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Am nis tía Int ern aci ona l REPÚBLICA FEDERATIVA DE YUGOSLAVIA CRISIS DE DERECHOS HUMANOS EN LA PROVINCIA DE KOSOVO Documentos, serie B: Los desaparecidos 2: Las víctimas ocultas del conflicto Público Índice AI: EUR 70/57/98/s Agosto de 1998

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  • Amnistía Int

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    onal

    REPÚBLICA FEDERATIVA DE YUGOSLAVIA CRISIS DE DERECHOS HUMANOS EN LA PROVINCIA DE KOSOVO

    Documentos, serie B: Los desaparecidos

    2: Las víctimas ocultas del conflicto

    Público

    Índice AI: EUR 70/57/98/s Agosto de 1998

  • SOBRE ESTA SERIE DE DOCUMENTOS

    La comunidad internacional está siendo testigo del deterioro de la situación en la provincia

    de Kosovo, República Federativa de Yugoslavia, y de la desaparición del más mínimo respeto por los

    derechos humanos. Las operaciones llevadas a cabo recientemente por la policía y el ejército serbios,

    aunque en teoría dirigidas contra el Ejército de Liberación de Kosovo —grupo armado de

    oposición—, en la práctica han causado la muerte de centenares de civiles; al parecer, muchas de

    esas muertes han sido consecuencia de ataques deliberados o indiscriminados. Las agresiones contra

    civiles han sido uno de los motivos que han impulsado a decenas de miles de personas a huir de sus

    hogares. Los miembros del Ejército de Liberación de Kosovo también han sido responsables de abusos

    contra los derechos humanos.

    Como parte de su respuesta a una crisis que no deja de extenderse, Amnistía Internacional

    está documentando las terribles violaciones de derechos humanos que se han cometido y siguen

    cometiéndose en la provincia de Kosovo.

    /

    Los primeros informes, que componen la Serie A, se publicaron en junio y julio de 1998 y

    trataban de acontecimientos ocurridos hasta junio de ese mismo año. En ellos se documentaba una

    pauta sistemática y sostenida de violaciones de derechos humanos cometidas durante los años y

    meses que precedieron a la crisis actual, tales como torturas y malos tratos por parte de la policía,

    muertes bajo custodia policial y juicios sin las debidas garantías contra presos políticos. Dichos

    documentos eran:

    1: Información general: Una crisis anunciada (Índice AI: EUR 70/32/98/s). Breve análisis de

    las causas de la crisis actual y recomendaciones de Amnistía Internacional a la comunidad

    internacional, a las autoridades yugoslavas y al Ejército de Liberación de Kosovo.

    2: La violencia en Drenica (Índice AI: EUR 70/33/98/s). Análisis detallado de los homicidios

    arbitrarios y las ejecuciones extrajudiciales cometidos durante las operaciones policiales y militares

    emprendidas en febrero y marzo de 1998 en la región de Drenica (un precedente de los

    acontecimientos de junio). Este documento incluye también información sobre los abusos del Ejército

    de Liberación de Kosovo.

    3: Muertes bajo custodia, torturas y malos tratos (Índice AI: EUR 70/34/98/s). Estudio

    sobre el uso generalizado de la tortura y los malos tratos contra detenidos y contra manifestantes

    en las calles; se incluyen testimonios detallados de las víctimas y fotografías tomadas en 1998.

    4: Juicios injustos e infracciones de las garantías procesales (Índice AI: EUR 70/35/98/s).

    Análisis de las constantes irregularidades que tienen lugar en la administración de la justicia en los

    casos políticos; se incluye información detallada sobre cuatro juicios políticos celebrados en 1997 y

    1998.

  • 5: Ljubeni y Poklek: Las pautas se repiten (Índice AI: EUR 70/46/98/s). Ejecuciones

    extrajudiciales y «desapariciones» en mayo de 1998 en situaciones en las que se repiten las

    prácticas de anteriores abusos de la policía en Drenica.

    La segunda serie, Serie B, trata de acontecimientos ocurridos a partir del mes de junio y se

    propone examinar algunos temas relacionados con los derechos humanos y otras cuestiones más

    amplias surgidas en el curso de la presente crisis. Los dos primeros documentos de esta serie son:

    1: Violaciones de derechos humanos contra la mujer en la provincia de Kosovo (Índice AI:

    EUR 70/54/98/s).

    2: Los desaparecidos: Las víctimas ocultas del conflicto (Índice AI: EUR 70/57/98/s)

    Los documentos de Amnistía Internacional se basan principalmente en información

    recopilada durante las visitas llevadas a cabo por la organización a la República Federativa de

    Yugoslavia en marzo y junio de 1998 para investigar las violaciones de derechos humanos. Además,

    se ha contado con información suministrada por observadores locales de los derechos humanos de

    Kosovo y Belgrado, por abogados locales, por periodistas tanto locales como extranjeros y por otros

    individuos. Amnistía Internacional agradece la ayuda prestada por estas fuentes.

    Fotografía de portada: La familia del doctor Hafiz Shala, ciudadano de etnia albanesa que «desapareció» en

    abril de 1998 tras ser detenido por la policía serbia.. © Wade Goddard.

    SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL (EDAI), ESPAÑA

    Los desaparecidos:

    las víctimas ocultas del conflicto

    REPÚBLICA FEDERATIVA DE

    YUGOSLAVIA Crisis de Derechos Humanos en la Provincia de Kosovo

  • 2 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Cover photograph: INTERNATIONAL SECRETARIAT, 1 EASTON STREET, LONDON WC1X 8DJ, UNITED KINGDOM

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    Introducción: los desaparecidos de Kosovo

    Personas de etnia albanesa a las que no se ha

    vuelto a ver después de entrar en una comisaría o de

    que se las llevara la policía serbia... Serbios y

    albaneses a los que la oposición armada de etnia

    albanesa sacó de sus vehículos, a los que obligó a

    apearse de trenes, o de quienes no se ha vuelto a tener

    noticias desde que los grupos armados llegaron a sus

    casas... Personas de quienes no se ha vuelto a saber

    nada después de operaciones policiales armadas o de

    combates militares y que podrían estar entre los

    muertos enterrados deprisa y anónimamente...

    En la provincia de Kosovo, los desaparecidos

    a manos de todas las partes en el conflicto proceden

    de todos los grupos étnicos. Se cree que la policía es

    responsable de la «desaparición» de personas de etnia

    albanesa. Según informes, muchos de estos

    «desaparecidos» fueron detenidos y llevados por la

    policía, bien capturados o detenidos en el contexto de

    enfrentamientos entre la policía o los paramilitares y

    el grupo armado de oposición Ejército de Liberación

    de Kosovo (ELK), bien detenidos lejos del lugar del

    conflicto. El ELK ha sido acusado a su vez del

    secuestro y presunto homicidio ilegítimo o detención

    de personas de etnia albanesa a las que tilda de

    «colaboradores» de las autoridades serbias, pese a que

    no ha definido qué entiende por «colaboración».

    Entre las víctimas se encuentran además serbios,

    montenegrinos, romaníes y miembros de otros grupos

    étnicos. La aparente falta de consolidación de la

    estructura central de mando del ELK y la presunta

    incapacidad de sus dirigentes para ejercer el pleno

    control sobre sus diversas agrupaciones locales hace

    más dificil determinar la suerte de quienes, según

    informes, han sido secuestrados por grupos albaneses

    armados.

    Aún es demasiado pronto para establecer con

    precisión la cifra de personas de etnia albanesa

    desaparecidas a manos de todas las partes del

    conflicto. La confusión provocada por el

    desplazamiento masivo de familias que abandonan

    sus casas por miedo a sufrir un ataque o por los

    ataques en sí y que no pueden mantenerse en contacto

    hace que todas las cifras deban ser tratadas con

    precaución. Sin embargo, fuentes albanesas han dado

    la cifra de unos quinientos albaneses cuya

    «desaparición» atribuyen a las autoridades. Por su

    parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas

    para los Refugiados (ACNUR) citaba un total de

    cuatrocientos, según los datos reunidos durante el

    proceso de registro de las personas que estaban en

    paradero desconocido llevado a cabo por dicho

    organismo. El ACNUR cree que, de ese total,

    alrededor de doscientos están actualmente bajo

    custodia policial.

    Resulta igualmente difícil precisar el número

    de personas desaparecidas a manos del ELK. El 3 de

    agosto, el Centro de Medios de Comunicación serbio

    de Pristina informó de que, durante el periodo

    comprendido entre el 1 de enero y el 27 de julio de

    este año, el ELK había sido responsable del

    «secuestro» de 171 personas, de las que 37 habían

    sido liberadas, 7 habían huido y 15 habían muerto. El

    6 de agosto, Beatrice Weber, representante en Pristina

    del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR),

    declaró que la organización investigaba los casos de

    138 serbios y montenegrinos presuntamente

    secuestrados por el ELK, y los de más de

    cuatrocientos albaneses presuntamente detenidos por

    las fuerzas serbias.

    Los desaparecidos: la agonía de la incertidumbre

  • 2 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    No siempre se puede determinar con certeza

    la responsabilidad del secuestro de una persona

    desaparecida. A veces no hay testigos de los hechos,

    dado que el rastro de muchas de las personas

    buscadas se desvaneció cuando salieron para visitar a

    familiares o dirigirse al trabajo y nunca llegaron a su

    destino. Otras se negaron a abandonar sus casas

    cuando los demás huyeron, y no se las ha vuelto a ver

    desde entonces. Esta es una carga adicional para los

    familiares, ya que, aunque a veces sospechan de la

    responsabilidad de una u otra parte, nunca pueden

    estar seguros del todo y no saben con certeza a dónde

    acudir en busca de ayuda.

    En algunos casos se han enterrado cadáveres

    sin identificar, lo que deja a los familiares con el

    temor de que su ser querido esté en una tumba sin

    nombre, y a la vez los mantiene con la esperanza de

    que esté vivo y pueda reaparecer. Dado que la policía

    y los tribunales serbios siguen una clara pauta de

    conducta según la cual detienen a personas de etnia

    albanesa y las mantienen en detención no reconocida

    durante un largo periodo hasta presentarlas

    finalmente ante un tribunal (véase infra, el caso de

    Nait Hasani), las familias nunca pueden estar seguras

    de la suerte corrida por su padre, su madre, su

    hermano, su hermana, su hijo, su hija, su esposo o su

    esposa desaparecidos.

    Este informe forma parte de una serie en la

    que se exponen los motivos de preocupación de

    Amnistía Internacional en relación con la crisis de

    derechos humanos de la provincia serbia de Kosovo,

    en la República Federativa de Yugoslavia. Los

    documentos anteriores contienen más información

    general sobre el contexto de los abusos cometidos en

    Kosovo. La lista de estos documentos figura en la

    primera página del presente informe.

    Este documento se basa en parte en un

    informe sobre los desaparecidos en la provincia de

    Kosovo publicado y producido por el Fondo de

    Derecho Humanitario de Belgrado1, al que Amnistía

    Entre el catálogo de abusos contra los derechos humanos que sufren las víctimas de los conflictos en la ex

    Yugoslavia, se pasa por alto con demasiada frecuencia el fenómeno de la desaparición de personas a manos de todas

    las partes en conflicto. La desaparición ha sido condenada por la comunidad internacional como una violación grave

    de derechos humanos y está prohibida por el derecho internacional, además de conculcar claramente las leyes

    nacionales de cualquier país. Cada caso de desaparición da lugar a dos abusos: el que sufren las víctimas que son

    apartadas del mundo y puestas fuera del alcance de la protección de la ley, y el que sufren sus familias, que ignoran

    su suerte.

    En todo el mundo, en los casos de desaparición, tanto a manos de las fuerzas gubernamentales como de

    entidades no gubernamentales, una pesada carga cae sobre los familiares de las víctimas. Sin poder averiguar qué les

    ha ocurrido a sus seres queridos, dónde pueden estar, su estado de salud o siquiera determinar si están vivos o

    muertos, su búsqueda de la verdad puede durar años y, en algunos casos, nunca termina.

    Perdidos en una niebla de información imprecisa y vaga, estos familiares son presa de los rumores que se

    difunden en sus comunidades, muchas veces hechas añicos y desplazadas, rumores que unas veces son

    bienintencionados, y otras maliciosos. En la creencia de que sus familiares están recluidos en un lugar secreto o en

    alguna aldea de la que creen conocer el nombre, en ocasiones invierten una enorme cantidad de tiempo, dinero y

    esfuerzo sólo para ver defraudadas sus esperanzas y encontrarse con que sus intentos son infructuosos.

    Se desconoce la suerte de decenas de miles de personas desaparecidas durante los conflictos armados que

    asolaron Croacia y Bosnia y Herzegovina desde 1991 hasta 1995. Muchas desaparecieron tras ser capturadas por

    fuerzas armadas bajo el mando de un gobierno o de otra autoridad de hecho o por unidades irregulares y

    paramilitares. En la actualidad, sigue sin conocerse el paradero de unas 20.000 personas desaparecidas desde que

    estalló el conflicto de la exYugoslavia. Se teme que la mayoría hayan muerto, víctimas de ejecuciones

    extrajudiciales o de homicidios ilegítimos y hayan sido enterradas en fosas comunes. Hasta que no se conozca que

    ha pasado realmente con ellos, sus familiares y amigos no conocerán la paz.

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 3

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    Internacional agradece su autorización para hacer uso

    de sus datos.

    Además, como apéndice de este informe,

    incluimos también el Programa de 14 Puntos de

    Amnistía Internacional para Prevenir las

    Desapariciones Forzadas.

    «Desapariciones» de personas de

    etnia albanesa fuera del actual

    conflicto armado

    Una pauta de detención en régimen de

    incomunicación anterior a la actual crisis

    Antes del deterioro de la situación de Kosovo

    ocurrido a principios de 1998, había relativamente

    pocos casos de «desaparición» en el sentido clásico.

    La principal causa de preocupación era la costumbre

    de mantener a los detenidos en régimen de

    incomunicación durante el periodo inicial de

    detención bajo custodia policial, en el transcurso del

    cual los detenidos no tenían acceso a abogados ni a

    familiares. Los detenidos han denunciado con

    frecuencia y, en muchos casos, con pruebas que los

    respaldan, haber sido sometidos a torturas o malos

    tratos durante ese periodo. Éste solía durar más de

    tres días, plazo máximo permitido por el Código de

    Procedimiento Penal yugoslavo para presentar a los

    sospechosos ante un juez instructor para una vista

    inicial. Por otra parte, muchas veces no se informaba

    a los familiares y abogados de los detenidos del lugar

    donde éstos se encontraban recluidos, lo que

    conculcaba asimismo el citado Código de

    Procedimiento Penal.

    Uno de los casos más graves de este tipo

    ocurridos en el periodo anterior al estallido del

    conflicto armado es el de Nait Hasani. Detenido por

    la policía en Pristina el 28 de enero de 1997, fue

    seriamente maltratado y, después, la propia policía,

    aparentemente asustada por la posibilidad de que

    muriera a causa de sus lesiones, lo trasladó a un

    hospital. Al día siguiente de su ingreso, el 31 de

    enero, «desapareció» del centro sanitario. A pesar de

    los reiterados esfuerzos de su familia y sus abogados,

    1

    Nestanci u Vreme Oruanih Sukoba 15. januar - 30. jul (Desapariciones en el periodo de conflicto

    armado del 15 de enero al 30 de julio).

    éstos no pudieron obtener ninguna información sobre

    su paradero y, obviamente, temieron por su vida. Al

    parecer, durante este periodo la policía y las

    autoridades judiciales negaron todo conocimiento de

    su paradero. El 28 de febrero, Hasani compareció

    ante un juez de instrucción y fue visto por su

    abogado, a quien manifestó que la policía lo había

    torturado mientras estaba en régimen de

    incomunicación.

    En diciembre de 1997, Nait Hasani fue

    condenado a veinte años de prisión por «terrorismo»,

    en un juicio que Amnistía Internacional consideró

    carente de garantías.2

    La «desaparición» del doctor Hafir Shala en

    Pristina o sus alrededores, abril de 1998.

    Otro caso aún no resuelto es el del doctor

    Hafir Shala, miembro de la Liga Democrática de

    Kosovo (LDK) —principal partido de la población de

    etnia albanesa—, que trabaja como médico en el

    Centro Médico de Glogovac (Gllogovc en albanés),

    en la región de Drenica.

    2 El caso de Nait Hasani se expone en Crisis de

    derechos humanos en la provincia de Kosovo, documento

    núm. 4 de la serie A: Juicios injustos e infracciones de las

    garantías procesales, Índice AI: EUR 70/35/98/s.

  • 4 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    Hacia las 8 de la mañana del 10 de abril de

    1998, la policía dio el alto al automóvil en el que

    viajaba el doctor Shala en la aldea de Slatina

    (Sllatinë), cerca de Pristina, y detuvo al médico y a

    sus dos acompañantes. Según las declaraciones de

    estos últimos, unos agentes de policía uniformados

    los llevaron a ellos dos a la jefatura de policía de

    Pristina, mientras que a Hafir Shala lo introdujeron en

    otro vehículo, descrito como un jeep negro con

    matrícula de Pristina y ocupado por tres hombres

    vestidos de civil. Según los informes, el jeep fue visto

    cuando entraba en la jefatura de policía de Pristina.

    Aunque los acompañantes del doctor Shala fueron

    puestos en libertad ese mismo día, tras ser

    interrogados, no ocurrió lo mismo con el médico.

    Uno de los liberados dijo que, cuando salía del

    edificio, oyó gritos y reconoció la voz del doctor. Las

    autoridades no han facilitado ningún dato sobre el

    paradero de éste, pese a los esfuerzos de su familia y

    de su abogado para obtener información, ni tampoco

    han confirmado que el doctor Shala esté bajo

    custodia. Aparentemente, tampoco han reconocido

    haberlo detenido el 10 de abril. Los llamamientos

    realizados a las autoridades por miembros de la Red

    Médica de Amnistía Internacional no han recibido

    respuesta. Han circulado diversos rumores, incluidos

    algunos según los cuales el doctor Shala está vivo y

    se ha unido al ELK, pero no hay nada que los

    corrobore y, Amnistía Internacional ha reiterado sus

    llamamientos a las autoridades serbias para que hagan

    público el paradero del doctor Hafir Shala.

    «Desapariciones» en el contexto del

    conflicto armado

    A comienzos de 1998 empezó a producirse

    una inquietante serie de «desapariciones», así como

    numerosos casos de personas que se hallaban en

    paradero desconocido tras ser capturadas por

    entidades no gubernamentales o cuyo rastro ser perdía

    sin más. Se teme que algunas de ellas —quizá

    todas— hayan perdido la vida.

    La «desaparición» de ocho hombres de Novi

    Poklek, 31 de mayo de 1998

    Ahmet Berisha (40 años), Hajriz Hajdini

    (48 años), Muhamet Hajdini (45 años), Sahit Qorri

    (60 años), Sefer Qorri (55 años), Ferat Hoti (39

    años), Rama Asllani (60 años) y Blerim Shishani

    (15 años) eran habitantes de Novi Poklek (Poklek i

    Ri), un asentamiento construido en los últimos años

    junto a Glogovac, cerca de una fábrica llamada

    Feronikl. El 31 de mayo, la policía llevó a cabo una

    gran operación en el asentamiento y sus alrededores.3

    Hacia la 1 de la tarde de ese día, una nutrida

    fuerza policial llegó en varias decenas de vehículos a

    las afueras del asentamiento. Según informes,

    después de disparar contra las casas desde cierta

    distancia, los policías comenzaron a ir en patrullas

    casa por casa, ordenando a sus habitantes que salieran

    de los edificios. Al parecer, a muchos de ellos los

    reunieron en una casa del asentamiento, donde, tras

    separar a los hombres de las mujeres y los niños,

    conminaron a estos últimos a que se marcharan.

    Los informes sobre los hechos ocurridos

    incluyen denuncias que afirman que la policía mató

    como mínimo a nueve hombres. A pesar de la

    ausencia de datos confirmados, sigue sin conocerse el

    paradero de los ocho hombres citados, quienes, según

    los informes, fueron detenidos por la policía.

    Amnistía Internacional cree que estos ocho hombres

    han «desaparecido» y que podrían haber sido víctimas

    de ejecuciones extrajudiciales.

    Los informes indican además que en el lugar

    de los hechos se encontraron los cadáveres de otros

    dos hombres, Ardian Deliu (18 años) y Fidai

    Shishani (17 años), pero no se han podido determinar

    las circunstancias de su muerte.

    Han circulado varios rumores discrepantes

    sobre la suerte de los «desaparecidos»; entre otras

    cosas se ha dicho que se habían visto cadáveres o

    partes de ellos en la aldea, que se había visto a unos

    policías que, al parecer, llevaban a unos presos en

    dirección a la fábrica Feronikl, y que estos

    permanecían allí recluidos o habían sido asesinados y

    enterrados en una fosa común. Un testigo afirmó

    haber visto a dos de los hombres caer al suelo

    después de recibir unos disparos, pero no pudo

    afirmar con certeza que hubieran muerto.

    El 11 de junio, un grupo de abogados de

    Pristina, a quienes los familiares de los

    3 Véase Crisis de derechos humanos en la

    provincia de Kosovo, documento núm. 5 de la serie A:

    Ljubeni y Poklek: Las pautas se repiten, julio de 1998, Índice AI: EUR 70/46/98/s.

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 5

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    «desaparecidos» habían otorgado poderes, enviaron a

    las autoridades judiciales serbias y federales y a la

    policía una carta en la que afirmaban que nueve

    hombres habían perdido la vida; también pedían que

    se investigara el incidente, que se buscasen los

    cadáveres, que se les realizara una autopsia y que se

    entregaran a sus familias para ser enterrados. El

    tribunal de distrito ha acusado recibo de la carta pero,

    según la información de que dispone Amnistía

    Internacional, no se ha recibido ninguna otra

    respuesta de las autoridades ni se ha anunciado que se

    haya iniciado una investigación sobre el incidente.

    Personas de etnia albanesa «desaparecidas»

    tras ser presuntamente detenidas por la

    policía en la zona del actual conflicto armado

    Se han denunciado varios casos de personas

    de etnia albanesa que han «desaparecido» después de

    ser detenidas por la policía en diferentes contextos en

    relación con el actual conflicto armado.

    El conserje de escuela Idriz Idrizi (43

    años) «desapareció» el 23 de enero de 1998, según

    informes cuando volvía a su casa, en la aldea de

    Gornji Prekaz (Prekaz i Epërm), después de visitar la

    población de Srbica (Skënderaj). El camino pasaba

    frente a una antigua fábrica de munición de caza

    situada entre las afueras de Srbica y la aldea de Donji

    Prekaz (Prekaz i Pushtëm). En el interior de esta

    fábrica, varias unidades de la policía serbia habían

    establecido una base desde la que la víspera habían

    lanzado un infructuoso ataque contra la casa de Adem

    Jashari, quien posteriormente resultó muerto durante

    el ataque de los días 5 y 6 de marzo descrito más

    adelante (véase página 8).

    Aunque las circunstancias siguen sin

    aclararse, parece ser que, cuando Idriz Idrizi pasaba

    cerca de la fábrica, alguien que se hallaba detrás de la

    valla que rodea el recinto le dijo que entrase. No se le

    ha vuelto a ver desde entonces. Según informes, la

    policía local dijo a sus familiares que estaba detenido

    en la fábrica, pero su familia no considera fiable esta

    información.

    El 6 de marzo, la policía utilizó la fábrica

    para recluir a los hombres detenidos durante su

    operación contra Donji Prekaz. Algunos de los

    detenidos que fueron entrevistados por representantes

    del Fondo de Derecho Humanitario relataron haber

    sido golpeados en las instalaciones de la fábrica antes

    de ser trasladados a una comisaría de policía de

    Srbica. Sin embargo, ninguno de ellos tuvo

    constancia de que hubiera allí otros detenidos que

    llevaran recluidos desde hace más tiempo.

    Según informes, el 20 de junio, Jakup

    Qerimi (27 años), de la población de Uroševac

    (Ferizaj), y que según fuentes albanesas sufría una

    deficiencia mental, fue detenido por siete agentes de

    policía después de una pelea con un miembro de las

    fuerzas de seguridad. Al parecer, cuando su madre

    acudió a la policía buscando información sobre su

    hijo, le dijeron que éste era miembro del ELK, y

    cuando persistió en sus averiguaciones, mencionando

    el hecho de que conocía a los agentes que lo habían

    detenido, le dijeron que nunca volvería a verlo. Desde

    entonces no ha vuelto a saber nada sobre su hijo.

    El 6 de julio, en la aldea de Dobri Do

    (Dobërdol), cerca de Pec (Peja), 10 hombres de la

    aldea de Rudica (Rudicë), en la zona de Klina, que al

    parecer habían ido a Dobri Do para ayudar a evacuar

    a sus familiares, fueron detenidos por personas que

    unos describieron como policías serbios y otros como

    paramilitares. Algunos testigos presenciales han

    declarado que se los llevaron en un tractor hacia la

    vecina aldea de Goradevac (Gorazhdec).

    El 17 de julio, siete de estos hombres

    comparecieron ante un tribunal de Pec, lugar donde

    permanecen detenidos mientras se los investiga por

    actividades «terroristas». Según las declaraciones que

    han hecho ante sus abogados y durante su

    comparecencia ante el tribunal, fueron detenidos por

    paramilitares serbios que los llevaron a Goradevac,

    donde los entregaron a la policía. En sus

    declaraciones afirmaron que los tres hombres que no

    han comparecido ante el tribunal —Nimon

    Bajraktari (51 años), Haki Ahmetgjekaj (23 años)

    y Bashkim Mehmetaj (22 años)— fueron separados

    del resto del grupo antes de que los entregaran a la

    policía, y que no los volvieron a ver. Sigue sin

    conocerse su paradero.

    El 29 de junio, Izet Ajazi (40 años),

    empleado de la industria eléctrica estatal, viajaba en

    autobús desde Pristina hacia la aldea de Magura

    (Magurë). A mitad de camino, en Velika Slatina

    (Sllatinë e Madhe), la policía los separó a él y a otros

    cinco individuos de etnia albanesa cuyos nombres no

  • 6 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    se han hecho públicos, los obligó a bajar del autobús

    y se los llevó. Se desconoce su paradero.

    Al parecer, ni la policía ni otras autoridades

    han tratado de investigar ni este ni ninguno de los

    demás incidentes expuestos en este apartado.

    Desaparecidos, posiblemente muertos, en

    Donji Prekaz

    Es probable que las personas de las que no se

    ha vuelto a saber nada tras la operación policial

    lanzada los días 5 y 6 de marzo contra la aldea de

    Donji Prekaz, en la región de Drenica, murieran

    durante el incidente. Después de la operación, en la

    que hubo un gran número de muertos, mujeres y

    niños entre ellos, fueron enterrados unos 56 cadáveres

    en medio de cierta confusión.4 Dieciocho de esos

    cadáveres fueron enterrados anónimamente, sin que

    se realizaran los pertinentes trámites de identificación

    y sin que se llevaran a cabo autopsias, en un acto de

    grave negligencia por parte de las autoridades, que

    han dejado a los familiares de los desaparecidos en la

    más absoluta incertidumbre.

    Serbios, romaníes y albaneses

    desaparecidos tras ser secuestrados,

    según los informes, por el ELK u

    otros grupos armados de etnia

    albanesa

    Al Ejército de Liberación de Kosovo se le

    considera responsable de varios secuestros. Los

    cadáveres de algunos de los secuestrados han sido

    encontrados junto a las carreteras. Por ejemplo, la

    prensa de Belgrado informó de que el 30 de julio de

    1998 fueron hallados los cuerpos de un padre y un

    hijo, Ratko y Branko Stalieti, junto a la carretera que

    va de Pristina a Pec. Al parecer, diez días antes, un

    grupo de albaneses armados vestidos de uniforme se

    los había llevado de su aldea de Mleani.5 Amnistía

    Internacional teme que pueda haber más cadáveres

    sin descubrir o enterrados en fosas clandestinas.

    4 Véase Crisis de derechos humanos en la

    provincia de Kosovo, documento núm. 2 de la serie A: La

    violencia en Drenica, junio de 1998, Índice AI: EUR

    70/33/98/s

    5 Citado en el informe del Fondo de Derecho

    Humanitario Nestanci u Vreme Oruanih Sukoba 15. januar - 30. jul, julio de 1998

    Entre los desaparecidos figuran tanto

    policías como civiles; respecto a su origen étnico, hay

    serbios, montenegrinos, albaneses y romaníes.

    Algunos familiares de personas de etnia albanesa

    desaparecidas tras ser presuntamente detenidas por el

    ELK creen que los desaparecidos podrían haber sido

    acusados de «colaborar» con las autoridades serbias,

    aunque afirman que se trata de una acusación falsa,

    posiblemente resultado de una denuncia formulada

    por rencillas personales.

    Jakup Krasniqi, citado como portavoz oficial

    del ELK, declaró en una entrevista mantenida con la

    agencia de noticias ARTA el 12 de julio:

    Nosotros no cometemos secuestros y, si

    secuestráramos a alguien sería a los

    colaboracionistas albaneses, no a los civiles

    serbios... No nos interesan los civiles, y los

    prisioneros de guerra que encontramos los

    devolvemos... Respecto a las personas que

    secuestramos, hacemos pública la lista con

    sus nombres, y si ejecutamos a alguno lo

    anunciamos...

    Aunque algunos de los secuestrados han sido

    devueltos —liberados informalmente o entregados en

    trámites facilitados por el Comité Internacional de la

    Cruz Roja—, son muchos los que siguen en paradero

    desconocido. El artículo 3 común de los Convenios

    de Ginebra de 1949, vinculantes para todos los que

    participan en un conflicto armado, prohíbe dar muerte

    a quienes no toman parte en el conflicto, así como la

    toma de rehenes. En la entrevista antes citada, Jakup

    Krasniqi declaró que el ELK conocía estas

    disposiciones y tenía intención de cumplirlas, pero no

    hay nada que indique que el grupo armado esté

    tomando medidas serias con tal fin. Por el contrario,

    la referencia a las ejecuciones que hizo Jakup

    Krasniqi en su declaración subraya que el ELK no

    respeta el artículo 3 común, ya que reconoce haber

    ejecutado a algunos de los secuestrados. Por tanto,

    Amnistía Internacional hace hincapié en la necesidad

    de que el ELK reforme y refuerce su cadena de

    mando para garantizar que no se viola el artículo 3

    común; el grupo armado debe además suspender del

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 7

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    servicio activo, mientras se lleva a cabo una

    investigación y se toman las medidas disciplinarias

    pertinentes, a todo individuo sospechoso de haber

    cometido tales abusos.

    Existen rumores persistentes pero no

    confirmados que indican que algunos de los

    secuestrados siguen vivos, recluidos en campamentos

    improvisados y dedicados a trabajos tales como cavar

    trincheras y construir fortificaciones para sus

    captores. Una aldea mencionada con frecuencia como

    sede de un campamento de detención es Likovac

    (Likovc), en la zona de Decani, que ha estado bajo el

    control efectivo del ELK desde principios de 1998.

    Sin embargo, aunque las fuerzas serbias recuperaron

    brevemente el control de la aldea durante la primera

    semana de agosto, no se ha informado de la aparición

    de ningún detenido en la zona.

    El 18 de mayo de 1998, la mayoría de los

    habitantes serbios había abandonado la aldea de

    Leoina, en la región de Drenica, pero quedaban allí

    cinco personas, algunas de edad avanzada: Krstiva

    Šmigi y sus familiares, los esposos Milosav (75

    años) y Sultana Šmigi (72 años), y Aleksandra

    (conocida como «Lenka») Šmigi (de unos 75 años)

    y su hijo Radomir (54 años).

    Según informes, el 19 de mayo, Dostana

    Šmigi (42 años), hija de Krstiva Šmigi, salió de su

    casa en Srbica, donde vivía y trabajaba, para recoger

    a su madre. Al parecer, un testigo vio cómo un grupo

    de albaneses armados daba el alto a su automóvil.

    Desde entonces se desconoce su paradero. Su familia

    recibió información no confirmada que indica que

    está recluida en Likovac pero, como ya se ha

    indicado, no se informó de la aparición de ningún

    detenido en esa zona durante el escaso tiempo en que

    estuvo bajo el control de las fuerzas serbias en agosto.

    Cuatro de los cinco ancianos que se quedaron

    en Leoina están asimismo desaparecidos. A Amnistía

    Internacional le preocupa que puedan haber sido

    ejecutados de forma arbitraria y sumaria por

    miembros del ELK. Según declaraciones hechas por

    Krstiva Šmigi a los investigadores del Fondo de

    Derecho Humanitario, hacia el 9 de junio de 1998

    cuatro hombres armados del ELK entraron en la aldea

    y, tras intercambiar algunas palabras, golpearon a

    Milosav Šmigi con las culatas de sus fusiles y

    propinaron patadas a Krstiva y a Sultana. Después

    saquearon la casa, prendieron fuego a las camas y las

    mantas y dijeron que regresarían en una hora.

    Radomir y Lenka Šmigi, que habían visto lo

    ocurrido desde su casa, los llamaron. Las dos

    ancianas dejaron a Milosav en el patio y fueron a la

    casa de Radomir y Lenka para decidir dónde

    esconderse. Radomir dijo a las mujeres que se

    marcharan y se ocultaran en el maizal, y aseguró que

    él se escondería en el piso de arriba de la vivienda.

    Las mujeres salieron pero, a mitad de camino,

    decidieron regresar. Sultana fue a su casa, y las otras

    dos fueron a la casa de Radomir y Lenka. Allí

    descubrieron que unos treinta hombres armados,

    algunos de los cuales vestían uniforme, habían

    entrado en el patio. Diez de ellos entraron en el

    edificio y, al parecer, descubrieron a Radomir en el

    piso de arriba. Inmediatamente después, las mujeres

    que estaban abajo oyeron gritos y la madre de

    Radomir corrió al interior de la casa y subió las

    escaleras. Krstiva se quedó en el patio y oyó:

    ... gemidos y gritos, no podía soportar oírlos,

    ni siquiera Dios habría podido escuchar esos

    aullidos. Oí tres disparos antes de correr al

    maizal. No vi si sacaron a Radomir y Lenka.

    Krstiva vio después las casas de los Šmigi

    en llamas. Al día siguiente fue a casa de Milosav y

    llamó a Sultana, y después a Radomir y a Lenka, pero

    nadie le respondió. Pasó varios días escondida y

    finalmente se dirigió a un puesto de policía de Klina.

    Según informes, la mañana del 22 de junio de

    1998, varios miembros armados del ELK dieron el

    alto a un autobús de trabajadores que se dirigía a la

    mina de carbón a cielo abierto de Belaevac, hicieron

    bajar a varios hombres y se los llevaron. Entre ellos

    figuraban Dragan Vukmirovi, Dušan Adandi,

    Zoran Adandi, Filip Gojkovi, Miroslav

    Trifunovi, Srboljub Savi, Petar Adandi y

    Boidar Alimpi (que viajaba en el mismo autobús,

    aunque no trabajaba para la empresa minera). Otro

    trabajador de la mina, Mirko Buha, del que se dijo

    que había sido secuestrado en el mismo incidente, no

    viajaba en el autobús, según el informe del Fondo de

    Derecho Humanitario, sino que desapareció ese

    mismo día cuando se dirigía al trabajo en un

    automóvil particular. La noche del 14 de mayo ya

    había desaparecido otro trabajador de la mina de

    Belaevac, arko Spasi (35 años), de la aldea de

  • 8 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    Sibovac, presuntamente secuestrado en la estación de

    autobuses de la aldea de Grabovac (Grabovec) por

    albaneses armados y uniformados. Los llamamientos

    de su padre a las organizaciones albanesas de Pristina,

    aunque al parecer fueron recibidos con comprensión,

    han resultado infructuosos.

    A finales de junio, varias unidades del ELK

    se hicieron con el control de la propia mina y, el 19

    de junio, las fuerzas serbias lanzaron una ofensiva

    para recuperarlo y finalmente lo lograron. Aunque el

    2 de julio el diario Times de Londres informó de que

    los nueve miembros del grupo secuestrado el 22 de

    junio habían perdido la vida cuando las fuerzas

    serbias iniciaron su ataque, esta noticia no ha sido

    confirmada, y no se ha recuperado ningún cuerpo.

    Fuentes yugoslavas han afirmado que, en el

    periodo comprendido entre el 1 de enero y el 17 de

    julio de 1998, han sido secuestrados diez agentes de

    policía. Uno de ellos era Ivan Bulatovi, de

    Glogovac, que viajaba en tren con su esposa desde

    Kosovo Polje (Fushë e Kosovës) a Pec el 23 de mayo.

    No estaba de servicio. Cuando el tren se detuvo en la

    estación de Banjica (Banjicë), fue abordado por un

    grupo de hombres armados que examinaron los

    documentos de los pasajeros, separaron y golpearon a

    Ivan Bulatovi y se lo llevaron. Una vez más, han

    circulado rumores, ninguno de ellos confirmado aún,

    que afirman que este hombre está en poder del ELK y

    citan varios lugares de detención.

    Según informes, el 22 de mayo de 1998,

    Pjetër Preqi (58 años), trabajador agrícola de etnia

    albanesa y religión católica de la aldea de Biteš

    (Bitesh), en la zona de Decani, y su pariente político

    Pashk Gjergji (58 años) fueron secuestrados en las

    proximidades de Dobri (Dobriq) por miembros

    armados del ELK vestidos de uniforme. Un tercer

    hombre, Pashk Karricë, que fue secuestrado junto con

    ellos, fue liberado ese mismo día, pero desde esa

    fecha las familias de Pjetër Preqi y Pashk Gjergji no

    han tenido noticias de su paradero, a pesar de haber

    solicitado ayuda a diversas organizaciones

    internacionales y de haber pedido al ELK su

    liberación.

    La familia de Pjetër Preqi teme que pueda

    estar detenido por haber sido denunciado como

    colaborador de las autoridades serbias, y ha negado

    contundentemente que pueda ser considerado como

    tal.

    Desaparecidos en Orahovac,

    julio-agosto de 1998

    Tras el intento del ELK de hacerse con el

    control de la ciudad de Orahovac (Rahovec) el 17 de

    julio, las fuerzas serbias lanzaron una ofensiva militar

    general encaminada a recuperar territorios que hasta

    entonces estaban bajo el control efectivo del grupo

    armado. Con la intensificación de los combates y el

    consiguiente aumento masivo de desplazados, se ha

    incrementado el número de personas en paradero

    desconocido. Inmediatamente después de la ofensiva

    se informó de la desaparición de unos 55 serbios,

    entre ellos personal médico, de Orahovac y las aldeas

    circundantes. De ellos, 35 fueron liberados

    posteriormente, tras haber estado bajo custodia del

    ELK. Sin embargo, el 6 de agosto, un grupo de 40

    familiares de personas que aún seguían desaparecidas

    se manifestó en Pristina para pedir ayuda para

    localizar a sus familiares y negociar su liberación.

    Uno de los que continúan desaparecidos es

    Djordje Djori (28 años), de la ciudad de Orahovac,

    detenido el 17 de julio por un grupo de hombres

    armados cuando llevaba a una vecina embarazada al

    centro médico local. Según los informes, los hombres

    le dijeron que sabían que tenía dos hermanos en la

    policía y lo interrogaron. Después lo llevaron al

    hospital, donde permaneció detenido toda la noche. A

    la mañana siguiente, lo volvieron a interrogar sobre

    sus hermanos y, según informes, lo golpearon; a

    continuación, se lo llevaron en su propio automóvil

    rumbo a un destino desconocido.

    Lamentablemente, la confusión y el colapso

    de las comunicaciones provocados por el incremento

    de los combates en la zona de Orahovac y otros

    lugares han obstaculizado seriamente los esfuerzos de

    organizaciones internacionales como el Comité

    Internacional de la Cruz Roja para entablar contacto

    con el ELK y conseguir la liberación de los detenidos.

    Además, la ausencia de un mando central reconocido

    del ELK, capaz de ejercer pleno control sobre los

    diversos líderes locales, impide también el progreso

    de las negociaciones para que se libere a los

    detenidos.

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 9

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    Las fuentes albanesas de Kosovo no han

    facilitado ninguna cifra relativa a los miembros de la

    comunidad de etnia albanesa de Orahovac y sus

    alrededores de los que no se han vuelto a tener

    noticias. Hay enterramientos recientes en Orahovac y

    en Prizren que, según la policía, contienen un total de

    51 cadáveres de personas fallecidas en los combates;

    según los informes, algunos de los cadáveres

    sepultados en esos enterramientos están identificados

    únicamente por un número. Este hecho incrementa el

    temor por la posibilidad de que algunas de las

    personas cuyo paradero se desconoce, y que pueden

    haber sido detenidas por cualquiera de los dos

    bandos, hayan sido enterradas en esas fosas tras haber

    sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales u

    homicidios ilegítimos. La opinión de que Orahovac

    fue escenario de este tipo de ejecuciones

    extrajudiciales y homicidios ilegítimos se basa en al

    menos un informe aparentemente fiable, que habla de

    la ejecución extrajudicial de una importante

    personalidad religiosa musulmana de etnia albanesa,

    muerta por la policía serbia el 20 de julio, así como

    en las denuncias de homicidios ilegítimos de rehenes

    serbios a manos del ELK. Amnistía Internacional cree

    que las autoridades deben tomar medidas inmediatas

    para identificar estos cuerpos, determinar la causa de

    su muerte e informar a sus familiares. (Los hechos

    acaecidos en Orahovac se abordarán con más detalle

    en un documento posterior de esta serie).

    Recomendaciones de Amnistía

    Internacional

    A las autoridades serbias y yugoslavas:

    • Las autoridades deben impartir a todos los

    miembros de las fuerzas de seguridad que

    desempeñan tareas relacionadas con el cumplimiento

    de la ley en la provincia de Kosovo instrucciones

    claras que indiquen que no se tolerarán en ninguna

    circunstancia las «desapariciones», ya sea de civiles o

    de combatientes, las detenciones y expulsiones

    arbitrarias u otras violaciones de derechos humanos, y

    que los responsables deberán rendir cuenta de sus

    actos ante los tribunales.

    • Las autoridades deben garantizar que todos los

    miembros de las fuerzas de seguridad que

    desempeñan tareas relacionadas con el cumplimiento

    de la ley en la provincia de Kosovo conocen las

    siguientes normas internacionales y reciben

    formación sobre su aplicación:

    la Declaración de la ONU sobre la Protección

    de Todas las Personas contra las

    Desapariciones Forzosas;

    los Principios de las Naciones Unidas

    Relativos a una Eficaz Prevención e

    Investigación de las Ejecuciones

    Extralegales, Arbitrarias o Sumarias;

    los Principios Básicos de las Naciones

    Unidas sobre el Empleo de la Fuerza y de

    Armas de Fuego por los Funcionarios

    Encargados de Hacer Cumplir la Ley;

    el Código de Conducta de la ONU para

    Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir

    la Ley;

    el Conjunto de Principios de la ONU para la

    Protección de Todas las Personas Sometidas a

    Cualquier Forma de Detención o Prisión.

    • Las autoridades deben garantizar que, en situaciones

    de conflicto armado, se aplican las disposiciones

    pertinentes del derecho humanitario internacional

    contenidas en el artículo 3 común de los Convenios

    de Ginebra de 1949 y en el Segundo Protocolo

    adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la

    protección de las víctimas de conflictos armados sin

    carácter internacional; también deben garantizar que

    todos los miembros de las fuerzas de seguridad

    desplegadas en Kosovo están familiarizados con estas

    disposiciones.

    • Las autoridades deben garantizar que se inician

    investigaciones y actuaciones penales contra

    cualquier funcionario sospechoso de ordenar o

    cometer violaciones de derechos humanos.

    • Las autoridades deben facilitar a los familiares y

    abogados de los detenidos información rápida y

    precisa sobre la detención de cualquier persona y

    sobre el lugar en el que se encuentra recluida, así

    como sobre cualquier traslado o liberación. Los

    presos deberán ser puestos en libertad de forma que

    pueda verificarse adecuadamente su liberación y se

    garantice su seguridad.

    • Las autoridades deben garantizar que todos los

    cadáveres son debidamente identificados y enterrados

    en tumbas adecuadamente señaladas. Asimismo,

    deben tomar medidas inmediatas para identificar a las

    personas que han sido enterradas sin que se haya

  • 10 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    determinado su identidad y deben informar cuanto

    antes a los familiares de los fallecidos.

    A los grupos armados de oposición de etnia

    albanesa en la provincia de Kosovo

    • El Ejército de Liberación de Kosovo debe garantizar

    que todas las fuerzas bajo su control respetan los

    principios fundamentales del derecho humanitario

    establecidos en el artículo 3 común de los Convenios

    de Ginebra de 1949, que prohíbe el homicidio de quienes no participan en las hostilidades y la toma de

    rehenes.

    • El Ejército de Liberación de Kosovo debe garantizar

    que colabora con el Comité Internacional de la Cruz

    Roja, en particular en lo que se refiere a desvelar la

    suerte corrida por los prisioneros presuntamente

    capturados por sus miembros.

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 11

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    PALABRAS CLAVE: DESAPARICIONES / POSIBLE EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL1 / CONFLICTO

    ARMADO / ENTIDADES NO GUBERNAMENTALES / GRUPOS ÉTNICOS / DETENCIÓN EN

    RÉGIMEN DE INCOMUNICACIÓN / TORTURA/MALOS TRATOS / AVANZADA EDAD

    PROGRAMA DE 14 PUNTOS DE AMNISTÍA INTERNACIONAL

    PARA PREVENIR LAS DESAPARICIONES FORZADAS

    Los «desaparecidos» son personas, privadas de libertad por agentes del Estado,

    de las que se oculta el paradero y suerte y se niega la privación de libertad. La

    desaparición forzada es angustiosa tanto para la víctima como para sus familiares.

    Mediante la desaparición forzada se separa a una persona del resto del mundo y se la

    sitúa fuera de la protección de la ley; a menudo se la tortura; en muchos casos no

    reaparece jamás. A los familiares se los mantiene sumidos en la ignorancia, sin que

    puedan descubrir si las víctimas están vivas o muertas. Las Naciones Unidas han

    condenado la desaparición forzada como una violación grave a los derechos humanos, y

    han declarado que su práctica sistemática representa un crimen de lesa humanidad.

    Sin embargo, miles de personas «desaparecen» cada año en todo el mundo, y un

    sinnúmero permanecen desaparecidas. Se hace necesario, pues, actuar con urgencia

    para poner fin a las desapariciones, aclarar la suerte de los desaparecidos, y enjuiciar a

    los responsables. Amnistía Internacional pide a todos los gobiernos que apliquen el

    siguiente Programa de 14 puntos para prevenir las desapariciones forzadas, e invita a

    todos los particulares y organizaciones preocupados por estos abusos a que aúnen

    esfuerzos para promover juntos el Programa. Amnistía Internacional está convencida

    de que la aplicación de estas medidas será una indicación positiva del empeño de un

    gobierno en poner fin a las desapariciones forzadas y luchar para que se erradiquen en

    todo el mundo.

    1. Condena oficial de las desapariciones forzadas

    Las máximas autoridades de cada país deben mostrarse totalmente opuestas a

    las «desapariciones» y hacer comprender a todos los agentes de la policía, las fuerzas

  • 12 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    armadas y otras fuerzas de seguridad que no tolerarán las desapariciones forzadas en

    ninguna circunstancia.

    2. Responsabilidad de la cadena de mando

    Los responsables de las fuerzas de seguridad deben mantener estrictamente la

    responsabilidad de la cadena de mando para asegurar que los agentes a sus órdenes no

    cometen desapariciones forzadas. A los oficiales que ordenen o permitan que los agentes

    bajo su mando cometan desapariciones forzadas se los responsabilizará penalmente de

    tales actos.

    3. Información sobre detenciones y excarcelaciones

    Los familiares, abogados y tribunales de justicia deben recibir sin dilación

    información exacta sobre la aprehensión de una persona y el lugar en que se encuentra

    detenida, incluyendo información relativa a cualquier transferencia o a su excarcelación.

    Los detenidos deben ser puestos en libertad de tal forma que pueda verificarse la

    liberación y asegurarse su integridad física.

    4. Mecanismos para localizar y proteger a los detenidos

    Los gobiernos deben, en toda circunstancia, proporcionar recursos legales

    efectivos que permitan que familiares y abogados conozcan inmediatamente el paradero

    del detenido y la autoridad que lo custodia, aseguren su integridad física y puedan

    obtener la libertad de cualquier persona detenida arbitrariamente.

    5. Eliminación de las detenciones secretas

    Los gobiernos deben asegurarse de que sólo se usan lugares de detención

    reconocidos públicamente para recluir a los detenidos. Asimismo, deben mantenerse

    registros actualizados de todos los detenidos en cada lugar de detención y en un

    registro central. La información contenida en tales registros debe ponerse a disposición

    de los familiares, abogados, jueces y organismos oficiales que tratan de averiguar el

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 13

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    paradero de personas detenidas, y de cualquier persona que tenga un interés legítimo

    en tal información. Nadie debe ser recluido en secreto.

    6. Autorización de las aprehensiones y detenciones

    La aprehensión y detención deben ser practicadas únicamente por funcionarios

    autorizados por la ley. Los funcionarios encargados de la aprehensión deben

    identificarse ante la persona aprehendida y ante cualquier testigo de la aprehensión que

    lo solicite. Los gobiernos deben establecer normas que estipulen qué funcionarios están

    autorizados a ordenar una aprehensión o detención. Cualquier desviación del

    procedimiento establecido que contribuya a la comisión de una desaparición forzada

    debe ser castigada con la sanción apropiada.

    7. Acceso a los detenidos

    Una vez privada de libertad, la persona detenida debe comparecer sin dilación

    ante una autoridad judicial. Los familiares, abogados y médicos deben tener acceso a

    los detenidos con prontitud y regularidad. También debe haber visitas de inspección

    regulares, independientes, imprevistas e irrestrictas a todos los lugares de detención.

    8. Prohibición legal de las desapariciones forzadas

    Los gobiernos deben asegurarse de que la comisión de una desaparición forzada

    constituye un delito de derecho penal, punible con sanciones proporcionales a la

    gravedad de esta práctica. La prohibición de las desapariciones forzadas y las

    salvaguardias para prevenirlas no deben suspenderse jamás, ni siquiera en estados de

    guerra u otras emergencias públicas.

    9. Responsabilidad individual

    La prohibición de la desaparición forzada debe reflejarse en las instrucciones y el

    entrenamiento de todos los funcionarios encargados de la aprehensión o custodia de

    detenidos. Las instrucciones que reciban deben dejar claro que tienen el derecho y el

  • 14 Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos

    Documentos Serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s Amnistía Internacional, agosto de 1998

    deber de negarse a obedecer cualquier orden de participar en una desaparición forzada.

    No podrá invocarse como justificación para participar en una desaparición forzada el

    cumplimiento de las órdenes de un superior o de una autoridad pública.

    10. Investigación

    Los gobiernos deben asegurar que todos los informes y denuncias sobre

    desapariciones forzadas son investigados sin dilación, con imparcialidad y efectividad

    por un órgano independiente de los presuntos responsables, dotado de las facultades y

    los recursos necesarios para llevar a cabo tales investigaciones. Los métodos y las

    conclusiones de las mismas deben hacerse públicos. Los agentes acusados de

    participación en una desaparición forzada deben ser suspendidos del servicio activo

    durante la investigación. Los familiares de la víctima deben tener acceso a la

    información relativa al proceso investigativo, y derecho a aportar pruebas. Los

    denunciantes, testigos, abogados y otras personas que participen en la investigación

    deben ser protegidos contra la intimidación y las represalias. La investigación no debe

    ser coartada hasta que se esclarezca oficialmente la suerte de la víctima.

    11. Enjuiciamiento

    Los gobiernos deben asegurarse de que los responsables de una desaparición

    forzada comparecen ante la justicia. Este principio debe aplicarse en toda

    circunstancia, sin que importe dónde se encuentren esas personas, dónde se cometiera

    el delito, cuál sea la nacionalidad de los autores o de la víctima, o el tiempo que haya

    transcurrido desde la comisión del delito. Los juicios deben celebrarse ante tribunales

    civiles. Los responsables no podrán beneficiarse de ningún tipo de medida legal que

    pueda eximirlos de ser sometidos a un proceso penal o de ser condenados.

    12. Compensación y rehabilitación

    Las víctimas de una desaparición forzada y las personas que dependen de ellas

    tendrán derecho a obtener reparación justa y adecuada del Estado, incluyendo

  • Crisis de derechos humanos en la provincia de Kosovo: Los desaparecidos 15

    Amnistía Internacional, agosto de 1998 Documentos serie B. 2. Índice AI: EUR 70/57/98/s

    compensación económica. Cuando las víctimas reaparecen, deberá procurárseles

    rehabilitación o cuidados médicos apropiados.

    13. Ratificación de los instrumentos de derechos humanos y aplicación de las normas

    internacionales

    Todo gobierno debe ratificar los instrumentos internacionales que contienen

    salvaguardias y remedios relativos a las desapariciones forzadas, como son el Pacto

    Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su primer Protocolo Facultativo, que

    permite la presentación de denuncias por particulares. Los gobiernos deben asegurar la

    absoluta aplicación de las disposiciones pertinentes de éstas y otras normas

    internacionales, como la Declaración sobre la protección de todas las personas contra

    las desapariciones forzadas o involuntarias, así como las recomendaciones de las

    organizaciones intergubernamentales para la prevención de estos abusos.

    14. Responsabilidad internacional

    Los Estados deben hacer lo posible para interceder ante los gobiernos acusados de

    perpetrar desapariciones forzadas. Deben asegurarse de que las transferencias de

    equipo, conocimientos y entrenamiento para uso militar, de seguridad y policial no

    facilitan las «desapariciones». Nadie debe ser devuelto contra su voluntad a un país en

    el que corre el riesgo de que lo hagan «desaparecer».

    Este Programa de 14 puntos fue adoptado por Amnistía Internacional en

    diciembre de 1992 en el marco de la campaña mundial de la organización en pro de

    la eliminación de las desapariciones forzadas. Amnistía Internacional ha adoptado

    programas análogos sobre la prevención de la tortura y de las ejecuciones

    extrajudiciales.