assoun, paul-laurent - freud y nietzsche

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  • 5/21/2018 Assoun, Paul-Laurent - Freud y Nietzsche

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    PAUL-LAURENT ASSOUN

    FREUD Y NIETZSCHETraduccin de

    O s c a r B a r a h o n a y U x o a D o y h a m b o u r e

    F O ND O D E C U L T U R A E C O N M IC A

  • 5/21/2018 Assoun, Paul-Laurent - Freud y Nietzsche

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    Primera edicin n francs, 1980Primera edicin en espaol, 1984

    Primera reimpresin, 1988

    ; ;-v 7: V

    l ^ O' -,'J

    Ttulo original:Frttrf et Nietzsche 1980, Presses Universitaires de France, Paris

    ISBN 2-13-036551-2

    D. R. 1984, Fondo d e Cultu ra EconmicaD. R. 1986, Fo n d o de Cu l t u r a Ef^ i^ it S . A. de C. V.Av. de la Universidad 975; 03100 Mxico,' D/F.

    ISBN 963-16-1521-2

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    ISBN 963 16 1521 2

    NOTA AL LECTOR

    En lo que se refiere a todas las citas de las obras de Nietzsche y de Freud

    en el presente libro, remitimos: por una part a las Smtliche Werke in

    zwlf Bnden de Friedrich Nietzsche, Alfred Krner Verlag, Stuttgart(1964); por otra parte, a las Gesammelte Werkede Sigmund Freud, ImagoPublishing Co., Ltd., Londres (1948), 18 volmenes. Por tanto, las citasde Nietzsche y de Freud sern seguidas respectivamente de las letras SWy GW, y por la mencin del tomo y de la pgina.*

    * Para las citas de la obra de Freud, incluyendo su correspondencia con W. Fiiess per

    excluyendo otras referencias a su correspondencia con otras personas, remitimos a ias Obras

    Completas de Sigmund Freud Editorial Biblioteca Nueva Madrid 1973 [T ]

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    Completas de Sigmund Freud Editorial Biblioteca Nueva Madrid 1973 [T ]

    INTRODUCCIN

    .F.relu y N i e t z s c h k : l a pr o b l e m t ic a d e u n a c o n j u n c i n ,

    Freud y Nictzsche . Esta conjuncin fue percibida y acreditada desde

    hace . mucho iie m po,; a decir ve rdad desde e I o rige n del psicoanlisis,desde que se-advirtieron las resonancias de una obra en la otra y de unverbo a , o tro .} Cmo no pe rcibir, al. menos intuitivamente, hasta qupunto tal o cual enunciado nietzscheano suena freudiano? As, se ha

    tejido sin cesar el hilo de esa analoga, hasta,convertirla.en. un lugar co

    mn. Esta tentacin ya es en s misma un hecho que. une, aunque le pese,

    al fundador del. psicoanlisis cor. ese gran precursor *; . - l Fiero el hilo de la analoga, por .ms obstinadamente que se lo teja, e

    muy tenue, pues, como la labor de Penlope, se deshace y se reanuda

    eternamente, Hay que pasar resueltamente de la analoga a laconfronta-cin de fondo que sta indica, pero que con demasiada frecuencia sirvi

    para eludir. Si bien el tema pietzscheo-frtudiano se impone cmo^unrequisito, ai .parecer se ha vacilado en volverlo explcito, ya sea porque laanaloga .haya,parecido bastarse a s misma, con susNyirtudes a la vez am

    plas y vag^s de sugerencia, ,o bien, porque un discurso eclctico se hayaavenido a la vaguedad de ese, cotejo, a Fin de trenzar en l. similitudesretricas.,- ;;

    Por nuestra, parte, nos proponemos explicar resueltamente el contenido y el sentido de esta conjuncin que, lejos de bastarse ;a.s misma,

    proelucp un enjambre de pr jp-enfias y, constituye por s misma:;un problema, Qu pensar ante el sintagma atractivo pero impresionista: Freud y Nietzsche ? Cm o, interpretar. Tguro^anent;e :1a, conjun

    cin? v ., Pregunta tanto ms oportuna cuanto que Nietzsch^en uno de.sus ltimos aforismos, sugera una hermenutica; de ,1a. conjuncin, interpretando ciertos y de mala. leyV aquellos que. pronuncian por ejemploGoethe 3! Schiller o Schppenhauer. y .yon Hartmann .2 Qu habrapensado de la que. se-forj poco .c[espus de su advertencia: Nie.tzsche yFreud? ^

    Partiremos, por nuestra parte, del principio de que se puede legtima

    mente suponer de mala ley toda conjuncin.de nombres propios que sesatisfaga con el eco seductor sin referirlo al lenguaje menos puntual de

    1 Vase infra, pp. 16-20, y el captulo I de la primera parte, pp. 33.y2 En El ocaso de los dolos, Lo que los alemanes estn perdiendo, aforismo 16, que de

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    i l fili l ( i i d Ni h )

    10 INTRODUCCIN

    las problemticas que a la vez posibilitaron el eco y permiten disipar sus

    prestigios y sus equvocos.Esto supone en primer lugar relacionar la confrontacin Nietzsche-

    Freud, posibilitada retrospectivamente por el segundo trmino, con elcontexto global de la relacin del fundador del psicoanlisis con la filoso

    fa y con los filsofos, con respecto a la cual cobr sentido. En esta primera perspectiva, se falseara de entrada el problema de las relacionesNietzsche-Freud si se las aislar de la relacin por as decirlo genrica de

    Fr.eud con los filsofos y con la cosa filosfica en general. Evocacin tantoms necesaria aqu, en su evidencia misma, cuanto que el prestigio delprecursor tuvo por efecto la ilusin del mano a mano. Contra esta prevencin, hay qu recordar que Freud aborda a Nietzsche filsofo con elhbito y la postura que lo definen frente a la realidad filosfica. Por eso,

    el presente estudio se desprende forzosamente del anterior en que presentbamos est postura en su unidad compleja y su coherencia ambivalente/

    Pero si bien esta condicin previa brinda un trasfondo indispensable,no agota en absoluto el problema especfico abordado aqu. En esta segunda perspectiva, hay que restituirle a Nitzsche su privilegio, sin anti

    cipar el resultado de la investigacin. Cuando se encuentra con la figurade Friedrich Nietzsche, Freud se da cuenta, a pesar de aparentar apli

    carle Ja ley comn aplicable a la ralea filosofante, que tiene que vrselascon algo diferente a una actualizacin cualquiera y no privilegiada desta. Y aun si hubiese tenido la tentacin de soslayar ese privilegio, otrosse encargaron de inducrselo con insistencia,4pues nunca hubo celestinasms diligentes que entre Freud y ese filsofo.

    Desde este punto de vista, nada resulta ms revelador que la comparacin de la relacin de Freud con esas dos figuras que son Schopenhauer

    y Nietzsche. En lo que habamos llamado la topografa filosfica freu-

    diana ,5 Schopenhauer ocupa el centro. En el seno de esta galaxia ,Nietzsche no ocupa sino la posicin de primer satlite y no podra disputarle a Schopenhauer su funcin de centro solar, por razones histricas eideolgicas profundas que ya evidenciamos.6

    Tal es: sin duda alguna, si abordamos la eleccin de objeto filosficofreudiano en su positividad, el primer l u g a r de Nietzsche. Apareceramuy cerca del foco schopenhaueriano, desviando sus efluvios y virtudes

    3 Freud, l 'philosophie et les pkilsophes (Fred, la filosofa y los filsofos), PUF, 1976. Sepuede considerar el presente trbajo como la continuacin directa de este libro. Iridicare-

    mos en cada punto importante la correlacin entre ambos libros a fin de remarcar estaprolongacin.

    4 Vase infra, los mediadores, pp. 17 y y 42 ys Op. di., pp. 136-137.

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    INTRODUCCIN 1!

    . en su provecho. Nietzsche sera en cierto modo un doble brillante de

    . Schopiihaur a los ojos de. Freud. Desde el punto de vista por as decirlo, domstico de ;Freud usuario de los filsofos, Nietzsche llegara, pues,

    justo detrs de Schopenhauer, y Freud lo acogera con una fraternidad

    , jovial, o sea en: una comn paternidad con el maestro comn de Francfo r t . ; As para Freud, el uso de Nietzsche parece estar mediatizado por

    : r Schopenhauer, que se presta mejor a las necesidades inmediatas de suuso. Por eso, en.un sentido, la relacin especfica con Nietzsche no aporta

    ninguna modificacin sustancial al rgimen general de la relacin con lafilosofa y se inserta en dicho rgimen, atenindose al estatuto general sinir contra l ni trastornarlo. ;. erigieron en ejecutores testamentarios de Nietzsche. M "

    : U n a e x t r a a c on t em p o ra n e id a d i r i -

    . Es asombroso medir la distancia que la conciencia histrica ha interpuesto entre, Nietzsche y Freud, que despus de todo son contempor

    neos. Algunos puntos de referencia traducen esta contemporaneidad.Nietzsche es doce .aos mayor que Freud.8Cuando es nombrado pro

    fesor de filologa en B^silea, Freud an no ha comenzado sus estudios de

    medicina Lasprimeras Intempestivas,despus del Nacimiento de la tragedia,%se publican el ao en que el joven Freud entra en la Facultad de Medi

    cina de Viena (1873). Freud ya es mdico en el momento en que Nietzs-

    r che, conoce el acontecimiento esencial -la revelacin del eterno regreso-que ser decisivo para su filosofa (1881-1882); ; u f

    : Cuando, la. filosofa de Nietzsche entra en su periodo decisivo de pro

    duccin, a mediados de los aos 1880, Freud; apenas est en la fase' detaneos laboriososv El viaje a Pars en que conoce a Charcot es contemporneo del, evangelio nietzscheano, el Zaraw/m (1885-1886). >Nietzsche

    llega a la. crisis final en el momento en qu en Freud comienia gestarsei el rpsicoanlisis, a travs de la correspondencia con* Fliess (1887-1889).

    Cuando-Nietzsche sufre su postracin mental,! Freud, a Is treinta y tresaos d edad est en trance de identidad. ; o. v ; h Kr; En el periodo de supervivencia fsica de Nietzsche es cuando, se realizael jiacimienl&dei psicoanlisis. Cuando Nietzsche muerei La interpretacinde los sueos acaba de publicarse, en tanto que termina precisamente lacorrespondencia. con Fliess que libera a Freud y marca el acceso a su

    propia identidad ( 1901). Unos cuantos meses despus de su muerte seforma el. primer grupo psicoanaltico (19,02). Freud ticme entonces cuarenta y seis aos.. ; r.-i-A

    ' Estbs cuantos puntos de referencia bastan para ver que cronolgicamente Nietzsch y ' Freud son efectvameri con tmporneos^ pero entanto que l primero, se expresa desde los treinta aos de edad, Freud no

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    INTRODUCCIN 13

    llega a ser l mismp hasta los cuarenta, cuando Nietzsche pone el punto ;final a su obra. Y Freud desplegar la suya en las casi cuatro, dcadas

    posteriores a ja desaparicin de Nietzsche* lo: cuaLpculta en cierto modosu contempo rane idad. Fero la ,pbra de Nietzsche, desconocida durantetanto .tiempo, np: sedescubre, sino hasta finales; de. los aos 1880, en elmomento del nacimiento del psicoanlisis. El azar objetivo de la historiahace que a principios del nuevo siglo se descubra el psicoanlisis y el

    fenmeno Nietzsche.. I .. , , . ; . - -:svvv.: -vEste .es,, en efecto, e:l primer dato histrico que hay que tener en cuenta

    para prepararse a comprender cmo,, va a llegar hasta. Freud el conocimiento de. N ietzsche y .cmo se volver posible un paralelo en tre Nietzs- i

    che,y ;- W a ' O -: ' *:' ibl hFuera, de algunos signos precursores,9 no es sino hasta el principio

    de los aos 1890 y del nuevo siglo cuando cobra forma el movimiento de

    descubrimiento de ,1a obra de Nietzsqhe, en Alemania misma. Pero, como ,para Schopenhauer, al gran silencio sucede un entusiasmo que introduce,

    el nprribre de Nietzsche en las controversias del mundo intelectual .10Este

    rumor es el que har que el nombre de Nietzsche llegue hasta Freud. En .efecto, no es fortuito qe pr esa poca aparezcan trminos nietzschea-

    noS; en. la correspondencia, de Freud. con Fliess,1* sin que esta; primera

    huella, implique una verdadera.in formacin : la term inologa n ie tzschean a 'se difunde sin mucho esfuerzo en el vocabulario de la intelligntsia de lapoca, portando inclusq cier.t afedtacipi desaloh.

    ola dei. descubnmferitp s-; sita entre , J$9.4,Jfecha d la publi- :

    caein de. la, bipg^a|a:de.:^u%S.apni.v^'pronto, seguida de la de Elisabeth :F i ste r-Nietzsche ( 1896-1904) l3^ 1913 -fecha; de!l publicacin del de

    cimonoveno vojumen de lLfs' emprendida/desde 1899.14. ;

    Hecho simblico!; cuando' Sjgmund Fred ,entra .en. .l; campo ;cientfico.

    que comienza a fprmul.^r por.ia'TraMTTiuwwg-,publicada en Viena, en;ese. momento se coloca l primera piedra de la consagracin literaria'd^Hla obra nietzscheana, con el inicio de l publicacin d lls^fams So^/i- ^5 v;-;.?...y:* ss; f-.; : -. - rvvv:vi, b v-.-1 H :'( : iid .nc;y/ "ib d: .Vase; en; particular el principiotde la celebridad de Niefxsthe en Franda y sus coritactasD

    con'Georg Brandes, en-la primavera: de 1888. ,-Gpiwp lo dice Halvy, -.por- un, singular-en-

    cuentro, fue .d,uranfe; los mismos meses citando l fuego prendi en. su cerebrp y en la.ma$vr "s

    hasta entonces inerte, del.pblico (MrtzsrAr.vp. $28). ; . . ' ; t. ;

    '* Vase Ceneyieye Bianquis, Nietzsche, en France, investigacin, rematada por Ja Nietzsche-:/,Geseikchaften 1.928 (publicada en< 1929)/r> n . - v;' ; ;s ;

    n4 115, la."bai ta del .21 de septiembre, de 1897, En? un manuscrito fechado..!; !el 3#l. de(,mayo.f}^ 897^Frud empliea.el, trmino. de,;.superhombre; . vase .jyfra*, p.

    Das Leben Friedrich Nietzsche, Leipzig, t. I, 1896; t. l, ,1)897; t.. II, 2, 1904 Obra.quev

    volyi a publicarle educida en do$ tomps en 1912 y 1914 ( s

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    volyi a publicarle educida en do$ tomps en 1912 y 1914 ( s

    14 INTRODUCCIN

    che Werke,vinculando el terminus a quo freudiano con el termins ad quemnietzscheano. ;v'

    Pero si bien Nietzsche conquista as su monumento, aparece primerocomo lo que est en juego en una querella que, por obra de s propia

    hermana; toma uii sesgo escolstico; En efecto, para plantear en sus trminos originales e l contexto del encuentro entre Nitzsche y Freud,

    conviene recordar que esa obra que en adelant despliega su texto y que

    se ofrece a las lecturas, es entonces objeto de un conict de propiedad,aun antes de qu su autor haya muerto. A principios de siglo, cualquiercontacto con la obra de Nietzsche pas forzosamente por intermedio deElisabeth Frster-Nietzsche,15 animadora de la fundacin Nietzsche-Archiv, que patrocina activamente la publicacin de las Obras completasascomo la edicin de bolsillo (Taschenausgabe) (1910-1913) q, en los aos

    anteriores a la primera Guerra Mundial (1910-1913), asegura una; difusin excepcional del texto. Ese Nietzsche-Archiv, cuya historia fue escrita

    por Elisabeth en 1907 con el ttulo significativo: E l Nietzsche-rchiv, susamigos y sus enemigos,16desmpa el papel ambiguo de un estado mayor,por lo dems enrgicamente controvertido. 1 ^ n;:

    Aun antes de la primera Guerra Mundial, l dominio de lisabeth sobre la gestin de la obra de su hermano se consuma en un proceso irresistible. Dfesde 1893 despoj a Peter^

    Gast de sus pretensiones ;sobre. la obra de su hermano -a reserva de utilizarlo ms, tarde,despus de la repudiacin de Koegel. Entabl un proceso de intencin permanente .cn ,

    contra de Overbeck, acusndolo finalmente de haber perdido e manuscrito de La voluntadde poder, inacabado, hasta su muerte en 1908. Ein esa fech. obtiene laprjuedad literaria

    exclusiva d las obras de su hermano, incluyendo la correspondencia, gracias a uria decisin '

    del tribunal de Jena que prohbe la publicacin de cualquier extracto de la correspondencia .privada .sin la autorizacin del autor, 1o cual impidi

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    Frente a ello, una corriente proveniente de Basilea y de Franz Ovr-beck elabora una visin opuesta de Nietzsche, que lograr en 1908, en la

    obra de Garl-Albrecht Bernoulli,17una formulacin importante. As, al

    guien que hubiese querido familiarizarse con la vida y la obra de Nietzs-

    che, en la poca del psicoanlisis naciente, poda consultar los trabajos de

    Raoul Richter, 18 de Richard M. Mayer,19 o incluso de Ernst Berrram .20Pero estas aportaciones no pueden intervenir en nuestro propsito sino

    como trasfondo del conocimiento general de Nietszche, humus sobre elcual florecern las relaciones de Freud con Nietzsche, pero que el propio

    Freud se niega a explotar. ' f

    Pues he aqu el hecho que hay que tener en cuenta, como complemento negativo de la explosin de la difusin de Nietzsche contempor

    nea de Freud: l mismo no pierde una oportunidad de jurar por lo ms

    sagrado que no lo ha leido. Sealemos simplemente aqu estas declaracio

    nes que analizaremos ms adelante.21 'En 1908, Freud declara de la manera ms clara que no conoce la obra

    de Nietzsche.22Si bien era imposible desconocer el nombre de Nietzsche

    en esa fecha, pues su resonancia se encontraba en su apogeo, hay que

    comprender que en todo caso no lo ha ledo ni estudiado, lo cual queda

    confirmado por una declaracin contempornea, en que hace notar que

    nunca ha podido estudiar a Nietzsche . Esto no quiere decir que jamshaya tomado un volumen de Nietzsche, pero, segn sus propias declara

    ciones, no ha podido ir ms all de media pgina en sus intentos porleer a Nietzsche .23 .

    La misma declaracin en 1914: Me he privado a propsitp del altoplacer de leer a Nietzsche. 24Ahora se trata de una penitencia voluntarria, que llega al mismo resultado privativo. ltima confirmacin hasta en

    1925, cuando dice que durante mucho tiempo ha evitado 25a Nietzsche.

    Fortuita o voluntaria, tendremos que averiguar las motivaciones de esta

    V-V:-"! V:'\? 7-:-'; i '.? .f ; U . : '..vy---: ' ''; - -

    la fundacin, documento de ta tradicin weimariana (Andler, Nietzsche, sa vie et sa pense, t.

    II, p. 8, n. I). -J ^ -MS V' vi f : >u;/ . viV/ . .NK. V,. '/.V :17,Franz Qverbeck und Friedrich Nietzsche,Jena, 2 vol., J908.. f' 8 Friedrich Nietzsche, sein Lebenund sein Werk, 1903.

    Fridricn Nie fc hi, sein Lebert undseine W erk e ,1913. ' ' *

    ,0Nietzscket Versuch i fif Mythologie, 19 9. 121 Vase infna,primera parte, caps. I y II, pp. 35, 57 yss. -

    ' u Sesin de a Sociedad Psicoanalca de Viena del Io de abril de 1908, in Les premien

    psychanalystes,GaJHmard, t. I, p. 372.

    23 Sesin de la Sociedad Psicoanalftica de Viena del 28 de octubre de 1908, op. cit., t. II,p. 36. -

    24 Historia del movimiento psicoanaUtico, Obras Completasde Sigmund Freud, Ed. Biblioteca

    Nueva, Madrid, 1973*85 Op. cit., t. III, pp. 2791-2792 en Selbstdarstellung.

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    16 INTRODUCCIN

    abstinencia o de esta penitencia: pero'es por lo menos un hecho queasigna un estricto lmite a la funcin de Freud como lector de Nietzsche.

    Sin embargo, es un hecho que se trab una relacin duradera entreellos, qu hay un discurso de Freud sobre Nietzsche y un comercio entre am

    bos pensamientos que Freud no niega. Si, por lo tanto, tiene que verde manera muy incompleta con. el conocimiento directo de la obra filos

    fica, debe provenir de otros canales que resulta tanto ms importanteexaminar cuanto que constituyen la relacin histricamente determinadade Freud con Nietzsche y deben integrarse, por lo menos, como condicin previa a todo examen dla cuestin de sus relaciones. (v; ;

    Por tanto, antes de .especular, acerca de las. relaciones entre las obraspor s mismas 26in abstracto, tenemos que .circnseribir e$as. mediaciones

    que tejieron entre. Freud y Nietzsche. es a relacin a la vez negada e insistente. Aqu, los signos de. l crnica fre.udo-nietzscheana cobran una

    importancia considerable, pues los acontecimientos, aunque fuese con suanodina apariencia de ancdotas, tejen la figura de esas relaciones dibu

    jando su idiosincrasia histrica.

    Ahora bien, el periodo qu delimitamos corno inicio de l relacin,

    dos acontecimientos importants y discretos a la vez marcan esta crnica!

    Tenemos que examinarlos para empezar a escribir esta crnica y descu

    brir su sentido profundo, a la vez manifestado y ocultado por la singularidad de los acontecimientos." . ''7 ''' ;TV' ' '' f

    ^ E l c a s o N i e t z s c h e e n Lps m i r c o l e s psicoANALTicb ( I ) "

    Nietzsche. .sty'y^J|nplicd'dc regularmente en la reftxih del pnmrcrculo naltic, com ' prueba su aparicin en el orden del da de los

    famosos mircoles d' la' Sociedad Psicoanaltica d Vieh h dos ocasiones, durante el ao de 1908! El principio de sas reuninos!ra escuchar:una conferencia seguida de una discusin global, durante la cual Freudtena naturalmente la Oportunidad1 de asumir una postura. Sfe trata de

    documentos valiosos acerca de, los polos de inters semanales de los primeros analistas, en ese pe'riodde ;desebrim^^^campo nuevo 27-y, en lo que nos conejem aprehensin

    fenmeno Nietzsche por el movimiento psicoanatico en s origen.

    En efecto, el Io de abril d 1 9 0 Hitschmann propone, una lecturacomentada de l tercr disertacin d a genealoga d lawwra/ddicda

    - "i'V-*yi .i' K--' 'i! ind;.1' i : " i' hr\:n/ - i] .-n:28 Vase la segunda parce del libro. .;27 Publicados en-francs'con el ttulo Les premier* psychanalystes, Minutesdela Socit psycka-

    nalytique de Vierme, Gallimard, t. I: 1906-1908; t. II: 1908-1910; L lili 1910-19JI (trad;

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    nalytique de Vierme, Gallimard, t. I: 1906 1908; t. II: 1908 1910; L lili 1910 19JI (trad;

    INTRODUCCIN 17

    al tema: Acerca, del idea , asctico. ,Segn la minuta, redactada por

    Rank,28conocemos las ideas desarrolladas sobre Nietzsche en, esa ocasin.A ste se le niega el ttulo de filsofo,.y se lo define como un moralista,

    que se distingue, por ci por un espritu de agudeza poco,comn .29

    Por otra parte, se seala el contraste entre su comportamiento en la vidacotidiana y el tema principal de sus.obras ,30 o sea la oposicin entre latristeza de: su carcter. y: la. embriaguez dionisiaca que, impregna su obra.La finalidad de la puesta de relieve de este contraste es inducir una interpretacin psicologista del caso Nietzsche, -es decir >un esclarecimiento

    del contenido de la e>ra por la vivencia pulsional e\ hombre. ; Esta interpretacin equivale, por una parte, a considerar en Nietzsche el

    psiclogo .de la moralidad; por, otra parte, a emitir sobr el propio nombre

    Nietzsche, como objecin a su empresa, un diagnstico psicoanaltico: Resulta interesante observar que Nietzsche. discerni lo esencial en la psicologa ajena,, pero no logr ver que sus propios ideales correspondan a sus

    deseos irrealizadosDe este modo, Hitschmann acaba por establecer un

    paralelo!.entre la teora, nietzscheana,del ideal asctico y el ascetismo sexualdel hombre. Nietzsche: -A l someter el,.ideal; asctico a la crtica .y a unainterpretacin psicolgica* ;ai preconizar una vida sin coacciones y sin consideraciones* rechaza las circunstancias en las que se vio obligado a vivir. La

    viida del.propio Nietzsche es asctica; su tendencia al ascetismo est re lacio?nada con su, admiracin por Schopenhauer. V . .

    Esto lleva a una interpretacin filosficamente reduccionista: Nietzsche

    rechaz el ideal asctico cuando reconoci que de hecho haba engaado ala v ida.y se haba en ganado a s mismo. As, las ideas subjetivas de un filsofopueden explicarse por sus rasgos y sus experiencias personales, lo cual se

    desprende muy bien de La genealoga de la moris 3- Es curioso observar que,de es;te modo, Hitschmann haca un.uso literal y un tanto mecnico de una

    idea grata al propio Nietzsche, segn; la cual toda gran-filosofa hasta lafecha ha sido la confesin de su autor, y, (lo haya o no deseado y notado)constituye sus Memorias

    : En este caso, tenemos querrnoslas^ pues, no con una lectura filosfica deNietzsche, sino con un ejerciciopatogrfico, para el cual el texto filosficosirve de apoyo como documento. As, si bien la aportacin de Hitschmann a

    28 tto Rank, secretario dela.Sociedad\seencargaba de consignar las sesiones. Acercadel papel importante de Rnk entr Nietzsche y Freud, vase infra, p. 53 y ss.

    2M Minuta nm. 75, op. cil.,,1. I, p. 368.30 Op. cit., p. 369. ' : ' : V\'' V;

    31 .Hitschmann tornan el trmino al pie de {a letra, ya que precisa que no se le conoceninguna reari (sexual) con .una mujer, aparte de la frecuentacin ocasiona! de prostitutas (ibid.). ' ,j: ! - -i''y . ' ; 7 /

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    18 INTRODUCCIN .

    la comprensin de las ideas de Nietzsche es decepcionante, expresa acertadamente qiie la relacin con Nietzsche est mediatizada desde se mo

    mento, para el psicoanlisis, por la fitografa, o sea por el estudio del estructura patolgica que subtiende una produccin filosfica o ar

    tstica.Por lo dems, resulta interesante observar qiie la discusin subsiguienteda lugar a una controversia. Para Sadger, Nietzsche es el ejemplo tipo deun sujeto tarado, y encuentra sntomas histricos n sus precoces estadosepileptoides sin prdida de conciencia.34Otros, por el contrario, protestancontra ese enfoque reduccionista y ponen nfasis en la deuda del psicoanlisis para con ciertas de sus ideas. Adler es el primero en declarar resueltamente: De todos los filsofos importantes que nos han legado algo, Nietzs

    che es el ms cercano a nuestr manera de pensar. 39Por otra parte, evocaargumentos que refutan la vinculacin de la filosofa una sola neurosis: elfilsofo es demasiado complejo y la tcnica filosfica se relaciona por

    esencia con algo totalmente diferente .38N o es una casualidad que Nietzsche como filsofo encuentre en Adler un apologista. Se sabe el papel que

    desempea ' para el propio pensamiento de Adler: pero aqu se supone

    que est hablando en nombre del movimiento analtico y coloca a Nietzscheen una lnea que va de Schopenhauer a Frud. Adems, com Graf,37atribuye a Nietzsche un don particular de autoanlisis: La obra de Nietzschecontiene observaciones que recuerdan las que hace el paciente cuando laterapia ha progresado mucho y est en condiciones de analizar las corrientes profundas de su alma. -

    Asimismo, Federn sostiene que Nietzsche est tan cerca de nuestrasideas que no nos queda ms que preguntarnos qu fue lo que se le escap.

    Anticip, por intuiciones, ciertas ideas de Freud .38Tales, pues, la doble figura de Nietzsche en el movimiento analtico: por

    na parte, precursor distinguido; por la otra, caso pato grfico eminente.39Referente terico y objeto de diagnstico.

    Esto nos permite situar tanto mejor la postura propia de Freud enpersona con respecto a esos dos puntos que definen lo que est en juegoen el discurso psicanaltico sobre Nietzsche.

    34 Op. cit,, p. 370. Sadger llega incluso a sugerir que la Herrenmora{moral de los amos) serelaciona con el hecho de que Nietzsche era el nico miembro varn de su familia (ibid.).

    35 Op' *bid.Acerca del sentido de Nietzsche para der, vase infratpp. 40, 41.' 36 Op. at., pp. 370*371. : ;

    37 Sus obras constituyen un autotrai amiento {op. cit., p. 371)!36 Op. cit., p. 372. . , ; ' ,

    39 Despus de Freud, intervino tambin Rank, quien insiste eri la importancia en l de lapulsin sdica (masoquista) y su represin", que explicara el doble aspecto de su carcteratestiguado por los bigrafos, por una parte su finura, su cortesa y su.dulzura, por otraparte su glorificacin, de la crueldad y del espritu de venganza/*:.). El don de auto terapia

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    p g , y p g ) p

    INTRODUCCION

    Cuando le toca su turno de hablar, Freud comienza por aprovechar laoportunidad para emitir uno de sus comunicados estereotipados acerca de

    la filosofa en general: El Prof. Freud, transcribe la minuta, insiste ante

    todo en su relacin singular con la filosofa; cuya naturaleza abstracta le estan antiptica que finalmente ha renunciado a estudiarla. 40Esto es anunciar de entrada que no podra tratarse para Freud de un discurso -sobre

    Nietzsche en este caso-que no sea analtico.En lo que se refiere a Nietzsche en particular; la declaracin de Freud es

    clara: No conoce la obra de Nietzsche. Pero no es por falta de inters: muypor el contrario, sus tentativas ocasinales de leerlo han sido sofocadas porun exceso de inters.41As, Freud nos informa aqu que ha tratado repetidas veces de hojear a Nietzsche, sin haber logrado poseer un conocimiento

    global de l. Por consiguiente, segn una estrategia extraa, pero cuyosmecanismos hemos mostrado en otra parte,42es el exceso de inters lo que

    desencadena en Freud una reaccin de repliegue frente a la especulacin.

    Pero nos advierte que su relacin singular con Nietzsche no es sino el eco de

    su relacin singular con la cosa filosfica.En lo que se refiere a las anticipaciones, tiende a tomar nota de ello

    aprobatoriamente, considerando su contacto indirtto con la obra misma:pero niega la influencia: A pesar de las semejanzas que muchos han

    observado entre Nietzsche y l, Freud puede asegurar que las ideas deNietzsche no han-tenido ninguna influencia en sus trabajos.43 Consecuencia natural puesto que asegura no haberlo ledo! Per se sabe! que, paraFreud, no se podra insistir demasiado en ese punto, que implica toda unadialctica con los filsofos.44Como para confirmarlo, Freud recuerda lo

    que Nietzsche no reconoci, o dicho de otra manera, el infantilismo y eldesplazamiento.45

    Sobre el segundo punto, Freud se muestra notablemente ms prudnte

    que los. dems participantes. La abundancia de elementos de diagnsticoregistrados en Sadger, Graf, Adler, Federn, Rank, Stekel contrasta con lasobriedad de Fred. ste se contenta con felicitar a Hitschmann por haberplanteado algunos problemas interesantes referentes a la psicologa del

    hmbr NietzscheY a lo factores de la constitucin psicosexual quehacen un filsofo y a la determinacin subjetiva de los sistemas filosfi-

    \eos, aparentemente tan objetivos , limitndose a desear un estudio de la

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    p p p y g ,

    INTRODUCCIN

    influencia de las impresiones infantiles en las grandes realizaciones , y a

    observar la precocidad de, las interrogaciones del joven Nietzsche sobre el

    mal. ' .Vi: 'Aqu termina la intervencin de Freud, que traduce la prudencia de su

    discurso sobre Nietzsche, tanto a nivel filosfico como psicogrfico.

    E l c a s o N i e t z s c h e e n l o s mi r c o l e s p s i c o a n a l t i c o s ( I I ) - i

    Pero es evidente que la sombra de Nietzsche flotaba en el aire, ya que unoscuantos meses ms tarde, el 28 de octubre de 1908, es objeto de una nuevaconferencia durante un mircoles de la Sociedad de Viena: Esta vez, la

    patografa ocupa.claramente el primer plano, puesto que Hutler habla de

    Ecce homo, autobiografa que sirvi en este caso.de documento,48 por lodems prcticamente parafraseado por.el conferenciante y.subrayado con

    observaciones psicoanalticas. L,Esta nueva exposicin sobre Nietzsche suscita reacciones anlogas entre

    los participantes. Friedmann y Frey entonan;e\ leitmotivdel precursor: Sincpnocer .la teora de Freud, Nietzsche sinti y anticip muchas cosas de

    ella,4? en tanto que se insiste en. el diagnstico psicoaraitico.: ^ k ; 7Esta vez, Freud parece ms.elocuente. Pero se centra en la psicografa y la

    cuestin del diagnstico de la enfermedad de Nietzsche. Para comprenderla importancia de.este enfoque, hay que recordar que el caso Nietzsche esobjetpj ,en esa. poca, de una literatura importante y sensacional, comoespcimen.muy indicado del gran problema que se plantea la psicopatolo-:

    ga, el.de las relaciones entre genio y locura.48En Alemania, Paul Mbiushab presentado, el mismo ao de la muerte de Nietzsche, una sntesis

    importante sobre las relaciones entre psiquiatra e historia literaria ,49

    antes, d^ aplicarla a algn as monografas, entre ellas la de Nietzsche,50en la

    cual sistematizaba .la hiptesis de la parlisis general progresiva:

    ' y6. reproducida en Les premien psycharuilystes, 1.11, p. 30 y ss. Estuvieranpresentes dler, Deursch, Fedem, Hollerung, joachim, Rank, Rie, Sadger.y Steckel. Ecce

    homo, text cahnico de la hagiografa weimariana/acababa de ser reeditado, aquel ao de1908, pri edicin de lujde (irada limitada. '" ' i ? ^ ; j' 47 Op. p; 34.: - r : f e o

    48En el mismo momento, a principios de siglo, se publicaban los trabajos de AugustinCabanes en Francia, de G. M. Gould en los Estados Unidos y, sobre todo, de Paul ybiusen Alemania. Acerca de esta moda, vase la exposicin.de grmek,

    les ntationes entre gnie et fo lie (Historia de las investigaciones sobre jas relacionesentre l(genio

    ^ locura), reproducida ,en; la(Reutte d'Histoire des Science.1:, t. XV ,nm. J.,. 1962. ,-rl, , 49 Ptyckiatrie Und Literaturgeschichte, Leipzig, 1901. t ; '

    . *. " ue Mbius quien hizo pblico el diagnstico de.parlisis general progresivaen su monografa publicada en 1901 en Wiesbaden,. ber das PeUhologische Nietzsche. Enaquella poca los partes mdicos de los sanatorios deJena y de Basileaan no haban sido

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    INTRODUCCIN 21

    No hay que olvidar que se es el contexto preciso en que se habla deNietzsche durante los mircoles (tan sl ocho s despus' de la muertefsica de Nietzsche). No es una casualidad el hecho de que Hitschmannhaya evocado a ; Mbius en exergo de su intervencin.51 En cuanto a

    Frud, es explicable que, no sin cierta falta de delicadeza para con Hati-tler, comience su intervencin declarando que le hubiera gustado escuchar hoy a un psiquiatra .52 La discusin -seala:- habra sido simple:

    Nietzsche era paraltico. Se reconoce la tesis vigente en aquel entonces a

    la cual Mbius haba otorgado sus ttulos de legitimidad!Es l curiosa observacin, que parece transponer el diagnstico sobre

    Nie'tzche en el plano psiquitrico, debe comprenderse n dos sentidos:

    por una parte, el caso Nietzsche debe tratarse primeroen ; i1

    cuarto amueblado (en Turn),. cantando,

    codo para acompaar sus clamores y sus

    Para un enfoque' psicoanalitico' de la para-

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    zur internationalen Zeitsschriftf r Psyckoanalyse Nr. 5. ; - , v .>; i1

    22 INTRODUCCIN

    Esta relativizacin del diagnstico psiquitrico es seguida de lo quepuede considerarse como un esbozo d epsicografa nietzscheana.59A pesarde la concisin de ese. texto, producto de un a in tervencin rpida (y resumida), podemos ver en l el valioso embrin de . lo que habra conte

    nido una monografa freudian a sobre el caso Nietzsche. Recordemos que

    Freud llama psicografa de la personalidad al anlisis que permite circunscribir la identidad de un sujeto productor de una obra por medio; de

    los elementos de afectividad , de los complejos dependientes de los instintos y del estudio de las transformaciones y de los resultados finalesque derivan de esas fuerzas instintivas .57Ahora bien, Freud nunca produjo psicografa alguna d una personalidad filosfica: esta breve resea

    constituye un rarsimo esbozo de ello.

    No hay sino algunos elemntos en la medida en que Freud observa que

    se trata de una persona cuyas premisas son desconocidas (respect de la

    cual nos faltan las informaciones previas) ,58 lo cual hace que Nietzschesea irreductiblemente una personalidad enigmtica . Pero Freud pone

    nfasis en la fijacin materna y el complejo paterno en Nietzsche 89y enel papel de Cristo como fantasma adolescente, as como en su narcisismo

    fundamental, relacionado con sus tendencias homosexuaes.60Pero lo esencial de su idiosincrasia radica en el desarropo paralelo e

    inverso de la enfermedad y de la lucidez. Freud considera la enfermedad

    como Va causa de todos los elementos perturbadores en el cuadro (de supersonalidad). Pero, gracias a su narcisismo, logra explorar las capas desu yo con gran perspicacia y hacer una serie de brillantes descubrimientos sobre su persona . Lo que est en juego aqu es la famosa per-

    cepcin endopsquica que Freud considera como l fundamento del conocimiento mitoflosfico.61 La raz pulsional de Nietzsche psiclogo se

    Vase PauULouis Landsberg, Essai dinterprtation de la maladie mentale de Nietzsche

    (Ensayo de interpretacin de la enfermedad mental de Nietzsche) (1934), en Problmes dupersonnalisme (1952), pp. 194-197.

    56 Vase infra,a travs del episodio Arnold Zweig, las objeciones finales de Freud a semejante empresa, pp. 37-40.

    57 En L'intrt ie la psychanalyse, t.w, VIII, 407. Acerca del principio de la patografa filosfica, vase Freud, l philosophie et les philosophes;p. 84 y ss. .1

    58 Objecin bsica reafirmada hasta 1934, vase tn/ra, p. 38.En su infancia, una cosa domina: perdi a su padre a muy temprana edad y creci en

    una familia de mujeres .... en su autobiografa, Nietzsche vuelve a matar a su padre (ibid.).

    . 60 Completamente cortado de la vida por su enfermedad, se vuelve hacia el nico objeto

    de investigacin que le queda y del cual, por ser homosexual, est de todas maneras mscercano: el yo. Y.as comienza, con una gran perspicacia -con una peircepcin por as d- cirlo endppsquica- a. explorar;las capas de su yo (pp. 35>36). fe - 1 .

    9l. Vase, la,carta. a Fliess del 12 de diciembre de 1897. (Obras Completas; op. cit., III, p.3593) y la Psicopatologa de la trida cotidiana (Freud, la philosophie et les philosophes, primeraparte, libro. II). El valor de Nietzsche provendra del hcho de que expresara prototfpica-

    mente el mecanismo de la filosofa que consiste en proyectar "hacia el exterior como una

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    mente el mecanismo de la filosofa que consiste en proyectar hacia el exterior como una

    INTRODUCCIN 23

    encontrara en el desarrollo, de la percepcin endopsquica alimentadapor el narcisismo bajo el efecto reaccional de la enfermedad. De este

    modo, Freud atribuye a Nietzsche el ttulo que el mismo reivindicaba deprimer psiclogo,62 en la medida en que, a travs del diagnstico, elhomenaje se vuelve emotivo: "El grado de introspeccin alcanzado por

    Nietzsche no ha sido alcanzado por nadie antes de l y no lo ser sinduda jams. Jones, atento a las modulaciones de la palabra freudiana,comenta: He aqu ciertamente un hermoso cumplido en boca del primerexplorador del inconsciente ,3por lo dems avaro en cumplidos. As, lasagacidad nietzscheana se situara en los confines de la introspeccin y dela proyeccin, en la medida en que, al progresar la enfermedad, Nietz

    sche no se contenta con discernir justas conexiones; proyecta hacia el ex

    terior como una exigencia de la , vida (Lebensanforderung) lo que descubri

    acerca de su propia persona, unlversalizando as su experiencia. De ahla gnesis de la obra: As es como nacen los productos desconcertantes,pero fundament.almente justos, de las opiniones nietzscheanas.

    Poco antes de hundirse en la demencia, Nietzsche haba lanzado el

    oprobio en contra de la tendencia de los crticos, que comenzaban apenas

    a descubrirlo, a centrarse en sus problemas personales en detrimento desu obra,: Lo que les interesa no es lo que yo digo,sino el hecho de que seayo quien lo diga,y la razn por la cual fui yo justamente quien, lo dijo ...Se me juzga para no. tener que ocuparse de mi obra; se explica su gnesis-y se piensa.as .haberlarefutado,suficientemente-. 64 Testimonio interesante por dos razones. j - ;;i :

    Por una parte, vemos que la tendencia a hacer hincapi en el hombreNietzsche, para explicar la obra es una constante, desde el principio, deldiscurso sobre Nietzsche: de tal modo que el discurso psicoanaltico laprolonga a su manera. Tendencia naturalmente agravada por la postra

    cin mental que vincul, la cuestin de la obra con la del caso .Pero, por otra parte, se vislumbra cmo el discurso analtico, sobre

    todo el de Freud, permite superar los lmites de un discurso centrado enla personalidad, pues el recurso al hombre no sirve para refutar la obrasino para.esclarecer sus condiciones pulsionales. En este sentido, el discurso analtico sobre Nietzsche, por ms embrionario que sea, permite

    exigencia de la vida (Lebensanforderung) lo que descubri acerca de su propia persona (p.

    36). Comprese con la gnesis de Sos mitos endopsqicos: La difusa percepcin internadel propio aparato psquico estimula ilusiones que, naturalmente, son proyectadas hacia

    fuera (La naissance de la psychanalyse, p. 210).62 Acerca dej sentido de la frmula de Humano, demasido humano, vase infra, segunda

    parte, p. 108. v V

    63 La ie et Voeuvre de Sigmund Freud, t. II, p. 365.64 Texto de La voluntad de poder fechable en 1887 (X IV segunda parte parr 227 ed

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    64 Texto de La voluntad de poder fechable en 1887 (X.IV, segunda parte, parr. 227, ed.

    24 INTRODUCCIN

    dar forma a la necesidad que l discurso de los crticos vislumbrabadesvindola, esclareciendo la obra por su gnesis sin desprestigiar insidiosamente ua por otra. Freud era quizs el nico en estar eri condiciones de explicar el vnculo sin caeren el reduccionismo de ua clav

    que, al permitir abrir la obra, matara el texto.Por lo dems, cabe sealar que el diagnstico de Freud 110 se pronun

    cia a favor de na neurosis: Nd hy ninguna prueba de una enfermedadneurtica*,; Observa. Y por otra parte sigue recurriendo al diagnsticopsiquitrico, sin minimizar en absoluto el papel q e ;desempea la parlisis en la vida de Nietzsche,,: Hasta tal p U n t1qu esboza para concluir sudiagnstico un vnculo entre parlisis y aptitud al autoanlisis: Fue l

    proceso de relajacin debido la parlisis lo qu lo volvi capaz -realizacin extraordinaria- de pasar a travs de todas las capas y de reconocer

    las pulsiones que se encuentran en la bse (de todas las cosas). As, pusosu disposicin paraltica al servicio de la cienciai 65Asombrosa sugerenciaque relacionara-el viaje genealgico de NietzsChe' con el camino d ladisolucin, sellando la temporalidad d e ;la obra y la de la enfermedad,hasta tal punto que lo. originario como bsqueda nacera de una relaja

    cin patolgica, generadora de ua inteligibilidad d ;ThV&.Pero no hay solamente un diagnstico clnico en ese denso texto. Freud

    reafirma en l, en trminos ms expresivos todava que la vez anterior, su

    relacin de lector con Nietzsche; A Freud le. gustara sealar que nuncaha podido estudiar a Nietzsche: en parte causa de la semejanza que.tienen sus descubrimientos intuitivos con nuestras arduas investigaciones,y n parte a causa de la riqueza;de sus ideas, que siempre ha1impedido

    que Freud pase de media pgina en sus intentos por leer a Nietzsche. 66

    Doble razn extraamente acumulativa, procedente de temor de leer Nietzsche, por miedo a ponei- en corto circuito el parto de la vrdadanaltica, como se explica en otra parte,67y dl temor d: ser sumergido

    por la inflacin especulativa. Doble excusa para n acompaar a Nietzsche en :ese viaje del que Freud acaba sin embarg de mostrar, con undesarrollo que supone cierta familiaridad; la importancia y el intersi

    Pero podemos darnos por enterados, si tomamos a Freud al pie de laletra: nunca ley ms de media pgina de Nietzsche. Es verdad que fuequiz por espacio de algn aforismo contundente e inolvidable; ms delo que hace falta para entrar en;Nietzsche!68 ,

    65 Op. ci., p. 37.

    68 Op. cit., |j. 36. Acerca de estas tentati vasi vese fr, p: 34.':8r Vase infra, p. 57. ; ; '88 Vanse algunos de esos aforismos;infra,catp. II.

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    INTRODUCCION 25

    > E l e n c u e n t r o d e W e i m a r : l a c r n ic a n ie t z s c h e o f r e u d i a n a

    En 1911, durante el Congreso de Psicoanlisis celebrado en Weimar,

    ocurre un acontecimiento importante en la historia de las relaciones en

    tre Nietzsche y el psicoanlisis.Los 21. y 22 de septiembre de 1911, el Congreso se rene eni Weiiriar,que resulta ser la capital de los estudios nietzscheanos. En efecto, all es

    donde rElisabeth Fo rste r- N ietzsche tena : su es tado mayor. " Once aosdespus de la muerte de su hermano, a quien; haba asistido durante susupervivencia fsica,^ administraba.su obra con una conciencia marcada

    por su derecho de propiedad. . > ua.r ' ;' -As, pues, ; por un azar histrico y geogrfico, la reunin freudiana se

    celebra en la ciudadela nietzscheana, en los lugares mismos en queNietzsche haba pasado sus ltimos aos, en un sitio que tambin conser-vaba, simblicamente, la huella del gran Goethe.70 Como se vio, ya sehaba hablado de Nietzsche en los simposios de los aos anteriores. Surgela idea de que se impone una visita. As, se delega a dos diputados quevisitan a la hermana de Nietzsche para rendir en nombre del psicoanlisis

    un homenaje al gran pensador de Weimar/ jones evoca someramenteeste episodio, que hace poca en ios anales freudo-nietzscheanos: Sachs

    y ;yo aprovechamos, nuestra estancia en Weimar para ir a ver a la seoraFrster-Nietzsche, hermana y biografa de gran escritor. Sachs le hablde; nuestro congreso y de las similitudes que existan entre ciertas ideas deFreud y las de : s u ilustre hermano. 71 No haba que desaprovechar la

    oportunidad de significar a ese precursor probado y reconocido, unaespecie de confirmacin de reconocimiento, ante su intrprete titulada yoficial (si no la ms autorizada), que ; Jo nes e voca co riio investida de una

    funcin, hermana y biografa ! /;k. ,v; :

    3En qu pudo con sis tir ; la entrevista? Jones la evoca en una frase muycorta: se habl del: congreso y de las similitudes. . v entre ciertas ideas deFreud y ciertas ideas*;de Nietzsche. Haca tanto tiempo que se evcabri

    esas famosas similitudes que ya era hora, de informar a la parte aparentada. - . i V::- Vi-.-

    Los trminos empleados por Jones son significativos: corresponden

    ? Despus de la estancia de Nietzsche eri los sanatorios; vivi en Nambijrg; luego, des

    pus de la muerte de su madre, en 1897, gracias a Meta von Sals; h la villa qu su hr-mana compr en su nombre cerca de' Weimar (para los detalles di asuftt.6, vase H. F.'Peters, Nietzsche et sa soeur Elisabeth,cap. 18, La villa'Silbrblick pi 234 y ss.); /

    70Goethe vivi en Weimar (1776-1832) donde'reuni el crclo prestigiso (eri l cual, segn Nietzsche, particip su abuela) gracias al duque Karl-Auguste de Weirn'dr! Elisabeth

    soaba con convertir al duque Wilhelni-Ernsi: al culto de ietzSche, Goethe'moderno (cf. la

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    26 INTRODUCCIN

    a la estricta formulacin freudiana de las afinidades filosficas, y no traducen ms que un reconocimiento de analoga.jones no nos informa acerca de la respuesta de la interesada, lo cual

    parece indicar que la entrevista se desvi. Cmo poda ser de otro

    modo? 'En primer lugar, el psicoanlisis como contenido terico deba serle

    poco, familiar y sospechoso por su origen. Su apreciacin' de Freud podaverse un tanto ofuscada por el contexto antisemita. Su difunto marido,

    Bernhard Fster72haba desempeado un papel activo en la campaa de1881 durante la cual se haban recogido 250 000 firmas para pedirle a

    Bismarck que detuviera la inmigracin juda en Alemania, y ella misma

    comparta sus ideas antes de convertirse en una ferviente mula del hitle

    rismo. ste es, pues, el mensaje que le llevaban los dos diputados de esaciencia juda: que en sta se reconoca un parentesco con la cara filosofa

    de su noble herman. Anunci que debi dejarla por lo menos reser

    vada. -yb 7V . V'' vv;'-r ' ' 'Eso no es todo: la visita de los dos emisarios debi coincidir con la

    noticia de que Lou Andreas-Salom estaba en Weimar. En efecto, es con

    motivo de ese congreso como estableci contacto con Freud .73 Ahora

    bien entre las dos mujeres reinaba una antigua y violenta rivalidad cuyo

    objeto era Friedrich Nietzsche. Rivalidad de casi treinta aos de antigedad, desde aquel ao de 1882 en que se haba entablado ese curioso idilioen tre Nietzsche y Lou. Objeto visibleme n te efectivo : haba visto a esa extranjera penetrar en la intimidad tan restringida de su hermano, celosa

    mente mantenida por ella, misma, suscitar una de sus escasas pasiones,luego instalarse en Tautenburgo;74haba asistido a los efectos nocivos ensu hermano de la degradacin de sus relaciones, y luego haba alentado

    el resentimiento de Nietzsche. Pero despus de la muerte mental de suhermano, y antes de su desaparicin fsica, el objeto de la rivalidad sehaba repetido en el plano filosfico, cuando Lou public su biografa, en

    1894, disputando desde ese momento su hermana y hagigrafa el derecho de propiedad sobre la verdad nietzscheana; yy--y^y-y^ -

    La llegada de la enemiga debi despertar, conto cabe suponerlo, mu-

    12 Bernhard Frster, discpulo de Wagner, conoci a Elisabeth en Bayreuth, se cas con

    ella en 1883 y,se la llev a Paraguay donde diriga una colonia alemana que supuestamente

    deba regenerar a Alemania, la Nueva Germania.Acab por suicidarse en 1889despus delfracaso financiero de iaempresa. Vase Peters, op. cit.,en particular, segunda parte, p. 147 y,

    ss.Nietzsche nunca tuvo mucho aprecio por su cuado.

    . 73- Le fue presentada por Bjerre. Vase infra, pp. 42 y ss. acerca del papel de Lou. mediadora de Nietzsche. ,

    74 Fue dp rapte, esa estancia dl verano de l882 en el santuario de Nietzsche cuandoculmin su aventura, cuyas vicisitudes son conocidas (cf. el Lebensrckblickde Lou, Ma soeur,

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    , y ( ,

    INTRODUCCIN 27

    chos desabrimientos, y una enfadosa asociacin se estableci desde aquelmomento entre la imagen aborrecida de Lou y el movimiento analtico,jpor transferencia de efecto negativo de una representacin a otra! Pete rs evoca precisamente este contexto: Lou por supuesto, evitaba cui

    dadosamente a su gran adversaria. Debi parecerle divertido cuando seenter que dos de los colaboradores ms cercanos de Freud visitaron aElisabeth y. le dijeron que su clebre hermano haba anticipado algunos

    de los hallazgos de Freud. Conociendo el antisemitismo virulento de Elisabeth, Lou poda imaginar la tortura que deba set para ella la idea deque el nombre de su hermano estuviese asociado con el de Freud . 75

    sta no era, desde luego, una recomendacin susceptible de facilitar

    los contactos., Elisabeth poda , incluso sos pechar (en ello algn a fechora

    de la rival: se atrevera a cubrir el nombre de- su herma.no del oprobiopsicoanaltico? 76 As, los dos mensajeros debieron ser recibidos muy

    framente, como manifestaciones del doble demonio de la ciencia juda yde la intrigante. Lou, junidas en una complicidad misteriosa e inquietante! Como se ve, el contexto no se prestaba en absoluto, a principios desiglo, a un acercamiento oficial, y la entrevista no tuvo consecuencias. ;

    Pero qu significaba esta, gestin del, lado freudiano? Debemos consi

    derar este homenaje bastante acentuado como una notable excepcin a la

    poltica general de desconfianza para con los sistemas filosficos? *De hecho, conviene poner el episodio en su lugar. Si bien es valioso

    registrarlo para una crnica freudo-nietzscheana, conviene no sobreesti

    mar su importancia, y sobre todo aprovechar la ocasin para obtener

    elementos de comprensin acerca de la actitud freudiana con respecto aNietzsche. .

    Sealemos primero que nada su aspecto coyuntural. Considerando el

    ambiente que haba creado Elisabeth en Weimar, hubiese resultado muydifcil sustraerse a una visita en adelante tradicional. La villa Silberblick(sede de los Archivos Nietzsche donde Nietzsche haba vivido sus ltimosaos) se converta rpidamente en el lugar de encuentro de todos losartistas, escritores y poetas de cierto renombre con que contaba Alema

    nia. .. La peregrinacin a Weimar era obligatoria para todos los fervientes nietzscheans de Alemnia, y un nmero creciente de extranjeros cultos suban a la colina para saludar respetuosamente a la hermana de

    Zaratustra. 77Esta se haba propuesto promover un movimiento Nietzsche. Por

    tanto, abra su casa cada sbado por la tarde y conceda audiencias a los

    fervientes nie tzschean s de visita .78 No haba recibido la visita de dig

    75 H. F. Peters, Ma soeur, mon pouse, Galmard, p. 275.78 Pcters ibid '

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    78 Pcters ibid -

    28 INTRODUCCIN

    natarios persas*mulos de Zaratustr* de profesores norteamericanos, deestudiantes hindes* y de eruditos japoneses? Los diputados d sa' nuevaciencia que se bautizaba psicoanlisis rio hicieron ms que sumarse aesa ronda heterciita'que se danzaba en torno a Nietzsche.

    sta llega su colmo en los aos anteriores a la Guerra Mundial,cuando se asistir al desarrollo de n verdadero culto de Nietzsche .79 Ira visitar los Archivos o firmar el libro de oro n' supona, por lo dems,ser de obediencia nietzscheana: en ltima instancia, era la expresin de

    unritual por el cuaMa intlligentzi reconoca el valor Nitzsche , en ellugar n que se reverenciaba. -

    Peters recuerda su contexto objetivo: El nombre de Nietzsche fue ci

    tado a menudo en.discusiones oficiosas durante el Congreso de Weimr.

    Todo el mundo sb que la Hermana de Nietzsche, Eiisabet.h, viva en laciudad y era'la rrgic directora d fls Archivos Nietzsche, que habafundado. 80Se tirata/pues, de objetivar pr Una- !peqiiea presentacin ofi

    cial lo que no ra 'sino: alusiones oficios: pero precisamente el aspectoficiadeIadlegcinlirnir.as:sritid5;Simplecontactdiplom con

    el santuario oficial, qtie dista mucho d. expresar, pesar de su preten

    sin exclusivista, l efervescencia del primer nietzschsmo que estalla

    desd esa poca; La brevedad del comunicado final de jones sejustifica

    en ltimainstancia pr lo que es una formalidad: algo as como un intercambio de iforrhciones. ^ r-i-in.m-if *-'-;

    : ''Por ttftodo hace pensar que no hubo decepcin, porque no se ha-

    b colocado; ninguna carga en esa gestin, simple prolongacin de las

    ActasdelCongreso; La entrevista, en u fra objt.ividad, se basta, pues, as misma: no como punto de partida para algn pacto entre freudianos ynietzschnos; sino smplernrite cmo punto d contacto, atestado d las

    semejnzs, por lo dem no refrendado por la otra parte.

    No Veamos, pues, eti 1.1o ningh juramrit de fidelidad, ni siquierai' infrk^ciri al gran pnricipi; fredin de abstinencia filosfica. Es

    justtiient ri se misrio'CQig'r's''di .V^eimar cuando Frec manifiesta

    su frialdad anfe el intento de interpretacinhegeliniznte del psicoanlisis por Putnm. A este respecto, Jones, quien Hizo las.ycs de delegado,declara: 'L mayor partede nosotros no yamps l necesidad, de adojptaruna doctVina filosfica particular, cualquiera qu sta fuese . 81 Y Hegelno,, sobre todo, podra decirse, pero tampoco Nietzsche. ^

    -::y\:V- ' . c.) cap., 22, p.280 y .w; Los funerales de Nietzsche fueron muy

    solemnes y se contempl en 1924 la ereccin de un monumento y . .. de un esradio olmpico! .WV ; >>.;H v,';;.

    80 Op. cit., pp. 274-275. ' \81 Op. cit.,t. II, p. 90. Vase el anlisis! del episodio Putnam en nuestro libro anerior, pp.

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    p , , p p , pp

    INTRODUCCIN 29

    Queda la significacin del acontecimiento, limitada pero precisa:Nietzsche es el nico filsofo contemporneo que haya sido objeto desemejante manifestacin de simpata respetuosa por parte del movimiento analtico oficial, en el momento de su institucionalizacin.

    La gestin, por su carcter a la vez inslito y natural, simboliza la relacin oficial, a la vez exterior y un tanto obsequiosa, que Freud toler conla Escuela de Nietzsche. A pesar de su poca simpata por la hermana delmaestro a la que lanza en privado algunas pullas,82se dirige a ella como ala autoridad en cierto modo administrativa de la nietzscheologa, como sifinalmente esa relacin se aviniera mejor a su poltica frente a Nietzscheque un contrato ms ntimo -e incluso permita ahorrarse ste-. Era conesta fachada como convena abordar sus relaciones.

    Pero tras esta fachada, que reduce la cuestin a un intercambio diplomtico entre dos instituciones, queda sin embargo la realidad del nitzs-

    chesmo vivo que hace fructificar, para Freud, ntimamente y bajo la influencia de algunos de sus allegados inmediatos, la idea de las afinidades

    electivas entre los dos hombres y los dos pensamientos. Por otra parte,

    est lo que Freud dice de Nietzsche, de quien afirma no haber ledo gran

    cosa. Por tanto, conviene orientarnos ahora hacia el encuentro personalde Freud y de Nietzsche,83 condicin previa para abordar la confronta

    cin sistemtica de los temas y de los pensamientos .84

    82 En forma de diagnstico, en la sesin de la Sociedad Psicoanaitica de Viena del Io deabril de 1908: La hermana de Nietzsche le recuerda a esos pacientes que se preparan (para

    cada sesin psicoanaitica) a fin de evitar que algo imprevisto salga a luz (op. di., p. 373).sa es la caracterizacin de la actitud defensiva y dogmtica de la interpretacin de la

    escuela weimariana, cpn la cual estableca poco despus relaciones diplomticas.

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    8 i d i h

    Primera Parte

    FREUD Y NIETZSCHE

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    r. FREUI) FRENTE A NIETZSCHE; GNESISDE UN ENCUENTRO

    Acabo, en este momento, de tomar a Nietzsche, donde esper encontrar palabras para muchas cosas que permanecen

    mudas en m .. ", F r e u d

    D u n c a m b io d e v a l o r e s a o t r o

    A l l l e g a r al final de su obra, N ietzsche escribe, como para expresar su

    sentido y su trmino : T urn, a 30 de septiembre de 888, da en que se

    termin el primer libro del Cambio de todos los valores. 1Al llegar al punto crtico en que se revela el atolladero de su teora de

    las neurosis por el descubrimiento de la fabuacion en la escena de seduc

    cin, Freud escribe a Fliess desde Viena el 21 de septiembre de 1897: Vano creo en mi n e u r t i c a ri este hundimiento general de todos los valores,

    sla la psicologa permanece intacta. El sueo conserva ciertamente suvalor y cada vez otorgo mayor valor a mis inicios en la metapsicologa. 2

    As, a menos de una dcada de distancia, expresando la crisis decisivade donde saldr el psicoanlisis, en plena gestacin de su hijo ideal, hijoproblma que bautiza metapsicologa, en el momento en que s encuen

    tra a punto de elaborar la teora fundadora del deseo, Freud vuelve aencontrar espontneamente en su pluma la expresin por l cual Nietzsche haba ribmbrado su proyecto. El simple hecho de que el lenguajenietzscheano, aunque slo fuese 1por virtud de la metfora, s imponga

    para nombrar ese cataclismo terico de dotide saldr uri discurso nuevo,siiriboliza ua afinidad de los planteamientos. Indica el inters de inte

    rrogar la convergencia^y l divergencia de esa trarismutcin de los vio-'

    j .*; Esa es la frmula fechada por prlogo del Ocojo de los dolos.Vase tambin el aforismo62 del Anticristo: .A partir de hoy? Transvaluacin de: todos los valores.. .(SW, VIII,

    283). Este escrito constituye en el espritu de Nietzsche el primer libro de una obra cuyo

    ttulo deba ser Cambio de todos los valores que es reemplazado a partir del verano de 1888

    por el ttulo La voluntad d poder. Acerca de este concepto, vase infra, segunda parte, li

    bro III, cap. III, p. 247. ; ' !' L' '

    1 Curiosamente, la traduccin francesa omite la mencin de los valores,-contentndosecon hablar de hundimiento general (La naissance de la psy(hanaiyse, p. 193). Jones, encambio, traduce completamente, sin eludir la acepcin axiolgica (op. cit., t. I, p. 391) y

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    cambio, traduce completamente, sin eludir la acepcin axiolgica (op. cit., t. I, p. 391) y

    res en la psicologa a la que Sigmund Freud le dio su nombre con la queFriedrich Nietzsche consum por su crtica, de la moralidad.

    Fero esto implica remontarse, ms all de la comparacin objetiva d el '

    psicoanlisis y del nietzschesmo evocada en la introduccin, al origen dela relacin personal del hombre Freud con Nietzsche, que materializa ese

    cruce de lenguajes. ... ,,Freud aprecia suficientemente esa metfora axiolgica de tonalidad

    nietzscheana para emplearla hacia la misma poca en el marco de la teora del sueo. Al examinar la labor del sueo a travs de sus mediosde representacin ,3 Freud pasa a la relacin entre el pensamiento delsueo y su contenido. Ahora bien, al llegar aqu, observa un notable contraste entre la intensidad sensorial o vivacidad de las imgenes delsueo y la intensidad psquica de los elementos correspondientes en las

    ideas latentes o su valor psquico (psychische Wertigheit).4 As, llega aafirmar: La intensidad de los elementos del primero no tiene nada quever cri la de los que constituyen el segundo,, y entre el material onrico( Traummaterial) y el sueo tiene, efectivamente, lugar una completa

    trammutcin de todos los valores.ps^iciftfatig. der psychischen Wert-gkeiten). ...

    Dicho en otros trminos: Durante la elaboracin del sueno pasa la

    intensidad psquica desde las ideas y representaciones, a las que perte

    nece justificadamente, a a mi juicio, no tienen derecho alguno(Ansprch)a tal acentuacin (Ttetonwng). 5Se trata en este caso del desplazamiento (Traumverschiebiing) que Freud llama d otro modo transmutacin de los valores psquicos . sta es la caracterizacin de todo el tra

    bajo de deformacin y, de oscurecimiento que define el lenguaje del

    sueo. As, la; mejor expresin que Freud puede encontrar para caracterizar ese ; proceso importante, del trabajo, del inconsciente, onrico esnietzscheana. v :

    . Pero no es sino una metfora: lo que Freud llama valor, psquico(Wertigkeit y. no Wert),es su intensidad ligada al inters que suscita, unarepresentacin. Por tanto, lo. que va a determinar, el cambio g lobal defisionoma del sueo, cuya arbitrariedad es recalcada por Fred en lfrmula anterior, es lai acentuacin del afecto que por desplazamientova a producir, por transferencia el trastorno de las intensidades.

    En todo caso, tomemos nota de que la expresin maestra de la axiologa

    nietzscheana sirve para expresar espontneamente en Freud las muta

    ciones esenciales, la de los valores tericos y la de los valores psquicos . Cmo ocurri este prstamo de lenguaje? , : ; ....' o

    i, ;En Traumdeutung (La interpretacin de.los sueos), Obras Completas, op .c it .,T '. I, p. 535Presiente en l unlenguaje que le concierne,profundamente, pero a travs de la paradoja deque lo que dice N ietzsche su puestamente, .expresa lo que en Freud permanece obstinadamente .mudo.; Toda. la; extraeza de, la relacin radic

    en esto., ^ >FVeud va hacia Nietzsche para encontrar el lenguaje de su propio inde

    cible , lo cual explica que siempre permanecer en el umbral. Se com

    prende mejor lo que declara un; poco ms tarde, que no: pudo leerlo msall de media pgina.0Sin duda piensa en particular en el episodio evo-

    qado.en esta cart^. Pero la,pereza! evocada aqu, para aplazar la lectura,disirnula la complejidad de la inhibicin, Traduce. el retroceso ante unaaccin tan contradictoria como .la del mudo que tratara de leer:.para

    aprender a hablar I, .Seguramente Nietzsche no hubiera podido desempear para Freud ese papel de instructor. i

    Se comprende mejor, en esta perspectiva, la mezcla de admiracin, deatraccin y de inquietud de Freud frente a Nietzsche y . su obstinacin enno leerlo, por exceso, de inters.10 Lectura siempre aplazad a, para e 1da en que esas numerosas cosas importantes qu periti.aiicn mdas sepongan decirse. jPro se s l crculo vicioso, pues, para leer a Nietzs-che Freud debe, cambiar de lenguaje! ;

    1 6 Acerca de.lvpegel, ,vas?el libro d^ j*etErs/sobre. E. Nietzsche, ,p. y pp. 196-233.7 Esta carta ri aparece en la recopilacin La naissance de la psychanalyse,pero es. citada por

    Max Schur, en Lamoridanyla vie de Freud(La muerte en. la vida de Freud), p. 248. Vase p.

    646 de se libro el texto aemn indito.. , A - " Vase infra,,pp. .57-&9 y supra, pp. 15-16. ;

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    36 FREUD Y NIETZSCHE

    . E l pr im e r in t e r m e d ia r io : P a n e t h .,

    Se encuentra en una carta del l l de mayo de 1934 a Arnold Zweig 11unavaliosa informacin- acerca de la atraccin que ejerca Nietzsche sobr el

    joven Freud: Durante mi juventud -dice a propsito de Nietzsche-, representaba para m una noblz que estaba fuera de mi alcance. Uno demis amigos, el Dr. Paneth, lo conoci en la ngadin y sola escribirme

    un montn de cosas acerca de l. Ms tarde tambin, mi actitud hacia' lhaba seguido siendo ms menos la misma. 12Aqu se reVela el esbozode un vnculo indirecto pro fuerte entre Freud, en los albores de suobra -Jones lo sita hacia 1885^13 y Nietzsche, filsofo itinerante terminando la suya en esa Engadina que es su marco iiaturl. Vnculo vivo y

    personalizado en cierto modo, pusto que emana de n hombre que vivicerca de Nietzsche en carne y hes.' ; : : "

    Joseph' Paneth era uno de los amigosms queridos de Frexid, muertoprematuramente en 1890,:14 en l mmrito en que Nietzsche se hundien la demencia. Fue Paneth/ piies, quin le' transmiti' algunos ecos sobre

    el ltimo "Nietzsche e l de la transmutacin d los Valores. Es probableque fuera a travs de- ese conduct. cmo lleg a eripleiair cierto vocabulario- de inspiracin nitzsch'eah- que-aparece en su correspondencia con

    Fliess.. Por tanto, ?lo que poda parecer un simple prstamo*trdut, porlo que expresa, la emotividad de la confesin tarda a Zweig, una verdadera idealizacin que pardj icm nt.e cm pir me te l idenifkari: Re-presentab para m ha^bblzf'qtie ^afid l 'Frd'de 1934- estabafuera de mi alcance. Tentacin superda; desde aquel momento, como lreferente' a :1a cosa filosfica en general; pero la confestn traduce adems la i precocidad de n : inters personalizando por Friedrich Nie tzsche.Hay algo incluso notable: la imagen evocada de Nietzsche coincide ri

    aquella poca con la imagen de esa Italia que tanto atr a Freud y a laque confiere el'mism presr,igioambivalente, l de una nobleza fuera dealcanc.15 ^ '

    '^^crcdfZtoig, 'y&'infri p. 38, n. 1. ' ' 'l "12 Citado por Jnes, op.;.d/, t. III,: fen sus Extraits'd ia correspondance de Freud (Extractos

    d,e, la.cpr^s.ppndncia-.de,;^reud), p.-5I7. : >, y.'"- r , '13 Op. cit., ibid., n .i . Acerca de los detalles del circuito de Nietzsche,; vase Guy de Pour-

    ialsJitzsc/i'h I t a l i e * , . , l,x

    14 Freud alude a l en a interpretacin de los sueos (M amigo jse , Obras completas, op.cit., f,. I, p. 642). l fue quien te adelant algn dinero para ayudarlo a que se casara y le

    sucedi en e! Instituto de Fisiologa d Vina como profesor asistente (demostrador) en1882. Muri de tuberculosis. '/.... ^

    15 La pasin por Italia es un rasgo comn de la sensibilidad nitihn y d la sensibilidad freudiana. Pero a decir verdad, no es la misma Italia l qeatrea uno y otro: se

    l d F d R Ni t h i h Cf P t l it

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    conoce el amor de Freud por Roma que Nietzsche no aprecia mucho Cf Pourtals op citGNESIS DE UN ENCUENTRO 37

    La expresin parece una respuesta por denegacin al evangelio de Za-rtustra: Por ello, hermanos mos, hace falta una nueva nobleza. . . . Pues*hcen falta muchos nobles para que haya una nobleza. *6 Freud. no seconsidera un buen recluta para semejante empresa y . se conforma conello. f . :V '"y' '. ' " '"y _ -" ' .Vv

    Por 16 dems, hay que rectificar las indicaciones de Freud cuya memoria resulta aqu aproximativa. Fue en Niza, a fin ale s del mes de diciembrede 1883, dnde Pneth co noci a N ietzsche. E st puede establecerse sgra

    cias a 1a correspo nctencia de Pneth : e 1 15 de d iciembre de 1883, Panethescriba a su mujer que Nic;tzsche le Haba hecho llegar su. tarjeta despus dehaberse enterado que trataba de ponerse ' en con tacto con , y Paneth diceestar impaciente por. conocerlo , aadiendo que, np es tan inaborda

    ble como se dice . El 17 de diciembre dice haberse presentado en casa

    de Nietzsche en vano.. Por fin, el 26 de diciembre: Volv a Niza y porfin pude ver a Nietzsch. I parecer,, se cre una. verdadera simpataentre Paneth y Nietzsche, hasta tal punto qu Paneth confa de entrada:

    Fue sumamente amable, no hay huella en l de afectacin o de aspectoproftico, como me lo tema despus de su ltima carta. Por el contrarip,se mostr muy sencillo y muy natural. Luego mecr it sin la mnorafectacin y sin ninguna vanidad que se segua sintiendo investido qe unamisin y que en adelante quera elaborar la obra que llevaba dentro de

    l . v . Me cont su vid. El 3 de enero de 1884., despus de un nuevopaseo con Nietzsche, Panelli confa haber tenido seis horas de conversacin muy animada , aadiendo que todo lo que deca estaba expresaciocon mucha simplicidad. Sigue una frase que introduce la palabra nobleza : Su acceso es simple y. sin preten sin, impregnado

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    17 C t d P th j d id C i Alb ht B lli F O b k

    38 FREUD Y NIETZSCHE

    brind. 18 En abril de 1934, cuenta Jones, Arnold Zweig le cont a Freudque tena iri te ncins'd escribir un libro' sobre el hundini in to me ntal. deNietzsche, y le hizo llegar el primer borrador. Frud habra tendido a

    aconsejarle que renunciara a su proyect aunque admitiendo no sabercon precisin por qu razones/ 19Este episodio es tanto ms interesante

    cuanto que, para dar satisfaccin a la consulta de Zweig, Freud explica lasrazones que tuvo

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    ( t l b Ni t h ) ( C d 1873 1939 G lli

    GNESIS DE UN ENCUENTRO 39

    hay motivaciones psquicas; y tratar de desenredar stas sera correr elriesgo de cometer graves errores. 22 Freud con firma. aqu su desconfianza ante una interpretacin puramente psicogentca de la enfermedad de Nietzsche.

    Como Zweig persisti en su proyecto y le pidi algunas sugerencias encuanto a la vida de Nietzsche , Freud le responde el 15 de julio de 1934: Usted sobreestima mis conocimientos relativos a Nietzsche, por consi

    guiente no puedo informarle acerca de nada que pueda serle til. 23Adems, formula esta vez una verdadera refutacin a una psicografade Nietzsche: En mi opinin, dos hechos impiden el enfoque del problemaNietzsche. En primer lugar, no se puede penetrar en el conocimiento denadie si no se dispone de algunos elementos relativos a su constitucin

    sexual y, con Nietzsche, este campo es un enigma completo.24 En segundo lugar, sufra de una enfermedad grave y despus de un largoperiodo de sntomas preliminares, se declar una parlisis general. Este

    diagnstico tradicional es un segundo motivo de vacilacin: Con unaparlisis general, los conflictos se desvanecen en el trasfondo etiolgico,

    As, ia enfermedad psicoorgnica impide literalmente el acceso a los conflictos de Nietzsche.25 Por tanto, la ltima postura de Freud acerca del

    caso Nietzsche es resueltamente agnstica: el hombre Nietzsche perma

    necera irreductiWemente; cerrado al anlisis por lai doble muralla de sussecretos de alcoba y de su enfermedad psicoorgnica.

    stas son las razones probadas por las cuales no poda existir esta monografa completa de Freud sobre el caso Nietzsche con la que podramossoar. Pero hay adems una razn afectiva, que Freud confiesa en lacarta anterior a Zweig. Despus de haber enumerado los obstculos etio-lgicos, aade con esa honestidad que en l se aviene a.un desconoci

    22 En este sentido, Freud es fiel a su postura formulada un cuarto de siglo antes sobre lamisma cuestin (vase supra, pp. 21-22). Adems, Freud aade: De todas maneras, si no se

    es un especialista, ios detalles de una enfermedad presentan muy poco ihters. sta s otramanera de achatar el problema voluntariamente en el plano tcnico: por lo visto, el casoNietzsche es un asunto de especialistas", una cuestin faci,(interpretacin de la parlisis) previa a toda especulacin, aunque fuese psicoanaltica.

    23 Citado por Jones, t. III, p. 217. . ' ,En apoyo de sto; Freud evoca la hiptesis: Se dice incluso que era un.homosexual

    pasivo y que haba contrado su sfilis en un burdel de hombres en Italia. Rumor acerca del inai no se pronuncia: Ser cierto?: quien sabe (en espaol en el texto, N. del T.). Ya en

    1908, Freud y los dems analistas vieneses consideraban este hecho, en la sesin de mircoles 28 de octubre: Cierta anomala sexual es indudable. Jung pretende haberse enterado

    de que ietzsche contrajo la sfilis en un burdel homosexual; esto no t iene la menor impor

    tancia (Minutes, op. cit., II, p. 35). En 1934, Jung se convirti en se, pero Jung parece- serefectivamente uno de los que acreditaron esta hiptesis dentro,del.movimiento analtico.

    2S Por tanto, hay para Freud un aspecto patolgico bruto. Ignoro si los escritores estn

    autorizados a cambiar los hechos patolgicos brutos aade No suelen ser personas muy

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    autorizados a cambiar los hechos patolgicos brutos aade No suelen ser personas muy

    40 FREUD Y NIETZSCHE

    miento lcido: No podra decir si sas son las razones verdaderas de mioposicin a su proyecto. Quiz la manera en que usted me compara con

    l tiene algo que ver en ello. 26As, se trata de un rechazo de identificacin, que Freud asocia una vez ms con su juventud: Durante mi juven

    tud, representaba para m una nobleza fuera de mi alcance. Freud sugiere de este modo que algo ms que las dificultades tcnicas lo detienenen l umbral de la psicgrafa de Nietzsche filsofo: algo que ocurre del

    lado del ideal del yo y del saber.27 .Aadamos que Freud postula una continuidad de su actitud frente a

    Nietzsche: Ms tarde tambin -afirma- mi actitud hacia l sigui siendoms o menos la misma. Sin embargo, cabe sponer que esa actitud, sis

    tematizada a posteriori;sigui las vicisitudes de la postura freudiana frente

    a la filosofa 28y fue influida fen particular por los problemas que planteel uso de Nietzsche; en el interior mismo del movimiento analtico. !

    As, Freud pudo ver a Nietzsche lanzado en contra de su gran tesis de

    la etiologa sexual en manos de Adler,

    N i e t z s c h e e n ma n o s d e l o s o f e n s o r e s d e l a l ib id o

    La defeccin de Adler afect a su manera la relacin de Freud conNietzsche. En efecto, la psicologa individual y comparada d Adler sehaba referido de manera privilegiada a una terminologa nietzschana.La teora del inconsciente como Kunstgrtff(artificio) de la inferioridad delos rganos tomaba de los anlisis nietischeaos una especie de garanta.En el gran debate de febrero de 1911 que desembocara en la ruptura, la

    voluntad de poder nietzscheana se opone a la libido freudiana n unaalternativa polmica en el momento mismo en que el movimiento anal

    tico se confrontaba ms intensamente a Nietzsche.28Resulta demasiado evidente que una divergencia profunda separaba el

    26 Carta del II de mayo de 19M, ibid. " * ^2 * En la carta del 15 de julio, declara no creer la mitad de lo que Zweig escribe acerca de

    l en su balance.Se trata del Balance del judaismo alemn: un ensayo,que contiene un emotivoelogio de Freud. ' '\ ' " ' ' ' 1

    Comprese con las formulas identificadoras dirigidas a los maestros de Freud (Brcke ysiis colegas): 'HeimhoUz mi dolo, Pero para Freud el ideal cientfico es regulador, cabe

    esperar acercarse a l, en tanto que el filsofo (en est caso, Nietzsche) entraa una. nobleza

    inaccesible, pues se encuentra en otra parte acaso ficticia. Hacia 1885, en todo casb, ambos ideales pudieron coexistir n Freud. } 1 ..

    28 En electo, Freud siempre sobreestim la continuidad de su relacin con los filsofos, yredujo su inters a lo anodino de una atraccin de juvent ud (vase Freud, la philosopkie et les

    pkilasophes, p; 15). ; ' ' ' ' ^

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    GNESIS DE UN ENCUENTRO 41

    universo adleriano del universo nietzscheano y que los prstamos de

    Adler no hipotecaban las teoras del pro pio Nietzsche, pues la teora de lasobrecompen sac in se encuen tra muy lejos de la naturaleza de la Willezur Machi nietzscheana, y la anodina astucia del neurtico segn Adlerdista mucho de la fragmentacin de la voluntad nietzscheana. A lo sumo,la convergencia era posible gracias a una temtica comn, la de la psico-io gi del desenmascara miento (Entlarvungspsycholo gie). No obstante, laestrategia paradjica de Adler equivala a servirse de categoras de obe

    diencia o de tonalidad nietzscheana para romper con el fundamento pul-sional del psicoanlisis freudiano: Nietzsche serva objetivamente, en elconflicto decisivo de los aos 1910 en que la diferencia freudiana emergeconflictivamente, para denegarle a la libido sus pretensiones en provechode otro principio, por reactivacin del eje de la agresividad. De hecho,

    cuando anuncia que se dispone a ejecutar contra l (Adler) la venganzade la diosa Libido, ofendida,-0 Freud no poda ignorar que el lenguaje

    nietzscheano haba sido empleado en la ofensa! 31 ?" k ^ ^ ; ;

    Esta circunstancia no poda ms que confirmar la desconfianza deFreud frente a ese referente, plstico como todo referente filosfico, qu

    serva, de grado o por fuerza, a amortiguar el choque del mensaje analtico y a soslayar la etiologa sexual.

    AI volverse hacia el otro gran cismtico, C.. G. Jung, Freud volva a

    encontrar en juego el nombre de Nietzsche. Podemos apreciar esto, talcomo la vida lo presenta, siguiendo las manifestaciones de Nietzsche en la

    importante correspondencia entre ambos hombres, antes de la ruptura.

    Entre 1907 y 1912, Jung evoca a Nietzsche, ya sea paira mencionar

    alguna teraputica que asocia la teora freudiana con la filosofa nietzscheana,32 sea para asociar Io dionisiaco con la sexualidad,33 o bien para

    30 Carta a Oscar Pfistr del 26 de febrero de 1911, Correspondance, p. 86. sat Es verdad que no es sino un lenguaje, Mans Sperbr, seguidor de dler, seal conacierto la diferencia de;categoras: la. voluntad de poder adlriari resulta muy anodinacon respecto a la de Nietzsche (Alfred Adler et la psyckologie Gallimard, pp. 122-

    126). No obstante, la sustitucin de la sexualidad, por la agresividad es en s reveladora :vase infra, segunda parte, pp. 132 y ss. s. ., ;,

    32 Slgmund Freud, C.-G. jung, Correspondance, trad. frane. Gallimard, t. I, carta 46 J.del25 d septiembre de 1907: El Dr. Grss rae ha dicho que s deshaca en'seguida de la

    transferencia en el mdico, haciendo de la gente unos inmoralists sexuales... El estado

    realmente sano para el neurtico es la inmoralidad sexual. Con ello os asocia a Nietzsche"

    (pp. 143-144). Gross (1877-1919), asistente de Kraepelin en, Munich, representa una forma

    de terapia mixta (freudo-niest/scheana), variedad que debe compararse con .tentativas ele te

    rapia freudo-schopenhaueriana. como la de Julusberger (cf. Freud, la philosophie et les pkilo-sophes, pp. 182-183). Vase tambin el punto.de vista de Rank, infra, pp. 52,53,54.

    . 33 Carta 170 J del 25/de diciembre, de .19.09: Le dira gustosamente muchas; cosas acercade Dionisos ... Niefistie me parece, haber sospechado buena parte de todo ello (op. cit., t.

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    42 FREUD Y NIETZSCHE

    recomendar a Lou Salom.34 Gada vez, Freud deja pasar la alusin sindarle curso.. Hecho simblico: en el momento decisivo de la crisis, en1912, Jung cit.a a Zarat.ust.ra para reivindicar la autonoma del discpulodiciendo que se devuelve mal lo que se le debe a un maestro cuando se

    sigue siendo tan slo el alumno.35 As, Nietzsche habr proporcionado aldiscpulo disidente el lenguaje de su emancipacin! Adems, el maestro

    interpreta esto como.' uri peligro mortal para la 'Pr. Tambin es sa lanica ocasin en que Freud pronuncia el nombre de Nietzsche en seintercambio de cartas:-es para manifestar su aprobacin a la necesariaindependencia intelectual y a la cita de Nietzsche" que la apoya, pero espara negar haber hecho uso alguna vez de; tentativas de represin intelectual.36 Por tanto, Freud slo acepta la identificacin con Zarat.usr.ra

    para negar su funcin de maestro. :/, . ;

    Sealemos simplemente que Nietzsche interviene entre Fred y Jung,como primer paso del. discpulo al que responde un silencio del maestro,

    o como evangelio de la revuelta del discpulo contra el maestro, o por

    Idmo como referente de su obra disidente, como lo indica el uso de las

    nociones nietzscheans. en la obra de Jung. '

    !>Lou Sa l o m , nexo n at u r a l e n t r e N ie t /sche y F r eud

    Pero la indagacin no estara completa si no considerramos, para expli

    car la. relacin freudiana con Nietzsche, la aportacin de quienes pudieron mantener positivamente en l la idea de las afinidades niet.zscheanas,hasta el grado de contribuir a confeccionar la imagen que se forj deNietzsche -aqullos .que, en tanto que l se niega a leerlo, se lo leen ymantienen encendida su antigua llama por una nobleza inaccesible.

    Se conoce la importancia de los intercesores en la relacin de Freud

    con los filsofos: pero sin duda los mediadores nunca fueron tan diligentes, como.'entre Nietzsche y Freud. ste experiment un verdadero bombardeo de solicitaciones nietzscheanas: en torno l, se encuentra conNietzsche literalmente por doquier, a reserva de reiterar sin cesar el actode sustraerse.a l. ..... . ^ .., '

    Sin contar a los analistas con un barniz de Nietzsche que ya vimos, enlas sesiones de los mircoles, rivalizar de cultura nietzscheana, tres tipos de

    34 Carta 291 J del 2 de enero de 1912: La seora Lou .. ., por sus relaciones con Nietzsche, goza de una reputacin literaria no despreciable (op. cit.',t. II, p. 242). Vase infra,p. 42.

    35 Carta 303 J del 3 de marzo de 1912: Dejo que ZaratuStra hable por m", dice Jung

    (op. cit., t.-II, p. 259), citando el ltimo captulo del libro I, Acerca de la virtud que da, 3

    {SW, V I, 83-84), que contiene la famosa sentencia: Actualmente, yo os ordeno perderme y

    encontraros; y solamente cuando me hayis negado todo, volver a vosotros.

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    encontraros; y solamente cuando me hayis negado todo, volver a vosotros.

    GNESIS DE UN ENCUENTRO 43

    mediadores desempearon el papel ms activo en ese trabajo de tratamiento y de informacin:

    - Como nexopersonal,entre el hombre Nietzsche y e lhombreFrenad: se:

    es el papel de Lou Salom.- Como nexo literario, elaborando artstica, y sutilmente una analoga

    entre las dos obras: sa es la funcin, que incumbe a Thomas Mann. .- Como nexofilosfico, mantenido por los filsofos admitidos en elcrculo freudiano, entre los cuales cabe distinguir al analista filsofo que

    realiz el paralelo ms sistemtico, entre las dosproblemticas: se es elpapel fundamental de Orto Rank. , ..;.

    Queda, pues, por evaluar, siguiendo esos tres grados de acercamiento,la parte respectiva que tom cada uno de esos tres grandes mediadoresen el acercamiento freud-nietzscheano y por estimar su repercusin,

    inmediata o sutil, en Freud, y el uso qu puede hacr de ello quien deseellevar a t rmino la confro n tac in as esbozad a.

    En el espritu de los observadores, Lou Andreas-Salom era el nexonatural entre los dos hmbres. Jones resume bien esta opinin: Se decade ella que haba entablado amistad con los hombres ms grandes de lossiglos xix y xx: Nietzsche y Freud. 37 Y el propio Frud crditba sta

    idea, ya que hablaba desella como del nico nexo real entre Nietzsche yl mismo , cmo lo indica l homenaje que le rendir al morir, en urta

    carta del 11 de febrero de 1937 dirigida a Arnold Zweig, conocedor ncosas nietzscheanas y promotor del acercamiento entre los dos pensamientos.38Nexo vivo, puesto que conoci a los dos hombres con treintaa de distancia.39 :

    Pero, contrastando con esta versin, todo sucede como si Nietzsche nohubiese intervenido activamente en la relacin entre Lou y Freud, de talmodo que sta no parece haber hecho progresar el conocimiento de

    Nietzsche en Freud. Nietzsche parece el dios oculto, sin duda omnipre

    sente tcitamente en su comercio, segn el juicio final de Freud, pero

    nombrado rara vez y , por as decirlo, so briamente. As, cu ando se lo citaexpresamente, siempre es un poco como algo externo, ert la correspon

    dencia, como en una carta de; 1932, en que Freud aprovecha una alusinde Lou para declararle: A menudo me he irritado cuando escuchaba

    mencionar vuestras relaciones con Nietzsche en un sentido que os; era

    claramente hostil y que no poda corresponder en absoluto con la reali

    dad; 40 o como en 1934, cuando Freud le propone convertirse en la

    37 Op. cit., I. II, p 188. ; A.- ' r 1 \38 Citado por Jones, t. III, p. 243. . . :39 Lou conoci a Nietzsche en. 1882-1883 y a Freud en 1911.40 Lou Andreas-Sajomc, Correspondance avec Sigmund Freud,Gallimard, p. 245< carta del 8

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    44 FREUD Y NIETZSCHE

    consejera" de Arnold Zweig, que estaba trabajando en un estudio sobreNietzsche, recibiendo por lo dems una negativa horrorizada .41 As, sibien Lou fue el nico nexo real entre Nietzsche y Freud, el contrato

    tcito pareca imponer que se lo evocara lo menos posible.

    El benefcio real de ese nexo con respecto a las relaciones Nietzsche-Freud se manifiesta de manera mucho ms vivida en un episodio familiar

    en que Lou es tornada por testigo de na reaccin de Freud Hacia el

    hombre qu ella conoci. Se trata en particular de la ancdota que relata

    en su Diario de un ao, en la famosa discusin sobre su defensa de Freudfrente a la filosofa, del 23 d febrero de 1913,42 su horror ante el Le-

    bensgedicht que le toc leer precisamente en las composiciones de Nietzsche . Este episodio evocado por Lou And reas-Salom en su biografa

    expresa vividamente, por su espontaneidad misma, lo que separaba, carcter ialmen te por as decirlo, a Freud y a Nietzsche en la aprehensin de la

    vida. ' :

    Un da, l haba recibido pco antes de mi visita el Himno a la vida deNietzsche: era mi Plegaria a la vida escrita en Zurich y que Nietzsche

    haba musicalizado modificndola un poco. No era en absoluto del gusto

    de Freud. l, que se expresaba, con tanta sobriedad, no poda aprobar elentusiasmo desmedido del que se abusa cuando se es joven y sin expe

    riencia alguna. De humor jovial, alegre y cordial, me ley en voz alta losltimos versos:

    Memoriasa causa de algunas aclaraciones referentes a Nietzsche" (ibid.,p. 244). Se trata de

    la ofensiva que Eiisabeth Nietzsche haba lanzado .nuevamente contra Lou, impugnando

    todos los hechos alegados por los antiguos familiares de su hermano, campaa que desem

    bocara en su escrito Niezsche y las mujeres de su tiempo, donde presentaba a Lo; como, una

    vulgar aventurera. En la misma misiva, Freud tomaba claramente partido por Lou y la

    incitaba a la rplica: Usted ha pasado todo por alto porque ha sido usted demasiado gran seora; no va usted por fin a defenderse de, la manera ms digna? La opinin de Frud

    sobre la hermana de Nietzsche se haba degradado indudablemente desde el episodio de1911 (vase supra,pp, 26, 27.

    Pt>r lo dems, Freud realiz sin placer esta gestin, y a insistencia de Zweig, a favor de

    un proyecto que, como se vio, no aprobaba. El 16 de mayo de 1934, le escriba: Un gratoamigo, Arnold Zweig, el autor de Grisha,quiere adivinar y presentar un Nietzsche (nteseel tono escptico!). El sabe que usted sera una incomparable consejera, pero vio querra

    usted? Y, por principio, le he desaconsejado que se ocupe d ello {op. cit,, p. 250). L

    menos que puede decirse es que no la insta a aceptar. Respuesta de Lou el 20 de mayo: Encuanto a m, esa participacin es absolutamente inimaginable y, por ms reducida que fuera,

    imposible. Para ni, esto no debe tocarse; rechazo esta idea con pavor. Se lo ruego, dgaseloa quien corresponda con la mayor energa y para si