afiliación y finanzas sindicales en chile, 1932-1959
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Afiliación y finanzas sindicales en Chile, 1932-1959. Insora. 1962TRANSCRIPT
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v finanzas sindicales
Estudio de afiliación y jinanzas sindicales en CMe,
1932 - 1959
Publicaciones INSO R A
@ I N S O R A (Instituto de Organización y Administracidn).
1 9 6 2
Inscripcidn NP 25.007.
Talleres de Editorial Universitaria, S . A.,
San Francisco 454, Santiago de Chile.
Proyectó la edición hfauricio Amster.
Pr oyectos de investigación,
p~ogramados o en desarrollo,
del Departame~zto ,
de Relaciones Laborales
ESTUDIO COMPARATIVO DE LOS CONFLICTOS COLECTIVOS POR
INDUSTRIA ACAECIDOS DURANTE 1959. Alberto Armstrong.
DESARROLLO Y ESTRUCTURA DEL MOVIMIENTO OBRERO CHILENO. Jorge Barria S.
OR~GENES Y DESARROLLO DEL SISTEMA DE RELACIONES LABORALES EN CHILE. James O. Morris.
ANALISIS CR~TICO DE LAS ENCUESTAS DE TIPO OPINIÓN P~BLICA; ESTABILIDAD E INESTABILIDAD DE LAS RESPUESTAS. Abel A. Toro T. y Henry A. Landsberger.
ROL Y MOTIVACIÓN DEL 'DIRIGENTE SINDICAL CHILENO. Manuel Barrera R., Abel A. Toro T . y Henry A. Landsberger.
ROL Y MOTIVACIÓN DEL ADMINISTRADOR DE PERSONAL EN CHILE. RaUl Dastres M. y Henry A. Landsberger.
MOVIMIENTO SINDICAL CAMPESINO EN MOLINA. Fernando Canitrot M. y H e n y A . Landsberger.
Departamento de Relaciones Laborales
Instituto de Organización y Administración
Afiliación J
y finanzas sindicales en Chile,
Por James O. Morris, Roberto Oyaneder C. y los investigadores ayudantes
Alberto Armstrong y Gerardo HempeZ H.
Facz~ltad de Ciencias Económicas / Universidad de Chile
Prefacio
Introducción
El Movimiento del Trabajo:
Tendencia hacia la Asociación, Tamaño y Poderío
11 Ingresos Sindicales
1 1 1 Egresos Sindicales
Apendice
Prefacio
E s T E E s T u D I o sobre afiliación y finanzas sindicales constituye el primer
trabajo de investigación del Departamento de Relaciones Laborales, repartición
del Instituto de Organización y administración de Empresas de la Universidad
de Chile, que entró en funciones hace dos años. Su creación se llevó a efecto
para satisfacer la manifiesta necesidad de contar con un centro que se dedicase
al estudio y a la ensefianza en aquel campo de acción conocido corrientemente,
pero a menudo en forma incierta, como "relaciones laborales". Se consicleró que un país en desarrollo, como es Chile, podría dedicar parte de sus escasos recursos
a los problemas sociales y humanos del desarrollo, aquellos problemas que se
producen en torno al lugar de trabajo, que a menudo y en forma considerable
afectan la estabilidad politica y que también pueden alterar, tanto en el sentido
positivo como negativo, la índole y el ritmo del progreso económico. En esta
empresa hemos tenido el apoyo financiero de la Corporación de Fomento y la valiosa colaboración de su Gerente General, Humberto Díaz.
El programa de investigación del Departamento ya se encuentra en plena actividad, varios cursos laborales están funcionando, o por introducir-
se, en la Escuela de Economía y miembros profesionales del Departamento se
encuentran especializándose en la Escuela de Relaciones Industriales y del Tra-
bajo de la Universidad de Cornell. El éxito a largo plazo del Departamento está
decididamente condicionado a la buena voluntad y liberalidad de los sindicatos,
de las empresas y del Gobierno en cuanto a hacer accesibles a los investigadores del Departamento su documentación y archivos. El presente estudio sólo ha sido
posible gracias a la complaciente y completa cooperación del personal de la Di- rección del Trabajo. En este sentido, expresamos a los señores Carlos Gajardo,
Director, y Guillermo Pumpin B., ex Director, nuestros sinceros agradecimientos
por haber hecho colocar a nuestra disposición los archivos de esa repartición.
También debemos mencionar a otros funcionarios de la Dirección del Trabajo, cuyo íntimo conocimiento de los registros sindicales nos fuera de inestimable
valor y a quienes, estamos ciertos, a menudo causamos molestias en sus labores.
Ellos son el señor Guillermo Aparicio T., Jefe del Departamento de Organizacio-
nes Sociales, y sus colaboradores, señores Luis Toro Méndez y Manuel Herrera
Belmar; el señor Jaime Rodríguez; y el señor Fernando Onfray, Jefe del Depar-
tamento Jurídico. En la Inspección Provincial de Santiago, los señores Ginés
Donoso, Heriberto Segovia y Hugo Gutiérrez prestaron también muy atenta colaboración. A todos ellos, y a muclios otros que por falta de espacio no hemos
podido mencionar, les expresamos toda nuestra gratitud. Varios miembros del Departamento de Relaciones Laborales Iian
contribuido en diversas medida a recolectar y analizar los datos de este estudio. Los señores Alberto Armstrong y Gerardo Hempel realizaron el trabajo de reco-
ger y tabular los datos, con la ayuda de los señores Francisco Apodaca y Pedro
Menéndez. El Dr. James Morris, Profesor de Relaciones Laborales de la Univer-
sidad de Cornell, y el señor Roberto Oyaneder, Jefe del Departamento de Rela-
ciones Laborales, dirigieron y supervisaron el proyecto y redactaron los resul-
tados. El Dr. Morris redactb la Introducción y los Capítulos I y 11 y el señor
Oyaneder el Capítulo III.
El Dr. John Chipman, Profesor de Estadística de la Universidad
de Minnesota, diseñó la muestra de balances sindicales que, en gran parte, fun-
damenta este estudio. Le agradecemos las muclias horas que invirtió en esta
labor. El trabajo en su totalidad ha sido leído y comentado por el Dr.
Henry Landsberger y los señores Fernando Onfray y Hernán Troncoso, cuyas
valiosas sugerencias fueron consideradas con especial atención en la versión final.
1 9 de diciembre de 1961
R O B E R T O O Y A N E D E R c. Jefe del Departamento de
Relaciones Laborales
J U A N I A M P A G L I A S. Director de
INSORA
Introducción
L o S M O v I M I E N T O S laborales generalmente deben clasificarse como al-
gunos de tantos factores del proceso del desarrollo económico conjuntamente con la empresa, el capital y el gobierno. Todos ellos son elementos cruciales en dicho proceso y, por ende, cruciales para el destino social y político de la mayo-
ría de los países del mundo. La importancia relativa de un determinado movi. miento laboral y el grado en que contribuya al progreso, o lo obstaculice, depen- den de una gran variedad de condiciones: el nivel educacional de los trabajado- res; las tradiciones de la sociedad en que actúan los trabajadores y se desenvuel- ve el movimiento laboral; la política, la estructura legal y la ideología de seme- jante sociedad y de ciertos grupos claves dentro de ella, tales como los empre- sarios y dirigentes; el volumen y los recursos económicos del movimiento de los
trabajadores y sus dirigentes. Todos estos son factores que no se pueden evaluar fácilmente, ni tampoco pueden todos ellos tratarse en un solo texto. La presente investigación, en consecuencia, trata solamente de una pequeña parte del vasto problema del trabajo y del desarrollo económico y se concreta a considerar al volumen y al poder financiero de un sector considerable dentro del movimiento de los trabajadores de Chile.
El estudio se ha dividido en tres capítulos, el primero de los cuales se refiere a los sindicatos y la afiliación sindical, el segundo considera los ingre- sos sindicales y el tercero los egresos sindicales. Las finalidades de este estudio
son: 1) ofrecer datos acerca de la tendencia al incremento del sinclicalismo legal desde 1932; 2) establecer cifras realistas respecto a la cantidad de sindicatos lega- les y al número de sus miembros en todo el país, en el momento actual; 3) calcu-
lar el poderío del movimiento laboral actual (incluyendo en el cálculo tanto a
las asociaciones de servidores públicos como los sindicatos legales) ; 4) ofrecer informaciones en cuanto a las tendencias de las finanzas sindicales (principal- mente desde 1940) ; 5) comparar la experiencia financiera del sindicato indus- trial con aquéllas del profesional y del agrícola, y 6 ) observar si acaso la magni-
tud de los sindicatos, en función del número de sus miembros, guarda relación con los bienes sindicales (si acaso los sindicatos más grandes son "más ricos" que los menores, sobre una base per &pita).
Respecto a la metodología, el Capítulo 1, que trata de los sindica- tos y la afiliación sindical, y la primera parte del Capítulo 11, que se refiere a las tendencias liistóricas del ingreso sindical, se basan enteramente en datos de censos proporcionados por la Dirección del Trabajo. Esta última repartición ha elaborado compendios anuales con informaciones acerca de la cantidad de sindi- catos legales, cantidad de sus respectivos miembros, ingresos totales de esos sindi-
catos, ingresos según su origen (cuotas y participación de utilidades) e ingresos por tipo de sindicatos (industrial, profesional y agrícola). Estos datos son útiles para establecer las tendencias generales en cuanto a la afiliación y a los ingresos
sindicales, pero no son tan seguros como sería de desear ni tan elaborados o
completos como este estudio lo requiere. Por ejemplo, en lo referente a los sin- dicatos y sus miembros, la Dirección del Trabajo incluye una cantidad signifi-
cativa de organizaciones de empleadores en su censo anual de sindicatos profe-
sionales. Además, dado que el Código del Trabajo permite a los trabajadores pertenecer a dos sindicatos simultáneamente, 10s datos de la Dirección del Tra- bajo se encuentran inevitablemente abultados por la cantidad correspondiente a
esta doble afiliación. El Departamento de Relaciones Laborales no ha podido hacer las rectificaciones necesarias en los datos proporcionados por la Dirección del Trabajo respecto a todos los años a partir de 1932. No se dispone de listas
básicas de los sindicatos con sus respectivas afiliaciones para todo este período y, por otra parte, la tarea de analizar tales listas sería ímproba. Por estos motivos, hemos presentado los datos sindicales de la Dirección sin ajustes para el periodo
que va desde 1932 hasta 1959 inclusive. Afortunadamente, cuando el presente estudio se encontraba en su etapa de proyecto, la Dirección del Trabajo acababa de completar una lista matriz de todos los sindicatos legales existentes en Chile en 1959. El Departamento de Relaciones Laborales ha empleado tal Iista como
punto de partida para un cdlculo más preciso de lo que permiten los datos prima- rios de la Dirección sobre el volumen y poderío del movimiento laboral en 1959. Respecto de los sindicatos y sus miembros, el Capítulo I señala las tendencias en
ambas áreas a partir de 1932, finaliza con un análisis detallado del volumen ab-
soluto y poderío del movimiento laboral en 1959 y se basa en datos de censo.
En lo referente a ingresos, nuestro método ha sido más complejo ya que incluye informaciones de muestras al azar así como datos aportados por ten-
sos. Las series anuales de datos de la Dirección del Trabajo no comtemplan in- formaciones sobre ingresos según el volumen de los sindicatos. Tampoco men- ciona otras fuentes de ingreso fuera de la participación de utilidades y las cuo- tas. Puesto que el Código del Trabajo permite a los sindicatos recibir ingresos cle
fuentes adicionales (taIes como donaciones y multas), el Departamento de Rela-
ciones Laborales consideró posible que algunos sindicatos recibiesen de hecho
tales ingresos. Por tal motivo, no nos hemos conformado con detenernos en el
Capítulo 11 en un análisis de la tendencia en los ingresos de acuerdo a los clatos
proporcionados por los censos de la Dirección del Trabajo, sino que hemos se-
guido adelante, procediendo a tomar una muestra estratificada de los balances
sindicales para 1959 (basando la muestra en la lista ajustada de los sindicatos
que ya se Iia mencionado), y sobre la base de esta muestra, iiemos presentado,
en la segunda mitad del Capítulo 11, un análisis intensivo de los ingresos sindica-
les según volumen y tipo de sindicatos así como según su fuente de ingreso.
Finalmente, en cuanto a los egresos sindicales, hemos empleado so-
lamente el método de muestras, ya que la ,Dirección del Trabajo no recopila informaciones útiles respecto a este capítulo. En consecuencia, las tablas del Ca-
pítulo 111 sobre egresos sindicales se basan en la misma muestra estratificada de los balances sindicales que ya se ha mencionado.
Si bien los capítulos relativos a afiliación sindical y finanzas sindi-
cales se han explicado hasta este momento.separadamente, puesto que cada uno de ellos podría ciertamente considerarse por sí solo como una materia indepen-
diente de investigación, ellos se encuentran no obstante íntimamente relaciona-
dos en el nivel metodológico en el presente estudio. En otras palabras, el sumi-
nistro de datos respecto a la cantidad de sindicatos y de miembros sindicales según
tipo de sindicato fue un requisito previo para el análisis cle los datos financieros
sobre la base per cápita y por sindicato. El mismo resultado podría también
haberse logrado subordinando el contenido al método (esto es, incluyendo los
datos relativos a sindicatos y a miembros sindicales en los capítulos sobre ingre-
sos y egresos) . Sin embargo, hemos preferido la secuencia de capítulo actual por
cuanto creemos que nuestras deducciones respecto de los sindicatos y sus miem-
bros son significativas de por sí, así como iiidispensables para nuestro análisis
de los ingresos y egresos.
Antes de presentar los resultados de nuestras investigaciones debe-
mos explicar brevemente la estructura del movimiento de los trabajadores en
Chile y los motivos que nos han llevado a limitar este estudio, tanto en sus
aspectos de afiliación como financiero, a los sindicatos de primer grado reconoci-
dos por el Gobierno. Los sindicatos existen en Chile tanto con el carácter de
entidades legales, que se constituyen según la ley, como con el carácter de cuer-
pos "libres" o alegales. Se dice que estos últimos son mucho menos numerosos
que los primeros, aun cuando su cantidad no se conoce.
Los sindicatos legales se autorizaron por primera vez en 1924, y el
sistema legal sindical no ha cambiado mucho en el curso de los años. La legisla-
ción permitía formar sindicatos industriales solamente en las empresas con más
de veinticinco operarios (y todos los trabajadores de la empresa debían ingresar
al sindicato si la mayoría votaba en tal sentido). También se podían constituir
sindicatos profesionales (del mismo oficio o de oficios similares o conexos), re-
quiriéndose igualmente un mínimo de veinticinco miembrosl. Una legislación
de excepción de 1947 permitía a los trabajadores agrícolas, que no habían podi-
do establecer sindicatos industriales, organizarse en sindicatos agrícolas. Con
excepción de los sindicatos agrícolas, los sindicatos legales pueden organizarse y afiliarse a federaciones o confederaciones, y se han establecido muchas de ellas,
de las cuales sólo unas pocas se han preocupado de lograr la condición legal.
Aunque son económicamente débiles y ejercen poco control reglamentario sobre
sus afiliados, algunas ejercen influencia política efectiva. Existen también en
el país varios centros sindicales que pretenden agrupar a los trabajadores sin dis-
tinción de industria o actividad. Entre estos están la Central Unica de Trabaja-
dores, la Confederación de Empleados Particulares de Chile, la Confederación
'La afiliación en e l sindicato profesional era y sigue siendo voluntaria. Esto a menudo constitu-
ye una debilidad táctica de este tipo de sindicato frente al ernpleador. Sobre este punto es
interesante saber que los trabajadores de la gran minería del cobre han solicitado, en la Co-
misión recién nombrada por el Suprenlo Gobierno para modificar el Estatuto de los Trabajado-
res del Cobre, que sea obligatoria la sindicalización para los empleados particulares.
de Trabajadores de la Industria y del Comercio de Chile, la Federación Gremial de Chile, la Acción Sindical Chilena y la Confederación Nacional de Traba- jadores.
Las leyes del trabajo no permiten a los trabajadores fiscales y semi- fiscales organizar sindicatos (ni declararse en huelga, ni recurrir a los sistemas con-
ciliatorios del Gobierno), pero les concede el derecho de constituir "asociacio- nes", y ellos se encuentran actualmente relativamente bien organizados en ta- les entidades.
Solamente lo sindicatos legales (industriales, profesionales y agríco- las) presentan informes financieros (presupuestos y balances anuales) y de afi- liación a la Dirección del Trabajo y ésta es la principal razón por la que hemos
limitado esta monografía, con una sola excepción, a los sindicatos legales. La excepción es en cuanto a los socios organizados, sobre lo cual hemos podido obtener datos respecto de la afiliación actual de las asociaciones de servidores públicos (fiscales y semifiscales), información que se incluye en los cálculos del poderío sindical que aparecen al final del Capítulo I .
Los datos financieros disponibles para los sindicatos legales no son completos; ello constituye un factor limitativo de cierta importancia, en una
medida que no se puede establecer o determinar exactamente. La ley general- mente no permite a los sindicatos pagar salarios a sus dirigentes2 ni invertir los ingresos sindicales en huelgas u otros fines que no contemple la ley misma. Es ampliamente sabido, sin embargo, que los sindicatos burlan estas restricciones
de diversas maneras. Por ejemplo, perciben contribuciones voluntarias de sus miembros para uso en huelgas y regularmente se efectúan donaciones volunta- rias para ayudar a los huelguistas de otros sindicatos. También, se sabe de por lo menos un sindicato que llegó a un acuerdo con el empleador en cuanto al pa- go continuado de sueldos o salarios a los dirigentes a cargo del funcionamiento del sindicato. Forzosamente habrá de argumentarse que deberían haberse con-
templado y analizado todos estos ingresos en cualquier trabajo que pretendiera ser completo. Esta es una limitación del presente estudio, tal vez una restricci6n
seria, que ha sido imposible evitar. No obstante, se han examinado todos los da- tos disponibles acerca de los sindicatos legales y se sustenta la esperanza de que
esto se considere como un aporte útil.
aExcepcioiies a esta regla general rigen en la marina mercante nacional y en la industria cuprera. Vease la Ley NQ 14.628, de 16 de noviembre de 1961 y Decreto 313, 15 de mayo de 1956.
El movimiento del trabajo:
Tendencias hacia la asociación,
tamaño y poderio
A. Tendencias hacia la asociación
L A H I S T O R I A del establecimiento de sindicatos legales en Chile comien-
za en 1926, sólo dos años después de dictarse la ley sindical, cuando el sindicato industrial de los trabajadores carboníferos de Lota obtuvo el reconocimiento
como organización por parte del Gobierno. La Dirección del Trabajo no CO-
menzó, sin embargo, a llevar registros completos de los sindicatos legales y de
sus miembros hasta 1932. A partir de esa fecha y hasta el presente se ha canta-
do regularmente con informaciones anuales.
Tales informaciones señalan que, hasta el momento, el período
1930-1940 representa la gran dkcada de la organización del movimiento de los trabajadores. En 1932 tenemos 421 sindicatos y 54.801 afiliados y en 1940 llega- mos a 1.888 sindicatos con un total de 162.297 miembros (Tablas r y 11) .
El número de sindicatos disminuyó considerablemente entre 1941
y 1945, año este último en el que se manifiesta una tendencia gradual de incre- mento la que se prolonga hasta 1956. Desde 1956 se ha producido un agudo descenso en el nivel de sindicalización, debido en parte a la política del Gobierno de eliminar los sindicatos inactivos, de tal manera que en 1959 existían menos
sindicatos que en 1940 (1.752 en comparación con 1.888: véase Tabla I y Grál-
fico 1) . Respecto a los afiliados, el cuadro se presenta un tanto diferente.
Con excepción de tres años, se registraron aumentos durante todo el período 1932-1947. Entre este último año y 1951 la afiliación se mantuvo bastante esta-
ble en un nivel de 260.000 sindicalizados. La pronunciada tendencia al aumen- to se restableció luego y alcanzó el clímax en 1956, aíío en el que las filas gremia-
les contaban con 317.352 miembros. Al igual en el caso de los sindicatos, el número de los miembros sindicalizaclos declinó entre 1956 y 1959 pero en una proporción un tanto menor. Mientras el número de sindicatos disminuyó en un
26 por ciento entre 1956 y 1959, el número de miembros disminuyó sólo el 17 por ciento. Una explicación que podemos dar a este fenómeno es que los sindi-
catos legalmente disueltos durante el período en cuestión eran generalmente pequeños.
Debido al hecho, entre otros factores, que el porcentaje de dismi-
NUMERO DE SINDICATOS, ABSOLUTO Y RELATIVO POR ARO, POR TIPO DE SINDICATO,
1932-1959
nución de los miembros sindicales es inferior a la disminución del porcentaje de sindicatos, resulta que el número de miembros sindicales no baja en 1959 al nivel existente en 1940 (162.297) sino, más bien, se estabilizó bastante por enci-
ma de Cl (262.300). No obstante, se observa claramente que el volumen de afi- liación no ha crecido regularmente desde mediados de la decada de 1940-1950 y que en 1959 cae al mismo nivel del período 1947-1950 que, como ya lo hemos expresado, constituye un período de estabilización. VCase Tabla II y Gráfico 2.
Si establecemos una relación porcentual con la población económi-
camente activa, la afiliación sindical legal total fluctúa entre el 9 y el 12 por
ciento de 6 t a durante el lapso 1940-1959 (Tabla 111) y no se advierte tendencia alguna a su incremento, al ser calculada sobre la base referida. En realidad, du-
ARO
--
1932
33
34
35
36
37
38
39
1940
4 1
42
43
44
45
46
47
48
49
1950
51
52
53
54
55
56
57
58
59
TOTALEB
N .o
--
421
619
680
669
670
812
932
1.687
1.888
1.977
1.595
1.618
1.652
1.581
1.706
1.831
1.857
1.855
1.907
1.930
1.997
2.067
2 .O68
2.177
2.382
2.121
1.894
1.752
N.o
253
376
4 14
4 14
395
496
599
1 .O94
1.259
1.300
991
1.043
1.056
1 023
1.115
1.228
1.250
1.234
1.270
1.282
1.343
1.387
1.372
1.495
1.563
1.367
1.225
1.116
AQRICOLA INDVBTRIAL PROFESIONAL
%
60
61
61
62
59
61
64
65
07
00
62
64
64
65
65
67
67
67
67
66
67
67
66
69
66
64
65
64
N a
- - - - - - - -
- -
- - - - - -
8
11
15
15
15
19
22
31
31
28
20
N 0
168
243
266
255
275
316
333
593
629
677
602
575
596
558
591
603
607
613
626
633
639
665
677
660
788
723
641
616
%
- - - - - - - -
- - - - - - - -
0,43
0,58
0,7S
0.75
0,73
0,92
1
1
1
1
1
%
40
39
39
38
4 1
39
36
35
33
34
38
36
36
35
35
33
33
33
33
33
32
32
33
30
33
34
34
35
railte los últimos tres años del periodo se observa, más bien, una declinación.
Probablemente este descenso no signifique tanto una disminución efectiva del número de miembros sindicalizados como sea la consecuencia de la eliminación
de los registros oficiales de muchos sindicatos que en realidad habian dejado de actuar y que habian estado engrosando ficticiamente el poderio sindical duran-
te años.
La significación de la Tabla 111 es, en consecuencia, y en primer lugar, que ella señala la estabilización relativa de la afiliacihn sindical legal
durante un largo lapso. No se debe, sin embargo, tomar el porcentaje de afilia-
ción sindical en relación al total del contingente de la fuerza del trabajo en cual-
quier aíío dado como índice de la fuerza de todo el trabajo organizado durante aquel año. Esta Última cuestión del poderío del trabajo organizado será conside- rada en forma separada y a continuación.
En segundo lugar, podemos inferir, basándonos en los datos de la
Tabla 111, que en Chile los sectores fácilmente organizables de la economía ya se
encuentran estructurados, y lo han estado durante algún tiempo, y que s610 un nuevo avance orientado en una dirección diferente puede conducir a otro incre-
mento significativo del sindicalismo legal. Entre las esferas actualmente no pene-
tradas y que podrían originar un nuevo incremento del sindicalismo, podemos mencionar el sector público, la agricultura y las pequeñas empresas (con menos de venticinco operarios) . En cuanto a éstas, se debe señalar que sus trabajadores,
NUMERO DE SOCIOS, ABSOLUTO Y RELATIVO POR ANO. POR TIPO DE SINDICATO Y POR TODOS
LOS SINDICATOS. 1932-1959
mientras no pueden formar sindicatos industriales, tienen derecho de organizarse
en sindicatos profesionales si ejercen el mismo oficio o profesibn. Sin embargo, por su alcance limitado, este derecho no se aprovecha mucho, siendo el caso más
conocido el de los panificadores.
El progreso sindical en cualquiera de las tres direcciones menciona- das requeriría modificaciones del CGdigo del Trabajo. Tales cambios acarrearían
probablemente rápidos avances de la sindicalización de los organismos del Es-
tado y de las empresas privadas pequeñas, pero en la agricultura quizás no se producirían tan fácilmente. Como explicaremos en mayor detalle a fin de este
capítulo, en la actualidad se permiten los sindicatos en la agricultura, aunque
en condiciones muy desventajosas si las comparamos con la relativa libertad de
los sindicatos industriales y profesionales. La supresión de las restricciones le-
gales no alteraría, sin embargo, los factores de distancia y de aislamiento
geográfico o la naturaleza de la fuerza de trabajo agrícola, todo lo cual ha in-
fluido en forma importante en la pasividad del sector agrícola al sindicalismo.
Fundamentalmente, a lo largo de todo el período 1932-1959, el
sindicato industrial representa, groso modo, un tercio del total de los sindicatos
legales y un 55-60 por ciento de toda la población sindical legal. A la inversa,
el sindicato profesional alcanza a los dos tercios del total de los sindicatos, pero
sólo a 40-45 por ciento de todos los miembros sindicalizados (Tablas I y 11) . Ob-
viamente, el sindicato industrial es en promedio mucho más grande que el sin-
dicato profesional. Es cierto que la Tabla iv señala que el sindicato industrial
medio es alrededor de dos veces y media mayor que el sindicato profesional me-
dio (250 miembros contra 100). Puesto que la afiliación ha sido siempre obli-
gatoria en el sindicato industrial (una vez que el sindicato ha sido aprobado
POBLACION ACTIVA TOTAL Y SOCIOS SINDICALES TOTALES, 1940-1959 *
POBLACION ACTIVA TOTAL TOTAL DE BOCIOB SlNDICdLEB
* ~ s t o a datos fueron obtenidos de la Sección Andlisis y C&lculos del Departamento de Estadísticas De-
mográfirns en la Dircccibn de Estadísticas y Censos.
Por población económicamente activa se entiende a aquellas personas que tengan 12 niios y más, cuyo trabajo
se remunera, ya sea en dinero o en especies. Tambien se incluirfin dentro de este grupo a aquellas personas dedicadas
a los quchacercs de1 hogar y a los estudiantes que ejercen una ocupación remunerada, y por Úitimo,se considerar&
tnnibieu como integrantes de la poblaciln activa a los desocupados o cesantes
Izas cifras contenidas cn este cundro son estimnciones hechas al 30 de junio de cada año y est6n b~isndns en
los censos de los anos 1930, 1940 y 1962.
Dicha estimación fue realizada como porrentaje de la población total existente en la fecha de loe censos, ha-
ciPndose las interpolaciones y extrapolaciones correspondientes con las correcciones necesarias.
por la mayoría de los operarios de la industria) a la par que no lo es en el pro- fesional, pudiera esperarse que la historia de los últimos treinta años favorecie-
se al sindicato industrial. Empero, como ya se ha expuesto, no ha sido así, y la
fuerza relativa de los dos tipos de asociaciones se ha mantenido sorprendente- mente estable.
B. Tamaño del movimiento del trabajo H A S T A este punto nuestro análisis se ha desenvuelto fundamentalmente en
términos de la significación relativa y reveladora de las tendencias de los datos de la Dirección del Trabajo en cuanto a sindicatos y afiliados. Es igualmente im- portante poseer datos precisos sobre el voluinen absoluto del movimiento sindi-
cal legal y, según se hiciera presente en la Introducción, las estadísticas de
TABLA I V
NUMERO MEDIO D E SOCIOS POR TODOS LOS SINDICATOS Y POR TIPO DE SINDICATO, 1932-1959
la Dirección del Trabajo incluyen sindicatos patronales en el total de sindica- tos, a la vez que contabilizan dos veces aquellos miembros sindicales que osten-
tan doble afiliación. AdemAs, en Chile, al igual que en cualquier otro país, existe
tanto el sindicato activo como el inactivo, y debiera elaborarse y aplicarse un cri-
terio tendiente a mantener una separación lo más clara posible entre uno y otro.
Por estas razones, y también como un paso preliminar necesario para la confec-
ción de nuestra muestra de balance sindical, hemos realizado nuestro propio ten-
so de la población sindical en el año 1959, basándonos en la lista básica de sindi-
catos de la Dirección del Trabajo, que se menciona en la Introducción, así como
en otros registros llevados por esa repartición respecto de la mayoría de los sin-
dicatos legales del país. Se realizaron visitas a dieciocho de los veinticinco Inspec- 231
A ~ O
-
1932
33
34
35
36
37
38
39
1940
4 1
42
43
44
45
46
47
48
49
1950
51
52
53
54
55
56
57
58
59
INDUSTRIAL
175
164
160
186
186
219
237
178
146
184
203
248
24 1
250
251
250
2SO
241
235
238
24 3
247
156
247
217
224
241
243
PROPEBIONAL
100
94
93
87
90
95
78
62
56
65
72
68
98
9 1
93
92
90
88
8 8
88
96
96
96 1 94
92
99
98
99
AGRICOLA
- - - -
- - -
- - - - - - - - - 96
77
70
69
69
G9
85
77
77
73
83
TOTALES
130
121
119
124
129
143
135
103
86
106
122
132
150
147
148
144
142
139
136
137
142
144
116
140
133
141
146
150
torías Provinciales del Trabajo y en la propia Dirección. Estas visitas fueron fruc- tíferas y nos permitieron completar el trabajo de clasificaciónl.
La Tabla v contiene los resultados generales o preliminares de nuestro inventario sindical para el año 1959. Se señala allí que 2.221 sindicatos gozaban de personalidad jurídica, y en consecuencia existían legalmente, duran- te todo o parte del año y que estos sindicatos contaban con un total de 303.595 miembros. Sin embargo, estas cifras no constituyen índices realistas del poderío del sindicalismo legal en Chile porque ellas incluyen un subido porcentaje de
sindicatos y afiliaciones que existían sólo en el papel y también una cantidad significativa de sindicatos de empleadores.
Estos últimos sindicatos fueron fáciles de identificar y eliminar, pero la interrogante en cuanto a si un sindicato era activo o inactivo significó
difíciles problemas de clasificación. Antes de dar a conocer los resultados de nuestra clasificación de los sindicatos legales en activos e inactivos, debe decirse algo acerca del modo en que opera el sistema de clasificación de la Dirección del Trabajo y de cómo hemos refinado tal sistema para nuestros fines. Desde el punto de vista estrictamente legal, un sindicato mantiene su calidad de tal hasta que su personería jurídica o condición de corporación legal se cancela por medio del procedimiento y en la forma que determinan las leyes del tra- bajo2. Sin embargo, la Dirección, para un más eficiente control, ha creado una clasificación, de carácter extralegal, de sindicato "en receso", lo que constituye
POBLACION SINDICAL TOTAL: TOTAL DE SINDICATOS Y SOCIOS POR TIPO DE SINDICATO
E N NUMEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
=Las provincias del extremo sur, Chilok, AisCn y Magallanes, no se visitaron
por razones económicas y también debido a que habían muy pocos sindicatos de estas provincias
acerca de los cuales faltase informaci6n. No fue necesario visitar Colchagua, Maule, Suble y Cautín porque los datos de los registros de la Dirección del Trabajo eran completos o casi
completos en relación con los sindicatos correspondientes. De 737 sindicatos acerca de los cuales
rio se disponía de datos o cuyos datos que registraba la Dirección del Trabajo eran inadecuados,
247 estaban situados en inspectorías provinciales, departamentales o comunales, donde se ha
podido encontrar datos Útiles respecto a ellos. El resto se clasificó como sindicatos inactivos.
aLos sindicatos se pueden disolver por infracciones a determinados artículos del
C6digo del Trabajo, por infringir la libertad individual, el derecho al trabajo o los derechos
de la industria, fuera de otras causas. .
8INDICAT08
TIPO DE GISDICATO
Industrial ........................... Profesional ..........................
............................ Patronal
Agrtcoln ............................
Totales.. ........................
80CI08
N.o
-
761
1.182
251
27
2.221
N.o
162.274
118.332
20.858
2.131
303.595
%
34
53
11
1
100
%
53
39
7
1
100
una etapa intermedia entre la condición activa y la disolución. La causa más
común para que la Dirección del Trabajo clasifique a un sindicato en receso.
es la de no haber renovado su directorio. Este último se mantiene en funciones
durante un año, según la legislación vigente, y debe renovarse en una asamblea
general de socios con asistencia del inspector del trabajo correspondiente. Si no
se renueva el directorio, la dirección del Trabajo puede considerar que el sindi- cato se encuentra inactivo o por lo menos que no se cumple la ley, y corresponde
en consecuencia declararlo en receso, lo que constituye una especie de estado
condicional. Si el sindicato continuase en receso durante un segundo año o más,
la Dirección del Trabajo puede dar comienzo al a menudo lento proceso de
disolución y, mientras no se cancela oficialmente la condición de corporación
mediante un decreto especial, el sindicato puede clasificarse, también extralegal-
mente, como "en disolución". Como ya se ha dicho, el Gobierno actual ha
estado eliminando de los registros a muchos sindicatos que en realidad no son
organizaciones activas; algunos de ellos están en receso desde hace 10 ó 15 años
y probablemente han estado totalmente inoperantes durante la mayor parte de
este tiempo.
Para los fines de este estudio ha sido necesario establecer normas
precisas para la medición e identificación de la población sindical activa. Puesto
que el objetivo ha sido incluir exclusivame~~te a todos aquellos sinclicatos que
daban muestras de vida en 1959, algunos que aquí se consideran activos pueden
haber estado en receso cle acuerdo con los registros de la Dirección del Trabajo.
No obstante, nuestro sistema de clasificación ha seguido y hecho uso de la mis-
ma terminología de la Dirección. En otras palabras, el sindicato no activo se
clasifica como "en receso", "en disolución" o "cancelado", según sea el caso.
Dos pruebas fundamentales en relación con la actividad sindical
en Chile son la realización de elecciones de directorio y la presentación de ba-
lances a la Dirección del Trabajo. Sobre la base de estos criterios generales,
hemos elaborado tres pruebas específicas de activiclad, clasificando a los sindica-
tos corno activos si cumplen las concliciones de cualquiera de estas pruebas. Se
ha clasificado como activo a un sindicato ya sea si: 1) renovó su directorio en
1959; 2) renovó su directorio en 1958 y en 1960, pero no en 1959, o 3) renovó
su directorio en 1958, pero no en 1960 y presentó a la Dirección del Trabajo un
balance del año 1959. Mediante la aplicación de tal criterio es posible que
se haya considerado activo algún sindicato aun cuando éste no haya sido reco-
nocido sino en 1960. Tenemos constancia que esto sucedió en un caso. Igual-
mente, algunos sindicatos que estaban en receso en 1959, según los registros
de la Dirección, presentaron balances para el año o renovaron sus directorios en
1960 y, en consecuencia, se clasifican aquí como activos en 1959. Nuestro sindi-
cato en receso es aquél cuya Última renovación de directorio se efectuó en 1958
o antes y no presentó balance para el año 1959. Un sindicato en disolución es
uno que gozó del estado de asociación durante 1959 pero cuya disolución ya
se había iniciado por procedimientos legales. Un sindicato cancelado es uno
que existió legalmente durante parte de 1959 pero cuya personalidad jurídica
le fue suprimida durante el año. En nuestro estudio no se presentó el caso de un
sindicato cancelado que estuviese activo en 1959, según nuestra definición, de
modo que no hay deficiencia en los datos por este capítulo. Se puede considerar
que nuestros sindicatos activos son aqu6llos que se encontraban efectivamente
en operación a fines del año 1959. La clasificación sobre la base anterior da una población sindical
activa de 1.660 sindicatos y 257.712 sindicalizados en 1959 (Tabla VI). Expre-
sado en porcentajes, esto significa que un 25 por ciento de los sindicatos, y un
15 por ciento de los miembros, que legalmente existieron durante todo o parte
POBLACION SINDICAL ACTIVA E INACTIVA: SINDICATOS Y SOCIOS ACTIVOS E INACTIVOS
POR TIPO E N NUMEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
del año 1959, estaban realmente inactivos (Tabla VII) . El peor record a este
respecto correspondió a los sindicatos agrícolas (con el 61 por ciento de sus
miembros inactivos) y les siguieron, en este mismo orden, sindicatos profesio-
nales, patronales e industriales. De aquellos sindicatos y miembros que figuran
en el rubro general de inactivos en 1959, la gran mayoría (entre 60 y 80 por
ciento) fueron cancelados en el curso del año y son los sindicatos agrícolas los
únicos que evidenciaron mayores porcentajes en receso que cancelados (Ta-
blas VIII y IX) . Como ya hemos señalado, el sindicato industrial tiene menos socios
inactivos que los otros tipos de sindicatos, y por eso su proporción de los socios
activos (57 por ciento) es mayor que su proporción de todos los socios, activos
e inactivos (53 por ciento). Compárese Tablas v y VI. Al sindicato industrial le correspondía en 1959 el 57 por ciento de todos los miembros sindicales activos,
al sindicato profesional el 355 por ciento, al sindicato patronal el 7 por ciento
y al sindicato agrícola el 0,3 por ciento. Sin embargo, como nos interesamos
solamente en sindicatos que están realmente formados por los trabajadores, aun
la información cle la Tabla VI es un tanto abultada; debemos restar los sindica-
tos patronales y sus afiliados3, lo que deja una fuerza sindical genuina de 1.472
=Las organizaciones de empleadores eliminadas del presente estudio son del si-
guiente tipo: propietarios de carnicerías, panaderías y peluquerías; dueños de autom6viles de
alquiler, biises y camiones de arriendo; pequeilos comerciantes y tenderos; dueños de hilande-
TIPO
DE BINDICATO
Industrial ....... P r o f e s i o n a l .. . . . . P~t ronu l ........ A g r í c o l a . . . . . . . .
Totales.. . . . .
I N A C T I V O S A C T I V O 0
BINDICAMB
N .e
-P-pp-p-
158
325
63
15
~ ~ - ~ ~ ~ ~ - 561
BOCIO8 ~ I P F D I C A W B
%
28
58
11
3
100
N.o
14.641
26.703
3.235
1.304
46.883
N.o
603
857
188
12
1.660
BOCIOB
%
32
58
7
3
100
ppp
%
36
52
11
0,72
100
N .o
147.633
91.629
17.623
827
257.712
%
57
36
7
0,32
100
POnLACION SINDICAL ACTIVA E INACTIVA: PORCENTAJE DE SINDICATOS Y SOCIOS ACTIVOS
E INACTIVOS POR TIPO
sindicatos y 240.089 miembros. Entonces, a la categoría industrial corresponde
el 41 por ciento de todos los sindicatos y el 61 por ciento de todos los miembros sindicales, a Ia categoría profesional el 58 y 38 por ciento, respectivamente, y a
la categoría agrícola el 0,82 por ciento de los sindicatos y 0,35 por ciento de los miembros (Tabla x) . Debe hacerse presente que existe una cantidad indeter-
ininable de miembros repetidos en la cifra de 240.089. Alg~inos obreros perte-
necen a un sindicato profesional y a uno industrial simultáneamente y algunos
empleados pertenecen a dos sindicatos profesionales. No existe manera fácil de averiguar cuántos se encuentran en estos casos. Reduciendo en forma estimada
la cantidad anterior, se podría establecer en 200.000 militantes el potencial neto
y genuino del sindicalismo legal en Chile4.
Nuestra afiliación sindical activa total (257.712) es casi la misma
que la de la !Dirección del Trabajo (262.300), pero existe una diferencia subs-
rias; firmas distribuidoras de leche y licores. De los 188 sindicatos patronales eliminados 7 eran
en realidad "sindicatos mixtos", o sea, compuestos de patrones y trabajadores. El sindicato
mixto se permite por la ley, pero no figura importantemente en la fuerza sindical total.
'Un autor ha calculado que la doble afiliacibn alcanza a un tercio del total de
la afiliacibn sindical de miembros no empleadores. Hernán Troncoso, "Situacibn Sindical en
Chile", Polilica y Espiritu, 15 de septiembre de 1958, p. 33. Aun cuando este cAlculo es estimado,
no existe manera de llegar a una cifra más segura, excepto mediante un estudio especial d e
muestras. No obstante, consideramos que este cálculo, que la doble afiliación alcanza a un
tercio del total, puede significar una sobrevaloracibn y, dado que preferimos quedar cortos en
e l cálculo, antes que sobrepasarnos, consideramos que es igual a un sexto.
TOTALES
100
100
- 100
100
- 100
100
100
100
100
100
- TIPO DE SINDICATO
Sindicatos. ................... Industrinl
Socioe.. ......................
Sindicntos .................... Profesional
Socios.. ...................... -
Sindicatos.. .................. Patronal
Socios. ......................
Sindicn tos. ................... Agricola
Socios.. ......................
Sindicatos. ................... Totnlea
Socios.. ......................
ACTIVOB
78
01
72
77
75
84
44
30
75
85
INACTIVOS
21
9
28
23
25
16
56
61
25
15
TABLA VI11
SINDICATOS Y SOCIOS INACTIVOS Y CANCELPiDOS POR TIPO EN NUMEROS ABSOLU'I'OY
tancial entre nuestro total para los sindicatos activos (1.660) y el de la Direc- ción (1.752). Además, nuestra eliminación, del total, de la afiliación patronal y filiación duplicada deja una afiliación neta de 24 por ciento inferior a aqué- lla señalada por la Dirección (262.300 frente a nuestra cifra de 200.000). Nues- tras cifras señalan 603 sindicatos industriales, 857 sindicatos profesionales y sólo 12 sindicatos agrícolas, mientras que las cifras respectivas de la Dirección son de 616, 1.116 y 20. Respecto al promedio de afiliación sindical, nuestras cifras son de 245 para sindicatos industriales, 107 para los profesionales y 69 para los agrícolas, mientras que la Dirección señala las cifras de 243, 99 y 83, respectiva- mentes. Compárense las tablas anteriores con las Tablas I, 11 y IV.
Es sumamente interesante el hecho de que mientras el tamaño promedio del sindicato industrial es de cerca de 245 miembros, el 40 por ciento de todos los miembros de los sindicatos industriales se distribuye entre los 26 sindicatos más grandes (de 1.025 o más miembros). Además, el 83 por ciento de todos los sindicatos industriales poseen menos de 325 miembros, que repre- sentan sólo el 35 por ciento de la afiliación total de los sindicatos industriales.
TIPO DE RINDICATO
Sindicatos. ....... Industrial
Socios.. ..........
Sindiratos. ....... Profesional
Socios.. ..........
Sincljcntos. ....... Patronal
.......... Socios..
Sindicatos. ....... Agricol;~
Socios. . . . . . . . . . . . .
Siridicatos. . . . . . . . Totalce
Socios ............
6Nuestras cifras de afiliaci6n promedio para cada tipo de sindicato se basan en
el total de 240.089 miembros sindicales no empleadores y no en la de 200.000. Parece que no habría un criterio objetivo que permitiese distribuir la deducción o perdida arbitraria de 40.089 miembros entre los sindicatos profesionales e industriales.
I N A C T I V O 8
TOTAL
CANCELADOS
130
11.839
243
21.685
36
2.216
2
201
-- 411
33.941
RECEBO
10
1 .O09
40
2.873
15
561
11
973
76
5.416
TOTAL
IXACTIVOS
Y CANCELADOS
158
14.641
325
26.703
-
63
8.235
15
1 304
561
45.883
DIBOLUCIOIF
---
18
1.793
42
2.145
12
458
-
2
130
-- 74
4.526
TOTAL
INACTIVO8
28
2.802
82
5.018
27
1 .O19
13
1.103
150
9.942
SINDICATOS INACTIVOS Y CANCELADOS POR TIPO EN NUMEROS RELATIVOS
POBLACION SINDICAL ACTIVA NO PATRONAL POR TIPO DE SINDICATO EN NUMEROS
ABSOLUTOS Y RELATIVOS
TIPO DE SINDICATO
-
Sindicatos. . . . . . . . . . . . . . . . Industrial
Soiioe.. ..................
Sindicatos. . . . . . . . . . . . . . . . Profesional
Socios.. ..................
Sindicatos. ............... Patronal
Socios.. ..................
Sindicatos. ............... Agrícola
socios.. ..................
Sindi(8atos. ............... Totales
So-ios.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-- RECEBO
--
6
7
12
11
24
17
73
75
14
12
TIPO DE RINDICATO
Por otra parte, el 49 por ciento de todos los sindicatos industriales tienen menos
de 100 miembros, que representa sólo el 11 por ciento de toda la afiliación
sindical industrial. Sucede, en consecuencia, que la mayoría de los sindicatos
industriales son muy pequeños y que un grupo de algunos sindicatos muy gran- des (fundamentalmente de las industrias minera y textil) abulta extremada-
mente el promedio de la afiliación sindical industrial.
I N A C T I V O 8
DISOLWCTON
11
12
13
8
19
14
13
10
13
10
B I N D I c A T O S
N. 0 I * Iiidustrisl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Profesional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. Agricola ............................
Totales.. ........................
603
S57
12
1.472
41
58
0,82
100
C. Poder
Respecto de los sindicatos profesionales, existen sólo cinco que tienen 1.025 o más miembros y ellos corresponden al 8 por ciento de la afiliación sindical profesional total. El 94 por ciento de todos los sindicatos proEesionales tiene menos de 325 miembros y e1 68 por ciento de todos los miembros de los sindicatos de este tipo; el 74 por ciento posee menos de 100 miembros y el 35 por ciento del total de los miembros; y el 44 por ciento de ellos tiene menos de 50 miembros y el 15 por ciento de todos los miembros de los sindicatos pro- fesionales. De este modo, la gran mayoría de los sindicatos profesionales son extremadamente pequeños, mucho más aún que los sindicatos industriales, y no
existen sindicatos lo suficientemente grandes para elevar apreciablemente el volumen promedio de miembros de este tipo de sindicatos. Véase Tabla XI,
Capitulo 11.
io del movimiento del trabajo Y A H E M O S tenido ocasión de distinguir entre el "volumen" y el "poderío" del movimiento laboral. El volumen se refiere a la cantidad absoluta de miem- bros sindicales, mientras que el poderío es una relación entre el volumen alcan-
zado y la fuerza de trabajo potencialmente organizable. Para medir el poderío, en consecuencia, se necesita la cifra del total de trabajadores organizados y otra que nos dé la fuerza de trabajo susceptible de ser organizada. La Tabla 111 com-
para solamente la afiliación sindical legal con el total de la fuerza de trabajo y es más bien una medida de la tendencia al incremento del sindicalismo legal que una medida del poderío de todos los trabajadores organizados. Para llegar
a un índice apropiado de medición, debemos agregar a nuestros 200.000 miem- bros de sindicatos legales toda otra cantidad conocida de trabajadores organi- zados, legal o alegalmente y, al mismo tiempo, debemos substraer del total de la
fuerza de trabajo todos aquellos miembros que no pueden estar organizados
por una u otra razón. Primero debe destacarse que una parte apreciable d e los trabaja-
dores susceptible de organizarse no tiene derecho a formar sindicatos. Algunos
de los trabajadores afectados por esta prohibición (empleados públicos) tienen
el derecho, sin embargo, de formar asociaciones, y lo han liecho así la mayor parte. Consecuentemente, deben contarse en el sector organizado. Otros traba- jadores a los que se ha negado, efectiva pero indirectamente, el derecho a orga-
nizar sindicatos (los que laboran en empresas de menos de veinticinco operarios y que no pueden clasificarse en el mismo oficio o profesión) no tienen la alter- nativa de formar asociaciones. Por lo tanto, permanecen sin organizarse y no
deben considerarse entre los trabajadores susceptibles de hacerlo.
Es obvio que muchas otras personas de la fuerza de trabajo tampo-
co pueden organizarse en sindicatos geniiinamente obreros y no debiera dejarse
que abulten Ia cifra en función de la cual se mide el potencial del trabajo organizado. Entre tales personas se cuentan los industriales, los agricultores, los
comerciantes, los profesionales y los militares. Puesto que ellos no constituyen fuentes de reclutamiento para los sindicatos, no deben influir en que aparezca mayormente débil o ineficaz al movimiento del trabajo por no haberse ellos
organizado. Por otra parte, hay algunos trabajadores que se han organizado libre o alegalmente y ellos se deberían contar en el sector sindical.
Desgraciadamente, como ya se ha liecho presente, nuestra búsqueda
de datos estadísticos sobre 10s puntos que se viene de mencionar no ha sido del
todo exitosa. Hemos encontrado cifras respecto al volumen de empleados públi-
cos organizados en asociaciones (136.530) O y al número de industriales, agricul-
tores, comerciantes y profesionales del país (613.874) Agregando los empleados
públicos asociados a los trabajadores organizados, obtenemos un contingente
total de 336.530 personas y restando los industriales, agricultores, comerciantes
y profesionales a Ia fuerza del trabajo queda un potencial organizable neto de
2.125.824 personas. Un cálculo basado en estos nuevos totales señala que los
trabajadores organizados constituían el 16 por ciento del potencial organizable
de trabajadores en 1959 (en lugar del 10 por ciento que señala la Tabla 111).
Como el contingente de 2.125.824 personas aún incluye los militares que no
pueden organizarse en sindicatos declarados y como el contingente sindical de
336.530 trabajadores no incluye los que militan en sindicatos libres, la cifra
de 16 por ciento todavía subestima el poderío de los trabajadores.
En algunos países los trabajadores agrícolas no se cuentan entre
los potencialmente organizables, debido a que en el devenir histórico estos tra-
bajadores han sido muy difíciles de organizar. Si los restamos (302.815)a de la
fuerza de trabajo, substrayendo tambiCn los pocos campesinos organizados (827)
del total de los trabajadores organizados y luego recalculamos la relación por-
centual, encontraremos que los trabajadores organizaclos constituían el 18 por
ciento de la fuerza de trabajo organizable no agrícola durante 1959.
Además, en cualquier cálculo del poderío sindical en Chile debe-
mos reconocer el hecho que en algunas de las industrias básicas el sindicalismo
es muy poderoso y probablemente abarque entre el 50 y el 90 por ciento de los
trabajadores organizables en estas industrias (por ejemplo: las industrias del
acero, el carbón, el cobre y marítima). El análisis del poderío sindical que
antecede se resume en la Tabla xr.
ODatos recogidos por Jorge Barría y que se encuentran disponibles en e l
Departamento de Relaciones Laborales de INSORA.
7Esta cifra se compone de 329.262 agricultores: 137.616 gerentes, administradores
y funcionarios de categoria directiva; 92.195 profesionales, técnicos y trabajadores afines, y
54.801 vendedores y similares. La cifra sobre agricultores corresponde al año 1955 y las demás
al año 1952. No hay proyecciones de estos datos para 1939, el año al cual corresponde la cifra
de 2.739.698 que usamos para la población activa total, y por cso probablemente subestiman el
volumen real de estos sectores de la población activa en 1959. La cifra para los agricultores in-
cluye a los patrones y sus familiares y los administradores que trabajaban en las explotaciones
agrícolas en 1955 según el censo del mismo año. República de Chile, Servicio Nacional de
Estadistica y Censos, XII Censo General de Poblacidn y I de Vivienda, Tomo 1, Resumen del
Pais, Cuadro N'? 28, p. 231; República de Chile, Ministerio de Economía, Dirección de Esta-
distica y Censos, 111 Censo Nacional Agricola Ganadero, Tonio VI, Resumen General del País,
Cuadros N.os 10 y 11, pp. 16, 19.
cuentan en este total los peones y afuerinos, los inquilinos e inquilinos
medieros, los medieros y los obreros especializados. Véase Tabla xIr . Hay 22.069 trabajadores
(Lbcnicos, oficinistas y personal de vigilancia) que no hemos contado ni en el total patronal ni
en el obrero, por falta de elementos de juicio. República de Chile, Ministerio de Economía,
Dirección de Estadística y Censos, III Censo Nacional Agrícola Ganadero, Tomo VI, Resumen
General del Paz's, Cuadro NP 11, p. 19.
TABLA XI
FUERZA D E L SECTOR TRABAJADOR ORGANIZADO, 1959
Al concluir este capítulo, debe hacerse un especial llamado de atención hacia el pie del sindicalismo legal en la agricultura. Si existen 300.000
trabajadores en la fuerza de trabajo agrícola organizable, de los cuales solamente
827 se encuentran organizados, resulta evidente que el sindicalismo de los cam-
pos es extremadamente débil y debe aún recorrer un largo camino antes de
llegar a ser estimado una fuerza considerable. Algunos de los importantes obs-
táculos que conspiran contra cualquier incremento rápido del sindicalismo cam-
pesino son: 1) las grandes distancias entre los fundos; 2) el aislamiento geográ- fico de las comunidades rurales respecto de los sectores industriales; y 3) la na-
turaleza de la fuerza del trabajo agrícola.
En relaciGn con la fuerza del trabajo agrícola organizable es impor-
P O B L A C I O N
1) Activa No-Patronal: 2.125.824
2) Activa No-Patronal y h'o-Agricoln:
1 .823.009
3) Activa No-Patronal de Principales
Industrias (Acero, Carbón, Cobre,
hlnritima)
TABLA XII
FUERZA DlfL TRABAJO AGRICOLA ORGANIZABLE *
TRARAJ.4DORES OR(IAN1ZADOS
Socios Sindicales y Asociados: 336.630
Socios Sindiralcs No-Agrícolas y Asoria-
dos: 335.703
Socios Sindicales
% --
16
18
50-90
*Estos dato^ acerca de la fuerza del trabajo agrícola que se encuentran en el I I I Censo Nacional Agrícola
Ganadero no incluyen iiienciúii específica deld'voluntario" que se describe en el Código del T r a b a j o como "el obrero
agr ic~la que reaide en el fundo y que trabaja ocasional o permanentemente por un ealnrio y ración dc coinida, en su
caso". Tampoco se menciona en el Censo el "reemplazante" que ea, segdn el Código del Trabajo , "el obrero aprícola
que trabaie en el fuiido por cuenta y cargo del inquilino a quien reemplaza". Véase I ibro 111 .Título IV , Art.432
del Cbdibo del Trabajo . Ee probable que los voluntnrios Y lcs reemplneantes se incluyan en el Censo entre los peones.
%
59
27
9
5
100
TIPO DE TRABAJADOR
........................................... Peonesy Afuerinos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inquilinos e Inquilinos Medieros..
Medieros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Obreros Especializados.
Totales ................................................
N.O
179.779
82.367
26.861
13.808
302.815
tante conocer a los distintos tipos de trabajador campesino, y la proporción en que figura cada uno en la fuerza del trabajo total organizable, porque un tipo presenta un problema de organización diferente que otro. Según el censo agrí-
cola de 1955, hay cuatro tipos de trabajador campesino en el país: el peón y el afuerino, el inquilino y el inquilino mediero, el mediero, y el obrero especiali- zado (véase Tabla XII) . Los peones y afuerinos son los más numerosos y consti- tuyen un 59 por ciento de la fuerza del trabajo agrícola organizable, los inqui- linos e inquilinos medieros siguen con el 27 por ciento de ella, los medieros
cuentan con un 9 por ciento y los obreros especializados con el 5 por ciento.
En el mismo censo se define el afuerino como "el peón, general-
mente sin tierra, que ofrece su trabajo, por lo común en ciertas épocas del año, en especial las de coseclia, a la explotación agríc~la". El inquilino es "una categoría de obrero de la explotación agrícola que vive dentro de ella y recibe su retribución en casa, porción de tierra u otras regalías y parte en dinero". Al mediei-o se le conoce coino el trabajador a quien "le es suministrada una exten-
sión de tierra para su cultivo, mediante acuerdo; que no siempre vive en ella y cuya producción se reparte a medias con el productor o dueño de la explo-
tación"9.
El grado de independencia personal, regularidad de trabajo y mo- vilidad de estos tipos de trabajadores son algunos de los factores que influyen importantemente en facilitar o dificultar su sindicalización. El inquilino vive
físicamente en el fundo y trabaja en él durante todo el año, su relación con el hacendado es íntima, lo que dificulta su sindicalización. Los peones y afuerinos
son más independientes respecto a esta modalidad, pero, por otro lado, muchos de ellos son trabajadores ocasionales o trasliuinantes y esto complica el problema
de su organización. Los medieros también viven más independientemente del dueño de la tierra que los inquilinos, pero esta ventaja es probablemente, en
alguiios casos, contrabalanceada por una psicología de pequeño agricultor. Los obreros especializados constituyen sólo un pequeño porcentaje del total de traba-
jadores campesinos y no aportarían un aumento considerable, aun si todos se sindicalizaran.
El efecto combinado de los tres obstáculos mencionados (las dis- tancias entre fundos, el aislamiento geográfico del sector rural y la naturaleza
de la fuerza del trabajo agrícola) es el de Iiacer extremadamente difícil en lo físico y económicamente costoso tanto la organización como el mantenimiento
de sindicatos entre los campesinos.
Un cuarto factor que debe tenerse presente al evaluar el sindica- lismo campesino es el dE las limitaciones que el Código del Trabajo pone al establecimiento de los sindicatos agrícolas. Cada sindicato requiere un mínimo de veinte miembros, todos los cuales deben tener más de un año de servicio consecutivo en el mismo predio. Este precepto, que por sí solo priva a muchos trabajadores del derecho a organizarse (todos los inquilinos y voluntarios que trabajan en pequeños fundos, todos los afuerinos y probablemente la gran ma-
yoría de los medieros), se complementa con otro que exige que por lo menos diez de los trabajadores que deseen constituir un sindicato sepan leer y escribir. Dado que el analfabetismo en la población rural total alcanza a aproximada-
mente 42 por cientolo, el efecto de este último requisito es probablemente deci- sivo en prohibir la formaci6n de sindicatos en algunos casos. Estas cortapisas legales, y otras no mencionadas, han liecho que algunos trabajadores agrícolas formen sindicatos alegales o libres. Sin embargo, las trabas de origen legal pue- den fácilmente ser objeto de una excesiva sobreestimación, mientras que no se otorga el debido valor a los otros obstáculos fundamentales ya señalados.
'"En el censo de 1952 se define a la poblacibn rural como aquella que "vive en
zonas carente5 de servicios públicos y municipales y que depende fundamentalmente de la
producción primaria." En esta poblacibn, que obviamente incluye a otras personas fuera de los
trabajadores de la agricultura y sus familias, la tasa de analfabetismo en 1952 era de 42 por
ciento. Dado que los trabajadores agrícolas se encuentran en el peldaño inferior de la escala
social, la tasa de analfabetismo entre ellos es indudablemente mis elevada que entre la pobla-
cibn rural considerada como un todo. República de Chile, Servicio Nacional de Estadística y Censos, XII Censo General de Población y I de Vivienda, Tomo 1, Resumen del Pais, p. 67. La
tasa de analfabetismo de 42 por ciento se calculd a partir de cifras absolutas sobre analfabetis-
mo y alfabetismo que se encuentra en la Tabla XI (p. 164) de este volumen.
A. Análisis de las tendencias e n los ingresos
I N T R O D U C C I O N
D U R A N T E más de treinta años la Dirección del Trabajo ha dado a conocer
datos relativos a los ingresos sindicales por concepto de participación de utilida- des y por cuotas. En el análisis de los ingresos sindicales que hemos efectuado,
para el año 1959, que se incluye en la segunda parte del presente capítulo, identificamos cuatro fuentes adicionales de ingreso.
No hemos podido establecer si los datos de la Dirección del Traba-
jo son simplemente incompletos o si, por ejemplo, los ingresos que se califican como cuotas también incluyen ingresos de otro origen y así, al agregarse a la
renta proveniente de la participacidn de utilidades, dan una cifra total de ingre- sos. Para el año 1944, sin embargo, el informe de la Dirección del Trabajo explica que su cifra de cuotas para aquel año incluye "otros ingresos", pudiendo
ser éste el procedimiento seguido en los otros años. En todo caso, en las tablas de ingreso que siguen hemos agregado, a aquéllos que provienen de cuotas, los que tienen su origen en participación de utilidades, presentando una cifra del
ingreso total. Sin embargo, si para algunos años (o la mayoría de los años) los datos de la Dirección del Trabajo relativos a ingresos estuvieran limitados estric-
tamente a cuotas y no incluyeran otros ingresos, entonces nuestras cifras del ingreso total para estos años de hecho subestimarían en una cantidad descono- cida el ingreso total.
Respecto a la seguridad de los datos sobre ingresos de los sindicatos legales, debe hacerse una distinción entre los datos de participación de utilida- des y aquéllos de cuotas. Dado que los datos sobre participación de utilidades, según los proporciona la Dirección del Trabajo, se basan en registros tributa- rios oficiales, generalmente son dignos de confianza. Se han encontrado cifras
contradictorias solamente en el caso de tres años (1932, 1933 y 1934) ; en tales casos se ha preferido las cifras más recientes. La seguridad de los datos sobre cuotas, por otra parte, está sujeta a interrogantes más serias. En cuanto a la cantidad, ya se ha señalado que estos datos pueden incluir otros ingresos fuera de las cuotas. En cuanto a la fuente de información, la Dirección del Trabajo ha basado sus cálculos de cuotas en los presupuestos sindicales en lugar de los balances. Los sindicatos deben presentar presupuestos nuevos a la Dirección del
Trabajo cada vez que ocurren cambios en los ingresos presupuestados o en los
gastos contemplados. No obstante, los presupuestos deben ser considerados, por
norma, inferiores a los balances en cuanto a fuente de información sobre ingre-
sos sindicales.
Respecto al procedimiento para elaborar la información sobre cuo-
tas, la Dirección del Trabajo recientemente ha adoptado un procedimiento stan-
dard, pero en la mayor parte de los años que se estudian los datos rel~tivos a cuo-
tas han sido difíciles de recolectar y analizar. Durante algunos años la Dirección
ha emitido cifras separadas para cuotas de sindicatos inclustriales y profesionales;
en otros años existe sólo una cifra total de cuotas y otra para cuotas de sindicatos
industriales; y todavía en otros años se proporciona una cifra de cuotas total
que es la misma cifra de cuotas de los sinciicatos industriales. Se Iian analizado
cuidadosamente los informes anuales, las tablas acumulativas y las comunicacio-
nes respecto a cuotas, cotejando estos datos con los publicados por la Dirección
General de Estadística, y procediéndose a resolver las coiitradicciones en la me-
jor forma que lo permite la información misma. En 1956 la Dirección del Traba-
jo agregó a los sindicatos agrícolas a sus datos sobre ingresos y a partir de 1958
ha hecho una clara distinción entre cuotas de sindicatos profesionales y de sin-
dicatos industriales. Se espera que esto último se continúe.
Los datos de la Dirección sobre el ingreso proveniente de partici-
paci6n de utilidades de los sindicatos industriales se' hallan disponibles para
todos los años menos uno desde 1926, mientras que existen cifras para ingresos
por cuotas de estos mismos sindicatos para todos los años a partir de 1932. Los
sindicatos profesionales no tienen ingresos por participación de utiliclades, y liemos encontrado datos sobre sus cuotas solamente para los años transcurridos
desde 1940. Las cifras de nuestra primera tabla de ingresos se limitan en conse-
cuencia a los ingresos de sindicatos industriales para el período 1926-1939, ambos
años inclusive; comprenden los ingresos de los sindicatos profesionales e indus-
triales para los años 1940-1959 y de los sindicatos agrícolas para los últimos
cuatro años (1956-1959) del período que se, estudia. Todas las cantidades en
esta tabla y en las tablas subsiguientes para ingresos y egresos se expresan en es-
cudos.
T E N D E N C I A S B A S I C A S E N L O S I N G R E S O S S E G U N F U E N T E S
E L A N A L I S I S de la Tabla I revela que solamente en cuatro ocasiones
desde 1926 el ingreso total ha dejado de aumentar (1931, 1939, 1944, 1946) . La
falta de aumento de los ingresos se debió en tres ocasiones a reducciones en la
participación de utilidades (1931, 1939, 1944) y sólo una vez a una disminución
en las cuotas (1946). Los ingresos por participación de utilidades también baja-
ron en 1951, pero, dacio que se produjo un aumento absoluto todavía mayor en
los ingresos por cuotas, en realidad los ingresos totales del año aumentaron. La Tabla I también indica que los ingresos sindicales totales en 1959 (el año mhs
reciente de aquéllos para lus cuales tenemos datos) ascendió a cerca de 1,5 millón de escudos, y ésta es en verdad una suma moclestísima si se considera que la renta
nacional total para el año 1959 fue de 4.100 millones de escudos.
Desde 1940 (año en que las informaciones de la Tabla I se tornan
más completas) la participación de utilidades Iia sido evidentemente la fuente
INGRESOS SINDICALES EN TOTAL Y POR FUENTE, 1926-1959 (EN ESCUDOS)
principal de los ingresos sindicales totales. Las cuotas han sobrepasado a la participación de utilidades como porcentaje del ingreso total solamente una vez (1944) en el curso de los últimos veinte años. Se deduce que no existe una tendencia para que se produzcan cambios considerables en la importancia rela- tiva de estas dos fuentes de ingresos. Generalmente, las cuotas han fluctuado entre el 33 y el 51 por ciento de las entradas totales y la participación de utili- dades entre el 49 y el 67 por ciento, Compárese la información de la Tabla I con los Gráficos 1 y 2.
Si bien las cifras nominales sobre ingresos sindicales que hemos
considerado hasta este momento muestran aumentos constantes y considerables del ingreso total, tanto de la participación de utilidades como de las cuotas, esto no nos indica si tal ingreso aumentó más rápida o más lentamente que el ritmo de la inflación misma y, en consecuencia, si los sindicatos se encuentran mejor o peor en la actualidad de lo que se encontraban en 1940. Ni tampoco
nos indican si el ingreso sindical efectivo fluctúa desordenadamente de año en año o si los cambios se presentan moderada y regularmente, ni si existen dife-
rencias entre el sindicato profesional y el industrial en estas materias.
En términos generales, no existen dudas de que el ingreso sindi-
cal total real ha declinado drásticamente durante los últimos veinte años (Ta-
bla 11, Gráfico 3 ) . Es también evidente que existen fluctuaciones más agudas en
el ingreso por participación de utilidades que en el proveniente de cuotas.
Han existido cuatro ascensos y descensos básicos en el ingreso total
real, todos los cuales menos uno hicieron descender tal ingreso a un nivel cada
vez más bajo. Así, entre 1940 y 1944 el ingreso efectivo bajó desde E0 2.069.379 a E0 1.515.083. El siguiente cambio en 1947 lo dejó en E0 1.441.979, nivel desde
el cual experimentó un alza durante dos años. Entre 1949 y 1956 el descenso fue constante, con excepción de un solo año, y se detiene en E0 1.180.447, que
constituye el punto inferior del ingreso sindical total del periodo de veinte años que se estudia. Al comparar el promedio de la renta real total de los pri-
meros cinco años del periodo con el promedio de la renta real de los últimos
cinco años, se obtiene un 27 por ciento de disminucibn.
INGRESOS REALES SINDICALES EN TOTAL Y POR FUENTE, 1940-1959 (EN ESCUDOS)*
TOTALEB
* Indice empalmado sobre la base de 1 9 5 9 ~ 100 y obtenido del "Indice de Pre~~ioa al Consumidor," eolet fn
Meniidal del Banco Central de C l~ i l e , N.o 381, noviembre 1959, pAg. 757.
PABTICIPbCIONEU
La situación en relación con las entradas por participación de uti- lidades es casi la misma que con el ingreso total, pero, respecto a las cuotas, es
un tanto diferente. Las cuotas lian fluctuado en tres niveles diferentes, y cada uno muestra una disminución substancial del ingreso real (1940-1945, 1946-1952, 1952-1957). Comparando nuevamente los primeros cinco años can los últimos cinco, las entradas por participación de utilidades han descendido en un 27 por ciento y las cuotas en un 28 por ciento.
CUOTAS
T E N D E N C I A S E N L O S I N G R E S O S S E G U N T I P O D E S I N D I C A T O
L A D I v I S I 6 N de estos ingresos reales entre los tres tipos de sindicatos favo- rece claramente al sindicato industrial (Tabla 111). Siempre ha tenido no menos
del 74 por ciento del ingreso real total y en doce de los veinte años que van de 1940 a 1959 tuvo entre el 87 y 91 por ciento de él. Esto se explica parcialmente
por el hecho de que existen más miembros y, en consecuencia, más aportadores de cuotas en los sindicatos industriales, asf como por el hecho adicional y aún
más importante, que sólo el sindicato industrial goza del derecho a la partici-
pación de utilidades'. Si a estas ventajas agregamos la circunstancia del ma- yor tamaño promedio del sindicato industrial, no resulta sorprendente que co- rresponda a tste una mayor renta media y una mayor renta por miembro que
'El C6digo del Trabajo estipula que las firmas privadas deben compartir con
sus operarios el 10 por ciento de las utilidades netas (menos un 10 por ciento que se puede
restar por razones estipuladas en la ley), pero en ningdn caso más del 6 por ciento de la suma
total de su planilla de pago, y que el 50 por ciento de la cantidad compartida debe entregarse
al respectivo sindicato industrial. Las compañías pueden eludir esta obligación dando al sindi-
cato acciones equivalentes en valor al 6 por ciento del capital pagado.
Hay dos excepciones a esta política general. En los sindicatos industriales constituidos en
empresas que tienen a su cargo servicios de utilidad pública, que estCn sujetas al cobro de tari-
fas por dichos servicios y que cuenten con un capital pagado superior a ochenta mil escudos,
el total de la participacibn se paga a los obreros y, por lo tanto, nada le corresponde por
este capítulo al sindicato. Los trabajadores de la gran minería del cobre están sujetos a un
sistema especial de participación en las utilidades de la empresa. A estos obreros les corres-
ponde, a titulo de participación sindical, el 20 por ciento del salario base por dia trabajado,
hasta un máximo de seis sueldos vitales, sobre la base del sueldo vital de la minería en el
Departamento de Santiago. De la participación que corresponde a cada obrero se descuenta un
5 por ciento que se entrega al respectivo sindicato.
en el caso del sindicato profesional (Tablas rv y v) . La renta media del sindica- to profesional nunca ha sido superior a la quinta parte de las entradas promedio del sindicato industrial y la renta media por miembro del sindicato profesional nunca ha llegado al cincuenta por ciento del ingreso medio per cápita del sindi-
cato industrial. El ingreso de los sindicatos agrícolas, al igual que la correspondiente
afiliación, es insignificante y nunca ha constituido más de dos décimas por ciento del ingreso sindical total. Del mismo modo, los promedios de ingreso real de los sindicatos agrícolas y del ingreso por miembro de estos mismos sindicatos son muy inferiores a las cifras correspondientes de los sindicatos industriales y profesiona-
les (Tablas III, IV y v) .
INGRESOS REAIZS E N TOTAL Y POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959 (EN ESCUDOS)
Se debe considerar, sin embargo, que a pesar del tipo de sindicato que analizamos el ingreso absoluto es pequeño. Así en 1959 el ingreso medio del sindicato industrial fue E0 1.794 y el del sindicato profesional sólo E0 350. Sobre una base mensual, estos promedios serían E0 149 y E0 29 respectivamente, y, sobre una base mensual per cápita, serían sólo E0 0,62 y E0 0,29 (Tabla IV).
Un factor adicional que debe tenerse en consideración al analizar
los ingresos promedios de los sindicatos industriales es que menos de la mitad de estos sindicatos reciben ingresos por participación de utilidades. El ingreso pro- medio de los sindicatos industriales que reciben participación de utilidades es,
en consecuencia, mayor que el ingreso medio de todos los sindicatos industriales
ACIRICOLA
- - - - - - - - - -
- - - - -
22 1
178
2.356
2.600
%
- - - - - - - - -
- - - - - -
0,02
0.01
0,14
0,17
TOTALES
2.069.379
2.010.478
1.873.202
1.874.825
1.515.083
2.018.580
1.727.503
1.441.979
1,693,722
1.811.992
1.758.704
1.430.297
1.407.412
1.540.395
1.316.817
1.216.685
1.180.447
1.229.775
1.705.778
1.506.946
90
9
9
10
10
13
11
10
9
10
9
8
13
19
15
16
22
21
20
21
26
ARO
1940
41
42
43
44
45
46
47
48
49
1950
51
52
53
54
55
56
57
58
59
INDUBTRIAL
1.880.689
1.850.357
1.691.286
1.692.902
1.322.330
1.805.002
1.553.634
1.305.342
1.521.828
1.646.726
1.614.055
1.246.006
1.144.923
1.305.617
1.111.611
943.958
929.396
930.691
1.349.635
1.113.670
%
91
91
90
90
87
89
90
91
90
91
92
87
81
85
84
78
79
80
79
74
PROFESIONAL
188.690
190.121
181.916
181.923
192.753
213.578
173.869
136.637
171.893
165.266
144.649
193.291
262.489
234.778
205.206
272.727
250.830
248.909
353.787
390.676
INGRESO MEDIO REAL DE TODOS LOS SINDICATOS Y POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959
(EN ESCUDOS)
y obviamente muy superior al ingreso medio de aquellos sindicatos industriales
que no reciben renta en absoluto por participación de utilidades. La información de la Tabla VI señala que desde 1926 entre el 10 y el 54 por ciento de los sin-
dicatos industriales han recibido ingresos anuales por participación de utilida-
des y que desde 1940 ha habido una tendencia más bien firme a que este por- centaje aumente. El 24 por ciento de los sindicatos industriales recibieron par-
ticipación de las utilidades de las compañías en 1940 y el 54 por ciento recibió
tales ingresos en 1959. El ingreso promedio que estos sindicatos han recibido
por participación de utilidades ha sido casi regularmente el doble, por lo me-
nos, del ingreso promedio total de todos los sindicatos industriales (compárese la Tabla VI con la Tabla IV) . Si el ingreso por cuotas de los sindicatos indus-
triales con ingreso por participación de utilidades pudiera separarse del ingre-
so total por cuotas de todos los sindicatos industriales y agregarse al ingreso por
participación de utilidades de estos sindicatos, su ingreso promedio obviamen- te sería aun mayor de lo que señala la Tabla VI. La significación de este análisis
es, en consecuencia, que existen dos niveles de ingreso promedio entre los sin-
dicatos industriales. Aquellos sindicatos industriales con ingresos por utilidades poseen el ingreso promedio más elevado de todos los sindicatos del país. Aque-
llos sindicatos industriales (50 por ciento del total) que no cuentan con ingre-
ANO
-
1940
4 1
42
43
44
45
46
47
48
49
1950
51
52
53
54
55
56
57
58
59
PROFRBIOXAL
--- 150
146
184
174
183
209
156
111
138
134
114
151
196
169
150
182
160
182
289
350
INDIIBTRIAL
2.990
2.733
2.809
2 944
2.219
3.236
2.629
2.165
2.507
2.686
2.5i8
1.968
1.792
1.963
1.642
1.430
1.179 '
1.356
2.106
1.608
U/O D E IND.
5
5
7
6
8
6
6
5
5
5
4
8
11
9
9
13
14
13
14
19
TODO8 LO8
8INDICAT08
1 .O96
1 .O32
1.174
1.159
917
1.277
'.O13
788
912
977
922
746
705
745
637
559
496
5fO
901
860
AGRICOL4
- -
- .
- - - - - - -
- - - - - -
7
6
84
130
O/o D E I N D .
- - - - - - - - - -
- - - - - - 0,6
084
4
7
INGRESO MEDIO REAL DE TODOS LOS SOCIOS POR TIPO DE SOCIO, 1940-1959 (EN ESCUDOS)
sos por participación de utilidades probablemente tengan ingresos promedio al nivel de, o no muy superiores a, los ingresos promedio de los sindicatas profesio- nales. Se debería emprender otro estudio para determinar por qué una propor- ción tan elevada de sindicatos industriales no recibe ingresos por concepto de utilidades.
Un mayor análisis de los datos sobre ingresos reales de las Tablas III, IV y v revela una tendencia claramente favorable a los sindicatos profesiona- les. El ingreso total de los sindicatos industriales ha fluctuado desordenadamen- te, tanto en tdrininos absolutos como relativos, con una definida tendencia des- cendente durante el lapso 1940-1959. En cambio, los ingresos totales de los sindicatos profesionales, con seria fluctuación en cuanto a porcentaje, pero no asf en términos absolutos, denotan una tendencia genera1 ascendente (Tablas 1x1
y VII, Gráficos 4 y 5) . Tomando promedios de los primeros cinco y de los últimos cinco años, los ingresos totales reales de los sindicatos industriales declinaron un 37 por ciento mientras los ingresos totales reales de los sindicatos profesionales han aumentado en 62 por ciento. Si calculamos los ingresos de los sindicatos pro- fesionales en forma de porcentaje de los ingresos sindicales totales, encontramos que la participación correspondiente a los sindicatos profesionales en este total se duplicó en el curso de los mismos periodos quinquenales (aumentó desde el 11 al 22 por ciento), mientras los sindicatos industriales sufrieron una pérdida correspondiente (su participación descendió desde el 89 al 78 por ciento). Igual-
SINDICATOS INDUSTRIALES BENEFICIADOS CON PARTICIPACION EN LAS UTILIDADES,
1926-1959
mente, el ingreso promedio de los sindicatos industriales declinó un 40 por cien- to durante estos años mientras el promedio de los ingresos de los sindicatos pro- fesionales aumentó en un 27 por ciento (Tabla IV, Gráfico 6 ) .
Dado que la fuerza relativa de la afiliación de los sindicatos pro- fesionales y de los industriales y el tamaño promedio de cada uno de estos tipos
A k0
---
1926
27
28
29
1930
31
32
33
34
35
36
37
38
39
1940
41
42
43
44
45
46
47
48
49
19BO
51
52
53
54
55
56
57
58
59
TOTAL DQ
SINDICATOS
- - - 61
- -
168
243
266
255
275
316
333
59 3
629
677
602
575
69 6
558
59 1
603
607
613
629
633
639
665
677
660
788
723
641
616
N . 0 DE SINDICATOS
BENEBICIADOEJ
3
5
18
30
- 17
33
35
- 99
119
115
99
62
149
163
- - - -
187
20 1
213
215
231
235
207
24 2
247
290
316
298
354
330
I
% DE SINDICATOS
BENEFICIADOS
-
- - 49
- - 20
14
- 39
43
36
30
10
24
24
- - - -
32
32
35
35
37
37
32
36
36
44
40
41
55
. 54
INGRESO PROMEDIO
REAL DE SINDICATOS
BENEFICIADOS
(EN ESCUDOS)
- - - -
- - - - - - - - - -
8.800
7.413
- - - -
5.504
4.465
4.720
5.348
5.117
3.738
4.105
4.275
3.535
2.568
2.393
2.653
2.836
2.385
de sindicatos no han variado apreciablemente en el curso de los años, sería de esperar que, a través de un análisis de las cifras comparativas de los ingresos per cápita, se encontrara una explicación para la variación de los ingresos relativos
entre estos dos tipos. Ta l es por cierto el caso, y la Tabla v señala que el ingreso real per cápita del sindicato industrial ha descendido vertiginosamente y con grandes fluctuaciones desde 1940, mientras que el ingreso real per cápita del sindicato profesional ha permanecido más o menos estable (en términos abso- lutos) con una declinación al comienzo y una eIevación al termino de1 período
(véase también Gráfico 7). Los promedios para los períodos correspondientes a los primeros y Últimos cinco años señalan que el ingreso real per cápita de los
sindicatos profesionales experimentó un leve descenso (3 por ciento) y que el ingreso real per cápita de los sindicatos industriales descendió verticalmente en un 50 por ciento. Esto ha significado que, al calcularse como porcentaje del ingreso per cápita del sindicato industrial, el ingreso per cápita del sindicato profesional aparece experimentando un aumento desde el 17 al 36 por ciento
en el curso de estos mismos períodos.
2 100
2000
?
-
1600 -
1500 '
1400 - INDUSTRIALES
1300 - 1200
- Iloli - 1000
'>U0
RII(I
700
600
500
.lo0
300
yo0
100
1940
- - w - - - -
PROFESIONAI.ES - / /
- / ,-\ ,-+--
c~~-,,,,--~*, -4 -..H.-- --M'
- I I I I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 l 1 1 \
41 42 13 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59
El hecho que el ingreso real total del sindicato profesional aumen- tó 62 por ciento mientras el ingreso real per cápita del mismo tipo de sindi- cato permaneció más o menos estable se explica porque el contingente promedio de afiliados al sindicato profesional aumentó también aproximadamente en la misma relación que el ingreso total (63 por ciento) durante los mismos periodos de cinco años en discusión. Esto significa, además, que los sindicatos profesio- nales, en termino medio, han alzado las cuotas aproximadamente en la misma proporción del aumento del costo de la vida. A la inversa, el hecho que el in- greso real total de los sindicatos industriales descendiese un 37 por ciento, mien- tras los ingresos por participación en utilidades descendiesen u n 27 por ciento
y el ingreso per cápita disminuyera u n 50 por ciento, sólo puede significar que las cuotas per cápita de los sindicatos industriales se han reducido extremada- mente durante estos mismos periodos de cinco alios.
La hipótesis es, entonces, que la divergencia profesional-industrial es el resultado de un distanciamiento creciente entre el ingreso por cuotas (prin- cipalmente un brusco descenso en las cuotas de los sindicatos industriales y más o menos estabilidad en las cuotas de los sindicatos profesionales) y el persistente descenso de los ingresos por participación de utilidades. Esta presunción se veri- fica en la Tabla VIII y el Gráfico 8. Las cuotas reales per cápita de los sindicatos profesionales han permanecido más o menos estables a lo largo del período y han descendido sólo un 3 por ciento durante los últimos cinco años en relación con
-25
-30
-35
-40
-45
- INDUSTRIALES
,
,
,
1 1 1 1 l 1 1 1 1 1 1 1 1 1 l 1 1 1 1940 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59
INGRESOS TOTALES REALES POR TIPO DE SINDICATO, 1340-1959:
VARIACION ANUAL PORCENTUAL EN RELACION AL ARO ANTERIOR
PROFESIONAL
- los primeros cinco. Por otra parte, las cuotas reales per cápita de los sindicatos industriales bajaron en un 66 por ciento en los mismos períodos de cinco años (acusando una tasa de descenso substancialmente mayor que la del ingreso per cápita por participaciones, ya que el descenso clel ingreso total per cápita fue de un 50 por ciento) . En relación al sindicato profesional, el sindicato industrial ha perdido claramente terreno en cuanto al ingreso por cuotas. Mientras percibió el doble de cuotas per cápita que el sindicato profesional durante el lapso 1940-1944, en el lapso 1955-1959 percibió un tercio menos que el sindicato pro- fesional.
En otras palabras, el análisis de los datos de la Dirección del Tra- bajo muestra que prácticamente el total de la pérdida de ingreso real desde 1940 ha sido sufrido por el sindicato industrial. El sindicato profesional se encuentra hoy en situación aproximadamente igual a la que existía en la primera mitad de la decada de 1940.
Dos hipótesis pueden plantearse para explicar la enorme diEerencia entre el sindicato industrial y el profesional en el aspecto del ingreso per c á p i ~ proveniente de cuotas. En primer término, puede ser que, como el sindicato in- dustrial depende en gran parte de una participación en las utilidades anuales de la empresa en lo relativo a sus ingresos, realiza pocos esfuerzos para obtener u n aumento de índole reglamentaria en sus cuotas de socios sindicalizados o
para elevar los ingresos mediante el cobro de cuotas especiales. El sindicato pro- fesional, por su parte, casi totalmente dependiente de sus miembros en cuanto a su financiamiento, se preocupa del monto de las cuotas, y estas se han manteni-
do no muy lejos del alza del costo de la vida y del aumento paralelo del costo de
las actividades sindicales. Una segunda hipótesis se referiría a que tambiCn exis- te una correlación significativa entre los salarios de los miembros del sindicato
industrial y sus cuotas en descenso y una igualmente significativa correlación en-
tre los sueldos y salarios de los miembros del sindicato profesional y sus cuotas
estables. No hay datos fácilmente disponibles cuyo análisis nos permitiese
aceptar o rechazar estas hipótesis y, en consecuencia, ellas quedan para una in-
ves tigación futura.
B. Análisis de la muestra de ingresos sindicales según
tamaño de sindicatos y fuentes de ingresos P R O B A B L E M E N T E sea cierto que los sinclicatos más grandes tiendan a tener ingresos totales más elevados que los sindicatos menores. Esta diferencia en ingreso total según tamaño probablemente se deba en parte al simple hecho
de que mientras más miembros existen en un sindicato, mayor es el volumen de
INGRESO REAL PER CAPITA POR CONCEPTO DE CUOTAS POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959
(EN ESCUDOS)
ingresos por cuotas. Respecto a los sindicatos industriales, que también reciben
ingresos por participación de utilidades, los más grandes pueden tener un mayor
volumen de ingresos que los más pequeños debido a la razón adicional que el
volumen de las utilidades puede aumentar a parejas con el tamaño d e la firma.
Los sindicatos más grandes pueden recibir aun ingresos de otros orígenes, sean
intereses o donaciones, lo que no está al alcance de los sindicatos más pequeños
por falta de influencia, cle poder económico o de un superávit susceptible de
invertirse. También es posible que, sobre una base per cápita, los ingresos prove-
nientes de algunas fuentes aumenten conjuntamente con el tamaño del sindicato,
mientras que los provenientes de otras fuentes no. Las tablas de ingresos que se
incluyen a continuación nos permiten realizar observaciones respecto a todos
estos puntos. Incidentalmente, compararemos también las entradas per cápita
provenientes de cuotas con las cuotas establecidas en los estatutos sindicales con
el objeto de determinar si los sindicatos reciben más (y de ser así, ¿por qué?) o
menos cuotas que la cantidad establecida.
A ÑO
1940
41
42
43
44
45
46
47
48
40
1950
51
52
53
54
55
56
57
58
50
INDUSTRIAL
6,14
5,20
4,45
332
4,02
4,58
3.52
2,72
3,40
3,35
2.95
2,45
1,91
1.65
1,44
1,22
1,02
1,17
2.23
2.18
PROFESIONAL
2,68
2,26
2,54
2,56
1,87
2,30
1,68
1,21
1.53
1.51
1.29
1.72
2,05
1.76
1.55
1,94
1,74
1,84
2,96
3,52
AQRICOLA
----
- - - - - - - - - -
- - - - - -
0,09
0.09
1,16
1.57
INGRESO REAL PER CAPITA POR CONCEPTO DE CUOTAS POR TIPO DE SINDICATO,
1940-1959 (EN ESCUDOS)
L A M U E S T R A
E N E L c A P I T U L O que antecede, sefialamos que en 1959 existían en actividad 1.472 sindicatos no-patronales en el país. Como no todos los sindicatos
activos tienen balances, antes de tomar nuestra muestra tuvimos que determi-
nar con exactitud, primeramente, cuántos de los sindicatos activos entregaron
balances para 1959 a la Dirección del ~ r a b a j o . En realidad, decidimos ampliar el recuento y clasificar los resultados de tal manera que se ob~uviese un índice
aproximado de la responsabilidad financiera de los sindicatos activos. La Tabla
IX en consecuencia señala no solamente cuántos sindicatos de cada tipo presenta- ron balances para 1959 ( y presupuestos también, dado que se determinó que to-
dos los sindicatos con balances también habían presentado presupuestos), sino
además cuántos presentaron sólo presupuestos y cuántos no presentaron infor- mación financiera alguna a la dirección del Trabajo.
El sindicato industrial tiene los mejores antecedentes al medírsele
con este patrón de responsabilidad financiera, y es seguido por el profesional y el- agrícola, respectivamente. Los archivos del Gobierno contenían balances sola-
mente para el 42 por ciento de los sindicatos agrícolas activos, el 72 por ciento
de las organizaciones profesionales y el 82 por ciento de los sindicatos indus-
triales (Tablas IX y x) . En general, los sindicatos tienen más presupuestos que
RESPONSABILIDAD FINANCIERA DE LOS SINDICATOS ACTIi'OS POR TIPO E N NUMEHOS
ABSOLUTOS
RESPONSABILIDAD FINANCIERA DE LOS SINDICATOS ACTIVOS POR TIPO E N NUMEROS
RELATIVOS
TIPO DE SINDICATO
Industrial ........................... .......................... Profesional
Agrícola ............................
Totales.. ........................
CON BALANCE
Y PRESUPUESTO
494
618
5
1.117
BOLO CON
PRESUPUESTO
53
64
1
118
TIPO DE S I~DICATO
Industrial ........................... i'rofesionnl .......................... AgrIcola ............................
Totales.. ........................
SIN
INPORMACION
56
175
6
237
SOLO CON
PRESUPUEBTO
9
7
S
8
CON BALANCE
Y PRESUPUESTO
62
72
42
76
TOTALES
603
S57
12
1.472
SIN
INPOBMACION
9
21
50
16
TOTALES
100
100
100
100
balances (por ejemplo, 91 por ciento de los sindicatos industriales tenia presu-
puestos mientras que el 82 por ciento tenía balances). Este hecho se debe pro-
bablemente a que la Dirección del Trabajo ha encontrado preferible dedicar una
mayor parte de sus limitados recursos a revisar presupuestos que a revisar balan-
ces. Se observa, en consecuencia, una mayor presión sobre los sindicatos para que
presenten presupuestos con preferencia a los balances. La omisión en el cumpli-
miento de ambos requisitos se origina indudablemente en: 1) el desconocimien-
to de la legislación del trabajo (la validez de esta observación tiende a ser mayor
en el caso de los sindicatos agricolas, muchos de cuyos miembros son iletrados) ;
2) el Iionorario de un contador (que en algunos casos significa el gasto de todo
o casi todo el ingreso del sindicato), y 3) el simple rechazo de cumplir el requi-
sito por razones ajenas a las financieras.
Puesto que se encontraron sólo cinco sindicatos agrícolas con ba-
lances, fue imposible considerarlos dentro de la población estratificada a mues-
trearse, siendo en consecuencia eliminados. La población estratificada quedó re-
ducida entonces a 1.112 sindicatos industriales y profesionales con una afilia-
ción total de 191.095 miembros (Tabla XI) . Como había una doble finalidad
POBLACION ESTRATIFICADA A AIUESTREARSE E N NUhIEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
básica, que consistía en el análisis de los datos financieros sindicales en función
del tamaíío y del tipo de sindicato, se procedió entonces a dividir a los sinclicatos
por categorías y separarlos arbitrariamente en ocho estratos según el número de sus asociados. La ley fija la cantidad de veinticinco miembros como afiliación
mínima aceptable para el establecimiento y existencia legal continuada de un
sindicato. En consecuencia, el primer estrato tiene esta cantidad como limite
inferior.
Después de serio estudio sobre la conveniencia cle tomar o una
muestra proporcional o cuotas de un mismo número de sinclicatos de cada es-
ESTRATOS
DE 80C108
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 625-1.024
8 . 1.025 y m6s
Totales
I N D U S T R I A L P R O F E S I O N A L T O T A L E S
SINDICATO8 BINDICATOB
N.o
-
271
116
70
76
51
20
9
5
618
8INDICATO8 SOCIO8
N.o -
99
94
48
101
71
27
28
26
494
SOCIO8
% -
44
19
11
12
8
3
1
0,80
100
N.O
-
370
210
118
177
122
47
37
31
1.112
N o -
3.605
5.709
4.211
13.616
17.034
11.297
19.928
51.058
126.451
BOCIOS
% -
20
19
10
20
14
5
6
5
100
N .
-
9.967
7.091
5.944
9.851
11.781
8.041
6.483
5.477
64.637
% -
33
19
11
16
11
4
3
3
100
% -
3
5
3
11
13
9
1G
40
100
N.O
13.572
12.800
10.155
23.467
28.815
19.338
26.413
56.535
191.095
I
% -
15
11
9
15
18
12
10
8
100
y, -
7
7
5
12
15
10
14
30
100
trato industrial y profesional, se decidió en favor del último procedimiento. El
objetivo específico del estudio era efectuar comparaciones entre los estratos y en- tre los tipos de sindicatos, en lugar de sacar conclusiones acerca de todo el uni- verso por muestrearse y una muestra del tipo elegido cumplía perfectamente bien con éste. Además, con tan pocos sindicatos en los estratos más grandes de
la población (sólo entre 5 y 27 en los estratos 6, 7 y 8) habría sido imposible
tomar una muestra porcentual efectiva y razonable. Por estos motivos, se eligie-
ron cinco sindicatos de cada tipo (a través de la tabla de dígitos al azar) en cada uno de los ocho estratos. Estos ochenta sindicatos (cuarenta industriales y cua-
renta profesionales) tenían un total de 34.323 miembros en 1959 (Tabla XII) .
TABLA XII
LA MUESTRA: SINDICATOS Y SOCIOS EN NUMERO8 ABSOLUTOS Y RELATIVOS POR TIPO
DE SINDICATO Y E N TOTAL
La información acerca de ingresos y egresos contenida en los ochenta balances muestreados no se presentaba de un modo uniforme sino que
difería en función de los procedimientos y capacidades profesionales de los di-
versos contadores que los habían hecho. Estos a su vez habían estado limitados en
su trabajo por la calidad de la teneduría de libros de sus clientes sindicales. Al- gunos balances eran fáciles de leer y de comprender, otros presentaron dificiles problemas de interpretación y de clasificación. Algunos eran detallados y preci-
sos, otros eran vagos y de carácter general. Dacla esta variedad de calidad y de contenido, fue necesario analizar cuidadosamente cada uno de los balances indi- viduales y elaborar un esquema significativo para el estudio y presentación de los
datos financieros sindicales. Por desgracia, a menudo resultó necesario en el cur-
so de este proceso de clasificación sacrificar calidad y minuciosidad para ajustar- .se al más bajo denominador común de la información disponible. Nuestra expe- riencia en este sentido demostró la urgente necesidad de disponer de procedi-
ESTRATOS DE
80CIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3 . 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025 y m i s
T o t a l e s
T O T A L E S
SINDI-
CATOS
N.O
10
10
10
10
10
10
10
10
80
I N D U S T R I A L
SINDI-
CATOS
N.a
5
5
5
5
5
5
5
5
40
P R O F E S I O N A L
SOCIOS SINDI-
CATOS
N.o
5
5
5
5
5
5
5
5
40
N.o
365
589
856
1.293
2.570
4.340
6.607
17.703
34.323
80C108
%
1
2
2
4
7
13
19
52
100
N.o
188
294
436
613
1.243
2.377
3 .O40
8.930
--- 17.130
SOCIOS
%
1
2
3
4
7
14
18
52
100
N.o ---------
177
295
420
680
1.327
1.963
3.567
8.764
17.193
%
1
2
2
4
8
11
21
51
100
micntm sundsrd 11.ir;i la prucntaci<in ilc informa sindicoles. Por c5tc motivo, el Dcpnrtamrrita rle Re1;iciuiits 1;ibornla dc INSC>KA ha ciabnrario y p r o p n c un bnlaticc nw~lclo 11rirr el 11.w tlr Ion sintlicator. cl qiic se ~ ~ ~ c s c n t a c ~ i CI t \pdi~ili~t.
I N G R E S O S S E G U N T I I ' O Y * l w ~ \ ~ f ~ l i Q O D E S I N D I C t l T O
L o s I N c R e s o r por tipo y famafío de sitidic-iito se pcwlitan en la 'I'nLla XII I . 1 2 variacihn cid inpcso m d i o atiual de siniliatos inclustrialcr cr dmlc
EO ,112 3 E0 25.867 7 para cl caro rle los sintlicator profcsionslc~ dc E0 8.1 3
E0 13.078. Con la cxccpcibn dc los siidicstm i i i i r gnnclcr, cl ingreso sindical yroiridio cn Cliilc cr miay pqucíio y drlrmaj rcmdir a l e hwho tscncial a
travQ dr todo el ariilirir siilnigiiicntc. Exiric u113 deíiiiitl;~ tczt<lcncii z quc el ingifso mcrlio auiiimiic coiijiininrncntc con cl utnslio del siiiiliato, pcro cllo no n<n indica ai el aiiincnto M: dcbc simplciiierite a qiic cxistnn mSs micmbms o
ti11 vcr un ma)w ingreso pcr ciípita cn 10s siiiiliutos i i l a ~ u m . El ingrno pro- niedio del sindicsio iiidustiirl ~ 3 e eii loa esiratar 4 y 7 y lo mismo cs valcilcm p:im cl sinilicatn ~irofesian:il eii hrr estratos 3 y 5. Atin criando cl ingreso promc- rlio clcl simiic~to ~ ~ r u í ~ i v i i a l cr rii o l l a mir;iia snl;inientc riipcrior cii iiiio (1) a
nqiiel rlcl sindicato imluítrial. I:i rchcirin de p r c c n i a j c no conciicida sitio qiic Ili~crfia consk!crnl~lcmcntc. 1 m xinrlimior pofcsionala con iin ndmcro dc niicmbros entre 525 y 1.024 ticiicn, cn ~ m m d i o , cl doblc d c ingicm quc lm sii~dicaros industri:ilcs rlcl mismo tnmat'io.
Eii 1i1 sigiiicntc ubla , relativa a iiigcro anual pronidio pcr c;ll>iu scgiln t i p y iamailo (Tabla xiv) , rc p\icrlc observar qtic los sindicatos profcsie 11;ilcr n i b gantlcs rccibcn más i n p w pcr d p i t a que loe rindicatos profcsiona- les iiiciiorn Así, los rrcs otrator con los mds alto6 i n g m pcr d p i t a son prc- ciwri:etiic 1- iids gnndcr =tratos de la rnucrua (6.7 y 8). Al in i~mo tiempo, d a
dc los i r a mQ peqiieñw citrrtos (1 y 3) t;iinbi&n coriticiim dos clc los t r a mh p q u c n ~ i n g m pcr dpita . h i ü oluilrv;icibii IH> proccdc icrpccto n los ingrc- sos 11" chpitn d c loe sintlintos indusiri;ila.
La vai.iacibn clc ingreso promedio anual pcr cdpita cs de Eo 5 a EQ 41,25 para el sitidicato industrial y dc EO 135 a E0 9,G p r a cl profesional. El ingrcm promedio pa d p i u dcl siridicato prolcsionnl cr, conscciicntcmmtc, inferior a aqii6l rlcl siriiliata i ~ ~ i l u ~ ~ i a l coli cxccl)ci61i de los sindicatos dcl a- trato 7. ,-\lll cl pmii idio p a n el siiidicato proferional a 1.75 wccr mayor quc el del siiiiliuito indusiriul. Loa ~ a i i l t n t l ~ s iiidicaii que bs sindicnios iiidustrialcr con 7599 micmbrm (cstrrtr, 3) iierieri el rixiyur iiigrtxr pi. &pita ilc todos los sinilimtur (E0 21,S) S) que Ion riiidic~ios ~~rofmioi i s la cuii 3%-Y24 micnihos {estrato 6) iiciicn m& ingcro pcr d p i t a ~ ~ I I C los s i d i c a t ( ~ pmleiaiiales de cual- quier otro &irato. h r sindicata ptofcsionnlrs tic1 gnipn inrnaiiabmenlr irifcrhr (17532.1 iniemhoi, cruato 5) ticncn cI mcnor ingreso DCY d p i t a c!e t a l m los sinrlimtrn, y los siiidiatos induruiale del giip inme<liatamentc mayor (5'3- 1.021 micrnlircm. ewaio 7) ciciicn cl nietior ingcso p dpíu d c todos los s i d i - c a t a indilstrialm.
Cnr cifrar en la Tabla xiv iriclu)wn una importante cantidacl ilc cx. ccdcnca dcl afío anterior. Si Iü psrtc pcr d p i t a (le este origeii se elirnina y l a
Trnu XIP
cálculor total- pcr dpita sc basati solamciite en 103 iiuerm i inpesc~s rcdbidú, cliirantc cl ano fiscal 1959. las reaultadm sor1 iwt;ib!etiieriir diwwxi (I'sbla rv). F.1 matgcn dcl p romdio anual de iiigesu p d p i t s tle Im siridiatur i i i t l u s ~ i s l ~ fliict.11a m t o n c a eiilre E* 325 y 1Y,95 y en los sindic;it<n profesianulei de Eo 120 a E0 9.00. El i i i ~ e w ~ ~ m i e d i o pa r i p i t i de las sindicatos iniluílrialeí
aiin ma)or que el i n l p ~ promerlio pcr d p i i a tlc l a rindimtnr p n f a i o n a l u cn todo la, eu3ta.s excepto cn cl niinicro 7. Fo<lcmoa obacrnr, sin embargo,
que cl i i i p m per c5pita dc los sindicatos pmfcsionalcs manticnc una mcjw
8aTupp.
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M 174
M
INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO POR TIPO DE SINDICATO EN CADA ESTRATO
(EN ESCUDOS)
relación percentual frente al ingreso per cápita de los sindicatos industriales en los estratos 2 y 6. En seguida, anotamos que los sindicatos industriales tienen el mayor ingreso per cápita en el estrato 8; pero los demás índices del ingreso mii- ximo y mínimo per cápita se mantienen en los mismos estratos que los anotados en la Tabla x ~ v (estratos 5, 6 y 7) . TambiCn es importante anotar que los sindi- catos profesionales más grandes tienen aún ingresos per cápita considerablemen- te superiores a los de los sindicatos profesionales más pequeños. Sin embargo, no procede la misma observación respecto de los sindicatos industriales. El no- tablemente bajo ingreso per cápita de los sindicatos industriales del estrato 7 se explica en gran parte por el hecho que solamente dos de los cinco sindicatos analizados en este estrato dieron información de ingreso proveniente de partici- pación de utilidades y, además, tal ingreso no era grande. Dentro de los siete estratos restantes, cuatro incluyen a tres sindicatos con ingresos por participación de utilidades (1, 5, 6 y 8), dos incluyen a cuatro sindicatos con ingresos por este mismo capítulo (3 y 4) y en uno la totalidad de los cinco sindicatos que inclu- ye anotaron ingresos por participación de utilidades2.
ESTRATO8
D E SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
O. 325- 524
7. 525-1.024 8. 1.025ym.4a
F U E N T E S D E I N G R E S O S
A N T E s D E c O N S I D E R A R nuestras tablas relativas a ingresos sindicales según origen, debemos primeramente explicar que en nuestro análisis de los balances de la muestra identificamos seis fuentes de ingreso y establecimos dos categorías adicionales, una para el saldo líquido disponible a comienzos del año y la otra para los ingresos sin explicar. Cada una de estas fuentes y categorías de ingresos se expone a continuación, acompañada de comentarios aclaratorios cuando es necesario:
1. Participación d e utilidades. No hubo dificultad en identificar
INDUSTRIAL
8,25
10.10
12,35
8,85
7.50
13.15
3,25
13,95
OLos datos de ingresos y egresos que corresponden a cada uno de los ochenta sindicatos de la muestra están disponibles en el Departamento de Relaciones Laborales de INSORA y se facilitarán con agrado a cualquiera persona que los solicite.
PROFE810NAL
1,65
4,20
1,90
3,05
1, 0
9,OO
7,80
6,65
RELACION PORCENTUAL DEL
INGRESO PROFESIONAL SOBRE
E L INGRESO INDUSTRIAL
20
42
15
35
16
69
240
48
esta fuente de ingresos puesto que siempre se la señaló con la misma terminolo- gía;
2. Donaciones. Los ingresos clasificados como donaciones fueron
alternativamente denominados donaciones, donaciones de la firma, subvenciones
o bonificaciones. Se estima que la mayor parte si no la totalidad de estos ingresos provenían de la empresa. No obstante, no se deben confundir con ingresos prove-
nientes de participación de utilidades porque son una fuente de ingresos adicio-
nal y distinta;
3. Cuotas. La categoría cuotas ofrece complicaciones en cuanto a
las modalidades seguidas en los informes sindicales que se muestrearon. Los ba-
lances investigados en este estudio revelan tres tipos diferentes de cuotas según la costumbre. Primero existe el pago inicial o de ingreso (que en la terminología
local se considera como una cuota). Luego, existen las cuotas mensuales ordi- narias que se emplean en la administración general y otros fines y, en último término, las cuotas especiales (ordinarias y extraordinarias) fijadas para diver-
sos servicios o proyectos en beneficio de los asociados, algunas de las cuales son de naturaleza transitoria.
En la categoría de cuotas especiales se mencionan, por ejemplo, cobros por enfermedad, fallecimiento, cesantía, servicios médicos y dentales, obse-
quios o fiestas de navidad, construcción de locales, actividades deportivas y gas- tos generales de asistencia social. Algunas de a t a s cuotas se cobran regularmente
(tales como las correspondientes a atención mkdica y dental), otras se deben
pagar irregularmente (tales como la cuota mortuoria, que a menudo se cobra
sólo hasta que se reúne un fondo de cierto nivel y que se restablece sólo una vez que tal fondo se ha agotado) y otras, por último, que se cancelan en una sola
oportunidad (cuotas para construcciones) . Sin embargo, en los balances sometidos a muestra, estos diferentes
tipos no son siempre claramente distinguibles. En un extremo se sitúan los
sindicatos que anotan las cuotas simplemente bajo denominación "cuotas men-
suales" o solamente "cuotas". En el otro extremo se encuentran los sindicatos que ofrecen un desglosamiento detallado de las cuotas de acuerdo al destino
que se les haya dado. Sin embargo, tanto en uno como en otro caso, las cuotas se invierten a menudo en servicios muy determinados y, además, el ingreso per cá-
pita por concepto de cuotas no varia mucho en los dos casos. Por los motivos
señalados, fue imposible clasificar las cuotas según su tipo o finalidad y, en todo caso, tal clasificación habría sido de un valor muy limitado. Sería útil, sin em- bargo, poder distinguir entre cuota de incorporación y cuotas propiamente tales.
Ta l clase de información contribuiría a los estudios sobre las fluctuaciones de
la afiliación sindical y los problemas de organización;
4. Multas. Multas cobradas a los miembros por infracciones a re- glamentos sindicales o preceptos legales;
5. RentasJ. Esta fuente de ingreso incluye ganancias, intereses, di-
videndos y arriendos, pero los balances estudiados no fueron suficientemente de-
=Cabe advertir que no son legales las entradas provenientes de actividades no específicamente sindicales y que el C6digo del Trabajo señala taxativamente cuáles son las finalidades de los sindicatos. Entre estas no se encuentran las actividades industriales o comer- ciales y, por lo tanto, los ingresos provenientes de tales fuentes deben considerarse como ilega- les, segiin la ley actual.
tallados para permitir un desglose por tipo de renta. Presentamos, entonces, una
sola columna denominada "Rentas";
6. Ingresos por préstamos ca?zcelados o controladosJ. No ha sido posible subdividir esta categoría a fin de distinguir entre los ingresos obtenidos de préstamos hechos al sindicato y las devoluciones de prestamos concedidos
por el sindicato. En algunos casos los ingresos de este tipo se describían como "pago de letras" o "pago de préstamos"; pero en otros casos se usaba sólo un término general como "préstamos" o "cuentas pendientes";
7. Excedentes. Esta fuente de ingresos es casi exclusivamente el
saldo bancario o de tesorería con que el sindicato comenzó el año fiscal. Sin embargo, se han incluido también algunas rentas provenientes de la venta de
haberes;
8. Ingresos no explicados. Son aquéllos inadecuadamente identi- ficados por los sindicatos o que no hemos podido definir al examinar el balance.
Los resultados de la clasificación de ingresos sindicales sobre la ba- se precedente y también según tipo y tamaño de sindicato se presentan en las Tablas XVI y XVII. También ya hemos hecho presente que el sindicato profesio-
nal no tiene ingresos por participación de utilidades, siendo ésta una de las dife- rencias obvias en las tablas de ingresos que se discuten. No puede establecerse
sobre la base de los datos de la Tabla XVI que los sindicatos industriales mayores reciben más ingresos per cápita por participación de utilidades que los menores.
Los sindicatos industriales del estrato 3 tienen el más alto ingreso medio per cápita por participación de utilidades y aquéllos del estrato 7 el más bajo de
este mismo origen. El margen de variación va de E0 1,40 a E0 10,85 y en cinco
de los ocho estratos el ingreso per cápita medio anual por concepto de partici-
pación de utilidades está entre E0 7,00 y E0 8,75.
TABLA XVI
INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR FUENTE
Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
'La ley prohibe destinar los fondos sindicales a préstamos a los socios. Legal- mente sblo pueden aceptarse los préstamos hechos al sindicato.
T ~ n n XVII
INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FüENTE
Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
* No se a p r o x i m ó nl c e n t E s i m o a u p e r i o r por encontrarse bajo el m e d i o c e n t é s i m o .
Sólo los sindicatos más grandes de ambos tipos tienen ingresos por donaciones y sólo los sindicatos mayores toman y dan dinero en préstamo. Los sindicatos industriales tienen mayor participación en ambos tipos de ingreso que los sindicatos profesionales. Así, por ejemplo, cuatro estratos de los sindicatos industriales presentan ingresos por préstamos y cuentas por cobrar mientras
que sblo dos estratos de los sindicatos profesionales anotan tales ingresos. Es un hecho natural que los sindicatos que disponen de un mayor volumen total de in- gresos sean aquéllos que operan en prestamos. El hecho que los mayores sindi- catos industriales tengan ingresos superiores que los mayores sindicatos profesio- nales puede también explicar la diferencia entre ellos en el tomar y conceder
en préstamo. La renta media per cápita relativamente grande por este concepto. en los sindicatos industriales mayores se debe principalmente al hecho que uno de los cinco sindicatos analizados en este estrato (8) tomó en préstamo E0 22.800 del empleador (a cuenta de sus futuras entradas por participación de utilidades en 1960) para pagar subsidios de cesantía a varios cientos de miembros clespedi-
dos.
Respecto a las cuotas de los sindicatos profesionales tanto como de los industriales, parece existir una tendencia a que los sindicatos más grandes
tengan mayores ingresos per cápita de esta fuente que los más pequeííos. Consi- derando en primer término a los sindicatos industriales, los cuatro estratos más grandes son aquéllos con el más elevado ingreso per cápita proveniente de cuotas
(aunque no en orden ascendente) y los cuatro estratos más pequeííos son aqué- llos con el más bajo ingreso per cápita proveniente de cuotas (en orden ascen- dente) . En cuanto a los sindicatos profesionales, los tres estratos más grandes tie- nen el ingreso per cápita, proveniente de cuotas, más elevado y el ingreso per cápita de cualquiera de estos estratos es por lo menos el doble del ingreso per cápita de cualquiera de los otros cinco estratos de este tipo de sindicatos.
ESTRATO8 D E BOCIOS
1 . 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025 y m68
2
DONA-
CIONES
- - - - -
0,ol
-
0.34
1
PARTI-
CIPA-
CION D E
UTILI-
DADE8
- - - - - - - -
3
CUOTAS
1,65
2.60
1,8G
2,94
1,19
8,60
7.80
5,94
4
BIULTAS
- - - - - - - -
5
RENTAS
---------
0.01
1.24
0.01
0,12
0,00*
O.OO*
O,OO*
G
PRESTA-
MOS
- - - - -
0,28
- 0,33
7
EXCE-
DENTES
0,70
1,13
0,41
1,02
0,32
0,62
0,SG
0,Sl
8
INQRE-
8 0 9 NO
EXPLI-
CADOS
- 0,37
. 0,038
0.01
0,02
0.12
0 , O l
0,04
TOTALES
2.35
5,35
2,30
4 , l O
1,55
9,65
8.65
7,45
Las cuotas de los sindicatos profesionales son muy superiores a las
de los sindicatos industriales en todos los estratos, menos en uno (5), exce- diendolas generalmente de 100 a 600 por ciento. El margen de ingreso promedio per cápita por concepto de cuotas es notable, y no se puede explicar solamente
por probables diferencias entre las rentas, sino que también se debe atribuir a
que algunos miembros dan a su sindicato un mayor y más generoso apoyo
financiero que otros miembros. Si se incluyen ambos tipos de sindicatos, el ran- go de los ingresos anuales promedio per cápita provenientes de cuotas va desde
E0 0,55 (estrato 1, sindicatos industriales) a E0 8,60 (estrato 6, sindicatos pro-
fesionales). En otros términos, los miembros de los sindicatos profesionales del estrato 6 pagan 16 veces más en cuotas en un año que los miembros de los
sindicatos industriales del estrato l. Esta no es una comparación totalmente
justa, sin embargo, ya que aparte de probables diferencias en ingresos de sueldos
o salarios de los afiliados en cuestión, debe admitirse una vez más que el ingreso por participación de utilidades libera a los miembros de sindicatos industriales
de sentir el mismo grado de obligación personal de prestar respaldo a sus orga-
nizaciones en la forma que la sienten los miembros de los sindicatos profesio- nales. Sin embargo, aunque limitáramos el análisis a los sindicatos profesionales
se encuentran miembros en algunos estratos que pagan en promedio de 2 a 5 veces más en cuotas per cápita que los miembros de otros estratos. Probable- mente sea acertado concluir que la mayoría de los sindicatos industriales y mu-
chos de los profesionales podrían rápida e inmediatamente aumentar sus ingre-
sos y expandir sus actividades determinando las cuotas de sus miembros según
la capacidad de pago de éstos.
Antes de proseguir con nuestro análisis de los ingresos provenien-
tes de otras fuentes, hagamos un breve pardntesis para comparar nuestras cifras
referentes a las cuotas per cápita cobradas efectivamente en 1959 con las cuotas
per cápita legalmente imponibles por los sindicatos de la muestra (Tabla XVIII). Los informes sobre cuotas imponibles se encontraron en los reglamentos de los
sindicatos respectivos y hemos procedido a realizar la comparación indicada con el objeto de averiguar: 1) si los sindicatos reciben lo que legalmente pueden
cobrar; 2) si reciben más o reciben menos de lo que legalmente pueden cobrar;
y 3) si existen diferencias entre los dos tipos de sindicatos respecto al cobro y percepción de cuotas legales. De los ochenta sindicatos de la muestra, sesenta
y cuatro asignan a sus miembros una cantidad fija para finalidades administra-
tivas generales y servicios especiales. Estos son, en consecuencia, los únicos sindi- catos incluidos en la tabla en discusión. Seis sindicatos más de la muestra inclu-
yen cletalles sobre las cuotas en sus reglamentos, pero tal información se expresa
como un porcentaje del salario o sueldo, en lugar de determinarse en tCrminos absolutos, y por eso no se presta para el tipo de análisis deseado. En el caso de
los diez sindicatos restantes, o no se contemplan disposiciones relativas a cuotas
en sus reglamentos o sus estatutos no fueron entregndos a la Dirección del Tra-
bajo. Si bien 13s cifras sobre cuotas recibidas incluyen a veces pequeñas cantida-
des provenientes de cuotas de incorporación, ha sido imposible incluir datos
sobre ellas en las dos columnas de las cuotas reglamentariamente asignables.
La Tabla revela que el 64 por ciento, o sea, 41 de los 64 sindicatos
analizados, realmente percibieron más cuotas per cápita en 1959 que la cantidad
que sus reglamentos les permitían, 25 por ciento de ellos (16 sindicatos) perci-
TABLA XVIII
CUOTAS FIJADAS Y COBRADAS POIE TIPO D E SINDICATO (EN ESCUDOS)
* No se incluye información sobre este sindicato por expresarse las cuotas como porcentaje de los salarios
o sueldos. ** No se incluye información sobre este aindirato por carecer de datoa.
ESTRATO8 DE 80C108 Y
8INDICATO8 POR NUMERO
(1-5)
1. 25- 49 1
2
3
4
5
2. 50- 74 1
2
3
4
5
3. 75- 99 1
2
3
4
5
4. 100- 174 1
2
3
4
5
5 . 175- 324 1
2
3
4
5
6. 325- 524 1
2
3
4
5
7. 525-1.024 1
2
3
4
5
8. 1.025ymás 1
2
3
4
5
P R O P E B I O N A L
cuOT.48
COBRADAS
2,31
0.61
0,59
4,82 **
2,86
5,97
234
1,37
0,19
0.75
1,20
0.29
2.34 **
6,96 **
1,81 **
2,57
** *
1,04
0,02
0,OG
0,05
0,26
1,06
1,G3 *
8,03 * *
0,57
326
16,59
11,56
1,04
10,Ol
0,68
CUOTA8
FIJADAS
0,30
0,lO
0,14
0,96 **
0.12
0,52
0,18
5.28
OJO
0.16
0,17
0.36
0,11 **
0,20 **
0,24 **
0,36
** *
0,08
0.10
0.02
0.08
084
2.70
1,08 *
1,44 * *
0,60
1,SG
6 O0
0,Ol
0,61
0,23
0,02
I N D U S T R I A L
CUOTA8
COBRADAS
0,92
0.23
0.55
0,62 *
1,84 **
0,37
0,92
0,88
1,40
0,14 ** **
1.63
1,44 *
0,56
1.27
1,OO
0,50
8,20
2,05
0,oo
0,76
0.08
2.18
4.22
024
3.46
** 0,89
** 0,95
0,86
0.71
2,31
0.18
4,94
2,44
CUOTAS
FIJADA8
---- 0.24
0.48
0,42
0,60 *
0,42 **
0,12
0,lO
0.07
522
0,84 ** **
1,44
0,GO *
2,40
1,44
1,56
4.14
0.67
3.24
0,12
0,65
0,48
0,9G
0.24
0,72
0,08
** 0,36
** 1.84
0,50
0.06
1,46
0,14
1,42
025
bieron menos de lo que les permitía sus reglamentos, y 11 por ciento (7 sindi-
catos) percibieron aproximadamente la misma cantidad reglamentariamente permitida (dentro de 8 centésimos en uno u otro sentido). En otras palabras, el 89 por ciento de los sindicatos de esta muestra no percibieron en 1959 cuotas per cápita de un monto igual o aproximado a la cantidad indicada en sus re-
glamentos. La explicación del por qué de esta tendencia general a percibir
más cuotas per cápita que aquéllas que los reglamentos permiten es simple. En su mayoría los sindicatos lian preferido fijar sus cuotas en términos de una
cantidad específica per cápita. Dada la inflación crónica que aqueja al país, para mantener ingresos reales deberían aumentarse las cuotas regularmente ca- da año. No obstante, si se desea proceder legalmente, hay que gestionar una mo- dificación a los reglamentos ante el Ministerio del Trabajo, y esto a menudo
resulta ser una tarea larga y desalentadora. La conclusión de esto es que los sin- dicatos generalmente no se molestan en conseguir reformas reglamentarias con este fin, sino que asignan cuotas de una cantidad mayor que las señaladas en sus reglamentos. Respecto a este punto, viene al caso señalar que de los 64 regla- mentos consultados, 3 datan de la década del 30 o antes, 20 de la del 40 y los 41 restantes se elaboraron o revisaron en la década de 1950 (sólo 7 después de
enero de 1958) . Un nuevo desarrollo que podría cambiar completamente la natu-
raleza de la asignación de cuotas y el medio para permitir el ajuste automático respecto de la inflación es la fijación de cuotas en forma de un porcentaje de los sueldos o salarios. De los 6 sindicatos de la muestra total de 80 que fijan las cuotas sobre esta base, 3 de ellos iniciaron el nuevo sistema a partir de Diciem- bre de 1958 y sólo uno ha usado el método de porcentaje para la fijación de
cuotas desde la década de 1940.
Debe prestarse cuidadosa atención a este método como un medio para evitar constantes discusiones entre los sindicalizados en relación con el re- ajuste de cuotas y la modificación de los reglamentos.
El relativamente alto porcentaje de sindicatos que perciben cuotas aun más bajas que aquéllas señaladas en sus reglamentos no debe pasarse por alto. Existe un problema de recaudación que probablemente no tiene su origen en la negativa de los socios en pagar cuotas tan bajas, sino que debe atribuirse, más bien, a mala administración o a la semiactividad del sindicato.
Se observan diferencias interesantes en la determinación y percep-
ción de cuotas de acuerdo con el tipo de sindicato. Respecto de los sindicatos profesionales, el 71 por ciento percibía más; 16 por ciento percibía lo mismo y 13 por ciento menos cuotas de lo establecido en los reglamentos. En los sindica-
1
tos industriales, sólo el 58 por ciento percibía más; 6 por ciento lo mismo y un asombroso 36 por ciento menos cuotas que aquéllas establecidas legalmente. Esta significativa diferencia subraya nuevamente la importancia mayor de las
cuotas en el sindicato profesional que en el industrial.
Muy poco ingreso resulta de las multas cobradas a los miembros; sólo dos sindicatos de los ochenta analizados (ambos industriales) registran tales entradas. En cuanto a rentas (columna 5, Tablas XVI y XVII) , estos ingresos
son relativamente bajos al evaluarse sobre una base per cápita. En todos Ios
estratos menos clos (2 y 4) los sindicatos industriales tienen un mayor ingreso
promedio por este concepto que los sindicatos profesionales. En la medida en
que las rentas dependen de una inversión de capital (tal vez un camión) o un
superávit de tesorería, se explica por qué los relativamente más prósperos sindi-
catos industriales anotan un mejor record. Finalmente, debe observarse que los
recursos per cápita de los excedentes disponibles al comienzo del año fiscal son
mayores para los sindicatos industriales que para los profesionales de todo los
estratos menos uno (8) y que las entradas por este capítulo parecen ser excesi-
vamente elevadas. Los recursos per cápita que algunos sinclicatos industriales tenían disponibles a comienzos de 1959, a causa de que no usaron estos recursos
en 1958, fueron mucho mayores que los nuevos ingresos promedio per cápita
que percibieron los sindicatos profesionales de varios estratos. Este punto se
analiza con mayor amplitud más adelante. Los ingresos no explicados no son
tan grandes como para afectar las conclusiones generales del presente estudio. Los resultados en porcentajes del análisis de ingresos por origen se
dan en las Tablas XIX y xx. En términos generales se puede concluir que la ma-
INGRESO RELATIVO ANUAL DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR FUENTE ESTRATO
yor fuente de ingresos de los sindicatos industriales muestreados es la participa-
ción de utilidades, mientras que para los sindicatos profesionales lo son las
cuotas. La importancia relativa del ingreso por participación de utilidades tien-
de a declinar, sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de los sindicatos.
Esto se debe fundamentalmente al hecho, ya mencionado anteriormente, de
que los sindicatos industriales más grandes reciben más ingresos per cápita pro-
venientes de cuotas que los menores; la importancia relativa cle las cuotas en el
ingreso total del sindicato industrial, en consecuencia, aumenta conjuntamente
con el volumen del sindicato y esto explica en gran parte la declinación relativa
del ingreso por participación de utilidades. La aeclinación relativa del ingreso
por participación de utilid~des también se debe, aunque en menor medida, a la importancia creciente de los ingresos por rentas, a medida que aumenta el tama-
ño, y también a la aparición de las donaciones y los préstamos como fuentes de
ingreso totalmente nuevas entre los sindicatos mayores.
TABLA XX
INGRESO RELATIVO ANUAL DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FUENTE Y ESTRATO
La importancia relativa de las cuotas en los ingresos totales de los sindicatos profesionales no cambia mucho al aumentar el volumen de los sindi- catos, porque las cuotas son prácticamente la única fuente importante de ingre-
sos para este tipo de sindicato. Los pocos cambios que ocurren se pueden explicar casi exclusivamente por las diferencias en los superávit disponibles a comienzos del año de ejercicio financiero.
Si del ingreso total disponible durante el año se rebajaran los
saldos del año anterior disponibles y se consideraran solamente las nuevas en- tradas, entonces la importancia relativa de la participacibn de utilidades en el ingreso total de los sindicatos industriales, tanto como de las cuotas en el ingre- so total de los sindicatos profesionales, obviamente aumentaría substancialmen-
te. Los sindicatos industriales, en casi todas las categorias de tamaño, tendrían todavía una importante segunda fuente de entradas (las cuotas), pero esto no seria cierto para los sindicatos profesionales. Las rentas son, sobre una base de porcentaje, mayores para,el sindicato profesional en cuatro estratos y mayores
para el sindicato industrial en los otros cuatro.
Se puede obtener una apreciación de la significación absoluta de
la información precedente, sobre ingresos sindicales, mediante un estudio de las Tablas XXI y XXII. El ingreso promedio anual por sindicato en cada estrato se presenta según origen. Puesto que ya hemos hecho notar, y en varias ocasiones, el hecho de que los ingresos sindicales totales y los ingresos sindicales promedio
son muy reclucidos, no puede resultar una sorpresa percibir en estas tablas las
sUmas generalmente magras percibidas de las diferentes fuentes. S610 los ma-
yores sindicatos industriales reciben entradas importantes de más de una fuente.
Vale la pena hacer presente en cuanto a superávit, sin embargo, que a la par
que los sindicatos más pequeños tienden, en una base de porcentaje (Tablas
XIX y xx), a tener u n menor movimiento de recursos que los sindicatos mayores,
estos últimos dejan sin invertir cantidades absolutas más grandes. No parecen
5
REhTAS
---------
0.61
23
0,61
3
0,25
0.04
-
0,05
ESTRATOS BE BOCIO8
l . 25- 49
2 . 50- 74
3. 75- 99
4 . 100- 174
5 . 175- 324
6. 325- 524
7 . 525-1.024
8. 1 . 0 2 5 y m 6 8
2
DONA-
CIONEB
- - - - -
0,07
- 5
1
PARTI-
CIPA-
CION DE
UTrLI-
DADEB
- - - - - - -
6
PRESTA-
NOS
- - - - -
3
- 4
3
CUOTAS
70
49
80
72
78
80
90
80
4
MULTA0
- - - - - -
-
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
100
7
EXCE-
DENTEB
29
21
18
25
21
6
10
11
8
I N R R I -
808 NO
EXPLI-
CADOB
- 7
1
0,31
0,Gl
1
0,09
0,49
aprovechar totalmente sus recursos por medio de la inversión en beneficio de
sus miembros, pero, incluso aquí, un cambio de prácticas no aportaría resul-
tados muy substanciales.
INGRESO AlEDIO ANUAL D E LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR FUENTE Y ESTRATO
(EN ESCUDOS)
Tanwl XXII
INGRESO ANUAL MEDIO D E LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FUENTE Y ESTRATO
(EN ESCUDOS)
EETRATOS DE BOCIOS
1 . 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4 . 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
S. 1 .025ymás
1
PARTI-
CIPA-
CION DE
UTILI-
DADE8
- - - - - - - -
3
CUOTAS
59
154
156
401
317
3.379
5.569
10.4119
2
DONA-
CIONES
---
-
- - - - 3
- 599
4
NULTAS
- - - - - - - -
5
RENTAS
0,61
73
1
16
1
1
- 7
6
PRESTA-
MOS
- - - - -
109
-
580
TOTALEB
84
315
194
557
405
3.785
6.189
13.078
7
IXCE-
DENTES
------
25
67
35
138
85
245
615
1.419
8
INGRE-
B0S NO
EXPLI-
CADO0
- 22
3
2
3
48
5
84
IIlI Egresos sindicales
A L E N F R E N T A R esta parte de la investigación, se consideró importante
determinar los diferentes rubros de los egresos sindicales; clasificar estos rubros
en función de las principales necesidades de la actividad sindical; efectuar, en
cada estrato, una comparación de la importancia relativa que el sindicato asig-
ne a estas diferentes necesidades y realizar, asimismo, esta comparación entre
todos los estratos, tratando de ubicar un tamaño sindical óptimo, si es que este
existiera y, por último, comparar los procedimientos financieros de los sinclica-
tos industriales y profesionales. Mediante este programa se trata de proporcio-
nar la información necesaria para llegar a tener una representacidn global de
las características o tendencias financieras de los sindicatos, según sea s u tipo
y tamaño.
Para los efectos de la exposición clel resultaclo de la investigación
realizada, de acuerdo al plan referido, hemos dividido el presente trabajo en
las siguientes partes: 1) clasificación de los egresos; 2) análisis de los exceden-
tes, entenclienclo por tales los fondos no utilizados; y 3) análisis de los egresos.
En la parte relativa al análisis de los egresos se presentan cuadros con las cifras
de gastos sobre una base promedio por sindicato y promedio por socio, como
también sobre base porcentual. Cuando la información tle los balances analiza-
dos lo permitió se entregan detalles sobre los rubros totales de egresos.
A. Clasificación de los egresos E N L A S P A G I N A S iniciales de este trabajo, se citaron las principales
dificultades que impidieron un análisis detallado y minucioso de la información
contenida en los balances sindicales. Estas limitaciones afectaron tanto a la cla-
sificación como al estudio de las fuentes de recursos y a los destinos de éstos.
Frente a la gran variedad de cuentas cle los balances fue preciso hacer una
clasificación de éstas en un cierto número de rubros específicos. Se estimó con-
veniente establecer siete categorías que se detallan a continuación, tres de las
cuales se agruparon para formar un subtotal correspondiente a los gastos por
actividades sindicales administrativas. Se excluyeron de este análisis los exce-
dentes para hacer de ellos un estudio por separado:
1 ) Gastos de adnzi~zistracid7z. Hemos dividido este rubro en remu- neraciones y gastos generales. En remuneraciones se pretendió realizar un análi-
sis por tipo de servicio (ya sea sueldos del contador, abogado, asesor técnico o
recaudadores), pero la información disponible registraba denominaciones tan
ambiguas que impidió realizar el estudio deseado, salvo para la asesoría legal
que pudo identificarse en la mayoría de los casos. En el cuadro cle detalle, el
subgrupo de remuneraciones presenta separadamente los egresos por servicio
jurídico del resto que incluye, entre otros, sueldos, leyes sociales, comisión cle
recauclaclores y honorarios clel contador. En gastos generales, si bien los sindica-
tos de los últimos estratos daban algún detalle informativo, en la mayor parte de
los balances de los primeros estratos los gastos aparecían registrados en sólo
una o dos cuentas cuyas denominaciones vagas y generales constituyeron una
limitación que impidió profundizar el análisis tanto en estos estratos como en
los otros. En caso cle haber dispuesto cle una información en todos los estratos
se habría intentado una clasificación de estos gastos y habría considerado sepa- radamente los de arriendo y contribuciones, mantención de local sindical (in-
cluyendo gastos de seguro, luz, agua y reparaciones muebles) y los gastos admi-
nistrativos propiamente tales;
2) Movilizació?~ y viáticos. Consiclera los gastos corresponclientes
a la cuenta de este nombre, que es la más repetida en los balances analizados,
los egresos por tiempo perdido, atención de delegaciones y mantención de
vehículos, cuando así aparecía registrado en los balances. 1De aquí se desprende
por qué Iian tenido que ser considerados en un solo rubro gastos diferentes,
tales como los originados por las directivas y comisiones sindicales en pago de
salarios no percibidos por empleo del tiempo en activiclades sindicales, viáticos,
gastos de locomoción y gastos de representación. Se realizó u n serio esfuerzo
para clzsificar este rubro con un mayor grado ile detalle, pero la amplitud
concedida en la mayoría de los balances a la cuenta denominada como "Movi-
lización y Viáticos", hizo estéril y carente cle valor la informacióil resultante;
3) Pagos a otros gremios. Refunde a todos aquellos egresos desti-
nados a extensión sindical, pagos a federaciones o egresos por clonaciones; todo
lo cual permite apreciar en conjunto el monto de recursos que los sindicatos
destinan a la afiliación en otros organismos gremiales más amplios. Este rubro,
por lo reducido de su monto y por el 1.iecho de aparecer circunstancialmente, no
permitió un estudio más detallado;
4) Se~uicios y pagos directos a socios. En este rubro se agrupó todo egreso que correspondiera a un beneficio otorgaclo a los socios, considera-
dos individualmente o en conjuiito, y a sus familiares. Dado la cuantía de este
rubro, se intentó una primera subclasificación de acuerdo a los distintos medios
empleados para hacer llegar estos recursos a los beneficiarios, sea a través de un
servicio o de un pago directo. En el primer caso se dedujo, del egreso total, las
sumas destinadas al financiamiento de los distintos tipos de servicios del sindi-
cato (por ejemplo, médico, dental o cultural) o bien, los fondos para recreacio-
nes o festividades. En el segundo caso, el pago directo, se desglosaron, clel total,
los pagos en efectivo designados como subsidios por enfermedad, accidentes, atención escolar y cesantía.
Un estudio más detallado para lograr una mayor exactitud de análisis obligó a una importante inversión de tiempo para llegar a presentar
en forma separada los gastos médicos y dentales, culturales, mortuorios, de cesantía y un subgrupo para deportes, recreaciones y festividades, al cual se le
dedicó un estudio especial.
La evidente importancia de estos gastos, con respecto al total de
fondos invertidos por los sindicatos de la muestra, y su variedad de usos, demuestran la imprescindible necesidad de efectuar una normalización de los
registros contables para este grupo de egresos, al igual que en el caso de los'
gastos de administración. Esto debería constituirse en uno de los objetivos claves
a considerar en cualquier clasificación de gastos que posibilite realizar futuros
estudios exliaustivos de los gastos sindicales;
5) Pagos de préstamos. La aparición de este tipo de egreso en varios de los sindicatos de la muestra, distribuidos en igual proporción entre
el sector industrial y el profesional, hizo necesaria su separación del total de los
gastos. En este rubro se incluyó todo egreso registrado como pagos a acreedores,
préstamos, o bien, operaciones pendientes;
6 ) Inversiones. Bajo este rubro se consideró todo egreso que en
los balances reflejara u n aumento del activo sindical por causa cle adquisicio-
nes, construcciones o mejoras de un bien raíz sindical, compra de muebles o
compras de acciones o bonos. Dada su naturaleza fue posible encontrar con rela- tiva facilidad la información deseada que es presentada en cuadros separados;
7) Gastos n o explicados. Engloba a todas aquellas cuentas no cla-
sificables en otros rubros, dacla la ambigüedad de su clenominación. La mayor
parte de estos gastos aparecen registrados bajo la cuenta de imprevistos y, en situaciones aisladas, como actividades diversas. Dentro cle este estudio se incluye
también en este rubro las diferencias en los balances que no pudieron ser atri-
buidas a ninguna cuenta especial.
B. Análisis de excedentes L A E v I D E N T E importancia que los excedentes representan en el conjunto del movimiento de fondos sindicales, indicó la conveniencia de presentarlos y
analizarlos separadamente, y dejar para el estudio y comparación de los egresos
aquéllos que representan realmente un gasto para el sindicato. Así, mediante las Tablas I y 11, hemos analizado los fondos no utilizados durante el ejercicio
por los sindicatos de la muestra, los que prefirieron aparentemente esta alterna-
tiva a la de ampliar su actividad o hacerla más intensa en los tipos de gastos
considerados.
A simple vista, las Tablas citadas destacan las mayores sumas
acumuladas por los sindicatos industriales, salvo en los dos últimos estratos, y
sus diferencias tanto absolutas como relativas respecto al sector profesional. En
efecto, mientras en los seis primeros estratos industriales el excedente promedio
anual por sindicato fluctúa desde E0 87 a E0 2.876 (y sólo el primero es inferior
a los E0 100), los seis primeros estratos profesionales varían entre E0 24 y E0 97
TADLA 1
CUADRO GENERAL DE LOS EXCEDENTES DEL EJERCICIO: SINDICATOS INDUSTRISLES
anuales. En los estratos 7 y 8 las cifras promeclios guardan cierta similitud, en,
ambos sectores, y existe sólo una leve ventaja para el sector profesional.
La mayoría de los sindicatos industriales aumentaron sus exce- dentes finales con respecto a los de la iniciación del período y en ello tuvo una
importancia especial el pago de la participación en las utilidades. En realidad, en aquellos cinco estratos cuya mayor parte de sus organizaciones percibió parti-
cipación, el excedente aument6 desde un 13 por ciento Iiasta un 198 por ciento,
y en los tres restantes (1, 5 y 7) disminuyó de un 15 por ciento a un 68 por ciento.
ESTRATOS
DE SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1 .O24
8. 1 .O25 y mis
R E W C I O N CON
EXCEDENTES
INICIALES
%
85
128
115
113
32
12 1
41
29 S
RELACION O N
FONDO6
TOTALES
%
21
52
48
34
10
33
14
10
ESTRATOS
D E SOCIOS
1 . 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 09
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025 y más
PROMEDIO POR
SOCIO
(EN ESCUDOS)
2,31
8.81
10.18
4.21
1,lO
6.05
0.70
1,47
EXCEDENTE8 P R O ~ I E D I O S
POR SINDICATO
(EN E~CUDOB)
EXCEDENTES PROhlEDIOS
POR SINOICATO
(EN ESCUDOS)
INICIAL
103
404
776
456
843
2.397
1 .O50
885
RELACION CON
EXCEDENTE6
INICIALES
%
07
129
127
41
02
40'
109
102
INICIAL
25
67
35
138
85
245
615
1.419
F I N A L
87
518
888
516
272
2.876
425
2.634
FINAL
24
86
44
57
52
97
667
2.718
RELACION CON
FONDOS
TOTALES
%
28
27
23
10
13
3
11
21
PROhlED O POR
SOCIO
(EN ESCUDOS)
0,67
1.45
0.52
0.42
0.20
0.25
0,93
1.55
Un anrílisis de la importancia que estos valores tienen para el sin-
dicato inclustrial y para sus asociados, se puede obtener de las cifras registradas
en las columnas clenominadas "Relación con Fondos Totales" y "Promedio
por Socio". Ellas muestran el curioso caso que los estratos con mayores reservas
porcentuales y promedios pertenecen a los grupos de menor número de asocia-
dos (estratos 2 y 3 ) . Estos sindicatos dejaron un 52 y un 48 por ciento, respec-
tivamente, de sus disponibilidades totales para el nuevo ejercicio, porcentajes
que representan de E0 8,81 y E0 10,18 por cada socio, y que son las dos mayores
cifras per cápita de todos los grupos de sindicatos industriales y también profe-
sionales. Otros dos estratos que mantuvieron valores de real importancia son
el 4 y el 6, con un tercio de sus recursos anuales, E0 4,21 y E0 6,05 per cápita,
como fondos inmovilizados. Los restantes sólo conservaron valores que fluctua-
ron alrededor de E0 1,00 por socio y su importancia relativa no alcanza al 15
por ciento del total de ingresos.
En la lectura de los balances se pudo observar que casi la totalidad
de estos excedentes, para ambos sectores, se encontraban depositados en cuentas
bancarias o en la tesorería sindical. Las excepciones corresponden a dos sincli-
catos industriales, uno de los cuales mantenía poco más de E0 1.000 como cifra
adeu<lacla por terceros al sindicato (cabe Iiacer notar que los préstamos de fon-
dos sindicales son improcedentes legalmente hablando) y el otro registraba va-
lores de escasa consicleración. En el sector profesional sólo una organización re-
gistraba operaciones de este tipo por el escaso monto de E0 11.
La prohibición de mantener en la caja sindical sumas superiores a
E0 O,5O evidentemente ha sido obviada por las directivas sindicales, a lo menos
para las fechas en que realizan sus balances. En éstos se puede observar que el
30 por ciento, del total de sindicatos de la muestra, ha excedido a este límite.
Además es digno de destacar, que la mitad del sector industrial y la cuarta parte
del sector profesional no registraban fonclos en poder del tesorero al cierre de
sus balances.
La comparación de los excedentes finales del sector profesioilal
con los de comienzos clel período permite observar que sólo el estrato 8 tuvo
una variación positiva, casi duplicando su monto, y que en los estratos 4 y 6
los excedentes quedaron reducidos a menos de la mitad, lo que significó para
ellos tener dos de las tres cifras más bajas de excedentes por socio.
C. Análisis de los egresos
L O S G A S T O S clel período, clasificaclos en los siete rubros descritos ante-
riormente, han sido presentados en seis tablas principales y cliez anexas. En
cuanto a las seis tablas principales, tres son para los sindicatos industriales e
igual número para los profesionales. El primer grupo de dos tablas principales
(Tablas III y IV) da las cifras promedio por sindicato en cada ítem de gastos; el
segiinclo grupo (Tablas v y VI) presenta las cifras promedios por socio para cada
tipo de gasto; y el tercero (Tablas XVII y XVIII) da la distribución porcentual,
por rubro, del total de egresos. Las diez tablas anexas siguen numéricamente al
segundo grupo de tablas principales y dan la clistribución porcentual por rubro
de los egresos per cápita (Tablas VII al XVI) .
La separación de los excedentes del total de gastos sindicales, ade- más de permitirnos el análisis particular de estas reservas de fondos, ha facili- tado la presentación de cuadros con los gastos reales de los ocho estratos y su medición y comparación a través de los siete rubros en que fueron clasificados. En algunos casos nos hemos permitido volver a las cifras y porcentajes de exce- dentes para ilustrar o comparar su importancia con respecto a los rubros o ci- fras que en esos casos se analizan.
E G R E S O S M E D I O S P O R S I N D I C A T O
s o B R E L A M I S M A base de clasificación de los gastos en los siete rubros ya conocidos, se presentan las Tablas III y IV que ,contienen para cada estrato las cifras promedios anuales por sindicato. Resulta evidente que cualquier aná-
lisis de las cifras de estas Tablas está fundamentalmente influido por el monto de los recursos que dispusieron los sindicatos de la muestra. Es asi como la mayor potencia económica del sector industrial, derivada principalmente de su poderosa fuente de recursos de participación en utilidades, se destaca en el mayor volumen de egresos de este sector, que en un caso (estrato 5) equivale a más de siete veces el egreso del respectivo estrato profesional. Este desnivel en los egresos totales se amplía en forma general a los distintos rubros de egre- sos, salvo para la mayor parte de los egresos del séptimo estrato donde los sindicatos profesionales gastaron más del doble que el estrato industrial co- rrespondiente.
La columna "Totales" de ambas Tablas señala un crecimiento rela-
tivamente regular de los egresos para cada estrato con mayor número de socios, pero este aumento no puede señalarse como proporcional al número de asocia- dos. En realidad, en contra de una progresión creciente de egresos para cada
EGRESO MEDIO ANUAL DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES (EN ESCUDOS)
RUBROS DE EORESOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1 . 25- 49
2 . 50- 74
3 . 75- 99
4 . 100- 174
5 . 175- 324
6 . 325- 524
7 . 525-1.024
8 . 1 .025ymBs
PAGO6
D E
PnESTA-
M 0 8
- 26
5
4
- -
5
5.793
SERVI-
C I 0 8 Y
PAGOS
DIREC-
TOR A
--------- 6OCIOS
178
158
588
255
1.356
1.832
1.062
5.870
Q A B T 0 8 INVER-
SIONES
59
58
34
495
481
1.258
691
2.208
SUB-
TOTALES
.
81
236
295
259
504
1.079
791
9 .003
PAQOS A
OTROS
GnE-
M 1 0 8
-
19
- - - 12
- 113
ADYI-
NISTHA-
CION
56
157
251
17 1
3C9
838
407
6.014
PAGOS
VARIOS
NO EX-
I'LICA-
DO8
8
2
43
12
99
697
66
359
LIOVILI-
ZACION
Y VIATI-
coa
24
60
44
S8
195
1.129
384
2.875'
TOTALEB
325
480
966
1.025
2.440
5.767
2.605
23.233
T A B L A IV
EGRESO MEDIO ANUAL DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES (EN ESCUDOS)
estrato mayor, el promedio de socios crece con mayor intensidad en esos estratos.
El sector industrial registra egresos promedios totales que fluctúan desde E0 325 hasta E0 23.233 y la única excepción al incremento regular de los
gastos está en el séptimo estrato, cuyo egreso total es inferior al del estrato sex- to. La explicación de este caso se encuentra en las fuentes de recursos, las que
fueron menores que la generalidad de los sindicatos industriales, según se expli-
ca en el Capítulo 11 de este trabajo. Por su parte, el sector profesional tiene
montos de egresos promedios totales que van desde los E0 60 hasta los E0 10.359, y las dos excepciones al crecimiento regular de los gastos son las de los estratos
3 y 5, cuyas desviaciones se explican fundamentalmente en las fuentes y mon-
tos de sus ingresos.
Una observación general de los sindicatos industriales, aun los de
menor número de socios, permite señalar que utilizan sus fondos de una manera
similar en relación al monto de sus propias disponibilidades. Es así como aque-
llos que destinan una mayor cantidad por beneficios también gastan una cifra
más alta en su administración interna. Por otra parte, se advierte entre los
diferentes rubros de los estratos la misma tendencia que se observa entre sus
egresos totales, salvo excepciones de no mucha importancia. Es así como el pri-
mer estrato mantiene los menores valores, o los valores siguientes, para los ru-
bros de mayor significación.
Iguales observaciones son válidas para los sindicatos profesionales
donde las desviaciones, con respecto al orden dado por los egresos totales, no
escapan más allá de un lugar de variación. La similitud en la utilización de los
fondos sindicales que se encuentran especialmente en cuatro rubros de egresos
de mayor volumen monetario hace conveniente el análisis de la importancia
que estos rubros tienen en ambos sectores. La marcada diferencia que existe
RUBROS DE EORESOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1 . 25- 49
2 . 50- 74
3 . 75- 99
4 . 100- 174
5 . 175- 324
G . 325- 624
7 . 525-1.024
8 . 1 . 0 2 5 y m d s
entre el volumen de gastos de ambos sectores tiene que tomarse en cuenta al
INVER-
S I O N E S
3
4
0,56
- 16
13
127
2 .149
PAROS
D E
PRESTA-
MOS
- - -
15
- -
17
227
SERVI-
C 1 0 S Y
PAGOS
DIREC-
T O S A
---------- EOCIO8
18
36
18
119
140
2.719
2.172
3.006
0 A 8 T O S PAGOS
VARIO8
NO E X -
PLICA-
DOS
3
6
2
6
21
11
171
452
ADMI-
NISTRA-
CION
26
159
111
3.39
137
127
1.854
2.416
TOTALES
60
230
150
499
353
3.688
5.522
10.359
SUR-
TOTALES
36
183
, 130
360
176
946
3.036
4.525
MOVILI-
ZACION
Y VIATI-
COS
10
25
18
12
34
819
1.074
2.060
PAQOSA
OTROS
GRE-
MIOS
- - 0,60
9
5
- 108
4 8
comparar los egresos promedios, por rubro, de los estratos industriales con los profesionales.
Las cifras de ambos cuadros permiten visualizar a los gastos admi-
nistrativos, movilización y viáticos, servicios y pagos directos a socios, e inver- siones como las principales fuentes de egreso.
El sector industrial destina el mayor volumen de sus recursos, en seis de sus ocho estratos, al financiamiento del rubro de servicios y pagos direc- tos a socios. Le siguen en importancia las inversiones y gastos administrativos en un nivel similar, dejando en una tercera prioridad los gastos por moviliza- ción y viáticos. Es digno de destacar la mayor preponderancia que tienen las
inversiones en los egresos de los sindicatos industriales con respecto de los sindi- catos profesionales, lo que constituye una de las diferencias más notorias entre
ambos sectores.
El sector profesional, por su parte, tiene concentrados sus egresos m53 elevados entre los gastos administrativos y servicios y pagos directos a so- cios. En efecto, los más cuantiosos gastos administrativos se concentran en los cinco primeros estratos y los más altos egresos por servicios y pagos directos a
socios están en los estratos mayores. En tercer término se ubican los gastos en movilización y viáticos con algunas cifras de importancia en los estratos 6, 7 y 8
y, finalmente, con un solo promedio significativo puede señalarse al rubro de
inversiones en el estrato 8.
La clasificación total de los egresos, además de señalar la impor-
tancia financiera de todos los rubros, muestra que algunos estratos no han
destinado recursos para pagos a otros gremios o pagos de préstamos, y aquellos
estratos que sí lo han hecho, han ocupado cifras minimas en el financiamiento
de estos rubros.
Del estudio de las fuentes de informaci6n se deduce que sólo el 10 por ciento de sindicatos industriales en la muestra ocupan recursos en pagos a otros gremios, mientras en los profesionales este porcentaje sube al 20 por
ciento. En ambos casos, las tres cuartas partes de los sindicatos con estos gastos correspondían a organizaciones con más de 175 asociados. El menor interés en la afiliación a otros gremios que demuestra el sector industrial podría derivar
de las finalidades fundamentales mutualistas que fija el Código del Trabajo para cualquier organismo legal que agrupe a sindicatos industriales. Por otra parte, podría haber ocurrido que, si bien existiera afiliación a otros organismos
gremiales, los pagos se hubieran efectuado sin registrar a éstos, n i a la fuente de recursos, en la contabilidad sindical.
El otro rubro, pago de préstamos, que apareció en el 20 por ciento
de los sindicatos de la muestra, distribuidos en igual proporción entre ambos
sectores, presenta también sólo a algunos estratos con este tipo de egresos. Su
participaci6n en el total de gastos es escasa según lo demuestran las cifras. El
alto promedio alcanzado en el octavo estrato industrial se aleja de la norma
común, pero debe considerarse que este mismo estrato tiene, entre sus fuentes
de financiamiento, préstamos de consideración obtenidos durante el ejercicio y cuya cancelación está considerada dentro de esa cifra.
Pagos varios, que incluye los imprevistos ademhs de algunas cuen- tas de gastos no especificados, puede a£irmarse que se mantienen en márgenes
bajos, y sus cifras son inferiores a los montos permitidos en este tipo de egreso
por las normas reglamentarias sobre inversión de fondos sindicales. Si este análisis general de la distribución de los egresos del período,
lo hacemos considerando también a los excedentes de final de año, se observará
que en el sector índustrial este nuevo rubro ocuparía el segundo lugar en im-
portancia después de los servicios y pagos directos a socios, sobrepasando inclu-
sive en cuatro estratos a estos gastos. En el sector profesional, como ya se señaló
anteriormente, el excedente estaría en un tercer lugar de importancia después
de los gastos administrativos y de los servicios y pagos a socios.
E G R E S O S P R O M E D I O S P O R S O C I O
c o M O U N A complementación importante del análisis ya efectuado sobre
los egresos por sindicato, se prepararon dos Tablas (v y VI) que agrupan las cifras de gastos promedios por asociado, lo que procura un nuevo enfoque a las
cifras y un análisis en profundidad de estos valores por socio a través de su
desglose en porcentajes en los diez cuadros denominados como Tablas Anexas
VII a XVI.
De la observación de la Tabla v de egresos promedios por asociado
del sector industrial no se desprende tan ostensiblemente como aparecía en el
análisis de gastos promedios por sindicato que haya mayores gastos en los sin-
dicatos con alto número de asociados. En esta ponderación per cápita, si bien
hay un mayÓr margen de gastos en los cuatro estratos de sindicatos más numero-
sos, la diferencia es sólo levemente superior en relación con los cuatro estratos
de sindicatos pequeños. La máxima diferencia se presenta entre los promedios
de los estratos 2 y 8 que ascienden a E0 8,16 y E" 13 respectivamente. Existe una
excepción en el estrato 7 que se explica por los bajos ingresos del período. La variación de los gastos en los sindicatos profesionales (Tabla
EGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS INDUSTRIAZES (EN ESCUDOS)
PAGOS
VARIOS
NO EX-
PLICA-
DOS
0,21
0,04
0,50
0,lO
0,40
1,47
0,09
0 2 0
TOTALEB
8,66
8,16
11,08
8,36
9,81
12,13
4,28
13,OO
BPRVI-
CIOS Y
PAGOS
DIREO-
T 0 8 A
8 0 C I 0 8
4.73
2,69
6,75
2.08
5,45
3.85
1,74
3.28
PAGO8
D E
PRESTA-
h f 0 8
-
0,44
0,06
0.03
- -
0,01
3.24
RUBROS DE EORESOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1. 25- 49
2 . 50- 74
3. 75- 99
4 . 100- 174
5. 175- 324
6 . 325- 524
7 . 525-1.024
8 . 1 .O25 y m68
INVER-
SIONES
-----
1,57
0,98
0.39
4,04
1,94
2.65
1,14
1.24
G A S T O S
SUB-
TOTALES
2.15
4,Ol
3.38
2.11
2,02
4,16
1,30
5,04
PAGO8 A
OTROS
(IRE-
---- YIOS
- 0.32
- - -
0.03
-
0,OB
ADNI-
NIBTRA-
CION
1,50
2,67
2,88
1.39
1,24
1,76
0,67
3.37
NOVILI-
ZACION
Y VIATI-
COS
0,65
1,02
0,50
0,72
0,78
2,37
0,63
1,61
EGRESO bIEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES (EN ESCUDOS)
VI) se registra con bastante énfasis, y es posible advertir una gran diferencia entre los promedios por socio gastado por los cinco primeros estratos y los tres mayores. Además, entre los estratos 5 y 6 que son las posiciones extremas, la di- ferencia alcanza a u n margen superior al 700 por ciento con E0 1,33 y E0 9,39, respectivamente.
Una comparación de las cifras de ambos sectores muestra una fuer- te diferencia de mayores gastos en favor del sector industrial. Es así como en los cinco primeros estratos profesionales el egreso total anual por asociado fluc- túa entre E0 1,33 y E0 3,89, cifras inferiores al mínimo de E0 4,28 de egreso total
por asociado industrial en el estrato séptimo. Merece destacarse que los sindi- catos con egreso más bajo por socio corresponden a los sindicatos numerosos, como son el quinto estrato profesional y el séptimo industrial. Este l-ieclio se ma- nifiesta también en la mayoría de los rubros de gastos de estos estratos.
Los estratos profesionales de un mayor número de asociados tie- nen cifras relativamente altas en sus egresos, pero sólo la del sexto estrato con E0 9,39, la máxima de los sindicatos profesionales, queda a la altura de los egre-
sos promedios de E0 8,66 y E0 9,81 que son las cifras de cuarto y quinto rango
de los sindicatos industriales.
Un estudio por cada rubro nos revela que, en sus gastos adminis-
trativos, los primeros estratos consumen una mayor cuota por socio, ya sean
estos sindicatos profesionales o industriales. Si ambos sectores fueran separados
en dos partes, una del estrato primero al cuarto y la segunda con los cuatro
estratos restantes, se podría observar que, tanto entre los sindicatos industriales
como entre los profesionales, la primera parte consume una mayor cuota por
socio que la segunda y que en ambos sectores la cuota de gasto mínimo figura
en la segunda mitad (sexto estrato profesional con E0 0,32 y sCptimo industrial
con E0 0,67).
Las Tablas anexas (VII y VIII) demuestran que los gastos fijos, como remuneraciones, arriendos y contribuciones, constituyen más de la mitad de
los gastos administrativos. Indudablemente, esta característica de alta propor-
ción de gastos fijos parece ser la causa de los elevados costos d e operación por
socio de los sindicatos menores. Los gastos detallados en varios son de gran significación para los dos sectores, debido a que consideran una mayor variedad
de cuentas que cualquiera de los otros grupos. El estrato con más bajo porcen-
taje (4) corresponde exactamente a aquel en que fue posible identificar los
TABLA A N E X A VI1
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS DE ADMINISTRACION DE LOS SIXDICATOS
INDUSTRIALES
TOTALES
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS DE ADI\.IINISTRACION DE LOS SINDICATOS
PROFESIONALES
G A S ~ S
j_\__ ESTRATOS DE SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 176- 324
6. 325- 524
7. 525-1 .O24
R E N D N E R A C I O I E B
8ERVIClO
JURIDICO
- - - 2
-
4
8
8. 1.025 y mis l
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
GASTO8 GENERALES
OTRA8
33
7
5
16
62
2 1
4 1
34 100
ARRIEN-
DOS
15
51
- 54
- 16
2
9
CONTRI-
BUCIONES
Y BEGUROR
--p-ppp
- 2
2
0,1
O
- - 1
G A 8 T 0 8
D E BlAX-
TENCION
- 0.1
-
- - 0 3
-
VARIOS
52
4 1
93
29
30
59
49
48
gastos en todas las otras columnas, en especial los gastos de mantención que
tienen bastante importancia para este estrato.
Para seguir con el análisis de las Tablas v y VI, la distribución de
los egresos para movilización y viáticos es opuesta a la del rubro anterior (gas-
tos administrativos), ya que los mayores gastos por socio están en los sindicatos
con más asociados. Este hecho es aún más notorio en el sector profesional, donde
en los tres últimos estratos los egresos fluctúan entre E0 1,17 y E0 2,00 como
gasto anual por socio, mientras en los cinco primeros la cifra mayor alcanza
a E0 0,42. Este contraste se presenta también en los sindicatos industriales, pero
con una menor intensidad. Desgraciadamente, no fue posible lograr una infor-
mación más detallada en los balances, ya que todos ellos señalaban este gasto
bajo el título general del rubro, imposibilitando un estudio de los montos
dedicados a gastos de locomoción, pago a los dirigentes de la organización y comisiones por horas de trabajo perdidas en actividades sindicales, gastos de
representación con otros sindicatos y viáticos.
En el subtotal que agrupa los gastos de operación del sindicato,
incluyendo a los tres primeros rubros de las tablas de egresos, es posible obser-
var que el segundo estrato de ambos sectores con un promedio de 59 socios, ha
ocupado una de las más altas cuotas en estos egresos. En el sector profesional
es la segunda más alta cuota promedio por socio y en los industriales es la
tercera, cantidad superada sólo por los estratos con egresos totales máximos.
Aun si consideramos los casos extremos de ambos sectores sindicales, es digno
de mención el mayor nivel y homogeneidad de las cifras de los sindicatos indus-
triales, frente a una fluctuación cercana al 700 por ciento que se anota en los
sindicatos profesionales.
En las cifras per cápita es donde la aplicación de fondos sindicales
a "Servicios y Pagos Directos a Socios" se muestra con mayor claridad. La me-
nor importancia que para los sindicatos profesionales tiene el financiamiento
de este beneficio se demuestra en que seis estratos de estos sindicatos (1, 2, 3, 4, 5 y 8) no alcanzan la cifra mínima invertida por el séptimo estrato industrial
(E0 1,74). Con mayor detalle puede observarse que, entre esos seis estratos pro-
fesionales, el gasto anual por socio fluctúa entre E0 0,21 y E0 1,71, y sólo un
estrato (7) sobrepasa de E0 1. Esta situación de desnivel entre ambos sectores hace más curioso el hecho que la mayor cifra, para este rubro, esté precisamente
entre los sindicatos profesionales, ya que su sexto estrato tiene E0 6,42 como
inversión promedio anual por socio.
Entre los sindicatos industriales, no fueron precisamente las orga-
nizaciones de mayores recursos las que destinaron más fondos para sus asocia-
dos. Esto se comprueba con las cifras por socio de la Tabla v, donde los tres
mejores promedios corresponden a los cinco primeros estratos, cuyos egresos
,totales regularmente están bajo las cifras normales. Si calculamos, además, pro-
medios entre los cinco primeros estratos y los tres últimos, podremos verificar
que aquéllos distribuyen cerca de un 50 por ciento más que éstos.
Dada la cuantía de los montos de este rubro y la variedad de bene-
ficios que incluyen para los asociados y familiares, se confeccionaron tres tipos
.de cuadros para cada sector que dan una interesante y completa visión de la
.forma en que cada estrato distribuye este egreso. El primer ordenamiento de
los egresos de este rubro, es presentado en las Tablas anexas IX y x bajo las
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS EN SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS
DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
TABLA ANEXA X
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS EN SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS
DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
100
GASTOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4 . 100- 174
5. 17.5- 324
6. 325- 524
7 . 525-1 .O24
8. 1 .025ym6s
columnas de "Servicios" y de "Pagos Directos". La primera incluye el financia- miento de servicios mCdicos y dentales o de asistencia social; mantención de
escuelas, economatos y colonias de veraneo; subvenciones a deportes y casinos, y realización de paseos colectivos y festividades. La columna de "Pagos Direc- tos" agrupa todo beneficio que signifique para el socio la recepción de dinero
de la organización a través de subsidios por enfermedad, cesantía, accidentes, maternidad, servicio militar, subsidios escolares, funerales, entre los más repe-
tidos. Podemos comprobar que tados los sindicatos de la muestra, salvo los de
BERVICIOS
88
87
59
86
60
08
55
34
OASTOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1. 25- 49
2 . 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 383- 524
7. 525-1.024
8 . 1 . 025ymás
P A ~ O B DIRECTOS
12
13
41
15
41
32
46
66
B E n V I C l 0 8
82
51
- 59
62
10
61
59
PAGOS DIRECTOS
19
49
100
41
38
90
40
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
100
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS EN SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS
DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
TABLA AXEXA XII
DETALLE PORCENTUAL DE LOS CASTOS EN SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS
DE LOS SINDICATOS PROFESIONAIJES
los estratos profesionales 3 y 6 y del octavo estrato industrial, dan una mayor ponderacibn al otorgamiento de servicios que al pago directo a través de subsi- dios de distinta índole. Esto, desde luego, está incrementado por las cantidades
que se consideran para recreaciones, deportes y festividades. Las Tablas anexas XI y XII presentan seis diferentes grupos de gas-
tos en beneficio a socios: "Médicos y Dentales", "Culturales", "Mortuorios", de "Cesantía", de "Deportes, Recreaciones y Festividades" y "Otros". Uno de estos
seis grupos ("Deportes, Recreaciones y Festividades") se desglosa en tres rubros
OTROS
5
10
5
5
18
9
7
54
GASTOS
", ESTRATOS DE SOCIOS
1. 26- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 523-1.024
8 . 1.025yrnBs
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
100
DEPOF?l'EB,
RECREA-
CIONES Y
FEBTIVI-
D A D E S
88
60
53
76
42
52
51
22
QASTOB
NORTUO-
n I O B
2
0,7
5
9
9
2
23
2
GABTOS
AiEDICOB Y
DENTALES
6
4
15
G
23
19
16
16
GASTO8
DE
CEBANTIA
-LI_______--
- 5
- - 4
- - 5
OABTOS
CULTU-
I iALES
- 22
22
5
4
18
4
1
TABLA ANEXA XIII
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N DEPORTES, RECREACIONES Y FESTIVIDADES
DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
TABLA ANEXA XIV
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS EN DEPORTES, RECREACIONES Y FESTIVIDADES
DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
TOTALES
100
100
100
100
100
100
100
100
COLONIAS
DE
VACACIONES
1
7
16
10
10
3
15
5
___\_\\\\\ ESTRATOS DE SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025 y m68
más pequeños ("Deportes", "Festividades" y "Colonias de Vacaciones") en Ta- blas anexas XIII y XIV. En párrafos anteriores se indicaba el bajo promedio que los sindicatos profesionales destinaban a servicios y pagos directos de sus asocia- dos, Examinada la distribución de estas bajas cifras de los seis estratos (1, 2, 3, 4, 5, y 8) con E0 1,71 o menos, de gasto anual por socio (Tablas anexas XII y XIV) , cuatro (2, 3, 4 y 8) destinan más de la mitad de sus fondos a gastos médi- cos y dentales (especialmente subsidios por enfermedad y accidentes) y cuotas mortuorias. Otros dos, el primero y el quinto, conceden mayor importancia a de-
-
DEPORTE8
64
14
10
- 5
29
- -
", ESTRATOS DE SOCIOS
l. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1 .O24
8. 1.025 y máa
FESTIVIDADES
35
79
74
91
M
68
85
95
FESTIVIDADES
93
100
- 100
- 100
61
50
DEPORTE8
- - - - 100
- - -
COLONIAS
DE
VACACIONES
7
- - - - -
39
50
TOTALES
100
100
-
100
100
100
100
100
TABLA ANEXA XV
TABLA ANEXA XVI
DETALLE PORCENTUAL DE LAS INVERSIONES DE LOS SINDICATOS PROFXSIONALES
OASTOS
\ ESTRATOS DE SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524 '
7. 525-1.024
8. 1.025ymBs
portes, recreaciones y festividades. El cuarto estrato destina una gran suma pa-
ra gastos culturales y otros, donde se incluyen gastos tales como servicio de pelu-
quería, economato y casino. Dos hechos que merecen especial atención son los
que corresponden al sexto estrato -con la mayor cuota de toda la muestra des-
tinada a servicios a socios-, que dedica E0 5,43 anuales por socio para un seguro
mortuorio, y al quirito estrato, que es el único del sector profesional que desti-
na fondos para actividades deportivas.
Las Tablas anexas de detalle permiten observar, a simple vista, la
GASTOS
\ ESTRATOS DE SOCIOS
1. 25- 49
2. 50- 74
3 . 75- 99
4 . 100- 174
5. 175- 324
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025 y m68
INMOEBLES
76
- - 94
6
43
87
86
VALORE6
MOBILIARIOS
- - - -
5
20
- -
bIOEBLES
24
100
100
6
88
37
13
15
INUOEBLEB
-
100
- - -
74
TOTALEB
100
100
100
100
100
100
100
100
NUEBLEB
C
100
100
- -
100
100
100
26
VALOREB
MOBILIARIOS
- - - -
- - -
TOTALES
100
100
100
- 100
100
100
100
mayor variedad de beneficios que los sindicatos industriales distribuyen entre
sus socios en comparación con los sindicatos profesionales. Es así como aun en los sindicatos industriales más pequeños se ocupan fondos en los ocho grupos de esta clasificación, mientras que los sindicatos profesionales, en tres de estos
mismos grupos no tienen o dan sólo por excepción algunas cantidades para
esta clase de objetivos -tal como es el caso de gastos de cesantía, deportes, colonias de vacaciones. Una tendencia muy marcada en el sector industrial es el alto volumen que alcanzan los gastos de deportes, recreaciones y festividades, con más de la mitad de los fondos del rubro invertida en este grupo, y más específicamente en festividades. Los porcentajes de las columnas respectivas de
las Tablas XI y XIII son elocuentes sobre esta afirmación, y la excepción está en el estrato 8, cuya mayor cuota de fondos está orientada a servicios varios, como casino sindical y economato. Al grupo de festividades siguen en impor-
tancia, y dentro de un nivel similar, los gastos medicos y subsidios y los gastos
culturales que incluyen, además, los destinados a escuelas, bibliotecas y subven- ción a escolares. Otro grupo digno de mención es el de colonias de vacaciones, en el cual todos los estratos industriales invirtieron parte de sus fondos a través
de vacaciones colectivas o colonias obreras.
La inversión entre los sindicatos industriales, calculada sobre la
base por socio, tiene mayor significación que para los profesionales, ya que
todos sus egresos de este tipo son superiores a E0 0,18 al año, que representa la cifra máxima entre siete estratos profesionales (el octavo estrato profesional
alcanza a E0 1,23, cifra que está aún entre las más bajas de los sindicatos indus-
triales). Véase Tablas v y VI. Es digno de destacarse que dos de los cuatro
estratos con mayor egreso anual por socio en el sector industrial tienen bajas
cuotas de inversión (estratos 3 y 8), y una de ellas (3) es la mínima, con sólo
E0 0,39 por socio (Tabla v). Una posible explicación cle este Iiecl-io seria la alta
cuota destinada a beneficios para socios pero, por otro lado, debe considerarse
que este mismo estrato (3) mantuvo la mitad de sus disponibilidades del año
como saldo inmovilizado en el banco. Las dos cifras más significativas de este sector corresponden al cuarto y sexto estratos. En el primer caso los fonclos se
destinan, en su mayor parte, a la inversión en inmuebles, y en el segundo caso
se distribuyen generosamente entre los tres subgrupos de inversión (inmuebles,
muebles y valores mobiliarios). Véase Tabla anexa xv. Es oportuno destacar
la adquisición de acciones que se realizó en este estrato (6), sin perjuicio que
conservara, además, un tercio de sus disponibilidades en el banco.
Es obvio que las inversiones de los sindicatos profesionales son
insignificantes. En cuanto al destino de estas inversiones, Tabla anexa xvi de-
muestra que casi todas ellas fueron para la adquisición de útiles y que sólo
un sindicato en estrato 3 realizó algunas mejoras en su bien raíz, y que otro, en
el octavo estrato, adquirió terrenos y construyó su sede sindical.
Se ha dejado de lado una mayor explicación sobre las cifras que
señalan las columnas de "Pagos a Otros Gremios", "Pagos de Préstamos" y "Pa-
gos Varios no Explicados", por la escasa significación de las mismas y dado que
todos los antecedentes que sobre ellas se disponían, fueron expuestos en la parte
correspondiente a clasificación de egresos y en las explicaciones de los cuadros
de egresos promedios por sindicato.
E G R E S O S R E L A T I V O S P O R R U B R O
c o N E L O B J E T O de intentar un estudio de conjunto sobre el comporta-
miento que todos los estratos tienen frente a las distintas alternativas de gastos y en relación a sus propios fondos, se confeccionaron dos Tablas (XVII y XVIII)
que presentan los gastos de cada estrato referidos al total de egresos del perio-
do. Si se considera la columna de "Subtotales cle Gastos", que agrupa
TABLA XVII
EGRESOS RELATIVOS DE LOS SINDICATOS INDUSTRULES
TABLA X\'III
EGRESOS RELATIVOS DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
SERVI-
C I 0 8 Y
PAGOS
DIREC-
TOS A
SOCIO6
----------
55
33
61
25
5G
32
41
25
RUBROS DE EoRESOS
\ ESTRATOS DE SOCIOS
1 . 25- 49
2. 50- 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5. 175- 324
6 . 325- 524
7. 525-1.024
S. 1.025 y mis
TOTALES
100
100
1 O0
100
100
100
100
100
PAOOS
D E
PRESTA-
N O S
- 5
0,5
0.4
- - 0,2
25
TOTALES
100
ino 100
100
100
100
100
100
a A 8 T O S
RUDROS DE EGRESOS
ESTRATOS DE SOCIOS \ 1 . 25- 49
2. so-. 74
3. 75- 99
4. 100- 174
5 . 175- 321
6. 325- 524
7. 525-1.024
8. 1.025ymús
INVER-
S IONES
18
12
4
48
20
22
27
10
ADMI-
NISTRA-
cION
17
33
26
17
13
15
16
26
PAGOS
VARIOS
NO EX-
PLICA-
DOS
2
0,s
4
1
4
12
2
2
SERVI-
C l O t Y
PAGOB
D I R E C
TOS A
---------- BOC108
30
IG
12
24
40
74
39
29
G A S T O S PI\GOB
D E
PRESTA-
1 1 0 8
- - - 3
- -
0,3
2
INVER-
AIONES
5
2
0,4
- 4
0,4
2
2 1
ADMI-
iiISTR.4-
cION
44
69
74
6s
39
3
34
23
SUB-
TOTALES
25
49
31
25
21
34
30
Y9
hlOVILI-
ZACION
Y VIATI-
C O S
8
13
5
9
8
20
15
12
PAGOS
VARIOS
NO EX-
PLICA-
DOS
5
3
1
1
6
0,3
3
4
P A W S A
OTROS
ORE-
N I 0 9
-
4
- - -
0.2
- C,5
SUD-
TOTALES
60
80
87
72
50
26
55
44
~IOVILI-
ZACION
Y VIATI-
C 0 8
17
11
12
2
10
22
19
20
PAGOSA
OTI t08
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a tres rubros de gastos corrientes de operación, es posible observar claramente que los sindicatos industriales ocupan desde un quinto hasta la mitad de sus
egresos en este tipo de gastos, proporción considerablemente inferior a la que destinan al rubro de beneficio directo del socio sindical. Diferente es la situación del gremio profesional ya que éste consume más de la mitad de sus fondos en
los gastos de operación del sindicato y esa cuota es, en general, más del doble
de lo destinado a beneficio de sus socios.
Puede afimarse que esta distinta configuración de los gastos pa- rece depender sólo de la desigualdad de los ingresos, como se ha demostrado en el estudio de las Tablas III y IV de egresos promedios por sindicato, la que
permite al sindicato industrial desarrollar una política general que tiende a com- plementar o ampliar los beneficios que otorgan las instituciones estatales de
seguro social. Sería necesario, no obstante, un estudio especial del criterio con que orientan sus actividades los dirigentes, tanto de unos como de otros sindi- catos, para poder confirmar que esta diferencia sólo tiene un origen finan-
ciero.
El hecho de existir una gran cantidad de egresos agrupados bajo el rubro de servicios y pagos directos a socios contribuyó a darle a éste una especial
importancia en el conjunto de gastos. Como estos egresos tienen una destinación muy similar fue fácil la creación de un rubro homogéneo, que hizo evidente
la tendencia de cada estrato en el uso de estos recursos sindicales. Por otra parte,
ya ha sido señalada la diferente distribución que presenta este tipo de egreso entre los sindicatos profesionales e industriales, la que se acentúa en los estratos
de menor número de socios donde los sindicatos industriales anotan una inver-
sión considerablemente mayor.
Los caminos a través de los cuales el sector industrial distribuye
una mayor proporción de sus fondos entre sus asociados son, o el pago de sub-
sidios, o bien el otorgamiento de servicios mkdicos, culturales o de recreación.
A este respecto, no existen diferencias substanciales entre los distintos estratos,
ya que tres de los cinco menores presentan una alta proporción en estos gastos,
ocupando más de la mitad de sus egresos totales en financiar este rubro.
Por su parte, el sector profesional parece demostrar, con su distri-
bución porcentual, que en los casos cuando sus disponibilidades lo permiten, es
decir, cuando están en igualdad con los sindicatos industriales, orienta la aplica- ción de sus fondos a destinos similares, beneficiando directamente a sus asocia- dos. Es así como, en los tres estratos de mayor cantidad de socios, este rubro ocu-
pó la cuota más alta de fondos. Su volumen permite equipararlo con este mis- mo rubro en el otro sector, e inclusive, en el estrato sexto lo supera en tal forma
que, junto con ocupar el más alto porcentaje de fondo (74 por ciento), repre-
senta el más alto promedio por socio para toda la muestra empleada.
Los sindicatos menores han debido sacrificar esta forma de atender
a sus asociados por los elevados gastos que demanda el costo de operación, los. gastos administrativos y de movilización y viáticos; pero es conveniente destacar que en ningún caso se ocupó más fondos en los gastos propios de las directivas y en sus comisiones -rubro de movilización y viáticos- que en distribuir benefi-
cios o servicios a sus miembros.
En los acápites anteriores hemos señalado, al referirnos al empleo
de los fondos sindicales, el distinto volumen que entre los sindicatos profesiona-
les e industriales adquieren las inversiones muebles o inmuebles. A este respecto, cabe observar que la distinta forma de su financiamiento y la seguridad de cier- tos ingresos (la participación en utilidades, por ejemplo), permiten a los sindi- catos industriales disponer de mayores recursos en momentos determinados. Esta situación financiera favorable deja a la organización en condiciones de optar, luego de atendidas sus necesidades básicas, entre mantener excedentes o buscar donde invertir.
En el periodo analizado, el 25 por ciento de los sindicatos indus-
triales optó por adquirir, construir o mejorar sus bienes raíces y el 50 por cien-
to compró bienes muebles. En todo caso, son muy bajas las cifras que esta fracción de sindicatos decidió invertir, especialmente si son comparadas con los fondos traspasados de un año a otro sin ser ocupados. El cuarto estrato re-
gistra el mejor porcentaje de inversión, 48 por ciento de los egresos y es, sin lugar a dudas, el grupo de sindicatos que le dio un mayor énfasis a este tipo de inversióii, aun si la calculamos sobre una base por asociado, destinando casi la totalidad a bienes raices. En todo los sindicatos industriales sobrepasa de un
10 por ciento el volumen de sus egresos que destinan a este rubro, con excep- ción del tercer estrato que sólo destina un 4 por ciento para adquisición de bienes muebles. Es digno de destacar que, sumadas las cifras de este rubro con
los excedentes del período, la mitad de sindicatos de la muestra ha invertido o conservado en cuentas bancarias el 50 por ciento o más de sus disponibilida- des anuales. La otra mitad ha realizado inversiones o mantiene en fondos dis- ponibles entre el 20 y el 37 por ciento de szs ingresos y saldos anteriores.
Los sindicatos profesionales no registran cifras significativas en aquellos casos que realizaron inversiones; el 45 por ciento que destinó fondos a mobiliario y un escaso 5 por ciento que reparó o adquirió propiedades. Los
porcentajes de los egresos destinados a este rubro no sobrepasan en general el 5 por ciento de los egresos totales, y la excepción está en el último estrato con
21 por ciento aplicado, en su mayor parte, a bienes raíces.
A. El movimiento del trabajo: tendencias
hacia la asociación, tamaño y poderio
L A A E I L I A c I ó N de los sindicatos legales ha sido relativamente estable
durante u n largo período; su incremento dependería en gran medida de la re-
forma del Código del Trabajo. Algunos cambios apropiados en la legislación
quizás redundasen en incrementos más rápidos y mayores en el sector no-agrícola
(especialmente los trabajadores fiscales y semifiscales y los de fábricas pequeñas)
que entre los trabajadores de la tierra.
En general, los sindicatos industriales han constituido sólo un
tercio, aproximadamente, de la cantidad total de sindicatos legales del país, pero
sus miembros suman entre la mitad y dos tercios de todos los sindicalizados le-
gales. En promedio la afiliación sindical industrial ha sido regularmente unas
dos veces,y media la afiliación de los sindicatos profesionales. Los sindicatos
agrícolas han sido pequeños tanto en número como en afiliación.
Existen en la actualidad cerca de 200.000 miembros de sindicatos
legales y 136.000 trabajadores fiscales y semifiscales organizados. La fuerza del
movimiento laboral, expresada como porcentaje de la fuerza de trabajo suscep-
tible de organizarse, es de un 16 por ciento y, si se excluye del cálculo a los
trabajadores agrícolas organizados y a la fuerza de trabajo agrícola, el porcen-
taje sube a 18 por ciento. En las industrias básicas, sin embargo, el poderío
sindical es apreciablemente mayor, y alcanza probablemente a u n porcentaje
que fluctúa entre 50 y 90 por ciento de la fuerza de trabajo susceptible de or-
ganizarse en este sector.
B. Ingresos sindicales
S E H A P R O D U c I D O un descenso pronunciado y persistente en el total
de los ingresos sindicales reales desde 1940. El promedio de descenso entre los
quinquenios 1940-1944 y 1955-1959 ha sido del 27 por ciento. El ingreso por
concepto de participación de utilidades, que en general ha correspondido a dos
tercios aproximadamente del ingreso sindical total, ha descendido un 27 por
ciento durante estos mismos períodos quinquenales, mientras que las cuotas
que han correspondido al tercio restante del ingreso sindical total, han dismi- nuido en un 28 por ciento.
Durante la mayor parte del período comprendido entre 1940 y 1959, los sindicatos industriales han acaparado el grueso del ingreso sindical to- tal (cerca del 90 por ciento), y esto se debe: 1) al hecho de que sólo ellos reci- ben ingresos por concepto de participación de utilidades, y 2) a su mayor afi-
liación en relación a los sindicatos profesionales y agrícolas. Los sindicatos in- dustriales mismos, sin embargo, se dividen en dos grupos definidos en cuanto a
volumen de ingresos, puesto que solo aproximadamente la mitad cle ellos re- ciben participación de las utilidades patronales. El ingreso de los sindicatos agrícolas, al igual que su afiliación, ha sido relativamente insignificante.
Las tendencias de los ingresos sindicales han sido claramente favo- rables a los sindicatos profesionales. El ingreso real de los sindicatos industriales ha experimentado serias fluctuaciones de año en afio, a causa de las variaciones en la cantidad de ingresos recibidos por participación de utilidades. Observamos que ha declinado un 37 por ciento entre el período 1940-1944 y el período 1955-
1959, debido tanto a una persistente merma en el ingreso por participación de
utiliclades como un descenso, de 66 por ciento, en el ingreso per cápita prove- niente de cuotas. El ingreso real del sindicato profesional, por otra parte, ha
aumentado en un 62 por ciento en el curso de los mismos períodos de cinco años considerados. Esto se explica por el aumento de la afiliación en los sindi- catos profesionales y la estabilidad relativa del ingreso per cápita proveniente de cuotas.
En 1959 los sindicatos legales tuvieron un ingreso total de 1,5 mi- llones de escudos. Los sindicatos industriales percibieron un ingreso medio de 1.794 escudos aquel año y los profesionales 350 escudos. Sobre una base mensual per cápita, las cifras precedentes dan por resultaclo un ingreso promedio de 62 centésimos para el miembro del sindicato industrial y de 29 centésimos para el afiliado clel sindicato profesional, sumas muy bajas, por cierto.
El análisis de una muestra de balances sindicales, correspondientes al afio 1959, revela cuatro fuentes de ingreso fuera de las dos que la (Dirección
del Trabajo cita en sus informes anuales (participación de utilidades y cuotas) . Estas fuentes adicionales son donaciones, multas, rentas y préstamos. La parti-
cipación de utilidades y las cuotas son, sin embargo, las fuentes de ingresos más importantes. Los sindicatos no emplean un procedimiento standard para emitir sus balances, dificultad que puede resolverse por medio del uso de un formulario
modelo para tales fines.
Los ingresos por cuotas, tanto de los sindicatos profesionales como industriales, parecen aumentar, sobre una base per cápita, a medida que aumen- ta el tamaño clel siiidicato; pero la validez de esto no se mantiene para los otros tipos de ingresos. El monto de las cuotas de los sindicatos profesionales general- mente exceden a las de los sindicatos industriales en una proporción del 100 al 600 por ciento en las categorías de tamaño de la muestra, y dentro de los sindi- catos profesionales mismos algunos pagan entre el doble y el quíntuple que otros. Probablemente sea exacto afirmar que muchos sindicatos podrían aumen- tar el valor de sus cuotas y de tal manera servir mejor a sus miembros. La mayo-
ría de los sindicatos de ambos tipos cobran más en cuotas de lo que prescriben sus estatutos. La inflación hace necesarias las alzas de las cuotas a fin de man-
tener la actividad sindical; pero, dado que la modificación de los estatutos sin-
dicales es a menudo un largo proceso legal, ello no siempre se realiza, lo que explica el fenómeno citado anteriormente. Una solución posible al problema,
que sólo unos pocos sindicatos han puesto en práctica, es determinar las cuotas
en forma de porcentaje de los sueldos o salarios con preferencia a hacerlo sobre la base de una cantidad absoluta per cápita.
Sólo los sindicatos más grandes de ambos tipos perciben ingresos por donaciones y préstamos, mientras que los sindicatos inriustriales perciben
más por estos conceptos que los profesionales. Los superávit líquidos son bas- tante voluminosos en cuanto a porcentaje, pero son importantes en cantidad
solamente para los sindicatos verdaderamente grandes de ambos tipos y podrían, en estos casos, reducirse para ventaja de las afiliaciones involucradas.
C. Egresos sindicales L A c A R E N c I A de información elaborada, similar a la existente para los ingresos, impidió ampliar las bases del estudio de esta parte de la actividad fi-
nanciera sindical, dejándola limitada a u n período anual y para el mismo grupo
que constituyó la muestra analizada en los ingresos.
El volumen de las disponibilidades del ejercicio fue consumido por
los sindicatos, en su mayor parte, a través de cuatro rubros principales, cuales son: gastos de administración, movilización y viáticos, servicios y pagos directos a
socios e inversiones, además de tres rubros adicionales cuyos montos totales e importancia relativa difieren considerablemente de los ya citados y que son: pa-
gos a otros gremios, pagos de préstamos y gastos no explicados. Es interesante
destacar que frente a la alternativa de ocupar los fondos en determinados fines,
u n sector importante de los sindicatos industriales consideró y optó por mante-
ner una alta proporción de sus fondos depositados en bancos o en la tesorería
sindical. En relación a esta materia, fue posible concluir que la limitación legal para mantener un máximo de E0 0,50 en la caja sindical, ha sido cumplida en las
fechas correspondientes a los balances, por un 70 por ciento de los sindicatos cle
la muestra. A este respecto la mitad del sector industrial y la cuarta parte del
profesional, no registraron fondos en poder del tesorero al cierre de sus balan-
ces. La presentación de cifras promedios por sindicato, con los egresos
reales del año, señaló un crecimiento del volumen de gastos para los sindicatos con mayor número de asociados. Por otro lado, la comparación de los volúmenes
que alcanzan estas cifras en ambos sectores demuestra el enorme desnivel en fa- vor de los sindicatos industriales, que en el estrato 5 superan en siete veces las ci-
fras del mismo estrato profesional; esta situación desmedrada de los sindicatos
profesionales se observa generalmente en los distintos rubros que componen la
cifra total. Un estudio de ambos sectores nos revela, a través de sus cifras
promedios por sindicato, algunas diferencias que es interesante destacar, las que se producen, aparentemente, por el desnivel del monto de sus disponibili- dades que influye en la utilización de las mismas. En efecto, el sector profesional
tiene concentrados su mayores egresos en gastos administrativos y servicios y
pagos directos a socios; esto último opera sólo en los sindicatos más grandes y
de mayores recursos. En tercer término, el sector profesional gasta sus fondos en
movilización y viáticos, dejando valores de escasa importancia para inversiones.
Por otra parte, el sector industrial destina el mayor volumen de egresos a los servicios y pagos directos a sus socios; en segundo término a las inversiones y gas- tos administrativos; y figuran, a continuación, los egresos para movilización y
viáticos.
El alto volumen de la inversión parece ser la particularidad más no-
table en la distribución de los egresos del sector industrial, inversión que tiene su
origen en la recaudación acumulada, una vez en el año, de apreciables sumas por
participación de utilidades, conjuntamente con la mayor cantidad total de recur-
sos disponibles. Una situación similar se presenta en el estrato 8 de los sindica- tos profesionales, que es el de mayor ingreso total en su sector y que tiene la ci-
fra más significativa en la inversión.
Ambos sectores dieron una importancia subalterna a la destinación de fondos a pagos a otros gremios, pago de prestamos y gastos no explicados, ru-
bros que, si bien aparecían registrados en algunos balances, sus valores siempre
se mantuvieron en márgenes bajos.
Expresados los gastos sindicales en cifras promedios por asociados
y en porcentajes relacionados con el gasto total de cada estrato, se observa que el comportamiento de éstos guarda relación, tanto con el monto disponible por
asociado como con el tamaño del sindicato. De ello es posible concluir para am-
bos sectores que: 1) los sindicatos de menor número de asociados, incluidos en los cuatro primeros estratos, destinan una mayor suma a gastos administrativos;
2) los sindicatos más numerosos, o sea, los cuatro últimos estratos, destinan una
mayor suma por asociado a financiar los gastos de locomoción y viáticos; 3) los
sindicatos, en general, destinan fondos de cierta consideración para beneficios de socios, sólo cuando superan los E0 4 como ingreso promedio anual por socio,
y 4) las inversiones s610 tienen cifras de importancia en el sector industrial y en el estrato 8 de los profesionales.
Esta serie de observaciones permite confirmar que existe una es- tructura común de gastos en dos niveles de egresos totales, medidos en una base
por asociado. El primero sería hasta E0 4, en el cual se utiliza más de la mitad
de estos fondos en gastos administrativos y de movilización, dejando en una po- sición secundaria la distribución de beneficios para sus sindicados. El segundo
corresponde al nivel de ingresos superior a E0 4, en el cual, una vez atendida la
necesidad, que podríamos denominar primaria, de gastos administrativos y de movilización, un tercio o más de los recursos se emplean en financiar servicios
o beneficios para sus afiliados y familiares.
Apéndice
Recomendaciones generales para la presentación de balances y contr o1 presupuestario de sindicatos industriales, p~o_f'esio nales y agricolas
E N L A R E A L I z A c I Ó N del proyecto sobre finanzas sindicales se anali-
zaron 80 balances, que fueron seleccionados en un total de 1.112 balances exis-
tentes de los diferentes sindicatos.
Una de las principales dificultades con que se enfrentó en el
estudio de los balances fue, en la mayoría de los casos, la total anarquía en la
denominación y uso de las cuentas, y en la disposición de las mismas; numerosas
cuentas dejan dudas sobre las operaciones que representan, ya que el nombre
usado no es totalmente apropiado o simplemente es muy vago. Por otra parte, la
duplicidad presupuestaria de los sindicatos industriales que deben entregar
presupuestos de cuotas y de participación separadamente, y en la mayoría de
los casos por periodos no coincidentes, impedían un enfoque completo del desa-
rrollo presupuestario.
Se consideró necesario, entonces, con miras a futuras investigacio-
nes en esta materia, proponer iniciativas que facilitaran la normalización de
estos balances, y una de ellas es la creación de una pauta o esquema general de
estados de situación, que pueda resultar fácilmente entendible para los dirigen-
tes, sindicatos, o personas ajenas a los sindicatos que no posean mayores conoci-
mientos contables. Igualmente se propone a los servicios gubernamentales la
asimilación, en el caso del sindicato industrial, de los períodos del presupuesto
de cuotas a los del presupuesto de participación cuando ambos períodos no
coincidan en sus fechas de iniciación y término.
Para estandarizar los estados de situación se propone un cuadro,
en cuyas clasificaciones es posible incluir toda cuenta o actividad factible de
desarrollar por el sindicato, en la medida que la muestra analizada es represen-
tativa del total de sindicatos considerados.
El balance y control presupuestario de los sindicatos estará for-
mado de dos partes: una constituida por el Estado de Ingresos y Egresos, y otra
correspondiente al Estado de las Cuentas de Activo y Pasivo.
1 Estado de ingresos y egresos
Este estado, cuyo formato se encuentra al fin de este aphdice, re-
sume toda la información relativa al movimiento de fondos sindicales del perío-
do y su comparación con el presupuesto de gastos. La comparación entre ingresos y egresos nos demostrará exclusivamente el balance monetario del período, no así la variación patrimonial de la organización. Esta última información habri de obtenerse en el Estado de Cuentas de Activo y Pasivo.
Los ingresos constarán de dos columnas: una correspondiente a los
ingresos reales del período, y otra a los ingresos presupuestados para el mismo pe- ríodo.
Los egresos tendrán tres columnas: una para los egresos o gastos reales, una segunda columna para los gastos presupuestados (considerando en
ellas las modificaciones realizadas, con aprobación reglamentaria, sobre el presu- puesto original durante el ejercicio financiero) y, una tercera columna para se- ñalar las diferencias entre gastos reales y presupuestados. Para el control de los organismos fiscalizadores estas diferencias sólo tienen importancia cuando los gastos reales han superado a los presupuestados. En el caso inverso, o sea, cuan- do los gastos reales son inferiores a los presupuestados, la diferencia adquiere sólo un valor informativo de la cual es posible prescindir en beneficio de la sim- plicidad que se logra al no registrarlo en una columna adicional.
Para el adecuado empleo del cuadro, con el Estado de Ingresos y Egresos de los sindicatos, explicaremos a continuación el criterio seguido para la formación de las cuentas, y la definición de cada grupo o subgrupo, con el objeto de que cualquiera cuenta, por sus características, pueda ser clasificacla
en uno de los grupos mencionados.
A . I N G R E S O S
Consideramos ingreso toda entrada de dinero a la caja sindical, en
su sentido neto, es decir, todo dinero que pase de propiedad de terceros a pro-
piedad del sindicato.
Debe excluirse, por tanto, las devoluciones de dinero hechas por
personas, a quienes dentro del periodo del balance se le adelantó cierta canti- dad de dinero para determinados gastos, o cualquier cantidad que ocasional- mente y en forma provisoria esté en poder del sindicato, y sin que contra su devolución se proporcione servicio alguno al sindicato o sus asociados.
Los ingresos se clasificarán en:
I . Participaciones.
Se incluirán las participaciones de utilidades que le corresponde
al sindicato, de acuerdo al Código del Trabajo. Los anticipos que por este con- cepto concede la empr&a al sindicato, deberán registrarse en este rubro, pero separadamente de los correspondientes al ejercicio.
Es obvio que los sindicatos profesionales o agrícolas no tendrán
ingresos por este concepto;
2. Cuotas Ordinarias.
Comprende todas las erogaciones que la asamblea impone a los
asociados con arreglo a los estatutos, cuyo destino sea el mantenimiento en ge-
neral del sindicato, y que tienen el carácter de permanentes, es decir, que deben ser pagadas por el sindicato mientras mantenga su calidad de tal;
3. Cuotas Especiales.
Las erogaciones que la asamblea imponga, sean o no consultadas en los estatutos, con objeto de la mantención de determinado servicio O pago de
beneficios para los asociados, u otro gasto específico, .Es recomendable subdivi- dir este rubro en los siguientes grupos:
3.1. Cuotas para Selvicios a los Asociados.
Las cuotas recolectadas mensual o esporádicamente con el objeto de financiar diversos servicios específicos (por ejem- plo, Cuotas para Servicio Mkdico, Cuotas para Asignaciones Mor-
tuorias, Cuota para Servicio Dental, Subsidios por Enfermedad,
Subsidios por Cesantía, Ayuda a Estudiantes) ;
3.2. Cuotas de Inco~porucidn.
Este rubro no requiere de explicación adicional;
4. Multas.
Todos los ingresos por concepto de sanciones que se apliquen a los
asociados, en conformidad con los estatutos o por acuerdo en la asamblea;
5. Rentas.
Se incluirá bajo este rubro todo ingreso proveniente del uso, por
parte de terceros, de bienes sindicales tales como:
5. 1. Intereses;
5. 2. Arriendos;
5. 3 Comisiones;
5. 4. Dividendos;
5. 5. Rentas por Explotació?~ de Bienes Sindicales;
6. Otras Entradas.
Se considerará bajo este rubro las erogaciones voluntarias que en
favor del sindicato hicieran: la empresa, los asociados o terceras personas, las asignaciones por causa de muerte y el producto de iniciativas desarrolladas por
dirigentes y asociados en favor del patrimonio sindical;
7. Transferencias.
Todo ingreso proveniente de la enajenación de bienes sindicales,
cancelación por parte de terceros de deudas contraídas con el sindicato, y las
operaciones de créditos logradas para la organización. A modo de ejemplo
citamos:
7. 1. Créditos Obtenidos;
7. 2. Ventas de Bienes y Valores.
La suma de estas cifras debe indicar todos los fondos sindicales
percibidos por el tesorero durante el ejercicio; cuando esta cantidad resulte
inferior a los egresos, la diferencia resultante se denominará DEFICIT DEL PERIODO
y su significación no es otra que el menor ingreso monetario del período.
B. E G R E S O S
Los gastos realizados por el sindicato, en el periodo, se clasificarán
en la forma siguiente:
l . Gastos Administrativos.
Todo gasto por concepto de servicios proporcionados al sindicato
que sean necesarios para su mantenimiento. Podemos dividir estos gastos en:
1. l. Remuneraciones e Imposiciones Sociales, separando en cuen-
tas diferentes los montos pagados a: contadores, abogados, secretarios, las ase-
sorías de especialistas, considerando los costos de aporte para la previsión de
éstos cuando corresponda, y 1. 2. Gastos Generales, con cuentas especiales para gastos por come
pras de útiles de escritorio, impresiones, arriendos, gastos cle secretaría, que
considera gastos de teléfono, luz, agua, aseo, mantención en general, seguros y contribuciones, reparaciones de muebles;
2. Movilización y Viáticos.
Los gastos que ocasione el traslado de los dirigentes fuera de la se-
de del sindicato, para la atención de asuntos específicos, dentro de sus responsa-
bilidades como dirigentes sindicales, clasificados en:
2. 1. Pago de Horas Perdidas, que representa los montos, equiva-
lentes a los salarios de los directores en la respectiva empresa, pagados a éstos
por los días empleados en la resoluci6n de asuntos inherentes al sindicato, y dentro de su papel legal de dirigentes sindicales;
2. 2. Locomoción y Transporte de directores y miembros de co-
misiones sindicales;
2. 3. Viáticos y Gastos de Representación, de los dirigentes, en ges-
tiones específicas sindicales;
3. Pagos a Otros Gremios.
Los aportes del sindicato, en cuotas o donaciones, para secundar la acción social de otras organizaciones o confederaciones sindicales;
4. Seruicios y Pagos Directos a Socios.
Considera todo gasto cuyo objeto sea el de otorgar un beneficio
a los asociados.
En este rubro se puede distinguir:
4. 1. Servicios: costo de mantención, incluyendo honorarios pro-
fesionales, de servicios disponibles, en forma general a todos los socios e inclu- so sus familiares, como ser:
4. 1. l . Médicos Asistenciales, constituidos por servicio
médico, dental y practicantes;
4. 1.2. Diversiones: en paseos colectivos, colonias obre-
ras, colonias escolares, fiestas de aniversario o de Pascua;
4. 1. 3. Culturales: extensión cultural, deportes, gastos
en biblioteca, escuelas;
4. 1. 4. Otros: en los cuales cleben considerarse la man-
tención de economato, casino sindical;
4. 2. Pagos Directos: a través de subsidios, para los asociados o sus
familiares ante determinadas eventualidades:
4. 2. 1. Ayuda a Asociados por: cesantía, servicio mili-
tar, accidentes, enfermedad, registrando separadamente cada uno de estos beneficios;
4. 2 . 2 . Ayuda a Escolai-es; 4. 2. 3. Otros Pagos;
5. Varios e Imprevistos.
Gastos de índole tal, que no sean clasificables en los rubros ante-
riormente enunciados;
6. Inversiones.
Todo egreso que en algún modo aumenta el activo del sindicato,
por ejemplo en:
6. 1. Muebles y Utiles que aumenten el patrimonio del sindicato, consistentes en instalaciones, muebles, o instrumental necesarios para el clesem-
peño de la función directiva como también para otorgar servicios a lws socios; 6. 3. Valores Mobiliarios, por adquisicihn de acciones, debentures,
6. 3. Valores Mobilial-ios, por adquisición de acciones, debentures,
bonos u otros documentos;
7 . Transferencias.
Donde se agruparán todos los egresos que signifiquen una dismi-
nución de las obligaciones financieras de la organización y, además los fondos entregados en cuenta corriente a terceros.
Como una división adecuada a este rubro se propone: 7. 1. Pagos a Acreedores, ya sea que estos correspondan a abonos
o cancelación de deudas contraídas por el sindicato; 7 . 2. Fondos Adeudados a Sindicato, que agrupará a los préstamos
concedidos con fondos sindicales y, a los dineros transitoriamente en poder de
dirigentes o asociados.
La suma de estas cifras señalará el egreso total del período y su
comparación con los ingresos determinará, cuando éstos sean mayores, el exce-
dente de caja o monetario del ejercicio.
11 Estado de cuenfas de activo y pasivo En este estado, cuyo esquema se encuentra al final del apkndice, se
detallará la situación del patrimonio sindical a la fecha del cierre del periodo analizado y contemplará, separadamente los saldos al balance de las cuentas de
activo y las del pasivo, además de la variación, ya sea por aumento o disminu- ción, del patrimonio sindical durante el período. Las cuentas de activo registra-
rán el valor de los bienes sindicales a la fecha de balance y agrupadas en dispo- nibilidades, inversiones y otros recursos.
Por su parte el pasivo sindical estará integrado por el patrimonio de la organización, sus reservas y las obligaciones financieras. La variación pa-
trimonial del período, se registrará en este sector separadamente del patrimonio inicial.
A . C U E N T A S D E A C T I V O
Podrán clasificarse en tres grupos y cada cuenta registrará su cuan-
tía al final del ejercicio:
l . Las Disponibilidades, estarán representadas por las siguientes cuentas:
1. 1. Caja, que registra el monto en efectivo que se dispone en la tesorería sindical, aumentado por el valor de cheques u otras órdenes de pa-
go en favor del sindicato y aún no canjeados por efectivo;
1. 2. Banco, con los saldos deudores de las diferentes cuentas de ahorro o cuentas corrientes que se mantengan con el Banco del Estado de Chile;
2. Las Inversiones corresponderán al valor de los bienes sindicales ya sean mue- bles o inmuebles y podrán agruparse en cuentas tales como:
2. 1. Bienes Raices, con las inversiones en propiedades tales como:
2. 1. 1. Local Sindical; 2. 1 . 2. Mausoleo; 2. 1 . 3 . Locales Comegciales; 2. 1 . 4 . Refugio en Playa o Canzpo;
2. 2. Muebles e Instalaciones, con cuentas detalladas, según sus
usos, para los útiles que beneficien directamente al miembro del sindicato o sus
familiares:
2. 2. 1. Mobiliario Local Sindical; 2. 2. 2. Equipos Servicio Médico; 2. 2. 3. Utiles y Equipos Deportivos y de Recrea-
ciones; 2. 2. 4. Instalaciones de Bibliotecas; 2. 2. 5. Vehiculos y otros Medios de Transportes;
2. 3. Inversiones para Rentas, que considerará especialmente los
fondos invertidos con el objeto de obtener un incremento de los bienes sindi-
cales más que un servicio directo: 2. 3. l. Valores ~obil iai- ios , como acciones, bonos,
pagar 6s; 2. 3. 2. Economatos o Cooperativas, registrando los
aportes de capital, que en éstos haya realizado, cumpliendo acuer-
dos de sus sindicados y sujeto a las disposiciones reglamentarias;
3. Otros Recursos, cuya utilizacibn quede fuera del destino señalado en rubros anteriores, o bien que, perteneciendo a la organización, aún no se haya inte-
grado al patrimonio sindical. Por ejemplo:
3. 1. Cuentas Corrientes, por los saldos adeudados al sindicato
por terceros;
3. 2. Cuotas o Participaciones Pendientes.
B . C U E N T A S D I E P A S I V O
Agrupará en tres grupos principales las cifras correspondientes
al patrimonio o capital, las reservas y las obligaciones financieras:
1. Patrimonio Sindical, reflejará en su monto la diferencia entre el valor total
del activo y las obligaciones financieras y las reservas de la organización. Esta cuenta registrará en cada balance el monto del patrimonio a comienzos del
ejercicio y en una línea especial, con la denominación de VARIACION PATRIMO-
NIAL D E L EJERCICIO, la cifra en que este aumentó o disminuyó durante el período;
2. Reservas Sindicales, registrará aquellos fondos cuya recolección haya sido
prevista en los estatutos sindicales con un fin exclusivo y que se establezca en ellos la imposibilidad de cambiar su destino o incorporarlos a fondos gene-
rales. Tal es el caso de descuentos para constituir fondos de asignaciones mor-
tuorias, adquisición de bienes raíces u otros;
3. Obligaciones Financieras, consiclerará separadamente los compromisos que
la organización mantenga con terceros, en virtud de acuerdos regulares y regla-
mentarios y podrán clasificarse, a modo explicativo en:
3. 1 . Saldos Acreedores, en cuenta corriente;
3 . 2 . Documentos por Pagar.
ESTADO DE INGRESOS Y EGRESOS
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sindicato
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Periodo
Cuentas
l. PARTICIPACION EN UTILIDA-
DES
1.1. Participación del Período . . 1.2. Anticipo de Participaciones .
2. CUOTAS ORDINARIAS
3. CUOTAS ESPECIALES
3.1. Cuotas para Servicios a Socios
3.2. Cuotas de Incorporación . . 4. MULTAS
5. RENTAS
5.1. Intereses . . . . . . . . 5.2. Arriendos . . . . . . . . 5.3. Comisiones . . . . . . . 5.4. Dividendos . . . . . . . 5.5. Rentas por Explotación de Bie-
nes Sindicales . . . . . . 6. OTRAS ENTRADAS
6.1. Donaciones . . . . . . . 7. TRANSFERENCIAS
7.1. Crhditos Obtenidos . . . . 7.2. Venta de Bienes y Valores . .
Total de Ingresos . . Déficit del Periodo . Sumas Iguales . . .
Cuentas
1. GASTOS ADMINISTRACION
1.1. Remuneraciones e Imposiciones
Sociales . . . . . . . . 1.2. Gastos Generales . . . . .
2. MOVILIZACION Y VIATICOS
2.1. Pago de Horas Perdidas . . . 2.2. Locomoción y Transporte . . 2.3. Viáticos y Gastos de Repre-
sentación . . . . . . . .
3. PAGOS A OTROS GREMIOS
4. SERVICIOS Y PAGOS DIREC-
TOS A SOCIOS
4.1. Servicios . . . . . . . . 4.1.1. Médicos Asistenciales . .
. . . . . . 4.1 .P. Diversiones
4.1.3. Culturales . . . . . . 4.1.4. Otros . . . . . . . .
4.2. Pagos Directos . . . . . . 4.2.1. Ayuda a Asociados . . . 4.2.2. Ayuda a Escolares . . . 4.2.3. Otros Pagos . . . . . .
5. VARIOS E IMPREVISTOS
6. INVERSIONES
6.1. Muebles y Utiles . . . . . 6.2. Compra y Reparación de Bie-
nes Raíces . . . . . . . . 6.3. Valores Mobiliarios . . . .
7. TRANSFERENCIAS
7.1. Pagos a Acreedores . . . . 7.2. Fondos Adeudados a Sindicato
Total de Egresos . . Excedentes del Periodo
Sumas Iguales . . .
I N G R E S O S
I Reales
--
-
Déficit Presu-
puestario Reales
--
Presu- puestados
-- -
E G R E S O S
Presu- puestados
---
ESTADO DE CUENTAS DE ACTIVO Y PASIVO
del Sindicato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A C T I V O
1. DISPONIBILIDADES
1.1. Caja . . . . . . . . . 1.2. Banco . . . . . . . . .
2. INVERSIONES
2.1. Bienes Raíces . . . . . . 2.1.1. Local Sindical . . . . . 2.1.2. Mausoleo . . . . . . . 2.1.3. Locales Comerciales . . . 2.1.4. Refugio en Playa o Campo
2.2. Muebles e Instalaciones . . . 2.2.1. Mobiliario Local Sindical . 2.2.2. Equipo Servicio Médico . 2.2.3. Utiles y Equipos Deportivos
y de Recreaciones . . . 2.2.4. Instalaciones de Biblioteca
2.2.5. Vehículos y Otros Medios
de Transporte . . . . . 2.3. Inversiones para Renta . . .
2.3.1.Valores Mobiliarios . . . 2.3.2. Economatos o Cooperativas
3. OTROS RECURSOS
3.1. Cuentas Corrientes . . . . 3.2. Cuotas o Participaciones Pen-
dientes . . . . . . . . . Totales Iguales
P A S I V O .
1. PATRIMONIO SINDICAL
............. A comienzo del periodo E'.
Variación del período E0 ..............
2. RESERVAS SINDICALES
. . . . Fondos para. beneficios
3. OBLIGACIONES FINANCIERAS
. . . . 3. 1. Saldos Acreedores
. . . 3. 2. Documentos por Pagar
Totales Iguales
Fecha ................................