bentham-john stuart mill

Upload: elsy-arana

Post on 02-Jun-2018

241 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    1/16

    o l e c c i n

    l s i c o s del Pensamiento

    Director

    ntonio Truyo l y Serra

    John Stuart

    M i l i

    Bentham

    Estudio preliminar t r a d u c c i n ynotas

    C R L O S M E L L I Z O

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    2/16

    T t u l o s originales:

    Bentham 1838)

    [ A p n d i c e ]

    Obituary

    ofBentham 1832)

    Reservados todos

    los

    derechos.

    De

    conformidad con

    lo

    dispuesto

    en

    los a r t c u l o s

    534 bis a) y

    siguientes

    de l

    C d i g o Penal vigente,

    p o d r n sercastigados conpenas demulta y p r i v a c i n de libertad

    quienes

    sin la

    preceptiva

    a u t o r i z a c i n

    reprodujeren

    o

    plagiaren,

    en

    todo

    o en

    parte, una obra literaria, art s t i ca

    o

    c i e n t f i c a fijada

    en

    cualquiertipo

    de

    soporte.

    D i s e o

    y

    r e a l i z a c i n

    de

    cubierta:

    Rafael

    Celda

    y Joaqun

    Gallego

    I m p r e s i n

    cubierta:

    Grf icas

    Molina

    Estudio preliminar

    y

    notas, C A R L O S

    M E L L I Z O 1993

    E D I T O R I A L T E C N O S S.A.,

    1993

    JuanIgnacio L u c a

    de

    Tena,

    15 -

    28027Madrid

    I S B N : 84-309-2375-6

    D e p s i t o Legal: M-27657-1993

    Primed in Spain Impreso

    en

    E s p a a porGraf i r i s Impresores.

    el Codorniz, s/n. Fuenlabrada Madrid)

    NDI E

    ESTUDIO PRELIMINAR Pg

    IX

    B I B L I O G R A F A

    xix

    BENTHAM

    [1.] [Bentham y Coleridge] 3

    [2.]

    [El

    lugar de Bentham] 7

    [3.] [Sumtodo] 19

    [4.] [Sus limitaciones] 31

    [5.] [Su

    teora

    de la vida humana] 45

    [6.] [Influencia

    prctica

    de esta

    teora]

    53

    [7.] [Sus aciertos en el campo del derecho] 59

    [8.] [Resumencrtico de sus doctrinas princ ipales ]... 67

    [9.] [Bentham y el Principio de la Utili dad] 81

    [10.] [Conclusin] 91

    [ A P N D I C E ]

    E n la muerte de Bentham 93

    [ V I I ]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    3/16

    66

    JOHN STU RT MILL

    hbi tos

    sintetizadores en especial su

    mtodo

    par-

    ticular.Los

    metafsicos

    armados de

    vagas

    gene-

    ralidades muchasveces

    haban

    probado suerte en

    el

    asunto y no lo

    haban

    dejado en unestado

    ms

    avanzado de como lo

    haban

    encontrado. La ley

    es una

    cuestin prctica;

    los medios y los fines

    son lascosasque han de considerarse enella no

    las abstracciones; la vaguedad no

    poda

    ser com-

    batida

    con la vaguedad sino con afirmaciones

    categricas

    y precisas; no se

    poda

    hacer frente a

    los

    detalles con generalidades sino con detalles.

    Y

    ningn

    progreso

    poda

    tener lugar en un asun-

    to

    as si uno se limitabaa

    sealar

    que lascosas

    existentes

    estaban

    mal:

    era

    tambin

    preciso mos-

    trar

    cmo podan

    mejorarse.

    N ingn

    gran hombre

    de los que tenemos

    noticia

    estabacapacitado para

    hacer esto excepto Bentham. l lo ha hecho de

    una vez para siempre.

    [8 . ]

    [ R E S U M E N C R T I C O

    D E

    SUSDOCTRINAS PRINCIPALES]

    N o

    podemos entrar en los particulares de lo

    que Bentham ha hecho; se

    requeri r an

    muchos

    cientos de

    pginas

    para dar un compendio acep-

    table de

    ello.

    Resumamos nuestro

    juicio

    en unos

    pocos apartados.Primero:[Bentham]ha expulsa-

    do el

    misticismo

    de la

    filosofa

    del derecho y ha

    dejado

    sentado

    el

    ejemplo

    para ver las leyes a una

    luz prctica

    como medios para lograr fines

    defi-

    nidos y precisos. Segundo: ha aclarado la

    confu-

    sin

    y vaguedad queibanunidas a

    la

    idea de dere-

    cho en general a la idea de cuerpo legal y a las

    varias ideas generales en ellosimplicadas.Terce-

    ro :

    ha demostrado la necesidad ypracticabilidad

    de lacodific cin o

    conversin

    de toda ley en un

    cdigo

    escrito y organizado

    s i s temt icamente

    no

    como el

    C d i g o N ap o l e n

    4 1 el cual no tiene

    una sola

    definicin

    y requiere una constante refe-

    renciaaprecedentesanteriores para encontrar el

    significado

    de sus

    trminos tcnicos

    sino [un

    4 1 [PrimerC d i g o C i v i lmoderno deFranc ia promulgado

    p or N a p o l e n

    I en 1804 ]

    [67]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    4/16

    68 JOHN STU RT M1LL

    cdigo]

    que contenga en s mismo todo lo nece

    sario para su

    interpretacin,junto

    con una per

    manente

    provi s in

    para su propia enmienda y

    mejora. [Bentham]ha mostrado de

    cuntas

    partes

    habra

    de constar

    un cdigo as ;

    la

    relacin

    mutua

    de

    esas

    partes.

    Y,

    mediante sus distinciones y cla

    sificaciones,ha conseguido mucho en

    lo

    referen

    te a mostrar

    cules deberan

    ser su nomenclatura

    yorganizacin.

    Lo que ha dejado sin hacer, lo ha

    dejado de

    tal

    modo que resulte relativamente

    fcil

    que otros lo hagan. Cuarto: ha adoptado una

    visin sistemt ica

    42de las exigencias de la socie

    dad

    para las cuales el

    cdigo

    civil

    est

    pensado, y

    de los

    principios

    de la naturaleza humana por los

    que sus medidas han de guiarse; yesta

    visin,

    deficiente como ya hemos indicado) cuando se

    tienenen cuenta los intereses espirituales, es, sin

    embargo, excelente para esa gran

    p o rc i n

    de

    leyes de todo

    pas ,

    que fueron

    designadas

    para

    proteger intereses materiales. Quinto para no

    decirnada de la

    cuest in

    del castigo, por la que

    ya

    se

    h a b a

    hecho

    antes

    algo considerable):

    [Bentham]

    encontr

    la

    filosofa

    del procedimien

    to judicial ,

    incluyendola de las pruebasjudiciales

    y

    la

    evidencia,en

    un

    estado

    ms

    lamentable que el

    de cualquier otra parte de la

    filosofa

    del derecho;

    y

    sin

    prdida

    de tiempo lo

    l lev

    a un

    estado

    casi

    perfecto.Lo dej

    con todos sus

    principios

    yaesta

    blecidos y con muy poco por hacer, incluso en

    cuanto a sugerencias de arreglos

    prcticos.

    Estasafirmaciones enfavor

    de

    Benthampueden

    dejarse, sin temor al resultado, en manos de quie-

    4 2

    V a n s e losPrincipios de Derecho Civil contenidos en

    la

    Parte

    I I

    de sus obras recogidas.

    BENTH M 69

    nes son competentes para juzgarlas. Hay ahora,

    inclusoen los ms altos tribunales de justicia,

    hombres a quienes las declaraciones

    hechas

    por l

    no les

    parecern

    extravagantes. Los

    principios

    por

    l

    propuestos, uno tras

    otro,

    van

    infiltrndos e

    cada

    vez ms en los entendimientos queestabanms

    cerrados a su influencia, y

    estn

    por todos lados

    acorralando

    enelloselprejuicioy l a

    insensatez. De

    acuerdo con sus

    principios,la

    reforma de las leyes

    de un

    pas

    puede ser

    slo

    gradual,y es posible que

    tarde

    mucho

    tiempoen realizarse; pero

    la

    obra

    est

    en marcha, y tanto el parlamento como los jueces

    hacen algo cada

    ao ,

    y a menudo de no poca con

    sideracin,

    hacia la

    consecucin

    dedichareforma.

    Parece

    aqu

    apropiado que reparemos en una

    acusacin

    que algunasvecesse ha

    dirigido

    con

    traBentham

    y contra

    elprincipio

    de

    codificacin.

    [Se dice que] es como si quisieran imponer un

    uniforme

    prefabricado de leyes para todas las

    pocas

    y para todos losestadosde la sociedad. La

    doctrina

    de la

    c o d i f i c a c i n ,

    como la palabra

    implica,

    se refiere solamente a la

    forma

    de las

    leyes, no a su sustancia; no se preocupa de lo que

    las leyes debieran ser, sino que declara que,sean

    stas

    las que fueren, deben ser organizadas siste

    mt icamente

    y fijadas en una determinada

    fr-

    mulade palabras. Por

    lo

    que se refiere a la

    acusa

    cin

    misma en cuanto que afecta aBentham,uno

    de losensayosque aparecen en sus obras recogi

    das ahora publicadas por primera vez en

    i n g l s 4 3

    constituye una

    respuesta

    completa: es

    4 3 [Recurde s e

    que una parte fundamental de la obra de

    Bentham

    vio

    t amb in

    la luz en

    f rancs

    en

    ed i c i n

    ya

    c ls i -

    ca

    de

    Pierre

    t i enne

    Louis

    Dumond 1759-1829).]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    5/16

    7

    JOHN STU RT MILL

    [e l

    ensayo]

    Sobre

    lainfluenciadel tiempo y el

    lugaren asuntos de legis lacin. Al l puede ver

    se que las diferentes exigencias de las diferentes

    naciones con respecto al derecho ocuparon su

    a t enc in

    tan

    s i s t emt i cament e

    como cualquier

    otra porc in denecesidades que hacen de las

    leyes algo indispensable con las

    limitaciones

    es

    cierto

    que debido a las imperfecciones de su

    teora

    de la naturaleza humana hay en todas sus

    especulaciones.

    Pues

    al no tomarapenasen

    cuenta como hemosvisto al

    carcternacional

    y

    las

    causas

    que lo

    forman

    y lo conservan noesta

    ba a su alcance considerar excepto en unamedi

    da muylimitada las leyes de un

    pas

    comoins

    trumentode

    cultura

    nacional:uno de susaspectos

    m s

    importantes y en el

    cual

    por supuesto las

    leyes tienen que variar

    segn

    el grado ytipode

    culturaque se haya alcanzado igualque un

    tutor

    da a supupilolecciones diferentes segnelpro

    greso que haya hecho en su

    e ducac in .

    Las

    mis

    mas leyes no

    habran

    servido a nuestros antepa

    sados salvajes acostumbrados a una ruda

    independencia y a un pueblo de

    asit icos

    some

    tidos

    por

    e l

    despotismo

    mili tar:

    el esclavo necesi

    ta

    que le

    e n s e e n

    a gobernarse a

    s

    mismo;el sal

    vaje a someterse al gobierno de otros. Las

    mismas leyes no

    servirn

    a los ingleses quienes

    desconfan de todo lo que emane de principios

    generales y a los franceses quienes

    desconfan

    de toda lo que no emane de talesprincipios.Se

    necesitan instituciones muy diferentes para pre

    parar hasta laperfeccin de su naturaleza o para

    constituir

    en una

    nac in

    unida y en gobierno

    social a un pueblo tan esencialmente su jetivo

    comoel pueblo

    a l e m n

    y a otro tan esencial-

    BENTH M

    71

    mente

    o jetivo

    como el del norte y el centro de

    Italia:el uno es afectuoso ysoador;elotro apa

    sionado y muy metido en las

    cosas

    del

    mundo;

    el

    uno

    confiado y

    leal;

    elotro calculador y

    sospe

    choso; el uno no es suficientemente

    prct ico;

    el

    otro demasiado;

    a l

    uno lefalta individualismo;al

    otro c o m p a e r i sm o ;el unofallapor noexigirlo

    suficientepara

    s ;

    elotro por no conceder a otros

    lo

    suficiente. Benthamestabapoco acostumbra

    do

    amirarlasinstitucionesen

    re lacin

    conestos

    asuntos.L os efectos deestedescuido se

    perciben

    desdeluego a lo largo de todas sus especulacio

    nes pero no creemos que los errores a los que

    esto

    le l l e v

    seande granimportanciaen

    la

    mayor

    parte de lo que es el derecho c ivi ly penal; es en

    e l

    apartado de la

    legis lacin

    constitucionaldonde

    s

    resultan fundamentales.

    La teora

    de Bentham acerca del gobierno ha

    armado tantoruidoen el mundo duranteestos

    l t imos aos

    ha ocupado un lugar tanvisible

    entre las filosofas radicales y los modos radica

    les de pensar han

    participado

    de su

    esp ri tu

    en una

    medida que tanto excede la de cualesquiera otros

    que muchaspersonasde

    val a

    imaginan que no

    hay ninguna otra filosofa radical de considera

    cin.

    Dejando ahora que

    esaspersonas

    descubran

    su

    errorcomo puedan dedicaremos

    unas

    palabras

    a intentarsepararlo que hay de verdad y lo que

    de error en

    esta

    t eora

    tan

    c lebre .

    Hay

    tres grandes cuestiones en lo que serefie

    re algobierno. Primera:

    A qu

    autoridades bue

    no

    para el pueblo que

    ste

    se someta? Segunda:

    C m opuede an imrse l e al pueblo a obedecer a

    esa autoridad? Lasrespuestasaestasdos cuestio

    nes

    varan

    indefinidamente

    segn

    el grado y

    ca-

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    6/16

    7

    JOHN STU RT M ILL

    BENTH M

    73

    se de

    civil izacin

    y cultura yaalcanzadaspor un

    pueblo,

    y

    segn

    sus aptitudes particulares para

    recibir m s .

    Viene

    despus

    una tercera

    cuestin

    que no

    est

    sometida

    a

    tantasvariaciones, asaber:

    con

    qu medios pueden controlarse los

    abusos

    deestaautoridad? De las tres,

    sta

    es la

    nica

    cuestin

    de la que Bentham se ocupa seriamente,

    dndole

    la

    n ica respuesta

    que dicha

    cuest in

    permite: responsabilidad; responsabilidad para

    las

    personas

    cuyo

    inters,

    cuyo

    obvio

    y

    reconoci

    ble inters,

    concuerda con el

    f in

    que se persigue,

    es

    decir,el

    buengobierno.

    Una

    vezadmitidoesto,

    lo

    que debemos preguntar

    despus

    es: en qu

    corporacin

    depersonasse encuentraesta

    identi-

    dad del inters

    con

    el

    buen

    gobierno,

    es

    decir,

    con

    el inters

    de toda la comunidad? En nada, dice

    Bentham,que sea menos que la

    mayora n um ri -

    ca. Y decimos nosotros: ni siquiera en la

    mayora

    numrica

    en s. El

    inters

    de todos,seancuales

    fueren

    los tiempos y las circunstancias, no puede

    coincidir

    con el de una

    porcin

    de la comunidad

    que sea menor que la

    totalidad

    de lamisma.Pero,

    como

    el poder que se da a todos mediante un

    gobierno representativo se da de hecho a una

    mayor a ,

    nos vemos obligados a recaer en lapri-

    mera de las cuatro cuestiones,estoes,

    bajo

    qu

    autoridades bueno para

    el

    pueblo

    que

    ste

    sepon

    ga? Y, si la

    respuesta

    aestapregunta es que [el

    pueblo ha de ponerse] bajo la[autoridad]de una

    mayor a

    de sus componentes, el sistema de Ben

    tham

    resultar

    entonces

    incuestionable.

    Asumido

    esto, su

    digo

    onstitucionales

    admirable.

    Ese

    poder extraordinario que Bentham

    posea

    y que

    consist a

    en ser

    capaz

    de abarcar a un mismo

    tiempo

    grandes principios comprehensivos y

    minuciosos detalles, se pone en funcionamiento

    con vigor

    incontenibleal

    sealar

    los medios para

    impedir

    que los gobernantes seescapendel con

    trolde la

    mayora,

    para capacitar einducira la

    mayor a

    a que ejerza ese

    control

    constantemente,

    y

    para proporcionarle [a la

    mayora]

    servidores

    que posean todos losdonesmorales e intelectua

    lesdeseables,y que al mismo tiempo

    estn total-

    mente subordinados a su

    voluntad.

    Peroesestadoctrina fundamental de la

    filo-

    sofa pol t ica

    de Bentham una verdad universal?

    Es

    bueno para la humanidad el que

    sta,

    en todo

    tiempo

    y lugar, se

    si te

    bajo la absoluta

    autoridad

    de la

    m ayor a?

    Decimos la

    autoridad,

    y no mera

    mente la autoridad

    pol t ica;

    porque es

    quimrico

    suponer que quien tenga poder absoluto sobre los

    cuerpos de

    los

    hombres, no quiera apropiarsetam

    bin

    de sus almas, no busque controlar

    quiz

    no

    mediante castigos legales, pero s mediante pre

    siones sociales) las opiniones y sentimientos que

    se aparten de su norma y no intente configurar la

    educacin

    de

    los jvene s segn

    su

    modelo,

    el imi-

    nando todos los

    libros,

    todas las

    escuelas

    y todas

    las asociaciones deindividuosque decidan actuar

    sobre la sociedad con la

    intencin

    de mantener

    vivo

    un

    espritu

    de discrepancia. Es

    adecuada

    la

    condicin

    del hombre, decimos nosotros, el

    estar

    en todas lasedadesy en todas las naciones bajo el

    despotismo de la

    Opinin Pbl ica?

    Es perfectamente concebible que tal doctrina

    sea aceptadapor algunos de los

    esp ri tus

    ms

    nobles, en un tiempo de

    r e a c c i n

    contra los

    gobiernos

    aristocrticos

    de la Europa moderna,

    gobiernos que hasta donde lo permite la pruden

    cia y,

    a veces, elsentimiento

    humanitario)

    se fun-

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    7/16

    7

    JOHN STU RT MILL

    dan en el total sacrificio de la generalidad de la

    poblacin

    enarasde losintereses

    egostas

    y del

    bienestar de

    unos

    pocos. Los reformadores euro

    peoshanestadoacostumbrados a ver portodas

    partesc m olamayor aera injustamente oprimi-

    da, dondequiera pisoteada o, en el mejor de los

    casos,ignorada por los gobiernos, sinposeeren

    ninguna parte poder suficiente paraexigirrepara

    cin cuando se la ofenda positivamente, [para

    exigir]

    que se le diera lonecesariopara su

    culti-

    vo

    mental, o incluso para

    protegerse

    de ser sobre

    cargada

    de impuestos para beneficio pecuniario

    de las

    clases

    dominantes.Ver

    estas

    cosasybuscar

    el modo de ponerles fin mediante entre otras

    cosas)la

    concesin

    de un mayor poder a la mayo

    ra es lo que constituye el radicalismo; y es por

    que tantos son los que en nuestro tiempo han

    experimentado este

    deseo

    y han sentido que la

    realizacin

    del mismo era un

    fin

    al que

    mereca

    la

    penaque los hombres dedicaran sus vidas, por lo

    que una

    teora

    del gobierno como la de Bentham

    fue favorecida por ellos. Mas,aunque

    pasar

    de

    una mala forma de gobierno a otra sea el destino

    fatal del

    gnero

    humano, los

    filsofos

    nodebe

    r an

    contribuir a ello sacrificando una parte

    importante de la verdad con elpropsi todeser

    vir

    a otra.

    La mayor a numr i ca de cualquier sociedad

    debeconstar depersonasque se encuentrantodas

    ellas en la misma

    posicin

    social y que tienen

    bsicamenteel mismo

    tipo

    deocupacin:obreros

    manualessin especial preparacin. Conestono

    queremos mostrar hacia ellos menosprecio algu

    no ;

    cualquiercosaque digamos en contra suya,

    podremos decirla

    t ambin

    de una

    mayora

    com-

    BENTH M 75

    puesta

    de comerciantes o de

    hacendados.

    All

    donde hay una identidad de

    posicin

    y de ocupa

    cin habr tambin

    una identidad deinclinacio

    nes,pasionesyprejuicios;y conceder a cualquier

    agrupacin de inclinaciones,

    pasiones

    y prejui

    cios el poder absoluto, sin equilibrar la balanza

    co n

    inclinaciones,pasionesy prejuicios de una

    clasediferente, es el modo dehacerque resulte

    imposible

    la c o r r e c c i n de ninguna de esas

    imperfecciones, y que un

    limitado

    yestrechotipo

    de naturaleza humana se convierta en universal y

    perpetuo; y es aniquilar toda influencia que

    tien

    da a una mayor mejora de la naturaleza intelec

    tual

    y moral del hombre. S,sabemosque ha de

    haber algn

    poder dominante en la sociedad. Y

    que la

    mayora debera

    ser tal poder es, engene

    ral unaconclusin v l ida no porque sea justa en

    s misma, sino por ser menos injusta que cual

    quier otrabaseen la que dar asiento aestacues

    t in.Pero

    es

    necesario

    que las instituciones de la

    sociedad seasegurende que van a conservar de

    unmodo u otro, como correctivo contra visiones

    aquejadasde parcialidad, y como refugio para la

    libertad de pensamiento e individualidad de

    carcter

    unaconstantey firme

    Opos i c in

    que

    haga

    frente a lavoluntadde lamayora.Todos los

    pasesque han continuado progresando a lo largo

    del

    tiempo o que han gozado de una grandeza

    duradera lo han logrado porque han tenido una

    o p o s i c i n organizada que ha hecho frente al

    poder gobernante: los plebeyos frente a lospatri

    cios, el clero frente a los reyes, los librepensado

    res frente al clero, losreyesfrente a los potenta

    dos, el pueblo llano frente al rey y la aristocracia.

    Casi todos los

    grandes

    hombres que han existido

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    8/16

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    9/16

    7 8 JOHN STU RT MILL

    otros requisitos se ha de intentar

    tambin

    lograr

    los

    sin perder de vista

    aqulla. Y

    en cuanto tiene

    lugar

    el menor aplazamiento en cualquiera de los

    dos extremos ese

    sacrificio

    a menudo necesario

    nunca deja de ir

    a co m p a ad o

    de malas conse

    cuencias. Bentham ha

    sealado

    cuan absoluto es

    estesacrificio

    en las

    sociedades europeas

    moder

    nas; cuan exclusivamente son

    all

    los

    intereses

    partidistas y siniestros el poder dominante

    slo

    controlado

    por las limitaciones impuestas por la

    opinin pblica

    la

    cual

    alpresentarsesiempre en

    el

    existente orden de

    cosas

    como una fuente de

    bien

    Bentham fue llevado por

    inclinacin

    natu

    ral

    a exagerar su valor

    int r nseco.

    Estesiniestro

    inters

    de los gobernantes fue algo que Bentham

    se

    em p e

    en

    desenmascarar;

    y en especial quiso

    sacarlo a la

    luz

    cuandoestabaescondido bajo dis

    fraces que incluso lo ocultaban a los hombres que

    estaban

    influidos

    por l. El mayor servicio que

    [Bentham]

    ha prestado a la

    filosofa

    de la natura

    leza humana universal es

    quiz

    su

    explicacin

    de lo que l llama

    prejuicio

    engendrado por el

    inters

    es decir la

    co m n

    tendencia que tiene el

    hombre de

    hacer

    un deber y una

    virtud

    de lo que

    en realidad es un buscar sus propios intereses. La

    idea es cierto en modo alguno fue exclusiva de

    Bentham;

    los

    artificios

    por loscualesnospersua

    dimos de que no estamos siguiendonuestras

    inclinaciones

    ego s t as

    cuando de hecho s lo

    estamos

    ya

    haban atrado

    la

    atencin

    de todos

    los

    moralistas y

    haba

    sido demostrada por los

    autoresreligiosos con mucha mayor hondura que

    Bentham;pues

    el conocimiento que

    stos tenan

    de las profundidades y complejidades del cora

    zn

    humano era superior al suyo. Pero es el inte-

    BENTH M 79

    res

    egosta

    en la forma de

    inters

    de clase y la

    moralidadclasista que en dicho

    inters

    se funda

    lo

    que Bentham ha

    explicitado:

    el modo en que

    un

    grupo de

    personas

    que tienen mucha

    relacin

    entre s y queposeenun

    inters comn

    son pro

    pensas

    a

    hacer

    de ese

    inters comn

    su norma de

    virtud;

    y los sentimientos sociales de los

    miem

    bros que pertenecen a suclasehacen el juego a

    sus propios

    intereses

    egostas;

    de

    ah

    la

    unin

    tan

    a menudo ejemplificada en la

    historia

    que se da

    entre el

    m s

    heroico

    desinters

    personal y el ms

    odioso

    egosmo

    de clase.

    sta

    fue una de las

    ideas

    directrices de Bentham y casi la

    nica

    mediante

    la

    cual

    cont ribuy

    a la

    e lucidacin

    de la historia

    mucho de la cual excepto aquello que

    esta

    idea

    poda

    explicar

    debi

    de resultarle enteramente

    inexplicable.

    La idea le fuedadapor Helvetius

    47

    cuyo

    l i b ro

    e l Esprit constituye un traba

    do y agudo comentario

    acerca

    de dicha idea la

    cual

    junto con la otra gran idea de Helvetius

    la

    influencia de las circunstancias en el

    carc-

    ter

    har

    que su nombre permanezca

    vivo

    al

    lado de

    Rousseau

    cuando la

    mayor a

    de los otros

    metafsicosfranceses

    del siglo xvm

    slo

    perma

    necern

    en el contexto de la historia de lalitera

    tura.

    [Vase

    nota

    15 ]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    10/16

    [9 . ]

    [ B E N T H A M Y EL P R I N C I P I O

    D E

    LA U T I L I D A D ]

    Quizpueda

    sorprender al lector el que en la

    breve

    panormica

    que

    hemos

    podido dar de la

    filosofa de Bentham hayamos dicho tan poco

    acerca

    del primer principio de la misma con el

    cual el nombre de Bentham se asocia

    m s

    que con

    cualquier otracosa:el

    p rincipio

    de la

    ut i l idad

    o como dio

    despus

    en

    llamarlo

    el

    principio

    de

    la mayor fel icidad. En ste unasunto sobreel

    que

    habra

    mucho que decir si hubiera

    espacio

    y

    si ello

    fuera verdaderamente

    necesario

    para una

    justa

    va lorac in

    de Bentham. En

    ocas in

    ms

    apropiada para hablar de lametafsicade la mora

    lidado en que pudierandarse convenientemente

    las aclaraciones necesariasparahacer

    inteligible

    una

    opinin

    acercade un tema tan abstracto esta

    ramos dispuestosa decir lo quepensamossobre

    el asunto. Por el momento s lo diremos que

    aunque

    con las precisiones pertinentesesta

    mos

    enteramente

    de acuerdo con Bentham eneste

    principio

    suyo no nossumamosa

    l

    cuando man

    tiene que toda justa manera de

    pensar

    en los deta-

    [8 ]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    11/16

    82

    JOHN STU RT M ILL

    lies

    de la moraldepende de su expresaafirma-

    c i n

    4 8

    .

    Creemos que lautilidad ofelicidad es un

    f in demasiado complejo e impreciso como para ir

    trasl como no sea a tr vsde una variedad de

    fines secundarios conrespectoa los

    cuales

    puede

    haber

    y a menudo hay acuerdo entrepersonas

    que difieren en lo referente a la norma funda-

    mental por la que seguan yacercade loscuales

    prevalece de hecho entre los pensadores una

    mayor unanimidad de la que pudiera

    esperarse

    de

    sus radicales divergencias en lo tocante a las

    grandes

    cuestiones

    de met fsic moral. Como

    los hombres estnms cerca de constituir una

    sola naturaleza que de tener una y la misma opi-

    ninacercade su propia naturaleza es msfcil

    hacer que estn de acuerdo en sus principios

    intermedios

    vera ill et media axiomata como

    dice Bacon que en sus primerosprincipios;y

    el intento de

    hacer

    de la referencia de las accio-

    nes a un ltimo fin algo ms claro de lo que

    podr hacerse refirindol s a sus fines interme-

    dios y de estimar su valor mediante una directa

    referencia a la felicidad humana [ese intento

    digo ] termina generalmente dando ms impor-

    tancia no aesosefectos que son realmente ms

    importantes sino a los que pueden se l rse e

    identificarse

    individualmente con mayor

    faci l i -

    dad. Quienes adoptan la

    utilidad

    como norma

    pocas vecespueden aplicarla verdaderamente

    excepto atr vsdeprincipiossecundarios; quie-

    nes la rechazan generalmente no hacen otracosa

    4 8 Todo lo que trato de decir ahora es queestamosmucho

    m s cerca de coincidir con Bentham enestesu principio que

    en el grado de importancia que l le

    a tr ibuy

    BENTH M

    83

    queerigiren primeros principios

    esos

    principios

    secundarios. Es cuando dos om s deesosprinci-

    pios secundarios entran enconflicto cuando se

    hacenecesarioapelar a lgnprimerprincipio;y

    es

    entonces

    cuando comienzal a

    importancia

    prc-

    ticade la controversiautilitaria la cual es en otros

    respectos

    una cuestin de org niz cin y de

    subordin cinlgica m s que deprctica;impor-

    tante principalmente

    desde

    un punto de vista

    cientf ico

    como algo que contribuye a la unidad y

    coherencia sistemtic s de lafilosof tica. Es

    probable sin embargo quedebamosalprincipio

    de lautilidadtodo lo que Benthamhizo;que

    fuese

    necesario

    para

    l

    encontrar

    un

    primer

    principio

    que

    le resultara

    aceptable

    y al que pudiera atribuir

    comolgic sconsecuencias suyas todassus otras

    doctrinas; [es probable] que para l la unidad de

    sistema

    fuese

    una

    condicin

    indispensable de su

    propio intelecto. Y hay algo ms quedebe qu

    s ea la r s e .

    Sea o no sea la

    felicidad

    el finltimoal

    quedebereferirse la moralidad el que refiramos

    st

    a una

    suerte

    de

    in

    yno ladejemos enlos domi-

    nios de un sentimiento vago o de unaconviccin

    internainexplicable;el quehagamosde ellacues-

    tinder zny dec lculo y no meramente desen-

    timiento

    es algo esencial a la idea misma de f i lo-

    sof moral;es de hecho lo que

    hace

    posible que

    haya disputa o discusin acercade

    cuestiones

    morales. Que la moralidad de lasaccionesdepen-

    de de las

    consecuencias

    quest stienden a produ-

    cir es la doctrina depersonasracionales de

    todas

    lasescuelas;que el bien o el mal de

    esasconse-

    cuencias es medido solamente por el placer o el

    dolor es todoloque hay enla

    doctrina

    dela escue-

    lautilitariaque es peculiar de

    sta.

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    12/16

    84 JOHN STUART MILL

    En

    la medida en que la

    adopcin

    del

    principio

    de la

    utilidad

    leindujoa Bentham a

    fijar

    su aten-

    cin

    en lasconsecuenciasde las acciones como

    consideracin

    determinante de la moralidad de

    las mismas [Bentham]

    estaba

    sin duda en el

    buen camino; mas para avanzar por l sin per-

    derse se necesitaba un mayorconocimientode la

    formacin

    del

    carcter

    y de las

    consecuencias

    de

    las acciones sobre el

    estado

    de

    n imo

    del

    agente

    del

    que Bentham

    pose a .

    Su incapacidad para

    estimarestaclasede consecuencias

    junto

    con su

    faltade esedeseablegrado de modestia que quie-

    nes carecen de una competente experiencia pro-

    pia

    deben mostrar para con la experiencia que

    otros tienen sobre esa parte del asunto

    l imita

    en

    granmedida el valor de sus especulaciones en

    cuestiones de

    t ica prctica.

    Cabe

    t ambin

    imputarle otro error que

    sera

    impropio

    pasarpor

    alto

    porque ninguna otra

    cosa

    ha

    contribuido

    ms a situarlo en

    oposicin

    a los

    sentimientos comunes del

    gnero

    humano y a

    dar a su

    filosofa

    ese aire

    f r o mec nico

    y

    antip-

    tico

    que caracteriza la idea popular que se tiene

    de un benthamita.Esteerror o mejor

    dicho

    esta

    l imitacin

    le corresponde no en cuantopensador

    utilitario

    sino en cuanto

    moralista

    declarado; y es

    compartida

    por l con casi todos los moralistas

    que se han declarado tales seanreligiosos o

    filo-

    sficos. [Dicha l imitacin]

    es la de tratar la con-

    sideracinmoral

    de las acciones y de los caracte-

    res como si fuera la

    nica

    cuando en

    realidad

    es

    slo

    una de las trespor las que nuestros senti-

    mientos hacia el ser humano pueden ser debe-

    ran

    ser y nopuededejar de ser a menos que

    nuestra naturaleza

    quede

    aniquilada

    influidos

    BENTHAM 85

    materialmente. Toda

    accin

    humana tiene

    tres

    aspectos:

    su

    aspectomoral

    que se refiere a su

    bondad o

    maldad;

    su

    aspecto

    esttico que se

    refierea su belleza; suaspectosimptico

    que

    se refiere a sus calidades

    amables.

    El primero

    apela de suyo a nuestra

    razn

    y conciencia; el

    segundo a nuestra

    i m a g i n a c i n ;

    el tercero a

    nuestro sentimiento humanitario hacia el

    prji-

    m o.

    Con arreglo al primero aprobamos o

    desa-

    probamos; con arreglo al segundo admiramos o

    despreciamos; con arreglo al tercero amamos

    nos compadecemos o rechazamos. La moralidad

    de una

    accin

    dependede susconsecuenciaspre-

    visibles;

    su belleza y su amabilidad o lo contra-

    rio dependen de las cualidades de las que [dicha

    accin]

    es evidencia. As una mentira

    estmal

    porque su efecto es

    engaar

    y porque tiende a

    destruir la confianza

    del

    hombre en el hombre; es

    tambin

    algo

    mezquino

    porque es un acto cobar-

    de

    pues

    procede de no atreverse a afrontar las

    consecuenciasde decir la verdad o cuando

    menos es evidencia de una

    falta

    de

    poder

    para

    alcanzar nuestros fines haciendo uso de medios

    nobles y directos loscuales se conciben como

    pertenecientes a toda persona que tenga suficien-

    te

    energa

    oentendimiento.La

    accin

    deBrutoal

    condenar a sus hijos estuvo bien

    puesello

    era

    ejecutar una ley esencial para la libertad de su

    p a s

    contra

    personas

    de cuya culpa no

    cab a

    duda; [la

    accin

    de

    Bruto]

    fue

    t ambinadmira-

    ble pues

    hizo evidente un grado extraordinario

    de patriotismo coraje y autodominio; pero no

    9 [ ympathetic

    en el original adjetivo quedebetomarse

    aqu

    en su sentido

    e t i m o l g i c o ]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    13/16

    86

    JOHN STU RT MILL

    hubo en ellanada

    amable;

    [dicha

    accin]

    no nos

    permitepresumir que hubiesen en ella cualidades

    amables, ni nos permite presumir que faltasen. Si

    uno de los hijos se hubiese metido en la conspi-

    racin

    por afecto hacia otro, su

    accin

    hubiera

    sido amable, aunque no moral ni admirable. No

    hay

    sofistera

    que pueda lograr confundirestos

    tres

    modos de considerar una

    accin;

    pero es muy

    posible adherirse exclusivamente a uno de ellos,

    perdiendo de vista los otros. El sentimentalismo

    consiste en poner los dos

    l t imos

    por encima del

    primero;

    el error de los moralistas en general, y

    de Bentham, es el de suprimir por completo los

    dos

    l t imos.

    Tal

    cosa

    ocurre, en grado preemi-

    nente, en elcasode Bentham:

    escriba

    y

    senta

    como si la norma moral no es que solamente

    debiera ser la

    m s

    importante que

    debera ,

    sino

    la nica;

    como si ellafuese la sola maestra de

    todas

    nuestras

    acciones y

    hasta

    de todos nuestros

    sentimientos; como si admirar o apreciar,despre-

    ciar

    o rechazar a una persona por una

    accin

    que

    no produjese un bien o un

    dao ,

    o que no produ-

    jese

    un bien o un

    dao

    proporcionados al senti-

    mientoalbergado, fueseunainjusticiay un pre-

    ju i c io .

    [Bentham]

    l lev

    esto

    a tal extremo, que

    haba

    ciertas

    frases

    que, como expresaban lo que

    l

    consideraba que eran un aprecio o una

    aversin

    carentesde fundamento, no

    poda

    soportar que se

    pronunciasen en su presencia. Entre

    estasfrases

    estaban

    las de

    buen

    y

    malgusto Pensaba

    que era

    una insolente pieza de dogmatismo en una perso-

    na, el que

    stacondenase

    a otra en una

    cuest in

    de gusto; como si las complacencias y las aver-

    siones

    de los hombres hacia

    cosas

    en s mismas

    indiferentes no estuviesen repletas de las ms

    BENTH M 87

    importantes inferencias en lo tocante a todos y

    cadauno de los

    aspectos

    de su

    carcter;

    como si

    los

    gustos de una persona no mostrasen que dicha

    persona es

    juiciosa

    o

    estpida,

    cultivada oigno-

    rante,

    fina

    o burda, sensible o insensible, genero-

    sa o

    srdida,

    benevolente o

    egosta,

    escrupulosa

    o depravada.

    Relacionadas con

    este

    mismo asunto

    estn

    t a m b i n

    las peculiares opiniones de Bentham

    acerca

    de la

    poesa.

    Mucho

    m s

    de lo que

    podra

    decirse con

    algn

    fundamento se ha dichoacerca

    del

    desprecio que [Bentham]

    tena

    por los place-

    res de la

    imaginacin

    y por las bellas

    artes.

    La

    msica

    fue su entretenimientofavoritoa lo largo

    de suvida;[Bentham]estabatan lejos de menos-

    preciar la pintura, la escultura y las otras

    artes

    visuales, que a menudo reconoce que son medios

    que pueden emplearse con fines sociales impor-

    tantes, si bien su ignorancia de los ms

    ntimos

    resortes del

    c a r c t e r

    humano no le

    p e rm i t i

    como

    tampoco se lo permite a la

    mayor a

    de los

    ingleses)

    sospechar

    cuan profundamente

    pene-

    tranestas

    cosas

    en la naturaleza moral del hom-

    bre y en la

    educacin

    del

    individuo

    y de laespe-

    cie.

    Pero hacia la

    poes a ,

    entendida

    sta

    en su

    sentido

    m spropio,

    la que emplea el lenguaje de

    las palabras, [Bentham] no tuvo la menor predi-

    leccin.

    Las palabras,

    pensaba

    l,

    pervert an

    su

    funcin ms

    propia cuando se las empleaba para

    decir

    otra

    cosa

    que no fuera la estricta verdad

    lgica.

    En

    algn

    lugar de susobrasdice que, al

    serigualla cantidad de placer, un juego

    infantil

    es tan bueno como la

    poes a ;

    peroestoes

    slo

    un

    modo

    paradjico

    de decir lo que

    podra

    haber

    dicho

    t a m b i n

    de las

    cosas

    que l valoraba y

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    14/16

    88 JOHN STU RT MILL

    admiraba en grado sumo. Se le atribuye otro afo

    rismo

    que es mucho ms

    ca rac t e r s t i co

    de su

    visin

    acercade

    este

    asunto:

    Toda poesa

    es una

    desfiguracin.

    Pensabaque la

    poesa consist a

    esencialmente en

    exageracin

    efectista; en pro

    clamar muy

    enf t i camente

    un

    aspecto

    de una

    cosa,

    y suprimir

    todas

    las limitaciones y restric

    ciones. Este rasgode

    c a r c t e r

    nos

    parece

    un

    ejemplocurioso de lo que el Sr.Carlyle50llama,

    con

    frase ocurrente, la

    perfeccin

    de los hom

    bres l i m i t a d o s .

    He

    a q u

    un

    f i l sofo

    que se

    encuentra

    ms feliz

    dentro de susestrechos

    l mi

    tes, de lo que

    j a m s

    lo fue otro de alcance

    indefi

    nido:

    [he

    aqu

    un

    filsofo]

    que se jacta tanto de

    haberse

    emancipado totalmente de la ley esencial

    del

    pobre entendimiento humano por la cual

    ste slo

    puedever bien unacosadecadavez,

    que

    hasta

    es

    capaz

    de revolverse contra la imper

    fecc in

    y

    p rohib i r l a

    solemnemente.

    S u p u s o

    realmente Bentham que es

    slo

    en

    poesa

    donde

    las proposiciones no pueden ser verdaderascon

    exactitud y no pueden contener en s mismas

    todas

    las condiciones y requisitos con que es pre

    ciso tomarlas cuando son aplicadas en la

    prct i

    ca?

    Y a

    hemos

    vistohastaqu

    extremo sus mismas

    proposiciones en prosa

    estn

    muy lejos de

    reali

    zar

    esta

    Utopa;

    e incluso el intento de

    acercarse

    a ella

    sera

    incompatible no

    slo

    con la

    poesa

    sino

    t ambin

    con la oratoria y con la escritura

    popular de cualquier

    tipo.

    La

    acusacin

    de Ben

    tham

    es completamente

    cierta:

    toda escritura que

    se propone

    hacer

    que los hombres sientan las ver

    dades

    adems

    de que las vean trata

    slo

    un asun-

    [Thomas

    Carlyle

    1795-1881).]

    BENTH M 89

    to

    de

    cada

    vez, procura que

    ste

    quede

    impreso y

    establecido y que penetre y coloree

    la

    mente ente

    ra del lector o del oyente. Queda

    justificado

    pro

    ceder

    as

    si la

    porcin

    de verdad que se impone

    de

    este

    modo es la que la

    ocasin peda.

    Toda

    escritura

    di r igida

    a los sentimientos tiene una

    natural

    tendencia a la

    exageracin;

    pero Bentham

    deber a

    haber recordado que en esto, como en

    otras muchas cosas,hemos de apuntar muy alto

    para

    asegurarnos

    de lograr lo suficiente.

    Deeste

    mismo

    principio

    de Bentham provino

    su estilo intrincado yenrevesadoque

    hace

    que

    sus

    l t imos

    escritosseanlibros para el estudioso

    solamente, no para el lector general. Esto

    provie

    ne de ese pretender constantemente alcanzar una

    precisin

    impracticable.Casi todos sus primeros

    escritos y muchas

    partes

    de

    los lt im os

    son mode

    los

    como ya hemos observado, de un estilo

    gil

    entretenido y popular.

    Podrahacerse

    una colec

    cin

    enthamianaconpasajesdignos de

    A d d i -

    son

    51

    y

    Goldsmith52.

    Pero en sus

    l t imos aos

    y

    en sus estudios ms

    tardos ca y

    en estructuras

    sintcticas

    latinas o alemanas,

    ext raas

    al genio

    de la lengua inglesa. [Bentham] no

    poda

    sopor

    tar, a

    f in

    de lograr mayor claridad y de

    facilitar

    la

    cosa

    al lector, decir como la gente ordinaria se

    contenta con

    hacer

    algo ms que la verdad en

    una frase, para corregirlo luego en la siguiente.

    Todas las precisiones que

    quera

    hacer

    insisti

    en

    ponerlas entre

    parntesis

    en medio de la frase; y

    de

    este

    modo, suspendiendo con tan largas inte

    rrupciones el sentido de la frase en

    cuest in

    y al

    51 [Joseph

    Addison

    1672-1719).]

    52

    [Oliver

    Goldsmith

    17307-1774).]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    15/16

    90

    JOHN STU RT MILL

    requerirse que la

    atencin

    del lector se detuviera

    en lasideas accesoriasantesde que la idea

    prin-

    cipalhubiese sido captada porcompleto se

    haca

    difcil

    sin previa

    prct ica

    seguir el

    hi lo

    de su

    pensamiento. Es una

    suerte

    que

    tantas

    de las par

    tes

    m s

    importantes de sus escritos se vean libres

    de este defecto. Consideramos

    s t e

    como una

    reductio d bsurdum

    de las objeciones [de Ben

    tham]

    en contra de la

    poes a . A l

    intentar escribir

    de un modo que estuviera a salvo de

    esas

    mismas

    objeciones no pudo evitar

    caer

    en un estilo extre

    madamente

    ilegible. Y despus

    de todo no con

    sigui

    lograr

    m s

    exactitud de la que es compati

    ble

    con opiniones tan imperfectas y unilaterales

    como las de cualquier poeta o autor sentimental

    pronunciadas a media

    voz. Juzg ese

    en

    q u

    esta

    do se

    encontraran

    la literatura y la

    filosofa

    y

    quposibilidad tendran

    deinfluiren las

    multi tu-

    des si le

    perm i t isemos

    [a

    Bentham]

    su

    objecin

    y

    prohib isemos

    todos los estilos de escribir que

    no pudiesen superar su prueba.

    [10. ]

    [ C O N C L U S I N ]

    Debemos cerrar

    aqu

    estabreve e imperfecta

    panormica

    de Bentham y sus doctrinas. En ella

    han quedado enteramente sin tocar muchas par

    tes y a ninguna hemos hecho lajusticiadebida;

    pero proviene por lo menos de un

    estar nt ima-

    mente

    familiarizado

    con sus escritos y constitu

    ye casi el primer intento de valorar

    imparcial-

    mente su

    carcter

    como

    filsofo

    y el resultado

    que cara al mundo han tenido sus trabajos.

    Despus

    de

    todas

    las

    reservas

    y ya se

    habr

    visto

    si nos hemos o no nos hemos quedado cor

    tos al expresar lasnuestras a Bentham sigue

    correspondindole

    un lugar deimportanciaindis

    cutible

    entre los

    grandes

    benefactores intelectua

    les de la humanidad. Sus escritos

    seguirn

    siendo

    po r

    mucho tiempo una parte indispensable en la

    educac in

    de los ms distinguidos

    pensadores

    prc t i cos ;

    y la

    ed i c in

    completa de sus

    obras

    deberaestar

    en manos de todo aquel que quiera

    entender su

    poca

    o quiera tomar parte beneficio

    sa en losgrandes asuntosde la misma

    53

    .

    Desde la primera p u b l i c a c i n de

    este

    trabajo se ha

    publicado la brillante serie de personajes de

    L o r d B r o u -

    [91]

  • 8/10/2019 BENTHAM-John Stuart Mill

    16/16

    Bentham

    John

    Stuart

    i l i

    Estudio preliminar

    t raduccin

    y

    notas

    de

    Carlos

    el l i zo

    s