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~'" . Critica de la mu.sic.olog1a ,intui tiva. _)U la in-t.8Dci6n de aportar mayor solidez a 108 razonamientos musi =::5gtC08 mediante un paradigms concreto, eeta monograffa pretende ~:~trar la falta de cODsistencia epistemo16gica. de 108 cenceptos po- )~2a~]ente aceptadoB sobre B orfgenes del jazz, as! como desenmas- •. ::2 _ ax 108 fuudamentos racistas de la idea del negro como persona 0.0- ~,~:3,' de una capacidad ritmica espec1.fic8,o '3.8 ej emplificaciones giran en torno a1 desconocimicm que 1a L1U- ,-i. »logia en general ostenta en re1aei6n con 18 musica de consume a- :l~ leana de comienzos de sigla y de Is impropiedad _ sin tener en cuenta esaB lagunas postulan los orfgenes

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•~'" .

Critica de la mu.sic.olog1a ,intui tiva.

_)U la in-t.8Dci6n de aportar mayor solidez a 108 razonamientos musi=::5gtC08 mediante un paradigms concreto, eeta monograffa pretende~:~trar la falta de cODsistencia epistemo16gica. de 108 cenceptos po-)~2a~]ente aceptadoB sobre B orfgenes del jazz, as! como desenmas-

•. ::2 _ax 108 fuudamentos racistas de la idea del negro como persona 0.0-

~,~:3,' de una capacidad ritmica espec1.fic8,o'3.8 ej emplificaciones giran en torno a1 desconocimicm que 1a L1U-

,-i. »logia en general ostenta en re1aei6n con 18 musica de consume a-

:l~ leana de comienzos de sigla y de Is impropiedad_ sin tener en cuenta esaB lagunas postulan los orfgenes

~~" -, :~j; ~fti, ,i_- - ~-.

JazZ: Los Mitos de Origen.crltic~ de la musico1cgfa intuitiva.

Es sabido que las historias del jazz muestran una tendencia unAnime a comenzar sus ejemplificaciones por Uganda 0 por la Costade f1arfilp mas que por .t~uevaOrleans 0 por Kansas City. Que el

jazz ti~ne SUB orfgenes en Africa es una de las afi ones masrecurrentea en rnonograffas y estudios que, en el me;jor de 108 ca-sos, se ocupan del teme tangencialmente y con cierta prisa por ir~l grano, que no es ese. Tambien es uno de los hec110s de la antro

., _, "O!po~og1a mUS1 quetables y seguros, unlugar caroun eS tareade descontarse que

hombre de la calle tieneestereotipo en tona Ii lfnea.fmprobs y quiza inutil; tanto

una refutaci6n en regIa no

r lncan s-Impugnar este

suscitara a 10 sumo un par de controversias triv:L es, y fin €fn

te to do s ira como antes. Una musicologia critical con SUBdos s 8, nada puede contra la fascinaci6n, la simplicid y

la simetr!a insi en los mitos etio16 cos del jazz. Singo vamos a presentar. en sintesis apretada y como modelo de tica laa musicologfas intuitivas, ecl~cticas 0 infoBado de Bsertosa prop6sito de esos orfgenes.

El primer argumento que se nos ocurre es un enojoso aunque le-l~Q,IT:Ag~. La mayoria de lOB au res que se

han ocupadoturalmente

deseDvolvimiento hist6rico del jazz han sldo, na-BC'H-

:J-ttJ-,. - ..'" "\ "tmU81cos; una generosa proporcl0n ae e80S, por

ado en las files de 10s ejecutantes de mdsicaau formaci6n t~cnica poco rigurosa suelen

que una exegesis sesuda y equili1n:-:aoa.

faV02:i to Jeol suyo es un

tru de CiS Y 31

?opulares sabre 10s orfgenes del jazz que han proliferado 0 que se '<:onsideran en. vigencia.,

En la extensa bibliografia se echa de memos el aporte de etnomu-:;5_c61ogos Y .de antrop6 8, que son quienes deberl.an, 81 no dicta·Jninar, pOl' 10 menos pres ar elementos de juic:lo concluyentes entarno del asunto. Cierto eS que la erudicion etno16gica de aquellos

:3uele Ber tan deplorable como la formaci6n musical de estos, pero

1'10 es t;se el punta. Y cierto es tambien que cuando el lector inqui~

re sabre 108 procedimientos que hasta hay ha usado la musicolog!a,encl.?-entra fa-cilmente que se h'?, estado trabajando mal: a partir de

linsky (y pasando por Nettl, storm Roberts, Chaset Aretz, Car-pentier) 1a musicolpgfa se contenta con afirmar que e1 jazz surge

el encuentro 0 de la combinacion entre 1a melodfa europea y el ritmo africano, y que este acoplarniento Tesul to factible en razon delHJlarecido II 111timo y subyacente entre arnbas tradic:i.ones. Receta sim-}Jlista y falaz t como la teor!a iutui ti.va que, in con fcsadamen te, le-Birve de 8ustento: llmeloclial! y llritroo" son al>stracciones convenien-

2S, conceptos urdidos para la intelecci6n de un eno dado enun contextC" especifico, y de nil1gUD modo elementos puedan di s-

certllrse eBpont~nt';amente en cua1quier realidad 0 cetas irreduct.ibles del product6 sonoro. No son ingredientes de un preparado, queBe puedatl agregar U omi r, a eombiTlarse en do:sd.s vies, sino

bien mOI1l.entos aparentes de una Ges!.t~;lt monolftica que, como ta3.28, carecen de tone }:lropiedad operat • .Lejos de ner en crJ.s~slUg categor!as, s cientfficoB humani co tumbran 8CU-Bar a lOB primi tivas d~ corJfuudir la efigie con cosa repreE enta-da; pera e110s mlsIDos confundeo, en un arrebato de nomiualismo mfs ....

co, realidad viva con 10s cOTIceptos que acaba abstraer deella, auS elaboracicrn€s can las propiedades de las substanciaEl. Esde hacer notal' que lnmlm,:>ras musicologfas etnografi. cas 0 exo ti cas,{c'.1ya existencia misma apel18s comeuzamos a bar:ruutar, rJim sab:ido

<irreglars as muy bien s emplear en cluto nOG:! E:S corno !1mfan, IIarmonia tI 0 "ri I!, que a noso trae nos pnrec en t:,~n '0

Parecida cr!tica poad tonal de ambas

<

.3~.:'

t;••cion al ternati va de la quinta. Estas a:fineacioD€S ~ons-tit'.1yeB _

verdadero insulto alas hecnoB, que son harto cas co~?lejos; aabaa,

por otra parte, 80s1ayan la aueencia total de "nota::;bl'Q€s· en lam1!sica africana contempor!nea que obedece a 1a influ.?Dcia del jazz(as! como la virtual acidad de IDS africanos paTa hacer auenjcZZ), y contradicen toda 1a informaci6n etnomu.si cografica obteni-da por metodos afinad.lsimos de notacion autom~tica, espectroscopia

y mediciones en "centsH•

En otro orden de CDS , Y sin pretender confutar globalmen la, '

postura de loa partidarios del acercamiento inform , nos encontr!:mos 'obligados a reconocer que estos sue1en incurrir edve daroen

te en un viele de procedimiente que e1 antrop61ogo 8610 p asa.biendas ~Afirlnar que el jazz se origins en AfrIca es enun ar,avnque no se tanga conciencia de elle, un presupuestoy toda premisa de est€' orden, por peticiou de pri(;c~})iOS, da pOl.'"descontada aierta caren a esencia1 de creatividad en 10s protago·-uistas de Ie. hi.storia cuI tural, que se verlan 1im stan 8610 a

repetir •• As!, 108 negros, Dorteame:ricauos, a1 crear el jazz, uO ha-

rian sino resucl. tar con mayor 0 menor pureza 1013 estD os que :ya llj!

o'probio de la1i 2'0 un hab.i.l

mitlga ille-

c:;-;ffticater! d de 1a estirpedes p ];1 ~',ard e i1 to de 10s

bles, 01 dlgoos de in r~B, y cuya lejanfa inhibe la posibili aduna cOl1frontaci6n ere iva poco honrosa. OcuJta, E'rl l:n8. palabrat la

f:lsionismo silvestre e ingenue, indiferente ante 8US propi08 prin-~cipios, la reaurreecion de 108 elementos africanos en la musica ne-gra de 10s Estados Unid08, despues de siglo y media de al1enc ~ deTanipulaciones etnogeneticas y de convulsiones culturales ~remendas,revestir!a mayor caracter milagroso que la resurrecci6n de Lazaro,1ue aconteci6 81 cabo de poeas horas. Si se aaume el problema COD180 sensatez necesaria, se ve stamente que entre la tracHci6n

nmsleal y la estadouniden~H:l' rHJ existi6 la menor contirJUidad: ni te,m

pora1, n1 geD~tiea, ni geografica. Y esto a despecho que 10s apolo-gistas hablen de la musica "afroamericana" can absoluto desparpajo,C()IDO 81 Africay America conformaran una continuidad continentalj.ual terada, como 81 todavia fueran Gondwana. Adic nalmente, la re-c1u.cci6n de 1a inacabable panoplia de estilos africanos a uno 8010,

que resulta mas 0 menos verosimilmente de saear su promedio, constituye un crimen de lesa antropologia, no menos flagrante que el asel:to popular que dictarnina que todos 108 chirws son iguales.

La propuesta difusi:::mista, ademas, se encuerrtra afeada y entorpe'''''

cida por otra circuDstancia: la intempestiva adopci6n, POl' parte de108 africanos· contemporaneos, de estilo8 afines al swiq,g, a 1a muslOB ~froCUba!H~,~ 'al §fimb.~, a la .~08S.§; nova, a la melopeas edulcor~'del cine. (Ejemplos 1 y 2) Este no es un fen6meno p~ivativo de lOBcontextos urhanos; conocemos una versi6n pigmea de nOh, my darling

ementine", tenidapor loa batmbuti como la instancia rn~s arcaicad:; lPI repertorio venerable, y hemos reunido abundante tc'stimonio sQ

n ro de la influencia de COllsumo europea y amerlcana en estiJosb es que se dirian prfstinos. (Ejemp1os 3 y 4) El. hecHo es qu,?,. en

gc::neral, la radioscon au musica p1aneti}~ada, aunque 110 Balga etJ

fotos, .~leg6a 1a tribu antes· queel antrop610go con su grabadDr~No es cOImln que 108 cronistas del jazz caigan en la ('uente de es-

tos contrasentidos, ni que sopesen 1~ dimensi6n metsempirica de BUS

propuestas; 10s que 10 hacen, arguyen (sin rnentarlas) 2ntid es noTnenoe numinosas que aquellas revi vificaci ones, intermec< ias entre10 f3 crornosomas y las ent equias, que, 11evada.s II en 1a san It r108 negraa, har!an que la herencia at ca africana def..'pie e en elmemento oportuno: no es otro el senti oculto de 12 ajetreada afmc_ci6n de la innata "capaci d ritmica" del negro (II S ne s l1e'~

1:~eDte'b gieo,

quiridos, s

.h:lfalso supllesgro sat face a autributarias de un '111

lidad rltmica y corea ca del ne-ji~c

uua. e!Jorrnidad fun Iles, ellas i~~~.~

do esquema ideo16gico, consisterlte en: p~:

to, superficial,vez y para siempre~'zar toda In i cn.

un eufemistno

rico. y vinculandoSe tiene as! una l1ave

ables, B de jusole en 10 ri co. ci en

b) I)es\falorizar.

dable:L -",. ;-

'-sanidos han cl s;-no 180 (}

gen~c.)

d.edi. rl)

bre la que pesa el juicio de valor mas abiertamente peyorativo. p~ra los occidentales el ritmo tlene que ver ma5 con el cuerpo quecon-el intelecto, y slempre hay en au efusion una especie de "re-'tarDO a la uaturaleza". Los prof'esores de conservatorl0 suelen en-3ei:ar la }Jrioridad hist6rica del rl tmo, la posterior-load de 1a me-

lod!a y la culminaci6n evolutiva y artistica de la m651ca eo unatrITIonia s610 pose!cla r 1a C.ivi1izaci6n.

e) Ahondart por ultimo, la fisura entre las mani ciones ra-:donales, conte:mplathras y desinteresadas de la sensibilidad este-tiea (vinculadas con las elaboracionea armonicas y me16dicas) y

lOB impulsos no est&ticoB 0 anti-est~ticos de 1a cionalidad, i-

}ustrados inmejorablemente POI' el desarrollo ritmico en un entorno:.:'1tual"

De todo 10 anterior Be desprende que s1 bien 1a musicologia do-:;;estica suele ser menos petulante que la que se COrlstt tuye a nivelcientffico, por la facilidad y por la fasc1naci6n SUB premisas~.uede 11egar a ser s insidiosa e iufini tamente m danina.

Se estar' de acuerdo en que todo entimema, para aspirar a la le-gitimidad, debe partir de una premisa bien fundada. Pero no hIisas bien fUndadas en el trataruiento que se ha dado problema de

'Dstancia de una tra:nscripci6n distoTsiva, se :remiten a manif sta-:,:'one8 ac'tuales de la rrnlsica africans, presu.potlien (he aquf otro-;icio) que ~sta no ha variado en 10 m's minimo en el curso de 10s

Ii' 1iltimos dose tres siglos. Tan s610 la difusj.6n de 10s estilos mu-r:icales involucrados en la expansi6n del Islam par e1 continente neero revela r~n producto artfstico en continua metamorfosis y que he.E1.2frido,incluso recientemente, trastornos radica1es~ No epiclamos

~f.>~1 denunciar como forma encubierta de etnocentrismo a la perspecti-

J,iJ:' la inmovilidad creativa del africano en oposici6n a la pre:::(:Lnamicidad cuI t'u.ral d europeo $ Hay poderosas :rezones para scspe-c~::'-arque el tarnbor(~o c~no (que no es un raseo de vc:1idezccntinental ni mucho menos) consti ttlye una especie horizonte ex-

jl;HH.ivo recient:f:s1mo y no un patrimonio inmemo aI, y ].ue en el laJl

so de ~ef2rencia la musica africana no ha evalucioDque la nU2stra. TambH~ndebe anotarse en el cargo de 1013 s ectoresJ e~itores de grabaciones africanas una delectaci6n sproporciona-df ?cr lGS estilos orgiasticos, con profusion de t

3cs; Esto ha dese rado POl.", completo el panor~na de loa estudiQdescoTiocen pOl." completo tanto las melopeas pu

inmimeras mu.sicas para de Pan, y

~ue han llegado a pensar que IDS africanos se la pasan todo tie~po cantorsiol'H1ndase salvajemente en ri tOB dionisfacos, situ tiempo

un poco de introspeccion.:Hopocas explicaciones tienden a :minlmizar las variables croIw16-

gicas y aplantear absurdos tales como que Leadbel1y "derivall

8U s'lgestion Toma:nt::Lca Y de au coDveniencia ideo

te recUT;:'O $ quet' unive:;:D , no 11

{j ,'1' ia

~i '.:..sionistast deberian hacer .gala de ella en cantidad; incon6ecue:n -""i ,,:! l:aF,ativascomo esta dierOD lugar a un extrano ato de Nar

~ili que Ie fal tara del to Ie razon.. (1) .,""'~mbien cabria €sperar que alguno de 106 €'stilos Y

',:c,nte8 del mestizaje cultural de loa t:rOl1icos (la rumba,

el 3amba, el tango cubano, el merengue, la guaracha) JDaS scu_~era algUn aire d.e familta con cualqu:Lera de 108 ductoa insto;> en la corriente del jazz. Vana esperanza" Esta ruptura, eata aU-f:;e1l8ia impert:tnente de correla,ciones, ademao un 'hecho sistema,c~en~e eludido por el c~lculo de 10s tratadistas, er 0-

;-ot?-:,:'ieo de €stereotipos sorpI'endentemente antinomicos: 'hemos escU-~

<r: c 2.0 tanto explicar el samba como expresi6n de~_e ':"c:- negree", como realizar la casuistica del blues suponiendolo

:1:"o-:as se preocupan rrn:;'l~OS 1)or estas antitesiH que por

~~~~aEO de BUB retrodicciones. Y siguen en la brecha; as unaC~:iva fatal de la musieologia espont~nea e1 segregar, can~o 1 narea~ formulitas que pretenden explicarle tOdo.

_~sde ninos, con ese misrno espfri tu sirnplista, se !Jos he aeos

': 3ur (1e 108 ~stados Un'idos pOI' esclavos de OT1.gen a

:"0 s ~lJ_e? pOI' media de ima.genes biblicBs candidamente de;,;]'i

?:: :1cipaci6n~ Canticos de 10s cuales, a su turno, se.2"'Le_~2. y 10s b1uel5!., enjundiosamente jazzlsticos .. InT'.l ': lrJS spiri tual!3t COll tocto su aparato de ri tmiciaact peTey~oBa Y Cl!!.iu~~n~e, su emocioualidaa, Sll interpretaci6n iufan 1 de la letra)i~lica y au facultad eventual para iuciucir e1 cell no se ori

'1Cles ingleses, metodis 0 pietistas, por 10 menos a partir d3}' 10 XVII; 'hasta las variedae]es mas e(Clcoudi.das del cun5.erl

] f;' U.D~1 as cen den cia E'uropca rrdnucio samente do cumcD

tT~B como "Roll, Jjf- sufrij:d~nto de

~ sc~ e~ =enor grado frutos previsibles de una cc~ciencia culpa--~:e h~~os podido constatar el mismo equivoco: una pelicula rouestra,JO: wis 0 neDoa, a unos canibales pintarrajeados como melanesioB,le devoran a un exp10 r y luego entonan una version spiritus!

:? liI·ve got you under skin" c El roito de 108 ~piri tuaIs,-:.)or:aa.o por "La Cabaila d Tio Toruli, por Mark Twain y por Hollywood,

c:cponente de la cone ci del negro no ya como s je histerico.3ino como una criatura desvalida a mitad de camino de la estupidez,,'3 ,mo de loa m~s 8 y exi tOBOS. Pere es un hecho que hasta

1 mismo nomb~e de 1a especie obedece a 18 necesidad de distinguirlad~: 10s ~i,te ~~!!p que hist6ricamente IDS preceden y cuya pra.£,

j~ca au'oslate todav!a., (EjemploB 5 y 6)Lo mlsmo vale para 10s .£2k~-w~ y para 18 musica de 10s

:'e:l:sp que se .rian que:rido relacionar con lag canCiOIIE'S rales a

? p~o"Ces"ta de esclavos y libertos negroSt y a cuya liuaje el OpT..!,

genero crf.~ado

eva York,desgracia, Be trata de uu

en Inglaterra y e1 reste eulor Dlancos. parei. E ·,bre 1a base de la

(. iche sin corresporj as verdaderas que buscaba HI escarnecere,le documerltar. Genero, asimismo, llevado a su cUErpi.de por dos}( si tores blancos (Daniel Emmett y S'tel)hen Foster) y dlv·ulgado a~:'aves de un circulto dE.' consumo en el que el negro eYJas puso ju-§hr como espectador$No se nos antoja suficiente para justificar la(lufusj6n 10s cTonistas el que 10s actores del teatro de(rl teatro lte-tiopel1l1 s re.zaban lOB cartelo!Jes) se tiznaran 1a

\,.

c_ra con betun; la iutenci61'l era mas bien ridiculizar solapadamente

recien cuancl0 .. la deca-0 es que comenz;o.

(del que Al Jolson fue una superf€'-c: d cienGEDeia delL'cion mas e anacr6nica) comenzaron-a ingresar 8 escena verd e-

quienes copiaron de sus colegas blancoe no 8610 la fa-ca d est.i.l0,ampuloso. ree y sensiblero, tJ u

superfluo, znarse la cara. (2)

",. ~

""I::re: 1.0 la derivaci6u del rag1=i.De, pre_!IUl.o de1 jass. c:e 1aII 1IIIIlrC"-

1I.:l.i -:..a-esy de las danzas de ·cuadril1.a. ~ a111 de ~:i'E' '1:t's ~=i:lI:ebJo.J:

. A b- .s" bl='0'"'3 ~oc~en l.a .lea 8 ~an tie au ••ores an COB, ~ste hi tJJ ~2!! de t;."!I! i.'llIte---~ "

:::! ;:ru-::ial:' .@1 ragtim~, que ahora 8uena tan pulcrar:e:1-:.e saj6n t -tan,. _ ..~. .

::.::i,;ilde deslindar del ~ de Escocia 0 del .Jf.~d~ Inglaterra.,c: osti tuy6 el colr~o del africanismo para 18. sensibilidad musical de~:ne3 de Biglo~ ~Ejemplo8 7 y 8) En este aentido la perc 016n se ha

-'i:o endureciendo', a1 punto que el poogi,~-·wo (una mrmifestaei6n

c~rivativa que en au empo se tenIa 08.51 por ni16 ea) parece ac-t~almente menos afr1cano que 108 acordes atonales de Albert Ayler 0

~·2.e le..3 texturas impresiordstas de Ornette Coleman 0 es :L.loy-d"Es .curiosa que pe.ra el f;re.~-ja~~, e1 m6vi1 progrrunattco de'l \Ire-

i crno ales or!genea canosn se mat ice en e] dona siste-r2.tico de toaDS aquelloa rasgos que heroos vista diagnos car como

lirritmia, la marcaci6n me ica, la sincopa,talante h2.1, la frase-ologia de 11

~~a simple paradoja el que, a me day reapue8-

que transcu-

t: '. el tiempo, el jazz se acerque m's ostensiblemen a 10 que seg4n

_erto conseDBO cODsti e au ralz, cuando el proce 0 d iera ser7'E"TSO. Es que ai alga han lograda laa teorfas como las que hacemos

:jeta de critica, al10 ha sido dia :csionar la apr cia on autenti-

:~,=-el jazz como au-ceaion evolut:tva, cargando a au

do~ en c a oC8si6n. de arraocar a 123 cone,:5 v1geD~eS au m~Bcara de

;u~~a= el rostro de

erua1isl1lo simpA-tico ~ q 11 no hacc~ !Sino

)~~0S el problema.:lI5_za~i6n artisttca or Del y poderoaa, Y no meramente el epifen6-

D menos discutible. U p reconocer enel negro americana, que

irtud de un genio' ere

. , en gen esis el 1) J_rrlO :l. 18Juga 8U

iya oluto y de i ar de pc 1 e t::jD 10• <I

a d.e un instI11tO tribal qu se Ie

reflejo ..

Eeferencias bibliogrAficas.

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t ) llCorlgoll• Canci6:n del Camerlln con influ.encia del samba brasilefio.Inter';Jretes ~ Nouangue ~. eu Conjunto. l"iadrigal !VIF 373, lado1, banda 4.

\ 2) IiM' beseylall" dfa de Senegal con influencia cubana. Interpre-te: Lamine J~opte, ejecutando kora. ~Phe Kara of Senegal, p,,,ters

ling Clementinell, bado por Colin rn bull. sjca de los Pig-

mees .de la Selva del ~oreste del Congo, Qualitan QF 3013, lado 1,l)anoa 6.

{I,) Canci6n para en de a:cI'OZ de ]08 dial n de S,:'n·'~al,con .i,nfluencia de c11a-cl1a-cha, gratJ a par Davi "pir. 'l'i12 Flusic

of the .uiola-}'ogny of the Casamance,

1ado 1, banda 38

(

e f3 co c • I Yl

Sou ],aIld S,