amanda browning - momento de amar

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T T i i e e m m p p o o p p a a r r a a a a m m a a r r M M o o m m e e n n t t o o d d e e a a m m a a r r Amanda Browning Tiempo para amar (1995) En Harmex: Momento de amar (Colección Julia) Título Original: A time for love (1992) Editorial: Harlequin Ibérica Sello / Colección: Bianca 759 Género: Contemporáneo Protagonistas: Tyler Monroe y Claudia Webster o Peterson Argumento: ¿Qué hace una mujer cuando el hombre que quiere la rechaza, y su hija perece en el coche que ella conduce? Finge que todo marcha bien y asiste a una fiesta. Y luego a otra… y a otra… ¿Y qué hace esa misma mujer cuando su hombre aparece para decirle que su hija vive, pero que él ya no la ama, y tampoco su hija? Se quita su vestido de noche y se dispone a pelear… por amor.

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¿Qué hace una mujer cuando el hombre que quiere la rechaza, y su hija perece en el coche que ella conduce? Finge que todo marcha bien y asiste a una fiesta. Y luego a otra… y a otra…¿Y qué hace esa misma mujer cuando su hombre aparece para decirle que su hija vive, pero que él ya no la ama, y tampoco su hija? Se quita su vestido de noche y se dispone a pelear… por amor.

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  • TTiieemmppoo ppaarraa aammaarr MMoommeennttoo ddee aammaarr

    Amanda Browning

    Tiempo para amar (1995) En Harmex: Momento de amar (Coleccin Julia) Ttulo Original: A time for love (1992) Editorial: Harlequin Ibrica Sello / Coleccin: Bianca 759 Gnero: Contemporneo Protagonistas: Tyler Monroe y Claudia Webster o Peterson

    Argumento: Qu hace una mujer cuando el hombre que quiere la rechaza, y su hija perece en el coche que ella conduce? Finge que todo marcha bien y asiste a una fiesta. Y luego a otra y a otra Y qu hace esa misma mujer cuando su hombre aparece para decirle que su hija vive, pero que l ya no la ama, y tampoco su hija? Se quita su vestido de noche y se dispone a pelear por amor.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 2-112

    Captulo 1 Claudia dormitaba cuando una risa infantil la despert. Se dio cuenta del sol

    arriba de su espalda, de la arena bajo sus pies y ms gritos. No! Nadie conoca esta playa, por eso haba venido aqu, para cargar sus bateras fsicas y emocionales.

    Estaba agotada de haber viajado seis meses a travs del Atlntico, asistiendo a reuniones interminables con abogados, y visitando las diversas fundaciones con las que estaba relacionada. Se sent para protegerse los ojos del sol.

    Una nia no mayor de siete aos jugaba en el agua poco profunda a unos cuantos metros de ella, y la observ con dolorosa fascinacin. La tristeza la oblig a cerrar los ojos, y en su mente apareci otra nia de la misma edad, cuyas facciones eran vagas e indefinidas, pues no tena, ni jams tendra una foto de ella.

    Era demasiado. Se par para ponerse sobre el bikini unos pantaloncillos blancos y una blusa verde, y desliz los pies dentro de las sandalias. Tom sus pertenencias sin importarle su huida precipitada; no poda quedarse all ms tiempo. Despus de meter todo en el Ferrari, se acomod detrs del volante y puso en marcha el vehculo.

    Los ojos azules de Tyler More observaban impasibles la silueta del coche rojo deportivo cuando inici el descenso de la carretera que zigzagueaba. La luz del sol se reflejaba en el metal brillante y en la ladera rocosa mientras el conductor tomaba las curvas a una velocidad que rayaba en la insensatez.

    La brisa del mar mova los mechones negros de su cabello, mientras que el ruido gutural del coche se escuchaba cada vez ms cerca.

    El Ferrari haba llegado a la parte ms baja de la ladera y proceda a tomar la curva pronunciada de la baha, a una velocidad cercana a los ciento ochenta kilmetros por hora. Las facciones varoniles bien delineadas, escasamente demostraron emocin alguna al presenciar esa hazaa. Era un rostro orgulloso, duro y guapo al mismo tiempo. Aunque la mandbula demostraba firmeza, la boca era sorprendentemente sensual y al volverse a mirar el coche rojo, una mueca irnica se dibuj en ella.

    Cuando el Ferrari tom la ltima curva antes de perderse de vista, por un instante vislumbr una cabellera castaa que volaba por el viento, y slo el ruido del motor resonaba en sus odos. Segundos despus rein el silencio y l se dio la vuelta y sus largas piernas cubiertas por jeans desteidos se tensaron cuando se inclin hacia adelante. Las mangas arremangadas de su camisa de seda mostraban sus antebrazos fuertes quemados por el sol, el cuello abierto dejaba entrever un pecho con abundante vello. Sus manos se extendieron contra el cemento de la pared de piedra que divida la terraza del acantilado, y esper.

    Ahora apareca una fra sonrisa en sus labios, y sus ojos inexpresivos contemplaron el mar.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 3-112

    Claudia detuvo el coche frente a la villa y con tristeza vio el Alfa Romeo estacionado ah y sujet con fuerza el volante. Tena la esperanza de que, al menos por una vez la casa se encontrara libre de visitas. Sin embargo, con un repentino cambio de actitud, tan comn en ella, decidi que despus de todo, una compaa le resultara agradable. Su repentina huida de la playa fue intil. Jams lograra escapar de aquel tormento era su eterno acompaante.

    A pesar de sus esfuerzos, el trabajo no poda absorber todo su tiempo, despus de pocas de excesivo trabajo se presentaban semanas de ociosidad, por lo que quiz necesitaba compaa. Cualquier cosa que la hiciera olvidar el pasado. Y si eso fallaba, poda siempre invitar a amigos. No obstante que la villa era propiedad de su ta Luca, Claudia estaba consciente que no dara molestias, ya que Lucia adoraba las fiestas; y para Claudia eran un bendito pasatiempo en momentos de tensin.

    Despus de recoger su bolso de playa, sali del coche y entr en el vestbulo. Con paredes blancas y techo verde, la villa era un oasis en los calurosos das del verano italiano. Los escalones de las terrazas daban acceso al acantilado empinado y a la piscina, y ms all, a unos cuantos metros, estaban las brillantes aguas del mar de Liguria.

    Claudia regres aqu seis aos atrs como un animal herido, y con el tiempo encontr un poco de paz que la libr de enloquecer. Pero su vida haba cambiado. Quiz sera ms exacto afirmar que haba perdido el inters en vivir. Slo exista ahora la sombra de lo que alguna vez fue, y pasaba los das en una bsqueda constante de lo inalcanzable. Trabajaba y se diverta en exceso; y sin embargo los momentos como hoy, le recordaban que era slo un hermoso caparazn vaco.

    Esa afirmacin era cierta, ya que se trataba de una bellsima mujer. Claudia busc el cepillo en el bolso de playa para arreglar su hermoso cabello castao que le llegaba hasta los hombros. El loco trayecto dio color al tono dorado de su piel un color natural heredado de la blancura de su padre y de la belleza latina de su madre.

    Fuera de eso, slo se pareca a su padre en la altura y en la esbeltez. Su cintura era delgada tambin, y su busto turgente y firme. En su adolescencia, su atractivo fue para ella un tormento, pero ahora aceptaba con modestia la voluptuosidad de su figura. Quin mejor que ella poda afirmar que los pmulos sensuales, los ojos grandes color caf, y los labios carnosos eran felicidad?

    Pero dentro de ella existan an los remordimientos. Esa culpabilidad que continuaba destruyndola da a da. Un desgaste constante que con el tiempo terminara con ella. Estaba consciente que se era su castigo un tormento prolongado era el precio que deba pagar.

    Unos pasos apartaron a Claudia de aquellos recuerdos sombros, y sacando el pecho se volvi hacia Seraphina, el ama de llaves de su ta. Vestida de negro, con un delantal impecable, la regordeta mujer se par de manera respetuosa a unos cuantos pasos de ella, las manos cruzadas debajo de su abundante pecho, una ligera mueca oscureca su cara alegre.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 4-112

    Lleg antes de lo previsto, signorina hizo la observacin.

    Claudia volvi la cabeza para meter el cepillo en el bolso, disimulando un gesto irnico en sus labios.

    Haba mucha gente en la playa, por lo que decid regresar. Veo que mi ta tiene visitas.

    La signora fue a Gnova. El caballero lleg hace una hora preguntando por usted. Le inform que no estaba y que ignoraba a qu hora regresara, pero insisti en esperar.

    Claudia frunci el ceo mirando por delante de Seraphina como si pudiera traspasar con la vista las gruesas paredes, para ver quin era el visitante. Sin duda un extrao, o el ama de llaves se lo habra dicho.

    Mencion qu quera o quin era?

    Slo que quera vera, signorina. Habla muy poco, este seor ingls.

    Ingls. Trat de disimular su repentina sorpresa. Conoca a seores de todas las nacionalidades y probablemente encontr a ste en alguna fiesta y la haba venido a visitar, debido principalmente a la reputacin que se cre desde que vino por primera vez a Italia. Su estilo de vida posterior nunca borr aquel comienzo, debido a que ciertas gentes de sociedad tenan buena memoria. No obstante, ahora era una experta en ponerlas en su lugar.

    Dnde est?

    Cerca de la alberca, signorina. Se cambiar antes de ropa?

    Claudia ech un vistazo a los pantaloncillos que dejaban al descubierto sus piernas bronceadas, y la blusa de seda.

    Estoy presentable. Tomaremos caf en el patio, Seraphina.

    El ama de llaves se alej parloteando al tiempo que sacuda la cabeza, y Claudia sonri a sus espaldas. Despus de tantos aos de trabajar con la familia Assanti, Seraphina an no olvidaba sus ideas pasadas de moda sobre la correccin. Ni Claudia ni su ta soaran jams en rerse de ella, pues la amaban y respetaban como si perteneciera a la familia.

    Al pasar por la casa, Claudia sali al patio y con la mano se protegi los ojos del sol mientras localizaban a la visita. Casi de inmediato la descubri, una figura solitaria que le daba la espalda mientras miraba el mar.

    Algo en la manera de pararse, la oblig a bajar la mano con lentitud, y el corazn le dio un vuelco. Haba algo familiar en la forma en que el desconocido mova los hombros y en el porte orgulloso de su cabeza. Mientras bajaba por las terrazas para acercarse a l, una sensacin incmoda la invada. Sin ver su cara, aquella estructura musculosa, los hombros anchos y caderas delgadas, hablaban de un hombre de fuerza considerable, tanto en lo fsico como en lo mental. Ah estaba alguien que saba con exactitud quin era, sin necesidad de probarlo. Emanaba una atraccin poderosa que ella perciba, incluso en la distancia.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 5-112

    Haba conocido slo a un hombre con esa poderosa combinacin. Slo un hombre posea esa virilidad a un grado tal, que brillaba a su alrededor, como un aura. Y sabindolo, Claudia camin ms despacio.

    Tyler.

    Como si el pronunciar su nombre en silencio lo hubiera alcanzado con toda la fuerza de una llamada de clarn, se enderez, volvindose con lentitud hacia ella, sus ojos la traspasaron antes de examinar, sin prisa, la figura inmvil de la anfitriona.

    A pesar de su sobresalto, Claudia sinti aquellos ojos en todo su cuerpo. Su mirada era como una insolacin, y tembl cuando el calor de una intensa ola de emocin la invadi, apretando sus msculos, destrozando sus nervios, acelerando el latido de su corazn. Alguna vez lo am con todos los tomos de su ser. Le haba dado la felicidad ms grande y el dolor ms profundo cuando desapareci de su vida. Ahora comprenda que no haba logrado olvidarlo. A pesar de todo, reaccion como lo hizo aquella primera vez, con toda la pasin de su naturaleza.

    Pero la vida le haba enseado lecciones muy dolorosas, y lo ms importante era recordar en este momento que ese hombre no poda olvidar, ni tampoco perdonar el pasado. La causa que lo trajo aqu de ninguna manera estaba relacionada con el amor ni con algo similar. Tratando de ponerse una mscara en la cara para disimular su emocin, no obstante que la palidez de sus mejillas la traicionaba, avanz en direccin a l.

    Hola, Tyler el saludo pareca extraamente ronco, como si su voz estuviera oxidada.

    Claudia ninguna calidez en esa palabra, slo pronunci su nombre con seriedad.

    Nada haba cambiado. No era que ella lo esperara, ya que para Tyler lo nico que importaba era lo que estaba escrito. Ella se encontraba al margen de la sociedad, y estaba destinada a permanecer ah para siempre. Baj sus oscuras pestaas para disimular su reaccin.

    Qu haces aqu?

    Apoyndose sobre la barandilla, Tyler cruz los brazos.

    Admiro la vista con irona arrastr las palabras, al tiempo que miraba las bien formadas piernas de su interlocutora.

    Claudia ahog un jadeo mientras el color regresaba a sus mejillas. La insolencia de sus palabras y de su mirada era algo nuevo en l, y el sobresalto la entumeci de manera automtica.

    Ya conocas mis piernas; no son un misterio para ti levant el mentn en seal de autodefensa, reaccin que divirti a Tyler.

    Quiz no, pero siempre fuiste una mujer muy atractiva, Claudia inclin la cabeza esbozando una sonrisa burlona.

    Ella abri los ojos desmesuradamente. Esta tctica era distinta. Desde el da en que se separaron, haba aprendido nuevos mtodos para herirla.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 6-112

    Si supones que debo sentirme halagada, te equivocas instintivamente cruz los brazos en un ademn de defensa femenina. Concrtate a informarme por qu ests aqu Tyler, y luego mrchate. No tengo tiempo para tus jueguitos absurdos replic con toda la dureza que logr reunir.

    Por qu? Qu tienes programado para esta noche? Una fiesta desenfrenada o un chapuzn a media noche? Por fortuna, en Italia abundan las fuentes, y necesitars una vida para probarlas todas. Un cambio total de profesin reflexion l con desprecio.

    Al orlo mencionar el incidente de la fuente, Claudia hizo una mueca de contrariedad. Esto haba ocurrido poco despus de su regreso a Italia. Su desenfreno de entonces, rayaba en la locura. Su desesperacin la oblig a hacer tantas cosas. En un momento de imprudencia, despus de una fiesta de toda la noche, se meti a una de las fuentes ms grandes de Roma completamente vestida, pero el agua ci el vestido a su cuerpo convirtindola en algo digno de verse, y por desgracia un fotgrafo que estaba presente, aprovech al mximo ese momento. Al da siguiente su fotografa apareci en la primera plana de los peridicos y los periodistas morbosos, a partir de entonces, tomaron nota de todo lo relacionado con ella.

    Sus escndalos haban disminuido, porque el tiempo logr curar algunas de sus heridas, pero tena mala reputacin. Ya estaba acostumbrada a encogerse de hombros para salvar su propio orgullo, y por eso ahora prefiri sonrerle.

    Tendrs que esperar, como toda la gente, a leer los peridicos de maana.

    Gracias, pero prefiero no hacerlo. Tu vida actual es una repeticin constante, querida. Es ms, corres el peligro de convertirte en una lata. Qu sucede? Ya te aburrieron tus desenfrenos? Es se el motivo de que corras a toda velocidad buscando emociones? Observ tu llegada; conducas como si no existiera el maana.

    Inconscientemente acert. Claudia borr la sonrisa y dej de mirarlo a los ojos. Camin hacia la pared para apoyarse en ella, contemplando el mar ondulante.

    Siempre existe un maana. Maana, maana y maana repiti inexpresiva. Una sucesin interminable de maanas. Si te preocupa que choque o que me estrelle en el acantilado, olvdalo. El destino tiene otros planes para m agreg, consciente de que l no le quitaba la vista.

    Es una presuncin peligrosa creer que gozas de una vida libre de peligros coment Tyler, con frialdad.

    Una vida sin peligros? pareca una opcin divertida. Supongo que as la consideraras t la verdad era ms dura. Durante el resto de su vida tendra que pagar por sus pecados.

    Sobreviviste a un accidente. No tenemos derecho a ms.

    Claudia palideci cuando l nombr la vieja herida que jams se curara. Sin embargo, como de costumbre, ocult su desesperacin detrs de una mscara de desprecio.

    Por qu has venido, Tyler? demand, por tercera vez.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 7-112

    Sus fingidos buenos modales lo abandonaron, cuando la ret con una mirada que demostraba todo su desprecio por ella.

    En realidad, no lo s. Estaba feliz de haberte olvidado por completo. Si no fuera por Natalie, jams hubiera vuelto a acordarme de tu existencia.

    El corazn de Claudia dej de latir, y se qued fra. Se volvi hacia l con un rostro plido desencajado.

    Quin? dijo la palabra con un susurro de incredulidad ya que ese nombre la destrozaba.

    Maldicin, te fue tan fcil olvidarla? la violencia en el rostro de Tyler era aterradora. Natalie. Trata de recordarla, Claudia. Natalie tu hija! el desdn de l la lapid.

    Claudia se tambale ante el dolor que la atacaba por todas partes. No le importaba que su cara revelara su enorme tormento.

    Canalla! Maldito ca la palabra se convirti en un gemido torturante, y corri hacia las terrazas hasta quedarse sin aliento.

    Su respiracin acelerada y sus sollozos haban acallado las pisadas de l. Se dio cuenta de que Tyler la haba seguido, cuando dos manos fuertes le sujetaron los brazos en el momento en que lleg al patio. Fue intil que tratara de liberarse. No le quedaba otra alternativa que obedecerlo, su pecho palpitaba por el esfuerzo, y sus ojos brillaban por las lgrimas.

    Detrs de ella, la voz de Tyler le lanz la pulla.

    Sigues evadiendo tus responsabilidades, Claudia?

    Te detesto! exclam sollozando.

    El sentimiento es mutuo, querida. Sin embargo, vine a hablarte de Natalie, y tendrs que escucharme! declar contundente, mientras ella haca una mueca de dolor.

    Qu trataba de hacerle, destruirla por completo?

    Natalie est muerta! exclam, su voz se desgarraba por tener que admitirlo.

    Sin duda, te result muy cmodo pensar que lo estaba opin Tyler con voz custica.

    El corazn le lata con fuerza, mientras que con una lentitud terrible, el significado de sus palabras atravesaba la pared de la culpabilidad de ella. Se volvi hacia l, sus ojos llenos de confusin.

    Qu quieres darme a entender?

    Qu imaginas? le ech en cara.

    Canalla, deja de burlarte de m! Cmo puedes ser tan cruel? Antes no lo eras. Natalie est muerta, y yo la mat!

    Natalie est tan viva como t y yo frunci el entrecejo.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 8-112

    La categrica afirmacin la dej sin respiracin y la sangre se le congel. Comenz a sudar y con un grito inarticulado, Claudia se desplom en el suelo.

    El mundo se infiltr en su mente con el estallido de un ltigo, y la regres contra su voluntad a la realidad. Gema mientras trataba de salir de la oscuridad para ver la luz, y por un momento no fue capaz de recordar dnde estaba. Sinti que una mano le golpeaba insistentemente las mejillas y gimi de nuevo. De inmediato, la mano dej de golpearla y se desliz debajo de sus hombros para levantarla. Un vaso haca presin sobre sus labios y una voz familiar la instaba a que bebiera. Sin voluntad para luchar, obedeci y estuvo a punto de que le dieran nuseas por el brandy que bajaba por su garganta, y que al fin hizo su efecto.

    Al abrir los ojos, enfoc la imagen borrosa de la cabeza de Tyler cuando se volvi hacia la mesita del caf para colocar el vaso vaco. Como si un interruptor hubiera sido conectado, sinti que el pulso comenzaba a agitarse al recordar cuando le acariciaba a Tyler el cabello con los dedos. Sin proponrselo, levant una mano para alisarle el grueso cabello y no poda dejar de hacerlo; era como si un imn poderoso la obligara a seguir su traccin invisible.

    Tyler su propio tono de voz, ronco y clido, traicion su deleite de tocarlo, el hecho de sentir el brazo de l debajo de ella desencaden espirales de placer que dieron vida otra vez a su sistema nervioso. El brandy la haba calentado por dentro, y el movimiento acariciante de su mano, estableca una languidez deliciosa en todo su cuerpo. Este era Tyler, y ella lo amaba. Lo amaba como a ningn otro hombre, y nunca lo olvidara.

    Qu diablos haces? las bruscas palabras rompieron el hechizo que haba sentido dentro de ella.

    Sus mejillas se arrebolaron y palidecieron de nuevo cuando Tyler se levant para alejarse de ella. Mientras trataba de ponerse de pie, record lo sucedido y se dio cuenta que estaba en un pequeo saln, en un sof, donde Tyler debi haberla llevado, despus que se desmay, por haber recibido una noticia para la que no estaba preparada. Durante segundos permaneci inmersa en el pasado, olvidando la triste realidad.

    Lo mir a los ojos.

    Natalie? Vive Natalie? casi no se atreva a formular la pregunta por temor de que ahora la desengaara.

    Est viva confirm l.

    Las lgrimas rodaron por sus mejillas, como si fuera incapaz de controlarlas. Claudia se toc la cara con las manos como si algo dentro de ella, que durante seis interminables aos estuvo muerto, resucitara. No poda creerlo. Pero saba que Tyler no le mentira, porque incluso su odio por ella era sincero.

    Por un momento dej de respirar, las lgrimas disminuyeron al comprender que Gordon le haba mentido. Cuando su esposo entr en la habitacin del hospital

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 9-112

    que ella ocupaba, y con lgrimas en los ojos le inform que Natalie no haba sobrevivido al accidente automovilstico, la haba engaado. Gordon estaba consciente que sin su hija la vida no tendra sentido alguno para ella, porque era lo que ms quera en el mundo. Le quit a su hija, sumindola en un perodo de seis aos de tristeza y culpabilidad.

    Aunque resultaba increble, de Gordon poda esperarse cualquier cosa. Lo conoca muy bien. Le haba quitado a Natalie, no porque quisiera tenerla a su lado, sino sencillamente para que ella, Claudia, no se quedara con la nia. Mientras viviera, jams podra perdonarlo.

    Mir para arriba, y de pronto se le ocurri que algo no encajaba.

    Por qu cambi Gordon de opinin? pregunt con voz aguda por el recelo.

    Gordon? Tyler pareca sorprendido.

    Claudia se separ del sof.

    Debe existir una razn. Hace seis aos me dijo que Natalie estaba muerta. Ahora te enva a informarme que vive. Por qu? Para torturarme con su sadismo?

    Gordon no me envi aqu. Muri hace seis meses en un accidente areo.

    Hace seis meses! Claudia se tambale ante este nuevo descubrimiento.

    No hay necesidad de que finjas sorpresa Tyler entrecerr los ojos. Te escrib hace seis meses para informrtelo.

    Entonces comprendi lo que haba sucedido, en su mente record el montn de correspondencia sin abrir que estaba sobre su escritorio. Haba estado fuera de su casa por meses, y habiendo regresado unos das antes, no haba abierto el correo.

    No he visto las cartas. No he estado aqu por largo tiempo. Pero Natalie. Quin se est haciendo cargo de ella?

    Natalie vive conmigo le inform Tyler sin emocin. Gordon me nombr su tutor.

    Claudia estaba aturdida de que aun despus de muerto, Gordon siguiera haciendo su voluntad, y sus ojos brillaron de ira incrdula.

    Te la entreg a ti? Es mi hija. Cielos, soy su madre! Tengo el derecho de que est conmigo! se qued sin respiracin.

    Te preocupa tu hija seis aos despus? torci los labios con desdn. Si te importaba Natalie, debiste solicitar su custodia cuando te divorciaste. Ambos sabemos que no lo hiciste. Todo lo que te interesaba era el dinero, y en cunto tiempo lo recibiras! Jams mencionaste a Natalie. Qu clase de madre es aquella que abandona a un beb?

    Sinti que se le destrozaba el corazn. En la poca del divorcio slo le interesaba terminar con su matrimonio. Lo nico que hizo fue instruir a sus abogados que no rebatieran nada y se concretaran a pagar la cantidad acordada cuando se cas. En cuanto a Natalie

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 10-112

    No la abandon. Cmo poda solicitar la custodia de una nia que crea muerta? Ya te coment lo que Gordon me dijo. Debes creerme!

    Por qu? hizo una mueca. Por qu debera creer a una mujer que oculta estar casada? Qu rompe los votos que hizo, en su bsqueda de diversin? De tus embustes no tengo la menor duda, Claudia verdad? Aunque hubieras mentido para justificar tus acciones, no me interesa. Tus mentiras y burlas se acabaron, porque s quin eres.

    Las palabras la hirieron en lo ms profundo, y plida le volvi la espalda. Jams le creera, porque le haba mentido. No escuchara ninguna explicacin ahora, como no lo hizo entonces. Y haba destruido su ltima oportunidad con sus acciones de estos seis ltimos aos. A l no le importaban los motivos, y jams la perdonara.

    Desde mucho antes haba aceptado su situacin y no estaba dispuesta a suplicar. Si alguna vez se lo preguntaba, le contestara. Pero hasta entonces, lo nico que poda hacer era luchar por su hija. Despus de haberla perdido durante seis aos, nadie iba a detenerla.

    Claudia se volvi hacia l, en su cara se reflejaba una decisin.

    Quiero verla, Tyler exigi con firmeza. Quiero verla, Tyler. Ahora.

    No va a ser tan sencillo no pareca divertido.

    Quieres decir que no vas a dejarme verla? apret los puos. No lo permitira! Tena derechos sobre su hija!

    No dije eso. Coment que no va a ser fcil. Natalie no est conmigo. La dej en Inglaterra.

    En Inglaterra? su sorpresa se amortigu por un pensamiento repentino. Con tu esposa?

    No estoy casado, Claudia, si es lo que deseabas saber frunci los labios. Natalie est en un hospital.

    Hospital! Claudia se desplom en la silla ms cercana. Oh, Dios mo! Qu le pasa? sinti temores de perder a Natalie antes de volverla a ver. Y todo el tiempo Tyler la observaba con esos ojos calculadores, examinando la sinceridad de cada una de sus reacciones. Cielos, qu clase de persona crea que era? No era necesario preguntrselo. De sobra saba lo que l pensaba, pero le daba igual. Natalie era lo nico que le importaba ahora. La vida tena un nuevo sentido para ella, y no iba a permitir que nada se interpusiera.

    De modo que prefiri no agredirlo.

    Explcamelo le orden osadamente, preparndose a escucharlo.

    Tyler tambin se qued inmvil, demostrndole que no era inhumano, y que lo que tena que decirle era doloroso para l. Claudia se sinti extraamente agradecida de enterarse de que quera muchsimo a su hija.

    Natalie tiene un problema cardiaco. Se pensaba que sera siempre una invlida, pero ahora, gracias a la nueva tecnologa, hay una operacin que la curar.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 11-112

    Aunque es bastante comn, se trataba de una ciruga cardiaca importante. Siempre hay cierto riesgo, y aunque Natalie lo sabe, est dispuesta a que la operen.

    Claudia apret la mano sobre la boca, temerosa de gritar.

    Cundo?

    Maana un msculo dio un tirn en la mandbula de Tyler.

    Tan pronto? Claudia cerr los ojos. Y si saliera mal? Y si no volviera a ver de nuevo a su hija? Por qu no haba venido antes? Por qu lo dej hasta el ltimo momento?

    Era como si Tyler casi pudiera leerle la mente.

    No pensaba venir, ya que estoy consciente que Natalie no te importa. Sin embargo, aunque te desagrade, Natalie es tu hija, y tenas el derecho de saber lo que est pasando. Lo que decidas hacer ahora, es cosa tuya en su tono de voz se adivinaba lo que pensaba que ella hara.

    Le deprima saber que haba descendido tanto en la estimacin de Tyler, y se mordi los labios con amargura.

    De manera que supones que debo agradecerte que ests aqu. No debi haber sido fcil para ti, tomando en cuenta que me detestas. Debiste usar el telfono.

    Esta clase de noticias no se dan por telfono. Tena que decrtelas cara a cara, aunque significara volver a verte, Claudia. Y ahora debo marcharme consult su reloj. Mi avin sale en tres horas, y no deseo perder el vuelo. Le promet a Natalie, verla esta noche.

    Claudia de inmediato se puso de pie.

    Voy contigo no era necesario pensarlo. Tan pronto como supo que Natalie viva, slo haba un lugar donde deba estar.

    No es necesario que te molestes. Nadie lo espera.

    Era una pulla deliberada, pues la resisti.

    Pero yo s. Lo creas o no, siempre he querido a mi hija, Tyler. Contra mi voluntad estuve lejos de ella mucho tiempo, y no voy a desperdiciar ni un instante ms. Si no quieres llevarme contigo, ir sola. Mi propsito es estar con ella, y lo har le asegur Claudia con firmeza.

    Ests segura de que quieres hacerlo? su mirada era rara, calculadora. Porque si vienes, no permitir que te retractes.

    Acaso la amenazaba con algo que ella desconoca? El corazn le dio un vuelco, pero no haba sitio para las dudas.

    Voy contigo insisti ella.

    Tyler guard silencio un instante, antes de inclinar la cabeza con lentitud.

    Est bien. Ve a hacer tu maleta mientras reservo otro boleto. Saldr en quince minutos, ya sea que ests lista o no.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 12-112

    Estar lista le asegur mientras llamaba a Seraphina. Lo nico importante era que iba a ver a Natalie. No lo interesaba lo que Tyler o cualquier otra persona pensara de ella. Iba a ver a su hija, y eso compensaba todo.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 13-112

    Captulo 2 Cuando el enorme jet emprendi el vuelo, Claudia se acomod en su asiento

    con un suspiro de agotamiento. Las dos horas anteriores fueron ajetreadas. Seraphina le prepar la maleta mientras ella tomaba una ducha, y se pona un pantaln de algodn blanco y una blusa de seda roja, y le dejaba una breve nota a su ta, prometindole telefonearle tan pronto tuviera tiempo.

    Al verla aparecer en quince minutos, Tyler la haba recibido como una sonrisa burlona, pero ella hizo caso omiso. Se sent junto a l en silencio cuando viajaron a toda velocidad al aeropuerto.

    Ahora los esperaba un vuelo de varias horas, con demasiado tiempo para pensar. Junto a ella, Tyler se acomodaba en el espacioso compartimento de primera clase. Haba sido atento y servicial en ayudarla con los trmites, pero sospechaba que se deba a que tena prctica en hacerlos.

    A pesar de todo, lo recordaba cmo un hombre encantador y amable, pero todo se termin al descubrir la situacin civil de ella.

    Por qu no intentas dormir? sugiri Tyler, sobresaltndola.

    No podra.

    Haz lo que quieras. Yo lo intentar levant los hombros y cerr los ojos. Este es el segundo viaje que hago en unas cuantas horas. Adems, anoche tampoco dorm gran cosa en segundos, ella logr or su respiracin tranquila.

    Se preguntaba qu dira l si le dijera que ella tambin estaba bajo los efectos del movimiento del jet. Claudia poda ver el cansancio de su acompaante en el color grisceo de su piel. Aunque tratara de disimularlo, estaba tan preocupado como ella. Quiz ms, porque haba estado ms tiempo con esa preocupacin. Cmo lo envidiaba. Se le form un nudo en la garganta y sus ojos brillaron por las lgrimas. Cmo pudo Gordon hacerle esto?

    Ella misma poda contestar la pregunta. Para Gordon Peterson, el rencor era una segunda naturaleza.

    Tyler se movi para acomodarse, y Claudia brinc al sentir la cabeza de l apoyada en su hombro. De manera automtica levant la mano para apartarlo, pero titube. Al mirar su cabello negro, sus largas pestaas, se mordi el labio. Haba pasado tanto tiempo desde que estuvo as, cerca de ella, y al oler esa fragancia tan peculiar en l, el corazn le lati de prisa.

    Se estremeci ante los recuerdos que llegaron a su mente contra su voluntad.

    En percepcin retrospectiva Claudia reconoci que a los dieciocho aos, haba sido increblemente ingenua, y casarse con Gordon Peterson fue el error ms grande. En aquella poca no lo consideraba as. Haba significado una forma de independizarse y al mismo tiempo un intento de alcanzar el cario y el afecto de los que careci toda su vida. Haba cumplido un sueo, que la realidad hizo aicos.

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    Su infancia fue un desastre y casi no recordaba a sus padres. Murieron jvenes, en el mismo accidente que trunc la vida de los padres de su prima Amelia. Las dos nias quedaron al cuidado de sus tos. Claudia slo conoca a sus parientes americanos, porque a su madre italiana la repudi su familia por su matrimonio con Matthew Webster. Los Webster eran ricos, y no obstante de ser Matthew el hijo menor, a los cuatro aos Claudia era la heredera de una fortuna razonable, y viva en Nueva York, en una mansin enorme.

    La mansin y la verdadera fortuna eran de Amelia, pero aun as, a las dos nias por lo general se les conoca como las herederas Webster. Sus tutores en realidad sus tos abuelos saban mucho de asuntos de dinero, pero poco sobre nios. Las pequeas fueron educadas por varias institutrices seguidas de una escuela selecta de educacin social para seoritas. Era una atmsfera sofocante, incmoda para cualquier nia y ms para alguien con un temperamento latino. Mientras que Amelia pareca adaptarse muy bien, Claudia ansiaba escapar de los confines claustrofbicos de sus vidas, donde otros elegan con cuidado a sus amigos, y estaban educadas para comportarse como lo que eran las herederas Webster.

    A pesar de su bondad, sus tos abuelos se comportaban como dinosaurios y les desconcertaban las splicas de ella de que le permitieran hacer algo til con su vida. Cuando en una ocasin les pidi que le permitieran trabajar en los negocios de la familia, se rieron de ella. Nadie la comprenda, ni siquiera la tolerante Amelia. El concepto de que una mujer sobre todo una Webster "trabajara" era inaceptable. Estaba desperdiciando la inteligencia que haba heredado de su padre, y sus tos abuelos vetaban todos sus planes, dejndola frustrada y triste.

    Durante un largo fin de semana en Rhode Island, conoci a Gordon Peterson. La deslumbro con sus atenciones, y debido a su enorme deseo de amar y que la amaran, qued deslumbrada por el atractivo caballero ingls. Cuando les inform a sus tos abuelos que pretenda casarse con l, quedaron horrorizados. Se neg a escucharlos cuando lo llamaron aventurero y caza fortunas. Quera a Gordon y no podan impedrselo, porque ya haba cumplido los dieciocho aos.

    No les qued otro remedio que acceder, pero tomaron la precaucin de redactar un contrato matrimonial. Educada bajo tales formalidades, y contenta de no pelear con sus tos, no tuvo objecin pero Gordon se haba puesto furioso, acusndola de dudar de su honor. Eso debi haberle servido de advertencia, pero cometi el error de explicarle que slo se trataba de una formalidad, y suspir aliviada cuando l accedi a firmarlo.

    La boda se llev a cabo con enorme publicidad, y los invitados se contaban por cientos. Fue un da lleno de brillo, felicidad y entusiasmo, y resultaba difcil creer la impaciencia con que se haba ido a su luna de miel en las Seychelles. El lugar era idlico, pero qu pronto el idilio se convirti en algo amargo. Su noche de bodas la hizo abrir los ojos a muchas cosas.

    Al principio su relacin amorosa fue perfecta. Los besos y caricias de Gordon, poco a poco disolvieron la tensin nerviosa de su cuerpo inexperto. Pero no estaba an lista para entregarse a l, cuando la rod sobre la espalda y le abri, los muslos. Aunque Claudia esperaba un poco de molestia, no la dolorosa incitacin que sigui.

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    Su inexperto despertar sexual se evapor y le pidi que se detuviera, porque la estaba lastimando, pero a Gordon slo le interesaba alcanzar su propio deleite. Debajo de l, Claudia se mordi el labio para no gritar, y cuando todo termin, cay rodando encima de ella diciendo entre dientes "fantstico" antes de quedarse dormido, hacindola sentir enferma y traicionada.

    Al principio trat de justificar la insensibilidad de su esposo, dicindose a s misma que su intencin no haba sido lastimarla, pero cuando la luna de miel termin, haba dejado de hacerse ilusiones. El hombre con el que se cas no exista, nunca existi fuera de sus propios sueos. Gordon era un hombre y un marido egosta, y slo le interesaba su propio placer. Cuando ella se quejaba de que la estaba lastimando, se enfureca. Nadie se haba quejado antes, le gritaba.

    Cualquier amor que hubiera sentido por l termin, y comenz a dudar de que alguna vez la hubiera querido. Jams olvidara el momento en que acostada junto a l herida y contusionada, la acus de ser una prostituta frgida y ella se atrevi a preguntarle por qu se haba casado con ella.

    Debido, querida, a que eres Claudia Webster, una caja registradora ambulante, y eres ma. Tu belleza es slo un beneficio adicional. Aunque hubieras sido horrible, me habra casado contigo, pensando en todo ese dinero ri: Comprendes lo que quiero decir? Ven aqu, Claudia, y por el amor de Dios, pon un poco de entusiasmo!

    El insulto de su esposo la haba herido en lo ms profundo, pero a pesar de estar acostada con l, controlando las lgrimas, su orgullo haba salido a la superficie. No obstante que ahora aborreca a Gordon, nada en el mundo hara que regresara a su casa admitiendo haberse equivocado. Nadie se iba a burlar de una Webster, al menos de manera ostensible. Haba cometido un error pero no quera que la compadecieran, ni que le dirigieran sonrisas y miradas burlonas. Cualquier cosa era preferible a eso. Incluso seguir casada con Gordon.

    Su alivio cuando termin la luna de miel y regresaron a Inglaterra fue enorme, e incluso se dio cuenta que casi poda ser feliz ah. Gordon trabajaba todo el da dejndola sola en la casa, disfrutando los jardines. Incluso habra estado contenta si la hubiera dejado sola, pero su pasin por ella no disminua, a pesar de la falta de respuesta de ella, y Claudia lo encontraba degradante.

    Estaba consciente que en poco tiempo le pedira dinero, y un da haba llegado a su casa con enormes planes para comprar un terreno y convertirlo en un club exclusivo. Con tranquilidad, ella le haba preguntado cunto dinero necesitaba, y al escuchar la suma se tambale.

    No tengo esa cantidad le dijo simplemente, y l ri.

    Por favor, las Webster son millonarias.

    Yo no se senta enferma. Tengo algunos miles y no podr recibirlos hasta que tenga veintin aos.

    Tratas de engaarme la cara de Gordon se descompuso. No creas que no comprob que eras mayor que tu prima.

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    No averiguaste lo suficiente Claudia temblaba de repulsin. S, soy mayor que Amelia, pero mi padre era el hijo menor. Te equivocaste al escogerme a m. Amelia es la heredera, no yo haba sentido enorme satisfaccin en aclarrselo. Un halago a su orgullo herido.

    El coraje de Gordon se convirti en venganza. Durante das no lo vio y cuando regres a su casa, comenzaron una serie de aventuras, que nunca trat de ocultarle. Cuando le reclamaba, la atractiva cara de l se deformaba por una sonrisa burlona.

    Si no te gusta, por qu no regresas con tu familia? le haba lanzado la pulla. Pero t orgullo te lo impide, no es cierto, Claudia? Pobrecita mi pequea Claudia, nadie la quiere!

    Ya no estaba dispuesta a aguantar ms. En vez de lamer sus heridas, se haba revelado. Por qu deba permanecer casada con un hombre que aborreca y que con frecuencia abusaba de ella verbal y fsicamente? Su orgullo mal entendido la haba mantenido junto a l. Su debilidad permiti que l ganara, pero ahora haba descubierto dentro de ella una fuerza y decisin. Se divorciara de Gordon, para empezar una nueva vida.

    Sin embargo, se necesitaba una planeacin cuidadosa, pues no pensaba que Gordon con facilidad le permitiera marcharse. Cuando le inform que pensaba tomar unas vacaciones, no le haba hecho un escndalo, por lo que supuso que en su vida exista una nueva mujer.

    Se haba ido a Italia. Tiempo antes, entre los papeles de su madre, haba descubierto quines eran sus familiares italianos, y se puso en contacto con la hermana de su madre. Su ta Lucia la haba recibido con cordialidad, y de inmediato not que Claudia no usaba su anillo de bodas. Se abstuvo de hacerle preguntas, y escuch a su sobrina cuando finalmente se decidi a ponerla al tanto de todo.

    Confiar en alguien que se interesaba por ella le quit un peso de encima, y comprendi que lo mejor sera divorciarse. En realidad, al salir de Inglaterra lo haba abandonado, y cuando regresara recogera sus cosas para mudarse.

    Ms tranquila en cuerpo y espritu, haba comenzado a explorar los hermosos paisajes de Italia, y en una visita a unas ruinas romanas conoci a Tyler. Literalmente se haba tropezado uno con otro. Siempre recordara ese momento. Cuando l alarg la mano para sostenerla, el sol pareca brillar con ms fuerza. El canto de los pjaros era dulce y el perfume de las flores la haba intoxicado y l tambin lo perciba. Se adivinaba en su mirada aturdida.

    Ambos quedaron impresionados. An luchaba por liberarse de los grilletes de un matrimonio desastroso, y no saba si ya estaba lista para dejarse llevar por sus emociones. Y sin embargo, durante los das siguientes, parecan encontrarse en los lugares ms improbables, y a pesar de que no se hablaban, de alguna manera perciba que a l le agradaba verla. Ella senta lo mismo por l.

    Eventualmente comenzaron a saludarse, hasta que un da Tyler la invit a tomar caf, ella acept, y todo su mundo cambi en esos segundos. Pasaron ese da juntos, y los siguientes, charlando incesantemente. Le haba comentado que era un asesor financiero, y que pasaba unos das de vacaciones. Ella se concret a decirle

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    que tambin estaba de vacaciones, pues le pareci lo mejor por el momento. Parecan tener tantas cosas de qu hablar, y al final de la semana, sinti que lo haba conocido toda su vida. Tambin reconoci que estaba enamorada de l. Tyler tambin lo estaba de ella.

    Pasaban el mayor tiempo juntos, la atraccin entre ellos aumentaba en intensidad. Desde el primer beso compartieron el fuego de la pasin que arda entre ellos, pero, como si fuese un mutuo acuerdo, no se apresuraron a consumarla. Algn da se haran el amor, y sera perfecto; entre tanto, estar cerca uno del otro era una alegra que disfrutaban.

    En una ocasin decidieron hacer un da de campo en la costa. No haba indicio alguno de lo que iba a pasar. Acababan de comer, y ella descansaba junto a Tyler quien hojeaba una revista, cuando sinti que se pona tenso; con la mano regres la pgina donde apareca la fotografa de una pareja sonriente. Ella tena un poco ms de cincuenta aos, hermossima, su cabello oscuro comenzaba a encanecer en las sienes. l pareca tener diez aos ms que ella, no precisamente guapo, pero con gran personalidad. El pie de la foto deca: Ser ste el tercer matrimonio afortunado de Nancy? Lo merece, y se lo deseamos de todo corazn.

    Dios mo! las palabras explotaron en su boca.

    Quines son?

    No lo conozco a l, pero ella es mi adorada madre.

    Decir que estaba conmocionada era quedarse corto. Pero Tyler an no terminaba.

    Las mujeres como ella slo merecen desprecio!

    Qu hizo? sin saber por qu, el corazn de Claudia lata con fuerza.

    Qu hizo? Romper todos los votos y todas las promesas que pronunci con esos dulces labios mentirosos. Me abandon cuando tena diez aos, y no obstante haberme jurado que nunca me dejara, se march un da y jams regres Tyler refunfu al tiempo que se pona de pie.

    El cambio de l era asombroso. Claudia tambin se par.

    Pero por qu? Debi haber una razn.

    Porque era desleal apret la mandbula. Porque sus votos no significaban nada. Slo siento desprecio por ella y por todas las mujeres de su clase!

    Claudia sinti que la sangre se le helaba. Respir con fuerza, seleccionando con cuidado sus palabras.

    Tratas de decirme que una mujer debera permanecer casada, a cualquier precio? Existen circunstancias

    Ninguna! la interrumpi con crueldad. Para m, los votos son sagrados. El matrimonio es para siempre, y las mujeres que lo traicionan son despreciables. Nunca he jugado con una mujer casada, Claudia, y jams perdonara a esas mujeres que persiguen a los hombres.

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    Claudia temblaba, pero se vio obligada a continuar.

    Es una actitud muy estricta. La vida no es tan sencilla, Tyler.

    Para m s.

    Desesperada, buscaba en l cierta comprensin, para que fuera ms fcil lo que tena que decirle, pero no la encontr.

    Y si yo estuviera casada, Tyler?

    No llevas la sortija de matrimonio baj los ojos hacia su mano.

    Pude habrmela quitado agreg con voz ronca, y sinti la mirada de l como un pual.

    Qu dices, Claudia?

    Cada uno de sus instintos le suplicaba que se callara, pero ella continu.

    Te estoy formulando una pregunta. Te amo y me amas. Si te dijera que estoy casada, qu sucedera?

    Todo terminara entre nosotros.

    As de sencillo?

    Exactamente. Tal vez no te gustara, pero as son las cosas. Ahora prefiero olvidar que alguna vez vi

    Estoy casada, Tyler su confesin inesperada lo dej estupefacto.

    Qu? palideci. Qu dijiste?

    De alguna manera, ella logr controlarse.

    Que estoy casada. Iba a decrtelo

    Cundo? la interrumpi. Cundo te hubieras burlado de m? Cielos, eres una mentirosa!

    Tyler, djame explicarte le sujet la mano.

    No hay nada que me interese or. Toma tus cosas nos vamos.

    En el largo trayecto a su casa, Tyler no volvi a dirigirle la palabra. Despus de dejarla en la villa, se alej sin mirar hacia atrs. No poda creer que todo hubiese terminado con esa rapidez. Y lo peor de todo era saber que aunque Tyler la quera, la rechazaba sin escucharla.

    Su ta Lucia, despus de escuchar el relato desgarrador de Claudia, le brind un rayo de esperanza.

    Cara, deja que se tranquilice. Ahora est enojado. Llmalo por la noche para que le expliques todo.

    Pareca un consejo atinado, pero cuando intent comunicarse con l, le informaron que Tyler se haba marchado, sin dejar direccin.

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    Regres a su casa con la firme decisin de divorciarse, porque en su fugaz romance con Tyler, aprendi lo que era el verdadero amor. Aunque no fuese correspondido, conformarse con algo menos resultara intolerable.

    Sin embargo nada march de acuerdo con sus planes, porque le dio la bienvenida un Gordon totalmente diferente. Haban desaparecido sus descaradas aventuras con otras mujeres, y ahora se comportaba como un marido afectuoso y considerado. La contricin de este hombre impidi que ella continuar con sus planes. Incluso le confes que su ausencia lo haba hecho pensar y que estaba consciente que las cosas entre ellos no haban marchado bien, pero que tena confianza en que pudieran salvar su matrimonio.

    En vista de que ella no rechaz la idea de inmediato pues an no saba qu decidir Gordon lo consider una buena seal y comenz a agasajarla. Le compraba rosas rojas y joyas, y sus atenciones la desconcertaban tanto que una noche, despus de haberse portado de manera encantadora, la persuadi con halagos para que hicieran el amor.

    Dudaba un poco en tomar una resolucin, y dej todo a la deriva. Las cosas haban mejorado bastante, y entonces descubri que estaba embarazada. Sus sentimientos eran contradictorios. Siempre haba deseado un hijo, pero no que Gordon fuese el padre. En esos das lleg una carta que le quit la venda de los ojos.

    Era de su prima Amelia, comentndole que haba tenido una recada y que sus mdicos esperaban que se recuperara. La ley mientras desayunaban y Gordon haba explotado. Maldijo a su prima y se burl de la confusin de su esposa.

    Malditos todos los Webster fue el repugnante comentario. No se mueren cuando deben hacerlo! Maldicin, ya casi tena el dinero en mis manos! ri ante el desconcierto de ella. Es verdad. Saba que estaba a punto de morirse. Su carta lleg cuando estabas fuera. Por qu diablos supones que fui tan "amable", querida?

    A partir de ese momento volvi a ser el mismo de siempre, y sin la posibilidad de obtener el dinero, ya no le interes disimularlo. Claudia estaba consciente que dos veces se haba dejado convencer por sus mentiras, pero tom la decisin de que no ocurrira de nuevo. Sin embargo, ahora lo nico importante era el beb, y por esa razn, decidi permanecer junto a Gordon.

    Saba lo que era ser hurfana, y deseaba que su hijo contara con un hogar.

    El nacimiento de Natalie trajo alegra a su vida, y se sinti ms feliz que nunca. Trataba de no pensar en Tyler ni en lo que hubiera sido vivir con l; todo eso perteneca al pasado y no esperaba volverlo a ver.

    Pero se haba equivocado. Cuando Natalie tena ms o menos un ao, Claudia y Gordon fueron a una fiesta familiar y la primera persona que vio fue a Tyler, y Gordon hizo las presentaciones.

    Tyler, creo que no conoces a Claudia, mi esposa. Querida, te presento a mi primo de frica. Nos conocimos hace varios aos en Oxford.

    Despus ya no record lo que haba dicho; slo se dio cuenta de la mirada de desprecio de Tyler mientras ella le estrechaba la mano, y despus l se disculp. Poco

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    despus abandon la fiesta, y ella tuvo que soportar los comentarios burlones de Gordon, de que lo haba dejado.

    El haber visto a Tyler la devast, no poda odiarlo ni tampoco dejar de quererlo, y Gordon aprovech esta confusin para comentarle que deseaba compartir otra vez la cama con ella. Su rechazo fue categrico y la reaccin de Gordon aterrorizante. Jams lo haba visto tan enojado, y la insult. Furiosa, cometi el error de pedirle que abandonara su habitacin, y se dio cuenta de la magnitud de esa equivocacin cuando la sujet para obligarla a acostarse en la cama. La degradacin de lo que sigui fue el colmo.

    Al da siguiente se march, llevando a Natalie con ella. No haba decidido a dnde ir, pero no poda permanecer ah ni un da ms.

    Pero el destino estaba en contra de ella, porque una llanta se revent en la autopista y despus del accidente haba estado dos das en la Unidad de Cuidados Intensivos. Cuando despert esa primera vez en una habitacin privada, Gordon estaba ah. Un Gordon que, con lgrimas en los ojos, le inform que Natalie estaba muerta. Estuvo a punto de enloquecer de dolor y el remordimiento la atormentaba en cada latido de su corazn. Era la culpable de la muerte de Natalie, porque si se hubiera quedado en su casa, su hija an estara viva.

    Atormentada, decidi tomar el avin a casa de su ta Lucia tan pronto como se sintiera bien para viajar. No le haba importado que Gordon le solicitara el divorcio, y ella le pidi a su abogado que procediera de acuerdo con lo estipulado en el contrato, aunque eso le haba costado casi la totalidad de su herencia.

    La ltima irona ocurri unos das despus. Se enter de que su prima haba muerto, dejndola como nica heredera de la fortuna de los Webster. En un esfuerzo desesperado por olvidar, se haba dedicado a llevar una vida desordenada, que se desprenda por completo de su forma de ser. Poco a poco el tiempo ayud a que sanara la herida, hacindola soportable.

    Claudia se estremeci al volver a la realidad. Todos esos aos perdidos pensando que Natalie estaba muerta! Slo una mente tan enferma como la de Gordon poda haber tramado eso. Pero ahora estaba muerto y no podra mantenerlas separadas. Y deba agradecrselo a Tyler.

    Incluso en la imagen distorsionada que se reflejaba en la ventana, los ojos de Claudia brillaban. Por fin, despus de tanto tiempo, volvera a ver a Natalie. Hizo un esfuerzo por evocar los primeros momentos, pero la imagen no apareci en su mente. Natalie tena un poco ms de un ao cuando la vio por ltima vez.

    Su cara ensombreci Cielos, no podra reconocer a su propia hija! Otro pensamiento la preocup: la reconocera Natalie? Le agradecera ver a su madre? El estmago le dio un vuelco. Qu le haba dicho Gordon? Claudia se mordi los labios con nerviosismo. En esos aos, qu imagen de ella le habra pintado? Las posibilidades de su mente vengativa eran ilimitadas. Y si l? Dios, olvdalo! Enloquecers de seguir as, se dijo a s misma con brusquedad. Espera y resuelve cada problema como se presente. Eso era lo nico que poda hacer. Independientemente de lo que hubiera hecho Gordon, el tiempo era su aliado.

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    Un prolongado suspiro la oblig a volver sus ojos sobresaltados a un lado, para encontrar los ojos azules soolientos, y se dio cuenta que haba olvidado a Tyler por completo. Ahora l levantaba la cabeza apoyada sobre el hombro de ella, y sus ojos se entrecerraron.

    Debiste haberme despertado le dijo, secamente, enderezndose.

    Estabas cansado y mi hombro estaba libre Claudia suspir, alisando la chaqueta donde l haba apoyado la cabeza. No te preocupes, tu integridad no se ha comprometido observ cuando l se estiraba, sus ojos admiraban los msculos flexibles de sus muslos. Se le sec la boca al recordar hermosas situaciones, e hizo un esfuerzo por apartarlas de su mente. Querer a Tyler era como querer la luna y las estrellas, las cuales eran tan inalcanzables como el amor y el respeto de l.

    No se te ocurra empezar donde todo termin, Claudia la acus Tyler, custico, y ella levant los ojos, y sus mejillas se arrebolaron al comprender que la haba estado observando. No me ensuciara las manos con alguien que ha rodado tanto como t.

    No es necesario que te esfuerces por insultarme de esa manera, Tyler. Las seales de mantenerme a distancia se fijaron hace mucho tiempo, y jams se me ocurrira sobrepasarlas. Lo nico que me importa es Natalie estaba consciente que no era cierto, pero haba un abismo enorme entre lo que quera y lo que poda tener.

    Te interesaba tanto que ignoraste su existencia seis aos.

    Qu fcil te resulta condenarme! Qu lealtad encontr Gordon en ti! lo acus Claudia con amargura, clavando sus ojos en los de l. Ya te expliqu que me minti, dicindome que Natalie estaba muerta. Uno de los dos miente, y t prefieres creer que soy yo, porque va de acuerdo con tu punto de vista de la vida. Pero olvidas algo, Tyler. Gordon manipulaba a la gente. Se aprovechaba de su ingenuidad. Lo que consideras como temple, para l era slo una debilidad, que deba explotar. Y eso fue precisamente lo que hizo. En este momento, no s por quin sentir ms lstima si por ti o por m!

    Gurdate tu compasin; no la necesito la cara de Tyler estaba contorsionada por la ira.

    Oh, Tyler, nunca reconocers lo que necesitas. Debes aprender a tener compasin de las debilidades humanas, no desprecio Claudia sacudi la cabeza con tristeza.

    Viniendo de ti, es divertidsimo! su risa era insultante.

    Ella debi comprender que estaba perdiendo el tiempo, pero deba insistir, en beneficio de l.

    Me gustara conocer a tu madre coment categrica.

    Para qu? l sacudi la cabeza.

    Claudia tom su bolso de mano y se puso de pie.

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    Para comparar opiniones, desde luego. Creo que ella y yo tenemos mucho en comn, mucho ms de lo que t visin estrecha puede ver. Disclpame, voy a refrescarme camin hacia el tocador ms cercano.

    Despus de cerrar la puerta, apoy la frente sobre el espejo. Por qu diablos se preocupaba? Por qu no poda simplemente conformarse con haber recuperado a Natalie? Porque todava lo amaba. Y amar significaba ayudar a esa persona sin esperar recompensa alguna. Desde luego que no esperaba nada, pero a pesar de todo, an no perda la esperanza de encontrar un pequeo lugar en su corazn.

    Desde luego que era una locura imposible. Sin embargo, que Natalie viviera pareca an ms imposible. Por lo que era su deber andarse con tiento en todo lo relacionado con Tyler. Deba aprender a coexistir con l, a soportar sus actitudes de la mejor manera posible. Era vctima de las mentiras de Gordon, al igual que ella. Probrselo sera casi imposible, pero aun as, tratara de hacerlo.

    Cuando se reuni con Tyler se dio cuenta que durante su ausencia se haba quitado la cazadora y ordenado caf para los dos. Entonces ella comprendi que tena sed, pues no haba tomado nada desde el desayuno. De modo que se lo agradeci mientras se sentaba junto a l.

    Sus pensamientos, como era de esperarse, se enfocaron de nuevo en su hija. Haba tantas preguntas. Tantas cosas que desconoca. Tanto tiempo perdido que recuperar. No obstante, slo una pregunta era tan fundamental que la obligaba a moverse en su asiento para mirar a su acompaante silencioso.

    Tyler? su voz ronca llam la atencin de l.

    Qu?

    La sequedad de su voz ocasion que ella hiciera una cara de dolor y que se hundiera en el asiento. Dios, su actitud era tan fra!

    Nada importante. Olvdalo murmur, sin dejar de mirar las nubes de afuera.

    Claudia, no tengo tiempo para tus juegos lanz un prolongado suspiro. Hazme la pregunta que deseabas.

    Apret la taza con las manos, deseosa de no haber iniciado ahora, lo que tendra que continuar.

    Me pregunto a quin se parece? ya haba hecho la pregunta y aguardaba la respuesta desdeosa.

    Sin duda, l no esperaba esa pregunta tan particular, ya que guard silencio por un momento. Le pareci tan largo, que Claudia crey que no iba a contestarla.

    Usa trenzas.

    Entonces tiene el cabello largo? pregunt ansiosa.

    Al ver su entusiasmo l la mir con burla, pero sus palabras eran amables.

    Convenci a Wendy su niera que le dejara crecer el cabello.

    Tena un cabello castao precioso susurr Claudia, llena de recuerdos.

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    Su apariencia sigue siendo la misma observ la expresin cambiante de ella. Sus ojos son color avellana. Su nariz respingada, lo que odia, y tiene pecas. Tambin las detesta. Su piel es muy delgada y ms blanca que la tuya. Toma nota de lo que te digo. Va a ser una maravilla!

    Claudia ri ahogadamente, sus ojos y labios expresaban alegra.

    De veras?

    Se parece a ti la mirada de Tyler se enterneci. No sac nada de Gordon.

    Sin duda tienes eso en contra de ella, no es verdad?

    Desde luego que no! respondi con suavidad. Ella no es culpable de lo que es su madre. Fue un accidente de nacimiento. Es inocente y me asegurar de que continu as.

    Qu quieres darme a entender?

    Que no podrs simplemente aparecer de nuevo en su vida y ocupar tu puesto le advirti con sequedad.

    Es mi hija, Tyler Claudia enfrent cara a cara la mirada de l. Me niego a continuar siendo una extraa para ella contraatac con firmeza. Qu le has dicho de m?

    Ni una palabra sonri lgubre.

    El corazn de Claudia dej de latir.

    No creo. Debi preguntar por m.

    Jams lo hizo levant la ceja, burln. Temo que en lo que se refiere a Natalie, ni siquiera existes!

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    Captulo 3 Casi oscureca cuando aterrizaron en Heathrow. A pesar de que era temprano,

    haba estado lloviendo y oscureci antes. Su tensin aumentaba cuanto ms se acercaban a su destino, la situacin agravada an ms por el comentario de Tyler. Desde entonces apenas cruzaron palabra, y ella sigui ensimismada en desagradables pensamientos. El saber que Natalie no haba demostrado el menor inters por su madre ausente, la llenaba de tristes presentimientos. No estaba preparada para esta reunin, y miles de dudas la atormentaban.

    Los trmites del aeropuerto fueron rpidos y en poco tiempo llegaron a la puerta de salida, la mano de Tyler le sujetaba el brazo con firmeza.

    Mi coche est en el estacionamiento le inform.

    Tardaremos mucho en llegar?

    A esta hora de la noche, no Tyler lleg a su coche y la solt para dar una propina al maletero. No limitan las horas de visita, pero pens que deberamos dirigirnos directamente al hospital, a menos que prefieras ir a mi hotel y cambiarte en su tono se adivinaba que ella escogera la segunda opcin.

    Al verlo que amontonaba las maletas en el portaequipaje, comprendi que comenzaba a ponerse nervioso y se encontr atrapada entre dos emociones de impaciencia y desgano.

    Natalie te estar esperando, no es verdad? se alis el cabello con la mano y esboz una sonrisa tensa. No importa mi aspecto.

    Entonces, vayamos al hospital.

    Segundos despus, con excesiva habilidad, Tyler conduca el coche por las calles de Londres. Comenzaba a llover de nuevo, y Claudia segua el movimiento de los limpiaparabrisas, sintiendo que ellos marcaban los segundos. Si Tyler le demostrara alguna comprensin y le permitiera compartir con l su ansiedad, pero la concentracin de l era absoluta y una vez ms la dej que se las arreglar sola.

    El momento haba llegado. Cuando se cerraron las puertas del ascensor, sinti que el corazn dejaba de latirle. Cmo poda enfrentarse a la situacin? Estaba haciendo lo correcto, o era egosta? Natalie no la esperaba. Acaso sera preferible esperar hasta despus de la operacin?

    El ascensor se detuvo. Aterrada segua a Tyler de manera mecnica, el corazn estaba a punto de salrsele del pecho. l se detuvo antes de entrar en la habitacin, y se volvi a mirarla, y al ver su ansiedad, su expresin se suaviz un poco.

    Natalie ignora que vas a venir. Es mejor que esperes aqu, hasta que se lo diga opin con brusquedad.

    Claudia asinti con la cabeza y trag saliva incapaz de pronunciar palabra. Tyler vacil un momento antes de cruzar la puerta, cerrndola con suavidad. Claudia

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    logr escuchar el suave murmullo de su voz, y sinti que se tambaleaba. Sin proponrselo abri la puerta y se par en el marco, sus ojos se desviaron a la cama.

    Haba tres personas en la habitacin. Una muchacha joven parada a un lado de la cama. Tyler estaba sentado en el borde, inclinado sobre la pequea forma de una nia. Natalie!

    Claudia respir con fuerza, haciendo un esfuerzo por no llorar ni hacer ruido mientras contemplaba a su hija, y la angustia destroz su corazn. Cielos, pareca tan pequea, tan frgil y vulnerable y tan hermosa. Sin embargo, no quedaba nada del beb que ella recordaba, y Gordon la haba privado de ver crecer a su hija. Ahora ya no la conoca, Natalie era una extraa que posea la facultad de destruir a su madre, sin darse cuenta.

    Sus brazos aoraban estrechar a su hija, sujetarla con fuerza y jams soltarla, para desterrar el vaco que la acompaara por seis largos aos. Slo Natalie poda llenar ese vaco.

    Su impulso de actuar era tan fuerte, que sin darse cuenta entr en la habitacin. Tres pares de ojos la miraron. Hubo un momento de sorpresa, y Tyler de inmediato se acerc a ella.

    Frunci el ceo, sujetndole el brazo.

    Me parece que te ped que esperaras sise l.

    No pude Claudia apenas lo vio. Por favor no me lo pidas.

    Tyler blasfem antes de pararse delante de ella.

    Claudia

    Es ella?

    La vocecita fra interrumpi a Tyler. Por un momento la indecisin apareci en la cara de l, y encogindose de hombros, fatalista, se apart. Un par de ojos hostiles inspeccionaron a Claudia que la hicieron estremecer con su lejana, y antes que la invadiera el pnico hizo un esfuerzo por sonrer, acercndose a la cama.

    Hola, Natalie toda clase de emociones la asaltaron. Rpidamente se inclin para besar a su hija, y encontr que la nia apart la mejilla, intencionadamente. Fue como si le clavaran una estaca en el corazn y palideci. Se enderez y un nudo en la garganta le impeda respirar.

    La carita impasible clav los ojos en ella.

    En verdad eres mi mam? pregunt indiferente.

    S Claudia hizo un esfuerzo por serenarse.

    En ese caso debes saber que todo el dinero de mi pap, es ahora mo. Tyler se encarga de manejarlo, no es verdad? consult a su guardin.

    Los ojos de Claudia se desviaron hacia Tyler en una splica sin palabras, antes de clavarse de nuevo en su hija.

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    No, no se trata de eso. Vine a verte, Natalie. Por qu por qu supones que me interesa tu dinero? la pregunta sali de una garganta adolorida.

    Porque pap dijo que regresaras un da, cuando necesitaras dinero.

    Claudia estaba horrorizada.

    Pero eso no es verdad! exclam, mirando incrdula la carita agresiva de la nia. Vine porque te quiero.

    Pap asegur tambin que me diras eso Natalie levant los hombros.

    Claudia se alej de la cama, luchando por mantener la compostura.

    Qu hbil era tu pap las lgrimas brillaban en sus ojos.

    Ests llorando? demand Natalie con curiosidad.

    Al limpiarse las lgrimas con la mano, Claudia observ la mirada comprensiva de la joven mujer del otro lado de la cama y sus mejillas se arrebolaron. La compasin de una desconocida era lo ltimo que poda soportar, pero se las arregl para lanzar una risa cascada.

    No seas tonta, Natalie, estoy segura que tu pap te coment que nunca lloro! declar con voz discordante, controlando la respiracin. Bueno, parece que estoy estorbando, verdad? Estoy segura que prefieres quedarte sola con Tyler, por lo que te deseo buenas noches por un momento desvi la vista hacia Tyler. Esperar afuera ya haba soportado demasiado. Con un sollozo ahogado, abandon la habitacin.

    Una vez en el corredor, Claudia se acerc a la ventana abierta ms cercana, aspirando el aire fresco con desesperacin, en un intento de controlar las lgrimas. Lo que Gordon haba hecho era imperdonable. No fue suficiente que le hiciera creer que Natalie estaba muerta; tuvo que apartar definitivamente a su hija de ella. De modo que aunque ella descubriera su mentira, como en realidad ocurri, se protegi a s mismo, dejndola sin nada.

    Seora Peterson? Seora Peterson, por qu no viene a sentarse?

    Su angustia le impidi darse cuenta de que no estaba sola. Al abrir los ojos se dio cuenta que la joven mujer la miraba con expresin de tristeza, y le indicaba con un ademn una hilera de sillas. Claudia acept la sugerencia, porque no tena ni la voluntad ni la fuerza para negarse. Temblorosa, se desplom en una y apoy la cabeza contra la pared, derrotada por completo.

    Puedo ayudarla en algo, seora Peterson? Gusta un t o un caf?

    Quin es usted? los labios de Claudia se torcieron en una parodia de sonrisa.

    Wendy Nicholls, seora Peterson, la niera de Natalie. Bueno, ahora ms bien su enfermera y acompaante.

    Oh, s, ya recuerdo. Seorita Nicholls, nadie puede brindarme la nica ayuda que necesito seal, lentamente.

    Estoy segura que Natalie no quiso ofenderla Wendy tambin tom asiento.

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    Oh, s, desde luego que lo hizo de manera intencionada. Gordon se asegur de eso la contradijo con amargura, y volviendo la cabeza, mir a la otra muchacha. Conoci a mi ex marido?

    S la respuesta fue concisa, mirndose las manos.

    Comprendo le dijo lentamente, de manera significativa.

    No, no creo que lo comprenda la niera alz los ojos. No fui una de sus mujeres neg con aversin.

    Pero trat de convertirla en una de ellas? al captar la incomodidad de su interlocutora, sonri con irona. Oh, no se apene, no va a escandalizarme. Me enter de todas ellas.

    No estaba segura. Algunas mujeres bueno, usted sabe Wendy pareca ms tranquila.

    Pero no estaban casadas con Gordon. Era lgico que yo lo supiera. Me fue infiel desde el da que nos casamos explic sin ambages, y despus mir a Wendy con curiosidad. Sin intentar ofenderla, me interesara saber por qu se neg usted. Por lo general, caan como bolos hechizadas por su atractivo como ella misma lo haba hecho.

    Era demasiado guapo, pero al revs de Natalie, nunca me cay bien. Su hija es una nia encantadora, seora Peterson. Hoy estaba en un mal da. Es muy perspicaz. Quiere al seor Monroe y a m porque sabe que la amamos. Por desgracia saba, al igual, que yo, que su padre nunca la quiso. Para un extrao, era un padre ejemplar. Supongo que fue slo un instinto de las dos.

    Oh, Natalie! sinti inmediata simpata por Wendy.

    No me toca juzgar por qu abandon a Natalie, seora Peterson, pero estoy segura que usted la quiere. Por eso le aconsejo que no se d por vencida por lo que le dijo esta noche. Aunque ella no lo comprenda, necesita su amor. La lastim porque no la conoce ni le tiene confianza. Lo nico que sabe es lo que le dijeron, y usted tiene que salir victoriosa. No ser fcil, pero estoy segura que lo lograr, porque la ama.

    Gracias Claudia le apret la mano. No sabe lo que significa para m orla decir eso. Quiero a Natalie con toda mi alma. Me alienta saber que, cuando no estuve a su lado, la tena a usted para protegerla. Quisiera que Tyler fuera tan comprensivo como usted. Tiene alguna idea de que Natalie sabe que Gordon no la quera?

    Supongo que no, seora Peterson. Algunas veces, los hombres ms inteligentes no ven lo que tienen enfrente. Adems, su esposo era un experto en dar gato por liebre.

    Excepto por usted asegur Claudia con una sonrisa.

    Es verdad Wendy asinti correspondiendo la sonrisa, y despus mir sobre el hombro de Claudia, hacindola volver la cabeza.

    Natalie pregunta por ti, Wendy Tyler se acerc a ellas, con expresin sombra. Ya me desped de ella y le asegur que regresara maana antes que baje al quirfano clav los ojos en el rostro plido de Claudia.

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    Entonces, voy de inmediato Wendy se puso de pie al instante. Nos veremos maana. Buenas noches, seora Peterson, me agrad conocerla sonri dejando a Claudia y a Tyler solos.

    Por un momento guardaron silencio, y despus Tyler despej su garganta.

    Lamento el comportamiento de Natalie.

    De veras? Claudia se par para mirarlo cara a cara. Supuse que diras que lo tengo merecido.

    Aunque estaba yo consciente de que no tena razones para darte la bienvenida, pensaba que sus modales eran mejores. Jams pens que te hablara de esa manera.

    Imagino que no lo esperabas Claudia asinti con un tono guasn. Pero no me lastim de manera definitiva. Quera herirme y lo logr. Pero nunca imagin que fuera fcil aprender a conocer a mi hija. Gordon siempre le amarg la vida a todos.

    Gordon no tiene la culpa de las reacciones de Natalie Tyler la tom del brazo para acompaarla al ascensor. T eres la culpable por haberla abandonado. Natalie ya tiene suficiente edad para saber si la quieren o no.

    Entraron al elevador antes que Claudia contestara.

    As lo espero declar con fervor, porque si hay algo que pueda hacer por Natalie, es asegurarme de que se entere de lo mucho que la quiero.

    Muy conmovedor, Claudia. Y despus qu hars? Abandonarla otra vez? Eres una mujer problema con "P" mayscula. Empiezo a creer que nunca deb traerte aqu las puertas del ascensor se abrieron y Tyler se apart para que ella bajara, despus se dirigieron al estacionamiento.

    Lamento desilusionarte, pero no vas a deshacerte de m con esa facilidad le advirti de inmediato. Voy a quedarme, Tyler, y no puedes impedrmelo.

    Crees que no? se mof de ella. No me subestimes.

    Oh, no lo pretendo, pero es demasiado tarde para que pretendas que desaparezca.

    Tal vez tengas razn, pero no olvides que Gordon me nombr su tutor le puso la mano en el mentn antes de abrir la puerta del coche.

    El corazn le dio un vuelco, pero se neg a retractarse.

    Es esa una amenaza para que no vuelva a verla? Se reirn de ti en los tribunales a donde irs si lo intentas! Soy su madre, y tengo ms derechos que t, Tyler, tanto moral como legalmente tom nota de consultarlo con su abogado de inmediato. Nadie tiene ms derecho que yo de verla!

    Incluso en el caso de que no quiera verte? la ret.

    Eres un canalla! le dio la espalda, y con la mano enjug sus lgrimas. S que me odia susurr con voz ronca, pero prefiero eso a no verla. Confieso que la

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    necesito. Sin duda sabes que nunca la lastimara, pero si de algo te sirve, te doy mi palabra que jams har nada por molestarla.

    Unas manos firmes se apoyaron sobre sus hombros para darle la vuelta y con los dedos le levant el mentn hasta que sus miradas coincidieron.

    Qu humildad. No es as como te recuerdo.

    No me conoces nunca me conociste replic con voz ronca.

    Al menos en eso, estamos de acuerdo se mof de ella.

    Tyler

    Debiste permanecer al lado de Gordon la interrumpi con frialdad.

    Qu fcil es para ti decirlo! Claudia estaba furiosa. Algunos sacrificios son demasiado terribles para explicarlos. Nunca has tenido que sacrificar algo, verdad, Tyler? Te lo comentar. Duele tanto que crees volverte loca, pero no lo logras. Tienes que vivir con ese sufrimiento cada segundo, cada minuto, cada hora, cada da, cada ao. No sabes lo interminable que puede ser cada minuto cuando tratas de no pensar! De manera que mientras no experimentes ese dolor, no te atrevas a sermonearme sobre lo que deb o no deb haber hecho!

    Incluso en la luz lbrega, pudo ella observar que las ventanas de la nariz se ensanchaban cuando respir profundo, lleno de ira.

    Ests histrica!

    La tpica respuesta masculina! No estoy histrica, pero t s eres el hombre ms mojigato y pedante que he conocido!

    Insultarme no te ayudar en nada contest con aspereza.

    Por alguna razn desconocida, sus palabras la desinflaron como un globo agujerado.

    Hasta ahora nada me ha ayudado, ni obrar como es debido, ni hacer caso omiso de las buenas costumbres.

    Compadecerte a ti misma, tampoco te ayudar opin conciso, dejando que se inclinara para abrir la puerta.

    Dime qu actitud podr ayudarme y la adoptar. Cualquier cosa que sea, te lo juro le prometi sin reflexionar, impulsada por la desesperacin.

    Tyler se enderez, en su cara apareci una expresin de desagrado.

    Tu comentario redondea el da! Sbete al coche, antes que ceda a la tentacin de darte la paliza que mereces.

    Vencida y agotada, Claudia se vio obligada a obedecerlo, pues slo estaba empeorando las cosas.

    Disclpame se humedeci la boca una vez que estaba dentro del coche.

    Sorpresivamente, Tyler dio un profundo suspiro.

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    Ninguno de los dos se est comportando con tranquilidad. Sugiero que vayamos al hotel, y despus de comer algo, descansemos. Entonces hablaremos. Ests de acuerdo? le pregunt con voz cansada.

    Aunque no saba si alguna vez lograran hablar, la idea le pareci buena.

    Sin decir una palabra ms, encendi el motor y en el corto trayecto guardaron silencio. Haba elegido el hotel por su cercana del hospital, y aunque no muy exclusivo, la suite de Tyler era un refugio de paz, despus de un da tan atareado. Sin embargo, tan pronto como l cerr la puerta, Claudia sinti que su tranquilidad comenzaba a desaparecer. Ahora estaba sola con l por primera vez en varios aos, y su sistema nervioso comenz a trabajar en exceso.

    Quieres comer aqu o ir al comedor? Tyler se arrellan en un cmodo silln, y al verlo estirarse, Claudia se qued sin respiracin.

    No tengo mucha hambre.

    No puedes quedarte sin tomar algo. No has comido en todo el da. Ordenar que suban algo Tyler levant el auricular.

    Como quieras, Tyler; de todas maneras siempre te sales con la tuya no iba a discutir con l. Disclpame, voy a tomar una ducha y a cambiarme de ropa al tomar la maleta, mir las dos puertas. Cul es mi dormitorio? sigui el ademn de l con la cabeza, y mientras cerraba la puerta dej escapar un suspiro.

    La tranquilidad fue efmera. En la habitacin haba dos camas individuales, y una mostraba signos evidentes de estar reservada. No estaba dispuesta a compartir el dormitorio con l.

    Cuando abri la puerta de nuevo, Tyler colocaba el auricular en su lugar.

    Me temo que tienes poca suerte, porque esta suite carece de dormitorios individuales l levant los hombros al observar la sorpresa de ella. De antemano prev tu reaccin que es correcta. El hotel est lleno, porque es la poca de turismo.

    Hay otros hoteles aclar.

    Es cierto asinti l, pero ste es el ms cercano. No voy a recorrer la ciudad todos los das para ir a recogerte, Claudia. De manera que te agrade o no, vas a quedarte aqu.

    Y la otra habitacin?

    La ocupa Wendy. Si no tienes ms preguntas qu hacerme, te sugiero que te duches. La comida llegar en unos minutos.

    Maldicin, l tena una respuesta para todo! Y ella no poda insistir, porque lo ltimo que deseaba era que l se diera cuenta de la vulnerabilidad de ella ante su cercana. Regres al dormitorio, resignada a compartirlo con Tyler.

    Despus de ducharse se sinti mejor, el jabn se encarg de quitarle gran parte de la tensin, y mientras se pona el pijama, Tyler llam a la puerta para informarle que haba llegado la comida.

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    La mesa estaba junto a la ventana. Tyler ya se encontraba ah, y Claudia se sobrecogi por la intimidad del ambiente. Alguna vez compartieron varias cenas como esta, cenas impregnadas de amor, situaciones imposibles de olvidar aunque viviera mil aos. Acaso l tambin las recordaba? O las haba sacado por completo de su corazn y mente?, se pregunt con amargura. La actitud de l le daba a entender que s, y de pronto dese tener puesta una ropa diferente. El pijama, aunque discreto, marcaba las curvas femeninas, y no le qued duda de que creera que intentaba atraerlo, lo que desde luego no era verdad. Seraphina le haba hecho la maleta, y le molest darse cuenta que el comportamiento de Tyler incluso la obligaba a cambiar de hbitos. Pero, por qu? No haba nada de qu avergonzarse. Una vez que se tranquiliz, se dispuso a reunirse con l.

    Se haba equivocado al esperar una cena fuerte. Tyler haba ordenado deliciosos omelets con ensalada.

    Me sorprende que no ests en tu apartamento le dirigi una mirada de curiosidad. Una vez me comentaste que vivas en Londres.

    Lo vend cuando hered una casa en Shropshire hace cuatro aos. Me di cuenta que desde ah poda trabajar con la misma eficiencia.

    Despus de haber comido lo suficiente, Claudia se recost en la silla, y sabore el vaso de vino. El sabor a fruta trajo a su mente una serie de recuerdos, y despus de dar otro sorbo, comprendi que no se equivocaba. Al bajar la copa con mordacidad, le dirigi a Tyler una mirada de reproche.

    No te gusta? le devolvi la mirada. Es vino de California; uno de los mejores.

    Y el favorito de Gordon Claudia apret los puos.

    Cre que me agradeceras el detalle Tyler sonri.

    Ella logr controlar su ira.

    Hubiera pensado que eras incapaz de comportarte as, Tyler.

    Prefiero llamarlo un recordatorio oportuno.

    Claudia, llena de frustracin, apret los dientes. No tena el derecho de hacerle esto.

    Bueno, ni te lo agradec ni tampoco era necesario. Jams olvidar las cosas que me hizo Gordon.

    A menos que te resulte conveniente. Cuando ms distancia, ms mala memoria. Es por eso que elegiste quedarte en Italia? pregunt, burln.

    No te interesara saber por qu viv ah, Tyler. No encajara en tus proyectos Claudia le lanz la pulla.

    Tyler prefiri hacer caso omiso del comentario.

    Esa casa cundo nos conocimos estabas viviendo ah.

    A ella le sorprendi que l lo recordara.

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    Es verdad. Pertenece a mi ta.

    Estaba al tanto de lo nuestro? demand con aspereza.

    Desde luego afirm Claudia. No eras un secreto. No me avergonzaba el haberte conocido. Incluso ella lo aprobaba agreg y crey verle en la cara un dejo de sorpresa, que desapareci en un instante.

    Si recuerdo bien, me dijiste que era artista.

    Todava lo es el coraje volva a invadirla. Veo que tu mente trabaja Tyler. Piensas que es bohemia, con una idea excntrica de la moralidad, n o no es verdad. No cree que las mujeres sean propiedades de los hombres, condenadas a sufrir en silencio las impertinencias de sus dueos y seores. Nosotras tambin tenemos derechos, y debemos aspirar a la felicidad.

    Y no significan nada los votos que hiciste? pregunt, custico.

    Los ojos de Claudia brillaron. No estaba al tanto de nada y su acusacin injustificada la hera.

    Los hombres tambin hacen votos, no slo las mujeres. Y los rompen.

    Nunca dije que los hombres furamos perfectos Tyler contraatac.

    Pero las mujeres s deberamos serlo, verdad? demand con brusquedad. Cmo la esposa de Csar, fuera de toda sospecha? se puso de pie con brusquedad, y al llegar al sof, se volvi hacia l. Te dir algo que en verdad te har rer. Yo lo era, hasta el da en que te conoc. Mi matrimonio era una farsa, pero cumpla con mi compromiso. Incluso cuando descubr la clase de hombre con que me haba casado, y que se cas conmigo slo por mi dinero. Llmalo orgullo, pero ni una vez abandon esos principios.

    Tratas de decirme que slo yo te convenc de que los rompieras? pregunt con burla, reclinndose en el asiento. Suponiendo que fuera verdad, por qu era yo un hombre tan especial?

    Claudia se desplom en el brazo del sof, las piernas le temblaban. Crey que ella negara sus sentimientos tan fcilmente? Jams haba buscado las salidas cmodas y no iba a empezar ahora.

    Conoces la respuesta. Me enamor de ti reconoci con voz ronca. Si hubiera esperado conmoverlo, se habra desilusionado.

    Y eso te dio derecho a mentirme? Fingir que eras libre? la acus con frialdad.

    Qu objeto tena explicarle que se estaba separando de Gordon? Ya lo haba abandonado en espritu, aunque no legalmente. Decidi devolverle la pelota.

    Hasta que me comentaste lo sucedida con tu madre, no tena razn alguna para suponer que no me comprenderas lo ret.

    Despus de lo cual rpidamente dejaste de amarme, y volviste al lado de Gordon. Qu conmovedor! se mof.

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    Como no me quedaba otra alternativa, regres a Inglaterra protest. Si lo recuerdas, me abandonaste.

    Tyler frunci los labios sin alegra.

    Parece que tu matrimonio no te desagradaba lo suficiente, para negarle a Gordon el acceso a tu cama le ech en cara, custico. De modo que es tiempo de que me digas la verdad, Claudia. Me amaste alguna vez?

    Tanto, que habra estado dispuesta a morir por ti, grit su corazn. No obstante, el orgullo le impuso la respuesta.

    No eres que esa pregunta ya no viene al caso? levant los hombros.

    Fui slo un pasatiempo en tus vacaciones? pregunt, conciso.

    A pesar de su orgullo, no poda tolerar que lo creyera.

    Nunca fuiste eso, Tyler neg, enronquecida.

    De veras? la desafi, al tiempo que se pona de pie para acercarse a ella. Cuando te vi en el aniversario, comprend por qu me habas mentido. Nunca me di cuenta que eras esposa de mi primo! En realidad me hiciste quedar en ridculo, no es cierto?

    No fue mi intencin, Tyler, a pesar de que no espero que me creas Claudia sacudi la cabeza, sin esperanza. Ignoraba que t y Gordon fueran parientes. Nunca cont con volver a verte.

    Esperabas no volver a verme le corrigi con rapidez. Cuando me miraste, parecas horrorizada. Sin duda pensabas que iba a delatarte.

    Por qu no lo hiciste?

    Slo Dios sabe! Pero deb haberlo hecho.

    De todas maneras, agradezco tu discrecin.

    No me lo agradezcas de nuevo pareca distante. No lo hice por ti. No encontr nobleza alguna en decirle a Gordon lo infiel que era su esposa, cuando eso significaba admitir que yo era el culpable.

    Como si le hubieran dado una bofetada en el rostro, Claudia hizo una mueca de dolor.

    Si as te pareci, entonces tu amor era algo muy superficial, Tyler. Menos mal que ya ha llovido mucho desde entonces anunci con tristeza, sintindose ahora ms traicionada que nunca.

    No vas a intentar justificarte a ti misma, verdad? La mayora de las mujeres lo haran.

    Yo no soy la mayora de las mujeres levant los ojos, furiosa. Soy yo misma, y no tengo que justificarme ante nadie. Pero si te interesa or el resto de la historia, te la contar.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 34-112

    Ya pas la edad de los cuentos de hadas sonri al tiempo que se dejaba caer sobre el sof ms cercano. Tu registro est escrito en los archivos de los peridicos. Si alguna vez deseo leerlo, s a dnde ir.

    Claudia se dio por vencida. Era intil seguir intentando derribar una pared. Con un suspiro, se sent en una esquina del sof.

    Crees siempre lo que lees en los peridicos? no disimulaba su coraje.

    Qu, no es verdad? Tyler se detuvo el mentn con los dedos.

    En realidad los peridicos dijeron la verdad alguna vez. Hice todo lo que publicaron slo que nunca le preguntaron por qu actuaba as, y Tyler tampoco lo saba.

    l le dirigi una mirada escalofriante, a la que ya estaba acostumbrndose.

    No es algo de lo que te sientas orgullosa. Si pretendes estar al lado de Natalie, te sugiero que te comportes como una dama. No creo que la ayudara en nada ver tu nombre en las primeras planas de los peridicos.

    Claudia mir sus manos por un momento mientras controlaba su ira, y despus lo mir de frente.

    Eso no va a suceder, y si te detienes a pensar por un momento, comprenders que estoy tan interesada en Natalie como t. S que mi reaparicin imprevista en su vida no va a ser fcil para ninguna de las dos, pero no intento obligarla a que me acepte.

    Y si no est dispuesta a aceptarte? Tyler la mir con expresin seria.

    Lo enfrentar cuando llegue el momento afirm Claudia, serena.

    Es tarde debemos dormir un poco. Utiliza el bao antes que yo coment l despus de consultar su reloj.

    Gracias, lo har suspir, y de prisa ahog un bostezo. Buenas noches.

    Entr en el dormitorio y cerr la puerta. Estaba agotada. Sac de la cmoda sus cosas para dormir y entr en el bao a cambiarse. No quera correr el menor riesgo de que Tyler entrara.

    Pero l entr en el dormitorio despus que ella ya estaba acostada, y a travs de sus pestaas observ cuando sus dedos desabrochaban los botones de la camisa. Sus manos eran bellas, con dedos largos, artsticos. Recordaba muy bien la ternura que haba en ellas.

    De repente, las lgrimas cubrieron sus ojos y ella hizo un esfuerzo por controlarlas. No era el momento de recordar esas cosas. Cuando Tyler en silencio pas junto de ella para entrar en el bao, enterr la cabeza en las almohadas, y las lgrimas rodaron por sus mejillas. Cunto deseaba poder olvidar.

    Al cerrar los ojos dese que el sueo llegara cuanto antes.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 35-112

    Captulo 4 Claudia no recordaba haberse quedado dormida, pero el ruido de la ducha la

    despert a la maana siguiente, y por un instante no saba dnde se encontraba ni por qu motivo. Despus record todo Tyler, el vuelo, Natalie y se levant de la cama. Tyler escogi ese momento para entrar en el dormitorio, el cabello mojado, el pecho y los pies desnudos, y unos jeans que se amoldaban a su cuerpo.

    Aunque l se dirigi al guardarropa a buscar una camisa limpia, Claudia no dejaba de mirarlo. En aquel cuerpo masculino no haba ni una gota de grasa, y ella sinti que la sangre comenzaba a bombearle en las venas. El deseo estaba an ah, quemndola como en aquellos lejanos das. Ms fuerte an era la necesidad de que la estrechara con amor, para tranquilizarla y darle esperanzas lo que nunca hara.

    Tyler se aboton la camisa y comenz a enrollarse las mangas. Los ojos de Claudia seguan el movimiento de manera automtica y despus levant la vista. Sus nervios se sacudieron al encontrarse a s misma mirando un par de ojos azules sardnicos, y para su contrariedad comprendi que l haba sido plenamente consciente de la inspeccin de ella.

    Hambrienta? levant la ceja de forma interrogadora.

    Qu dices? Claudia abri los ojos de par en par.

    Quieres desayunar? sentado en la cama, se puso los calcetines y los zapatos, antes de mirar por encima de su hombro.

    l no se refera al deseo de comer y los dos lo saban. Era ridculo sentirse herida por una implicacin barata, pero lo estaba. Tyler tena ese poder y seguira tenindolo. Para disimular extendi la mano sobre su cabello, lo cual, observ con custico regocijo, ocasion que sus ojos miraran sus senos generosos, apenas cubiertos con seda y encaje.

    Slo quiero caf.

    Los ojos azules miraron los de ella, y brillaron picarescos.

    Ests segura que no podr lograr que te intereses en algo ms? continu incitndola.

    Dispuesta a enfrentarlo, Claudia sonri con acidez.

    Gracias, pero no tengo tanta hambre.

    Tyler se puso las manos de forma negligente sobre las caderas.

    Tu paladar ya se hart, verdad? Eso sucede a menudo con los excesos.

    Supongo que hablas por experiencia una tpica reaccin latina propici que lo ojos de ella echaran chispas.

    Es cierto.

    Molesta con ella misma por su tontera de tolerar que la obligara a participar en el intercambio, Claudia enderez las rodillas y las abrig con sus brazos.

  • Amanda Browning Tiempo para amar (Momento de amar)

    N Paginas 36-112

    Comparar insultos antes del desayuno, jams fue mi ideal para empezar el da, pero no me resulta extrao. De modo que si te agrada, contina. No me hars sangrar.

    Esta vez l pareca genuinamente divertido.

    Piensas que eso es lo que busco?

    No es cierto? clav los ojos