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UNIVERSIDAD DE ALCALÁ Y UNIVERSIDAD APEC
Memoria de Máster
El Uso de las Expresiones Adverbiales en el Español Dominicano
y su Didáctica en ELE
Presentado por
Manuel de Jesús Peralta C.
Directora del trabajo
Dra. M.a Ángeles Álvarez Martínez
República Dominicana Junio 2008
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A Dios, por guiar mis pasos, aun cuando no los entienda.
A mis padres y hermanos, Ramón, Ana, Aracelis, Cristian y David. Por su amor desinteresado para hacerme seguir adelante.
A María Ángeles, por guiar este barco a buen puerto y siempre decirme que se puede. Nunca olvidaré sus orientaciones.
Universidad APEC: A Irene Pérez y a Clara Echavarría. Por darme esta oportunidad y enseñarme siempre.
A mis hermanos en Cristo: ¡Bendiciones del Altísimo!
A mis compañeros de maestría: juntos iniciamos y juntos terminamos. ¡Éxito!
Y a ti… por tu paciencia y sacrificio en la espera.
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Índice 1. INTRODUCCIÓN
1.1 Breve introducción ……………………………………………………………………………………5
1.2 Hipótesis de partida………………………………………………………………………………… 7
1.3 Objetivos fundamentales y secundarios……………………………………………… 7
1.4 Estado de la cuestión ……………………………………………………………………………… 8
1.5 Dificultades ………………………………………………………………………………………………. 9
1.6 Descripción del trabajo …………………………………………………………………………. 11
2. MARCO TEÓRICO
2.1 Estado de la cuestión ……………………………………………………………………………. 13
2.2 Planteamientos teóricos ………………………………………………………………………. 28
2.3 Metodología elegida ……………………………………………………………………………… 37
3. ANÁLISIS DEL CORPUS
3.1 Recogida del corpus ……………………………………………………………………………… 42
3.2 Metodología aplicada ……………………………………………………………………….…… 75
3.3 Resultados del análisis …………………………………………………………………….…… 88
4. PROPUESTA DIDÁCTICA
4.1 ¿Por qué enseñar expresiones adverbiales? ……………………………………… 90
4.2 ¿Cuáles enseñar? …………………………………………………………………………………….. 90
4.3 ¿Cómo enseñarlas? ……………………………………………………………………………….…. 90
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4.4 Consideraciones didácticas para la enseñanza
de las expresiones adverbiales ………………………………………………………..…. 93
4.5 Actividades …………………………………………………………………………………………….. 96
5. CONCLUSIONES ……………………………………………………………………………………….… 171
6. BIBLIOGRAFÍA
6.1 Primaria …………………………………………………………………………………………….…. 173
6.2 Internet …………………………………………………………………………………………….… 174
7. ANEXOS …………………………………………………………………………………….………………….. 175
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1. INTRODUCCIÓN
1.1 Breve introducción
La realización de este trabajo constituye una investigación que quiere describir el uso de
las expresiones adverbiales en el español dominicano. En la misma, se presentará un
banco de expresiones adverbiales reconocidas del habla dominicana y, además, se
presentará una propuesta didáctica que permita enseñar estas expresiones en ELE.
Este estudio está dirigido a todos los que deseen conocer más sobre las particularidades
que presenta el español dominicano. Con esta investigación pretendemos contribuir a
los estudios que se han realizado, para describir la variedad dominicana como parte del
conjunto que conforman la lengua española.
En el primer capítulo titulado “Introducción” presentaremos la descripción general del
tema abordado, los objetivos de la investigación, y la hipótesis que pretendemos
demostrar. Además, mostraremos un panorama general sobre los principales autores
dominicanos que han realizado diversos estudios sobre el español de este país. Asimismo,
presentaremos las dificultades que presenta el estudio dentro del contexto dominicano.
El segundo capítulo abarcará el “Marco Teórico” de la memoria. En éste, expondremos
las principales teorías existentes relacionadas con el tema objeto, así como la definición
de conceptos lingüísticos que faciliten la comprensión total del estudio. Igualmente
presentaremos las razones por las que los dominicanos recurren al uso de una expresión
adverbial en sustitución de un adverbio.
El siguiente capítulo lo constituye el “Análisis del Corpus”. En el mismo, presentaremos
las expresiones adverbiales usadas en la bibliografía seleccionada, y también las
recogidas del habla dominicana cotidiana mediante encuestas. Las expresiones
adverbiales que presentamos en este estudio no forman parte de las acepciones
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incorporadas en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Todas serán
presentadas junto a los adverbios que sustituyen y dentro de contextos oracionales. De
esta forma, garantizaremos su compresión y facilitaremos su equivalencia, si se desea,
con otras expresiones pertenecientes a otros ámbitos del español.
En el cuarto capítulo ofreceremos una “Propuesta Didáctica” sobre el tema con la que
pretendemos contribuir a la enseñanza del español como lengua extranjera en ambientes
nacionales e internacionales.
Luego expondremos las “Conclusiones” del estudio a partir de la hipótesis planteada y de
los objetivos propuestos. Por último, presentaremos la “Bibliografía” que nos ha servido
de fundamento durante el desarrollo del estudio, y de esta manera agotar el conjunto de
pasos planteados por la ciencia de la investigación social para el desarrollo de un estudio
científico.
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1.2 Hipótesis de partida
La realización de un estudio exhaustivo de las expresiones adverbiales del español
dominicano para contrastarlas con el español general. De este modo, sabremos
cuántas son propias y cuántas son generales, así como el valor cuantitativo de uso en
el español dominicano.
1.3 Objetivos
1.3.1 Objetivos fundamentales
• Conocer cuántas expresiones adverbiales hay y cuáles han de enseñarse en un
curso de ELE.
1.3.2 Objetivos secundarios
• Establecer el corpus de expresiones adverbiales propiamente dominicanas.
• Determinar la estructura interna de las expresiones dominicanas.
• Valorar la validez, o no, de estas expresiones en la enseñanza de una ELE.
• Presentar algunas de las principales razones por las cuales los usuarios recurren al
uso de expresiones adverbiales en el habla dominicana.
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1.4 Estado de la cuestión
El español hablado en la República Dominicana constituye una de las áreas lingüísticas
menos estudiadas, hasta el momento, en comparación con las demás variedades que
conforman el español caribeño: el español cubano y el puertorriqueño.
En la actualidad, se considera aun muy escasa la cantidad de estudios lingüísticos
realizados y muchos de estos no responden a un rigor científico que describa
objetivamente las particularidades del habla dominicana de manera integral, y en
comparación con otras del Caribe e Hispanoamérica. Muchas son las razones a las que
obedecen estos resultados, pero la de mayor relevancia consiste en que muchos de los
estudios han sido realizados por folkloristas, historiadores y otros estudiosos sin ninguna
formación lingüística que desconocen tanto la naturaleza de las lenguas como las
principales herramientas y metodologías para describir y explicar el fenómeno
lingüístico, según la lingüística moderna.
Al respecto, Orlando Alba expresa que durante las últimas décadas se han intensificado
en el país los esfuerzos por estudiar con rigor metodológico el modo de hablar de los
dominicanos. Desde hace bastantes años, lingüistas de otras nacionalidades contribuyen a
ampliar el conocimiento del tema. Basta pensar, entre otros, en las aportaciones de
investigadores como Manuel Alvar, Edith Bédard, Lysanne Coupal, Germán De Granda,
Humberto López Morales, William Megenney, Armin Schwegler, Traycy Terrell.
Una de las maneras en las que se pueden agrupar los estudios lingüísticos en la República
Dominicana es atendiendo a la fuente de los datos. A partir de este criterio, las
investigaciones pueden ser bibliográficas o investigaciones de campo. Orlando Alba
establece la década de los 70 como frontera para delimitar los tipos de estudios realizados
en la República Dominicana. Sostiene que con excepción del artículo de Navarro Tomás
(1956), Apuntes sobre el español dominicano, en el que ofrece una pequeña muestra de
materiales sobre el habla rural dominicana, sacados de entrevistas realizadas a nueve
campesinos en el año 1926, son principalmente bibliográficas.
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Con la aparición de las obras de Jorge Morel (1974) y de Jiménez Sabater (1975) se
inaugura la etapa de los trabajos que analizan datos orales. Este tipo de estudios se
incrementa de manera especial a partir de la década de los años 80 cuando se publican,
entre otras, investigaciones realizadas por Orlando Alba, Manuel Alvar, Celso Benavides,
Lysanne Coupal, Carlisle González, Rafael Núñez Cedeño, Irene Pérez Guerra, Nelson
Rojas, Tracy Terrell. El eje central de los estudios sobre el español dominicano en general lo constituye la obra
El Español en Santo Domingo de Pedro Henríquez Ureña, publicada en 1940 en Buenos
Aires, Argentina. Esta obra es de carácter integral porque en ella el lingüista dominicano
estudia la variedad dominicana abarcando los tres aspectos de la lengua: fonético-
fonológico, morfosintáctico y lexico-semántico.
El segundo es Cómo hablamos los dominicanos, Un enfoque sociolingüístico, de
Orlando Alba (2004). Esta importante obra se destaca, además por su carácter didáctico,
porque presenta un estudio que integra los tres aspectos de una lengua. El capítulo 2
aborda los rasgos fonéticos del habla dominicana; el capítulo 3 presenta rasgos
morfosintácticos: la forma de las palabras y las oraciones; y el capítulo 4 se centra en el
estudio del léxico: arcaísmos, marinerismos, indigenismos, afronegrismos, la influencia
haitiana, anglicismos, etc. Otra de las características que presenta la singular obra es la
integración de estudios cuantitativos y comparativos respecto al español dominicano.
1.5 Dificultades
Todo estudio lingüístico que se realice en la República Dominicana y en muchos países
de América Latina compartirá retos que, desde el punto de vista científico, representan
grandes barreras para una investigación lingüística.
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En primer lugar, en nuestro país no se cuenta con suficientes fuentes bibliográficas con el
grado de rigor científico que merecen este tipo de investigaciones. Los estudios
lingüísticos que se han realizado son muy escasos, en comparación con otras áreas del
saber, así como en comparación con los que se han realizado en otros países en materia
de lingüística. Además, muchos de los estudios existentes con rigor metodológico como
los de Henríquez Ureña (1940), Navarro Tomás (1956) y Jiménez Sabater (1975)
presentan fenómenos lingüísticos que no se corresponden con la realidad actual del habla
dominicana. No obstante, hay que reconocer los múltiplos méritos que han mantenido a
través del tiempo por el nivel de cientificidad con el que fueron realizados, en una época
donde estos estudios apenas se iniciaban en nuestro país.
Cabe destacar tal y como sostiene Orlando Alba (2006) el surgimiento que han tenido los
estudios lingüísticos a partir de la década de los 80.
En segundo lugar, otra barrera que enfrenta la investigación de los fenómenos
lingüísticos en nuestro país es la poca aceptación de esta área a nivel social. En los países
en vía de desarrollo como el nuestro, las carreras humanísticas no responden al nivel de
predilección entre los ciudadanos que ingresan a las universidades. A esto se añade la
poca inversión que destina el estado para la promulgación y el desarrollo de
investigaciones en cualquier área del saber.
Por último, hay que señalar que de las universidades existentes en nuestro país solo
cuatro desarrollan programas de estudios especializados en Lingüística y la mayoría se
inclinan hacia enseñanza del español, no a la investigación lingüística. Por consiguiente,
cualquier investigación lingüística que se realice deberá sobreponerse a estas barreras que
responden a la realidad dominicana.
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1.6 Descripción del trabajo
El idioma español constituye una de las lenguas más ricas por su capacidad de incorporar
nuevos términos, expresiones y formas de estructuras sintácticas a los que posee. La
riqueza del español se acrecienta en la medida que aumenta el número de hablantes y se
consolida su posicionamiento en los estándares internacionales. Esto conlleva que de
forma sistemática y continua se deban realizar estudios que describan y expliquen los
cambios que surgen a través del tiempo.
La difusión del español en el mundo ha contribuido en el surgimiento de variedades
dialectales según el país donde se hable. La especial característica del español radica en
la amplitud geográfica por la que se extiende. En el mundo existen variantes del español
en tanto países lo hablen y estos arraigan en sus adentros otras sub-variantes que lo
enriquecen según el nivel social, el sexo, la ubicación geográfica y el grado de cultura de
sus hablantes.
La variedad dominicana forma parte del conjunto que conforman la lengua española.
Como variedad lingüística contribuye a su enriquecimiento y fortalecimiento presentando
particularidades que lo caracterizan y lo diferencian de las demás. Mediante esta
investigación pretendemos contribuir al conjunto de estudios realizados sobre el español
dominicano. La misma se limitará a presentar, describir y analizar el uso de las
expresiones adverbiales en el habla dominicana, así como a presentar una propuesta
didáctica que facilite, mediante la presentación de estrategias y actividades, su enseñanza
en ELE.
Para la realización de esta memoria, partiremos de la compilación de las expresiones
adverbiales que han sido reconocidas como propias del español dominicano y que han
sido incorporadas en el Diccionario de Uso del Español de América y España de la
Editorial Vox y en el Diccionario de Dominicanismos de Carlos Esteban Deive, Editora
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Manatí. Además, presentaremos otro grupo de expresiones adverbiales recogidas del uso
cotidiano del español en la actualidad. En el estudio no serán consideradas las
expresiones adverbiales ingresadas al DRAE, porque, ante todo, deseamos contribuir con
el enriquecimiento de la lengua a través de la presentación de nuevos usos.
Por otro lado, en el estudio presentaremos las posibles causas por las que el dominicano
recurre al uso de una expresión adverbial en sustitución de un adverbio, ilustrando cada
causa con ejemplos a partir de situaciones de comunicaciones concreta. Además,
analizaremos las expresiones adverbiales recogidas según la estructura sintáctica que
presenten.
Por último, motivados por el auge que ha tenido la enseñanza del español para
extranjeros en nuestro país y concientes de que no contamos con materiales didácticos
que promuevan la variedad dominicana en ELE, presentaremos una propuesta didáctica
que contribuya a su enseñanza a partir de elementos propios de la cultura dominicana.
De esta forma contribuiremos al conjunto de estudios que se han realizado sobre el
español dominicano, promoveremos la variedad dominicana en ELE y facilitaremos la
comprensión y el uso de las variantes analizadas a los extranjeros que desean aprender
español y viven en nuestro país.
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2 MARCO TEÓRICO
2.1 Estado de la cuestión Tal y como se demuestra en el capítulo introductorio de esta memoria, el conjunto de
estudios lingüísticos sobre el español dominicano es muy exiguo, aunque se debe
destacar que los mismos han ido en crecimiento a partir de la década de los 80 en nuestro
país. Sin embargo, respecto al tema objeto de esta investigación, los adverbios, ninguno
de las obras citadas se centran en describir las particularidades que presenta el español
dominicano en el uso de las expresiones adverbiales. Por esta razón, en este apartado
analizaremos las aportaciones que han hecho reconocidos autores extranjeros en torno al
tema. Cada planteamiento teórico presentado servirá de fundamento para poder explicar
las particularidades propias de la variedad dominicana.
En las obras consultadas que sirven de base a la redacción de este apartado sólo nos
hemos enfocado en los siguientes temas que consideramos intrínsicamente relacionados a
nuestro estudio: definición del adverbio; clasificación de los adverbios y, definición y
clasificación de las expresiones adverbiales.
2.1.1 Sobre el adverbio
La primera definición que analizaremos corresponde a la presentada por el autor de la
primera gramática española (1492) y el primer diccionario de nuestra lengua (1495), Elio
Antonio de Nebrija. En su Gramática de la lengua castellana, el filólogo español
expresa al respecto lo siguiente:
Adverbio es una de las diez partes de la oración, la cual, añadida al verbo,
hinche, o mengua o muda la significación de aquél, como diciendo bien
lee, mal lee, no lee, bien hinche, mal mengua, no muda la significación
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deste verbo lee. I llámase adverbio, por que común mente se junta y
arrima al verbo, para determinar alguna qualidad en él, assí como el
nombre adjectivo determina alguna qualidad en el nombre substantivo. (1)
Como puede notarse en esta primera definición, el autor prescribe los límites del
adverbio a partir de la función sintáctica que ejerce dentro de un enunciado. Según
esboza, el adverbio hincha, mengua o muda la significación del verbo. En otras palabras,
el adverbio modifica la acción del verbo, la determina, la intensifica o la contrae.
Esta definición, aunque abarcadora e innovadora para la época en la que se escribe esta
importante obra, limita el conjunto de adverbios a aquellos que circundan la cercanía del
verbo, presentándose delante o detrás del mismo, a saber, no lee, bien lee, o canta bien,
canta mal. Como puede notarse, la definición de adverbio partiendo de su etimología
deja a un lado otras palabras o locuciones que, según han demostrado los estudios
gramaticales actuales, realizan la función del adverbio aun no se encuentren adjunto al
verbo que califican. Como explicaremos al analizar otras definiciones, el adverbio
califica a otras unidades lingüísticas adicionales al verbo. Por estas razones, esta
definición, aunque es un punto de partida dentro del estudio del adverbio, no logra
delimitar de forma real las funciones que atañen a esta categoría sintáctica.
Nebrija, además, en el capítulo decimosexto de la gramática citada, plantea que, en la
lengua española, al igual que en la lengua griega, no existe distinción entre las
interjecciones y los adverbios. Esta idea ha sido superada por la gramática moderna,
debido a que, aunque los adverbios guardan afinidad -sobre todo de significado- con otras
unidades lingüísticas, tienen entidad propia y deben ser delimitados con precisión (ver
Álvarez, Ma. Ángeles; 2000).
Si bien es cierto que Nebrija asume en su Gramática, a partir de la concepción griega,
una simbiosis de las interjecciones y los adverbios, y que esto ha sido descartado por los
estudios gramaticales actuales, cabe destacar que este autor sostiene, además, la
___________ (1) Nebrija, Antonio, Gramática de la lengua castellana, Madrid, Editora Nacional, 1980.
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distinción de los adverbios frente a las preposiciones y las conjunciones (1492: libro 3ro,
I y XVI). Esta distinción, adoptada también por Dionicio de Tracia en el “Arte de la
Gramática”, ha permanecido hasta nuestros días, ya que, aunque se consideren partes
invariables, guardan funciones sintácticas diversas y particulares que pueden ser descritas
según los contextos oracionales en el que se presenten.
Otra de las obras consultadas al respecto corresponde a la Gramática de la Lengua
Castellana de Andrés Bello (2). En este estudio pudimos notar que en el capítulo XIX,
donde se dedica al estudio de los adverbios, el autor no presenta una definición de éstos,
sino que concentra su atención a su clasificación de acuerdo a su significado. Esta será
analizada en el siguiente apartado.
Por otro lado, los filólogos españoles Juan Alcina Franch y José Manuel Blecua en su
Gramática española citan la definición adoptada por la Real Academia de la Lengua con
la cual se enriquece el concepto de Nebrija.
Sirve para calificar o determinar la significación del verbo o la del adjetivo
y a veces la de otro adverbio (3).
Esta definición es la que goza de mayor aceptación entre los gramáticos y los maestros
que enseñan la lengua española. La misma, aunque es de simple expresión, abarca otras
funciones del adverbio no estipuladas en la presentada por Nebrija. En Juan vive LEJOS,
el adverbio está modificando al verbo; en Juan está MUY contento, el adverbio modifica a
un adjetivo; y en Juan está MUY cerca, a otro adverbio. Sin embargo, esta definición a
pesar de ser más abarcadora, limita la función del adverbio, al igual que la definición de
Nebrija, a las unidades que circundan al verbo.
___________ (2) Bello, Andrés, Gramática de la Lengua Castellana, 1928. (3) Franch, Juan Alcina y Blecua, José Manuel; Gramática española, 1998, pág.701.
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Otras de las definiciones consultadas es la presentada por José Antonio Pérez – Rioja, en
su Gramática de la Lengua Española.
Se considera, en general, que el adverbio es al adjetivo lo mismo que éste
es al sustantivo. Aunque el adverbio afecte siempre a la acción verbal,
también extiende su modificación a otras palabras y aun a la oración
entera. El adverbio se diferencia de las otras palabras invariables
(conjunciones, preposiciones e interjecciones) en que admite grados de
comparación (más tarde, menos tarde, tan tarde, tardísimo) o por adoptar
la forma del diminutivo (cerquita, prontito) (4).
Esta definición aborda otros aspectos no estipulados hasta el momento en las
anteriormente presentadas. Establece que el adverbio, a diferencia de las otras palabras
invariables de la lengua española (conjunciones, preposiciones e interjecciones), acepta
grados de comparación y, además, puede admitir sufijos diminutivos, y en algunos casos,
admite la forma de superlativo (malísimo, tardísimo). El habla popular emplea en
diminutivo muchos adverbios, cuyo uso varía según las regiones. En cambio, los
adverbios no admiten el aumentativo.
Pérez Rioja añade que el adverbio también modifica aun a la oración entera. En la
oración SEGURAMENTE tu amigo NO te ha dicho la verdad, se puede comprobar con el
primer adverbio que en ocasiones, aun cuando no esté adjunto al verbo, sí puede
modificarlo afectando también todo el sentido de la oración.
Muchos adverbios son, en su origen, adjetivos. Así, por ejemplo, los de terminación en
mente: ágilmente, especialmente, malamente; otros adverbios son adjetivos con función
gramatical de adverbios: Juan hablaba ALTO; Luis ha tardado MUCHO en volver.
___________ (4) Pérez – Rioja, José Antonio, en su Gramática de la Lengua Española, 1971.
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Nuestra lengua ha formado también los adverbios de otras palabras: de participios:
durante, mediante; de la combinación de un sustantivo o adjetivo con una preposición: a
menudo, de pronto; o de la unión de un pronombre con un sustantivo (el adverbio ahora
procede del lat. “hac hora” –con preposición “ad hora”-, ahora = agora = ahora).
Por su lado, Emilio Alarco Llorach, en su Gramática de la Lengua Española, define al
adverbio como a continuación presentamos.
En sentido estricto, adverbio designa una clase de palabras invariables en
su significante y a menudo indescomponibles en signos menores,
destinadas en principio a cumplir por sí solas el papel de adyacente
circunstancial del verbo. Esta función no impide que además, dentro de
un grupo unitario nominal, se presente el adverbio como adyacente de un
adjetivo o de otro adverbio distinto (5).
En esta definición se introducen dos características propias de los adverbios que no se
habían considerado en las definiciones anteriores: El adverbio designa una clase de
palabras invariables en su significado y a menudo indescomponibles en signos menores.
Invariable porque no acepta cambios de formas según sus accidentes gramaticales y sus
relaciones de dependencia con otras unidades lingüísticas; e indescomponibles porque su
estructura no admite segmentación, es decir, constituyen unidades indivisibles desde el
punto de vista morfológico.
Por último, presentamos la definición asumida por M.a Ángeles Álvarez Martínez, en su
obra El adverbio.
El adverbio es una “parte de la oración”, es decir, desempeña una función
sintáctica en ella; no manifiesta variación de género, ni de número, por lo
que no puede ir acompañado por el artículo. Sí admite, sin embargo,
diferentes grados (gradación). Su función característica es la de
complemento circunstancial o aditamento, aunque también puede
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encontrársele como complemento de un adjetivo o de otro adverbio, y
como elemento nuclear o central de una frase nominal. En cuanto al
significado, el adverbio sitúa en el tiempo, en el lugar, e indica el modo o
la cantidad. Además, permite expresar la conformidad, la duda o la no
conformidad con lo enunciado (6).
Como puede notarse, esta definición es la más abarcadora y enriquecedora de las
estudiadas. En ella se presentan todas las características anteriormente analizadas, y
añade otras no consideradas por los autores discutidos. “no puede ir acompañado por el
artículo” ya que éste –el artículo- acompaña a unidades lingüísticas que admiten flexión
de género y número; “Su función característica es la de complemento circunstancial o
aditamento” porque precisa la acción del verbo “en el tiempo, en el lugar e indica el
modo o la cantidad”.
2.1.2 Sobre la clasificación de los adverbios
La delimitación de las clases de los adverbios se fundamenta en la diversidad de
comportamientos que ofrece. Brondal (1948: 52) señalaba que el adverbio ha sido
considerado la clase de palabras más heterogénea y hasta confusa, difícil de delimitar y
clasificar.
Dada la heterogeneidad funcional de los adverbios, parece tarea vana tratar de asociar a la
etiqueta “adverbio” una caracterización gramatical que abarque a todos los elementos a lo
que se aplica y que, al mismo tiempo, sea diferenciadora y refleje rasgos privativos de
funcionamiento de todos ellos (Bosque y Demonte, 2000).
A continuación presentaremos diversos esquemas propuestos por algunos gramáticos que
persiguen deslindar el funcionamiento de los adverbios, según diversos criterios. Su
________ (5) Alarco Llorach, Emilio en su Gramática de la Lengua Española, 2004.
(6) Álvarez Martínez, M.a Ángeles, El adverbio, 2000.
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análisis contribuirá en la determinación del conjunto de adverbios con que cuenta la
lengua española, y a la vez, integrará de forma implícita aquellas expresiones, locuciones
y modos adverbiales que, por su contexto oracional y según el país donde prima su uso,
comparten la función del adverbio.
Los adverbios se pueden clasificar atendiendo a dos puntos de vistas: según el contenido
semántico que expresan o de acuerdo con su modo de significar.
Clasificación de los adverbios según su contenido semántico
La clasificación de los adverbios que goza de mayor aceptación entre los gramáticos es la
considerada como “tradicional”. Ésta ha permanecido a través del tiempo y se caracteriza
por su fácil determinación de agrupamiento. Esta cualidad ha permitido que dicha
clasificación sea la que mayor presencia tenga en los ámbitos escolares.
significado
Tiempo Modo Lugar Cantidad
ejemplos
hoy, mañana (pasado mañana), mientras, entonces, siempre, nunca, recientemente, jamás, tarde, temprano, pronto, luego, aún, ya, cuando, ahora, entonces, ayer (anteayer, antes de ayer), anoche (anteanoche, antes de anoche), todavía. Así, como, bien, mejor, mal, regular, sólo, peor, despacio, deprisa, quizá, tal vez, todos los terminados en –mente formados a partir de un adjetivo, y los relativos como y cómo. Aquí, allá, acá, ahí, lejos, cerca, arriba, abajo, debajo, afuera, adentro, fuera, dentro, adelante, delante, atrás, detrás, encima, alrededor y los relativos donde y dónde. mucho (muy), poco, casi, bastante, más, demasiado, menos, tanto (tan), medio, apenas, harto, asaz, siquiera y los relativos cuanto y cuánto.
significado
Afirmación Negación Duda Inclusión o exclusión
ejemplos
sí, cierto, también, naturalmente, evidentemente, no, tampoco, nada, jamás, nunca, quizá(s), acaso, igual, posiblemente, probablemente, seguramente, aun sólo, inclusive, además, excepto.
Nota: algunos adverbios pueden pertenecer a más de una clase semántica. Por ejemplo, bien es un adverbio de modo (lo hizo bien) o de cantidad (está bien lejos).
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El cuadro anterior presenta de manera ampliada el conjunto de adverbios españoles según la
clasificación “tradicional”. La clasificación básica de los adverbios ha sido sostenida por la RAE
desde sus inicios, amén de ser modificada con el paso del tiempo. Entre los autores analizados que
presentan esta clasificación en sus obras están Antonio de Nebrija (1492), Andrés Bello (1928),
Emilio Alarco Llorach (1999), M.a Ángeles Álvarez Martínez (2000).
La clasificación “tradicional” de los adverbios se establece atendiendo al contenido semántico que
expresen las palabras. Es el tipo de clasificación sobre el que más se ha insistido. Sin embargo,
con todo y ser de fácil expresión y comprensión, y que goce de buena presencia en los previos
escolares, presenta el inconveniente de que es incompleta y que une en un mismo grupo unidades
con comportamiento gramatical distinto. Además, con ella se interpreta que estas palabras son
adverbios sin importar el contexto donde se presentan.
En los enunciados Eso está mal dicho, Tu examen está mal o Él viene mañana, las palabras mal y
mañana realizan la función de adverbio. Sin embargo, en los enunciados El mal ha arropado
nuestra sociedad o El mañana es incierto, esas mismas palabras realizan la función de sustantivos.
Los adverbios de lugar, de cantidad, afirmación, negación, duda, inclusión o exclusión, siempre
serán adverbios sin importar el contexto oracional en el que se encuentren. Sin embargo, algunos
de los adverbios de tiempo y modo realizan esta función a partir del enunciado en el que
aparezcan.
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Clasificación de los adverbios según el modo de significar
Se distinguen dos grandes grupos: los llamados adverbios de base léxica, que significan por sí
mismos, y los adverbios pronominales, que adquieren su significado en función del contexto, de
forma similar a como ocurre con los pronombres.
Tomado del Diccionario de Uso del español de América y España, Editorial Vox, 2002, pág. 45.
Adverbios de base léxica
a) Adverbios calificativos Constituyen el grupo más numeroso; comprende: Adverbios de modo no derivados: bien, mal, mejor, peor, etc. Adverbios de modo derivados con –mente: rápidamente, abiertamente, etc. Adjetivos usados como adverbios: (hablar) claro, (volar) alto, etc.
b) Adverbios prepositivos La mayoría se han formado a partir de preposiciones. Todos ellos pueden llevar un complemento preposicional (detrás de mí), o ser término de preposición (desde detrás). Comprenden: Adverbios de lugar: cerca, lejos, arriba, etc. Adverbios de tiempo: antes, después, etc.
c) Adverbios temporales intransitivos Son adverbios de tiempo que no admiten complemento preposicional. Expresan la idea de tiempo en relación a un valor previamente conocido: pronto, temprano, tarde. d) Adverbios modales Expresan la modalidad oracional (aseverativa, dubitativa, etc.): quizá(s), acaso, probablemente, seguramente, etc.
Adverbios pronominales
a) Deícticos Su significado depende del contexto, del ahora y aquí del hablante. Se distinguen: De lugar: aquí, ahí, allí, allá, etc. De tiempo: ahora, mañana, anoche, etc. De modo: así
b) Cuantitativos Indican una cuantificación. Se distinguen: De cantidad: mucho, poco, bastante, etc. De tiempo: siempre, nunca, frecuentemente, regularmente, etc.
c) Afirmación y negación Indican si la oración es afirmativa o negativa: si, no, también, tampoco, etc.
d) Interrogativos Introducen una oración interrogativa o exclamativa en la que se expresa el tiempo, el lugar, el modo, etc.: dónde, cuándo, cómo, etc.
e) Relativos Introducen una oración subordinada en la que se expresa el tiempo, el lugar, el modo, etc.: donde, cuando, como, etc.
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Como puede notarse en el cuadro anterior, esta clasificación, aunque resulte más difícil para su
enseñanza, estudio y aprendizaje, presenta una distribución más objetiva y apegada a los usos de
los adverbios en contextos oracionales.
Sobre la clasificación de los adverbios, otros autores han propuesto otros esquemas como forma de
distribuir y trata de agrupar la cantidad de adverbios que enriquecen la lengua española. Al
respecto, los autores Juan Alcina Franch y José Manuel Blecua (1998: 702) proponen un esquema similar, aunque limitado en comparación con el esquema presentado anteriormente.
Tomado de Gramática Española, Editorial Ariel, 1998, pág. 702
Por su lado, José Antonio Pérez-Rioja (1971: 219) propone un esquema que agrupa los adverbios
más fundamentales en tres grandes grupos: los calificativos (bien, mejor, alto, peor,
inteligentemente, etc.); los determinativos (allá, cerca, casi, mañana, mucho, poco, antes,
ciertamente, acaso, etc.). Los determinativos incluyen dos grandes grupos: los pronominales
(aquí, ahora, etc.) que, por su sentido, equivalen a verdaderos pronombres (aquí encierra la idea de
este sitio; ahora, la de este momento), y los adjetivos (bien, alto, bastante, etc.), que implican una
cualidad o determinación. A su vez, los pronominales pueden señalar diversas relaciones (lugar,
lexemática
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tiempo, etc.). El tercer gran grupo lo constituyen los adverbios oracionales (afirmativos –sí-;
negativos –no-, y dubitativos –quizá, acaso-), que se refieren no ya al verbo, adjetivo u otro
adverbio, sino a la oración entera.
Tomado de Gramática de la lengua española, Editorial Tecnos, 1971, pág. 219
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Consideraciones a raíz de la clasificación de los adverbios
Luego de haber mostrado algunas cuadros sobre la clasificación de los adverbios, presentamos a
continuación un artículo escrito por Fernando A. Lázaro Mora titulado “Sobre los adverbios de
tiempo” (7). En este presenta unas reflexiones muy atinadas y dignas de considerar para el diseño
de otros esquemas sobre la clasificación de los adverbios. Diseñar un modelo de clasificación
adverbial es enfrentarse, como decíamos anteriormente, a una de las categorías gramaticales más
heterogéneas del conjunto de la lengua española y requiere conocer su funcionamiento en todos los
contextos en los que puede utilizarse. Sin embargo, aunque es tarea difícil, se puede redactar una
normativa más apegada al comportamiento diverso de esta categoría, debido a que las unidades de
la lengua presentan comportamientos repetitivos que pueden ser descritos, pese al uso espontáneo
que le damos. Esa es la razón por la que todos los hablantes de una lengua pueden entenderse.
“La necesidad de dividir los adverbios en clases no ha superado apenas el procedimiento seguido
por la Gramática Tradicional. Es bien conocido que ésta los subdividió con criterios semánticos;
y, así, habría adverbios de lugar, de tiempo, de modo, de cantidad o de grado, de afirmación, de
negación, de duda (8). Sin embargo, apelar exclusivamente a la significación para llevar a cabo
estas operaciones gramaticales ha suscitado reservas importantes en la lingüística reciente. Juan
Alcina y José Manuel Blecua(9) han advertido sobre el grave inconveniente de este tipo de
clasificaciones, “que mezclan dentro de cada grupo unidades de naturaleza y comportamientos
distintos”. Pero no presentan ejemplos de ello; aun así, esa observación supone un avance sobre lo
ya hecho.
Lo que parece claro es que la partición de los adverbios atendiendo solo a la significación aparenta,
cuanto menos, insuficiente. En esencia, porque el comportamiento distribucional de los distintos
subtipos de adverbios es muy heterogéneo.
a) Juan huyó rápidamente b) * Juan huyó muy
________ (7) Lázaro Mora, Fernando, Sobre adverbios de tiempo, Revista: Lingüística española Actual, volumen 9, 1987. (8) RAE, Gramática, 1931, pág. 169. (9) Gramática Española; Barcelona, Ariel, 1975.
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Estas dos oraciones ejemplifican de forma evidente, lo que acabamos de enseñar. Porque, en
efecto, establecer los rasgos contextuales de una determinada clase de palabras es extremadamente
complejo, sobre todo, por el elevado número de posibilidades combinatorias que es necesario
considerar.
Posiblemente, para abordar algunos de los problemas planteados por este grupo de adverbios,
convendría tener presente los planteamientos de Shuan-Fan Huang al estudiar el funcionamiento
de los adverbios en el idioma inglés (10). Partiendo de oraciones equivalentes españolas posibles
como:
c) Juan lo aprende todo rápidamente
d) Juan escribe caóticamente
e) Le aplaudieron calurosamente.
las enfrenta a oraciones imposibles, como:
f) Juan lo ignora todo rápidamente
g) Juan suspira caóticamente
h) Le aplaudieron exactamente
y nota que el estudio de los adverbios debe llevarse a cabo mediante su confrontación semántica
con los verbos. Así, por ejemplo, un adverbio mental (indica el estado de la mente del actor o del
paciente) sería compatible con un verbo de acción: Rompió rabiosamente el papel, con un verbo de
cumplimiento: Trazó un círculo atentamente. Pero no es compatible con un verbo de estado: *Lo
ignora todo cuidadosamente”.
Como puede notarse en el artículo, el autor propone que una distribución objetiva de los adverbios
debe hacerse partiendo de una confrontación semántica con los verbos. Mediante esta se analizaría
los adverbios a partir de los verbos que modifica. Con todo, esta tarea conlleva la problemática de
la gran variedad de usos que presentan las construcciones verbales en la lengua española.
_____ (10) A study of Adverbs, The Haque-Paris, Mouton, 1975.
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Sobre las expresiones adverbiales Al conjunto de adverbios con los que cuenta la lengua española se añaden otras agrupaciones por
su equivalencia funcional. Algunos autores llaman a estos grupos modos, giros, locuciones o
expresiones adverbiales. Otros, simplemente, no las presentan en sus obras o no las consideran
como tales.
A continuación presentamos las consideraciones mostradas por M.a Ángeles Álvarez Martínez
(2000: 23) al respecto y, dicho sea de paso, de los autores estudiados, es la que más profundiza en
el tema. Además, diferencia las expresiones adverbiales de otros elementos de función similar,
aunque distinto, consideradas por otros autores como giros o locuciones adverbiales.
Sostiene que las expresiones adverbiales se deben clasificar como adverbios por dos razones:
a) el hecho de que su función en la lengua sea exactamente la misma que la del adverbio; y
b) el hecho de que vengan a suplir, en muchos casos, la ausencia de adverbios que indiquen
esa noción concreta (pues ya se ha señalado que el paradigma adverbial es bastante
reducido en comparación con el sustantivo o el verbal)
Estos dos hechos conducen a que se conciban como meros “adverbios”. Si a esto añadimos que
algunas expresiones adverbiales, como deprisa (de prisa), en seguida (en seguida), adonde (a
donde), etc., ya se clasifican hoy como verdaderos adverbios, no puede resultar extraño que la
confusión se extienda. Plantea que puede afirmarse, que se está ante un adverbio cuando el
segmento está formado por una sola palabra y cuando puede presentar adyacentes nominales tanto
pospuestos como antepuestos. Por el contrario, habrá expresión adverbial cuando el segmento está
formado por dos o más palabras y no pueda presentar adyacentes nominales ni antepuestos ni
pospuestos (exceptuando la manifestación de gradación, que puede aparecer en algunas
expresiones adverbiales).
Pero el problema de la delimitación se agrava cuando a las expresiones adverbiales se suman otras
expresiones que funcionan como adverbios, pero que no se catalogan como expresiones
adverbiales. Esto es, muchos de los complementos circunstanciales se componen de una
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preposición y un sustantivo (exactamente los mismos elementos que conforman las verdaderas
expresiones adverbiales). Por ejemplo:
Myriam pinta sus cuadros con calma, sin prisas, con gusto /
Myriam pinta sus cuadros a destajo, a escondidas, color a color.
En el primer ejemplo se está ante capacitaciones de sustantivos, calma, prisas, gusto, para que
funcionen como complemento circunstancial de modo porque, aunque existen adverbios de modo
(tranquilamente, despacio, placenteramente), de esa forma resulta más expresiva la comunicación.
En el segundo ejemplo, por el contrario, estamos ante auténticas expresiones adverbiales, que
también funcionan como complemento circunstancial de modo. ¿Qué es lo que nos conduce a
afirmar en un caso que se trata de capacitación y en el otro de expresión adverbial? Simplemente
la ausencia, en el primer ejemplo, y la presencia, en el segundo, de relación de solidaridad entre
sus elementos. O sea, que en el primer caso no hay frase “hecha” y en el segundo sí.
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2.2 PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS
LOCUCIÓN: CONCEPTOS, CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIONES.
El DRAE define la locución como aquel grupo de palabras que forman sentido; y, más
concretamente, como la combinación fija de varios vocablos que funciona como una
determinada clase de palabra.
Otros autores llaman ´locuciones´ a las unidades sintagmáticas que
a) Están integradas por un grupo de palabras, como a oscuras, de mil amores, a trancas y
barrancas, a causa de, meter la pata.
b) Presentan un cierto grado de fijación en su composición interna. Esto es, tienen más
limitaciones que las combinaciones libres para la variación morfológica, la inserción,
supresión o sustitución de componentes, los cambios de orden u otro tipo de
transformaciones. Así, por ejemplo, de mil amores, a trancas y barrancas, no admiten la
variación de ningún elemento; en a causa de, causa no admite ni plural ni determinantes, ni
el elemento introducido por de podría cambiarse por un posesivo (a causa del) (a su
causa); tampoco son computables los elementos léxicos de meter la pata.
c) Desde el punto de vista semántico, equivalen a una sola unidad léxica, de sentido unitario y
no necesariamente composicional, es decir, no necesariamente deducible de los
significados de las palabras combinadas. Por ejemplo, el sentido de pagar los platos rotos,
de altos vuelos, meter la pata, no se justifica por la combinación de los significados que
tienen los elementos componentes aislados.
d) A efectos sintácticos, se comportan asimismo como una sola unidad perteneciente a una
determinada categoría léxica o clase de palabras, tampoco deducible necesariamente de su
estructura sintáctica. Así, por ejemplo, a oscuras, equivale a un adverbio aunque no incluye
en su composición ningún adverbio.
Normalmente las locuciones se clasifican atendiendo a la clase de palabras a las que equivalen
como unidades sintagmáticas. Así se habla de locuciones prepositivas, si funcionan como
preposición, como a causa de, en el interior, gracias a; locuciones conjuntivas, si equivalen a una
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conjunción, como ya que, a fin de que, aun cuando; locuciones adverbiales, como a trancas y
barrancas, a oscuras, a lo grande; locuciones verbales como pelear la pava, meter la pata, pagar
los platos rotos; locuciones adjetivas, como chicha y nabo, de altos vuelos; locuciones nominales,
como paño de lágrimas.
J. Caseres secunda esta característica sobre las locuciones al definirlas como una combinación
estable de dos o más términos, que funcionan como elemento oracional y cuyo sentido unitario,
familiar a la comunidad lingüística, no se justifica, sin más, como una suma del significado normal
de los componentes.
LOCUCIÓN ADVERBIAL
Dos o más palabras que se unen solidariamente para funcionar como un adverbio, ya que no
siempre existen todos los valores semánticos en la categoría adverbial.
JERGA
El término jerga se refiere al uso especial de terminología técnica usado por un grupo particular de
personas, o por extensión, cualquier término del propio idioma particularmente incomprensible
para otros grupos. Otros autores complementan el concepto al sostener de que una jerga es una
lengua especial de un grupo social o laboral diferenciado, usada por sus hablantes sólo en algunos
miembros de ese grupo social.
A diferencia del dialecto, la jerga no es una variante geográfica de una lengua y tiene una
extensión menor, convirtiéndose a menudo en subramas del dialecto de una lengua. Normalmente,
los términos usados en la jerga de grupos específicos son temporales (excepto las jergas
profesionales), perdiéndose el uso poco tiempo después de ser adoptados.
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Jerga y argot designan tanto el habla de los delincuentes como la de las profesiones y la de
determinados grupos sociales (estudiantes, tribus urbanas...) o de afición. Es una lengua de grupo
que expresa y refuerza la cohesión del mismo y favorece la identificación de sus miembros. No es
un lenguaje independiente sino que vive dentro de otra lengua. Sus rasgos específicos pertenecen
al plano léxico. Muchos lenguajes jergales se caracterizan por el uso de tecnicismos (palabras
especializadas de una profesión, ciencia o afición).
Clases jergas
Jerga de grupos sociales: utilizado como seña de identidad por un conjunto de personas para
diferenciarse de los demás: deportistas, jóvenes (estudiantes), cazadores, informáticos, mineros,
espiritistas, etc.
• Jerga familiar: conjunto de palabras que por broma o ironía se introducen en la conversación
familiar de todas las clases sociales.
• Jerga profesional: lenguaje a base de tecnicismos utilizado en las diversas profesiones: médicos,
filósofos, científicos, lingüistas, matemáticos, marineros, informáticos etc.
•Jerga del móvil: Los SMS han generado en los últimos tiempos un nuevo lenguaje jergal escrito,
con su própio código más complejo que los anteriores, puesto que afecta, no sólo al léxico, sino a
la lengua en general y además incorpora elementos icónicos. Una variante de este argot, sería el
lenguaje del chat.
REGISTRO
En sociolingüística, el término “registro” se utiliza para designar una variedad lingüística
situacional, una selección, de entre las opciones que ofrece en todos los niveles de una lengua,
relacionada al status de los hablantes, su relación, el tema sobre el que se hable, el grado de
formalidad.
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FRASE
Unidad sintáctica constituida por una palabra o un grupo de palabras que desempeña una función
dentro de otra unidad superior. La Lingüística moderna a las frases las denomina sintagmas.
REFRANES
La palabra refrán proviene del occitano refranh, que significa estribillo.
Miguel de Cervantes, en Don Quijote de la Mancha, nos define lo que es un refrán: "los refranes
son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios".
Seguirá diciendo Don Quijote sobre la utilidad de los refranes: "cualquiera de los que has dicho
[, Sancho,] basta para dar a entender tu pensamiento" (Segunda parte, capítulo LXVII).
Los refranes son sentencias breves, habitualmente, anónimas. No obstante, muchas frases literarias
y bíblicas ha pasado a formar parte del refranero popular. La mayoría de los refranes son
observaciones acuñadas por la experiencia colectiva a lo largo del tiempo, con temas que van
desde la meteorología hasta el destino invariable y fatalista de existencia. Constituyen el bagaje
cultural del pueblo en tiempos en los que la tradición oral pasaba la sabiduría popular de una
generación a otra.
MODISMOS
Los modismos regionales son expresiones orales espontáneas que hacen referencia a una situación
particular, muy característico de cada zona. Modo de hablar propio de una lengua o de ciertas
regiones de un país.
Son expresiones más o menos fijas cuyo significado no puede obtenerse por combinación de sus
componentes.
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ARGOT
Es el lenguaje específico utilizado por un grupo de personas que comparten unas características comunes por su categoría social, profesión, procedencia, o aficiones, también llamado jerga.
Los argots se producen continuamente para nombrar aquello que carece de una traducción literal en la lengua normada, vigente en un determinado momento. La mayoría de estos argots acaban siendo aceptados como vocabulario propio de ese idioma.
Los argots son un importante factor de cambio y renovación lingüística. En el pasado se asociaban a la expresión vulgar, poco culta. Desde el siglo XX las jergas y similares son objeto de estudio por los especialistas.
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Razones por las que se recurre al uso de una expresión adverbial
El adverbio es la categoría gramatical que goza de mayores funciones, dentro del conjunto de
categorías con las que cuenta la lengua española. Su uso correcto dependerá del dominio que
tenga el hablante respecto de sus funciones, así como del dominio de la variedad de palabras que
ejercen estas funciones dentro del repertorio que ofrece el español.
Todo hablante presenta mayor dominio del componente oral de una lengua y menor dominio del
componente escrito. Esto se explica porque las lenguas son de naturaleza oral y se adquieren de
manera implícita según la sociedad en la que nace y se desenvuelve el individuo. Por otro lado, el
componente escrito se aprende. Requiere del dominio de formas, estructuras y reglas explícitas que
se fomentan en contextos de educación formal y con la ayuda de un guía quien facilita, viabiliza y
garantiza su aprendizaje.
El dominio lexicosemántico de una lengua está determinado por el nivel cultural y académico del
hablante. El enriquecimiento de este aspecto lo determinarán las circunstancias en las que se
desenvuelve el individuo y su necesidad de comunicarse, según el nivel de los registros
lingüísticos que se requiera en su entorno.
Las expresiones lingüísticas presentan una mayor frecuencia de uso en el componente oral de una
lengua. Por consiguiente, el uso de las expresiones adverbiales por los hablantes dominicanos se
reflejará con mayor frecuencia en el nivel oral que en el nivel escrito.
Al escuchar con atención a hablantes de una lengua, hemos notado que en ocasiones los usuarios
recurren al uso de palabras o al uso de expresiones que refieran a la palabra que se desea aludir.
No es tarea fácil tratar de explicar las razones que los conllevan a esto.
El uso de una expresión adverbial en el hablante obedece, conciente o inconcientemente, a uno de
los siguientes postulados:
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Sustitución de un adverbio
Ejercer la función de un adverbio.
Connotar semánticamente a un adverbio.
A continuación presentamos posibles justificaciones que nos permitan dar respuesta a las razones
por las que los hablantes incurren en estos cambios. En cada razón expuesta, presentaremos un
ejemplo sencillo en el que se visualice la razón expuesta.
Por desconocimiento del adverbio a utilizar.
Una de las posibles razones por las que un hablante utiliza una expresión adverbial es por
desconocimiento del adverbio requerido. En estas circunstancias, el hablante recurrirá al uso o a la
construcción de una expresión mucho más familiar y que exprese lo que desea transmitir. El
conocimiento o no de un adverbio lo determinará el nivel cultural y académico del hablante.
Situación: Un cobrador de impuesto va donde un pequeño comerciante a cobrarle la renta.
Expresión adverbial: Coger asando batata: ‘desprevenido’, ‘inesperadamente’.
Por no acordarse en el momento necesario.
Otra de las razones que justifican el uso de una expresión adverbial es que el hablante conozca el
adverbio, pero no se recuerde de él en el momento que lo necesita. Esto es muy común cuando el
adverbio forma parte del léxico pasivo del hablante, es decir, cuando forma parte del repertorio
lexical que conoce pero no usa con frecuencia.
Cobrador: Buenos días, Sr. Arcadio. ¿Cómo está?
Comerciante: Ahí, ahí. ¿Y qué le trae por aquí?
Cobrador: Vine a cobrarle la renta.
Comerciante: ¿A qué? Buenoo… Usted me ha cogido asando batata porque hoy
no tengo dinero.
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Situación: Una encargada de un departamento de una empresa recibe un reproche de su jefe
inmediato por algo que había prevenido a sus dependientes para que no suceda. En esta
circunstancia sus dependientes comentan la situación.
Expresión: Estar como el diablo: ‘Estar rabiosa’. ‘iracunda’, ‘brava’.
Por deseo de llenar de sentido y belleza a la expresión a utilizar.
Se puede recurrir al uso de una expresión adverbial como una forma de llenar de sentido, belleza y
emotividad aquello que el hablante desea comunicar. De esta manera, el hablante causaría en el
receptor ciertas impresiones que le permitirán transmitir con mayor efusividad el mensaje que
desea comunicar.
Situación: Una pareja de novios habla por teléfono luego de terminada una cita juntos. Al
despedirse, aún no había empezado a llover.
Expresión: De pies a cabeza: ‘completamente’. “Estoy mojado de pies a cabeza”.
Empleado 1: ¿Dónde estaba la Sra. Rosa antes de entrar en su oficina?
Empleado 2: Con el Sr. De León.
Empleado 1: Y qué dijo cuando terminó de hablar con él.
Empleado 2: “Tanto que se lo advertí y aún así lo hicieron”.
Empleada 3: Por eso es que ella está como el diablo. Si hubiésemos hecho lo que
nos dijo no hubiera sucedido esto.
Novia: Mi amor, ¡Ya llegaste!
Novio: Sí, gracias a Dios.
Novia: ¿Y te mojaste?
Novio: De pies a cabeza. Ya te puedes imaginar.
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Por expresar de forma implícita lo que se desea comunicar.
En ocasiones, el hablante evita ser directo y explícito en el uso de sus palabras. Para evitar serlo,
puede utilizar expresiones metafóricas que transmitan el mensaje deseado de manera implícita y
que aludan al grado de la realidad de forma indirecta.
Situación: Una persona visita la casa de un amigo que tenía mucho tiempo sin verlo.
Expresión: Estar la piña agria: ‘Calamitosa’, ‘muy mala’.
Por evitar decir algo de manera ofensiva.
En otras ocasiones, el hablante cuida ser ofensivo en el uso de sus palabras. En estas
circunstancias, tiende a utilizar una expresión que le permita transmitir su mensaje sin herir con
palabras al receptor que se dirige.
Situación: Lucas ha conversado con Rosa durante toda la mañana. Ella tiene un fuerte dolor de
cabeza.
Expresión: Tener a alguien hasta la coronilla: ‘Estar cansado o fastidiado por algo o por alguien’.
Jorge: ¡Carlos, por fin te dignaste en visitarnos!
Carlos: ¡Mi hermano, qué gusto me da verte de nuevo! ¿Y cómo te va?
Jorge: No también como a ti. Mira qué carro conseguiste con tu nuevo trabajo.
Carlos: Gracias, está a tu disposición. Por lo visto, por aquí la piña está bien agria.
Jorge: Lamentablemente es así. Pero sé que en este nuevo año todo va a mejorar.
Lucas: Rosa, ¿tú supiste lo que pasó con tu amiga Ana la noche pasada?
Rosa: Ay, Lucas, ya no hablemos más de nada. Me tienes hasta la coronilla y
sabes que me duele la cabeza.
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2.3 METODOLOGÍA ELEGIDA
Una de las particularidades que presenta la lengua española, y dentro de esta, la variedad
dominicana, es su facilidad de introducir nuevas palabras y nuevas construcciones sintácticas a las
que la conforman. Ésta se destaca, además, por su capacidad para mezclar, incorporar, convivir y
aceptar lo diverso, lo variado, en una nueva y dinámica unidad, abierta a su vez al cambio
incesante. Por tales razones, se considera que los más de 400 millones de hispanohablantes
existentes son propulsores en potencia que garantizan el constante cambio y reavivamiento del
español en sus diversas variantes. Retomamos las palabras de Valle Iclán al respecto cuando dijo
“las palabras son siempre una creación de multitudes”.
En este apartado explicaremos la metodología elegida en esta investigación para la selección y
presentación de las expresiones adverbiales con las que los hablantes dominicanos contribuyen al
enriquecimiento de nuestro idioma.
Para la selección de las expresiones que conforman el corpus de este estudio se eligieron tres textos
fundamentales en los que se recogen, entre otras cosas, expresiones de uso en el español
dominicano. Estos son el Diccionario de uso del Español de América y España de la Editorial
VOX en su edición del año 2002, el Diccionario de Dominicanismos del autor dominicano Carlos
Esteban Deive, impreso por la Editora Manatí en su edición del año 2002 y el libro escrito por el
dominicano José Antonio Cruz Brache titulado 5600 refranes y frases de uso común entre los
dominicanos impreso por la Editorial Galaxia en su segunda edición en el año 1992. Además,
serán presentadas otras expresiones que, aun cuando no están registradas en los textos señalados
anteriormente, son comunes escucharlas en conversaciones de hablantes dominicanos según su
clase social, su ubicación geográfica, su edad cronológica o según el registro lingüístico
determinado que apliquen a partir de la necesidad de comunicación que impere en el acto de habla.
El Diccionario de uso del Español de América y España es un diccionario que pretende ayudar
ofreciendo una descripción de lo que se podría llamar español común actual. En este se ha
trabajado con un talante selectivo y aperturista. Presenta elementos, palabras y expresiones que
siempre se han dicho y se dirán en lo que se reconozca como evolución del castellanos. Estos
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elementos tienen un fondo común aún cuando no son compartidos por todos en las variedades
existentes del español. La fuente principal que se describe en este diccionario es un corpus
anónimo, el corpus VOX. Presenta muestras de diferentes usos y de diferentes asuntos, de fuentes
literarias y no literarias, del español ora y escrito (11). Este diccionario se caracteriza porque da
prioridad al español en uso. Da entrada a palabras, voces, giros y expresiones, determinando, entre
otras cosas, la ubicación geográfica de mayor frecuencia. Además, presenta ejemplos prácticos
que contextualizan los registros lingüísticos donde suelen ser utilizados, así como la manera en las
que han sido usados en algunas obras literarias.
Del conjunto de entradas del mismo, en este estudio fueron seleccionadas las expresiones que,
haciendo la función de adverbios, están reconocidas como pertenecientes a la variedad
dominicana.
El Diccionario de Dominicanismos, objeto de análisis en esta investigación, es la segunda edición
escrita por el novelista, cuentista y antropólogo Carlos Esteban Deive, en el año 2002. Su primera
edición data de 1977 y en ese entonces se sirvió fundamentalmente de la obra del también
dominicano Patín Maceo titulada Dominicanismos, publicada en su primera edición en 1940 y,
posteriormente, en una segunda edición en el 1947. Otras fuentes que les sirvieron de soporte son
las de Pedro Henríquez Ureña, Ramón Emilio Jiménez, Consuelo Olivier y Rodríguez Demorizi.
Sostiene que son muy numerosos los vocablos, giros, locuciones y frases tomadas de la calle. El
lector puede comprobar que muchos de los términos registrados aun están de moda en el habla de
ciertos sectores sociales. Esta edición contiene alrededor de dos mil voces, frases, giros, etc. más
que las existentes en la primera. El autor no incluye los términos relativos a la flora y fauna del
país, a excepción de aquellas que son empleadas por el pueblo en sentido figurado (12). Este
diccionario se caracteriza, además, porque presenta ejemplos sintácticos que ilustran el uso del
término así como el nombre del autor, el año y la página de la obra literaria donde aparece
registrada.
_____________ (11) Ver presentación del Diccionario de uso del Español de América y España, Editorial Vox, 2002. (12) Ver presentación del Diccionario de Dominicanismos, Carlos Esteban Deive, Editora Manatí, 2002.
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Al igual que en el Diccionario de uso del Español de América y España, se analizaron cada una de
las entradas y solo fueron seleccionadas en este estudio las expresiones o frases con valor adverbial
y que sean particulares del español de uso de los dominicanos.
La misma estrategia de selección se aplicó al texto 5600 Refranes y frases de uso común entre los
dominicanos.
La selección de las expresiones adverbiales no registradas en los diccionarios objetos se hizo, en
primera instancia, escuchando y analizando atentamente conversaciones formales e informales de
distintos grupos sociales. Unas fueron sugeridas por diversos hablantes dominicanos conocedores
de la temática según acostumbran usarlas. Otras son usadas y escuchadas por quien realiza esta
investigación. Y otras fueron sugeridas en las encuestas realizadas según sean utilizadas
comúnmente por los hablantes que los circundan.
La presentación de las expresiones o frases adverbiales seleccionadas se hará atendiendo a las
siguientes acotaciones.
• En primer lugar, se presentará la expresión adverbial resaltada en negrita.
• En segundo lugar, se presentará, seguido de dos puntos, el significado que denota. El
sentido de la expresión puede explicarse, además, presentando el adverbio o los adverbios
que sustituyen la expresión en estudio.
• En tercer lugar, se mostrará un ejemplo entre comillas en el que se presente un contexto
oracional donde aparezca la expresión resaltada en cursiva. Fundamentalmente se
presentarán los ejemplos que presentan las fuentes de donde son extraídas las expresiones.
Si alguno no los presenta o se presta a confusión, introduciremos una oración sencilla que
represente un contexto sencillo, llano y claro.
• Delante de cada expresión se indicará su origen según corresponda y utilizando las
abreviaturas de la siguiente manera:
(DU), si la expresión fue tomada del Diccionario de uso del Español de América y
España.
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Significado, adverbios
(DD) En lo que dicen berenjena: ‘inmediatamente’, ‘al instante’. “Él llegó en lo que dicen berenjena”. Exp. Adverbial Ejemplo
(DD), si fue tomada del Diccionario de Dominicanismos.
(RF), si fue tomada del texto 5600 Refranes y frases de uso común entre los
dominicanos.
(HP), si fue escuchada en el Habla popular de los dominicanos o si fue sugerida
en las encuestas aplicadas para determinar el conocimiento y el uso de las
expresiones por los dominicanos.
Ejemplo: Salvo algunas excepciones, la mayoría de las expresiones recogidas de las fuentes bibliográficas
objetos tienen vigencia en el habla actual de los dominicanos. Unas no son muy comunes al habla,
pero forman parte del léxico pasivo de muchos dominicanos, principalmente de las zonas rurales
del país. Otras han cambiado con el tiempo en su estructura, no así en su sentido, por estar
construidas por algún elemento que actualmente no forma parte de la sociedad dominicana.
Ejemplo: Esteban Deive incluye en su diccionario la expresión adverbial No vales ni una
mota: ‘nada’. Ésta incluye el elemento “mota” el cual refiere a una moneda dominicana
que no tiene curso legal desde finales del s. XIX. Hoy día esta expresión ha sido sustituida
por no vales un chele, no vales un centavo. El chele y el centavo, aunque tampoco circulan
en el presente, sin embargo, connotan un sentido más fresco y reciente para la generación
actual de hablantes dominicanos.
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3. ANÁLISIS DEL CORPUS Esta sección constituye la parte fundamental de este estudio. En la misma se presentarán el
conjunto de expresiones adverbiales encontradas en las bibliografías objetos, así como las
escuchadas en el habla cotidiana de los dominicanos.
La sección está dividida en tres apartados que nos permitirán presentar las expresiones adverbiales,
según parámetros de análisis distintos.
En el apartado “Recogida del corpus” presentaremos las expresiones adverbiales recogidas según
las especificaciones descritas en la “Metodología elegida”. El análisis de las expresiones se
realizará agrupándolas según su sentido y según su estructura. El total de expresiones analizadas
según el sentido será menor que las de según su estructura debido al grado de dificultad que
presentan al estudiarlas.
En el apartado “Metodología aplicada” presentaremos los datos recopilados tras la aplicación de
las encuestas. Se describirá el tipo de instrumento a aplicar, así como las informaciones que nos
arrojarán, luego de presentar los indicadores que reflejarán los datos que deseamos comprobar. La
aplicación de la encuesta persigue determinar cuántas de las expresiones adverbiales seleccionadas
forman parte del léxico activo de los dominicanos, y cuántas forman parten del léxico pasivo.
Además, nos permitirá determinar el porcentaje de uso de las expresiones según la muestra
representativa de estudio seleccionada.
En el apartado “Resultados del análisis” presentaremos las conclusiones que nos arrojaron las
encuestas aplicadas. Este apartado se constituirá en un referente interno que permitirá
fundamentar las conclusiones generales que se mostrarán al final del estudio.
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3.1 RECOGIDA DEL CORPUS La presentación del corpus de este estudio se realizará atendiendo a dos criterios básico en los
estudios lingüísticos: el sentido y la estructura.
Para la presentación del corpus según el primer criterio, hemos agrupado las expresiones
atendiendo al tipo de adverbio que sustituyen. Esta selección permitirá visualizar la riqueza del
español dominicano en la codificación de una misma idea a través de diversas expresiones que se
aplicarán según el contexto y el registro lingüístico deseado.
Damos prioridad al significado de las expresiones en vista de que todo sistema lingüístico tiene
como función primaria comunicar a través de sus signos. Este criterio será fundamental al
momento de diseñar y elaborar la propuesta didáctica con la que se culminará este estudio.
En la presentación del segundo criterio, consideraremos las expresiones compiladas atendiendo a
la estructura que las integran. Este análisis, aunque de menor prioridad en nuestro estudio, nos
permitirá determinar la estructura de mayor frecuencia en las construcciones adverbiales en el
habla dominicana.
Como se podrá notar, en algunas ocasiones se repetirán algunas expresiones porque corresponden
a varios de los criterios en cuestión o, en su defecto, porque se pueden aplicar a varios contextos
con sentidos distintos.
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EXPRESIONES ADVERBIALES AGRUPADAS SEGÚN EL SENTIDO
SENTIDO DE TIEMPO: RÁPIDO, INMEDIATAMENTE
(HP) A millón: ‘ rápido’. “Los empresarios se sorprendieron porque llegaste a millón”.
(HP) de pronto/ de prisa: ‘rápido’. “Ahora no puedo hablar, estoy de pronto”.
(DU) En un abrir y cerrar de ojo: ‘rápidamente’. “El paquete me llegó en un abrir y cerrar de
ojo”.
(DU) En un santiamén: ‘rápidamente’. “La solicitud llegó en un santiamén”.
(HP) Venderse como pan caliente: ‘rápidamente’, ‘en poco tiempo’. “Eso se vende como pan
caliente en la feria”.
(HP) Venderse volando: ‘Venderse rápidamente’. “La comida se vendió volando”.
(DD) Ir uno como la jonda del diablo: ‘velozmente’, ‘rápidamente’. “El contratista conduce
como la jonda del diablo”.
(DD) En verbo de hombre toitico: ‘rápidamente’. No es común escuchar esta expresión en el uso
actual del español dominicano a nivel urbano. El término toitico es más frecuente escucharlo en
las zonas de nuestro país.
(DD) De una vez: ‘inmediatamente’. “El correo llegó de una vez”.
(DD) En lo que dicen berenjena: ‘inmediatamente’. “Él llegó en lo que dicen berenjena”.
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(HP) En menos de lo que canta un gallo: ‘rápidamente’. Esta expresión suele utilizarse cuando
algo se realiza en muy poco tiempo. “El repostero preparó el bizcocho en menos de lo que canta
un gallo”
(HP) En bola de humo: ‘rapidísimo’. Joel, vámonos de aquí en bola de humo.
(RF) A toda máquina / milla: ‘a gran velocidad’. “Ese motor va a toda máquina”.
(RF) De pasada: ‘rápidamente’, ‘Sin detenerse mucho’, ‘someramente’. “El viernes vendrán unos
amigos de pasada”.
(RF) De un salto / de un brinco: ‘rápidamente, en corto tiempo’. “Sólo pasaré por tu casa de un
salto”.
(RF) Ir a cien: ‘a mucha velocidad’. “Cuando lo vieron, iba a cien”.
(RF) Ir matándose: ‘caminar o correr con mucha prisa’. “Jesús iba matándose para llegar a la cita
temprano”.
SENTIDO DE CANTIDAD: MUCHO, BASTANTE.
(HP) Más que el arroz: ‘mucho’, ‘es inquieto’. “Ese niño rinde más que el arroz”.
(HP) Un paquetón: ‘mucho’, ‘muchísimo’. “Te quiero un paquetón”.
(HP) Como un matrimonio obligado: ‘muchísimo’. “Esa caja pesa como un matrimonio
obligado”.
(DU) Hablar hasta por los codos: ‘mucho’, ‘en exceso’. “Ese niño habla hasta por los codos”.
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(DD) Por pila: ‘en abundancia’. “En la finca hay mango por pila”.
(DD) Hasta la tambora. ‘en abundancia’. “Soy merenguero hasta la tambora”.
(DD) Por pipá: ‘en grandes cantidades’. “En Colombia se hacen huelgas por pipá”.
(HP) Hablar más que una cotorra: ‘hablar mucho’. “Tus hermanos hablan más que una cotorra”.
SENTIDO DE MODO: EVIDENTE, EXPLÍCITO.
(HP) Caerse de la mata: ‘se sobreentiende’, ‘queda explícito’. “Eso se cae de la mata”.
(DU) Tan claro como el agua: ‘evidente’. “Eso está tan claro como el agua”.
SENTIDO DE COMPLETO
(HP) Hasta los dientes: ‘entero’, ‘por completo’. “Estoy redimido hasta los dientes”.
(DU) De pies a cabeza: ‘completamente’. “Estoy mojado de pies a cabeza”.
(HP) Hasta la taza: ‘completamente’. “Dicen que Joel está involucrado hasta la taza en este
asunto”.
SENTIDO DE FÁCIL
(HP) Ser pan comido: ‘fácil’. “Eso no es pan comido”.
(HP) Ser una papita: ‘fácil’. “Eso no es una papita”.
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(DD) Ser paja de coco: ‘fácil’. “Eso no es paja de coco”.
SENTIDO DE TRANQUILIDAD, CONFIANZA.
(DU) Como Pedro por su casa: ‘tranquilo’, ‘en confianza’. “El entró como Pedro por su casa”.
(HP) Estar mas frío que el agua: ‘tranquilo’, ‘despreocupado’, ‘gozar del aprecio y simpatía del
otro’. “Mi compañero está más frío que el agua con su jefe”.
SENTIDO DE MUY BUENO, EXCELENTE.
(HP) Un palo: ‘muy bueno’, ‘extraordinario’. “Ese concierto fue un palo”.
(DD) Ser una cosa de apaga y vámonos: ‘extraordinario’, ‘excelente’. “Ese concierto fue algo de
apaga y vámonos”.
(RF) Chévere nai: ‘excelente’. “¡Wao!, aquí esto está chévere nai”.
(RF) Eso lo hicieron los blancos / eso lo inventaron los blancos. ‘Dícese de lo excelente’.
SENTIDO DE DESPREVENIDO, INESPERADAMENTE.
(DD) Coger asando batata: ‘desprevenido’, ‘inesperadamente’. “A ese pobre ladrón lo cogieron
asando batata”.
(DD) Caer como piedra: ‘desprevenido’, ‘improvisado’, ‘duro’. “Los músicos cayeron como
piedra”.
(HP) Fuera de combate: ‘desprevenido’. “Me agarraste fuera de combate”.
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(RF) Agarrar a uno fuera de base: ‘descuidadamente, de sorpresa’. “Amigo, me has agarrado
fuera de base”.
SENTIDO DE LUGAR: ATRÁS, AL FINAL.
(HP) Estar en la cola: ‘al final’. “Vete para la cola”. Es decir, al final de la fila.
(HP) En la cocina: ‘al final’, ‘atrás’. “Siéntate en la cocina”. Es decir, en el último asiento.
EXPRESIONES CUYO SENTIDO LO COMPRENDE UN INTENSIFICADOR (MUY) +
ADJETIVO.
(HP) Ser niña de teta: ‘muy joven’. “No puedes entrar porque eres una niña de teta”.
(HP) Ponerse como una ballena: ‘muy gorda’. “Por tanto comer te podrás como una ballena”.
(HP) Ponerse como un arenque: ‘muy delgado’. “Te vas a poner como un arenque”.
(HP) Por la maceta: ‘muy bien’, ‘de maravilla’. “El carro que conseguiste está por la maceta”.
(DD) Estar en el chasis: ‘muy delgado’. “Él está en el chasis”.
(DD) Ojos de pavo: ‘muy grande’ o ‘de mirada triste’. “Ese niño tiene los ojos de pavo.
(DD) Como una pedrada: ‘muy mal’. “Eso me calló como una pedrada”.
(DD) Ser uno más pendejo que una gallina blanca: ‘muy cobarde’.
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(RF) Acostarse con las gallinas: ‘muy temprano’. “Tú siempre te acuestas con las gallinas”.
(RF) Del tamaño de una hormiga: ‘muy pequeño’. “Tus problemas son del tamaño de una
hormiga frente a los míos”.
(RF) Donde el Diablo dio tres voces… y nadie lo oyó: ‘lugar muy remoto’.
(RF) En el fin del mundo: ‘lejos, en un lugar lejano’. “¡Vaya!, tu hermano vive en el fin del
mundo”.
(RF) Eso es pan caliente: ‘cosa muy vendida, muy solicitada o demandada’. “Tráelo, que eso es
pan caliente”.
(RF) Eso lo saben hasta los chinos de Bonao: ‘muy conocido’, ‘harto sabido’. Derívase de los
nacionales chinos dueños de restaurantes ubicados en el pueblo de Bonao, que durante décadas
fueron paradero casi obligado de quienes viajaban entre Santo Domingo y el Cibao.
(RF) Estar como ají titi / como ají Caribe: ‘muy enojado’. “Mi esposa está como ají tití por lo de
anoche”.
(RF) Estar como un tirigüillo: ‘muy flaco’. En la República Dominicana se denomina “tirigüillo”
al espádice e palmeras –sobre todo de la palma real- despojado de los granos.
(RF) Estar como un palillo: ‘muy delgado’, ‘de pocas carnes’.
(RF) Estar por las nubes una cosa: ‘muy cara’. “Los precios de la comida están por las nubes”.
(RF) Parece uno un/una María Palito: ‘Ser muy flaco’.
(RF) Parecer un muerto en vida. Lucir muy delgado y enfermo.
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(RF) Ser un infeliz: ‘muy pobre’.
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EXPRESIONES ADVERBIALES AGRUPADAS SEGÚN SU ESTRUCTURA
CONSTRUCCIONES CON EL VERBO ESTAR
(HP) Estar vendido: ‘sin cuidado’. “Ese chofer está vendido”. Es decir, maneja sin cuidado.
(HP) Estar malo: ‘enfermo’, ‘aquejado de salud’. “He estado malo en estos días”.
(RF) Estar entre Lucas y Juan Mejía: ‘entre bien y mal’. “Lucas” y “Juan Mejía” son dos
lugares separados por el río Brajuelas, perteneciente al municipio de Bayaguana, según sostiene el
Dr. Luís Armando Mercedes Moreno. Según Emilio Rodríguez Demorizi (“Refranero
Dominicano”, p. 135) estos sitios están ubicados en el Seybo.
(HP) Estar entre la espada y la pared: ‘en una situación complicada’. “Con esa declaración del
juez estoy entre la espada y la pared”.
(HP) Estar en olla: ‘sin dinero’, ‘arrancao’. “Lucas tiene muchos problemas porque está en olla”.
(HP) Estar quillado: ‘molesto’, ‘enojado’, ‘irritado’. “Mi madre está quillada desde que habló
contigo”.
(HP) En cuero: ‘Desnudo’, ’sin ropa’. “Los niños están en cueros en la casa”.
(HP) Calentarse o estar caliente: ‘Podría significar estar metido en problemas con una persona’.
“Tu estas caliente con el jefe, te van a botar". ‘También puede indicar que estas excitado con una
persona’. "!Vaya! Estoy caliente por esa tipa".
(HP) De su cuenta: ‘Hacer lo que le plazca’, ‘hace lo que le viene en gana’. “Juan tiene a su hijo
de su cuenta”.
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(HP) En veremos: ‘Estar aun pendiente’, ‘No haberse terminado de solucionar algo’. “La venta
del solar aún está en veremos. Quizás se venda en Navidad”.
(HP) Estar del otro lado: ‘estar fuera de peligro’. “!Gracias a Dios mi hermana está del otro
lado!”.
(HP) Hasta la coronilla: ‘Estar harto’. “Mi jefe me tiene hasta la coronilla con ese
trabajo”.
(DD) Estar de agentado: ‘privón’, ‘presentado’. “Quítate del medio, Montero, que ya estás de
agentado”.
(DD) Estar de boqueburro: ‘tonto’, ‘cretino’. “Carlos siempre está de boqueburro”.
(DD) Estar uno cogido por los bozos: ‘preso’, ‘en apuros’. “Roberto está cogido por los
bozos”.
(DD) Estar a la brigandina: ‘descuidado’. “Este lugar está a la brigandina”.
(DD) Estar con las espuelas puestas: ‘listo’, ‘preparado’. Cuando llegaste estaba con las espuelas
listas”.
(DD) Estar como gallina en corral ajeno: ‘avergonzado’. “Los niños vinieron por primera y
están como gallina en corral ajeno”.
(DD) Estar como pimpollo: ‘sano’, ‘robusto’.
(DD) Estar la piña agria: ‘Calamitosa’, ‘muy mala’. “Aquí la piña está agria”.
(DD) Estar de punto: ‘malhumorado’.
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(DD) Estar como un trinquete: ‘fuerte’, ’sano’, ‘vigoroso’. . “¿Cómo se siente, Señor? Estoy
como un trinquete”.
(DD) Estar más arrancado que una sábana: ‘en miseria’.
(DD) Estar a la vuelta de la esquina: ‘estar pronto’, ‘listo’, ‘cerca’.
(HP) Estar como el diablo: ‘Estar rabioso’, ‘iracundo’, ‘bravo’. “Mi jefa está como el diablo
hoy”.
(HP) Estar como un cañón: ‘bien’, ‘sentirse saludable, con vigor, recuperado de algún percance o
enfermedad’. “¿Cómo está señor? Me siento como un cañon.
(HP) Estar como chivo sin ley: ‘desordenadamente’. Dícese de la persona que hace lo que le da
la gana. “En esta oficina, ustedes están como chivos sin ley”.
(HP) Apaga y vámonos: ‘expresión de una resolución o determinación para realizar algo’, ‘sin
comparación’. “Ese concierto fue algo de apaga y vámonos”.
(HP) Arroz con mango: ‘desastre’, ‘caos’, ‘lío’, ‘problema’. “Desde que empezaron a llegar las
personas este lugar se ha vuelto un arroz con mango”.
(DD) Estar con el moco para abajo: ‘avergonzado’.
(RF) Estar como ají titi / como ají Caribe: ‘muy enojado’. “Mi esposa está como ají tití por lo de
anoche”.
(RF) Estar como el primer guandul: ‘fresco’, ‘sin muestra de cansancio o envejecimiento’.
“Roberto aún está como el primer guandul”.
(RF) Estar como un cañón: ‘fuerte’, ‘saludable’. “¿Cómo está, Señor? Como un guandul”.
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(RF) Estar como un tirigüillo: ‘muy flaco’. En la República Dominicana se denomina “tirigüillo”
al espádice e palmeras –sobre todo de la palma real- despojado de los granos.
(RF) Estar con el agua al cuello: ‘en apuros’. “Rosa está con el agua al cuello con todos sus
problemas”.
(RF) Estar de chiste: ‘mostrarse uno amable, alegre’.
(RF) Estar en la luna / en las nubes: ‘distraido’. “Tú siempre estás en la luna”.
(RF) Estar en las cuatro esquinas: ‘ser objeto de divulgado descrédito público’.
(RF) Estar hasta la taza: ‘fastidiado, harto molesto’.
(RF) Estar como un palillo: ‘muy delgado’, ‘de pocas carnes’.
(RF) Estar en la luna: ‘distraído’. “Tú siempre estas en la luna”.
(RF) Estar gordo y colorao: ‘de apariencia saludable’.
(RF) Estar más loco que un reloj de a peso: ‘demente’.
(RF) Estar por las nubes una cosa: ‘muy cara’. “Los precios de la comida están por las nubes”.
(RF) La cosa está que arde: ‘conflictiva, tensa, apretada, difícil’.
CONSTRUCCIONES CON EL VERBO SER
(HP) Ser un tiguere: ‘habilidoso’, ‘inteligente’. “Ese tipo es un tiguere”.
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(HP) Ser boquechivo: ‘hablador’. “Mi hermano es un boquechivo”.
(HP) Ser un tumba polvo: ‘interesado’, ‘aprovechador’. “Rolando solo es un tumba polvo”.
(HP) Ser gallina: ‘miedoso’, “Tiene que ser
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