Luis Cruz-Villalobos

H E B E L

BELLA INTEMPERIE

Poemas sobre haikus de Matsuo Basho

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BELLA INTEMPERIE

Luis Cruz-Villalobos

H E B E L Ediciones

Arte-Santa | Poesía

Poemas sobre haikus de Matsuo Basho

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BELLA INTEMPERIE | POEMAS SOBRE HAIKUS DE MATSUO BASHO © Luis Cruz-Villalobos, 2013 © H E B E L Ediciones Colección Arte-Sana|Poesía Santiago de Chile, 2013 Poemario perteneciente a la obra compilatoria: Poemas del 12 al 14 © Luis Cruz-Villalobos, 2015. Registro de Propiedad Intelectual N° 250.199 www.benditapoesia.webs.com

Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".

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En memoria del poeta japonés Matsuo Basho (1644-1694)

Y con gran afecto a Carla Valdivia y Ramón Bugueño

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El poeta no mira el fondo del abismo sino que se detiene en la bella brizna

que cae danzando por él

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Observa a fondo la vida para ver que el pasado ya no existe y que el futuro aún está por llegar.

Vive serenamente el momento presente, libre de cualquier deseo. Pues cuando alguien vive de este modo, su corazón no alberga duda alguna,

abandona todas sus preocupaciones y arrepentimientos, todos los deseos que le atan, y rompe las cadenas

que le impiden la libertad.

S.G.

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1. TOMANDO PRESTADA MI CASA DE LOS INSECTOS ME DORMÍ. En mi choza pobre Mi gran riqueza Es tener nada más Que lo mínimo Lo ínfimo Que no logra atraparme Para así seguir Compartiendo mi casa Con los insectos Y durmiendo siempre En limpia paz.

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2. MI SOMBRERO, CUBIERTO CON IPOMEAS. Me vuelvo parte del paisaje Me hago tubérculo que florece Rizoma soy Crezco y muero Y renazco en colores Más allá de mi cabeza Más acá de mi nostalgia Mi azotea brilla Bajo la lluvia inesperada Y las flores Sepultadas tantos meses Como invisibles semillas Brotan nuevas En mi tejado Ignorantes del seco estío Que se fue.

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3. NO LO OLVIDES: CAMINAMOS POR EL INFIERNO, CONTEMPLANDO FLORES. La vida Este peregrinar sombrío Arduo En medio de fuegos fatuos Y de oscuras voces Este viaje duro No debe allí quedarse Pues está salpicado De claras luces Que huelen bellamente Y crecen al borde de los senderos.

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4. BAJO LOS CEREZOS NO HAY EXTRAÑOS. Cobijados debajo de la belleza De los aromas infranqueables Y de los colores precisos y sencillos No queda más que el placer De mirar juntos lo mismo Y deleitarse en el instante común Que no vuelve Y que tampoco tiene dueño.

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5. CUANDO ME VAYA, GUARDA BIEN MI TUMBA, SALTAMONTES. Como todos Cuando parta Cuando ya se acabe mi día Y el hilo de plata se corte Cuando la última hoja caiga Allí estarán Los frágiles elementos Dispuestos sobre mi recuerdo La vida mínima Silbando sobre mi memoria Cuidando mis restos Hasta la mañana.

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6. MUJER, QUE CALIENTE LA PIEL QUE CUBRE.

A Soledad V.

Mi hogar Eres Pequeña y delgada Dulce y silvestre Mujer Y tu piel habito Como luciérnaga En la noche más honda De la floresta.

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7. EL RUISEÑOR, VISTO RARAMENTE, HA VENIDO DOS VECES HOY. Los milagros me buscan Me inundan Me detienen y lanzan Me circundan como mar En medio de ellos Camino Sonriendo ante el espectáculo Del atardecer De la hoja que cae De la flor que se abre Del zorzal que se posa Justo ante mis ojos Aquí.

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8. INCLUSO EN MI CIUDAD DUERMO AHORA COMO UN VIAJERO. Sabiduría mayor La de saberse peregrino La de vivir como de préstamo De gracia Sin echar hondas raíces Sino como semilla viajera Que espera su tierra final Más allá De todo horizonte.

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9. FLORES DE CIRUELO LA NARIZ, EL CORAZÓN. Todo se conecta Aire mío Todo se conecta Ante la belleza Que se despliega Como una garza Que escampa Como un colibrí Que se detiene Como una flor Que explota En aromas Que nutren sutiles El olfato Y terminan llenando Los rincones lejanos Del corazón.

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10. ESTORNUDO, LA ALONDRA PERDIDA DE VISTA. Y así como llega La sutil belleza Parte rauda A otras tierras Para compartir Su alegría Y nos quedamos Como huérfanos Esperando Otra adopción.

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11. FLORES DE CEREZO, TANTAS, QUE MI CUELLO ESTÁ TORCIDO. En medio de la jornada Es posible el encuentro Con los detalles plenos Que nos deslumbran Como a niños Que no tienen tiempo Para detenerse sombríos En la muerte o el mal.

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12. LUZ DE LUNA EN CAMPOS DE MELONES, UN ZORRO ESTORNUDA. Cómo se unen El cielo y la tierra En este abrazo silvestre Del encuentro nocturno Cómo se unen Los elementos Y los seres estelares Con los diminutos.

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13. MIS VIEJOS MUSLOS, QUÉ DELGADOS A LA LUZ DEL FUEGO. El tiempo pasa Y la fragilidad se nos hace evidente Somos como sombra que transita Como vapor de agua leve Como flor del campo Luminosa y tenue Que se va después de unos días Cuando anochece la vida.

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14. IMAGÍNATE, EL MONJE SE FUE ANTES DE QUE SALIERA LA LUNA. Escena fugaz De hombre libre Que no teme Pues ha superado Los apegos Y viaja pleno Allí Más allá Del compulsivo placer Y más acá del sueño De la luminosa eternidad.

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15. ROBAR MELONES LO OLVIDÉ POR COMPLETO CON EL FRESCOR. Lo indispensable Raudo Se sobrepone A lo urgente Y la dicha Leve Y certera Del instante fresco Alcanza para el día Completo Como si fuese Sólido alimento.

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16. PLANTAS DE BREZO, SANDALIAS TODAVÍA FRAGANTES. Hasta los más insignificantes brotes Son manecitas que saludan al cielo Y dejan sus rastros amorosos Sobre las pisadas del sabio Que logra percibir el aroma De todo el universo en un destello.

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17. ROCÍO ABRAZÁNDOSE AL CAMPO DE PATATAS, LA VÍA LÁCTEA. De lo diminuto a lo incontable De lo leve a lo glorioso De lo vano a lo inmensurable Todo se abraza A los ojos del que quiere ver La armonía oculta Detrás de las palabras Y detrás de las cosas.

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18. FIN DE AÑO Y TODAVÍA CON SOMBRERO DE PAJA Y SANDALIAS. Oh viejo sabio Dónde tienes puesto los ojos Que sonríes mansamente Sin parar Y no te enfrían el paso Ni la paz Los primeros copos de nieve Sobre tus hombros.

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19. UN VIEJO ESTANQUE, SE ZAMBULLE UNA RANA. RUIDO DEL AGUA. Detener el instante Centellante Único Como una escultura milenaria Como una acuarela de mil años Así el poeta Detiene el acontecer Y logra eternizarlo Por algún tiempo y en algún lugar.

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20. LUNA DE OTOÑO. VAGUÉ JUNTO AL ESTANQUE TODA LA NOCHE. Como compañera fiel La luna me sigue los pasos Ilumina mi andar Lo desvela Como simple zigzagueo De las garzas por el aire Como danza de mosquitos Sobre las aguas Así camino Junto al estaque quieto Que me cuenta historias De un tiempo que no viví Y que guarda mis pasos Para contarlos a otros Que no podrá conocer.

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21. YO SOY UN HOMBRE QUE SE TOMA SU ARROZ ANTE EL ROBLE. Lo más cotidiano Puedo tornarlo sacro Lo más leve Casi eterno Ante el roble Milenario Mi arroz Blanco e incauto Alimenta mi ser Me une a la tierra De donde manó Como canto Nutritivo de vida.

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22. SALE UNA ABEJA DEL HONDO CÁLIZ DE UNA PEONÍA: ¡QUÉ DESPEDIDA! Contacto Encuentro Abrazo Cópula vital Habitar del mundo En el mundo De las cosas En las cosas De la vida En la vida Para que el sol Siga marchando Para que el río No se detenga Y para que todo parta Y vuelva a comenzar.

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23. DÍA INVERNAL ENCIMA DE MI CABALLO LA SOMBRA CONGELADA. En medio del agreste día De la intemperie rutilante Hay tiempo para el poema Para la imagen que se detiene En el espacio del recuerdo Y que se sabe siempre otra Distinta y nueva Pero con sabores y colores Aromas y texturas Sonidos y equilibrios Que alientan el rebrote Del instante único Nuevamente único y otro.

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24. POR ENCIMA DEL BARCO ABDÓMENES DE PATOS SALVAJES. El deslumbre de la vida Que se aparece Y que eleva la vista Con un mensaje Que me habla de un ir y venir Más allá y más acá De mi sitio Recordándome que soy Humus enraizado Que mira el cielo.

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25. CON ESA LUNA EL LADRÓN PARA A CANTAR. Hasta el mal de detiene Ante la belleza Y se torna nueva belleza Sencilla y precaria Pero belleza al fin Aunque sea un instante Un breve segundo De bien.

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26. PERDIDO EN EL BAMBÚ PERO CUANDO SALE LA LUNA MI HOGAR. Perdido Es sin hogar En medio de la espesura vital En medio de la noche abarrotada Perdido Es atento al encuentro Expectante a la luz Que indica el hogar Y que en parte lo es.

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27. ESTOY AQUÍ POR ESTAR Y LA NIEVE SIGUE CAYENDO. El frío no detiene el disfrute Del instante ínfimo y eterno El frío no colapsa La saciedad de la nostalgia Por encontrarse justo En medio del tiempo y el espacio Allí en el logro Del instante pleno.

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28. ESTA NOCHE TAMBIÉN TÚ VAS CON PRISA, LUNA DE OTOÑO. Acompañado por la luna Que sigue mi ritmo Que sigue mis pasos Ya por años Ya por siglos Pues con ella He descubierto senderos Y he pisado nuevos valles He accedido a hondos abismos Y ella Completa Creciente o menguante Allí Junto a mis pasos Incluso cuando marcha Por las invisibles antípodas Pues siempre me acompaña Por las noches de este otoño De hojas que caen Como los días de mi vida Marchándose al retorno De los eternos ciclos de la materia.

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29. EL MENSAJE DE BUDA BRILLA EN EL ROCÍO DE UNA HOJA. Qué me dice La sonrisa del que despertó Qué me dice Su gesto de paz honda Qué me dice sino Que todo fluye Que nada queda Que hay dolor Y que puede vencerse En la luz del desapego Que alumbra hasta el infinito.

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30. DONDE HAY HOMBRES ENCONTRARÁS MOSCAS Y BUDAS. La luz y las tinieblas Nos habitan Nos derrotan Nos dejan pasar Desde antiguas eras Y desde lejanos tiempos Inmemoriales Brota desde esta arcilla Que mira el cielo Noche oscura Y medio día pleno y elocuente.

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31. NO LLORES INSECTOS, AMANTES, ESTRELLAS TAMBIÉN PARTIRÁN. La impermanencia Instalada en la más honda claridad De todo El carácter remoto y pasajero De lo que es La ilusión de la esencia La fragilidad invicta de lo sustancial Y por qué llorar Si todo se marcha Y sin embargo permanece De algún extraño modo Pues nunca ha sido Y lo que no estuvo Jamás podrá partir.

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32. EL GRANJERO ME INDICA EL CAMINO CON UN RÁBANO. Oh amigo Hermano querido Desconocido que me encontré En cualquier camino de la vida Me ayudas Me indicas el ritmo Y la exacta melodía Con torpeza Con inquietud Con la simplicidad de la casualidad Y te vas Y no vuelvo a verte jamás Pues los caminos no retornan Otra vez a cruzarse Y sin embargo Ya te has hecho parte de mi aire Parte de mi andar Por estos senderos que me has indicado Con la colorida y alegre premura De la sencilla amabilidad.

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33. PRIMERA CIGARRA: LA VIDA ES CRUEL, CRUEL, CRUEL. El viejo Después de vivir mil años Canta ya como una cigarra Al oído de la muerte Y de los poblados Canta una canción amarga Sobre la crueldad del vivir Que sólo el hombre y la mujer En la mirada detenida Del que vuelve sobre su paso Logra discernir Como bendita maldición De la conciencia.

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34. LUCIÉRNAGAS ENTRAN EN MI CASA NO LAS DESPRECIÉIS. En medio de mi soledad Luces pequeñas En medio de mi leve ausencia Luces pequeñas Que me indican que la vida Es trémula Precaria Frágil Y al mismo tiempo Jamás despreciable.

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35. QUE PUDIÉRAMOS MORIR COMO EN PRIMAVERA LAS FLORES DE CEREZO PURAS Y BRILLANTES. Morir en el aroma de la sencillez Como muere la tarde cada día Como muere la mosca y la abeja Como muere el mar en las rocas Como muere la lluvia en la arena Así Totalmente Sencillamente Sin sepulcros Sin sepelios Sin misas de réquiem Así como todo lo que deambula Detenerse Y sonreír Con un adiós Como las flores del cerezo Que vuelan bajo las lluvias Del nuevo invierno.

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36. ¿POR EL ROSTRO DE LAS FLORES SERÁ INTIMIDADA LA LUNA TENUE? Luna y flores Flores y luna Entre ustedes no hay envidia Pues se saben iguales En belleza Y en lo tenue de sus gestos Que también son vanidad.

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37. CÓMO SE PARECE A SU REFLEJO EN EL AGUA EL IRIS. Somos el reflejo de un reflejo Que se sueña un sueño Que es la realidad de la realidad Así como el ojo que mira Se descubre así mismo En el describirse Descubriéndose allí.

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38. INTERROGARÍA SOBRE EL HAIKU CHINO A ESTA MARIPOSA QUE VUELA. Como esta mariposa que vuela La vital instantaneidad Que no puede detenerse sin morir O sin empezar a ser otra distinta Es la única que puede des-cubrir El misterio de la vital instantaneidad Que no puede detenerse sin morir O sin empezar a ser otra distinta Como esta mariposa que vuela.

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39. NO PERTENECE NI A LA NOCHE NI A LA MAÑANA LA FLOR DEL MELÓN. La vida no tiene dueño En estos rincones hermosos del universo La vida aquí es libre Señorial doncella Que corre por los campos Y no se deja aprisionar Por ningún tirano Ya que es impertinente y obstinada Como ninguna Y su belleza de despliega Como el juego de una niña En la madrugada o en la noche E incluso en los ardores del medio día.

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40. LAS PATAS DE LA GRULLA SE HAN HECHO MÁS CORTAS EN LAS LLUVIAS DE MAYO. Nuestros ojos Llenos de agua Llenos de lluvias antiguas Nos tientan Y vemos las formas Y las distancias Con distintos contornos Que nos confunden Y sin embargo No hay alternativa Pues las lluvias de mayo Habitan siempre nuestra mirada.

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41. DESPIERTA, DESPIERTA TE TOMO COMO AMIGA MARIPOSA. Aunque de mí se rían los niños Y los adultos me desprecien Como distraído vagabundo Oh mariposa Azul y blanda Te tomo como amiga Y nuestro amor durará Todo lo que duren nuestras vidas Como el abrazo de este sol Que ya mañana será otro.

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42. UN LEVE INSTANTE SE RETRASA SOBRE LAS FLORES EL CLARO DE LUNA. La luz sabe besar a las flores Sabe preñar sus vientres de vida nueva Como lo hace con los árboles y arbustos Quienes responden amasan su brillo Y tornándolo azúcar pura Que se dona a los campos Y a los senderos de todo el planeta.

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43. ZUMBIDOS DE ESTORNINOS DEL LOTO CAEN FRUTOS TORMENTA MATINAL. Se unen las silvestres trivialidades Y se conforma el mundo del instante Aves y flores Frutos y tormenta Sinfonía de una mañana Que logra quedar asida por el poema.

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44. MIS CABELLOS HAN CRECIDO Y MI ROSTRO HA PALIDECIDO LLUVIAS DE MAYO. Envejece el día Los ciclos del planeta Parecen acelerar su paso lentamente La vida se viste de nuevas formas Más cercanas a la muerte Y el sol se aleja un poco Para que llegue nuevamente La lluvia.

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45. POR TODAS PARTES SE PRECIPITAN LAS FLORES SOBRE EL AGUA DEL LAGO. Cuando el cielo quiere Congraciarse con los hombres Y las mujeres de la dura tierra Nos regala lluvias de flores Aromas sutiles Que nos embellecen el día Y nos dejan un canto silencioso En la mirada.

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46. LUNA VELOZ LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES RETIENEN LA LLUVIA. La noche avanza Ya llegará la mañana Y cuando el cielo llora De hogar se disfrazan los árboles Para el errante y solitario Que avanza por la noche Lleno de preguntas que no hace Y lleno de silencios que se oyen.

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47. ARRANCO MIS CANAS Y BAJO MI ALMOHADA CHILLA UN SALTAMONTES. Cuando estamos solos Queremos escapar del fin Y del encuentro con la muerte Que suele disfrazarse de noche Y también de ternura O pequeña melodía.

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48. A CADA RACHA DE VIENTO LA MARIPOSA SE DESPLAZA SOBRE EL SAUCE. El alma Como mariposa La mariposa Como alma El sauce Como el mundo El mundo Como el sauce Y el viento Como el viento.

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49. LAS GENTES DEL SIGLO NO CONTEMPLAN LAS FLORES DEL CASTAÑO CERCA DEL TEJADO. En el trajín de los días grises De las urbes ajetreadas Son pocos los que se dejan atrapar Por la belleza Que deambula solitaria y leve Presta a partir a la nada Como todo.

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50. BRISA LIGERA APENAS TIEMBLA LA SOMBRA DE LA GLICINA. Qué más pedir Sino paz Bajo la sombra de la belleza Que sabe detenerse Y darse como flor.

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51. ESTOY EN KYOTO CUANDO CANTA EL CUCÚ SOÑANDO CON KYOTO. Han dicho Que la vida es sueño Y los sueños Sueño son Pero en sus laberintos Vive el hombre Y en ellos viaja y ama Se aleja de casa Y retorna a la infancia O se aleja de la infancia Y retorna a casa Puede asirse al canto De las aves O a sus vuelos Puede soltarse de ellos Y dejarse caer a la tierra Dura y firme Que sin embargo Siempre estará habitada Por los fantasmas.

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52. NO LO DUDES TAMBIÉN LA MAREA TIENE FLORES BAHÍA PRIMAVERAL. La envidia ronda el corazón Pero solo hace nido en los más duros En los más pequeños y fríos Los corazones amplios Se gozan en la belleza Que ha sido dispensada a mano abierta Sobre todas las costas del mundo Y logra ver el don Que se abre como flor en todo paisaje.

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53. SÓLO SOY UN HOMBRE COMIENDO SU SOPA ANTE LA FLOR DE ASAGAO. No me lo niegues Quien quiera que seas No me lo niegues ¿No es acaso la paz Lo que buscas como el aire No es acaso la bella paz La perfecta La completa La anhelada paz Lo que buscas como el pan Que se presenta Como dulce enredadera Frágil y florida Frente a lo indispensable?

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54. NOCHE DE PRIMAVERA EN LA SOMBRA DEL TEMPLO UN MISTERIOSO DEVOTO. En el silencio de la noche tibia En el silencio de la noche húmeda Desde tiempos inmemoriales El hombre busca su lugar Su espacio y tiempo de luz Su espacio y tiempo de paz Y se inventa mundos y permanencias O se abre a la clara verdad De lo presente Y lo vano.

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55. ¿ES PRIMAVERA? LA COLINA SIN NOMBRE SE HA PERDIDO EN LA BRUMA. ¿A quién le hablas Matsuo? ¿A quién lanzas tus preguntas Y tus sutiles palabras? Sé que no imaginaste jamás Que de tierras tan lejas Se oirían tus susurros No pensaste nunca Que serías amigo a la distancia De otro silencioso poeta Que también ha aprendido El arte de deslumbrarse Ante el ciclo de los mundos Para lo cual los nombres Y todas las palabras Casi no hacen falta Y siempre resultan precarias.

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56. EL CRISANTEMO BLANCO EL OJO NO ENCUENTRA LA MENOR IMPUREZA. Hay lugares escasos Lugares remotos Donde la pureza se ha instalado Como en su hogar predilecto Allí los hombres de la urbe No llegan Pues la pureza escapa del ruido Y de la convulsiva danza Que cautiva millones de ojos.

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57. LOS RUISEÑORES DETRÁS DE LOS SAUCES DELANTE DE LAS ZARZAS. ¿Por qué tantas aves Se tornan invisibles En medio de sus cantos? ¿Por qué se difuminan En medio del verdor Y se hacen uno Con los viejos árboles? ¿No será acaso Que los sauces y las zarzas Tienen voz de ruiseñor?

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58. EN LA LUNA CRECIENTE LA TIERRA VELADA FLOR DE SARRACENO. Incluso en la noche Bajo veladuras extensas Incluso sobre el abismo Bajo luz diminuta Florece la vida.

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59. EN LO MÁS ALTO DEL TECHO UN POCO DE SOL PÁLIDO FRESCOR DE LA TARDE. El sol también puede ser nuestro amigo Visitarnos por las tardes Abrazarnos como hermano Tomar con nosotros el té Vestirse con nuestra camisa Ocupar prestados nuestros zapatos El sol puede ser nuestro amigo En la tardes de primavera E incluso a pleno día en los otoños.

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60. EL CUCÚ PERO SU CANTO SE HA QUEDADO SOBRE EL AGUA. El poeta sabe que los sentidos Son simples señales Escasos indicadores imprecisos El poeta confunde el sonido con la luz Y los sabores con las texturas El poeta parece confundido Pero es él quien se encuentra en medio Del instante pleno de los sentidos Cuando los demás se han perdido En las palabras Vacías del vivir multiforme Que se despliega ante nuestros cuerpos.

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61. BRISA DE PRIMAVERA CON LA PIPA ENTRE LOS DIENTES EL SEÑOR BARQUERO. Brisa de primavera entre los dientes Del señor barquero Humo de su pipa que dibuja nubes De un tibio otoño que se fue Bote que traslada a la otra orilla Al que aguarda el encuentro Y se detiene levemente En la brisa y el barquero En el humo y el instante que se va.

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62. AL OLOR DEL CIRUELO SURGE EL SOL SOBRE EL SENDERO DE MONTAÑA. Amanece Y todo el paisaje despierta a una voz Como sinfonía hermosa Que se expande durante el día Y en medio Caminamos despiertos en la vida O dormidos en el quehacer.

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63. LLUVIAS DE MAYO EN LOS MORALES GUSANOS DE SEDA ENFERMOS. Llueve frío El mundo muere Bajo la húmeda soledad El dolor de todos es el mismo Lo vano se apropia del devenir Y sólo pocos logran Desapegarse de la noche En sus variadas formas y colores.

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64. CON MI PARAGUAS PASO A TRAVÉS DE LOS SAUCES. Destila la lluvia Entre las ramas lánguidas y frescas Verdor claro y profundo Que me acaricia Yo me traslado silencioso Bajo la sinfonía del agua Que cae suavemente Y me cuenta una historia leve Que no alcanzo a guardar.

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65. INCLUSO AL DÍA SIGUIENTE DE LA TORMENTA LOS PIMIENTOS SON ROJOS. La belleza sabe perdurar La frágil belleza sabe perdurar La diminuta y frágil belleza Sabe perdurar Oculta la diminuta y frágil belleza Sabe perdurar Callada y oculta La diminuta y frágil belleza Sabe perdurar Posándose callada y oculta La diminuta y frágil belleza Sabe perdurar Después posándose callada y oculta La diminuta y frágil belleza Sabe perdurar.

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66. SECRETAMENTE POR LA NOCHE LOS GUSANOS EN LAS CASTAÑAS BAJO LA LUNA. La vida Persistente y obstinada Crece por las noches Se reproduce Y hace de este planeta azul Una luciérnaga En medio del vacío Y de la silenciosa penumbra Del cosmos.

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67. EN PLENO DÍA SU NUCA ES ROJA LA LUCIÉRNAGA. El sabio y el poeta Se parecen Ambos saben mirar Lo que nadie logra ver Lo que de tan evidente Se olvida Se pierde.

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68. EN MIS ROPAS DE VERANO AÚN HAY PULGAS EN LIBERTAD. La libertad de todos Será la mía La paz de todos Será la mía La fragilidad de todos Será la mía La intemperie de todos Será la mía De todo lo vivo De todo lo que nace Crece y respira.

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69. ALLÍ DONDE EL CUCÚ DESAPARECIÓ HAY UNA ISLA. La dicha del misterio La dicha del más-allá La dicha del perderse Tras la bruma desconocida Y llamarla por un nombre Que no es completo El dolor del misterio El dolor del más-allá El dolor del perderse Tras la bruma desconocida Y llamarla por un nombre Que no es completo El silencio del misterio El silencio del más-allá El silencio del perderse Tras la bruma desconocida Y llamarla por un nombre Que no es completo.

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70. EL NIDO DE CIGÜEÑAS ENTRE LAS HOJAS DEL CEREZO. La belleza Elige a la belleza Y la transforma en su nido La fealdad Elige a la fealdad Y la transforma en su cueva.

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71. TEMPLO DE SUMA OIGO LAS FLAUTAS ANTIGUAS DESDE LA SOMBRA DE UN ÁRBOL. Cerca del portal Extraño portal Que apunta al cielo Y se abre robusto Justo en medio de la noche Escucho silencioso El canto de las armonías Que vienen de lejos Y de muy hondo El portal se abre allá Junto a la montaña Y yo debajo de otro portal Sencillo y centenario Respiro profundo Absorbiendo el aire gratuito Que se me otorga Desde este templo vegetal Donde me refugio.

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72. PUENTE SUSPENDIDO A LAS PLANTAS TREPADORAS SE AFERRAN NUESTRAS VIDAS. Qué fragilidad la nuestra Qué dependencia olvidada Qué pobreza oculta No logramos atisbar La radical nimiedad De nuestro existir Que pende de las enredaderas De flores silvestres y coloridas.

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73. PINCHANDO LAS DORADAS BAJO EL FRESCOR DE LOS SAUCES LA MUJER DEL PESCADOR. Ay mujer Tantos siglos a la sombra De los sauces Tantos siglos bajo el alero De la casa de tu hombre Ay mujer Zurciendo y remendando Lavando y tendiendo Trabajando bajo la luna Pariendo hijos e hijas al mundo Ay mujer Y hoy con tu armadura Con tus armas y riquezas Te sientes muchas veces Más pobre y frágil que ayer Más anhelante De los escasos guerreros Asesinos de dragones Que se han ido tan lejos.

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74. VIENE A VERME AQUÍ DESDE EL VIVERO UNA VOZ DE SAPO. Confundir es la función del poeta Confundir la luz con el sonido El instinto con la intención El azar con el afecto En fin Confundir las palabras con las cosas Y el instante con lo eterno.

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75. ESTA JORNADA ARDIENTE LA ARROJA AL MAR EL RÍO MOGAMI. Vamos todos Amigos y enemigos Fermentos y gusanos Almendros y espirales Lobos y arlequines Vicios y sonámbulos Vengan todas Amigas y enemigas Mandrágoras y luciérnagas Amapolas y cigüeñas Lagartijas y esmeraldas Auroras y botellas Vengan Y bajemos al mar Por este río trémulo y fresco Para alejarnos de la triste urbe Sofocante y solitaria.

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76. UN CANGREJITO ESCALANDO MI PIERNA AGUAS DE MANANTIAL. Sentado Con los pies en el agua que fluye La vida es otra La vida se hace leve y clara Las dolencias quedan atrás En otro tiempo y lugar Que se desdibuja en el recuerdo Pues la vida dulce Sensible y curiosa Nos sube por las piernas Nos escala delicada Y se instala en nuestro centro Como mínimo motor De otra existencia más ligera.

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77. MÁS ALTO QUE LAS ALONDRAS DESCANSO EN PLENO CIELO EN LA GARGANTA DE LA MONTAÑA.

A Renán G.

Cuando escalo la montaña Soy montaña Y al ver a la alondra Soy alondra Cuando llego a la cima Soy cima Y al detenerme extasiado Soy éxtasis Allí mirando el cielo Soy cielo Y al inclinarme y ver la lejanía Soy lejanía Cuando desciendo al valle Soy valle Y cuando retorno a mi choza Soy choza Al llegar la noche Soy noche Y al recordar la bella jornada Soy el recuerdo de la bella jornada.

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78. SILENCIO LA VOZ DE LA CIGARRA PENETRA LAS ROCAS. El silencio absoluto Puede tornarse abismo Infernal locura de la nada Pero nos salvan el grillo El susurro de la brisa Y las cigarras Que con sus cantos diminutos Hacen temblar de terror A las rocas milenarias Y a los espacios infinitos.

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79. EN MI COPA DE SAKE HAN DEJADO CAER BARRO LAS GOLONDRINAS. Ay golondrinas Qué niñas son ustedes Impertinente felicidad Cómo irme en sus vuelos A revolotear sobre los pantanos Los páramos y las tundras Para luego tranquilamente Llegar a dormir en el alero De la casa de un hombre callado Que escribe unos poemas.

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80. ADMIRAD BIEN LA LUNA ANTES DE QUE CORTEN LOS JUNCOS DEL RÍO.

A Ronald V.

Lo que me obstaculiza el paso Me lo deja entrever Lo que me ata Me habla de libertad Lo que me duele Me recuerda la alegría Lo que me detiene Me invita a buscar el camino.

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81. LA GRULLA GRITA CON UN QUEJIDO QUE DESGARRA EL BANANO. Todo camina En esta creación A un mismo paso Sin detenerse Hacia un lugar lejano Del cual no sabemos Si estará mañana.

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82. VIENTO DEL RÍO EN KIMONO DE VERANO FRESCOR DE LA NOCHE. En medio de la noche El poeta sale a encontrarse Con la belleza La mira de frente Le besa las manos Y la deja entrar a su casa Ella viene vestida de frescor Y su pelo huele a brisa del río No hay nada que decir Piensa el poeta Cuando la belleza Viene a casa Las palabras sobran Sobre la cama Y sobre la sencilla mesa.

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83. DESDE LA PUNTA DE LA HIERBA TAN PRONTO COMO CAE EMPRENDE VUELO LA LIBÉLULA. Tan pronto como caigas Emprende vuelo Grita el poeta Al oído de los hombres Tan pronto como caigas Emprende vuelo sin demora ni fatiga Y sin llanto por las cenizas Tan pronto como caigas Emprende vuelo Siguiendo el ejemplo De los sabios insectos Tan pronto como caigas Emprende vuelo Y lleno de lúcida visión Vuelve a la punta de la hierba.

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84. CAZA DE LUCIÉRNAGAS EL BARQUERO ESTÁ BORRACHO ¡QUÉ CATÁSTROFE! Cuando la belleza Se transforma en presa del perdido Cuando cae en sus manos Y se torna fruto aprehensible No queda más que salir Con los puños cerrados Y los ojos muy abiertos ha rescatar la frágil ternura Con el hierro de la indignación Que no soporta la injusticia Aunque venga del fango del alienado.

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85. BEBAMOS TODA LA NOCHE PARA HACER UN TIESTO DE FLORES CON EL TONEL. Que el disfrute apunte a la belleza Y no la belleza al disfrute Que el placer apunte a la belleza Y no la belleza al placer Que la locura apunte a la belleza Y no la belleza a la locura Que la evasión apunte a la belleza Y no la belleza a la evasión.

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86. ALGUIEN BATE LAS PALMAS EL ECO BLANQUEA EL CIELO LUNA DE VERANO AL ALBA. Lo sagrado de torna profano Y lo profano sagrado No hay límite Cuando el corazón se abre Cuando los ojos miran Más acá de las construcciones Todo se abraza Y entona un canto Un coral multitudinario Que besa el oído del cosmos Y nos deja en silencio Ante la belleza.

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87. EN MI CASA TODO LO QUE PUEDO OFRECEROS SON MOSQUITOS PEQUEÑOS. Soy pobre No me tengo ni a mí mismo Como posesión Soy pobre Sólo puedo ofrecerles Mis incomodidades Soy pobre Soy un cuenco vacío Lleno de aire leve Soy pobre Y mis posesiones las dejé Esperando en una esquina Soy pobre Y sólo tengo este vacío Que puede servir de casa Soy pobre Y por eso mi compasión No tiene frontera.

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88. LA PRIMAVERA PASA LLORAN LOS PÁJAROS Y SON LÁGRIMAS LOS OJOS DE LOS PECES. La muerte es un agravio En el corazón de lo viviente Todos escapan de ella Como quien se sabe presa De la bestia mayor La muerte es un silencio En el canto de las aves En el chapoteo de los peces En el juego de los niños Y el beso de los amantes La muerte es una lágrima Que nos ahoga en su frío Y nos deja sedientos de más luz De otra mañana nueva Que esperamos como flor La muerte también llora Pues intuye en su pecho En su propio esqueleto Que tiene sus días contados Ante el advenimiento del Sol final.

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89. ¿LOS PÉTALOS DE LA ROSA AMARILLA GIMEN Y CAEN AL OÍR EL AGUA SALTARINA? El poeta hace preguntas Que resuenan inverosímiles Ininteligibles Y deja la mente del lector Como pequeño ciclón En medio de la belleza Pues el poeta tiene el oficio De evocar mundos Y no de construir ciudades Ni planear batallas El poeta sabe preguntar No necesariamente responder Por eso camina en medio de la vida Deslumbrado y despierto Gimiendo y desmoronándose Al oír el agua saltarina.

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90. MANCHADOS DE BARRO POR EL ROCÍO LOS MELONES PARECEN MÁS FRESCOS.

A nuestros peñis

La tierra nos limpia Nos besa y abraza Pues de ella brotamos Cómo venderla Cómo comprarla Cómo creerse poseedor de ella Si de ella somos Como árboles que cantan Como flores que siembran Como aves que sueñan Como abejas que escriben Nada más Simples miembros De este paraje que nos cobija Parte de este paisaje Como humus caminante Que un día volverá a formar parte De el barro tierno del que nos alzamos.

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91. CONFÍA AL SAUCE EL HASTÍO Y EL DESEO DE TU CORAZÓN. A la intemperie No quedan más que los dones Que el Sol ha dejado Arrojados como siembra Allí podemos refugiarnos Ante el desvelo y la tragedia Pues la soledad está ausente Cuando los ojos se han abierto Al encuentro con el mar Del que todo forma parte Y del que nada resulta extraño Incluso la miseria En sus múltiples colores opacos Que llevan en su pecho Un arco iris que suele asomar Más allá de la noche Al alba Que se tarda y esperamos.

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92. MONTAÑAS Y JARDÍN ENTRAN EN LA HABITACIÓN EL VERANO. Cuando el corazón Está abierto como una ventana Y la conciencia es agradecida Todo el mundo entra Por las puertas del corazón Y se queda ha abitar la vida Venciendo la nostalgia Ante tamaño atisbo de plenitud.

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93. EN MEDIO DE LA LLANURA CANTA LA ALONDRA DE TODO LIBRE. Las aves viven dentro del segundo Somos nosotros Los que nos escapamos de él Y nos instalamos en tierras lejanas Allá lejos En la tristeza del pasado O allá lejos En la angustia del futuro Pero los que tienen El palpitar de las aves Albergado en sus pechos Logran sumergirse Más acá del mañana Que aun no nace Y más allá del ayer Que ya murió De todo libres como una alondra.

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94. LA LIBÉLULA INTENTA EN VANO POSARSE SOBRE UNA BRIZNA DE HIERBA. Darse el tiempo De observar el acontecer mínimo Darse el tiempo De encontrarse con la vida Darse el tiempo De besar con los ojos la brisa Darse el tiempo De guardar la belleza en la sien Darse el tiempo De compartir con los insectos Darse el tiempo De abrazar a los que morirán Darse el tiempo De salir de la celda del saber Darse el tiempo De ver por primera vez la flor Darse el tiempo De llorar ante el encuentro Darse el tiempo De acompañar a la libélula Que en vano intenta posarse Sobre una brizna de hierba.

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95. AHORA QUE LOS OJOS DEL HALCÓN SE OSCURECEN LAS CODORNICES PÍAN. Por qué cielo La violencia está tatuada En medio de la vida Por qué cielo Vivir tantas veces implica Matar Por qué cielo El disfrute de unos es el dolor De los muchos Por qué cielo La leona quiebra el cuello De la gacela Por qué cielo La mantis corta la cabeza Del que la fecunda Por qué cielo La belleza tantas veces Se corona de fuego.

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96. EN EL ESTABLO OSCUROS ZUMBIDOS DE MOSQUITOS ÚLTIMOS CALORES DE VERANO. La conciencia del mal Nos abra la puerta Para atisbar el bien Que se asoma Como de lejos Con un galope tenue Más lento de lo que desea El corazón del que espera Más lento de lo que quiere El pecho de los anhelantes La noche canta En su más oscura etapa El preludio de la alborada Así como las cadenas Pesan y duelen Justo antes de la libertad.

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97. SUEÑOS EFÍMEROS LOS PULPOS EN LAS ÁNFORAS LUNA DE VERANO. El mar de los sueños Puede ser pequeño o amplio El mar de los sueños Puede hundirnos o elevarnos El mar de los sueños Puede cantar o gritar El mar de los sueños Puede perdernos o hallarnos El mar de los sueños Puede ser luminoso u oscuro El mar de los sueños Puede ser prisión o escampe.

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98. DURANTE LA LUNA LLENA LA MAREA ALTA LLEGA HASTA MI PUERTA. Al anochecer El mar se asoma a mi puerta Y me viene a contar historias Me habla de su amor perdido Por la luna llena Me cuenta su romance fugaz Sus pasiones furtivas con ella Yo me quedo escuchando Su relato milenario Y sus lágrimas terminan Mojando mis pies descalzos Al amanecer.

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99. EL CUCÚ UN BOSQUE DE BAMBÚ FILTRA LA LUNA. Luz y sonido Sonido que sabe a miel Luz que se oye trémula Sonido y luz Luz que abraza y besa Sonido que huele a trigal Luz y sonido Sonido que toca la piel Luz que sabe a pan Sonido y luz Luz que aromatiza el cielo Sonido que alumbra la noche.

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100. QUÉ FRESCO ESTE MURO CONTRA LAS PLANTAS DE MIS PIES DURANTE LA SIESTA. Detenerse en el disfrute eterno Del instante preciso Al que nada se le puede añadir Más que la conciencia Transparente y lúcida Para que no sea en vano Tanto don Que se derrama sobre la vida.

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101. EL VENDEDOR DE SEPIAS SU VOZ MEZCLÁNDOSE CON LA DE UN CUCÚ. Los sonidos se mezclan Se hacen sinfonía natural Al ritmo del sol y la luna Al ritmo de las estaciones Los sonidos se unen Se abrazan como hermanos Y nos recuerdan que todo Camina hacia un anhelo Que es esconde Como la primavera En el corazón del invierno.

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102. EL RAYO DESGARRANDO LA NOCHE NEGRA EL GRITO DE LA GARZA. En medio de la tormenta Nos encontramos De frente con el misterio Nos encontramos De cara con la luz profunda Con la sombra ardua Y el corazón se acelera Ante la incierta vida Ante el espacio breve En medio de la tormenta El rayo nos interpela Con el veredicto de lo leve Con la condena de lo lábil Y allí mismo nos encontramos Con el color más oculto De nuestras almas Y confesamos que somos Un tenue humus que mira al cielo.

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103. CLARO DE LUNA EL NIÑO QUE ACOMPAÑO TIENE MIEDO DE LOS ZORROS. Claro de niño La luna que acompaño Tiene miedo de los zorros Claro de zorros El niño que acompaño Tiene miedo de la luna Claro de luna El zorro que acompaño Tiene miedo de los niños.

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104. EN LA CASCADA CLARA LAS AGUJAS VERDES DE LOS PINOS SE DESPARRAMAN. Cuando el poeta canta El agua se detiene en su palabra La maya de su melodía El arnés de su metáfora Atrapan de par en par el milagro Que se asoma en el instante Que no vuelve Que se escapa de todos Menos del poeta Que lo guarda en su respiro Que luego se torna silencioso canto.

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105. EN LA CIMA DE UN ÁRBOL EL CADÁVER DE UNA CIGARRA. El que ha despertado Logra ver la pequeñez Frágil y lúgubre De todo lo aparente El que ha despertado Logra mirar más allá De los trajines remotos Del quehacer rutinario El que ha despertado Se estremece a cada paso Con la vida y la muerte Que se muestra tan clara.

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106. FIN DE MES SIN LUNA ABRAZO UN CIPRÉS DE MIL AÑOS EN PLENA TORMENTA. La amistad vegetal Es la mejor para el poeta La hermandad silvestre Allí en medio de los azotes De los días arduos En medio de las inclemencias Que otorga la intemperie La hermandad silvestre Es la mejor para el poeta La amistad vegetal.

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107. AL OSCURECERSE EL MAR LA VOZ DEL PATO SALVAJE APENAS ES BLANCA. El poeta Ya anciano Al mirar el horizonte Constata sorprendido Que ya puede ver El color del sonido Y dormir en paz Para siempre.

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108. DE CUANDO EN CUANDO LAS NUBES ACUERDAN UNA PAUSA PARA LOS QUE CONTEMPLAN LA LUNA. El ojo sabio Logra ver la bondad Y el ojo necio Sólo la miseria El ojo sabio Logra ver la belleza Y el ojo necio Sólo la violencia El ojo sabio Logra ver la unidad Y el ojo necio Sólo en desastre El ojo sabio Logra ver Y el ojo necio No se abre.

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109. DEL ESTE O DEL OESTE SOBRE LOS CAMPOS DE ARROZ EL SONIDO DEL VIENTO. Aprender a ver el viento Que besa los campos Sin importar el sitio remoto De donde venga Aprender a distinguir La tierna danza Que brota del aire Que abraza y besa La materia del tiempo Y el espacio del canto.

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110. ESTE U OESTE LA MISMA TRISTEZA VIENTO DE OTOÑO. A veces los años Nos deshojan la vida Y la tristeza se posa Como una mancha A veces los años Nos deshojan la risa Y el pesar se dibuja Sobre nuestra frente A veces los años Nos deshojan el paso Y el dolor se asoma Como una primavera A veces los años Nos deshojan la voz Como un viento remoto Y frío que irrumpe.

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111. POR AQUÍ Y POR ALLÁ SE OYE EL MURMULLO DE LAS CASCADAS Y LAS HOJAS CAEN. Si estás atento Amigo Si estás atento En todo lugar Lograrás oír El murmullo tenue Lejano y dulce De la cascada Si estás atento Amigo Si estás atento En todo lugar Lograrás oír El murmullo tenue Lejano y dulce Del caer de las hojas.

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112. LLUVIAS FRÍAS HASTA EL MONO QUISIERA UN ABRIGO DE PAJA. El dolor En la carne Corroe En silencio O a voz en cuello Obnubila Se torna marcha En el blanco muro Luego muro De puras manchas Y la liberación Aunque sea leve Mínima Se torna en luz En lo alto del abismo Para la bestia Y para el humano Que sabe su nombre Y cuenta su historia De luces en lo alto Y dolores en la carne.

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113. SOBRE LA RAMA SECA SE HA POSADO UN CUERVO TARDE DE OTOÑO. La vida Es una rama seca A veces La vida Es como un cuervo A veces La vida Es una tarde de otoño A veces La vida Es una rama seca Sobre la cual se ha posado Un cuervo En una tarde de otoño A veces La vida Es un cuervo Que se ha posado Sobre una rama seca Una tarde de otoño A veces

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La vida Es una tarde de otoño En la que un cuervo Se ha posado Sobre una rama seca A veces.

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114. DÍA DE APACIBLE FELICIDAD EL MONTE FUJI VELADO POR LA LLUVIA BRUMOSA. La felicidad debe se apacible La felicidad arremolinada Huracanada No es tal Se pierde en el deslumbre En el decante de lo espurio Se desarma en la robusta vanidad Y no queda sino El sabio amargo del disfrute burdo Mas la felicidad Cuando es apacible Deja su huella honda Su mensaje profundo Su encanto eterno Que duran Todo el infinito instante.

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115. MÁS BLANCO QUE LAS PIEDRAS DE LA MONTAÑA ROCOSA EL VIENTO DE OTOÑO. El poeta Inocente Mira Se abre de par en par A la belleza No se detiene En el desastre No se estanca en la miseria Simplemente llora Una vez Dos Cuando sea necesario Y sigue su camino Liviano Tenue Cautivado por el encanto De los colores Que se posan en lo impalpable.

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116. NADIE EMPRENDE ESTE CAMINO SALVO EL CREPÚSCULO DE OTOÑO. Vamos solos Atardecer otoñal Vamos solos El día queda atrás Nos mira desde lejos Nos abandona Haciendo señas Con sus manos Vamos solos Atardecer otoñal Y nadie nos apura Pues la noche Es nuestra amiga Y los árboles Se prestan siempre Como blando cobijo Vamos solos Atardecer otoñal Vamos solos Y vestimos los dos Semejante ropas Tenidos de carmín Y ajados al viento Del frío de la tarde.

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117. ESTE MISMO PAISAJE OYE EL CANTO Y VE LA MUERTE DE LA CIGARRA. El paisaje camina lento Va despacio por el sendero El paisaje mira de lejos A los hombres que desaparecen El paisaje se va rehaciendo Con sus diminutas manos El paisaje se asoma y muere Y cada día renace El paisaje gira con el planeta Con su obsesivo ritmo sabio El paisaje no tiene nombre Pues solo la vanidad se nombra El paisaje avanza a pasos largos Y la cigarra canta y se calla El paisaje camina lento Mientras nosotros desaparecemos.

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118. ¿CON QUÉ VOZ CANTARÁS Y QUÉ CANTO DE ARAÑAS EN LA BRISA DE OTOÑO? El poeta se vuelve loco Y descubre que puede oír El canto más diminuto De los insectos silenciosos El poeta se vuelve loco Y se pregunta así mismo Por el sonido que logrará Cuando el otoño silbe El poeta se vuelve loco Y olvida que las arañas Durante el otoño Olvidan como cantar.

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119. SOL PÚRPURA Y ARDIENTE PERO EL VIENTO ES DE OTOÑO. Incluso el sol En otoño Se hace tenue Tibio en su ardor Nos sienta En su regazo Y nos cuenta Historia remotas Que nos hacen soñar Incluso el sol Púrpura y ardiente No besa en la frente Como abuelo Que nos ama Con soltura Y nos lleva a pasear Por las sendas De una vida bella Que pasa veloz.

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120. OTOÑO PROFUNDO ¿CÓMO VIVE MI VECINO?

El otoño Viejo poeta de siempre Viene a golpear A mi puerta Yo lo hago pasar Le ofrezco un té Lleno de dulces aromas

Él comienza a enseñarme La sabiduría del mar Y la de las montañas Yo en silencio Como niño cautivo Escucho y escucho Y luego pregunto Por lo evidente Consulto sobre aquello Que debería saber Pues mi ceguera es robusta Y mi ignorancia muy honda

Él me mira seriamente Mientras fuma su pipa Y me dice que la mayor sabiduría Comienza allí Abriendo los ojos Al encuentro más real Con el otro más próximo.

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121. ADHERIDA A UN CHAMPIÑÓN LA HOJA DE UN ÁRBOL DESCONOCIDO. En el bosque Nadie pregunta por el deber Nadie sabe el nombre de las cosas Todos los caminos llevan al abrazo Todos los caminos dan con un claro En el bosque Los robles y los helechos Los álamos y los espinos Se saben hermanos del mismo canto Y sin demora cuentan la misma historia En el bosque Los diminutos gestos del paisaje Son infinitos y completos El árbol viejo cae y se abraza a la tierra Y el nuevo brota como milagro silencioso.

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122. EL SONIDO DE LA CAMPANA SE EXPANDE EN LA BRUMA DEL ALBA. El espíritu se torna Sonido de campana A los lejos El espíritu se torna Sonido de campana En el templo silencioso A lo lejos El espíritu se torna Sonido de campana Como ritmo vital En el templo silencioso A lo lejos El espíritu se torna Sonido de campana En la madrugada Como ritmo vital En el templo silencioso A lo lejos El espíritu se torna Sonido de campana Cuando se expande la bruma En la madrugada

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Como ritmo vital En el templo silencioso A lo lejos El espíritu se torna Sonido de campana.

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123. LA TORMENTA ARRECIA LA CARA DE ALGUIEN EMPAPADA. El desastre Tiene muchos rostros Algunos son tenues y tersos Otros drásticos y abruptos La tragedia Viste muchos trajes Algunos sutiles y esbeltos Otros macabros y rufianes La ruptura Tiene muchos caminos Algunos que logran retomarse Y otros que se pierden en la nada.

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124. SOPLA EL VIENTO DE OTOÑO PERO LOS ERIZOS DE LAS CASTAÑAS SON VERDES. En medio del rigor de los días De las amenazantes tormentas Y los fríos que arrecian Allí también brota Con firme tenacidad El verdor de la materia La vida persistente La obstinada luminosidad De la vida.

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125. DIOS ESTÁ AUSENTE LAS HOJAS MUERTAS SE AMONTONAN TODO ESTÁ DESIERTO. Cuál es la ausencia total La absoluta e infernal La que no puede medirse Y desmorona toda idea Como alud de nieve Que desintegra el paisaje La ausencia total El abandono más abrupto El insoportable e inaudito Es el que brota del cielo En el corazón de la materia En el espacio íntimo Donde se anhela el amor Cuando el cielo se va Nada queda sino desierto Y el desierto de instala En la mirada y el origen En los pasos y el horizonte Que se aleja más y más Y no logra tornarse esperanza Que es la muerte final Sino esta ausencia definitiva Este abismo insondable Que se teme como gangrena

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Y se intenta negar con ira Aunque se vive como pan O como llaga que no se cura.

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126. CHOZA POBRE LOS LLANTOS DE UN PERRO BAJO LA LLUVIA NOCTURNA. El mundo sabe gemir El mundo sabe gemir Mojado y entumecido Maltratado por la vida Maltratado por la muerte Y por todos los caminos Que surcan ambos suelos El mundo sabe gemir En la noche oscura El mundo sabe gemir Y nadie le ha enseñado Pues viene con ese llanto Desde las tierras remotas Del origen vital y oscuro El mundo sabe gemir Desde las más diminutas De todas las criaturas El mundo sabe gemir Pues el espanto sobrecoge En cualquier camino Y el húmedo azote llega El mundo sabe gemir Pidiendo luz y calma Rogando por vida y canto

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Pues en medio del dolor El mundo sabe gemir Como quien descubre Que la risa es don fabuloso El mundo sabe gemir Pues así como el perro Lo hace el niño y su padre Lo hace el asno y la cabra También la hormiga y el ave El mundo sabe gemir Como idioma sin fronteras El mundo sabe gemir Pero en ocasione luminosas Tiempos cándidos y tiernos Espacios dulces y turgentes Como mano amable se recibe El exacto consuelo por el cual El mundo sabe gemir.

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127. NADA DICE EN EL CANTO DE LA CIGARRA QUE SU FIN ESTÁ CERCA. Los seres del instante Viven plenamente su devenir No se preguntan ni se contestan No calculan ni se detienen Sólo nosotros Los seres de la memoria De la persistente insistencia En llegar a ser lo mismo Nos detenemos grises Nos preguntamos y contestamos Por la verdad de un futuro Más allá de este instante Y justo en esos actos De preguntarnos si habrá vida Más allá de la muerte No logramos tenerla antes de ella.

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128. EN LA NOCHE OSCURA BUSCANDO SU NIDO LLORA EL MOSQUITO. Ay viejo poeta Cómo lo haces Para descubrir El hambre Y el desespero De los más ínfimos Seres que te rodean Cómo lo haces Para ser sensible A los diminutos entes Que se asoman A tu existencia Sin dejarlos pasar Inadvertidos Sino convertirlos Es dulce poema.

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129. SOPA DE ARROZ OIGO TOCAR EL LAÚD GRANIZOS SOBRE EL TEJADO. Qué es sinfonía Sino el oído atento Al acontecer del mundo En su danzarín conjunto De monumental cadencia Qué es sinfonía Sino el sentir preciso Del palpitar profundo De la materia unida En su cantar solemne Qué es sinfonía Sino el abrazo De los alimentos Con la música del hombre Y el rigor de los elementos.

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130. LUNA LLENA NIEBLA DESDE LAS COLINAS HASTA LOS ARROZALES. En la noche fría Nos detenemos a mirar Solos El paisaje de la vida Y de la muerte Aguardamos el aullido Y el sismo Junto con la aparición De la bruma Que nos oculte De nuestro propio ser En medio del silencio Más profundo.

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131. LAS VOCES DE LAS GENTES VUELVEN POR EL CAMINO CREPÚSCULO DE OTOÑO. En el espacio de la memoria Las voces retornan Son ecos opacos Emulaciones del acontecer Que se ha vivido Qué es por tanto la memoria Sino un palpitar aquí y ahora De una vivencia que ya no está Ni volverá nítida como sí misma Nunca jamás.

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132. NIEVE MATINAL LOS PUERROS MARCAN EL NIVEL EN EL HUERTO. El poeta Ya viejo y agrietado Se levante temprano Y mira su huerta Mínima Suficiente Comenta en su poema Breves trivialidades Que casi se eternizan Gracias a la poesía Que logra habitarlas.

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133. SE HA ESCONDIDO EN EL BOSQUE DE BAMBÚ EL VIENTO DE INVIERNO. Dónde te fuiste Viento de invierno Que no recuerdo ya Los dolores de la espera Dónde te fuiste Viento de invierno Que mi día nuevo Se llenó de mariposas Dónde te fuiste Viento de invierno Que no me cabe Ni la menor de las dudas Dónde te fuiste Viento de invierno Que el amor parece Que llena las calles Dónde te fuiste Viento de invierno Que el sol sabe Mi más oculto nombre Dónde te fuiste Viento de invierno

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Que las lágrimas de ayer Se han secado de pronto.

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134. LA PRIMERA NIEVE QUÉ FELICIDAD VISITA MI ERMITA. El solitario Es el único que sabe El precio más alto de la paz Y sin saberlo Muchas noches y mañanas Está dispuesta a venderla Por unos granos De clara compañía.

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135. VESTIDO DE ESCARCHA CUBIERTO DE VIENTO UN NIÑO ABANDONADO. Un niño abandonado vestido de escarcha Es una bofetada en el rostro de Dios Es un espanto que carcome la dicha Es una puñalada en el centro del cielo Es un despiadado garrote en la sien Es una calamidad que se queda Es un silencio que deshoja la vida Un niño abandonado cubierto de viento Es un silencio que deshoja la vida Es una calamidad que se queda Es un despiadado garrote en la sien Es una puñalada en el centro del cielo Es un espanto que carcome la dicha Es una bofetada en el rostro de Dios.

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136. HIELO NOCTURNO ME DESPIERTO MI CÁNTARO ESTALLA. La irrupción del desastre Ocasionalmente es inminente Aparece como un fantasma O como una estrella fugaz Y nos deja su estela amarilla Como los ojos de espanto Que se pierden en la noche Algunos saben qué hacer Cuando el cántaro de la paz Estalla en medio de la noche Algunos saben respirar hondo Mirar más allá de lo abrupto Cómo quien mira una cima Y emprende el largo viaje.

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137. PRIMERAS NIEVES APENAS SE INCLINAN LAS HOJAS DEL NARCISO. En ocasiones la desolación Llega paulatina Levemente Y nos va seduciendo Como prostituta Para luego sepultarnos Bajo su grueso manto de nieve Que al inicio A penas inclina las hojas.

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138. JARDÍN DE INVIERNO LA LUNA COMO UN HILO UNA VOZ DE INSECTO. Los minúsculos detalles Que hilvanan el paisaje invernal Se vienen a parar a mi puerta Como diminutos sirvientes De un reino oculto y luminoso Que se esconde para todos Los que no abren sus ojos A sin igual despliegue del planeta.

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139. NIEVE Y MÁS NIEVE ESTA NOCHE DE FIN DE AÑO BAJO LA LUNA CLARA. El mundo se viste de blanco Y no hay nadie junto a mí El mundo se viste de blanco Y la soledad llega a su cima El mundo se viste de blanco Y la noche es infinita El mundo se viste de blanco Y solamente la luna sigue conmigo.

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140. DE ORDINARIO DETESTO AL CUERVO PERO ESTA MAÑANA SOBRE LA NIEVE. Incluso el cuervo Deslumbra la mirada del poeta Cuando lo ve sobre la nieve Incluso el cuervo Sabe mostrar esplendores Cuando se contrasta su sombra Incluso el cuervo Vuela como negra estrella fugaz En el blanco cielo del invierno Incluso el cuervo Puede parecer hermoso Para el que silencioso se abre a mirar.

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141. SOL DE INVIERNO SOBRE UN CABALLO MI SILUETA HELADA. Qué más se le puede pedir Al sol de invierno Si es un hermano bueno El menor de todos Que nos abraza Con todas sus fuerzas Aparece temprano Y si le dejan el paso Y nos saluda hermosamente Lleno de esperanzas cándidas Y de ternura infinita Como niño que sabe soñar Cuando nadie lo ve O nadie lo valora en su paso Despliega sus abrazos Al caballo y el perro A la hierba y el árbol A la niña y a todos los viejos.

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142. TRES HOMBRES SE ENCUENTRAN PARA FESTEJAR EL AÑO NUEVO Y DISPUTAN. Los hombres se encargan de trastocar la luz Se encargan de desgastar el gozo De podrir las esperanzas De malgastar la paz De moler el cielo De matarse Sin más Aún.

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143. LAS RÁFAGAS DE INVIERNO SE ABISMAN EN LOS BAMBÚES Y SE CALMAN. La naturaleza sabe así misma tratarse Misteriosa amistad desarrolla Sin la menor conciencia Somos nosotros Los que la habitamos Llenándola de palabras Somos nosotros Los que la desolamos Llenándola de vacíos Sin la menor conciencia Misteriosa amistad desarrolla La naturaleza que sabe a sí misma tratarse.

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144. LA LLUVIA DE INVIERNO CAE SOBRE EL ESTABLO UN GALLO CANTA. Quién podrá detenerse en los sonidos Que salen al encuentro de los hombres Sonidos que se bordan con el silencio Y revelan la fugaz esencia de la vida Quién podrá detenerse en las imágenes Que salen al encuentro de los hombres Imágenes que se bordan con el vacío Y revelan la fugaz esencia de la vida Quién podrá detenerse en los aromas Que salen al encuentro de los hombres Aromas que se bordan con la ausencia Y revelan la fugaz esencia de la vida Quién podrá detenerse en los sabores Que salen al encuentro de los hombres Sabores que se bordan con el hambre Y revelan la fugaz esencia de la vida Quién podrá detenerse en las texturas Que salen al encuentro de los hombres Texturas que se bordan con la lejanía Y revelan la fugaz esencia de la vida.

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145. DESOLACIÓN INVERNAL EN UN MUNDO UNIFORME EL RUIDO DEL VIENTO. En la invernal soledad fría y desolada Cuando el frío se incorpora a la sangre Y la tristeza se torna respirar Sólo el viento es compañero Invisible y escurridizo Como un amigo furtivo Que te dice palabras mientras se despide Justo cuando recién había asomado el saludo.

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146. SOBRE LOS ARROZALES ALBOROTO DE OCAS SALVAJES LLUVIAS FRÍAS DE INVIERNO. El poema detiene la poesía Que aparece como fugaz visión Y la deja detenida y danzante En el milagroso acontecer Que ha quedado reservado Como ardua y necesaria tarea De los solitarios poetas.

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147. BRASAS BAJO LA CENIZA SOBRE EL MURO LA SOMBRA DEL INVITADO. Nos entibiamos la vida Por medio de tantos gestos Sin embargo sólo el encuentro Incluso tenue y limitado Puede entibiar el corazón Palpitante de la dicha Que se asoma en el contacto Con el tú.

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148. ME LLAMARÁN POR EL NOMBRE DE CAMINANTE PRIMERAS LLUVIAS DE INVIERNO. Por qué no podemos detenernos Se detiene la roca Se detiene la bestia Se detiene el monte y el árbol Y se detiene la luna y los planetas Pero nosotros Humus que mira a los cielos No logramos detenernos Somos este devenir difuso Cuya esencia es este caminar En búsqueda de un horizonte Que siempre se aleja.

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149. EXPUESTO A LA INTEMPERIE Y RESIGNADO CÓMO CORTA EL FRÍO MI CUERPO. La herida de la carne Es más honda Es real Obnubila al cantor Y a sus hijos La herida del frío Se acerca a la muerte La anuncia La vislumbra Y ante ella Los hombres lloran En silencio o en estrépito Expuesto a la intemperie También se sufre Pero el sabio sabe resignarse A este destino Del que camina libre Por los senderos de la vida.

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150. ENVOLVIENDO LOS PASTELILLOS CON LA OTRA MANO SE APARTA EL PELO DE LA FRENTE. La belleza No necesita nombre No requiere de luces ni galas Pues se asoma deslumbrante En el gesto de la aldeana Que vierte su vida En el limpio quehacer Que alimenta.

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151. NO OLVIDES NUNCA EL SABOR SOLITARIO DEL ROCÍO BLANCO. El mundo de la vida Se abre para el que sabe observarlo Se abre de par en par Ante el corazón sorprendido El mundo de la vida Se abre nutricio y amistoso Se abre con júbilo Ante el oído atento del viviente El mundo de la vida Se abre claro y sencillo Se abre como un amanecer Ante los ojos del que está despertando El mundo de la vida Se abre sabroso y espléndido Se abre como una puerta Ante la memoria del que lo disfruta.

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152. EL SONIDO DEL REMO CONTRA EL AGUA ENTRAÑAS HELADAS EN LA NOCHE LÁGRIMAS. Atravesando el lago En plena noche fría Descubro mi nombre Y comprendo emocionado Que estoy hecho de las estrellas Que se reflejan lejanas aquí Del agua que mi remo desliza Y que estas entrañas heladas Son parte del paisaje Como las lágrimas que brotan De mis ojos que se cierran.

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153. Y AHORA VAMOS A CONTEMPLAR LA NIEVE HASTA CAER AGOTADOS. Vamos amigos Hermanos Vamos juntos Al encuentro De la belleza Hasta el punto Que nos derrote Y nos permita Caer a sus pies Llenos de la luz De un mundo Bueno y claro Que estaba A la espera De ser encontrado.

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154. RETIRO DE INVIERNO SOBRE EL BIOMBO DORADO ENVEJECEN LOS PINOS. Belleza y muerte De la mano caminan En ocasiones Se miran a los ojos Profundamente Se besan Y en silencio Disfrutan ese encuentro Fugaz y furtivo Belleza y muerte Se sumergen juntas En las mismas aguas Para lavar sus trajes Para renovar su luz Pero solo belleza emerge Cansada y fría Conciente Que aquel encuentro Con los años Le costará la vida.

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155. NI UNA GOTA DE ROCÍO CAE DEL CRISANTEMO HELADO. Se congela la foresta En la gélida mañana Pero la vida sabe esperar El despertar del día Para retomar su placentera Explosión en colores y aromas Gratuito y profundo Para todos.

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156. PEDIRÍA PRESTADAS PARA DORMIR SUS ROPAS AL ESPANTAPÁJAROS HIELO DE MEDIANOCHE. Solitario está el poeta En la fría medianoche de su soledad Solitario está el poeta Y sólo le queda como amigo una sombra Solitario está el poeta Y el espantapájaros lo mira entristecido Solitario está el poeta Y los grillos le acompañan con su ritmo Solitario está el poeta Y la muerte lo mira desde lejos Solitario está el poeta Y en silencio profundo aprende a sonreír.

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157. CASI INVIERNO A TRAVÉS DE LA TORMENTA LA FORMA DE LA LUNA. Oímos que incluso en el pantano Se pueden ver las estrellas Oímos que uno bendecía la lluvia Al llegar su amada empapada Oímos que otro elogiaba las flores De cardo espinoso y maduro Y ahora el poeta vuelve a cantarnos Que detrás de la lluvia aun se ve la luna.

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158. SI HABLO TENGO FRÍO EN LOS LABIOS VIENTO DE OTOÑO. Viento de otoño Tú me conoces Tantos años juntos Caminando Por esta frías lejanías Viento de otoño Cuéntame tú De donde vienes Quiénes son tus padres Tus hermanos y amigos Pareciera que solo A mí me tienes En estas lejanías Pero soy yo Quien no tiene más Que tu presencia.

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159. ¿LA NIEVE QUE CAE ES OTRA ESTE AÑO? Los ciclos del mundo Son engañosos Pues nada se repite En su fondo Todo brota nuevo Semejante Pero distante Único.

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160. ENFERMO DURANTE EL VIAJE MIS SUEÑOS POR LOS PÁRAMOS YERMOS. El dolor me contacta Con los recónditos lugares del mal Con la desolación y el desastre Con la íntima naturaleza del fin En el sopor de la carne dolorida Los sueños se tornan llanto Los cantos se vuelven nicho Los brazos se rinden fríos El pecho estrecho como ruina A la intemperie también de sufre A la sombra de los árboles se lamenta A la luz de la luna también se muere.

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161. EL ÁRBOL QUIERE LA PAZ PERO EL VIENTO NO SE LA CONCEDE. El árbol es sabio Pues sabe que la vida es fluir Que no puede asirse Pero ama la paz Y en paz logra amar A los niños y los hombres Da su oxígeno y su sombra Da su fruto y su cobijo Pues no sabe más que darse Pero el viento feroz Le quita los frutos y su sombra Lo desnuda y desgarra El árbol es sabio Pero enloquece remecido Por los vientos de invierno.

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162. EN LA NOCHE SIN ESTRELLAS ME GUÍA EL CORAZÓN. Este palpitar me encamina En medio del nocturno silencio Este palpitar me guía En medio de la noche cerrada Este palpitar me lleva En medio del laberinto invisible Este palpitar me orienta En medio de la ausencia robusta Este palpitar me encausa En medio del oscuro río de la vida.

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163. SENTADO EN EL VALLE INMENSIDAD MÁS BREVE QUE LA TORMENTA. Sentado Aquí sentado Veo aquí sentado Y veo aquí sentado Respiro y veo aquí sentado Inmensidad respiro y veo aquí sentado La inmensidad respiro y veo aquí sentado Breve la inmensidad respiro y veo aquí sentado Breve la inmensidad respiro y veo aquí Breve la inmensidad respiro y veo Breve la inmensidad respiro y Breve la inmensidad respiro Breve la inmensidad Breve la Breve.

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164. LA NIEVE DE LA CIMA PIENSA QUE ES ETERNA, MAS SÓLO ES EL SUEÑO DEL VOLCÁN. Bella intemperie Me has llamado a tu abrazo Y te he conocido Como eternidad pequeña Como fugaz infinito Como sólido sueño Aquí me tienes En tu regazo de antaño Más hondo que ayer Pero menos que mañana Cuando contigo me funda En abrazo celeste. [Santiago–Poñén, otoño–invierno, 2013]

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