energia y mitos económicos. georgescu roegen
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5/14/2018 Energia y Mitos Econ micos. Georgescu Roegen - slidepdf.com
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ENERG IAY M ITO S ECONOM lCO S:
de Nicholas GEORGESCU-ROEGEN
Este articulo apareeid en el Southern Journal
(Enero 1975) y retine las ideas expresadas pOl' el
autor en una confereneia pronunciada en la Uni..
versidad de Yale, con anterioridad.
I. Introducci6n canica en astronornia y aceptabunla famosa apoteosls de la rnecanica
de Laplace [53, 4] como el evan-gelio del sa be r-cie ntiflc o su perio r.En su case, todo ella puedc bienscr una clrcunstancia atenuante. N oasf, sin em bargo, para quienes apa-
recieron mucho despues de que cldogm a m ecaniclsta fucra proscrito
de la fislca [23. 69-122; 5].
Los cconornistas m as recientes,sin pensar en clio dos vcces, se hancontentado can desarrollar su disci-plina siguiendo las huellas dejadaspar SU S antcccsores, luchando fe-
ro zrn ente co ntra cualq uier sug ercn -cia de que la 'cconom la pueda serconccbida como a lg a d is tin to de lacicncia de la mectinica. L a p ostu racs , .naturulmcntc, utractiva. Todo
cconornista recuerda siernpre en cl
fonda que U rbain Levcrrier y JohnC ou ch A dam s d escub riercn el pla-~l·;,'ta Neptuuo, no buscando en clfi rrnarnento. sino con un lapiz y unpapel, Seriu, sin dudu, un sueiio es-olendido el nredccir del rnismo:n~do cual scrfa la cotizacion de unvalor en la scsion de la Bolsa de'm anana, o, mas aun, dcntro de un
!i.o.
L a co nsecu cn cia d e esta fid elidad
Hay un mucho deverdad en laobscrvacion de Percy Bridgman so-bre la profesion econ6mica comola mas oportunista de todas. Vcr-daderamente, la atcncion de los
cconornistas se ha ido m oviendoconstanternentc de un problema a
utro, sin qu e a menudo hubiera
gran rclacion entre uno y otro, S i
buscarnos en las revistas econ6-m icas anteriorcs a 1950, par ejern-pia, sera raro cncontrar una refe-
renda al terrnino "desarrollo eco-nomico". Es curiosa, pues, que loscconornistas sc hayan obstinado du-rante mas de den nfiosen perrna-necer licles a In cpisternologfa me-
canicista im plantadu por los funda-dores de la Escuela.Neoclasica. En
palabras de elias m ism os, su m ayorambiclon eraconstruir una cicncia
cccnornica que s e ajustara a l mo-delede la mecanlca; dicho en bocadc W, Stanley Jcvons, una a modode "rnccanica de Iautilidad y cl lu-
cro" [48; 23 J . Al igual que casi to-dosIos estudiososy filosofos de la
primcra m itad dcl 'sigh diccinueve,cstaban fascinadospor el exito es-pectacular de la clencia de' la me-
941ICE-MAVO 1975
indiscriminada al d ogma mc ca nic is-ta, sea explicita 0 in ;p licita, es q uecl prcceso econornico viene a se run mecanisme rcgido por un prin-.Ipio de conservacion (transform a-cion) y una norma de maximiza-cion. L a ciencla econornlca qucda
asf reducida a un a kiuetica intern-poral, E ste e nfo qu e ha conducido a
una prollf'eracion de ejercicios canpapel y lapiz y a modclos ccono-me t ri cos progrcs iva rnen tc mas com-p.ejos que a menudo s610 sirvcn
para oscurecef los plnnteam icntosi', ndamcntales. Todo se reduce aun movim iento pendular. U n "ci-cio cornercial cs scguido par otro.La base de In teoria del equilibriaes que, si lo s h cch os a ltc ran c 1 curse
de la dcmanda y de Ja ofcrta, encuanto los rnismos dcsapnreccn, cl
proceso econornico vuclve sicm prca sus condiciones previas. U na in-t'!acion . u na sequ ia catastroficn 0
un "crash" bursjitil no dcjun huellnaluuna en la cconornin. La rcula ue-ne-ral cs que todo cs rev';-rsil;le,
cnrno en la mccanica (I).
La rncjor iIustrncirin de la epis-tcrnologia basica de In cconorniap rcv alcn tc cs cl g nil'lco h ab itu al CDn
que cualq uicr manual describe cl
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
proceso econ6micocomo un flujo
autonorno y circular entre "produc-
cion" y "consumo" (2). Pero ni
siquiera el dinero circula eterna-mente dentro del procesoecon6--
mica, pues tanto la rnoneda meta-
lica como la de papel se deteriorany tienen que ser sustituidas desde
fuera [31]. EI punta crucial es ,pues, que el proceso economico no
es un proceso aislado y autcnorno.
y nopuede funcionar sin un inter-cambio continuo que altera el en-
tomo de modo acurnulativo, ni
tarnpoco sin verse influido por csas
alteraciones. Loseconomistas cla-
sicos, y Malthus en particular, in-
sistieron en la irnportancia econo-
mica de este hecho, Sin embargo,
tanto los economistas ortodoxos
como los .marxist as han preferido
ignorar completamente el tema de
los recursos naturales [75, 17].
Una idea fundamental domino laorientacion de arnbas escuelas, A.
C. Pigou 1 0 expreso de modo muy
cxpllcito: "En un estado estaciona-rio, los factores de produccion son
el "stock", invariable cuantitativa-mente, del que emerge un flujo con-
tinuo, tambien invariable en canti-
dad, de renta real" [68, 19]. La
. misma idea de que un flu]o cons-
tante puede emergerde una estruc-
tura invariable, esta en la base del
esquema marxista de reproduccion
simple [61, II, ch. XX]. En el es-quema de reprcduccion arnpliada
[61, II, ch. XXI], Marx se anticlpoen realidad a los modelos rnoder-
nos (como el de W. W. Leontieff)
que ignoraban el problema de la
fuente primaria del flujo aun en el
caso de unaeconomia en creci-
miento. La i in ic a d if er enc ia es que
Marx predic6 abiertarnente que la
naturaleza nos ofrece todo gratis. en
tanto que los econornistas ortodo-xos 1 0 asumieron tacitamente. Am-
bas escuelas, por tanto, camp artie-
ron la nocion de Pigou de un es-tado estacionario donde un flujo
material emerge de una fuente in-variable. En esta idea yace el ger-men de un rnito econ6mico que,
como verernos (VIII) es sostenido
por muchos ecologistas serios y al-
gunos econornistas conscientes. EImito es que un mundo estacionario,can una poblacion en crecimiento
cera, terrninarfa con el conflicto
ecologico de la hurnanidad. Ya n?
habra preocupacion. sabre escasez
de recursos 0 contaminaci6n. Ni
rnenos otro programa milagroso
que nos llevara a la Tierra Prome-tida. .
Los mites han ocupado siemprc
un lugar preeminente en la vida del
hombre. La caracterfstica que dis-
tingue al hombre del resto de los
seres vivientes ha sido la sensacion
de seguridad que Ie ha conferida el
actuar deacuerdo con un mito.
Muchos mitas taicianan 1 0 que es
la mayor locura del hombre, sutendencia intima a creer que estapar encima de todo el resto del
universo real y que sus poderes no
tienen .limites. En el Genesis, el
hombre proclarno que estaba heche
a imagen y semejanza de Dios mis-mo. En un tiempo, sostuvo que el
universo entero giraba en torno a
su pequefia morada en otro, que
solo el sol 1 0 hacia. Tarnbien creyo
antes que podrla mover las casas
sin consurnir energia, 0 mito del
movirnienta perpetuo de primer or-
den (sin duda un rnito esencialrnen-te economico). EI mito del movi-
mienta perpetuo de segundo orden,a sea que podemos utilizar la mis-
rna energfa una y otra vez, tcdavia
sc conserva disfrazado bajo diver-
sas formas.
Otro mito econornico -que elhombre podra siempre encontrar
can exito nuevas fuentes de ener-grU y nuevas tecnicas de adaptarlas
en beneficia propio- acaba de ser
propuesto .par algunos cientificos,
pero especialmente por economista~
afiliados tanto a la linea ortcdoxacomo a la marxista. Venga 1 0 que
venga, dicen, "siernpre Idearernosalga" [4,338]. La idea es que, siel hombre individual es mortal, par
10 menos la especie hurnana es in-
mortal. Aparentemente, esta por
debajo de la dignidad hurnana cl
aceptar el veredicto de una autori-
dad en biologia, tal como J. B. S.Haldane, que el destino mas seguro
de la humanidad es el misrno que
el de- las otras especies, a sea, lit
extincion. Loque no sabemos cs
cuando y par que vendra. Ouiza
mas pronto de 1 0 que los optimls-
tas creen a mucho mas tarde de
10 que temen los pesimista~. Pued~producirla las consecuencias acu-
mulativas del deterioro del entomo;
pero asimismo podria causarla al-
gun virus persistente 0un extrafio
gene infecundo.
EI hecho es que sabernos poco
del por que otras especies desapa-
recieron en el pas ado y ni siquiera
pa r que algunas se estan extin-
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de energfa mecanica que entra en
n proeeso debe salir de el exac-
tamente en la rnisrna cantidad y ca-
lidad, La loccmoclcn no puedcalterar ni una ni otra,
Igualar el proceso economico a
un prcceso mecanico de tipo ami-logo supone, par tanto,' asurnir e l
mito de que el proceso econdrnico
es circular y no puede afectar en
modo alguno al entorno de materia
y energia, La conclusion obvia es
que no hay necesidad de Incluir elentorno en el cuadro analltico del
proceso (4). EI viejo credo de Sir
William Petty, el hurnanista que in-
sistia en que el trabajo es el padre
y la naturaleza la madre de la ri-
queza, ha side relegado hace tiernpo
a la condicion de pieza de museo.
Ni siquiera la acumulacion de prue-
bas palpables del papel que losrecursos naturales desernpefian en
la historia de la hurnanidad hu
impresionado a los econornistas al
uso, Pensernos en la Gran Migra-
cion del primer rnilerrio, que fue lu
respuesta desesperada al agotamien-
to de la Tierra de Asia Central tras
un periodo de cultivo persistentc.
Civilizaciones notables -como hi
Maya- desaparecieron de la histo-
ria porque sus pueblos fueron in-
capaces de ernigrar 0 d~ contra-
rrestar can un progreso tecnologico
adecuado el deteriora de su enter.
no. Sobre todo, esta el heche in-
discutible de que todas las luchas
entre los grandes imperios no han
girado ociosarnente en torno a ideo-
logias a prestigio nacional sino en
torno al control de los recursos na-
turales. Y aun siguen,
Como en la mecanica no se con-
sidera que exista carnbio cualitativo
sino solo cambio de lugar, cual-
quier proceso rnecanico puede serinvertido, tal como sucede, par
ejemplo, can un pendulo. Si la
tierra se hubiera nuesto eurnovi-
miento en direcci6n opuesta no sc
hubiera violado ninguna ley de In
mecanica. No hay modo de que un
espectador descubra si una peliculu
o un pendulo rnecanico son proycc-
tados en la direcci6n en que fuc-
ron tornados 0 en sentido contra rio.
guiendo hoy ante nuestros propiosojos. S i podernos predecir aproxi-madamente cuanto vivira un perro
concreto y tarnbien 10 que proba-
blemente causara su muerte es por-
que hernos ten ida ocasiones repeti-das de observar Ia vida de un perro
desde su nacimiento hasta su muer-
teo EI trance del biologo evolucio-
nista es que nunca ha observado
otra especie humana que nace, en-
vejece y muere [29, 91; 32, 208-
210]. Sin embargo, una especie
Uega al fin de su existencla par un
proceso analogo al envejecimientode eualquier organismo individual.
Y aunque el envejecimlento este
tcdavia rodeado de muchos rniste-
rios [32, 205], sabemos que las
causas que provoean el fin de unaespecie trabajan lentamente, pew
con persistencia y de modo acumu-
lativo desde el primer momenta de
su nacimiento. EI hecho es que
cada uno de nosotros envejece can
cada minuto, mas aun, con cada
parpadeo, aunque .somos incapaces
de apreciar la diferencia.
Es totalmente ingenuo el argu-
mentar -como hacen implicita-
mente algunos economistas- que
puesto que la humanidad no se ha
enfrentado con ninguna dificultadecologica desde la edad de Peri-
cles, no va a tener que hacer frente
a ninguna. Can solo dejar los ojos
. abiertos podemos detectar, can el
paso del tiempo, algunos sintomas
suficienternente c1aros que nos ayu-
daran a eonseguir una idea general
de las causas probables del enveje-
cirniento y, posiblemente, de la
muerte. Es verdad que las necesi-
dades del hombre y el tipo de re-
curs as que requiere para satisfacer-
las son mucho mas complejos que
los de las otras especies. En cam-bia, nuestro conocimiento de estos
{adores y de sus interrelaciones es
naturalmente, mas extenso. E1 re-
sultado es que un simple analisis
de los aspectos energeticos de la
exlstencia del hombre pueden ayu-
darnos a conseguir al rnenos una
perspectiva general de los proble-
mas ecologicos y llegar a unas con-
clusiones relevantes, aunque sean
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escasas. Esto y nada mas que esto
es 1 0 que me he esforzado par 10-
grar can este articulo.
11. Mecanica versusTerrnodlnamlea
No hay analisis sana de un pro-
ceso material, sea en las ciencias
naturales 0 en Ia economla, sin una
descripcion analltica clara y com-
prensiva del propio proceso. Esta
descripcion debe ante todo Incluiruna delirnitacion del proceso -el
elemento abstracto que separa el
proceso de su entorno- as! como
su duracion. Despues vendra la
descripcion analitica de las necesi-
dades y el funcionarniento del pro-ceso, can el detalle del modo y
momenta en que cada "input" y"output" que interviene en el rnis-
rna cruza la frontera entre el exte-
rior y el interior del proceso. Perc
1 0 que compete a la ciericia en ge-
neral y al estudioso en particular
es el determinar donde se traza el
limite abstracto, que duracion sc
considera, que "espectro' cualita-
tivo utilizamos para clasificar los
elementos del proceso (3).
La mecanica distingue solarnentemasa, velocidad y posicion, sobre
los que basa el concepto de ener-
gia kinetica y potencial. E1 canicter
constante de la energia mecanica
total (kinetica mas potencial) y el
igualmente constante de la masa
son los principios de conservacion
mas primitivos reconocidos par la
ciencia. Algunos economistas cuida-
doses, como Marshall [60, 63], lle-
garon a observar que el hombre no
puede crear ni materia ni energla.
Pero, al ·hacerlo, s610 Ipensaban
aparentemente en los principios me--g,nicistas de conservacion, pues ac-
to seguido afiadfan que el hombre
puede no obstante' producir utili dad
rnoviendo y reorganizando la mate-
ria. Este punta de vista ignora un
problema fundamental: lC 0 m 0puede el hombre hacer ese movi-
miento? Para todo el que se queda
al nivel de los fenomenos mecani-
cistas, toda posicion de materia a
.(
!i
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R E V IS T A D E E C O N O M I A
Ahara bien, los Ienomcnos reales
se rnueven en una direccion con-
creta e irnplican cam~io cualitatlvo.
Esta es la Iccci6n de la termodina-
mica. una rama particular de I n
Iisica, tan particular que los purls-
tas prefieren no considerarla parte
de la flsica par su caracter antra-
pom6rfieo. Aparte de que serla
dificll imaginar c ualq uie r cie ncia sin
caracter antropornorfico, el caso de
la termodinamica cs iinico.
La terrnodinamica naci6 de IaMemoria de un ingeniero frances,
Nicolas Sadi Carnot, sabre Ia efi-
cacia del motor terrnico (1'824).Uno de Ios primeros hechos deriva-
des de esta in ve stig ac io n fu e que elhombre puede usar s610 un tipo
particular de energia. Asi, se dis t in-
guio entre energia disponible 0 Ii-
bre, que puede ser transforrnada en
trabajo, y energia no disponible 0
lirnitada, que no puede ser trans-
forrnada en el (5). Esta divisi6n dela energla es clararnente una distln-
cion antropornorfica sin igual en la
ciencia.
La distinci6n esta intimarnenteunida a otro concepto especffico de
la termodinarnica, concretamente a
la entrap/a, concepto tan complejo
que algun especialista ha juzgado
que "ni los fisicos 1 0 entienden f a -cilmente" [40, 37] (6). Para n05-
otros, vamos a Iimitarnos a una de-
f in ic io n s imp le de la en tropia como
el lndice de la cantidad de energia
no disponible en un sistema terrno-dinarnico dado en un memento de
su evolucion.
La energia, sea cual sea su ca-
Iidad (7 ) es ta sujeta a una ley es-
tricta de conservacion, [a Prlmeru
Ley de fa Termodlndmica, que es
formalmente identica a la conserva-
cion de energia mecanica rnencio-
nada antes. Y como el trabajo es
una de las multiples forrnas de
energla, esta ley pone enevidenda
el mito del movimiento perpetuo
de primer orden. Sin embargo nosoluciona la distincion entre ener-
gla disponible y no disponible; en
si misma la ley no excluye /a posi-bilidad de que una cantidad de
trabaja sea trans/armada en calor
y este calor a su vez reconvertidaen la cantidad inlcial de trabaio, LaPrlrnera Ley de la Termodinamicu
perrnite, pues, que cualquier procc-
so pueda producirse hacia adelanto
o hacia atras, de modo que todo
quede otra vez como al principio,
sin ninguna huella de 1 0 sucedido.
Can esta ley solamente seguirnos
atin en la mecanica, y no en el
campo de los fenomenos reales,entre los que sin duda se encuentru
el proceso econornico.
La oposicion irreductlhle entre
la rnecanica y la terrnodinamicu
arranca de la Segundo Ley, Ia Ley
de fa Entrap/a. Su mas vieja for-
mulaci6n es tambien la mas sen-
cilla para el profane: HEI calor, por
sf solo, fluye unicarnente del cuerpo
mas caliente al cuerpo mas calido,
y nunca a la inversa", Otra Iormu-
lacion mas compleja pero equiva-
lente es que la entropia de un sis-
tema cerrado aumenta continua ej rrevocablemente hacia un puntn
maximo, 0 sea, la energia disponi-
ble es transform ada contfnuamentc
en cnergfa no disponible hasta que
desaparece cornpletamente (8).
En terrninos arnplios, la historia
es relativarnente simple: Todos los
iipos de energla se transjormangradualmente ell calor y el calor
termina par disiporse hasta un pun-
ta en que e / hombre yo no puede
utilizarla, Ciertarnente, ya Carnot
expuso que ningun motor terrnicopuede trabajar si existe la misma
temperatura, par rnuy alta que sea.
en la caldera y en el refrigera-
dar (9). Para ser disponible, In
energia debe ser distribuida des-
igualrnente; toda energia disipada
ya no es disponible, Una ilustra-
cion clasica es la inmensa cantidad
de calor disipado en el agua del
marque no puede ser utilizada par
ningiin barco. Aunque los bareos
navegan sobre ella. necesitan ener-
gla disponible, la energia kinetic a
concentrada en el viento a la ener-gia nuclear 0 qulmica concentrada
en el curnbustible. Asi, vernos par
que la entropia fueconsiderada co-
mo Indice de desorden (0 disipa-
ci6n) no solo de energia sino tam-
.bien de materia, y por que In Leyde la Entropia en su forma actual
expresa que In materia, tambien,csta sometida a una disipacion irre-vocable. De acuerdo con ella, el finultimo del universo no es la "muer-
te por calor" (como se crey6 en un
principia) sino un estado mas scm-brio: "el caos" (10). Sin duda, esta
reflexion no es satisfactoria intelec-
tualrnente. Pero ]0 que nos interesaes que, de acuerdo con las pruebas
existentes, nuestro entorna inrne-diato, el sistema solar. tiende a unamucrte terrnodinamica (l1), par 1 0
rnenos par 10 que respecta a las
estructuras vivientes.
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III. La ley de la entropia
y la econornla
Sin duda alguna, no hay ley que
ocupc una posicion tan singular enJa ciencia como la Ley de la En-
tropia. Es Ia unica ley natural que
rcconcce que incluso el universe
material esta sujeto a un cambia
cualitativo irreversible, a un proce-
so evolucionista (12). Este hecho
condujo a sospechar a algunos cien-
tificos y fil6sofos que existia una
afinidad entre esta ley y los feno-
menos vitalcs, Hoy por hoy, pocos
negaran que la economic de. cual-
quier proceso vital esta gobernada,
y no por las leyes de la mecanica,
sino por la Ley de la Entropia [32,XIII. 191-1947]. El heche es aiin
mas patente en el casa del proceso
econ6mico.
Los economistas han mantenido
en ocasiones que, puesto que algu-
nos cientfficos invaden su campo
sin saber mucho del terna, eIlos
tambien estan justificados cuando
hablan sabre ciencia, a pesar de su
ignorancia en ese terreno [4, 328,
f.].argumentaci6n que revela un
error, que, desgraciadamente, esta
gcneralizado entre los cconornistas.
Pcro sean 0 no expertos en econo-mla los otras cientfficcs, los ceo-
nornistas se def'enderan mal en su
propio campo si no adquieren un
conocimiento solido de la Ley de la
Entropia y sus consecuencias (13).
La termodinamica es, en el fonda,
una ffsica can valor econ6mico
-tal como Carnot la formula in-
conscientemente- y la Ley de la
Entropfa es par naturaleza la mas
economica de todas las leyes natu-
rales [29, 92-94; 32, 276-283].
EI proceso economico, com 0
cualquier otro proceso vital. es irre-
versible (y 1 0 es irrevocablemente);
de ahi que no pueda ser explicado
en terrninos mecanicos unicarnente.
La terrnodlnamica, a traves de la
Ley de la Entropfa, es la que reco-
noce la distincion cualitativa que
debian haber heche los econornlstas
desde un principia entre "inputs"
de recursos valiosos (can baja en-
tropia) y los "outputs" finales de
98/ICE-MA YO 1975
residues sin valor (con alta entre-
pfa). (N. T. Recordarernos aquf que
baja entropfa significa que el indicede .energia no disponible cn este
sistema concreto es bajo y que, partanto, es rico en energfa disponi-
ble), La paradoja que evoca este
pensamiento, de que 1 0 que el pro-
ceso econornico haec es transforrnar
materia valiosa y energla en resl-duos, se puede resolver de modo
facit e instructivo. Nos fuerza a rc-
conocer que el "output" real delproceso econ6mico (yen general de
cualquier proceso vital) no es cl
ituio material de residues, sino el
todavfa misterioso jtuio inmaterial
del goce de la vida (14). Sin reco-
nocer este hecho no podremos si-tuarnos en el terreno de los fend-
menos vitales.
Las actuales leyes fisicas y qui-
micas no explican la vida com-
pletarnente. Pero no se concibe
cientfficarnente que la vida pueda
violar alguna ley natural, Sin em-
bargo, se ha observado desde haec
tiernpo (y mas recicntemente par
Erwin Schrodinger) [7], 69-72],
que la vida parece evadirse de la
degradacion entr6pica a la que es-
ti sometida la materia inerte. Laverdad es que cualquier organismo
viviente se esfuerza en todo mo-
menta par compensar su propia y
can t f n II a d eg radaclo n en tro picu
succionando baja entropla y expul-
sando alta entropia. Claramcn te
esre Ienomeno no esta excluldo por
la Ley de la Entropla, que unicn-
mente requiere que crezca la entre-pia del sistema en su canjunto (el
cntorno y el arganismo). Todo esui
en regJa en tanto en cuanto Jaen-
tropia del entorno crezca mas que
Ia entropla compensada del orga-
nisrno.
Igualmente irnportante cs el he-
cho de que la Ley de la Entropla
es [a unica ley natural que no prc-
dice en terrninos cuantitativos. No
especifica cuan grande ha de ser el
aumento en un momenta futuro o
que esquema entropicoconcrcto re-
sultara. Preclsamente par eSD, ha yuna indeterrninacion entropies en
el rnundo real que permite a la vi-
da el adoptar un espcctro intermi-
nable de formas y. mas aiin, per-
mite que las acciones de un orga-
nismo vivo disfruten de una cierta
dosis de libertad [32. 123]. Sin cs-
ta libertad, no podrlarnos elegir
entre comer lentejas 0 carne, entre
comer ahara a mas tarde. Ni po -
drlarnos aspirar a instrurnentar pla-
nes econornicos (a cualquier nivel}
elegidos par nosotros.
Tarnbien, par esa indeterrninu-
cion entropica, la vida no tiene ill1-
portancia en el proceso cntropico.
Y ello no porque busquernos una
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explicacion rnlstica sino en virtud
de los simples hechos. Algunos or-
ganisrnos retrasan la dcgradaclon
entr6pica. Las plantas verdes alma-
cenan parte de la radiacion solar
que, sin ello, se disiparia inrnedia-
tamente en forma de calor, en alta
entropia, Por ello podemos quernar
ahora la energfa solar salvada de Indegradacion haec millones de afios
en forma de carbon 0 unos afios
antes en forma de un arbol. Losdemas organismos, al contrario,
aceleran la marcha de la entropia.
EI hombre ocupa el puesto mas
alto en esta escala, y cste es cIpunto crucial de los problemas del
media ambiente.
La Ley de la Entropia, y estQ
es de suma lrnportancia para el es-
tudiante de economia, es la raiz de
la escasez economica. De no ser
par esta ley, podriamcs usar la
energia de un trozo de carbon una
y otra vez, transforrnandolo en ca-
lor, el calor en trabajo y el trabajode nuevo en calor. Asimismo, me-
tores, casas e incluso los organ is-
mos vivientes (si de alguna manera
p ud iera n e xistir en tales condicio-
nes) nunca scdesgastarfan. No
habrla diferencia economica entre
los bienes materiales y laTierra
sicerdlana, En tal rn un do irn ag in a-rio, purarnente mecanico, no habria
verdadera escasez de energla y
bienes materiales. Una poblacion
tan grande como la que perrnitlera
el espacio de nuestro planeta po-
dria vivir indefinidamente. Un au -menta en la rentu real per capita se
conseguiria parcial mente con una
mayor velocidad de usa (como en
el caso de la circulacion monetaria)
y en parte can una extraccion (rni-nera) mayor. No surgirfa ninguna
lucha real ni intra ill entre las es-
pecies. ~
LJs economistas han venido in-
sistiendo en que "I a comida no seregala", con 10 que se refieren a
que el precio de cualquier cosa de-
be ser izua] a su coste. EI creer
que esta -igualdad tam bien rige en
terrninos de entropia constituye uno
de los rnltos econornicos mas peli-
grosos. En el contexto de 10.entro-
R E V I S T A D E E C O N O M I A
pia. toda aCCLOn, de hombre 0 de
organismo. mas aun, todo proceso
en 10.ruuuraleza debe dar como re-
sultado un deficit para el sistema ell
su conjunto. No solo aumenta In
entropia del sistema en una canti-
dad adicional, par cada litro de
gasolina en el deposito de un ca-
che, sino que tarnbien una parte
sustancial de la energia libre con-
tenida en esa gasolina, en vez de
accionar el cuche, derivara direc-tamente a un aurnento adicional de
entropia. En tanto en cuanto haya
a mana recursos abundantes y fa-cilmente accesibles, no habra que
preocuparse de la cuantfa de esa
perdida adicional. Asimismo, cuan-
do producimos una lamina de cobre
a partir del mineral. reducirnos luentropfa (el desorden) del mineral.
perc solamente 0 .1 coste de un au-
menta de entropia en· el resto del
universo. Si no existiera este deficit
entropico, serfarnos capaces de con-
vertir trabajo en calor e, invirtiendoel proceso, podrfamos recuperar I I I
cantidad iniciaJ de trabajo en su to-
tali dad -como en el mundo imagi-
nario del parrafo anterior-. En
tal mundo, los economistas ortodo-
xos reinarfan de modo soberano
precisamente porque no funcionariala Ley de la Entropla,
IV. Energia accesibley materIa acceslble
Como hemos visto, se ha distin-
guide entre energla disponible y no
disponible (generalizada como la
distincion entre baja yalta entre-
pia) porque a sf In term od in arn icapuede partir del hecho de que el
hombre puede utilizar solamentc
uno de los estados en que aparece
la energla. Pero 1a distincion no
significa que el hombre puede hoy
usar cualquier energfa disponible
sea eual sea el lugar y la forma en
que se encuentra. Para que Ia ener-
gfa disponible tenga un valor para
In h urn an id ad debe ser tarnbienaccesible. La energia solar y sus de-
rivados nos sou accesibles sin es-
fuerzo ni consumo de una energia
disponible adicional, Pero, en todos
los dermis casas, tenemos que gas~
tar trabajo y materiales para poner
a punto un surninistro de energia
disporiible. La cuestion es que, aun-
que podarnos aterrizar en Marte y
hallar alii depositos de gas, esa
energfa disponible no nos sera ac-
cesible si el traer de alla a lu
Tierra un metro cubico de gas nos
cuesta una cantidad mayor de la
equivalencia en energia de un me-tro cubico de gas en estado accesi-
ble en la tierra. Tarnbien hay en lu
tierra pizarras bituminosas de la sque se podrfa extraer una tonelada
de petroleo, s610 que ello costariu
un gasto de energia mayor que una
tonelada de petroleo. El crudo en
la pizarra serla, sin duda, energiu
disponible, pero no accesible. Se
nos recuerda hasta la saciedad que
las verdaderas reservasde cornbu s-
tibles fosiles son, sin duda, mayores
cue las conocidas 0 estimadas [5R
33J. Perc tambien es cierto queuna parte sustancial de las reservas
reales no constituye energfa acce-
sible,
La distincion considera la efi-
ciencia en terrninos de energia. no
en terminos de econornfa. La efi-
ciencia economica implica eficicn-
cia energetics pero la inversa no es
verdad. EI uso del gas, par ejemplo,
es energeticamente m a s eficiente
que el usa de electricidad, perc I n
electricidad resulta ser mas baratu
en muchos cases [79, ]52]. Tam-
bien, aunque podemos hacer gas 0 .
partir del carbon. es mas barato
extraer gas de depositos naturales.
De extinguirse los recursos natura-
les de gas antes que los de carbon.
sin duda recurririamos al metodo
que hayes econornicamentc inefi-
ciente. La misma idea deberia estur
presente cuando discutimos el futu-
ro de la utilizacion directa de luradiacidn solar.
Los econamistas, sin embargo.
insisten en que "los recursos se
miden correctarnente en terrninos
econ6micos, no fisiccs" [51, 663:
3, 2473]. EI consejo refle]a uno de
los mitos mas duraderos de la pro-
Iesion (compartido por otros tam-
ICE-MAYO 1975/99
5/14/2018 Energia y Mitos Econ micos. Georgescu Roegen - slidepdf.com
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bien). Es el mito de que el rneca-
nismo de precios puede cornpensar
cualquier escasez, sea de tierra, de
energia 0 de materiales (15). Exa-
minarernos este mito mas tarde,
aqui solo sefialarernos que a largo
plaza, 1 0 iinico que cuenta para
establecer la accesibilidad de laenergia es la eficiencia. Si quere-
mos jifinar mas, la eficiencia real
depende en cualquier momento del
estado de la tecnica, Pero, tal co-
mo sabernos par Carnot, en cada
situacion particular hoy un limitetedrlco independiente del estado de
la tecnica, que nunca puede serverdaderamente alcanzado. En dec-
to, generalmente nos quedamos rnuypor debajo de 61. .
La accesibilidad, tal como ·Ia de-
finirnos, tiene que contar can el
heche de que aunque la humani-dad flota en un caudal de energia
disponible fantastico, s610 una par-
te infinitesima de ese caudal cs
potencialrnente accesible al hombre.
Porque incluso si llegararnos a via-
jar en el espacio a una velocidad
mayor que la de la luz, seguiriamos
confinados en una pequefia irnan-cha .del cosmos. [Un viaje explore-
torio a nuestro sol mas proximo
100JICE-MAYO 1975
fuera del sistema solar en busqueda
de posibles satelites del tipo de Ja
tierra duraria nueve afiosl Si el ate-
rizaje en la luna nos ha ensefiado
alga es que no hay prornesas de
recursos en los viajes interplaneta-
rios y menos aun en los interside-rales,
Nuestra propia naturaleza biolo-
gica establece lfmites mas estrechos
a laenergia accesible, y es que nopodemos sobrevivir a una tempera-
tura demasiado alta 0 baja 0 cuan-
do nos exponernos a determinadas
radiacicnes, Por esta razon, la mi-
nerfa del combustible nuclear y su
usa en. gran escala ha despertada
polemicas que hoy dividen tanto a
los especialistas como al publico engeneral, Hay tambien lfmites esta-
blecidos par obstaculos puramente
. fisicos. EI sol no puede ser traba-
jado ni aun par un robot y s610
podemos con tar can la pequefiaporcion de su inmensa energia ra-
dioactiva que llega a la Tierra.Ni
tampoco podemos captar la inrnen-
sa energia de los relarnpagos terres-
tres. Tambien obstaculos ffsicos
muy unicos hacen imposible el usa
pacifico de la energia terrnonuclear.
La fusion del deuterio requiere la
fantastica temperatura de 200 rni-llones de grados Fahrenheit, un or-
den de magnitud mayor que la tem-
peratura del interior del sol. La
dlficultad esta en obtener el conte-
nedor material donde pudiera pro-
vocarse esta reaccion, Tal como ha
sido explicado en terminos profa-
nos, la solucion que se busca en
la actualidad es parecida a la de
pretender contener agua en una
red, Tambien podriamos recordar
que la energia quimica de la dina-
mita y Ia polvora, aunque usada
durante mucho tiernpo, no puedeser controlada de modo que puedu
accionar una turbina 0 .un motor.
Quizri el usa de Ia energia terrno-
nuclear quedara confinado a Ia fa-
bricacion de una "bornba' (I6).
Sea [0 que sea, con 0 sin energia
termonuclear, la cantidad de ba]a
entropia energetica disponible es fi~
nita.
Consideraciones sirnilares nos Ile-
van a concluir que la eantidad de
material accesible de baja entropia
es finito tarnbien. Pero aunque en
ambos casas s610 interesa la can-
tidad de baja entropia, es impor-
tante que separemos las dos cosas
en cualquier discusion del proble-
ma del media ambiente. Como sa-
bemos, la energla disponible y la sestructuras materiales ordenadas
curnplen dos papeles muy precisos
en la vida de la humanidad. S inembargo, esta distincion antropo-
morfica no nos obligaria en si
misrna.
En primer lugar 'existe el hecho
fisico de que, a pesar de la equi-
valencia einsteniana de masa V
energia, no hay razon para creerque podemos convertir energia en
materia excepto a la escala atornica
en un laboratorio y solo para al-
gunos elementos precisos (17). Por
ejernplo, no podemos producir una
chapa de 'cobre con energia soJa-
mente. Todo el cobre en esa chapa
debe existir antes como cobre (en
forma pura 0 en forma de COlTI-
puesto quimlcc). Por tanto, la afir-
macion de que "la energia es con-
vertible en la mayor parte de las
necesidades vi tales" (83,4123) puc-
de equivocarnos, formulada en estuforma poco calificada.En segundo
lugar, ninguna macroestructura ma-
terial (sea un clavo 0 un avian su-
perscnico) cuya entropia sea mas
baja que la de los objetos que la
rodean puede durar por siempre en
su forma original. Ni siquiera los
organismos singulares caracteriza-
des par la tendencia a evadir la
decadencla entropica (las estructu-
ras vivientes) pueden durar tanto.
Los artefactos que son ahora par-
te esencial de nuestro modo de:
vida tienen, por tanto, que ser rc-novados constantemente de la fuen-
te que sea.EI punta final es que In
Tierra es un sistema terrnodinarni-
co abierto solo can respecto a In
energfa, La cantidad de materia
rneteorica, aunque no sea despre-
ciable, nos llega ya disipada.
El resultadoes que solo podernos
contar con los recursos rnineralcs
que, sin embargo, son irreernplazu-
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R E V IS T A D E E C O N O M I A
bles y agotables. M uchos tipos ~e
elias han side agotados en un pillS
tras otro (56,1200 (18). Hoy, rni-nerales importantes como plomo,
estafio, zinc, mercuric, rnetales pre-
ciosos son escasos en el mundo, . -entero (17,72-77; 567). La nocion
ampliamente compartida de que lo~
oceanos constituyen una Iuente casiinagotable de minerales y puede
incluso convertirse en un sistema
perpetuo y natural de "reciclaje"(3,239; 69,1£) es denunciado par
los geologos expertos como una
mera hiperbole (17,B5-B7) (19).
El tinico modo de conseguir
energia a partir de m_aterial co.n
baja entropfa es a traves de marn-
pulaciones Iisico-qufmicas. Usando
cantidades cada vez mayores de
energia disponible podemos separar
cobre de minerales mas y mas po-
bres, mas y mas hondos en }a Tie-
rra. Pero el costo en energia para
extraer minerales can bajo conteni -:
do aumenta muy rapldamente(56,122f). Tambien podemos recu-
perar de lachatarra. Hay, sin em-
bargo, algunos elementos que, de-
bido a su naturaleza y al modo en
que participan en los pro~~sos na-
turales y humanos, se disipan en
alto grado. La recuperacion en este
caso es de escaso valor. La situa-
cion es particularrnente penosa pa-
ra aquellos elementos que, ade~as,
existen en la naturaleza en cantida-
de~ muy Ilmitadas. El fosforo, un
elemento altarnente critico en pro-
cesos biologicos, pertenece sin duda
a esta categorfa. Asimismo, el he-
lio, otro elernento can un papel
muy especffico (17, IB; 38).
Un punto importante -aparen-
temente ignorado por los econo-
mistas (49,9 69,42)~ es que la
recuperacion no puede ser cornple-
ta (20). Aunque podemos recoger
del suelo todas las cuentas y re-
construir un collar rota, no hay
proceso conocido que pueda volver
a unir todas las. molecules de una
moneda cuando esta se ha desgas-tado.
La imposibilidad no deriva direc-
tamente de Ia Ley de la Entropfa,
como cree Solow (75,2). Tarnpocoes exacto el decir, como Boulding
(8,7), que "afortunadamente no
hay ley de entropia material ere-
ciente". La Ley de In Entropia no
distingue entre materia y energia,
Esta ley no excluye (par 1 0 menos
en principia) una desintegracion
completa de una estructura mate-
rial parcial, siempre que haya bas-
tante energia libre para realizarla,
Y si tenemos bastante energia, po-
driarnos incluso separar las mole-
culas frlas de un vasa de agua y
reunirlas en cubos de hielo. Si, enla practica, tales operaciones son
imposibles, es sola mente porque
requeririan un tiernpo practicamen-
te infi n i to (21).
V. Reslduos para desecho
Como Malthus no percibi6 que
el residuo tarnbien plantea proble-
mas econornicos, era normal pam
escuelas de pensamlento econdrni-
co que ignoraron incluso los "in-
puts" de los recursos naturales el
no prestar atencion al "output" en
forma de residuo. De ahf que este,
al igual que los recursos naturales.
no es representado de manera al-
guna en In fu nc io n de produccioual usa. La unica mendon de CO[1-
tarninacion que se encontraba oca-
sionalmenteen los libros de texto
era el ejemplo de I n c rn pr es a ell'
lavanderfa que sufre perdidas par
los hurnos de una c hir ne ne a v ec in a.Los economistas sin duda dcbcn
haberse senti do sorprendidos cuan-
do 10. contarninacidn empezo a
echarseles encima. Sin embargo.no habia de qu e sorprenderse. Da-
da fa naturaleza entropica del pro-
ceso econornico, el residua es un
"output" tan inevitable como el
"input" de los recursos naturales.
Mas y mejores motes, coches, avio-
nes, refrigeradores, etc., causartin
no solo mas y mayor agotamicnto
de recursos naturales, pero tarnbicn
mas y mejor contarninacion. Hoy
par hoy, los econcrnistas ya no pue-
den ignorar la existencia de la con-
taminaci6n. Mas atin, incluso han
descubierto de pronto que "en rea-lidad tienen algo importante que
decir al mundo" y es que si Jos
precios son correctos no hay con-
tarninacion (74,49f; tarnbien 10.
12, 17; 49,1 If; BO, 120f) (22) ~lo
que es otra faceta del mito de los
economistas sobre los precios.
El residua es un Ienorneno fisi-
co que es generalrnente nocivo u
la vida hurnana. Deteriora constan-
temente el , entorno de rnuchas rnu-
neras: quimlcarnente, como en la
contaminacion de mercurio 0 aci-
do; nuclearrnente, como en el dC5-
echo radioactive: fisicamente, como
en la mineria a cielo abierto 0 en
la acumulacion de dioxido de car-
bono en la atmosfera. Hay algunos
pocos ejernplos en que una parte
sustancial de alaun elernento contu-
minante ---eI e]emplo claro ies el
dioxldo de carbono- se "recicla"
par algiin proceso "natural" del en-
torno. La mayor parte del desecho
molesto -basura, cadaveres y ex-
crementa- tarnblen se reduce gra-
dualmente por procesos naturales.
Estos desperdicios s610 requiercn
un espacio en que permanecer ais-
lados hasta que se complete su re-
duccion, Hay problemas higienicos,
ICE-MAYO 1975/101
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incornodos, pero 10 importantc es
que estes dcsperdicios no causan
un dufio pcrrnancnte e irrcductible
a nuestro entorno.
Sc puedc un o dcshacer de otros
despcrdicios 5610 en el sentido de
qucpueden ser convcrtidos en me-
nos nocivos can cicrta actuacion
por nucstra parte; asf, cuando par-
te del monoxide de cnrhono cs
transfnrrnado en dioxido de carbo-
no y calm por medic de un a COIll-
bustion mas pcrfcccionada. Una
gran parte de la conturninacion de
dluxido de azufre, y este cs otro
cjcrnplo, pucde scr cvitada can ins-
talaciones cspeciulcs. S in embargo.
otros dcsperdicios no pucdcn ser
rcducidos asi, Un ejemplo tipico es
I n d i fi cul tad de rcduci r la alta y pe-
ligrosa radioactividad de IDS resi-
duos nucleates (46,233). Su activl-
da d disrninuye par si rnisrna co n eltiernpo, pem muy lentarnente, En
el caso del plutonia-239. la rcduc-
cion en un 50 par 100 tarda vein-
tieineo m il ail o s, y, sin embargo, cl
dafio qu e la conccntracion radioac-
tiva ,puedc cjerccr sobre la vida
pucde ser irreparable.
Aqui, asl como en el caso de to-
des lo s dermis residues. no s enfrcn-
tames ca n otra dificultad: la li mi-tacion de cspncio acccsible. La
humanldad cs como una familia
qu e consurne un os suministros lim i-
tados qu e ha y en In despcnsa yarro]a lo s inevitnhlcs despcrdicios
en un cuba de basura finito: el es-
pacio en torno a nosorros, Incluso
la basura ordinaria es una arnena-
za; en viejos ticrnpos en que solo
sc pad Ian dcshaccr de ella con
arandes dificultadcs, alzunas ciudu-
des celebres qucduron cnterradus
en basura acumulada. Hoy tcnCI11L lS
mejores medias para sacarla. pemla c ua ntia en contin uo aurncnto pi-
de pa r mas y miis zonas de acurn u-
lacion. En Estndos U nidos, In can-
tidad anual de dcsperdicio es cusl
de dos toncladas "per capita" y an n
y siguc en aumcnto (14.11 f). Tam-
bien debcmos tener en cucnta que
po r cnda barril de petroleo de pi-
zarras cargamos can m,ls de una
tonelada de cc niz ns y qu e para oh -
10211CE-MAYO 1975
tener cinco onzas de urania debe-
mos triturar un metro cubico .de
men. Ct11 l l0 desprenderse de estes
residues "neutros' cs un problema
que qucda vividum cntc ilustmdo
por las consecuencius de I I I rnincriu
u cielo ahierto. E I cnviar los resl-
duos mas alia en el espuciu nn coru-
pcnsaria a escala cunstantc y UIl1-
plia (2 .3).
L o Iirnitndo de nuestro espacio
haec mas peligrosos 105 re sid u us
qu e persisten po r un Iargo pcrlodo
de ticrnpo y cspecialrncntc los que
son cornplctarncntc irrcd uctiblcs.
Tfpica de csta ultima cutcgoria cs
la contnmlnacion tcrm ica, cuyos
peligros no son tcdnviu cornplctu-
mente aprcclados, El calor adicio-nal en qu e s e t ra ns fo rm a finalrncn-
te toda la energia de origen tcrrcs-
tre cuando es utilizada par cl
hombre puede af'ectar el dclicado
cquilibrio termodlntlmico de nues-
tro planeta de dos modes, Primerc.
la s Islas de calor creadas por las
plantas industriales de encrgia puc-
den no 5610 (10 que es bien cone-
cido) alterar In fauna y flora local
de rfos, lagos e incluso mares ribe,
refios, sino tam bien altcrur In cs-
tructura clim aticn. U na sola plantu
nuclear puede calcntar el agua del
rio Hudson tanto como 7° F. No
es extrafio que sc origincn polcrni-
cas trcrneudas cuando hay que de-
cidir deride se va a cnnstruir In
proxima planta nuclear y lucgo laproxima. Segundo. el calor adicio-
nal total producido "in situ" por
In planta rrnis cl producido en los
puntas dondc la encrgla se usa.
pucde aurncntar In temperatura de
la tierra hasta fundi r los casquctcs
helados. [0 que podria scr un VCf-
dndcro cataclismo. Ya que la Ley
de la Entropia no pcrrnite modoalguno de rcfrigcrar contin uamcntc
un plancta caliente. la contarninu-cion tcrrnica podria rcsultar scr cl
obstaculo mas crucial 0 1 crccirnicn-
to , mas que la Ii rni m elon de recur-
50S acccsibles nY,160) (25).
Aparentemente, ereeillos qu e bas-
tft haecr las eosas diferentem enlL:
pnra librarnos de la contam ination.
La verdad cs que, al igual que ca n
la recuperacion, el dcshaccrnos de
la contamlnacion no dejn de tcncr
un coste en term inus de cncruiu,
Mas aun, a mcdidn quccl purccn-
taje de reduceiL'l11 de contaminucion
aurncnta, el coste crcce uun mils
nipido que en la rccupcrucion [(1:'.
134s).
Deberncs, pues, vigilar III quc
hacernos -como ya algunos han
advertido(6,9)- a fin de no su~-
tituir una coruarnlnacion de puru
valor local con u na c on tamin ac io n
nub grande, aunque rruis distunte.
Al rnenos en principia. un lugo
puede ser revltaliado sin duda me-
diante la inyecci6n de oxigeno, co-
mo sugiere Harry Johnson (49,Xs).
Perc tarnbien es igual de cicrto que
la s opcraciones adicionnlcs qu e su-
pone esta inyecclon no s610 rcq uic-
ren cantidades enorrnes de buja CIl-
tropia adicional, sino que tarnbicn
crean contam inacion adicional. En
la practica, lo s esfucrzcs rcalizados
po r recuperar tierras y corricntcs
degradadas por la .m incria a cielo
abierto han tenido rncnos exito de
10 esperado (14,12). La construe-
cion lineal -par pedir prcstado un
calificativo a Bormann (7,706)-
estti sin duda de rnoda hoy. pew
precisamente, en tanto que ecuno-
rnistas, debiamos rcspetar el prin-
cipio de que 1 0 que cs vcrdadcro
para un lago muerto no 1 0 cs puru
todos los luuos rnuertos si su nu-
rnero aum enta nuls alia de cierto
limite. El sugcrir encima que cl
hombre pucdc construir con cicrto
coste un nuevo entorno adaptado
a sus deseos cs ignornr cornpictu-
mente que cl coste consistc escn-
clalrnente en baja cntropiu, no en
dinero, y csta sujcto a las lirnitu-
clones impucstas por Ins leycs na-
turales (26).A mcnudo nuestros argurncn tos
arrancan de la crccncin en una uc-
tividad industrial libre de contarni-
nacidn. Es un m ito tan tcntador
como la crccncia en que alga va a
dllrar cternamente. La verdad es-
cucta es que, a pcsar de Ilucstrns
e~ fuerzos, la acumulaci6n de In
eOl1wminacion pO ddn. bajo eicrtm
supucstos. engcndrar la pri IIIer a
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
crisis ccolcgica seria (62,1265). La
que estarnos expcrirnentando hoy
cs solo una clara advertcncia de
un a tendencia que puedc convertir-
sc en alno mas definido en un fu-
tu ro d is ta nte .
VI. Mitos sobre el problemaentr6pico de la humanidad
Pocas personas habra hoy que
crcan abiertarncnte en 1<1inm orta-lidad de In hurnanidad. Sin embar-
go, rnuchos de nosotros prefiercn
no c xclui r esta po sib ilida d; co n estu
finalidad tratam os de invulidarcualquier factor quc pueda lirnitar
la vida de la h ur nu nid ad . La idea
mas contagiosa es el que la dota-
cion de la humanidad en en tro pia
cs virtual mente inagotable, princi-
palrncntc pa r el poder inherentc alhombre de derrotar la Ley de la
Entropia de una rnancra II atm.
Para ernpczar, tenernos el simple
argumcnto de que, tal como ha su-
cedido can muchas lcycs naturales.
tarnbicn senin refutadas a su vez
las lcyes sabre las qLI e descansa In
finitud de los rccursos accesihlcs,
La dificultad de crccr este nrgu-
rnento historico es que la historia
prucba, can una fucrza rnucho nuis
grande, primero, que en un espacio
finite puede haber 5610 un a cantl-
dad finita de baja entropia y, se -
gundo, que la baja entropla disrni-
nuye continua e irrevocablernente.
La lrnposibilidad de un movirnlen-
to perpetuo Tde los des ordencsj
esta ta n firrnernentc anclada en In
historia como la ley de la grave-
dad.
La interpretacion csradisticn de
los fenornenos termodinam icos ha
Iorjado armas mas sofisticadas en
un intento de reestablccer la supre-
macla de la mcctinica, apoyados
esta vez en una noclon "sui gene-
ris" de In probabilldnd. Segun estu
interpretacion, la reversibilldad dealta en baja entropla cs un ic am en -
te un fcnorncno altamcntc impro-
bable. pero no irnposible. Y si cl
heche es "posiblc", clio q uicrc de -
cir qu e ingeniando un mecanismo
podriamos causarlo cuantas vcccs
quisieramos. EI argumento no haec
sino patentizur las contradiccloncs
y Ialscdades irrcductiblcs existcntcs
en lo s fundamentos de In interpre-
tacion estadfstica de los sezuidores
de In rnecanica (32. cap. vh.
En ocasioncs y "sotto voce" al -gunos expresan In csperanza, ali-
mentada en un tiernpo por una au-
toridud clentif'ica como John von
Neumann, de que cl hombre descu-
brini finalmentc como hucer de lu
cncrgfa un bien Iibrc como cl airc(3.32). Algunos imaginan un "ca-
talizador" qu e descornponga, po r
cjcmplo. el agua del mar en oxige-
no c hidrogeno. cuya combustion
nos proporcionanl tanta energiu
disponiblc como q uerumos. Pero I I I
analogia eon el pcquciio rescoldo
que acaha enccndicndo el lcfio nonos sirve, La cntropia del Iefio y
e I ox.ucno usado en In combustioncs m{;s baja que la de las ccnizas
Y hUl1l11 que sulcn de cl. rnientrus
que la entropia del agua es m :is
elevada qu e la del oxlgcuo e hi-
drogeno dcspues de lu descornpo-
sicion. Pcnsur en ese tipo de cu-
talizado r m aruv illo so cs sim plern cn-te qucrer hurler lalcy y haccr
trumpa (27).
Con In nocion prof'csadu ho y do :
pcriodico en periodico de que cI
reactor nuclear produce mas crier-gia de la que consume. la Ialaciu
de l "escamotco cntrupico" parccc
huber alcanzadn su maximo puntn
incluso entre cfrculos de intelcctua-
lcs, incluvendo los cconornistus.
Dcsgruciudarncn tc, lu i Iusion sc ali-
menta con pnicticas de vcndcdor
mu I concebidas por cxpcrtos I1l1-
clcares qu e ensalzan los rcactorcs
quc transform an mutcrial f~rtil pcrp
no susceptible de fision en un
combustible f'isicnable como In~
reactores qu e "produccn mas COI11-
bustiblc de 10 qu e consumen' (~I,
82). La verdad lisa y llunu es queel reactor no se dif'crcncia muchu
de la fiibrica que produce martillos
can la ayuda de rnartillos. Scgun
el principia del deficit de la Ley
de la Encrgia (vcr III). incluso
criando polluclos sc consume unu
mayor cantidad de haja cntropia do:
la contenida en el producto (2X).
Aparcntemcntc en dcf'ensa de Iii
vision tradicional del proceso ceo-
nornico, los econornistas han pucs-
to en marcha esquernas propios.
M encionernos prirnero cl argumcn-
to de que "no se pucde defender
la tesis de que ha y un limite ahso-
lute a la disponibilidad de rCCUf-
so s naturales, siendo asi qu e la de -
finicion de reCUfSOS cambia dnisti-
carncnte y de modo imprevisiblc
can el tiempo... O uiza existu lin
limite pcro no pucde ser ni dcfinl-
do ni especificado en tcrminos ceo-
nornicos" {3.7.11 J. Tambicn IcL'-
rnos que no hay lim ite par arriba
inc l usa para In tlcrra lnborablc pur-
que "laborable es lnf'initnmentc in-
dcfinible" (55,22). La sofista detales arzurncntos es flagrante. Nu-
die neg;da que no podernos decir
exactamente cutinto carbon, pnr
ICE-MAYO 1975/103
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ejemplo, es accesible, Las estirna-
ciones de recursos naturales se han
revel ado constantemente como muybajas, Tambien, el argumento de
que los metales contenidos en la
primera milla de esfera de la su-perficie de la tierra pueden ser un
millen de veces mayores de las re-
servas conocidas en la actualidad
(4, 338,58, 331) no prueba la in-
agotabilidad de los recursos, pero,
tipicam ente, ignora las cuestiones
de aeces ib il idad y disponibilidad(29). Cualesquiera recursos 0 tierra
arable que necesitemos hoy 0 ma-
nana, consistinin siempre en recur-
sos accesibles de baja entropla 0
en tierra accesible, Y puesto quetodos estos tipos existen en canti-(lades limitadas, no podremos olvi-darnos de esa finitudni con esca-moteos taxonomicos (*).
La tesis favorita, tanto de los eco-
nomistas tradicionales como de los
rnarxistas por igual, es t sin embar-
go, que el poder de la tecnologia
no tiene limites (3, 4, 10, 49, 51,
74, 69). Siempre podremos no solo
hallar un sustituto para un jecursoque escasee, sino tambien aumen-
tar "la produetividad" de cualquier
tipo de energia y material. Si se
nos acaba algun recurso, siempre
peosaremos en algo, at igual que
hemos heeho desde los tiempos de
Pericles (4,332-334). Nada mas
puede interponerse en el camino
hacia una existencia m a s feliz para
la especie humana, Serla diffcil
imaginar una forma mas franca de
pensamiento lineal. Siguiendo esa
16gica,ningti.n joven COD salud de-
beria jamas preoceparse por el reu-
rnatisrno 0 cualquier otm tipo de
aflicion de vejez: tampoco deberia
morir nunea. Los dinosaurios, cuan-
do desaparecieron de este mismoplaneta, tenian detras de ellos, ni
m a s ni menos, ciento cincuenta mi-
Ilones de afios de existencia verda-
derarnente prospera (y eso que no
contaminaron el media ambiente
con residues industriales). Pero hay
una logica aiin mas susceptible de
ser saboreada: la de Solo (73;516);
Si la degradaci6n entr6piea va a
poner a la humanidad de rodil1as
en un futuro, ya 1 0 hubiera hecho
en una fecha en torno al ana mil-
d. C. N unca se ha dado la vueltaal viejo dicho del Seigneur de la
Palice (30), de modo tan gracioso.
En apoyo de la misma tesis, haytambien argumentos asociados di-
rectamente a ella. Primero, existe
la aflrmacion de que solo algunos
tipos de recursos son "tan resisten-
tes al avance tecaologico que son
incapaces de rendlr finalmente pro-
ductos de extracci6n a un costeconstante a decredente"{3, 10),
(31). Mas recientemente, algunos
han salido con una ley especffica
sobre recursos que es, en cierto
sentido, contraria a la de Malthus.
La idea es que la tecnologia me-
jora exponencialmente (4, 236; 51,
664; 74, 45). La [ustificacion su-
perficial es que un avance tecnolo-
gico induce otro. Aunque esto es
verdad, no opera cumulativamente
como en el crecimiento poblacional.
Y es totalmente erroneo argumen-
tar,como hace Maddox (59, 21),
que insistir en la existencia de un
limite a la tecnologia es negar el
poder del hombre de influir en el
progreso. Inc1uso si la tecnologfa
continua progresando, no va nece-sariamente a hacerlo sin Hmites;
una secuencia en aumento puede
tener un limite Dar arriba. En el
caso de la tecnologla, este limite 10
estableeen el coeficiente te6rieo de
eficiencia (IV). Si el progreso fue-
ra ciertamente exponencial, enton-
ces el "input" i por unidad de
"output" seguirfa la ley i= ic
(l + r)-t y se aproximarla constan-
temente a cera. La producd6n se
convertiria en incorp6rea en ultimo
termino, y la tierra, en un nuevo
Eden.
Finalmente, existe Ia tesis quepodriarnos Hamar la "falacia' . 'de
la sustitucion interminable:'~'Hay
pocos componentes devla: "n'r',,.7"terrestre, inc1usola
ble, .queseal[ln~!:;~t~an~'~~ ; ;~ :~B~~ \~~ I~~~ 'esaffenla' s,
... la:
(10,8). esto ~ "un truco conjura-do por economlstas". Es verdad
que soloalguDOS pocos elementos"vltaminicos" tienen un papeJ espe-
clfico unico-comoel que el fosforo
desempefia en los organismos vivos.Elaluminio, par ejemplo, ha reem-
plazado al hierro y al cobre en
muchos usos,aunque no en to-
dos (33). Sin embargo, /a sustitu-cion dentro de un "stock" iinito debaja entropia accesible euya degra-
d acio n irre vo cab le s e ac elera c on el
uso no puede seguir por siempre.
En las manos de Solow la sus-
tituci6n se eonvierte en el factor
clave quesostiene el proceso tee-nologlco incluso a medida que los
recursos se vueiven m a s y mas es -casos. Habra, en primer lugar, una
sustitucion dentro del espectro de
los bienes de consumo. Con unos
precios que reaccionen a una esca-
sez creciente, los consumidores
compraran "menos bienes can alta
proporcion de recursos y mas de
otros productos" (74,47) (34).
Mas recienternente extendio lam
bien la idea a la producci6n. Po-
demos, dice, sustituir "los reeursos
naturales por otros factores" (75,
11). Hay que tener un a vision muy
erronea del proceso economico en
su conjunto para no ver que no
hay factores materiales que no sean
los recursos naturales, Si encima se
va mas aIla y se mantiene que "el
mundo puede, en efecto, desenvol-
verse sin recursos naturales" , es
que seIgnora .la diferencia entre el
rnundo real y el.Paralso Terrenal.
Quizii .impresionen .mas los datos
estadfstlcos.Invocados en apoyo de
alguna de las lesis anteriores. Los
datos aducidospor Solow (74, 440muestran . iie.en.IosEstados Uni-
C
y '1970 el consu-U..... "...rie ' de elementos mi-
P O t · · · · . U J 1 1 < 1 ~ 1 c 1 dePNB dismi-"':c,.''''· ..·~ . Las excep-
a procesos des f i t i i C i i o n ; , p l ! t O se'esp'eraba que se
. r a tendencia ante-
mas tarde. Es-
"; los datos no
mismo perfodo
progresado
1041ICE-MAYO 1975
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R E V IS T A D E E C O N O M I A
necesariamente hacia una mayor
cconomia de recursos. EI PNB pue-
de aumentar mas que un "input"
de minerales, incluso si la tecno-
logia perrnanece igual, 0 incluso si
se deteriora. Pero tarnbien sabe-
mas que durante el rnismo periodo,
1947-1967, el consume "per capi-
ta" de materiales bsslcos aument6
en los Estados Unldos, Y en el
mundo, y s610 durante una decada,
1957-1967, el consumo de acero
"per capita" creci6 en un 44 por
100 (12, 198-200). Lo que impor-
ta, a fin de cuentas, es no solo el
impacto del progreso tecnol6gico
sobre los recursos par unidad de
PNB, sino especialmente el aumen-
to en la tasa de agotamiento de
recursos, que es un efecto secun-
darla del progreso.
Todavfa Impresiona mas-y as!
han resultado ser realmente- los
datos usados par Barnett y Morse
para mostrar que, de 1870 a 1957,
las proporciones de coste de traba-jo y de capital can la producci6n
neta disminuyeron apreciablemente
en la agricultura y la mineria, los
dos sectores criticos en 1 0 que COD-
cierne al agotamiento de recursos
(3, 85, 167-178). A pesar de algu-
nas incongruencias aritmeticas (35),
el cuadra que resulta de estos da-
tos no puede ser repudiado. Unica-
mente debe ser corregida su inter-
pretacion.
A efectos del problema del me-
dio arnbiente, es esencial compren-der las formas tlpicas bajo las que
el progreso tecnologico puede pre-
sentarse. Un primer grupo COID-
prende las lnnovaciones-ecotuimi-cas, que consiguen una economfa
neta de baja entropfa -sea por
una combustion mas completa, por
dismin uir la friccion, par conseguir
una luz mas intensa del gas 0 la
electricidad, por sustituir materia-
les que cuestan mas en terminos de
energia par otros que cues tan me-
nos, etc, Baja este titulo deberia-
rnos incluir tambien el descubri-miento de como usar nuevas tipos
de baja entropia accesible. Un se-
gundo grupo consiste en innovacio-
\
nes-sustitutivas, que simplernentesustituyen energia humana par
energia ffsico-qufmica. Una buenailustraci6n es la innovaclon de la
polvora, que permitki prescindir de
la catapulta. Tales innovaciones nos
p erm ite n g en era lm en te no 0010 el
hacer las casas mejor, sino tambien
(y especialmente) el hacer casas que
no se podian hacer antes -volar
en aviones, par ejemplo--. Final-
mente estan las innovaciones-espec-tro, que nos proporcionan unos bie-
nes de consumo, como el sombrero,
las medias de nylon, etc. La mayor
parte de las lnnovaciones de este
grupo son al mismo tiernpo inno-
vaciones-sustitutivas. De heche, la
mayor parte de las innovaclonespertenecen a mas de una categoda.
Pero la clasificacion nos sirve a
efectos anallticos.
Hoy la historia econ6mica con-
firma un hecho mas bien elemen-
tal: el heche de que los grandes
avances en el progreso tecnologico
se han praducido al descubrir como
usar un nuevo tipo de energia ac-
cesible. Por otra parte, un gran
avance en el progreso tecnologicono puede materializarse a no ser
que la correspondiente nueva inno-
vad6n sea seguida par una gran
expansion en la extracci6n minera.
Incluso el descubrimiento de una
tecnica que hiciera posible un usamas eficiente de la gasolina como
combustible palideceria en compa-
rad6n con un aumento amplio de
campos de petroleo de una riqueza
similar a los conocidos hoy en dla.
Este tipo de expansion es 10 que
ha sucedido durante los ultlmos
cien aiios. Hemos pinchado petro-leo y descubierto nuevos depositos
de carbon y de gas en una propor-
cion mucho mayor de la que po-
driamos usar durante el mismo pe-
riodo (ver nota 38, mas adelante).
Mas importante a im, todos los des-
cubrimientos minera16gicos 10 han
sido, en una proporcion sustan-
cial, de recursos facilmente accesi-
bles. Esta fortuna excepcional porsf misma ha bastado para hacer ba-
jar el coste real de extracci6n de
recursos minerales "in situ". Debi-
do a que la fuente mineral ha re-
sultado mas barata, las innovacio-
nes-sustitucion han tenido como
consecuencia una baja de la pro-
pardon entre trabajo y producto
("output") neto. EI capital tambienha debido evolucionar hacia for-
mas que cuestan menos, pero usan
mas energfa para conseguir el mis-
ICE-MAYO 1975/105
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
sores del mcdio urnbicnte de opo-
nerse ul desarrollo (39). R calm cnte,
unu pusicion ccologicu uutcntlca
debe ccntrurse en la tusa total de
ugotam icnto de recursos (y la tasa
de In cunsiguicntc contaminacion).
Prccisumente porq ue en el pasado
el crccirniento econom ico ha deri-
vado hacia una tasa de uzoturnlcn-
to nuis alta y, m as nun, ·hacia un
aurncnto de l consume "per capita"
de los recursos, el arzumento se ha
desviado tanto que 11a sacado de
quicio la iden guia del econornista:
el PN B "per capita". E l rc sultud o
ha sido que la cuestlon real ha
quedado cnterrada debajo del con-
junto de sofismas mencionado en la
seccion precedente. Porque, aunque
en un terrene purarnente logico, el
crccimlento cconornico puede pro-
ducirse incluso con una disminu-
d{1I1 en 101 tasa de agotamiento de
rccursos, el crecim iento puro no
puede exceder uncierto lfmite (si
bien desconocido) sin aumento encs a tasa, a no ser que haya una
disrninucion sustancial en la po-
blacion.
Era natural para los econornis-
tas, que sin ccjar se ha n apoyado
en su esquema mecanlcista, el per-
m anecer com pletarnente indifercn-
tes cuando, en diversas ocasiones,
el rnovirniento conservacionistn 0
algunos intelectuales aislados, como
Fairfield Osborne y Rachel Carson,
llam aron la atencion sabre el dana
ecolcgico del crecirniento y la nc-
cesidad de arninorarlo. Pero hace
unos pecos aiios el movirnicnto eco-
logico gano Iuerza en torno al pro-
blema de la poblaci6n ("Ia bornba
de la poblacion", como Paul Enr-
lich 1 0 sintctizo).
Tambicn unos pocos cconornis-
ta s no ortodoxos se desviaron a una
posicion fisiocnitica . aunque en una
forma. mLly rnodificada, 0 intenta-
ron conjugar . la ecologla con la
cconomla IB, 9, 19, 29, 32). Algu-
nos pasaron a preocuparse par l a o
cull dad de la vida, en vez de Inabundancia (8, 65). Mas aun, una
larga serie de incidentes dcrnostra-
ron. a satisfaccion de todos, que la
contarninncion no C~ u n p usu tic rn -
po invcntudo pur los ecolugistus.
Aunque el ngctum icntu de rccursos
se ha vcnido producicndo COil una
in tcnsidud crecicnte en todas la s
epocas, ell si cs unu cucstion del
volumcn cntcrrudo bajo In supcrfi-
cic de ln tierra, dondc nadie pue-
de vcrdaderumente vcr. La conta-
rninacion, por otru parte, cs un fc-
norneno de superf'icic cuya cxistcn-
cia no pucde ser ignorudu y rnuchorncnos ricgadu. Los cconornistas
qu e han rcaccionado ante estes
acontccimicntos han tratudo Qcne-
talrnente de endurcccr mas a~n In
posicion de qu e la racionalidad ceo-
nornica y un esquema corrccto de
mecnnisrno de precio puedc solu-
clonar rectos los problemas ccolo-
gicos.
Perc, curiosarnente, la publica-
cion recicntc de "Los lirnites al ere-
cimiento" (62), un informe realiza-
do para el C lub de Rorna, causa
una conrnocion desacostum bradadentra de lu profesi6n cconornica.
De heche, la critica del inforrne ha
p ro ven id o p rinc ip alrne nte de eco-
nornistas. Un maniflesto de un te-
nor similar, "U n proyccto para la
supervivencia" (6), no ha cornpar-
tido esta g lo ri a a pa re nt cme nt e per-que cstaba endosado par un grupo
numeroso de acadernicos altamen-
te respetados. La raz6n de esa di-
ferenda de trato es que "Los limi-
tes al crecimiento" cmpleo ruodelos
analiticos del tipo uti lizado en eco-
nometrla y trabajos d e s im u la cio n,Este parece huber sido el heche que
irrito a los econornistas hasta el
punto de que recurrieron a insul-
tos dircctos 0 vclados en su ataque
contra el Caballo de Troya, Inclu-so The Economist (55) se olvid6
de los buenos modales britanicos
proverbiales y en el editorial "U-
mites a la mala cornprension' call-
fico el inforrne como el "summum
de la cstupidez pasada de moda".
Beckerman tarnbien se olvido de la
solemnidad de una conferencia
inaugural y ataco el estudio como"una osada cxpresion de la estu-
pidez y de un equipo de nifios
prodigio del MIT" (4, 327) (40).
Ernpeccrnos par recorder, prime,
ro, qu e los cconornistas, especial-
mente durante los ultirnos trcintu
aires, IU1I1 predicado a diestro y si-
nicstro que 5610 co n rnodclos rna-
tcnuiticus sc pucde construir una
vcrduderu cicncia, Con lu llcgudu
de l cornputudor, el uso de model os
cconometricos y trabajos de si m u-
lacion se convirtio en una rutinu
rnuy extcndida. La fnlsedad de
apoyatse en modelos aritrnomorfi-
co s para predccir la rnarcha de In
historia ha sido dcnunciada ocasio-
nalrnente can argurnentos tecni-
cos (41). Pero todo fue en vane.
Ahara, sin embargo, los econornis-
tas culpan a "Los lirnitcs [II creel-
miento". par ese rnisrno pecado y
por buscnr "una aureola de autori-
da d cientffica" mediante el uso del
computador; algunos han llegado
tan lejos que han impugnado el
usa de las maternaticas (4, 331-334;
10,225; 51, 660; 52; 69, 15-17).
Observernos,en segundo
lugar, que
In agregaci6n siernpre ha sido con-
sidcrada en la macroeconornia co-
1110 un procedimiento rnutilador,
perc inevitable, con 1 0 cual aquella
ignora en gran medida In estructu-
fa. Sin embargo, los economlstas
denuncian ahara el informe par
usar un m odel a agregado (4, 3385;52; 69.615, 74).
En tercer lugar, un articulo de
fe cornun en econornia conocido
con el principle de aceleracion, cs
qu e la producci6n es proporcional
al "stock" de capital. Sin embargo,algunos economistas han acusado
de nuevo a los autores de Los Ii-mites" por asurnir (irnplfcitarnentc)
que la misma proporcionaJidad
prevalece en el caso de I n conta-
mination, qu e tam bien cs un "out-
put" (4, 3495; 52; 69; 475) (42).
En cuarto lugar, la existencia de un
sistema de precios no ha impedido
a los econornistas el desarrollar y
usar modelos cuy os proy ectos no
contienen precios explicitamentc:
los modclos estatico y dinarnico de
Leontieff, el modele ·Harrod-Do-mar. el modelo Solow. por citnr
algunos de los mas famosos, A pe-
sar de esto. all!un(ls crfticos (inch]-
ICE-MAYO 1975/107
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.yendo el rnismo Solow) han criti-
cado el valor de "Los lfrnites" so-
bre la mera base de que el modele
no tiene en cuenta los precios
(4, 337; 51, 665; 74, 46f 69, 14).
El factor final y mas importante
se reflere al heche innegable que,
con la excepcion de algunas voces
aisladas en los tiltimos afios, los
economistas han sufrido siempre de
"mania de crecimiento" (65, capi-
tulo 1). Tanto los sistemas como
los planes economicos han sido
solo evaluados en relacion con sucapacidad para sostener una gran
tasa de crecimiento econ6mico. No
hay plan econornico conocido que
no este orientado a ello, La propia
teoria del desarrollo economico
esta ancJada en los modelos expo-
nenciales de crecimiento. Pero
cuando los autores de "Los llmites"
asumieron, a su vez, un crecimiento
exponencial, el cora de econornis-
tas grit6: [juego sucio! (4, 3325;
10, 13; 51, 661; 52; 74, 425; 69,
585). La que es tanto mas curiosa
porque algunos de los mismos cri-
ticos mantuvieran de modo similar
que la tecnologia crece exponen-cialmente (VI), Algunos, aunque
por fin admitieron que el crecimien-
to econ6mico no puede continuar
par siernpre al ritmo actual, sugi-
rieron, sin embargo, que podrfa se -guir a tasas algo mas bajas (74,
666),
100/iCE-MAVO 1975 .
Pero la concl usi6n tan .airada de
que a 1 0 sumo den afios separan a
la bumanidad de una cettistioi«ecoI6@ca'{62;231carecede una so-
Iida basecientffiea. Apenas hay es-
pacio paradiscutir el esquema ge-
neral derelaciones asumidas en las
distintas slmulaciones que cubre el
traba]o, Sin embargo, las formas
cuantiuuivas de ·dichas relaciones
no han side sornetidas a ningunaverificaci6n practlca,
Adernas, par su rigidez, los mo-
delos arltmomorficos utilizados son
incapaces de predecir los cambios
evolucionistas que estas relaciones
pueden sufrir can el tiempo.
La prediccirin, que suena como
el famoso temor de que el mundo
terminaria en el afio 1000, esta en
contradiccion can todo 10 que co-
nocernos sobre la evolucion biolo-
gica. La especie hurnana, menos
que eualquier otra especie, no pa-rece que vaya a hundirse de pronto
en un coma acelerado, Sufin no
esta ni slquiera distante; y cuando
llegue sera despues de una muy lar-
ga serie de crisis subrepticias y pro-
longadas. Sin embargo, como apun-
t6 Silk (72), serfa una locura el
ignorar las advertencias generalesdel estudio sobre crecimiento po-
blacional, contaminacion y agota-
miento de recursos. Ciertarnente,
cualquiera de estos factores puede
hacer sentir a la econornla del rnun-do cierta falta de aliento,
Algunos criticcs han disminuido
mas aun la irnportancia de "Los If-
mites", par usar un instrumental
a na litic o me ra rn en te para enfatizaruna tautologia sinfnteres: que un
crecimiento exponencial continuado
es imposible en un entorno finito
[4, 3336; 51, 661; 74, 428, 69,55]. .Lacrltica es correcta, perc 56 -10: superficialmente, pues nos en-contrarnos en una epoca en que 10obyio-tienequeiser enfatizado por-
. ... .. durante larzo
el pecado
'autores de "Los
•.han: ocultado la
" · : : : " , · h i . ' , · , ' j " : : \ t ( ' : · · : " : : : ' : . ; p : a ; ' i ; t , ~ i ~ i t i [ s j ; \ i h l PD 1rtantede 1 0 obvio
Al repasar estas criticas peculia-
res, uno tiene la impresion de que
los criticos econornistas se estabanajustando al adagio latina: "quod
Iicet Jovi non licet bovi" (1 0 que
se perrnite a Zeus no se perrnite
al buey).
Sea 10 que sea, la economia pre-
valente no se recobrara sin dificul-
tad de las debilidades que desvelo
con estos esfuerzos par autodefen-
derse.
Fuera de estos cfrculos, el infer-
me ha sido recibldo can la debidaapreciaclon y ciertamente no en ter-
minos vituperativos (43). EI vere-
dicto mas sensato es que, a pesar de
sus imperfecciones, no es pura fri-
volidad (44). Es verdad que su
presentacion esta a media hacer, y
traiciona un afan por publici dad
pronta y rapida (34). Pero incluso
algunos econornistas han reconoci-
do su meri to en llamar la atencion
a las consecuencias multiples de lacontaminaci6n [69, 585]. EI estu-dio ha sacado a la luz tamblen la
importancia de la "duracion" en elcurso real de acontecimlentos [62,
183], un punto subrayado a menu-
do por los clentificos [43, 144; 56,
131]; pero olvidado generalmente
por los economistas ,[32,'2735}
Necesitamos un margen de
para alcanzar un nivel m
crecimiento economlco..'
bien ,para descender
bajo.
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B E Y lS T A D E _ E C O N O M lA _ _ . ~
al centrar su atenci6n en el creci-
rniento exponencial, al igual que
hicieron Malthus y casi todos los
dernas ecologos,
VIII. EI eslado continuado:
Un espejismo t6pico
Malthus, como sabemos, fue cri-
ticado sabre todo porque asumi6
que la poblacion y losrecursos ere-
dan de acuerdo con leyes materna-
ticas simples. Pero esta critica no
lIeg6 a percibir el verdadero error
de Malthus (que aparen tern en te si-gue sin ser advertido). El error esla a sunc ion implicita de que la po-
blacion puede crecer sin llmites
tanto en numero como en tiempo
cot! tal de que no crezca demasiado
ttipidamente (45). Un error similar,
t ar nb ie n e se nc ia l, ha sido cometidopar los autores de "Los limites",par los auto res del "Proyecto para
la supervivencia" (informe no rna-
ternatico pero mas articu lado) asi
como par varios autores anteriores.
1\1 partir como Malthus del deseode pro bar la tesis de la irnposibili-dad del crecim iento , fueron victi-mas faciles de un silogismo simple
pero falso, hoy muy extendido:
puesto que el crecimiento exponen-
cia] en un mundo finito conduce a
desastres de todo orden, la salva-
cion ecolozica esta en el estadocstacionari; [42; 47; 62, 156-184;
6; 35, 8, 20J (45). H. Daly preten-
de incluso que "el estado eco no rn i-co estacionario es, por tanto, una
necesidad" [2 I, 5].
Esta vision de un rnundo feliz en
el que tanto la poblacion como el
"s t 0 c k" de capital perrnanecenconstantes, que en otra ocasion ex-
puso John StuartMill can su habi-
lidad habitual [64, libra 4, cap. 6],
fue echado en olvido hasta epoca
reciente (47). Debido al renaci-rn ien to e spec ta cular de este mito de
la salvacion ecoI6gica,. rio esta de
mas apuntar sus variadas deficul-
tades teoricas y practicas. EI error
crucial esta en no ver que en un
media ambiente finito ni el creci-
miento puede existir par siempre,
ni tam poco un estado can creci-
miento cero. Y ni siquiera un esta-
do en decadencia que no se dirija
a la aniquilaci6n. El error arranca
quizas de cierta confusion entre
stock finito y tasa de circulacion Ii-
nita, como sugiere la dimensionali-dad incongruente de algunos es-
quem as [62, 62, 648, 12488; 6, 6].Y en contra de 10 que algunos
defensores del estado estacionario
pretenden [21, 15], este estado no
ocupa una posicion privilegiada vis-
-a-vis de las l ey e s f fs ic as .
A fin de llegar al fonda de la
cuestidn, llamemos S a la cantidad
real de recursos accesibles en la
corteza de la tierra. Pi y si seran,
res pe ctiv arn en te, la p ob lac io n y la
cantidad de recursos agotados par
. persona en iel afio i. La "cantidad
de vida total" media en afios de
vida la definiremos como L =Z ; Pi(considerando i desde 0 a oo). S es-
tableee un limite por arriba a L a
traves de la limitaci6n obvia que
supone :E Pi ;, S. Pues aunque
j es una variable historica, no pue-de ser eera ni insignificante (a no
ser que la h um an id ad consiga ali-
rnentarse s610 de moras). Par tanto,
Pi sera igual a cero para un valor
de imayor que un mimero finito n,
y Pi > 0 en los otros casos. Ese
valor de n es la maxima duracion
de la especie hurnana (31, 12S; 32,304).
La tierra ta rn bien tie ne una ca-
pacidad de duracion, que depende
de un complejo de factores, entre
los que esta la dimension de i (48).
Esta capacidad establece un limite
sobre cualquier Pi concreto. Perc
este limite no convierte a los otras
Iimites (de L y de n) en superfluos.Es, par tanto, in ex acto el a rg urn en -
tar -como el grupo de Meadows
parece hacer (61, 91S)- que el es-tado estacionario puede seguir por
siemprc mientrasPi no exceda esacapacidad. Los que proponen la sal-
vacion can el estado estacionario
deben admitir que tal estado puede
tener solarnente una duracion lirni-
tada -a no ser que esten dispues-
tos a unirse al Club de los "Sin If -
mites" manteniendo que S es inago-table 0 casi-, como hace, de he-
cho, el citado grupo Meadows (62,
172). Su unica alternativa seria po-
der explicar el enigma de por que
toda una economfa, estacionaria du-
rante una larga epoca, se termina
de improviso.
Aparentemente, los abogados del
estado estacionario 1 0 igualan a unestado continuado abierto termodi-
ruimico. Este estado consiste en un
macrosistema abierto que mantiene
su estructuraentr6pica eonstante a
traves de intercarnbios materiales
can su "entorno". No es dificil adi-vinar que el concepto resuita un
instnrm ento altarnente iitll para el
estudio de los organisrnos biologi-
cos. Debemos observar, sin embar-
go, que el concepto se apoya en
condiciones especiales introducidas
par L. Onsager (50, 89-97). Estas
condiciones son tan delicadas (selas denominan el principio del equi-
libria "detallado") que en la actua-lidad son validas s610 "dentro. de
una desviacion de un pequefio por-
centaje" (50, ] 40). Par esta razon
un estadc continuado puede existir
de heche s610 de un modo aproxi-
mado y en un periodo de tiernpo
finito. La i rn pos ib il id ad d es cr it a de
un macrosisterna que no este en unestado de caos de durar perpctua-
mente puede ser reconocida cxpli-citamente un dia par una nueva
ley de la termodinarnica tal como
la imposibilidad del movimiento
perpetuo 10 fue en otra ocasi6n. Losespecialistas reconocen que las le-
yes actuales de la termodinarnica
no bastan para explicar todos los
fen6menos no reversibles, incluyen-
do especialmente los pracesos vi-
tales.
Can independencia de estas difi-cultades, hay razones simples contra
la cre en cia de que Ia humanidadpuede vivir en un estado estaciona-
rio perpetuo. La. estructura de talestado perrnanece identica en todo
momenta; no contiene en s i m lsrn ala semilla de la muerte inexorable
de todos los rnacrosisternas abler-
ICE-MAYO _:I975/11!9
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- - I · . : · :I.
i.JI
IX. Alga de bioeconomia!baslca (50)·!
tus, Per otra parte. can una pobla-
cion estucionuria se vcriu. par el
contrario, coruinuumcnte Iurzudo- a
carnhiur su tccnoloula. asi como su
modo de vida cnm~l rcspucsta a In
inevitable rcduccion de sus rccursos
ucccsib lcs. Auuquc soslaycrnos la
cuestion de C61110 podrti cambinrcl
c ap ital c uu litativ um cntc y scguir
perm anccicndo constuntc, tendria-1lI0S que asum ir que: cl dcsccnso il11-
predcciblc en ucccsihilidnd scrfa
c or np cn sa do r ui lu gr us urn cn tc ca n la s
innovaciuncs corrcctns en cl mo-
menta oportuno. Un mundo esta-
clonario pucdc qucdar momenta-
neumcnte enlazado con cl cntorno
cumbiuntc a truves de un sistema
de rcgcnerucion cquillbrador arnilo-go a los de un orgunism o vivicntc
durante una tase de su vida. Peru
como no s recuerda Bormann (7.
707), el rnilugro no punic dura r
pur siernpre; rntis pronto IImas tar-
de e! sistema equilibrador sc rom -
pera. En es c memento, cl cstado
estaclonurio e n t r a r a en una c r i s i s .
que echara par tierra su prctcndido
proposito y nuturnlcza.
O tro principia que puedc condu-
cirnos a otrn hache y contra dqu e
convicne qucdur advertidoes cl
que. en npoyo del cstado cstacio-narlo, declara que cl minimo de
enrropia prnducido por un sistema
terrnodinnruicu ahicrto del tipo de
Onsagcr sc nlcunza cuando cl sis-
tema sc vuclve cstablc (50. capi-
tulo XVI).
No nos dice nada sobre como
e s t a u l t i m a cntropln rcsulta C O I 1 1 -
pnrada con In producidu par otros
sistemas termed iruirnicos a b i c r-
tos (49).
Los argumcntos hubitualcs adu-
cldos en favor de un estudo cstu-cionariu SOil. sin embargo. de una
narurulczn dilcrcntc. rntis dircctn,
Sc urgumcntu, POf cjcmplo. que en
la l ~ S tlld ll hllhrll Il1lis tk illpo para
f~dlleir la clliltaillinacillll pnr pro-·
C C ~ l l S naturales. asi C 0 l 1 1 0 para 'luC
I~lCCllllkll!ill se llllllllldapte a la dis-
minllCil)1l "d e III ac'C esibiiidud de re-
l'lII'sm (62. 16(1), Estll darn qlle
ptldriam ns allllra LisaI' Clln mlls I , . - f i -
110!ICE_:MAYO 1975
ciencia el carbon qu e quernarnos
en c l pasudo. EI escollo cs que qui-
zas no hubicrarnos dornlnudo las
tecnicas claburndns de hoy de no
haber quemado tanto carbon "incfi-
cientcmcntc". El punto de- que en
un estudo cstaclonario In gcntc no
tcndra que tr a bn ja r u di ci on alr nc nt e
pam acurnular capital (Ill qLle a In
vista de 1 0 q ue cxpusc en los ulti-
IllOS piirrafcs no es totulrncnte cxac-
to) esui relucionudo can I n p re te n-
sion de Mill de que In gente podria
dedi ca r nuts tiernpo a nctividadcs
in telectualcs. Cesanin "los pisoto-
ncs, apretoncs, co dazus y e l p is ar sc
lo s talones" (64. 754). La hlstoria.
sin embargo. ofrccc multiples cjcrn-
plos (In Edad Media, sinir mas lc-jos) de sociedadcs casi estucionarius
donde l a s a r t e s y In c i e n c i a estaban
practlcamcntc estancadas, En un
estado cstacionario, asimisrno, I..
gente puedc estar ocupada todo c I
dia en el campo 0en la tienda, S ea
el cstado que sea, cl tiernpo lihrc
para cl progreso intclectual dcpcn-
de de l a i ntc ns id ad de la presion
de la p ob la ci6 n sabre l os r ec ur su s.
Ahi esta cl punto dchil de In vision
de Mill. lnvoquernos como testigo
(como adm ltc expllcitarnente D aly)
(21, 6-1\) cl hecho de qu e sus cscri-to s no ofrecen una base para deter-
rnlnar los nivelcs optirnus de po-
blacion y c a p i t a l . Todo c l i o sacu a
la luz el punta irnportantc. aunquc
inadvcrtido. de qu e la conclusion
necesarla de los argumentos ('11 fa-
vor de csta vision (',I' que c! rstad«
mas dcseable 110 es 11110 cstacionu-
rio, sino un esuula decadente.
Si n duda el creel micnto prescn-
tc ticnc que cesar o, mas nun. cam-
biar de signa. P cr o q uic nq uic rn L]L1L '
p rctcnd a instrurncntnr lin proycctopara la snlvucion ccologicu de III
cspccic IlUIl1<llHI no cnticndc lu nu-
turalcza de In cvoluclun ni inclusn
In de la hislnrin. qu e 110 cs sint!
ulla pugna pcrnHlncnte qlte lldllpta
11l lCVl lS r l lrn1 l1~ conti nlllllllcntc. y no
un proCCSll risieo-qufllliw pfl:t1cei-
blc y cnntrolabk cnnw III pucd..:
SCI' cl hervir un hucvn II lanzur un
cohetc a la luna.
Dcjando aparte unas pocus ex-
ccpcioncs insignificuntcs. todas las
cspccics salvo cl hombre man so -
lurncnte instrumen tos endusonuui-
cos (asi propuso llarnar Alfred
Lotka a piernas, garras, alas. ctc.).
que pertencccn al organisrno i n d i -
vidual por nacimiento. 5610 cl horn-
hre llego, can el tiernpo, a utillzur
un garrote, que no es parte de d
dcsdc su nacimiento. pcro quc alar-
g6 SL t brazo endosonuiticn y a l l -
mcnto su poder. En cstc punto en
cl tiempo. la evcluciun del hombre
trascendio los llrnitcs hinl6¥icLls
para camp render tarnbicn (y prin-
cipalrnente) 13 evolucion de instru-
mentes cxosonuuicos. 0 se a. in stru-
mentes prnducidos par el hombrepcro qu e no pertcncccn a su cucr-
po (51). Por ella, ahara puede cI
hombre volar en el cielo 0 nadur
bajo el agua, 3 pesar de que su
cucrpo no tiene alas, ni aletas, ni
agallas.
La evolucion exosornritica pw-voco des carnbios fundamcntales c
i rrcvocablcs el l 1 0 1 especle hum anu,
EI primcro cs el conflictn social
irreducible que carnctcrlzu In cspc-cic hurnana (29, 9R-1 01: 32. 306-
315. 34g6). Hay cicrtarncntc otrus
espccics qu e tambien vivcn en ~ll-
cicdad, pcro que estrin l ibrcs de tnl
cnnf'licto. La ruzon cs que sus "clu-
scs socinles" corrcspondcn a divl-
siuncs biolouicas clams. La mucrte
pcrlodica dc - gran parte de Ins ztin-
gallUS por las nbcjas cs un a uccion
narurnl y biologica. no Lilla guerra
civil.
EI 5C uundo camhio cs lu udiciun
del hombre a instrumcntos I.. 'XllSO-
nuiticus, un Ienomcno analngo uldel pcz volndor que sc cunvirtiu en
un adicto a II I atll1l1srcra y cumhio
en pujuru pura slcrnprc. Estu urli-
ci\in ~ s pr.,;cis:lmcntc III qu e Cllll-
\'i~rte la'sllbrL:vi v e n c i l l de In h U I II a-
nidml el l u n p rnb 1clll:1 cnlc ramcnh:
dircrentc de III dc ntra, l!sp\.'Ci..:s
jJ I : 32. J02-3U51. No cs ni hillJti-
!.!ica snlalllente ni C C [ ) 1 1 \ ' l 1 1 1 i c a llllic'U-
~ll~11e. Es bineeoillimicll. Su llillp lin
. . 1 . . 4 . , . , . J 4 t U J .Q . i . ..3USQt&_ _ i , , _ $ _ . L . ~ ,j. . O J . ' ., '. i" , c ; t.i i. x .J t. ~; ! . I . -
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
contorno dcpcndc de las multiples
usi mctrias qLie cxistcn entre las
trcs Iucntcs de buju entropia qu..:
coustituyen juntas In dotacion de lu
hurnanldad: In cncruia librc recihi-
dn del sol. de un lado. y I n c nc rg iu
librc y la s estructuras rnntcriulcs or -
dcnadas, almacenndas en cl interior
de la tierra, de otro.
La prin.era usirnctrin S~ rcficrc
al heche de qu e la componcntc ic-
rcstrc cs un stock, rnicntrus la so-lar cs un fflljo. Cnnvicnc cntcndcr
bien la difcrencia (32. 2266}. EI
carbon "in situ" cs UI1 stock por-
qu e somas llbrcs de usurlo tcdo
hoy (al m cnos teorlcnrncnte) 0 a lu
largo de siglos. Pcro en . ni ngull rno-
mente pcdcmus USiH cualquicr par-
te de un f'lujo futuro de rudiacionsolar. M{lS min. In tasa del fI ujo de
esta radiacion cstti tntalrnentc fuernde nuestro control; vicnc dctcrrni-
nnda completamcute por condicio-
nes c osmo lo gic as , e ntre las que csui
ln dimension de nuestro plane-
ta (52). Una aeneracion. haaa 10qu e haga, no p ucd e alterar la· pro-
porci6n de radiacion solar de cual-q uicr gencrncion futura. Dchido ala prior i dad de l prcsente sabre clfuturo y In irrevocabilidad de la de-g ra da cic n e ntro pic n, 1 0 opucsto esvcrdad en el casn de l as p ropo rc io -nes de cncrula tcrrcstre. Estas se
ven atecradas po r Ta cantidad de
dotacion terrcstre cons urnldas pa rla s g en cra cio ne s p as ad as .
En segundo lugar, pucsto que noha y proccdimlento pnictico dispo-
nible a cscala hurnnna para trans-
form arla cncrgia en materia (IV).
la ba j a entropia material accesiblc
es can mucho cl elernento mas crl-tieo desde un punto de vista bio-
econornico.
E s verdad qu e un trozo de car-
bon quemado po r nuestros padres
desaparecio para siem prc, tal como
paso, po r ejernplo, con u na p or cio nde plata 0 de hierro cxtraido por
elias. S in embargo, l as z cn er ac io ne sfuturas seguiran teniendo su parte.inalienable de energia solar (que,como verernos ahora, es enorme).o sea, qu e podrlan, pa r 10 menos,
usur cudu uno unu cuntidud de 111;)-
d cru c qu iv alc ntc al crccirnicnto vc -
getnl anunl, No hay curnpcnsaclon
s im] l a r para la p la ta 0 cl 11kI'm d i-
s ip ad os p ar ge nc rn cio ncs an tcrio rcs.POl' ello, en la blocconornin dchc-IllOS subrnyar que cada Cadillac l)
cada Zirn, par no citur los instru-
mentes de guerra. implican menus
rejus de arndo para gcneraciouesfuturas. e, lrnplfcltarncntc, menos
seres humanos tambien (31, 13. 32.304}.
Tercero. hay una dif'ercncia as -
tronornica entre la cantidad del flu-
jo de cnergia solar y la d im en si on
de l stock de encruia lihre tcrrcstrc.
Al coste de Ll!ll~ disminucion en
masa de 131 X I ()1~ toncludus. cl
501 irradia cnda afio 10 ~ Q (un solo
Q equivale a 101~ BTU} (*). D~
este Ilujo fnnnistico. solo unns
5.300 0 so n intcrccptados en IllS
lfrnites de la a tmo sf era te rr cs trc . y
aproxirnadamente In m i tad de cs acantidad es a SL I vez reflejada otru
vez hacia el espacio. A cscalu ]lUCS-
tra, incluso esa cantidad cs Ianuis-
tica; pues el consumo total 1 1 1 un -dial de energia sc eleva corricntc-.rncnte a no mas de 0,2 Q anualcs.
D e 101encrgia solar q u e llega al sue-
10 , la fotosintesis absorhc s L ' l I D
1, 2 Q. De saltos de agua podrlamos
obtener a 10 sum o 0.08 Q, pem enla actualidad usarnos s610 una de-
cima parte de cse potencial. Pen-
sernos, adernas, en el heche de que
el sol continuara brillante pnictica-mente con la rnisrna intcnsidad
otros cinco mil mill o nes dc aries(antes de convcrtirse en un gigantc
incandescente qu e elevara la tern-
peratura de la tierra a 1.0000 Fl.
Sin duda, Ia especie hurnana no vi-
vini para beneficiarse de toda esta
abundancia.
Pasando a 1a dotacion terrestre.encontramos que. segun la s mejo-
res e s ti rnacione s, la dotaci6n inicial
d e c ombu stib le f6sil se eleva s610
a 2 I 5 Q. Las reservas rest antes re-cuperables (conocidas y probablcs)
se elevan a unos 200 Q. Estas re-
servas, por tanto, podrian producirs610 dos semanas de lu z solar en e1
ulobo (53). Si SLi auoturnicntu cun-
limb aumentando ;1 ritrno actual.
cstns reservas pueden soportnr la
uctividad industrial del hom bre por
apenas unas peens decadus nuis,
Incluso las reservas de uranill-235
110 duraran po r lin periodo mayor
si se usan en los reuctorcs ordina-
rios. Todas las cspcranzas cstan
puestas en el reactor rcgencru-
dor ('~ ), que con la ayuda del urn-nio-235 podra "extraer" In energiu
d el u ra ni o- 23 8 y del torio-232. ele-
mentos fertiles perc no suceptibles
de fision. Algunos cxpertos prctcn-
den q Lift esta fuente de energfa cs
"esericialmente lnagotable" (83.
412). En lo s Estados Unidos 501a-
mente. se cree que ha y ampliusa re as c ub ie rta s co n pizarra y gra-nitos ncgros qu e contienen sescntn
aramos de urania 0 torio natural
por tonelada metrica (46. 226 s.).
Sobre esta base. W einbera v Ham-mond (83. 41 5 '5.) ofrece~ ~m uran
plan. Con extraccion y trituracion
a cielo abierto de estas rocas po -
driam os obtener bastante com busti-
ble nuclear para unos 32.000 rear-tores regeneradores repartidos en
4.COO parques costeros y capaces
de surninistrar a una poblaci6n de
veinte mil m illones durante m illo-nes de arras el doble de Ia energia
que hoy se consume en los Esta-
do s Unidos. Este plan ingente esun ejemplo tipico d e p en sarn ien to
ICE-MAYO 1975/111
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lineal, scm in el cual todo 10 que
Se n cc cs it a para la cxistcncia de un a
pcblacion (incluso "rnucho mayor
de vcinte m il m illones") es aurnen-
ta r todos lo s suministros proporcio-
nulrnentc (54). No es qu e los auto-
res n ic gu en que ha y otras cuestio-
nes no tccnicas; 5610 que las mini-
rnizan C all cuidado (83, 417 s.). La
cuestion mas irnportante, In de si
se puede conseguir una organizu-
ciun social compatible can la den-
sidad de poblacion y la manipula-
cion nuclear a nivel de tierra, es
barrida a un lado por Weinberg
como "trans-cientificn" (82) (55).
Los tecnicos se inclinan a olvidar
que, debido a su s propios cxitos,
hoy serla mas Iacil llcvar la mon-tana a Mahorna que hacer ir a
Mahorna a la montana. Hoy par
hoy, cl obstaculo es muy palpa-
ble. Coma algunos clrculos respon-sables adrniten, un regenerador pre-
senta todnvia riesgos sustanciales
de catastrofes nuclcares, y el pro-
blema del transparte seguro de los
combustibles nucleares y especial-
mente el del almacenarnicnto segu-
ro de los residues radiactivos estiin
a im e sp eran do un a soluci6n inclu-
so para una escala de operaciones
moderadas (/ 35; 36; espcclalmen-te 39 y 67).
Solo queda el suefio legendario
del fiske: la reaccion terrnonuclear
cnntroladu, Para que llcgue a cons-
tituir un a autcntica brecha, debe
ser [a reacclon deutcrio-deuterio, la
unica que podria abrir una fucnte
form idable de enerzia terrcstre du-
rante una larga er; (56). S in em-
barge, debido a las dificultadcs a
que he aludido antes (I V), Incluso
lo s cxpcrtos que tr abajnn en clio
no cncucntran razones para estar
dc rnn sia do e spe ra n zados .
Para cornplctar el cuadro, men-
cioncrnos tarnbien las encrgfas gee-
tcnnica v de las marcus, q l ie, nun-
que no' dcsprcciablcs (en total
0.1 0 par ana), 5(110 pucdcn ser
instrumcntadas en situacioncs muy
limitadas.
EI cuad TO uencral estu ahora cla-
rn. Las eller-gins tcrrcstrcs en Ius
1121ICE-MAYO 1975
qu e se pucde confiar efectivarnente
existcn en cantidudcs muy peque-
flus, rnientras que cl USLl de las que
existcn en cantidndes arnplias esui
rodcado de urandes ricsaos v de
obstaculos t6cnicos for-mid.ibles.
Par otra parte, existe la inrncnsa
energfa del sol qu e nos l lega sin
fallar. Su uso directo no se pmc-
lira todavia a una escala significa-
tiva dcbido sabre toda a qu e la s
industrias alternativus son mucho
mas eficientes economicarnente.
Pcro desde varies puntos nos llegan
resultados prornetedorcs (37; 41).
Desde un punta de vista bioecono-
mica. 1 0 qu e cucnta cs que el Pll-
~\I//';
=-=- - .::.::::.."1~~~~-_ -_~ ,_ .r~_
siblc uso de In energiu solar no csui
rcdcudo de riesgos 0 intcgruntcs:
esto es un hecho probado.
La conclusi6n es que la dotacion
entropica de la hurnanidad prcscnta
otra escasez diferencial lrnportnntc.
A un rnuy largo plaza la energialibre terrcstrc es mucho mas escasuque In rccibida del sal. Este punto
dcmuestra la locum del grito de
victoria de que finall11l::ntc pede-
mcs abtener prutcinns de cornbusti-
blcs Iosilcs. M as sensuto seria ir en
In dircccion opucstu. cs dccir, CDIl-
vcrti r la materia vegetal ('ILIe p 1'0-
ducc In radincion 5 1 1 1 a r -N. de l
T,-) en com bustible hidro-carbo-
nudo. una linea natural obvia yu
perseguida por varios invcstigado-
res (:21.311-313) (57).
Cuarto ; desde el punta de vista
de la utilizaclon ind ustrial, la cncr-gia solar tiene un inrnenso incon-
veniente en cornparacldn con 1(1de
origcn terrcstre. Esta lilti rna cst,]
disponible en una forma cunccn-
trada (en algunos. casas demasiado
concentradn), Como resultado. nus
permite obtener casi instannineu-
mente enorrnes cantidades de trabu-
jo , gran parte de l cual no se po-
drla obtener de otro modo. En con-
traste, el flujo de energia solar no s
llega can una intensidad extrema-
darnente baja, a modo de una llu-
vi a fina, casi un a n ieb la m icro sc o-pica. La dif'erencia im portante can
la verdadera lluvia es que esta llu-
via radioactlva no es recogida, 1111-
turalrnente, en forma de arroyos y
rlos y finalmente en lagos, donde 1<1
podernos usar de forma concentru-
da como en los saltos de agua, Irna-
ginemos la dificultad que afrontn-
riamos si trataramos de usar direr-
tamente la eneraia cinetica de
algunas gatas microscopicas de llu-
via a1 caer. La m isma dlf'icultad sc
presenta al usar la encrgia solur
dircctamente (no a traves de luenergla quirnica de las plantas a lu
encraia cinetica de l viento y los sal-
tos eTe agua). Pero tal como subra-
yribamos antes, la dificultad 110
quiere decir lrnposibi lidad.
Quinta; la energia solar, por otru
lado, tiene una ventaja iinica e in-
conmensurable. EI uso d e c ua lq ui cr
energia terrestre produce algun tipo
de contaminacion nociva que, adc-
rm is, es irreducible y cumulativo.
aunque 5610 sea en forma de COil-
tam inacion terrnica. En contrastc,
tanto si se LIsa COIl lO si no, SLI des-
tino ultimo es el m lsmo, cs dccir.
cnnvcrtirse en cl calor disipado
que mantiene cl equilibrio terrnudi-mirnico entre el globe y su entorno
espac iul a una temperatura propi-
ci a r 5R ) .
La sexta, usimetrin af'cctn al be-
ehn elemental de que In supervivcn-
cia de todas Ius especies sabre lu
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
tierra depcndc, dircctu 0 indi recta-
mente, de la radlaclon solar (adc-
nuis de aluunos elementos de In
cupu de recubrim iento superficial).
El hombre 5610, por su adicion
cxusornatica, depcnde lam bien de
los rccursos m inerales. EI hombre
11 0 cntru en competicion con otras
espccies par el us a de estes rCCUf-
50S; sin embargo, su uso pone en
pcligro huhitualrnente rnuchas for-
mas de vida, incluyendo la suyapropia . A lgunas especies estan, de
heche, al borde de la extincion me-
ramen te por las ncccsidades exoso-
mCllicas de l hombre 0 su anhelo par
cl dcspilfarro. Peru nada en la na-
turulcza se puedc cornparar a In fe-
rocidad con que el hombre cornpite
poria energia solar (en su forma
prirnaria a en s us p ro du cto s deriva-
dos), E I hombre no se ha desviado
un apicc de 1:1 l ey de la jungla: en
todo caso la ha heche mas sin pie-
da d can sus sofisticados instrum en-
tos exosornatlcos. EI hombre habuscado abiertarnente el exterrninio
de cualquier especie que pueda ro-
bark su alimento 0 que intente ali-
mcntarse con el: lobos, conejos,
hierbas, insectos, micro bios, etc.
Pero csta Iucha po r alirnentos,
en Clltimo terrnino por encrgia so-
lar, entre el hombre y las otras es-
pecies, tienc tam bien algunos as -
pectos peculiares, Y , curiosarnente,
uno de estos aspectos tiene algunas
consecuencias de largo alcance ade-
mas de sum inistrar una refutacion
muy instructiva ala creencia co-
rruin de que cad a innovaci6n tecno-
lo gic a c on stit uy e un paso en la di -
rcccion correcta hacia una econo-
rnla de su s recursos, EI caso per-
tencce a la economia de l as t ec ni ca s
agricolas modernas.
x . Agricultura moderna:
Un despilfarro energetico
Dado el espectro de plantas ver-
d es e xi st en te s y SL l distribucion geo-
grafica en un momenta .. dado.ila
capacidad productara bial6gica de
In tierra cs dctcrminndu, uunq w e :
.soil) POdClllOS cumputurla con difi-
c u lta d y en tcrminos aproximudus.
En el marco de est a .cupucidud cs
donde el hombre torccjca Call otras
estructuras vivlentes pm alimentos.
Can elticmpo clhornbre apreudio
a arar m as hondo, a rotar cultivos,
a Ierti lizar cl suclo conubono. etc.
En su nctividadacricola . el hombre
tambien-dcrivo b;neficios inrnensos
del usa de an i males d e ti ro do-m csticudos. .
D os Iactores evcluclcnlstas han
inf'luido 'en la tccnologta agricola a
10 largo de los aiios. La mas nnti-
gun es In presion continua de In po-blacion scbrcTa. tierra en cultivu :
existerite. La proliferacidn de al-
deas, primero,y·· mas adclante lu
emlgraclon, fueron rclajando esa
presion; Tnrnbien ayudaron a ali-
viar la tension nuevas mctodos de
aurnentar el rendimiento de la tie-
rra . La principal f'uente de ali via.
si n embargo, sizuio siendo la ill-corporacion al c~ lltivo de nuevas y
vastas areas de tierra. EI segundo
factor, un producto derivado de lu
Revolucion Industrial, fue la incur-
poracion a la agricultur a de I p ro-
ceso par el que la baja cntropia
de naturaleza biologica fue sustirui-
da po r atra 'd e Fuente mineral. EI
proceso es nun mas conspicuo en
azricultura. T ractores v otras m a-
quinas agrfcolas ha n ocupado el lu -
gar del hombre y los an i males de
tiro, y lo s fertilizantes quirnicos: el
del abono y e l b ar be ch o.
S in embargo, la azricultura me-
canizada no ~ncaja e~ las unidades
agricolas E am i1iures pequefias qu e
tienen a su disposicion una amplia
oferta de brazos libres, Perc, au n
en este case, tuvo que llegar. El
agricultor que practica una agricu 1-
tura organics, que usa animales
para fuerza y abono como fertili-
zante, tiene quecultivar no solo
alirnentos parasu familia, sino tam-
bien Iorraje para sus ayudantes. La
presion creciente de la poblacion
forzo asiIncluso al pequefio agri-
cultor, practicarnente en todas par-
tes, a prescindir de las bestias de
carga para poder usar tcda. su tierra
para ulim entos {17 . 526; 31. II F ;
32, 302FJ.
Lo que 110 ticnc dudn ulgUI111 cS
que, dada la presion de In poblu-
cion en III mayor parte del glllb~l.
no hay otra salvacion de las calu-
.midades de subnlimentucion y hum-
bre que el furzar cl rcndlmlcnto li e
la tierra en cultivo con una agricut-
tu ra p ro gre siv arn cn tc 1l1{IS mccuni-
zada. un usa creciente de Iertilizn 11 -
tes qulm icos c insccticidas y 1 I11
cultivo crccicntc de fns.nuevns vu-
riedades de ccrcales de alto rcndi-
m ie n to . Sin embargo. frentc 'a lu
opinion compartid'_l- de modo gene-
ral e iudiscri Illi nudo, esta tecnicu
agricola modcrnn sc 1 1 1 ueve a largn
plaza en contra tie' los interescs
bioeconcrnicos mas elementules d~
IL l cspecie hum ana.
Primero,la sustitucinn de l bucy
por el tractor. del Iorraje por Cl1111-
bustibles de motor, de abono y bar-
becho par fertilizantes quimicos.
produce un a sustituciou de un ck-
mente abundante (In rndiacion SLl-
lnr) po r otros escascs. Segundo. csiu
sustitucion tarnhien representa lIll
despilfnrro de baja cntropla terrcs-
Ir e dcbido a sus rendimientos fucr-
ternente dec recientes (59). La ( I l l : : :
la tecnica naricola modernn haec es
aurnentar 1; cantldad de f'o toslntc-
sis en un rnisrno trozo de tierra.
Pero este aumento es conseguido
con otro aurnento nuis que proper-
clonal del agotarniento de baja ell-
tropia de origen tcrrcstre, que cs
el unico recurso criticnmcnte escnso
(dcberiamos anotur qu e lo s reridi-
rnientos decrecicntes, al sustitu ir
energia terrestre porenergla solar.
constitu irian, por el contrario , un
bucn negocio energctico). La que
quiere decir que si cada afio se usa-
fa la m itad de l "input" de energiu
terrestre (contada dcsdc la opera-
cion rninera) requerido po r la agri-
cultura para un acre (par ejernplo.
cultivado con trigo), en dos afios In
azricultura rnenos industrializadu
producira mas del doble de trigo en
el rnismo trozo deterreno. Esta
des-econornia -por rn uy so rp re n-
denteque sea a los adoradores de
la r na qu in ari a- c- e s e sp ec ia lr ne nt e
ICE-MAYO 1975/113
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~- . . . .- logfa es mas amplio que el cubierto
pO T Ia econornia), 1a econornfa ten-
dria que fundirse can la ecologia, si
es que Ia fusion ocurre alguna vez,
Pues, como hemos vista en las dossecciones precedentes, la actividad
economica de cualquier generaci6n
tiene alguna importancia en la de
las generaciones Iuturas (los recur-
sos terrestres de.energia y los rna-
teriales son utilizados irrevocable-
mente, y los efectos nocivos de la
contaminacion en el rnedio ambien-
te son cumulativos). Uno de los
problemas ecologicos mas irnpor-
tantes para la humanidad es, por
tanto, la relacion de la calidad de
la vida de una generaci6n can la
de otra, 0, mas especfficarnente, ladistribucion de la dotad6n de la
humanidad entre todas las genera-ciones. La econornfa no puede nisiquiera pensar en rnanejar este
problema. EI objeto de Ia econo-
rnia, como se ha explicado a me-
nuda, es la adrninistracion de re-
cursos escasos; pero, paraser exac-
to, deberiamos afiadir que esta ad-
ministracion. concierne s610 a unageneracion. No podrla ser de ·otro
modo.
Hay un principia elemental en .
economia segiin el cua! el iinicomodo de atribuir un precio relevan-
te a un objeto irreproducible, di-
garnos Ia Mona Lisa de Leonardo,
es que todos y. cada uno pujaran
par e l . De otro modo, si s610 otra
persona y yo misrno pujiramos,
uno de los des podria obtenerlo
por unos pocos dolares. El precio
de esta puja serfa cIaramente un
precio casero (61). Esto es exacta-
mente 10 que sucede en eI caso de
recursos irreproducibles. Las gene-
raciones futuras noestan presentes
sencillamente porque no pueden es-
tarlo, en eI mercado de hoy,
Sin ninguna duda, la demanda de
la generacion .presente refleja tam-
. bt~n,,@,[jiJ.t~.res.por proteger a los
bijosy'quiza a los nietos. La oferta
puede tambien reflejar los precios
<futuros>esperados.en unas pocas
decadas.i-Pero ni la demanda co-
,;rriel1Jeini la.oferta corriente pue-
.den·'fl1duir, ni : siquiera en una for-
Iuerte en el caso de las variedades
de sernlllas de rendimiento alto que
ganaron para su descubridor (Nor-
man E. Borlang) el premia Nobel.
Un cultivo altamente mecanizado
y Iertilizado si permite a una po-
blacion muy grande (Pi) el sobre-
vi vir, pero eI precio es un aumento
del agotamiento "per capita" de re-
cursos terrestres (si), 10 que, "cete-ris paribus", significa una mayor re-
ducci6n proporcional de la cantidad
futura de vida (VIII). Adernas, si
el cultivo alimenticio par cornple-
[os agro-industriales se convierte en
la regIa general, muchas especies
asociadas con una agricultura anti-
gua, organica, pueden desaparecer
gradualmente, y este resuItado pue-
de llevar a la humanidad hacia un
callej6n sin salida ecol6gica del que
no se podrfa evadir (31, 12).
Las observaciones anteriores se
basan en la cuesti6n eterna de cuan-
ta gente puede a~untar el mundo.
Algunos expertos en poblaci6n pre-
tenden que habrfa alimentos sufi-
dentes para unos 40.000 rnillones
de personas can una dicta de unas
4.500 kilocalorias, con tal de que
se usaran rnetodos agricolas perfec-
cionados en cada acre de tierra ara-
ble en potencia (60). La logica del
argumento reside. en multiplicar Ia
114!ICE-MAYO 1975
~-
tierra arable potencialmente por el
rendimiento medio corriente Iowa.
Par mas que los calculos sean tan
"culdadosos" como se anuncian, su-
ponen, sin embargo, un calculo li-neal. Claramente, ni estos autores
ni otros menos optimistas han pen-
sado en que condiciones podria du-
rar una poblaci6n de cuarenta mil
millones 0 incluso una de mil rni-Hones (31, 11; 32, 20, 301 s.). Esta
es la cuesti6n que mas que cual-
quier otra desvela eI residue mas
obstinado del enfoque mecanicista
del mundo, 0 sea, el mito de la po-
blaci6n optima "como la que pue-
de ser rnantenida indefinidarnente"
(6, 14; tam bien 62, 172 s., 74, 48).
XI. Un programa
bioecon6mico minimo
En un "Proyecto para 'Ia Super-
vivencia" (6. 13). se expresa laes-peranza de que un dia la" economia
y la ecologia se fundan. Ya seha
pensado en Ia misma-posibilidad
para la biologfa y l~ffsicajIanopi-
nion general esta de acuerdo; en
que la biologia .absorberia-a-Iaaff-
sica (32, 42);Esencialin~nte,;;por.
la misma. razon •.•que,el;.teg-enQ~fe ..
.nomeno16gico;,cubierto:por:la:,ecq;..
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la situacion de genera-
rcrnotns, par ejcmplo,
3.UOO d. C. Y mucho
mcnos Ius que pucden existir cicn
mil aires mas tarde.
Un esquernn simple y realmente
rnuy sirnplilicado pucdc aclurar, si
no todos 105 detnlles. al rncnos la s
c on se cu en ciu s m as irnportantcs de
It1 distribucion de rccursos entre
generacioncs par el m ecanism e del
rncrcado. Asumircrnus qu e III de -ruanda de ahnin rccurso mineral vn
extruido (por cjcrnplo, carbt'in' a
boca de rninn) es In misma para
cuda generucion suceslva y que ca-
da generncion debe consurnir par III
rnenos un a tonclnda de carbon. EI
esquema de dernanda tarnbien SI:
asume que cornprcnde la prefercn-
ci a par protcger los intercses de
unas pocus gcncraciones futures.
En la figura 1 . 01, D~ . .. . n.,represcntan las d crn un da s agregn-
das de succslvas generaclones, em -
pezando COil la actual. La linea detrazos de a. b, c, d. e, f represent"
el coste rnedio de cxtraer depositos
d e d is ti nt a accesihllidad. Las rcser-
vas totules se eleven a ] 5 toncln-
das, Si ahora ignorarnos pa r un
momenta e] ef'ecto del tipo de in-
teres en la oferta de carbon "in
situ" que rcalizan los propietarios
de la s minas. entonces In primeru
generaci6n extracni In cantidad a'b',
y el area scm brcada representara lu
renta diferencial de Ius mejores m i-
nas. Podernos con cierta seuuridad
considerar an ' com o el precio delcarbon contenido en esas m inas. La
segunda gencracion extraera In
cantidad b'c', pero, como ninguna
m ina ganani una renta diferencial,
elpreeio del carbon "in situ" sedcero. Durante la tercera generacion
el coste marginal de In extracciou
estara al nivel de h; la cantidad
extra ida sera gh, y de ella la can-
tidad c 'c =gg' ganara la renta rc-
presentada en la zona sornbreada.
F inalm ente, a In cuarta generacion
Ie queda la cantidad hh' (deterrni-
nado por la condicion de queg'd =h 'e), que ganara una renta
pura de escasez, representada par
la zona sornbreada hh'i'i. Nada
a
o
qucdara para las gcncraciones si-
guicntcs.
Varlas casas son obvias. Prim e-
ro , el m ecanism e del m ercado pur
xi mismo rcsul tn en q LIe los recur-
50S son consurnidos en cantidadcsmayores por las gcneraciones ante-
riores, 0 sea, mas dcprisu de 1 0 qu e
debiera ser. Cicrtamente, a'b' >> b'c' > gh > hh', 1 0 q ue co nl'ir-
rna la dictadura del prcsentc sobre
el futuro. S i todas las gcneracioncs
pujaran desde un principia por cl
deposito total de carbon, el prccin
de estc "in situ" se elevaria al in-
finito, situacicn qu e n o c on du ciriu
a n in gu na parte y que haria explo-
ta r solarnentc lu cstrec hez en tro picn
de la humanidad. Solo un planifi-
cador ornniscicnte podria evitar estu
situacion asignando sirnplernentc
una tonelada de carbon "in situ" a
cada una de las prirneras quince
generuciones, siendo cada toneladu
de una composicion cualita tiva
identica (62).
S i i nt ro du cimos e1 tipo de inte-
res, el cuadro se rnodifica alga y
nos perrnite ver todavia mas clara-
m ente la importancia del m ercado
para prevenir el agotarniento exce-
siva de recursos por las prirneras
generacicnes, Conslderernos e1 casoreferido antes de una epoca de "bo-
nanza" rninera . Se trata de la si-
tuacion especifica en que las m inas
R E V I S T A D E E C O N O M I A
15 Figura 1
de rnejor calidad bustan para saris-
fuccr In denumda actual tanto co -
mo In de generaciones Iuturus in -
m ediatns. D cntro de estc horizonte
de generacioncs, no resulta rentable
y, por tanto , no hay incentive porahorrar carbon "in situ" purl! gene-
raciones Iuturas. EI carbon "in
situ" puedc de tal modo no tcner
prccio durante In presente gene-ruclon.
La cuestion ignorada por lo s pco-
re s economistas qu e ha n abordado
recientcmcnte algunos aspectos del
rnercado de los recursos naturales
(p. ej, 75) es par que lo s r ec urs os
"in situ" pueden tener, despues de
todo, un precio posible si ni siquic-
ra hay restricciones autoim puestnspar los propietarios de las m inas.
La respuesta es qu e si los recursos
presentes ticnen un precio , no cs
generalrnente po r la escasez actual.
sino por una escasez diferencial cs-
perada dentro del horizonte ·dr:1
tiempo presente. Para ilustrar In rn-
cionalidad de este proceso. consi-
derarnos Ch e~ , e ll> la s minas de
carbon de diferentes calidades, y
K1, K;!, x, s er an , r es pe ct iv ar ne nt e.
los castes de extraer una unidad de
carbon. Asurnimos, mas aun, que sc
espera que se agate C1 durante latercera generacion despues de lu
actual. Asurnlmos tarnbien que e~.a su vez, se agotara durante la se-
ICE-MAYO 1975/115
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gunda gencracion a partir de enton-
ces, Y 4uC entonces ea bastara para
el resto del horizonte temporal eoo-
siderado. Durante la tcrccra gene-
rucion futura, C1 vcndni a disfru-
tar una renta difcrcncial rl ~ K!!-
- K , con rcspecto a C!!, y dos gc-
neraciones mas tarde sc manifesta-
ni la rcnta dif'ercncial de C!! res-
pecto a C,I : r!!=K, - K! !. So lo e llno tiene rcnta difercncial, y de ahi
que, como hernos vista en el pa-
rrafo anterior, su precio sea en todo
momenta igual a cero. Par otra
parte, puesto que C:! gana necesa-
riamente una renta en la quinta ge-
neraci6n a partir de ahara, debe
tener un precio positive actual, es
decir, po~=~!i!(l+ i)", en donde ies el tipo de interes (asurnido cons-
tante durante todo el horizonte tem-
poral considerado). En la genera-
cion j a partir de ahara, el precio
sera pI!!=r~/(1 + O r o - I . Una logi-
ca similar deterrnina el precio ac-
tual de Cj• Solamente debemos ob-
servar que durante la generaci6n en
que la renta diferencial de C1 se
manifiesta, el precio de C!! es
p:l!! =!!/(l + i)!!. La renta debe,
pues, ser aiiadida a este precio. De
uh f que cl prccio actual del carbon
de C] sea pOI =r, + p:J!!)/'(l+i)B.Las f6rmulas asi establecidas
rnuestran que el cfecto del tipo de
in teres en presencia de un espectro
cualitativo de minas es el extender
el usa del carbon extraido de las
fuentes mas accesibles (en cornpa-
raci6n can las cantidades determi-
nadas par la Figura 1). De modo
oeioso, podernos decir que I;i exis-
tencia del tipo de interes ayuda a
la e co rio rn fa de los recursos, Pero
no olvidcm os la conclusion mas im -portante del analisis anterior, que
es especial mente sorprendente para
Lin supucsto de una era de "bonan-
za" mineru. Serias escaseces se puc-
den maul f cs ta r (y ciertarnente su-
cedera) rn ris alhi del horizontc tern-
poral prcsente. Estchecho futuro
no pucde de modo alguno influiren nucstrus dccisiones prescntes de
mcrcado: es vi rtu alr ne nte in ex is tc n-
tc pnr [0 que respecta a csns dcci-sioncs.
Nada mas hay que aiiadir para
convencernos de que el mecanisrno
de mercada no puede proteger a la
hurnanidad de una crisis cconomica
en el futuro (y mueho menos asig-
nar rccursos optimarnente entre ge-
neraciones), aunque intenternos fi-
jar los precios "correctarnen-
te" (63). EI unico modo de proteger
a las generaciones futuras, par 10
menos del consumo excesivo de re-
cursos durante la "bonanza" pre-
serite, es reeducandonos para sentir
. alguna simpatia par nuestros futu-
res compafieros humanos del mis-
mo modo en que hernos Ilegado [I
interesarnos en el bienestar de nues-
tr05 vecinos contemporaneos. Este
paralelo no significa que Ia nuevaorientacion etica es materia facil.
La caridad par nuestros con tempo-
ranees se basa en una base objeti-
va. Y, concretamente, el interes
propio. La pregunta diffcil can que
habra de enfrentarse al nuevo evan-
gelio no es " lOue ha heche la pes-
teridad por rni?" (como formula
Boulding), sino mas bien, !llPor
que tengo que hacer alga por I n
posteridad?" lOUe nos hace pen-
sar, preguntaran rnuchos, que habra
posteridad diez mil alios mas tarde?
Y, eiertamente, resultaria ser unapcbre economia la que sacrlficaru
alga para un beneficiario inexisten-
teo Estas cuestiones que pertenecen
a la nueva etica no son susceptibles
de. respuestas facilcs y convincentes.
Adernas, hay el otro Iado de .Ia
moneda, tarnbien etico e incluso
mas urgente, en el que Kaysen (51)
y Silk (72), en particular, han insis-
tido can razon. Siendo como es la
naturaleza de los hombres, si de-
tenernos el crecirniento econ6mico
en todas partes, eongelamos el "sta-
tus" actual y elirn in am os asi la po-sibilidad de que las naciones pobres
rnejoren su suerte, Par ello, un ala
de los ecologos m antiene que In
cuestion del crecimiento de la po-
blaei6n es s610 lin hombre de paja
usado par las naciones ricas para
distraer In atencion de su propio
abuse del media arnbiente. Para es -
te grupo, hay un solo mal: Ia des-
lguak lad de desarrollo, D ebernos
116/ICE-MAYO 1975
proceder, dicen, a una redistribu-
cion radical de la capacidad pro-
ductiva entre todos los paises. DWI
opinion es la que argurnenta que.
par el contrario, el crecimiento de
lapoblacion es el mal mas amenn-
zador de la humanidad y debe ser
atajado con urgencia e independien-
ternente de cualquier otra acci6n.
Como era de esperar, los dos pun-
tas de vista polarizados no hall
cesado [amas de enfrentarse en con-
troversias inutiles e incluso viclen-
tas como sueedi6 especial mente ell
la Conferencia de Estocolmo cn
1972 y muy recientemente en laConferencia de Bucarest sabre po-
hlacion (64). La dificultad esta otra
vez en la propia naturaleza hurnana:. sc trata de la desconfianza mutua.
y con rakes profundas, de los rices
de que los pobres no cesaran de
crecer en rnirnero y de los pobrcs
de que los ricos nunca pasaran de
hacerse mas ricos, La sensatez, Sill
embargo, nos invita a reconocer que
la pendiente diferencial entre los
pafses pobres y los ricos es un mal
en 5 1, y aunque rnuy ligado al ere-
eimiento continuo de la poblacion.
debe ser atacado directamente tarn-
bien.
-Corno la contam inacion es un fe -n6meno que tambien afecta a In
generaci6n que 1 0 produce, pede -
mos estar seguros de que recibira
mucha mas atenci6nque su cornpu-
nero inseparable, el agotarniento de
recursos, Pero en ambos casas no
se puede hablar de coste de reparur
un dafio irreparable a decambiar
el signa de un agotarniento irrevo-
,cable, y tarnpoco puede fijarsc un
precio relevante para eludir In in-conveniencia, si las gClleraciones
futuras no pueden competir en I I I
elecci6n. Par ello, debemos insistir
en que las medidas que se adopten
para uno u otro proposito debcn
consistir en r eg ul ac lo n es c ua nt it at i-
vas, a pesar del consejo de los rndscconornistas de aurnentar la eficien-cia asiznadora del mercado a tra-ve s de- impuestos y subvenciones.
La plataforma de los econornistas
protcgera s610 a los rices, a los pro-
tegidos politicos. Quenadie. econo-
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mista 0 no, olvide que la tala fo-
restal irresponsable de nurnercsos
montes tuvo lugarporque "el pre-
cio era correcto" y que se termin6
can ella solo cuando se introduje-
ron restricciones cuantitativas, Pero
el publico debe tam bien saber la
dificil naturaleza de la eleccion: y
que un mayor control de la conta-
mlnacion requiere proporcio n a 1-
mente un mayor consume de recur-
50S. De otra modo. todo quedani
en confusion y controversias de
sordes.
Una plataforma ecologica razo-
nable tampoco debe ria ignorar el
heche bdsico de .que, por todo 1 0
que conocemos sobre.Ia lucha por
la vida en general, el hombre,
cuando le presionan sus necesida-
des, naturales a adquiridas, no va
a quedarse quieta probable mente y
perdonar la vida de sus cornpeti-
dares (incluyendo los humanos fu-
tures). No hay ley en biologia que
declare que una especie debe de-fender la existencia de los otras al
coste de su prapia existencia. To-
do 10 mas que podemos esperar
razonablernente es que nos po de- .
mos educara abstenernos del dafio
"innecesario" y proteger, aiin can
algiin coste, el futuro de nuestras
especies protegiendo las especies
beneficiarias para nosotros. Hablar
de proteccion total y de reduccion
de contaminaci6n total no son sino
mitos peligrosos.
Justus von Liebig observe que"la civilizacion es la economia del
poder" [32, 304J. En la bora pre-
serite, In econornia de poder en to-
dos sus aspectos llama por un cam-
bia de direccion. En vez de conti-
nuar siendo oportunistas en el rruis
alto grado y conccntrar nuestra
investigaclon en el hallazgo de mo-
dos mas e co norn ica rn en te ren tab le s
can que sangrar Ins energias mine-
rales -lodas en cantidades finitus
y todns Iuertes contaminadoras-
debcriamos dirigir nuestros esfucr-
zos a In mejora de los usos dircc-tos de In eneruia solar. la unica
Fuente lirnpia y esencialn~ente ilirni-
tada. Las tecnicas ya conocidas de-
berian difundirse entre la gente sin
tardar para que todos puedan corio-
ceria y facilitar e\ desarrollo co-
rnercial,
Una economfa basada principal-
mente en el flujo de energla solartambien acabara, si bien no corn-
pletarnente, can el monopolio de la
generacion presente sobre las futu-
ras, pues incluso tal economla se-guini necesitando sangrar In dota-
cion terrestre, especialmente para
materiales, EL agotamiento de estes
recursos crfticos debe convertirse
par tanto en el menor poslble.
Las innovaciones tecnologicas tie-
nen ciertarnente un papel que cum-
plir en esa direccion, Pero ya es
hora de dejar deponer enfasis ex-
clusivamente en el aurnento de luoferta -como todas las platafor-
mas han heche aparenternente has-
ta ahora-. La dernanda tambien
puede jugar un papel, incluso LInD
mayor, y mas rentable en un ultimo
analisis.
Scria Iocura proponer una rc-
nuncia cornpleta al contort indus-
trial de Ia evolucion exosonuitica.
La hurnanldad no va a volver a las
cavernas 0, mas exactamente, a los
arboles. Pero hay algunos puntas
que pueden scr incorporadcs a unprograma bioeconornico minimo.
Primero, la produccion de todns
lo s in str ur nc nto s de guerra, y 110
solo fa guerra misma, debcrian ser
prohibidoscompletamente. Es to-
talmente absurdo (y tam bien hipo-
crita) seguir cultivando tabaco si,
par confesi6n propia, nadie quisie-
rafumar, Los pafses que estrin tandesarrollados como para set los
principales productores de arrna-
mentes. deberian poder llegar a un
acuerdo sabre esta prohibici6n sin
ninguna dificultad si, como preten-
den, tam bien poseen Ia sabiduria
para dirigir el mundo. Dejar de fa-
bricar instrumentos de guerra no
solo terrninara can las matanzas en
masa can ingenios mortff'eros, sino
tarnbien liberara tremendas fuerzus
productivas para una ayuda inter-
nacional sin redudr el nivel de vida
de sus pafses correspondientes.
Segundo, can el usa de cstus
fu erza s p rod uctiv as as! como COil
rnedidas adicionales sinccras y bien
programadas, se debe ayudar a los
pafses subdesarrollados a que 1 1 1 : -
guen tan pronto como pucdan a
una buena vida (no necesariamcntc
lujosa). Los dos extremes del es-·
pectro de ben participar efccti va-
mente en los esfuerzos requcridos
para esta transformaci6n y aceptur
in n ec esid ad de un cambia radical
en SL iS puntos de vista polarizadossabre la vida (65). -
Tercero. In r'lmanidad debcrin
gradualrncnte rcducir su pohlaciun
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a un nivel que pudiera scr alirnen-
tado solo con agricultura orgiini-
ea (66). Naturalrncnte, los paiscs
que ahora experimcntan un crcci-miento dernografico muyalto ten-
linin que esforzarsc rnucho por con-
scguir los resultados mas nipidos
posibles en esa dircccion.
ella no, hasta que el usa direcio
de In energia solar se convierta en
una posibllidad al alcance de todos
a se consiga Ia fusion controlada,
todo despilfarro r d e energia (cale-
Iacciones, refrigeracicnes, velocida-des 0iluminaci6n excesiva, deberia
ser evitado con cuidado, con regu-
Iaciones cstrictas cuando sea ncce-
sario.
Quinto, debemos curarnos del
anhelo m6rbido por "gadgets" ex-
travagantes, ilustrado esplendlda-
mente por un aparato tan contradic-
torio como el carro de golf, 0 los
esplendorcs colosales del garage
\ 1 a ta d o o :. . tG d ' \ i~ S , C \ la n d o \Q c . o n S \ -games, los Iabricantes dejaran de
fabrlcar este tipo de "mercancia".
Sexto, debemos quitarnos de en-cima a Ia moda, "esa enfermedad
de la mente humana" como Abbot
Fernando Galiani la caracterizo en
su cclebrado libro "Della Moneta"
('11 Algunos econornistas han insis-tide en que, por el contrario, In irrevcr-sibilidud es la caracterfstlca del rnundoeconornico [60, 461, 80B; 25] pero IIIcuestldn, uunque nunca fue ncgada, SI:
dejo de lado siernpre. En 'vano algunospretenden ahara que el nmUisis del equi-Iibrio tradicinnal ha tenido en conside-racion siernpre negatives [4, 3341. Losunicos en In teoria econcrnica trndlcic-
nal son 105 que acnlan 'para rnantenerel equilibria y no en los cambios evo-lutivos,
(2) Para una rnuestra significativu.ver G. L Buchs, "Economics", 2.a ed,Prentice-H all, N. J., 1957, p. 60; PaulSamuelson, "Economics",B,a ed, Me-Graw·HilI, 1970, p. 72; Robert L. Heil-broner, "The Economic Problem". 3.p
edlcion, Prentice-Hull N. 1., 1972, p a -gina 177.
(3) Para una discusion detallada de
1181ICE-MAYO 1975
(pug. 750). Es sin duda una cnfcr-
mcdad mental el tirar una chaqucia
o un mueblc cuando toduvia pucde
cumplir 5U funci6n especifica. Com-
prar un coche cada an a y redccornr
la casu cuda dos es un crimen bio-economico. Otros cscritores han
propuesto ya que se fubriquen 105
productos de modo que sean mils
duraderos [por ejernplo, 43, 146.1.Pcro es mas irnportantc aun que Ins
consumidores se reeduquen a si
mismos a despreclar la rnoda. Los
fabricantes se venin cntonccs obli-
gados a concentrarse en la durabili-
dad.
Septimo, c Intimamcntc unido 3.1punto anterior, es nccesario que los
bienes duraderos scan discfiadospara ser succptibles de rcparacion
(par poner una analogia plastica, aveces tenemos que tirar un par de
zapatos porque se ha roto un cor-
don),
Octavo, y e n 'il:rmon \a c on . tauo1 0 anterior, deberiarnos curarnos de
1 0 que yo llama el "circundrorne de
la maquina de afeitar", que consis-
te en afeitarse mas rapido para
tener mas tiempo para trabajar en
una rnaquina que afeita mas rapldo,
para tener mas tiempo para traba-
NOT A 5
la representucicn analftica de un pro-ceso, ver Georgescu-Roegen [32. ch, ix],
(4) S i la "tierra" aparece como Una
variable en algunos modelos tradiclonu-les de las funciones de produccion. 10
es solamente en el sentido rlcardluno. 0
sea sirnplerncnte como tierra. La faltade atenclon a la verdadera naturalezudel proceso econornlco es turnbien la
causa de 10 inadecuado de la funcionde produccion tradicional desde otrospuntos de vista, igualrnente cruciales[27; 30; 33].
(5) La definicion tecnlca de energladlspcnible (no disponible) no coincidecon la de libre (Iirnitada), Pero la dife-rencia es de tal naturuleza que pamnuestro propOsito puede ser ignorada.
(6) Este juicio esta justificado .por la
dlscuslon de In Ley de In Entropia en[44, 17]. Incluso In nocion familiar de
jar en una maquina que afeite mas
nipldo, y asf al Infinite. Este cam-
bia oblignni a retractarse a todos
los profcsionales que han seducido
al hombre acntrar en csta re-
gresion infinita sin contcnido. De-
bernos dames cucnta de que un
pre-requisite irnportunte para una
buena vida es una cantidad sustan-
cial de ocio ocupado de modo inte-
ligentc.
As! vistas en cl papel, en abs-
tracto, las recomendaclones anterio-res parecerian en su eonjunto fa-
zonables a cualquiera dispucsto a
exarninar la logica en que se apo-
yan. Pero un pensamiento ha que-
dado persistente en mi mente des-
de que empece a intcresarrne porla naturalea cntropica del proceso
cconornico. lEscuchani In h urn an i-dad a cualquier programa que pre-
sione sobre su adiccion a un con-
fort exosomatlcc: Ouiza el destine
del hombre es tener una vida corta
pero \\en 'a. de i i . e ' C 2 1 1 , c1..ci.tantc 'idespilfarradora mas que una exis-
tencia larga, poco memorable y
vegetativa. Dejernos que otras cs-
pecies sin amblcioncs espiritualcs
-las amebas, par ejemplo- here-
den una tierra todavia bafiada per
el sol.
calor plantea cuestiones delicadus, con
el resultado de que algunos flsicos puc-
den equivocarsc en ella tnrnblen, Ver
"Journal of Economic Literature", X(diciernbre 1972).p. 1268.
(7) Observernos tarnbien que inclu-
so la energfa no se .presta par si rnlsmaa una definicion simple, formal. 'La masfllmijiar, que la energia es In capacldud
de un sistema de realizar un traba]c.estfi en oposlcidn con la definicion deenergla no disponible: Debernos, pues,
explicar que toda energia puede en prin-
cipia ser transformadu en traba]o contal de que el sistema correspondieruesea puesto en contncto can otro que e;1;'i
a una tempe~n de cera absolute. Es-taexpllcacicri t iene solo cl valor de unn
pura extrupolacion porque, segtin laTercera Ley de la Termcdiruimica, estatemperatura no puede ser alcanzada
nunca,
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uniculo cspcrn podcr ul'rcccr pruehn de
dill.
IJJI In,,:IiNI en cstc cu-o tan citndo,
1 ;1 ,u,litlicitm IlU ha ,ido en cudu cuso .Ian fdiz e01l1l1 'il! crce ucncralmerue.
Rccientem.:nlcSI;!
h OI dcscub icrto q uelos
cublc- elccrriccs de ulurniniu pucdencon-ritu ir uri riespo de incendio.
(J.1 I LI perlu en cucstiun nos 1 ;1
ufrcce :-' laddLlx 1 5'1 . I Il.1 I: Jel rnisrnu
rnudo que lu pr(1sp~riuau en los paise5l 1 1 ; i , aV'I!l/.aJl1S hu ido acornpniiuclu dc
lin dcsccnsu real en e l con-umo tic pan.
i!,!uall1lel1le se puede csperur que la
al luenciu hani a la., socleilades rnenos
d\!l'~ndientc'i Jl! rnctulcs curno el acero.
I J 5 ) EI puruo sc reflcrc a la cdicionde cupitul Irnedldo en tcrrnlnos mcneta-
riO'i1 ~. trabaju [meclido en nhrerux ern-
pkaciml. as i como el cum putu de lu
pru.luccion neta (pur sustruccion t a
partir de la pruduccion bJ'lIW [isicuIJ. I li7 fl.
1.;(1) Pnrn e~ans distinciones, ver 127.
$12-519: s n , 4; 32.22]-2251.
1371 Vcr el tii:ilo!!o entre Presion
Cloud v Rouer R':I'clle. ciuulo en [66,
41lil. E' I ll1i~rnD refriin se percihe en la
qucja de :\I;lddo.~ contra 10, que hablan
de liruitncioncx de 1<1hurnunulud [59, Vi.I J1 ' . 21'0 I. En relucion con cl capitulo
de Maddox. "hombres hechos por el
hombre", vcr [ 32 . 3 .: 1J :o l· ]5')].
f . 1 . I - I J Algunos que no cornprenden
que cxcepcional (e inclusc nnnrmul} es
el prescnte intcrtudio (". !Oltrnal D r Eco·
nnrn it: Literuture", junio IlJ71. p, 459 s
ignoran hcchos como que In rnineria del
curluui em pczu haec ~(}ll afios y que,
aunquc parczca increfble. II I rnitud de 1 :1cumidrul rntul cxtrulda dcsde emonces
10 hu sido en los ultirnns treinta ufius,A s im is r n o 1 ; 1 miltlti d e IOUU 1 < 1 produc·
cil\n de crlld[l~ de pel rdlco ha sitlo Db·
lenida en lo~ IiIIin1l1s diez. aiios f.:lli. 165.
2]1'\: %. 1 1 9 s; 32, 2281.
1391 Solow lal1lhi~n adllce L[ue eslar
en conlra ue 1:1 eonlaminacil\n es estill'
en wnlra del crecimi:!nlo ewnLlmicll
[74.491. Sin cmbllrl!o. la conlaminacilin
nocil'a pllede reducrr~e al minilllll . s i " e o
tOlllan la.' mediuas :iue":lladas \. el I.:re·
cimienlO "(1ura" cs aminonlllo:
. (.:101 Y m(ls larde rreg lln(6 : "Qui!nll'c! de lonterin hny lJue lener para
(1Llder h~lccrsemielllhro?(del Club t i C '
ROllla 14, 3J9]. K ayscn l.'i 11 lambien e5
dlhtica en alglin momenlO. Solow [75,
1 1 ,implcmenlc dice Llue C0l110 todos los
dcm,is. se L[uedLl el11bohadll al leer los
"Lillliles de Crecilll1cnlo··, micntr'ls Jon·
hson [49, I] descalirica intc1ectl1almenten todos los ec61ogo~ tlesde el principia.
Fllern del circulo de economistns. John
}.·laddox desHlca tra lando de impresionar
al le..:lor con "arJ!lllllcnto," similares.
120/ICE-MAYO 1975
(..I I) Ver en pancular 11(11 y 12:>1:
turn bien 1,,2. 3.'ll)·.;..J.lj m;I. ' r cc len terncn-
t\!. y de-de un (1l1nto de vi,llI di-tiruo.
W. Lcontieff tillllbi~n abordu laL:uL:'-
L i t ' l I l en su "Oi,cllr~Q Prc-Idenciul a 1 :1
A rnericun Econunvic A ssociu : ion" 15 4 J .
Sigue sin puhlicur-e. 10 que no deja descr sintum.u ico. e l Irnnco veredicto de
Rugnur Frisch .:11 S li "Discursu nl primer
Conurcso Vl urul iul de la Sot:ieualiE':ll-
nornctricu 11%51.
142) .'\lgllnas de las objcciones ante-
riores (ueron turnbien .voceudus de-de
Iueru del circulo de 10.. econcrnistus
[I; 59. 2S~5I.
(43) Una excepcion notable 'es1l1 ud-dLl~ 15'JI. Su cruicu ccnsunuloru Jc"Un
pruyccro para lu supervivencia" j "EI cu-so contra lu histcriu", Nature 14. enero
1<172. p. r..'\·fi5) desperto num erosux pro-le,I<1,: Nuture. 21 cnero 1[171. p. 17'1.
I~ fcbrcro J 1)72. p. 4(J5 S. 1'1:1'0. dudu 1;1
poslclun de los cconornistns en lu con-
truvcrsiu, se cornprende que Beckerman
[4. 341 s] no puedu uoncehir por (jll':
los cientificos no han atacudo el inforrn eY por llU"; parecc incluso que aceptun su
texis,
(44) "Financial Times". J murzo
1'17:!. eitndo en [4 . 3]\7 n I. Denis Gabor.
prerniu Nobel, considero que "seun 10
que sean los detullcs, lus principalex con-
clu-Ioncs son lncorurovertlbles" [citado
en 4. 3.:121 .
( ::151 Joseph J. Spengler. una autori-
dad reconocidu en cste am plio campo.
me dice que no corioce a nudie que
h uv u rc uliz udo la observucion. Pnrn a 1 -glliH<sdiscllsiones penetrnntes sabre Iq nl-
thus y .1a presion poblucionul de hoy.
vel' [76; 77].
(46) Ln su stanciu del u ruurn ento de
" Lo s lim ite;" en 10 que va nliis ulhi dcM ill Ill! sido (om ado presludll de BO\l[.
dil1g' Y Daly lH: lJ; 20; 211.
(7) En la Intern:llional Encyclope.
uia of Ihe Sth:ial Sciences. pOl' ejclllplo.Se mcndona c.ste punlo solo de paSllUll.
(4R) F.s obl'io que cllalquier aumen·
10' en si res 11lla ni general mente en Lilla
disminliciLlO de L v tumbicn de N: Asi-llliS01L1. la c ap ac iZ lllL [ u e dUl'ncitin en
clwlLluierano Jlucue allmenlar conUn
Uso mayor de ' los recursos terrestres.
Estos puntas elemel1lales ueben ~er de-
lenidos.para [a parle X ue esle articulo.
(.191 Eslc punto ·nos reclierda In idea
de Boulding de qlle c[ f1ujo de la 11:1-
tllmleza hacin el proceso ecomimicLl. h.l
que ':1 Ilamn "throughput'·. es ~'algo
que. ha y que minimizlIl' y no maximi·
zar" y que deberiamos rasar de ulla
economia de flujo a olra de slack [~.
9S; 9, 359S1. La idea impresiona mas
de [0 que ilumina, Es vcrdad que 10~
eccnomi-ias suf'ren de lin complejo d L '
flujo 12<). 55 , lii'lI:H1mbicn. que sc hun
dado 'poel! euentu L ie 'que tina dcsni(1-
c iun n nu liric u upropiuiln de un (1rocc,,,
debe cornprcnder "tanto los fiujo,; cumo
los [nrulu-," 1)0: 31. 219S. 121'\·23.;1 I. I.u,
emprexnrios, per 1 0 que rcspcctn a lnideu tie Bouldinp. han tcrulido ~iell lrrc
11 rninimizur e l (luio necexurio para mun-iener sus Iondus de cnpitnl. Si e! tluju
actual tic II I naturalezu no esni de < 1 < : 1 1 : : : ' -
do con In seguridud de nuestru cspccic.
10 es snlarnente porque la poblucion c'
d ernn siud o gra nde y parte de cllu di.;-
lrutn de un conf'ort excesrvo. Las dcci-
stones economicns sicrnpre se rclcrlr.in
forzcsamerue tanto a Ilujus COIllL1 a
s tocks .. i.No es verdud ucaso que el pru-
blernn de II I hurnanidud cs cconornizur ~
(un SIOck) durante todo el tiernpo vital
que ~e" 'nccesarlo. 10 que im plica 1111-
nim izur si (un f1ujo\ punl co nscgu ir "unavida buena T · (XII.
(.'iIl) Este term ino 10 encont r c I'nr
primeru vel. en una curta de J iri Zernun.
(5 I) La pructica de lu escluvitud en
e l pusndo y 1: 1 posible obtencion en cl
futuro tit: organos pnrn trusp lante 'H1I1
Ienoruenos sernejantes n la evoluciun
exosomaticu,
(521 Un heche rnuy muletncndido: 1<1
tierru ricardiuna ticne valor econurnicu
po r una ruztin nruilogu it It! de J ~ I red
del pcscador, La tierra ricu rdin nu ticne
lu cnergia mas valiosu en una proper-
ciun nproxlmadu 11 SlJ rnedidu [17, SOH.32. 132].
("1 N . del T.-British Tberrnul Unit.rnedidn de calor.
15J) Los datos usudos en esta -cv-ciun hun side culculudos :1 partir de Ius
datos de Danlcls 1121 y H ubbcrt I4I i I.ESloS daLos, especialmcnle IllS de la, rc:·
sel'vas. varian de :llIIor a nutor. pCI'D
no en una Illedilln imponanlc. Si n elll-
bargo. la afil'maci6n de qUI! "las ahlll1-
da ilies pi:wrras bitul11inCN\~' que sc pue-
den eneontrarpor lodn cl munrio du·
rnrian no menos de cunrenla rnil anos"
159, 991 es pllm f~1Iltasia.
(") Breeder reactor (N. de l T.).
[54) En una re~r<lIe~1l1 11 critica,
(American Scicnl.isL I~VIII . num. Ii. p(I'
gina li'll) I. los mism05 nlllores pnlcban.
olra I'Cl lineal men Ie , que los comp1cjll"
ag1'O.indtlSlrinlcs del grnn plan pmll'ian
Illi;;,entar r(tdlmenLe 11 esa pobbcillO.
(.'i51 Para unn discllsion rccienle LidimplicLa social de y CI'CL:.-imienIO indu~.lrilllen ge·llcral. y de liaS prohlell1as 50clal~,
que surgen tiel llSl) ell gran escaln t I L !
In energia nuclear en partit:lllur. ver [7t; Iunll ' fnonogrnfin ue H~lroldy Margarel
Sprout,pioneros en este cnmpo.
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R E V I S T A D E E C O N O M I A
(56) SOlo 1 por 1'00 del deuterio enlos oceanos ,procurari~ 10· Q par mediode esta reaccion, una cantidad amplia-mente suficiente para algunos cientos demillones de afios de confort industrialmuy alto. La reaccion deuteriotritio 'tie-ne mas ,probabilidndes de exito porquerequiere una temperatura mas baja, Perocomo irnplica litio-6, que existeen pocacantidad, reridiria s610 unos 200 Q entotal.
(57) IE s de Interes 'saber que duranteI II s e gunda guerra rnundial , en Suecia,por 1 0 men as, los autornoviles eran ac-cionados can el gas deficiente obtenidoencendiendo carbon eon astillas en uncontenedor que servia como tanque,
(58) Una cualificacidn importante:Incluso el uso de la energla solar pue-de alterar el cllma sl la energfa es Ii-berada en un Ingar distinto a donde sereeogid, La mismo es verdad para una
difereneia en tiempo, pero este supuestono tendra probablernente importanciapractica,
(59) Entre '195,1 ., 1966 el niimerode tractores aument6 en un 63 po r 100,
los fertilizantes fosfatados en un 75 porlOa, los nitrogenados en un 146 por
100, y los insecticidas en 300por tOO .
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Sin embargo, las cosechas, que 'puedenser tornadas como un buen Indice derendirniento, aumentaron solo en un 34por 100 [6, 40].
(60) Esta posicion ha sldo avanzada,por ejemplo, por Colin Clark en '1963rver 31, 1!1; 32, 20] y muy reciente-mente por 'Revelle [70].
(61) Sin embargo, el mito de los eco-nornistas de que los precios reflejan va-lores en algnin sentido generalmente re-levante, 'es com partido tarnbien .por otrasprofesiones, O £ I grupo Meadow, porejemplo, habla del coste de agotamientode recursos [62, 18'1], y Barry Commo-ner, del coste del deterioro del medio
ambiente [18, 253 5. Y passim]. £stasson puras expresiones verbales, pues nohay tal cosa como el coste de recur-50S irreemplnzubles 0 de contaminacicnirreducible.
(62) En un trabajo pionero [45], Ho-telling dernostro de Una vez para siem-pre que uno no puede nablar de asig-nad6n optima de recursos a no ser quese conozca la demanda del mundo en-tero.
(63) La confianza caracteristica del
econornista en la omnipotencia del me-
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canismo de precios !lev6 a muchos delos oyentes de, esta conferencla a ope-ner que la eleccion entre J I I ! satisfaccionde necesidades :presentes y futuras, COD
el premio acosturnbrado par posponerel consume, fijara los precios correcta-mente para un usa optimo de los re-curses. El argumento no tiene en cuentaprecisamente la limitaci6n de nuestrohorizonte temporal, que no va mas aliade un par de decadas [10, ,10]. InclusoSolow, ilustrando una defensa de la po-sicion prevalente [74, 427], asume unhcrizonte de 5610 treinta afios,
(64) Para un resumen muy intere-sante de las distintas corrientes en Iaconferencia de Estocolmo, ver [2].
(65) En la Conferencia de Dai Dong(·Estocolmo 197!2.), yo sugerla Ia adop-cion de una medida que parece aplica-ble con mucha menos dificultad quecualquier otto plan. Mi sugerencia erael permitir a la gente moverse libre-mente de pais en pals. La recepcion fuemenus que tibia. Ver [2, 72].
{66) Para evitar rnalas interpretacio-nes, deberfa afiadir que la moda actualper "alimentos organicos" no tiene nadaque ver con esta propuesta, basada solo
en las razones expuestas en X.
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