaluación de la explotación capitalistanos remite así en primer lugar a apreciar configu-raciones antagónicas de intereses de clase, enrazón de que hay apropiaciones y transferenciasque conducen a desigualdades y jerarquías dedominación. Este es el problema analizado en estasección. Sobre esta base se produce un desarrolloactivado por luchas sociales y de clases que incidea su vez sobre estas configuraciones, el cual serárevisado en la sección siguiente. Así sigo el pro-cedimiento utilizado por Marx en El Capital.

En igual forma, debería comenzar por unarevaluación de la teoría del valor, sobre la cualse construye su concepción de la explotación ca-pitalista, y que ciertamente requiere una reconsi-deración y hasta una posible reformulación ac-tual muy profunda, y con efectos potencialmen-te radicales sobre la noción de explotación13. Sinembargo, no abordaré en este artículo este pro-blema, a pesar de su tradicional importancia en

13 La teoría del valor - trabajo de Marx es su instrumento para comprender la explotación capitalista. Tiene supuestos parasu derivación lógica y formal que parecen ser muy limitantes, por ejemplo, el de la ausencia de producción conjunta: unmismo proceso produce varias mercancías. Con supuestos algo diferentes a los de Marx, pero muy plausibles, puedeproducir resultados contrarios a los que el preveía, como ocurre con la "tendencia decreciente de la tasa de ganancia".

Page 9: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

55

el debate sobre la explotación capitalista14, por-que prefiero tratar ahora problemas más es-trechamente relacionados con la noción de co-nocimiento que con su desarrollo instrumental,porque para la perspectiva parcial con la cualaprecio la revaluación de la noción de explota-ción este asunto no tiene relevancia muy direc-ta, porque algunos trabajos recientes indicanque los rasgos básicos de la noción de explota-ción capitalista de Marx se conservan con su-puestos más débiles que los del valor - trabajo15,porque el balance de la controversia formal noparece claramente definido ante el surgimientodel generalizaciones e instrumentos novedosospara apreciar la producción desde la perspecti-va del trabajo16.

Me concentraré más bien en una reconside-ración de la noción de explotación capitalistamotivada por la respuesta a la objeción consis-tente en que no es un concepto "científico" sino"ideológico" y valorativo, y en las limitacionesde algunas respuestas marxistas resultantes deuna construcción y concepción no- crítica de la"explotación".

Marx se pregunta por qué se producen inequi-dades si el intercambio es voluntario, en espe-

cial el propio cambio en el mercado de trabajo.En el feudalismo, una "coerción" muy directaimplicaba transferencias de trabajo o de su pro-ducto, a pesar de que el productor directo teníaacceso a los medios de producción. En el Capi-talismo se levantó esta restricción, pero quedaaún una explotación, porque persiste la restric-ción de la propiedad privada sobre los mediosde producción: los precios (valores) equivalen-tes también reproducen una transferencia deexcedente bajo la forma de plusvalía, en los tér-minos mostrados por la teoría del valor -trabajo.Algunas investigaciones teóricas recientes ayu-dan a aclarar los fundamentos de esta construc-ción del concepto de explotación, sin hacerlodepender estrictamente del instrumental utili-zado, en particular del valor- trabajo17.

Si preocupa la explotación como frente dedesigualdad distributiva y desde esta perspec-tiva, se contrastan las condiciones en las cualesse produce la apropiación de excedente en di-versos "modelos" sociales que la realzan explíci-tamente18, se puede ver que:

❐ La "explotación" feudal resulta de que los ex-plotados -siervos- se ven forzados a entregartrabajo (o su producto) a pesar de disponer

15 H.Hollander, "Class Antagonism, Explotation, ann the Labour Theory of Value", Economic Journal, diciembre de 1982, pp,868-885.

16 A. Lipietz, "The So-Called Transformation Problem Revisted", Journal of Economics Theory Febrero de 1982, pp. 59-88.

17 Me apoyo especialmente en una serie de artículos de Joemer, publicados en Econométrica (marzo de 1980 y enero de 1982)y en Economic Journal (marzo de 1982), y en el articulo de Hollander citado en la nota 15.

18 Por "modelos" entiendo precisamente instrumentos formales de análisis, y no tipos ideales normativos, ni construccioneshistóricas, a pesar de que los primeros pueden basarse en los dos últimos elementos.

14 Véase al respecto, por ejemplo, como muestra representativa de posiciones contemporáneas contrapuestas: a) M.Morishima, Marx Economics, Cambridge, 1973; b) P. Samuelson, "Understanding the Marxian Notion of Exploitation", J.Econ. Lit., 1971; c) I.steedman, Marx after Strafa, New Left Books, 1977; d) A. Shaikh, "Marx´s Theory of Value and TheTransformation Problem". En Jscwarz, The Subtle Anatomy o Capitalism, Goodyear, 1977.

Page 10: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

56

de los medios de producción, los cuales noson alienables comercialmente19. Esta "explo-tación" se reconoce como tal, al mostrar el re-sultado que se lograría al levantar esta res-tricción. Ello equivale a la manera como losneoclásicos caracterizan el capitalismo, conlibertad de comercio para los medios de con-sumo y producción. Cuando afirman que nohay explotación bajo el capitalismo, lo quemuestran es que no hay explotación feudal20.

❐ En forma similar, la inferencia marxista de laexplotación capitalista surge de una compa-ración con una situación en la cual se levantala restricción de que los medios de produc-ción alienables sean privadamente apropia-dos, y por lo tanto el excedente. En condicio-nes de igual acceso a tales medios, desapa-recería la inequidad resultante de la formaplusvalía del excedente, que se da por no ha-ber acceso de los proletarios a los medios deproducción y por las formas mercantiles quereproducen esta "explotación capitalista".Para esta concepción sólo se requiere pensarel capital como determinada relación socialde producción21. Así no resultan incompati-bles ventajas logradas por ambas partes en lacompraventa de esfuerzo de trabajo, y explo-tación capitalista: el trabajador si "gana" por

vender su capacidad laboral (no sobreviviríasi no lo hace), pero el producto de su trabajoexcedente le es expropiado. Es "suyo" por con-traste con cierta alternativa que contempla elacceso social e igualitario a los medios deproducción alienables22.

❐ Sólo si la apropiación colectiva se extendiesetambién a los resultados del aprovechamien-to de habilidades o activos inalienables porel mercado, se eliminaría la desigualdad quepersiste aún después de la abolición de lapropiedad privada sobre los medios de pro-ducción. Esta última constituiría una formade "explotación" persistente en el socialismo,cuando cada cual trabaja de acuerdo con suscapacidades, y se remunera de acuerdo conese trabajo. La eliminación de esta forma deexplotación se contempló en el modelo en elcual cada cual "recibiese de acuerdo con sunecesidad".

Esta argumentación ha sido puramente "es-tática": ha supuesto que la alternativa que defi-ne cada régimen de explotación podría imple-mentar instantáneamente los incentivos adecua-dos a su reproducción y evolución. Por supues-to, ello no es posible. Ciertamente los proletariosbajo el capitalismo viven mejor que los socialis-

19 Un ideólogo feudal sofisticado diría que entregan ese trabajo a cambio de protección, y por eso no habría explotación. Laalternativa de referencia se cambiaría al hacer esta afirmación. Y no se contemplaría la posibilidad de que la protecciónafecte la estructura productiva a grado en que la haga demasiado ineficiente.

20 En una sociedad feudal puede existir explotación feudal, capitalista y hasta socialista, en el sentido explicativo luego.

21 No depende del valor trabajo, ni de supuestos sobre la producción. Ver Roemer, "Exploitation, Alternatives and Socialism",en Economic Journal, marzo de 1982.

22 Un ideólogo burgués sofisticado argumentaría que la plusvalía es el retorno a un recurso "escaso": la "habilidad empre-sarial". Ello podría justificarse si la mera igualación de acceso a los medios alienables no bastara para mejorar lo suficientela condición de los trabajadores pero de nuevo, con referencia a una alternativa que sostiene los derechos privados de pro-piedad.

Page 11: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

57

tas utópicos que se retiren a una comuna con sucapital. En este sentido, la explotación capitalis-ta de los primeros puede ser social y dinámica-mente conveniente durante cierto periodo. Laproletarización ciertamente ha hecho perdernivel de vida al campesino, al artesano y hasta elpequeño burgués, pero mejoró el nivel de losproletarios y el de las fuerzas productivas porsobre cualquier posibilidad feudal; pero tam-bién a partir de ciertas circunstancias, y en rela-ción con determinadas alternativas, se pierdeesa conveniencia. Nótese, así mismo, que lo quedurante aquella primera fase la haría convenien-te es el sistema de propiedad privada, y no loscapitalistas individuales porque detentasen al-gún recurso escaso inalienable23. En igual for-ma, puede concebirse la necesidad social de lasdesigualdades y la "explotación socialista". Lashabilidades inalienables a través del mercado seincorporan en individuos particulares, y parasuperarlo se requiere un proceso que permitaacceso completo a la formación de esas habilida-des, el cual bien puede ser obstaculizado sobrela base de las diferencias en habilidades (explo-tación por "estatus").

Esta exploración formal en torno a la "explo-tación" motiva varios planteamientos que con-viene señalar antes de pasar a otros niveles derevaluación de este concepto:

❐ El concepto de explotación es relativo: invo-lucra comparación necesaria con alguna al-ternativa que reorganiza los términos de laapropiación, implica en alguna manera unavisión preferida y "no comprobada" (una "nor-ma"), se liga a una práctica transformadorade la sociedad desde una perspectiva y conunos intereses. Obedece a la manera comoun sujeto social comprende la sociedad, cam-biándola y cambiándose; y no puede por lotanto ser una concepto ajeno, externo, ni con"realidad" independiente de ese sujeto. Estáimplícito o explícito en toda teoría económi-ca contemporánea, pero en una forma en quepara darle utilidad, la circunscribe a deter-minado régimen social, y ello puede contri-buir precisamente a que se le considere (o aque se le rechace, que es sólo forma de vol-verlo implícito) acríticamente, cayendo engeneralizaciones universalizantes24.

❐ En el feudalismo coexisten explotaciones feu-dal, capitalista y socialista. Las revolucionesburguesas procuraron eliminar las relacio-nes feudales, y ello podría asociarse con suconvivencia social en un sentido dinámico.En el capitalismo persiste explotación capi-talista y socialista, y la primera evolucionade ser conveniente y necesaria a ser inconve-niente e innecesaria. Así se puede reconocer

23 Esta sería la manera de responder al ideólogo burgués sofisticado aludido en la nota anterior; y esta concepción dinámicade la conveniencia social de la explotación sería también aquella a la cual él tendría que acudir para responder al ideólogofeudal sofisticado

24 En unos y otros términos, Marxismo y Neoclasicismo utilizan un concepto explícito de explotación. Pero Ricardianos yPoskeynesianos carecen y dicen no requerir semejante noción "metafísica", o se inscriben dentro de un marco en el cualreconocen y utilizan la que proviene de alguna otra corriente, según una orientación "política" que de por sí no estaríaincorporada en la propia teoría económica. Una y otra posiciones también presuponen una "realidad" dada, que "la ciencia"aproxima y así puede "cortar" pedazos de "realidad" "económica o política", el nivel "concreto" de operación del sistemaeconómico, etc.

Page 12: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

58

un "progreso" histórico por eliminación deformas de explotación socialmente inconve-nientes, en el sentido dinámico. Pero no siem-pre los cambios han evolucionado en la di-rección de ese "progreso", y siempre hay másde una alternativa posible abierta para lasuperación de un régimen que se haya vuel-to inconveniente e innecesario. Reconoceruna relación entre progreso y superación dela explotación, no puede convertirse en unaley de desarrollo social, sin olvidar estas ex-periencias y alternativas, y ante todo sin caeren la formulación de nuevas leyes "natura-les" universalizantes. Si bien, para compren-der, transformar o superar el capitalismo esnecesario concebir su forma de explotacióny se debe recurrir a construcciones tales comolas de los modos (modelos) de producciónprecapitalistas, feudal y hasta socialista, yaún más, es indispensable pensar en la elimi-nación de la explotación entre clases, todoello no autoriza, ni demanda, ni implica en-trelazar esos modos de producción dentrode una teoría general de la historia, ni conce-bir la explotación como algo cuya supera-ción impulsa y explica la historia. El "mate-rialismo histórico" ni tiene que ser una de se-mejantes teorías, y precisamente por ello tie-ne un sentido y un papel teórico y práctico,aún cuando se le despoje de tamaño objeti-vo25. La proposición de que la historia no tie-ne otro sentido que el que le confieren loshombres al organizarse para vivir, relaciona"materialismo" e "historia", y es todo lo quese requiere para el tipo de construcciones

teóricas ya señaladas, útiles para la transfor-mación social, no sólo en el capitalismo sinoen el propio socialismo. No requiere, sino re-chaza, la superimposición de principios evo-lutivos universales. Este materialismo histó-rico es una disciplina necesaria, pero no pue-de confundirse con el marxismo, ni con sumétodo; pero tampoco sustituye a la disci-plina histórica, a pesar de que se sustente ycontribuya a ella.

❐ Si bien Marx empleó la teoría del valor - tra-bajo en este primer nivel de argumentaciónpara mostrar que a pesar del carácter volun-tario de la compraventa de trabajo implicaexplotación y ésta se origina en la produc-ción, en la discusión adelantada hasta ahoraen este artículo he hecho más bien énfasis enuna aproximación que, para considerar unconjunto de alternativas y posibilidades dedesigualdad, se ha centrado más bien en lasrestricciones que establecen diversos siste-mas de propiedad e intercambio para la trans-ferencia de excedente entre clases sociales.Ello se debe a que es posible demostrar queesta última aproximación produce los mis-mos resultados que los de Marx, en este nivelen el cual sólo se examinan los antagonismospotenciales de clase, sin entrar a analizar lalucha de clases propiamente dicha y sus con-secuencias sobre la explotación. Así mismo,es una aproximación que no prescinde deltrabajo, sino que también se centra en él, perosin recurrir al supuesto de que el cambio serige por los valores-trabajo o modificaciones

25 Me refiero al postulado por Marx en la Ideología Alemana y utilizado en su trabajo posterior, y al que se limita a la tareaacá señalada. Pero, por supuesto, no me refiero así a los materialismos históricos que se conciben como teorías generalesde la historia, ni a los que se pretenden "núcleo científico" o método "exclusivo".

Page 13: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

59

de los mismos construidas con supuestosmuy limitantes. Pero ante todo, también per-mite apreciar en el campo de las configura-ciones antagónicas de intereses de clase otracuestión relevante: ¿que tipo de supuestossobre los trabajadores son los que aseguranque éstos no pueden tener un interés positi-vo en la explotación capitalista? Ya se ha de-mostrado que el antagonismo más profundose produce en la medida que las condicionesde explotación no sólo comprenden lo queocurre en la producción (donde se logra unplustrabajo que se realiza como plusvalía enla circulación) sino también en el propio pro-ceso de consumo individual y de reproduc-ción de las clases trabajadoras26.

La tematización de la "explotación" elabora-da hasta este momento se ha referido a antago-nismos surgidos de configuraciones de clases yrelaciones sociales dadas. Pero lo que, según elpropio Marx, caracteriza su enfoque, es que in-daga, además, y por sobre todo, por la maneracomo se modifican continuamente, por efectode las luchas de clases. Las clases, y las relacio-nes de explotación entre ellas, no se dan en unaconfiguración estructural sino como resultadode ciertos procesos, notablemente de las propias

lucha de clases27. Los conceptos mediante loscuales se delimitan las situaciones en las cualesse presentan estas luchas, tienen un sentido ne-cesario para proveerlas, pero no pueden preten-der inscribir siempre en sus propios términos,como algo también necesario, los resultados delas mismas. Ello implica otro nivel de temati-zación de la explotación capitalista, al cual dedi-caré la sección siguiente del articulo. Sin embar-go, para precisar el alcance del ejercicio formalemprendido en esta sección, vale la pena avan-zar que lo que sigue forzará aún más radicalrevaluación de la explotación, a la luz de expe-riencias, que si bien se aprecian son una ópticaconstruida con el contexto conflictivo discutidohasta ahora, siempre aportan elementos "sorpre-sivos" no inscritos en la definición del punto departida, y obligan a redefinirlo. Para ello tam-bién se recurre a conceptos que se refieren a lareconstrucción de la noción misma de explota-ción, más bien que a su "aplicación", que al ha-llazgo de sus "especificidades". Lo que se ha dis-cutido en esta sección es también resultado deque el surgimiento del socialismo o las nuevasformas de integración de las condiciones de su-pervivencia obrera a los circuitos de reproduc-ción del capital, entre otros, han forzado unareconsideración de la explotación capitalista que

26 Marx no distingue suficientemente la producción de la fuerza de trabajo de la de otras mercancías productivas. En aquellano hay minimización de costos; y el consumo individual, si bien reproduce capacidad laboral, no sólo se rige por ella. Entales circunstancias pueden producirse redistribuciones, y por lo tanto desigualdades y "explotación capitalista" (en elsentido más amplio utilizado acá) que no sólo se rigen por las condiciones capitalistas de producción de mercancías, sinotambién por las que atañen al consumo y las condiciones de existencia de la fuerza laboral que no son comprensiblesreduciéndolas a las primeras. Es posible construir valoraciones centradas en el trabajo, pero que también toman en cuantaestas dimensiones, con las cuales se aprecia la "explotación" como apropiación de plusvalor, y que no están limitadas porlos supuestos de la teoría del valor-trabajo incorporado, ni restringidas a la exclusiva creación del plusvalor en el procesoinmediato de producción. Véase, H. Hollander, Op. Cit., p. 867.

27 Las luchas de clases presuponen antagonismos y conflictos de interés entre ellas, pero no es cierto lo contrario. Esosconflictos de interés podrían no llegar al nivel de las luchas si alguna estrategia distributiva pacífica fuese la que da másresultados en términos de los intereses asumidos, en cierto modo.

Page 14: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

60

muestran más claramente su carácter relativo ynormativo, su dependencia no sólo de las condi-ciones inmediatas de producción, sino tambiénde una reproducción de capacidad laboral quetiene puntos de apoyo no capitalistas, etc.

Antes de abordar ese otro nivel de temati-zación, hay que revaluar también la explotaciónfrente a otros conceptos que casi siempre se leunen dentro de la problemática de "emancipa-ción humana" respecto a los límites que su pro-pio desarrollo va creando. La explotación seasocia con formas diversas de "opresión", "sub-ordinación", y ello ha producido una tentaciónreduccionista: apreciar la subordinación de lamujer, la opresión nacional, y otros semejantes,sólo como variantes o "formas específicas" de laexplotación concebida como antes, a partir de laapropiación y la alienación del trabajo y susproductos28. Para realizar semejante operación,habría que reconstruir aún más el concepto de"explotación", planteando dimensiones de ine-quidad y contemplando "alternativas" que cier-tamente no se hallan dentro de la noción discu-tida hasta ahora. Los diferentes componentesdel proyecto emancipatorio y de liberación hu-mana han de ser reconocidos, articulados y has-ta jerarquizados, en manera que una posicióncentral de la explotación, en determinada situa-ción, no implique reducir la subordinación degénero, por ejemplo, a la explotación clasista. Es-ta es una consecuencia irremediable de la cons-trucción crítica del conocimiento. Así, una pro-blemática como de la opresión y subordinaciónde la mujer involucra un cuestionamiento muy

básico a la formulación naturalista y universa-lizante de leyes sociales, tiene su propio marcohistórico que no es sólo el del capitalismo, y den-tro de éste tiene determinaciones que no son di-rectamente reducibles a la explotación capitalis-ta, a pesar de que se articule y refuerce con ella.La noción de "explotación" también ha de cam-biarse por el contexto pluralista que le imponetodo proyecto emancipatorio básico, amplio ydemocrático.

IV. Revaluación de la "explotación" ala luz del desarrollo capitalista

La noción de explotación se ha de construir yrenovar también de acuerdo con la experienciadel desarrollo capitalista y la lucha de clases. Enesta sección, en lugar de pretender una recons-trucción sistémica del concepto desde esa pers-pectiva, me limito a reseñar dos innovacionesconceptuales que me permiten ilustrar tanto lanecesidad, como algunos procedimientos y con-secuencias de la reconstrucción crítica de la "ex-plotación capitalista". La primera de estas tema-tizaciones resulta de nuevas interpretaciones deldesarrollo capitalista en las potencias avanza-das del "centro", surgidas en respuesta a la "cri-sis" actual; y que han puesto de nuevo en el cen-tro de la discusión la cuestión de la "explotación",relegada en interpretaciones marxistas anterio-res a un plano secundario, o reconocida sólo no-minalmente como la principal, en tanto las inno-vaciones se concentraban en problemas como eldel "monopolio"29. La segunda reflexiona sobrela explotación capitalista a partir de las condi-

28 Las luchas de clases presuponen antagonismos y conflictos de interés entre ellas, pero no es cierto lo contrario. Esosconflictos de interés podrían no llegar al nivel de las luchas si alguna estrategia distributiva pacífica fuese la que da másresultados en términos de los intereses asumidos, en cierto modo.

Page 15: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

61

ciones de los países dependientes, semindus-trializados y de nivel "medio" de desarrollo, co-mo suele caracterizarse la Colombia actual30.

Las crisis, como las fluctuaciones cíclicas,obedecen a contradicciones básicas de la organi-zación económica capitalista: no deben, por lotanto ser apreciadas como un simple encadena-miento de coyunturas, ni como rupturas acci-dentales de las regularidades económicas. Perotampoco pueden ser apreciadas sólo como re-sultado de "contradicciones" capitalistas bási-cas, ya que en ellas intervienen factores institu-cionales y se combinan aspectos diversos delrégimen capitalista en formas que son histórica-mente particulares. A lo largo de las oscilacio-nes cíclicas permanece constante un régimen deacumulación: una manera de articularse las re-laciones de explotación con las de competenciaentre capitales, con un sistema monetario, y conuna forma especial de coherencia y de relacio-nes de dominación entre naciones, y por lo tantounos mecanismos de ajuste económico a travésdel mercado, llamados de regulación. Las fluc-tuaciones cíclicas, su automaticidad y su depen-dencia respecto a las políticas estatales son espe-cíficas a cada régimen de acumulación. Por elcontrario, en una crisis se descompone el régi-men anterior de acumulación y es sustituidopor uno nuevo, que tiene también un modonovedoso de regulación y diferente tipo de osci-laciones cíclicas. En una crisis, las luchas socia-

les, políticas y de clase (hasta en el terreno de laspropias teorías interpretativas de la economía)producen una reestructuración básica del mar-co institucional y del régimen de acumulación,o abren paso a una potencial superación del ca-pitalismo. No se identifica así la crisis con algúnderrumbe total y/o automático, sino con la aper-tura de nuevas opciones y espacios de luchamuy fundamentales, y con la injerencia de facto-res y eventos externos al propio régimen de acu-mulación. Las crisis no son repeticiones periódi-cas de las anteriores, sino que expresan el fraca-so de las instituciones y del régimen que habíanpermitido salir de la crisis precedente.

La intensificación de la acumulación me-diante la mecanización de los procesos produc-tivos, la creación del sistema fabril y su equiva-lente en otras ramas de actividad económica,aumentó la capacidad de producción masiva,dentro de unos limites ya bien reconocidos, co-mo el implicado por la tendencia decreciente dela tasa de ganancias. Sin embargo, de acuerdocon esta misma contradicción, pero con deter-minaciones históricas adicionales, ello implicóel que antes que se llegase a las situaciones másextremas de restricción de la producción y laacumulación, tuvieran lugar limitaciones muyprofundas a la realización: la demanda socialefectiva no evolucionó a la par que la capacidadproductiva, y ello fue la causa principal de lacrisis de los años treinta.

29 Estas interpretaciones han sido desarrolladas por una escuela, conocida como de "la Regulación". Una breve reseña yreferencias se encuentran en un artículo de B. Coriat en Le Monde Diplomatique, noviembre de 1982. Véase en especial:M. Aglietta. Regulación y Crisis del Capitalismo. Siglo XX. 1979, y U. Ayala "La Crisis Actual" por publicarse en Desarrolloy Sociedad, en 1984.

30 En este aspecto me apoyo en lo discutido en U. Ayala. "El empleo en las grandes ciudades colombianas". Documento CEDE065, 1981, y en "La movilidad de la fuerza de trabajo urbana" por publicarse en le No. 12 de Desarrollo y Sociedad, 1983.

Page 16: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

62

En las potencias capitalistas se encontró en lasegunda posguerra una salida a esa crisis me-diante la configuración de un sistema de consu-mo masivo, integrado a la acumulación intensi-ficada por la mecanización, y a la monopoliza-ción de la producción y las finanzas que ya ve-nían acentuándose antes y habían ocasionado lacrisis anterior. La generalización y consolidaciónde la concertación global y las negociaciones co-lectivas, del salario mínimo y el seguro contra eldesempleo, el aumento de los componentes in-directos del salario y el desarrollo de la segu-ridad social, la configuración de nuevas jerar-quías salariales, fueron cambios del régimensalarial y de explotación que facilitaron este con-sumo de masas. Ello implicó un cambio hacia unpapel estatal mucho más activo e interventor delos mecanismos de regulación. Todas estas me-didas facilitaron un crecimiento estable de laproducción, al aumentar la correspondencia en-tre el desarrollo de la capacidad productiva y lademanda social. Los cambios estructurales fue-ron acompañados por innovaciones correspon-dientes en el manejo de la coyuntura, con lo cualtambién se redujeron las fluctuaciones cíclicas.El crecimiento de las potencias capitalistas des-de la posguerra hasta los años setenta se basó asíen el desarrollo de sus mercados internos, y enunos acuerdos nacionales, en los cuales desem-peñaron un papel decisivo las conquistas de lostrabajadores y el movimiento sindical.

Ello implicó una gran expansión del comer-cio y el flujo de capitales entre esas potencias, asícomo la configuración de todo un nuevo siste-ma monetario y financiero internacional, bajo lahegemonía de los Estados Unidos. Por primeravez en la historia del capitalismo, la expansióndel capital en el centro no supuso de maneracrucial la resolución de problemas de realiza-

ción mediante reparticiones del espacio geo-político periférico. El imperialismo no desapa-reció sino cambió de forma: se volcó a la perife-ria en busca de formas más directas de valoriza-ción del capital, complementarias del procesode expansión centrado en las potencias.

La nueva crisis de los años setenta surge dela configuración que dio salida a la de los añostreinta. El régimen salarial y el consumo masivorestringieron en últimas la elevación de la tasade explotación. Se aumentó fantásticamente lamonopolización de la economía, y se subordinóal Estado en forma muy directa al sostenimientode condiciones no rentables pero indispensa-bles de la reproducción social, llevándolo a "cri-sis fiscales" que han estrangulado la posibilidadde seguir utilizándolo en tal forma. La monopo-lización y las instituciones que facilitaron el con-sumo de masas corresponden al desarrollo defuerzas productivas mecanizadas, y por lo tantohan restringido la incorporación de toda unanueva generación de fuerzas productivas que sebasa más bien en el control automático de la pro-ducción según un principio de "información", yen una reorganización consecuente del trabajo.El crecimiento de la posguerra aprovechó, pro-fundizó y amplió tendencias internacionalizan-tes e interdependientes entre economías nacio-nales, que socava los acuerdos nacionales bási-cos, ya que una fracción cada vez mayor de lareproducción se realiza fuera de cada nación,que alteran incontrolablemente la competenciacon el surgir de los monopolios transnacionales,que minan el principio hegemónico de coheren-cia de la relaciones entre potencias y de domina-ción de la periferia. La crisis del centro acelera lade la relaciones de dependencia -que ya eranafectadas por las luchas de liberación nacionalde la posguerra- y provoca intentos por reafir-

Page 17: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

63

marlas o reestructurarlas, por transferir los cos-tos de la crisis a la periferia, para así crear basespara alguna recuperación temporal de la poten-cias, o en últimas, redistribuir y relocalizar elcentro capitalista.

Lo que ha ocurrido en estos últimos añosconstituye una crisis ante todo porque las basespara cualquier eventual salida capitalista sonexteriores y conflictivas con el régimen institu-cional y los mecanismos de regulación aún vi-gentes en las potencias capitalistas, y conviertenla crisis en un asunto global, que abre muy signi-ficativos espacios para luchas de clases popula-res y de liberación. Se combinan las luchas entorno al régimen salarial y de bienestar dentrode cada espacio nacional con los surgidos de loscambios técnicos y en las formas de producción,con intentos conflictivos por restaurar la cohe-rencia entre las economías capitalistas, y por con-figurar nuevas formas de dependencia, con nue-vos tipos de luchas de liberación nacional, con elmovimiento antiarmamentista y con la compe-tencia entre los campos socialista y capitalista.

La elaboración de esta caracterización de lacrisis actual contiene reformulaciones del con-cepto de explotación capitalista, que son las quemás interesa destacar. Nótese en primer lugar lanecesidad de las mismas, señalada por el hechode que algunas simplificaciones necesarias parala construcción original del concepto de explo-tación capitalista, ya no serían tan justificablesen la actualidad, tal y como ocurre con lo queocurre con el trabajo improductivo y el domés-

tico. Así mismo, factores históricamente decisi-vos, tal y como ocurre con el tipo de desarrollode las fuerzas productivas, con la integración delas condiciones de existencia obrera en la repro-ducción del capital, con el alcance de las formastransnacionales de dominación directa de clasey las articulaciones entre las economías nacio-nales. Las luchas sociales, de clases y de libera-ción nacional, femenina y similares, han aporta-do elementos cualitativos nuevos, que fuerzanla recomposición del campo de prioridades prác-ticas, y por lo tanto de los mismos conceptos queparecerían "más fundamentales". No puedenserlo por "naturaleza", dentro de una noción cri-tica de explotación. No se trata así sólo de quelos nuevos componentes aportados por la histo-ria sólo añadan "especificidades" o lleven "dis-torsiones" respecto a un concepto inmutable deexplotación.

En segundo lugar, se ha requerido sumar alconcepto de modo de producción el de régimende acumulación, para interpretar al menos elcambio experimentado contemporáneamente enel capitalismo avanzado y sus dos últimas cri-sis31. Y ligado a ello, se reconocen tanto periodosde desarrollo dentro de marcos institucionalesinalterados por el alcance de los conflictos socia-les, como períodos (que pueden ser muy largos)de recomposición cualitativa activada por lu-chas de mayor alcance, que si bien tienen un raízy centro en las luchas de clases, no se limitan aellas puesto que en la recomposición (o posiblecaída) capitalista entran en juego nuevos elemen-tos, no incluidos en el régimen de acumulación

31 Sospecho que este concepto está muy ligado al ámbito "nacional" en el cual se han dado los mecanismos claves dedominación de clase en las potencias capitalistas. Una transformación radical en esta dirección, y contextos sociales comolo de países dependientes, requerían revaluación del concepto, u otro my diferente.

Page 18: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

64

en crisis. Los regímenes de acumulación periodi-zan la historia de desarrollo capitalista central,principalmente de acuerdo con los cambios enla explotación, contemplada ya no sólo de acuer-do con las condiciones inmediatas de produc-ción, sino también considerando las de repro-ducción que siempre involucran elementos noinmediatamente sometidos a la lógica capitalis-ta. Por su puesto, en relación con ello también secontemplan los cambios en las formas de com-petencia, en el régimen monetario, en las consi-deraciones de inserción en la división interna-cional del trabajo; pero estas no se ven aislada-mente de la explotación, ni mucho menos llegana caracterizar por sí solas nuevas fases del desa-rrollo capitalista.

Para reforzar el argumento a favor de unacrítica de la concepción original de explotacióncapitalista, me refiero además a un problemaparticular planteado por el desarrollo capitalis-ta actual en países como Colombia. Un aspectocentral de la interpretación sobre el "subdesa-rrollo" contemporáneo y la evolución hacia ni-veles superiores de desarrollo ha sido plantea-do por el "dualismo"32: la modernización super-impone una estructura avanzada sobre otra "tra-dicional", que gradualmente se elimina. Este proce-so puede bloquearse o dilatarse de acuerdo confactores "externos", como la "dependencia" respec-to a potencias más desarrolladas, o por condi-ciones desfavorables en los mercados interna-cionales, por el grado de retraso en la inserciónen la estructura económica y social mundial.Pero también pueden producirse limitaciones

por causas "internas" como la presencia de ungran excedente de mano de obra, políticas querestringen su incorporación al sector "moder-no", proteccionismo que ignora las ventajas com-parativas, o ausencia de protección suficientepara lograr impulsos iniciales requeridos paraindustrialización, etc. así se ha llegado hasta laformulación de un concepto correspondiente de"explotación": las potencias capitalistas, las im-perfecciones de mercados internacionales, losretardos en la incorporación al sistema moder-no mundial, pueden implicar explotación de lospaíses, dependientes, pequeños, y de desarrolloretrasado; y dentro de cada país, las burguesíaslocales y las controladas por intereses foráneos,los monopolios, el Estado, los sindicatos y traba-jadores de los sectores modernos también pue-den restringir la integración de los sectores mar-ginados y tradicionales al sector "moderno", ysobre ello se basa la "explotación" interna. La víamás comúnmente considerada para la realiza-ción de esa "explotación" es el mercado: interna-cional y/o nacional.

Las respuestas "marxistas" a esta argumen-tación han sido muy frecuentemente, la de tra-ducirla a términos "marxistas" y con la perspec-tiva de clase correspondiente, o la de rechazarlareiterando las concepciones clásicas sobre laexplotación y el desarrollo capitalista interpre-tando las particularidades como resultado dedesfases en la inserción dentro del sistema capi-talista, o la de señalar "distorsiones" del desarro-llo capitalista inducidas por la dependencia alimperialismo. Tienen en común, precisamente,

32 He incluido deliberadamente posiciones "dualistas" que son irreconocibles entre ellas, pero obedecen a una lógica y a unanoción de conocimiento compartida. Dentro de ellas hay posiciones que traducen esta argumentación por completo allenguaje "marxista".

Page 19: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

65

la ausencia de cuestionamiento sobre la explota-ción capitalista, que les lleva, según el caso, aaceptar la noción neoclásica y de mercado, o areiterar la concepción marxista original sin re-novarla. Ha sido precisamente el volver a consi-derar la explotación capitalista como un proble-ma, y no como un supuesto, lo que ha permitidouna respuesta genuina al "dualismo", que no seatrinchera en la reiteración de antiguas formu-las y conceptos.

Ilustraré este tipo de reconstrucción críticade la explotación capitalista en nuestro medio,refiriéndome al procedimiento y resultado deunas investigaciones en las cuales he participa-do. Ha imperado un señalamiento de los proble-mas de "pobreza" urbana como resultantes de lasupervivencia de sectores "tradicionales" o "in-formales" de activación económica, y una expli-cación de esa supervivencia como causada porun excedente de población y mano de obra ur-bana que no es incorporable al sector modernopor los altos salarios allí logrados por los sindi-catos, por la protección estatal, y por los mono-polios, o alguna alianza de los tres. En respuestaa esta argumentación, mediante investigacio-nes empíricas recientes en las grandes ciudadescolombianas se ha llegado a un resultado con-trario al dualismo y a su formulación del proble-ma del subempleo y la pobreza urbana. Paraello, se contempló el empleo simultáneamentecon las condiciones de supervivencia familiarde los trabajadores y con las otras condicionesde reproducción de su capacidad laboral. Elloobedeció precisamente a una perspectiva quecontempla la posibilidad de que la explotación

sea un proceso en le cual se refuerzan mutua-mente determinados aspectos del uso y contra-tación de la fuerza de trabajo, con otros relativosa sus condiciones de reproducción; y que en ellopodría desempeñar un papel importante la ma-nera como sobreviven las formas precapitalistasde actividad económica33.

Efectivamente, se ha llegado a mostrar como,en el contexto actual de las grandes ciudades co-lombianas, la supervivencia de formas precapi-talistas ya se debe principal y simultáneamentea su aporte de bienes y servicios para la produc-ción capitalista y la reproducción de su fuerzade trabajo, y al hecho de que la mayor parte delos trabajadores de esas formas sobrevive en ho-gares que también contienen trabajadores delsector capitalista y formas intermedias, y así con-tribuyen al sostenimiento de la fuerza de trabajopara el capital y de un régimen salarial especial.Ello hace parte de un mecanismo más generalque utiliza las formas de reproducción de fuerzade trabajo como fundamento para sostener has-ta en el interior del mismo régimen salarial delsector capitalista, diferenciaciones entre traba-jadores de acuerdo con su posición en la repro-ducción, y así se logran mayores niveles de ex-plotación y discriminaciones salariales que lossustentan. La participación laboral "extensiva"de los niños trabajadores, de gran parte de lasmujeres, los jóvenes y los estudiantes, se ha in-crementado en función de su colaboración alsostenimiento de fuerza de trabajo de los pro-pios sectores capitalistas, aún cuando aquelloslaboren la mayoría de las veces en los precapi-talistas, y cuando lo hacen en la actividad mo-

33 Véanse, por ejemplo, los Planes de Desarrollo "Para Cerrar la Brecha" (1974-1978) y "Plan de Integración Nacional" (1978-82). Ver U. Ayala, "El empleo en las grandes ciudades colombianas", capítulo 2, Tomo I, CEDE, 1981.

Page 20: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

66

derna, sólo logran posiciones y salarios discri-minados. Así se configura un régimen de explo-tación caracterizable como de "bajos" salarios,más que por su nivel, por el hecho de apoyarseen formas no-capitalistas y discriminacionespara limitar los aumentos salariales34. Contra lastesis dualistas, no son las condiciones de super-vivencia en los sectores modernos, ni sobrevi-ven los primeros porque sean artificialmentealtos los salarios en los segundos, sino que ya esel salario pagado por el capital lo que regula laexistencia de las formas precapitalistas, y son lobajos salarios los que sostienen.

Al problematizar la explotación capitalistaes cuando se puede llegar a una nueva perspec-tiva sobre la supervivencia de las formas preca-pitalistas. Son continuamente regeneradas den-tro de la reproducción de este tipo de explota-ción. Las diferenciaciones dentro de la fuerza detrabajo de los propios sectores capitalistas noson accidentales, ni "distorsiones"; son partetambién de ese mismo régimen de explotación35.Heterogeneidad productiva y de la fuerza labo-ral tienen una unidad, y no meramente funcio-nal, sino que involucran a las formas precapita-listas y las clases trabajadoras correspondientesdentro de los antagonismos y luchas de clasescapital/trabajo (asalariado).

La perspectiva de desarrollo capitalista noparece ser la de la visión dualista, que la ve comouna integración de los sectores atrasados a la es-tructura moderna señalada precisamente por ladesaparición del excedente de mano de obra re-fugiado en sectores tradicionales. Más bien pare-cería que ese excedente ya ha sido absorbido,pero sin desaparición, sino con regeneración delas formas precapitalistas en función de su inte-gración a la reproducción de fuerza de trabajopara los sectores capitalistas. Aún más, el meca-nismo de reproducción del "atraso" es muy "mo-derno" y tienen continuidad con el que ya vaproduciendo estratificaciones secundarias de lafuerza de trabajo, heterogeneización del proleta-riado como forma muy "actual" de explotación.

V. "Conclusiones" como puntos de par-tida para un "debate"

A partir de una concepción del conocimientocomo proceso de construcción social, parte deuna confrontación de ideas e intereses, he plan-teado que el concepto de explotación ha de sercontínuamente reconstruido, considerado comoun problema y no como un supuesto incuestio-nado. Esta concepción critica de la "explotacióncapitalista" no sólo lo es respecto a las que nie-gan y las que la localizan en trabas al libre inter-

34 El capitalismo avanzado logra reducir el costo relativo de la mano de obra mediante aumentos en la productividad deltrabajo directo o indirectamente utilizado en la producción de bienes - salario, con lo cual bien puede llegar a elevar elsalario real, aún cuando la capacidad laboral cueste menos al capital, y así hasta llegar a aumentar simultáneamente lasganancias y los salarios reales y el nivel de vida obrero. Sin embargo, y por otra parte, el tipo de desarrollo productivomecanizante tiende también a disminuir la tasa de ganancia, y así frena la acumulación de capital. A pesar de tener muchomayor nivel de explotación, este no sería un régimen de salarios "bajos" como el caracterizado en el texto. En una economíacon "bajos" salarios, sí hay desarrollo de la productividad, pero este se orienta a las exportaciones, o es accidental - ligadoa la importación de tecnología, y por la desarticulación del sistema productivo y el alto grado de monopolio , no llega areducir el costo relativo de los bienes-salario.

35 En los países capitalistas avanzados, el régimen de consumo masivo también ha cambiado la naturaleza de la proletarización,al establecer toda suerte de segmentaciones y diferenciaciones ligadas a su régimen salarial característico.

Page 21: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

67

cambio, sino ante todo respecto a sí misma. Larevaluación de la noción de explotación no sóloimplica actualizarla, hallar sus especificidadesy sus aplicaciones sino ante todo reconstruirla.

La "explotación" es una noción siempre ne-cesaria y construida relativamente, por contras-te con alternativas y de acuerdo con preferen-cias y visiones del orden social. No es posible re-ducirla a un concepto puramente explicativo,como tampoco es sólo normativo, puesto queinspira una práctica social, y como concepto estambién parte del proceso social real.

La historia ha asociado "progreso" y su supe-ración de diversas formas de explotación; perono siempre, y menos en un sentido predetermi-nado que sirviese de explicación general deldesarrollo social. Es necesario acudir a la disci-plina histórica para construir el conjunto de al-ternativas con la cuales se concibe la explotaciónen un contexto dado (los relevantes hoy serían el"capitalista" y el "socialista"), pero ello no auto-riza, ni demanda, ni implica convertirlas en ele-mentos de una sucesión determinista explicadapor el principio de superación de la explotaciónde clases.

La explotación como relación entre clases so-ciales no agota todas las posibilidades de domi-nación, opresión y desigualdad social. La uni-dad para la superación de estas trabas al desa-rrollo social, no implica reducirlas a variantes oresultados de esa explotación, ni todas las lu-chas a la lucha de clases. El papel que éstas de-sempeñan es históricamente específico, y nouniversal, y por ello demanda reconstruccióntotal dentro de los diferentes contextos de trans-formación social. La reconstrucción actual delconcepto de explotación capitalista tiene un pun-

tal en la consideración de existencia y reproduc-ción de las clases trabajadoras dentro de la re-producción del capital, y no sólo en los paísesdonde se han agotado los apoyos precapitalistasa la reproducción, sino también en los contextosen los cuales la subordinación de esas formasprecapitalistas se ordena en turno a la reproduc-ción de la fuerza de trabajo asalariada para elcapital. La explotación capitalista no debe serreferida sólo a las condiciones de producción ydel mercado de trabajo, sino también, y en rela-ción con ello, a las condiciones de reproducciónde capacidad laboral que siempre involucranaspectos no interpretables sólo con la lógica delcapital. Esta articulación es así mismo un lugarprivilegiado para comprender/transformar larelación entre la explotación clasista y otras for-mas de dominación y opresión.

Una "crisis" como la actual ofrece una pers-pectiva privilegiada para la comprensión delpapel de la lucha de clases y otras luchas socialesy políticas en la configuración de los antagonis-mos, las instituciones y los procesos económicosmismos. Fuerza la consideración explícita de laexplotación como eje de la apreciación de lastransformaciones sociales, por sobre las inter-pretaciones que en épocas "normales" o en crisisanteriores han desplazado el interés teórico enotras direcciones. Presenta la dificultad de in-volucrar nuevas formas cualitativas, impres-cindibles dentro de los términos en los cuales seexplica bien la lógica de funcionamiento de losperíodos normales de regulación. La compre-sión de la crisis actual plantea con urgencia adi-cional la consideración de las condiciones repro-ductivas dentro de la comprensión de la explo-tación capitalista, puesto que el régimen en cri-sis había creado articulaciones que ahora se en-cuentran en juego.

Page 22: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

68

En la crítica a la noción de explotación, UlpianoAyala manifestó las carencias de la teoría mar-xista para guiarlo en sus trabajos empíricos so-bre empleo, desempleo y sus vínculos con for-mas pre-capitalistas de producción. En particu-lar observaba que había un soporte material alos bajos salarios en la provisión de bienes de con-sumo producidos bajo estas formas primarias y,por lo tanto, sustentaban la explotación por en-cima y en forma distinta de lo que informaba lanoción ortodoxa marxista de explotación: el tra-bajo produciendo un excedente por encima desu costo de producción o, en términos de valor,la jornada de trabajo dividida entre el trabajonecesario (valor) para reproducir al obrero y elplusvalor que apropiaba el capitalista.

Decía Ulpiano "reseño y comento cambios so-ciales y aportes conceptuales que están deman-dando y apoyando la renovación -crítica y cons-tructiva- de la noción de explotación arraigadaen Marx. Tienen en común el surgir de transfor-maciones en el modo de integración de las con-diciones de existencia de los trabajadores a lapropia producción y reproducción capitalista".(ps. 114-115, énfasis en el original) Aunque yarevisaba el marxismo en términos intelectuales,pretendía que el movimiento político lo escu-chara porque mantenía la actitud crítica quedemandaban los marxistas y quería mejorar la

noción teórica heredada o por lo menos dar a co-nocer que se estaban reelaborando sus concep-tos fundamentales.

Ulpiano estaba leyendo a Hollander y a Roe-mer quienes elaboraban un aparato analítico pa-ra tratar con rigor los supuestos de la teoría eco-nómica marxista, lo que probablemente le causódesazón, pero no los explicita en su artículo co-nociendo que los argumentos tan complejos noserían discutidos racionalmente en el radicali-zado medio político colombiano o en el atrasadomedio académico. Roemer en especial cuestio-nó la noción de Marx aduciendo que se debía es-pecificar con relación a qué situación se genera-ba la explotación. Elster lo describe así: "JohnRoemer en Valor, explotacion y clase2 muestra queen los modos de explotación del feudalismo, elcapitalismo y el socialismo... un grupo de indi-viduos es explotado (de acuerdo con esta teoría)si pudieran retirarse de la sociedad de acuerdocon ciertas reglas de desafiliación y mejoraransu situación. Diferentes formas de explotacióncorresponden a diferentes reglas de retiro. Sepuede afirmar entonces que los siervos eran ex-plotados porque hubieran podido estar mejor sise hubieran podido retirar del sistema feudalcon sus tierras. Los trabajadores serían explota-dos por el capitalista puesto que les iría mejor sise retiraran con su participación per cápita de

2 México : Fondo de Cultura Económica, 1989.

Comentarios"Crítica de la explotación capitalista"

Salomón Kalmanovitz K.1

1 Codirector, Banco de la República.

Page 23: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

69

los activos intangibles, es decir con sus habilida-des y talentos3". Se podría argumentar que lostrabajadores podrían organizar una cooperati-va y repartir alícuotamente las utilidades entretodos los participantes en ella y estarían mejorque con los salarios que recibían sometidos a lapropiedad de un capitalista.

Ulpiano destaca que la especificidad de la ex-plotación capitalista frente a modos de produc-ción anteriores es que el intercambio de fuerza detrabajo por salario es voluntario... "en la compra-venta mercantil de trabajo, Marx halló inequi-dades que se basan en la apropiación unilateralde excedente por los capitalistas: estos sólo con-tratan trabajadores si ello les es rentable, y lostrabajadores no pueden sobrevivir sin alquilarseya que carecen de medios de producir (y así sub-sistir)... así mismo (Marx) identificó las conse-cuencias contradictorias que a su vez dan origena condiciones en las cuales los trabajadores y lasmayorías reconocen su identidad y a posibilida-des de superación de tal régimen social" (p.117).

Marx supuso que la naturaleza humana eramaleable y que podía superar sus determinacio-nes biológicas por un creciente auto-conocimien-to, tal cómo sucedía en la dialéctica hegelianacon el desarrollo humano. La conciencia de cla-se llevaría a la acción de clase que terminaría porderrocar al capitalismo. Pero el hombre es unaespecie que defiende su espacio vital y de repro-ducción, lo que lo impulsa a actuar de maneraegoísta, como lo señaló Darwin en su momentopara todas las especies. Marx creyó que él habíalogrado en economía lo que Darwin había he-cho en biología y se cuenta que le envió El Capi-

tal al biólogo con ese mensaje, que se quedó sinrespuesta. La razón es que Darwin no aceptabaque la especie humana tuviera algún fin y quepor el contrario los cambios y mutaciones en lasespecies, incluyendo a la humana, eran proce-sos estocásticos, gobernados por la casualidad yla incertidumbre.

Lo cierto es que no hay una buena razón paraque los hombres actúen colectivamente o de ma-nera cooperativa para liberarse de sus amarraso persiguiendo su interés. Es el problema deloportunista que Mancur Olson destacó en suLógica de la acción colectiva que impide que lasorganizaciones logren el apoyo explícito y el fi-nanciamiento de sus beneficiados, a menos quecuenten con medios coercitivos como el piquetey/o legales (retención en la fuente) para obtenerlas cuotas que garanticen su cabildeo. DouglasNorth destaca que Marx no pudo pensar adecua-damente este problema y lo resuelve de maneraidealista. En la historia del siglo XX, las revolu-ciones socialistas fueron propiciadas por crisissociales o guerras en las que pequeñas organiza-ciones disciplinadas, formadas por militantesfanáticos y también altruistas, capturaban el po-der de manera estratégica y erigían estados so-bre la base de partidos únicos. Aunque estas co-rrientes pragmáticas y realistas como las queintegraban Olson y North eran bastante conoci-das en los países anglosajones, en Colombia seconocían poco y hubieran sido consideradasanatemas de haber sido propuestas en los ochen-ta del siglo pasado.

Frente a la posición de Olson sobre la accióncolectiva hay que decir que funciona como él

3 Jon Elster, "Marxism, Functionalism and Game Theory", Theory and Society, 11, 1982.

Page 24: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

70

dice en condiciones normales. Sin embargo, hayperíodos de la historia en que se presentan olea-das de intensos sentimientos colectivos que danpie a movimientos sociales importantes. En losaños sesenta en Estados Unidos, se dieron mo-vimientos pacifistas y pro-igualdad social quese globalizaron con el Mayo del 68 francés y eu-ropeo. En Colombia, ellos se expresaron en elmovimiento estudiantil y campesino de los añossetenta que galvanizó a nuestra generación. Esonos radicalizó e hizo volver los ojos a Marx quellegó por vías ortodoxas, estructuralistas y em-piristas. Recuerdo en un debate académico conMauricio Carrizosa, un egresado de la Universi-dad de Chicago, en el que defendí posicionesmarxistas de manera afiebrada que el públicocelebraba ruidosamente, al tiempo que rechaza-ba con pitos la visión económica neoclásica, élme dijo que eso sería inconcebible en un medioacadémico norteamericano, dominado por la or-todoxia; sin embargo, en Colombia no tenía lamenor legitimidad. Yo me sentí superior y le di-je algo así como "es que aquí ganamos nosotros".Era pues un ambiente que nos arrastraba a mu-chos y Ulpiano, que había sido militante comu-nista, no se podía quedar por fuera.

Ulpiano argumentaba que el concepto de ex-plotación era puro, abstrayendo condiciones es-pecíficas como la presencia del trabajo domésticono pago en los hogares, limitado a la esfera nacio-nal, abstrayendo también condiciones de la circu-lación y de la demanda. Menos aún alcanzó Marxa divisar "espeficidades del desarrollo capitalista

periférico, correspondientes a etapas posterioresdel propio sistema capitalista global". (p. 118) Porello se hace necesario actualizar y reconceptualizarel concepto de explotación de Marx, lo que im-plica "reformar sus aspectos más básicos".

Ulpiano liga esta necesidad de revisar el con-cepto de explotación a fondo con su adaptaciónen los países socialistas con conceptos como laheterogeneidad de las formas de producción ysu articulación con la dependencia, el colonia-lismo y la liberación nacional. Es más, se handados fracasos y distorsiones en los países so-cialistas que tienen que ver con formas de explo-tación no-capitalistas o, para interpretarlo a mimanera, los medios de producción eran contro-lados por una burocracia de partido que teníaun acceso desproporcionado a la plusvalía so-cialista4. La noción de explotación, insistía Ul-piano, estaba articulada al conocimiento comoproblema político. "El apoyo a formas ideales yautoritarias de conocimiento se liga a formas deacción política que se autolimitan y distorsionanmuy gravemente, por más que se arraiguen ini-cialmente en intereses amplios y populares, yasí culminan en formas autoritarias y exclusivis-tas". (p. 119) Creyendo mucho en el valor de ladiscusión, Ulpiano insiste que su carencia con-duce a malas políticas que simplemente se acu-mulan, y que se hacen imposibles de corregir.

El mismo concepto de valor-trabajo deberíaser revaluado insiste Ulpiano. Marx no conside-ró, entre otras, la producción conjunta en la que

4 Mancur Olson explicaría en su "Poder y prosperidad" el colapso del socialismo no tanto por la apropiación del excedentepor la burocracia sino, al contrario, por su pérdida del control de ese excedente que comenzó primero a disminuir en tantose mejoraban las condiciones de los trabajadores y se relajaba su disciplina mantenida hasta entonces con el terror y a serrepartido de manera creciente entre más individuos que hacían trueques con insumos y productos que robaban de sussitios de trabajo.

Page 25: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

71

surgen dos o más productos y que resulta en in-validar la tendencia decreciente de la tasa de ga-nancia que en Marx se basa en la idea de que sóloel trabajo vivo produce plusvalor y por lo tanto elaumento del trabajo muerto (maquinaria y másmaterias primas por empleado) en la composi-ción del capital va a generar proporcionalmentemenos plusvalor que es la base de la ganancia.

De alguna manera, Ulpiano defiende la dis-ciplina de la economía potenciada por la formali-zación matemática. La economía neoclásica ope-ra con "fundamentos restringidos al intercam-bio, pero encaminadas a lograr políticas útiles, yasí se "valida"". Supuestos simples, puede agre-garse, conducen a aumentar la capacidad de ladisciplina de ser formalizada, a posibilitar quesus modelos planteen hipótesis que pueden servalidadas o falseadas por medio de métodos es-tadísticos sofisticados. El marxismo podría ha-cer lo mismo pero tendría que abandonar plan-teamientos especulativos como el de la lucha declases como motor de la historia dirigiéndoseirremediablemente hacia el comunismo. Unopodría decir lo mismo de Francis Fukuyama: sila historia va hacia la economía de mercado y lademocracia liberal eso es simplemente una es-peculación que podrá validarse solo despuésdel holocausto nuclear. En todo caso, UlpianoAyala estaba revisando toda su posición que lodevolvería eventualmente a los trabajos basa-dos en la teoría económica neoclásica.

En la misma noción de explotación que siem-pre favorece a la burguesía hay una actitud fun-cionalista que ha sido desmenuzada por Elster.Él aduce que Marx como historiador está lejosde la trampa funcional porque plantea contra-dicciones y luchas que no llevan a resultadosclaros ni que beneficien siempre a alguna clase

o que incluso se generan situaciones caóticas enla que todos los actores pierden, lo que llama"contrafinalidad". Sin embargo, en muchos aná-lisis de marxistas y estructuralistas aparecenacciones que benefician a la burguesía y que su-ponen su actuación para lograr esos beneficios osea la realidad está gobernada por la "finalidad".Hay fines sin sujetos: la superestructura garan-tiza las condiciones de explotación y son gene-radas por las bases materiales dadas por la pro-ducción, incorporados en "el capital".

Dentro de esta veta funcionalista, Marx afir-ma con relación al propio concepto de explota-ción que "en tanto que es la coerción del capitalla que obliga a la gran masa de la sociedad a pro-ducir (esta plusvalía) por encima de sus necesi-dades inmediatas, el capital crea la cultura yejercita una función histórica y social". (Manus-critos) El capital (el agregado de cientos de milesde capitales en muchos sectores y ramas de laeconomía) se ve entonces como un sujeto histó-rico dotado de voluntad que actúa para hacer loque necesita y más le conviene. Creo que toda lageneración de intelectuales colombianos surgi-das en los setenta y ochentas fuimos y somos to-davía víctimas de esta forma de pensar que aso-cia los presuntos beneficios de una acción con suejecución consciente o inconsciente por el bene-ficiado. Las posiciones de Fernando Rojas y Vic-tor Manuel Moncayo en la que recurrían a la es-cuela de la lógica del capital y al estructuralismomarxista de Luis Althusser eran radicalmentefuncionalistas y mecánicas.

En este primer número de la revista de la Uni-versidad de los Andes, Texto y Contexto de 1984donde Ulpiano publica el ensayo que comentoaparecen cuatro artículos con relación a Bolívar ytres más sobre Marx. Alejandro Sanz de Santa-

Page 26: Crítica de la explotación capitalista

COYUNTURA SOCIAL

72

maría enfatiza el lado multidisciplinario de Marx,Francisco Leal introduce la discusión de Pou-lantzas, Gramsci y los de la lógica del capital so-bre clase y Estado, Ulpiano Ayala, como se vio,sobre el concepto de explotación y Luis Enri-que Orozco escribe sobre cristianismo y marxis-mo. Eso mostraba una afiliación moderada aMarx. Entre tanto, en la Universidad Nacionalse mantenía la Fe en el marxismo un tanto másortodoxo que en los Andes, como lo muestra la re-vista Cuadernos de Economía lidiando con la "so-lución" al problema de la transformación y el se-minario organizado por la Universidad del Va-lle al cual fue invitado Anwar Shaikh. Este es unteórico con buen manejo de la formalización ma-temática que se precia todavía de mantenersecercano a las fuentes primarias marxistas y quefue el último eslabón que nos mantuvo unidos almarxismo, por el rigor virtuoso que exhibía.

Pero ya el radicalismo marxista se debilita-ba crecientemente: también vino al mismo semi-nario Edward Nell quien es un neo-ricardianoque nos incentivaba a estudiar La producción demercancías por medio de mercancías de Piero Sraffa.Con Fernando Tenjo y mi persona en la maes-tría de economía de la UN estudiamos a Kaleckyque ya era una síntesis marxista-keynesiana ypor sobre todo a postkeynesianos como Hyman

Minsky al que invitamos a la universidad en1988. No hacía 10 años que un estudiante delMOIR había propuesto que sólo se estudiara ellibrito rojo de Mao en todos los cursos de la Fa-cultad. Se enseñaba Marx I y Marx II. Despuésestos se cambiaron a Economía Política I y II,que incluía a economistas clásicos como Smith,Ricardo y Mill. En los noventa, abrimos muchomás la facultad a la teoría neoclásica y se inten-sificó la carga de matemáticas y econometría.

No quiero dejar esta nota dando la sensaciónde que es una autocrítica, que nos equivocamosy lo sentimos mucho. Por el contrario, fuimosprivilegiados al participar de una agitación mo-numental que era global y nacional, que desa-rrolló nuestros intelectos a fondo y nos impusoaltas metas, una de las cuales fue la moderniza-ción de la vetusta estructura académica colom-biana y otra la consolidación de las tradicionesde investigar y publicar en el país, tan débileshasta los años setenta. Sin ese impulso, muchosno hubiéramos participado activamente en elespacio de lo público, de la política fundada enideas altruistas que después sería apropiadapor la insurgencia pero ya carente del velo legiti-mador de las ideologías que producimos los in-telectuales de la generación a la que pertenecióUlpiano Ayala.

Page 27: Crítica de la explotación capitalista

CRÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA

73

Elster, Jon. (1982), "Marxism, Funtionalism, and GameTheory: The Case for Methodological Individualism",Theory and Society 11

Fukuyama, Francis (1994), El fin de la historia y el últimohombre, Editorial Planeta, Madrid.

Leal, Francisco (1984), "Intereses de clase einstituciones delEstado", Texto y Contexto, No 1, Universidad de losAndes, Bogotá.

Marx, Carlos (1995), Manuscritos : economia y filosofia, Alian-za Editorial, Madrid

Moncayo, Victor Manuel y Fernando Rojas (1980), Estado yeconomia: crisis permanente del estado capitalista Socie-dad de Ediciones Internacionales, Bogota ; Caracas

North, Douglass C. (1993), Instituciones, cambio institucionaly comportamiento económico, FCE, México.

Bibliografía

Olson, Mancur (1992), La lógica de la acción colectiva: bienespúblicos y la teoría de grupos, Noriega Editores, EditorialLimusa Mexico.

Olson, Mancur (2000), Poder y prosperidad: la superacion de lasdictaduras comunistas y capitalistas, Siglo Veintiuno deEspana Editores, Madrid.

Orozco, Luis Enrique (1984) "Marxismo y cristianismo en lapráctica de los cristianos latinoamericanos", Texto yContexto, No 1, Universidad de los Andes, Bogotá.

John Roemer (1989), Valor, explotacion y clase, FCE, México.

Sanz de Santamaría, Alejandro (1984), "Filosofía y econo-mía: dos dimensiones inseparables en el pensamientomarxista", Texto y Contexto, No 1, Universidad de losAndes, Bogotá.

Shaikh, Anwar (1990), Valor, acumulacion y crisis: ensayos deeconomia politica, Tercer Mundo Editores, Bogota.