baitello norval junior la era de la iconofagia ensayos de comunicacion y cultura

Upload: marlon7

Post on 07-Jul-2018

224 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    1/130

    &

    La Era de la IconofagiaEnsayos de comunicación y cultura

    Norval Baitello junior

    Directores de colección

    Rodrigo Browne Sartori Víctor Silva Echeto

    C O M U N I C A

    C I O N E S

    N O M A D A S

    C O L E C C I O N

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    2/130

    Norval Baitello juniorLa era de la Iconofagia. Ensayos de comunicación y cultura 

    Colección: Comunicaciones NómadasDirectores: Rodrigo Browne Sartori & Víctor Silva Echeto

    raducciones: Graciela Machado Lima – Víctor Silva EchetoColaboración en traducción y transcripción: Andrea Soto Calderón – Norma Huerta

     AndradeCorrección de estilo: Daniel Paulos M.

    Proyecto del grupo de Investigación “Escritoras y Escrituras”, patrocinado por la Consejeríade Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía.http://www.escritorasyescrituras.com

    ©2008, Norval Baitello junior©2008, del diseño gráfico: Bane©2008, de la edición literaria: Mercedes Arriaga Flórez, Rodrigo Browne Sartori & VíctorSilva Echeto© Imágenes de portada: “Série Cabecas”, acrílica sobre tela, Alex Flemming, 1989

    ©2008, ArCiBel Editores, S.L. http://www.arcibel.es

    Imprime: Publidisa ISBN: 978-84-96980-35-8Depósito legal:

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    3/130

    5

      I  n   d   i  c  e

    7Devoradores de imágenes, adoradores de iconos

    11La era de la iconofagia ¿Devorar imágenes?¿Ser devorados por ellas?

    17La Occidentalización

    30La Senilización

    36La sedación

    44La pérdida del presente

    51La cultura del eco

    65El cuerpo en quiasmo

    79Los vínculos y la comunicación

    90El espacio nulodimensional

    96La crisis de la visibilidad

    102La iconofagia 

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    4/130

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    5/130

    7

      I  n  t  r  o   d  u  c  c   i   ó  n

    DEVORADORES DE IMÁGENES, ADORADORES DE ICONOS

    Noval Baitello junior traza en estas páginas los escenarios de lo queél mismo ha denominado “la era de la iconofagia”, título que subraya lossimulacros entre los que trascurre nuestra vida en una sociedad mediatizada,globalizada, teleidiotizada, donde los espejos reinan en todas sus facetasnarcisistas, y donde el ser humano se encuentra perennemente exiliadode su casa (su propia piel, su propio cuerpo), porque vaga perdido en unalaberinto de imágenes que, en vez de reflejarlo, lo inventan, lo deforman,lo convierten en un holograma, un dibujo que otros dibujan, dulce sueñoo pesadilla, que los intereses del mercado sueñan para aumentar susganancias.

    “Devorar imágenes” o “ser devorados por ellas” no son opcionesalternativas, sino simultáneas. Es un estado de la cuestión, una descripciónde nuestra realidad cotidiana, una condición inexorable de la que loshumanos de la era digital no podemos escapar. El momento histórico quenos ha tocado en suerte es el de la proliferación indiscriminada, a vecescruel y salvaje, de imágenes que no son sólo objeto de nuestra mirada (ycomo tal permanecen en el exterior, fuera de nosotros, a cierta distanciade seguridad, diríamos), sino que más bien actúan, orientan, ordenan,se convierten en tiranas de nuestros sentimientos y percepciones. De tal

    suerte, gran parte de nuestras reacciones-sentimientos sobre personas ysituaciones del mundo no derivan de nuestra experiencia directa, sino denuestras imágenes mentales, ya preconfeccionadas por nuestro sistemasocial (inclúyanse aquí todos los estereotipos de se refieren a personasque conocemos, y los prejuicios contra las minorías, los diferentes, losextranjeros a los que no conocemos).

    Las imágenes se han convertido en nuestro archivo histórico, ennuestra memoria colectiva, y cada vez más imágenes aspiran a colonizarnuestro futuro, nuestro imaginario, nuestros deseos. Recordamos,

    pensamos, soñamos a través de imágenes que invaden nuestra existencia,alejándola de la vida real, proyectándonos en una dimensión virtual en

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    6/130

    8

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    la que los sentidos y los lenguajes de nuestro cuerpo se sustituyen con lasimágenes que las máquinas crean para nosotros.

    El sentido rey de nuestro tiempo es la vista, sentido de la distanciay de la separación por excelencia, mientras que otros sentidos, como eltacto o el oído han caído en un desuso alarmante, se han vuelto obsoletosy se atrofiarán, reduciendo las posibilidades de lo humano, si no ponemosremedio. Norval Baitello nos recuerda, entre otros, el fenómeno de laviolencia doméstica, juvenil o ciudadana, que sólo se convierte en violenciacondenable cuando se hace visible, cuando se retransmite, cuando seconvierte en espectáculo. Si cuerpos e imágenes se disocian y se colocanen sistemas cognitivos diferentes, los seres humanos están condenados a ladistancia, en detrimento del contacto y de la proximidad, condenados a la

    superficialidad, en detrimento su dimensión espiritual, condenados a unpensamiento “sedado” y “sentado”, condescendiente y acrítico.

    Norval Baitello junior amplía el alcance de una teoría de lacomunicación que no deja fuera de su ámbito de estudio el cuerpo humanocomo medio primario. Es decir, ni la comunicación, ni el marco cultural ysocial en el que ésta se desarrolla, pueden prescindir del cuerpo. Se reclamaasí una atención a los cuerpos vivos de seres humanos vivos, y un estudiodetallado de sus implicaciones en los procesos culturales y comunicativos,siguiendo las mejores pistas de una semiótica humanista que no puede

    olvidar que una teoría de la comunicación implica la dimensión materialde la vida y, junto a ella, la dimensión espiritual-cultural-social que en laque se proyecta. El gran maestro brasileño nos recuerda que toda teoríade los medios de comunicación tiene que estudiar también los nuevosescenarios que éstos crean para las personas reales del planeta, y lasdiferentes definiciones y redefiniciones que de lo humano nos proponen.

    En este libro se advierte del peligro que la vida sufre cuando sepetrifica en signos y símbolos en los que nadie puede reconocerse ya,símbolos que abocan a la muerte (los cuerpos-bomba de los terrorista, pero

    también los cuerpos de la anorexia que se convierten en tales por seguir losimperativos de la moda), símbolos que mienten descaradamente (algunasreescrituras de la historia que favorecen a los poderos vencedores), símbolos

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    7/130

    9

      I  n  t  r  o   d  u  c  c   i   ó  n

    detrás de los cuales ya no existen personas, sino cómputos matemáticos(estadísticas por ejemplo), ya no existen sujetos con nombres y cuerposreales, sino categorías abstractas (los telespectadores, los consumidores).

    Si los humanos somos signos, como había proclamado Peirce en losinicios de la semiótica, después de varias décadas de su absoluta supremacíay difusión a través de los medios de comunicación, como sostiene NorvalBaitello, debemos oponernos a que la ecuación sea reversible: ningúnsigno podrá sustituir nunca a un ser humano sin reducirlo a la inercia, a laindiferencia o a la muerte. No “somos” la marcas que vestimos o comemos,no “somos” el icono de una raza, una nación o un sexo, porque “somos”siempre algo más, algo que no puede clasificarse, archivarse, algo más queviene dictado por la irrepetibilidad en el tiempo y en el mundo de nuestro

    cuerpo (conjunto inseparable de carne y espíritu, evidencia y misterio).Los humanos, por hacer un guiño a Benjamin, somos obras de arte noreproductibles.

    Mercedes Arriaga FlórezUniversidad de Sevilla, 2008

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    8/130

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    9/130

    1

      P  r  e   f  a  c   i  o

     LA ERA DE LA ICONOFAGIA DEVORAR IMÁGENES? SER DEVORADOS POR ELLAS?

    Comunicación, Medios y cultura La comunicación no es sólo la herramienta o intrumento quemanipula los seres humanos. La cultura no es únicamente un entornode escenografías o un telón de fondo decorativo. anto los procesoscomunicativos como los procesos culturales se producen en ambientessociales e históricos complejos que no pueden ser estudiados con visionesreduccionistas o simplificadoras. La necesidad de miradas transversales enun mundo que todavía se deja seducir por los dígitos, es el motivo primerode los ensayos que aquí se reúnen. Libro que es un collage de miradas sobrelos procesos desencadenados por los medios de comunicación y sus efectos

    en el “medio ambiente cultural” en que vivimos.

    Nuestro punto de vista intencionalmente propone ampliar lanoción habitual de los fenómenos de comunicación y mass media. Nosólo el periódico, la radio, el cine, la televisión e Internet son consideradosmedios de comunicación, mass media, sino que incluimos, como elementosactivos de los medios sus dos extremos, frecuentemente olvidados bajoel pretexto de que son solamente entornos: el extremo generador detoda comunicación es un cuerpo, y el otro extremo del mismo proceso,igualmente existe en su naturaleza primera de cuerpo. De ninguno de estos

    dos extremos podemos disociar sus cualidades de portadores de memorias,historia e historicidad, por lo tanto, de cultura.

    Consideremos algunas de las premisas de Harry Pross (a quien elpresente libro dedica especial atención), autor de una brillante obra deCiencias de la Comunicación que, a su vez, se apoya en Dieter Wyss paraenglobar los lenguajes corporales como punto de partida y llegada de todoproceso comunicativo. Por lo tanto, colocaremos el cuerpo como primersoporte de los textos culturales y de los procesos comunicativos, como“medio primero o primario”.

    al opción no es gratuita pues, al proponerse tal ampliación de loslímites que abarca el campo de la comunicación, necesariamente surge una

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    10/130

    12

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    obligación: abordar sus fenómenos como procesos culturales e históricos,que proceden de seres humanos vivos y sus cuerpos, y en el otro extremotambién alcanzan a los seres humanos vivos con sus cuerpos.

    El tratamiento cultural de los elementos de la comunicación requiereenglobar también los hechos que la generan (no solamente técnicos, sinotambién culturales: la imaginación, las memorias profundas, los mitos,las creencias, las experiencias semióticas y las memorias profundas de lasvivencias, corporales o espirituales), y también los escenarios que estosmismos hechos pueden generar o ya están generando.

    Comunicación y cultura se constituyen, de ese modo, en esferasindisociables. Es imposible pensar la comunicación humana sin la

    vertiente histórica dada por la cultura. De igual modo no se puedencomprender los hechos de la cultura humana (entendida como esferay registro de ansiedades y aspiraciones, de lecturas y relatos del espírituhumano), sin considerar en qué modo se transmiten y se conservan en eltiempo y en el espacio de la vida. ales maneras de creación, transmisión yconservación de la cultura humana deliberadamente se consideran con susestrategias comunicativas. Un proyecto de cultura presupone un proyectocomunicativo, pero también todo proyecto de comunicación trama suproyecto de cultura. Si la comunicación es construcción de vínculos,la cultura es el entorno y la compleja trayectoria de esos vínculos, sus

    raíces, sus historias, sus sueños y sus locuras, su lastre y su levedad, susdeterminaciones y sus indeterminaciones.

    Los textos que componen el presente libro dialogan entre sí demanera multidireccional: cada uno tiene vida propia, pudiendo ser leídosen cualquier orden. Algunos temas se retoman de manera insistente,señalando su relevancia y su validez. Desde otra perspectiva, los textosestán pensados para ser utilizados como apoyo pedagógico en las aulas decursos de eoría de la Comunicación, eoría de los Medios, ComunicaciónComparada, Comunicación y Cultura, Semiótica de la Cultura, Semiótica

    General y Futurología (esta disciplina, indispensable en los currículos delas nuevas áreas de la comunicación, estudia la construcción de posibles

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    11/130

    1

      P  r  e   f  a  c   i  o

    escenarios que se divisan a partir de las nuevas realidades que las másrecientes conquistas del universo de las comunicaciones trazan).

    Los créditos de agradecimiento deben ser otorgados a muchosautores, por abrirse generosamente al diálogo. En primer lugar, deboespecial cariño y gran admiración a Dietmar Kamper que, en sus últimosdiez años de vida (de 1992a 2001), participó conmigo en innumerablesproyectos y encuentros científicos, en São Paulo y en Berlín, de los cualesresultaron algunos de los textos aquí reunidos. Kamper, notable filósofo dela imagen y sociólogo del cuerpo, ofreció inestimables contribuciones parael desarrollo de una teoría de los medios verdaderamente valiente, que tieneel deber y la responsabilidad de indagar poéticamente los escenarios másosados y sombríos. Mucho le debo al sabio y dulce maestro Harry Pross,

    que en su idílico retiro entre los picos geográficos de Alemania, Austria ySuiza, jamás descuidó ofrecer materias de reflexión a sus discípulos, seapor carta, libros o artículos pero, sobre todo, con gestos y diálogos siempreabiertos. Ivan Bystrina, aunque aislado ahora en su retiro en Lysá nadLabem, República Checa, continúa siendo el esforzado impulsor de unaSemiótica de la Cultura, que intencionalmente pasa a lo largo y a lo anchode las ya instituidas teorías semióticas, ofreciendo nuevas posibilidades alos estudios de la comunicación en horizontes sistémicos, no solamentetécnicos ni mecánicos, sino también culturales e históricos.

    El tema central del libro introduce el término “iconofagia”, queposee una polivalencia intrigante. Ésta también se manifiesta en los diversosensayos que tratan el fenómeno: las imágenes son devoradas, las imágenesque devoran. Siendo sujeto u objeto del proceso, la denominación cabríatanto en una como en otra. Sin embargo, en uno de los capítulos denomino“antropofagia impura” al proceso de imágenes que devoran seres humanos.En rigor, el “pensamiento antropofágico” del Modernismo Brasileño de losaños ‘20 fue el primero que apuntó este fenómeno. Proponía, realmente,promover una devoración de iconos, ídolos y símbolos de la culturaeuropea, además de imitarla como un acto iconofágico, pero con un

    sentido constructivo y creativo. Lo que ocurrió, posteriormente, a partirdel abaratamiento de los recursos de reproducción de las imágenes a granescala, fue un fenómeno distinto del que apuntaba Oswald de Andrade:

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    12/130

    14

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    de antropófagos creativos pasamos (y este “nosotros” aquí no se refieresolamente a los brasileños, sino a los consumidores globales) a iconófagosde una así llamada cultura universal, pasteurizada y homogeneizada y, por

    último, nos convertimos en “comida” o alimento de esa misma culturauniversal de las imágenes.

    El presente libro se divide en dos partes. La primera, abordaalgunas de las manifestaciones de la violencia (no sólo simbólica) de lacomunicación, algunos dialectos de la violencia de los medios. La segunda,aborda la comunicación, sus tránsitos y transformaciones, subrayandocuestiones que han surgido con las transformaciones de los medios y susposibles consecuencias presentes y futuras. Entre ambas partes se colocaun ensayo que dibuja escenarios, entendidos como desdoblamientos de

    tendencias e indicios. al procedimiento reafirma nuestro compromiso conun mirar crepuscular (según Kamper, dividido entre dos luces), sobre losencantos que nos ofrecen diariamente las “comunicaciones infinitamentefacilitadas”, ya profetizadas por Marx en 1848. Pensar hoy la comunicaciónen la vía de la cultura nos exige un sentido de responsabilidad: soñartambién las pesadillas, para que no nos acucien bajo la forma de monstruosreales en la vigilia del día siguiente.

    ***Quiero dejar aquí patentes mis agradecimientos a los colegas

    investigadores del CISC, Centro Interdisciplinario de Investigaciónen Semiótica de la Cultura y de los Medios, sobre todo a quienes lodirigieron y dirigen tan fructíferamente en los últimos años. A ellos va mimás sincero agradecimientos: Malena Segura Contrera, José Eugênio deOliveira Menezes, Maurício Ribeiro da Silva, Milton Pelegrini y LucianoGuimarães. A mis (ex) alumnos y (ex) tesistas, en São Paulo, en Viena y enSevilla, que me desafiaron con muchas cuestiones, sin las cuales el presentelibro sería mucho más pobre. A los colegas y amigos Rodrigo BrowneSartori y Víctor Silva Echeto, en Chile, por el acompañamiento críticoy el incentivo de algunas de las ideas que constan en el presente libro. A

    Malena Segura Contrera, sobre todo, por compartir conmigo en los diezúltimos años, los muchos sueños de una ciencia de la comunicación quepueda rescatar el alma, el sentido de los sentidos.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    13/130

    L a C o m u n i c a c i ó n , L a  V i o l e n c i a   y  s u s  D i a l e c t o s 

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    14/130

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    15/130

    1

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

     LA OCCIDENTALIZACIÓN

    Iconofagia y Occidentalización: la pérdida de los símbolos directores

     y el vaciamiento de las imágenes

    La era de la reproductibilidad técnica y la sociedad del descontrol 

     Walter Benjamin señala -con aguda propiedad- el paso de unasociedad, que producía manual y artesanalmente sus imágenes, a unasociedad que inventó máquinas reproductoras de imágenes. Con eladvenimiento de las imágenes que se distribuyen por centenas y despuéspor millares y millones, se quiebra el aura del objeto único, la “apariciónpróxima de algo distante”, marca registrada de los medios secundarios

    arcaicos, la imagen tallada, la imagen esculpida, la imagen de pigmentosdepositados y fijados en superficies; también la escritura tallada y la escriturasobrepuesta como líneas de tinta sobre soportes fijos o transportables,pero siempre objetos únicos. El advenimiento de las imágenes repetidase idénticas que se distribuyen en el espacio público (al revés de aquellasque deben ser buscadas en el espacio restricto del recato y de lo sagrado,de la intimidad y de la concentración), inaugura un tránsito, tambiénuna transitoriedad, que a su vez, abre un vacío. El correspondiente déficitemocional generado por la ausencia, hace que nuevas imágenes seangeneradas para suplir la sensación de vacío y eludir la transitoriedad pormedio de nuevas transitoriedades.

    Lo que se ve así, como desdoblamiento de la reproductibilidad,en las décadas y siglos que siguen, es la multiplicación exacerbada deimágenes cada vez más omnipresentes, lo que puede ser denominadocomo “descontrol”. Se produce un control por medio del descontrol. Loexcesivo pasa a ser cotidiano, a ocupar todos los espacios e inflacionandoel “valor de exposición”, propagado por el brillante ensayo del pensador

     judío-alemán. Además, Benjamin pronosticaba que los procedimientos de

    reproducción y ese creciente “valor de exposición” permitirían vislumbrar unmundo utópico de distribución y accesibilidad universales al conocimiento,al que atribuye el predicado de “politización de la estética”, como potenteherramienta democratizante, antídoto contra el mal que se arrastraba en las

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    16/130

    18

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    estéticas de gusto dudoso de las grandilocuentes manifestaciones fascistas,en la llamada “estetización de la política”.

    La era de la reproductibilidad técnica, en definitiva, abrió las

    puertas a la escalada de las imágenes visuales que comienzan a competirpor el espacio y por la atención (vale decir, por el tiempo de vida) delas personas. Y lo excesivo, el descontrol, condujo a un vaciamiento delvalor de exposición, que incluso pudo atraer su opuesto: un crecientedesvalor, una crisis de la visibilidad (Cf. D. Kamper, 1995) próxima algrado cero de la comunicabilidad, señalando que hubo un desvío de rutaen el pronóstico positivo de la reproductibilidad técnica en la sociedadcontemporánea. Por lo tanto, sería oportuno, intentar comprender cuálhabría sido la lógica de tal desvío. En vez de democratizar el acceso a lainformación y al conocimiento, la reproductibilidad vació mucho más

    el potencial revelador y esclarecedor de las imágenes por medio de ellasmismas y su uso exacerbado e indiscriminado.

    La pérdida de los símbolos directores y el vaciamientode las imágenes

     Afirma Harry Pross (1993), en sus “Memoiren eines Inländers”(Memorias de un “in-tranjero”, un extranjero en su propia tierra), que“los símbolos viven más que los hombres”, cuando en 1993 ve que unos

     jóvenes en 1973 izan la vieja bandera de guerra del Imperio Alemán. Élmismo, nacido en medio de la hiperinflación de 1923, como Harry Carl

    Fritz Pross, naciera cinco años después de que la misma bandera fuerarescatada por la Liga de los Soldados Alemanes del frente.La larga vida de los símbolos únicamente es posible gracias a sus

    soportes, a las imágenes, (no importa en qué tipo de lenguaje: visual,auditivo, olfativo, táctil o performativo), por cuanto no es el soporte loque se vacía cuando se inflacionan y vacían las imágenes, sino que son lossímbolos los que se pierden. La crisis de la visibilidad no es una crisis de lasimágenes, pero sí una rarefacción de su capacidad de apego. Cuando el apegoentra en crisis, son necesarias más y más imágenes para alcanzar los mismosefectos. Lo que se tiene así es una descontrolada reproductibilidad.

    Las anamnesis sociales benjaminianas -y sobre todo sus anamnesisculturales- enseñan que no nos encontramos delante de una mera eingenua posibilidad técnica, delante de un creciente refinamiento y

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    17/130

    1

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    perfeccionamiento en la forma de lidiar con las imágenes, que sonnecesarias a la multiplicación y la reproducción descontrolada. El potencialconstructivo -o destructivo- de las intervenciones sociales y culturales por

    medio de las imágenes puede ser inmenso cuando encarnan una relaciónviva entre el hombre y sus referencias, sus símbolos. Cuando portanvalores, sustentan los vínculos entre el hombre y sus raíces culturales ehistóricas. Pero cuando se vacían, transportan a la superficie y demuestranel vaciamiento de los valores de referencia de una cultura, valores que KartHeinrich Fierz denomina “símbolos directores”. Fierz (1997: 448) analizaalgunos pasajes de la historia humana en los cuales hay vaciamiento ypérdida de un símbolo director, y postula que “la pérdida de un símbolopuede debilitar la esencia de la humanidad y ser como un terremoto en lahistoria del mundo” (p. 448). Analizando el antiguo Egipto, en el período

    entre 2500 a. C. y 2160 a. C., verifica que la decadencia del Estado -Pirámide y su Rey-Dios provocan una crisis de credibilidad que recae sobreel hombre común en la forma de una pérdida de referencias, pérdida de “susímbolo organizador”.

    “La pérdida del liderazgo superior, divino y real, (escribe Fierz) provocóun caos externo e interno en la sociedad egipcia. En el transcurso de la historiase realizaron varios intentos por encontrar un nuevo orden que se siguiese alcolapso del orden viejo y arcaico. (…) El faraón Amenófis IV, que se llamó así mismo Acnaton, (…), adelantado a su tiempo, intentó separar las esferas

    divina y humana. En lugar de los antiguos dioses, que no eran en verdadmás que mortales deificados, él puso a Aton, el sol (…) Acnaton no consiguióobtener aceptación para su monoteísmo abstracto. Después de su muerte fue

     públicamente retratado como apóstata y hereje” (1997: 449- 450).

     Acnaton, que reinó de 1375 a 1358 a. C., intentó convencer a sussúbditos de que no adoraran la imagen del disco deslumbrante del sol,enseñando que “Dios era un ser informe. La simiente de la razón y el poderdel amor que penetraba todo espacio y tiempo”. Más allá de destituir elcuerpo humano de los faraones que prestaban su propia imagen corpórea ala figura de la divinidad, destituye la imagen del nuevo dios, sustituyéndolapor una abstracción, una construcción simbólica compleja sin un soportematerial, sin un soporte mediático.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    18/130

    20

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    El egiptólogo y cientista de la cultura Jan Assmann habla de“mnemotécnica cultural”, de la cual no solamente la escritura forma parte,sino cualquier tipo de registro sobre soportes. Comenta además Assmann

    que:“El caso Acnaton es aquí especialmente esclarecedor. Su visión de

    la unidad de Dios es seguramente la más radical de todas las revolucionesmonoteístas. Ella encontró su expresión integral en grandes textos que podríanhaberse tornado textos fundantes si esta religión no hubiese permanecidoepisódica en Egipto. Así, por ello, esos textos caerán en el olvido y sólo en elsiglo pasado fueron redescubiertos, para el creciente espanto de los egiptólogos”(Assmann, 1992: 291).

     Aquí vemos un ejemplo notable, el intento de implantar un gransímbolo en el lugar de aquellos que perdieron su fuerza, ejemplo quetambién nos permite verificar cómo los símbolos necesitan imágenes quelos puedan representar. Las abstractas imágenes conceptuales expresadas enlos textos escritos no llegaban a la comprensión del hombre común.

     Así, cuando los símbolos se desgastan no solamente se desmoronan,también pueden abrir caminos hacia falsas salidas. Cuando, por ejemplo,el Estado y la religión dejan de congregar, las imágenes vacías asumen ellugar dejado por la pérdida de la capacidad aglutinadora de los símbolos.

    Pocos han retratado como Fierz el poder desestructurador de lasimágenes desgastadas y vaciadas por la furia desesperada de los símbolosdirectores en agonía, y pocos supieron como él conducir sus pacientesa recuperarse a sí mismos a través de las imágenes, rescatándolas en elinterior de la propia alma, de los sueños, de los desvaríos, de los escenariosinteriores, utilizándolas como herramientas terapéuticas. Por su parte,Pross analiza -a la luz de su teoría de los medios- como fenómeno de“verticalismo”, lo que Fierz propone como símbolos directores y que sonla mayor y verdadera referencia simbólica en una cultura. Pross amplía elconcepto, demostrando que no sólo se aplica al contexto macro- político,sino que también a escalas menores, en las cuales puede emerger unareferencia, una autoridad o un valor que dispone del tiempo, del espacio ode la atención de los otros participantes de aquella esfera que puede ser ungrupo, una tribu, una familia, una empresa o un conjunto de receptores de

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    19/130

    2

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    un vehículo de los medios. Una vertical se propone como referencia paraun campo simbólico a su alrededor.

     Así, la extraña relación entre las imágenes y las verticales simbólicas

    se asemeja a la igualmente enigmática manera de la vinculación entre loshombres y las imágenes. Un símbolo director inevitablemente se presentapor medio de imágenes (a éstas podríamos también aplicar la denominaciónde Bystrina de “textos de la cultura”). Son ellas, por lo tanto, las portadorasde los valores y de los mensajes de los grandes símbolos. Su vigor se expresaráen imágenes, su debilidad y su inminente fin, también. Así como vivenlos símbolos, así también ellos se sustituyen y se transustancian. Bystrinaescribió en 1983 sobre el surgimiento y la desaparición de los códigosculturales. Algunos años después revisó y corrigió su posición formalista,asumiendo y declarando su propia equivocación: “como en la cultura,

    el pasado no muere, los códigos culturales son hechos para perdurar”(Cf. Bystrina, 1989). Consiguen perdurar solamente transformándose.Son procesos más sutiles y delicados (algunas veces subterráneos) detransustanciación, un tipo de reciclaje interno o auto- reciclaje, un procesoque podemos definir como uno de los dos tipos de iconofagia: las imágenesdesgastadas son devoradas por nuevas imágenes que las reciclan.

    Imagen, miedo y devoraciónLos símbolos son grandes síntesis sociales, resultantes de la

    elaboración de grandes complejos de imágenes y vivencias de todos los

    tipos. Por eso las imágenes evocan símbolos y al evocarlos, los ritualizan ylos actualizan.Gebauer y Wulf (1998) demuestran cómo los rituales nos

    acompañan desde la más tierna infancia, preparándonos para las complejasvivencias políticas y sociales de la edad adulta. Ritualizar significa incidiren un tiempo que renace, significa conferir nueva vida, ofrecer sobrevida.

     Ahora, conferir sobrevida implica desafiar y negar la muerte. Desafiar ynegar la muerte presupone una convivencia con el miedo, implica vivirbajo el signo del miedo. Así, las imágenes son, por naturaleza, fóbicas.Evocan y actualizan el miedo primordial de la muerte, mientras que

    originariamente se forjaron para vencer a la muerte. El miedo a la muertees el que nos conduce simbólicamente a entregar la vida y la larga vida a lossímbolos, pues en su larga vida prorrogamos y prolongamos nuestra propia

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    20/130

    22

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    vida. Las imágenes no sólo evocan arqueológicamente las representacionesde la finitud, también traen a la superficie las figuras asociadas al oscurouniverso de las sombras, rescatando sus personajes y esa arqueología. Es

    también en el proceso de rescate de esas profundidades arqueológicas quese manifiesta la riqueza de las imágenes. El trabajo de excavación creadopor la iconología de Aby Warburg demuestra que los subterráneos de lasimágenes son más amplios y profundos que su dimensión visible. Ellasabrigan todo el amplio espectro de las invisibilidades constituidas por lasdisposiciones del olvido, aquella parte de la memoria que opta por quedarseen la sombra, pero que no por eso es menos activa. Si en la cultura no existela muerte -y esto ocurre gracias a las imágenes- el mecanismo que regulalas cosas que se agotan es el olvido. Olvidar representa evidentementeuna parte constitutiva de la memoria cultural, un depósito de materia

    desgastada y descartada en estado de espera para su reciclaje y reutilización.Harald Weinrich (1997: 257) escribe: “Gespeichert, das heisst vergessen”(Archivado, es decir, olvidado). A propósito del olvido, no se puede ignorarla figura mitológica del río Lete, situado en el mundo ctonico, de cuyasaguas bebían los muertos para olvidar la vida terrestre y, los que renacían,para olvidar lo que habían visto en el mundo de las sombras. El olvido o elarchivo constituyen una forma de antídoto para la proliferación e inflaciónde las imágenes, un tipo de “furor higiénico, ascético” (Borges), que acabasiendo indispensable.

    Fabrício Silveira (2003) se refiere al “cementerio de objetos

    muertos” e investiga los locales de emergencia de una visión de reciclaje,no solamente de los objetos descartados, sino también de las imágenesasociadas a estos objetos. El dadaísmo berlinés de Johannes Baader, RaolHaussmann y Hannah Höch ya acusaba el potencial de las imágenes-basura en sus collages, a partir de los carteles sacados de las calles (Baitello

     jr., 1993, Baitello jr., 1987).Dietmar Kamper, por eso, señala otro aspecto del problema: el

    crecimiento exponencial de la invisibilidad, ya no por obra del olvidodeliberado, por obra del descarte, sino antes que nada por la actuaciónexcesiva y descontrolada de las imágenes, por el descontrol y por el exceso

    de reproducción, por lo tanto, por su inflación. Ya no se trata de fatiga delobjeto y de sus materiales, sino de la fatiga del mirar y su cuerpo, provocadapor el desmesurado abuso de la reproductibilidad de la imagen.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    21/130

    2

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    La fatiga de mirar: reproducción y orientación Ya forman parte del repertorio básico de las teorías de la

    comunicación de la segunda mitad del siglo XX, los diagnósticos críticos,

    de diferente gradación, en relación a la hipertrofia invasiva de los mediosde comunicación y sus recursos mediáticos. Las anamnesis sobre el excesopasaron a formar parte del día- a- día tanto de los medios como de lasciencias de la comunicación. Es inevitable y previsible que haya crecido lamultitud del ejercicio de defensa funcionalista, los deslumbrados defensoresde las teologías tecnológicas y de las tecnologías teológicas. Ya en losinicios del último medio siglo, la categoría “apocalípticos e integrados” deUmberto Eco, apuntaba la dicotomía emergente, estigmatizando a unos ya otros. al estigma contribuyó al silenciamiento de las críticas de muchosdiagnósticos y algunos pronósticos verdaderamente amenazadores y, en ese

    sentido, no contribuyó sino a clasificar y rotular, eliminando los matices yla riqueza de los detalles, los pasajes, las complejidades e historicidades.Entre los muchos que se levantaron contra el descontrolado poder

    de construir futuros a partir de la lógica solamente económica de los grandesconglomerados de los medios, se debe destacar la voz solitaria de Günther

     Anders. Muchos fueron los síntomas de la patología social identificadospor Anders que luego se transformaron en síndromes: la esquizotopía(el estar en la casa invadido por el mirar público); la atomización dela masa (masa como aglomeración de ermitaños); el surgimiento del“dividuo” o “divididuo” (Divisum), en lugar del individuo, que pasa a

    estar descompuesto, fragmentado en múltiples funciones; la “iconomanía”como manera de alcanzar una existencia múltiple, aunque hasta en efigie;“el acuerdo icono maníaco” (ikonomanischer Kompromiss), según el cualpor medio de las imágenes participamos nosotros mismos de la existenciaserial de los productos. Pero, principalmente, debemos a Anders sudiagnóstico dramático del mundo mediático: “el concepto de progreso nosvuelve ciegos para ver el Apocalipsis” (Anders, 1956: 276). Esto equivale adecir que nuestros ojos fueron anestesiados, sedados, para no ver más losescenarios catastróficos que el hombre construyó en su afán de apropiaciónilimitada del mundo.

    Esta anestesia local del mirar posee, por lo visto, algunas estrategias.Dentro de ellas, agudizar el miedo y el pánico, despertados por las propiasimágenes. A través del miedo y el pánico se desligan las conexiones con el

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    22/130

    24

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    mundo externo, se desliga la “aesthesis”, la puerta de entrada por la cualel cuerpo inspira el mundo externo. La otra estrategia es la hipertrofia desí mismo: para hacer frente al dolor de una catástrofe dejamos que crezca

    en nosotros el sentimiento titánico de omnipotencia (cf. Contrera, 2004).El titanismo en los vehículos de la comunicación, más allá de practicar laruptura de las escalas humanas, opta por lo desmedido, colosal, y por loglobal, desenvuelve y transmite la sensación de sopor anestésico, de ser yestar encima de los dioses, encima de las leyes, de ser más fuerte y potenteque el propio cuerpo, más joven que la propia juventud.

    La ceguera ante el Apocalipsis diagnosticada por Anders incluye,asimismo, otra dimensión: la creencia en la energía de la juventud, en lapotencia desmesurada, en permanente alborear del mundo. La avasalladorainvasión de metáforas, de configuraciones, de aparatos y artefactos de luz,

    ocuparon las mentes y las vidas de los últimos siglos y culminaron conel extraordinario desarrollo de los medios terciarios en el ‘proyecto’ de laelectrificación del planeta.

    Desde la era de las navegaciones, el mundo cultiva la obsesión deOriente y la fijación en la eterna juventud, en el fresco día, el mirar vueltohacia el sol naciente. “¡Sé oriente, rapaz!” (¡Se Oriente, joven!), dice lacanción de Gilberto Gil. La propia palabra que designa al sol nacientese tornó el signo del rumbo de la vida. La vida tomó ese rumbo comobúsqueda de fuentes de riquezas, con navegaciones, descubrimientos,con la expansión de los límites del mundo, hacia afuera, ampliando las

    fronteras geográficas y, hacia dentro, ampliando las fronteras tecnológicasque generan imágenes, perfeccionando los mecanismos de captación deltiempo de vida.

    La era de la orientación generó un aparato comunicacional vueltohacia la expansión y la conquista, primero de los territorios reales, despuésde los territorios virtuales, primero de los tiempos reales (“tiempo devida” para Blumenberg), después de los tiempos potenciales (aceleración,superposición y multiplicación del tiempo, presentes en el tiempo social ycultural). La era de la orientación, con la atención y el mundo vueltos haciael sol naciente, la competición por el mirar, sigue una vía que se satura a

    cada paso con nuevos recursos y aparatos de luz y de razón. Como no hayoportunidad para el receso ni para la sombra, ésta se instala defensivamenteen el mirar, que se turba por ofuscación. La fatiga ya está en los materiales

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    23/130

    2

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    del mundo que se tornaron perennes y omnipresentes. La fatiga se instalaen el mirar que ya no ve lo que avista, ya no entrevé lo que ve, ya no animalo que entrevé. Fatigado el gran sentido de alerta, los cuerpos se tornan

    presas fáciles de los monstruos de la luz y pasan a ser devorados por lasimágenes, criaturas de luz, de la expansión y de la conquista, de las leyes dela economía y de la economía de las señales (Cf. Pross, 1981 y 1989).

    Comunicación de la distancia, ilusión de la proximidad:La occidentalizaciónComo el mirar es el sentido de alerta y de distancia, el mundo

    desarrollado por el mirar y para el mirar sólo puede ser un mundoagonístico, que debe ser mantenido a distancia.

    Mirar pasa a significar apropiarse. Y dejarse mirar significa dejarse

    apropiar. Y apropiarse es la tarea que se impuso la “era de la orientación”en sus descubrimientos, conquistas, expansiones y, en su última versión,la llamada globalización. La “era de la orientación” procuró desarrollarsevuelta hacia la visibilidad y para las exterioridades, para las demostraciones.

     Así, una de las variantes más contemporáneas de la razón pasa a ser “vídeo,ergo sum”. Esta variante del “cogito”, además posee una versión másactual al sustituir el “vídeo” por “videor”, la forma pasiva de “ver”, con elsignificado de “ser visto”, “aparentar”, “pasar por”, “asemejarse”. Así, servisto, aparentar, en fin, ser una imagen, pasa a ser el gran imperativo de laera de la orientación y de su apogeo. La coerción para transformar cuerpos

    vivos en imágenes se torna cada día más fuerte, irresistible, como una formaestratégica de conquista. ransformados en imágenes, los cuerpos debenintegrar una nueva lógica de producción, pasan a participar sin resistenciade este nuevo orden social.

    El naciente como dirección de vida nos transforma en imágenesde nosotros mismos: imágenes de cuerpos, imágenes de profesionales,imágenes de padres y madres, imágenes de ciudadanos, imágenes dehumanos. No importa ser, importa parecer. Dentro de esta misma lógicacrece amenazador el espacio de la comunicación a distancia, con lasmáquinas de imágenes, con las imágenes sintéticas, los seres digitales, las

    simulaciones y los simuladores (de vuelo, de guerra, de pilotaje, de crisis,de sexo, etc.). Los simuladores pasan a crear, por un lado, la ilusión deproximidad y, por otro, a representar la proximidad aséptica del miedo,

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    24/130

    26

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    para que también el miedo sea apenas aparente, también sea transformadosolamente en imagen. Con esto acaban generando y alimentando másdistancia. La comunicación de distancia, como las máquinas de los medios

    terciarios, excelentes presupuestos para disminuir las distancias y reducirel difícil y caro transporte de los medios secundarios (libros, periódicos,carteles, panfletos, cartas), acaba produciendo más distancias. Ésta esla lógica de la “era de la orientación”: con la apariencia de proximidad,extrapolar las estrategias del miedo, inmovilizar, transformar en imágenes;con la transformación del mundo en imágenes del mundo, optimizar elproceso de apropiación.

    El mundo de la luz y de la imagen se tornó, por el miedo y porla fatiga de la mirada, en un mundo en el cual crece desproporcionada yexponencialmente lo subterráneo de la sombra y del olvido. Cuanto más

    se quiere exponer, mostrar, tornar visible, tanto más se consigue apenasaparentar, esconder, simular u oscurecer. Cuanto más se busca el naciente,más cerca se llega a lo oscuro de la noche, a lo sombrío del mundo ctónico.Cuando se exacerba la orientación con sus preceptos de eternidad einmortalidad, lo que se alcanza es la transformación de los cuerpos y de lavida en máscaras mortuarias y efigies.

    Dietmar Kamper, dedicado en sus últimos años a desmitificar lasestrategias de la imagen y de la orientación, describe, en un ensayo visceralllamado “Occidentalización”, la dirección del sol poniente como forma devida”: “Las fuerzas productivas se tornaron fuerzas destructivas, no porque

    fracasaran, sino porque fueron enormemente bien sucedidas” (Kamper,1999a: 5).En el mismo ensayo dialoga críticamente con Gianni Vattimo, que

    define occidentalización como “pensamiento débil”, o sea, despotenciaciónde las potencias europeas, pues fueron exactamente esas victorias lasque tuvieron efectos devastadores. Dice Kamper (1999a: 5): “odas lasconquistas, sea del entendimiento, sea de la razón, sea de la imaginación,fueron exacerbadas por encima de su propio límite, y les salió el tiro porla culata”.

    Las estrategias de la imagen caminan junto con las estrategias de

    producción y de las economías predatorias. Nos devoran tanto los preceptoseconómicos de la era de la orientación como sus imágenes en el afán deapropiación, expansión, crecimiento y progreso. Las promesas presuponen

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    25/130

    2

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    inmortalidad, vida ilimitada, gozos y placeres. Así, hoy son las imágenes lasque nos devoran: un mundo de paraísos pre-adánicos, solamente accesiblessi abandonamos nuestros cuerpos, si los dejamos definitivamente atrás, en

    pro de una existencia en imagen.Rodrigo Browne Sartori y Víctor Silva Echeto (2004) reflexionansobre una re-lectura de la antropofagia como estrategia de resistencia. Re-devorar los cuerpos, las ideas y las imágenes, para desgastarlos, es la divisa;reafirmar el propio cuerpo por el sentido táctil- odontológico, reafirmar lasdenticiones antropofágicas como grito de guerra caníbal contra un mundoque no quiere imágenes puras como puros espíritus cartesianos, apenas rescogitans, sin res extensa. La propuesta de transformación o de la revoluciónodontológica retoma la idea nietzscheana de Umwertung aller Werte (re- otrans- valoración de todos los valores) y también la metáfora de rumiar, en

    Nietzsche/ Zaratustra. Así lo comenta Kamper:

    “Nietzsche no tenía idea de las dificultades que surgirían con larevalorización de todos los valores. Pues no es mera contraposición. Los últimosno serán los primeros. Los pecadores de ayer no serán los santos de mañana. Los

     perdedores de la historia no se tornarán los nuevos señores. Los críticos del poderse tornan poderosos sin ningún sentido crítico. Los herejes, cuando tienen la

     palabra, se tornan ortodoxos peores que sus predecesores. (…) Otra percepciónde la noche venidera sería necesaria: no es lo opuesto del día, sino lo que loabraza, un envoltorio permeable (…) anto como lo invisible mantiene lo

    visible como su frontera interior, punto de intersección entre cuerpo e imagen”(Kamper, 1999 a: 6).

    Prosigue el pensador de la sociología del cuerpo y de laimaginación:

    “Esto significa resignación, retirada de la firma, aún más, choque enretirada de la posición externa de la firma antropológica, del poder del signohumano, que hasta hace poco estaba infinitamente inflaccionado” (Kamper,1999a: 3).

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    26/130

    28

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    En este sentido, para Kamper el proceso de occidentalizaciónconsiste en una “aceptación del tiempo, un lento aprendizaje de que elsentir (spüren) viene antes del ver, escribir, calcular” (Kamper, 1999a: 3).

    Iconofagia y miedoMás arriba hablamos del miedo intrínseco que nos evocan las

    imágenes al recordarnos la muerte. Por ese miedo inflamos los signos, lossímbolos y las propias imágenes, para que nos protejan como escudos. Ypasamos así a vivir dentro de la armadura de los signos y de los símbolos,de las imágenes de los cuerpos. Pero es imposible ver el mundo por detrásde los escudos. Lo que vemos es el lado o la fase interna de los escudos,que nos recuerdan el miedo del mundo y el mundo del miedo. Por lotanto, también forma parte de la naturaleza de la imagen su vínculo con la

    proyección de la sombra (Cf. Belting, 2000). De la sombra nace la imagen,como de la muerte nace el retrato de la persona muerta, la “imago”. Y elmiedo ancestral está arraigado en los meandros de la imagen. No es porcasualidad que las imágenes nos capturan, nos inmovilizan, nos petrifican,como arpías de mirar terrible. La primera de las tres arpías, Medusa,inclusive, simboliza en la mitología griega tardía, según Junito Brandão,“la imágen deformada, que petrifica por el horror”.

    El miedo, en tanto, y al contrario de lo que tendemos a creer, nosolamente asusta, espanta y ahuyenta, también atrae y seduce. Inmoviliza,pero también mueve, conmueve y nos remueve de nuestras posiciones.

    Las actitudes frente al miedo son también ambivalentes como elpropio sentimiento. Michael Balint desarrolla una tipología de singularoperatividad para la comprensión de las reacciones delante del peligro dela vida: partiendo de las palabras griegas “ochneo” (temer, excitar, apegarse)y “baino” (andar), de donde viene el sufijo “-bata” de la palabra “acróbata”(el que anda en las alturas). Balint caracteriza dos tipos básicos de actitud,la ocnófila y la filobata. La primera busca las situaciones de protección,la segunda, las de riesgo y aventura. El ocnófilo es meticuloso, cuidadoso(no nos olvidemos que ‘meticuloso’ viene de ‘metus’ -latín -que da origena las palabras “medo” y “miedo”- en portugués y en español). El filobata es

    arrojado, va en dirección al peligro. El primero teme el vacío y por eso seapega siempre a algo que llene el vacío o que lo acompañe en el vacío, surelación con los objetos es primitiva, de apego, de proximidad. El segundo

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    27/130

    2

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    ama el riesgo y el peligro (el vacío de la probabilidad, la posibilidad dela muerte) y el vacío de la distancia le es amigo hasta que el peligro sepresenta y se materializa. Dice Balint:

    “El mundo ocnófilo se construye de proximidad física y tacto, el mundo filobata, de distancia segura y visión lejana. Una prueba simple de que el filobatismo está estrechamente asociado con la visión y la ocnofilia con el tacto,se obtiene cuando uno intenta moverse con los ojos vendados en un lugardesconocido. (…) El ocnófilo vive en la ilusión de estar seguro bastándole estaren contacto con un objeto seguro, la ilusión del filobata consiste en no carecerde objetos más allá de su propia armadura. (…) Su optimismo [del filobata]está apenas limitado por la necesidad compulsiva de observación del mundo asu alrededor. (…) La pulsión observadora del filobata es la exacta contraparte

    de la pulsión coercitiva del tacto del ocnófilo. La pulsión de la observación puede evolucionar hasta llegar a comportamientos paranoicos” (Balint, 1960/1994: 30).

    Lo que nos atrae y captura en las imágenes es justamente su faseprofunda, su lado invisible, su pasado de sombra, en suma, su contenidode miedo, su doloroso recuerdo de separación del mundo de los objetos, delos cuerpos. Es justamente este lado el que nos consume. Nuestra sociedady nuestro tiempo están decididamente marcados por el filobatismo, por lavisión y por la distancia, por el optimismo y por el heroísmo artificialmentealimentados por las estrategias de las imágenes. Cuando ellas nos capturan,necesitamos estar bien nutridos de ilusiones de bienestar y optimismo deheroísmo y de imágenes de invencibilidad e inmortalidad. Esto quieredecir que necesitamos estar perfectamente transformados en imágenes,por lo tanto, adecuados a su paladar, para el acto de devoración, para laiconofagia en su etapa más elaborada, cuando son las imágenes las quedevoran a los hombres. La “ceguera para el Apocalipsis”, propuesta porGünther Anders, es parte del proceso culinario de preparación de los sereshumanos, que se convierten en banquete en el mundo de las imágenes.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    28/130

    30

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

     LA SENILIZACIÓN

    La violencia invisible en la era de la visibilidad.

    Los medios, la senilización y la violencia infantil-juvenil 1

    .

    La violencia bruta y los mediosHoy, cuando se habla sobre la violencia, se acostumbra a acortar

    el espectro de objetos que la palabra puede abarcar. Es usual restringir sucampo semántico sólo a aquellas acciones visibles a los ojos del mercadode los medios y a aquellos hechos que sólo son visibles por los mismosmedios masivos de comunicación. La violencia comienza a significarúnicamente la visibilidad de la violencia y, entonces, a tener una estrecha yextraña relación con el fenómeno contemporáneo de la visibilidad. Sólo es

    violencia lo que se ve y no se considera violencia casi nada de lo que ocurreen los sustratos de la vida social, de la esfera familiar o de las relacionesinterpersonales.

     Así, se acostumbra a considerar como “violencia” sólo aquello queespanta, escandaliza, traumatiza nuestro sentido común, ya tan anestesiadopor los innumerables registros diarios de criminalidad, catástrofes, eventospoliciales y violencia social. Solamente la violencia bruta encuentra espacioen los vehículos de comunicación de masas, en los llamados mediosinformativos. El resultado es que todos acabamos pensando que “violencia”es únicamente eso. Y acabamos no teniendo ojos y oídos para la violencia

    sutil que se propaga en las sinuosidades de las relaciones interpersonales, enlos vínculos familiares, en los complejos espacios de las relaciones sociales,en la codificación y en las leyes constitutivas de la sociedad y la cultura, enlos preceptos de los tiempos de la vida y del trabajo y en las costriccionesbrutales a que sometemos nuestro propio cuerpo, únicamente en nombrede hábitos y creencias alimentadas por la era de la visibilidad.

    1) El presente ensayo fue también publicado en la colección organizada por AlexGaleno y Josimey Costa, Complejidad a Flor de Piel . S. Paulo: Cortez. Mis agradeci-mientos a los organizadores.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    29/130

    3

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    Fue Walter Benjamin -víctima notable de un tiempo histórico de lamás brutal violencia- quien llamó la atención sobre la “violencia lapidada”como una de las formas de manifestación de la violencia. Benjamin, la

    sitúa como una de las manifestaciones del “carácter destructivo”, que “esalegre y joven”. El visionario ensayo de este autor ofrece algunas iluminadasreflexiones que pueden ser perfectamente aplicadas al (reciente) fenómenode la violencia juvenil e infantil. Los años y décadas que seguirán a eseensayo del pensador judío -alemán fueron especialmente crueles yduros en confirmar que existe, al lado de la violencia bruta, perpetradamilenariamente por la civilización adulta contra los niños y los jóvenes,también una violencia refinada y sutil, que se propaga con símbolos,prácticas cotidianas de adultos, instituciones de enseñanza, juguetesaparentemente inofensivos, gestos, comportamientos y hábitos. Más que

    esto, nuestro tiempo constata con estupefacción la presencia cada vez másfrecuente de la violencia, tanto bruta como refinada, practicada por niños,adolescentes y jóvenes, posiblemente como respuesta predecible de quienha recibido un legado de creciente violencia, como la punta de un enormey oculto “iceberg”, indicio de que nuestros vínculos sociales de fondo y debase están gravemente enfermos. Y, porque los niños y los adolescentes sonmucho más susceptibles a los mensajes y a las imágenes que de alguna formaevocan actos violentos, son ellos los primeros en asimilar la gestualidad delos dialectos de la violencia. La escalada de este acto y gesto crece “sincontrol”, su visibilidad también, y el mundo, amenazado, se ve obligado

    a reflexionar sobre sus posibles causas. Al contrario de lo que preveíanlos preceptos iluministas, la educación y sus instituciones no civilizaron almundo, sino que se tornaron rehenes de su lado más sombrío.

    La juvenilización de la violencia Junto con innumerables cambios sociales provocados por las

    alteraciones del uso del tiempo, tal vez el cambio más importante sufridopor los hombres es el que Edgar Morin llamó de “juvenilización” de lahumanidad. Quiso decir con esto que la humanidad pasó y pasa por unproceso de prolongamiento de su tiempo de aprendizaje, siendo sometido

    a un verdadero bombardeo de nuevas informaciones durante toda suvida. El aprendizaje, indefinido y crecientemente prolongado, trae conél la permanencia del espíritu lúdico infantil y de la creatividad juvenil,

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    30/130

    32

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    expandidos hasta la más avanzada edad de vida. La juvenilización traetambién levedad inconsecuente e irresponsable, la jovialidad y la alegríaa la cual se refería Benjamin, como parte constituyente del “carácter

    destructivo”. El homo sapiens (que para el mismo Edgar Morin no essolamente “sapiens” sino también “demens”) pasa a conservar por todasu vida características propias del niño y del adolescente: la capacidad de

     jugar, la disposición a aprender, la vitalidad y la fuerza (física o simbólica),el espíritu de desafío y de competición.

    La fase luminosa de la juvenilización es la ampliación del tiempo deaprendizaje, la manutención del espíritu de descubrimiento y la instituciónde una duradera vitalidad, de una vida completa siempre con actividadesnuevas y desafiantes. El “tiempo del mundo”, tiempo social y culturalpor excelencia, se proyecta sobre el “tiempo de vida” (Hans Blumenberg)

    alargándolo, haciéndolo elástico y desafiante de los límites de la propianaturaleza humana. El espíritu de la jovialidad y de la alegría, que seexpande invadiendo la madurez y la vejez, está siempre presente, tanto enlos sutiles impositivos del convivir diario de las familias como en los menossutiles desafíos de la vida urbana que exigen de los viejos agilidad y estardespiertos para continuar ocupando el espacio público.

    No obstante, hay una contrapartida oscura del fenómeno de la juvenilización. Si, por un lado, el viejo es obligado a ser siempre juvenil, el joven y el niño están siendo obligados a asumir responsabilidades, decisionesy riesgos individuales cada vez más precozmente, siendo sometidos a

    elecciones cada vez más complejas. El mismo espíritu del desafío queestimula la permanencia de la jovialidad y del vigor, exige de los niñosque sean precozmente adultos para hacer frente a la variedad, diversidady omnipresencia del peligro y para hacer frente a las complejidadesde las elecciones y decisiones a las que son sometidos. Esto trae comoconsecuencia una precoz y forzada senilización de la juventud.

    El envejecimiento de la juventud El ser humano joven es llamado cada vez más temprano a acceder

    sin restriciones a los padrones de las informaciones y los comportamientos

    adultos. El niño y el adolescente son vistos, sin consideración y sinrestricciones, como “consumidores”, y son sometidos a un arsenal deimágenes educacionales, informativas, comportamentales, publicitarias

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    31/130

    3

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    y comerciales sin precedente en la historia. Los más recientes medioselectrónicos abrieron a los adolescentes y a los niños las puertas de accesoa mundos de inimaginable complejidad e incalculable riesgo, a contenidos

    de seducción inconsecuentes, a relatos y documentos imagéticos sobrehechos o prácticas increíblemente crueles. Así, si por un lado, el hombre se juvenilizó, y por otro más reciente,

    el niño y el joven pasaron a ser vistos, educados y preparados cada vezmás temprano para decisiones complejas que exigirían la experiencia,la sabiduría y la madurez de muchas décadas de vida. Esta habrá sidouna de las consecuencias sombrías del proceso de juvenilización delhombre. La constante represión y la supresión de los rasgos de madurez,del envejecimiento y de la pérdida del vigor físico provocan en nuestracivilización occidental la propagación y el desborde de esos mismos rasgos

    reprimidos fuera de su tiempo natural. La desaparición de la vejez (mejordicho, su alejamiento del acervo y del arsenal de las imágenes que nosrodean) ¿no está siendo parte de un proceso que lleva a un envejecimiento delos comportamientos precoces de los jóvenes? Me parece que tiene sentidoesta hipótesis cuando se analizan fenómenos como los de los movimientosconservadores juveniles, la apatía, el acriticismo y desmotivación encontradasen determinados momentos y movimientos de jóvenes, la carencia denuevas utopías, el culto a viejos clichés, la desaparición de la creatividad enescalas más amplias que las triviales, el apego hacia las manifestaciones mástontas de la llamada “cultura de masas”, la facilidad con que sucumben a

    la idiotez de las imágenes que se mueven en proporciones y dimensionescada vez menos sutiles. Conservadurismo y apatía son las respuestas másfrecuentes que emergen de ese cuadro. De esta forma, el fenómeno dela senilización de la juventud -como lado sombrío de la juvenilizacióndel hombre- requiere una atención más decidida, como síntoma de unaenfermedad de la cultura contemporánea y su aparato comunicativo.

    El imperio y los imperativos de las imágenes que nos cercanHay otros aspectos de la senilización de la infancia y de la

     juventud dignos de atención de los educadores, de los comunicadores y,

    sobre todo, de los desorientados e impotentes padres y madres frente alos escenarios aterradores que se configuran delante de sus ojos. Uno deellos es la transformación de los niños y de los jóvenes en “mercado”. A

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    32/130

    34

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    partir del momento en que son entregados dócilmente al asedio de lasimágenes y a la llamada del consumo, dicho sea de paso, de una agresividady furor inauditos, se confiere a los niños y a los adolescentes una aparente

    autonomía, vale decir, una aparente autosuficiencia para decidir ítemsimportantes de su propia vida: qué vestir, qué comprar, qué comer o qué jugar, dejan de ser decisiones de los padres y de los adultos más cercanos.Pasan a ser decisiones prefabricadas, ofrecidas por los medios, por lapublicidad de los héroes de consumo fácil, esos mismos prefabricados paraservir a los fines en cuestión. Los imperativos de una sociedad fundada en lavisibilidad son cada vez más invasivos, al igual que sus estrategias. No sólohay una innegable proliferación inflacionada de las imágenes, sino que esasimágenes, que no son sólo visuales, sino también acústicas, performáticasy comportamentales, olfativas o simplemente mentales, distribuidas por

    la diseminación del imaginario que acompaña todo movimiento cultural. Así, es violenta no solamente la diseminación de valores y criterios, ola propagación de nuevos preconceptos, sino, sobre todo, el silencio yomisión de soluciones para problemas tan elementales como el abandonode los niños e indigentes en las calles y la transferencia devolutiva de tareasbásicas como salud y educación para la responsabilidad del individuo.Estas son imágenes que nos afectan en lo más íntimo de nuestra esenciacomunicativa, en el corazón de nuestra capacidad de establecer vínculossociales, familiares, afectivos. La imagen de abandono de viejos y de niñosson las piezas de un fácil rompecabezas que lleva el cuadro de abandono

    del ciudadano. Imágenes generan imágenes, gestos generan gestos,actitudes generan actitudes, abandono genera abandono. La ilusión de laautorregulación (vehiculada por la aplicación del concepto de “mercado”en las áreas sociales de la salud, de la educación y de la asistencia social)es una de las imágenes más desoladoras de nuestro tiempo y una de lasmás devastadoras de los vínculos sociales constructivos, adquiridos noúnicamente en el proceso evolutivo humano, sino que enraizadas tambiénen las especies más próximas a la humana, conforme prueba el etólogoFrans de Wal (1996). Las imágenes que nos rodean, rodean nuestra propiacapacidad y autonomía de generar vínculos más sanos, reales, de carne y

    hueso, que nos alimenten la necesidad humana de ser parte de un tiempoy un espacio de vida.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    33/130

    3

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    Visibilidad y sentidos de distanciaEl comunicólogo español Vicente Romano (1998) estudió y analizó

    el creciente proceso de privatización de los espacios públicos que antes eran

    espacios de comunicación, fiesta y proximidad, no asociados al consumo,sino a la celebración y la comunión del espacio y del tiempo. Con laprivatización, los espacios pasan a ser, en primera instancia, espacios de granapego visual al consumo. Estar en el espacio privado del comercio conducea atender las exigencias del comercio. Son, por tanto, espacios privados dereclusión: en el espacio del comercio, las personas pasan a ser visibles porlo que consumen y no por su presencia y por la comunión de tiempo yespacio, no solamente por la celebración de la proximidad. La visibilidadasociada al consumo se vuelve el primer precepto que cumplir. Más allá deeso, la gran atracción y seducción mágica del mundo de la exacerbación

    luminosa ejerce sobre los jóvenes una enorme fascinación, que tambiénlleva a la obligación de decisiones de consumo. Esto constituye, por sí sólo,un escenario de violencia lapidaria e invisible. El periodista y comunicólogoDominik Klenk (1998) escribe sobre “la colonización mediática del tiempode la vida”, señalando que la media de tiempo que los alemanes gastan conlos medios por día fue de 7 horas en el año 1997 (en contraste con 3 horasen 1964 y en 5 y media horas en 1990). Klenk afirma: “Nuestro tiempo devida es humano, limitado e insustituible. Al lado del tiempo de sueño y deltiempo laboral, nos resta el que entendemos genéricamente como tiempolibre. Este es también el tiempo que dedicamos a nuestras relaciones

    personales, experimentamos, en el encuentro con otras personas, nuestro‘ser persona’ y podemos vivenciar el presente” (Klenk, 1998: 59).El mundo de la visibilidad es el mundo de la visión exacerbada

    y la visión es un sentido de distancia, al contrario del olfato, del paladary del tacto, sentidos de proximidad que exigen la presencia física, lacorporalidad. De esa forma, la visión no requiere la presencia y posibilitala sustitución por las imágenes y cuando se privilegian la distancia y lasimágenes visuales, únicamente lo que puede ser visto asume el statusde valor. Ahora, el equilibrio de la comunicación del hombre pide ladistribución de la presencia de distancia y proximidad, la visión es como

    una antelación para la proximidad, y la proximidad como un paso para lavida afectiva. La era de la visibilidad, entretanto, nos transforma a todosen imágenes, invirtiendo el vector de la interacción humana, creando

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    34/130

    36

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    la visión que se satisface únicamente con la visión. La comunicación deproximidad, interpersonal, familiar, fraternal, importantes dispositivosde equilibrio para las tensiones y conflictos individuales, viene siendo

    paulativamente suprimida por las relaciones esclavizantes de la era de lavisibilidad. Los espacios de la comunicación de proximidad, los ritualesfamiliares, los encuentros festivos, los contactos de proximidad física enespacios de acogimiento se irán extinguiendo si la escalada de privatizaciónde los espacios públicos continúa su curso sin la resistencia de instanciasreglamentarias responsables.

    Quedará la violencia bruta como única vía de acceso a los contactoscorporales. Estaremos caminando hacia una sociedad que, por excluir lostrazos y las marcas del tiempo, por excluir el envejecimiento, por excluirla lentitud, por desvalorizar y, por último, también excluir la proximidad,

    ofrece a los niños, jóvenes y adolescentes un horizonte oscuro por lasexcesivas luces de los focos de un falso presente. Un presente en efigie , sincorporeidad, sin presencia, un presente sin vida y sin sorpresas.

    LA SEDACIÓN

     Medios y Sedación2* 

    Primer bloque: Los medios

    La palabra “medio” tiene una historia bastante simple, significaespacio en el centro. Es una palabra antiquísima, viene del latín, “medius”o “medium”, que le proporcionó al portugués también las palabras “meio”,“médio”, “metade” y “médium”, en español “medio” y “mitad”. Pero lapalabra tiene una raíz más profunda. En la lengua desde la cual nacen el

    2) *El texto que aquí se presenta es la transcripción de la conferencia pronunciada

    en el Seminario “Mentes e Mídia”, en las Sedes Sapientiae, en São Paulo, poste-riormente publicado en el libro “A criança na contemporaneidade e a Psicanálise.Mentes & Mídia” Comparato, M.C.M./Monteiro, D.S.F.(2001). S. Paulo: Casadel Psicólogo. A las organizadoras, mi agradecimiento.

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    35/130

    3

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    latín y casi todas las otras familias lingüísticas europeas, el indoeuropeo,ya existía, “medhyo”, y ya significaba “medio”, “espacio intermediario”.Podría ser traducida hoy, en traducción libre, como “medio campo” (como

    en el fútbol). Así, los medios no son otra cosa, sino el ‘medio de campo’,el intermediario, lo que queda entre una cosa y otra. Está claro que hoy seusa en el sentido restrictivo de la comunicación, como lo que conforma elcampo comunicativo del medio. Cuando leemos en los diarios el uso de lapalabra “medio” la encontramos con frecuencia para hacer referencia sóloa los medios de comunicación de masas. Pero si consideramos el procesocomunicativo como tal, tendremos una reducción significativa del alcancede la palabra “mídia”. Una reducción significativa e indebida, porque lacomunicación nace mucho antes que los medios de comunicación demasas, mucho antes que la prensa, la radio y la televisión, antes que la

    invención de la escritura. La mediación comienza mucho antes del diario,la televisión y la radio. El primer medio, en rigor, es el cuerpo y por eso lollamamos medio primario.

    Cuando dos personas se encuentran se produce un intensointercambio de información, y por tanto, un intenso proceso decomunicación por medio de innumerables vínculos, canales, relaciones,conexiones y lenguajes. Cuando dos cuerpos se encuentran existe unintercambio de informaciones visuales, olfativas, auditivas, táctiles,gustativas, dependiendo del tipo de encuentro, por ejemplo, dos personasque se besan intercambian información gustativa. Se produce un proceso

    de comunicación extremadamente complejo, a través de los sentidos de ladistancia, como la audición y la visión, y los sentidos de proximidad, comoel olfato, el paladar y el tacto.

    Por increíble que parezca, en las ciencias de la comunicación -queson un campo de investigación de no más de 100 años- la comunicaciónprimaria, o el medio primario, fue descubierto en la segunda mitad delsiglo XX. Sólo entonces comenzó a estudiarse el cuerpo en su potencialidadcomunicativa. Se descubrieron situaciones increíbles, como, por ejemplo,para qué sirven las cejas. Nuestros niños leen en los manuales escolaresque las cejas sirven para atajar el sudor de la frente. Verdad es que la

    ceja es el primer órgano comunicativo a distancia. Los estudiosos delcomportamiento descubrieron que existe un microgesto de la ceja queposibilita el nacimiento de un vínculo comunicativo entre dos personas. Ese

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    36/130

    38

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    microgesto dura un sexto de segundo, se trata de una brevísima elevaciónde las cejas con la cual señalizamos favorablemente una aproximación,cuando encontramos a una persona desconocida.

    Entonces vean lo que es el medio primario. Nuestro cuerpo es deuna riqueza comunicativa fantástica. La investigación de los lenguajesfaciales permitiría construir un diccionario mucho más amplio que eldiccionario de la Real Academia Española. La cantidad de músculos yde posibilidades de movimientos de cada uno de ellos puede generar una“palabra” del lenguaje corporal, las arrugas, la presencia del tiempo, de lapiel, de los cabellos, los movimientos de cada músculo del rostro, de losmiembros visibles, hay una infinidad de frases posibles en ese lenguaje.

     Ahora imagínense cuando se juntan las “hablas” del rostro, ojos, párpados,cejas, boca, de los hombros, del cuello, de la frente, de los cabellos o su

    ausencia, de los brazos, de las manos, de los dedos, de la postura. Sin lugara dudas es éste el medio más rico y más complejo. Sólo que éste medio espresencial. O sea, el medio primario para funcionar exige que estemos enel mismo espacio y en el mismo tiempo. No adelantaría que yo estuvierahablando aquí si tú no estuvieras también aquí. Si yo estuviese hablandoen una sala y tú estuvieras en la sala de al lado, no habría comunicación-a no ser por medio de aparatos, artefactos y recursos extra- corporales.Entonces los medios primarios -la voz, el olor, el gesto y el gusto- tienenun límite temporal y espacial, exigen un tiempo y un espacio de aquí y deahora.

    Ocurre que el hombre es un animal muy inquieto y percibió,aprendió con otros animales, que dejando marcas en objetos, dejabamarcada su presencia, dejaba la información de su presencia en su ausencia.

     Así, comienza a dibujar en piedras, en huesos, en árboles, dejando susseñales y, por tanto, usando objetos fuera de su cuerpo para comunicarse.

     Y con eso inventó el medio secundario. Entre un cuerpo que emite unaseñal y otro cuerpo que recibe esa señal existe un objeto, un medio decampo, un puente, un medio de comunicación -una piedra, un árbol,un hueso, un papel, una pared de una caverna. Usando un objeto paratrasmitir sus señales, su información, el hombre logra crear la presencia

    en la ausencia. Así, consigue perpetuarse en el tiempo, creando un tiempovirtualmente infinito. Podemos decir que el hombre logra vencer la propiamuerte, dejando sus señales, las señales producidas por su cuerpo. Esto es

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    37/130

    3

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    el medio secundario. Una de las primeras formas del medio secundario sonlas representaciones en las cavernas, las imágenes y su transformación enpictografía y después en escritura. Así, todos los productos de la escritura

    sobre soportes materiales fijos o transportables son, por tanto, mediossecundarios. Como se trata de señales hechas por cuerpos, no se suprimenlos medios primarios. Solamente se suma a ellos un segundo “mediode campo”. La imagen, las representaciones imagéticas, y entre ellas laescritura, son por tanto de esta naturaleza. No las proyecciones interiores(imágenes endógenas), sino las imágenes exteriores (imágenes exógenas)son producto de los medios secundarios, ya que las primeras, producidaspor nuestra imaginación en el sueño o en la vigilia, no necesitan el soporteexterno al cuerpo.

    Sólo el medio secundario tiene un límite que es el límite de su

    transporte. El espacio aún es un obstáculo. Sin embargo, ellos introducenun factor temporal fantástico, inventan el tiempo lento que es el tiempode la escritura, que es el tiempo de la decodificación, que es el tiempode la fragmentación de la imagen y sobre todo de la descifración de laescritura. Así el tiempo de la imagen es un tiempo lento, toda escrituraexige fragmentación y descifración y todo aquello que no desciframosnos devora. Lo que no desciframos permanece como un monstruo, y esemonstruo nos devora. Esto vale tanto para las imágenes como para sutransformación en escritura. El tiempo lento es el tiempo de descifrar. Unaimagen requiere el tiempo lento, como una escritura requiere el tiempo

    lento. Y el tiempo lento es el tiempo en el cual no existe la muerte, esla negación de la muerte. Cuando la gente se da el tiempo de leer unlibro, de leer un romance, de mirar un cuadro, de penetrar en una imageny disfrutar de esa imagen, estará entrando en la realidad que anuncia eltiempo lento, la permanencia, la perennidad, la inmortalidad.

    Si el medio secundario, por un lado, amplió en el tiempo y en elespacio el alcance comunicativo del hombre, por otro lado, todavía tieneque enfrentar la dificultad de transportar el soporte de la información. Así,para que haya comunicación tienen que ser superadas las dificultades y losobstáculos de las largas distancias. El diario tiene que ser transportado,

    el libro tiene que ser transportado, la piedra, el bastón, el hueso con lasinscripciones, los pergaminos necesitan ser transportados. Y el transportetiene un alto costo, porque el espacio es muy oneroso, ofrece las dificultades

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    38/130

    40

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    del peso, de la gravedad, de los obstáculos físicos, de los obstáculosmetereológicos y tantas otras barreras.

    El paso siguiente: con el advenimiento de la era de la electricidad,

    se desarrollan sistemas de mediación más sofisticados utilizando un aparatode emisión y un aparato de captación de mensajes. Es cuando surge elmedio terciario, desde el telégrafo, el teléfono, la radio y la televisiónhasta las actuales redes de ordenadores. El medio primario, más el aparatode emisión que se utiliza de imagen y de escritura, transforma el propiocuerpo en imagen y escritura, y lo transporta -vía electricidad- hacia otroaparato que lo capta y lo presenta a otro cuerpo que está allí, al otro ladode la calle, de la ciudad, del mundo, inmediatamente. Es esto el llamadomedio terciario, que hoy nos facilita la aproximación con el otro y el accesoa la información disponible para el otro.

     Así, el medio primario es el comienzo y el fin, siempre, detodo proceso de comunicación. El siempre estará allí dentro del mediosecundario y dentro del medio terciario. Pero, ¿qué acontece con eltiempo en el medio terciario? En cuanto el tiempo del medio primarioes presencial, es el tiempo del aquí y del ahora, se crean la presencia y elpresente como condiciones indispensables para la comunicación primaria;en el medio secundario el tiempo se torna más lento y en el medio terciarioese tiempo se acelera vertiginosamente y con eso se reduce a cero el espacio.Cuando enviamos un mensaje vía Internet a Japón, llega ahora, Japón estáaquí. Se resuelve así el problema del transporte, de la transposición de los

    obstáculos relacionados con el espacio.Resumiendo, veamos lo que sucede con las imágenes de los mediosterciarios. Ya no existe el tiempo del descifrar. Nosotros ya no tenemos eltiempo de descifrar la escritura o la imagen. Es el tiempo de la velocidad. Eltiempo lento acaba con los medios terciarios y no hay más espacio concretoni su gravedad. Si no hay más espacio, tenemos problemas, ¿dónde estamosnosotros si no estamos en el espacio?

    Segundo bloque: La imagenLa imagen es una forma de escritura. Eso no se cuestiona porque

    la escritura nació de la imagen y es la imagen. La relación entre las doses indisoluble, porque es una relación de raíces. No me refiero aquí alas imágenes interiores sino a las imágenes en su materialidad de medio

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    39/130

    4

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    secundario, que exigen el tiempo lento de la lectura para su desciframiento.Ese tiempo es necesario para la confrontación y el diálogo con nuestrasimágenes interiores. En ese diálogo nos reflejamos, nos enriquecemos;

    bebemos, vivimos y multiplicamos nuestro espacio comunicativo. Es conese diálogo que nosotros aprendemos a ver, a vernos y a ver el mundo.Por eso es que la imagen exige el tiempo lento para ser descifrada.Cuando no tenemos el tiempo -en los medios terciarios ya no tenemostiempo para descifrar- ocurre una inversión. En vez de que las imágenesalimenten nuestro mundo interior, es nuestro mundo interior el queva a servirle de alimento, girará en torno a ellas, se transformará en suesclavo, transformándonos en las sombras de las imágenes, en objeto de sudevoración. En el momento en que no las desciframos, no nos apropiamosde ellas y ellas nos devoran.

    Nuestros indígenas practicaban la antropofagia ritual. Algunosartistas de las vanguardias históricas de los años ’20 hablaban de antropofagiacultural contra todos los colonialismos. Nuestra era contemporánea practicala iconofagia: o nosotros devoramos las imágenes, o son las imágenes lasque nos devoran.

    Tercer bloque: La sedaciónLa palabra sedar significa calmar. Viene de la misma raíz latina del

    verbo “sentar”, viene de “sedere”, que a su vez también viene de una raízmás antigua, del indoeuropeo “sed”. En el indoeuropeo la raíz “sed” se

    unía con el sufijo “la” o con el sufijo “ra”. El “sedla” será transformadoen el futuro en palabras como, en español, “silla” o, en portugués, “sela”. Y el “sedra” da, en griego, “cátedra”, en catalán, “cadira” y, en portugués“cadeira”. Por lo tanto, de la misma raíz etimológica profunda vienen casitodas las palabras asociadas al acto de sentarse y los objetos usados para ello,como por ejemplo: la silla, el asiento, y la silla de montar. Y de esa mismaraíz viene también el verbo “sedar”. Ahora, ¿en qué consiste el sedar? Era,en primer lugar, sentar, sentar a alguien para calmarlo. La primera cosaque hacer, cuando nos encontramos o encontramos a alguien nerviosoes sentarlo o mandarlo sentar. La proximidad etimológica y semántica

    de las dos palabras no es mera casualidad. El proceso civilizatorio de lahumanidad y como parte de él, el proceso educacional, es un proceso de

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    40/130

    42

      L  a  E  r  a   d  e   l  a  I  c  o  n  o   f  a  g

       i  a

    “sentarse”. Para comenzar, colocamos a nuestros niños 4 años sentados,más 4 años, más 3 años, más 4 a 5 años, y así sucesivamente.

     Ahora, ¿por qué hay tanto empeño en colocar a todo el mundo

    sentado? ¿Por qué al final es necesario sentar a la humanidad? Podríamosencontrar algunas posibles respuestas. La verdad es que sentarse es unaactitud en relación al mundo y a la vida. La historia de nuestra relación conel espacio siempre fue bastante perturbada y, por eso, es muy interesante yrica en sorpresas y transformaciones. Nuestros ancestros vivían en el aire. Yen el aire, cuando habitábamos las copas de los árboles, allá en la cima delas alturas, teníamos dos grandes vectores de desplazamiento, uno verticaly otro horizontal. La exploración del espacio horizontal de una rama haciaotra siempre en el aire, traía el alimento y la sociabilidad (por eso, hastahoy, las relaciones horizontales son sinónimo de igualdad y de solidaridad).

    La vertical era siempre invertida en relación a lo que hoy percibimos comovertical, era siempre el movimiento para abajo. Y tanto la caída comola bajada significaban riesgo de vida, heridas o amenazas y sustos. Losanimales que nos amenazaban estaban siempre allí abajo, insectos, reptilesu otros mamíferos carnívoros más fuertes y más veloces. Las imágenes dela caída y del mundo de abajo continúan cargadas de connotaciones deamenaza y miedo, de dolor y sufrimiento, poblando los más diversos textosculturales y las más arcaicas mitologías.

    Cuando pasamos de las copas de los árboles a las sabanas,continuamos con los dos vectores de desplazamiento en el espacio:

    el horizontal y el vertical. El desplazamiento horizontal nos trajo elnomadismo y el vertical, la postura erecta. A partir de esto, la vertical seinvierte en la dirección y en los valores, aspirando y buscando lo alto. Lamemoria de los árboles se transportó hacia nuestra columna vertebral.

    El resultado de la pérdida del espacio aéreo fue el surgimientodel nomadismo. Se puede decir que de saltadores que éramos pasamosa andariegos. Nuestra actividad y nuestra corporeidad pasan del salto alperegrinaje, hasta un día que se volvió mucho más económico construirla casa cerca de otras casas y asentarse. Esto fue nuestra domesticación.Domesticar viene de “domo” (lat.), que significa “amansar”. Nos

    domesticamos, pero nuestro “animal inquieto” continuó vivo dentro delpecho y del alma. De saltadores a nómadas, el sedentarismo nos hacevolcanes a punto de explotar en cualquier momento. Así fueron y son

  • 8/18/2019 Baitello Norval Junior La Era de La Iconofagia Ensayos de Comunicacion Y Cultura

    41/130

    4

      N  o  r  v  a   l  B  a   i  t  e   l   l  o   j  u  n   i  o  r

    necesarios los sistemas para “sentarse” y sedarse, para calmar y amansar losviejos saltadores e incansables andariegos. Para mantener sentados a los viejosy nuevos guerreros se crearán instituci